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Gary Williams
© 1995 por
CONTENIDO
Una conquista con Una juez que juzgó De tal palo, peor Un culto corrupto
quistes 1:1–2:5 3:7–11 astilla 8:1–9:57 17:1–18:31
Fracaso en la conquista Un agente secreto con Humildad y nobleza de El santuario ilegítimo
1:1–36 una misión imposible Gedeón 8:1–3 de Micaía 17:1–13
3:12–30
Explicación del fracaso Prepotencia de Gedeón Su fundación
2:1–5 Uno contra 600 8:4–32 17:1–6
3:31 Su sacerdote 17:7–13
El ciclo de opresión y Egoísmo cruel de
liberación 2:6–3:6 Una mujer que se jugó Abimelec 8:33–
El santuario ilegítimo
el todo por el todo 9:57
La nueva generación de Dan 18:1–31
4:1–5:31
2:6–10 Un guerrero moldeado Su sacerdote
Apostasía, opresión y por el mundo 10:1– 18:1–26
El ciclo a vuelo de clamor 4:1–3 12:15
pájaro 2:11–19 Su fundación
Osados libertadores Apostasía, opresión y 18:27–31
Los pueblos que dejó 4:4–5:31 clamor 10:6–16
Jehová 2:20–3:6 Inhumanidad humana
Débora 4:4–10, La búsqueda de 19:1–21:25
14; 5:1, 6–7, 12, 15 prestigio 11:1–
12:7 Violación y asesinato
Barac 4:6–16, 19:1–30
22; 5:1, 12, 15 Una masacre entre
hermanos 12:1–6 Reconciliación en
Los israelitas Belén 19:1–
4:6, 10; 5:2, 9, 10a
13–18 Cinco jueces menores
10:1–5; 12:8–
Ultraje en Gabaa
Jael 4:11, 17, 22; 15 19:10b–30
5:24–27
Un joven prometedor Guerra y genocidio
Libertador divino y sin compromiso 20:1–48
4:4–5:31 13:1–14:19
Juicio contra Gabaa
Un libertador en la Apostasía y opresión 20:1–14
escuela de Dios 13:1
6:1–7:25 Guerra contra
Un joven prometedor Benjamin 20:15–
Apostasía, opresión y 13:2–25 48
clamor 6:1–10
Un joven sin Raptos y matanza
El libertador escogido compromiso 14:1–19 21:1–25
6:11–16
Venganza, salvación, Falta de mujeres
El libertador se prepara mujeres, y muerte 21:1–4
en la escuela de Dios 14:20–16:31 Rapto de esposas para
6:17–7:15 los benjamitas
21:5–25
El libertador se gradúa
con honores 7:16–25
1
Una Conquista Con Quistes
Jueces 1:1–2:5
Mi grabadora no funcionaba. Revisé el cable para asegurar que estaba bien conectada;
la moví por un lado, luego por el otro; la desconecté del tomacorriente para enchufarla en
otro, pero siguió igual. Quité el cable e instalé baterías. Inspeccioné el cartucho, lo probé
invertido, y luego puse otro. Nada resolvió mi problema. Por fin llevé el aparato a un
técnico. Él me enseñó un pequeño interruptor en el micrófono. A un lado estaba la palabra
“Encendido”, y al otro, “Apagado”. ¡Lo único que yo tenía que hacer para que la maquinita
caminara era cambiar el interruptor de “Apagado” a “Encendido”!
A veces, la solución a nuestros problemas es tan sencilla que la pasamos por alto. Esto
sucede no solamente con los aparatos eléctricos, sino también con nuestra vida en general.
En este capítulo veremos que Israel sufrió fracasos por una razón sencilla: su infidelidad a
Dios. ¿Cuántos de nuestros problemas se deberán a lo mismo?
MARCO HISTÓRICO
Los aproximadamente 350 años del período de los jueces caen entre la conquista de
Canaán bajo el liderazgo de Josué y el inicio del reinado de Saúl
Fin de la conquista de Canaán Período de los jueces Inicio del reinado de Saúl
Durante la época de los jueces no hubo líderes en Israel como Moisés o Josué que
dirigieran a la nación. La mayoría de los jueces, si no todos, ejercieron su autoridad sólo a
nivel tribal o regional. Como consecuencia, se fue perdiendo la unidad entre las tribus.
Tampoco los sacerdotes del tabernáculo ejercían mucha influencia sobre todo Israel, y la
adoración a Jehová sufrió merma y errores.
Con excepción de Débora, los “jueces” que se mencionan en este libro no ejercían en
tribunales, emitiendo decisiones jurídicas. Más bien, principalmente eran libertadores y
gobernantes.
TEMA
El tema de Jueces es la fidelidad de Jehová y el incumplimiento de Israel de su pacto
mutuo. La esencia del pacto era que Jehová sería Dios de Israel, y que éste sería su pueblo
(Levítico 26:12).
EL TEMA DE JUECES:
FIDELIDAD DE JEHOVÁ VS. INFIDELIDAD DE
ISRAEL AL PACTO
Originalmente, Dios hizo el pacto con Abraham, el padre de Israel. Le prometió que
tendría mucha descendencia, que ella poseería la tierra de Canaán, y que él llegaría a ser
bendición para todos los pueblos de la tierra (Génesis 12:2–3, 7; 13:14–17; 15:4–21; 17:1–
8). Estas promesas fueron hechas sin condiciones, de manera que eran inquebrantables
(Levítico 26:42, 44; Romanos 11:26–29). Fiel a ellas, el Señor pacientemente liberó a Israel
repetidas veces, según el relato que aparece en este libro.
Siglos después de Abraham, Jehová amplió el pacto a Moisés. Le prometió más
bendiciones, pero aclaró que para disfrutarlas, cada generación debía ser obediente
(Levítico 26:3–13; Deuteronomio 28:1–14). Quienes no acataran los mandamientos
divinos, en lugar de bendiciones, recibirían espantosas maldiciones (Levítico 26:14–39;
Deuteronomio 28:15–68). En Jueces, vemos que Dios cumplió fielmente con esto. Enviaba
opresión cuando los israelitas lo abandonaban, pero con el propósito de que volvieran a él.
Luego, liberaba a su pueblo arrepentido.
¡PENSEMOS!
¿Cuáles son algunas maneras en que Dios muestra su fidelidad hacia usted?
Piense en algunos ejemplos recientes. ¿Por qué será que el Señor es tan fiel?
Los problemas que le envía, ¿son evidencias de su fidelidad? Explique su
respuesta.
¿Cómo espera Dios que usted manifieste su lealtad a él? ¿Está siendo fiel?
¿Envía él bendiciones cuando usted obedece? ¿Envía sufrimientos cuando
usted no sigue sus mandamientos? ¿Puede dar ejemplos?
La estructura de Jueces está bien equilibrada. Comienza con un prólogo que consiste en
dos introducciones, y termina con un epílogo que contiene dos historias. Hay muchos
paralelos más entre el prólogo y el epílogo (compare 1:1–2 con 20:18). En la sección
central del libro hallamos las historias de exactamente doce jueces. Este número sugiere
que ellos representan a Israel. Su conducta refleja la de la nación en general.
AUTOR Y FECHA
La Biblia no dice quién escribió Jueces, ni cuándo lo hizo, pero tuvo que ser después
del inicio del reino de Saúl, el primer rey de Israel (ver 17:6; 18:1; 19:1; 21:25). La
estructura del capítulo 1 (ver p. 9) indica que el libro fue redactado después de la división
de Israel en los tiempos de Roboam y Jeroboam. Si el “cautiverio de la tierra” que se
menciona en 18:30 fue el asirio, la fecha de Jueces no podría ser antes de 732 a.C., pero es
posible que el versículo se refiera a un exilio más antiguo. Como Jueces abarca más de 300
años, el autor vivió varios siglos después de los primeros eventos por lo menos, y
posiblemente varios siglos después de los últimos. Sin embargo, como los autores de Reyes
y Crónicas, se basó en fuentes antiguas (comp. 1 Reyes 14:19, 29; 1 Crónicas 29:29), y
elaboró su obra inspirado por el Espíritu Santo (2 Timoteo 3:16; 2 Pedro 1:19–21).
