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traducci6n de

ULISES GUIÑAZÚ
El autoanálisis
de Freud
y el descubrimiento del psicoanálisis

1
por
DIDIER ANZIEU

,.

)l(I
siglo
veintiuno
editores
MfXICO
ESPANA
ARGENTINA
COLOMBIA
)l(1 IN111CE

siglo veintiuno editores, sa de cv


CERRO DEL AGUA 248. DELEGACIÓN COYOACAN . 04310 MÉXICO . D F

siglo veintiuno de españa editores, sa


CIPLAZA 5, MADRID 33 , ESPAÑA

siglo veintiuno argentina editores, sa 9


1A 111' ABREVIATURAS 23
·--~,...,
siglo veintiuno de coior 11u,a,
ncia 1111 110 H ASTA 1805
AV 311 17-73 PRIMEA PISO , BOGOTÁ , O E COLOMBIA
1 111fan
cia 29
Fn~ud creador, 29; Nacimiento y primeros años en Freiberg
( lll56- 1859), 34; Emigración, instalación en Viena en 1860.
Estudios secundarios ( 1866-1873) , 42
' Noviazgo y boda (1882-1886) 48
l ,a formación biológica y médica 59
Estudio s de medicina y primeras investigaciones anatomo-fisio-
lógicas ( 18 73-1881 ) , 59; Residencias clínicas e investi gac iones
neuro lógicas, 63; El episodio de la cocaína ( 1884-1885 ) y el
prob lema de la "toxicomanía " de Freucl, 67
Freud y Charcot 73
La residencia en la Salpetriere ( 1885-1886), 73; Comienws de
1,i pr áctica privada y fin de las investigaciones neurológicas
( 1886-1891), 80
,. Freud y Breuer 83
La terapéutica de los histéricos mediante hipnosis (1889-189 3 ),
113; Nuevas concepciones psicopatológicas de Freud ( 1893-
1895), 99
h Freud y su tiempo 113
El siglo XIX frente al magnetismo y la hipnosis, 113; Los con-
temporáneos de Frcud frente a la sexualidad, 118; Freud y el
pens amiento judío, 123; Freud y la cultura general, 127
edición al cuidado de juan olmelo
1 Fre ud y ,Fliess 137
portado de anhelo hernández
La entrada de Freud en la crisis de la mitad de la vida, 143
primero edición en español , 1978 11, 11. DES CUBRIMIENTO DEL SENTIDO DE LOS SUEÑOS
cuarto edición en español , 1988 l. Situación intelectual de Freud en julio de 1895 151
© siglo xxi editores , s .o . de c.v . Int erés de Freud por el sueño, 154
ISBN 968 -23-0006 - l (obro completo) 2. El sueño de la "Inyección a Irma" (24 de julio de 1895) 160
ISBN 968-23-0007-0 (tomo l) Lo s antecedentes del sueño, 160; Texto del sueño y prim era in-
ter pretación, 164; Comentarios e interpretación por Freud, 166;
primero edición en francés , 1959 O tras interpretaciones, 169
segundo edición en francés, 1975 'l. Desde el sueño sobre Irma hasta la muerte del padre de
c 1959 , presses universitoires de france Freud (julio de 1895-octubre de 1896) 185
título original : l'outo-onolyse de freud El Esbozo de una psicologla científica (septiembre-octubre de
et lo découverte de lo psychonolyse, l 1895), 186; Reforzamiento del trabajo científico, de la relación
con Fliess y de la angustia, 190; Sueños de sed y de despertar ,
derechos reservados conforme o lo ley 197; El sueño " Se ruega cerrar los ojos" (25-26 de octubre de
impreso y hecho en méxico / printed ond mode in mexico
1896), 199

[7]
ÍNDICE
8
III. EL DESCUBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE EDIPO
P1n:FACIO
205
l. La noción de "aparato psíquico"
213
2. Los sueños de Roma (enero de 1897)
Primero y segundo sueños de Roma, 214; Tercer sueño de Roma,
218; Cuarto sueño de Roma, 226; Conclusiones sobre los sueños
de Roma, 238
3. Preludio al autoanálisis sistemático (febrero-mayo de
1897) 244
1
l !!1111 l111teprofesor de filosofía, fui durante tres años (1951-1954)
El sueño del "Tío de barba amarilla" (febrero de 1897), 244; 111,;utc en la Sorbona de Daniel Lagache, quien me había aconsejado
El sueño "Via ... Secerno" (27-28 de abril de 1897), 250; El pn•¡,.11.irla recién creada licenciatura en psicología, y emprender una
sueño "Hella" (mayo de 1897), 254; El sueño "Subir las escaleras Í11,111.1n6n psicoanalítica. Durante el invierno de 1950-1951, Lagache
desvestido" (mayo de 1897), 256; Nuevos progresos teóricos y
t I w propuso como tema de tesis el autoanálisis. Examiné entonces la
clínicos, 260 lid,liografía sobre el tema. En 1953 escribí el prefacio a la traducción
4. El autoanálisis sistemático (junio-noviembre de 1897) 263
La "neurosis de trasferencia" de Freud, 263; El derrumbe de la lr,11111 sa de El autoanálisis de Karen Horney ( 1942). Leí cierto nú-
hipótesis de la seducción sexual, 266; Rememoración de los re- 111{'1 o de relatos y aun manuales publicados en el extranjero y que
cuerdos del segundo año (29 de septiembre-3 de octubre de rn,1,1gnan experiencias autoanalíticas curiosas a veces, a veces chatas.
1897), 26 7 ; El sueño "Cabeza de carnero" ( 3-4 de octubre
de 1897), 269; El recuerdo encubridor de la escena del "cofre",
~le iutcresé en las tentativas de los surrealistas franceses, para quienes
271; Sueño del "Médico tuerto" (mediados de octubre de 1897), 1 1111toanálisis,bajo la forma de escritura automática, de relatos de
273; El descubrimiento del "mito de Edipo" y el error en la 11diosy de la descripción literaria o plástica del material preconsciente,
inyección aplicada a la anciana (mediados de octubre de 1897), 11~tituyóuna viviente aplicación del descubrimiento freudiano, quizá
275; Caracteres y primeros efectos del autoanálisis de Freud en p;,c,,eficaz en el plano de un mayor equilibrio personal, pero innova-
septiembre y octubre de 1897, 282 ra para ciertas artes, y que permitió al psicoanálisis, más que las
IV. EL DESCUBRIMIENTO DE LA ESCENA PRIMITIVA Y LA PRIMERA
¡111lilicacionesconfidenciales de algunos médicos o filósofos, hacerse
VERSIÓN DEL LIBRO SOBRE LOS SUEÑOS
l. Primera tentativa de Freud de liberación respecto de 1,11occrpor fin en Francia. Intenté establecer el balance de los escritos
Fliess (diciembre de 1897-febrero de 1898) 285 ,1111· la contratrasferencia, campo por excelencia del trabajo autoana-
Congreso de navidad de 1897 con Fliess y recuerdo de su fobia litin, del psicoanalista. Encontré pacientes y estudiantes que a veces
infantil en la estación de Breslau, 285; El sueño "Mi hijo, el 1111,,~ o después de una cura y a veces fuera de esta perspectiva habían
miope ... auf Geseres-auf Ungeseres" (enero de 1898), 290 i11ptl'ndido una experiencia autoanalítica y consentían en mantenerme
2. Preparación del libro sobre los sueños (febrero-julio de 111111riente.En ocasión de determinados episodios de mi propio psico-
1898) 298 11(ilisisy de mis primeras curas, tomé nota de algunas observaciones
El sueño "Otto parece enfermo" ( febrero de 1898), 298; Compo- ol 111·mí mismo. Y, last but not least, retomé con nuevos ojos Die
sición de la primera versión de Die Traumdeutung, 300
312 rnmdeutung (La interpretación de los sueños) (1900a), über den
3. Sueños contemporáneos de la primera versión
El sueño "Monografía botánica" (8, 9 o 10 de marzo de 1898), 11,1111n(El sueño y su interpretación) (1901a), Zur Psychopathologie
312; El sueño "Madre querida y personajes con picos de pájaro", Wtagslebens (Psicopatología de la vida cotidiana) ( 190t b) y los
328; El sueño "Goethe ataca al señor M ... " (entre el 14 y el 27 11110volúmenes de los Collected Papers (1924-1950), tratando de
de abril de 1898), 344; El sueño "Castillo al borde del mar" o ¡li':n,brir en todo ello, a través del autoanálisis efectuado por Freud
"Navío del desayuno" (10-11 de mayo de 1898), 349; El sueño
"Sala con máquinas" o "Casa de salud" o "Deshonestidad" (ma- d, sus sueños, recuerdos, lapsus, olvidos y actos fallidos, el proceso
yo de 1898), 353; El sueño "Ensoñación en el sueño" (¿junio 1111~1110 del descubrimiento del psicoanálisis. Por un momento, encaré la
de 1898?), 357 t, 11cción de dos volúmenes diferentes, uno sobre el autoanálisis en
359
4. Los grandes sueños del verano de 1898 111•ral,otro sobre el joven Freud. Me alentaba a esta solución la
El sueño "Hollturn" ( 18-19 de julio de 1898), 359; El sueño 1111rsanterenovación de mis lecturas: la publi_cación en alemán de
"Excusados al aire libre" (julio-agosto de 1898), 368; El sueño
"Conde Thun" (agosto de 1898), 372; De la fantasía de escena
¡1111parte de las cartas de Freud a Fliess (Freud, 1950a); su traduc-
t i1111 al inglés, enriquecida con nuevas notas, en 1954, y luego al
primitiva a la angustia de castración, 387

[91
PREFAC IO i'l!I I ACIO 11
10
francés en 1956; la publicación de otro grupo de esas cartas en la , 1rnvés de una obra ya concluida y casi íntegramente publicada; los
biografía de Freud por Jones, cuyo primer volumen apareció en 1953; p,l, nanalistas que me formaban no aprendieron el psicoanálisis con
la aparición cada año, a partir de 1953 y hasta 1966, de los 24 volú- i '¡¡ 11dmismo, sino con sus primeros discípulos . El carácter a mis ojos
menes de The Standard Edition of the complete psychological wo rks lq ¡lt uno de mi curiosidad por la vida interior y la creatividad del fun-
of Sigmund Freud; la impresionante serie de artículos de S. y S.C. dt;d11rme disculpaba de toda sospecha de lesa majestad , y la oscura
Bernfeld ( 1944a, 1944b, 1946, 1949, 1951, 1952, 1953), quienes fue- id, 111ificac ión del psicoanalista principiante que yo era con el Freud
[ !IJ los comienzos, hacía el resto. Nueva coincidencia, el mismo año en
ron los primeros en considerar como historiadores la infancia y los
estudios de Freud, especialmente a través de sus fragmentos autoan a- I'" publiqué (Anzieu, 1956a) la bibliografía completa de las publi-
líticos publicados, y descubrieron, en la observación central ·del artícu lo " 111nesdel joven Freud (1856-1902) y la de las traducciones fran-
Vber Deckerinnerungen (Los recuerdos encubridores) (1899a), un 1.1 de Freud, apareció en inglés la bibliografía completa de sus es-
relato autobiográfico disfrazado ; por último el artículo de E. Buxbau m r.,1t11 s (A. Tyson, J. Strachey, 1956), utilizada por la Standard Edition
•(IH' se convertiría, con algunos retoques, en definitiva.
( 1951) , que propone una reinterpretación de algunos sueños de Fre ud
a la luz de su intercambio epistolar con Fliess, y las discusion es 1•:11juni o de 1957, presenté en la Sorbona, impreso, mi libro Le
, ¡11hodrame analytique chez l'enfant (P.U.F., 1956) como tesis com-
que dicho artículo suscitó (G. Van der Heide, 1952; E. Jones, 1952;
S.C. Bernfeld, 1952). Puesto así .en camino, continué y completé sis- ¡,I, 111cnta ria, y una obra manuscrita: L'auto-analyse: son role dans la
temáticamente el trabajo esbozado por esos diversos autores; reali cé /,,, ,muerte de la psychanalyse par Freud; sa fonction en psychanalyse,
el inventario de los documentos autoanalíticos que figuran en la obra •.l11110 tesis principal, para obtener el doctorado en letras. Esta última
de Freud y en su correspondencia; traté de fechar tales document os, 1m,~, en cuya dirección Juliette Favez-Boutonier había finalmente
y eso constituyó, creo, mi más original idea; luego los clasifiqué en , (1 111pl azado a Daniel Lagache, yuxtaponía tres estudios de hecho se-
su probable orden cronológico; los releí en ese orden y anexé a cada ¡,,11.ldos: el autoanálisis de Freud y el descubrimiento del psicoanáli-
uno un comentario, no sólo en cuanto a él mismo, sino reubicánd olo la historia, desde Freud, del autoanálisis; una comparación clínica
en la dinámica de conjunto que los había llevado a sucederse de esa !'111, 1• el autoanálisis y el psicoanálisis. Apareció dos años después
( l',U.F., 1959) y, ya fuera porque su carácter misceláneo y su aire
manera. 11111vcrsit ario desalentaran a los eventuales lectores, ya fuera porque la
La aparición, en 1953 y en 1955, de los dos primeros tomos de la
111 s,·ncia de interés en Francia, en esa época, por la historia del psico-
monumental biografía en inglés consagrada a Sigmund Freud por
Ernest Jones, The life and work of Sigmund Freud, me hizo cambi ar 111,1lisisen general y por la de su descubrimiento en particular redu-
de opinión acerca del proyecto de dos volúmenes diferentes. El títu lo 1' , " al mínimo el número de sus lectores eventuales, fue poco leída y
El joven Freud, en el que había pensado para el segundo de esos ¡,., obtuvo, en mi país y en las comarcas vecinas, sino la estima de los
volúmenes , había sido utilizado por Jones en su primer tomo, Th e , 1 wcialistas. Los ejemplares de la primera edición de aquella Traum-
,I, 11ttmg que yo comentaba ampliamente también se vendieron con
young Freud, aproximativamente traducido en la edición francesa como
La jeunesse de Freud. La biografía de Freud, que me había pareci do i.'111·11tago tas en los primeros años: semejante repetición del destino me
deseable y necesaria, existía y abundaba en informaciones de todo 1 , , reconfortado. ·
orden , y revelaba especialmente una asombrosa e insospechada corres - 1,
: 1 prefacio de la primera edición precisaba las intenciones de la
pondencia de Sigrnund con su novia Martha . En cambio, el sumari i,111,t: "El año 1956, año del centenario del nacimiento de Freud, ha
capítulo de Jones sobre el autoanálisis de Freud (J, I, cap. x1v), nos 11, minado de volver tangible la renovación de los estudios freudianos.
dejaba el campo libre. Sin duda, aquellos que habían conocido per - 1 , presente obra querría inscribirse bajo la doble égida de esa reno-
sonalmente a Freud, que lo habían amado mientras vivía, que había n " 16n y de la fidelidad a la memoria y al espíritu del inventor del
realizado bajo su impulso una obra de pioneros, no podían hablar del 1' 1 1l'.Oanálisis. Desde la obra de Dalbiez ( 1936), primera tesis sobre
hombre sino quedándose en cierta medida afuera, es decir, poniend o 1 11•uddefendida en la Sorbona, muchas cosas han cambiado en nues-
el acento en sus actos y gestos, en sus dichos, en su influencia, en su 1,ns conocimientos en este dominio . Se multiplicaron artículos y li-
sucesivos aport es científicos, en su vida cotidiana y en lo que se trasun -1 l11 11s,que conducen con frecuencia a una vulgarización del pensa-
taba de su práctica en las discusiones. Mi posición era diferente: ama - 1111,·nto freudiano que termina por generar, en el público y hasta en
ba en Fr eud a un gran desapar ecido; conocía indirectamente al hombr e 11wdiospsicoanalíticos, cierto número de mitos. En cambio, las edi-
12 PREFACIO 1•1mFACIO
1:1
ciones alemana e inglesa de las obras de Freud, consecutivas a su , orno historiador, sé que sólo la verdad es proficua tarde o tempra-
muerte ( 1939), la publicación de sus manuscritos inéditos y de un- 110 , y también que requiere ser comunicada con tacto y oportunidad.
portantes fragmentos de su correspondencia, permiten esbozar un S1¡~mund Freud, entregando al público Die Traumdeutung, donde
nuevo y más justo rostro de Freud. El acento puesto en sus trabaj os , onfiaba mucho de sí mismo, realizó una acción valiente, fecunda y
de juventud, hasta entonces desconocidos en cuanto a su significación, r,j,•mplar; se abstuvo, sin embargo, de decirlo todo: ¿ quién, por lo
si no también en cuanto a su existencia, constituye el pródromo de d,·más, podría jactarse de haberlo logrado? Más tarde, tuvo muy
un fructuoso retorno a las fuentes. i11~tamenteconciencia de haber sido, en su dominio propio, un genio,
"Además de esas resonancias generales, nuestra empresa desea evo- , en el resto de su vida, un hombre común. Si se aparta de este punto
car otras dos, más precisas. La redacción de una biografía ya no pu e- , le equilibrio, el historiador del psicoanálisis corre el riesgo de caer
de ignor¡i.r los datos de la ciencia de la personalidad, y con may or r:11 el Caribdis de la leyenda hagiográfica y del culto de la persona-
razón cuando su objeto es un psicoanalista, y el primero entre ellos. lulad o en la Escila de revelaciones pretendidamente escandalosas,
¿ Qué es una biografía psicoanalítica? No es mi propósito tratar este 1 il como los disidentes las practicaron en vida de Freud, tal como
asunto, pero el estudio que sigue de la vida interior de Freud de 1895 11oazen lo hizo ( 1969) en su historia de Freud y de Tausk.
a 1902, completado por la cronología del joven Freud ( anexo 1) , Volvamos a mi prefacio de 1959. Allí abordé , cosa más importan-
quiere ser un ejemplo de tal biografía. Sin abordarla tampoco en sí 1,· y sobre la cual mi posición no ha variado, "la condición previa
misma, la otra cuestión que nuestra investigación implica es la si- q11e condiciona la validez de mi empresa. ¿ Tenemos el derecho de
guiente: ¿ por qué caminos psicológicos se efectúa un gran descubr i- 1lirmar que el autoanálisis de Freud pueda ser, en lo esencial, re-
miento? Jamás, sin duda, fue dado seguir más de cerca y duran te rnnstruido con una exactitud y una pormenorización suficientes a
más tiempo un proceso semejante que en el caso del autoanálisis de partir de los documentos que existen? Freud, en Die Traumdeutung,
Sigmund Freud. Al escribir lo más minuciosamente posible la hist o- " ¡ute que ofrece sólo un análisis parcial de sus propios sueños. Kris,
ria de ese autoanálisis, he tenido a veces la impresión de poseer el 1•rologuista y anotador de las cartas a Fliess, juzga adecuado añadir
diario retrospectivo del descubrimiento del psicoanálisis." 1 la edición inglesa de las mismas una nota claramente negativa:
Consagraba luego un parágrafo bastante largo a deplorar la deb i- ' l'arece indicado destacar que en su Interpretación de los sueños, Freud
lidad de las traducciones francesas de Freud (Die Traumdeutung y 110pretendía ofrecer un análisis "completo" de sus sueños, sino que
Vber den Traum, por ejemplo, se convirtieron respectivamente ¡ en ,. valía de cada uno de los ejemplos propuestos con un objetivo bien
La science des reves y Le reve et son interprétation ! ) y las neglige n- d,·finido. Igualmente, nada nos autoriza a pensar que toda barrera
cias de los editores de todas las lenguas en materia de publicación de li11y a sido suprimida en las cartas a Fliess. Parece evidente, por el
textos freudianos (por ejemplo, se han publicado sólo 153 de las car- , 1111trario,según los textos, que en las cartas no se trata sino de algu-
tas a Fliess y 15 manuscritos anexos, de un total de 284 piezas; ad e- 1111s aspectos elegidos de los intereses y preocupaciones de Freud. Cla-
más, muchas de esas cartas se publican truncas). Después he caído 1'11111entese echa de ver que Fliess no estaba al corriente de todas las
en la cuenta de que esas debilidades y esas negligencias eran propia s, fw;es del autoanálisis de Freud [.. .J. Tenemos, entonces, el derecho
si no de la naturaleza de las cosas, al menos de la naturaleza de los ,li: repetir a propósito de esta cuestión que Freud se daba cuenta de
hombres, y que las grandes obras literarias atraviesan generalment , bs limitaciones de su autoanálisis. A la edad de 40 años aproximada-
una fase análoga entre el momento en que su impacto las hace únp o 1111•nte, expone con claridad sus opiniones sobre el tema en una carta
nerse de manera más o menos anárquica y el momento ep. que 1 dirigida a un hombre cuyas contribuciones al psicoanálisis fueron
crítica más o menos universitaria viene a poner orden y precisión. L (1111 siderables, aunque él mismo no se hubiese sometido al análisis.
experiencia de la vida, asimismo, me ha vuelto comprensivo respect ¡;n•ud subraya la importancia crucial del análisis personal en el tra-
de las razones de los editores de la correspondencia de Freud: e 1wJO analítico y declara no haberse contentado con un autoanálisis
tanto que viven algunos de sus pacientes, y por supuesto algunos d, ino porque era, en la época, el único analista, y por consiguiente to-
sus propios hijos, hacer notorios algunos detalles es algo que no pue , dos los demás analistas eran sus discípulos, hecho que habría vuelto
de sino diferirse. Las exigencias deontológicas del psicoanálisis hace i,11posibleel proceso analítico' (F, ing 34, n. 3, fr 30, n. 3, ausente de
del respeto por los demás un valor absoluto, que al mismo tiempo e ln t·dición alemana) .
una condición de posibilidad de la cura. Como psicoanalista, y tambié "Con esa intervención Kris parece, sobre todo, precaverse contra
14· PREFACIO l 'lll 1 l'ACI O 15

un riesgo: que la publicación de las cartas a Fliess y su revelació n 111que se haya entregado un hombre. Semejante brecha en la tradi-
sobre el autoanálisis de Freud no vayan a desacreditar la institució n , ' i,111del muro de la vida privada y del respeto por la personalidad
irremplazable, del psicoanálisis didáctico. Esta institución obliga al 1111tiene aquí nada de asombroso. Este hombre, ¿ es necesario recor-
futuro psicoanalista, a justo título, a someterse al método que desea d 1rlo?, nos ha enseñado igualmente que el amor propio es el obs-
practicar luego. En cuanto a Freud, se ha entregado mucho más de 1'u ulo más pérfido para el progreso de la ciencia y que el yo consciente
lo que él mismo decía, o incluso de lo que quería. Agrega notas que , , ch~con demasiada facilidad a la ilusión de creerse amo de su casa."
dan un último toque a sus interpretaciones. Vuelve sobre algunas de Daniel Lagache, que ha quedado para mí como un ejemplo de ri-
ellas cien páginas más lejos y las completa . O, incluso, comunica a 111rcientífico, de estilo sobrio y preciso y de pensamiento pluridisci-
Fliess aspectos diferentes de los reservados para la publicación. Cua n- ¡,lmario, había prologado esa primera edición de El autoanálisis. Re-
do se reúnen --cosa que, por lo que conozco, nunca se hizo antes de p1oduzco el pasaje más importante de su prefacio, acerca de la prime-
la presente obra- todos los fragmentos de interpretación concernie n- t'i1 part e de entonces ( única que es objeto de la presente edición) :
tes a un mismo sueño, fragmentos esparcidos en diversos capítulos o "La esencia del psicoanálisis, como instrumento del conocimiento
escritos de Freud, se tiene la impresión de agotar el sentido de dicho d.-1 hombre, consiste en que se desarrolla en el registro del lenguaje,
sueño. Por otra parte, cada vez que Freud se abstiene de decir lo que p11rla comunicación del analizado con el analista. En la 'situación
sabe, lo declara así. Incluso precisa varias veces, como buen puritan o 111alítica' el psicólogo aprehende en vivo la manera en que el sujeto
de la era victoriana ( cf. Anzieu, 1956e) , que su discreción atañe a ,. sitúa en el mundo de los hombres y el modo como se ha insertado
su vida sexual , pero el contexto , atando cabos, permite , en genera l, ,_11él. La originalidad y la fecundidad del psicoanálisis proceden de
adivinar. Al releer las pruebas de Die Traumdeutung, Freud se asus- , ,,as verdades; sus dificultades o sus extravíos del olvido de las mismas.
tará por haber revelado tanto sobre sí mismo. Volverá sobre el punt o
"Pa ra quien se interesa en la investigación fundamental en psico-
en el prefacio a la segunda edición. En la Psicopatología de la vida
111;'1lisis
, puede resultar paradójico consagrar un largo estudio al
cotidiana observará que el ejercicio del psicoanálisis torna incapa z
111toan álisis. ¿No constituye una mirada hacia atrás, hacia el conoci-
de disimulo a aquel que lo practica . Freud ha dejado que se exprese
1111 cnto de sí mismo y la introspección? Sin duda, ni el uno ni la otra
la totalidad de su verdad sobre sí. Por cierto, en Die Traumdeutung ,
tuvo la tentación de velarla, fragmentándola, entremezclándola con , ~tán ausentes, ya sea entre los medios, ya entre los efectos de un psi-
análisis de sueños de sus pacientes y consideraciones teóricas. Pero 1oanálisis. Pero ello en el contexto de la relación entre el analizado
y el analista; más que conocimiento de sí, un psicoanálisis es un tra-
no se detiene hasta haber publicado, en otras obras o artículos , tod o
li.ljo que el analizado cumple sobre sí mismo. Ver en el psicoanálisis
lo que le quedaba por decir al respecto . Por lo demás , sobre el tem a
preciso del autoanálisis , ¿ qué nos aporta, que sea de gran importan - 1111 a variedad de la introspección equivale a desconocerlo. El conoci-
cia, la publicación de las cartas a Fliess? Fechas y predsiones de 111 icnto de sí y la introspección son incapaces de asegurar las bases
detalle. Nada nuevo en ci,anto al fondo, en relación con las confiden - d,· una teoría del psicoanálisis, de sus fines, principios y eficacia.
cias y los ·recuerdos de granados en Die Traumdeutung. Desde este "Más bien el psicoanálisis esclarece el autoanálisis. Permite com-
punto de vista. la lectura de las cartas más bien decepciona. Mi cer- prender las limitaciones y los errores de un autoanálisis reducido a sus
tidumbre, en fin, reposa en otra prueba. Cuando se ha establecid o ¡1ropios medios. Descubre el sentido y asegura la eficacia de un auto-
el inventario de los textos autoanalíticos de Freud ( cf. anexo 3), cuan- 111 álisis que acompaña o sigue a un psicoanálisis verdadero. Pues el
do se los ha retirado del contexto que desvía sus sentidos y se los lee , onocimiento de sí está más cerca del diálogo que del monólogo.
en el orden de sucesión probable, se asiste al desarrollo de una evo- "Y sin embargo, el autoanálisis tiene su lugar entre las fuentes del
lución interior que no contiene ya casi nada de inexplicado. Además , pt•nsamiento analítico. En Freud se extiende durante largos años. No
cua,ndo se compara esa evolución, como he intentado hacerlo, con , on sus solos medios, pero dentro de su movimiento, realiza algunos
las etapas contemporáneas de la vida y obra de Fr eud, uno se sor~ dr sus descubrimientos fundamentales: la teoría de los sueños, el com-
prende por la coherencia que resulta de tal confrontación . A pesar de pl1•jo de Edipo. Pero, precisamente, esta experiencia sin precedentes
aparentes y muy humanas reticencias, a pesar de precauciones por y sin réplica se instaura y se desarrolla en la trama, los arrebatos y
lo demás sembradas de fallas , Freud, en el fondo de sí, lo ha hecho l.1s vicisitudes de una amistad.
todo para _que nos llegue la más extrema divul gación de sí mismo a "Es el tema del primero y más extenso capítulo de esta obra. Este
16 PREFA CIO l'IILFACIO 17
estudio realiza una síntesis original, plena de hechos y apreciacione s t,1 canadiense de lengua francesa Interprétation ( desaparecida a su
nuevos, de los trabajos que se han multiplicado desde hace algun os \11 en 1973), una puesta al día muy enriquecida de mi bibliografía
años sobre el tema del 'joven Freud' y, a la vez, sobre las fuentes m ás 111• las traducciones de Freud aparecida en 1956, luego, en 1973, todo
alejadas y las intuiciones más decisivas del pensamiento analítico." 1111 volumen: Bibliographie des écrits de Freud.
Entre tanto, la primera edición de mi Auto -analyse ( 1959) se ago-
[i', bruscamente. Estaba excluida una reimpresión sin cambios de aquel
El clima intelectual respecto del psicoanálisis, en Francia, evolucionó libro inconexo del cual algunos pacientes esperaban muy equivocada-
mucho desde 1959. Los dos tomitos de excelente vulgarización debi- 1111·nte la receta milagrosa para curarse a sí mismos, y que por otra
dos a Marthe Robert, La révolution psychanalytique ( 1964), la obr a parte no estaba lo bastante al día como para ser útil a los lectores,
densa del filósofo Paul Ricoeur, De l'interprétation, Essai sur Freud 1 ida vez más numerosos, que necesitaban un instrumento de trabajo
(1965), el Vocabulaire de la psychanalyse (1967), realizado por J. 11hreel joven Freud, sobre el sueño, sobre el descubrimiento del psi-
Laplanche y J.-B. Pontalis bajo la dirección de D. Lagache, las tra - 111análisis. Decidimos, pues, limitarnos a estos últimos temas y reto-
ducciones de la correspondencia privada de Freud ( 1966), que com- 111,tr, dándole cuerpo, sólo la antigua primera parte, sobre el auto-
prende cartas a Breuer, a Martha y a otras personas de la famili a, 111álisisde Freud, para componer una nueva obra .
la traducción de los tres volúmenes de Jones, La vie et l'oeuvre de Examiné de cerca el voluminoso trabajo del norteamericano Ale-
Sigmund Freud ( 1958, 1961, 1969), atrajeron la atención sobre los 1ndre Grinstein, On Sigmund Freud's Dreams ( 1968), quien estudió
orígenes del psicoanálisis y el desarrollo del descubrimiento freudian o. 1on erudición poco común dieciocho de los sueños personales expues-
Por otra parte, tres escisiones sobrevinieron sucesivamente en el seno 1os por Freud en Die Traumdeutung. Le debo numerosas precisiones
del movimiento psicoanalítico francés. El año 1953 ve la fundació n d,· detalle: fechas, identidades de personajes, extractos de prensa y de
de la Société fran~aise de Psychanalyse y de la revista La Psycha- 11-~istrocivil, acontecimientos contemporáneos, análisis detallado de lec-
nalyse ( que tendrá ocho números), por los minoritarios de la Socié- 111rasliterarias de Freud, etc . Pero esta suma, que habría podido
té psychanalytique de Paris, que continuará publicando la Revue fra n- tornar caduco mi nuevo proyecto, resultó, con el uso, insatisfacto-
faise de Psychanalyse. En 1964, al cabo de once años de existencia, la 11,t.En efecto, Grinstein se ha limitado arbitrariamente a una escasa
Société fran~aise de Psychanalyse decide disolverse; a partir de ella s, 111iladde los cuarenta y tres sueños de Freud publicados en Die Traum-
crean, por una parte, la Association psychanalytique de France con su rll'utung, descuidando además los cuatro sueños (uno de ellos muy
Nouvelle Revue de Psychanalyse y el órgano interno Documents et Dé- 1111portante) aparecidos ultcriormente en Vber den Traum, y los tres
bats, y, por la otra, la École freudienne de Paris, con la revista Scilice t ~11l'ñosque conocemos sólo por las cartas a Fliess. Además, aun cuan-
y el órgano interno Lettres de l'École freudienne. Por último, en 1969 do logró fechar dieciséis de ellos (más de una vez mejor de lo que
los minoritarios de esta última École crean el Quatrieme groupe y 1 yo lo hice en L'auto -analyse de 1959, libro que no parece haber cono-
revista Topique. Dos de esos agrupamientos son actualmente reconoc í ' 1clo), no pensó en examinarlos en orden cronológico, lo que habría
dos por la Asociación "psicoanalítica internacional": la Société psy d.tdo unidad a su libro y a la vez lo habría puesto sobre la pista de
• chanalytique de Paris y la Association psychanalytique de France. L 1111cvasy fructuosas relaciones: presentó en desorden los dieciocho
revista L'Inconscient, que deseaba ser independiente de las escuel 11cñosa los que limita su comentario. En fin, más de una vez le
constituidas, comienza su carrera en 1967 y la termina en 1968 co 1,rurrió el percance que acecha a los eruditos, a saber: el árbol no
su octavo número, sustituida a partir de 1969 por Études freudie n 11'deja ver el bosque; en sus comentarios, Grinstein hipertrofia a me-
nes. Los debates que acompañan a tales escisiones y los pedidos d 11udo la importancia de los restos diurnos ,para la comprensión de
afiliación a la asociación internacional ponen el acento en el retom los sueños de Freud, en detrimento del deseo inconsciente, del con-
a las fuentes, y cada grupo invoca, en contra de los demás, al verdé 1lirto defensivo, de los mecanismos distintos que el de la figuración
dero Freud. Una traducción mejorada pero aún imperfecta de D i, •,nnbólica. Para mí, los sueños de mis pacientes, mis propios sueños,
Traumdeutung aparece en 1967 con un título más exacto: L'lnte los sueños de Freud, cuentan primero como testimonios de la vida
prétation des reves. Las traducciones mimeografiadas o impresas pulsional, como representaciones del drama personal, como produc-
artículos importantes de Freud aún no accesibles en francés ven 1 1os del traba jo elaborativo ( perlaboration) .
luz, y R. Dufresne, de Québec, puede publicar, en 1971, en la revi También he consultado con provecho la obra póstuma del norte-
18 PREFACIO
l' IH,l' ACIO
19
americano Max Schur (1972), Freud: living and dying. Cuando ya
1 '11.dqu
iera que sea el mérito de los comentadores, es necesario, en
había .emprendido su formación psicoanalítica, Schur, joven clínico
l,·rto, retornar siempre a los textos de Freud. ¿ Cuáles son los textos
reputado, llegó a ser, a fines de 1928, el médico personal de Fre ud , l1111dame ntales en los que . se ha apoyado mi trabajo? He aquí , para
quien, desde .hacía cinco años, sufría del cáncer que habría de llevár- , 11111cnzar, los principales documentos disponibles concernientes a la
selo. Schur lo atendió hasta el último minuto. De esta lectura extr aje 1111111cramitad de la vida de Freud.
informaciones suplementarias sobre los malestares físicos de Freud en
Primero, del propio interesado, la primera parte de las Contribu-
la época de su autoanálisis, sobre algunos de sus pacientes de ento n-
;1,11J a l'histoire du mouvement psychanalytique (1914d), las cuatro
ces, sobre acontecimientos contemporáneos, y también sobre los pri-
¡1111 ncras partes de Ma vie et la psychanalyse (1925d) y los pasajes
meros años de la vida de Freud en Freiberg, según investigaciones de
p/1~t11ma mente publicados de sus cartas a Fliess (F) y del resto de
Sajner ( 1968) y de los Gicklhorn ( 1958 a 1969). Hallé interesan tes
11 rnrres pondencia ( C). Luego los recuerdos de su hermana, Anna
nuevos fragmentos inéditos de las cartas a Fliess citados por Schur ,
l 1,·11d- Bernays (1940), de memoria a veces vacilante, y de su hijo
así como sus comentarios originales sobre la media docena de sueños
de Freud que examina de manera profunda, sobre todo cuando se t.,rtin Freud ( 1957). Por último , en orden cronológico, las biogra-
1I ,~ debidas a discípulos: Wittels ( 1924 y 1931), Reik ( 1940), Sachs
trata de sueños que no retuvíeron la atención de Grinstein. El aut or
consagra alrededor de 150 páginas al autoanálisis de Freud (prim e- ( 1'M-5), Jones (J, I, 1953), Schur (S, 1972). A lo que conviene aña-
ra parte, caps. 3, 4, 5, 6), al cual estudia más o menos en orde n !li,· la notable serie, ya señalada, de artículos de los Bernfeld ( de
cronológico, adoptando una doble perspectiva: la de la "trasfere n- 11)11 a 1953) : ligan algunas fases del autoanálisis de Freud con epi-
cia" sobre Fliess, ya explotada por todos los autores precedentes, y 11diosde su infancia y de su juventud, estudiados de manera precisa,
dl'l,tllada y muy documentada.
la de las repercusiones psicosomáticas producidas en Freud por el tr a-
ba jo de descubrimiento de sí y del psicoanálisis -perspectiva ésta En el anexo 1, el lector encontrará una síntesis resumida de los
enter amente nueva. Pero , en su conjunto, la obra resulta superficia l, ¡11mcipales elementos conocidos de la "biografía del joven Freud
y, si el trabajo interior es a veces iluminado, está lejos de ser exam i- ( l/!56-1902)". Pero una biografía individual no insertada en su tiem-
1111resultaría muy artificial. Por lo tanto, le he añadido una "crono-
nado de cerca en todas sus etapas y complejidad .
1111{1,t general de los acontecimientos y de las obras ( 1850-1901)" más
Una última publicación me ha sido útil: la suma de H . F. Ellen-
1111 portantes, en la época del joven Freud , en el mundo entero y par-
berger ( 1970), The discovery of the unconscious. Canadiense de ori-
11, 11larme nte en el Imperio austrohúngaro (anexo 2). H e juzgado
gen suizo, psiquiatra y erudito, el autor, que se había apartado del
11 p<1rtuno completar dicha cronología con mapas de Europa, Austria
psicoanálisis freudiano, consagra a Freud, a los primeros grandes di-
, Italia a fines del siglo XIX, en los cuales, además de las capitales
sidentes y a Janet --con tanta libertad como objetividad-, estudi os
,1, los Estados, he hecho figurar las localidades donde Freud , en una
alimentados con detalles pre<;isos, con frecuencia nuevos, y no du da
;,, .,sión cualquiera, pasó temporadas antes de 1902.
en poner en entredicho las ideas adquiridas, las interpretaciones tr a-
dicionales. Se ha dedicado sobre todo a reconstituir el ambiente int e-
lectual, literario y médico del siglo XIX con relación al sueño, a la
hipnosis, a ciertas manifestaciones de la locura ( desdoblamiento de 1"' lo que concierne al autoanálisis de Freud propiamente dicho, los
d11 rnme ntos autoanalíticos freudianos disponibles se reparten así:
la personalidad), mostrando que muchas de las nociones con las . cua-
[] 50 sueños hasta 1902, a saber: 43 citados en Die Traumdeu-
les Freud tuvo el mérito de forjar una teoría coherente estaban en el
11111¡:, 4 en Über den Traum ("Piscina", "Acera rodante", "Chistera
aire de su época. Tal perspectiva conduce sin embargo a Ellenbe r
d,• vidrio", "Mesa redonda") y 3 que se encuentran únicamente en
ger a minimizar e incluso a desconocer la especificidad del descu
l 1~ cartas a Fliess ("Cráneo de carnero", "Estar en sexto", "Hella"),
brimiento freudiano. En todo caso, la teoría de la "enfermedad crea
, los que conviene añadir 2 ensoñaciones diurnas citadas en Psico-
dora" ( Ellenberger, 1964), que extrae del chamanismo y propon
/•11/ología de la vida cotidiana ("Detener un caballo desbocado", "Ven-
aplicar a Freud y a sus émulos, no puede significar para los psico
analistas sino un empobrecimiento del triple trabajo inconsciente, pre 111za al encontrar 'fortuitamente' a padres que no aprecian sus cui-
,1 ufos") ;
consciente y consciente de creación del cual Freud nos dejó un pre
1J 4 7 recuerdos infantiles, recuerdos encubridores, lapsus, olvidos
cioso testimonio.
, 1ctos fallidos, hasta 1907, a saber: 43 citados en la Psicopatología
!'l t lt FAC IO 21
PREFAC IO
20
,•di,1, lo mejor posible, la creatividad y la objetividad. Una ventaja
de la vida cotidiana, 3 sólo en las cartas a Fliess ("Olvido de Juli us 1i¡1lPmentaria ha residido en la división del trabajo. Varios miem-
Mosen", "Recuerdos infantiles del segundo año", "Recuerdo de su 1,llls del seminario, germanistas excelentes, precisaban problemas de
fobia en la estación de Breslau") y uno en el artículo sobre los Re- 1, .to o de traducción: hasta 1968, más o menos, las traducciones
cuerdos encubridores ("Pradera verde con flores amarillas arranca- 1, , nccsas de las obras de Freud estaban, es sabido, salpicadas de omi-
das a Pauline"). 111111·s, negligencias terminológicas y conceptuales, inclusive de gro-
He distinguido cuidadosamente entre los documentos aparecidos en ' r os errores de sentido; todos los pasajes de Freud citados traduci-
las ediciones prínceps de esas obras, por ser los únicos contemporá- 1l11 ~ en la presente obra han sido revisados -a menudo por varias
neos del descubrimiento del psicoanálisis, y los insertos en reediciones I" rsonas- según el texto alemán y sucede que difieren notablemente
ulteriores. Por lo demás, hasta donde conozco, ésta es la primera vez d, la edición francesa corriente. Un participante, de origen vienés
que semejante inventario de los documentos autoanalíticos freudia- )' proveniente de un medio análogo al de Freud, aportaba, ora por
nos es establecido. El lector encontrará, al final del volumen, un ín- m recuerdos, ora después de consultar a gente de su familia, valiosas
dice cronológico ( anexo 3) y un índice alfabético ( anexo 4A y B) 111l ormaciones sobre la vida, las costumbres, las creencias, los ideales,
de dichos documentos. Los correspondientes índices alfabéticos que ,.¡ dialecto de la época. Otro, historiador profesional, muy al corriente
contiene la Standard Edition, además de cargar con varios error es, ol,· los avatares del antisemitismo y de la historia de las ideas, esclare-
presentan el inconveniente de mezclar los documentos, cualesquie ra ' 1.1, completaba, rectificaba las alusiones de Freud a ciertos aconteci-
que sean las ediciones de donde provienen. Por los mismos motivos, 111w n tos o a determinadas obras. Otros, por último, alumnos que se
me ha parecido útil establecer el índice alfabético de los sueños y en• l11nnaban en psicoanálisis, descubrían por primera vez al joven Freud
soñaciones de pacientes y .familiares de S. Freud ( citados hasta 1902) ) su primera labor psicoanalítica: con sus preguntas ingenuas, sus
( anexo 4c) y el índice alfabético de los sueños hallados por S. Fre ud 11·acciones imprevistas y sus críticas espontáneas corregían el giro aca-
en la literatura ( citados hasta 1902) ( anexo 4o). Ello permite com• olc·mico o rebuscado que a veces adquirían los debates y obligaban a
parar mejor la parte que, para la elaboración de Die Traumdeutun g, 1,·flcxionar. Todos los participantes del seminario eran psicoanalistas,
debe Freud a sus propios sueños y la que debe a los sueños de sus ¡,1•ro con diferentes niveles de experiencia: miembros titulares, miem-
pacientes y de las personas de su entorno. bros asociados y alumnos en supervisión se hallaban mezclados. El
.,·minario funcionó durante dos años (1970-1971 y 1971-1972) al ritmo
d1• una reunión cada quince días. Cada sesión estaba consagrada a
Una vez establecido el inventario exacto y completo del material dis 1m sueño de Freud, cuya traducción, enteramente nueva, era general-
ponible, quedaba pendiente un problema importante. Si se desea ( c 111 cnte enviada de antemano, así como eventualmente una documenta-
mo ese material parece permitirlo) ir más allá de las interpretaci , 16n (aparato crítico, resumen de los trabajos de Grinstein u otros
nes que nos ha comunicado Freud, especialmente en lo que concier ni 111 tores sobre el sueño en cuestión) redactada por Eva Rosenblum, que
a sus sueños, ¿ cómo asegurarse de la validez de los resultados? Al in n, dirigía conmigo el seminario, y por mí. Cada quien hablaba libre-
terpretar solitariamente los sueños de alguien fuera del manejo po 11ll'nte, ya fuera del trabajo preparatorio que había realizado, ya fuera
sible de la trasferencia, y con mayor razón cuando se trata de 1 dt' las intuiciones que se le presentaban repentinamente, lo que más
producciones inconscientes del inventor del psicoanálisis , persona ha l11 cn ocurría al fin de las sesiones. Poco a poco, la experiencia nos hizo
cia la cual ningún psicoanalista puede conservar una estricta neutra ,,cloptar un método de gran fecundidad: el de la lectura literal. He
lidad profesional, se corre el riesgo de proyectar demasiado de un publicado un ejemplo, a propósito del sueño de la "Madre querida y
mismo sobre él o bien (más probablemente) de verse inhibido por 1 ¡wrsonajes con pico de pájaro" (D. Anzieu, 1972, retomado aquí,
dificultad de la empresa y la envergadura del personaje. ¿ Cómo 11 p 328) : después de haber desenmarañado las cuestiones lingüísticas,
gar a escuchar todo lo que habla en esos sueños, cuya densidad, v biográficas, sociológicas y literarias, y habernos "calentado" todos
riedad y riqueza no dejan de asombrar al lector tres cuartos de ¡1mtos, leíamos el texto del sueño frase por frase (y no ya palabra por
más tarde, con el riesgo de fascinarlo y de extraviarlo? palabra como lo hizo generalmente Freud) y buscábamos el sentido
He preferido trabajar sobre ellos mediante asociaciones libres o ,·1pecífico (inclusive el doble o el triple sentido) de cada frase, o de
lectivas, método que estimula la invención y a la par garantiza el co , ada fragmento importante, aisladamente considerados. Arribados así
trol regulador de un grupo sobre la fantasía individual , y que así co
PREFA CIO
22
~

al fin, retomábamos el texto encarándolo esta vez como un tod o y LISTA DE ABREVIATURAS
buscábamos su unidad. Esto nos permitió no quedarnos en cosas aho-
ra muy conocidas (la "trasferencia" de Freud sobre Fliess, la reme-
moración de sus recuerdos infantiles, su ambivalencia hacia la im ago
paterna, su "neurosis" personal y sus conflictos sexuales, su descubri-
miento del complejo de Edipo, su contratrasferencia sobre sus pacie n-
tes y más aún sobre sus pacientes de sexo femenino) e intentar asir,
l'.11princi pio, nuestras referencias a los escritos de Freud son triples: al texto
en los procesos y en las figuraciones de esos sueños, muchas otras di- lr111:'lnoriginal, a la traducción inglesa y a la traducción francesa ( "al",
mensiones: a veces la anticipación, en forma de pensamiento por i111<
", "fr" ) . Todos los escritos de Freud anteriores a 1900, así corno los ul-
imágenes, de toda la teoría del aparato psíquico; a veces la repe ti- li ,,ores citados en la presente obra, figuran al final del segundo torno en la
ción, cada vez más evidente, de una angustia que Freud terminó por ll1hliografía de los escritos de Sigmund Freud"; su numeración sigue la de
111 Standar d Edition, ya definitiva. Hemos utilizado igualmente las siguientes
identificar confusamente, sin nombrarla aún, como la angustia de , 111.-v
iaturas, habituales por lo demás:
castración; a veces el despliegue de imágenes del cuerpo con su cor-
i/11 Sigrnund Freud, Gesammelte Werke, 18 vol., Londres, !mago, 1940-
tejo de zonas erógenas, de sensaciones visuales, auditivas, tácti les, 1952, y Francfort del Meno, S. Fischer Verlag.
olfativas, gustativas, cinestésicas y cenestésicas, destacándose sobre un ,\'/;' T he Standard Edition of th~ complete psychological works of Sigmund
fondo de espacio imaginario; a veces, por último, la necesidad cons- Freud, 24 vol. , trad . inglesa, introd . y notas de J. Strachey, Londres,
tantemente reiterada de referencias a las obras de la cultura, consi- H ogarth Press, 1953-1966.
deradas como garantías simbólicas de las verdades entrevistas. 1/IV y SE van acompañadas de un número romano que remite al torno, y de
1111.L cifraarábiga que alude a la página. La referen cia "fr" seguida de un
1111111croarábigo remite a la página de la traducción francesa citada en la "Bi-
1,liografía mencionada .
Mi reconoc1m1ento, en primer término, a Daniel Lagache, a quien
debo la idea de la primera versión ( 1959) de este trabajo, a Juliet te l h·111osutilizado abreviaturas particulares para los escritos de Freud citados
Favez-Boutonier, que me dirigió en la finalización de esa primera ver- 111~N a menudo en la presente obra,
sión, y a George Favez, mi segundo analista, gracias a cuyo traba jo
pude evolucionar lo suficiente como para tener la idea de esta se- l ,as referencias a Die Traumdeutung se hacen así :
gunda versión y la energía para realizarla. Mi reconocimiento ta m- /',/: Di e Traumdeutung, GW, t. II-III, S. Fischer Verlag, 4• ed., 1968.
bién a Eva Rosenblum, cuya colaboración entusiasta, asidua y min u- 11>: ln terpretation of dreams, SE, t . IV y V, 1953.
ciosa fue decisiva para establecer en francés el texto de los sueños y / 11, L 'inte1'prétation des reves, trad. fr . de I. Meyerson, revisada por D. Ber-
ger, París, Presses Universitaires de France, 1967.
de las citas de Freud, y para el hallazgo y la discusión de muchas de
las interpretaciones que enriquecen esta nueva versión; a Alain Besan- Las re ferencias a Vber den Traum (1901a) se dan de este modo:
c;on, Guy Cauquil, Nicole Enriquez, Elsa Hawelka, participantes ac- f/ r . Vber den Traum (al final del mismo volumen que Td), GW, t. II-III,
tivos y permanentes de mi seminario, a Hélene Bourgeau y Mich el 41' ed., 1968.
Gribinski, quienes sólo a veces estuvieron presentes . Agradezco a 111) : On dreams (al final del 6egimdo volumen de ID), SE, t. V, 1953.

