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UNIVERSIDAD CATÓLICA LOS ÁNGELES DE

CHIMBOTE
FACULTAD DE DERECHO

TÍTULO:
INFORME SOBRE LA RELACIÓN ENTRE CLIMA
SOCIAL FAMILIAR Y AGRESIVIDAD DE LOS
ESTUDIANTES DE EDUCACIÓN SECUNDARIA
DE LA INSTITUCIÓN EDUCATIVA ELEAZAR
GUZMÁN BARRÓN, CHIMBOTE, 2013

INTEGRANTES:
Lilliana Soto Mogollón

DOCENTE:

Trujillo – Perú

2017
ii
I. INTRODUCCIÓN

Las conductas agresivas son una problemática que va en crecimiento a la par de los

actos violentos acontecidos en el país, por ello es importante describir los

comportamientos agresivos de los adolescentes en la Institución educativas con el

propósito de proporcionar información al director y al personal docente para

implementar estrategias que permitan reducir las conductas agresivas. Deben de

conocer los diferentes tipos de comportamientos agresivos que los alumnos

manifiestan dentro del contexto escolar y sus principales repercusiones en su vida

emocional, afectiva y académica, que permitirá al docente estar preparado para

afrontar retos e intervenir oportunamente para tratar de disminuir y fortalecer la

práctica de valores en la Institución y su hogar.

Las instituciones educativas del país y de nuestra colectividad vienen siendo testigos

de la violencia y agresividad de los educandos, por lo que se ha llevado a cabo esta

investigación del Clima Social Familiar, en relación con la Agresividad de los

estudiantes de secundaria. Los hallazgos de este estudio indican una agresividad de

nivel medio en las diferentes áreas y dimensiones del clima social familiar en

relación con los diferentes tipos de la agresividad. Lo que ha causado extrañeza en el

investigador, por lo que se interroga sobre los generadores de la agresividad en niños

y adolescentes, en nivel escolar. Varios autores, que estudian la agresividad y el clima

social familiar, sostienen que la agresividad se da en el seno de la familia como:

Venegas (2013), Montoya Saavedra Rosa Mercedes(2013), Alfredo Chávez

olivera(2009); Otros autores, hacen alusión, a la educación, a los medios de

comunicación masiva, los amigos, el círculo donde se forman, los juegos virtuales,

tales como: Walter L. Arias Gallegos (2013), Maza(2014), Ramírez (2010), Segundo

(2012) (citar Perez, 2002; Ruiz, 2018; Gomez, 2012), En sí, muchos estudios hacen

1
varias hipótesis sobre la gestación de la agresividad en la niñez y adolescencia, sin

tener una certeza de este hecho, ya que estos niveles de agresividad viene desde

nuestra más remota antigüedad, si bien es cierto que en una primera manifestación de

este tipo de potencialidad, sirvió para la supervivencia de la especie humana, para

seguir su evolución natural, pero en este nivel de evolución se necesita controlar y

normar esta agresividad para convivir con esta expresión humana, de tal manera sirva

para seguir con la evolución humana sin causar daño en nuestro cuerpo físico ni

psíquico.

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Para esto se necesita un sistema de reeducación humana desde los hábitos y

conductas más elementales, como: la alimentación, las relaciones interpersonales,

las acciones y reacciones, el autocontrol en las percepciones de los estímulos

externos e internos, en sí estudiar un método de cambio de conducta en la formación

de la niñez y adolescencia de los estudiantes de las instituciones educativas, de

nuestro medio.

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I. ANALISIS

Según ha quedado dicho en el presente trabajo, los problemas de convivencia en los


centros escolares obedecen a numerosas causas. La solución, entonces, no puede ser
sencilla. Para empezar, se precisa el compromiso de todos los miembros de la comunidad
educativa encaminado hacia una cultura de paz. La participación responsable en las
instituciones lleva a las personas a experimentar cercanía y solidaridad, sentimientos
contrapuestos a la rivalidad y a la intolerancia que se hallan presentes en los conflictos. El
fortalecimiento de la comunidad previene, y, en su caso, mitiga la violencia. Una parte
considerable de los males que aquejan a la escuela proceden del individualismo, de la
exclusión y de la irracionalidad que reinan en la sociedad. Cuando estos gérmenes
penetran en los centros escolares, no hay mejores antídotos que la comunicación y el
escrupuloso respeto a la verdad. Las soluciones para las conductas antisociales no deben
aplicarse con precipitación. Más allá de un marco general de prosecución de la concordia,
los remedios han de responder a cada situación particular. Así mismo, deben quedar atrás
de manera definitiva, cual si de piezas museísticas se tratase, las intervenciones basadas
en la sanción. La ciencia pedagógica muestra que las actuaciones humanitarias basadas
en la reflexión, en la participación, en el diálogo y en la responsabilidad, brindan las
mejores medidas profilácticas y terapéuticas para contrarrestar la violencia. Las
actuaciones represivas, aunque se acompañen de resultados visibles de tipo quirúrgico,
suelen generar rebrotes agravados. Desde mi punto de vista, cualquier planificación
educativa dirigida a solucionar la conflictividad escolar debe establecerse al calor del
desarrollo personal y social. Las intervenciones que sean sólo punitivas deben sustituirse
por procederes nacidos de la racionalidad y de la comprensión, que tengan en cuenta la
imbricación de escenarios, el papel y las características de los actores, el establecimiento
compartido de normas y de objetivos, al igual que las alternativas al conflicto.
Los niños que son agresivos, generalmente muestran sus actitudes hacia el entorno en el
cual actúan mediante empujones, insultos, rabia; conllevando todo ello a un aumento
progresivo de violencia en otros casosbuscan integrar grupos sociales que tengan
tendencias y características similares constituyendo así un problema social. La actitud
agresiva de los alumnos es una conducta aprendida de lo que ven en sus hogares con sus
padres y/o demás familiares, y en el entorno en el cual se socializa.
Alzate (1998) afirma:
Que los conflictos sociales implican una percepción divergente de intereses.
Con independencia de si se trata de un conflicto intrapersonal (dentro del
individuo), interpersonal (entre individuos), intragrupal (dentro de un
pequeño grupo) o intergrupal (entre grupos), todo conflicto comporta cierto
4
grado de incompatibilidad percibida entre las partes con respecto a los
objetivos o con relación a los medios utilizados para alcanzarlos. Este autor
indica que hay varias formas de responder al conflicto, a saber: dominación,
capitulación, retirada, inactividad, negociación, e intervención de terceras
personas. Por último, conviene tener en cuenta que existen conflictos
destructivos (hay un debilitamiento de las partes), y conflictos constructivos
(las relaciones mejoran tras confrontar las diferencias que haya habido). (p.
28-33)

En este mundo globalizado se necesita una sociedad más humana, libre de individualismo,
de conflictos, egoísmo, de violencia y toda forma de agresividad. Sin embargo, los hechos
que ocurren cotidianamente van en otra dirección; por su parte Melero (1993) afirma, por su
parte, sostiene que las características de la propia institución escolar que pueden influir en el
surgimiento de conflictos son: la jerarquía estricta; la obligatoriedad de la asistencia, y la
necesidad de superar exámenes sobre ciertos contenidos. Para este autor, las dos raíces de
la violencia y de la conflictividad escolar son: el autoritarismo de la institución, que origina
tensión y rebeldía; y la pérdida de poder del maestro o profesor. ( pp. 54-55).