Bajo la dirección de Josué, Israel había logrado dominar la tierra de Canaán. Sin
embargo, no había tomado posesión de toda ella. Las ciudades cananeas eran
independientes, cada una con su propio rey. Para poseerles, entonces, Israel tenía que
conquistarlas una por una, matar o expulsar a sus habitantes, y asentarse en ellas. Después
de la muerte de Josué, cada tribu emprendió esa tarea en su respectivo territorio. Los
resultados se plasman en Jueces 1.
La palabra “subir” marca las dos divisiones principales del capítulo. En 1:1–4 la
hallamos cuatro veces, diciendo que la tribu de Judá subió contra los cananeos. Luego el
1:22 dice que la casa de José también subió. Por último, el 2:1 informa que el ángel de
Jehová subió a la asamblea de Israel para evaluar las “subidas” de las tribus.
Las tribus que posteriormente formarían el reino del sur, Judá y Benjamín, se
mencionan en 1:1–21, entre el primer “subió” y el segundo. Las tribus que aparecen en
1:22–35 pertenecen al reino del norte.
¡PENSEMOS!
Las breves anécdotas que aparecen en el capítulo 1 anticipan los temas
importantes del libro. ¿Qué enseña el 1:6–7 acerca de Dios? ¿Qué ejemplos
positivos de relaciones familiares ve usted en 1:12–15?
Hay dos progresiones en el orden de las tribus. Una es geográfica, del sur al norte. Judá
y Simeón (1:1–20) eran las tribus que se encontraban más al sur de Israel. Benjamín (1:21)
colindaba con Judá al norte. La casa de José (1:22–26) estaba compuesta por los
descendientes de los dos hijos de José: Manasés (1:27–28) y Efraín (1:29; ver Josué 17:7).
Estas tribus quedaron al norte de Benjamín. Todavía más al norte, se hallaban Zabulón
(1:30), Aser (1:31–32) y Neftalí (1:33).
Sin embargo, la última tribu (1:34–35) rompe esta progresión. Si bien es cierto que Dan
iba a emigrar para ser la tribu más norteña de todas (ver Jueces 18), los lugares
mencionados en el v. 35 son de su territorio al occidente de Benjamín.
Esta ruptura es causada por la otra progresión en el orden de las tribus: de victoria a
fracaso. La sección sobre las tribus del sur principalmente narra éxitos (1:1–19a, 21), pero
al final hay dos notas negativas (1:19b, 21). En cambio, en la sección sobre las tribus del
norte, hay una sola conquista (1:21–26), y todo el resto es fracaso (1:27–35).
Haremos bien en analizar nuestros problemas desde las dos perspectivas. Antes que
nada, preguntarnos si son resultado de desobedecer a Dios. Como primer paso para mejorar
nuestra situación debemos arrepentirnos del pecado, y pedir a Dios su poder para vencer la
tentación.
¡PENSEMOS!
Haga una lista de algunos problemas que ha tenido. ¿Cuál podría ser la
explicación basada en lo que se observa con los cinco sentidos (explicación
científica)? ¿Cuál podría ser la explicación basada en su relación con Dios
(explicación teológica)?
¿Todo fracaso que sufrimos se debe a infidelidad a Dios? ¿Por qué otras
razones Dios nos permite fracasar? ¿Cómo podemos saber si nuestro fracaso
se debe a la desobediencia a Dios?
2
Hombres que Cambiaron su
Mundo
Jueces 2:6–3:31
Haga un viaje imaginario a través del túnel del tiempo. Regrese cien años. Su país se ve
distinto. Primero experimenta el choque tecnológico. No hay aviones en el cielo; no hay
automóviles. Las ciudades son pequeñas. Luego usted nota que hace falta otra cosa: iglesias
evangélicas. Todavía no se ha extendido el evangelio. Sin embargo, si observa con
detenimiento, probablemente encontrará unas pocas personas orando y predicando la
palabra de Dios por el país.
En la actualidad, podemos ver la magnitud del fruto de esas oraciones y testimonios.
¿Habrán ellos imaginado que harían un impacto tan grande?
Ahora regrese al presente y viaje 40 años hacia el futuro. De nuevo experimenta el
choque tecnológico. Pero, ¿qué otras diferencias habrá? ¿Seguirán las guerras? ¿Habrá la
misma pobreza, opresión, corrupción, violencia, delincuencia y maldad generalizadas que
tanto conocemos? O, ¿habrá prosperidad? ¿La sociedad estará más influenciada por los
valores bíblicos? ¿Qué huella ha dejado usted en ese mundo futuro?
¡PENSEMOS!
¡PENSEMOS!
¿Qué pruebas sufre usted ahora? A la luz de 2:7, ¿qué propósito puede tener el
Señor en sus dificultades actuales?
¡PENSEMOS!
¿Qué parte del ciclo de apostasía, opresión, clamor y liberación describe mejor
su experiencia actual? ¿En qué áreas de su vida ha aprendido a confiar en
Dios? ¿En cuáles está tentado a confiar en otras cosas? ¿Son cosas aprobadas
por Dios, o no? Es necesario confiar en ellas, o ¿es capaz Jehová de
manifestarse en esas áreas de su vida también?
¿Todavía envía Dios sufrimientos a sus hijos descarriados para que vuelvan a
él? ¿Qué tipos de sufrimientos manda? ¿Ha tenido usted que sufrir repetidas
veces el mismo problema? ¿Será que Dios permite esto para ayudarle a confiar
en él no sólo en esa prueba, sino también en otras cosas?
¿El Señor todavía libra a sus hijos de sus angustias? ¿Puede usted dar un
ejemplo de su propia experiencia?
El primer ejemplo concreto del ciclo lo encontramos en esta historia: apostasía (3:7),
opresión (3:8), clamor (3:9a) y liberación (3:9b–11)
Desde luego, que los israelitas “olvidaron” a Jehová (3:7), pero esto no significa que no
recordaran nada acerca de él. Sin embargo, actuaban como si hubieran olvidado que él los
había librado de Egipto y les había dado la tierra de Canaán. Como su Dios, les había sido
fiel, pero ellos se mostraron malagradecidos.
La expresión que se traduce como “Mesopotamia” (3:8) se refiere a una región al norte
de Israel junto a la parte noroccidental del río Eufrates. Probablemente “risataim” era un
apodo israelita para el opresor, ya que en hebreo significa “de doble maldad”. Sin embargo,
Jehová también participó en la opresión de su pueblo. Si él no hubiera desprotegido a
Israel, Cusán de Doble Maldad no habría podido hacerle daño alguno.
El clamor 3:9
Implicaba que los israelitas habían recordado las grandes obras divinas a su favor
(comp. “olvidaron” en v. 7). Tenían fe en que Baal no les podría librar sino Jehová, y
estaban arrepentidos por su apostasía (ver 10:10; 1 Samuel 12:8–11).
→ →
¡PENSEMOS!
¿Qué semejanzas hay entre el juicio que hizo Otoniel a Israel y nuestra
responsabilidad de evangelizar? A la luz de Gálatas 6:1, ¿debe usted
confrontar a otros cristianos con su pecado? Si lo hace, según el mismo
versículo, ¿cómo debe hacerlo?
¿Qué influencia para bien puede usted tener confrontando a otros con su
pecado? A la luz de la historia de Otoniel, ¿cuáles son las buenas nuevas que
pueden acompañar a la denuncia del pecado?
¿Por qué Otoniel tuvo que salir a la batalla? ¿No podía darle Dios la victoria
sin que él peleara? El Señor requiere que nos esforcemos para recibir sus
bendiciones, o ¿nos las da sin que hagamos nada?
¡PENSEMOS!
