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¿Qué es el Delirio de

Persecución?
El delirio de persecución o delirio persecutorio constituye un conjunto de
ideas delirantes en las que la persona cree que está siendo perseguido. Así
pues, esta alteración psicopatológica se caracteriza por una serie de
pensamientos irracionales.

Específicamente, el individuo que presenta un delirio de persecución puede


creer que alguien le persigue para hacerle daño. Así mismo, también puede
creer que diferentes personas u organizaciones “van a por él” o le siguen
constantemente para atacarle.

El delirio suele vivirse con mucha ansiedad y puede afectar de forma total a
la vida del sujeto. El individuo puede adaptar todo su comportamiento en
torno de sus ideas delirantes de persecución.

Esta afección psicótica se considera una alteración altamente grave e


incapacitante que puede poner en riesgo tanto la vida del sujeto como la de
los demás. Las personas que lo padecen pueden ser totalmente
impredecibles en sus actos ya que estos se rigen en función de un
pensamiento delirante.

Por este motivo, es altamente importante intervenir cuanto antes mediante


tratamiento farmacológico que permita atenuar o remitir el delirio. Así mismo,
en algunos casos se puede hacer necesario el internamiento hospitalario para
contener y proteger a la persona.

Definición de delirio de persecución


El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-V) define
el delirio como “una falsa creencia basada en una inferencia incorrecta
relativa a la realidad externa, que es firmemente sostenida, a pesar de que
casi todo el mundo cree y a pesar de cuanto constituye una prueba o
evidencia incontrovertible y obvia de lo contrario”.

Dicho de otra forma, el delirio es una creencia totalmente irracional, que no


se basa en ningún aspecto que la pueda corroborar y que se mantiene
firmemente a pesar de que múltiples evidencias manifiesten su falsedad.

Atendiendo a todo esto, el delirio de persecución constituye una creencia falsa


de ser seguido, espiado, atormentado, engañado o ridiculizado por una
persona o un conjunto de personas.

El delirio de persecución constituye una afección grave, ya que en el


pensamiento de la persona se inserta un pensamiento irracional. Esta
condición hace que todos los procesos mentales del sujeto puedan funcionar
alrededor del delirio.

No obstante, el delirio en sí, no configura una psicopatología, sino que resulta


un síntoma, una manifestación de alguna alteración psicológica.

¿En qué enfermedades pueden aparecer


delirios de persecución?
Al ser solamente un síntoma, cuando aparece un delirio de persecución es
necesario observara a qué tipo de alteración psicopatológica responde.

El delirio persecutorio es, de acuerdo con el DSM-IV-TR, el tipo de delirio más


común en la esquizofrenia paranoide, y uno de los síntomas principales de la
enfermedad. Sin embargo, no sólo en esta patología pueden desarrollarse
delirios de persecución.

El trastorno esquizoafectivo, el trastorno delirante, el trastorno bipolar o


episodios depresivos graves también pueden provocar la aparición de delirios
de persecución.
Otras patologías en las que se pueden encontrar estos delirios entre su
sintomatología son: delirium, demencia, trastorno esquizofreniforme,
trastorno psicótico breve y trastorno psicótico debido a enfermedad médica.

Finalmente, cabe destacar que el consumo de sustancias psicoactivas


también pueden provocar la aparición de delirios de persecución.

En estos casos, la alteración puede aparecer de forma aguda únicamente


cuando están presentes los efectos de la droga o desarrollar un trastorno
psicótico inducido por sustancias, en la que el delirio persiste una vez han
remitido los efectos de la droga.

Características del delirio de persecución


Las personas que padecen delirio de persecución presentan alteraciones del
contenido del pensamiento. Estas alteraciones se producen debido a
interpretaciones falsas o distorsionadas de situaciones externas que han
ocurrido.

Por ejemplo, ante una persona con la que cruza la mirada caminando por la
calle, el individuo con delirio de persecución puede creen que le está
vigilando. Al mirar a su alrededor ve una persona asomada en un balcón, y
esta se suma a su delirio, creyendo que ella también le está vigilando.

Las asociaciones realizadas en el delirio de persecución pueden resultar


altamente inconexas y abigarradas. De este modo, no se requiere ningún
estímulo específico para que el sujeto lo asocie directamente con su delirio.