Asimismo, Torrego y Moreno (2003) afirman que la violencia escolar se ha convertido en


una epidemia trasnacional que produce perplejidad a padres y profesores. Diferentes
estudios en países europeos hablan de cifras aproximadas al 15% del estudiantado total
de las escuelas de educación primaria y secundaria que se han visto involucrados en
problemas de violencia. Por ejemplo en Noruega, durante los años 1983 – 1984, 7% del
estudiantado estaba implicado en problemas de agresión al menos “de vez en cuando”, 8%
como agresores o como víctimas y un 5% involucrados en el maltrato más grave, cuya
frecuencia era de al menos “una vez por semana” (Olweus, 1998). Asimismo, estudios
realizados en la ciudad de Cataluña, España, por Buil, Campos, Chico, Izquierdo, López, y
Villanueva (2011), describen que aunque las agresiones son las más frecuentes, las
amenazas e intimidaciones alcanzan el 8% de los casos y las agresiones físicas el 5%, y

5
esto afecta al 30% de los alumnos, asimismo que el patio de la escuela es el

lugar donde se produce el 28% de las agresiones y en edades más avanzadas

las agresiones son fuera del colegio y uno de las causas por su influencia

masiva seria, el que los niños entre 4 y 9 años prefieren como programa de

televisión dibujos animados con un corte excesivamente violento, por citar

ejemplo el pato Lucas, Popeye. Estas manifestaciones de agresividad y

violencia y los datos se podrían disminuir, ya que en su mayoría son acciones

imitativas hechas por modelos conductuales que se aprenden por imitación de

los padres de familia, educadores, medios de comunicación, hasta de los

héroes animados, así lo explica Bandura (1986), citado por Rice (1997).

En Chile, según se desprende de los estudios y resultados obtenidos

por Cid, Diz, Pérez, Torruella y Valderrama (2008), los resultados no son

nada favorables, ya que 45% de los estudiantes señaló haber sido agredido y,

a su vez, el 38% declaró ser agresor. La mayoría de los estudiantes de 10 a 13

años percibió agresión psicológica, como ser ignorados, recibir insultos o

garabatos, burlas, descalificaciones, gritos y rumores mal intencionados en

los espacios de recreos y de deportes, esto fue un estudio promovido por el

Ministerio de Educación de Chile MINEDUC (2006), citado por Cid et al.

(2008).

En nuestro país, recientemente se aprobó la ley Nº 29719 de fecha

25/06/2011, cuyo título es “ley que promueve la convivencia sin violencia en

las instituciones educativas”, con lo cual se estaría promoviendo una campaña

nacional, para prevenir las acciones producidas por la agresividad en las

instituciones educativas, ésta surgió por el caso más emblemático que fue

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difundido en todos los medios de comunicación, el de un niño de 7 años que

murió víctima de una golpiza dada por dos de sus compañeros de colegio.

Asimismo la ONG Acción por los Niños y la UNICEF, presentados en un

Fórum Nacional por la Niñez, en el año 2006 señalan con respecto a la

realidad de la niñez peruana que en un 41.2 % de niños y niñas son

maltratados físicamente con frecuencia por sus padres y en un 85% son

maltratados psicológicamente; 79,764 niños y adolescentes de 0 a 19 años

tienen alguna discapacidad física y mental. Y en el 2010 amplía sus

investigaciones y llega a concluir que la violencia familiar afecta a un 43.2%

de niños y adolescentes y que el 81% de los agresores tuvieron padres

maltratadores, este problema genera en el estudiante que tenga dificultad en el

aprendizaje, causa de daños físicos y psicológicos, asimismo el

involucramiento en actos violentos, que es un factor de riesgo que incrementa

las probabilidades de emprender trayectorias de vida problemáticas, así lo

sustenta en sus investigaciones, Mertz (2006), por lo tanto es necesario el de

prevenir todo síntoma y todo tipo de violencia y agresividad en las aulas. Para

explicar y comprender el fenómeno de los niveles de la agresividad en la

sociedad, argumentamos que la agresión se manifiesta como una forma de

comportamiento que puede desarrollar un sujeto, la cual, puede estar muy

ligada al ambiente en que vive y que puede expresarse de diversas maneras;

es así que una de las políticas educativas regionales enmarcadas en el

Proyecto Educativo Regional (PER) emitido por el comité impulsor (2007),

considera que es necesario implementar propuestas pedagógicas para asegurar

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aprendizajes efectivos en ambientes de participación democrática,

cooperación, respeto y afecto.

En nuestra Provincia del Santa, específicamente en el Distrito de Chimbote,

las instituciones educativas no son ajenas a esta realidad, tal como hemos

podido indagar y observar en nuestra diaria vivencia. Los casos más saltantes

en los estudiantes son los empujones, las peleas, las pateaduras, las jaladas de

cabello, jaladas de cuaderno, rayado de hojas, insultos, enseñar los puños y/o

los dientes, aislarle del compañero o aplicarle la ley del hielo, golpear, lanzar

miradas atemorizantes, quitar o plagiar las tareas sin consentimiento, poner

motes, esconder las cosas, robar; asimismo a la hora de recreo vemos

constantemente que los juegos son agresivos; tales como, el soldadito, las

chapaditas; juegos, en donde se manifiestan actos de hostilidad, violencia y

agresividad. Es necesario resaltar que en mucho de los casos, estos

estudiantes agresores proceden de hogares disfuncionales, hogares con un

solo padre o madre, (abuelos o familiares que les cuidan remplazando a los

padres), o, padres que no le dan un tiempo adecuado a sus hijos, familiares

directos que han estado involucrados en actos delictivos y violentos; que

muchas de las veces han terminado en penales, asimismo hogares

conflictivos, al parecer también se agudiza con el problema de la influencia

de los contenidos de los medios de comunicación, la publicidad excesiva de

sus contenidos con un corte violento y la misma sociedad que ayuda siendo

hostil, violenta y agresiva, entre otros patrones conductuales como

(economicista, competitiva, sexista, violenta, agresiva, discriminatoria,

insolidaria, acelerada, consumista), todas estas causas van generando en los

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estudiantes un proceso de asimilación e imitación, elevando en ellos los

niveles de agresividad, los cuales se hacen de manifiesto en la actualidad,

manifestándose así en los estudiantes actitudes de individualismo,

insolidaridad, competitividad, violencia, conductas hostiles, consumismo, a

criticidad, simplismo, intolerancia, racismo, agresividad, hostilidad y/o

amoralidad, es por ello que conviene preguntarse, ¿Cuál será el resultado o

efecto de la agresividad en estas generaciones y que tipo de hombre o mujer

tendremos en el futuro?.

a) Enunciado del problema

¿Cuál es la relación entre clima social familiar y la agresividad de los

estudiantes de educación secundaria de la Institución Educativa Eleazar

Guzmán Barrón, Chimbote, 2013?

1.2. Justificación de la investigación

El trabajo de investigación que se desarrolla es para determinar el clima social

familiar en relación con la agresividad de los estudiantes de la I.E. Eleazar Guzmán

Barrón, ya que se ha tenido evidencias de la agresividad de estos estudiantes.

El interés del trabajo es medir el nivel de agresividad de estudiantes que provienen

de hogares monoparentales y comparar con su clima social familiar, para luego

capacitar y bajar estos niveles de agresividad al mismo tiempo elevar el nivel del

clima social familiar, dentro de la armonía y una dinámica funcional, que coadyuven

a fortalecer el clima familiar y la calidad de vida, para una mejor sociedad.

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1.3. Objetivos de la Investigación

1.3.1. Objetivo General:

Identificar la relación entre el Clima Social Familiar y los niveles de agresividad de

los estudiantes de la Institución Educativa Eleazar Guzmán Barrón, Chimbote 2013

1.3.2. Objetivos específicos:

1. Determinar la relación entre las dimensiones relaciones, desarrollo y estabilidad

del clima social familiar con la agresividad de los estudiantes de secundaria de la

Institución Educativa Eleazar Guzmán Barrón Chimbote.

2. Describir el clima social familiar de los estudiantes de secundaria de la Institución

Educativa Eleazar Guzmán Barrón del pueblo joven la victoria, distrito de Chimbote.

3. Describir las dimensiones relaciones, desarrollo y estabilidad el clima social

familiar de los estudiantes de secundaria de la Institución Educativa Eleazar

Guzmán Barrón del Pueblo Joven La Victoria, Chimbote.

4. Identificar los niveles de agresividad de los estudiantes de secundaria de la

Institución Educativa Eleazar Guzmán Barrón Chimbote.

5. Identificar los niveles de agresividad de los estudiantes de secundaria según tipos

de agresividad.