¿Puede una sola persona hacer tanto impacto para bien hoy día como Aod y
Samgar? Explique su respuesta.
3
Una Mujer que se Jugó el Todo
por el Todo
Jueces 4:1–5:31
En marzo de 1990, Hank Gathers estaba a la cabeza de todos los basquetbolistas
universitarios de los Estados Unidos en puntos anotados y rebotes atrapados. En ese mes,
en plena acción durante un partido, este joven talentoso cayó al piso del gimnasio y ante la
mirada de los espectadores, falleció.
Posteriormente trascendió que él había descubierto en diciembre del año anterior que
padecía de una enfermedad cardíaca, pero había decidido seguir jugando de todas formas.
Leí un artículo en esos días que enumeraba a varios deportistas de fama mundial que habían
puesto en peligro su salud por seguir compitiendo. El autor aventuraba algunas posibles
razones: El amor al deporte, la fama, el dinero. Luego expuso una más: Que los grandes
atletas están dispuestos a correr grandes riesgos.
Este análisis bien podría aplicarse a los grandes cristianos que están dispuestos a
jugarse el todo por el todo para obedecer y servir al Señor. En Jueces 4 y 5 leemos de varias
personas y grupos que tuvieron que decidir si estaban dispuestos a arriesgarse por Dios. El
capítulo 4 es una narración en prosa del ciclo de apostasía, opresión, clamor y liberación. El
capítulo 5 es un cántico poético sobre los mismos eventos.
Jueces 4 Jueces 5
¡PENSEMOS!
Hay personas a quienes usted puede alentar a hacer cosas por Dios que usted
mismo no puede hacer? ¿Quiénes son? ¿Cómo los podria motivar?
¡PENSEMOS!
¿Fue Barac un buen líder militar, o no? ¿Cuál fue su virtud principal? ¿Cuál
fue su debilidad principal? ¿Qué bendiciones recibió por sus virtudes? ¿Cuáles
perdió por su debilidad? ¿Qué bendiciones puede perder usted por temor de
lanzarse a hacer la voluntad de Dios?
¡PENSEMOS!
Débora
Barac Barac
Efraín Rubén
Benjamín Galaad
Maquir Dan
Zabulón Aser
Isacar
Neftalí
Jael Meroz
¡PENSEMOS!
¿Dios pelea las batallas de usted? ¿Él siempre apoya nuestros esfuerzos
atrevidos? ¿Cómo puede usted obtener el apoyo divino? ¿Cómo puede saber
cuándo debe arriesgarse, y cuándo debe ser cauteloso?
4
Un Libertador en la Escuela de
Dios
Jueces 6:1–7:25
“No puedo”. Es lo que pensamos cuando se nos presentan algunas oportunidades para
servir a Dios. Tal vez tengamos razón. Quizá necesitamos mejor capacitación. A la par de
la orientación que otros cristianos nos puedan proporcionar, todos recibimos una educación
paralela y constante del Maestro divino. En esta lección veremos algunos de los elementos
que constituyen su programa, diseñados para prepararnos a servirlo en responsabilidades
cadá vez mayores.
Israel tenía la necesidad apremiante de contar con un gran líder. Otra vez habían
abandonado a Jehová por adorar a los dioses de Canaán (6:1, 25), y él había enviado contra
ellos a Madián, a los amalecitas y a los hijos del oriente (6:1b, 3). Los madianitas eran
nómadas a quienes encontramos mencionados en Éxodo donde dice que vivían al sur de
Israel en la península de Sinaí (Éxodo 2:15), y en Números dice que habitaban cerca de
Moab (Números 22:4, 7; 25:6, 15–18; 31:1–8).
También eran nómadas los otros dos pueblos opresores. Los amalecitas usualmente se
encontraban al sur de Judá y al oriente del río Jordán. “Hijos del oriente” era un nombre
general dado a las tribus del desierto que estaban al este de Israel.
Estos pueblos invadían a Israel como una plaga de lagostas cada año en la época de la
cosecha (6:3). Consumían, robaban y destruían todo lo que hallaban a su paso (6:4–5). Su
arma especial eran los camellos (6:5; 7:12). Esta es la historia más antigua que se conoce
que menciona que se usaban gran número de camellos para combatir en la guerra.
Las invasiones llenaban de temor a los israelitas, a tal grado que algunos dejaban sus
casas para vivir en las cuevas de las montañas (6:2). Después de siete años de saqueos
(6:1), quedaron en profunda pobreza (6:6). Esta situación desesperante por fin los llevó a
arrepentirse y clamar a Jehová pidiendo socorro (6:6b).
Sin embargo, en vez de un libertador, Dios les envió un profeta (6:7–8). Y éste, a
diferencia de la profetisa Débora, no les proveyó un libertador (comp. 4:4–6). Más bien,
hizo como el ángel de Jehová, que en 2:1–3, les acusó de no cumplir su parte del pacto con
el Señor (6:8–10).
Israel, pues, necesitaba un líder que restaurara la relación con Dios y dirigiera al pueblo
en su lucha por la liberación. Ese adalid resultó ser Gedeón, quien con 300 hombres
derrotaría al ejército madianita de más de 135,000 (comp. 7:7; 8:10). Con razón se le
recuerda como un hombre de fe y gran valor.
Sin embargo, al principio Gedeón no estaba preparado para asumir una tarea tan grande.
Jamás se imaginó que él sería escogido para semejante papel. Para poder cumplir con su
cometido, tuvo que pasar primero por el programa de capacitación divino.
¡PENSEMOS!
¿Qué capacidades veía Dios en Gedeón? ¿Alguna vez ha descubierto que tiene
una capacidad que antes ignoraba? ¿Cómo la descubrió? ¿Cómo puede
averiguar si tiene otras habilidades escondidas?
Jehová no envió desde luego al libertador a la tarea para la cual lo había llamado. Como
el Creador sabía, el hijo de Joás tenía madera de líder militar, y por supuesto a Dios no le
faltaba poder para librar a Israel. Sin embargo, para bien de su siervo, y para su propia
gloria, primero hizo a Gedeón pasar por una capacitación.
¡PENSEMOS!
¿Le ha dado Dios una señal milagrosa alguna vez? ¿Qué fue? ¿Para qué se le
daría? ¿Cómo debe afectar su vida ahora?
¿Recibió Gedeón sus señales porque su fe era fuerte, o débil? ¿Recibir señales
hoy día es resultado de una fe fuerte, o débil?
¿Debería Gedeón pedir tantas señales? ¿Debemos pedir señales hoy día? Si las
pedimos, ¿Nos las dará Dios?
¡PENSEMOS!
¿Qué cosa “demasiado difícil” quisiera usted hacer para Dios? ¿Cuáles serían
algunas tareas menos difíciles que puede hacer para prepararse para ese reto
mayor?
PROPÓSITO DE DIOS
1. Señales
2. Tareas graduadas
3. Pruebas
¡PENSEMOS!
¡PENSEMOS!
¿El hecho de que Gedeón utilizara una estrategia implica que le faltaba fe?
¿Debemos emplear estrategias y planificación para servir a Dios hoy, o es
mejor confiar en él con sencillez?
5
De tal Palo, peor Astilla
Jueces 8:1–9:57
¡PENSEMOS!
Al fin de cuentas, quién recibió más honra, ¿la tribu que buscaba su propia
gloria, o el líder que estuvo dispuesto a sacrificar la suya? ¿Ha conocido usted
algún caso semejante? ¿Qué lección aprende usted de esto?
PREPOTENCIA DE GEDEÓN 8:4–32
¡PENSEMOS!
¿Sobre quiénes ejerce usted autoridad en el hogar? ¿En el trabajo? ¿En otras
esferas? ¿La ejerce según normas establecidas de antemano y claramente
conocidas, o sobre la marcha improvisa sus propias reglas al tratar los casos?
¿Utiliza la autoridad para castigar a aquellos que no apoyan sus proyectos?
