El hermafroditismo es un término con el cual se designa a los organismos que
poseen a la vez órganos reproductivos usualmente asociados a los dos sexos: macho y hembra. Es decir, a aquellos seres vivos que tienen un aparato mixto capaz de producir gametos masculinos (espermatozoides) y femeninos (ovulos). Cabe hacer notar que los hermafroditas no necesariamente tienen que cambiar de sexo, pero por definición, son capaces de hacerlo. La principal ventaja del hermafroditismo es la seguridad de tener un compañero reproductor. Aunque el hermafroditismo es relativamente común en los invertebrados o las plantas, es extremadamente raro que ocurra en los vertebrados. El hermafroditismo en las aves o en los mamíferos es casi siempre una condición patológica que muy a menudo conlleva la infertilidad. Únicamente en los Perciformes (peces) el hermafroditismo ocurre de forma natural y muy frecuentemente. Aunque los seres hermafroditas produzcan los dos tipos de gametos rara vez se fecundan a sí mismos, sino que se dan cruces entre distintos individuos actuando ambos como hembra y macho en hermafroditismo simultáneo; Algunos peces pueden cambiar de sexo iniciando su vida con uno y, después de procrear varias veces, transformándose en el otro sexo, en un proceso llamado hermafroditismo secuencial. En los hermafroditas secuenciales, pueden estar presentes los órganos masculinos y femeninos, pero únicamente uno está activo y viable en un determinado momento. Los hermafroditas secuenciales son llamados así porque son capaces de transformarse de un sexo a otro. Estas transformaciones conllevan una conversión completa de gónadas de un sexo a otro. Las gónadas de los hermafroditas secuenciales poseen la información genética para producir los órganos reproductivos masculinos y femeninos, pero únicamente el gen dominante se expresa en un determinado momento. Diferentes indicadores – que varían de especie a especie – podrían inducir el cambio de sexo. Los hermafroditas secuenciales se dividen en dos categorías principales: Protóginos y protándricos. Los hermafroditas protándricos son aquellos que se desarrollan primero como machos, y después posiblemente en hembras. Los hermafroditas protóginos son exactamente lo opuesto, los juveniles primero desarrollan órganos reproductivos femeninos que podrían cambiar a órganos reproductivos masculinos en ciertas circunstancias.