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II. REVISIÓN DE LITERATURA

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2.1. Antecedentes:

Pastén, Lobos y Mosqueda (2011) realizaron un estudio para determinar la magnitud

del comportamiento agresivo e identificar la distribución del nivel de agresividad

según factores individuales, familiares e institucionales, en varones de 10-12 años.

Los resultados indican que 21,4% de los varones responde con un nivel alto o

mediano de agresividad. Conclusión: conocer la magnitud del comportamiento

agresivo y los factores asociados es fundamental para direccionar acciones de

promoción y prevención de este comportamiento.

Matalinares, Arenas, Sotelo, Díaz, Dioses, Yaringaño, Muratta, Pareja, Tipacti,

(2010) realizaron una investigación con el objetivo de establecer la relación entre el

clima familiar y la agresividad de los estudiantes de cuarto y quinto de secundaria de

Lima Metropolitana. Los resultados indican que las variables clima familiar y

agresividad se encuentran correlacionadas. Al analizar los resultados se encontró que

la dimensión Relación de la escala de clima social se relaciona con las sub escalas

hostilidad y agresividad verbal. No se encontró una relación significativa entre la

dimensión desarrollo del clima social en la familia y de agresividad.

Cueva y Calderón (2005) realizaron la investigación cuyo objetivo fue determinar la

relación entre el clima social familiar y la agresividad en los estudiantes del segundo

año de Secundaria de la I.E. Javier Pérez de Cuellar de la ciudad Chiclayo. Aplicando

y correlacionando las escalas de Clima Social familiar y Agresividad, hallándose una

correlación de - 0.41, siendo negativa y significativa (0.05). De la población

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investigada, el 26% presentó un clima familiar malo, un 33% inferior al promedio, el

90.6 % señalo un nivel de agresividad media. Concluyendo que las características

socio ambientales de la familia tales como: conflicto, autonomía, intelectual-cultural

y la moralidad-religiosidad son factores determinantes para el establecimiento o

disminución de la Agresividad.

Ruiz y Torrente (2005) realizaron un estudio en el cual indican que en los últimos

años las separaciones y divorcios en España ha incrementado considerablemente el

número de familias monoparentales, en su gran mayoría encabezadas por la madre.

Los resultados indican que las variables relacionadas con el clima familiar aparecen

como predictores de la conducta antisocial en familias intactas, pero no en las

desestructuradas. Sin embargo, el uso de la reprimenda verbal aparece como

predictor en ambos grupos.

Noroño, Cruz, Cadalso, Fernández (2002) realizaron un estudio descriptivo con el

objetivo principal de describir las características del medio familiar y su influencia

en las conductas agresivas de los infantes evaluados y diagnosticados en el

Departamento de Psicología. Se concluyó que como características del medio

familiar predominaron las familias disfuncionales incompletas, con manifestaciones

de agresividad, alcoholismo, mala integración social y familiar, rechazo hacia los

hijos e irresponsabilidad en su cuidado y atención.

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2.2. Bases Teóricas

2.2.1. Familia

Rodríguez 2006, afirma que la familia es la unidad social primaria universal y, por

tanto, debe ocupar una posición central en cualquier consideración de la psiquiatría y

de la psicología social. Los conocimientos sobre los elementos y los parámetros

sociales de este ambiente son esenciales para la comprensión de cualquier tipo de

conducta del ser humano. El primer ambiente social para todos los seres humanos es

su familia biológica, por lo general una familia tiene una progenie con una herencia

biológica y cultural. La familia como institución sociocultural es importante para

todos los grupos humanos, estos ha diseñado predisposiciones y prohibiciones

tradicionales para asegurar que la familia pueda llevar a cabo sus tareas ideológicas y

culturales. En este camino, la familia es por un lado, un lazo entre las generaciones,

que permite la estabilidad de la cultura y por otro lado, también es un elemento

crucial en los cambios culturales. Así mismo Comelin sostiene que la familia es el

ambiente más significativo para el desarrollo de las personas, siendo las alteraciones

en esta las que constituyen trastornos de relaciones socio afectivamente sus

miembros. Minuchin afirma que la familia es un sistema donde hay jerarquías y

diferenciaciones como son los limites, las alianzas (o las coaliciones) y el poder (o

liderazgo). Una familia sana o funcional es aquella que tiene una estructura flexible,

es capaz de modificar sus patrones de interrelación, adaptarse a los cambios y asumir

nuevas funciones en correspondencia con la evolución de su ciclo vital: son

creativas, gramaticales, formativas y nutritivas.

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Díaz (2008) indica que los cambios en la familia, cómo familias con un solo padre o

familias disfuncionales, constituyen un riesgo inminente que se suma a otros factores

dañinos que pueden afectar la educación chilena. El efecto de ello se observa en un

menor rendimiento escolar, en el abandono del sistema educativo, en las

manifestaciones conductuales desadaptativas y en las expresiones emocionales

negativas de los niños.

2.2.2. Clima social familiar

Amescua 2002 indica que es indiscutible que la familia constituye el primer y más

importante marco de desarrollo y adaptación infantil. Muchos autores coinciden en

señalar que la familia representa para el individuo un sistema de participación y

exigencias; un contexto donde se generan y expresan emociones; un medio donde se

propician satisfacciones y se desempeñan funciones relacionadas con la educación y

cuidados de los hijos. Resulta difícil determinar, de forma exhaustiva, las

aportaciones que la familia puede realizar al desarrollo de los hijos. Sin embargo las

contribuciones más comunes e importantes de ésta son dos: el primer lugar, las que

están orientadas al pleno de desarrollo de la personalidad infantil, y segundo,

aquellas que tienen como objetivo la adaptación del niño y adolecente a la vida

social. Si bien es cierto que no todos los tipos de familias proporcionan estas

contribuciones, cuando se produce el adolecente tiene grandes posibilidades de

convertirse en una persona bien adaptada; al contrario, la familia también puede dar

lugar a inadaptaciones personales y sociales.

15
2.2.3. Tipos de familia

Tadeo 2011 dice que la familia nuclear o elemental: Es la unidad base de toda

sociedad, la familia básica, que se compone de esposo (padre), esposa (madre) e

hijos. Estos últimos pueden ser la descendencia biológica de la pareja o miembros

adoptados por la familia. Entre los miembros deben darse unas relaciones regulares.

La familia extensa o consanguínea: Se compone de más de una unidad nuclear

siempre y cuando coexistan bajo un mismo techo, se extiende más allá de dos

generaciones y está basada en los vínculos de sangre de una gran cantidad de

personas, incluyendo a los padres, niños, abuelos, tíos, tías, sobrinos, primos y

demás; por ejemplo, la familia de triple generación incluye a los padres, a sus hijos

casados o solteros, a los hijos políticos y a los nietos. La familia monoparental: Es

aquella familia que se constituye por uno de los padres y sus hijos. Esta puede tener

diversos orígenes, ya sea porque los padres se han separado y los hijos quedan al

cuidado de uno de los padres, por lo general la madre, excepcionalmente, se

encuentran casos en donde es el hombre el que cumple con esta función; por último

da origen a una familia monoparental el fallecimiento de uno de los cónyuges. La

familia de madre soltera: Familia en la que la madre desde un inicio asume sola la

crianza de sus hijos/as. Generalmente, es la mujer quien la mayoría de las veces

asume este rol, pues el hombre se distancia y no reconoce su paternidad por diversos

motivos. En este tipo de familia se debe tener presente que hay distinciones pues no

es lo mismo ser madre soltera adolescente, joven o adulta. La familia de padres

separados: Familia en la que los padres se encuentran divorciados. Se niegan a vivir

juntos; no son pareja pero deben seguir cumpliendo su rol de padres ante los hijos

por muy distantes que estos se encuentren. Por el bien de los hijos/as se niegan a la

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relación de pareja pero no a la paternidad y maternidad. Freddy Tadeo Del Valle

Familias compuestas por personas del mismo sexo: Dos personas solteras con la

necesidad de criar a un hijo. Un miembro separado con hijos que se une a otra

soltera.

Familia adoptiva: Es aquella que recibe a un niño por el proceso de adopción.

Familias reconstituidas: compuestas por un progenitor con hijos que se une con una

persona soltera sin hijos. De estas proviene la figura de los padrastros o madrastras.