Entre los pensamientos más comunes del delirio de persecución


encontramos:

1- Ideas de estar siendo seguido

Resulta la más típica y se caracteriza por la creencia de que otras personas


le siguen constantemente.
El sujeto puede creer que cualquier persona que observa (o ni siquiera es
capaz de ver) le sigue constantemente. Habitualmente, se suele asociar la
persecución con el daño. Es decir, las otras personas le siguen con el objetivo
de matarle, acabar con él o producirle algún tipo de daño.

2- Ideas de ser atormentado

También suele ser bastante común que en el delirio de persecución aparezcan


ideas de tormento o daño continuo. La persona puede creer que las personas
que le espían le hacen la vida imposible y le dañan constantemente.

En este sentido, también puede aparecer cualquier tipo de conexión. La


persona puede creer que siempre pierde el bus por culpa de la gente que le
espía o que no encuentra su cartera porque se la han robado.

3- Ideas de ser espiado

A menudo el delirio de persecución no se limita a la persecución, sino que


transciende al espionaje. De hecho, lo más habitual es que la persona que
padece esta alteración no piense únicamente que le siguen, sino que también
le espían constantemente.

Este factor hace que las personas se sientan altamente inseguras y muy
ansiosas. Creen que en cualquier situación pueden ser controlados y
espiados, motivo por el cual muchas veces los individuos con delirio de
persecución tratan de esconderse de forma constante.

4- Ideas de ser ridiculizado

El último aspecto que puede aparecer en el pensamiento de un delirio de


persecución es la posibilidad de ser ridiculizado o engañado. La persona
puede creer que hay un complot en su contra y que quiere dejarle siempre
en mal lugar.

Tipos de delirio persecutorio


De forma general, el delirio de persecución puede dividirse en dos tipos
principales: el delirio en forma física y el delirio en forma psíquica.

En el delirio persecutorio en forma física, el sujeto se siente controlado y


acorralado por personas que quieren causarle algún daño. En este caso, el
sujeto teme de personas que ve (o imagina) y está convencido de que le
persiguen para dañarle.

En el delirio de persecución en forma psíquica, en cambio, el sujeto considera


que las personas que le persiguen le agreden moralmente para
desprestigiarlo.

De este modo, en individuo no teme que las personas vayan a por él para
originarle algún daño físico real, sino que cree que esas personas realizan
acciones constantemente para ridiculizarlo.

Manifestaciones del delirio de persecución


Las personas que padecen este tipo de delirio pueden manifestar un gran
número de conductas asociadas con él. De forma general, se sustenta que
los individuos con delirio de persecución poseen las siguientes características:

1. Atienden de forma selectiva a toda la información amenazadora.

2. Se precipitan constantemente al realizar sus conclusiones, basadas en


información insuficiente o inexistente.

3. Creen que las personas que le siguen saben dónde va, qué actividades
realiza y qué objetivos tiene.

4. Exageran la realidad de forma desmesurada.

5. Muestran niveles de ansiedad muy elevados.

6. Se muestran constantemente alterados, inquietos y suspicaces.

7. Atribuyen acontecimientos negativos a causas personales externas.


8. Tiene elevadas dificultades para concebir las intenciones, motivaciones y
estados de ánimo de las otras personas.

Diagnóstico
Establecer que una idea determinada hace referencia a un delirio puede
resultar notablemente fácil a simple vista. Sin embargo, para establecer el
diagnóstico de delirio se tiene que seguir una serie de pasos.

De hecho, la simple aparición de una idea extravagante o poco racional no


manifiesta, de por sí, la presencia de delirio.

Así pues, para orientar el diagnóstico de un delirio de persecución se deben


de tener en cuenta tres cuestiones fundamentales.

1- Confirmar que existe una idea delirante

Este primer paso resulta básico para poder establecer el diagnóstico y


requiere la diferenciación de la idea delirante de las creencias habituales. Así
pues, se debe realizar un diagnóstico diferencial entre una idea delirante y
una idea sobrevalorada.

Una creencia determinada puede poseer una cierta base real o racional y, a
partir de ella, discernir por distintos caminos. En estos casos hablamos de
ideas sobrevaloradas, las cuales se deben analizar con detalle para ser
diferenciadas de los delirios.

En el delirio de persecución, no existe más explicación que la que proporciona


el sujeto que la padece. De este modo, en cuanto se interfiere en el delirio
mediante pensamientos racionales, estos son rápidamente rechazados por el
individuo.