Elsa Hawelka, Denise Berger y Catherine Doucet por su colabor a- 1,/ Le reve et son interprétation, trad . fr . de 1925 por H. Legros, nueva ed.
con nueva paginación, .col. "Idées", París, Gallimard, 1972.
ción en la traducción de textos alemanes; a Catherine Doucet por el
trabajo de trascripción y documentación del que salieron, especial- Las refer encias a Zur Psychopathologie des Alltagslebens ( 1901b) 6e seña-
mente, los índices, cronologías, mapas y bibliografías; y, en cuan t 1111 romo sigue:
a la dactilografía, a Régine Lissarrague, cuya rapidez, minucia e in • ,i : Zur Psychopathologie des Alltagslebens, GW, t . IV, S. Fischer Ver! ag,
terés por la tarea me han permitido llegar, a través de fases de . des- 4• ed., 1964.
alient o, al término de mi trabajo. l 'h'L: T he psychopathology of everyday life, SE , t. VI, 1960.
l'I Q: Psychopathologie de la vie quotidienne, trad . fr. de 1922 por S. Jan-
kélévitch, revisada y con nueva paginación, París, Petite Bibliotheque
Payot, 1969.

[23]
24 LISTA DE ABREVIATU RA!! !.l l!'l'A 1:>E ABREVIATURAS 25
Las referencias a las cartas de Sigmund Freud a Wilhelm Fliess se indican 1 )tras referencias: Las referencias a textos distintos de los de Freud y de
mediante la letra F seguida de la fecha de la carta y de las páginas de la1 ,,¡urllos merecedores de las abreviaturas especiales indicadas, se dan mediante
ediciones alemana, inglesa y francesa siguientes: , 1 nombre del autor seguido de la fecha de publicación y, de ser preciso, la
l',\1,111a.Remiten a la "Bibliografía general" de la presente obra.
F, al: Aus den Anfiingen der Psychoanalyse, Briefe an Wilhelm Fliess,
Abhandlungen und Notizen aus den Jahren 1887-1902, editado por
/'1,réntesis y corchetes: En las citas de Freud, los pasajes entre paréntesis
M. Bonaparte, A. Freud y ·E. Kris, introd. y notas de E. Kris, Lon
, ,11 de Freud, los pasajes entre corchetes son precisiones o traducciones -añadi-
dres, !mago Publishing, 1950. l.111por nosotros.
F, ing: The origins of psycho-analysis. Letters to Wilhelm Fliess, drafts and
notes, 1887-1902, trad. ingl. de E. Mosbacher y J. Strachey, Lon dres,
!mago Publishing, 1954. Fechas seguidas de una interrogación: Los sueños y otros documentos auto-
F, fr: La naissance de la psychanalyse . Lettres a Wilhelm Fliess. Notes , 1 111.,l
íticos de Freud citados en la presente obra van acompañados de su fecha
plans (1887-1902), trad. fr. de A. Berman, París, Presses Unive rsi (, uando se dieron o cuando fueron analizados por Freud). Cuando la fecha
1111 t•s segura, va seguida de una interrogación.
taires de France, 1956.

Las referencias a la correspondencia privada de Sigmund Freud son señala•


das mediante la letra C seguida de la fecha de la carta y de la página de la
traducción francesa:
C: Correspondance 1873-1939, trad. fr. de A. Berman y J.-P. Grossein, París,
Gallimard, 1966, de: S. Freud, 1960b, Briefe 1873-1939, editado por
Ernst Freud, Francfort del Meno, S. Fischer Verlag.
En 1968 la misma editorial alemana publicó una nueva edición a:lema
na, debida a Ernst y Lucie Freud, completada por 17 cartas y un índic
que no figuraban ni en la edición alemana original ni en la traducci ón
francesa de 1966.

Las referencias a la biografía de Freud por Ernest Jones se dan media nt,
la letra J seguida del número del tomo y de las páginas en las ediciones in
glesa y francesa siguientes:
J, ing: Sigmund Freud: life and work, 3 vol., Londres, Hogarth Press, t. I ·
The young Freud (1856-1900), 1953; t. 2: Years of maturity (19 01
1919), 1955; t. 3: The last phase (1919-1939), 1957.
/, fr: La vie et l'oeuvre de Sigmund Freud, 3 vol., trad. fr. de A. Berma
( los dos primeros tomos) y L. Flournoy ( el tercero), París, Pres s,
Univer~itaires de France, t. I: La jeunesse de Freud (1856-190 0)
1958; t. 2: Les années de maturité (1901-1919), 1961; t. 3: Les de, ,
nieres années (1919-1939), 1969.

Por último, hemos remitido como se indica a tres obras en inglés que co
tienen informaciones útiles sobre la vida y el autoanálisis de Freud (la Jet
va seguida del número de la página):
G: Alexander Grinstein, On Sigmund Freud's dreams, Detroit, Wayne Sta
University Press, 1968.
E: H. F. Ellenberger, The discovery of the unconscious, Londres, Allen L
ne, The Penguin Press, 1970. Mientras la edición francesa de la prese n
obra estaba en prensa, apareció una trad. fr. del libro de Ellenberge r
Á la découverte de l'inconscient; histoire de la psychiatrie dynamiq u,
772 p., Villeurbanne, SIMEP-Éditions.
S: Max Schur, Freud: living and dying, Nueva York, International U Mapa l. Europa en 1880.
versities Press, 1972. a la vuelta -+
V
' o 500 km

San Petersburgo

---ocEANO

• Moscú

RUSIA

ATLÁNTICO

IMPERIO

OTOMANO

CRETA-----
--~ '- ------------- ~
ALEMANIA
L.....~_._
K ~rl::>Oad
'._..,
___,___,___,
O
' '-,,
100 km .
MORAVIA
Brünn ( Brno) FREUD HASTA 1895

--''
1
_,
1
AUSTRIA·. -
• Gm und Znaim

/ En cuanto a los bi6grafos , dejémoslos atormentarse, no


les volvamos demasiado fácil la tarea. Cada uno de ellos
podrá formarse su opini6n personal sobre el "desarrollo
del héroe"; ya me regocijo con los errores que come-
terán.
G!e ,:::he nb erg
1
1 Carta a Martha , 28 de abril de 1885 ( C 152), en la
que Sigmund Freud anuncia a su novia la destrucci6n
de buena parte de sus papeles.

IN FANCIA

hru d creador

1,a primera ventura de Freud es hab er tenido por padre a un judío que
110 estaba dotado para el comercio -aunqu e fuera su oficio- pero
Mapa 2. Lugares de Austria y del norte de Italia donde estuvo que, autodidacta y quizá incrédulo, hacía en cambio profesión de libe-
Freud antes de 1903. , .,lismo y de modernidad. Sus hermanastros ( del primer matrimonio de
11 pa dre) y otro hermano menor, tratarán, consagrándose a la práctica
Stru, 11 a la enseñanza del comercio , de triunfar allí donde el padre había

'
----..__
LOMBARDÍA V~NETO ) · 100 krn
• fy1il6n ·
Padua
1racasado. Sigmund, al acceder a la cultura universal, al llegar a ser
1111 científico, realizará el tipo de éxito que su padre habría anhelado
ll·ner, deseo que depositó en este hijo: un éxito en el orden de la in-
t,·ligencia.
• BOSNIA Su segunda ventura es haber sido concebido por una madre joven,
vivaz, dulce y alegre, que acababa de casarse con un viudo veinte años
mayor y cuyo apasionado y orgulloso amor por su primer hijo pro-
porcionó a éste estímulos precoces , un fuerte sentimiento de seguridad
y de confianza en la existencia, una gran familiaridad con el deseo
111ces tuoso y la dosis de masoquismo necesaria a todo creador.
Su tercera ventura fue vivir tres años de feliz libertad en el cam-
po, en el seno de una especie de horda primitiva y entre multitud
ele lenguas, creencias, culturas y clases sociales.
- - -- - - - - cen•ro
{ 1(01or) Su primera desventura -~a de un exilio precoz hacia los tres años
y medio--- fue su ventura siguiente: crear es no llorar más lo que se
ha perdido y se sabe irrecuperable, y reempla zarlo por una obra tal
Mapa 3. Lugares del resto de Jtalia y de Bosnia-H erzegovina que al construirla uno se reconstruye a sí mismo.
dond e estuvo Fr eud antes de 1903 . Su segunda desventura fue también un a ventura más. Viena, dond e

[291
30 FREUD HASTA 1895 Hll•,UO CREADOR 31

reside desde las postrimerías de su cuarto año, donde experimenta la 110s.Ambas características -la crisis de la mitad de la vida, la aten-
estructura urbana, las múltiples mudanzas, la pobr eza, Viena, que lle- ,· ión prestada a los sueños o a las ensoñaciones- reaparecen en mu-
ga a ser el objeto de su resentimiento, aviva su masoquismo y, por ,·lios creadores. Pero aquello que hace que un individuo innove, que
reacción, la voluntad de triunfar. En Viena aprende a escribir una l I rua rentena constituya para él una fase crítica y que encuentre en
lengua con dobles caracteres latinos y góticos, lengua de referencia , 1 ~ueño un camino real hacia la creación, nunca ha recibido una ex-
valorada por sus padres , código que pone en orden, sin destruirlas, l'licación de conjunto. La presente obra, a la vez que esforzarse por
las organizaciones anteriores ; lee la Biblia en una traducción ilustra- ,11r la explicación más precisa y exacta que sea posible del descubri-
da, luego a Shakespear~ en su lengua original ; lleva a cabo excelentes 111 1Pnto freudiano, mantendrá esta otra serie de problemas en segundo
estudios de humanidades clásicas; frecuenta una de las primeras un i- plano. Quizá, incluso, contribuirá a que se avance nacia su solución:
versidades del mundo, donde adquiere el rigor científico, donde en- ('11 efecto, en este dominio, pocos documentos a disposición de los in-

cuentra -y luego reniega de ellos- todos los maestros que tendrá v,·stigadores son tan continuos, tan seguros y tan capaces de permitir
necesidad de admirar, imitar y rechazar: una Viena a la medida de ,¡11ese vaya más lejos en la intimidad del proceso creador que los
sus identificaciones conquistadoras de joven héroe romántico, de su d1·jados por Freud.
ambición apasionada de un gran descubrimiento y de su necesida d ¡ Por qué es un hombre empujado por la necesidad de realizar una
de sentirse solo, contrapartida positiva de su narcisismo. 11hranueva? ¿ Acaso, como Freud mismo lo ha dejado entender, a la
El resto, o sea la invención del psicoanálisis, es la historia que voy 1•1•zpor la sublimación de las pulsiones parciales pregenitales y por
a reconstituir y que no podría comprenderse al margen de ese telón 1I desplazamiento del objeto edípico? En efecto, poseer una tierra
de fondo. Historia de un trabajo interior que se nutrió de todos los d1·sconocida que se encuentre en relación de doble derivación -me-
procesos psíquicos, frutos de esas sucesivas venturas, que los puso no 1,1fórica y metonímica- respecto del cuerpo de la madre, tornaría
en acto sino en acción y que finalmente los representó en la obra mis- posible una sustitución fecunda de ese objeto. ¿Acaso, como Me-
ma. Pero historia en estrecha relación con un contexto familiar , social 1.mie Klein sostuvo más tarde, para reparar los daños más antiguos
y cultural que modeló en Freud , como en muchos de sus contemp o- 1,msados en el aparato psíquico por las pulsiones destructivas y las
ráneos y de sus pacientes , cierto tipo de problemas psicológicos y cier- 111gus tias primiti _vas? ¿ O tal vez, como Balint sugirió, consiste en abrir,
to tipo de funcionamiento del apar¡¡.to psíquico. 11 11avez cumplidas ciertas condiciones, frente a la falta fundamental,
De ahí las dos cuestiones que corren en filigrana a todo lo largo presente en el origen de toda patología mental, una tercera vía in-
de este libro, las de las relaciones de este descubrimiento con el hom - ll'rmedia entre la evolución neurótica y la evolución psicótica?
bre que fo hizo y con el medio del cual dimanó . ¿ Por qué el hombre al borde de la segunda mitad de su vida, que
En efecto, desde hace un siglo, para referirnos principalmente a ya ha realizado todas sus identificaciones, cuya actividad sexual dis-
Occidente, la sociedad ha sufrido mutaciones profundas. Las relaci o- 111 inuye y que ve el horizonte de la muerte perfilarse para él como un
nes entre naciones, entre clases y entre razas han cambiado; la actit ud límite ahora perceptible , cuando hasta entonces creía disponer de un
respecto de los niños, de la vida sexual o de la ciencia se ha modi fi- t 1empo ind efinido, por qué este hombre pone en entredicho su orien-
cado ; las referencia5 ideológicas tienden a reemplazar a las mitológ i- t.tción anterior, y, si es creador , sus fuentes de inspiración , su estilo,
cas; la educación produce nuevas formas de trastornos nerviosos o, por -qué se siente obligado a crear algo a partir de sí y no ya de los
al menos, si éstos han existido siempre, multiplica su frecuencia. La ,bn ás, con la impresión de jugárselo todo, en una lucha contra la pér-
patología mental, la organización del. aparato psíquico, la manera dr dida del placer y contra la aproximación de la nada, dejando que
practicar el psicoanálisis están en plena evolución. Freud nos hab la nezc an y se afirmen certidumbres nuevas y tratando de comunicarlas?
aún, pero si queremos escuchar lo que el psicoanálisis tiene que decir l'al la mutación de Joyce (1882-1941) cuando llega la cuarentena
plenamente en nuestros días, conviene relativizar lo que decía Freu d, vivirá cerca de sesenta años- después de la aparición de Ulises
pues se dirigía a su época para hablarle de ella misma. La conclusió n ( 1922) y antes del comienzo de Finnegans Wake (1939) (cf . H.
de este libro retomará esta primera cuestión, a la que será consagr a- Cixous, 1968). Otro tanto en Marcel Proust ( 1871-1922), a los treinta
da una obra ulterior. y tres años -aún vivirá dieciocho- , cuando, recién fallecidos su
Freud inventa el psicoanálisis entre los cuarenta y los cuarenta y padre y luego su madre, y comenzando a recibir a Albertine, vive la
cinco años, entregándose a un trabajo personal sobre sus propios sue- ,xperiencia del tiempo recuperado y elabora una obra en torno a tal ex-
32 FREUD HASTA 1895 ¡,n,:uo CREADOR 33

periencía mientras que en la primera mitad de su vida literaria sólo .-,mjunto- de satisfacciones narcisísticas que hay si permanece vivo,
se había dedicado a la crítica y el pastiche ( cf. G. D. Painter, 1965). ,• determina a romper su vínculo con el objeto aniquilado" ( 1917e,
También es conocida la crisis interior de Blaise Pascal (1623-1662), r:w X 442-443, SE XIV 255, fr 215). La obra por hacer viene a
que comienza con la muerte de su padre ( 1651) y la entrada en reli- ,wupar el lugar del objeto amado y perdido que :ios ha hecho. Al
gión de su hermana más joven, Jacqueline (1652), que prosigue en , omponerla, el yo no sólo restablece su identidad. y su valor perso-
ocasión del viaje por Poitou con el caballero de Méré (1652) y con- nales, sino que de la renovación de su vida interior, es decir de su
cluye con la noche mística, consignada en el Memorial del 23 de no- 1•rnpia realidad psíquica, extrae las intuiciones directrices de dicha

viembre de 1654 -Blaise Pascal tiene treintaiún años y vivirá ocho c,hra. Ésta funciona entonces para el autor como una imagen especu-
más-, crisis que trasforma al matemático y mundano en escritor, l11rdel narcisismo restaurado. A una elección anaclítica, desfalleciente,
autor de las Provinciales y de los Pensamientos ( cf. Anzieu, 1960). En , 11'1objeto de amor, la sustituye una elección narcisística: la relación
estos tres casos, la crisis de "la mitad de la vida" es a la vez una rup- dt>l creador con su obra.
tura y una continuidad: Finnegans W ake generaliza para una obra Unas palabras, ahora, sobre las relaciones entre el soñar y la creati-
entera lo que esbozaba el último capítulo de Ulises. En busca del vidad. También en esto tuvo Freud sus precursores y 'sus sucesores.
tiempo perdido contiene imitaciones admirables del estilo de los Gon- Es conocido el ejemplo de Tartini: visitado en sueños por el diablo,
court. El filósofo Pascal no sólo no abandona sus trabajos matemá- ,:~te le dicta el comienzo de una sonata que, al despertar, el compositor
ticos sino que introduce el argumento de la apuesta en su proyecto de ,,,. da prisa en anotar y proseguir; el de Coleridge, quien compone dor-
una Apología de la religión cristiana. mido su poema Kubla Khan. Hay ensueños hipnagógicos célebres: el
La psiquiatría clásica y la moderna medicina psicosomática han ,¡11epermitió a Voltaire componer un canto de La Henriade, a Richard
descrito períodos climatéricos, con sus trastornos endocrinos y el cor- Wagner, el preludio a El oro del Rin; el sueño diurno del químico
tejo de sus repercusiones psíquicas. Elliott Jacques ( 1965), optando 1ustriaco de origen checo Kekulé, enfrentado al problema de la ~ons-
por un punto de vista kleiniano, identifica la dinámica de este proceso t1tución del benceno (C 6 H 6 ): en sueños, vio a los átomos danzar en
como una reelaboración de la posición depresiva, reorganización pro· ,.¡ aire y luego agruparse y cerrarse en un hexágono, y comprendió
vacada por la certidumbre, adquirida ya, de la propia muerte por venir. 'llle acababa de descubrir la estructura hexagonal s~gún la cual cada
Conviene igualmente anotar que en muchos casos de individuos crea- :1tomo de carbono se une a un átomo de hidrógeno para formar el
dores, tal reorganización engrana con un trabajo de duelo, que ge 1111evo cuerpo y sus tres derivados disustituidos. Desde Freud, los escr~-
neralmente sigue a la muerte del padre: será, como veremos, el caso lores no se conforman con anotar algunos de sus sueños para insertar-
de Freud. los en sus obras atribuyéndolos a alguno de los personajes, ni tam-
Tanto como las opiniones kleinianas, las características propias del poco con reunir, como hicieron los primeros surrealistas ( cf. la obra
duelo que el inventor del psicoanálisis pondrá más tarde en eviden que S. Alexandrian (1974) consagró a las relaciones de los surrealis-
cía (S. Freud, 1917e), deben ser tomadas en consideración para coro tas con el sueño), una serie de sueños personales acompañados de
prender el proceso de la crisis creadora. La revívíscencia y superación ,·omentarios para hacer una obra literaria. Varios, como Julien Gracq
del conflicto ambivalente respecto a la imagen paterna, así com o Alain Robbe-Grillet ( y ya, en la época de Freud, Stevenson),
de la dependencia o contradependencía concomitante a la autori dad n>mponen un capítulo, inclusive una novela entera, a partir de uno
permiten al sobreviviente, sí tiene pasta de creador, no considerarse de sus sueños, que ya no es anunciado en cuanto tal, pero cuyas peri-
más como el hijo de alguien sino afirmarse como el padre de sus pro, pecias y actores proporcionan la. trama, la atmósfera. y los personajes
pías obras. Una gran parte de las energías pulsíonales que se encon de ese capítulo o esa novela. En el prefacio de su última colección de
traban movilizadas por ese conflicto y permanecían fijadas en esa íma •entos. El informe de Brodie ( 1970), Jorge Luis Borges escribe:
gen se líber~n y quedan disponibles para nuevos destinos, en este caso: "Debu a un sueño de Hugo Ramírez Moroni la trama general de la
para un nuevo tipo de producciones culturales. Por último, la restau historia que se titula 'El evangelio según Marcos', la mejor de la
ración narcísística des~mpeña un papel importante: acaparado por s \Críe . . . la literatura no es otra cosa que un sueño dirigido." La
dolor, el sujeto se desinteresa de la realidad exterior y sobrecarga 1 particularidad de Freud reside, sin duda, en que ha logrado unir en
füS sueños y su tratamiento el uso científico y la explotación literaria.
recuerdos relativos al desaparecido, hasta que "el yo, obligado, p
decirlo así, a decidir si quiere compartir ese destino, considerando Como a Kekulé, le ocurría ver en sueños representaciones figurativas,
34 FREUD HASTA 1895 N/\G[M[EN TO Y PRIMEROS AÑOS EN FRElBERG 35

esbozos de futuros elementos de su teoría del aparato psíquico. Al 111Rtrohúngara:Galitzia, de la cual era oriundo su padre Jacob. Hoy
igual que un novelista moderno, no sólo construye varios capítulos o , llama Pribór y se encuentra en Checoslovaquia, ·cerca de la fron-
subsecciones de Die Traumdeutung en torno a sueños personales, entre- 1,,,a polaca. La capital de provincia adonde la familia iba para sus
cruzados con sueños de parientes, amigos y enfermos, sino que utiliza 111mprasimportantes era Neu-Titschein (hoy Novy-Jicín). Los habi-
el material de sus sueños para hacer presentes las realidades psíquicas 1,,ntes de Freiberg en su mayoría practicaban la religión católica y
que ha descubierto y cuya existencia y naturaleza quiere hacer cono- li,tblaban la lengua checa, mientras que la familia Freud era judía y
cer, comenzando por la organización edípica de las pulsiones: Despierto, linblaba el yidish y el alemán. Quizá el inventor del psicoanálisis se
Freud descubre el sentido de los sueños. En sueños, se representa loK lmbituó precozmente a la condición de minoritario que será hasta su
descubrimientos que se están formando y anticipa otros nuevos. El sue- 111uertesu suerte de judío y su destino de médico interesado en la
ño por sí solo no es creador. Puede preparar y prolongar el trabajo psicología y la sexualidad. Freiberg, antigua ciudad libre cuya fun-
psíquico inherente a la creatividad, aunque tal función pueda ser dación se remonta al año 1215, que se destacó durante la guerra de
cumplida separada o conjuntamente por otros tipos diferentes de los Treinta años al resistir a los suecos, está dominada por el <;am.
producciones meptales, como la ensoñación diurna, el recogimiento, panario de la iglesia de Santa María. Pertenece a una región monta-
el diálogo con un interlocutor muy cercano a la propia manera de 11osay boscosa, aunque de altitud modesta, en la que nace el Oder.
pensar, y toda actividad "proyectiva" o "automática" en el sentido Praderas en declive rodeadas de casitas, paseos en el cercano bosque,
en que los surrealistas hablaron· de escritura automática. Sin embargo, ron su padre~ constituyen los recuerdos más antiguos de Freud.
la ventaja del sueño es suministrar un testimonio más detallado, legi- Fue circuncidado, aunque sus biógrafos y él mismo -al menos en
ble y válido como prueba, con un impacto más directo sobre el tra- l.1porción publicada de sus escritos y cartas- se abstienen de mencio-
ba jo psíquico de la creación, especialmente en los niveles en que opera: narlo. Por lo demás, ¿ por qué mencionar una práctica que iba de
el de la unión del inconsciente y el preconsciente, donde las pulsionet ~uyo en toda familia judía de esa época y esa región? Recibió dos
encuentran su figurabilidad en las representaciones y su expresión en 11ombresde pila, y el cristiano, que era entonces obligatorio poner,
los' afectos; el de la transformación de las imágenes mentales en pala. 1ue Sigismund. Sus padres, cuando era niño, lo abreviaron: Sigi; y
bras y recíprocamente; por último, el de la elaboración secundaria de ,,( mismo lo redujo a Sigmund cuando, a los veintidós años, en 1878,
los contenidos preconscientes por el sistema percepción-consciencia. procedió a sus primeras publicaciones científicas. Vuelto ilustre por
He ahí delimitado el marco científico de este estudio. Instalemoa los reyes liberales de Polonia, Sigismund era en el siglo xrx un nombre
ahora el personaje que constituye su tema singular, en el momento en ,macrónico y pretencioso. Se comprende que Freud, en su deseo de
que entra en escena para lanzarse a esa aventura creadora en la quf' ,1daptación social, lo haya reemplazado por una forma alemana mucho
nos esforzaremos por seguirlo paso a paso. ¿ Quién es Sigmund Freud 111áscorriente. Pero al abreviar Sigismund en Sigmund, suprimió un
en 1895? "is" que, en un nivel más inconsciente, debía de parecerle ie más;
G. Rosolato ( 1969, p. 107) conjetura que se trataría de "la primera
~ilaba de Israel, otro nombre de Jacob, su padre ... También en esto
Nacimiento y primeros años en Freiberg ( 1856-1859) .1bandonaba el particularismo de las religiones para afirmarse en la
universalidad de su verdad". Otra resonancia inconsciente es quizá
En 1895, Sigmund Freud (1856-1939) tiene 39 años, edad en la qu más importante. El héroe legendario Siegfried, popularizado por dos
el genio matemático está agotado, edad, en cambio, de los descubri obras musicales ( 1848 y 1876) de Richard Wagner, es "puro" porque
mientos importantes en las ciencias de la naturaleza y del hombre ,~shijo de mellizos, del joven Siegmund y la joven Sieglinde, o sea de
Vino al mundo, en efecto, en 1856, muy probablemente el 6 de mayo 11n superincesto fraternal. Freud, por otra parte, recibió como nombre
fecha que sus padres y él siempre tuvieron por verdadera aunque el judío el de Schlomo, en memoria de su abuelo paterno Schlomo Freud,
registro local indica el 6 de marzo (J I, ing y fr 1 n. 1 ; las reciente, fallecido entre su concepción y su nacimiento, el 21 ·de febrero de
investigaciones de Gicklhorn y Sajner ( 1969) confirman el 6 de mayo) 1856: el primero de esos muertos cuya nutrida serie jalonó su infan-
Su ciudad natal fue Freiberg, en Moravia, por entonces provincia del ria y juventud y marcó con resonancias simbólicas su vida interior.
imperio de los Habsburgo. Esta población de 5000 habitantes estaba Según la Biblia, el rey Shlomoh ( tal es, en efecto, la ortografía hebrai-
entonces próxima, a la vez, al reino de Prusia y a otra provincia ra correcta) fue sucesor del rey David y supuesto autor del libro de la
36 FREUD HASTA 1895 ,o\<~IMIENTO Y PRIMEROS AÑOS EN FREIBERG 37
Sabiduría y de una parte del de los Proverbios. El nombre contien 111 nd, Leopold Ritter von Sacher-Masoch ( 1836-1895), nacido en
la raíz Sh-1-m, que significa "restituir entero" (información propor 1 •·ov y profesor de historia antes de convertirse en escritor y célebre
cionada por Eva Rosenblum) ; ha sido latinizado como Salomón. 1111.or de La Venus de las pieles, describió_ notablemente, en sus Cró-
De su libérrima vida de niño en esa población rural Freud con ,i,'rns de Galitzia ( 1876), las luchas de clases y de nacionalidades entre
servó una sensorialidad aguda, un gusto vivo por la naturaleza, por ¡,olacos, rutenos y judíos en esa Galitzia en que nacieron el padre ·y la
las plantas y las flores, por la recolección de fresas y hongos, por la 111aclrede Freud. El destino de Sacher-Masoch fue marcado por su
contemplación de paisajes, por las excursiones a comarcas onduladas ,1wgo y cariño hacia una campesina rusa, Handscha, por quien su
Empirista ejemplar, en mi opinión, no hay en efecto nada en su espi 1,1,1drelo hizo educar y que le enseñó el ruteno (Freud fue criado
ritu que primero no haya pasado por los sentidos. Ilustra bien es.1 por Nannie, católica y checa, pero sólo durante sus tres primeros
predisposición al trabajo creador debida a estímulos sensoriales pr~ 1110s ) , y luego, a diferencia de Freud, por las escenas de perversa
coces que Phyllis Greenacre ( 1953) pondrá más tarde en evidencia. 1_111cldad por parte de las mujeres de la región a las cuales asistió en
En 1895, los padres de Freud viven en Viena, donde fueron a residir 111 ·18, en ocasión de la insurrección polaca contra la dominación aus-
en 1860. Sigmund los respeta, ama y ayuda, aportándoles una canti 1, 1aca: aprendió el alemán, pues su padre fue nombrado prefecto de
dad anual a la medida de sus recursos, pero pronto se preocupó por policía de Praga, a partir de ese momento. Muchas de las familias
manifestarles su independencia. Por ejemplo, careció de efectos un p1días que, en Viena, a fines del siglo XIX, cuentan en su seno con
amonestación de su padre por compras exageradas de libros científi , omerciantes ricos o intelectuales reputados, son oriundas de la pro-
cos ( costosas monografías en lugar de simples manuales) . v111ciade Galitzia. Es cosa bien conocida que las épocas y lugares
Su padre, J acob Kelemen ( Kallamon) Fx:eud ( 1815-1896), vendedor dondt se enfrentan y confunden culturas y lenguas diferentes favore-
de paños y quizá también de granos, abandonó en 1844 su ciudad ' l'n la evolución de las ideas y de las costumbres y la eclosión de
natal,1 Tysmenica (Tysmenitz), en Galitzia oriental, cerca de LemberR ,,•nios.
(Lvov) -actualmente en la URSS--, justo en la frontera de Poloni:i Jacob Freud perteneció a esa generación ascendente de los judíos
y Ucrania, para encargarse en Freiberg de un comercio que su abuelo di• la Europa central y oriental que sabían leer y escribir en hebreo
materno, habitante de la vecina población de Klogsdorf, había abierto ¡wro que ·aspiraban a un buen conocimiento de la lengua alemana y
con él y para él. Durante ocho años, como muchos comerciantes del il1•la cultura europea, que ya no creían gran cosa en Dios ni en la
mismo origen en esa época, llevó una vida de viajero, de judío errant ,digión, pero conservando el mayor respeto por la educación y por
( W anderjude) entre Klogsdorf, Freiberg, Tysmenica ( donde residían ,.¡ rabino, que habían sabido sacar provecho de las querellas internas
su mujer e hijos), y las grandes ciudades del imperio de los Habsbur (en las cuales se formaron) entre judíos ortodoxos de espíritu ritualista,
go, Viena y Budapest. Poseía un pasaporte del gobierno de Lemberg ¡udíos liberales que se inspiraban del filósofo Mendelsohn y se orien-
capital de Galitzia. laban hacia la asimilación social, judíos hasídicos apasionados por los
Conviene decir aquí algunas palabras sobre Galitzia, por entono ¡uegos lógicos, verbales y numerológicos y adeptos de la interpreta-
provincia austrohúngara, disputada durante mucho tiempo, como ' 1ón cifrada del Talmud.
continuará siéndolo, por Austria, Polonia y Rusia. En ella los judí El comercio de Jacob Freud parece haber prosperado: después de
eran numerosos, y fueron de los primeros en querer y poder vivi m segunda boda llama a los suyos a Freiberg y Sigmund conserva el
fuera de los guetos y en disponer para su comercio de una autoriza rPcuerdo de una vida fácil en ese pueblo: él mismo lo dirá al narrar
ción permanente, mientras que en la vecina provincia de Moravia, por ,11 recuerdo encubridor "Pradera verde con flores amarillas" '( 1899a).
ejemplo, donde se encontraba Freiberg, una autorización semejant, 1,uego, ya por inhabilidad, ya por mala suerte, J acob no tuvo más
debía ser renovada cada seis meses. La obra de Ellenberger consagr i:xito en los negocios. Una primera crisis económica consecutiva al
varias páginas a describir la vida de las minorías judías en la Europ progreso del maquinismo lo condujo a abandonar Freiberg en 1859,
central y oriental en el siglo XIX (E 419-427). Veinte años mayor qu , uando Sigismund tenía tres años y medio. No parece haber abierto
11ncomercio en Viena (los registros no mencionan su nombre). Vivió
1 Jacob Freud n¡ició el 18 de diciembre de 1815. En ocasión de su matra m duda de trabajos de ocasión, quizás al servicio de otros comercian-
monio con la futura madre de Sigmund, al optar por el calendario gregorian les judíos; quizá, también, poseía algunas rentas. El desplome de 1872
en lugar del calendario judío, eligió el 1 de abril como fecha de nacimiento habría acabado de arruinarlo. Sólo pudo subsistir con la ayuda de su
FREUD HASTA 1895 ACIMIEN TO Y PRIMEROS AÑOS EN FREIBERO 39
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familia política y Sigismund llevó a buen término sus estudios gracias pr 1mogénito amado, la de ser el deseado varón de una madre joven y
a múltiples "préstamos" ( a menudo donaciones, en realidad) de pa- d1~gre.En mi opinión, obtuvo aún más de esa feliz relación primor-
rientes lejanos, de amigos de la familia, de maestros y colegas que muy d 1al de su cuerpo con el cuerpo de su madre: una robustez del orga-
pronto lo tuvieron en gran estima. Paralelamente, Sigmund hizo 11,smo,un gusto por el ejercicio físico ( caminatas prolongadas en las
suplencias, reseñas bibliográficas y traducciones, dictó cursos y realizó que agota a todo él mundo, natación), el deseo de comunicar a otros
investigaciones por encargo de laboratorios farmacéuticos, pero siem- r·Na alegría tonificante que por añadidura se encuentra inscrita en su

pre compartió sus ganancias con los suyos, <:on su novia, con amigos patronímico ( die Freude significa en alemán "la alegría").
en la indigencia. Sigmund conservó una cierta vergüenza por la incu- Esa gran dicha no duró: ¿ cuál dura? Las circunstancias que lle-
ria de su padre y una obsesión de la pobreza que marcó su segunda •·,tron a Sigismund a realizar la nueva experiencia, igualmente fun-
d.unental, de la separación y de la pérdida, se presentaron de la
infancia.
Sigmund sabe que Jacob, su padre, quien tiene ochenta años en 111anerasiguiente. Le nació un hermano, Julius (la fecha exacta se des-
1895, antes de casarse con su madre, Amalia, había contraído un pri- ' onoce) . Únicamente sabemos, gracias al certificado de defunción que
mer matrimonio con Sally Kanner cuando tenía unos dieciséis años, <:rinstein ( G 279) llegó a conocer, que murió, a la edad de seis
¿ Tan precoz unión no se habría debido a un embarazo prematuro? 111eses,el lj de abril de 1858. Sigismund, pues, lo conoció cuando
De ese primer matrimonio nacieron dos hijos, Emmanuel en 1832 y t1·nía entre dos y dos años y medio. Así la primera infancia de Freud
Philippe en 1836. Sally habría muerto en 1852, indicación proporcio- e ve encuadrada por dos muertes, la de su abuelo paterno, cuyo
nada por Jones según los recuerdos de Alexandre, hermano menor de nombre lleva, y la de un hermanito odiado, puesto que lo desalojó
Freud, pero que no ha podido ser verificada oficialmente. De las in- de su sitio de hijo único. Una niña, Anna, nace poco después, el 31
vestigaciones en los registros locales que J. Sajner pudo llevar a cabo de diciembre de 1858, primera de una serie de hermanas por venir;
durante la breve primavera de Praga de 1968, resulta que en 1852 Sigismund no la quiso nunca.
-fecha en que se instala definitivamente en Freiberg con los su- La biografía debida a Jones contiene una fotografía de la casa natal
yos- Jacob, de treinta y ocho años de edad, se había casado por de Freud, el 117 de Schlossergasse ( hoy Freudova Ulice), en Freiberg
segunda vez con Rebeca, de treinta y dos años, quien desaparece d (J I, ing 4; esta fotografía -.como toda la iconografía- desgracia-
los registros (¿muerta a su vez o repudiada?) en 1854. De esta esposa damente no figura en la traducción francesa; la reproduzco, con una
intermedia de su padre Sigmund nunca supo nada o, al menos, nunca parte de dicha iconografía, en mi segundo volumen, in fine) ; en la
habló: curioso secreto del padre, cuya existencia sin duda sospechó fachada está inscrito el nombre del propietario: ZAJÍC. Las recientes
Sigismund si se lo ocultaron y que se apresuró a olvidar si se lo investigaciones de Sajner ( 1968) han permitido precisar que los Zajíc,
comunicaron; secreto de una desaparición que debió de volver aún mál cerrajeros, la habitaban y trabajaban en ella desde hacía cuatro genera-
agudo la desaparición de Nannie, su niñera, cuando tenía él tres años, ciones y que alquilaron la mitad a los Freud. La planta baja compren-
Sea como sea, Jacob, a los cuarenta años, tomó por esposa (en julio d dia, por una parte, el tenderete del cerrajero, cuyo hijo Johann
1855 y en Viena, donde ella residía) a una joven veinte años menor, ~ajíc ( 1850-1924) contará más tarde a su propia hija que Sigismund
Amalia Nathansohn ( 1835-1930), nacida en Brody, al norte de Ga- iba allí a divertirse confeccionando sobre todo pequeños juguetes con
litzia, en la frontera rusa -actualmente queda en la URSS-, edu• metal sobrante, y, por otra parte, el negocio de Jacob Freud, donde
cada en Odessa y contemporánea de Emmanuel y Philippe. Es una trabaj aban también sus dos hijos mayores, Emmanuel y Philippe, su
situación que la mitología griega ha tratado cuando pone a Hipólito mujer Amalia, y María, la esposa de Emmanuel. El pdmer piso se
frente al matrimonio de su padre con 'la joven y seductora Fedra. Asl componía de dos cuartos bastante grandes sin duda ( en la fotografía
el complejo de Edipo se inscribe en filigrana en la opción amorosa de puede verse que cada uno tiene dos ventanas); el cerrajero y los suyos
los progenitores de Freud, separados, o más bien reunidos, por esa ocupaban uno; en el otro vivían J acob, Amalia, Sigismund, y más
diferencia de edad. tarde Julius y Anna. Del otro lado de la calle vivía Philippe ( 1836-
Alrededor de nueve meses después de la boda de sus padres, Sigi1 1912). Emmanuel (1832-1915), María, tres años menor, y sus hijos
mund vino al mundo. Más tarde, como veremos, él mismo subrayar4 John, nacido en 1854 o 1855, Pauline, nacida en 1856, y Berta, na-
la importancia de esta experiencia doble, decisiva por la confianza en cida el 22 de febrero de 1859, se alojaban cerca pero en otra calle.
su buena estrella que da ulteriormente al interesado: la de ser un Mientras sus madres confeccionaban paquetes en la tienda, los peque-
40 FREUD HASTA 189.'1 ,\( 1MIEN T O Y PRIM EROS AÑOS E N FREIBERG 41

ños estaban juntos, cuidados por una niñera, cuyo sobrenombre, Nan- M las vacaciones del verano de 1872 en Freiberg -primera y úl-
nie ( o sea Nana), conserv6 Freud en su memoria. Célibe, de unos t ,111,1
vez que volvi6 allí-, y sabemos por Sajner ( 1968) que Johann
cuarenta años, en realidad se llamaba Monika y era miembro de la ,jir, seis años mayor , nunca dejó de ir -a saludarlo cuando \'.Íajaba
familia Zajíc: era, pues, una vecina de piso. 2 Cat6lica y checa, can- Viena. Freud, en el curso de su autoanálisis, no evocará nunca el
taba a los niños canciones de cuna en su lengua y los llevaba clandes- 11r11 11brede los Zajíc, sin duda porque fuera de Nannie nada se anu-
tinamente a misa . No es asombroso que Freud, en 1895, imagine Roma 11.', 1•n su inconsciente respecto a ellos, pero no es posible explicar de
como una ciudad inaccesible, atractiva por los recuerdos muy antiguos 11al modo que jamás mencione a Berta entre los hijos de Emmanuel,
que encierra y peligrosa por hallarse a la cabeza ele una iglesia qui· 1111110 si sólo hubieran existido John y Pauline, sus camaradas prefe-
persigue a los judíos . También se comprende por qué, en los Estudio1 ddos de juegos y, llegado el caso, de peleas . Cierto es que, cuando
sobre la histeria ( 1895d) que acaba de publicar con Breuer, Freud l 11voen edad de hacerlo, Sigismund no pudo correr por los campos
compara el inconsciente con una lengua extranjera. Tal fue, pues, los bosques cerc anos, sino con niños al menos de la misma edad
para retomar una expresión de T otem y tabú ( 1912-1913) , la "horda 111 11· él: Joh ann Zajíc, los tres hermanos Fluss y su hermana Gisela, un
primitiva" cuyo viejo jefe era Jacob y en cuyo seno Sigismund hizo 1f10hijo de portero cuyo recuerdo lo asaltó en la pubertad en oca-
sus primeras armas en la vida. La idea de representarse el aparato 1011 del sueño de angustia "Madre querida y personajes con picos de

psíquico como ese protogrupo de su infancia donde fuerzas y sistemas p.qaro" , sin duda algunos otros vecinos más, y naturalmente John, su
psíquicos de diferente naturaleza y dueño cada uno de su propia len 11lirinoaunque un año y medio mayor, y Pauline, su sobrina de · su
gua viven, luchan, se alían, se subordinan, forjan compromisos, no 1111sma edad. En efecto, cuando lbs Freud emigraron de Freiberg, sin •
se le ocurrirá a Freud sino mucho después del período de sus prime- ,luda en el otoño de 1859, las pequeñas Anna y Berta, cuyas edades
ros descubrimientos ( al cual se limita este estudio) ; eso sucederá en owilaban entre los ocho y los diez meses, aún no sabían andar. Pero
una fase ulterior consagrada a la reorganización del modelo teórico i1~mu nd conserva de ese período un recuerdo trunco: cree haber
elaborado en el intervalo y que desembocará en el segundo tópico 1liandonado Freiberg hacia los dos años y medio, cuando que en rea-
( Ello, Yo, Superyó) y en la segunda teoría de las pulsiones (Eros y lid,1d tenía más o menos tres año s y medio. El que escamotea es pre-
Tánatos). Una buena parte de la energía que, en 1895, Freud ha 1·isamente el año en el que nacen las dos niñas. Una prueba suple-
comenzado a invertir en el conocimiento del aparato psíquico está sos- 111 enta ria reside en el hecho de que el primer recuerdo que tiene
tenida por una idea-fuerza subyacente, eco de su experiencia del gru d1•Anna, y que reencontrará en su autoanálisis, data de Viena; no de
po originario: conciliar la unidad de ese aparato con su diversidad, Freiberg. ¿ Cuál fue, pues, la "partida" que tuvo lugar a la ·edad de
objetivo, en su opinión, de la salud psíquica, por oposición a la unidad dos añ os y medio? Ya lo dijimos: la desaparici6n de Julius. Así, este
alienada de la neurosis; encontrar un sistema de trascripción entre ¡ll'ríodo originario en Freiberg se terminaría, según la memoria cons-
las diferentes lenguas habladas por cada uno de los subsistema s de es1 r1cnte de Freud, con la muerte de un hermano menor, es decir, á los
aparato a fin de precaverse contra el éxodo de uno de ellos y contra ,jos de un hijo hasta entonces único, de un rival; y, siempre según
la "babelizaci6n" del conjunto. m memoria , el período se caracterizaría, cosa contradictoria, esencial-
111Pntepor recuerdos de juegos y peleas que sólo pudieron, verosímil-
El protogrupo que rodeó al pequeño Sigismund combinaba tres fa
111cnte,tener lugar a una edad más avanzada, sin duda entre los dos
milias: la del cerrajero, la de Jacob, la de Emmanuel. Philippe estaba
,iios y medio y los treiumos y medio, o sea precisamente después del
más bien vinculado a la tercera. Nannie participaba de las tres. De
¡wríodo señalado por la muerte de Julius.
hemos pues esperar que las nociones de unidad y de triada desempc
Joh n, hijo del hermanastro de Sigismund, era mayor y no dejaba
ñen un cierto papel en el autoanálisis de Freud: la fórmula de la
d1•pre tenderse más fuerte que su tío: complicación suplementaria pa-
trimetilamina conque concluye el sueño de la inyección puesta a Inna
1,1 Sigismund , a quien los diversos matrimonios de su padre y la dife-
lo ilustrará. Salvo a Nannie , Freud nunca mencionará a los Zajíc,
11•nci a de edad entre éste y su madre debieron de plantear bastantes
pero es evidente que los visitó cuando, a la edad de dieciséis años,
problemas, el tener por sobrino a un muchacho más alto que él y por
2 Todos estos detalles han sido sacados a la luz por Sajner ( 1968) en rl
obrina a una especie de hermana melliza. Otra complicación, por
curso de su investigación, gracias a los Zají c actuales, que siguen ocupando la i',ltimo, el hab er dormido, durant e todo este período -pero ¿ no era
misma casa. rntonces una moneda más corriente qu e hoy?-, en el mismo cuarto
FREUll HASTA 189. 1 \IIORA CIÓN . VIENA . F.STUDIOS SECUNDARIOS 4~
4·2
que sus padres. El recuerdo de ese cuarto no parece haber' vuelto 111 lllia; Reducido ya, el protogrupo se dividió entonces en dos. Ernma-
él sino durante su autoanálisis. El de la pradera, en cambio, verd 1111rl, con su mujer, sus tres hijos y su hermano Philippe, partió a
tapiz en declive esmaltado de flores amarillas, hacia abajo de las ca ~t.mchest~, donde obtuvo un notable éxito en el mismo comercio que
sas, permaneció: imagen de un paisaje donde se resumió su nostalgi 11padre. Sigrnund, que nunca soportó bien el fracaso profesional de
de un primer país amado y perdido. "Imposible contar los creadoret 11progenitor, admiró a Emrnanuel, admiración que hizo extensiva a
cuya vocación por vivir en lo imaginario y hacer compartir sus su 111 glaterra, su cultura, su política tan tolerante en relación con los
ños proviene de un exilio", corno lo ha escrito precisamente un ero judíos. Los visitó en 1875, cuando tenía diecinueve años. Su herma-
nista literario. 3 11,~tro, solo o con algunos de los suyos, bastante a menudo viajaba a
Antes de terminar con el período de Freiberg, conviene evocar aún 1,,1r1opa por negocios y no dejaba entonces de visitar a su familia vie-
a otro personaje , el médico de familia "tuerto y servicial", cuyo nom lwsa.
bre, doctor Josef Pur, fue exhumado por Sajner ( 1968), y subrayar Jacob, su joven esposa y los hijos que tuvo con ésta se instalaron e_n
la primera aparición de ese nombre de pila, cuya repetición mucho Viena en 1860. Jones se contenta con decir que lo hicieron primero
contó luego en la vida de Freud y cuyo sentido simbólico ( en la Bi 1·11 la Weissglirberstrasse, en pleno barrio judío, cerca de los jardines

blia, José, también hijo de un Jacob, es el intérprete de los sueños del de•) Prater, y luego, habiendo crecido la familia, en la Kaiser Josef-
faraón) , en 1895, está a punto de conocer un desarrollo cornpletamen lrasse, donde moraron de 1875 a 1885. Allí, una pequeña recárnara-
te nuevo en el autor de La interpretación de los sueños. ,·~critorio independiente fue reservada a Sigismund, alumno brillante
Independientemente de los problemas de origen y parentesco, Si 1·11 el liceo y, más tarde, en la Universidad; fue el único de los niños
• gisrnund vivió en el protogrupo de sus años de Freiberg una ·experien 1 11 gozar de esa ventaja y sin duda encontró en ella una compensa-

cia de igual importancia para su destino ulterior: realiza el dobl ' 1/m por la pérdida de su condición de hijo único, el privilegio del
aprendizaje de la dura rivalidad con sus coetáneos y de la fuerza qu varón respecto a numerosas hermanas, y en fin la afirmación de su .
emana de un grupo unido . En 1895, vive agudamente esa rivalidad 111 <lividualidad propia y de su autonomía en relación con el proto-
en el plano científico y profesional. Su casa, en cambio, está recons rupo en el cual, al comienzo, se había, por así decirlo, fundido. No-
tituyendo aproximadamente, por su dimensión y cQmposición, la "hor lc·mos sin embargo que Sigismund tenía Eliecinueve años cuando en-
da originaria": a fines de 1896, se compondrá definitivamente de un tra en posesión de ese cuarto, que ya es estudiante de medicina, que
decena de personas, cuatro adultos (Freud , su mujer, su cuñada y pronto tendrá una habitación en el hospital y que pasar de 1860 a
Marie, una sirvienta fiel) y seis niños. 1875 sin más precisiones es andar un poco rápido. Pero si ese perío-
do durante mucho tiempo fue confuso para los biógrafos, resulta así
porque primero lo fue para el interesado.
Erriigración, instalación en Viena en 1860. Estudios secundarios Las precisiones vinieron luego, con las investigaciones in situ que
(1866-1873) ll. Gicklhorn ( 1965) realizó en Viena : los F reud se habrían instalado
rn esa ciudad hacia febrero de 1860 (Sigismund tiene entonces tres
En la segunda mitad de 1859, "la antigua emigración de la familia d 1íios y tres cuartos) y, entre 1860 y 1865, habrían cambiado varias
Palestina a Roma, a Colonia, a Lituania , a Galitzia, a Moravia, veces de apartamento .• Así la instalación en Viena, en un marco ur-
comenzó, corno Freud mismo lo reconocería alrededor de ochenta añOI hano que constriñe, en alojamientos que la familia cambia a menudo
más tarde. Recordaba el largo viaje .en el coche tirado por caballOI y que los sucesivos nacimientos de las hermanas tornan cada vez más
y su primera visión de un tren" (J, I, ing y fr 14). De esa doloros l'Strechos, y por último en la pobreza, 0 hizo que para Sigismund do-
experiencia de la partida y la separación conserva Freud, en 189~1
una angustia fóbica por los viajes ferroviarios. ' Gicklhorn encontr6 en los registros de la ciudad las siguientes informacio-
cs: en
11 1860, los Freud residían en el 114 de la Weissgarberstrasse ; en 1864,
Parece que los tres hombres, en el verano, emigraron a Leipzig, m el 5 de la Pillersdorfgasse; en 1865, en el 1 de la Pfeffergasse; en 1872, en
donde las mujeres y los niños se les unieron en octubre, y que ent 1•1 5 de la misma calle; la fecha de la mudanza a la Kaiser Josefstrasse es
seis meses y un año examinaron las posibilidades de trabajo en Ale desconocida.
6 Sigmund evoca con frecuencia esa pobreza en sus cartas a Martha . Se
8 Poirot-Delpech, en Le Monde del 4 de enero de 1973. !¡¡nora c6mo ganaba en Viena su vida y la de los suyos Jacob Freud . Renée
41 FREUD HASTA 18!Y, >' ~IIGRA CIÓN . VIENA. ESTUDIOS SECUNDARIOS 1:>

blaran las campanas de toda nostálgica esperanza de retomo a Frei- ,:11rsode su autoanálisis. El conoc1m1ento del inglés pronto siguió al
berg y a su vida feliz de pequeño aldeano. Ya Jones se ha mostrado dt•l alemán, sin que sepamos por qué conducto llegó a él ni si sus her -
categórico al respecto: "Los primeros años que pasó en Vi"'1a fueron 111anastros lo hablaban antes de la emigración a Manchester. Podemos
ciertamente muy penosos. Freud ha dicho más tarde que no conserva- ,·,lar seguros, en todo caso, de que la identificación con la rama in-
ba sino un recuerdo muy confuso de lo que le había ocurrido entn· ~:li·sa de la familia y el deseo de comunicarse con ella en su lengua
los cuatro y los siete años: 'Fueron años duros, de los que no valr lo estimularon. Escuchemos a Jones: "El inglés gozaba de su prefe-
la pena acordarse'. Añoraba vivamente la libertad y los placeres del 11•ncia y un día me dijo qtie durante diez años sólo había leído libros
campo" (J I, ing y fr 17). De entonces data su resentimiento contr:i , 11 esa lengua, en particular las obras de Shakespeare, que había co-

