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LA ARQUITECTURA NO SE ENSEÑA…SE APRENDE

Desde muy pequeño quise transmitir a los demás lo que iba aprendiendo. Era como descubrir un
secreto que no podía guardar solo para mí, no es que fuera partidario del chisme o algo similar, sino
que la necesidad de transmitir mis hallazgos para abrir los ojos a alguien más o para mejorar lo
descubierto era más fuerte que yo. A medida que fui creciendo mi apego por cambiar las cosas o
mejorarlas me acercó a la Arquitectura, donde como bachiller en la Facultad tuve la oportunidad de
apoyar a mis maestros en los cursos de Taller de Diseño. Y es aquí donde comenzó el conflicto. Mi
idea no era dedicarme a ser docente, es más en los planes y sueños que tiene entre maquetas y
maquetas, estaba formar mi propia oficina en Europa y realizar proyectos en uno u otro país, en
ningún momento imaginé dedicarme a ser profesor. Pero sí me confundía el contraste o dicotomía
que existía entre lo que es la Arquitectura en sí y la manera en que esta era transmitida a los
estudiantes por algunos de mis maestros, no por todos. No estoy renegando de ellos, por el
contrario, tuve excelentes maestros y tutores y fueron muy creativas las sesiones que recibí, pero no
en todos mis compañeros pasaba lo mismo. ¿Tenía que ser la enseñanza tan dura para algunos?
Habían casos que eran de terror para algunos, con maquetas volando destrozadas o planos (mal
realizados e incompletos hay que admitir) rasgados y convertidos en basura. Yo lo aproveché, fui
resiliente, pero repito no todos pensaban igual, me interesó más el fondo que la manera en que este
era transmitido, y hoy a las luces del conocimiento de los autores revisados en la Maestría en
contraste con mi práctica docente, pienso que bajo la óptica de la propia formación del arquitecto es
muy difícil dejar de relacionar hacer Arquitectura con el aprendizaje, ¿la Arquitectura se enseña o se
aprende? ¿Puede servir de algo en el aprendizaje colectivo? ¿Qué relación puede existir con los
saberes previos, con el aprendizaje significativo, la transmisión de valores y formación del estudiante
como ser humano? ¿Cómo se puede estructurar la relación entre algunos modelos pedagógicos y los
procesos de aprendizaje del proyecto arquitectónico? Yo creo que la Arquitectura aporta a esto, tanto
como proceso de aprendizaje como generador de espacios concretos para justamente favorecer
dichos procesos, resultando ser una excelente aliada de la Pedagogía. Mediante la recapitulación de
modalidades y hábitos de la época de estudiante reflexionaré acerca de mi manera de enseñar y del
rol que tienen tanto docentes como estudiantes en el aprendizaje; para ello intentaré ordenar la
información sobre autores de modelos pedagógicos y psicológicos del aprendizaje.

Históricamente, los modelos pedagógicos se clasifican de manera radical en función del desarrollo
histórico de la educación, la pedagogía y las didácticas que la apoyan. El francés Louis Not (1983) en
su libro “Pedagogías del Conocimiento” clasifica los métodos pedagógicos en heteroestructurantes,
autoestructurantes e interestructurantes. Los primeros se centran en la labor del profesor o docente,
los segundos se centran en la labor del estudiante y los terceros en la labor compartida entre
maestros y aprendices.
Desde las primeras décadas del siglo XX surge el conductismo1 como una teoría psicológica y
posteriormente se adapta su uso en la educación y es la primera teoría que viene a influenciar
fuertemente la forma como se entiende el aprendizaje humano. Este modelo tiene de antaño una
amplia tradición en los diferentes niveles del sistema educativo nacional, hasta podría considerarse
dominante respecto a otros de más reciente aparición, a pesar que distingue el aprendizaje como
algo mecánico y direccionista

Los conductistas parten de la premisa que el aprendizaje es “el estudio de conductas que se pueden
observar y medir” como respuestas a un estímulo (Good y Brophy, 1990), ven a la mente como una
“caja negra”, es decir las ideas y la motivación aparecían desde un lugar misterioso y oscuro, surgían
en cualquier momento y lugar (como es realmente) y el estudiante no se cuestionaba o indagaba
acerca de esos mecanismos o resortes internos de su capacidad creativa, no se investigaba la
relación clara o consciente con experiencias o vivencias personales, aunque sí se les podía
relacionar con otras creaciones de arquitectos y diseñadores que el estudiante conocía, había
estudiado, investigado, observado, a instancias propias o de sus docentes. El aprendizaje solamente
ocurre cuando se observa un cambio en el comportamiento (conducta), si este no es observable no
hay aprendizaje.