En este sentido, es importante dejar que el paciente hable y plantear hipótesis


alternativas, con el objetivo de observar el grado de convicción que tiene la
persona sobre la creencia.
En los delirios de persecución, tanto la irracionalidad como el grado de
convicción en la creencia es absoluto, por lo que estos dos aspectos deben
aparecer para poder realizar su diagnóstico.

2- Buscar la causa del delirio de persecución

El delirio de persecución es solamente un síntoma, por lo que para su correcto


diagnóstico es necesario saber a qué responde su aparición.

Así pues, del mismo modo que para diagnosticar un dolor de barriga se debe
indagar su causa (trastorno gastrointestinal, indigestión, contusión, etc.)
para establecer la presencia del delirio de persecución también se debe
encontrar la patología que la provoca.

Hay que evaluar el estado y las sintomatología global del paciente con el
objetivo de diagnosticar algunas de las psicopatologías relacionadas con el
delirio.

El diagnóstico de esquizofrenia, trastorno esquizofreniforme, trastorno


esquizoafectivo, depresión mayor o trastorno bipolar son los principales a
tener en cuenta.

3- Detección de cambios en el estado de ánimo

El delirio de persecución puede variar notablemente dependiendo de si


aparece motivado por alteraciones del estado de ánimo o no.

En el caso de que las ideas delirantes aparezcan exclusivamente durante


episodios de depresión mayor, episodios mixtos o episodios maníacos, se
realizara el diagnóstico de trastorno de estado de ánimo con síntomas
psicóticos.

Cuando el delirio de persecución aparece sin alteración del estado de ánimo,


estaremos ante un trastorno psicótico: esquizofrenia, trastorno
esquizofreniforme, trastorno esquizoafectivo o trastorno delirante.
4- Detección de posibles sustancias o patologías
médicas.

Finalmente, en algunos casos el delirio de persecución puede aparecer como


efecto directo de una sustancia o una enfermedad médica.

Por este motivo, para su correcto diagnóstico también hay que evaluar
las sustancias psicoactivas consumidas por el sujeto, así como posible
medicamentos ingeridos.

Finalmente, ciertas enfermedades orgánicas también puede provocar ideas


delirantes, por lo que se requiere un examen médico que descarte o
diagnostique esta condición.

Tratamiento
Los delirios de persecución necesitan ser tratados lo antes posible, con el
objetivo de estabilizar al paciente y conseguir que las creencias irracionales
remitan.

El tratamiento inicial debe basarse siempre en la farmacoterapia, mediante


el uso de medicamentos antipsicóticos. Los que se utilizan en mayor
abundancia son el haloperidol, la risperidona, la olanzapina, la quetiapina y
la clozapina.

Estos fármacos deben monitorizarse mediante un control médico exhaustivo,


y un correcto diagnóstico del delirio de persecución.

En el caso de que la ideas delirantes estén originados por el consumo de


sustancias o los efectos directos de una enfermedad médica, también
resultará imprescindible tratar estas afecciones, ya que constituyen la causa
del delirio.

Cuando el sujeto presenta niveles muy elevados de ansiedad o agitación, se


suelen administrar también fármacos ansiolíticos, como las benzodiacepinas.
Así mismo, ante delirios francos, habitualmente se hace necesario el
internamiento hospitalario para controlar los síntomas.

Posteriormente, resulta conveniente añadir tratamiento psicológico a la


farmacoterapia, tanto a través de psicoterapia individual como familiar.

El tratamiento cognitivo conductual suele ser una buena herramienta para


combatir las ideas delirantes. El entrenamiento en habilidades sociales, la
terapia de adherencia al tratamiento y las medidas de rehabilitación son otros
tratamientos que se aplican en sujetos con esquizofrenia.

Finalmente, es importante que el sujeto que ha padecido un delirio de


persecución realice un seguimiento psicológico para poder detectar lo antes
posible la aparición de otros brotes o ideas delirantes.

Referencias

1. AMERICAN PSYCHIATRIC ASSOCIATION (APA). (2002).Manual Diagnóstico


y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-IV-TR. Barcelona: Masson.

2. Cuesta MJ, Peralta V, Serrano JF. “Nuevas perspectivas en la psicopatología de los


trastornos esquizofrénicos “ Anales del Sistema sanitario de Navarra” 2001 Vol. 23;
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3. Sadock BJ, Sadock VA. “La Esquizofrenia”. En Kaplan Sadock eds “Sinopsis de
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7. Lenroot R, Bustillo JR, Lauriello J, Keith SJ. (2003). Integrated treatment of
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