Familia sin vínculos: Un grupo de personas, sin lazos consanguíneos, que comparten

una vivienda y sus gastos, como estrategia de supervivencia. Familias provenientes

de diferentes culturas tanto desde lo étnico como lo religioso: A modo de ejemplo:

Un integrante Judío con un integrante Católico, o proveniente de una cultura

Occidental con una cultura Oriental, etc.

2.2.4. Falta de comunicación en la familia

Jiménez 2011 indica que es impactante el índice incrementado de familias que solo

conviven superficialmente, puesto que al estar reunidos en familia, ya sea a la hora

de comer o en un festejo, hablan de un tema que no es importante en el ámbito

familiar, me refiero al charlar de: ¿cómo fue ese partido de futbol? O ¡qué buena

estuvo la novela! , ¿Cuando en realidad te has puesto a pensar qué es lo que pasa en

tu familia? ¿Qué tipo de relación llevan conjuntamente? , no todos los dedos de las

manos son iguales, mucho menos cada integrante de tu familia, en este caso te quiero

dar a conocer las consecuencias de la falta de comunicación familiar. En algunos

casos son alarmantes, me refiero cuando los integrantes de tu familia no tienen ese

17
contacto de expresión oral con padres o hermanos, la confianza es la base de la

familia y por ello hay que alimentarla. Sostener es puente de comunicación para que

puedan decir sus temores o un sentimiento de cualquier índole. La dificultad de

expresión al querer decir una opinión o ser realmente como quieres ser, es la

consecuencia de la falta de la comunicación familiar. Esto es la causa de que desde

pequeño te orientaron de una manera incorrecta al grado de quedarte siempre cayado.

Por ejemplo es cuando algo te desagrada pero no lo puedes decir por timidez o

miedo al recibir una respuesta contradictoria, aclarando que hay manera de decirlo,

¡es difícil verdad! y más aún si quieres sentimentalmente ser corre7spondido al

abrazo o a un beso de papa o mama. Duele ver que uno de ellos es dramáticamente

reservado al grado de suprimirte a ti y ha el mismo, dejarte con el deseo de haberlo

hecho realidad. Y todo esto se vuelve más complejo cuando nadie te pregunta de

tus dudas e inquietudes, que con el paso del tiempo se vuelve y vuelves tu vida en

un túnel sin salida. Es impactante el índice incrementado de familias que solo

conviven superficialmente, puesto que al estar reunidos en familia, ya sea a la hora

de comer o en un festejo, hablan de un tema que no es importante en el ámbito

familiar, me refiero al charlar de: ¿cómo fue ese partido de futbol? O ¡qué buena

estuvo la novela! , ¿Cuando en realidad te has puesto a pensar qué es lo que pasa en

tu familia? ¿Qué tipo de relación llevan conjuntamente? , no todos los dedos de las

manos son iguales, mucho menos cada integrante de tu familia, en este caso te quiero

dar a conocer las consecuencias de la falta de comunicación familiar. En algunos

casos son alarmantes, me refiero cuando los integrantes de tu familia no tienen ese

contacto de expresión oral con padres o hermanos, la confianza es la base de la

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familia y por ello hay que alimentarla. Sostener es puente de comunicación para que

puedan decir sus temores o un sentimiento de cualquier índole.

2.2.5. Hogares Monoparentales

Madrigal 2012 dice que estudiosos de la familia en Cuba corroboran que hacia la

década del noventa, se han triplicado las tasas de divorcios y de reincidencia al

matrimonio, aumentan los índices de abortos inducidos y la fecundidad precoz,

además de las modificaciones en la composición estructural de la familia y los

hogares. En ese marco, ganan cada vez más importancia los hogares de tipo

monoparental estructurado por la presencia de un solo progenitor y su(s) hijo(s). La

posición cuantitativa de la monoparentalidad en la práctica social cubana, ha sido

captada de forma singular por sondeos estadísticos y estudios demográficos; sin

embargo, las especificidades desde otros enfoques y disciplinas científicas no han

tenido el mismo nivel de desarrollo investigativo. La familia monoparental de tipo

femenino como tipo de estructura familiar, adolece de un tratamiento que delimite

sus características cualitativas, así como precisiones conceptuales y metodológicas

respectivas con la realidad cubana. Desarrollamos una problemática de interés social,

que involucra respuestas a necesidades de crianza, educación y socialización de los

hijos; se necesita un examen más detallado sobre el comportamiento que le

caracteriza, sin descuidar las fortalezas culturales que se esconden o se trasfiguraran

detrás de la estructura monoparental.

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2.2.6. Agresividad

Macías 2001 afirma que la agresividad es una conducta que es asimilada y aprendida

por medio de la imitación y observación directa, lo cual exige un proceso de

aprendizaje. La conducta agresiva aprendida se concreta en un inmenso repertorio de

respuestas que han pasado a ser hábitos y tradiciones culturales. Esta conducta se

aprende como consecuencia de frustraciones y presiones, entre las que se destacan la

opresión, la inseguridad y el abandono tanto afectivo como material. La agresividad

es un estado emocional que consiste en sentimientos de odio y deseos de dañar a otra

persona, animal u objeto. La agresividad es cualquier forma de conducta que tiene la

intención de herir física y/o psicológicamente a alguien que desea evitar dicho

tratamiento. Es claro, pues, que es la intención lo que define una acción como

agresiva y no el resultado de la acción. Las manifestaciones de agresividad en el

humano, según Bandura, varían con la edad. Los preescolares agresivos pegan;

patean o muerden a otros sin motivo; hacen pataletas; tienen actitud desafiante;

desobedecen; son destructivos e incapaces de esperar un turno. Muchos de estos

comportamientos persisten en la edad escolar y se hacen más manifiestos en la

adolescencia. La agresividad hace difícil la convivencia pacífica en el entorno del

niño, pues la agresividad y desobediencia generan el rechazo de padres y profesores,

lo que a su vez facilita la utilización cada vez más frecuente de estos

comportamientos. Además, con la impulsividad se dificulta el aprendizaje, elevando

el riesgo de deserción escolar. Igualmente, se genera rechazo entre los compañeros.

Una vez aislado, el niño tiende a buscar compañeros con problemas similares

orientándose a una vida de violencia y delincuencia. Finalmente, como adulto tiende

a tener inestabilidad afectiva y ocupacional. Los niños agresivos tienen dificultades

20
para la construcción de las competencias ciudadanas, que son fundamentales para el

fortalecimiento de una sana convivencia. Por esto, suelen tener muchas dificultades

en la interacción social. Se entiende por violencia a aquellos actos que tengan que ver

con el ejercicio de una fuerza verbal o física sobre otra persona, animal u objeto y

que tenga por resultado la generación de un daño sobre esa persona u objeto de

manera voluntaria o accidental. La violencia es uno de los actos más comunes del ser

humano (aunque este no es privativo de él sino que también se da entre otros seres

vivos) y es difícil determinar a ciencia cierta si el ser humano es capaz de vivir en

sociedad sin ejercer ningún tipo de violencia. La violencia puede, además, ser

ejercida por una persona sobre sí misma. Se estima que la violencia es el acto de

ejercer algún tipo de agresión sobre otro o sobre uno mismo. Este acto de agresión

implica el daño o destrucción a través de muy diversos métodos que pueden ir desde

lo físico y corporal hasta lo verbal y lo emocional. Aunque en la mayoría de los casos

la violencia es explícita y visible, muchas veces, la presencia de la violencia puede

ser tácita o implícita. En estos casos, la misma se ejerce desde acciones tales como la

persecución subliminal, la censura implícita y el autocontrol que se espera generar en

diferentes individuos.