Viena, y nunca cesará. Su patronímico llega a ser objeto de innume- 11wnzado a leer a los ocho años y releía sin cesar, siempre listo a citar

rables bromas que lo hicieron sufrir mucho ( alusiones, que reapare- , on exactitud pasajes de esas obras" (J I, ing y fr 24) . Así, a los sie-
cerán en sus sueños, a die Freude, la alegría , y a las prostitutas, filleJ 11• añ os toma contacto con la Biblia" y a los ocho con Shakespeare; a
de joie, "muchachas de alegría"). los nueve, con un año de antelación, es recibido en el examen de in-
El estudio, en cambio, fue sobrecar gado como compensación, como ;rcso en el liceo. A los diez años , pues, cuando ya iba al liceo, nació
,11 hermano Alexandre; lejos de experimentar rivalidad hacia él, se
sublimación, como medio de conservar y reforzar el amor y la admi-
ración de sus padres por quien fuera mucho tiempo su único hijo. ,·ncargó de su instrucción así como sus padres se habían encargado de
Probablemente su madre enseñó a Sigismund a leer y escribir en ale- la suya. A los trece años comen zó a acompañar a su padre en excur-
mán, y luego su padre, sin duda hacia el séptimo año, la relevó y s1• rones por los alrededores de Viena, mezdando al placer de la cami-
ocupó de la instrucción del niño. Al menos , según parece , habría que· nata prolongada el de un diálogo de tipo socrático en el que su pa-
entender así los recuerdos algo imprecisos de Anna Bemays-Freud, dre le hacía compartir sus conocimientos de autodidacta y, por las
citados por Jones: "Después de las primeras lecciones recibidas di' ilustraciones concretas que daba , sus valores morales. El mismo rasgo
;1 parece con frecuencia · en las vidas de los genios: Étienne Pascal,
su madre , su padre se encargó de su educación antes de enviarlo :1
una escuela privada . Autodidacta, el padre era sin duda un hombrr después de la muerte de su mujer, se consagró a la instrucción de
de gran valer, con una inteligencia y amplitud de miras muy por en- lllaise; Leonardo da Vinci y John Stuart Mili, por los que Freud se
mteresó, fueron tomados a cargo por sus padres después de un pri-
cima del término medio" (J I, ing y fr 20).
111erperíodo feliz cerca de la madre.
A los siete años, en todo caso, Jacob hizo leer y contemplar a Si-
Pero volvamos atrá s. Después de Anna, nacida en Freiberg, cuatro
gismund ( que entonces leía de corrido y mostraba un gusto muy vivo
nuevas hermanas de Sigismund vieron la lui en Viena: Rosa, a quien ,
por el estudio) la Biblia en la edición ilustrada y bilingüe (hebreo y
,t la inversa de la precedente, siempre adoró y a la cual encuentra
alemán) de Philippson . Por el doble canal de la imagen visual y del
"neurasténica" como él; Marie ( Mitzi) ; Adolfine (Dolfi), a la que
texto escrito, significó para el niño el descubrimiento de realidades
Sigmund quiere mucho y que hasta su boda fue una compañera de
desconocidas: los dioses egipcios con cabeza de pájaro, la historia
paseos, inclusive de viajes; y Pauline ( Pauli). Para cerrar la serie, en
originaria de los judíos, pueblo elegido de Dios, las Tablas de la
1866 nació un varón, Alexandre ( Schani) , así llamado por sugestión
Ley de Moisés, las interpretaciones de los sueños y un despliegue d
de Sigismund, en honor del héroe antiguo que habitó sus ensueños
conductas cuya existencia real es probable que descubriera en esa
del décimo año . ¿En qué se han convertido en 1895 esas hermanas y
ocasión y cuycarelato debía de hacerlo vibrar fuertemente: fratricidio!,
,•se hermano? Anna ( 1858-1956) se casó en 1883 con Eli Berna ys
parricidios, filicidios; alianzas, rivalidades y traiciones; raptos , violacio ( 1860-1922 ) , hom bre de negocios con cuya hermana Martha se casó
nes, concubinatos, incestos. Todo ello alimentó un sueño de angusti:i,
después Sigmund, y de quien se distanció pasajeramente a causa de
"Madre querida y personajes con picos de pájaro", soñado hacia loA
~u retardo en entr egar a Martha la dote que estaba obligado a hacer
nueve o diez años, luego de la muerte de su abuelo materno acaecida l'I
fructificar. Desde 1892, el matrimonio Bernays y sus hijos Lucie y
3 de octubre de 1865, y cuyo recuerdo conservó y que interpretó en rl
Edward se instalaron definitivamente en Nueva York; Sigmund enton-
Gicklhorn ( 1965) no ha hallado _su nombre en los regi stros de comercio y el~
1·es los sostuvo moralmente y ayudó materialmente. 6 Sus otras hermanas
impuestos. Sin embargo, Jacob pagó siempre la pensión completa de Sigismurnl 6
en el liceo, sin solicitar beca. Ann a Fr eud-Berna ys narró sus recuerdo s sobre la infancia y la adolescen -
46 FREUD HASTA 189'.I 1 MIGRACIÓN . \'JENA . E ST U DIOS SECUND ARIOS
·17
y su hermano permanecieron en Viena. Rosa ( 1860-194 2) , despufa l.,s víctimas de tales afecciones. -Que ese deterioro fantaseadament e
de haber superado una grave decepción amorosa, se dispone a unirse supuesto sea considerado proveniente de la línea paterna (la madr e
al doctor Heinrich Graf. Marie ( 1861-1942) se casó en 1886 con 11u ,lt• Sigmund y su familia, en cambio , sólo eran imaginadas como be-
primo Moritz Freud y tiene una hija, Lilly. Pauline (1864-1942) ac, 11Hicas) denota en él la oscura presencia de sentimientos de ambi-
casó con un abogado oriundo de Neutitschein, Glazer. únicament , v,1lencia y de culpabilidad respecto de 'su padre.
Adolfine ( 1862-1942) permaneció soltera y vivió con su madre. Ale
xandre ( 1866-1943), con quien Sigmund se entiende muy bien, pro•
sigue con éxito sus estudios superiores comerciales .7 Frcud entró en 1866, a la edad de diez años, en el Leopoldstadter
Sigmund ayudó material y psicológicamente a sus hermanas, parti Kommunal Gymnasium (liceo) , corrientemente llamado Sperlgymna-
culannente a Rosa y Adolfine. Pronto se colocaron como damas d ium o Sperlaeum, de gran reputación en virtud del nivel elevado de
compañía para subvenir a sus necesidades y a las de sus padres; un la enseñanza. Una imaginación rica y viva nutrió sus ensueños pre-
de ellas fue, durante cierto tiempo, sirvienta en París . Sigmund tam puberales con hazañas guerreras. Aníbal, el semita que hizo temblar
bién se erigía ocasionalmente en muy moralizante censor de sus le 1 Roma, Masséna , el general de Napoleón supuestamente judío , Crom-

turas. wcll, el protector de los judíos en Inglaterra, fueron sus héroes, y la


Sin dejar de poner gran cuidado en preservar su independencia, Jfistoire du Consulat et de l'Empire, de Thiers, su libro de cabecera.
Sigmund mantiene buenas relaciones con las familias de su padre y 1,uego, en ]a adolescencia, estalló la inclinación por la especulación
de su madre. Cuando viaja, no deja de visitar a los miembros de un lilos6fica; Freud se nutrió de Goethe y de la "filosofía de la natura-
u otra. lrza" surgida de Schelling. En el liceo fue un alumno del término
Entre los cinco hermanos de Jacob, quien más contó fue el "tío" 111edi o en ciencias exactas -matemáticas, física, química- y, en cam-
Joseph, no sólo a causa de la resonancia semántica de su nombre y bio, dotado tanto para las ciencias naturales, por las que finalmente
del hecho de que al vivir en Viena se frecuentaron más, sino porqu optó después del bachiJlerato, como para las ciencias políticas y mo-
1ales a las que al principio había pensado destinarse. El reciente ac-
las calaveradas de su hijo desolaron a toda la parentela y porque ti
mismo murió de epiiepsia. Además otro tío paterno, residente en Br<'A reso de los judíos a la vida política y a las responsabilidades sociales
lau , tuvo varios hijos locos o tarados (J l, ing y fr 4; y c. del 10 lo entusiasmó, tuvo deseos de participar activamente en esa evolución ;
de febrero de 1886 a Martha, C 222) . El propio Freud, en 1895, comn fue el camarada de los republicanos , de los liberales, de ]os socialistas ;
muchos de sus contemporáneos en una época en que predominab m mejor amigo en el liceo fue Heinrich Braun (1854-1927), el fu-
respecto a las enfermedades nerviosas la teoría de la degeneración y turo político socialista alemán, quien le presentó a Fritz Adler , futuro
Mt·cre tario de la tercera Internacional, y a Victor Adler (1852-1918),
la ignorancia de toda quimioterapia, sigue preocupado por una even
luturo cuñado de Braun, futuro jefe del partido socialista austriaco,
tual herencia patológica recibida de su ascendencia paterna y qu
ron el cual el estudiante Freud tuvo una ·querella que casi termina en
correría el riesgo de trasmitir a su vez a su propia descendencia. Su
duelo (c. a Julie Braun-Vogelstein, 30 de octubre de 1927, C 411-
especialización progresiva en psiquiatría respondió sin duda a la n -112).
cesidad de tranquilizarse acerca de su propia normalidad y de curar Pero esa ambición, esas camaraderías, esas lecturas apasionadas de
haciendo las cosas a tiempo e inventando los remedios específicos, obras históricas sólo fueron una llamarada ; no queda nada de todo
1•1lo en 1895. En cambio , la influencia cuya impronta se manifiesta ,
cia de Freud, por desgracia alterados, en un artículo del American Mercur1
titulado "My brother Sigmund Freud" ( noviembre de 1940). "iempre viva es la de las humanidades clásicas, que representaban ,
1 Una palabra sobre el destino de todos ellos. Anna m orirá en Nueva York t'Omo hemos dicho, para los judíos mayores o coetáneos de Freud, la
a los noventa y siete años . Las otras cuatro hermanas que permanecieron en 111 troducción a la cultura universal considerada como fuente princi-
Viena en 1939, morirán en 1942 en un campo de exterminio de judíos. Alexan pal de la plenitud del espíritu. Freud conoce tres lenguas anti gua s :
dre terminará por casarse (su celibato preocupó mucho tiempo a Sigmund) 1
tendrá un hijo, Harry, emigrará a Inglaterra, luego a Suiza y por último 1
latín, griego y hebreo, esta última aprendida fuera del liceo con Sa-
Canadá , donde morirá en Toronto . El destino de Rosa será particularmen muel Hammerschlag (que morirá en 1904), hombre pobre, digno, de
triste: eu marido morirá prematuramente en 1908, su hijo será muerto en 11 brillante espiritualidad, cuyo hogar y parientes fueron un constante
guerra y su hija, soltera y encinta, ,e suicidará . mstén para Sigmund; su hijo menor, Albert, llegó a ser médico, y su
FREUD HASTA ] !\~I N<t\'JAZGO Y BODA 49
48
única hija, Anna, que se casó, en 1885, con Rudolf Lichtheim, vio '"'· Cuando tenía ocho años su familia se instaló en Viena, como ya
año siguiente terminarse su matrimonio con una viudez brutal. Ad había sucedido con Amalia. El matrimopio fue el fruto de un gran
más, Freud habla cuatro lenguas vivas extranjeras: el inglés, leng11 1111orsobre el cual los interesados se mostraron discretos toda su vi-
de su envidiada familia de Manchester; el francés, que su estadía ,., d,1, y cuya realidad fue revelada por Jones, que después de la muer-
París le permitió dominar; el español, aprendido con un camarada d t,• de Ma.rtha, en 1951, pudo consultar la correspondencia entre am-
clase, Silberstein, con quien desarrolló una mitología secreta tomad hos, y por la publicación, más tarde, de una parte de la misma ( C
de Cervantes; Silberstein se convierte en banquero, y por lo mis1111 il 1960, fr 1966).
a los ojos de Freud, ha terminado mal ( c. a Martha, 7 de feb. el Las familias Bernays y Freud se conocían. Martha y su hermana
1884, C 109-110); por último, un poco de italiano, que perfeccionu Minna (1865-1941) frecuentaban a las hermanas de Sigmund, y éste
rá en sus repetidos y entusiastas viajes a Italia. Tiene un conocimienl, ,·,a amigo de Eli, el hermano de Martha que habría de casarse con
profundo de los grandes escritores alemanes, hasta el punto de qu Auna, y de lgnace Schonberg, futuro novio de Minna. Una tarde de
su primer biógrafo, Wittels ( 1924 y 1931), creyó encontrar la clav 1hril de 1882, Sigmund, de veintiséis años de edad, volvía de su tra-
del genio de Freud en la identificación con Goethe. hajo y encontró a Martha de visita en su casa. En lugar de retirar-
Siempre el primero de su clase ( esta información suministrada po "" a su despacho, como de costumbre, se quedó y fue seducido por
Freud fue verificada por los Gicklhorn ( 1960) en los archivos clnl l.1 alegría de la joven, donde encontraba, inconscientemente sin du-
liceo), Freud pasó el bachillerato con la mención "bien" en 1873. En da, la jovialidad tan característica de su propia madre, Amalia. Ade-
versión latina, tuvo que traducir un pasaje de Virgilio "que, por r 111ás,Martha tenía veintiún años, la edad de Amalia cuando nació
sualidad, había leído por gusto un tiempo antes"; en versión gric ,'-;igismund. Eso constituyó su segundo flechazo. En 1872, cuando tuvo
30 versos de Edipo rey (¡qué premonición del destino!) ; en disert11 l11garsu único retorno a Freiberg, se enamoró de una antigua compa-
ci6n alemana, su redacción sobre el tema: "Consideraciones a torn nrra de juegos que ,había permanecido en el país natal, Gisela Fluss,
en cuenta en la elección de una profesión", le valió felicitaciones po c11yafamilia lo alojaba; los hermanos, siempre corresponsales fieles,
su estilo (c. a Emil Fluss, 16 de junio de 1873, C 12). "' convirtieron en sus amigos después de su emigración más tardía a
El modo mitológico oe pensar es en Freud tan vivo como la olY..rr Viena. Pero el tímido adolescente de dieciséis años nada di jo a la
vación científica, y más antiguo. Conoce muy bien las mitologías m ,11nada efímera y ella nada adivinó. Sigmund narró este episodio a
diterráneas: la grecolatina en primer lugar, gracias a Homero, a S su novia en una carta del 28 de octubre de 1883, citada por Jones
focles y a la Eneida de Virgilio, pero ha leído y leerá cada vez 1rn1 (J ing y fr 36) pero ausente de la Correspondencia.
obras generales sobre la civilización griega, sobre historia romana. En sus comentarios sobre el sueño "Mesa redonda" que estudiare-
mos más adelante, Freud dará detalles inexactos sobre las circunstan-
estudios particulares sobre ciertos mitos o material folklórico. Tambii'I
se interesó en las mitologías semitas, egipcias, germánicas y escan rias de su petición de mano. Jones (J I, ing y fr 115-120), que tuvo
dinavas, hindúes; en las supersticiones medievales y también en 1 acceso al diario que entonces llevaba Sigmund y que sigue inédito,
grandes obras italianas y españolas, es decir, otra vez mediterránct reconstruyó la historia siguiente.
que en cierto modo cumplen una función mitológica en la época mo Después de algunas semanas de incubación, de encuentros, de rega-
derna: el Orlando furioso de Ariosto, La divina comedia de Dant 1itos y conversaciones cada vez más exaltantes, alentado por Martha,

el Quijote. quien el 13 de junio, invihda a cenar en casa de los Freud, le apre-


tó la mano por debajo de la mesa, Sigmund se declaró el 15 del
mismo mes en una carta trasmitida por Eli y --oh felicidad- recibió
secretamente, como respuesta, un anillo. Esto sucedió el 17 de junio
2. NOVIAZGO Y BODA (1882-1886) ele 1882, día a partir del cual se consideraron prometidos y se escri-
bieron casi cotidianamente, esperando la boda que la insuficiencia
En 1895, Freud está casado y es padre de cinco hijos. Su boda t11v1 ele sus recursos materiales les hizo diferir durante más de cuatro años.
lugar el 14 de septiembre de 1886 en Hamburgo, residencia de Ji Tal correspondencia, que sucedió al diario íntimo, constituyó una
novia. Tenía entonces treinta años. Su mujer, Martha Bernays ( 1861 ,·specie de ensayo general de la correspondencia ulterior con Fliess,
1951) , es cinco años menor; nació el 26 de julio de 1861 en Hamb111 un alejamiento respecto a la introspección propia de la adolescencia
FREUD HASTA 189~ ~OVIA ZGO Y BODA 51
50
y un esbozo de autoanálisis en relación con un interlocutor privilegia- dectuoso e intransigente en la realización de su propia voluntad; por
do. Fueron por supuesto cartas de amor, donde Sigmund se mostró ¡,•mplo, una carta de ésta en la cual, muy severamente, lo intimaba
apasionado, constante, celoso y, como iba de suyo en un medio mar 1 diferir la boda por falta de suficientes recursos ( c. del 27 de jun.
cado por una profunda educación moral y religiosa, casto. Descubrió dr 1886, citada en J I, ing 161-162, fr 162-163), no tuvo sobre él
"la incomparable dicha de ser amado" ( c. a Martha, 23 de agosto dr , l1•ctoalguno.
1883, C 54). Comparó su primer encuentro a solas, después del com- Las cartas de los novios también fueron la crónica de sus ocupa•
promiso oficioso, en un bosquecillo de W andsbeck, a un paraíso ante , 100P~,de sus lecturas, de sus viajes, de sus amistades, de aconteci-
rior a la caída donde Adán y Eva, en la aurora del mundo, en medio 1111entos sobrevenidos en su entorno, de sus frecuentes diligencias ante
de los animales, de los grandes árboles y de los transeúntes bonacho donadores habituales o potenciales, de sus sueños nocturnos, narrados
nes, intercambiaban besos: "Ningún ángel con espada de fuego era vi, 111embargo sin comentarios ni interpretación. Figuran aquí muchos
sible" ( c. a Martha, 14 de agosto de 1883, C 33) . Ya en su segunda ¡wrsonajes o escenas que el espíritu de Freud revivirá en el curso de
carta se pone de manifiesto por entero: "Cuando amo, soy muy ex 11trabajo autoanalítico. Las conversaciones con sus maestros, Noth-
elusivo" ( c. a Martha, 19 de junio de 1882, C 19). Describió low 11.1gel(profesor de medicina general y director de una de las clínicas
efectos inmediatos del amor sobre él: "Esta deliciosa joven ... vino 111rdicasde la Facultad), Breuer, Charcot, fueron narradas con viva-
a mí, reforzó mi fe en mi propio valer, me dio una nueva esperanza, ' ,dad, a menudo en forma de diálogos. El suicidio de un colega,
una fuerza nueva para trabajar -y ello en el momento mismo en qur. 1'/,tthan Weiss ( 1851-1883), a quien se encontró ahorcado poco des-
más lo necesitaba" (ibid., C 18). Tan celoso se mostró con los hom purs de regresar de su viaJe de bodas, fue narrado con emoción, pre-
bres -un tío y luego un primo de Martha, por último un amigo co 11~ióne inteligencia, y propuso un fino análisis psicológico de los
mún- que la corteja1-on y tan exigente con ella que sus relacionr1 111otivos de aquel acto (c. a Martha, 16 de sept. de 1883, C 70-76).
estuvieron varias veces al borde de la ruptura. Es verdad que al co Wciss prometía llegar a ser un brillante neurólogo y su muerte deci-
mienzo, según parece, Martha sólo estuvo moderadamente enamora d16a Freud, aconsejado por Breuer, a tomar su lugar en dicha espe-
da, antes de dejarse conquistar de veras por la rica y viva persona ' 1.1lidady permanecer en Viena para intentar hacer carrera.
lidad cuya imagen le proporcionó su compañero, poco a poco, en s11• Otra desgracia, 1a de Minna, a quien su novio, enfermo ele una
cartas o visitas clandestinas. Por otra parte, al sostener Martha t11berculosisincurable, desligó de su compromiso en 1885, antes de
menudo sus propios puntos de vista con independencia y firmeza, 111oriral año siguiente, fue una fuente de muchas preocupaciones, di-
suscitó en él no poca amargura, pero le proporcionó un interlocu tor li1,1cncias,manifestaciones de simpatía, pero también (lo que ya es
a su nivel, que necesitaba, y que al enfrentarlo --como será el caso, ,¡>ecíficamente freudiano) de exhortaciones a aceptar con lúcida re-
otra vez, con Fliess-- le permitió progresar. "Tu madurez de espíritu 1~nación la dolorosa pero ineluctable necesidad.
era tal y no había en ti nada vacante, eras dura y poco afable, 1111 El trabajo de Sarah Bernhardt en Théodora de Sardou, admirado
tenía sobre ti_poder alguno. Tu resistencia misma me apegaba siem , 11el teatro de la Porte-Saint-Martín, en París, la visita al museo de
pre más a ti, pero era al mismo tiempo muy desdichado" ( c. a Ma1 1)rcsden con sus hermanastros Emmanuel y Philippe, fueron alegre-
tha, 30 de junio de 1884, C 131). Su amor no tuvo que supera 1111•nte descritos ( c. a Martha, 8 de nov. de 1883, C 191-194; 20 de dic.
obstáculos interiores solamente: la insuficiencia de sus recursos finan I,• 1883, C 92-94) . Ofreció retratos notablemente ejecutados de Don
cieros llevó a numerosos parientes y amigos' a desaprobar el proyecto r.luijote, cuyas aventuras hizo leer a Martha (c. a Martha, 23 de ago.
de matrimonio; sobre todo, la madre de Martha. Viuda desde hací11 lt• 1883, C 55-56), quien se declaró sorprendida ¡ por el carácter osa-
mucho tiempo, cuando sus tres hijos estaban a punto de comprom ,lo de ciertos pasajes!, o de Ernst von Fleischl, uno de los dos asistentes
terse ( Eli con Anna Freud, Minna con Ignace Schi:inberg y Marth 11•Brücke en el Instituto de fisiología, soltero, rico, cultivado y aficio-
con Sigmund), decidió de súbito regresar a su lugar de origen e ina 1.1doal sánscrito y al juego de go, pero también morfinómano ( c.
talarse en W andsbeck, cerca de Hamburgo, arrastrando con ella a la• Martha, 27 de jun . de 1882, C 22). El nombre de Bertha Pappen-
hijas, para gran desesperación de sus enamorados. Para Sigmund 1 11•im, una amiga de Martha, tratada poco antes por Breuer, reaparece
separación fue costosa en frustración afectiva y gastos de viaje, pcr 1rias veces (c. inédita a Martha, 19 de nov. de 1882, cit. en J
proficua en tanto que su amor surgió más firme de la prueba. Con ing 248, fr. 249; y c. a Martha, 13 de jul. de 1883, C 50; c. a
su futura suegra, como con sus propios padres, se mostró deferent 11artha, 4 de sept. de 1883, C 64). 5u caso fue publicado bajo el
52 FREUD HASTA 18!1 N• l\ 'IAZC O Y BODA 53
seudónimo de Anna O ... en los Estudios sobre la histeria ( 1895d) d, ntemente ignorado por Freud, pero lo que merecería el nombre de
Sigmund discutió largamente con Martha, lectora puntillosa y com·~ lda•rtinaje intelectual le fue particularmente familiar.
ponsal de espíritu a veces acerado, acerca del Ensayo sobre las m11 Por otra parte, Sigmund se entregó mucho a la vida de grupo con
jeres de John Stuart Mill, que él tradujo (1880a): Sigmund acepte\ 11s compañeros de estudio, con hijos de amigos de sus padres: ha
de buena gana a la mujer como igual del hombre y capaz de compar , vocado el Bund, la unión que compuso con Ignace Schéinberg, Eli
tir sus preocupaciones , pero sin embargo difere nte y destinada sohr, llc•rnays, los tres hermanos Wahle, sus antiguos vecinos y amiguitos de
todo a la vida doméstica y la crianza de la progenitura ( c. a Mar l., infancia, y, llegado a Viena de Freiberg en 1878, los tres hermanos
tha, 15 de nov. de 1883, C 86-87). I•1uss ( c. a Martha, 14 de ago. de 1882, C 33) : todos, por lo demás,
Con la misma franqueza --que nunca abandonará y le valdrá m11 1111israelitas . Esta vida en grupo, bastante frecuente a esa edad, sobre
chas enemistades- expresó una opinión poco halagadora sobre 1 111doen los países germánicos, constituyó para él la contrapartida de
burguesía que impide gastar al individuo sus energías vitales: "Desd 11lrorasgo de su carácter: el individualismo, el desdén por las rela-
el punto de vista del buen sentido burgués, estoy perdido desde h;i< ' iones sociales superficiales, y ciertamente acabó de prepararlo, después
mucho" ( c. a Martha, 19 de jun. de 1884, C 126) . Se lo repite de• los juegos de su primera infancia con su sobrino, su sobrina y sus
Breuer, a quien informa muy bruscamente su rechazo a acompaiia Vl'cinitos, para los problemas de las relaciones colectivas que planteará
en un viaje, por mil florines, a uno de los ricos enfermos de aquí·l l.i institucionalización del psicoanálisis, especialmente para el funcio-
prefiriendo privarse en el plano material y disponer del tiempo d 11 amiento del Comité de los Siete que controlará el desarrollo del mo-
las vacaciones para visitar a su novia: "El viaje que me llevará ha~ vimiento psicoanalítico desde 1913 hasta la muerte de Abraham, en
1
ta mi querida Martha forma parte de cierto plan de vida audaz, q11 1 )21. Pero esto nos lleva más allá del período que es el objeto de
carece de seriedad y no tiene en cuenta a los demás, usted incluido 11 uestro estudio y donde su soledad científica culminará; pero, incluso
Por un momento quise abandonarlo a fin de vivir según las norma , ntonces, no le faltará la fiel solidaridad de un reducido grupo de
burguesas de circunspección timorata . Pero no pude resolverme ,,migos cuyas distracciones y preocupaciones profesionales o cotidianas
ello, por ausencia de las cualidades necesarias para esa conversión'' comparte.
( c. a Breuer , 23 de jun. de 1884, C 128). Con el mismo vigor cri La s cartas a su prometida permiten igualmente aportar algunas pre-
ticó al pueblo, por la razón inversa de que no se encuentra en esta cisiones sobre el judaísmo de Freud. Para entonces no observaba los
do de controlar ni de explotar esas mismas energías: "La canall ritos, e indujo a su novia a abandonar toda práctica religiosa. Supo
da libre curso a sus apetitos y nosotros nos privamos . . . Y es est hacer frente con firmeza y dignidad a las afrentas antisemitas co-
hábito de reprimir constantemente nuestras pulsiones naturales lo qu rrientes en la época (por ejemplo, en ocasión de un viaje en tren,
hace de nosotros seres refinados ... El pueblo , los pobres, no podrían ,tbrió, de noche, la ventana del vagón, y por eso fue tratado de "sucio
sobrevivir sin la espesa piel de su despreocupación. No hay razón judío") ( c. a Martha, 16 de dic. de 1883, C 89-90) ; pero en estas
para que adjudiquen demasiado valor a sus aspira ciones cuando to carta s afirmó - y nunca se desmentirá - su pertenencia al judaísmo en
das las desdichas que la naturaleza y la sociedad tienen en reserva tant o que espíritu: "En lo que nos concierne, he aquí lo que pienso:
se abaten sobre ellos . . . Los pobres están demasiado expuestos, y son aun que las formas en las cuales los viejos judíos se sentían cómodos ya
demasiado impotentes para actuar como nosotros" ( c. a Martha, 29 no nos ofrecen abrigo, algo esencial, la sustancia misma de ese judaís-
de abr. de 1883, C 60-61). Un sociólogo diría que Freud piensa y mo tan lleno de sentido y alegría de vivir, no abandonará nuestro
actúa como un representante típico de la clase media: apunta a la hogar" (c. a Martha, 23 de jul. de 1882, C 32) . En la misma carta
ascensión social apoyándose en sus dones intelectuales . Pero es igual evocó al rabino Isaac Bernays ( 1792-1849), abuelo de Martha, antiguo
mente interesante observar que los términos "represión" y "pulsio jefe de la comunidad judí a de Hamburgo, espíritu cultivado y liberal;
nes" aparecen naturalmente bajo su pluma y que el proceso de subli de sus tres hijos , Jacob ( 1824-1881) fue profesor de filología clásica
mación está descrito en la última cita. en Breslau, luego en Bonn ; Berman (1826-1879), el padre de Martha,
Otros pasajes constituyeron la defensa e ilustración de una cierta colabor ador de un economista de talento en Viena; Michael ( 1834-
vida de bohemio: despreocupación por el porvenir, por las convenien 1897) , profesor de lenguas vivas en la Universidad de Munich ( o de
cías, por las ideas establecidas: cuando uno tiene, pre sta; cuando no Viena: los biógrafos no están de acuerdo en este punto), puesto en-
tiene, solicita; uno busca lo que quiere. El libertinaje erótico fue evi tonces inaccesible para un judío y que obtuvo pagando el precio de una
54 FREUD HASTA 18<"1 NOVIA ZGO Y BODA 55

abjuración religiosa dolorosa para los suyos. El recuerdo del rabino drcidido a abjurar de su judaísmo para obtener esa nominación, como
Isaac Bemays permaneció vivo en un comerciante judío, de quiN1 lo hizo el tío de Martha . Por otra parte, en el Imperio austrohúngaro,
Freud adquirió un regalo para su novia y que le habló asi: "La reli rico y en pleno auge int electual, en Prusia y luego en la Alemania
gión, habiendo dejado de ser un dogma rígido, se vuelve objeto <l, 1ecientem ente unificada, el siglo xrx vio salir a los judíos de sus oficios
reflexión para la satisfacción de los gustos artísticos y refinados aal mercantiles y de su mundo espiritual cerrado para acceder a la vida
como para las exigencias crecientes de la lógica. En fin, el maestro d política (Lasker fue uno de los dirigentes del partido nacional liberal
Hamburgo la recomendaba no porque se la hubiese declarado sagrada, ,,lemán, La salle uno de los fundadores del partido socialista alemán:
sino porque se regocijaba con el sentido profundo que descubría 1·11 Hcrán evocados en el sueño "Autodidasker"), a las profesiones libe-
ella o que le atribuía" ( ibid, C 31 ) . rales, a un patrimonio científico, literario y artístico a la vez laico y
Si, según Platón, la filosofía se define por el amor a la verdad, o f'Omún. Debo a Alain Besanc;on la idea de que las referencias a la cul-
si se enuncia, según Heidegger, como la verdad del amor, lo qu 1ura universal , tan numerosas en los sueños que Freud soñará entre
caracterizó a Freud entre los veintiséis y los treinta años fue la adop 1895 y 1900, y ya frecuentes en la correspondencia con su novia (que
ción de una tercera vía, a saber: la verdad en el amor . Verdad cien las comparte), constituyen para él la garantía simbólica de la verdad
tífica, seguramente: sobre el punto Sigmund planteó de plano su1 en el dominio de las ciencias humanas y la prueba de que los descu-
condiciones a Martha, quien las aceptó con la alegría imaginable 1•11 brimientos que está haciendo no sólo son verdades de su pueblo sino
esta nieta, hija y sobrina de espíritus cultivados e innovadores. Él 1 que pertenecen al saber general de la humanidad sobre sí misma. Pero
dijo y escribió que sólo la ciencia pura le interesaba, la clientela rrn la verdad general no es para Freud sino una de las hojas de un dípti-
un peor es nada para ganarse la vida; una cierta pobreza era sopor co; la otra, simétrica, es la verdad personal. En las cartas a Martha,
table para quien estaba movido por la pasión más tarde llamada c:pi8 Sigmund se describió sin complacencia y con lucidez. Si hubiese ac-
temófila. Efectuar un descubrimiento importante fue para Sigmund tuado de otro modo, su prometida, tan independiente, como se ha
un objetivo indisociable del de hacer exitoso su amor con Martha ; dicho, en sus juicios, lo habría llamado al orden. "Todo lo que ya
cada uno de estos objetivos sostuvo y alimentó al otro; siguen siendo, ocurr ió y todo lo que ocurrirá aún , presentará para mí un interés
en 1895, vivaces y complementarios. La correspondencia amoro~a nuevo gracias al interés que tendrá para ti . . . Podrás leer en mí como
narró así en detalle dos descubrimientos que Sigmund creyó hab,·r en un libro abierto y nos hará tan felices compr endernos y sostenernos"
realizado y que se frustraron: el de un método de coloración de la (c. a Martha, 23 de oct. de 1883, C 82).
fibras nerviosas, luego el del poder anestésico de la cocaína. Esta ambi El deseo de seducir es un sentimiento que Freud ignorará toda su
ción científica, me parece,' constituyó la principal razón por la cual vida, y lo pagará con el aislamiento social y profesional, pero que lo
Freud nunca abandonó Viena, y sólo lo hará cuando su vida se en resarcirá, como veremos más lejos, con el descubrimiento de la con-
cuentre en peligro, a pesar de la dificultad para .m médico sin fortunn tra trasferencia. La carta del 22 de agosto esbozó su autorretrato: "Co-
personal de ganarse la vida en una ciudad donde ejercian numerosos y mo alguien me lo ha hecho observar recientemente, tengo por cierlo
eminentes especialistas, a pesar del antisemitismo larvado o a vect'a tendencia a la tiranía. Además, estoy de un humor demasiado alegre en
oficial que allí reinaba, a pesar de la indiferencia u hostilidad con este momento, me dejo ir sin freno a esa especie de exuberancia juvenil
que se recibirán más tarde sus ideas. La Universidad de Viena era propia de quien no ha alcanzado la madurez y que otrora me era com-
entonces una de las más brillantes del mundo; la investigación biol6 pletamente extraña. Tengo igualmente una disposición natural, en
gica y médica era particuiarmente activa y fecunda, y Freud pudo 1•11 general loable, para detest<'.r a alguien por motivos intelectuales , sim-
cada ocasión encontrar allí el maestro, el interlocutor, el colaborador, plemente porque es estúpido" ( C 53). Esta última línea es un testimo-
el consejero que necesitaba. De tal modo, consideró sin entusiasmo las nio de que Freud ya se sentía seguro de pertenecer a la aristocracia
proposiciones ( que emanaban de patrones demasiado bien intenciona. de la inteligencia. Moral y materialmente fue sostenido, durante todos
dos) de puestos en clínicas provinciales, de instalación como médico sus estudios, secundarios y superiores, por parientes, relaciones, colegas
de pueblo, incluso de emigración a Norteamérica . Así, en 1895 su mát que adivinaron en él un espíritu poderoso y original. A su vez, co-
vivo deseo en el dominio profesional fue llegar a ser, como tantos otro• mienza a seleccionar a las personas que frecuenta profesionalmente,
espíritus que admira en los dominios más diversos, profesor de la Uni- según dos criterios: la superioridad intelectual y una actitud abierta
versidad de Viena . Pero, aunque incrédulo, en modo alguno está a las innovaciones. De esta manera actuará hasta su muerte , acrecen-
56 FREUD HASTA 189r, NOVIAZG O Y BODA 57
tando así la hostilidad de los mediocres, que tales se sentirán juzgados, 1111 hoga r definitivamente feliz, fecundo y estable y provisoriamentc
pero permitiendo también al psicoanálisis, en virtud de elecciones y 1 11arm onía con su traba jo ( durante mucho tiempo Sigmund discutió
rechazos juiciosos, constituirse como ciencia y como práctica, de una ¡,or las noches sus casos con su mujer); también hizo madurar en él
manera casi definitiva, en menos de un tercio de siglo. El desprecio 1111 proceso fundamental a continuación: la interacción del conoci-
casi nietzscheano tanto por la ciega mezqyindad de la mayoría como 111icntode sí mismo y del conocimiento de los demás; la reciprocidad
por las personas bien colocadas y fijadas a las ideas recibidas, pue clr 111treel conocimiento que el otro adquiere de mí con el que yo ad-
sorprender en una época como la nuestra que a menudo utiliza a ,¡uiero de él. Asimismo le permitió ejercer un estilo de escritura, alerta,
Freud como caución de una ideología igualitarista. La carta del 19 dr , faro, preciso, que teje en una misma trama los debates de ideas,
junio de 188-4-,al mismo tiempo que anuncia la terminación del artíc u l.1~anotaciones concretas, las referencias a la cultura general. Consti-
lo sobre la cocaína, comenta: "Tú conoces ... la clave de mi existen 111yópues, con arreglo al modelo goetheano que ya ha aparecido con
cia, sabes que no soy capaz de trabajar sino aguijoneado por grandt•s ln•cuencia bajo su pluma, los "años de aprendizaje" de Sigmund
esperanzas sobre temas que me apasionan. Antes de tenerte, ignoraba Frcud: la comparación es del propio interesado; la escribió en su
por completo la alegría de vivir, ahora que eres mía 'en principio', l'rimera carta a Martha posterior al día de su compromiso: "Y
poseerte toda entera es una condición que impongo a la vida que, sin durante todo ese tiempo, no podía sacarme de la cabeza la historia,
eso, ya no presentaría para mí gran interés. Soy muy obstinado y muy i¡11eleí en alguna parte, de un hombre que dondequiera que fuese
temerario y tengo necesidad de grandes estímulos. He hecho cantida d IIPvaba a su bienamada en una cajita; y después de haber pensado
de cosas que toda persona sensata estimaría muy irrazonables: por ,,mcho tiempo, recordé súbitamente que debía de tratarse de apren-
ejemplo, elegí la ciencia siendo pobre, y luego, sin tener un centavo, dizaje, del cuento de hadas 'La nueva Melusina', que se halla en Los
conquisté a una joven pobre; pero necesito continuar viviendo de la 11110s de aprendizaje de Wilhelm Meister, la novela de Goethe. Sólo
misma manera, y necesito arriesgar mucho, esperar mucho, trabajar lmía un vago recuerdo de ella. Retomé el libro durante tanto tiempo
mucho" ( C 126) . Y también: "¿ Sabes lo que Breuer me di jo una tliandonado y pude comprobar la exactitud de mi suposición. Pero
tarde? Quedé tan emocionado que le revelé el secreto de nuestro com ,·ncontré más de lo que buscaba" ( c. a Martha, 19 de jun. de 1882,
promiso. Me dijo que había descubierto en mí, oculto bajo una timi (,' 18).
dez aparente, un ser extremadamente audaz y sin miedo. Siempre In El hogar fundado por Sigmund se enriqu~ció en nueve años con
pensé, pero sin haberme atrevido jamás a decírselo a nadie. Con frt· , inco hijos, tres niños y dos niñas; a mediados de 1895, el sexto está
cuencia me ha parecido que había heredado todo el espíritu de ins11 1•11 gestación. Para el padre constituyen su mejor obra hasta entonces:
misión y toda la pasión conque nuestros ancestros defendían su Tem "Tres y tres, son mi orgullo y mi riqueza" ( T d 307, 1D 301, JR 261) .
plo, y que podría sacrificar mi vida con alegría por una gran causa'' Así como lo sugirió a sus padres cuando nació Alexandre, dio a cada
( c. a Martha, 2 de feb. de 1886, C 215) . uno de ellos nombres de alcance simbólico. El de Mathilde, nacida
Sigmund habló con la misma franqueza de lo que sentía que era ,•n 1887, fue un homenaje a la mujer de Breuer, su guía científico y
su psicopatología personal. "Tengo de vez en cuando accesos de hipo 11 principal acreedor; Mathilde y J oseph Breuer, desde hacía más de
condria, de ·desaliento" ( c. a Martha, 23 de oct. de 1883, C 81) quince años, no habían dejado de ser para Sigmund amigos, sostenes
"Mi fatiga es una especie de enfermedad benigna que se llama neuras y confidentes. El de Jean-Martin, nacido en 1889, quiso honrar a
tenia y que se debe al surmenage, a las preocupaciones, a las emocio l<·an- Martin Charcot, en cuyo servicio, durante el invierno de 1885-
nes de estos últimos años; y cada vez que pude estar contigo, desapa 1886, Freud efectuó la residencia más fructuosa de su carrera. El de
reció como por encanto" (c. a Martha, 2 de feb. de 1886, C 212-213). Olivier, nacido en 1891, evocó a Olivier Cromwell, protector de los
En la misma carta enumera sus problemas: "pobreza, éxito demorado, ¡ndíos, y a Inglaterra, donde viven felices y prósperos los hermanas-
dificultad para ganar la buena voluntad de la gente, hipersensibi li Iros de Sigmund . El nombre de Ernst, nacido en 1892, fue un tcsti-
ciad, nerviosismo, preocupaciones" ( ibid., C 214). La cocaína, de b lllonio de respetuosa gratitud hacia Ernst Brücke, profesor de fisiología,
que tomó regularmente pequeñas dosis durante un tiempo, le interesó .1dmirado y temido, en cuyo laboratorio Freud recibió lo mejor de su
en virtud de los efectos dinamógenos que pudo observar no sólo en formación como investigador. El de Sophie ( 1893-1920), por último,
los demás sino también en sí mismo. remitió a una triste viuda cuyo desdichado destino será útil, para más
Así ese largo noviazgo no solamente desembocó en la fundación dr ,,delante, evocar desde ahora. Los Schwab eran los principales sostenes
58 FREUD HASTA 18()'1 1\STU DIOS DE MEDICINA Y PRIMERAS INVESTIGACIONES 59
materiales de Fr eud después de los Breuer . La señora Schwab era urrn La educación de los cinco hijos de Sigmund Freud se desarrolló
rica hermana de la señora Hammerschlag, esposa del profesor d hien. El padre, sin ocultar que en materia religiosa es un librepen-
hebreo sin fortuna que Sigmund no dejó de venerar. Los HammC'r Nador, les aseguró una sólida formación moral. A pesar de haber con-
schlag fueron, y siguen siendo en 1895, los más viejos sostenes y confi lado con una ayuda doméstica apreciable y apreciada (Martha es una
dentes. Una joven Schwab , Sophie , casó en 1884 con Joseph Paneth ama de casa que sabe conservar su personal), la esposa sufrió cierta
(1857-1901), adinerado compañero de estudios de Sigmund, a quien fatiga a causa de las preñeces sucesivas; su progenitura la acapara; y
reemplazó como monitor de trabajos prácticos en el Instituto de fisio Niel marido renunció a disgusto a hacerle compartir aún su evolución
logía de Brücke en 1882. Una vez casado, instituyó para Sigmund un intelectual -que por lo demás se hizo para ella cada vez más difícil
legado cuyos intereses sirvieron para financiar un viaje anual de éste 11 ele seguir y sin duda demasiado audaz-, pudo contar con ella para
Wandsbeck, donde vivía su prometida . Luego sucedió como asistentl' alentar permanentemente su progreso y aplaudir los signos de su éxito.
a Ernst von Fleischl, al morir éste, agotado por su cocainomanía, rn
1889. Pero Paneth sólo gozó un año de ese inesperado puesto qu
otrora fue el sueño de Freud: la tuberculosis acabó con él. El nombn
de Sophie Freud es un homenaje a Sophie Schwab-Paneth. El destino '.l. L A FORMACIÓN BIOLÓGICA Y MÉDICA