¿La usa para vengarse de quienes le han hecho algún mal? ¿La usa para sus
propios intereses, los de su familia y los de sus amigos? ¿Cómo puede usted
evitar estos abusos en el ejercicio del poder?
¡PENSEMOS!
Los versículos 29–32 resumen el resto de la vida de Gedeón. A pesar de su negativa del
v. 23, aparentemente ejerció autoridad sobre alguna parte de Israel, pues se esperaba que
sus hijos gobernaran después de su muerte (ver 9:2). Como los reyes, se casó con muchas
mujeres (8:30–31; comp. 2 Reyes 10:1). Según la costumbre del mundo antiguo, estos
matrimonios servían para concertar alianzas entre familias poderosas, (ver la influencia
política de la familia de la concubina en Siquem, 9:1–3; comp. 2 Samuel 3:3; 1 Reyes 3:1;
16:31; 2 Reyes 8:18, 26).
En fin, aunque Gedeón había rechazado la invitación de gobernar y después de él sus
hijos (8:22), sus acciones condujeron precisamente a ese resultado. ¿Será que el nombre
que él puso a Abimelec, “mi padre es rey” (8:31), expresaba su verdadero deseo?
PREPOTENCIA DE GEDEÓN
1. Torturó y mató a los que no le apoyaron (8:16–17).
2. Tomó venganzas personales (8:19).
3. Estableció un santuario ilegítimo (8:27).
4. Adoptó el estilo de vida de un rey (8:30–31).
¡PENSEMOS!
¿Ahora es usted más humilde que cuando era joven, o menos? ¿Ha podido
manejar el éxito y la autoridad sin ser prepotente? ¿Cómo se puede ejercer
autoridad sin ser autoritario? ¿Puede alguien volverse prepotente aun en el
servicio de Dios?
¡PENSEMOS!
Explique cómo Dios obró justicia en medio de y a través de las injusticias que
se narran en Jueces 9. ¿Obra justicia en medio de y a través de las injusticias
hoy día también? ¿Cuáles son algunos ejemplos?
6
Un Guerrero Moldeado por el
Mundo
Jueces 10:1–12:15
Recuerde el mundo en que usted creció. ¿Qué cambios ha habido de entonces para acá?
¿En qué aspectos está peor? ¿Cómo le han afectado los cambios negativos? ¿Cuáles ha
resistido? ¿Cuáles ha ignorado? ¿A cuáles se ha conformado?
Este período de apostasía se explica con más detalle que los anteriores (10:6). El autor
enumera siete grupos de dioses, sugiriendo que la infidelidad de Israel a Jehová era total.
Todos estos ídolos eran de las naciones vecinas. El pueblo de Dios estaba siendo moldeado
por el mundo que lo rodeaba.
¡PENSEMOS!
¿Cuáles son los “dioses” del mundo que le rodea? ¿De alguna manera los sirve
usted?
El Señor castigó a su pueblo por medio de dos naciones cuyos dioses seguía el pueblo
de Israel. Desde el occidente atacaron los filisteos, y los amonitas desde el oriente (10:7). El
autor narra primero la opresión de éstos últimos (10:8–12:7), y luego la de los primeros
(13:1–16:31).
Los amonitas afligieron más a las tribus que estaban al este del Jordán (10:8), pero
también incursionaron en el otro lado del río (10:9). El inicio del v. 8 y la conclusión del v.
9 resaltan la angustia de los oprimidos.
Esta vez también se explica con más amplitud el grito de auxilio del pueblo. Incluye no
sólo la súplica pidiendo liberación, sino también la confesión del pecado y el
reconocimiento de que Jehová era Dios de Israel (10:10).
Sin embargo, el Señor respondió con una dura reprensión. Les trajo a colación siete de
sus actos liberadores del pasado para subrayar que él había sido completamente fiel (10:11–
12), pero en cada ocasión, los israelitas le habían pagado con deslealtad (10:13a). Concluyó
anunciando que no les salvaría más (10:13b) y encomendándoles con ironía a sus dioses
falsos (10:14).
¡PENSEMOS!
A pesar de la afirmación que se encuentra al final del v. 13, Jehová no resistía ver el
sufrimiento de su pueblo arrepentido. Si él hubiera tratado a Israel con justicia, tiempo atrás
ya lo habría abandonado. Sin embargo, lo había escogido por su gracia inmerecida y lo
amaba a pesar de su infidelidad.
¡PENSEMOS!
DE MARGINADO A GOBERNANTE
11:1–3 11:5–14
Despreciado Buscado
Amenazado Aclamado
Desterrado Gobernante
Mercenario Jefe militar
¡PENSEMOS!
Compare 10:6–16 con 11:1–11 y haga una lista de las semejanzas que hay entre
la relación Jehová-israelitas y la relación Jefté-galaaditas. ¿Cuál será el
significado de estos paralelos? ¿Qué relación tendrán con 1 Juan 4:20–21?
¿Ha sido desechado usted por alguna mancha que hay en su familia o algún
otro defecto? ¿Cómo se siente al respecto? ¿Hasta qué grado quisiera ser
aceptado y honrado por los que le han marginado?
¿Cómo se sentirá esa persona? ¿Qué puede hacer usted para ayudarla?
¡PENSEMOS!
¿En qué formas podemos sacrificar a nuestros hijos en nuestra búsqueda del
éxito? ¿Qué otros errores podemos cometer en nuestro afán de alcanzar
puestos de importancia y prestigio?
¿En qué maneras podemos sacrificar a nuestros hijos por entender mal lo que
Dios quiere que hagamos?
¿En qué maneras pueden los conceptos que están en boga en nuestro mundo
distorsionar nuestra adoración a Dios?
¡PENSEMOS!
¿Por qué Jefté se incluye entre los héroes de la fe en Hebreos 11:32? ¿Qué hay
de positivo en él que debemos imitar?
Tola (10:1–2), Jair (10:3–5), Ibzán (12:8–10), Elón (12:11–12) y Abdón (12:13–15) son
llamados jueces menores porque los informes sobre ellos son escuetos. De hecho, son tan
breves que nos preguntamos por qué se incluyen en el libro de los Jueces.
Una razón tal vez sea para que el número total de jueces que aparecen en el libro sea de
doce. Este número sugiere que ellos y su conducta representan a Israel.
Tola fue un libertador (10:1), pero Jair, Ibzán y Abdón parecen haber gobernado
durante épocas de paz y prosperidad (10:4; 12:9, 14). El número de sus hijos resalta la
tragedia de Jefté, que no tuvo descendencia y cuya historia está enmarcada por las de ellos.
El autor específicamente menciona las 30 hijas y 30 nueras de Ibzán (12:9), el juez que
sigue a Jefté; aparte de estos dos, el libro no menciona las hijas de ningún otro juez.
Dios no se menciona en estos párrafos. Esto tal vez sugiera que los jueces menores no
dependieron mucho de él. Con esta posibilidad concuerda el hecho de que Ibzán casó a sus
hijos con jóvenes de otros pueblos (12:9; comp. 3:6), seguramente para concertar alianzas
políticas (ver 2 Samuel 3:3; 1 Reyes 3:1; 16:31; 2 Reyes 8:18, 26).
7
Un Joven Prometedor y sin
Compromiso
Jueces 13:1–14:19
El postre que ofrecían en la tienda se parecía mucho a uno que mi madre hacía. Yo tenía
años de no degustar el suculento manjar, pero por las apariencias, estaba seguro de que el
que estaba delante de mí sería igual de delicioso. No resistiendo más, lo compré y con
mucha expectativa tomé el primer bocado. ¡El sabor era completamente distinto! Imagine
mi desilusión. Una sensación semejante es la que nos deja la historia de Sansón.
Esta última repetición del ciclo está incompleta. La apostasía se resume escuetamente
en 13:1a, pero ya se ha explicado en más detalle en 10:6. Esta vez, Jehová utilizó como
opresores a los filisteos (13:1b; 10:7). La opresión duró 40 años, dos veces más que
cualquiera otra mencionada en el libro, probablemente debido a la falta de arrepentimiento.