2.2.7. Definición de agresividad

Ganem 2009 señala que en estas definiciones, también está presente el concepto de

daño, imponiendo así una mirada sobre este fenómeno que guía la intervención hacia

aspectos relacionados con el efecto que produce dicha conducta, ya sea desde la

perspectiva conductista, como es el caso de Buss, o bien incorporando elementos

subjetivos, como es el caso de Berkowitz, si tenemos en cuenta estas dos definiciones

21
clásicas. Otras definiciones posteriores también continúan en esta corriente de

incorporar elementos subjetivos, tales como la teoría de la autoestima en la agresión

(Baumeister & Boden, 1998), de los valores (Axim, 1999) o las teorías del conflicto

(Ogley, 1999). De acuerdo con lo anterior, las definiciones de la agresión o violencia,

ya que ambas contienen elementos comunes, necesitan buscar explicaciones

independientes del propio patrón de comportamiento; por lo que, éste constituye

únicamente una consecuencia de esos motivos causantes de la conducta agresiva,

pero sin atribuirle ninguna otra característica particular, la conducta como hábito o

secuencia de comportamientos sólo resulta relevante al poner de manifiesto que

existe otro problema causante de la agresión. Aunque más adelante definiré

apropiadamente lo que constituye un patrón de comportamiento agresivo, adelantaré

ahora que básicamente es una secuencia de conductas agresivas a lo largo del tiempo.

Por otra parte, el hecho de estudiar diferentes contextos donde se produce el

comportamiento violento da lugar a otra perspectiva adicional, la de que esos

contextos pueden constituirse también en factores explicativos. Así, por ejemplo, se

define la violencia intrafamiliar, ya que es conocida la presencia de conductas

violentas en la familia, de forma diferencial en hombres y en mujeres (Martin, 1997)

con abusos verbales y físicos.

2.2.8. La conducta agresiva.

Catalán 2010 indica que en la conducta agresiva hay una intención de causar un daño

a un ser vivo o a un objeto. El tipo de daño oscila entre la muerte o destrucción total

y un tipo de daño parcial (arrancar furiosos una hoja de una planta, hablar de forma

antipática a alguien). El tipo de daño, como acción a desarrollar, está basado en algún

22
tipo de esquema utilizado para agredir según diversos ajustes reguladores (normas

morales, cálculos pragmáticos, coste de la agresión). El aprendizaje social nos

aprovisiona de tales esquemas, a través modelos, la influencia educativa directa y por

la propia experiencia. Como ocurre con el resto de actos, tan agresión es la respuesta

puntual, corta y casi refleja de pegar un puntapié a una lata que se cruza en nuestro

camino como una venganza complicada cuya ejecución estudiada durase varios años.

Lo que nos hace clasificar tanto un proyecto como un impulso inmediato como

agresivos es más bien el tipo de intencionalidad que subyace a ambas clases de

agresión: dañar, eliminar un obstáculo haciendo que desaparezca, se neutralice o

altere. La agresión aplicada a un objeto hace que ese objeto se degrade, pierda su

entropía. Cambiamos su habitual funcionamiento sin que la conservación de su

estado sea un factor que nos modere (como en el intercambio). Conviene recordar

que el patrón agresivo, en el sentido general del párrafo anterior, es en la naturaleza

la forma en la que los sistemas vivos mantienen sus sistemas, a costa de la energía

exterior.

2.2.9. El proceso del acto agresivo, su historia como acto

Catalán 2010 afirma que cuando sentimos que algo podría causarnos un daño,

reaccionamos primero con miedo, que es el reconocimiento de un peligro. A

continuación, para contrarrestar los posibles efectos de ese peligro intentamos

diseñar un ataque en la medida en la que creemos que es la mejor forma de anularlo.

Si algo ya nos está causando daño, de lo que se trata es de reaccionar enérgicamente

con tal de detener la degradación en curso. En el caso de que el daño lo hayamos

sufrido sin haberlo podido evitar, el odio es una forma de reparar el deterioro

23
soportado, como ocurre por ejemplo en la venganza. Si un delincuente ha cometido

un delito, el sentido que tiene castigarlo es el de propiciar una especie de reparación,

y ello en varios sentidos: lograr evitar otros posibles daños que, un delincuente no

castigado podría realizar y hacer que salga perdiendo más de lo que ganó cometiendo

la fechoría. Por lo que insinuamos, las vicisitudes de ganar o perder están en el centro

de atención del sentido de la agresión como acto. Efectivamente, lo que deseamos en

el asunto es ganar, y por eso, de no lograrlo como al sufrir un revés, lo entendemos

como una forma de perder. Cuanto más si es el caso de que esté en juego perder

posiciones que ya dábamos por adquiridas. La agresión es una relación con otra cosa,

persona o colectivo en la cual jugamos a ganar (a no perder) a costa de que el otro

lado de la balanza pierda. Se lucha, se realiza un trabajo para que surja un ganador y

un perdedor, tratando cada cual de ser el vencedor. Todo lo contrario ocurre en el

amor (por eso el saber popular los ve como opuestos), en el cual se persigue el que

todos ganen, y aunque para ello han de perder algo de su parte, les compensa de

sobra lo que se dan mutuamente respecto a lo que reciben. La agresión es un proceso

temporal, hemos dicho, y por consiguiente como todo lo que se somete a la

incertidumbre del tiempo puede fracasar en alguno de sus momentos:

(A)Al no poder pasar de lo concebido al acto, como al "quedarnos con las ganas" o

cuando "la procesión va por dentro".

(B) Al no dar resultado lo que estamos haciendo para detener una degradación

(posible, en acto o a punto de finalizar) y que por culpa del fracaso de la agresión

seremos efectivamente perjudicados. Piénsese en una riña en la que nuestro rival

24
vence: nos provoca el daño que luchábamos por evitar tratando de que fuese él el

dañado.

(C) Al no poder dar por terminada la finalidad de la agresión. Lo cual puede suceder

porque hemos enfocado mal la estrategia, o nos hemos equivocado en nuestros

cálculos globales (el otro no pierde en realidad aunque parezca que le hemos ganado,

o nos volvemos insaciables, ensañándonos sin razón en el odio, etc.)

2.2.10. Agresión proactiva

Larson 2007 señala que los adolescentes que participan en agresión proactiva

típicamente inician el comportamiento agresivo para obtener alguna meta o

resultado. Mucho del comportamiento de intimidación, por ejemplo, es agresión

proactiva. El intimidador lo comienza y puede estar buscando la aprobación de sus

compañeros o, en algunos casos, dinero o bienes de su vıctima. Los jóvenes, que con

regularidad participan en este tipo de comportamiento físicamente agresivo,

normalmente necesitan alguna forma de descargo de sus impulsos agresivos. Para

algunos, esto puede venir a través de escapes socialmente aceptables como los

deportes de contacto tales son los casos del futbol o el hockey o las artes marciales.

Para otros, su inclinación a Intimidar y dominar físicamente a otros los lleva a

problemas de comportamiento graves y finalmente a dificultades legales.

2.2.11. Agresión reactiva

Larson 2007 dice que los adolescentes que participan en agresión reactiva responden

a amenazas percibidas en sus alrededores. A diferencia de sus compañeros

proactivamente agresivos, ellos no buscan peleas, pero pareciera que las peleas los

25
encuentran a ellos. Los adolescentes altamente reactivos y agresivos tienden a

percibir el contacto físico, las apariencias y otras interacciones como hostiles, y

pueden entonces responder con enfado y agresivamente. Nos referimos

frecuentemente a estos jóvenes como irascibles o de mecha corta. Por ejemplo,

cuando a un adolescente típico se le empuja por detrás en un ómnibus lleno de gente,

el o ella generalmente piensa que ha sido un accidente y lo ignora. En contraste, un

joven combativo puede rápidamente decidir que fue hecho a propio sito, voltearse, e

irasciblemente dirigirse a la persona responsable. Los jóvenes reactivos agresivos

frecuentemente tienen pocas habilidades para resolver problemas y carecen de la

destreza de tener respuestas efectivas y no agresivas cuando están enojados. Muy

frecuentemente recurren a los puños cuando unas cuantas palabras con tono enérgico

hubiera sido suficientes.

26
III. Hipótesis

27
3.1. Hipótesis General

Existe relación entre el Clima Social Familiar y la agresividad de los estudiantes de

educación secundaria de la Institución Educativa Eleazar Guzmán Barrón.

3.2. Hipótesis específicas

 Existe mal clima social familiar de los estudiantes de secundaria que

provienen de hogares monoparentales de la Institución Educativa Eleazar

Guzmán Barrón, Chimbote.