trágico así anudado por esas dos muertes herirá más tarde en la misrnn
línea, por tercera y cuarta vez: Sophie Freud, que en 1913 se convir Estudios de medicina y primeras inve stigaciones anatomo-fisiol6gicas
tió en la señora Halberstadt, murió a los veintisiete años en Hamburgo, (1873-1881)
de una neumonía, dejando dos huérfanos, de los cuales el menor,
Heinz-Rudolf , falleció a su vez de tuberculosis tres años más tard,·, En 189.5, Freud era doctor en medicina desde hacía catorce años.
mientras que el mayor, Ernstl , quedó a cargo de sus abuelos y tíos y Había emprendido estudios médicos en octubre de 1873, pero no con
tías maternos de Viena. 8 la perspectiva de curar enfermos sino para poder realizar investigacio-
nes biológicas de laboratorio. Más adelante volveremos sobre las cir-
s Algunas palabras sobre el destino de los otr os hijos de Freud. Mathildr cunstancias que determinaron esa elección (p . 127). Siguió con entu-
casó en 1909 con Robert Ho:litscher (1875-1959) y no tuvo hijos ; emigraron siasmo cursos fundamentales, cuyo exceso iba en detrimento de la clí-
de Viena a Inglaterra en 1938 con Sigmund y Martha, cuya casa llevaron 111 nica. "He cambiado de laboratorio y me preparo a ejercer mi verdade-
comienzo, en Londres. Jean-Martin, llamado Martín, tomó por esposa, en
1919, a Ersti Drucker; tuvieron un hijo, Anton Walter, en 1921, y una hija, ra profesión: entre desollar animales o torturar hombres, se afirma,
Miriam Sophie, en 1924; doctor en derecho, en 1932 llegó a ser director de cada vez más, mi preferencia por el primer término de esa alterna-
la editorial Internationaler Psychoanalytischer Verlag hasta su confiscación tiva" ( c. a Wilhelm Knopfmacher, 6 de ago. de 1878, C 16) . Desde
por los nazis en 1938; él y los suyos también emigraron a Londres . . Olivier 1875, a los diecinueve años, después de dos años de estudios solamente,
ingeniero químico, se instaló en Berlín hasta 1933; después de un primer ma y sin abandonar 1os cursos sobre Aristóteles dictados por el filósofo
trimonio desdichado, casó en 1923 con Henny Fuchs y tuvieron una hija,
Eva Mathilde ( 1924-1944). Ernst ( 1892-1970) contrajo matrimonio en 1920 Brentano, trabajó en el Instituto de anatomía comparada del profesor
con Lucie Brasch, llamada Lux ; tuvieron tres hijos y les pusieron nombres d Karl Claus ( 1835-1899), y, gracias a una beca de viaje, en su anexo ,
pintores: Stephen Gabriel ( 1921), Lucian Michael ( 1922), Clemens Raphatl la estación de zoología experimental de Tries te ( recordemos que en
( 1924); arquitecto, se instaló primero en Berlín y después de 1933 en Lon• aquella época la península de Tries te era austriaca) . Allí confirmó la
dres, donde arregló el viaje de sus padres en 1938 ; después de la muerte d
Sigmund Freud, fue, con Anna, su ejecu$0r testamentario, preparó las edicio,
hipótesis de Sirski, para quien un pequeño órgano lobulado era el
nes de la Correspondencia de Freud y administró las traducciones de sus obra1. esbozo de los testículos aún no detectados de la anguila macho. Tal fue
Freud, por lo tanto, tuvo ocho nietos ( seis varones y dos mujeres). la primera investigación efectuada por Freud, si bien publicada · en
En 1938, después del Anschluss, Sigmund Freud y su mujer dejarán Vien segundo término ( 1877b): así, por una curiosa coincidencia, la sexua-
por Londres (donde murieron) vía París, gracias a la intervención de la prin• lidad se halló presente en el comienzo mismo de sus preocupacione~
cesa Marie Bonaparte; fueron acompañados, además del matrimonio Hollill
cher y de Martin Freud y los suyos, ya citados, por Anna Freud, que pe1ma científicas. Claus era discípulo de Haeckel, el inventor de la célebre
neció soltera y se instaló como psicoanalista en Londres ( donde aún vive), poi ley biogenética según la cual "la ontogenia recapitula la filogenia".
el joven Emstl Halberstadt, por Minna Bernays, por Paula Fichtl, la empleada Bajo su influencia, Freud se volvió adepto entusiasta del darwinismo.
de la casa, y por el médico de Freud, Max Schur, su esposa y sus dos hijos. A partir de la iniciación del año lectivo de 1876, Freud, en desacuer.
FREUD HASTA } 89:l ES TUDIOS DE J\IEDICINA Y PRIMERAS INVESTIGACIONES Gl
60
do con Claus, pasó al Instituto de fisiología del profesor Ernst Wilhe lm entrever prematuramente en una conferencia de 1882 o 1883 sobre la
Brücke ( 1819-1892), sabio de gran reputación, cuya enseñanza siguió estructura elemental del sistema nervioso ( 1884b). Pero los especialistas
con deslumbramiento. Permaneció allí seis años, primero como famu lus no le prestaron ninguna atención. Quizá Freud insistió demasiado en
( encargado de investigaciones), y luego, una vez doctorado en medic i- atenerse a su dominio, la anatomía, sin extrapolar a la fisiología, lo que
na (titulo que obtiene el 31 de marzo de 1881), como monitor d<' habría sido fecundo pero hubiera chocado a su jefe y a los demás
trabajos prácticos, puestos, ambos, ad honorem. Fue muy feliz ju nto investigadores del laboratorio, de los que fue el único en aventurarse
a ese maestro, a la vez severo y alentador, cuarenta años mayor qu e en esa dirección. Reiteró su idea, sin apuntalarla más, en un capítulo
él, exactamente como lo era su propio padre. Brücke le pidió qu<· sobre el sistema nervioso redactado ulteriormente para un volumen
estudiase la histología, mal conocida entonces, de la célula nerviosa. colectivo (1887b), y finalmente fue Waldeyer, en 1891, quien vinculó
Muy pronto publicó Freud prometedores artículos sobre la méd ula su nombre al descubrimiento, bajo la denominación de neurona, de
espinal de un pez, el petromizón o lamprea ( 1878a), y de su larva, el la unidad de la célula y la fibra. Tal descubrimiento, que retrospecti-
amoceto ( 1877a), sobre el sistema nervioso del cangrejo de río ( 1882a). vamente le dio la razón a Freud y que resultó ser una pieza clave
sobre una modificación de la fórmula de Reichert que permitía un a de la neurología, todavía lo marca en 1895 y ocupará un lugar cen-
mejor preparación de los tejidos nerviosos con miras al examen m i- tral en el Esbozo de una psicología científica ( 1950a bis), cuyo ma-
croscópico ( 1879a), publicaciones de las que Freud tuvo la satisfac nuscrito envió_ a Fliess en octubre. 9
ción de obtener modestos derechos de autor. Aportó un argume nto La influencia de Brücke fue decisiva en la elaboración por parte de
en favor de una extensión de la teoría evolucionista al sistema nervi oso, Freud de un sistema de pensamiento científico relativo al organismo
pues encontró en la lamprea toda clase de células nerviosas interml· vivo, en reacción a su entusiasmo de adolescente por la filosofía de la
dias entre la bipolar, típica del ganglio espinal de los peces, y la u ni- naturaleza y el romanticismo vital surgidos de Goethe y Schelling.
polar que es típica de los vertebrados superiores. Hermann Helmholtz ( 1821-1894) fue, como se sabe, el fundador de
Una palabra sobre la lamprea, que representa uno de los escaso~ una escuela basada en la aplicación de un determinismo riguroso a la
ejemplos de especies sobrevivientes que pertenecen a clases desapa n · biología, lo que permitió el magnífico progreso de la psicofisiología en
cidas desde hace mucho tiempo. Es una variedad de los ciclóstomos, los países germánicos durante la segunda mitad del siglo XIX. Helm-
seres caracterizados, como lo indica la etimología, por una boca si11 holtz y sus tres colegas, Erriil Du Bois Reymond ( 1818-1896), Karl
mandíbulas adaptada a la succión. También es un pez anódrom o, o Ludwig ( 1816-1895) y Ernst Brücke, representante del grupo en Vie-
sea que, como la anguila, se alimenta en alta mar y se reproduce l ' ll na, estaban ligados por la amistad y animados por un espíritu de
agua dulce, en ocasión de lo cual con frecuencia se hace trasportar por cruzada, lo que sin duda proporcionará a Freud un modelo de acción
otro pez, por ejemplo el salmón, al que se adhiere y en cuya carrn• para hacer, más tarde, desarrollarse y triunfar al psicoanálisis. A esa
escarba para succionar la sangre. Se reproduce una sola vez en su escuela se vinculó en parte Gustav Theodor Fechner ( 1807-1887).
existencia y muere víctima de las heridas que recibe durante el aco quien fue el primero en intentar aplicar a la neurología y a la psicolo-
plamiento. El estudio de un animal tan curioso fortificó en F reud gía el principio, recién descubierto, d.:: la conservación de la energía.
no solamente la convicción en el proceso de la evolución, sino ta m La escuela de Helmholtz fue puramente fisicista. No es posible defi-
bién, sin duda, la idea de que las pulsiones que actúan en el aparn to nirla mejor de lo que lo hace este pasaje de un;i carta de Du Bois
psíquico están profundamente arraigadas en lo biológico. Gus tosa Reymond a Ludwig, en 1842, exhumada por Bernfeld (1944a ) :
mente me arriesgaría a adelantar la ~dea de que la vida, las costum bn •a "Brücke y yo juramos solemnemente establecer en todas partes esta
y la estructura de la lamprea constituirían un equivalente de "res to•
diurnos" a partir del cual Freud elaborará, en Tótem y tabú ( 191' 9 Los trabajos neurológicos del joven Freud han sido objeto de numerosos
1913), el mito del asesinato del padre. estudios: Brun ( 1936), Jelliffe ( 193 7) , Bernfeld ( 1944a, 1949 , 1951, 1953)
Spehlm:mn ( 1953). Jones los ha considerado parcialmente en el primer volu-
También en el Instituto de Brücke estableció Freud , antes que na du
men de su biografía de Freud (], I). Ellenberger ( 1956) ha examinado l:i
que los axones nerviosos del cangrejo de río tienen todos una estnu influencia de Fechner sobre Freud, y Amacher ( 1965) retomó el conjunto ele
tura fibrilar y que toda célula nerviosa se compone de dos sustanc ia, la cuestión. En Francia, más recientemente . el problema del biologismo de Frcucl
una de las cuales, reticulada, se encuentra en el origen de las pro lon fue objeto de una obra de Jean Laplanche ( 1970) , Vie et mort en prJ•clia-
gaciones nerviosas. De ahí, presintió la teoría de la neurona, deján doln nalyse.
62 FREUD HASTA 189'> RESIDENCIAS CLÍNICAS E INVESTIGACIONES NEUROLÓGICAS 63

verdad: no hay en el organismo ninguna fuerza en acción fuera dr ion otras denominaciones. Los dos umbrales ( el "umbral estático" y
las fuerzas fisicoquímicas corrientes. En los casos que actualmente no 1·1"umbral mecánico") del primero pasan a ser las "dos censuras"
pueden ser explicados por tales fuerzas, es preciso o bien hallar la vía del segundo. La "resonancia fisiológica" del uno anticipó la "compla-
o la forma específica y su acción por medio del método fisicomatemá- cencia somática" del otro. La "búsqueda de equilibrio" como princi-
tico, o bien afirmar nuevas fuerzas, iguales en dignidad a las fuerzas pio de la vida psíquica, el carácter "indestructible:' de las "ideas" y
fisicoquímicas inherentes a la materia y reducibles a la fuerza dr "1 proyecto de una "psicología matemática" sobreviven en Freud en
atracción y de repulsión." Tal como los cuatro científicos la habían la forma del principio fechneriano de constancia, de la indestructibi-
concebido, la fisiología era antivitalista: nada hay en la materia vi- lidad de las pulsiones y de la esperanza de una cuantificación posi-
viente que no sea reducible a lo fisicoquímico. Era dinámica: el fun- ble de las energías psíquicas. 10
cionamiento del organismo viviente se explica por la interacción dr La influencia de Herbart fue relevada y reforzada por intermedio
las fuerzas fisicoquímicas. También era evolucionista, pues dicha in- de discípulos con cuya obra Freud tuvo un contacto más estrecho:
teracción explicaba la evolución de los seres vivientes. Por último, si Fechner, que le confirmó la importancia de los umbrales, de la bús-
era materialista en lo que concierne a la explicación de la vida, no lo queda de constancia, de la dinámica inconsciente, de la cuantificación
era necesariamente en la explicación del espíritu, dominio en el qut· de los fenómenos psíquicos (para él incluso los fenómenos de placer
la mayoría de los sostenedores de esta escuela seguían las concepcionc~ y desplacer eran susceptibles de tratamiento cuantitativo) ; Griesin-
intelectualistas de Herbart, que examinaré dentro de un instante. ger, el célebre psiquiatra berlinés; por último, en Viena, Meynert y
En 1895, todos esos pioneros de la psicofisiología están muertos o Breuer.
a punto de desáparecer. Freud asimiló suficientemente, a la vez, s11 Sin embargo, en 1895 el bagaje psicológico de Freud no es exclusi-
espíritu, sus métodos y sus teorías como para poder aplicarlos a l.i vamente herbartiano. Más adelante tendré la ocasión de señalar la
vida psíquica, dominio en el que ellos se abstuvieron de incursionar, influencia de Brentano y de Mill. Además, la corriente empirista in-
y para hacerlo con la libertad de introducir algunas de las intuicionC's glesa, con su definición de la vida psíquica como "asociación de ideas",
fundamentales del romanticismo de su adolescencia. le es tanto menos desconocida cuanto que admiraba mucho todo lo
En esta época, Freud, en materia de psicología, continuaba en lo 11uevenía de ese país. Según ·Zillboorg ( 1952), probablemente tuvo
esencial adherido a Johann Friedrich Herbart ( 1776-1841) . La ad- ronocimiento del trabajo experimental realizado en 1879 por Galton
miración de Brücke, su maestro de fisiología, y luego la de su maestro ( 1822-1911) sobre las asociaciones libres. Pero fue el modo de pensar
de psiquiatría, Meynert, por el mencionado psicólogo, no hicieron si- de Helmholtz y Brücke el más presente, el que se impone (además
no confirmarlo en un aprendizaje anterior. En efecto, el Lehrbuch así será durante toda su vida) y el que lo incita a considerar el fun-
der empirischen Psychologie nach genetischer Methode (Manual d1:
rionamiento psíquico -como aquéllos lo hicieron con el funciona-
psicología empírica según el método genético) de Lindner ( 1858), qu<' miento orgánico-- en una doble perspectiva dinámica y económica,
Freud utilizó en su último año de liceo (según Bernfeld, citado por 1·sdecir, como un sistema de fuerzas en interacción o en oposición.
Janes, J I, ing y fr 410), era un resumen de psicología herbartiana.
Pero para llegar a ello fue preciso que Freud pusiera fin a sus traba-
Como buen discípulo de Kant, Herbart afirmaba la anterioridad, y
jos histológicos y que desplazase sus intereses científicos del organis-
por lo tanto la primacía, de las ideas sobre los afectos. Al mismo mo viviente al psiquismo.
tiempo, siguiendo a Spinoza, sostenía la existencia de un determinis-
mo psíquico: nos creemos libres porque ignoramos las causas que nos
hacen actuar. Tal determinismo consistía para él en la interacción Residencias clínicas e investigaciones neurológicas (1882-1886)
de las representaciones, en las que veía las fuerzas específicas de la
vida psíquica. Freud debe a Herbart la primera idea de cierto núme- Su compromiso, en 1882, lo llevó a abandonar a disgusto ese labora-
ro de conceptos que en los Estudios sobre la histeria ( 1895d) traspo- lorio cuyo espíritu de pionero científico y cuyo cálido clima humano
ne, modificándolos más o menos, a la psicopatología de las neurosis:
los de conflicto psíquico, inconsciente dinámico, represión e inclusi- 1
° Fue María Dorer ( 1932) quien descubri6 la influencia de Herbart sobre
ve el todavía poco claro de inversión de lo reprimido. Otras nociones Jlreud. El establecimiento de tales relaciones, fructuoso a veces, a veces discu-
herbartianas fueron entonces o serán más tarde retomadas por Freud tible, ha sido rectificado y completado por Jones (JI, ing 407-415, fr 407-416).
FREUD HASTA l 8!1"1 6.)r.
64 1(1-;Sll)ENCIAS CLÍNICAS E INVESTIGACIONES NEUROLÓGICAS

había apreciado intensamente. Brücke fue formal: uno de sus dos asi~ ditis con neuritis aguda múltiple, siringomielia; 1844a, 1885c, 1886a) ,
tentes, Sigmund Ritter von Exner ( 1846-1926) o Ernst von Fleischl ronfirmando la justeza de su decisión de especializarse en neurolo-
Marxow ( 1847-1891), lo sucederá cuando llegue el momento; Fre111I gía, tomada en septiembre de 1883, después del suicidio de Nathan
se convertiría entonces en asistente, pero ¿a qué edad podría esperar Weiss y de una conversación con Breuer; y todo esto sin contar otros
suceder -en el profesorado a alguien que tendría exactamente diez aiic, 1·studios clínicos mencionados en cartas a su novia pero no publica-
más que él? Predicción justificada puesto que Brücke y Fleischl dc·s dos. En el laboratorio de Meynert se destacó aún más, y obtuvo la
aparecieron en 1891 y Exner, inventor del tiempo de reacción y d, ,·stima de su maestro al punto de que éste, que enwjecía, quiso ce-
su medida, a los cuarenta y seis años tomó posesión, sin competencia drrle sus cursos con la condición de que se consagrara definitivamen-
de la cátedra vacante. Freud, pues, el 31 de julio de 1882, entró 1•11 1,· a la anatomía del cerebro, condición que Freud rechazó. Había
el hospital general de Viena para familiarizarse con los enfermos v rnncentrado sus investigaciones en el bulbo raquídeo de cachorros de
prepararse para ganar su vida en una práctica médica a medias p11 1iatos y perros y también de embriones y bebés, y efectuó tres peque-
vada y a medias institucional. Paralelamente, no dejó de proseguir M1 11os descubrimientos: el de las raíces del nervio acústico, el de la
investigaciones, objetivo principal de su existencia. Para eso, y ta111 1·onexión del pedúnculo inferior con el cerebelo, el de la homología
bién para asegurarse gracias a sus títulos y reputación un poco de la 1·11tre determinados nervios craneanos 5ensorios de triple raíz y los
tan disputada clientela vienesa, perseveró en su proyecto inicial dr ganglios de la raíz posterior de la médula ( 1885d, 1886b, 1886c) ;
carrera universitaria. Pero buscó mucho tiempo su camino. Duranl• rn idea directriz fue poner en evidencia la persistencia de estructuras
seis meses ( de octubre de 1882 hasta abril de 1883), estuvo en el s1·1 ,1rcaicas en el desarrollo del sistema nervioso.
vicio de medicina general del célebre Nothnagel ( 1841-1905), prinw Esta idea -que Freud conservará toda su vida- de la intrincación
ro como Aspirant ( asistente de clínica) con un exiguo salario, luego de la ontogenia y la filogenia comenzó a iluminarse de una manera
Sekunderarzt (interno), lo que le permitió ser alojado y abandon.11 1111eva para él con la lectura de los trabajos del neurólogo inglés
definitivamente, a los veintisiete años, el domicilio paterno. Luq:o 1luglings Jackson ( 1835-1911). En Viena, Freud fue uno de los pri-
ejerció igual función, de mayo hasta octubre de 1883, en el servicio dr 111eros en interesarse por ellos. En una serie de memorias publicadas
psiquiatría de Meynert ( 1833-1892), el célebre anatomista del cerch1o desde 1868 v en las Croonian Lectures de 1884, Jackson sostuvo que
junto a quien prosiguió sus investigaciones hasta su partida a Pa1í las enfermedades del sistema nervioso son regresiones de la evolución,
luego en dermatología ( último trimestre de 1883), en neurología c1111 1·s decir, disoluciones, generales unas, otras locales; según él, la diso-
el negligente Franz Scholz ( de enero de 1884 hasta febrero de l8(V1) l11ción sigue el orden inverso de la evolución; esta última, en lo que
en oftalmología ( de marzo hasta mayo de 1885), luego nuevament1• y l'Oncierne al sistema nervioso , consiste en la integración de los centros
hasta fines de agosto de 1885 en dermatología. Entonces los aconh lllÍeriores más antiguos, más simples y más automáticos, pero tam-
cimientos se precipitaron. En junio pasó tres semanas como mécli, 11 liién los más resistentes, por los centros nerviosos superiores, llegados
sustituto, bien remunerado, en un asilo psiquiátrico de los alredcdo 111ás tarde, pero más complejos y voluntarios, y también más frági-
res de Viena, dirigido por el profesor Obersteiner. Fue contratado parn Ji,s; la desintegración no sólo suprime ese tardío dominio de los cen-
dirigir el servicio de neurología en la Clínica de pediatría , espeü11i lros más recientes, sino que libera de manera _anárquica los centros
dad nueva a la sazón, del profesor Marc Kassowitz ( 1842-1913). l.11 ,asta entonces subordinados; y de entre éstos, los más evolucionados
Facultad de medicina lo eligió para el puesto, puramente honorífit 11 ¡ue subsisten toman a su vez el gobierno del sistema, reemplazando
pero muy solicitado, de Privat-Do zent ( es decir, encargado de cu1s,, 1 orden nuevo con un orden antiguo reconstituido en su provecho.
libres) en neuropatología; por último obtuvo una beca de viaje ¡>,11,1 Sin emh argo, en sus trabajos neurológicos Freud no realizó una
trabajar junto a Charcot en París. Se despidió entonces de la mccli, 1 1¡1lica ción sistemática de las opiniones de Jackson; en parte porque
na general. ran demasiado nuevas, y, en parte, porque su maestro Meynert y los
El período de 1882 a 1885, fructífero en el plano de la formar11111 dl'!l1ás investigadores de su laboratorio no se interesaban en ellas y
clínica, fue hiperactivo y bastante disperso en el plano científico. 1)1111 l'reud, una vez más, corría el riesgo de quedarse solo. Se contentó
de tuvo más éxito fue en la anatomopatología del sistema nervio~" on retomarlas un poco después en su libro La af asía ( 1891b) , cuyo
Junto a Scholz logró hacer el brillante diagnóstico, verificado ¡,111 ,acaso le confirmó la indiferencia persistente de los neurólogos ger-
autopsia, de varias lesiones cerebrales (hemorragia meníngea, endrn ,11 111anos hacia aquella teoría de allende la Mancha. En 1895, no obstan-
1
FREUD HASTA 1!11 LA COCAÍNA Y LA "TOXICOMANÍA" DE FREUD 67
66
te, tal teoría está en él tan presente como la de la escuela de Hel111
holtz y se encuentra preparado para concebir las relaciones de IA
consciencia y el inconsciente según el modelo de una emergencia evo El episodio de la cocaína (1884-1885) y el problema
lutiva e integrativa de aquélla a partir de éste, y · para considerar 1 de la "toxicomanía" de Freud
sintomatología neurótica como consecuencia de una disminución el
la actividad reguladora de la consciencia, es decir, como una reg1 A la inversa de sus observaciones clínicas, sus experimentos fueron
sión, por una parte , y, por la otra, una liberación de procesos y c-1111 fracasos: Freud se manifestó desde un principi? como un observador
tenidos psíquicos arcaicos o reprimidos . sin par y un mal experimentalista. Tal fue el caso en dos oportuni-
Pero hacia 1884-1886, permanecía bajo la influencia de Meynf'rl dades en 1878 y en 1884, en el Laboratorio de fisiología experimen-
el cual, según ya dije, como Griesinger, su igual y rival berlinés, tal del profesor Salomon Stricker ( 1834-1898) , donde se interesó
adhería principalm ente a Herbart. Meynert (J I, ing y fr 400-412) sin éxito en el funcionamiento de ciertas glándulas en relación con la
convenció a Freud sobre el carácter ilusorio del libre arbitrio, de 1 circulación; y, en el intervalo, en el Instituto de química del profesor
universalidad de las leyes naturales y también de la especificidad drl l,udwig, donde, arrastrado por el asistente, su amigo Lustgarten
psiquismo y de su irreductibilidad a toda explicación materialista el ( 1857-1911), procedió en vano al análisis de determinados gases. Tal
tipo fisicoquímico. Para él, por cierto, cerebro y pensamiento estfo fue también la suerte final de una técnica que ideó en el laborato-
estrechamente imbricados (Freud nunca creyó ni creerá en la inmo1 rio de Meynert y que volvía practicable el método del cloruro de
talidad del alma) , y los procesos físicos y fisiológicos condicionan 1,,. oro propuesto por Flechsig en 1876 para colorear el tejido nervioso:
procesos psíquicos, pero no constituyen su causa (sobre este punto füS maestros, sus colegas y Freud mismo vieron allí un descubrimien-

Freud adoptó la hipótesis fechneriana de un paralelismo entre l11 to notable, publicado de inmediato en alemán e inglés ( 1884b, c y d) ;
dos series. hipótesis que Jackson retomó y afinó: el proceso psíquin pero despertó en el mundo científico una esperanza pronto frustrada
es "concomitante dependiente:' respecto del fisiológico) . Otros apo1 por la irregularidad de los resultados. Y también fue éste el caso de
tes de Meynert, más personales, marcaron igualmente a Freud: 1 otro descubrimiento, que fracasó por muy poco: el del poder anesté-
analogía del aparato psíquico con un sistema óptico (la corteza sico de la cocaína ( 1884e, 1885a, 1885b, 1885e).
una cámara oscura donde se reúnen las diversas fuentes de impn-~i11 Este último exige algunas explicaciones . En esa época Freud com-
nes antes de su "proyección" en la consciencia) ; las dos orientacio111 probó que su práctica lo pondría en presencia de dos tipos de enfer-
de ataque o de defensa, de la energía; las nociones de "principio d mos, los neurológicos, ante los cuales la principal dificultad era diag-
desplacer" y de "suma de las excitaciones"; la distinción entre 1111 nóstica, y los neuróticos, respecto a quienes el problema principal era
"yo primario", arcaico y reflejo, y un "yo secundario" cuya func-i/111 lcrapéutico. Reunió entonces información sobre las posibilidades exis-
es "inhibir" y "rechazar" . Griesinger, cuyos trabajos eran seguidos ti lentes en ese último dominio. Breuer le habló de hipnotismo pero
cerca en el laboratorio de Meynert , también influyó en Freud. 11 también de la deplorable experiencia que hizo con Anna O ... Freud
aquí tre s citas típicas de él, tomadas de Jones las dos primeras (J 1 clepositó su esperanza, durante un tiempo, en la electroterapia, y pro-
ing y ,fr 412-413): "Las ideas ausentes del consciente son más i111 bó un costoso aparato adquirido gracias a la generosidad de Von
portant es que las presentes"; "no es posible comprender cómo 1111 Fleischl, realizando con diversos colegas varias investigaciones que no
proceso material, físico, que se desarrolla en las fibras nerviosas o r11 concluyeron . Después, poco a poco, tuvo la idea de que podría descu -
las células ganglionares, puede convertirse en una idea, en un actc brir un procedimiento nuevo y qu iso hacer un ensayo terapéutico (c.
consciente"; la tercera, que data de 1861, será varias veces retonlil ,l Ma rtha, 21 de abril de 1884, C 120) con la cocaína, cuyos felices

da , condensadamente, por Freud: "El cumplimiento de deseos es 1111 ,.fectos un médico militar acababa de observar en los soldados de Ba-
rasgo común de las representaciones del sueño y de las psicosis" ( '/',/ viera en maniobras . Experimentó Freud esos efectos estimulantes y
95, 139, 236; ID 91, 134, 230; IR 86, 123, 203). ,malgésicos en sí mismo, en Von Fleischl ( que ya no lograba defender-
ic con morfina del dolor de una neuritis) , en cofrades, en sus enfer-
mos, en sus hermanas. Procedió a experiencias sumarias ( cuyo método
y resultados no sometió a crítica) sobre el aumento de fuerza muscu-
lar que resulta de una ingestión directa de cocaína. Por último, él y
LA COCAÍNA Y LA "TOXICOMANÍA" DE FREUD 69
FREUD HASTA 189:1
68
Freud, practicó la anestesia local. Luego cambiaron los vientos. El
Carl Koller ( 1858-1944), interno de oftalmología, camarada de lo~ descubrimiento de Koller ( el poder anestésico de la cocaína) conoció
primeros años de estudios médicos,1 1 y a quien había tratado reciente- un éxito considerable. El de Freud ( el uso de la cocaína como esti-
mente a título privado por una enfermedad neurótica (c. a Martha, mulante y calmante) significó para su autor una reputación enojosa
inédita, 4 de abril de 1885, citada en J I, ing y fr 96), experimenta- cuando se declararon los primeros casos de cocainomanía , comenzan-
ron la cocaína en sus propias personas. Freud se consideró convenci do por el de Fleischl. Freud, imprudentemente, había escrito que con
do y se convirtió en una prosélito entusiasta. Vio en esa sustancia una esta sustancia no existía ningún riesgo de toxicomanía . . . Respondió
panacea eficaz contra los trastornos digestivos, la fatiga, la depresión, tardía y parcialmente a las críticas ( 1887d), sobre todo arguyendo a
la morfinomanía. Se apegó a sus efectos menores, que eran los que Ir justo título que había preconizado solamente la ingestión de esa sus-
concernían personalmente. Respecto a sus serios trabajos neurológi tancia, mientras que la toxicomanía era resultado de su administra-
cos, todo ello fue para él una digresión primero agradable, luego ción en inyecciones hipodérmicas. Más tarde lo persigue un remordi-
fatigante, y terminó apresuradamente su primer artículo a mediado~ miento doble: haber contribuido a la desgracia de Fleischl y no ha-
de junio de 1884, Vber Cocain ( "Sobre la cocaína", 1884e), dond,• ber visto, como un tuerto o un miope ( cf. el futuro sueño "Mi hijo,
aludía a posibles propiedades anestésicas que el porvenir descubriría el miope ... "), sino el lado negativo del descubrimiento, y no el po-
y que él no deseaba investigar personalmente. A un amigo mayor sitivo: fue demasiado unilateral. "No se administran semejantes in-
que él, Hans Konigstein ( 1850-1924), oftalmólogo, le encargó la ta yecciones a la ligera", será la conclusión del sueño prínceps del psico-
rea de probar si los dolores del tracoma y otros males de los ojos po análisis, el de la inyección a Irma (julio de 1895).
<lían ser calmados con esa droga maravillosa. Konigstein lo hizo to El episodio merece dos comentarios. En primer lugar, el lector de
mándose su tiempo, y con éxito; pero cuando en octubre de 181M Freud siempre se sorprende ante la insistencia, hasta el Compendio
tuvo la idea de utilizarla para una anestesia operatoria, advirtió qw de psicoanálisis ( 1940a) incluso, con que el inventor del psicoanálisis,
el descubrimiento que creía suyo había sido probado por Kollcr, a terapéutica exclusivamente psicológica, no cesa de anhelar un progre-
principios de septiembre, experimentando en el Instituto de anatomía so de la quimioterapia que permitiese curar más rápida y radical-
patológica de Stricker, con el concurso del asistente Gaertner, s01111 mente la neurosis, y tanto más cuanto que hoy, cumplidos ya esos
animales y luego sobre ellos mismos: la cocaína tenía el poder ti, progresos, resulta que los medicamentos psicotrópicos hacen desapa-
anestesiar el ojo. En Mi vida y el psicoanálisis ( 1925d), Freud n·~ recer provisionalmente los síntomas sin tocar sus raíces e incluso fa-
ponsabilizará de su prisa al deseo de aprovechar la oportunidad , lt vorecen nuevas formas de toxicomanía en la juventud, en las profe-
reunirse en Wandsbeck con su prometida, a quien no veía desde ha siones que provocan surmenage, incluso en el cuerpo médico mismo.
cía dos años. En realidad, sólo hacía un año que ella había abando La vocación que se descubre en Freud cuando tiene lugar el paso en
nado Viena, siempre tuvieron el proyecto de pasar juntos las vacario falso relativo a la cocaína, es la de curar el sufrimiento neurótico por
nes de ese verano y Freud se quedó en Viena sin hacer nada, abu todos los medios; y tal vocación será definitiva. El fracaso de la co-
rriéndose, una vez redactado su artículo, antes de iniciar el viaje. La caína es el símbolo anticipador del fracaso de todas las drogas y el
causas de su· fracaso fueron otras: concentración en un hecho aisla signo del largo, difícil e inevitable rodeo que Freud deberá realizar
do y ceguera respecto de los hechos conexos, entusiasmo insuficienll y que deberán realizar sus pacientes para desmontar los encadena-
mente atemperado por el espíritu crítico, diletantismo en la cond111 mientos psíquicos inconscientes. La hipnoterapia y la concentración
ción de los experimentos. En el momento mismo, Freud estuvo t·11 mental, que son, como veremos, las soluciones a las que recurre en
cantado con el descubrimiento de Koller, puesto que confirmaba In 1895, constituyen una etapa intermedia: modos de acción por fin es-
bien fundado de su interés por la cocaína y le daba la razón en l., trictamente psicológicos, permanecen centrados en la supresión del
querella de prioridad que por entonces lo opuso a Konigstein. E11 síntoma. Participan de la misma fantasía de omnipotencia terapéuti-
abril de 1885, los tres se reunieron y reconciliaron en torno a Jaro!, ca que desemboca en la utopía quimioterapéutica que será caricaturi-
Freud, enfermo de glaucoma: Konigstein operó, y Koller, asistido poi zada por Aldous Huxley en Brave new world ( Un mundo feliz). Tal
fantasía jamás abandonará por completo a Freud: en lo que de el!a
11 La nueva edición alemana de la Correspondencia de Freud ( C, al subsistirá en él creo encontrar algo irremisible para cualquiera que
1968) contiem: siete cartas a Koller escritas entre 1880 y 1887, hasta ento11 se destine al ejercicio del psicoanálisis, esto es, por mucho que algu-
ces inéditas.
70 FREUD HASTA 1895 LA COCAÍNA Y LA " TOXICOMANÍA" DE FREUD 71
nos lo critiquen, el deseo de curar. ¿ Podría un neurótico internarse temporaria del tabaco. El diagnóstico a posteriori de Max Schur, el
con provecho en el duro trabajo psicoanalítico si no sintiera en su te- médico que lo trató en sus últimos años, es una trombosis coronaria
rapeuta, junto a una técnica segura, la presencia de un deseo de este en una arteriola, con alergia temporaria a la nicotina. Los síntomas
orden? cardiacos cedieron con los cuidados y en junio de 1895 Freud retomó
Segundo comentario: mientras que Freud extenderá poco a poco por mucho tiempo el hábito de fumar (S, cap. 2, "Freud's cardiac
la comprensión psicoanalítica a la mayoría de las manifestaciones psi- cpisode. The battle against nicotine addiction", 40-62). Este episodio,
copatológicas, la toxicomanía seguirá siendo para él un campo inex- pues, no habría tenido, en su raíz, nada de neurótico, pero la lesión
plorado, signo de una "resistencia" anclada en una falla personal. Si orgánica sirvió para revelar la existencia en Freud de lo que, después
la infancia de Freud parece haberse desenvuelto sin incidentes somá- de Jones (J II, ibid.), sólo cabe denominar toxicomanía. Freud tenía
ticos notables ( salvo una caída precoz en la que no piensa más y cuyas necesidad de tabaco para concentrar su pensamiento, para alcanzar un
circunstancias rememorará en el autoanálisis), desde la adolescencia su estado de excitación intelectual, para luchar contra un estado de áni-
salud fue una fuente de preocupaciones moderadas, variables pero fre- mo fácilmente depresivo. La abstinencia le resultaba extremadamente
cuentes, y así será hasta su muerte , debida, como es sabido, a un cán- penosa; los últimos años de la guerra lo obligarán a repetir la expe-
cer. Los síntomas de los cuales se queja en las cartas a Martha presen- riencia. La enfermedad orgánica no lo inquietó -nunca, hasta la
taron a menudo una tonalidad psicosomática: así una ligera "tifoidea" muerte, le dará miedo. Lo que conscientemente lo inquieta y reapare-
(es decir, perturbaciones gastrointestinales) en 1882, una "ciática" ~e con frecuencia en sus cartas publicadas e inéditas a Fliess son los
_ en 1884, una "varicela" benigna en 1885. Freud, como ya se dijo, problemas que para él se desprenden de la privación del tabaco. Y
confesó gustosamente a su prometida su propensión a la hipocondría, también la preocupación por el futuro de los suyos en caso de desapa-
a la neurastenia, a la fatiga. La correspondencia con Fliess hizo luego rición prematura.
repetidas veces referencia a dolores de cabeza, a afecciones nasales ( sin Estaría tentado de reconstruir las cosas de la siguiente manera. Ha-
duda una sinusitis crónica), a trastornos gastrointestinales nuevamen- cia 1880, junto a Brücke, Freud comienza a fumar cigarrillos. En
te, síntomas todos en los que se puede ver, como lo hizo Jones, nuevas 1884-1885, sus investigaciones sobre la cocaína le hicieron experimen-
manifestaciones de la "neurosis" de Freud. Un episodio más complejo tar sus efectos estimulantes y euforizantes y se puso a absorberla más
tuvo lugar en 1893 (cf. c. inédita a Fliess, 18 de oct. de 1893, citada o menos regularmente. La comprobación de casos de cocainomanía lo
en S 41). Jones lo incluye en la categoría precedente. Max Schur Jo llevó a renunciar al uso de esa droga. Encontró entonces en un fuer-
considera más bien la imbricación de una enfermedad orgánica real te consumo de cigarros de hoja un medio de contrabalanc ear la ma-
con una toxicomanía . Se trató de perturbaciones cardiacas ( taquicar- yor parte de su sintomatología neurótica de tipo psicosomático. Parecie-
dia, arritmia, dolor anginoso) que alcanzaron en la primavera de 1894 ra que a partir de entonces, salvo una alusión a las toxicomanías como
una tal acuidad que Freud, por primera vez, expresó en su correspon- sustitutos de la masturbación en una carta a Fliess del 22 de diciem-
dencia con Fliess un intenso miedo de morir (F, 19 de abr. de 1894, bre de 1897 12 y la hipótesis de una fijación erógena en la zona labial
al 92-93, ing 81-83, fr 74-75). En 1895 ya están en vías de desapari- de bebedores y fumadores en Tres ensayos sobre la teoría de la sexua-
ción. Fliess fue formal: tratábase de una intoxicación debida a la lidad,13 ya no se interesó, científicamente hablando, en esta forma de
nicotina; había que dejar de fumar. Freitd, en efecto, desde los veinti- psicopatología.
cuatro años y a semejanza de su padre ( ambas precisiones fueron su-
ministradas en 1929 por la respuesta de Freud a un cuestionario diri- 12
"He llegado a creer que la masturbación era el único gran hábito, la 'ne-
gido a personalidades acerca de sus hábitos en materia de tabaco, cesidad primitiva', y que los demás apetitos, como la necesidad de alcohol, de
citado en S 62), fue un gran fumador: algunos cigarrillos al comienzo, morfina, de tabaco, sólo son sustitutos, productos de reemplazo. En la histe-
ria el papel de esa necesidad es extremadamente considerable, y quizá las
luego una veintena de puros por día como término medio ( cf. J II, ing grandes dificultades con las que aún choco emanen entera o parcialmente de
430, fr 409). Tuvo entonces lugar una serie de vanas tentativas por ella. Preguntémonos naturalmente si una necesidad semejante es curable o si
detenerse, a costa de insoportables sufrimientos. Breuer hizo un diag- el análisis y el tratamiento se ven detenidos en ese punto y deben contentarse
nóstico diferente, más grave para el porvenir puesto que era el de con transformar una histeria en neurastenia" (F, 22-XII-1897, al 254, ing
una miocarditis (secuela de una fuerte gripe contraída en 1889), pero 238-239, fr 211-212).
13
"No todos los niños chupan. Hay que suponer que es propio de aquellos
menos fastidioso en lo inmediato pues sólo implicaba una supresión cuya sensibilidad erógena de la zona labial está congénitamente muy desarro-
72 FREUD HASTA ] i:(,l'i
LA RESIDENCIA EN LA SALPETRIERE
7:l
El episodio cardiaco tuvo una gran importancia en el futuro desrn
brimiento freudiano. Es la primera vez que el "joven" Freud tor1111
conciencia de la ineluctabilidad de su propia muerte venidera, que ""
horizonte temporal se torna limitado, que una cierta urgencia por 4. FREUD Y CHARCOT
cumplir su obra se apodera de él. En 1895 está en plena crisis d
ingreso en la edad madura. Le es preciso hallar un nuevo equilibrio La residencia en la Salpétriere (1885-1886)
entre las dos líneas de fuerza que se originan en el erotismo oral,
línea "normal" representada por las ensoñaciones diurnas que primrro Un nuevo giro en la vida científica de Freud significó la estadía de
acompañan a la succión del pulgar, y luego la masturbación, lírwn cua tro meses en París, muy oportunamente después del episodio de
"tóxica" ilustrada por el abuso de la cocaína en un primer momc11t11 la cocaína ( desde mediados de octubre de 1885 hasta fines de febrero
14
y del tabaco más adelante. Al par que recomienza a fumar, se dispo111 de 1886) , en el servicio de neurología de la Salpetriere. Ya una vez
a emprender, como complemento, como contrapunto, un autoaná lisi -volveré sobre ello- la asistencia a una lectura pública del Ensayo
zambullida en los sueños: nueva forma de actividad mental autorn, sobre la naturaleza, atribuido a Goethe , y la maduración propia de la
tica. ' ado lescencia lo hicieron abandonar las ciencias políticas y sociales por
Inconscientemente, ¿de qué se trata? De una lucha no sólo contrn la biología. En otra oportunidad, su noviazgo y la continuación de un
la depresión sino también contra la persecución interior. En efert,1 oscuro trabajo interior lo hicieron renunciar a la protección de Brücke
encontramos en Freud algunas de las características que H . Rosenfrlcl y a la investigación fundamental por la práctica médica, y a la anato-
(1960) pondrá más tarde en (!videncia entre los toxicómanos: la id1·.1 mofisiología por la neurología. •Jean-Martin Charcot (1825-1893),
lización del seno o pecho con el cual el sujeto necesita sentirse unid11 neftrólogo de reputación mundial, profesor brillante, sabio de gran
o identificado (Freud llegará, en parte, a ser consciente de ello), l., influencia, investigador en la escuela permanente de la clínica ( cierta
búsqueda de un medio para producir artificialmente la alucinacil u, vez un oyente interrumpió al maestro diciendo: "Pero eso no es posi-
de ese pecho ideal, la trasformación de la buena droga reconstituyr11t, ble: contradice la teoría de Young y Helmholt z", y Charcot replicó:
en mala sustancia nociva (Freud se aproximará al reconocimiento d, "La teoría es algo bueno, pero no impide existir"), liberó a Freud
este proceso con el descubrimiento de la ambivalencia), la negaciú11 de la influencia de Meynert. Le hizo captar la importancia del factor
de la frustración y de la angustia de persecución (Freud no tomará psíquico en las enfermedades nerviosas, y la necesidad de completar
conciencia de esa angustia ni de su defensa contra ella), la identifica la neurología, especialidad d.el jefe de clínica Pierre Marie ( 1853-
ción con un objeto enfermo o muerto ( en este caso el abuelo Schlo1110 1940), futuro sucesor de Charcot, con la psicopatología, ilustrada por
y luego el hermano menor, Julius). En cambio, la orgía autodes tnu el asistente Babinski ( 1857-1932), con quien Freud colaboró estrecha
y eficazmente durante toda su residencia. 1 ~
tiva y la debilidad del yo no se encuentran en Freud: ausencias q111
explican que se haya limitado a una forma benigna de toxicomani.1 Fue difícil el comienzo de su estadía en un París cuyo idioma com-
Cuando la elaboración psíquica de un proceso inconsciente arcaico 110 prendía poco, famoso por sus placeres fáciles y donde estaba obligado
le resulta factible a un sujeto, se puede recurrir a alguna soluciú11 a vivir miserablemente: se sintió tan aislado y poco feliz que estuvo
bioquímica ( droga, tabaco, bebida). El autoanálisis de Freud, COlllo
14
veremos, no será nada más que una elaboración mental de la angustia Sigmund pasó junto a Martha, en Wandsbe ck, el fin del verano de 1885.
De allí se fue a París, con un alto en Coloni a y otro en Bruselas. Regresó a
depresiva. La de persecución reclamó en él una solución del segundo
Wandsbeck a pasar la semana de Navidad de 1885. Por último abandonó Pa-
tipo, bioquímica. rís para dirigirse directamente a Berlín a efectuar una residencia con Bagins-
ky. En París se alojó en el Hotel de la Paix, calle Royer-Collard, luego en
el Hotel du Brésil, calle Le Goff.
15
Pierre Janet ( 1859-194 7) apareció más tarde en ese servicio, donde Freud
liada. Si tal sensibilidad persiste, estará predispuesto a ser bebedor y fumado, nunca lo oyó nombrar. Por lo demás, sus primeras publicaciones son más tar-
Pero si hay represión, experimentará repugnancia por los alimentos y se ver:, días. Sobre éstas y la querella de prioridad que luego planteará a Freud , el
sujeto a vómitos histéricos" ( 1905d, GW V 83, SE 182, fr 7 5). lector puede consultar con provecho el capítulo v1, "Pierre J::met and psy-
chological analysis", del libro de Ellenberger (1970).
74 • FREUD HASTA 1895 LA RESIDENCIA EN LA SALPETRIERE
75
a punto de regresar (c. inédita a Martha del 9 de dic. de 1885, citada
in J I, ing 228, fr 230). Jon es vio en ello una defensa contra la vio- rán dolo con Pinel que, también en la Salpetriere, había liberado a los
lenta atracción por la psicopatología que Charcot había suscitado en alienados de sus cadenas, ve en él una especie de héroe que habría
Freud. Chertok (1969 y 1973) piensa en "una mezcla de atracción y liberado a la histeria de los prejuicios anatómicos y morales que gra-
repulsión" ante el carácter manifiestamente erótico de las crisis histé- vaban su estudio. En efecto, un médico de la era victoriana habría
ricas a las que Freud asistió y en muchas de las cuales la palpación perdido su respetabilidad tomando en serio las frases insensatas, las
por el médico de ciertos puntos del cuerpo desencadenaba reacciones contorsiones grotescas y equívocas de muchachas y mujeres que daban
que podían llegar hasta el orgasmo. Por mi parte, apoyándome en su cuerpo en espectáculo y que disparataban. Pasaban por ser simula-
doras, enfermas imaginarias o desdichadas a quienes una enfermedad
los futuros sueños freudianos sobre Roma y en el análisis ulterior
de la matriz, eventualmente curable con la amputación del clítoris,
( 1936a) de su trastorno de la memoria sobre la Acrópolis, prefie-
se les había subido a la cabeza. Sin la autoridad de Charcot, sin la
ro ver, en ese momento depresivo, una de las primeras manifestaciones
influencia que emanaba de él, sin la inteligencia que manifestaba al
de una constante freudiana: toda realizaci6n de un deseo fuertemente
establecer y desenmarañar los hechos, Freud, fuera de duda, no habría
cargado ( como fue el caso del deseo de ir a París y trabajar con Char-
cot) le provoca una viva angustia. .
Sea como fuere, Freud termina por integrarse y hacerse estimar en
abordado como científico el diagnóstico y la psicoterapia de las neu-
rosis. Pero su juicio sobre el maestro parece excesivo por dos razones.
En primer lugar, es un juicio personal muy poco compartido: en Fran-
ese medio. Charcot le confió la traducción de su próximo libro ( 1886f), cia, los continuadores de Charcot, lejos de desarrollar sus opiniones,
lo recibió dos veces en su casa, le pro¡mso la observación de una hemi- retroceden a partir de 1895; fuera de Francia, el carácter teatral de la
plejía que Freud publicó más tarde en una monografía escrita .en Salpetriere, la suspicacia que invita a ver en el uso de 1a hipnosis un
colaboración con O. Rie (1891a): Klinische Studie über die halbsei- simple amaestramiento efectuado sobre seres sugestionables, suscitan
tige Cerebralliihmung der Kinder ("Estudio clínico de la hemiplejía sobre todo la incredulidad y la lástima. La segunda razón es que a
cerebral en el niño"). Comprendió que un vivo y cálido interés por par tir de 1895 ya no encontraremos huella alguna de la influencia de
los enfermos nerviosos era más proficuo que la "serena superficialidad" C:harcot sobre Freud; al contrario. Ninguno de los sueños de Freud
de los médicos vieneses. Aprendió que los trastornos funcionales (pará- durante su autoanálisis evocó a Charcot, mientras que Brücke, Mey-
lisis, parest esias) de los histéricos eran psicógenos ( pueden, en efecto, nert, F1eisch1, Breuer y Fliess aparecieron a menudo. Die Traumdeu-
ser provocados artificialmente en tales enfermos por medio de la suges- tung no incluye ninguna referencia a un escrito o idea de Charcot.
tión hipnótica) y reversibles (producido~ por una idea, pueden efec- Esto requiere una explicación. Charcot era un hombre visual; estrá-
tivamente ser destruidos por otra idea ) . De ahí la técnica, propia dt· bico, su mirada era aún más fascinante. En una carta a Martha del
la escuela de París, de la "contrasugestión" bajo hipnosis. De ahí tam- 21 de octubre de 1885 ( C 188), Freud describió "dos ojos oscuros,
bién la comprobación de que esas perturbaciones, puesto que eran dt· 1•xtrañamente dulces (sobre todo uno, pues el otro, afectado por un
origen psíquico y no estaban ligadas a la anatomía ( más precisamentt• ,•strabismo convergente, está vacío de expresión)". En su noticia ne-
a la anatomía sexual de la mujer como se creyó mucho tiempo: "histe- crológica multiplicó las referencias a la vista. Ese hombre visual era
ria" deriva etimológicamente, y fantaseadamente, de "útero"), podían inconscientemente un voyeur bajo cuya mirada las histéricas de la
afectar por igual a ambos sexos. Charcot profesaba la doble determina- Salpetriere desplegaban su exhibicionismo . Sus presentaciones de enfer-
ción de la histeria. Para él, la causa fi.mdamental era neurológica ( una mos, a las que asistía la crema de París, eran representaciones. El espa-
degeneración nerviosa constituía verosímilmente un terreno favorable), 1io del cuerpo, el espacio del escenario, tales eran las coordenadas del
pero desconocida: por esas dos razones, escapaba a toda posibilidad lrabajo científico y terapéutico de Charcot. Freud, en cambio, propone
de acción; en cambio, la "idea" --en general un traumatismo psíqui la distancia y la escucha. Organizará · el espacio psicoanalítico a la
co--, aunque sólo fuera la causa del síntoma, dependía de un meen inversa de las demostraciones hipnóticas: el paciente estará acostado
nismo dilucidable y posible de dominar; de ahí la posibilidad de cur:11, m ver al terapeuta, sentado detrás suyo, y, al abrigo de todo especta-
si no la histeria, al menos sus síntomas. Punto de vista que aún 1·11 lor, será invitado a decir sus deseos sexuales y a reconocerse el sujeto
1895 Freud sostiene en lo esencial Ir los mismos, no a mimar sus avatares de una manera que Charcot
1retendía que fuese mecánica e impersonal. Como lo ha hecho notar
En su ulterior artículo necrológico sobre Ch arcot ( 1893b), comp:1
/-B. Pontalis ( 1974), al espacio teatral y pleno de Charcot -que
76 FREUD HASTA 189;, LA RESIDENCIA EN LA SALPETRIERE 77