En efecto, el elemento del ciclo que hace falta es el clamor. De hecho, en ninguna parte
de los capítulos 13–16 vemos que los israelitas hayan buscado ser liberados. Sin embargo,
Dios les auxilió. Ahora nos percatamos de que el Señor ha socorrido a su pueblo a través
del libro no solamente porque se ha arrepentido, sino porque él lo había escogido y amado.
¡PENSEMOS!
El nacimiento de nuestro primer hijo tuvo algunas complicaciones, pero gracias a Dios,
no hubo nada que lamentar. Cuando mi suegro supo lo que había pasado, nos escribió
diciendo que Dios debía tener algún propósito especial para Natanael. En la Biblia se nos
relata la vida de varios niños que nacieron bajo circunstancias extraordinarias pero que
cuando crecieron jugaron un papel relavante en el plan de Dios. La historia de la
concepción y nacimiento de Sansón nos hace suponer lo mismo de él.
¡PENSEMOS!
Gran parte del debate actual acerca del aborto gira en torno a la cuestión de si
el feto que está en el vientre de su madre es persona, o no. ¿Qué implica el
nazareato prenatal de Sansón para esta discusión? ¿Trató Dios a Sansón como
una persona antes de su nacimiento, o no?
NACIMIENTOS EXTRAORDINARIOS
MENCIONADOS EN LA BIBLIA
¡PENSEMOS!
Más que ningún otro juez, Sansón representa a Israel. ¿Qué madres estériles
hubo en las primeras generaciones de Israel? ¿Qué anuncio hubo acerca del
nacimiento de la nación? (Génesis 12:2; 13:16) ¿A qué fue llamada? (Génesis
12:3; Éxodo 19:6) ¿Para qué fue apartada? (Éxodo 19:5–6) ¿Vivió Israel a la
altura de su llamamiento, o decepcionó al Señor?
La mujer buscó a su marido para contarle las buenas noticias (13:6–7). Identificó al
mensajero diciendo que era un profeta (13:6; ver la expresión “varón de Dios” en 1 Reyes
13), pero reconoció que había algo sobrenatural en él. Manoa entonces rogó al Señor que lo
enviara de nuevo para que los instruyera a ambos en cómo educar al niño (13:8).
En respuesta, el ángel de Dios apareció de nuevo a la señora (13:9), quien avisó a su
esposo (13:10). Este primero se cercioró de que era el mismo que había venido antes
(13:11), y luego pidió orientación sobre la educación del hijo (13:12). Sin embargo, el
mensajero divino se limitó a repetir las instrucciones sobre la dieta de la madre (13:13).
Más adelante veremos que los padres no supieron controlar a Sansón (ver 14:1–3). En su
sabiduría inescrutable, Dios no les reveló nada en esa ocasión para evitarles ese problema.
Manoa quería expresar su gratitud al “profeta” (13:15), pero éste le recomendó hacerlo
a Jehová (13:16). Cuando el danita le preguntó su nombre, a fin de honrarlo después del
nacimiento de su hijo (13:17), recibió otra respuesta evasiva, pero también una pista acerca
de su verdadera identidad (13:18). “Admirable” aquí significa “incomprensible para el ser
humano” (comp. Salmo 139:6, donde la palabra que se traduce como “maravilloso” es de la
misma raíz hebrea). La desaparición del ángel de Jehová en la llama del altar (13:19–20)
demostró que en efecto él era el Dios hacedor de lo incomprensible (13:21–22).
Manoa estaba seguro de que los dos morirían (13:22; comp. 6:22–23), pero su esposa
razonó mejor. Para ella no tenía sentido que Jehová aceptara su sacrificio y les anunciara
que iban a tener un hijo libertador, si desde el principio pensaba matarlos (13:23).
JUECES 13 JUECES 14
EXPECTATIVA DESILUSIÓN
¡PENSEMOS!
¿Qué dones y talentos le ha dado Dios? ¿Cómo los está usando? ¿Está
cumpliendo con la expectativa divina, o está decepcionando al Señor?
¡PENSEMOS!
¿Qué peligros hay actualmente para un creyente que se enamora de una
persona inconversa? ¿Cómo se usa el argumento de “ella me agrada” para
justificar tales relaciones? ¿Justifica usted algún pecado en base a sus gustos?
¿Usa Dios todavía la desobediencia de sus hijos para llevar a cabo sus planes?
¿Puede usted citar algún ejemplo? ¿Cómo puede Dios, que es justo, usar el
pecado para sus fines?
¿Qué revela 14:12–19 acerca de la ética de los filisteos? ¿Qué nos dice acerca
de las debilidades de Sansón? ¿Se parece usted en algo a los filisteos? ¿A
Sansón?
¿Qué problemas tuvo Sansón por querer casarse con una filistea? ¿En qué
problemas se puede meter un creyente que se casa con una persona
inconversa?
8
Venganza, Salvación, Mujeres y
Muerte
Jueces 14:20–16:31
VENGANZAS Y REPRESALIAS
Nadie puede romper dos cuerdas nuevas (15:13b), pero cuando el Espíritu vino sobre
Sansón, no le ofrecieron ninguna resistencia (15:14). Después se armó con una quijada de
asno que las hienas habían dejado después de devorar el resto del cadáver (15:15a). Ese
hueso era demasiado duro y lleno de dientes para que esas fieras lo pudieran comer. Siendo
fresca, la quijada era bastante pesada y muy resistente, pero al tocarla, se contaminó el
nazareo (ver Levítico 11:27; Números 6:6–9).
Con esa quijada, ¡Sansón mató a 1,000 filisteos! (15:15b) Celebró su victoria con otro
poemita, en el cual cantó no a Jehová, sino a su arma y a sí mismo (15:16; comp. Habacuc
1:15–16). De manera semejante llamó al lugar Ramat-lehi “Colina de la Quijada”, en vez
de escoger un nombre que diera la honra a Dios.
¡PENSEMOS!
¿Es posible que Dios esté llevando a cabo su plan a través de las venganzas
violentas que suceden en su país? Explique su respuesta.
Dalila 16:4–21
Al enamorarse de Dalila (16:4), Sansón de nuevo mostró su insensatez con respecto a
las mujeres. Los gobernantes de las cinco principales ciudades filisteas (ver 3:3) ofrecieron
a ella una cantidad inmensa de plata, 5,500 siclos, para averiguar el secreto de dónde residía
la fuerza de su amante para poder dominarlo (16:5).
El terreno de Abraham en Macpela costó sólo 400 siclos de plata (Génesis 23:15–16); la
era de Arauna y sus bueyes, 50 siclos (2 Samuel 24:24); un esclavo, 30 siclos (Éxodo
21:32); y los servicios anuales del levita de Micaía, 10 siclos (17:10).
Su novia de Timnat La ramera de Gaza Dalila
Traicionó a Sansón (14:16–17) Vendió sus amores (16:1) Traicionó a Sansón (16:6–21)
Vendió sus amores (16:5, 18)
Cuando Dalila trató de sacarle a Sansón el secreto, él le contestó con dolo (16:6–7). La
frase que se traduce como “mimbres verdes” (16:7) significa “cuerdas de arco frescas”.
Estas cuerdas se hacían de tripas torcidas y tendones.
En una siguiente visita, Sansón permitió a Dalila atarlo con las cuerdas,
contaminándose así con las tripas frescas de animal (16:8; ver Levítico 11:27; Números
6:6–9). Cuando ella gritó que el enemigo atacaba, él fácilmente rompió las siete cuerdas
(16:9). Los filisteos escondidos en el cuarto se quedaron allí, de manera que Sansón supuso
que su amada solamente estaba jugando con él.
A pesar de los reproches (hipócritas) de ella (16:10, 13a), Sansón le mintió dos veces
más (16:11, 13b). Cada vez que ella hacía la prueba, él salía airoso (16:12, 14).
