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¿Es libre el Conocimiento libre?

Marianicer Figueroa A

En estos días, a raiz de las múltiples lecturas y reflexiones que imponen el hecho de avanzar en
una tesis doctoral sobre el tema del conocimiento libre, me he estado preguntando: ¿Es libre el
conocimiento libre?

Para compartir la respuesta y las reflexiones realizadas ante la anterior pregunta, empiezo por
asumirme como una tecnoactivista del Conocimiento Libre, definido por Pluss, R (2007) como la
aplicación de más grados de libertad para las personas, en tanto constantes portadoras, creadoras y re-
creadoras del conocimiento, por lo que es considerado como un movimiento que incorpora una visión
socio-liberadora de la forma como se concibe las dinámicas de intercambio y construccion del saber,
producto de estos tiempos en donde el internet dispone de las vías para que las ideas que se generan de
las diferentes ramas de la ciencia sean accesibles a todos y todas. La visión de esta perspectiva asume
la necesidad de re-crear los modos de producción del conocimiento tomando en cuenta el uso previsto
del mismo, lo que lleva a reconocer que las respuestas a “en qué nos fijamos” y “cómo creamos
conocimiento” depende de quién va a ser el propietario de ese conocimiento y qué restricciones se le va
a imponer.

Regresando al título de este escrito, producto de mi pregunta inicial, confieso que algunos meses
atrás podía responder inmediatamente con un si, por el hecho de mirar ontológicamente a la noción de
libertad desde la perspectiva de la no restricción para el acceso al saber y por ende su reconocimiento
como bien público. En el trascurrir del tiempo, que no ha sido mucho, y tras el paso de la libertad no
solo a lo que se produce, sino a quien la reconstruye como aprendiente, la posición inicial de mi
entusiasta respuesta afirmativa, ha pasado por el tamiz de redimensionar la liberalidad del saber en
cuanto al reconocimiento deliberado, limpio pero tambien crítico de los entramados sociopolíticos y
culturales que implica todo conocimiento elaborado por el ser humano, y que al ser adoptado por otro
pues pasa a formar parte de la asunción de conocimientos anclados a una visión de mundo en particular.

En la búsqueda de aquello que afortunadamente emerge con fuerza bajo el movimiento del
Conocimiento Libre, es necesario reconocer la abundancia de recursos educativos abiertos y open
course existentes en la red, creados desde distintas entidades académicas europeos y/o norteamericanas,
en donde sin duda alguna resalta y con méritos por ser pionera en la iniciativa, el Instituto Tecnológico
de Masachusset. Desde su campus en línea entramos en contacto, sin ninguna restricción, a la
producción del conocimiento creada desde la cosmovisión que le corresponde a un modelo
sociopolítico y económico capitalista y liberal, cuya presencia, en ausencia de la producción endogena
de conocimientos latinoamericanos, corre el riesgo de preservar un etnocentrismo entendido como la
pretensión de elevar, indebidamente, a la categoría de universales los valores de la sociedad desde la
que se produce conocimiento.

Al respecto, Fals Borda y Mora-Osejo (2004) alerta que no hace mucha falta comprender y
aceptar que la sola transferencia de conocimientos básicos o aplicados, válidos para explicar fenómenos
o sucesos característicos de otras latitudes o la introducción a nuestro medio de innovaciones o
productos –así sean sorprendentemente sofisticados, novedosos y de comprobada utilidad para otros
medios–, no siempre resultan apropiados para concebir soluciones surgidas en nuestro medio; por el
contrario, suelen generar situaciones caóticas y oscurecen la urgencia de promover el conocimiento
científico básico, o aplicado y tecnológico, pero endógeno, para captar nuestras realidades y enriquecer
nuestros recursos naturales con el valor agregado del conocimiento científico o tecnológico.

Sobre esto, que no es agua nueva que aquí dejo correr, ya la perspectiva sociocritica del
conocimiento ha cortado muchísima tela... y los escritos no solo de latinoamericanos, sino de los
propios europeos como Foucalt, Habermas, Apel son muestra de ello al trascender el tratamiento
descriptivo-explicativo neutral y comprensivo del conocimiento, para asumir una postura crítica de las
ideologías que subyacen en la producción del saber y la importancia de proceder a concientizar sobre
la presencia de patrones de dominación y exclusión que pudieran estar presentes en el mismo.