por lo demás es el espacio espontáneo del histérico -- , Freud lo reem el psicoanálisis ( 1925d, GW XIV 39-40, SE XX 15-16, fr 21-22),
plazará por un espacio hueco, puramente mental. Gracias a esa inve1 Freud dará de los acontecimientos que siguieron una versión ensom-
sión se elaborará el descubrimiento del psicoanálisis, la hipótesis dt·I brecida por la amargura. Se quejará de haber sido condenado, con
aparato psíquico. Pero notemos de paso que la teoría y la técnica aplausos corteses. al ostracismo definitivo por parte de las "autorida-
psicoanalíticas, aún en nuestros días, siguen marcadas (es inevitablr) des competentes" ( fue el caso de muchas, mas no de todas), de haber
por las circunstancias de su nacimiento: Freud les imprimió sus _ten sido excluido del laboratorio de anatomía cerebral de Meynert (lo
dencias histerófobas. Los actuales progresos del psicqanálisis en h que ocurrió, pero seis meses después, y de todos modos a Freud ya no
comprensión de los psicóticos, de los casos psicosomáticos y de ]o, le interesaba permanecer allí), de no haber dispuesto más de local para
estados límites se realizan costosa y lentamente, pues además de la dictar sus clases (lo que es dudoso, pues sus lecciones en la Univer-
dificultades inherentes a esos tipos de organización psíquica , el psiro sidad prosiguieron casi sin interrupciones hasta 1895, y luego conti-
16
análisis se resiste a desprenderse de sus orígenes. nuaron al parecer hasta 1917). Afirmará no haber puesto los pies, du-
De regreso en Viena, Freud tuvo que pasar por la experiencia d, rante "una generación", en la Sociedad de médicos, ni participado
la persistente fuerza del prejuicio dominante en el ambiente médico en "la vida académica y médica"; pero Jones ha encontrado huellas de
que identificaba la hipnosis con el mesmerismo y por lo tanto con ,·I su presencia bastante frecuente, como auditor, en las reuniones de dicha
charlatanismo: prejuicio tanto más vivo en Viena cuanto que allí sociedad ( que lo eligió miembro, sin problema alguno, el 18 ele
realizó Mesmer su descubrimiento, antes de que lo expulsaran. Prej11i marzo de 1887) y, como conferenciante, ei1 otras agrupaciones (]
cío que ya había padecido Benedikt (gracias a quien Freud ingresó c·11 I, ing 255, fr 256).
el servicio de Charcot) cuando regresó de París en 1878; prejuic111 Sin embargo. es evidente que actuó contra Freud un triple prejuicio:
que Moll, algunas de cuyas ideas inspirarán a Freud, sufrió un a11,, el <le los neurofisiólogos de racionalismo y materialismo estrechos, que
más tarde que este último, después de una residencia en la Salpetrii·,, recusaban los hechos psíquicos en lo que tienen de específico; el de los
y en Nancy, cuando dictó una conferencia en la Sociedad de medici11.1 médicos, que se defendían con tanta fuerza ele la posibilidad de pre-
de Berlín, el 28 de octubre de 1887 (cf. L. Chertok , R. de Saussu11 sentar un atractivo para sus enfermas. que rehusaban tomar en cuenta
1973, p. 149-150). Entusiasmado, Freud redactó en abril de 1886 •.11 las fantasías imaginativas y las emociones privadas de bs mismas; y el
Informe sobre el viaje de estudios a París, publicado póstumamr· 111t más general, por último, propio de su época y de su medio ( pequeña
( 1956a), y en mayo y junio multiplicó las conferencias, en divcrn1 burguesía o clase media acomodada de moral puritana) donde la
sociedades científicas, sobre el viaje, sobre el hipnotismo ( que Mey1w11 sexualidad tenía asignada su residencia en marcos institucionales pre-
aborrecía) y -tema más riesgoso- sobre la histeria masculina el 1 cisos, acantonada en un número restringiido de prácticas lícitas: no
de octubre de 1886 en la Kaiserliche Gesellschaft der A.rzte in Wil'II ofrecía otras posibilidades, salvo la vergüenza y la hipocresía. El
( Sociedad imperial de médicos de Viena) . Después de la confem1ri prejuicio se ve por entonces reforzado por una reacción de defensa,
de Freud sobre este último tema, algunos auditores -las actas dt· 1, de cólera y de desprecio contra el creciente relajamiento de las costum-
debates se han conservado ( cf. E 439-441 )- minimizaron el apor t1· ,1 bres en los medios aristocráticos y po1;mlares. La obligación frecuente-
Charcot señalando que la histeria masculina era un fenómeno 1111i mente impuesta a las empleadas domésticas de prostituirse a sus pa-
conocido; Meynert, en cambio, calificó de epileptoides las perturl, trones, la conducta ligera de muchos hombres respecto a mujeres de
ciones descritas por Charcot en el hombre y desafió a Freud a mo~t, medios inferiores con las que se divierten pero no se casan, en contraste
un caso entre los enfermos del hospital. Freud halló varios, pero 1, el rechazo a considerar que sus esposas o hijas puedan tener deseos y
jefes de los servicios no le permitieron presentarlos. Finalmente p111I necesidades sexuales, la relativa frecuencia del incesto,17 la miseria
exponer a la misma Sociedad de médicos, el 26 de noviembre de Il\lli sexual de numerosas personas pertenecientes a las más poderosas fami-
un caso grave de hemianestesia en un histérico ( 1886d), cuyo ex:1111
1 7 Tal frecuen cia llevará a Freud a pensar , a fines de 1895, que la histe-
ocular había realizado su amigo Konigstein. Más tarde, en Mi v11li
ria siempre tiene como causa primera una seducción real, ejercida sobre el
niño por uno de los padres. En mi opinión, el hecho de que la primera gran
1
s Para un estudio detallado de la influencia de Charcot en Freud y d novela m oderna consagrada al incesto (entre he1mano y hermana, ya adultos),
evolución de Freud respecto a las ideas de Charcot, véanse los capítulos 11 El homb1 e sin atributos (1930-1942), haya sido escrita por un austriaco, Ro-
del libro de Andersson ( 1962). hcrt Musil ( 1880-1942) , se inscribe en la misma línea.
78 FREUD HASTA 139r, LA RESIDENCIA EN LA SALPETRIERE
79

lías, todas estas conductas eran frecuentes en la Viena de entonces, s1 originales, los científicos que derriban las ideas adquiridas. Entonces,
bien esta ciudad no se llevaba la palma en tales dominios. envolviéndose en una altanera soledad, salvo un amigo único -Breuer
En semejante contexto, se comprende que Freud difiriera por cinro y Fliess, sucesivamente- a quien dice el ardor del fuego oculto que
años la publicación de su "Estudio comparativo de las parálisis motri continúa devorándolo, Freud se impuso una nueva ascesis con miras a
ces orgánicas e histéricas" ( 1893c), redactado en 1888, donde hada producir, a pesar de todo y contra todo, el descubrimiento que estalla-
el balance del aporte de Charcot: éste lo publicó en francés, alguno~ ría un día, fulgurante, sobre la sociedad avergonzada y escandalizada:
días antes de su muerte, en los Archives de neurologie. todo esto es perfectamente conforme a lo que se espera de un héroe
El historiador tiene la impresión de asistir, en el otoño de 188fi. romántico. Las raíces personales de tal comportamiento deben eviden-
al ensayo general privado de lo que será, a partir de 1900, un drama temente buscarse en una defensa megalomaníaca contra la depresión
público, cuando el psicoanálisis haya sido inventado, cuando los resor- y sobre todo contra la persecución interior y en una posición inestable
tes de la psicología sexual comiencen a ser revelados, cuando lo qtw de atacante-atacado en la que sin duda se fijó después de la muerte de
se escondía detrás de los muros de la vida privada deje de ser un Julius, su hermano menor y su rival. ¿ Acaso cada uno de nosotros
secreto reservado al cura encargado de absolver, a los compañeros qtH' no elige en la cultura circundante lo que responde a su problemática
personal?
cooperan en ellos o a los interlocutores de las conversaciones subidas d,·
tono, y en cambio llegue a ser el objeto de un saber general explica El segundo dato es más fácil de circunscribir pero más difícil de
tivo, y, por último, cuando la confidencia de lo más íntimo en la vicl.i comprender. Freud se condujo respecto a la sexualidad a la inversa de
y pensamientos sea requerida como condición de la cura de la neu muchos de sus contemporáneos masculinos, que asociaban al liberti-
ros1s. na je de los actos una inhibición de la reflexión y del discurso. Freud
La amargura de Freud frente a prejuicios cuya forma y contenido se mostró reservado cuando era cuestión de actuar y transgresor cuando
pueden variar según los países y las épocas pero cuya raíz es inherent1· se trataba de saber. ¿ Qué economía psíquica pudo sostenerlo en esa
posición?
a la organización misma del aparato psíquico, incluso si es una amar
gura que él acentuó retrospectivamente, no podría explicarse sólo poi Dos factores parecen haber obrado. Primero, una determinada rela-
el contexto sociocultural. Creo que dos datos psicológicos funcionaron ción en él entre el ideal del yo y el superyó: el superyó sólo le prohibió
en él. El primero es un rasgo por el cual está endeudado con el espíritu hacer, el ideal del yo lo alentó a pensar. El rigor del primero se vio
de su tiempo: se trata del romanticismo alemán que preconizaba 1m atemperado por el último y su liberalidad. Cuando el superyó tolera
igual desarrollo del entusiasmo y la disciplina en el individuo, cosa clr del yo la posibilidad de ser impugnado y lo deja librarse de una posi-
la que Brücke fue un ejeJili)lO. Freud, ya predispuesto por su tempr ción donde el yo sería el objeto · de su agresividad destructora, esta
ramento, se formó según ese modelo. Temas románticos tales como lo~ agresividad puede entonces dirigirse hacia las partes del mundo exterior
del joven prodigio y del genio ignorado por la sociedad parecen habr1 sobre las cuales está proyectado el superyó: los tabúes, la estupidez,
subtendido ese episodio de su vida. La Universidad de Viena, una el, los hombres y las ideas establecidas. De ahí, me parece, vino a Freud
las más famosas del mundo, le abrió las puertas de sus laboratorio la necesidad de atacar todo aquello que en la sociedad, en los medios
y las primeras etapas de una carrera en su seno; siendo aún muy jovt•n científicos y en el entorno del individuo, restringe su libertad intelec-
lo envió a perfeccionarse en Trieste, París y Berlín, prefiriéndolo a ~11 tual y la de sus sentimientos.
rivales sobre la base de las promesas que su valor naciente permití:, El segundo factor concierne a las relaciones de la sublimación y la
esperar. Se sintió seguro de que llevaría a cabo una obra. Será Brüch, somatización. En Freud, la pulsión sexual, fuera de su mujer, con quien
Griesinger o Charcot. Ahora bien, después de haberle hecho el regalo la satisface plenamente, está suspendida en cuanto a la meta en rela-
envenenado de la cocaína, trajo a su Universidad, desde la Salpetricn ción con otros objetos, pero no inhibida. Para controlarla no necesita
parisiense, una gran novedad, la de la etiología psíquica de cierto recurrir a la represión neurótica; le basta con representársela e identi-
desórdenes mentales. Aquí el segundo tema sustituye al primero. ] ), ficarla. En tales condiciones, en efecto, la pulsión se vuelve disponible
retorno al país, lejos de ser festejado por los suyos como esperaba, ,·1 no sólo para tareas de sublimación, sino para un tipo particular de
niño prodigio sufre la reprobación mediante la cual la sociedad impri sublimación, a saber: el conocimiento de su funcionamiento como
me su sello en quienes están demasiado adelantados respecto a ella o pulsión. Pero una sublimación semejante, que me gustaría calificar de
demasiado al margen de su marcha: los poetas malditos, los pensadon·a reflexiva, por oposición a las sublimaciones expresivas, que son las más
FREUD HASTA 189}
COMIENZOS DE LA P&\CTICA PRIVADA Bl
80
sistema nervioso ( 18871). Para mantener su reputación científica y
comunes, desde el punto de vista cuantitativo no produce sino una completar sus ingresos, multiplicó las reseñas de obras ( 1887a, b, c, e,
descarg-a parcial e insuficiente de la energía pulsional. Subsiste u n g, h, i, 1889 a), tradujo al alemán (18861) las Nouvelles lefons sur
residuo pulsional bastante notable que no está ligado al pensamiento les maladies du systeme nerveux, particulierement de l'hystérie, de
por el trabajo reflexivo ni por la represión a una sintomatología neu- Charcot, que en francés aparecieron al año siguiente, luego ( 1888-
rótica. El residuo tiende a descargarse en el cuerpo bajo la forma de 1889) una obra más antigua de Bernheim, en Nancy el gran rival de
malestares más o menos hipocondriacos, de fatigas, de trastornos fun- Charcot en materia de hipnosis e histeria: De la suggestion et de ses
cionales, móviles y proteiformes, que nunca afectan de manera muy applications a la thérapeutique, traducción a la que añadió un impor-
duradera un mi3mo órgano. Hemos visto y veremos aún que tal es tante prefacio sobre la controversia entre la escuela de Nancy y la de
precisamente el caso de Freud. París. Redactó cinco artículos ("Afasia", "Cerebro", "Histeria", "In-
fantil ( parálisis - ) " y "Parálisis"), para el H andworterbuch der
gesamten Medizin (Enciclopedia médica) de Villaret (1888b, 1891c).
Comienzos de la práctica privada y fin de las investigaciones neuro- Como en 1887 y 1888 se lo indicó a Fliess, con quien ya comenzó a
lógicas (1886-1891) intercambiar una correspondencia cada vez más continua, su ambi-
ción por entonces era escribir una monografía, quizá un libro de
Al margen de esas secuelas del viaje a París, Freud dedicó el año 1886 síntesis, sobre la anatomía del cerebro. De este proyecto inconcluso,
principalmente a instalarse en su nueva vida. Tenía treinta años. Du- sobrevivencia de una etapa anterior, surgieron varias publicaciones, no
rante todo el mes de marzo, fue a formarse a Berlín como residente en ya de neurología pura, sino de neuropatología; fueron, por lo demás,
la clínica de enfermedades infantiles de Adolf Baginski (18t+3-1913). las últimas contribuciones de Freud en ese dominio. La primera serie.
De retorno a Viena, atendió tres veces por semana en el Instituto la más nutrida, fruto de su trabajo en el Instituto de pediatría de
público de pediatría, que acababa de fundar, y dirigía, el profesor Kassowitz, versó sobre las parálisis infantiles. Comenzó con una gruesa
Marc Kassowitz ( 1842-1913). El día de Pascua, abrió un consultorio monografía, escrita en colaboración con un pediatra, su asistente,
privado en el 5 de Rathausstrasse. Sin esperar a asegurarse una clien amigo y futuro médico de familia Osear Ríe ( que será el amigo Otto
tela suficiente, contrajo matrimonio el 23 de septiembre y aceptó n en el futuro sueño "La inyección a Irma"), sobre la hemiplejía cere-
disgusto (el matrimonio civil válido en Alemania no era reconocido en bral ( 1891a), luego resumida en tres artículos aparecidos en una revista
Austria) una ceremonia religiosa reducida sin embargo a su mínima médica ( 1891a bis). Prosiguió con otra monografía sobre las diplejías
expresión en el domicilio de la señora Bernays, madre de Martha. centrales ( 1893b), resumida en francés a solicitud de Pierre Marie en
Abandonó entonces su primer consultorio y rentó y arregló, para vivi1 la Revue neurologique ( 1893e) y completada por una observación de
con su mujer y para trabajar, un apartamento de cuatro habitaciom·~ dos hermanos afectados por una misma diplejía hereditaria ( 1893d).
en el 8 de Maria Theresienstrasse. Terminó con el estudio de síntomas particulares: hipertonia de las
Los cinco años siguientes fueron consagrados sobre todo a la vida extremidades inferiores asociada con frecuencia a la enuresis nocturna
familiar y al desarrollo de la clientela. Nacieron los primeros niños ( 1893g), perturbación de un nervio de lo alto del muslo que Freud
Fue preciso, en 1891, mudarse al 19 de Berggasse (residencia de la ya había padecido y descrito y a la que Bernhardt, ignorando el tra-
familia Freud hasta la definitiva emigración a Londres en 1938), a ba jo de su predecesor, dio su nombre ( 1895e). Así Freud, neurólogo,
un apartamento situado en el primer piso, que en 1892 fue completa adquirió el hábito de observar en sí mismo ciertas disfunciones y de
do con el alquiler de tres cuartos profesionales, en el entrepiso, qw · ligarlas con sus observaciones de casos. Y así, nuevamente, a medias
daban sobre un pequeño jardín: así, la disposición ele la casa na tal por mala suerte y a medias por insuficiente cuidado en apuntalar
de Freiberg, con su tenderete abajo, su recámara en el primer p is" sus intuiciones y dar a conocer sus resultados, se dejó "soplar" un
y próxima la pradera, fue inconscientemente reconstituida. En 18!1'/ pequeño descubrimiento.
conoció a Fliess. Durante todo este período, Freud ya no llevó a ca La misma consideración se aplica al otro orden de traba jo neuropa-
bo publicaciones originales, excepción hecha de una observación cli tológico al que se entregó simultáneamente y que dio por resultado
hemianopsia en dos niños pequeños, caso desconocido hasta entonC'1· su primer libro, dedicado a Breuer: Zur Auffassung der Aphasien.
( 1888a) y los ya señalados artículos relativos a sus investigaciorn·~ Eine kritische Studie (Sobre la concepción de la afasia. Estudio críti-
anteriores sobre la cocaína ( 1887d) y sobre la estructura elemental d,·I
FREUD HASTA 189'1 TERAPÉUTICA UE LOS HISTÉRICOS MEDIANTE HIPNOSIS 83
82
co) (1891b). Ya dije que allí citaba, verificándola con numerosm menos hosco la reinventará y creerá y hará creer sinceramente que
ejemplos, la muy reciente hipótesis de Jackson sobre la "disolución" es su primer autor. La querella con Meynert, que Freud no dejó de
( disinvolution). Sus dos monografías sobre las parálisis cerebrales in suscitar después de sus trabajos junto a Charcot, no fue puramente
fantiles le valieron notoriedad en los medios médicos de Europa ( du intelectual. Meynert era conocido como "muy excéntrico, muy neu-
rante mucho tiempo serán citadas en las obras especializadas; Nothn:i rótico y gran bebedor" (] I, ing 253 n. 1, fr 254 n. 1). En 1892,
gel, uno de los escasos jefes que no le retiró su apoyo, le pidió retomar mientras yacía en su lecho de muerte, en un último movimiento de
lo esencial de ellas para un tomo de su H andbuch der speziellen Patho honestidad confesó a Freud que él mismo era un caso muy típico
logie und Therapie (Manual de patología y terapéutica especiale.1 de esa histeria masculina cuya existencia había negado tan violenta-
1897a), y durante los tres años siguientes Freud tendrá una columna mente (Td 439, ID 438, IR 372). Mientras Meynert, figura pater-
de análisis bibliográficos en este dominio: 1898c, 1899b, 1900b), míen nal llena de disimulo y de un valor moral dudoso, estuvo vivo, Freud
tras que la obra sobre la afasia fue un fracaso: se vendió con cuent;i reaccionó con una conducta de desafío manifiestamente edípica. Ante
gotas (los ejemplares no vendidos, o sea las cinco séptimas partes d,· su muerte, debió de pensar con una pizca de intensa alegría: non
la edición fueron destruidos por el editor en 1900, y ninguno de lo~ vixit, no vivió ... , tema que reaparecerá en uno de los sueños de su
autores ulteriores, salvo Goldstein en 1910, se refirió a ella). Not·, autoanálisis.
suficiente decir que la explicación "funcionalista" de la afasia q1w De todos modos, en esta segunda mitad del siglo xx, no tenemos
Freud propuso era demasiado _adelantada para su época. Es preciso que deplorar ese fracaso de Freud: hay que romper los antiguos víncu-
reconocer que se sentía inconscientemente atraído por la posición cl1·l los a fin de sentirse disponible para contraer otros nuevos. Quizá la
poeta maldito, del genio ignorado, del profeta rechazado por los suyos, vocecita del demonio interior que en 1895 Freud, cada vez más, se
al que no se hará justicia sino después de muerto. De ahí el tono de~ complace en escuchar, lo haya empujado hacia esta salida. Con el
piadado de su Estudio crítico -subtítulo del libro sobre la afasia libro sobre la afasia, jugó en cierto modo a todo o nada, poniendo
para los científicos reconocidos y contra la idea universalmente admi al ambiente científico contemporáneo entre la espada y la pared. Si
tida de la localización, según la cual cada forma de afasia correspo11 hubiese ganado, habría proseguido su carrera científica en neuropa-
día a una lesión en un centro cerebral diferente. Freud hizo añico~ tología, sin duda brillando siempre más. Pero como perdió, lo que tal
la teoría reinante de Wernicke-Lichtheim. Sin duda experimentó u11;1 vez deseaba secretamente, se sintió liberado y pudo cambiar de orien-
áspera delectación al escribir que el análisis histológico demostral,a tación. Jones piensa que la nota necrológica sobre Charcot ( 1893[)
la inanidad de la teoría de la "proyección", cara a Meynert, el vic jo representó un doble adiós: al maestro antes de haber tenido que re-
maestro del que había renegado (la corteza contendría la proyección negar de él y a la disciplina que tal maestro había ilustrado y reno-
topográfica de las diversas partes del cuerpo) : "Dentro de alguna vado (] I, ing 240, fr 241). Así el joven, al madurar, deja de tener
semanas --escribió a Fliess-- tendré el placer de hacerle llegar 1111 deseos -y necesidad- de imitar modelos: si quiere crear, a partir
artículo sobre la afasia que he redactado con bastante entusiasm o. E11 de ahora debe hacerlo desde su propio fondo, a riesgo de no sacar
él me muestrb muy audaz al cruzar mi espada con su amigo Wr1 nada de él. Revisión desgarradora, ruptura laboriosa, grave apuesta:
nicke y también con Lichtheim y Grashey. Incluso he llegado a a,., empujado por la necesidad interior, hacia ello se encamina Freud.
ñar al sacrosanto pontífice Meynert" (F, 2 de mayo de 1891, al 70
71, ing 61, fr 56). Las opiniones revolucionarias, necesarias por lo
demás para el progreso científico, nunca contribuyeron a éste cuando
en lugar de probar serenamente su fecundidad, se proclamó con apa 5. FREUD Y BREUER
sionada intransigencia su carácter revolucionario. Entonces ocurre !1J
que ocurrió a Freud: la revolución gira en redondo en un vaso dr La terapéutica de los histéricos mediante hipnosis (1889-1893) 18

agua y en él se ahoga; la idea nueva no es examinada en sí mis111a


pues la gente respecto de la cual dicha idea ha sido montada co11111 Su clientela privada impuso a Freud una evidencia que ya había en-
provocación no puede sino rechazarla antes de tomarla en considera trevisto en su práctica hospitalaria: de una tercera parte a la mitad
ción; años más tarde, un ladrón de escombros la pescará de nuevo
y, más hábil, la negociará por cuenta propia, o bien un investigado, 18 A completar con el capítulo III del libro de Andcrsson ( 1962).
84 FREUD HASTA 189'1
TE RAPÉUTICA DE LOS HISTÉRICOS MEDIANTE HIPNOSIS
85
de los casos de pacientes que sufren enfermedades nerviosas no so11
enfermos neurológicos. Para estos enfermos de ideas, es decir, de rr fue consciente de la eficacia del proceso, y lo denominó -recordemos
presentaciones o de afectos, le era preciso hallar no sólo el diagn6s que sólo hablaba en inglés- talking cure ( cura por la palabra) o
tico sino también la terapéutica adecuada. Después de sus primerw, chimney sweeping ( deshollinamiento). Lo aplicó con la ayuda de
ensayos y errores con la cocaína y la electroterapia, colocó sus esp<· Breuer a sus otros síntomas y efectuó así progresos considerablet Des-
ranzas en la hipnosis. Estudiante aún, habia asistido a una sesión de el 18 de noviembre de 1882 ( c. inédita a Martha del 19 de nov.
pública del célebre magnetizador Hansen, y se convenció de la aute n de 1882, citada in J I, ing 248, fr 249), Breuer habló a Freud de cier-
ticidad de los fenómenos hipnóticos. Ya médico asistente en el ho, tos detalles que se abstuvo de incluir en la publicación de este caso
pita!, fue testigo de sesiones de hipnoterapia sin duda conducida (Estudios sobre la histeria, 1895d) y que ulteriormente serán conoci-
por Breuer y por el profesor de neurología Moritz Benedikt ( 183:1 dos por Jones (las confidencias de Freud quedaron corroboradas por
1920), quien luego le dio una carta de recomendación para Charco t la consulta de cartas - algunas de las cuales permanecen inéditas-
La solidaridad internacional de los hipnotizadores era grande ento 11 de Sigmund a Martha, de quien Bertha Pappenheim era una vieja
ces en razón de los vivos prejuicios, ya mencionados, del mun do amiga) : al mismo tiempo que Anna O . . . realizaba espectaculares
médico: la hipnosis era considerada una mistificación, incluso m1a progresos a causa del apego creciente de su médico a su caso y a su
causa de degradación de la persona. Breuer, conocido en el laboratn persona, la señora Mathilde Breuer , por la misma razón, que su mari-
rio de Brücke hacia 1880 y que llegó a ser su protector, su sostén fi do era el único en no comprender, experimentaba unos celos crecien-
nanciero, su médico de familia y su amigo, con frecuencia le hablah. , tes y terminó por in timarlo a cesar sus visitas; ante el anuncio de la
del apasionante caso de Anna O ... , de su desdichado desenlan·. interrupción del tratamiento, Anna O ... reaccionó con los dolores
del descubrimiento que entonces hizo de un método que será denom i de un parto imaginario, desenlace de una preñez nerviosa debida a
nado catártico. J oseph Breuer ( 1832-1925) trató a Bertha Pappenhr i111 los "cuidados" de Breuer y que le pasó inadvertida, hasta tal punto
(1859-1936) -pues, como ya se dijo, tal fue su nombre (J I, in le era extraña la idea de ser el padre de una inmaculada concepción.
245-248, fr 246-249)- desde diciembre de 1880 hasta junio de 18fl~ "Aunque profundamente perturbado, la calmó mediante hipnosis, y
Esa joven, que unía a su encanto personal una extraordinaria intl' li luego, bañado en sudor frío, huyó de aquella casa. Al día siguiente
gencia, se encontraba mal desde la enfermedad que llevó a su pa d n partió con su mujer a Venecia, para pasar una segunda luna de miel
a la tumba. Pertenecía a una de las más ricas familias austriacas d, cuyo resultado fue la concepción de una niña" (J I, ing 247, fr 248).
comerciantes judíos de la época. En el libro de Ellenberger (E 330 ) No carece de interés enterarse, gracjas a Ellenberger (E 483), que en
puede verse una hermosa fotografía de ella. Breuer fue consultado poi realidad esa hija de Breuer ya había nacido el 11 de marzo de 1882
una tos nerviosa, síntoma que en realidad escondía un desdoblamie 11 y que fue llamada ... ¡ Dora! Agreguemos que se suicidará en 1942,
to de personalidad. Por autohipnosis, ella pasaba del estado crepusr u no en Nueva York, como lo escribe Jones, sino en Viena, para esca-
lar de la niña disipada e insoportable al de la joven normal y com par a su deportación por los nazis. La versión publicada por Breuer
ciente de sí misma. Sufría además de parálisis, anorexia, accesos d en los Estudios sobre la histeria ( 1895d) fue muy diferente: según
cólera, perturbaciones de la vista (estrabismo) y del lengua je ( m 11 él, la "narración depurativa" habría terminado en apoteosis en una
tismo, agramatismo). Había olvidado el alemán, su lengua matcrn, , sesión donde la enferma logró recordar la alucinación que tuvo en la
que sin embargo continuaba comprendiendo, y sólo se expresaba ,.,, cabecera de su padre enfermo gravemente (la de una serpiente negra
inglés, a veces en francés o en italiano . Breuer la visitaba hasta do que intentaba morderla en el brazo derecho), que habría desencade-
veces diarias, y adquirió el hábito de terminar sus jornadas junto a nado toda la serie de sus síntomas; curada ya la enferma, Breuer ha-
ella y se apasionó por su caso. Ella le contaba bajo hipnosis lo q11, bría puesto entonces fin a su terapia. 19 Breuer tenía entonces cuaren-
había sufrido durante el día: incidentes desagradables, alucinacio 111 ta años, Bertha veintitrés: la edad exacta de Jacob, la edad, con tres
"negativas", espantos. Un día, le narró con mucha precisión y e11 111 años de diferencia, de Amalia cuando ambos concibieron a Sigmund
ción las circunstancias de la primera aparición de un síntoma (u 11 ,1 Freud. En 1895, Bertha Pappenheim se repuso dificultosamente de
hidrofobia) : su dama de compañía, una inglesa, había dado a su p,
rro un vaso de agua delante de ella y Anna O ... se sintió asquea d,, 1
9 Ulteriormente, el diagnóstico de histeria será discutido. Algunos autores
el relato provocó la desaparición completa del síntoma. Anna O verán un caso de esquizofrenia. Schur (S 38) ve en él un estado límite (cf.
Chertok, de Saussure, 1973, pp. 167-168).

86 FREUD HASTA 189:1 TE RAPÉUTICA DE LOS HISTÉRICOS MEDIANTE HIPNOSIS H7
las recaídas a las que la había condenado el desenlace "salvaje" de su del método cat ártico de Breuer a Charcot; éste no le atribuyó imp or-
cura . Fue recuperada por su madre -un dragón, dice Janes- en tancia alguna, pero convenció a Freud de la especificidad de la hip-
Francfort; se quedará soltera. Fue, hasta su muerte, asistenta social nosis para el tratamiento de la histeria. Freud comenzó a utilizarla ,
en un orfelinato: primera mujer en cumplir esas funciones en Alema - junto con los baños, los masajes y el reposo; puso su consultorio pri-
nia. También fue -¿debemos asombrarnos acaso?- una campe ona vado y convenció a Breuer de realizar un trabajo concertado. No usa-
de la emancipación femenina. 20 De cuando en cuando veía a Mar tha, ron de inmediato el método catártico, manteniéndose por prudencia
de la que llegó a ser, además, pariente política. Breuer, en cambio, en la contrasugestión cara a la escuela de París, que, bajo hipnosis,
quedó traumatizado por este caso prínceps del método catártico. H uyó prohibe la reaparición del síntoma. Por su lado, Pierre Janet utiliza-
otra vez cuando Freud le mostró una histérica que vivía una preñe z ba el mismo método, que ese año, 1889, expuso en L'automatisme
imaginaria . Freud sólo pudo tranquilizarlo parcialmente -pero mu - psychologique, pero también había ensayado el método catártico ( caso
cho más adelante , sin duda en junio de 1892 ( cf. p. 91 )- infor- Lucie, publicado en 1886, y caso Marie, publicado en la obra de
mándole que una paciente cierta vez le echó los brazos al cuello y 1889). Es imposible saber si Freud tuvo entonces conocimiento de esas
explicándole que eso era un fenómeno de trasferencia y que la hist(~ publicaciones ( cf. E 358-3 74 y 485) . El caso de la señora Emmy von
rica sufría de represión sexual. N ... , cuyo tratamiento, según Freud, comenzó el 1 de mayo de
21
Breu er admitió todo eso intelectualmente, incluso lo escribió en l~ 1889 y que luego constituyó la primera de las cuatro observaciones
Estudios sobre la histeria, que, bajo la insistente presión de Fre ucl, redactadas por Freud para Estudios sobre la histeria, muestra bien
redact aron en común en un lapso de dos años. Por lo demás, nuev o sus titubeos entre las dos técnicas.
fracaso en perspectiva: de una edición de 800 ejemplares se vendi<' La mencionada paciente ( 1848-1925) , de unos cuarenta años de
ron , en trece años, 626 ejemplares. A Breuer le repugnaba admi tir edad, viuda y madre de dos hijas crecidas ( de las que Freud la hizo
algo sexual entre una joven un poco trastornada y su médico, sobn· separarse durante las siete semanas que duró el tratamiento) , sufría
todo si éste tenía la edad de su padre, que acababa de mori r. No de variados síntomas desde la enfermedad y muerte de su marido: tics,
escribió una sola línea referente a la sexualidad en toda la observa especialmente un chasquido de la lengua --comparable, escribe Freud,
ción public ada de Anna O . .. Pronto se rehusa a seguir los pasos clt· al sonido que emite el urogallo cuando se acopla ( 1895d, GW I 100,
su ami go por este camino y, sin por ello perderle la estima, pone n11 SE II 49 n ., fr 36 n.) ; es la única relación de orden sexual que es-
punto final a la colaboración entre ambos. Freud , gracias a su pu ri tablece en todo el caso--, tartamudez, anorexia , calambres en la nuca
tanismo profundo, a la moderación de sus necesidades sexuales, a la y sobre todo zoofobias. Lo que Freud no escribe en su observación
pasión que despl azó sobre Fliess, a su ojo de histólogo, conservó la publicada del caso, pero que Andersson ( 1965) descubrió en la auto-
cabeza fría. Solo, continuó descifrando en el cuerpo de la histéri ca c·l biografía de la hija de esta dama ( un resumen en francés ofrecen
gran libro de las metáforas de la sexualidad. Chertok y de Saussure, 1973, pp. 166-167), es que los rumores la acu-
Josef Breuer renunció en 1871 a la carrera universitaria a la q111 saron de haber envenenado a su marido, de quien heredó una consi-
sus done s y sus maestros lo destinaban, y se dedicó a su clientela, d, derable fortuna; la investigación judicial y la autopsia llevaron a un
las mejores de Viena, sin abandonar sus investigaciones en la pe rN sobreseimiento. El "deshollinami ento psíquico" permitió a Freud des-
pectiva de la escuela de Helmholtz. Médico rico, sabio famoso, rr cubrir el origen de la fobia a ratones y ratas en un primer recuerdo
presentó para Freud el ideal del éxito al que un judío -Bre uer lo infantil traumatizan te: sus hermanos y hermanas le tiraban a la ca-
era- podía aspirar. Simétricamente, encontró en Freud, más joven, beza animales muertos . En vez de dejar que operase la descarga
dotado a su imagen y semejanza, alguien a quien alentar y ayuda r, catártica, interrumpió las digresiones que juzgaba inútiles y expulsó
luego un interlocutor con quien discutir las ideas, los casos de ambm 1
y lo que más tarde será llamado su contratrasferencia. Freud ha blb 2 Los editores de la Standard Edition han supuesto (SE II, ap éndice A)
que Freud, en su publicación, modificó las fechas de esta cura, que habría en
realidad comen zado en mayo de 1888: suposición errónea, los Archivos Sig-
20 Bertha Pappenheim y su papel fueron suficientemente importantes co111 11 mu nd Freud contienen la autobiografía de Mrs. M.M . .. , hija de Mme . Emm y
pa ra que a su muerte se le consagrara una noticia en los Bliitter des Jüdisc h, n von N . .. , que confirma la fecha de mayo de 1889 como comienzo de la cur a
Frau enbu ndes (Hojas de la Asociaci ón femenina judía) y una obra (Dor,1 de su madr e (Anderss on, 1962, 74 n. 2) . Como en el caso precedente, el
Edi nger, 1963 ). Ellenberger (E 480-484) resume los elementos principa les. diagnóstico de hi steria puede parecer discutible .

FREUD HASTA 1895 TERAPÉUTICA DE LOS HISTÉRICOS MEDIANTE HIPNOSIS
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el síntoma mediante una contrasugestión activa. Pero entonces, en el hipnosis: ¿ cómo tratar esos casos, bastante numerosos en su clientela?
lugar de aquél, surgieron, sucesivamente, otras fobias: a las serpien- Bernheim, ay, no se mostró más eficaz que Freud ( cf. Mi vida y el
tes, a los sapos, finalmente a las lagartijas, cuyo simbolismo no fue psicoanálisis, 1925d, GW XIV 42, SE XX 17-18, fr 24) ; a partir de
considerado en ningún momento. Esta danza sutil y agobiante entre entonces, sin duda, la noción de "resistencia" comenzó a abrirse paso
las contrasugestiones del terapeuta y las renovaciones proteiformes del en su espíritu. En el servicio de Bernheim también vio a una enferma
síntoma se reprodujo para cada uno de éstos. Las satisfacciones ha- abrir bruscamente, poco después de despertar en la sala de consulta,
lladas por Emmy von N ... al ser separada de sus hijas, obstáculos un paraguas por encima de la cabeza del médico, según la instruc-
para un nuevo matrimonio eventual, y en el hecho de haber atraído ción que había recibido mientras dormía; pensó justificar ese acto des-
la atención de un hombre en la persona del médico no fueron en el cabellado diciendo con titubeos que creía que el tiempo estaba lluvioso
momento advertidas por Freud: así a la rápida mejoría siguieron re- y que el médico deseaba tener abierto su paraguas antes de salir: de
caídas frecuentes que coincidieron con la supresión de esas dos con- este modo Freud fue puesto sobre la pista de otro concepto, el de ra-
diciones favorables. cionalización. El relato de este incidente será trasmitido primero por
Desde el punto de vista de la teoría del funcionamiento psíquico, Wittels ( 1924) en su biografía de Freud; luego, en 1938, por Freud
Freud, pero solamente, sin duda, al redactar este caso, en 1893, para mismo en su último trabajo, inconcluso, al que tituló en inglés: S ome
Estudios sobre la histeria, se vio llevado a formular por primera vez elementary lessons in psycho-analysis ( 1940b). En una nota de los
el concepto de carga (Besetzung) para explicar la abulia dominant(' Estudios sobre la histeria, citó otros ejemplos análogos observados jun-
en esa paciente: remitiendo a su primer artículo aparecido en fran to a Bernheim ( 1895d, GW I 120, SE II 67, fr 51). Dirá más tarde
cés ( 1893c) , en el cual se había servido de la expresión: "dotado dl' (Td 576n., ID 570n., IR 485n.) haberse entonces apresurado a olvi-
un valor afectivo", Freud escribió: "Con ejemplos tomados de la vida dar la idea emitida por Liébeault en su libro Du sommeil provoqué,
cotidiana, yo mostraba que una emoción no liquidada, al cargar una aparecido ese mismo año, a saber: los sueños son la realización del de-
representación, provocaba cada vez una cierta inaccesibilidad asocia seo de dormir; pero, cosa curiosa, esa idea no se encuentra en parte
tiva, volviendo imposibles nuevas cargas" ( 1895d, GW I 145, SE 11 alguna de la obra entera de Liébeault (E 493). En agosto, Freud via-
89, fr 70). jó de Nancy a París con el objeto de asistir al primer Congreso inter-
De este caso Freud sacó dos lecciones. La primera lo puso en (') nacional de hipnotismo. 22 Volvió a Viena con un nuevo entusiasmo
camino que lleva a las asociaciones libres: la señora Emmy von N ... por la hipnoterapia, celo que lo llevó a abandonar definitivamente el
se quejó de que con las contrasugestiones demasiado apresuradas, iu tratamiento eléctrico, pero que poco a poco dejó su lugar a la lasitud
terrumpía el curso de sus pensamientos: "Tres días antes la había provocada por la obligación de repetir sin cesar las mismas suges-
interrumpido en el momento en que ella se lamentaba ... Compruebo tiones.
que no llego a nada de este modo y que no puedo evitar escucha• En 1892 comenzó un viraje esencial. Freud empezó a progresar cn
hasta el final lo que tiene que decirme a propósito de cada cosa" el plano teórico; el progreso fue modesto con su primer artículo sobre
(1895d, GW I 114, SE II 61, fr 47). La segunda fue que la desapa
un tratamiento hipnótico, titulado "Un caso de curación por hipno-
rición con frecuencia espectacular de los síntomas sólo dura mientra
sis, con observaciones sobre el origen de los síntomas neuróticos en la
el médico se ocupa asiduamente de la enferma; ésta sana entone·,·
contravoluntad" ( 1892-1893b), caso que no juzgó digno de figurar en
por complacencia; el fin del tratamiento es una causa frecuente ti.
Estudios sobre la histeria. Se trataba de una mujer incapaz de ama-
recaída. Freud cayó en la cuenta cuando Emmy von N ... regresó ('11
mayo de 1890 para una breve e igualmente poco eficaz reanudaciú11 mantar a su primer hijo, y luego al segundo, a causa 'de vómitos, in-
somnios, agitación y anorexia nerviosa. Ambas veces fue curada en al-
del tratamiento. Pero, fiel a Charcot, continuó creyendo que el tra11
gunas sesiones de sugestión. Freud forjó entonces la hipótesis de la
matismo no es eficiente en la génesis de la histeria sino sobre el fon
existencia de "ideas antitéticas" que contrarían a las intenciones cons-
do de una _predisposición neurofisiológica hereditaria (la degenc 1a
ción). 22
El año 1889 se destacó, en París, por numerosas manifestaciones de al-
En el intervalo (julio de 1889), Freud fue a Nancy a m1c1arsc 1·11
cance int ernacional: se trataba, en efecto, de celebrar el centenario de la
la técnica de Bernheim y en la del viejo Liébeault (1823-1904), dd, Revolución francesa . La inauguración de la torre Eiffel y el Congreso de hipno-
rente s de la de Chnrcot. Llevó consigo una paciente refractaria a 111 tismo tuvieron lugar en esa ocasión.
90 FREUD HASTA 1895 TERAPÉUTICA DE LOS HISTÉRICOS l\IEDIANTE HIPNOSIS (11