Dentro de la enseñanza este modelo se caracteriza por estar centrado en el docente partiendo de la
idea que el conocimiento se trasmite mediante el uso pleno de la memoria, le brinda gran importancia
al resultado y desconoce los procesos y las acciones de construcción intelectual, busca
homogeneizar las conductas de los estudiantes que asumen un papel pasivo desde el punto de vista
intelectual, en contraste al papel activo del profesor, que además se presenta como mediador del
conocimiento. Su trabajo consiste en desarrollas una adecuada serie de arreglos eventuales de
reforzamiento y control de estímulos para enseñar. Ve al estudiante como un sujeto cuyo desempeño
y aprendizaje puedan ser arreglados o re-arreglados desde el exterior (la situación instruccional, los
métodos, los contenidos etc.) basta con programar adecuadamente los insumos educativos, para que
se logre el aprendizaje de conductas académicas deseables. Uno de sus mejores representantes es
B. F. Skinner. Este modelo pertenece al campo heteroestructurante.

Durante mis días universitarios (1987-1993) parte de la enseñanza de la Arquitectura estaba basada
fundamentalmente en el método funcionalista del diseño: “la forma sigue a la función” (Le Corbusier),
los proyectos debían ser solucionados y presentados según su función predominante, para lo cual el
modelo conductista de Skinner encajaba a la perfección. En esos días no existía el departamento de
“Calidad Educativa” que podría hoy sancionar, el profesor viejo era brutal con el joven siendo eso
parte de lo que ellos consideraban que era importante que se aprenda: ser fuerte y duro porque de
esa forma “se podía hacer frente a los horribles ataques del cliente”. Se entendía erróneamente el
papel del Taller de Diseño como un ensayo de la vida profesional, las maquetas salían volando o
eran destrozadas, los planos rasgados, entre otras acciones violentas que a algunos estudiantes

1
Como conjunto de características comunes, pues algunos autores lo remontan históricamente a Aristóteles.
amedrentaban y otros veían como signo de sabiduría del profesor. Existían estudiantes que
producían para apaciguar a los profesores no para crear algo por ellos mismos, como afirma John
Holt, en su artículo “Las escuelas son lugares nefastos”, esta especie de “normalización” de la
educación en la que el profesor como estrategia produce miedo, lleva a los estudiantes a ser menos
creativos. Existía la idea en algunos profesores de hacer tabula rasa, de limpiarte el cerebro y
empezar de cero, porque decían que el conocimiento con el estudiante llegaba a los primeros ciclos
de la carrera era nocivo.

Algo que existía (y se mantiene aún) es que las aulas donde se asistía a clases de diseño
arquitectónico eran los denominados “talleres” especialmente diseñados para agrupar a muchos
estudiantes y sus profesores, que se asemejaban a los creados originalmente en la Escuela Bauhaus
(Dessau, Alemania, 1919), que eran especies de “laboratorios” donde se realizaban y perfeccionaban
modelos típicos de la época para su posterior producción en serie, así como en nuestros talleres de
la facultad se trabajaba en la creación de un proyecto durante un “esquisse” 2; lo usual era pensar,
crear, trabajar, elaborar, dibujar, modificar, un partido, anteproyecto o cualquier instancia de un
diseño, en su totalidad o al menos en su mayor parte, ya que en el taller se “corregía”
(etimológicamente co-regir) con el docente, dicha corrección era individual y se hacían “colas” para
que el docente opinara sobre el trabajo de cada estudiante, y los demás se reunían en pequeños
grupos alrededor de este y su docente de grupo, escuchaban, veían, miraban la corrección, y
sucedía que algunos nunca asistían a las correcciones de otros estudiante, y se enteraba al final del
proceso proyectual de las notas o calificaciones del resto de los compañeros, sin haber presenciado
los avatares de los procesos o las opiniones del docente y/o de otros estudiantes acerca de las
distintas instancias de los procesos de la mayor parte de los estudiantes del taller.