 Existe un mal clima social familiar en la dimensión relaciones en relación con

la agresividad de los estudiantes de secundaria que provienen de hogares

monoparentales de la Institución Educativa Eleazar Guzmán Barrón,

Chimbote.

 Existe un mal clima social familiar en la dimensión de desarrollo en relación

con la agresividad de los estudiantes de secundaria de la Institución Educativa

Eleazar Guzmán Barrón, Chimbote.

 Existe un mal clima social familiar en la dimensión de Estabilidad en relación

con la agresividad de los estudiantes de secundaria de la Institución Educativa

Eleazar Guzmán Barrón, Chimbote.

 Existe un alto nivel de agresividad en los estudiantes de secundaria de

hogares monoparentales de la Institución Educativa Eleazar Guzmán Barrón

del pueblo joven la victoria, distrito de Chimbote.

28
IV. METODOLOGÍA

29
4.1 Tipo y nivel de investigación

El tipo de investigación es cuantitativo correlacional.

El nivel de la investigación es descriptivo.

4.2 Diseño de la investigación

El diseño de la investigación es No experimental, descriptivo correlacional.

4.3. Población

Estudiantes de educación secundaria de la Institución Educativa, Eleazar Guzmán

Barrón Nº 88013, PJ. La Victoria, Chimbote.

La población estuvo conformada por 650 estudiantes de educación secundaria de la

Institución Educativa Eleazar Guzmán Barrón del Pueblo Joven La Victoria, distrito

de Chimbote. Se extrajo una muestra no probabilística por conveniencia Los mismos

que están conformados de la siguiente manera.

30
- Según el tipo de familia:

Año Tipo de familia N° de estudiantes

Nuclear Monoparental Compuestas Extensas

1º 10 07 0 01 18

2º 07 07 0 0 14

3° 07 08 01 0 16

4° 10 05 0 0 15

5° 08 04 0 01 13

TOTAL 42 31 01 02 76

- Según sexo:

Año Según sexo %

N° de estudiantes
Masculino Femenino

1° 08 10 18 23.68%

2° 06 08 14 18.42%

3° 07 09 16 21.05%

4º 08 07 15 19.74%

5º 08 05 13 17.11%

TOTAL 37 39 76 100.0%

31
Criterios de inclusión:

 Estudiantes de 1º; 2º; 3°, 4° y 5°año de educación secundaria de la Institución

Educativa N° 88013 La Victoria Chimbote.

 Estudiantes de ambos sexos.

Criterios de exclusión:

 Estudiantes que no cursan el 1º; 2º; 3°, 4° y 5°año de educación secundaria de

la I.E. N° 88013 La Victoria Chimbote.

 Estudiantes que no estuvieron presentes en el momento de la aplicación del

instrumento.

4.4. Procedimiento:

El presente estudio de investigación, se realizó, en la Institución Educativa,

Nº 88013, Eleazar Guzmán Barrón, del PJ. La Victoria, distrito de Chimbote,

para lo cual se tuvo que solicitar el permiso correspondiente a la subdirección

de dicha I.E., quien derivó al Departamento de tutoría, quienes facilitaron el

permiso para aplicar los instrumentos correspondientes al trabajo de

investigación.

El criterio que manejaba la profesora en mención, era por conveniencia, ya

que permitía aplicar los cuestionarios a los alumnos del salón que tenía tutoría

y se aplicaba a los alumnos que en ese momento se encontraban presentes.

Una vez en el salón se entregaba los cuestionarios, a los estudiantes presentes,

explicando que deben ser lo más sinceros y verídicos al desarrollar las

preguntas. Los instrumentos que se emplearon fueron el Clima social Familiar

32
FES y el Inventario de agresividad de Buss Durkee. Se aplicaron a los

estudiantes del primero al quinto año de nivel secundaria. El trabajo tomó

varias(18 en total) semanas por tener que esperar el curso de tutoría, ya que se

usaba este tiempo de este curso; los instrumentos se aplicaron en forma

individual, instrumento por instrumento, el tiempo de duración fueron: para el

FESS, 45 minutos, para el inventario de agresividad, 50 minutos; en cuanto a

dificultades en la comprensión de los estudiantes, se observó, que el

instrumento que presento más dificultades fué el FESS, aquí hubieron más

preguntas, pero en general ambos instrumentos fueron comprendidos y

contestados en los tiempos previstos la forma de aplicarlo fue estando solo, ya

que la profesora encargada del curso, solo nos presentaba y salía, como se

verá solo nos daba su horario de 45 minutos, en algunos cursos solo tenía una

hora, en otros dos horas, en varias oportunidades tuve que hacer quedar a los

estudiantes, 5 ol 10 minutos más antes de su salida a sus casas o al recreo.

4.5. Procesamiento y análisis de los datos.

Para el análisis de los datos se utilizó la estadística descriptiva, como tablas

de distribución de frecuencia y porcentual, como también gráficos circulares.

El procesamiento de los datos se realizó utilizando el programa SPSS. Se

empleó la Prueba estadística Chi cuadrado para determinar la relación de las

variables.

33
V. RESULTADOS

34
5.1. Resultados

Tabla 1
Prueba de Chi cuadrado de Pearson entre el clima social familiar y la agresividad
de los estudiantes de educación secundaria de la institución Educativa Pública
Eleazar Guzmán Barrón de Chimbote, 2013.
Sig. asintótica
Valor gl (bilateral)
Chi-cuadrado de Pearson 5,564(a) 6 0,474
Razón de verosimilitudes 7,055 6 ,316
Asociación lineal por lineal ,396 1 ,529
N de casos válidos
76

En la presente tabla se observa que no existe una relación significativa (p > 0,05)
entre el clima social familiar y la agresividad de los estudiantes de educación
secundaria de la institución Educativa Pública Eleazar Guzmán Barrón de Chimbote,
2013.

Tabla 2
Prueba de Chi cuadrado de Pearson entre la dimensión relaciones del clima social
familiar y la agresividad de los estudiantes de educación secundaria de la
institución Educativa Pública Eleazar Guzmán Barrón de Chimbote, 2013.

Sig. asintótica
Valor gl (bilateral)
Chi-cuadrado de Pearson 3,743(a) 8 ,880
Razón de verosimilitudes 5,585 8 ,694
Asociación lineal por lineal ,010 1 ,921
N de casos válidos
76

En la presente tabla se observa que no existe una relación significativa (p > 0,05)
entre las relaciones y la agresividad de los estudiantes de educación secundaria de la
institución Educativa Pública Eleazar Guzmán Barrón de Chimbote, 2013.

35
Tabla 3

Prueba de Chi cuadrado de Pearson entre la dimensión desarrollo del clima social
familiar y la agresividad de los estudiantes de educación secundaria de la
institución Educativa Pública Eleazar Guzmán Barrón de Chimbote, 2013.

Sig. asintótica
Valor gl (bilateral)
Chi-cuadrado de Pearson 7,256(a) 8 ,509
Razón de verosimilitudes 7,156 8 ,520
Asociación lineal por lineal ,409 1 ,523
N de casos válidos
76

En la presente tabla se observa que no existe una relación significativa (p > 0,05)
entre el desarrollo y la agresividad de los estudiantes de educación secundaria de la
institución Educativa Pública Eleazar Guzmán Barrón de Chimbote, 2013.

Tabla 4

Prueba de Chi cuadrado de Pearson entre la dimensión estabilidad del clima social
familiar y la agresividad de los estudiantes de educación secundaria de la
institución Educativa Pública Eleazar Guzmán Barrón de Chimbote, 2013.

Sig. asintótica
Valor gl (bilateral)
Chi-cuadrado de Pearson 19,417(a) 8 ,013
Razón de verosimilitudes 8,056 8 ,428
Asociación lineal por lineal ,188 1 ,664
N de casos válidos
76

En la presente tabla se observa que si existe una relación significativa (p < 0,05)
entre la estabilidad y la agresividad de los estudiantes de educación secundaria de la
institución Educativa Pública Eleazar Guzmán Barrón de Chimbote, 2013.