Por fin, Dalila acudió a las mismas tácticas que la novia de Timnat: le acusó de no
amarla, y lo presionó insistentemente (16:15–16; comp. 14:16–17). Sansón debía estar
prevenido por aquella experiencia, pero con las mujeres él era tan lerdo como Israel con los
ídolos. El hombre invencible en batalla sentía que iba a morir por la presión de su novia
(16:17b).
Su revelación a Dalila también lo es para nosotros (16:17). Por primera vez leemos que
su fuerza tenía que ver con su pelo. Aunque él había tenido en poco su nazareato, reconocía
que sin la señal más visible de su voto, perdería su potencia.
Así resultó. Cortado su pelo (16:18–19a), se debilitó, ya que Jehová, su verdadera
fuerza, se había apartado de él (16:19b–20). De manera semejante, Dios quitaba su
bendición cuando Israel perdía su identidad como pueblo suyo.
Los filisteos capturaron a Sansón, le cegaron, lo encadenaron y los pusieron a moler el
grano (16:21). Sin sus ojos, no podía seguir “viendo” a las damas que tanto le atraían
(comp. 14:1; 16:1). Su trabajo de molinero no era en sustitución de una bestia en un molino
grande. Ese tipo de molino no se inventó sino hasta el Siglo V a.C. Más bien, trabajaba con
un molino de mano, haciendo la labor que correspondía a una mujer (comp. 9:53; Éxodo
11:5). ¡Qué contraste entre la humillación de Sansón en Gaza y la gala que él había hecho
de su fuerza en esa misma ciudad! (ver v. 3)
¡PENSEMOS!
¿Tiene usted debilidad para el sexo opuesto? ¿Qué puede hacer para no caer
víctima de personas como Dalila?
¿Qué pistas dio Sansón a Dalila en 16:6–13 acerca del verdadero secreto de su
fuerza?
¿Por qué le daría esas pistas? ¿Qué peligro había en eso? ¿Corre usted de
alguna manera peligros semejantes?
Justo cuando parecía que todo había terminado para Sansón, el v. 22 sugiere lo
contrario.
Llegó un día de fiesta a Dagón, dios filisteo (16:23a; ver 1 Samuel 5:2–5). Primero los
cinco gobernantes (16:23b) y luego el pueblo (16:24) alabaron a Dagón por haberles
entregado a Sansón. Pidieron traerlo de la cárcel para burlarse de él (16:25). Parecía débil, a
tal grado que necesitaba apoyarse en las columnas del templo (16:26; la “casa” era la de
Dagón). El techo estaba sostenido por columnas de madera que descansaban sobre bases de
piedra.
La casa de Dagón estaba atestada de filisteos que se burlaban de Sansón (16:27). Jehová
había logrado colocar a su enviado donde podría hacer el daño máximo, no solamente a los
opresores, sino también a su dios falso.
En ese momento crítico, Sansón clamó por segunda vez a Jehová (16:28; comp. 15:18).
Todavía no pensaba en la liberación de Israel o en la gloria de Dios, sino siempre en la
venganza personal.
De repente el “anémico” israelita se apoyó sobre las dos columnas centrales de una
manera inesperada (16:29; comp. v. 26). El peso de los 3,000 espectadores en el piso alto
(v. 27) probablemente había desestabilizado el edificio. Sansón logró mover las columnas,
y toda la construcción se desplomó, seguramente matando a casi todos los que estaban
dentro (16:30).
Fue así como Jehová no sólo continuó con la liberación (13:5), sino que también
demostró que el verdadero Dios no era Dagón, sino él mismo. Las derrotas del pueblo de
Jehová no significan que él también estuviera vencido.
¡PENSEMOS!
¿Por qué Sansón se incluye entre los héroes de la fe de Hebreos 11:32? ¿En qué
momentos manifiesta su fe? ¿Cómo responde Jehová a su clamor? (15:18;
16:28) ¿Por qué le salva la vida la primera vez, pero no la segunda? ¿Qué
aprende usted de esto para su vida?
Haga una lista de las semejanzas entre Sansón e Israel. ¿Cuáles de esas
semejanzas se hallan en usted también?
¿Por qué Jehová escogería a un pícaro como Sansón como libertador? ¿Utiliza
a personas semejantes hoy también? ¿El hecho de que una persona tenga un
ministerio fructífero necesariamente implica que su vida agrada a Dios?
9
Un Culto Corrupto
Jueces 17:1–18:31
La fundación 17:1–6
A la madre de Micaía alguien le había robado mucha plata (17:2a; acerca de los 1,100
siclos, ver la explicación de 16:5 en el capítulo 8). Como ella no sabía quién era el ladrón,
lo maldijo pidiendo que Dios lo castigara (17:2a; comp. Deuteronomio 27:24).
El culpable era Micaía (17:2b). No había temido a Jehová cuando robó a su madre, pero
la maldición le dio miedo. Su religión se había convertido en superstición, divorciada de las
exigencias éticas de la Ley de Moisés.
Por temor entonces, Micaía confesó su delito. Cuando su madre se dio cuenta de que
había maldecido a su propio hijo, trató de deshacer lo dicho con una bendición (17:2b).
Micaía ya había quebrantado dos de los Diez Mandamientos: el de honrar a su madre
(Éxodo 20:12), y el de no hurtar (Éxodo 20:15). En seguida, la madre violó otro. Cuando su
hijo le devolvió la plata, ella la consagró para hacer una imagen a Jehová (17:3–4; comp.
Éxodo 20:4). Micaía y su madre se consideraban adoradores de Jehová, pero les faltaba la
orientación de la palabra de Dios.
En el v. 4, la madre quebrantó todavía otro mandamiento. Había consagrado toda la
plata a Jehová para una imagen (17:3; el hebreo indica que se trataba de una imagen que
tenía dos partes, una de talla y la otra de fundición), pero entregó solamente 200 siclos al
fundidor (17:4). De manera que ella tomó en vano el nombre de Jehová (ver Éxodo 20:7) al
no cumplir su juramento a cabalidad (comp. Levítico 19:12; Números 30:2).
Micaía colocó la imagen en un santuario que tenía, juntamente con un efod y terafines
(17:4b–5a). La expresión que se traduce como “casa de dioses” puede también significar
“casa de Dios”. Para Micaía su santuario era de Jehová, pero para el autor del libro, era de
dioses falsos. La casa de Dios legítima estaba en Silo (ver 18:31). La Ley de Moisés no
autorizaba el establecimiento de un santuario sin que mediara una revelación especial de
Dios (ver Éxodo 20:24; Deuteronomio 12:5).
Micaía veía el efod como un medio de adorar a Dios, pero fácilmente se podía convertir
en un ídolo (ver la explicación de 8:27 en el capítulo 5). Los terafines eran imágenes
caseras que algunos israelitas usaban en la adoración a Jehová (comp. 1 Samuel 19:13, 16,
donde la palabra que se traduce como “estatua” es literalmente “terafín”; ver también Oseas
3:4). Sin embargo, se consideraban ídolos según 1 Samuel 15:23 (donde la palabra que se
traduce como “idolatría” literalmente significa “terafines”) y 2 Reyes 23:24.
Micaía instaló a uno de sus hijos como sacerdote de su santuario (17:5b), infringiendo
así todavía otra ley. Solamente los descendientes de Aarón tenían el derecho de ejercer el
sacerdocio (Números 3:10).
VIOLACIONES DE LA LEY DE
MOISÉS POR MICAÍA Y SU MADRE
1. Hurtar
2. Deshonrar a la madre
3. Hacer imagen
4. Tomar el nombre de Jehová en vano
5. Tener un santuario no autorizado
6. Poner un sacerdote ilegítimo
Por si acaso pensábamos que Micaía fue un caso excepcional, el autor aclara que en ese
tiempo “cada uno hacía lo que bien le parecía” (17:6). Como veremos en Jueces 18, toda la
tribu de Dan cometió errores similares a los de Micaía, y aún más graves.