El proceso interno de creación era impredecible rodeado de un halo de misterio (que a decir
verdades, a mí me resultaba seductor), muchas veces inconsciente y para algunos traumático, pues
no se enseñaba claramente “cómo” llegar a la resolución de cada etapa, pero se buscaba la
aprobación de la misma a partir del “visto bueno” del docente, aunque ocasionalmente no se supiera
por qué había aprobado ese “partido” 3 y no los anteriores presentados y descartados, aunque otras
veces el estudiante tuviera que seguir adelante con una idea aprobada por el docente pero que a él
mismo no le satisfacía tanto como alguna anterior, lo que se traducía en seguir con menor
entusiasmo el proceso de Diseño.

Frente a los modelos pedagógicos heteroestructurantes ampliamente dominantes y generalizados a


nivel mundial, a principios del siglo XXI también aparecieron modelos pedagógicos
autoestructurantes que intentaron enfrentarse a la llamada Escuela Tradicional. En sus comienzos
adoptaron el término de Escuela Nueva y Activa y a finales del mismo siglo asumieron el nombre de

2
Apunte, bosquejo o boceto representativo de propuestas breves de un diseño arquitectónico.
3
Es el esquema gráfico que sintetiza la solución de un programa arquitectónico en un terreno dado. Manifiesta la voluntad del
arquitecto, su toma de partido, la suma de decisiones que constituyen la solución de un problema de habitar cualquiera.
enfoques constructivistas. Desde los años cincuenta hasta la década de los ochenta, sobre las bases
del modelo cognitivo se desarrollaron muchas líneas de investigación y prototipos teóricos sobre las
diferentes facetas de la cognición que aportaron a dicho enfoque.

El constructivismo es una posición compartida por diferentes tendencias de la investigación


psicológica y educativa. Entre las que se encuentran las teorías de Piaget (1952) sobre psicología
genética, Vygotsky (1978) sobre la importancia de los procesos cognitivos, Ausubel (1963) sobre el
aprendizaje significativo, Bruner (1960) sobre el aprendizaje por descubrimiento; y aun cuando
ninguno se denominó como constructivista sus ideas y propuestas impregnan las ideas de este
enfoque, que intenta explicar cuál es la naturaleza del conocimiento humano.

Los principales aspectos del modelo se basan en que el conocimiento se construye, lo que implica
que el estudiante de arquitectura experimente y explore los fenómenos objeto de estudio y los
explique bajo su propia interpretación. El estudiante es un sujeto activo procesador de información
que posee competencia cognitiva para aprender y solucionar problemas. El profesor es un agente
cultural que enseña en un contexto de prácticas y medios socioculturalmente determinados y como
mediador esencial entre el saber sociocultural y los procesos de apropiación de los estudiantes. La
mente para construir conocimiento nuevo parte del conocimiento previo y tiene marcada los
parámetros de pensamiento impuestos por el contexto social del que forma parte.

Sin embargo, a pesar del avance en cuanto a la posición del estudiante como agente activo en los
Talleres de Diseño, hoy en día en las facultades de Arquitectura el proceso de aprendizaje se
centra fundamentalmente en la enseñanza, en donde el docente plantea, dirige y controla su
desarrollo, el estudiante tiene un comportamiento pasivo desde el punto de vista del intelecto.
Reproduce en gran medida la forma como el docente desde su punto de vista particular plantea
sus propias maneras de hacer un proyecto arquitectónico. Y con esta opinión no me excluyo.

