EL ALUMNO DE TERCER GRADO.

RASGOS Y NECESIDADES FORMATIVAS

DESDE LA PERSPECTIVA DEL CRECIMIENTO Y EL DESARROLLO.

Los niños que cursan el tercer año tienen entre ocho y nueve años de edad; etapa
de desarrollo, conocida como niñez intermedia una mayor elaboración en el
manejo de conceptos un pensamiento prelógico a uno lógico, aumenta la memoria
y la comprensión con respeto a la edad anterior y es capaz de razonar frente a
diversas situaciones contribuye a una mayor disponibilidad para participar en las
actividades que se desarrollan en la escuela.

Desde la perspectiva de Piaget, se encuentran en la etapa de las operaciones

concretas por lo que son capaces de pensar en forma lógica.

La forma concreta permiten al niño y a la niña una flexibilidad del pensamiento lo

que propicia el pensamiento lógico matemático, la lectoescritura, el dibujo, la
música. En esta etapa adquieren logros como la comprensión y uso de estructuras
gramaticales complejas, como los artículos, los adjetivos y las conjunciones. El
proceso de percepción va perdiendo su carácter emotivo para hacerse más
objetivo.
La memoria aumenta como producto del aprendizaje y el contexto escolar obliga al
niño a concentrarse más en sus acciones y percepciones corto plazo como a largo
plazo el niño participa en actividades de ubicación de los objetos y va logrando la
comparación, la identificación y la clasificación, para interpretar lo percibido.

En la escuela se debe trabajar para lograr formar la atención voluntaria para que el
niño y la niña se concentren en las tareas. Inicia la elaboración de significados y
construye el pensamiento simbólico, por lo que el juego y sus actividades
cotidianas adquieren mayor simbolismo.

La imaginación se va enriqueciendo y complicando su intuición creadora, teniendo

que enseñarle a los niños a determinar y representar situaciones con objetos,
atendiendo sus propiedades y particularidades, permitiendo así, la asimilación de
conceptos y una interpretación de la realidad.

Existe mayor control de sus reacciones físicas, se desarrollan sentimientos

sociales y morales (amistad, el respeto y el amor), en donde las vivencias
emocionales dependen de las relaciones con los compañeros, se llevan mejor con
compañeros del mismo sexo y se ha estructurado el súper yo (deber ser) –
reconocerse a sí mismo (es capaz de hacer juicios de sí mismo- autoevaluación)
y reconocen la valoración de las normas como acuerdos para la convivencia.

La capacidad artística en esta etapa se encuentra en pleno desarrollo y debe

poner en práctica los elementos de cada uno de los lenguajes artísticos para
facilitar el proceso de autoconocimiento de su cuerpo y sus emociones.

Para que el niño de tercer grado desarrolle su máximo potencial, es necesario

combinar las actividades individuales creadoras, la posibilidad de la de auto-
expresión a partir del arte y el desarrollo de su corporeidad, considerando y
valorando lo que pueden hacer otros y aprender que los errores, como parte del
proceso de crecimiento, de apropiación de la cultura y de la maduración (planifica
sus actividades, cumple con reglas, fomenta la alegría de ser y estar con uno
mismo y los demás)

NOCIONES Y PROCESOS FORMATIVOS DEL CAMPO QUE SE ABORDAN EN

EL TERCER GRADO.

La noción de corporeidad se refiere a la conciencia que adquiere el ser y de tener

un cuerpo, favoreciendo la toma de conciencia de sí mismo, la construcción de la
identidad y su autoestima.

El docente tendrá que diseñar experiencias de aprendizaje para que los niños
reconozcan los aspectos cognitivos, las habilidades, actitudes y valores que
regulan su acción.

La educación artística reconoce al alumno como ser sensible, perceptivo,

expresivo y creativo, favoreciendo el pensamiento artístico.

La F. C. y E. contribuye al conocimiento del cuerpo y emociones, el cuidado de sí

mismo, la auto aceptación y los valores.

Los procesos formativos en este grado son de consolidación y reforzamiento de

las competencias y aprendizajes esperados de los grados anteriores; para ello se
promueve la representación de personajes, la exploración y el desarrollo de sus
capacidades expresivas y su potencial motriz.

En todos los bloques de las tres asignaturas del campo formativo, se propicia el
desarrollo del potencial del escolar; inicialmente la exploración motriz, el juego
libre y la exploración corporal y artística (cuatro lenguajes artísticos) y para
consolidar esto se propone propiciar la reflexión, el debate, el diálogo, la
construcción de argumentos y juicios críticos, la auto regulación del manejo de las
emociones, la organización de su aprendizaje basándose en las metas y
prioridades, reconociendo la importancia de las reglas de convivencia y la
identidad democrática.

Las asignaturas del campo también se articulan a través de la promoción de

valores, la interculturalidad, el respeto a los derechos humanos, la cultura de la
legalidad y la educación para la paz; fortaleciendo con ello las capacidades de
participación, el juicio crítico, la toma de decisiones colectivas, el sentido de
justicia, apego a la legalidad, valoración a la diversidad, reconocimiento y defensa
de los derechos humanos, la educación para la paz, en donde se promueve la
capacidad de resolver conflictos sin violencia.