cientes y producen trastornos corporales en la histeria y debilitamien- la théorie des attaques hystériques ( 1940d), fue, sobre esa base, es-
to de la voluntad en la neurastenia. Pero continuó haciendo suya la crito en común con Breuer, quien también aporta su lote de nociones
afirmación según la cual los síntomas neuróticos nacen de una pre- nuevas: la "escisión de la consciencia", el "retorno del recuerdo"
disposición particular. Para Charcot, esa predisposición era orgáni- (el ataque histérico es el retorno del recuerdo del traumatismo psí-
ca; consistía en la degeneración neurológica observada en las familias quico), el carácter "inconsciente" del recuerdo en el estado de con-
neuropáticas. Para Janet, era psíquica: debilidad innata de la capa- dición segunda, la idea de que la represión ( el proceso está descrito
cidad de síntesis y estrechez del campo de la consciencia. En la misma pero no denominado así todavía ) es responsable del rechazo de cier-
época ( 1892-1893), Breuer elaboró la noción, expuesta en el capítulo tas ideas en el segundo estado de consciencia. El principio de cons-
m de Estudios sobre la histeria, de "estado hipnoide", a la que Freud tancia es formulado; a partir del mismo, la salud es definida como
se adhirió de inmediato: es un vacío de la consciencia, análogo al que consistente en "repartir según vías asociativas todo crecimiento sen-
artificialmente crea la hipnosis, en el cual una representación cual- sible de la suma de excitación o en descargarla en una reacción mo-
quiera puede imponerse sin encontrar resistencia; ese "estado crepus- triz apropiada" ( GW XVII 9-13, SE I 151-154). En esos tres textos,
cular" es favorecido por los sentimientos amorosos, por los cuidados pues, se encuentra más o menos definitivamente constituido el punto
que se dan a un enfermo querido; se desencadena ya a continuación de vista que Freud denominará más adelante "económico". La no-
de una viva emoción de espanto, ya por la transformación de un en- ción de "carga", que señalé a propósito de la señora Emmy von
sueño diurno en autohipnosis. N ... , se vincula al mismo y probablemente fue inventada en ese
Freud quiso decidir a Breuer a preparar una publicación común, momento.
que llegará a ser la Comunicación preliminar ( 1893a). El 28 de junio Esa decisión de una publicación común deriva quizá de un aconte-
de 1892, le escribió a Fliess que acababa de obtener la conformidad de cimiento importante que Chertok ( 1968 y 1973) sitúa un poco antes
Breuer. Con ese propósito envió entonces a Breuer tres textos cortos de junio de 1892, fecha en que Freud se lo comunica a Breuer: una
publicados póstumamente. La carta del 29 de junio de 1892 ( 1941a) paciente -una enfermera- abrazó a Freud durante una sesión de
enuncia "el teorema de la constancia de la suma de excitación", emit(' hipnosis, lo que terminó de imponerle la evidencia de una etiología
la idea de que el síntoma resulta del "desplazamiento" de las sumas sexual de las neurosis, descubrimiento que, según Jones (J I, ing 298,
ele excitación que no han podido ser liberadas y propone la "fórmula fr 299), provocó en Freud "un gran choque", y que lleva la marca de
patológica de la histeria: ... la magnitud de la suma de excitación, lo que desde entonces serán los futuros descubrimientos freudianos: a
la noción de traumatismo (Trauma), el segundo estado de conscien la vez subjetivamente experimentados y objetivamente formulados.
cia"; esta última idea es directamente precursora de la noción psico- Un último progreso, durante esta época, estuvo referido a la técni-
analítica de inconsciente ( GW XVII 5-6, SE I 147-148). La nota ca. La repetida sugestión bajo hipnosis fatigó a Freud por su monoto-
111 ( 1941 b) añadía precisiones: en la histeria, "el contenido de la nía y escasa eficacia. Además, se preguntó qué coherencia guardaba
consciencia puede estar con facilidad temporalmente disociado y cier esa técnica con la teoría del funcionamiento psíquico que estaba ela-
tos complejos de ideas que no están articulados con él asociativa borando. En 1892 respondió, al fin, negativamente , en una nota aña-
mente huyen aparte sin dificultades"; el "estado hipnoide" predispo- dida a su segunda traducción de una obra de Charcot: "Ni el médico
ne a provocar una "condición segunda", análoga al sueño; pero la ni el enfermo son capaces de tolerar indefinidamente la contradicción
vida sexual puede aportar incluso a personas no predispuestas el con- que existe entre la negación rotunda del trastorno en la sugestión y
tenido de traumatismos susceptibles de producir en ellos esa disocia su aceptación necesaria fuera de la misma 1' ( 1892-1893a, 286n. SE
ción ( admiremos, de paso, el hábil equilibrio que Freud intenta es- I 141). Entonces, en el otoño de 1892, aceptó tratar a Elisabeth von
tablecer entre la teoría breueriana del estado hipnoide y su propia R ( itter) por una abasia aunque ella se hubiera mostrado refractaria
teoría de la etiología sexual de las neurosis) ; por último, para poncl' a la hipnosis. Recordó que Bernheim sostenía que lo revivido en el
un término a la disociación y a sus efectos patógenos, debe proceder sueño artificial sólo era olvidado en apariencia y que insistiendo enér-
se, o bien a "revivir el traumatismo en estado de sonambulismo, cou gicamente el médico podía hacerlo resurgir en el estado de vigilia.
<lucirlo a su abreacción y corregirlo, o bien llevarlo a la consciencia Freud inventó entonces la técnica de la concentración mental. La
normal bajo hipnosis relativamente ligera" ( GW XVII 17-18, SE l. enferma estaba acostada como en la hipnosis pero ya no conservaba
149-150 ) . El manuscrito, cuya traducción francesa del título es Sw los ojos abiertos; ahora, "se ruega cerrar los ojos", como lo fijará a
TERAPÉUTICA VE LOS HISTÉRICOS MEDIANTE HIPNOSIS 93
92 FREUD HASTA 1895
1909a) identificará Freud "zona histerógena" con "zona erógena" y
manera de cartel un sueño ulterior de Freud: este doble dispositivo verá en el ataque histérico un equivalente del coito. No obstante, el
será conservado durante el período del autoanálisis sistemático; ha- alcance de esa comprobación permaneció limitado por dos razones:
brá que esperar hasta 1904 para que sea suprimida la obligación de Freud negó la existencia de un vínculo simbólico entre la abasia y la
mantener los ojos cerrados, mientras que la primera (la posición ex- atracción de la joven por su cuñado; pensó que era una pura asocia-
tendida) subsistirá ( 1904a). Freud invitó a su enferma a concentrar- ción por contigüidad; además, la emoción sexual patógena dependía
se sucesivamente en cada síntoma y a rememorar todo lo que pudie ra a sus ojos de la sexualidad adulta solamente. También advirtió que
ser relativo a su origen: es el método del "análisis psíquico", que el trabajo de análisis psíquico no progresa sino cuando el síntoma "se
en 1895 Freud está a punto de trasponer del síntoma :11sueño para el une a la conversación" durante las sesiones mismas ( 1895d, GW I
análisis sucesivo de cada fragmento de éste. Si la paciente conserva- 212, SE II 148, fr 117). Este caso confirmó a Freud la evidencia que
ba la mente vacía, Freud, reiterando su pregunta, practicaba por lo el beso de la enfermera le había hecho presentir: el 18 de diciembre
general con éxito la imposición de una mano sobre su frente, proce- de 1892, en una carta a Flicss, alude por vez primera a la idea de una
dimiento que utilizó hasta 1896. Gracias a esta técnica y a este mé- etiología sexual de las neurosis.
todo,23 Freud pudo, en seis meses, sacar a la luz el hilo de toda la his- Simultáneamente, durante nueve semanas, a fines de 1892 y comien-
toria de Elisabeth, el "hilo rojo", para retomar el título de la obra
24 zos de 1893, atendió a una señorita de treinta años, Miss Lucy R ... ,
de teatro que llevará este caso a la escena. Tal hilo era el amor
gobernanta inglesa radicada en Viena, quien había perdido el olfato
reprimido y culpabilizado que esta joven de veinticuatro años sentÍ:l
después de un catarro nasal purul ento . Este caso, cuya observación
por el marido de una de sus hermanas y la loca esperanza de casars('
insertó luego en Estudios sobre la histeria, le permitió cumplir un pro-
con él cuando aquélla murió, durante su segunda preñez, de una cri-
greso teórico importante. En efecto, Frrud presintió mecanismos esen-
sis cardíaca, causa por la que también murió su padre algunos años
antes. La contracción en el muslo derecho sobrevino mientras cuida- ciales que en seguida pudo describir con claridad y denominar defi-
ba a su padre enfermo. La extensión del dolor a la pierna izquierda nitivamente al redactar sus comentarios: por una parte, la "represión"
( Verdrangung ) voluntaria por parte de la gobernanta de su amor
se produjo después de un delicioso paseo a solas con ese cuñado, d u-
. rante la enfermedad de su hermana. Freud, por primera vez, cayó Cll secreto hacia su patrón, ya viudo, represión que sobrevino cuando
la cuenta de que la representación patógena era de naturaleza "eró. manifestaciones de violencia del mismo le probaron que no la amaba;
tica": "La representación erótica fue rechazada fuera de la asori:1 por otra parte, la "conversión somática" de la idea inaceptable y re-
ción y el afecto que se hallaba mezclado a ella sirvió para aumenta , primida. Freud, corno en el caso precedente, a causa de la resistencia
o reanimar un dolor físico presente en ese momento" ( 1895d, GW 1 de la enferma se conformó con una hipnosis ligera y utilizó con éxito
210, SE II 146, fr 116). Esto llevó a Freud a ampliar la noción d,· la técnica de la concentración mental. Los efectos que obtuvo, por lo
"zona histerógena" que Charcot definía como una zona dolorosa cuya demás, le confirmaron la corrección del postulado sobre el que reposaba
estimulación podía provocar el ataque histérico. Ahora bien, cuan do esa técnica: "-Pero, puesto que usted sabe que arna al director, ¿por
se estimulaba la zona dolorosa de su muslo, "ella lanzaba gritos q1w qué no me lo dijo? -Lo ignoraba, o más bien no quería saberlo,
parecían provocados por cosquilleos voluptuosos" ( GW I 198, SE 11 quería sacármelo de la mente, no pensar nunca jamás en ello, y creo
137, fr 108). Además, la enferma acabó por recordar el motivo de J.1 que lo logré en estos últimos tiempos" ( 1895d, GW I 175, SE II 117,
conversión: "Era precisamente el lugar donde, cada mañana, po 11Íil fr 91). Y Freud comenta en una nota al pie: "Nunca he dispuesto de
su padre la pierna, muy hinchada, c.uando ella le cambiaba el ven da otra y mejor observación de ese singular estado en que el sujeto todo
je" (GW I 211-212, SE II 148, fr 117). Sólo más adelante (1901i/, lo sabe sin saberlo." También en este caso atribuye la etiología del
síntoma histérico a una emoción de la sexualidad adulta.
23 Aunque haya establecido esta técnica y método a propósito de Elisabl' th El último de los cuatro grandes casos que, junto al de Emmy von
von R ... , fue en la observación de Miss Lucy R ... donde los expuso ( 189',tl, N ... , de Elisabeth von R ... y de Lucy R ... , refirió Freud en Estu-
GW I 165-171, SE II 107-112, fr. 84-87). dios sobre la histeria ( 1895d), el de Katharina, fue igualmente fecundo
u Le fil rouge, pieza en tres actos de Henry Denker, adaptación fran<i-•11 en cuanto al método y la teoría. Freud encontró a Katharina en vaca-
de Pol Quentin, representada en París en la primavera de 1963. De la olir ,1
se hizo una película que lleva el mismo título. El actor Curd Jurgens in tr1 cionc, , tal vez también en 1892 (E 487), tal vez durante el verano de
pretaba el papel de Freud tanto en la obra de teatro como en el film.
94- FREUD HASTA 1895
TERAPÉUTICA DE LOS HISTÉRICOS MEDIANTE HIPNOSIS
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25
1894, el año es incierto: hija del dueño de un albergue, cuando
frente a las relaciones sexuales. También le pareció ejemplar en lo que
conoció su condición de médico le solicitó una conversación. Se quejó
atañe al simbolismo del síntoma. "Con frecuencia habíamos comparado
de respirar con dificultad y de tener miedo de asfixiarse. En una sola
la sintomatología histérica con una escritura pictográfica 26 que el des-
entrevista, sin hipnosis ni imposición de mano, recordó las dos escenas
cubrimiento de ciertos escritos bilingües nos permitía descifrar. En
que fueron patógenas para ella: la observación, cuando tenía dieciséis
años, de relaciones sexuales entre su padre y su hermana; las insinua- ese alfabeto , vómito equivale a repugnancia" ( 1895d, GW I 189, SE
ciones de su padre con ella misma cuando tenía trece años, insinua II 129, fr 101). Destaco al pasar un pequeño error: fue gracias a
ciones · cuyo sentido sexual no comprendió en el momento. Tal com- inscripciones trilingües ( no bilingües) como pudieron ser descifradas
las escrituras cuneiformes y los jeroglíficos ( cf. p. 233). Pero en el
prensión, que sobrevino después, al observar las relaciones de su padre
y su hermana, provocó su primer malestar con sensación de ahogo. En momento de publicar el caso -¿ porque lo incomodaba personalmente?
efecto, su padre, beodo, se acostó una vez sobre ella, que dormía: ¿por incitación de Breuer?-, Freud suprimió la indicación del papel
despertó con la impresión de estar asfixiándose, y sintió el contacto del desempeñado por el padre y atribuyó a un tío la seducción de Katha.
pene erecto a través de las ropas. Freud, a quien esta única sesión le rina. Restableció la verdad en una nota de 1924 ( 1895d, GW 195
pareció bastar para la sedación de los síntomas, se vio definitivamente n. 1, SE II 134 n. 2, fr 106 n. 1). En 1895, Freud admite el incesto
animado a sostener, contra la enseñanza de Charcot, las dos afirma- en forma de actos entre tío y sobrina o en forma de pensamientos entre
ciones siguientes: la histeria puede sobrevenir sin disposición heredi- hermana y cuñado (Elisabeth von R. .. ) ; se resiste a reconocer la
taria (lo escribió de inmediato en una nota agregada a su traducción, existencia de intenciones incestuosas de padres respecto a sus hijas.
que terminaba en ese mismo momento, de las Polycliniques del maes- Por supuesto, todavía no alienta la menor sospecha acerca de la exis-
tro, 1892-1893a, 223n., SE I 139) ; el factor patógeno tampoco es el tencia de tales deseos en las propias niñas. Cuando en nuestros días
traumatismo inicial, sino el recuerdo del mismo, idea igualmente afir- se releen las observaciones contenidas en Estudios sobre la histeria,
mada en una nota al píe en dicha traducción ( 1892-1893a, 107n., SE llama la atención su evidente carácter edípico y se llega hasta el asom-
I 137-138). Freud dio así la primera descripción de los fenómenos bro: ¿ cómo pudo Freud permanecer ciego frente a lo que estaba
posteriores ( el acontecimiento traumatizante, a menudo de apariencin viendo? Pero sucede que nosotros conocemos la continuación de la
trivial, es patógeno únicamente si se encuentra asociado a una realidad historia, mientras que Freud, en 1895, todavía tiene que inventarla.
psíquica anterior que no había sido traumatizan te en su momento) y Describo su situación en los términos de la teoría que está a punto de
regresivos ( el neurótico reacciona a una situación relativamente tardía elaborar: no reprime más en su inconsciente la percepción de la exis-
según un esquema que se constituyó en él con anterioridad). También tencia de deseos incestuosos de naturaleza edípica en los histéricos
se vio llevado a situar el traumatismo sexual en los alrededores de la (represión que Breuer continúa ejerciendo); esa percepción franquea
pubertad. Además, advirtió que el traumatismo no consistía en u11;1 la primera censura al precio de una alteración ( el deseo reside en el
simple idea erótica, sino en un acto sexual o en su tentativa, ejercido adulto, no en el niño) y a partir de entonces está presente en su
por un adulto sobre una preadolescente. La sexualidad resulta de esta preconsciente y gobierna, sin que Freud se haga cargo, la compilación
manera responsable de trastornos psíquicos incluso en personas vírgc de su material clínico; pero su reconocimiento y rectificación por la
nes. Este caso le pareció a Freud un buen ejemplo del "miedo virginal" consciencia, condiciones necesarias para conceptualizarla e insertarla
en la teoría, permanecen bloqueados por la segunda censura . La intui-
25 Según Jones (J I, ing 365-366, fr. 366), en 1892 y 1893 Freud sólu
ción está ahí, pero aguardando, con muchas otras, en la "antesala":
tomó breves vacaciones en Austria; en cambio viajó mucho, en especial hast,, metáfora que varias veces reaparecerá en sus sueños.
los confines de los Alpes italianos, durante el verano de 1894. Ahora bie11,
fue en una zona montañosa donde encontró a Katharina, cuya conversación e~ La historia se repitió en el caso de la señorita Rosalie H ... , alumna
taba esmaltada de formas dialectales italianas y cuyo verdadero nombre, disimu de canto de veintitrés años de edad, que padecía de contracciones en
lado por el seudónimo, pareciera en efecto haber sido italiano. Freud, juzgán la garganta .al emitir ciertos sonidos (1895d, GW I 237-241, SE II
dolo más interesante, habría reemplazado con este caso algún otro, puesto que ;i)
parecer ya había redactado sus cuatro historias de enfermas antes del verano 26

de 1894 ( cf. carta a Fliess del 22 de junio de 1894). El seudónimo Kathari11., La traducción francesa publicada habla de "jeroglíficos", error que se
no deja de recordar el caso de la célebre "santa" Anna Katharina Emmerid,, reencuentra en la p. 241 de la traducción francesa de Die Traumdeutung;
quien revivía la Pasión (cf . más adelante, pp. 113-114) Freud
(cf. p. no se servirá de la comparación con jeroglíficos sino a partir de 1909
366).
96 FREUD HASTA 1895 TERAPÉUTICA DE LOS HISTÉRICOS MEDIANTE HIPNOSIS 97

expuesto sistemáticamente en Estudios sobre la histeria sino repartido


169-173, fr 135-138) . El análisis psíquico sacó a la luz el traumatismo
en tres pasajes, de manera fragmentaria. En el primero se encuentra
patógeno: su padre, viudo y tirano de la familia, un día que se hallaba
la expresión ( que se volverá célebre) : "liquidación de una vieja deu-
enfermo le pidió que le diera masajes: desnudo saltó del lecho, tratan-
da", para expresar el trabajo de la catarsis: (1895d, GW I 122n., SE
do de atraparla. También aquí Freud sustituyó el padre por un tío,
11 69-70n., fr 53-54n.). El segundo describe por primera vez el meca-
y luego restableció la verdad en una nota de 1924. nismo de la negación (1895d, GW I 129 n. 1, SE 11 76 n. 1, fr 58
Más interesante aún es otra nota de Freud, donde resumió el pri- n. 2) . El tercero expone el descubrimiento de la "simbolización"
mer caso en que el material le impuso la hipótesis de una etiología (1895d, GW I 202-208, SE 11 176-181, fr 140-145): la neuralgia
sexual de la histeria: "Trataba yo a una joven que padecía una com- facial violenta de la señora Cécilie era el resultado de una observación
plicada neurosis; como sucede con frecuencia, rehusaba admitir que
penosa de su marido: la había ella recibido "como un golpe en pleno
esos trastornos aparecieron después de su matrimonio. Objetaba que rostro"; un dolor terebrante en la frente provenía de que su abuela
cuando todavía era soltera ya sufría accesos de angustia que concluían la había mirado con desconfianza, de una manera "penetrante"; tal o
en un desvanecimiento . .. De pronto un buen día me dijo: 'Voy a
cual incidente le había dado "un golpe en el corazón"; tal otro, en
contarle córrio empezaron mis accesos de angustia; cuando yo era chica,
dormía en un cuarto contiguo al de mis padres , la puerta estaba abier- el que se había sentido "obligada a tragarse eso", le había cerrado la
garganta; a sus dos médicos, Breuer y Freud, los había visto en aluci-
ta y una vela ardía sobre la mesa. Varias veces pude ver a mi padre
entrar en la cama de mi madre, y luego escuchaba ruidos que me nación colgados de dos árboles vecinos del jardín, después de que
turbaban mucho. Entonces tuve los primeros accesos'" ( 1895d, GW ambos le hubieron rehusado el mismo medicamento; "esos dos valen
I 187 n. 1, SE 1I 127 n. 1, fr 99 n. 1). Así, fue por una fantasía de lo mismo", había ella pensado inconscientemente, "el uno es el igual
escena primitiva por lo que la sexualidad apareció por primera vez en del otro" ... * Sin embargo la futura idea de que el síntoma es un
el espíritu de Freud como causa de la histeria. Que haya dejado caer símbolo mnésico del traumatismo siguió limitada por Freud a la his-
esta precisión a una nota al pie, sin retomarla para nada en su libro, teria de conversión: afirmará bastante más tarde la equivalencia gene-
es tanto más comprensible cuanto que él mismo, durante los tres años ral del síntoma y del símbolo (1916c).
y medio de permanencia en Freiberg, compartía la recámara de sus En la primera publicación con junta de Breuer y de Freud, titulada
padres ... El caso data probablemente de la primavera de 1894; en El mecanismo psíquico de los fenómenos histéricos: comunicación pre-
efecto, en una carta a Fliess escrita en esa época, Freud aludió, por liminar ( 1893a), aparecida el 1 y el 15 de enero de 1893,27 luego
primera vez, "a dos casos donde se notaba una terrible aprensión a la retomada con algunos cambios como capítulo primero de Estudios so-
sexualidad, con cosas, en segundo plano, que habían visto u oído y bre la histeria ( 1895d), aparecen una palabra y una frase que más
comprendido a medias, por lo tanto una etiología puramente emocio- tarde serán célebres: la palabra "represión" y la frase según la cual
nal, pero siempre de naturaleza sexual" (F, 30 de mayo de 1893, al "los histéricos sufren sobre todo de reminiscencias". El mecanismo de
82-83, ing 73, fr 67). Aunque esta descripción contenía una anticipa- la "superdeterminación" también está descrito (pero sólo se lo deno-
ción notable de la noción de fantasía, Freud buscó la explicación en mina en Estudios sobre la histeria) . Allí, la noción de traumatismo,
los acontecimientos reales: es una escena sexual la que resulta traumá- repensada, llegó a ser o bien la imposibilidad de expresar una emo-
tica, ya sea uno su espectador o aquel de los actores que la padece. ción por razones sociales, o bien un "espanto", una vergüenza, un
En cambio, notó la gran diversidad posible de tales escenas: tentativa
de violación heterosexual de dos hermanas al mismo tiempo ( 1895d, * Juego de palabras intraducible. "El uno es el igual del otro" puede decir-
GW I 277, SE II 276, fr 223), relaciones homosexuales de una gober- se en francés ( como es el caso aquí) l'un est bien le pendant de l' autre; pero
pendant también significa "pendiente, colgante", y el verbo del que deriva,
nanta con la muchachita que está a su cargo ( 1895d, GW I 275- pendre, "colgar, ahorcar". [T.]
276, SE II 274-275, fr 221-222). 27 El 11 de enero de 1893, Freud pronunci6 en el Wiener medizinischer
El caso que finalmente decidió a Breuer a realizar una primera pu- Club una conferencia cuyo título (traducido) fue Sobre los mecanismos psí-
blicación común -la Comunicación preliminar ( 1893a )-, fue uno quicos de los fenómenos histéricos, que es un buen resumen de la Comunica-
más antiguo, el de la señora Cécilie M. .. , tratado en común por ción preliminar; una reseña de la conferencia, revisada por el autor, apareció
Hreuer y Freud con el método de la hipnosis durante tres años, quizá entonces en la Wiener medizinische Presse, en los númerns del 19 y 26 de ene-
ro ( 1893h).
de 1890 a 1893. Por razones de discreción profesional, este caso no fue
98 FREUD HASTA 1895 NUEVAS CONCEPCIONES PSICOPATOLÓGICAS DE FREUD ()<)

sufrimiento moral relativos a un hecho personal penoso. En contra- fisiología germánica, pareciera pertenecer a Breuer, mientras que la de
punto con estos aportes propios de Freud, el artículo reafirmó dos efecto catártico aparece como doblemente freudiana, porque considera
opiniones caras a Breuer: una, restringe la psicoterapia de la histeria al conflicto psíquico como un drama personal análogo al que pone en
a los síntomas únicamente (las causas profundas de esa afección si- escena un dramaturgo o novelista, y a su tratamiento como una libe-
guen siendo inaccesibles) ; la otra afirma que el traumatismo patógeno ración, de tipo jacksoniano, de antiguas emociones bloqueadas en for-
de la histeria se produce durante un "estado hipnoide", es decir, de maciones neuropsíquicas inferiores a causa del hipercontrol ejercido
profunda ensoñación diurna. No obstante, en el capítulo final de Es- por las formaciones neuropsíquicas superiores. Una prueba complemen-
tudios sobre la histeria, redactado un año y medio más tarde ( 1895d), taria de estas hipótesis fue suministrada por Juan Dahna ( 1963):
Freud emitió la idea restrictiva de que un acto de represión prece- Jacob Bernays, uno de los tíos de Martha, ya mencionado, publicó en
dería siempre a dicho estado. Sólo la ruptura completa con Breuer alemán, en 1880, Dos ensayos sobre la teoría aristotélica de la tragedia,
le permitirá abandonar, a partir de 1896, el estorbo de la noción de obra que Freud no podía ignorar puesto que después de su aparición
"estado hipnoide", que calificará, al redactar en 1901 la observación la catarsis se convirtió en un tema de discusión entre los estudiantes y
de Dora, de "superflua y falaz" ( 1905e, GW V 185 n. 1, SE VII 27 de conversación en los salones: Ellenberger (E 484) incluso supone
n. 1, fr Cinq psychanalyses, 17 n. 1), y también afirmar, en el otoño de que Anna O ... tomó esa palabra de moda como divisa de su cura,
1895, su capacidad de curar no sólo los síntomas de la histeria, sino "cura desafortunada que llegará a ser para la posteridad, por una
la predisposición a ésta (F, 16 oct. de 1895, al 138, ing 128, fr 113). ironía de la suerte, el prototipo de un tratamiento catártico".
En lo que concierne a la eficacia de la "cura por la palabra", La Comunicación preliminar fue muy bien acogida -lo que ya
Breuer y Freud insistieron (siempre en la Comunicación preliminar, no se reproducirá con las siguientes publicaciones psicoanalíticas de
1893a) en el hecho de que la reviviscencia del recuerdo traumatizante Freud-, y ello lo animó a continuar. Janet, entre otros, escribió una
únicamente es curativa si es emocional y no sólo intelectual; así, el reseña larga y elogiosa (Freud se lo informó a Fliess el 10 de julio
"efecto catártico" reside en una "abreacción afectiva" ( ambas expre- de 1893) que luego incluyó como capítulo final de su libro de 1894,
siones aparecen allí por primera vez), es decir, en una descarga del L'état mental des histériques. 28
exceso de excitación que había subsistido en el enfermo, en forma po- En 1893, la reputación de Freud era lo bastante grande como para
tencial, a partir del acontecimiento traumático. Era ésta una concep- que apareciera una noticia sobre él en Das geistige Wien (La Viena
ción económica del poder de la cura en perfecto acuerdo con los prin- del espíritu), especie de Who's who local.
cipios de la escuela de Helmholtz.
¿ De dónde procede la invención de los neologismos "efecto catárti-
co" y "método catártico"? La cosa fue evidentemente descubierta por Nuevas concepciones psicopatológicas de Freud (1893-1895)
Breuer durante el tratamiento de Anna O ... , aunque probablemente
ella le propu~iera la palabra y aunque él no haya medido la impor- Redactada la Comunicación preliminar, Freud reanudó su marcha
tancia de su descubrimiento y no haya adquirido una confianza en hacia adelante. Hay que subrayar ese rasgo que parece pertenecer sólo
su método como para aplicarlo a otros casos sino gracias a las repe- a los genios: progresa tan velozmente que ninguno de sus maestros de
tidas discusiones con Freud y a una práctica común. Es propio de otrora, ninguno de sus actuales colaboradores y ninguno de sus futuros
Freúd extraer nociones científicas de la tragedia griega antigua. Así discípulos consiguió evolucionar a su ritmo: igualmente, en las rudas
lo hará en 1897 cuando tenga que denominar un fenómeno descubierto excursiones cotidianas a las que consagra la parte viajera de sus vaca-
esta vez por él solo: de Sófocles derivará la noción psicopatológica de ciones, un pariente, un amigo lo acompaña un día, algunos días, y
"mito de Edipo". Como es sabido, fue Aristóteles quien utilizó el sus-
tantivo catarsis ("purificación", "liberación"; Racine lo tradujo como 28 Hasta 1895, Freud y Janet se citan mutuamente con elogios. Las rela-
"purgación") para dar cuenta del efecto ejercido en el espectador por ciones se enfrían con la aparición de Estudios sob_re la histeria, donde Breue:r
la tragedia: "La tragedia es la imitación de una acción virtuosa y ataca vigorosamente la teoría de Janet que hace de la "debilidad psicológica"
la predisposición para la histeria. Más tarde, J anet no soportará ni el sexua-
consumada que, por medio del temor y de la compasión, suscita la lismo ni la notoriedad de Freud, y en 1913 comenzará a atacar abiertamente
purificación de tales pasiones" ( Poética, 1449b, 27). La noción de el psicoanálisis, afirmando, en especial, que había utilizado antes que Freud
abreacción, estrictamente fiel al punto de vista económico de la neuro- el método catártico ( cf. la n. 2 de la SE II p . XII).
FREUD HASTA 1895 NUEVAS CONCEPCIONES PSICOPATOLÓGICAS DE FREUD 101
100
durante la concentración mental y que consistían generalmente en un
finalmente agotado, lo deja. Al escribir este libro, experimenté con
acuidad la dificultad de seguirlo, de captarlo en la diversidad de su pavor, seguido por una represión brutal, luego por la aparición de
diversos síntomas: emociones de adolescentes de uno u otro sexo
formación, en la extensión de su cultura, en la riqueza de su experien-
ante una escena sexual vista u oída, 29 emociones de adultos frente a
cia clínica y sobre todo en la prodigiosa rapidez y en la soberana
una solicitación sexual, una tentación sexual, un fracaso sexual. Este
exactitud conque lee, recuerda, asimila, establece relaciones o efectúa
último caso fue el del señor K ... , quien desarrolló una neurosis de
síntesis, conceptualiza, redacta y se renueva. Un hombre.semejante, por
angustia después de haber fracasado en la seducción de la joven de la
trivial que sea el resto de su existencia, en este dominio es temible-
mente fatigoso. Solamente algunos otros genios de su época -Nietzs- que estaba enamorado (F ms. F, 18 de ago. de 1894, al 106, ing 96,
fr 87). Cada vez más, el neurótico apareció a Freud como caracteri-
che, Marx, Einstein- y, más cerca de nosotros, un André Malraux,
zado por el hecho de que no tiene una vida sexual feliz; la satisfacción
parecen haber poseído en un grado tan elevado semejante conjunto
sexual, obtenida sin demasiadas molestias prácticas con un copartícipe
de cualidades de pensamiento y de expresión.
agradable es una condición de la dicha de vivir. Semejante idea, en
Mientras Freud redactaba los trabajos precitados, su mente -du-
oposición a los tabúes de su época y a casi todas las ideologías que
rante los años 1893 y 1894, según da fe su correspondencia con
reinaban, pareció inquietante a la mayoría de los colegas con quienes
Fliess- se hallaba ocupada por dos ideas ascendentes. Primera idea:
se confió y hasta a los enfermos que de él recibían el consejo de buscar
el "traumatismo" o más bien el "conflicto de defensa" como comienza
una vida sexual satisfactoria. Por ejemplo, Irma, una joven amiga suya
ya a decir (F, 21 de mayo de 1894, al 95, ing 85, fr 77) que está en
a la que una casta viudez produjo síntomas histéricos, en julio de 1895
el origen de la histeria, concierne a la sexualidad. Segunda idea: lo
interrumpió su cura por análisis psíquico a causa de su rechazo a esa
que es cierto en la histeria (la represión, la reminiscencia, la angustia,
"solución" de sus trastornos que es verosímil que él le haya indicado.
la dificultad de descarga, el choque sexual) debe de serlo, con ade-
Para Freud, la continencia prolongada no es ni natural ni sana, y sólo
cuadas trasposiciones, en las demás enfermedades nerviosas. En Con-
constituyen transitorios "peor es nada" la masturbación, el uso de
tribución a la historia del movimiento psicoanalítico ( 1914d), dirá
preservativos masculinos, las prácticas que se detienen antes del orgas-
haberse acordado entonces de tres conversaciones de pasillo que lo
mo de los dos miembros de la pareja y el recurso a las prostitutas. A
animaron a identificar como sexual lo que le parecía serlo cada vez
principios de 1893, escribe a Fliess una proposición que posee respecto
más manifiestamente: mientras somos los únicos en ver lo que vemos,
a su época una antelación de cincuenta años y que habría provocado
tememos haber visto mal, ser víctimas de una creencia subjetiva.
escándalo si hubiese sido divulgada: "El otro sistema consistiría en
Breuer, hacia 1881-1882 --cosa que negó luego- dijo a Freud, a
autorizar libres relaciones entre los jóvenes de buena familia, pero ello
propósito del comportamiento neurótico de un enfermo, que cosas tales
no podría advenir sin que se dispusiese de métodos anticonceptivos
siempre estaban en relación con el "lecho conyugal"; incluso utilizó la
inofensivos. Nos hallamos así frente a la siguiente alternativa: mas-
expresión francesa secrets d'alcove, secretos de alcoba, pues en esa
turbación con neurastenia en los hombres e histeroneurastenia en las
época los franceses gozaban del privilegio de pasar por individuos in-
mujeres o bien sífilis en los hombres con herencia luética para la gene-
clinados no sólo a practicarlos sino a discurrir sobre tales secretos.
ración siguiente o también gonorrea en los hombres y gonorrea y este-
En París, durante el invierno de 1885-1886, oyó que Charcot confiaba
rilidad en las mujeres" (F, ms. B, 8 de feb. de 1893, al 81, ing 72,
a un asistente que ciertos trastornos neuróticos eran siempre imputa-
fr 65-66).
bles a la "cosa genital". En 1886, por último, el gran ginecólogo vienés
Chrobak ( 1843-1910) , al confiarle una enferma que sufría de angus- Con tales textos doblan las campanas por una distinción que se
tia y cuyo marido era totalmente impotente, añadió en latín -decla- había impuesto progresivamente desde dos o tres siglos antes a la
ración que también negó más tarde- que el único remedio consistiría
2
en "dosis repetidas de pene normal" (1914d, GW X 51-53, SE XIV 9 "Creo haber comprendido la neurosis de angustia de algunas jóvenes que

13-15, fr 77-79). Lógico consigo mismo, a diferencia de esos maestros uno debe considerar vírgenes y a quienes no se podría atribuir ningún abuso
sexual. He analizado dos casos de este género, donde se notaba una terrible
tan rápidos para retractarse, Freud comenzó a introducir en la anam- aprensión a la sexualidad, con cosas, en segundo plano, que habían visto u
nesis de los pacientes que iban a consultarlo algunas preguntas sobre oído y comprendido a medias, por lo tanto una etiología puramente emocio-
su vida sexual desde la pubertad. Tornóse cada vez más atento a la nal, pero siempre de naturaleza sexual" (F, 30 de mayo de 1893, al 82-83,
naturaleza de las emociones intensas que resurgían bajo hipnosis o ing 73, fr 87).
102 FREUD HASTA 1895 NUEVAS CONCEPCIONES PSICOPATOLÓGICAS DE FREUD 103
cultura europea, fascinada por las virtudes y las ilusiones del indivi- 1893) desarrollaron esos temas y vislumbraron que la tensión no des-
dualismo, la distinción entre la vida pública y el mundo privado. Con cargada en el coito se transforma en angustia.
Freud, el hombre ya no es más definido por lo que hace, y eso es la El 16 de agosto de 1893, muere Jean-Martin Charcot; Freud, como
desmistificación del culto de los héroes, alimentado por la historia ya se dijo (p. 83), le consagra un artículo necrológico ( 1893b) lleno
política y militar y por las morales de la acción. El hombre deja de admiración por el genio, la gloria y la influencia del maestro, pero
igualmente de ser definido por lo que piensa o cree, pues pensamiento que concluye con una crítica de la hipótesis de "familia neurópata"
y creencia no son sino la parte visible de un iceberg; el análisis psíquico ( Charcot concebía la predisposición a la histeria como una degenera-
muestra que el peso de nuestras ideas, cuando lo tienen, proviene de un ción nerviosa congénita) : adiós que es también una manera de tomar
basamento enorme, inadvertido y en perpetuo movimiento, y esto es la un camino propio.
desmistificación de las religiones, de las filosofías. El hombre es El artículo aparecido en mayo de 1894, Die Abwehr-Neuropsychosen
aprehendido por Freud ahí mismo donde se escapa, es descubierto en (Las psiconeurosis de defensa, 1894a), presentó una teoría general
lo que esconde (lo que esconde a los demás no siempre coincide de las neurosis clasificándolas según tres mecanismos de defensa : ªº
con lo que se oculta a sí mismo) ; es cercado en lo que niega y a la vez conversión del afecto en la histeria de conversión, desplazamiento del
expresa mediante desvíos, digresiones, disfraces; el hombre debe ser afecto en las obsesiones ( idea retomada aparte en un artículo en fran-
encontrado en lo que exterioriza cuando no puede interiorizarlo y en cés, "Obsessions et phobies" ( 1895c), aparecido en la Revue neurolo-
lo que interioriza cuando no puede exteriorizarlo El muro de la vida gique), trasformaciones del afecto en las neurosis de angustia y la
privada, en lugar de proteger la dicha, lo que hubiera sido (y es) su melancolía. Igualmente distingue, según la patogenia, la histeria "hip-
única justificación, es denunciado en su utilización como Bastilla psí- noide" ( en homenaje a Breuer, pero debida al ver de Freud no tanto
quica, como prisión de sufrimientos. La falsedad de las opiniones sim- a un estado crepuscular como a un exceso de fatiga) de la histeria
plistas entre lo interno y lo externo, entre el individuo y lo social, entre "de retención" (en la cual la abreacción es imposible por razones
el cuerpo y el espíritu, entre el pensamiento y la acción, es sacada a sociales) y de la histeria "de defensa", aporte propio de Freud ( en
plena luz. En 1895, Freud se halla en la etapa de una teoría de la la cual la abreacción es imposible a causa de una defensa del sujeto).
simbolización restringida: el hombre, para él, es un aparato productor únicamente sobrevivirá esta tercera categoría -después de la des-
de síntomas. Algún tiempo más, y podrá afirmar, lo que en cierto aparición de la segunda y, por último, de la primera. Una carta a
sentido es lo mismo, que el hombre es un aparato productor de sueños, Fliess del 21 de mayo de 1894 (F al 95-96, ing 84-85, fr 76-78) com-
de recuerdos encubridores, de rasgos de ingenio, de humor; esto es lo pletó esas clasificaciones tomando en consideración cuatro categorías
que me gustaría llamar su teoría de la simbolización generalizada. etiológicas: la "degeneración inn!=lta", la "senilidad" o degeneración
Para pasar de una a otra, necesitó realizar su autoanálisis. que sobreviene en la vejez, el "conflicto" o defensa adquirida contra
Las consideraciones generales que acabo de esbozar no sólo están en la sexualidad, finalmente la "conflagración" o traumatismo grave no
relación con los progresos efectuados por Freud en su reconocimiento sexual. Las dos primeras etiologías constituyeron un acto de vasallaje
de la sexualidad como fenómeno psíquico fundamental, sino también a la teoría dominante en la época; la última es una idea en el aire
en la extensión al campo entero de las neurosis de los problemas que la que nunca será retomada; el porvenir científico de Freud reside en el
histeria lo llevó a plantearse. desarrollo que aún debe dar a la tercera.
El manuscrito A, enviado a Fliess en los últimos días de 1892 o los El manuscrito D, seguramente contemporáneo de esa carta, se pro-
primeros de 1893, registra las siguientes preguntas: ¿ Qué lazo de puso unificar la explicación de las diversas neurosi& a partir del prin-
causa a efecto hay entre las prácticas sexuales "anormales" ( onanismo, cipio fechneriano de constancia.
masturbación precoz por parte de las niñeras) o incompletas ( coitus
reservatus --o sea con preservativos-, impotencia, frigidez) y las El manuscrito E, sin duda de junio de 1894, precisó que en la neu-
neurosis de angustia? El mismo manuscrito esboza en respuesta algunas rosis de angustia es una acumulación de tensión sexual física, y en la
"tesis", por ejemplo: "No existe neurastenia ni neurosis análogas sin histeria una acumulación de tensión sexual psíquica, la que se des-
perturbaciones de la función sexual"; o también: "La neurosis de
angustia emana en parte de una inhibición de la función sexual." ªº El capitulo v de la obra de Andersson ( 1962) está consagrado a la intro-
ducción, por parte de Freud, de los conceptos de defensa y de etiología
Los manuscritos B (8 de febrero de 1893) y C (mayo/junio de sexual.
104 FREUD HASTA 1895 NUEVAS CONCEPCIONES PSICOPATOLÓGICAS DE FREUD 10'.>

carga en síntoma somático. La idea fue luego retomada y expuesta en a partir de la psicología humana. Freud, aunque desprovisto de refe-
un artículo, cuyo título traducido es "Razones de separar de la neu- rencias cristianas, difícilmente habría podido, a causa de su gran cul-
rastenia un síndrome preciso, la 'neurosis de angustia' " ( 1895b). tura clásica y del medio intelectual donde . evolucionaba, no estar
Ese mismo manuscrito E contuvo, por primera vez bajo la pluma de indirectamente al corriente de tal vocablo. Además, era un hábito en
Freud, el término libido: "En la neurosis de angustia hay una insu- él, como en muchos científicos y médicos coetáneos, decir en latín
ficiencia de afecto sexual, de libido psíquica" (F, al 102, ing 91, fr las cosas que parecían demasiado crudas en la lengua "materna". La
83). El término fue luego publicado en el recién mencionado artículo, libido es el deseo, con su codicia, con su fuerza, con la tensión que
donde, por oposición a la "excitación sexual somática", la "libido introduce en la vida psíquica.
sexual" fue definida como "deseo psíquico", sin precisar no obstante Como ya se ha indicado, fue sin duda en el verano de 1894 cuando
aún que se trata del deseo psíquico inconsciente ( 1895b; GW I 333, Freud conoció el caso de Katharina; de regreso a Viena lo incluyó
SE III 107). Conviene detenerse un momento en ese término. Aun- en el manuscrito de Estudios sobre la histeria, cuyo último capítulo,
que ausente del Esbozo de una psicología científica ( 1950a bis) a fines "Psicoterapia de la histeria", terminó de redactar en marzo de 1895
de 1895, estará presente en la mayoría de los siguientes artículos de ( cf. la carta a Fliess del 4 de marzo de 1895) .
Freud (1895{, 1896b, 1896c, 1898a), en Die Traumdeutung (1900a) El manuscrito G, muy al comienzo de 1895, relacionó la melancolía
y llegará a ser el concepto rector de Tres ensayos sobre la teoría de la (término bajo el que Freud comprende los estados depresivos, inclu-
sexualidad ( 1905d). Pero, cosa sorprendente, mucho más tarde, en un siv(! los ligeros) con la frigidez, la masturbación, la anorexia, y la
_artículo de enciclopedia sobre "Libido", Freud atribuirá en 1923 la consideró producto de "un duelo provocado por una pérdida de
prioridad en el uso del término a la obra de Moll ( 1898) Untersu- libido". La libido, en razón de una "inhibición · psíquica", es desviada
chungen über die libido sexualis (Investigaciones sobre la libido sexual) de la realización sexual, y de ahí se sigue "empobrecimiento instintual"
( 1923a, GW XIII 230, SE XVIII 255), mientras que en El malestar y "sufrimiento".
en la cultura ( 1930) se atribuirá la paternidad de la palabra ( 1930a, Un poco después del 24 de enero de 1895, el manuscrito H versó
GW XIV 4 76, SE XXI 117, fr 55) . En realidad, de las recientes sobre la paranoia, descubriendo en ella la acción de un mecanismo de
investigaciones de Ellenberger (E 328), resulta que la utilización del defensa nuevo, la "proyección", proyección del odio en el delirio de
vocablo libido en psicología moderna no comienza con Moll ni con persecución, del amor hacia sí mismo en la megalomanía. También
Freud, puesto que se lo encuentra corrientemente en Benedikt ( 1868) refirió Freud, aquí, el caso de una seducción sexual real ( ejercida sobre
y Krafft-Ebing ( 1889). No obstante, me gustaría recordar que libido una "solterona" de treinta años) que desencadenó la neurosis ( esta
es un término corriente de la teología moral cristiana para designar vez, una paranoia). Explicó la jaqueca por la "suma" de la excitación
a la concupiscencia, que el jansenismo lo utilizó mucho, que Blaise y, para agradar a Fliess, insistió en su "periodicidad" (Freud ya ha-
Pascal, apoyándose en un pasaje de San Juan ("Todo lo que hay en bía subrayado la periodicidad de la melancolía) ; igualmente intentó
el mundo es concupiscencia de la carne o concupiscencia de los ojos explicar por la anatomo-fisiología nerviosa la localización de la ja-
u orgullo de la vida: libido sentiendi, libido sciendi, libido domi- queca.
nandi" 81 ), hizo de él uno de los conceptos clave de su cuadro de la Por último, la carta del 27 de abril de 1895 (F, al 128, ing 118,
miseria del hombre sin Dios y de su Apologie de la religion chrétienne fr 105) anunció un nuevo proyecto, que dejó a su autor "absorbido"
y "sin fuerzas" : el de una "psicología para neurólogos". Así, después
81 Literalmente: deseo de los sentidos, deseo de saber, deseo de dominar. de haber trabajado para unificar las diversas neurosis, Freud intenta,
"Todo lo que en el mundo. hay es codicia de la carne, y codicia de los ojos, a mediados de 1895, unificar psicología patológica y psicología normal.
y orgullo de la vida, eso no es del Padre sino del mundo" (Juan, I, Ep. 11,
16, traducción de la Biblia de Lovaina del siglo xvn). La cita de Pascal está
Lo explicitó en la carta siguiente: "Un hombre como yo no puede
en el núm. 601 de la edición de Tourneur-Anzieu (Pascal, 1960, t. 2, 97-98). vivir ... sin tirano, para hablar como Schiller; he encontrado al tira-
San Agustín, padre espiritual del jansenismo, por sus Confesiones, por su in- no y soy su siervo en cuerpo y alma. Se llama psicología, y siempre
sistencia en la búsqueda de la verdad interior, puede ser considerado como he hecho de ella mi meta lejana más atractiva, a la que me aproximo
un lejano precursor del autoanálisis de Freud: "Noli foras ire, in teipsum desde que tropecé con las neurosis. Dos ambiciones me devoran:
redi; in interiore homine habitat veritas" (No busques afuera, vuélvete sobre
ti mismo; la verdad habita en el hombre interior") (De vera religione, 39, descubrir la forma que asume la teoría del funcionamiento mental
§ 72). cuando se introduce la noción de cantidad, una especie de economía
106 FREUD HASTA 1895 NUEVAS CONCEPCIONES PSICOPATOLÓGICAS DE FREUD
107
de las fuerzas nerviosas, y, en segundo lugar, extraer de la psicopatolo- esa tensión intercerebral el princ1p10 de constancia cuya paternidad
gía alguna ganancia para la psicología normal. De hecho, es impo- atribuye a Freud: este principio tiene más y más dificultad en fun-
sible forjarse una concepción general satisfactoria de las perturbacio- cionar cuando la "presión de la excitación" ya no emana de necesi-
nes neuropsicóticas sin poseer la clara noción de sus relaciones con dades orgánicas sino del "instinto sexual" o del instinto "agresivo"
los procesos psíquicos normales" (F, 25 de mayo de 1895, al 129-130, en razón de los "afectos" que suscitan. Si tales afectos no logran des-
ing 119-120, fr 106-107) . El estado de exaltación del pensamiento cargarse en forma motriz, sea directamente (gritos, sollozos, gesticu-
frente a tales perspectivas llegó a ser tan intenso en Freud que poco laciones) o bien por trasferencia a otros actos ( rotura de un objeto,
después anunció a su amigo una gran noticia: después de catorce agitación sin propósito), hay "cortocircuito". Tal es el caso del "trau-
meses de privación consecutiva al episodio cardíaco ya mencionado matismo psíquico" : provoca "la conversión histérica de la excitación
(pp. 71-72), volvió a fumar (F, 12 de jun. de 1895, al 131, ing 121, fr psíquica" (Breuer rinde un homenaje a Freud al emplear el concepto
108) . Estimó haber progresado lo suficiente como para ofrecerse tal de conversión) . "La idea cargada de afecto se encuentra aislada de
gratificación, y necesitaba un estimulante físico para ir más lejos. las 'conexiones asociativas' pero conserva su valor emocional": esto
Breuer, que ha terminado por perder pie, ya no sabe si su antiguo produce el síntoma. Hay dos razones para ese rechazo fuera de la cons-
protegido es presa de la aberración o del genio, pero adivina que algo ciencia: o el sujeto pone así en acción una "defensa" contra esa
importante se incuba en él. Escribe a Fliess: "El intelecto de Freud idea (Freud) o bien se .encuentra en un "estado hipnoide" (Breuer).
planea en las alturas. Frente a él me siento como la gallina ante un Breuer afirmó luego la existencia en la histérica de "representaciones
águila" ( c. del 5 de ago. de 1895, citada en J I, ing 266, fr 267, inconscientes" y de una "disociación del psiquismo". Criticó la con-
y en F al 18 n. 1, ing 13 n. 1, fr 10 n. 3). cepción que Janet propuso de la predisposición a la histeria (pro-
Los Estudios sobre la histeria ( 1895d) contienen: la "Comunica- vendría de la "debilidad psicológica", cf. p. 99, n. 28) y relaciona
ción preliminar" que forma el primer capítulo, los casos de Anna dicha predisposición con tres causas: la concentración de la energía
O ... , Emmy von N ... , Lucy R. .. , Katharina, Elisabeth von R. .. en una parte del cuerpo de los sujetos cuyo sistema nervioso libera,
como capítulo segundo, las "Consideraciones teóricas" de Breuer como en reposo, un excedente de excitación "flotante", los traumatismos
capítulo tercero, y la "Psicoterapia de la histeria" de Freud como sexuales y por último la tendencia a la autohipnosis (estado hipnoide).
capítulo cuarto. El 7 de febrero de 1894 escribió a Fliess que el libro Se ignora en qué fecha precisa descubrió Freud la noción de cen-
estaba redactado a medias, que los estudios de casos se hallaban listos sura, la de resistencia que articuló con la de defensa ( no retuvo en-
casi todos. El 21 de mayo de 1894 (carta inédita citada in SE II p. tonces sino la histeria de defensa y no habló más de histeria de
xv), estaba escribiendo el último caso. Retomó la tarea después de un retención ni de histeria hipnoide) y la de trasferencia de los senti-
gran respiro. El 4 de marzo de 1895, trabajaba en el último capítulo, mientos del paciente sobre el psicoterapeuta, que todavía permaneció
"Psicoterapia de la histeria", y lo terminó el 13 de marzo (carta iné- vaga. Tales nociones estaban implícitas en varios de los estudios de
dita, ibid.). El 10 de abril envió a Fliess las pruebas de imprenta casos que acabamos de revisar. Fueron publicadas por primera vez
(carta inédita, ibid .) y el libro apareció en mayo de 1895. Hay que en el capítulo final de Estudios sobre la histeria ( 1895d), redactado
decir de inmediato que fue mal acogido en Alemania, más favorable- por Freud solo y consagrado a la psicoterapia. Según Ellenberger (E
mente en Inglaterra e ignorado en Francia. El fracaso acelera la rup- 490), si bien no las palabras, las ideas correspondientes eran fami-
tura de Freud con Breuer. liares a los magnetizadores e hipnotizadores: Forel describió la difi-
En su capítulo teórico, Breuer se esforzó en dar una explicación de cultad creciente de obtener mediante hipnosis recuerdos cada vez más
tipo rigui;osamente helmholtziano. Afirmó el carácter "ideógeno" de penosos para el sujeto; la "relación" con el magnetizador y la noción
la histeria. Formuló la hipótesis de una "excitación endocerebral tó- de "influencia sonambúlica" de Janet . anticipan la de trasferencia.
nica" que circula activamente en el estado de vigilia y que en el sueño La última frase de Estudios sobre la histeria es sin embargo signifi-
está reducida a un estado de "tensión nerviosa", por analogía con la cativa de la dependencia que Freud mantenía, en sus concepciones
tensión eléctrica; esta analogía del sistema nervioso central con un teóricas, respecto de la neurofisiología: "En caso de éxito, encontraréis
aparato eléctrico reaparece a lo largo de todo el capítulo: de ella gran ventaja en trasformar vuestra miseria histérica 32 en desdicha
extraerá Freud, más adelante, la distinción fundamental entre energía 32
Me siento tentado a ver en esa expresión un eco de la noción de "mise-
libre ( durante el sueño) y ligada (durante la vigilia). Breuer aplica a ria psicológica" popularizada por Janet.
108 FREUD HASTA 1895 NUEVAS CONCEPCIONES PSICOPATOLÓGICAS DE FREUD JO<)