Esto que para muchos se trata de teoría, se cristaliza en múltiples escenarios en donde es
evidente cómo ciertas vertientes de pensamiento, reconocidas y valoradas en los procesos de
producción del conocimiento, no solo condicionan la visión de mundo, sino que hoy en día permanecen
como visiones totalizantes y hegemónicas, inclusive en lo que se publica sin restricciones en la red,
bajo el manto del Conocimiento Libre. Comparto aqui tres ejemplos de ello

Empiezo por comentar el movimiento de autores e investigadores, que han escrito sobre la gran
influencia del pensamiento colonial/eurocentrista que por siglos ha caracterizado la historiografia de los
paises de América Latina, y que ciertamente imponen una cosmovisión dominante de un pensamiento
producto de un imaginario cuyo origen no es ni americano ni latino. La lectura de los mismos, pues
deja ver lo que siempre le escuche a mi profesor de historia de bachillerato cuando mencionaba que la
historia que se conoce y divulga la escriben los vencedores, mientras que la historia de los supuestos
vencidos u oprimidos solo quedan para las narraciones orales, si se tiene suerte. Al respecto, Enrique
Dussel (1995) , magnifica el impacto de esta visión de mundo totalizante al señalar que la pretensión
expansionista de este tipo particular de etnocentrismo coincide con los límites del mundo: los valores
de la civilización cristiano-occidental habrían de ser los de toda la humanidad y su cosmovisión debería
imponerse sobre todo el orbe. Por ello ironiza al escribir que el eurocentrismo es el primer y único
etnocentrismo de carácter mundial, a tal punto que "universalidad y europeísmo se tornan idénticos
(...)". Develar el lugar del eurocentrismo en el desarrollo del conocimiento en América Latina, ha sido
abordado por muchos autores, sin embargo me atrevo a recomendar el articulo “La impugnación del
eurocentrismo”, escrito por el Prof venezolano Edgardo Lander (2001) y que está publicado en
http://www.tni.org/archives/lander/pensamientocritico.pdf

Otro interesante ámbito en donde se evidencia la presencia de discursos hegemónicos y


totalizantes lo han puesto en la palestra los movimientos por la equidad de género al desmantelar la
dominación silenciosa que hasta hoy en dia mantiene la concepción androcéntrica del mundo
occidental. El androcentrismo generaliza el punto de vista masculino como parámetro de estudio y
análisis de la realidad, válido para el conjunto de la humanidad en donde el 50% son mujeres. El
androcentrismo ha impregnado profundamente las relaciones de poder, la producción cultural y el
pensamiento científico, porque es el pensamiento de hombres, y en su gran mayoría hombres blancos,
el que por años ha impuesto su cosmovisión en ámbitos tan importantes como la ciencia . Las
reflexiones sobre el tema que comparten Morales, O y Gonzalez, C (2007) en su articulo
“Consideraciones discursivas sobre el género en el discurso académico e institucional: ¿dónde está
ella?” es una oportunidad interesante de ampliar el tema.

Un último ejemplo, del cual confieso no ha terminado aún de asentarse en mi, lo conocí al
abordar tematicas relacionadas al ambito de los derechos de niños niñas y adolescentes, y al entrar en
contacto con autores que discuten sobre el lugar que la visión adultocéntrica tiene en los estudios de la
infancia y el desarrollo del entramado legar que le resguarda internacionalmente. El adultocentrismo
pone en evidencia una posición de poder desde la cual los adultos actúan creyendo que pueden
implementar el futuro de los jóvenes, su preparación, su desarrollo y su protección. Esta cosmovisión
del adulto que ademas es eurocéntrica y que delata la idea de una etapa de la vida concebida como
moratoria social, está presente tanto en leyes de protección como en programas diversos de atención a
la infancia. En ellos siguen siendo las niñas, niños y adolescentes, una población excluida de la
posibilidad de participar y tener voz en la definición de las políticas que les incumbe y les afecta.

Estos ejemplos que aqui comparto me han hecho de nuevo preguntar ¿Es libre el Conocimiento
libre?

¿Es libre cuando las posibilidad de acceso a cursos abiertos (opencourse) lo tenemos de
universidades extranjeras, en su mayoria europeas y/o de norteamerica?

¿Es libre el Conocimiento libre cuando un curso libre por ejemplo de historia de América, solo
presenta una visión de cómo mirar ese acontecimiento porque solo aborda un punto histórico desde el
descubrimiento de America, o desde el encuentro de dos mundos o desde la perspectiva de la
resistencia indigena, pero no desde las tres visiones?

¿Es libre el conocimiento libre cuando los grandes repositorios que consultamos y en donde nos
descargamos recursos siguen siendo hechos, en su gran mayoria por hombres, blancos, habitantes de
urbes, adultos y sin discapacidad?

Pues con todas estas preguntas revoloteándome... pues ese "si" inicial que saltaba de mi boca
como respuesta automática, se encuentra hoy en el congelador...