36
TABLA 5

Nivel del clima social familiar de los estudiantes de educación secundaria de la

Institución Educativa Eleazar Guzmán Barrón. Chimbote, 2013

NIVEL Puntajes f %

Muy Alto 56 a + 17 22.4

Alto 46 - 55 41 53.9

Promedio 36 - 45 14 18.4

Bajo 26 - 35 4 5.3

Muy Bajo 0- 25 0 0

En la tabla 5 el 53.9% tienes un clima social familiar Alto. El 22.4% tienen un CSF

Muy alto. El 18.4% tienen un CSF promedio y el 5.3% tienen un CSF bajo.

Gráfico 1

El gráfico Nº 1 muestra el clima social familiar general con sus niveles.

37
TABLA 6

Nivel de la dimensión relaciones del clima social familiar de los estudiantes de

educación secundaria de la Institución Educativa Eleazar Guzmán Barrón. Chimbote,

2013.

NIVEL PUNTAJES f %
Muy Alto 19 a + 4 5.3
Alto 16 - 18 25 32.9
Promedio: 12 - 15 28 36.8
Bajo 9 - 11 17 22.4
Muy bajo 0-8 2 2.6

En la tabla 6 el 36.8% tienen en la dimensión relaciones del CSF un nivel promedio.

El 32.9% tienen un nivel alto. El 22.4% tienen un nivel bajo. El 5.3% tienen un nivel

muy alto y el 2.6% tienen un nivel muy bajo.

Gráfico Nº 2

El gráfico Nº 2 muestra el clima social familiar en su dimensión relaciones.

38
Tabla 7

Nivel de la dimensión desarrollo del clima social familiar de los estudiantes de

educación secundaria de la Institución Educativa Eleazar Guzmán Barrón. Chimbote,

2013.

NIVEL PUNTAJES f %
30 a + 9 11.8
Muy Alto
24 - 29 36 47.4
Alto
17 - 23 29 38.2
Promedio:
10 - 16 1 1.3
Bajo
0-9 1 1.3
Muy bajo

En la tabla 7 la dimensión desarrollo del CSF, un 47.4% tienen un nivel alto. El

38.2% tienen un nivel promedio. El 11.8% tienen un nivel muy alto. El 1.3% tienen

un nivel bajo y el 1.3% tienen un nivel muy bajo.

Gráfico Nº 3

El gráfico Nº 3 muestra el clima social familiar en su dimensión desarrollo.

39
Tabla 8

Nivel de la dimensión estabilidad del clima social familiar de los estudiantes de

educación secundaria de la Institución Educativa Eleazar Guzmán Barrón. Chimbote,

2013.

NIVEL PUNTAJES f %

35 46.1
Muy Alto 12 a +
22 28.9
Alto 10 - 11
16 21.1
Promedio: 7-9
2 2.6
Bajo 3 - 6
1 1.3
Muy bajo 0 -2

En la tabla 8 la dimensión estabilidad del CSF, un 46.1% tienen un nivel muy alto. El

28.9% tienen un nivel alto. El 21.1% tienen un nivel promedio. El 2.6% tienen un

nivel bajo y el 1.3% tienen un nivel muy bajo.

Gráfico Nº 4

El gráfico Nº 4 muestra el clima social familiar en su dimensión estabilidad.

40
Tabla 9

Los niveles de agresividad total de los estudiantes de educación secundaria de la

Institución Educativa Eleazar Guzmán Barrón. Chimbote, 2013.

Nivel Total %

bajo 0 0.0

medio 74 97.4

alto 2 2.6

En la tabla 9 el 97.4% tienen un nivel de agresividad total medio y el 2.6% tienen un

nivel total alto.

Gráfico Nº 5

El gráfico Nº 5 muestra la agresividad total en sus 3 niveles.

41
Tabla Nº 10

Nivel según tipo de agresividad de los estudiantes de educación secundaria de la

Institución Educativa Eleazar Guzmán Barrón. Chimbote, 2013.

Agresividad Agresividad Agresividad


Irritabilidad Verbal Indirecta física Resentimiento Sospecha
f % f % f % f % f % f %
bajo 2 2.6 6 7.9 6 7.9 8 10.5 3 3.9 9 11.8
medio 57 75 61 80.3 59 77.6 54 71.1 57 75 60 78.9
alto 17 22.4 9 11.8 11 14.5 14 18.4 16 21.1 7 9.2
Total 76 100% 76 100% 76 100% 76 100% 76 100% 76 100%

Gráfico Nº 6

En el gráfico Nº 6 se muestra, que la agresividad predominante en el clima social

familiar en el nivel medio en sus diferentes tipos.

42
5.2. Análisis de resultados.

Nuestro estudio evidencia la no existencia de relación entre el Clima Social Familiar

y los niveles de agresividad de los estudiantes de educación secundaria de la

Institución Educativa Eleazar Guzmán Barrón, Chimbote 2013. Esto puede

significar, que los niveles de agresividad que presentan estos estudiantes no se

encuentran necesariamente porque sus respectivas familias están desintegradas, sino

que puede presentarse en a pesar que sus hogares presentan una atmosfera adecuada.

Este trabajo nos hace pensar y preguntarnos, ¿Cuáles son los factores que aumentan

o disminuyen la agresividad en los estudiantes? ¿Acaso los hogares con una buena

dinámica familiar no es garantía de un comportamiento no agresivo de los hijos?

¿Dónde se genera la agresividad? Preguntas que, tal vez, no se pueden responder con

certeza, puesto que es difícil indicar un factor que genere la agresividad en estos

estudiantes. Sin embargo, puedo atreverme a decir que la agresividad en los

estudiantes en general, depende de muchos factores y no únicamente del factor

familiar; las relaciones interpersonales del entorno amical del estudiante, los modelos

de comportamiento de los integrantes sociales del entorno inmediato del estudiante,

en fin, podemos encontrar una gran lista de factores que generen la agresividad en los

estudiantes. Tales como videojuegos, propagandas televisivas, noticias de la prensa

escrita, las redes sociales, radionovelas, telenovelas, películas, etc.

Díaz (2008) indica que los cambios en la familia, cómo familias con un solo padre o

familias disfuncionales, constituyen un riesgo inminente que se suma a otros factores

dañinos que pueden afectar la educación chilena.

43
Resulta difícil determinar, de forma exhaustiva, las aportaciones que la familia puede

realizar al desarrollo de los hijos. Sin embargo las contribuciones más comunes e

importantes de está son dos: el primer lugar, las que están orientadas al pleno de

desarrollo de la personalidad infantil, y segundo, aquellas que tienen como objetivo

la adaptación del niño y adolecente a la vida social.

Se aprecia que no existe relación significativa entre la dimensión relaciones, y los

niveles de agresividad, esto hace pensar que la agresividad, en los estudiantes de la

I.E. Eleazar Guzmán Barrón, se debe a otros factores ya sean, intrínsecos y/o

extrínsecos. Ya que la especie humana es compleja intrínsecamente, como complejo

es su entorno donde se desenvuelve, generando una serie de comportamientos y

conductas apropiadas y poco apropiadas. Ya sea, en su comunicación, entre los

miembros de la familia, como con los miembros de la comunidad y viceversa,

también se puede generar la agresividad, por la formación de pensamientos

automáticos al comunicarse entre sus congéneres, en sí hay una serie de factores

externos a la familia y pueden ser generadores de agresividad en diferentes formas y

niveles. Tampoco no existe una relación significativa entre la dimensión desarrollo y

los niveles de agresividad en los estudiantes de educación secundaria de la

institución Educativa Pública Eleazar Guzmán Barrón de Chimbote, 2013, esto hace

pensar en buscar otro tipo de factores que tengan que ver con la generación y

propagación de los niveles de agresividad en los estudiantes de la Institución

educativa de nuestro estudio, como: en la formación de la personalidad, buscar su

autonomía, así como la búsqueda de su formación profesional, cultural, político,

como su religiosidad, en todas estas áreas pueden encontrar formas de actuaciones

poco decorosas o sin decoro que haga enlodar la equidad de los individuos y se

44
formen una mala imagen de la manera de actuar dentro de su comunidad llegando al