trivial. Con un sistema nervioso nuevamente sano, seréis más capaces de edición de 1907 de PA, PEL, PVQ habla, en esta perspectiva, del "complejo
luchar contra tal desdicha" ( 1895d, PW I 312, SE II 305, fr 247). familiar" o del "complejo profesional" como causa del lapsus.
Sólo a partir de 1925 Freud reemplazará "sistema nervioso" por c) El articulo 1908c describe el conflicto psíquico en general como el que
lleva a una "disociación psiquica" cuyo resultado es la instauración del "com-
"psiquismo". plejo nuclear de la neurosis": tal "complejo" es inconsciente y reprimido; el
estudio del caso del Pequeño Hans ( 1909b) y del caso de El hombre de las
ratas ( 1909d) precisan que el complejo nuclear es relativo a los deseos sexua-
CUADRO 1 les de los niños por sus padres.
d) El articulo 1910h contiene la expresión "complejo de Edipo". N.B.: La
CRONOLOGÍA DE CONCEPTOS PSICOLÓGICOS ELABORADOS
expresión "leyenda de Edipo" aplicada al conflicto neur6tico habia aparecido
POR FREUD ENTRE 1892 Y 1895, ANTES DE SU AUTOANÁLISIS previamente en F, 15 de octubre de 1897, en la Interpretación de los sueños
( 1900a) y en el caso Dora ( 1905e), redactado en enero de 1901.
1892-1893
O Desplazamiento (Verschiebung)
O Abreacción (Abreagieren) y efecto catártico
a) El término "trasferencia" aparece en el artículo de enciclopedia sobre
a) Abreagieren, neologismo forjado por Breuer y Freud, aparece en la car- la "Histeria" ( 1888b) y en el Prefacio a la traducción de Bernheim ( 1888-
ta a Fliess del 28 de junio de 1892. 1889) : un sin toma histérico puede, bajo ciertas influencias, ser trasferido a
b) El término es retomado en la Comunicación preliminar ( 1893a) escrita la zona simétrica de la otra parte del cuerpo:
principalmente por Freud en diciembre de 1892 y publicada en colaboraci6n b) "Los sin tomas cr6nicos parecen corresponder a un mecanismo normal;
con Breuer el 1 y 15 de enero de 1893 (GW I 87-88, SE III 8-9, fr 56). son desplazamientos" (carta a Breuer del 29 de junio de 1892, 1941a, GW
"Efecto catártico" está allí indicado como sin6nimo de "abreacci6n". La XVII 6, SE I 148).
abreacción es definida como uno de los modos de descarga normal del afecto
c) El término "desplazamiento" reaparece, en 1894a (cf. la cita en Cuota
después de un traumatismo psiquico. Es "una reacción por la acción, la pa-
de afecto, b) en alternancia con las formas verbales disloziert y transponiert
labra y, en los casos más ligeros, por las lágrimas". Los otros modos de des-
( GW I, 68, SE III 54) ; se trata, por una parte, de la explicación de las
carga normal son la rectificación del recuerdo y del acontecimiento traumáti-
"falsas conexiones" en la raíz de las ideas obsesivas y, por otra, de un meca-
co mediante su integración en otras cadenas asociativas, y su olvido. nismo general de circulaci6n de la "cuota de afecto" ( cf. la cita b bajo esa
c) El término es precisado como "abreacción de los acrecentamientos de es- rúbrica).
timulo" (Das Abreagieren der Reizzuwiichse) en el articulo "Las parálisis mo-
trices orgánicas e histéricas", in fine (1893c, GW I 55, SE I 172). d) El Esbozo de una psicología científica ( 1950a bis), escrito en octubre
de 1895, explica el desplazamiento de la cantidad de una representaci6n sobre
otra, desplazamiento total en el proceso primario, limitado en el proceso se-
O Análisis (Analyse) cundario, y coloca el desplazamiento en la base de la formación del síntoma,
del símbolo y del sueño.
a) 1893a contiene la expresión: "analizar".
b) 1894a contiene las expresiones: "análisis psiquico", "análisis clínico-psi-
cológico", "análisis hipnótico", "análisis psicológico". O Fijación (Fixierung)
c) 1896a contiene la expresión: "psicoanálisis".
a) Primero Freud utiliza este término en el sentido ( dado por los hipno-
O Complejo (Komplex) tizadores) de concentración de la mirada (prefacio a la traducci6n de Bern-
heim, 1888-1889, etc.).
a) "Complejo de ideas" en el sentido de grupo de ideas reprimidas aparece b) Luego lo utiliza en el sentido de establecimiento de un sintoma perma-
en 1941b (nota escrita en noviembre de 1892 para 1893a): "En la histeria nente consecutivo a la "contravoluntad" o, como dirá un poco más tarde, a
[... ] el contenido de la consciencia con facilidad puede tornarse temporaria- la "represi6n" ( 1892-1893b, GW I 13, SE I 125, etc.; una nota de la SE da
mente disociado y ciertos complejos de ideas que no están articulados a él de allí otras referencias).
modo asociativo huyen aparte fácilmente" (GW XVII 17, SE, I 149); igual c) El sentido verdaderamente psicoanalitico de la adherencia de la libido
sentido en Esbozo de una psicología cientlfica, de octubre de 1895 ( 1950a bis, a experiencias infantiles propias de un estadio del desarrollo aparece quizá en
al 434, ing 412, fr 366). el manuscrito L, enviado a Fliess el 2 de mayo de 1897, y seguramente en el
b) Bajo la influencia de Jung, el artículo 1906c define un complejo como caso Dora ([1901] 1905e) y en los Tres ensayos (1905d).
un "contenido ideacional que posee una fuerte tonalidad emotiva" (sin preci-
sar si ese complejo es o no inconsciente y si resulta o no de la represión); la
110 FREUD HASTA 1895 NUEVAS CONCEPCIONES PSICOPATOLÓGICAS DE FREUD
111
[] Principio de constancia (K onstanzprin zip¡ 111) : se trata de la represión voluntaria de las ideas sexuales en mujeres abs-
tinent es -viudas y mujeres mayores después de la menopausia.
a) Está descrito en la carta a Breuer del 29 de junio de 1892 (1941i): e) La represión es definida como sinónimo de "defensa" y como mecanismo
"el teorema concerniente a la constancia de la suma de excitación" ( GW "inc onsciente" desde el comienzo y a todo lo largo de "Nuevas observaciones
XVII 5, SE I 147); en 1893h: "en cada individuo existe una tendencia a sobre las psiconeurosis de defensa" (1896b, GW 1 379ss., SE III 162ss.) .
dominar esa suma de excitación una vez más a fin de preservar su salui l /) La "represión" es diferenciada de la "defensa" en 1926d.
( conferencia del 11 de enero de 1895, SE III 36) ; en los Estudios sobre la
histeria ( 1895d) , en el capítulo m redactado por Breuer ( quien atribuye a O R etorno del -recuerdo-- reprimido
Freud la idea): "existe en el organismo una 'tenden cia a mantener constan-
te la excitación intr acerebral' (Freud)" (SE II 197, fr 156) .
a) El gran ataque histérico está constituido por el "retorno del recuerdo"
b) Es denominado "prin cipio de inercia " en el Esbozo de una psicologíq
científica ([1895] 1950a bis, prim era parte, sección 1, al 380-381, ing 356-35f de una experiencia que ha sido apartada de la consciencia: manuscrito escrit o
,n Breuer en noviembre de 1892 ( 1940d, GW XVII 10, SE I 152).
fr 316-317).
c) Es denominado "principio de constancia" y también "principio de nir b) La expresión "retorno de lo reprimido" aparece en el manuscrito K,
vana" en Más allá del principio de placer ( 1920g). ' :J nviado a Fliess el 1 de enero de 1896 y en "Nuevas observaciones sobre las
1 isiconeurosis de defensa" (1896b, GW I 386ss., SE 111 169ss.).
O Cuota o suma de afect o (Affektbetrag)
O Suma de excitación (Erregungssumme)
a) En su articulo publicado en francés sobre "Las parálisis motri ces orgá-
nicas e histéricas" (1893c, GW I 53-54, SE I 170-171), Freud traduce esa a) Esta expresión aparece en la carta a Breuer del 29 de junio de 1B92
expresión como udleur affectiue, valor afectivo. (1941a, GW XVII 6, SE 1 148) y en el manuscrito 1940d, escrito en no-
b) La expresión alemana aparece al final de "Las psiconeurosis de defen- viembre de 1892 (GW XVII 109-110, SE I 153-154).
sa" ( 1894a, GW 1 74, SE III 60) como sinónimo de "suma de excitación": b) Es publicada en 1894a ( GW I 62, SE 111 48) como sinónimo de "cuota
"En las funciones psíquicas, cabe diferenciar algo --cuota de afecto , suma de afecto" ( cf . la rúbrica consagrada a esta expresión) .
de excitación- que posee todas las propiedades de una cantid ad , incluso si c) El término "suma" (Summation), tomado de S. Exner, aparece en el
no estamos en condiciones de medirla, algo que puede ser aumentado, dismi- manuscrito I sobre la jaqueca (F, 4 de marzo de 1895) y en Esbozo de una
nuido, desplazado, descargado y que se despliega sobre las huellas mnésicas de psicología científica, de octubre de 1895 ( 1950a bis, al 400, ing 3 77, fr 335) :
las representaciones, un poco como una carga eléctrica en la superficie del la acumulación de las excitaciones endógenas debe trasponer determinado um-
cuerpo ." La cuota de afecto es pues la excitación psíquica de origen externo bral para que éstas puedan devenir excitaciones psíquicas circulantes en el
y sobre todo interno en la medida en que se desprende de la representación. aparato psíquico.
c) Los editores de la SE (111, apéndice, 61-68) proponen una distinción
entre "cuota de afecto" y "suma de excitación" . La planche ( 1970) piensa O Simbolización
que la distinción del afecto y de la cuota de afecto corresponde a la oposición
de la cualidad y la cantidad.
a) Algunos síntomas histéricos (verbigracia un dolor en el entrecejo) son
simbolizaciones, es decir, representan al pie de la letra expresiones corrientes
O Repre sión del lenguaje que sirven para formular la idea reprimida (aquí, recibir una
mirada penetrante; caso de Cécilie M .. . , en 1893h, retomado en Estudios
a) La noción de "contravoluntad" histérica está expuesta en "Un caso de sobre la histeria, 1895d).
cura por hipnosis" ( 1892-1893b) . b) La equivalencia generalizada del síntoma y del símbolo se desarrolla lue-
b) La represión está descrita pero no denominada en 1940d ( esquema re-
go poco a poco; por ejemplo, la equivalencia simbólica entre dinero y heces
dactado por Breuer y Freud en noviembre de 1892 con miras a 1893a): "si fue escrita a Fliess el 24 de enero de 1897.
un sujeto histérico busca intencionalmente olvidar una expresión , repudiar,
inhibir y suprimir por la fuerza una intención o una idea, esos actos psicoló-
gicos entran por consiguiente en el segundo estado de concienci a" ( GW XVII
12, SE I 153). 1894
c) El término "reprimido" ( uerdriingt) aparece en la Comunicación preli-
minar ( 1893a) pero siempre se trata de la represión voluntaria, en el caso O Conversión (Konuersion)
de una irreparable pérdida amorosa , de una conducta socialmente imposible
o de algo que se desea olvidar (GW 1 89, SE II p . 10) . El término aparece en "Las psiconeurosis de defensa" ( 1894a), redactado
d) El término "represión" ( Verdriingung) aparece en el artículo "La neu- por Freud en enero de 1894 (GW 11 63, SE III 49).
rosis de angustia " (1895b ), reda ctado a fines de 1894 (GW 1 337, SE III
112 FREUD HASTA 1895 EL SIGLO XIX FRENTE AL MAGNETISMO Y LA HIPNOSIS 113
O Defensa (Abwehr)
O Resistencia
a) El mecanismo está descrito con el adjetivo "reprimido" en 1893a (cf. Este término aparece en Estudios sobre la histeria ( 1895d) a propósito del
Represi6n, b).
caso de Elisabeth von R ... , redactado hacia 1893, y en el capítulo IV, es-
b) El término aparece en el titulo y el contenido del articulo "Las psico- crito en marzo de 1895 (GW I 219, 268ss., SE II 154, 268ss., fr 122, 216ss.).
neurosis de defensa" ( 1894a), escrito en enero de 1894.
O Trasferencia (Obertragung) (en sentido psicoanalítico)
O Huida a la enfermedad (Flucht in die Krankheit)
Aparece en los Estudios sobre la histeria ( 1895d), capítulo 1v, redactado
a) Es descrita como "huida a la psicosis" en el artículo
"Las psiconeurosis por Freud en marzo de 1895 ( GW I 308, SE II 302, fr 245).
de defensa" (1894a), redactado en enero de 1894 (GW I 73, SE III 59).
b) Es nombrada así en 1909a.

0 Libido
6. FREUD Y SU TIEMPO

Aparece en forma manuscrita en el manuscrito E (sin fecha, probablemente El siglo XIX frente al magnetismo y la hipnosis
junio de 1894) y en el manuscrito F, enviado a Fliess el 18 de agosto de
1894; luego es publicada en "Sobre las razones para separar de la neurastenia
un síndrome preciso, la 'neurosis de angustia'" ( 1895b), aparecido el 15 de La cultura psicopatológica del siglo XIX estuvo sucesivamente marcada
enero de 1895 ( GW I 328, SE III 102): allí Freud distingue entre "la exci- por el magnetismo, la hipnosis y los primeros inventarios de las aberra-
tación sexual somática" y "la libido sexual o deseo psíquico"; más tarde re- ciones sexuales. En esas condiciones, nadie se asombrará de que Freud,
sumirá así la idea dominante de ese texto: "La angustia neur6tica es la libido como lo muestra la obra de Ellenberger ( 1970) , haya sido hijo de su
sexual trasformada" ( 1897b, GW I 483, SE III 251).
tiempo.
El magnetismo tomó su impulso en Francia a fines del siglo xvm,
1895 en primer lugar con el alemán Anton Mesmer ( 1734-1815), quien,
después de terminar sus estudios de medicina en Viena, fue acogido
O Censura (Zensur) por el entorno de Luis XVI, y luego por el marqués Chastenet de
Puységur ( 1751-1825) en su pueblo de Buzancy. El magnetismo im-
El término aparece en Estudios sobre la histeria ( 1895d), capítulo IV, re- presionó mucho las imaginaciones. El fraile magnetizador Faria sirve
dactado por Freud en marzo de 1895 (GW I 269, SE II 269, fr 217). de modelo a Alexandre Dumas para uno de los personajes de El conde
de Montecristo. Los románticos alemanes se apasionaron por una teo-
O Carga (Besetzung) ría que afirma la existencia de un fluido universal y por una técnica
que permitía a un presunto sexto sentido entrar en comunicación con
a) Es descrita como "desplazamiento de la excitabilidad" del sistema ner- el mundo del alma. Dos observaciones de casos, debidas a grandes
vioso en el Prefacio a la traducción de Bernheim ( 1888-1889) y como "pro- escritores, alcanzaron la celebridad. Justinus Kerner, médico y poeta
vista de un valor afectivo" en el artículo 1893c, redactado en francés. ( cuya Kleksographie inspiró a Rorschach su test.de las manchas de
b) Es denominada así en Estudios sobre la histeria ( 1895d) a propósito del tinta), publica en 1829 Die Seherin von Prevorst ( La profetisa de
caso de Emmy von N ... , redactado probablemente en 1893 ( GW I 145, SE
II 89, fr 70). Prevorst): se trata de Friedericke Hauffe ( 1801-1829), hija de con-
serje, que muy pronto tuvo visiones y premoniciones y que curaba con
O Proyecci6n (Projektion) pases magnéticos; a partir de entonces llevó una "vida sin cuerpo",
sumida en un sueño magnético regularmente renovado, recibiendo
Aparece en forma manuscrita en el manuscrito H, enviado a Fliess el 24 mensajes, profetizando, desplazando objetos a distancia, hablando una
de enero de 1895, luego en forma publicada en "Nuevas observaciones sobre lengua desconocida, bella y sonora, de la cual afirmaba que había
las psiconeurosis de defensa" ( 1896b). sido la lengua original de la humanidad. El segundo caso es el de la
monja Anna Katharina Emmerich ( 1774-1824), una "santa" que
114 FREUD HASTA 1895 E L SIGLO XIX FRENTE AL J\IAGNETISMO Y LA HIPNO S IS 115
en estado cataléptico recibía la visión, el sufrimiento y los estigmas hasta qué punto estaban en el aire de la época las intuiciones sobre
de la Pasión. Sus sueños nocturnos reproducían, con arreglo al calen- el funcionamiento psíquico a las que Freud dio una formulación cien-
dario litúrgico, las escenas de la vid~ de Cristo y de la santa Virgen. tífica; la trasferencia amorosa en la persona del médico, el complejo
El poeta Clemens Brentano fue a vivir junto a ella durante cuatro de Edipo, la imbricación del deseo y de la prohibición. Algunos Cuen-
años (hasta la muerte de Anna), y a partir de los documentos que tos crueles ( 1883), algunas Historias insólitas ( 1889) de Villiers de
recogi6 publicó dos obras sobre su vida, una en 1837, otra en 1852. l'Isle-Adam pertenecen a la misma cuerda.
El magnetismo inspira a Hoffmann, cuyos Cuentos, entre 1815 y La tercera forma concierne a la existencia de faces muy diferentes
1820, constituyen un verdadero manual sobre el tema, a Balzac en ( pero no tan dramáticamente escindidas) en el interior de una misma
Louis Lambert (1832) y Ursule Mirouet (1841), a Alexandre Dumas personalidad: Paul Bourget (L'irréparable, 1883) y Marcel Prévost
en su retrato de Cagliostro (,?rfémoires d'un médecin, Joseph Balsamo, (Le jardin secret, 1897) mostraron el surgimiento en sus heroínas de
1840-1848), a Frédéric Soulié en una novela popular muy solicitada, una personalidad nueva a partir del matrimonio. Sólo esta tercera
Le M agnétiseur ( 1834) , a Edgar Allan Poe en El caso del señor forma subsistirá a comienzos del siglo xx, y será explotada por los es-
V aldemar ( 1845) , a Browning en su poema M esmerism ( 1855) . critores más célebres: Pirandello, Italo Svevo, Marcel Proust, Joyce,
La curiosidad por los casos de personalidades dobles o múltiples, Virginia W oolf. Al mismo tiempo, explicar el genio con el esquema
despertada por los relatos de las vidas de la profetisa de Prevorst y del desdoblamiento de la personalidad llegará a ser una referencia co- .
de la "santa" Anna Katharin~, persiste durante todo el siglo XIX. En rriente de la crítica literaria; la inspiración es un estado segundo, y
sus postrimerías, Ribot, Binet y J anet en Francia, M yers en Inglaterra, la utilización inconsciente, por un creador, de las ideas de sus prede-
Morton Prince y T. W. Mitchell en Estados Unidos, publicaron cesores, uno de los fenómenos de criptomnesia popularizados por Thé-
nuevas observaciones. La literatura novelesca se apoderó del tema y odore Flournoy en su observación de la médium Helen Smith (Des
lo ilustró con tres formas. La del "doble": Hoffmann, como siempre, lndes a la planete Mars, 1900).
suministró el modelo en Los elíxires del diablo ( 1816), que Freud El magnetismo dejó de interesar hacia 1840, y lo reemplazó el espi-
comentará en Lo siniestro..(1919h). Lo siguió Poe (William Wilson, ritismo, "inventado" en Estados Unidos por John Fox en 1848: llegó a
1839), · Dostoievsky (El dQb1e, 1846), Osear Wilde (El retrato de Europa en 1852 y provocó en ella una asombrosa floración de mediums. ·
Dorit:m Gray, 1891) . La segunda forma, la del desdoblamiento de la Hippolyte Rivail, maestro de escuela parisiense, discípulo de Pestalozzi,
personalidad, apareció con Léon Gozlan, que en los tres volúmenes publicó en 1857 bajo el seudónimo de Allan Kardec, Le livre des es-
de Le médecin du Pecq ( 1839), muy populares en su tiempo, contó prits, contenant des príncipes de la doctrine spirite, obra que según
la histo;ria de un joven neurótico que dejó encinta a una muchacha Janet llegó a ser "no sólo una guía para los espiritistas, sino también
durante un estado sonambúlico, cosa que no recordaba en el estado de para los espíritus". Es sabido que Víctor Hugo (en Jersey), el astró-
vigilia. _El género fue renovado por el inglés Stevenson, quien suscitó nomo Flammarion y el filósofo Henri Bergson ( joven profesor en
el entusiasmo general con El extraño caso del Dr. Jekyll y del Sr. Hyde Clermont-Ferrand) participaron con pasión en sesiones de mesas gira-
( 1886), y tuvo numerosos continuadores. Charles Richet, con el seu- torias y que publicaron escritos sobre las mismas. Chevreul repite las
dónimo de Charles Epheyre, mostró en su breve novela Soeur Marthe célebres experiencias que desde 1833 le habían permitido demostrar
( 1889), a un joven médico llamado para curar los trastornos nervio- la influencia inconsciente de los pensamientos ocultos del ejecutante
sos de Marthe, futi.ra monja, cuya segunda personalidad, la de An- sobre los movimientos de la varita adivinatoria y el péndulo.
gele, rica heredera, aparece bajo hipnosis; Angele se enamora del Al igual que el magnetismo, entre 1860 y 1880 la hipnosis cae en
médico, que acepta partir con ella; pero en el andén de la estación tal descrédito que un médico que la practique compromete su carrera
Marthe reaparece, abandona a su enamorado y vuelve al convento científica y pierde su clientela. Vuelve a cobrar interés a partir de
para pronunciar los votos definitivos y morir. En Le Somnambule 1880. Así como las demostraciones del magnetizador francés Lafon-
( 1880), Mintorn mostró a un digno pastor, buen esposo y padre, que taine reproducidas por un médico de Manchester, el inglés Braid,
en estados de sonambulismo violaba a las mujeres y mataba a los condujeron a éste ( que apartó la misteriosa noción de fluido, la cual
niños. Paul Lindau tuvo un gran éxito con su obra teatral Der Andere se presta a supercherías) a una teoría neurofisiológica del sueño arti-
(El otro, 1893) : un juez descubre que el criminal cuya fechoría ficial y a denominarlo "hipnosis", así también las demostraciones de
investiga no es sino su otra personalidad. Por estos temas puede verse los hipnotizadores Hansen en Alemania (ya se dijo que Freud, joven
116 FREUD HASTA 1895 EL SIGLO XIX FRENTE AL MAGNETISMO Y LA HIPNOSIS 117

estudiante, asistió a una de ellas) y Dona to en Bélgica, Francia e al día siguiente, sin saber por qué, la sugestión recibida durante esa
Italia, suscitaron una renovación del interés en ciertos médicos: Be- sesión; espantado, comprende que lo mismo ocurre con él, que al-
nedikt y luego Breuer ( ambos judíos) y Kraft-Ebing en Viena; en guien posee su espíritu y gobierna sus acciones y sus pensamientos.
París, Charles Richet, futuro premio Nobel ( 1913) por su descubri- Trilby ( 1894), un best-seller del estadounidense George du Maurier,
miento de la anafilaxia, luego Charcot; en Nancy, Liébeault y Bem- cuenta la historia de una joven a la que un pérfido profesor de mú-
heim; en Zurich, Auguste Forel (en el hospital de Bürgholzli, donde se sica hipnotiza y convierte en una extraordinaria cantante, para final-
formaron Bleuler, Jung y Rorschach); en Alemania, Moll; en Rusia, mente desposarla; pero ella sólo puede cantar en estado de trance
Betcherev; en Estados Unidos, Morton Prince. Charcot adquiere una hipnótico mantenido por la mirada del hombre, que ocupa un palco;
considerable reputación internacional: los grandes de todos los países muere él un día de una crisis cardíaca al comienzo de la representa-
de la tierra van a consultarlo; él mismo viaja por toda Europa para ción; Trilby ya no es capaz de cantar y su carrera termina catastró-
visitar clientes ilustres. Feroces retratos suyos y de las grandes escenas ficamente. La hipnosis también aportó una confin;nación a las psico-
de histeria de la Salpetriere, a las que eran invitados científicos, artis- logías dinámicas de Herbart en Alemania y de Laromiguiere en Fran-
tas, políticos y hombres de mundo, fueron trazados por Léon Daudet cia ( uno de los modelos de la escuela de los ideólogos, quienes sub-
en Les M orticoles ( el padre del autor, Alphonse Daudet, fue un gran rayaron la existencia de una fuerza propia de las ideas, fuente de
amigo de Charcot), por los hermanos Goncourt en su Journal y por actos).
Axe! Münthe en La historia de San Michele. Por sus amistades litera- Junto con la influencia romántice, la experiencia hipnótica sumi-
rias, por sus obras (escritas en colaboración con Paul Richer) Les nistró asimismo un argumento en apoyo de la noción de subconsciente
démoniaques dans l' art ( 1887) y Les difformes et les malades dans o de inconsciente, que se afirmó de más en más en la segunda mitad
l'art ( 1889), por sus demostraciones en la Salpetriere, Charcot estuvo del siglo XIX. Me limitaré aquí al autor más próximo a lo que serán las
en el origen de toda nna generación de novelistas que se inspiraron en opiniones de Freud. Para Nietzsche (1844-1900) (cf. E 271-278)., el
la psiquiatría: los dos Daudet, Zola, Maupassant, Huysmans, Bourget, inconsciente es el reino de los instintos en estado salvaje, que provienen
Claretie, y más tarde Pirandello, Proust, los surrealistas. En 1928, de la aurora de la humanidad y que se expresan en la pasión, los sue-
Aragon y Breton celebraron el cincuentenario del descubrimiento de la ños y la enfermedad mental. Él fue quien forjó el término de "Ello".
histeria por Charcot como "el mayor descubrimiento poético de fines Entrevió el punto de vista económico, con las nociones de energía
del siglo xxx". mental, de cantidad de energía inhibida o latente, de descarga, de
Hacia 1880, hipnotismo y sugestión llegaron a ser la explicación de trasferencia de energía de una pulsión a otra. Con todo, para él la
. moda de numerosos hechos históricos, etnológicos y sociológicos, tales agresividad y la autodestrucción son más fuertes que la sexualidad.
como el origen de las religiones, los milagros y las guerras. Gustave Le
Utilizó varias veces el término "sublimación" ( tanto de la agresividad
Bon, en su Psychologie des f oules ( 1895), estableció una analogía entre
como de la sexualidad) . Con el nombre de "inhibición" describió la
la relación de la multitud con el jefe y la del hipnotizado con el hipno-
tizador . Las personas se entusiasmaban con sujetos que, bajo hipnosis , represión, y con los de "resentimiento", "mala conciencia" y "falsa
representaban obras, pintaban o cantaban. Se fundaron sistemas peda- moralidad", el superyó y los sentimientos de culpabilidad. Describió
gógicos en la sugestión. Los novelistas explotaron el tema del hipno- también, sin nombrarlos, la vuelta de la pulsión sobre el sujeto, ]a
tismo: un crimen cometido en estado normal es confesado bajo hipno- imago pate .rna, la imago materna, la exigencia, impuesta por la civi-
sis o bajo el efecto de una sugestión ejercida por la víctima, al morir, lización, de un renunciamiento a la satisfacción de los instintos. El
sobre su asesino; un criminal hipnotiza a un inocente para obligarlo "superhombre" es aquel que ha sabido superar el conflicto entre la
a cometer un crimen en su lugar, pero el psiquiatra encargado de exa- P1oral convencional y las exigencias pulsionales y que ha accedido a la
minar al ejecutor del crimen descubre la verdad hipnotizándolo. Ecos libe1tad interior y a una escala de valores y una ética personales: anti-
de todo ello se encuentran en Maupassant, quien, a punto de hundir- cipación de lo que será una de las metas clave de la cura psicoana-
se en la parálisis general, describió en Le H orla ( 1886) la angustia lítica .
de un hombre frente a los acontecimientos extraños que sobrevienen
en su casa, como si estuviera invadida por fuerzas misteriosas; llega-
do a París, asiste a una sesión de hipnosis; ve a una mujer ejecutar,


118 FREUD HASTA 1895 LOS CONTEMPORÁNEOS DE FREUD FRENTF, A LA SEXUALIDAD 11!)

Los contemporáneos de Freud frente a la sexualidad Examinemos primero en qué puntos, en Europa y hacia el segundo
tercio del siglo XIX,la represión sexual se manifiesta con mayor fuerza
Los años de juventud de Freud, entre los veinte y los cuarenta años y constancia. Son: la hipocresía con que lie abordan, o más bien no
(es decir, más o menos entre 1875 y 1895), estuvieron marcados por se abordan, los temas sexuales; la ignorancia y reprobación respecto a
una creciente tensión de su medio cultural frente a los problemas la homosexualidad; la ausencia de difusión, salvo murmurada al oído
sexuales. La represión sexual propia del puritanismo victoriano con- y a escoi-ididas, de las técnicas y objetos anticonceptivos; el terror a
tinúa siendo un rasgo dominante, pero, frente a esa represión, en las enfermedades venéreas y el miedo a las prostitutas, generalmente
Europa se afirman, multiplican y refuerzan las tentativas para liberar afectadas por aquéllas. Hasta el descubrimiento del salvarsán, en 1909,
el saber de los tabúes sexuales. De ahí la doble protesta que divide a por Ehrlich, y luego de la malariaterapia en 1917 por el vienés Wagner
los contemporáneos de Freud -y a Freud mismo--: la protesta contra von Jauregg, la sífilis es incurable, dura toda la vida, desemboca a
una represión ciega, injusta, hipócrita y patógena, y la protesta contra menudo en parálisis general y produce efectos hereditarios. En el siglo
el ascenso de la licencia, de la pornografía y de la degradación de las XIX causa innumerables tragedias, de las cuales se hacen eco el teatro
buenas costumbres. De ahí los contradictorios juicios emitidos sobre y la novela: Espectros, de Ibsen, El concilio de amor, de Panitza, Los
el aporte de Freud. Al pasar revista a la ola de literatura concerniente sifilíticos, de Brieux, tragedias que alcaRZari. a personalidades de la
a la psicopatología sexual. que rompe sobre Europa a fines del siglo vida política (Lasker) o cultural (Nietzsche, Daudet, sin duda Mau-
xIX, Ellenberger se asombra de las precauciones que nunca cesó de passant). No nos asombremos pues de reencontrar en el autoanálisis <le
tomar Freud al hacer conocer sús trabajos sobre la sexualidad, rigu- Freud un fuerte malestar respecto de sus propias prácticas anticon-
rosamente científicos no obstante, y muestra que casi todos sus descu- ceptivas y de sus tendencias homosexualea, así cómo miedo a las pros-
brimientos en tal dominio estaban en la atmósfera de la época y que titutas, a la sífilis y a la parálisis general. ·
ya habían sido descritos, incluso denominados, por tal o cual médico Entre 1880 y 1900, los movimientos feministas ·nacidos con los revo-
o escritor. Ellenberger refuta las opiniones de Stephan Zweig, quien, lucionarios franceses a fines del siglo xvnr, conocen un nuevo período
en su estudio sobre Freud ( 1930), elogia a éste por haber sabido, con de vigor. La idea de una inferioridad natural de la mujer sigue siendo
valentía, audacia e inteligencia, poner finalmente un término al puri- generalmente admitida, a pesar de los trabajos del sociólogo alemán
tanismo de la era victoriana. La verdad, creo, se encuentra . en un Bachofen, quien puso en evidencia la idea de un matriarcado primiti-
justo medio. Por una parte, hubo, hay y habrá en todo tiempo anta- vo, y la lucha del socialista Bebel a favor de la igualdad de derechos
gonismos entre personas inhibidas en materia sexual en cuanto a la pa- para las mujeres. La idea de una fundamental bisexualidad del ser
labra si no en cuanto a la práctica, y otras llenas de celo para discu- humano, sin ser formulada como tal, se ha popularizado con el mito
rrir sobre ella, para querer exhibir sus secretos e iniciar niños y ado- romántico del andrógino, retomado pór Michelet. Igualmente, la
lescentes: entre la represión y la seducción perversa, la gama de las imago femenina, tampoco formulada, es -descrita desde los románticos
actitudes varía menos según las influencias sociales que según las como atrayente y temible a la vez. Se expresa bajo las variantes de la
organizaciones libidinales. Por otra parte, cada época cree ser la pri- "mujer fatal" ( teatro de Ibsen, novelas de Rider Haggard), la vir-
mera en descubrir la sexualidad y en tener la audacia de hablar de gen-madre ( cf. Villiers de l'Isle-Adam, L'Eve future), la mujer ins-
ella libremente: en esto la nuestra aparece particularmente elocuente piradora que desempeña un papel esencial en la biografía de escrito-
y vanidosa. Así, nuestros contemporáneos se sorprenden al saber que res, artistas, pensadores, y que es elogiada por ellos (Lou Andréas-
hay una literatura sexual en todas las civilizaciones que accedieron Salomé para Nietzsche, Rilke, Freud; Malwida von Meysenburg para
al arte literario y que, para limitarnos a la Europa moderna, el siglo Herzen y Richard W agner) .
xvrn en general y el XIX en sus postrimerías, fueron particularmente Examinemos ahora el otro aspecto de la situación: ¿ qué trabajos,
ricos en la materia. ¿ La sexualidad no es para cada niño el misterio qué precursores, qué hechos culturales pudieron orientar, estimular,
originario que estimula su inteligencia y su imaginación a la vez que preparar los descubrimientos de Freud? (E 291-303, 502-510). En
amenaza su equilibrio afectivo? Jamás cultura alguna permitirá al primer lugar, junto al puritanismo de ciertos ambientes, era célebre
in<..·;iduo ahorrarse, en su itinerario personal, las teorías sexuales in- entonces el relajamiento de las costumbres sexuales en otros ambientes,
fantiles y el descubrimiento, después de la pubertad, de la sexualidad en particular df' Viena y París. "Ligas pata el amor libre" se muÍtipli-
verdadera. En este dominio, todo recomienza siempre ... caron en el imperio ruso entre los adolescentes y los estudiantes. Los
120 FREUD HASTA 1895 LOS CONTEMPORÁNEOS DE FREUD FRENTE A LA SEXUALIDAD 121

problemas de las enfermedades venéreas, de las técnicas anticoncepti- Al mismo tiempo que la sexualidad infantil sigue siendo considerada
vas, de las experiencias sexuales infantiles fueron discutidos por do- como una anormalidad muy infrecuente, sacerdotes y maestros admiten
quier, sobre todo a partir de 1880. Novelistas como Maupassant en la gran frecuencia de la masturbaci6n infantil, de los juegos sexuales
Francia, Schnitzler en Austria, se asignan la tarea de tratar todos los entre niños, de la seducción sexual de los niños por los empleados
aspectos de la vida sexual con una cruda franqueza. El fil6sofo domésticos. El obispo Dupanloup de Orleáns afirma que las "malas
Schopenhauer puso el deseo sexual en el centro de su metafísica. En costumbres se contraen entre uno y dos años" (De l'éducation, 1866);
1875, para redondear sus entradas, Mantegazza, modesto profesor ita- Michelet, en su muy leído Nos fils (1869), procede a un inventario de
liano, publica un libro de vulgarizaci6n ~exual rayano en la pornogra- los peligros que debe enfrentar la educaci6n: sentimientos amorosos
fía, que se convirti6 de inmediato en un best-seller traducido a varias de las niñas por los padres, de los niños por las madres, celos entre
lenguas y que será para Dora, futura paciente de Freud, la lectura hermanos, apego incestuoso entre hermano y hermana, seducci6n de
favorita: Fisiologia dell'amore. El actor y cancionista alemán Frank los niños por los sirvientes, hábito creado por la madre al llevar el ni-
Wedekind (1864-1948), en su obra de teatro El despertar de la prima- ño a su lecho, simulación del sueño por parte de los niños para espiar
vera ( 1890) -representada en París en el otoño de 1974-- puso en las relaciones sexuales entre padres. Estamos lejos del mito de la an-
escena j6venes de uno y otro sexo realizando el aprendizaje de la gélica pureza del niño ...
sexualidad. Los tres volúmenes de W. Bolsche: Die Liebesleben in der Hacia 1885-1890, tampoco constituyen un tema nuevo las observa-
Natur (Las vidas del amor en la naturaleza) (Jena, 1898-1902), que ciones relativas a las perversiones sexuales. Rémy de Gourmont hizo
trazan el cuadro de las diversas formas de reproducci6n de los anima- observar, juiciosamente, que el estudi0 de las desviaciones sexuales
les, lleg6 a ser otro best-seller. El libro que Otto Weininger public6 en posee dos fuentes: la Iglesia católica y la literatura pornográfica. El
Viena en 1903, Geschlecht und Charakter (Sexo y carácter), y que tratado de teología moral de Sánchez, De sancto matrimonii sacramen-
desempeñ6 un papel en la ruptura definitiva entre Freud y Fliess a to (Amberes, 1607) y el de Liguori en el siglo xvm, tuvieron valor de
causa de su uso de la noción de bisexualidad, conoci6 un éxito consi- autoridad para los sacerdotes y fueron conocidos por muchas perso-
derable; apoyándose en una documentación abundante, exacta y al nas. La jerarquía en la gravedad del pecado suministr6 una clasifica-
día (Janet, Krafft-Ebing, Breuer, Freud, Fliess y todos los sexólogos ci6n de las perversiones sexuales: Liguori distinguía actos no consu-
antiguos y modernos son citados: cf. un detallado resumen en E mados ( desde los pensamientos impuros y las palabras groseras hasta
788-789), desarrolló una verdadera mística sexual. las caricias sin consumación completa), actos consumados conformes
Tal literatura provoc6 -cosa inevitable y habitual- vivas protes- a la naturaleza ( violaci6n, adulterio, incesto) y actos contrarios a la
tas en los círculos científicos y en los ambientes bien pensantes. Así, naturaleza (sodomía, bestialidad). La novedad provino de escritores
Freud no pudo dejar de estar advertido en cuanto a las reacciones que se decidieron a tratar la sexualidad objetivamente, de manera ni
que sus propios trabajos sobre la sexualidad suscitarían. Por ejemplo, pornográfica ni moralizadora: J.-J. Rousseau ( 1722-1778), en sus
en ciertas sociedades científicas se discuti6 la exclusi6n de Krafft- Confesiones, cont6 sus experiencias infantiles de masturbaci6n, de
Ebing. exhibicionismo y de lo que más tarde se llamará masoquismo moral;
La mayoría de los descubrimientos de Freud relativos a la sexuali- Restif de la Bretonne ( 1734-1806) describi6 lo que se denominará
dad tuvieron precursores. Erasmus Darwin, en 1801, consider6 que la fetichismo; el marqués de Sade ( 1740-1814) y Leopold Sacher-Ma-
fuente del placer estético era el placer de mamar. Lindner, pediatra soch ( 1836-1895) ilustraron con sus escritos prácticas sexuales que
húngaro, describi6 en 1879 el placer de la succión del pulgar; Krafft- serán bautizadas con sus nombres. El relevo fue tomado por los mé-
Ebing, el placer erótico experimentado por ciertas madres o nodrizas dicos, de los cuales el más célebre fue Krafft-Ebing, profesor de la
durante el amamantamiento. Charles Fourier observó el placer que Facultad de medicina de Viena: animó a Freud a partir de las pri-
sienten los niños al jugar con el lodo y la suciedad. Una compilaci6n meras publicaciones de éste sobre psicología sexual y sostuvo activa-
de Krauss y de Ihm (en 1913) pasará en revista el papel de los mente su candidatura al profesorado. La primera edición del libro de
excrementos en diversas poblaciones, tema perfectamente conocido por Krafft-Ebing, Psychopathia sexualis, apareci6 en Alemania en 1886;
los folkloristas. La idea del simbolismo sexual en las religiones primi- tiene el mismo título que la obra de un médico ruso, Kaan, publicada
tivas, la importancia de la imagen del falo, son comunes en la historia en latín en 1844. La obra de Krafft-Ebing, constantemente aumentada
de las religiones desde comienzos del siglo XIX. y reeditada, tuvo un éxito enorme. Dio a conocer los neologismos,
122 FREUD HASTA 1895 FREUD Y EL PENSAMIENTO JUDÍO 12'{

debidos al autor, de "sadismo" y "masoquismo"; el de "zona eróge- esta última imagen provocó por sí sola la emoción sexual; pronto pudo
na", debido a un alumno de Charcot, así como una lista impresio- el paciente tener relaciones heterosexuales. 33
nante de perversiones: fetichismo ( término forjado por Binet), exhi- Es frecuente entre los médicos de la época la idea de que la neuras-
bicionismo, homosexualidad, pedofilia, zoofilia, gerontofilia y autoero- tenia puede tener como causa la masturbación. También comienza a
tismo. Los estudios se multiplican hasta el punto de que un ]ahrbuch ver la luz la idea de que esta afección puede provenir de otras causas
f iir sexuelle Zwischenstufen ( Anuario para el estudio de las variaciones sexuales, por ejemplo el coitus interruptus: en 1890, Peyer, de Zurich,
sexuales) apareció en Alemania a partir de 1899, popularizando espe- citó una docena de autores en apoyo de esa hipótesis. La idea de que
cialmente la noción de trasvestismo; en 1899 tuvo 282 páginas y pasó la insatisfacción sexual se encuentra en el origen de la histeria es co-
a 1368 páginas en 1903. Havelock Ellis recogió la herencia, en Ingla- mún y antigua. Fue combatida en el célebre Traité de l'hystérie
terra, con sus Studies on the psychology of sex, que aparecen a partir ( 1859) de Briquet, quien prefirió vincularla con una extrema emoti-
dr 1899. vidad. Pero en Viena, Moritz Benedikt mantuvo el punto de vista clá-
sico: relacionó la histeria con los desórdenes de lo que llamó. la libido;
Cierto número de cuestiones importantes era, pues, corrientemente
publicó cuatro casos de histeria masculina y mostró que sufrieron se-
discutido en los círculos médicos. Las desviaciones sexuales, ¿ son inna-
vicias cuando niños; sostuvo que la obligación de guardar el secreto
tas o adquiridas? Los adeptos de la teoría de la degeneración ( More!, sobre su vida sexual es patógena para las mujeres; preconizó la psi-
Magnan, Krafft-Ebing) vieron en ellas un origen constitucional. En coterapia ele la histeria por medio de la electroterapia. H. Cross, el
cambio, para los educadores era evidente, por ejemplo, que la homo- criminalista austriaco, mostró cómo una frustración del instinto sexual
sexualidad resultaba favorecida por los internados de jóvenes en las se encuentra en el punto de partida de determinados crímenes. Según
escuelas, el ejército, la marina, las prisiones. La opinión según la cual Krafft-Ebing, la abstinencia sexual puede tener como efectos la agi-
el origen de ciertas perversiones se encuentra en los acontecimientos tación, el insomnio, incluso alucinaciones. Por último, la importancia
de la infancia comenzó a salir a luz. J.-J.Rousseau había mostrado de la vida amorosa en la creatividad, el papel de la sexualidad en los
cómo una azotina en las nalgas, recibida de una joven mujer cuando genios, el origen sexual del sentimiento estético y del sentido de lo
él tenía ocho años, fue el punto de partida de las anormalidades de bello eran ideas corrientes en numerosos autores del siglo XIX.
su vida sexual. En 1894, Féré publicó el caso de dos mujeres que
habían sido objeto de caricias sexuales por parte de sirvientas y en
quienes la homosexualidad había aparecido en circunstancias difíciles Freud y el pensamiento judío
de sus vidas. Theodor Meynert, uno de los maestros a cuyo lado Freud
trabajó algún tiempo, sostuvo, según su experiencia clínica, que la He examinado, acaso un tanto extensamente en razón de su diversi-
homosexualidad siempre es adquirida; publicó el caso de un necrófilo dad y riqueza, la formación científica de Freud. Tal formación,
cuya perversión se instaló cuando conoció su primera emoción sexual sin embargo, ocupó el tercer lugar en el orden cronológico, precedida
a la vista de los cádaveres desnudos de las mujeres, en la morgue don- como estuvo por una formación espiritual judía en primer término,
de trabajaba. Théoclule Ribot, en La psychologie des sentiments (Pa- luego por una formación literaria y filosófica, sobre las cuales convie-
rís, 1896), clasificó las desviaciones sexuales según sus diferentes cau- ne volver ahora. En efecto, fue en la medida en que las mismas rena-
sas: a) anatómicas y fisiológicas; b) sociales ( comunidad de hombres) ; cieron de alguna manera, entre 1895 y 1900, en el pensamiento de
e) psicológicas inconscientes ( emociGnes sexuales infantiles que pro- Freud, demasiado exclusivamente "científico" a la sazón, como el psi-
dujeron asociaciones precoces y definitivas); d) psicológicas conscien- coanálisis pudo ser inventado.
tes ( imaginación erótica) . Como ya se ha señalado, Freud repétirá a lo largo ele toda su vida
La noción de una psicogénesis de las perversiones suscitó, como es que fue un librepensador; no tuvo la fe, le repugnó toda práctirn re-
natural, tentativas para tratarlas por lo que más tarde se llamó tera- ligiosa. Al mismo tiempo, aceptó plenamente la herencia judía, supo
pia conductual. Así Charcot y Magnan, en 1882, mostraron a un
ss Veinte años más tarde, en 1933, Magnan publicó el final de b historia:
homosexual masculino una imagen de hombre desnudo a fin de exci- el paciente ~e casa pero recae entonces en sus hábiros homosexuales, y ello en
tarlo, y luego, de inmediato, una imagen de mujer desnuda, hasta que el momento mismo de la primera publicari6n de su caso.
124 FREUD HASTA 1895 FREUD Y EL PENSAMIENTO JUDÍO 12,
hacer frente a las vejaciones antisemitas que a veces se producían en mentas dice: "Fue durante el séptimo año de tu vida cuando el fü .
los lugares públicos, a veces en los laboratorios; persistió en su ambi- píritu del Señor te incitó a estudiar. Diré que el Espíritu del Señor
ción universitaria a pesar de la desventaja que su origen representaba te habla así: 'Lee en mi libro, allí se abrirán para ti las fuentes de
a los ojos de algunos responsables de los poderes públicos, se solidari- conocimiento del espíritu ... ' Es el Libro de los Libros, el pozo que
zó con sus paisanos. Todos los amigos que frecuenta y muchos de los cavaron los Sabios y de donde extrajeron los legisladores su conoci-
pacientes que trata son judíos. En 1895, ingresó en una especie de lo- miento" (J I, ing y fr 21-22). La idea de que el mundo está regido
gia masónica judía, B'nai B'rith, que frecuentó, durante mucho tiem- por una inteligibilidad secreta y que se asemeja a un gran libro que
po, muy regularmente, cada quincena y a la que declaró al festejarse se debe descifrar la debió Freud a su familiaridad con la Biblia.
su septuagésimo octavo aniversario: "Comprendí que sólo a una na- Otros dos rasgos de la cultura judía contemporánea fueron notorios
turaleza de judío debía las dos cualidades que se habían tornado in- en él. Es muy conocido el primero, que consiste en incesantes referen-
dispensables en mi difícil existencia. Porque era judío me vi liberado cias a frases ingeniosas y chistes judíos. El segundo ha sido señalado
de muchos prejuicios que en otros limitan el empleo de la inteligen- por Schur (S 25-26): se trataría de la sobrevivencia de ciertas supers-
cia; en tanto que judío, estaba listo para pasar a la oposición y re- ticiones relativas a los nombres y a los números. Por ejemplo, el lunes
nunciar a entenderme con 'la compacta mayoría'" (A los miembros será un "mal" día pues en el relato que de él da el Génesis Dios no
de la asociación B'nai B'rith, 6 de mayo de 1926, C 398) .8 ' concluyó el segundo día de la creación (para los judíos la semana
Sigmund heredó ese conjunto de actitudes de su padre, Jacob, espí- comienza el domingo) con el juicio: "esto es bueno", mientras que
ritu libre y esclarecido, orgulloso de ser judío, pero que nunca obser- el viernes, que corresponde al sexto día, el de la creación del hombre
vó escrupulosamente las reglas de la religión. En las comunidades li- y del juicio divino: "es muy bueno", será un "muy buen" día. El nú-
bres de Moravia y Galitzia, a mediados del siglo xix, se hablaba el mero 17, que en hebreo se pronuncia como la palabra que significa
yiddish y generalmente también el alemán. Además, todos los niños "vida", sería un "buen" número (durante años, Sigmund celebró ca-
aprendían el hebreo, y los más dotados -tal el caso de J acob Freud da mes el 17, día de su compromiso con Martha), mientras que 52,
y luego el de su hijo Sigismund- llegaban a leer pasajes de la Biblia que se pronuncia igual que "perro", sería un "mal" número: el quin-
en esa lengua. Por lo demás, fue en Viena donde Sigismund apren- cuagésimo segundo aniversario es considerado, especialmente entre los
dió a leer y ya se ha mencionado la veneración que sentía ( y que hombres, como crítico; temor que, como veremos, perseguirá a Freud.
nunca cesó) por su profesor de hebreo, Samuel Hammerschlag. Pero El número 36, que corresponde a la combinación de dos letras hebrai-
la lectura de la Biblia le fue singularmente facilitada por una inicia- cas, lamed y vov, es también importante. Según la tradición hasídica,
tiva de su padre, que se la hizo conocer en la edición, que pasaba siempre hay treinta y seis justos sobre la tierra; cuando alguno mue-
entonces por revolucionaria, de los hermanos Philippson; edición bi- re, Dios impone uno nuevo, generalmente un joven pobre de origen
lingüe (hebreo-alemán) , anotada con comentarios extraídos de la ar- humilde: Sigismund, enfrentado a las dificultades materiales de su
queología, la lingüística, la historia comparada de las religiones y, por adolescencia, ¿ no habrá una que otra vez nutrido la esperanza de ser
último ( un colmo a los ojos de los judíos ortodoxos para quienes toda el objeto de semejante elección?
representación de Dios en imágenes está prohibida), abundantemente ¿ Hay que ir más lejos y colocar a Freud, como lo hizo Bakan
ilustrada. Sigismund sacó de ahí los dioses egipcios con cabeza de ga- {1958), en la tradición mística judía, especialmente en la de la cába-
vilán que figuraron en un sueño de angustia que data de su puber- la, de donde habría sacado su gusto por los juegos basados en los nú-
tad, "Madre querida y personajes con pico de pájaro", único sueño meros y por el sentido criptográfico de las palabras? Además de que
de su infancia cuyo recuerdo conservaba en 1895 y que más tarde ana- esta hipótesis no goza del beneplácito general de las personas que po-
lizó ( cf. p. 328). Cuando cumplió treinta y cinco años ( 1891), Jacob seen a la vez una sólida cultura judía y psicoanalítica, desearía desta-
le remitió, como recuerdo y regalo, un ejemplar del segundo volumen car mis reservas respecto de toda tentativa de explicación sociológica
de esa edición, con una dedicatoria en hebreo, uno de cuyos frag- e1' lo concerniente al descubrimiento freudiano . Si supersticiones, tra-
diciones esotéricas y folklore judío permanecieron presentes en Freu'1,
a, La expresi6n "compacta mayoria" fue utilizada antes en Mi vida y el fue a título de "restos diurnos". Su preconsciente los utilizó como
psicoanálisis (1925d, GW XIV 33, SE XX 9, fr 14); es una cita de El ene- unos materiales entre otros para un trabajo psíquico que tuvo por
migo del pueblo de lbsen. efectos principales la reforma de sí mismo y la teoría psicoanalítica
126 l'REUD JL\STA ] 895 FREUD Y LA CULTURA GENERAL 127