Afortunadamente, en la viña del señor, y sobre todo en la red, son tantas e infinitas las
posibilidades, que tambien he "descubierto = quitar el velo" que el conocimiento libre puede ser libre,
desde la visión que aqui les comparto, si no solo publicamos el saber bajo licencias de copyleft, sino
cuando el hecho de dar al otro las fuentes de un recurso , permite que este conocimiento se haga
nomade, porque el mismo puede cobrar vida propia en tantas entidades situadas colectivamente se
requieran, para así ser resituado más allá del lugar y la visión desde el cual fue producido, tal como se
propone en la comunidad del software libre: tomar una herramienta útil y realizar pequeñas
modificaciones en ella para poder conseguir la realización de una actividad que no era para la que
estaba pensada inicialmente. Esto me compromete a resaltar que la concepcion de libertad en el
conocimiento, sino genera conocimiento peremnemente nómade, endógeno, situado y desde una
perspectiva crítica que muestre los diversos ángulos desde donde se puede mirar un hecho o fenómeno,
pues no es muy libre que digamos.

Desde luego que con el hecho de modificar y contextualizar lo que producen desde alguno de los
patrones etnocentristas que aqui se señalan no es suficiente, se requiere también que nuestros
ciudadanos, maestros, universidades y científicos se conviertan en productores de conocimiento
endógeno visible y con ello extiendan su acción, en el sentido de contribuir a presentar el conocimiento
extranjero con el endógeno y con ello no solo llenar los vacíos de saberes críticos presentes en nuestras
comunidades sino aprovechar de forma sustentable esos recursos, convirtirlos en participantes activos
en la generación, divulgación y control de la ciencia y tecnología. Estamos hablando de que lo que se
produzca bajo el manto del conocimiento libre, sea a su vez creado desde lo que el brasileño
Boaventura Dos Santos (2009) describe como la Epistemología del Sur, entendida esta como la
búsqueda de conocimiento y de criterios de validez del conocimiento que otorguen visibilidad y
credibilicen las prácticas cognitivas de las clases, de los pueblos y de los grupos sociales que han sido
históricamente victimizados, explotados y oprimidos por el colonialismo y el capitalismo globales, pero
sin obviar la epistemología del Norte.

Ya sabiamente nuestro maestro de siempre, Simón Rodríguez, nos alertaba:

La América no debe imitar servilmente, sino ser original… ¿Dónde iremos a buscar modelos? La
América española es original; originales han de ser sus instituciones y su gobierno, y originales los
medios de fundar uno y otro. O inventamos, o erramos.” (Sociedades Americanas de 1828, p. 343,
Tomado de Alfonso Rumazo González (1980). Ideario de Simón Rodríguez. Caracas: Centauro.)

Bibliografía

Boaventura Dos Santos (2009) Epistemología del Sur. Mexico. Editorial Siglo XXI

Celorio, Gema (2004) Androcentrismo y Eurocentrismo en las Ciencias Sociales. Documento


disponible en línea publicado en http://www.bantaba.ehu.es/formarse/ficheros/view/Exposici
%C3%B3n_1_Sesi%C3%B3n_2.pdf?revision_id=10994&package_id=10773 Consultado el
7/08/2009

Dussel, Enrique (1995). "Europa, modernidad y eurocentrismo", en Revista Ciclos en la


Historia, la Economía y la Sociedad, Clacso.

Fals Borda, Orlando y Mora-Osejo, Luis Eduardo (2004), La Superación del


Eurocentrismo.Enriquecimiento del saber sistémico y endógeno sobre nuestro contexto tropical.
Polis : revista de la Universidad Bolivariana. (Santiago de Chile). v. 3, no. 7 (2004), p. 29-39
Documento en línea publicado en http://www.revistapolis.cl/7/bals.htm Consultado el
02/08/2009

Lander, Edgardo 2001 “Pensamiento crítico latinoamericano: la impugnación del


eurocentrismo” en Revista de Sociología (Chile: Departamento de Sociología, Universidad de
Chile) Nº 15. Documento en línea disponible en

Morales, O y Gonzalez, C (2007) Consideraciones discursivas sobre el género en el discurso


académico e institucional: ¿dónde está ella?. Revista Educere. [online]. set. 2007, vol.11, no.38
[citado 21 Agosto 2009], p.433-453. Disponível na World Wide Web:
<http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1316-
49102007000300010&lng=pt&nrm=iso>. ISSN 1316-4910.

Pluss, R; (2007) ¿Qué es conocimiento libre? Documento en línea disponible en


http://conocimientolibre.wordpress.com/sobre-conocimiento-libre/ Consultado el 8/02/2009
Rumaso, F (1980) Ideario de Simón Rodríguez. Caracas: Centauro

Vessuri, Hebe (2009) Las Mujeres y la ciencia. Podcast disponible en


http://www.iesalc.unesco.org.ve/index.php?
option=com_content&view=section&layout=blog&id=24&Itemid=323&lang=es&limitstart=12
Consultado el 03/06/2009

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