calificativo de agresivo y/o conductas o personas agresivas. Se observa que si existe

una relación significativa entre la dimensión estabilidad y los niveles de agresividad

de los estudiantes de educación secundaria de la institución Educativa Pública

Eleazar Guzmán Barrón de Chimbote, 2013, este aspecto de nuestro estudio pone en

evidencia de la presencia de correlación de agresividad en la dimensión estabilidad,

por lo que corrobora con la conducta estudiantil que se ha observado a lo largo de las

visitas para la aplicación de la instrumentos utilizados. Es así, que se puede tener una

estructura familiar, bien establecida, con un cuadro de valores, disciplina, un cuadro

de reglas bien establecidas, una organización de las actividades de la familia lo

suficiente priorizadas, adecuadamente nominadas, todo esto no es garantía para que

dentro del clima social familiar no exista la agresividad, como muestra el estudio que

se presenta, que no hay agresividad en las dimensiones, de relaciones, desarrollo,

pero sí en la dimensión estabilidad, ¿por qué? Incoherencia?, falta de pertinencia?;

puede desprenderse un rosario de ideas que pueden ser generadoras de agresividad,

dejemos para trabajos sucesivos en este aspecto.

En la tabla 5, se puede observar que el 53.9% tienes un clima social familiar Alto. El

22.4% tienen un Clima Social Familiar, Muy alto. El 18.4% tienen un Clima Social

Familiar, promedio y el 5.3% tienen un Clima Social Familiar, bajo; siendo el nivel

muy bajo del Clima Social Familiar, “0”%. Nuestro estudio muestra que a pesar que

existe un clima social familiar, de medio a muy alto, que es la mayoría de

estudiantes, con estas características, hay un porcentaje considerable de agresividad.

Esto hace pensar que no es suficiente una comunicación asertiva, con un nivel alto de

apoyo entre sí de sus miembros, así como una franca libertad expresión de sus ideas,

45
pensamientos y sentimientos, también no basta de una buena formación personal,

autonomía en sus decisiones, en su formación personal, profesional, cultural, política

y hasta religioso y/o filosófico.

Como podemos observar todo lo antedicho, no garantiza que no exista agresividad,

ya que teniendo en alto nivel de Clima Social Familiar en las dos primeras

dimensiones, donde no hay relación significativa de agresividad, sí hay una relación

significativa en la dimensión estabilidad.

En la tabla Nº 6 de nuestro estudio encuentra que en la dimensión relaciones tiene un

nivel promedio el 36.8% y el nivel alto un 32.9%. En la tabla Nº 7 se tiene la

dimensión desarrollo en un nivel alto con 47.4% y un nivel promedio con 38.2%. Por

último en la tabla Nº 8 se tiene la dimensión estabilidad un nivel muy alto con 46.1%

y con un nivel alto 28.9%.

De acuerdo a lo encontrado en la tabla Nº 5 se observa que se tiene un clima social

familiar en un nivel alto con un 53.9% lo que nos indica que el CSF de los

estudiantes es óptimo por lo cual no existe mucha agresividad entre ellos. Según

Cueva y Calderón (2005), encontramos que la agresividad no sólo tiene su origen en

el seno familiar, sino también en el entorno social. Según Amescua (2002), en el

clima social familiar la familia constituye la principal y más importante marco de

desarrollo y adaptación infantil sin embargo tanto en la familia como en la sociedad

puede generar personas desadaptadas.

En la tabla 7 la dimensión desarrollo del CSF, un 47.4% tienen un nivel alto. El

38.2% tienen un nivel promedio. El 11.8% tienen un nivel muy alto. El 1.3% tienen

46
un nivel bajo y el 1.3% tienen un nivel muy bajo. Con lo que se puede deducir que la

dimensión desarrollo del CSF de los estudiantes de secundaria de la I.E. Eleazar

Guzmán Barrón tiene un nivel alto. Pero no garantiza que no tengan un nivel de

agresividad.

Como indica Matalinares y otros (2010) en su trabajo de investigación realizado con

esta misma finalidad, encontraron que no había relación significativa entre la

dimensión desarrollo del clima social en la familia y de agresividad. Ya que la

agresividad también es un proceso de aprendizaje en el nivel social cultural como

indica Macías (2001) la agresividad es una conducta que es asimilada y aprendida

por medio de la imitación y observación directa, lo cual exige un proceso de

aprendizaje.

En la tabla Nº 8 la dimensión estabilidad del CSF, un 46.1% tienen un nivel muy

alto. El 28.9% tienen un nivel alto. El 21.1% tienen un nivel promedio. El 2.6%

tienen un nivel bajo y el 1.3% tienen un nivel muy bajo. Lo cual nos indica que

existe una estabilidad alta entre los estudiantes de secundaria de la I.E. Eleazar

Guzmán Barrón tiene un nivel muy alto, pero tiene una correlación significativa de

agresividad. En el estudio realizado por Cueva y calderón (2005) donde encuentra

que en un clima familiar malo hay un nivel de agresividad media, en nuestro trabajo

encontramos un nivel muy alto del CSF y a pesar de clima familiar se encuentra una

relación significativa de agresividad lo cual no garantiza que en el CSF alto no haya

agresividad. Como indica Jiménez (2011) las familias superficiales tienen una

comunicación desinteresada de su crecimiento como persona, individual y familiar

47
porque en sus reuniones hablan de temas en general pero no se dedican a sostener

una comunicación familiar.

En la tabla Nº 9 el 97.4% tienen un nivel de agresividad total medio y el 2.6% tienen

un nivel total alto. Lo cual nos indica que existe una nivel de agresividad medio entre

los estudiantes de secundaria de la I.E. Eleazar Guzmán Barrón, esto quiere decir que

hay 74 estudiantes con un nivel medio de agresividad.

En la tabla Nº 10, el nivel de irritabilidad tenemos un 75% en el nivel medio, en la

agresividad verbal hay un 80.3% en el nivel medio, en la agresividad indirecta

tenemos un 77.6% en el nivel medio, en agresividad física encontramos un 71.1% en

el nivel medio, en resentimiento hay un 75% en el nivel medio y por último en

sospecha encontramos un 78.9% en el nivel medio. Observándose que en las sub

escalas de agresividad se ubica con mayor incidencia el nivel medio de agresividad

de los estudiantes de secundaria de la I.E. Eleazar Guzmán Barrón.

48
VI. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

49
6.1. Conclusiones

 La agresividad puede ser mayor en CSF disfuncionales como funcionales.

 El buen CSF no garantiza que no exista agresividad dentro de la familia.

 La agresividad no sólo se aprende dentro del seno familiar sino también en el

plano social y cultural en el que se desenvuelve el estudiante.

 En la dimensión desarrollo del CSF no se encuentra una correlación

significativa de agresividad. Tampoco se encuentra en la dimensión

desarrollo, pero sí se encuentra en la dimensión estabilidad.

 Se encuentra que el nivel agresividad de los estudiantes de secundaria de la

I.E. Eleazar Guzmán Barrón predomina en nivel medio, con un promedio del

76.3%.

 La hipótesis no se afirma en su totalidad en la relación del CSF con la

agresividad, por lo que no hay relación significativa en la dimensiones

relación y desarrollo, pero si habiendo en la dimensión estabilidad.

50
6.2. Recomendaciones.

 Recomendamos a la I.E. fomentar una cultura de diálogo entre los padres de

familia, los estudiantes y docentes, con la finalidad de disminuir el nivel

medio de agresividad a muy bajo.

 Recomendamos a los estudiantes interesarse por el estudio y la práctica de los

valores morales, sociales y epistemológicos para crear una consciencia más

humana, fraterna y de hermandad con su semejante.

 Recomendamos a los docentes que propugnen en su labor educativa el

mensaje viviente y ejemplificante de la práctica de las facultades humanas

para que el estudiante tenga la enseñanza expresiva y un camino a seguir.

 Se recomienda a los padres de familia inculcar en sus hijos el respeto y la

obediencia inspirada, y dejar de lado el autoritarismo y la imposición del

respeto y la obediencia.

51
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