El esquema de trabajo dentro del aula es, fundamentalmente, el de la relación maestro-aprendiz,


pero a la manera del Renacimiento, en donde este último, en las prácticas artísticas, desarrolla o
complementa las ideas que el maestro (docente) le propone durante la conversación sobre los
diferentes temas del proyecto que el primero hace preponderantemente, formándose el aprendiz
dentro de la huella o marca de su maestro. Hasta el momento me encontraba ubicado en este estilo
de docencia. Falta un componente que va a cambiar dicho estilo

El humanismo llego a la escuela en los años 60 como una reacción a la estructura rígida de las
escuelas. Sobre el aprendizaje propone que este debe ser significativo y vivencial y lo define como el
proceso que modifica la percepción que los individuos tienen de la realidad, se produce cuando el
estudiante percibe el tema de estudio como importante para sus propios objetivos y la mayor parte se
logra mediante la práctica. La educación la centra en el estudiante, dándole la oportunidad de
explorar y entrar en contacto con sus sentidos, emociones, motivaciones, autoconceptos y valores, el
desarrollo de los contenidos deben ser de acuerdo a los intereses y necesidades del estudiante y
fomenta la afectividad personal. Uno de sus mejores representantes fue Carl Rogers (1902-1987),
que considera el aprendizaje como una función de la totalidad de las personas y que el proceso de
aprendizaje genuino no puede ocurrir sin el intelecto del estudiante, sus emociones y las
motivaciones para aprender, señalando además principios:

- Los seres humanos tienen un deseo natural por aprender


- El aprendizaje se hace significativo cuando el tema es relevante para el aprendiz
- El aprendizaje se mejora con una reducción de amenazas externas.
- El aprendizaje participativo es más efectivo que el pasivo
- Los alumnos toman la responsabilidad de su propio aprendizaje.

Del mismo modo planteó las características del docente para que pueda desarrollar el aprendizaje
significativo y vivencial de sus estudiantes:

1. Construir el autoaprendizaje de los alumnos sobre sus problemas reales para que puedan
enfrentarlos con responsabilidad.
2. El docente debe proporcionar los recursos de acuerdo a las necesidades de los alumnos.
3. El uso de contratos (acuerdos) permite desarrollar el aprendizaje dentro de los límites de las
exigencias institucionales.
4. La división del grupo. Separar a los alumnos que ya pueden llevar a cabo un aprendizaje
autodirigido de aquellos que aún no se sienten capaz de hacerlo.
5. La simulación como un tipo de aprendizaje vivencial. Un mini laboratorio en el que se pueda
reproducir una amplia variedad de situaciones sociales.
6. El docente debe ser un facilitador y no más un instructor.

Hoy por hoy, la pedagogía propone el modelo interestructurante (De Zubiria, 2006) a partir de la
crítica a los modelos constructivistas y el aporte de movimientos y modelos más progresistas,
basándose en el diálogo sistemático entre el docente y el estudiante en un papel activo en el que el
proceso se estructura a partir de diferentes indicadores de aprendizaje como son las competencias y
los logros como evaluación de este. Este modelo reconoce el papel fundamental del docente como
mediador del proceso y se centra en el estudiante.

La corriente humanista desde mi punto de vista, es el complemento de las demás teorías, es decir,
en mi caso particular en la aplicación de la docencia de la Arquitectura, no estoy de acuerdo con una
sola teoría, si no que todas se complementan cuando se requiera un tipo específico de aprendizaje
dependiendo las necesidades de los estudiantes y los objetivos del aprendizaje, de forma integral.
Sin embargo, la teoría humanista es la que viene a romper con el clásico esquema educativo para
dar un giro y tomar en cuenta al individuo.
La relación que existe entre el estudiante de arquitectura y el arquitecto que lo guía, que además
será su futuro colega, es exactamente la del aprendiz y el maestro como mentor, más aún cuando
las sesiones de aprendizaje en los talleres de diseño de arquitectura significan: una constante
construcción participativa y colaborativa de conocimiento mediante interrelaciones que enriquecen
los procesos, que se apoyan mucho en los saberes previos y en la memoria implícita del aprendiz,
que siempre resulta el centro de la actividad.