Su sacerdote levítico 17:7–13
Entre tanto, un joven levita que vivía en Belén, salió de allí en búsqueda de una mejor
vida (17:7–8a). Viajando hacia el norte, llegó a la casa de Micaía (17:8). Este vivía en el
“monte de Efraín”, el cual no era una montaña, sino la región montañosa que se encontraba
en el centro de Israel, entre la frontera sur de Benjamín y la frontera norte de Manasés.
Cuando Micaía supo que el joven era levita, le ofreció empleo como guía religioso y
sacerdote de su santuario (17:9–10). Puesto que los levitas eran los maestros de la Ley de
Moisés (ver Deuteronomio 33:10), el joven debía rechazar la propuesta de Micaía y
enseñarle acerca de la adoración legítima, pero todo lo contrario, aceptó gustosamente la
seguridad económica que le ofrecía y la oportunidad de ejercer el sacerdocio (17:10b–12).
Micaía creía que con su santuario y con un levita por sacerdote, Jehovák tendría que
bendecirlo (17:13). No se daba cuenta de que no estaba cumpliendo con el culto que Dios
exigía. Como vemos adelante, el santuario y el sacerdote no le trajeron prosperidad. Al
contrario, fue despojado de sus bienes.
¡PENSEMOS!
¿Quién era más culpable: Micaía, o el levita? ¿Por qué? ¿Qué aprende usted
para su vida de esto?
Micaía pensaba que Jehová tendría que bendecirlo por la forma en que lo
adoraba (ver 17:13). Si adoramos a Dios en la forma correcta, ¿nos tendrá que
bendecir?
¡PENSEMOS!
¿En qué consistió la ingratitud del levita hacia Micaía? (ver 17:11; 18:20) ¿La
que mostraron los danitas? (ver 18:2) ¿Ha sido usted desagradecido con
alguna persona?
Micaía ereía que el santuario y el sacerdote le traerían prosperidad (17:13).
¿Qué le trajeron en realidad? (18:24) ¿En qué maneras fue el levita un factor
para que se efectuara el despojo? (18:3a, 20) ¿En qué debía confiar Micaía
para prosperar? ¿En qué confía usted para prosperar?
¿Qué relación hay entre el delito que Micaía cometió (17:2) y el del los danitas?
(18:17–24) ¿En qué sentido se manifiesta la justicia de Dios en esto?
Su fundación 18:27–31
Cuando los danitas llegaron a Lais, atacaron la ciudad indefensa, masacrando a los
habitantes y quemando los edificios (18:27–28a). Posteriormente la reconstruyeron
(18:28b), la bautizaron “Dan” (18:29) y establecieron allí un santuario al nombre de Jehová
(18:30). Sin embargo, la verdadera casa de Dios estaba en Silo (18:31). Así como en el caso
de Micaía, el santuario idolátrico no trajo la prosperidad esperada a Dan, sino que esa tribu
sufrió el cautiverio (18:30).
El autor ha guardado hasta el final una sorpresa más: ¡El joven levita era nieto de
Moisés! (18:30). Ahora entendemos por qué los espías danitas reconocieron su voz (18:3).
Ahora nos damos cuenta de que la decadencia que se relata en los capítulos 17–18 no fue
producto de siglos de desorden, sino que ocurrió al principio del período de los jueces
(comp. 2:7–11). Y ahora vemos que ni el nieto de Moisés mismo se mantuvo fiel a la ley.
MOISÉS
(dador de la Ley)
↓
GERSÓN
(primogénito de Moisés, Éxodo 2:22)
JONATÁN
↓
(nieto idólatra de Moisés)
¡PENSEMOS!
¿En qué sentido es Jonatán una evidencia de que la fe no se hereda, sino que
cada generación tiene que apropiársela? ¿Cómo puede usted ayudar a sus
hijos a tener una fe personal en Dios y que sean fieles a él?
¿Qué relación hay entre Proverbios 29:18a y los problemas de Jueces 17–18?
10
Inhumanidad Humana
Jueces 19:1–21:25
En los albores del presente siglo, algunos teólogos liberales predijeron que éste sería “el
siglo cristiano” y que en él florecerían la justicia, la paz y la prosperidad en toda la tierra.
Ahora, después de los horrores que ocasionaron las dos querras mundiales, de la guerra fría,
de incontables conflictos sangrientos a menor escala, de los campos de concentración y de
las injusticias endémicas de toda clase, podemos ver cuán equivocados estaban aquellos
pseudo profetas. Subestimaban la profundidad de las raíces de la maldad que hay en el ser
humano. Esa misma depravación se manifiesta de sobra en los últimos tres capítulos de
Jueces.
¡PENSEMOS!
¿Qué hubo de bueno en la hospitalidad del suegro y del anciano? ¿Por qué los
de Gabaa no quisieron recoger a los tres viajeros? ¿En qué se asemeja la
hospitalidad de usted con la del suegro y del anciano? ¿Cómo se compara con
la actitud de los de Gabaa?
¿Por qué los perversos escogieron al viajero para su abuso? ¿Existe esta
actitud hacia algunas personas en su comunidad? ¿Cómo trata usted a esas
personas?
El levita llevó su concubina a casa (19:28b). Allí, en vez de sepultarla con honores por
haberle salvado la vida, la cortó en pedazos que envió a los doce tribus (19:29). Los
israelitas reaccionaron, reconociendo la necesidad de analizar la situación y emitir un juicio
(19:30). Era lo peor que había sucedido en la historia de la joven nación.
¡PENSEMOS!
¡PENSEMOS!
¿Qué hubo de bueno en el proceso que Israel llevó a cabo para juzgar a los de
Gabaa? ¿Qué hubo de malo? ¿Qué principios aprende usted de esto para la
resolución de conflictos hoy día?
Por qué los de Benjamín salieron a pelear por Gabaa en vez de entregar a los
culpables a la asamblea? ¿Qué lecciones prácticas aprende usted de esto?
BAJAS ISRAELITAS
22,000 de la primera batalla (20:21)
18,000 de la segunda batalla (20:25)
40,000 en total
Humillados por la pérdida de la décima parte de su ejército, los israelitas buscaron a
Jehová con más sinceridad. Todos subieron para llorar delante de él, ayunar, ofrecerle
sacrificios 20:26, y preguntar si debían pelear de nuevo o desistir (20:26–28a). Esta vez
Dios les dio una promesa de victoria (20:28b).
La tercera batalla comenzó como las otras dos, con Israel retrocediendo frente al ataque
benjamita (20:30–31). Sin embargo, esto era parte de una estrategia. La retirada israelita
indujo a los de Benjamín a perseguirlos, dejando a Gabaa indefensa (20:32). Una parte del
ejército israelita tomó la ciudad y le prendió fuego (20:37–38). Los benjamitas se
desalentaron al ver esto (20:40–41), y al verse cercados por el enemigo (20:42–43).
El relato de la batalla es complicado, porque cuenta las acciones simultáneas de tres
grupos (cosa rara en la narrativa hebrea): La fuerza principal de Israel, la emboscada
israelita, y el ejército benjamita. El conflicto se relata dos veces. La primera vez el autor
cuenta el inicio de la batalla (20:29–34) y luego resume sus resultados (20:35). La segunda
vez da más detalles, primero sobre la emboscada (20:36–38) y luego sobre la fuerza
principal de Israel y los benjamitas (20:39–48). Cada sección comienza regresando al
principio de la batalla (20:36, 39).
Habiendo perdido más de dos tercios de sus efectivos (20:44; comp. v. 15), los
benjamitas claramente estaban derrotados. Sin embargo, los israelitas no desistieron de
perseguirlos, y mataron a todos menos 600 (20:45–47). Ni siquiera entonces detuvieron la
matanza, sino que destruyeron todas las ciudades de la tribu rebelde, y mataron a todos sus
habitantes.
