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EL DESARROLLO DE LA PLANTA
1. Introducción
La característica principal de las plantas es su dependencia a la energía solar para
producir energía que será utilizada por casi toda la biosfera para formar otras
moléculas e impulsar el resto de procesos importantes para la vida, los
cloroplastos son los sitios donde sucede esto.
La fotosíntesis se originó a partir de procariotas tempranos que en un momento se
asociaron entre sí para aprovechar el agua como fuente de electrones
energizados por la luz, esa fotosíntesis oxigenica fue la ventaja de las
cianobacterias y se acepta que hace más de 1000 millones de años, una célula
eucariota con mitocondria engullo a una cianobacterias en una relación
endosimbiotica, sus descendientes colonizaron la tierra hace 450 millones de
años, en ese momento las cianobacterias se convirtieron en cloroplastos quienes
conservaron un pequeño grado de autonomía genética pero un alto grado de
bioquímica, perdieron funciones que tenían cuando tenían vida libre y adquirieron
nuevas, su necesidad ahora era sintetizar y acumular proteínas dentro de ellos y
en el citoplasma de la célula huésped.
Los cloroplastos definieron la fotosíntesis determinando el desarrollo de la planta
y el adaptamiento a señales ambientales como la luz y la disponibilidad de
materias primas. Los cloroplastos se diversificaron en otros plástidos para llevar a
cabo otras funciones esenciales en otras células que no necesariamente son
fotosintéticas que también dependían de señales ambientales para determinar su
función. Por tanto los cloroplastos transmitían información al núcleo de su célula
huésped mediante influencias ambientales o por iniciativa propia y también
aceptaron contribuciones que requería la relación endosimbiotica y contribuyeron
al conjunto del genoma del huésped. Por lo tanto ahora las plantas tendrían un
rango de sensores ambientales y reguladores químicos y morfogeneos que
afectarían su desarrollo.
2. Cloroplastos y otros tipos de plástidos
Los cloroplastos son característicos de las células de las hojas verdes y a parte de
las vacuolas son el compartimento más grande de las células del mesofilo. Su
tamaño oscila entre 5 y 10 μm de diámetro y 3-4 μm de grosor. Dependiendo de la
especie varían desde decenas hasta más de 100. Su papel primario es la
fotosíntesis. Tiene una membrana interna y otra externa que lo delimitan. En su
interior están los tilacoides: membranas fotosintéticas extensas que se extienden
por su eje formando vesículas, ya sea individuales: tilacoides estromales u
organizadas en pila o grana, contienen un espacio interno o luz. Las membranas
de tilacoides albergan los cuatro principales complejos o pigmentos de proteína
implicados en las reacciones de luz de la fotosíntesis: fotosistemas (PS) I y II, el
complejo de citocromo b6 / f y la ATP sintasa. La disposición en grana permite la
separación entre los dos PS, con PSII y su complejo de recolección de luz se
limita a membranas de granal no en contacto con estroma, mientras que el
fotosistema I se encuentra exclusivamente en tilacoides expuestos al estroma.
Todo esto, permite redistribuir la recolección de luz de acuerdo a sus condiciones.
El estroma, es el sitio de la fijación de carbono. Los tilacoides como el estroma son
muy ricos en proteínas. El estroma también contiene cantidades variables de
grandes gránulos de almidón y pequeñas gotas de lípidos, llamadas plastoglobuli.
El componente lipídico de envolturas de cloroplastos y tilacoides se basa en
galactolípidos en lugar de fosfolípidos. La membrana exterior es muy permeable a
moléculas de hasta 10 kDa, mientras que la membrana interior es mucho más
selectiva, contiene una serie sofisticada de transportadores dedicados de
pequeñas moléculas que permiten, entre otros, la exportación de fotoasimilados.
Los cloroplastos también son fundamentales para el metabolismo de las plantas
en general: Síntesis de almidón, fotorreducción de nitrógeno, para todos los
aminoácidos y azufre, para cisteína, biosíntesis de ácidos grasos, de la base de
purina y pirimidina constituyente de los ácidos nucleico, la clorofila y otros
tetrapirroles, todos tienen lugar en los cloroplastos
Las células meristemáticas contienen proplastos incoloros, de entre 0,2 y 1 μm y
con vesículas de membrana internas muy limitadas. Existen alrededor de 10-20
proplastidos por célula. El embrión, así como muchos tipos de células no
metabólicamente especializadas, también contienen proplastidos. Los plástidos
con una morfología muy variable, más grandes que los proplastidos y con
membranas internas más desarrolladas, tanto en muchas células de la raíz como
en células de la hoja muy jóvenes que eventualmente contienen cloroplastos, han
sido llamados plastidios ameboides.
AMILOPLASTOS: en células de la raíz, está lleno de una gran cantidad de
gránulos de almidón generados de fotosintato importado y también tiene una vía
de fosfato de pentosa oxidativa muy activa, que genera energía para asimilar
nitrógeno. Son componentes principales de las células de los órganos de
almacenamiento, como los tubérculos, los cotiledones y el endospermo de la
semilla
LEUCOPLASTOS: se especializan en almacenar lípidos, acumulan aceites
aromáticos y se producen en pelos secretores (tricomas) o elaioplásitos, como los
que se encuentran en los órganos de almacenamiento que acumulan aceite, como
las semillas oleaginosas.
CROMOPLASTOS, tienen la capacidad de acumular pigmentos, principalmente
los carotenoides isoprenoides y las xantofilas, y son responsables de los amarillos,
naranjas y rojos de muchas flores y frutos, los atrayentes de los animales que
ayudan a transferir el polen o dispersan la semilla. Se han descrito muchos por la
habilidad de formar cristales, su distinta solubilidad y la variedad de carotenoides.
ETIOPLATOS: En células de la hoja. Acumulan grandes cantidades de lípidos
tilacoidales con el complejo de protoclorofilida y una enzima que conduce a la
reducción de la luz: protoclorofilia reductasa. Su membrana se verá como una
estructura semicristalina: cuerpo promelar. Tras la iluminación, los sacos de
membrana planos surgirán del cuerpo promelar que se convertirán en tilacoides
con sus complejos fotosintéticos normales.
8. CONCLUSIONES
Con todo lo anterior es posible comprender la gran contribución que el procariota
fotosintético original, el ancestro del cloroplasto hizo al huésped eucariotico y en
qué medida la biología de la planta está dedicada a la construcción del cloroplasto
y al mantenimiento de su rendimiento.
Los cloroplastos se han convertido en objetivos de las señales de desarrollo
diferenciando el tipo de célula en la que residen, también son agentes de
desarrollo, todo esto requiere redes reguladoras complejas.
Es sorprendente que ahora se pueda analizar las funciones de los miembros de
las familias de genes involucrados en la biogénesis de los plástidos, sin embargo
algunos procesos apenas comienzan a desenredarse
El artículo rico en información sobre los plástidos nos permite entender lo que
ocurre molecularmente en las plantas, se logra entender a la perfección todos los
procesos involucrados en su biogénesis así como su metabolismo que aporta
significativamente al desarrollo general de la planta