La arquitectura en las aulas se basa mucho en lo que el aprendiz trae consigo cognitivamente,
este es el punto de partida. Y es que, muchas veces, nuestros recuerdos van ligados al lugar
donde se produjeron. El efecto del espacio (principal agente de la arquitectura) en nuestros
pensamientos en estas ocasiones es muy claro. Del mismo modo que relacionamos el espacio
arquitectónico con las cosas que nos pasan, también podemos hacerlo con los procesos de
aprendizaje. La relación entre estos y la arquitectura no es nueva, arquitectos como el indio
Prakash Nair, la danesa Rosan Bosch, el chileno-mejicano Rodolfo Almeida o el argentino Mario
Corea, cuentan con propuestas sistemáticas muy interesantes, extensas y muy exitosas. La
función de este arte, su correlación con el entorno y sus efectos beneficiosos para la actividad
humana son una constante defendida cada vez más por los arquitectos.

En el ámbito de la educación superior, por ejemplo, la función de la arquitectura es, para Pablo
Campos arquitecto español encargado de desarrollar el concepto del Espacio Europeo en la
Educación Superior (EEES) en las Islas Canarias, “primordial”, ya que “puede ser didáctica en sí
misma, educando el consciente y el subconsciente, y sirviendo de catarsis colectiva para que el
ser humano identifique en ella un ideal estético y de cohesión social”. La arquitectura de la
Universidad no solo puede ser didáctica, sino que además puede imprimir “valores”. Este es
precisamente uno de los argumentos que sustenta la idea que la Arquitectura es aprendizaje sin
enseñanza.

Además, en los Talleres de diseño arquitectónico se realiza aprendizaje colaborativo, se


desarrollan actividades sociales mediadoras, así como aprendizajes que construyen y además los
aprendices cooperan para aprender. Adicionalmente, se vale de la memoria implícita del aprendiz,
explotando y desarrollando sus emociones, así como del aprendizaje explícito al ayudarlo a
desarrollar conocimiento para hacer realidad dichas emociones mediante un bien arquitectónico,
para resolver un problema que atañe a la comunidad o a un entorno, en el cual están involucradas
personas, emociones, costumbres. El aprendizaje que genera la arquitectura como bien físico es
aprendizaje que se queda porque coge los conocimientos previos de las personas, los modifica
generando otros nuevos. El maestro del Taller asume variadas actitudes en función de las
necesidades de la instrucción basada o centrada en el aprendiz.
En síntesis, debemos tener siempre presente que, como dice Pozo “…el que aprende es el
aprendiz” y lo que debemos hacer “…es facilitar más o menos su aprendizaje”, considerando
además que importa más el aprendizaje que la enseñanza.

La nueva cultura del aprendizaje es adaptarse a los cambios y buscar nuevas formas de aprender
a través de la innovación, cultivar la imaginación y aprender haciendo; y en esto la Arquitectura
por su propia naturaleza, juega un papel importante en la actualidad ante el aumento de las
demandas el aprendizaje.

Como decía John Dewey, filósofo y pedagogo norteamericano que contribuyó significativamente
en el desarrollo de un nuevo sistema educativo: “Si enseñamos a los estudiantes de hoy como
enseñamos ayer, les estamos robando el mañana”.

Referencias bibliográficas

 Análisis de los modelos pedagógicos implementados en el Sistema Educativo no oficial del


Municipio de Santiago de Cali. José Fernando Londoño Arcila. Trabajo Final presentado como
requisito parcial para optar al título de. Magister en Enseñanza de las Ciencias Exactas y
Naturales, Palmira, 2013. En www.bdigital.unal.edu.co/12692/1/7810015.2013.pdf
 https://www.archdaily.pe/pe/881632/como-mejorar-la-educacion-arquitectonica- aprender-y-
desaprender-del-metodo-bellas-artes
 https://fido.palermo.edu/servicios_dyc/publicacionesdc/vista/detalle_articulo.php?id_libro=121&id_
articulo=675
 https://sabemosqueaprendemos.wordpress.com/2012/05/31/ai-ae/
 https://www.youtube.com/watch?v=_3W9goZEBd8

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