SOBREVIVIENTES BENJAMITAS
26,700 convocados (20:15)
—18,000 (20:44)
—5,000 (20:45)
—2,000 (20:45)
—100 (20:35)
—1,000 ¿bajas de las primeras dos batallas? 600 sobrevivientes (20:47)
¡PENSEMOS!
¿Por qué Israel mató a tantos benjamitas? ¿Pasan cosas semejantes en las
guerras actualmente?
¿Cómo puede usted evitar caer en el exceso cuando disciplina a sus hijos?
¿Cómo puede la iglesia evitar ser demasiado drástica en la disciplina? ¿Está
usted involucrado en aplicar la disciplina en su trabajo o algún otro contexto?
¿Cómo puede evitar el exceso allí?
RAPTOS Y MATANZA 21:1–25
¡PENSEMOS!
¿Por qué los israelitas cometieron tantas insensateces en el capítulo 21? ¿Cómo
puede usted evitar errores semejantes?
FIEL CON FIEL SE HALLA 1:1– FIEL CON FIEL SE UNE 3:1–4:22
2:23
11
Fiel con Fiel se Halla
Rut 1:1–2:23
INTRODUCCIÓN
La historia de Rut es un faro en la noche oscura del período de los jueces. Mientras el
tema de Jueces es la fidelidad de Jehová y la infidelidad de su pueblo, el de Rut es la
fidelidad divina manifestada a través de la fidelidad de dos de sus seguidores. Booz y Rut
expresaron lealtad a Jehová siendo leales a Noemí, y por medio de ellos, Dios proveyó para
ella.
TEMA DE RUT:
LA FIDELIDAD DE JEHOVÁ
MANIFESTADA A TRAVÉS DE
LA FIDELIDAD DE ALGUNOS DE LOS SUYOS
La Biblia no dice quién escribió Rut, ni cuando lo hizo. Con seguridad, no fue antes del
reinado de David (ver 4:17–22). Como la costumbre en 4:7 ya no existía en Israel en los
tiempos del author, aparentemente él vivió algún tiempo después de que ocurrieran los
eventos.
NOEMÍ = PLACENTERA
↓
MARA = AMARGADA
1:13, 20
¡PENSEMOS!
¡PENSEMOS!
La oración del v. 3 que se traduce como “y aconteció que aquella parte del
campo era de Booz” literalmente debe ser: “y tuvo la suerte de que aquel
campo fuera de Booz” (ver la Versión Popular). ¿Por qué el pasaje habla de
suerte en vez de decir “Dios la dirigió al campo de Booz”?
Booz había oído acerca de Rut. Sabía que era nuera de su pariente política, Noemí; que
había sido leal a su suegra, aun después de la muerte de Mahlón (2:11a); que había dejado
su familia y tierra para cuidar a la anciana (2:11b) y que se había convertido a Jehová
(2:12b).
Impresionado por la fidelidad de Rut, no solamente pidió a Jehová que la recompensara
(2:12), sino que quiso participar en la respuesta a esa oración. Invitó a la moabita a
permanecer en sus campos y(2:8–9a). Dio órdenes a sus trabajadores para que no la
molestaran (2:9a, 15b, 16b). Aunque normalmente era tarea de las mujeres sacar agua para
los varones (Génesis 24:11, 13; 1 Samuel 9:11), Booz la autorizó a beber del agua sacada
por sus empleados (2:9b). Al mediodía, la invitó a comer de los alimentos para sus obreros,
y le dio tanto grano tostado (que es el significado de la palabra traducida como “potaje”)
que ella no pudo comerlo todo (2:14). No solamente le concedió el permiso solicitado para
rebuscar entre las gavillas (2:15), sino que también mandó a los segadores a que dejaran
caer para ella espigas de los manojos que iban juntando (2:16).
A todo esto, Rut respondió con humildad y gratitud (2:10, 13). También trabajó con
diligencia, pues para la noche había juntado un efa (unos 15 kgs.) de cebada (2:17),
cantidad extraordinaria para el rebusco, aun tomando en cuenta la ayuda de Booz.
¡PENSEMOS!
¿Era necesario que Booz dejara a Rut que siguiera trabajando durante las dos
cosechas?
¿Por qué no proveyó para las dos viudas sin que Rut tuviera que esforzarse
tanto? ¿Qué lección aprende usted de esto?
¿Con quiénes tiene usted la responsabilidad de ser goel? ¿Cómo los debe
ayudar?
12
Fiel con Fiel se Une
Rut 3:1–4:22
Dejar todo para cuidar a su suegra (2:11) Buscar tener un hijo a nombre de su esposo
fallecido (3:10)
Booz aceptó la propuesta (3:11a). Lo hizo no solamente para cumplir con su
responsabilidad como goel, sino también porque él, como otros en Belén, reconocía que
Rut sería una buena presea (3:11b). La expresión “mujer virtuosa” se describe en
Proverbios 31:10–31.
LA MUJER VIRTUOSA
El corazón de su marido está en ella confiado,
Y no carecerá de ganancias.
Proverbios 31:11
Allí vemos que se trata de una dama no solamente recta, sino también trabajadora y
hábil, quien trae honra a su marido.
¡PENSEMOS!
¿Cómo se ganó Rut fama de mujer trabajadora y hábil? ¿Qué evidencia hay en
3:1–10 de que ella sería una buena esposa para Booz? ¿Ella hizo bien o mal en
no seguir la instrucción de Noemí de esperar lo que Booz le dijera? ¿Por qué
será que no siguió ese consejo? ¿Qué aprende usted para su vida del ejemplo
de Rut en 3:1–11?
¡PENSEMOS!
A la luz de 3:12, ¿por qué Booz no había tomado más iniciativa antes para
ayudar a las dos viudas? ¿Qué cualidades positivas de Booz se ven en 3:12–18?
¿En qué maneras puede usted imitar este buen ejemplo?
¡PENSEMOS!
¿Qué cualidades positivas de Booz se ven en 4:1–11? ¿En qué maneras puede
usted imitar este ejemplo?
Bendiciones, boda y bebé, 4:11b–13
Los testigos bendijeron a los novios. Primero pidieron a Dios dar a Rut no solamente un
hijo que continuara el nombre de Mahlón, sino una descendencia tan grande como la de
Raquel y Lea, las madres de Israel (4:11). Luego expresaron su deseo que a consecuencia
del matrimonio Booz cobrara fama en Belén (4:11; “Efrata” era otro nombre de Belén, ver
Génesis 35:19; 48:7).
Su tercera bendición fue que la descendencia de Booz fuera tan numerosa y renombrada
como la de Fares (4:12). Este fue hijo de Judá y Tamar, otra viuda no israelita (ver Génesis
38). Parece que su clan había llegado a ser más importante que los de sus hermanos Sela y
Zara (ver Génesis 46:12; Números 26:20–21). A este clan pertencecía Booz (4:18–21), y
probablemente muchos de los otros ciudadanos de Belén.
La pareja se casó, y aunque Rut no había tenido hijos en su primer matrimonio, Jehová
le dio uno con Booz (4:13).
¿Cómo mostró Jehová su fidelidad en el libro de Rut? ¿Qué medios usó? ¿Lo
hizo a través de milagros espectaculares, o eventos de la vida cotidiana?
¿Cómo muestra su fidelidad hoy día?
Dios proveyó para Noemí lo que parecía imposible, un hijo. Al hacerlo le dio
una bendición aun más grande que la que anhelaba. Le dio un hijo que fue un
medio para traer a Israel al rey David, y al mundo a Jesueristo. ¿Alguna vez
Dios ha suplido pars usted lo que parecía imposible? ¿Alguna vez le ha
provisto mucho más que lo que usted deseaba? ¿Cuál debe ser su respuesta a él
por estos favores?
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1
Williams, G. (1995). Estudios Bı́blicos ELA: Dios permanece fiel (Jueces y Rut) (pp. 1–120). Puebla,
Pue., México: Ediciones Las Américas, A. C.