del aparato p~íquico. El hecho <le que Freud sacara de tradiciones


judías el contenido de sus juegos numerológicos, onomásticos y crip-
tográficos deja intacta la cuestión, a mi ver más importante, de saber Freud y la cultura general
a qué necesidad suya respondieron esos juegos. En el cuentista ar-
gentino de educación católica Jorge Luis Borges, que he estudiado En 1895, la manera de ver (consciente) de Freud se caracteriza por
en otra parte (Anzieu, 1971a), tales juegos parecen constituir una el poder de organización sistemática de los hechos y por la primacía
trasposición, al nivel de los intercambios simbólicos vueltos posibles exclusiva del pensamiento racional. Así ha sido durante veinte años
por la palabra y sus reglas, de juegos primitivos del niño con las par- más o menos, desde su ingreso en la Facultad de medicina y sus pri-
tes que descubre del cuerpo de su madre y del suyo propio. Tal tras- meros trabajos de laboratorio. Pero una función más antigua, a la sa-
posición permite al sujeto recuperar en la realidad interior, mediante zón limitada, restringida, continúa agitándose sordamente en él; a
tareas <le creatividad, el poder primero de descubrimiento inherente veces se presenta para sostener, y a veces para hacer descarrilar, sus
a esos juegos infantiles primitivos, escapando a la vez a la prohibición trabajos científicos: la imaginación.
que les puso fin en la realidad exterior. La misma hipótesis me pa- En Mi vida y el psicoanálisis (1925d, GW XIV 34, SE XX 3, fr
rece que debe ser propuesta respecto a Freud. 14), Freud indica que se decidió por los estudios médicos después de
Una última palabra sobre el auge del judaísmo en el siglo XIX, es- haber escuchado en una clase pública, poco antes del bachillerato, la
pecialmente en Europa central. A comienzos de ese siglo, los judíos lectura en voz alta del hermoso Ensayo sobre la naturaleza, de Goe-
controlaban el comercio de textiles y el de granos. Estos judíos, iti- the. Poco importa que después se haya reconocido el carácter apócri-
nerantes en razón de sus negocios, salieron de los guetos y adoptaron fo de ese escrito, atribuido ahora a Tobler, amigo suizo de Goethe.
un pensamiento liberal: tal fue el caso de Jacob Freud. Sus hijos Poco importa que Freud haya o no redactado para un diario una re-
continuaban en el comercio o se convertían en científicos, profesores, seña -nunca hallada- de esa conferencia, que habría versado sobre
hombres políticos, miembros de las profesiones liberales. En la Uni- anatomía comparada, como su viejo amigo Fritz Eckstein lo declaró
versidad de Viena, para limitarnos a aquellos con los cuales trabajó al biógrafo de Freud (J I, ing 31 n. 1, fr 31 n. 2). Poco importa que
Freud, los profesores Benedikt, Kassowitz, Stricker, Zuckerkandl, el Freud haya tal vez confundido las conferencias dominicales del pro-
asistente Fleischl y el agregado de hospital Breuer fueron judíos: prue- fesor Carl Brühl sobre "La estructura del cuerpo en el hombre y en
ba de que el antisemitismo, seguramente real en Viena, estaba lejos los animales", que dieron comienzo el 6 de febrero de 1873 con "La
de ser poderoso. En 1867, los judíos obtuvieron en Austria los dere- educación universitaria de las mujeres considerada según las ventajas
chos políticos. Poseían ya los derechos civiles ( de donde se derivó la de la anatomía, de la experiencia, de la ley natural y de la necesidad
obligación de la doble inscripción y del nombre doble, uno judío y social", con otras conferencias públicas sobre Goethe que se dictaron
otro cristiano) . Afluyeron entonces a Viena: en 1880 llegaron a ser en marzo ( G 262-265). Cuando se lee el mencionado Ensayo, llama
72 000, en 1890 la cifra fue de 118 000 y en 1900 ascendió a 147 000 la atención su tono ditirámbico y el empleo intensivo de una metá-
sobre un millón de habitantes (cf. E 423). Esa rápida expansión fue fora romántica que considera a la naturaleza una madre generosa,
una de las causas del recrudecimiento del antisemitismo. 35 La vida omnisciente, todopoderosa que otorga a sus hijos favoritos -eco del
social y científica de Sigmund Freud se inscribió evidentemente en tema de Fausto-- el privilegio de ir a la búsqueda de sus secretos. Se
todo ese contexto. comprende que en el Freud adolescente tal ensayo satisfizo, a la vez,
un contenido manifiesto nuevo: "comprender algunos de los enigmas
35 "Si el antisem1t1smo existía en Viena a fin de siglo, tal cosa sucedía 50-
del universo en que vivimos" (Nachwort zur Frage der Laienanalyse.
bre todo en las clases medias; ellos [Ticho y Ticho, 1972), ob5ervan que la
GW XIV 290, SE XX 253, no figura en la traducción francesa), es-
aristocracia y la inteligencia prácticamente no eran antisemitas; y con muy pecialmente el del funcionamiento del organismo viviente, y un con-
poca frecuencia los universitarios. El racismo, concluyen, no debe encabezar tenido latente que resurge de la primera infancia: volver a srr el hijo
1~ lista de los motivos que retardaron la carrera de Freud, sino más bien el querido de una buena madre, comparar la anatomía del hombre y de
carácter chocante y revolucionario dt! sus teorías. Éstas condujeron a Freud la mujer, comprender de dónde vienen los niños. Así pues, no fue
a un cierto aislamiento (y así habría ocurrido en cualquier país). Soledad por
lo demás bastante deseada, observan , y que debió de estimular su genio" (Cher- Goethe, espíritu enciclopédico. sabio e inventor, quien inspiró su de-
tok, de Saussure, 1973, p. 146n.). cisión. Ésta fue desencadenada por una mitología de la naturaleza,
128 FREUD HASTA 1895 l•REUD Y LA CULT URA GEN E RAL 129

imitada de Goethe, que entraba en resonancia con fantasías persona- sayista ruso Dmitri Merejkovski ( 1865-1941) : La novela de Leonar-
les. Por primera vez, entonces, un viraje importante de su vida inte- do de Vinci o la resurrecci6n de los dioses ( 1902).
lectual resultó de la conjunción de una mitología y una fantasía.
El gusto por la lectura jamás abandonó a Freud. Por ocupado que Sin pretender la exhaustividad, he cotejado las referencias literarias
estuviese en sus investigaciones de laboratorio, en sus visitas a la clien- que se hallan en las cartas a Martha y a Fliess y en las obras publi-
tela, en sus cargas familiares, gracias a una facultad bastante excep- cadas ( o solamente redactadas) por Freud hasta 1901, a fin de ob-
cional de concentración y asimilación, y según el ejemplo de sus maes- tener una muestra más representativa de su cultura general. He aquí
tros, nunca dejó de cultivarse, de leer las obras maestras de la lite- a lo que he llegado.
ratura -las que su época juzgaba así, pero sobre las cuales ejerció Como era de esperar, son los escritores alemanes los que Freud cita
un juicio enteramente personal- y que aparecían en alemán, en in- ron más frecuencia ; Goethe, con gran ventaja, encabeza la lista, Schi-
glés y en francés, así como obras generales sobre la filosofía, la re- ller es el segundo. Luego, en lo que atañe a la Edad Media, se en-
ligión, la historia. Aunque la referencia que ahora sigue haya sido cuentran las leyendas anónimas Nibelungenlied; en cuanto al siglo
posterior a la época que nos interesa, la inserto aquí pues constituye
xvm, los poetas, novelistas o dramaturgos Bürger, Früchtegott, Her-
un buen testimonio del permanente interés de Freud por la literatura
der, Kortum, Lessing, Lichtenberg, Schiller, el arqueólogo Winckel-
y las ciencias humanas. En 1907, respondió a la encuesta de un pu-
mann . En lo concerniente al siglo xrx, el primero es Reine, el judío,
blicista vienés que le solicitaba indicar "diez buenos libros" ( citado
el rebelde, el proscrito, cuya tumba Freud visitó en París y que fue su
en Eissler, 1951 ) , nombrando :
preferido durante mucho tiempo, seguido de cerca por los hermanos
O tres escritores de lengua inglesa: el cuentista Rudyard Kipling Grimm, célebres por sus cuentos, pero las novelas y relatos del suizo
(1865-1936): The Jungle Book (1894); el historiador Thomas B. Ma- Conrad-Ferdinand Meyer comienzan a entusiasmarlo más que todas
las demás obras contemporáneas . A su amplia curiosidad responden
caulay (1800-1859): Essays (1825-1843), y el humorista estadouni-
dense Mark Twain ( 1835-1910) : Sketches; aut ores tan variados como Fritz Reuter, escritor regionalista mecklem-
burgués que erigió el bajo alemán (Plattdeutsch) en lengua literaria,
O dos novelistas franceses: Anatole France (1844-1924): Sur la pie- y cuatro dramaturgos: Héinrich von Kleist y Grillparzer, glorias na-
rre blanche (1905), y Émile Zola (1840-1902): Fécondité (1899) o cionales respectivas de Alemania y Austria, el húngaro Herzl, futuro
Le Docteur Pascal (1893); fundador del sionismo, y el escandaloso Panizza lleno de ultranzas
anticatólicas y libertinas. Los románticos Jean-Paul y Novalis sólo
O tres escritores de lengua alemana: dos novelistas suizos, Gottfried apa recen de paso. Y aun se encuentran, citados por Freud, los nove-
Keller (1819-1890): Die Leute von Seldwyla (La gente de Seldwyla) listas o cuentistas ( alemanes, austriacos y suizos) Busch, Jacob-Julius
( 1856); Conrad-Ferdinand Meyer ( 1825-1898): Huttens letzte Tage David, Fontane, Gottfried Keller , Otto Ludwig , Scheffel, Arthur
( Los últimos días de H utten) ( 1871) ; y el célebre helenista vienés Schnitzler, Vischer, los dramaturgos Fulda, Louis Schneider, Wil-
Theodor Gomperz, descendiente de una rica familia judía ( 1832- bran dt , los poetas Anastasius Grün, Lenau, Uhland y numerosos histo-
1912): Griechische Denker (Los pensadores de Grecia); ria dores, mitólogos y arqueólogos de la antigüedad grecolatina.
Entre los filósofos de lengua alemana conoce a Kant, Schelling,
O la traducción alemana de un novelista holandés, Multatuli: Brief e Brentano y Hartmann. En Die Tra umdeutung citará por primera vez
und Werke (Cartas y Obras) ;86 a Schopenhauer, quien "llama al sueño una corta locura y a la locura
u 'l largo sueño" ('Td 94, ID 90, IR 85) y cuya importante teoría de
O y por último, también en traducción alemana, el historiador y en- la repr esentación destacárá igualmente (Td 39, ID 36, IR 41); tam-
bién, sin nombrar al autor, evocará la expresión de Nietzsche, aplicada
36 Llamado en realidad Edward Doyweac Dekker ( 1820-1887), hizo su seu- al sueño, sobre la "trasvaluación de los valores" (Td 335, ID 330, IR
dónimo de la expresión latina multa tuli ( es decir, a la vez "he soportado mu-
cho" y "he aportado mucho"); su novela Max Hauelaar (1860), donde acu-
284; UT 668, OD 655, RI 53). Ignora y continuará ignorando tanto
saba a los explotadores de las colonias de su país en Indonesia, lo volvió cé- a Marx como a Hegel; respecto a este último parece compartir un
lebre , especialmente en Austria, donde era tenido por revolucionario. juicio de Reine que le gusta recordar: "Con ayuda de sus gorros de
130 FREUD HASTA 189.:i FREUD Y LA CULTURA GENERAL 131
dormir y los jirones de su bata, tapa los agujeros del edificio universal" Freud ama la gran pintura clásica. Ha leído la Vida de los pintores
(c. a Martha del· 23 de oct. de 1883, C 84). italianos del Renacimiento, escrita por un contemporáneo de los mis-
En la cabeza y el corazón de Freud, la literatura inglesa ocupa el mos, Vasari. De su visita al museo de Dresden retuvo a Van Dyck,
segundo rango: la lee de corrido en el texto original y el país elegido Veronés y sobre todo la Madona de Holbein y El denario de César del
por sus hermanastros es para él un país de sueño. Shakespeare y casi Ticiano. Le gustan los grabados ( Callot: Les grandes miseres de la
todas sus tragedias aparecen con la mayor frecuencia bajo su pluma. guerre; Gustave Doré, ilustrador de Orlando furioso y Don Quijote;
Se refiere también al Leviathan de Hobbes, a Los viajes de Gulliver de Jules Garnier, el ya citado ilustrador de Rabelais) y, finalmente, el
Swift, al Paraíso perdido de Milton, a La riqueza de las naciones de pintor suizo contemporáneo Arnold Bocklin, poderoso, atormentado,
Adam Smith y, en cuanto a los contemporáneos, a los filósofos J.S. muy apreciado entonces ( actualmente el museo de Basilea le consagra
Mili y Spencer, al biólogo Darwin, a la novelista George Eliot, a los siempre varias salas), tres de cuyos cuadros, de títulos evocadores,
novelistas Kipling, Kingsley, Haggard, a los poetas Swinburne y Tenny- ~erán citados por Freud entre 1897 y 1901: Villa romana, La isla de
son, al indólogo Max Müller. Entre los psicólogos retienen su aten- los muertos, Castillo en ruinas.
ción el inglés Galton y el norteamericano Baldwin, pero no William Por último, contrariamente a lo que se ha dicho a menudo, Freud
James. no es insensible a la música. Le gustan mucho la ópera y la opereta,
En lo que concierne a la literatura francesa, la poesía está ausente como cabe a un vienés de la segunda mitad del siglo XIX. Sabemos que
de sus referencias, sin duda porque domina menos bien la lengua, apreció particularmente las siguientes obras: La flauta encantada,
así como la filosofía, por cuanto el racionalismo latino, como dirá más Don Juan, Las bodas de Fígaro, de Mozart; La bella molinera, de
tarde , no le cuadra. Le encanta el Gargantua de Rabelais en la edi- Müller, con música de Schubert; Fidelio y el ·Himno a la alegría de
ción ilustrada por Jules Garnier, Le malade imaginaire de Moliere Beethoven; Freischütz, de Weber; La bella Helena, de Offenbach;
( de quien vio, al llegar a París, y con bastantes dificultades para se- Carmen, de Bizet; Los maestros cantores de Nuremberg ( que escuchó
guirlo, Le mariage forcé, Tartuffe y Les précieuses ridicules), Can- en 1898) y Tannhaüser, de Wagner.
dide de Voltaire, las Conf'!ssions de J.-J.Rousseau, Le mariage de Fí-
Después de esta revisión, piensa uno que Freud podría haber toma-
garo de Beaumarchais, N otre-Dame de París de Victor Hugo. De Pas-
do como divisa el célebre verso del autor cómico latino Terencio:
cal, al comienzo de su artículo en francés "Obsessions et phobies"
"Soy hombre y nada humano me es ajeno." Pero en 1895, esta consi-
( 1895c), sólo evoca la angustia de sentir un abismo a su izquierda,
derable cultura permanece aún latente o, mejor, disociada de su tra-
angustia cuya existencia reposa en realidad sobre testimonios tardíos
bajo científico. Sólo hay una media docena de referencias literarias en
y dudosos . Entre los contemporáneos, además del ya citado historiador
toda s~ obra publicada hasta esa fecha, con excepción de los Estudios
Thiers, retiene a los dramaturgos Victorien Sardou (cuya Théodora sobre la histeria ( 1895d), que traen diez. Cinco años más tarde Die
vio en París) y Alexandre Dumas hijo, autor de la célebre Dame aux Traumdeutung ( 1900a) contendrá una centena y Psicopatología de
camélias, y los novelistas Daudet, France, Maupassant, Zola, quizá la vida cotidiana ( 1901b) casi la misma cantidad, aunque muchas
Paul Bourget, y finalmente los psicólogos Binet y Taine. fueron introducidas en esta última obra en el curso de las sucesivas
En cuanto a las otras literaturas, no es seguro que ya en 1895 haya reediciones y según las sugestiones de sus discípulos. Fue su autoanáli-
comenzado la lectura de Dostoievsky, a quien más tarde consagrará un sis el que le hizo posible la realización de la síntesis entre sus conoci-
estudio ( 1928b) ; lo apasionan dos noruegos, el dramaturgo Ibsen y el mientos científicos y su baga je cultural.
explorador Nansen, y dos dinamarqueses, el cuentista Andersen y el Para completar este cuadro debemos añadir dos observaciones. La
novelista Jacobsen (la madre de Martha aún recuerda la lengua sueca primera apunta a destacar la cultura literaria de los grandes médicos
aprendida en su juventud y sus dos hijas manifiestan un vivo interés, que Freud tomó sucesivamente como modelos durante sus años de
que hacen compartir a Sigmund, por la literatura y la mitología es- formación: ellos mismos escritores o amigos de escritores, la vida
ca ndinavas) ; por último, es un curioso de las antiguas literaturas ára- científica no les parecía separable de un buen conocimiento de la
be \ los Maqámát o "Conversaciones en círculo" de Al-Hariri, hacia literatura contemporánea. Brücke escribió sobre los fundamentos cien-
el siglo x) e hindú (Hitopadefa o "La instrucción provechosa", de tíficos de las bellas artes, sobre la base psicológica de la poesía alemana
Na rayana, en la misma época) . e inventó la Pasigraphia o escritura universal (E 431). Breuer, Mey-
FREUD Y LA CULTURA GENERAL 13:l
132 FREUD HASTA 1895
bre la emancipación de la mujer, Platón, La cuestión social, El socia-
nert, Charcot tienen muchas relaciones literarias. El común denomina- lismo ( 1880a). El filósofo vienés Brentano que acabamos de evocar,
dor es indiscutiblemente la curiosidad por lo nuevo, el valor acordado padre de la fenomenología, que publicó en 1874 su obra fundamental,
al trabajo creativo. ¿ Qué hay de asombroso en el hecho de que los La psicología desde el punto de vista empírico, y cuyos cursos siguió
más dotados de aquellos que se educaron en tal ambiente se afirmen a Freud durante tres semestres, lo había recomendado a Theodor Gom-
su vez como pioneros en sus dominios? Hacia 1895, Jean-Baptiste perz, editor alemán de Mill, cuyo traductor acababa de morir. Si se
Charcot (1867-1936), médico como su padre, Jean-Martin, se con- puede dudar en formular la hipótesis de una influencia de Brentano
virtió en explorador polar. Se recuerda el nombre de su barco, al que sobre Freud, como lo ha sostenido Merlan ( 1945 y 1949), la de Mill
hizo famoso antes de desaparecer con él: se llamaba ¿Por qué no? es tanto más indiscutible cuanto que Freud hablará de ella unos po-
Nuestra segunda observación concierne a la originalidad de los iti- cos años después, abundante y elogiosamente, a su novia (c. a Mar-
nerarios intelectuales seguidos por algunos grandes espíritus que Freud, tha, 15 de nov. de 1883, C 86) El ensayo Sobre la emancipación de
en Viena, tomó ocasionalmente como modelos. Ya he evocado la la mujer le suministró ejemplos de la "amarga hostilidad desplegada
audacia de Krafft-Ebing al establecer la nomenclatura y la descrip- por las mujeres contra los hombres", que analizará más tarde en sus
ción de las perversiones sexuales. Desearía volver sobre Franz Brentano trabajos sobre la psicología femenina. El segundo ensayo de Mill cons-
(E 541-542): miembro de una familia ilustrada por un gran poeta tit\lye, junto con Los pensadores griegos de Gomperz, que Freud citó
y un buen economista, este dominicano profesor de filosofía en Würz- en su lista de diez "buenos" libros, su principal fuente de informa-
burg, abandonó la Iglesia católica al promulgarse el dogma de la ción sobre Platón: la teoría de la reminiscencia le llamó particular-
infalibilidad pontificia y fue a establecerse en Viena, ¡ esa Viena aco- mente la atención y el método catártico de Breuer (hacer resurgir
gedora de los desviados y los marginales, sea lo que fuere lo que diga por hipnosis los recuerdos reprimidos de los traumatismos) le pare-
Freud más tarde! Allí enseñó filosofía como simple Privat-Dozent, ció su ilustración concreta. Por último, el principio del placer, fun-
raro ejemplo de regresión en la carrera universitaria. Muy brillante, damento del utilitarismo de J. S. Mill, continuó siendo familiar para
dotado, gracioso, se lo comparaba con un Cristo bizantino; hubo, en- Freud a causa de su predilección por los psicólogos empiristas ingle-
tre sus auditores, nombres que se tornarían célebres: Husserl, Masa- ses. La meta de la conducta humana es la búsqueda del placer y la
ryk, Kafka, Rudolf Steiner y Freud. Erudito, lógico, dotado para las evitación del sufrimiento: en 1895, Freud estaba dispuesto a ver en
lenguas, ingenioso ( era cierto tipo de hombre que la cultura segrega- ello un principio básico del funcionamiento de lo que aún no llama-
ba en el siglo xrx, particularmente en los países germánicos), ideó ba aparato psíquico.
un tipo de enigmas, fundados en complicados juegos de palabras, que En materia de influencias filosóficas más r.ecientes, Freud se some-
denominó dal-dal-dal y que hicieron furor en Viena. Por último, en- tió únicamente a las que tenían la misma dirección que sus investiga-
señó una filosofía basada en la intencionalidad, es decir, en una ciones. La noción de inconsciente nada tiene de sorprendente para
actitud interior dinámica y no consciente. En esta personalidad bas- alguien que ha sido educado en la cultura germánica. Comenzó con
tante poco ortodoxa, no sólo aceptada sino querida en Viena, · Freud las "percepciones confusas" de Leibniz; se desarrolló con Herbart; se
encontró ciertamente un ejemplo a seguir en materia de intransigen- reforzó con la corriente romántica y luego, con Schopenhauer, culmi-
cia en las ideas, de rigor en el razonamiento, de interdisciplinariedad nó en una obra célebre ( conocida por Freud, publicada en 1859):
de los conocimientos, de humor espontáneo y de deseo apasionado y Philosophie des Unbewussten (Filosofía del inconsciente), de E. von
pasional por comunicarse. Hartmann. El 25 de mayo de 1895, finalmente, Freud escribió a Fliess
La vasta cultura de Freud tiene, como complemento, reales cuali- haberse sentido "vivamente interesado" por la obra de W. Jerusalem
dades de escritor. La pureza y claridad de su estilo, sensibles en la Urteilsfunktion (La función del juicio), recién publicada; el autor,
mayoría de sus contribuciones científicas, se unen a la elegancia en muy al corriente de los trabajos sobre la hipnosis, sostenía la "exis-
las cinco obras que tradujo al alemán. He señalado las últimas cua- tencia de fenómenos psíquicos inconscientes". Ahora nos resulta fácil
tro, dos de Charcot ( 1886/, 1892-1893a) y dos de Bernheim ( 1888- ver que lo que todos estos filósofos describieron con el término de
1889, 1892a), porque se trataba de contribuciones médicas. En cam- inconsciente es lo que hemos aprendido a llamar, desde Freud, el
bio la primera, que lo ocupó durante su servicio militar, fue la de preconsciente. En 1895, el inconsciente propiamente dicho, en el sen-
textos filosóficos ingleses que constituyen el último tomo ( el XII) de tido psicoanalítico, todavía no ha sido inventado. En este punto es-
las Obras completas de John Stuart Mill (1806-1873), a saber: So-
134 FREUD HASTA 1895 1rirnt11J Y LA CULTURA GENE RAL 135

toy en desacuerdo con la tesis sostenida por Ellenberger ( 1970) en d11cta del rodeo en el mono y viera en ella el acto dr emergencia
su obra The discovery of the unconscious, según la cual Freud no ha- d1~ la intelige ncia pr áctica en el curso de la larga evolución de las
bría hecho más que retomar las ideas de sus innumerables predece- "~p1·cies,Fre ud comprendi ó qu e la condu cta del rodeo era fundamen-
sores. Hasta Freud, en efecto, la noción de inconsciente fue un con- 11d en el p ensamie nto hu ma no, mientras que hasta entonces había
cepto límite, utilizado únicamente desde los puntos de vista dinámico 1:,<loacantonada en la retórica y en la estrategia militar o galante:
y económico . La idea de ligar el cuerpo erógeno y la sexualidad al la digresión pemü te la progresión en la trasgresión, es decir, la inte-
inconsciente, la idea de describir en éste contenidos fantaseados es- 1i¡~l'ncia de la vida psíqui ca p ersonal y de sus conflictos internos. Pero
pecíficos, la idea de vincular su desarrollo a las sucesivas experiencias 1111:i intuició n no se vu elve un concepto a menos que pueda insertarse
infantiles , la idea de ver en el sueño o el síntoma una manifestación rn un sistema simbólico qu e garantice su validez. Para Freud, tal sis-
de esos contenidos producida por la conjunción de mecanismos de 1rrna fue doble : científico y literario: de Brücke y la escuela de
defensa y de procesos de representación, todas esas ideas pertenecie- l lt•lmholtz, sacó su confianza absoluta en la universalidad de la cau-
ron sólo a Freud. Además, en 1895 Freud está lejos de conocer todos ,d ,dad y del determinismo ; pero fueron los escritores quienes le dieron
los trabajos de los precursores que ahora se le asignan: incluso fue ,~guriclad en el pod er creador de las asociaciones libres: Schiller entre
porque los conocía relativamente poco por lo que no se vio dema- ellos, que Freud conocía bien. Con toda n aturalidad se refirió a él
siado obstaculizado por sus ideas superficiales, defensivas y contradic- 1 uando, en la segunda edición de Die T raum deutung ( 1909), insertó
torias. Efectuó sus descubrimientos desinteresándose de todo lo que d siguiente m iembro de frase (que subr ayo) en un pasaje relativo a
habría podido aprender de inútil en los libros, y poniéndose, con sus 11 método: "En rea lidad, no es muy difícil retirar así la guardia que
pacientes y consigo mismo, a la escucha de los hechos. De Pierre Janet, nda en las p uer tas de la razón, como dice Schiller, y colocarse en
que en París trabaja al mismo tiempo que él en Viena, sobre el mis- r;lado de au to-observac ión sin crí tica; la mayoría de mis enfermos
mo tipo de enfermos y con un método hipnótico análogo, no tratará lo logran al prime r intento, y yo mismo lo hago fácilmente, sobre todo
de saber nada: Janet se detendrá a mitad de camino, cumpliendo ~¡ escribo cua ntas ideas se me ocu rre n, lo que constituye un gran :soco-
una obra personal, muy rica clínicamente pero insuficiente para fun- 110" (Td 108, ID 103, IR 96) . Alusión a una carta de Schiller a
dar una práctica y formar discípulos; Freud , porque fue hasta el fin, Kürner, fech ada el 1 de diciembre de 1788, exhumada por Otto Rank
alcanzó en cambio esa doble meta. Por cierto, tuvo necesidad de y citada ju sto an tes por Freud, siempre como aditamento a dicha se-
alientos y confirmaciones. Los encontró en algunas intuiciones o en gunda edic ión. Ob sérvese de paso que la invitación a escribir libre-
algunas formulaciones felices debidas a otros investigadores que tra- 111enteserá pr esent ada como la trasposició n autoanalít1ca de la regla
bajaban con diversos modos de aproximación: médicos, psicólogos, fundame ntal de habl ar libreme nt e. El psicólogo inglés Galtun, que se
poetas, filósofos. Pero sabía que para elaborar una verdadera obra interesó en la psicología del genio y en la experimentación sobre las
científic a, la intuición y la expresión feliz no bastan, por necesarias asociaciones de ideas, y a qu ien , según Zilboorg ( 1952), Freud habría
que sean: son precisos además un método y una teoría apropiados para leído, reafirmó el poder creador de las asociaciones libres. Mucho
los hechos qu e se estudian. más ta rde, Freud ( 1920b) atribuyó "la oscura presriencia" del valor
A la literatura debió, si no el método mismo, al menos la confian- de su méto do a la lectur a de su prime r au tor favorito, Ludwig Borne
za en su validez. Se trata del método de las asociaciones libres. Con ( 1786-1837) . Este escritor jud ío, idealista, ardiente defensor de la
seguridad Fr eud fue puesto en el buen camino por sus propios pacien- liberta d, de la justici a, de la sinceridad, h abía sido un heraldo de la
tes ; en primer lugar, como ya se dijo ( cf. p . 88) , por Emmy van guerra de liberación aleman a contra Napoleón, y luego de la lucha
N ... , y luego por aquellos a los que aplicó la técnica de la concen- cont ra todas las formas d e opresión. Freud fue a visitar fü tumba
tración mental: cuanto menos los hostigaba, más salían de su resis- ( así como 1~ de H eine) dur ant e su estadía m París. Las Obras com-
tencia muda para entregarse a digresiones y más se revelaron tales di- J1letas de Born e, que le fuero n obsequi ad as en su décimocuarto aniver-
gresiones, que al principio creyó que estaban sólo al servicio de la 5ario, eran los úni cos libro s de su ado lescencia que conscn ·:-..ba en
resistencia , como el camino más natural para rodear tal resistencia y 1895. Le asombró encontrar allí, posteriormente, un ensayo de 1823
aproximarse al recuerdo penoso, reprimido y no obstante vivaz. En de impr esionante título: Cómo llegar a ser un escritor original en tres
psicología, la línea recta no es el camino más corto entre dos pun- días, que apa rentem ent e habí a olvidad o por completo mientras que
tos. Mucho antes de que Kohler observara experimentalmente la con- recordab a otros num erosos pa sajes de l mismo voluu1Pn; tal ensayo con-
136 FREUD HASTA 1895 FRE UD Y FLIESS 137

cluye así: "Les doy ahora la prometida receta práctica: tomen algu- angustiado por cierto, pero ávido de ver y sin privarse de hacrrlo;
nas hojas de papel y, durante tres días seguidos, escriban todo lo que luego volvió, en su cabeza, sobre esta escena para comprenderla me-
se les pase por la cabeza, sin desnaturalizar nada y sin hipocresía. jor , a la vez recordando y fantaseando lo que había visto y oído. Tal
Escriban lo que piensan de ustedes mismos, de sus mujeres, de la es, en mi opinión, una de las raíces de la imaginación creadora, una
guerra turca, de Goethe, del crimen de Fouk, del Juicio final, de los de las fuentes de la riqueza futura de las asociaciones libres del suje-
superiores jerárquicos, y, al cabo de esos tres días, se quedarán estu- to ya convertido en adolescente o. adulto.
pefactos al ver cuántos pensamientos nuevos, nunca expresados, han Volvamos a la relación entre la creación literaria y el descubrimiento
brotado de ustedes. He aquí en qué consiste el arte de llegar a ser un del psicoanálisis. Freud lo apunta ya en Estudios sobre la histeria:
escritor original en tres días." "Me asombro al comprobar que mis observaciones de enfermos se leen
Estoy en desacuerdo con Jones cuando atribuye la adopción, por como novelas y que no llevan, por así decirlo, ese sello serio propio
Freud, del método de las asociaciones libres a "su poco común aptitud de los escritos de los científicos. Me consuelo diciéndome que tal estado
para la paciencia" y "también al elemento de pasividad que le era de cosas es evidentemente atribuible a la naturaleza misma del tema
propio" (] I, ing 269, fr 270-271). Freud, en realidad, dio en su vida tratado y no a mi elección personal. Cuando se trata de estudiar la
muchas pruebas de la más violenta impaciencia (sin la cual se habría histeria, el diagnóstico por localización, las reacciones eléctricas im-
dejado frenar con frecuencia por maestros, colegas y discípulos inca- portan poco, mientras que una exposición detallada de los procesos
paces de seguir sus progresos intelectuales). La impaciencia le es psicológicos, como la que se acostumbra encontrar en los novelistas,
natural. Una paciente resignación sólo se descubre en él frente a lo me permite [ ... ] adquirir algunas nociones sobre el desarrollo de una
que depende del orden de la necesidad, del principio de realidad. histeria" (1895d, GW I 226-227, SE II 160-161, fr 127-128). Con
Incluso esta actitud no maduró en él sino con la disminución normal frecuencia Freud envidiará el don que permite a los poetas una cap-
de la libido alrededor de la cuarentena y con la serenidad de haber tación directa de los procesos psíquicos, conocimiento que el científico
tenido éxito en la vida familiar 'y profesional. Ante s~s pacientes no obtiene sino al precio de un laborioso y largo trabajo.
( todavía no se retiraba detrás de ellos), Freud no se sentía pasivo en
modo alguno: por una parte, era voluntariamente distante según lo
requieren la deontología médica y con mayor razón el "análisis psí-
quico", y, por la otra, desplegaba una actividad mental intensa e 7. FREUD Y FLIESS
incesante, caracterizada por la interpenetración de los tres niveles, in-
consciente, preconsciente y consciente. Si queremos aferrarnos a térmi- Debemos volver atrás por última vez. En 1887, Freud conoció al oto-
nos psicológicos y morales, más bien convendría hablar de la humani- rrinolaringólogo berlinés Wilhelm Fliess ( 1858-1928), que se hallaba
dad, de la empatía, de la benevolencia de Freud. ¿No designó acaso realizando una residencia en Viena para completar su formación. Fue
a esa última cualidad como una de las virtudes necesarias del psico- Breuer quien los relacionó,' y de inmediato se agradaron mutuamente y
terapeuta?: "El procedimiento de marras [el método catártico] es comenzaron a escribirse. Cinco años después, el matrimonio de Fliess
fatigoso para el médico, le lleva un tiempo considerable y presupone con una rica vienesa, cliente de Breuer, llamada Ida Bondy, y la simi-
un gran interés por el hecho psicológico y mucha simpatía personal litud creciente de sus ambiciones científicas y de su interés por la
por los enfermos que trata. No podría imaginarme estudiando en sexualidad (al punto de que forjaron el proyecto de escribir una obra
detalle el mecanismo psíquico de una histeria en un sujeto que me en común) los fueron acercando cada vez más y los decidieron a
pareciese despreciable y repugnante y que, una vez conocido, fuese realizar regularmente un "congreso' ' entre ambos. El primero tuvo
incapaz de inspirar simpatía humana. Podría, en cambio, atender a lugar en Salzburgo en agosto de 1890, siguieron otros en Berlín en 1893,
cualquier enfermo de tabes, a cualquier reumático, sin preocuparme en Munich en agosto de 1894 y en Viena en febrero de 1895, pero no
por su personalidad" (Estudios sobre la histeria, 1895d, ,GW I 264, conocemos todas las fechas. Fliess, que con su mujer viajaba frecuen-
SE II 265, fr 213). Prefiero formular una hipótesis de tipo psicoana- temente a Viena para visitar a su familia política, evidentemente veía
lítico, y lo haré pensando en uno de los resultados de su autoanálisis: a Freud en cada una de esas ocasiones. Fliess tenía una personalidad
en Freud, se trata de una posición mentalmente activa frente a la seductora. Era un brillante conversador, curioso por todo, con ten-
escena primitiva. El niño Sigismund debió de asistir a tal escena, dencia a esclarecer su especialidad mediante relaciones con otros do-
138 FREUD HASTA 1895 1 IU'1J D Y FLIESS , 139

mm1os, víctima de "un amor inmoderado por la especulación y una d,• la dismenorrea. En su primer artículo ( 1893) describió una "ncu-
confianza igualmente ilimitada en sus propias hipótesis" (J I , ing 318, 1os1s nasal refleja", cuyos síntomas (jaquecas, dolores cardíacos, t:sto-
fr 319). Además, mientras que Viena estaba gobernada por el bur go- 111.icalesy lumbares, trastornos circulatorios, respiratorios y digestivos)
maestre antisemita Lueger, el liberalismo y dinamismo que rein an i1•111prepodían ser aliviados por una aplicación nasal de cocaína.
en Berlín bajo Guillermo II acabaron de rodear a Fliess, a los ojos de 1'no rsos síntomas correspondían a los de una de las neurosis actuales
Freud, con un halo envidiable. El intercambio con él se convirtió ,•st 11diadaspor Freud, la neurastenia, y el poder curativo de la cocaína,
gradualmente para Freud en un sustituto de la correspondencia amo- 1p11 · Lantos sinsabores había causado a su inventor, encontraba en ello
rosa con su prometida. La pasión que fluía por sus cartas, sus citas y 1111nuevo interés. También aquí la práctica se mezcló con la teoría:
sus regalos aparecía como puramente intelectual pero estaba man i- 1'1n1cl, que sufría de una supuración nasal, ya se ha hecho operar por
fie~tamente nutrida, y así lo confesará después Freud (] I , ing 348, l•'lll'ss (cauterización de los senos) en Viena, en febrero de 1895, y
fr 349), por tendencias homosexuales latentes. A ello convendría aña- 1\ dispone a retornar a Berlín, para una nueva operación, al final de
dir el carácter narcisista de la elección de objeto. Freud se mira en l;1~grandes vacaciones del verano de 1895.
Fliess, dos años menor, como en un espejo: el mismo medio (la pe- 1>csJe mediados de 1894, en plena redacción ele Estudios sobre la
queña burguesía judía), el mismo oficio, la misma preocupación l1i1teria, Freud se quejaba de su aislamiento: escribía a su correspon-
por asegurarse, cada uno en su especialidad, una clientela y por man- ¡] : "Desde que cesaron mis relaciones científicas con Breuer, estoy
tener una joven familia, la misma cultura general, el mismo deseo de 11·ducido a mí mismo; por eso todo avanza tan lentamente" (F, 22
fundar la psicología en la fisiología y la fisiología en la física y las d,· JUn. de 1894, al 105, ing 95, fr 86). Breuer se había negado seguir
matemáticas, la misma ambición de llevar a cabo un gran descubri- ,1 Frcud en el terreno de la sexualidad; terreno en el cual Fliess, en
miento. ,·:iu1bio, ingresa con audacia y resolución, fortificando a Freud en el
Para alcanzar este último objetivo, Fliess disponía de dos ideas: la , oraj e necesario para afrontar los tabúes interiores y la reprobación
primera consistía en que en todo ser humano existen, a semejanza de o<ial.
las mensuales menstruaciones femeninas, "períodos sexuales" cuya Conviene que nos detengamos un momento en este aspecto de sus
duración y ritmo de sucesión cíclica queda por establecer y que expli- , d aciones, pues ilustra uno de los procesos que entran en juego en la
carían la fecha de nacimiento y el sexo de los niños, la evolución del , reatividad. Efectuar un descubrimiento, componer una obra innova-
individuo, las fechas de sus enfermedades y de su muerte. Esta idea dora exige la superación de dos resistencias. Primero, una resistencia
provocó el entusiasmo de Freud por dos razones. Una razón teórica: 1·pistemológica, que los trabajos de Bachelard ( 1938) han puesto cla-
reducir la psicología, la vida a una fórmula matemática responde al 1,1mcnte en evidencia: lo que ya se sabe constituye una fuerza de iner-
ideal de la escuela de Helmholtz (en 1898, Fliess envió a Freud, como n a que paraliza la captación de lo nuevo. Inventar es contradecir, es
regalo de Navidad, dos volúmenes de Helmholtz). Una razón muy olvidar una adquisición tardía y compartida con muchos para zam-
práctica: "Si la concepción, como todos los procesos vitales, estuviese l111llirse,solo, en un estrato muy antiguo de sí mismo, recordar una
sometida a la ley de periodicidad establecida por Fliess, debería por illlagen personal que allí se encuentra depositada y hacer~ue a partir
cierto ser posible descubrir, en el ciclo menstrual, una fecha en la cual , lo:ella germine el descubrimiento, la obra. Sobreviene luego la segunda
el coito no comportaría ningún riesgo" (] I, ing 330 fr 331). Freud 11•sistencia, que no carece de analogía con lo que Freud, hacia el fin
. '
escribe a Fliess en 1893: "Te considero el Mesías que resolverá, de su vida, en Análisis terminable e interminable (1937c), describirá
gracias a algunos progresos técnicos, .el problema" (F, 10 de jul. de rnmo reacción terapéutica negativa. Consiste en una duda corrosiva
1893, al 86, ing 76, fr 69). En la primavera de 1895, reiteró: "Si y desmoralizadora acerca del valor de lo que se está encontrando y
verdaderamente has resuelto el problema de la concepción, no te ,obre la propia capacidad de llevar a término la demostración, la re-
queda nada más que elegir desde ahora la clase de mármol que prefie- dacción, la composición. Negación de la obra que se está a punto de
res" (F, 25 de mayo de 1895, al 130, ing 120, fr 107). Obsérvese la sacar fuera de sí mismo, negación de sí mismo como padre-madre po-
ambigüedad de la expresión: ¿ mármol de la estatua o mármol de la sible de esa obra de la que se está preñado. Se adivina la naturaleza
tumba? de las. angustias subyacentes: sentimiento de culpabilidad, según los
La segunda idea de Fliess era que existía una relaciónº entre la muco- ''freudianos", por el niño concebido en imaginación con uno de los dos
sa nasal y las actividades genitales. Estaba convencido del origen nasal padres; fantasía que retorna sobre el interesado, según los kleinianos,
140 FREUD HASTA 1895 1 HI • l'D Y FLIESS 1'11

de introducirse en el vientre de la madre para destruir allí el pene del l.1s representaciones mentales que el creador en potencia extrae de su
padre y los niños en gestación. Evidentemente, es la pulsión de muerte, 1•rnpio fondo e intenta comunicarle. Con su amigo, y sólo con él, el
cualquiera sea el camino que tome, la que aquí opera, lista para saltar , 11•adorno necesita, como le sucede ante el papel en blanco o el resto
sobre cualquier lugar de creatividad naciente y destruirla y cumplir d1· sus contemporáneos, debatirse y luchar para expresarse y hacerse
con la expresión del poeta ( Paul Valéry, Le cimetiere marin) : rnruprender. El amigo entra desde un principio en las particularidades
idiosincrásicas de la organización de sus sensaciones, de sus imágenes,
. . . Rendre la lumiere , 11·sus afectos; a veces reencuentra en ello sus propias vivencias, a
Suppose d'ombre une morne moitié . ,,Tes (y esto es lo más valioso para su interlocutor) es interpelado en
[... Devolver las luces 1111a zona de su ser de la que no era consciente, y en la cual él resuena
una adusta mitad supone en sombra.y·
H t iva, intensa y favorablemente ante las palabras del genio creador
y a partir de la cual devuelve un eco amplificado y enriquecedor de la
Si la primera resistencia encuentra su solución en la soledad, en el ,oz interior que le murmuraba, aún inhábil, incierta y balbuciente,
repliegue sobre sí mismo, donde el hombre se desprende del pensa- l." primicias de un descubrimiento. El amigo privilegiado encarna para
miento y donde, al encontrarse a sí mismo, termina por descubrir lo , 1 creador el polo de la menor resistencia, y la retroalimentación regu-
que buscaba, algo muy diferente ocurre con la segunda: el auxilio ladora que viene de ese amigo atenúa en el creador esa resistencia
sólo puede venir de los demás. Las características de una relación seme- 111trrna que todo proyecto de crear tensa al máximo. ¿ Cómo dar
jante con otro ya comienzan a sernos conocidas. Se trata de una per- r,1z6n de este fenómeno en términos ps~coanalíticos? La expresión
sona con la cual el creador en potencia "comparte su secreto" (B.C. " rl'sonancia fantaseada" que han adoptado algunos psicoanalistas que
Meyer, cit. en la reseña que hizo Kligerman ( 1972) de un panel 111-ac·tican métodos de grupo para designar las profundas conjunciones
psicoanalítico sobre la creatividad) ; así, el novelista Joseph Conrad qnr súbitamente se establecen entre dos personas en una situación
pudo producir lo mejor de sí mismo y alcanzar la notoriedad mientras rnlcctiva sigue siendo sobre todo descriptiva. Que se trata de un juego
duró su amistad con Ford Maddox Hueffer; su brusca interrupción, n•cíproco de identificaciones y de proyecciones es evidente, pero toda-
en 1910, provocó a la vez un descenso de su producción artística y da es oscura la respuesta a estas preguntas: ¿ qué identificaciones, qué
una grave descompensación. Masud R. Khan ( 1970) estudió la rela - prnyecciones y qué juego? La noción de identificación proyectiva no
ción de Freud con Fliess a la luz de la relación ele Montaigne con La 111cparece suficiente, aunque se aproxime mucho al proceso compro-
Boétie, que al continuar interiorizada después de la muerte del segun - l>.1do.Es el mecanismo del fenómeno transicional, cuyo descubrimiento
dó, permitió al primero concebir los Ensayos, y oponiéndola a la serie d1·bemos a Winnicott, el que finalmente me parece que conviene más.
de relaciones masculinas y femeninas incesantemente renovadas de J.-J. El creador se siente directamente comprendido por su amigo como el
Rousseau, todas las cuales le fueron necesarias para llevar a término sus lactante lo es, intuitivamente, por su madre. Poco capaz de disociar
Confesiones, obra donde la autocrítica alterna con el autoelogio sin dc-1principio de placer un principio de realidad ( sin lo cual no sería
desembocar, al revés de Montaigne; en una captación de procesos i11vcntivo), necesitado de descansar en alguien de toda confianza para
psíquicos universales. Khan habla de una función "catalítica", que q11e proceda en su lugar a la prueba de la realidad, constituye a su
estaría concretada por el intercambio intelectual y afectivo con un :rrnigo en intermediario entre esa realidad y su propia persona, al
amigo privilegiado. 111ismotiempo que se· asegura un vaivén de la omnipotencia fan-
Tal función es indiscutible y necesaria en casi todas las grandes crea- taseada en una especie de conmutatividad narcisista. Para poder llevar
ciones. El compañero puede o no ser del mismo sexo; la relación, .1 cabo una creación cuando está uno roído por la duda destructora,
erotizada siempre, puede o no satisfacerse en el plano de las realizacio- i 110 es preciso recuperar la ilusión primera, permitida por una madre
nes sexuales: éstas ,olamente son factores asociados. Lo esencial reside suficientemente buena, de tener plenos poderes sobre el mundo? Entre
en algo difícil de definir, a falta de un concepto adecuado, pero que es c-1autor y el amigo, la obra nace como un espacio transicional.
posible describir como la inmediatez de comprensión del amigo frente a La resonancia fantaseada entre Freud y Fliess alcanzó su máximo
1·111895. Compartían un secreto: el secreto del sexo. Fliess abordó el
* Traducción de Jorge Guillén, El cementerio marino, Madrid, Álianza 1111steriode la sexualidad por la nariz, por los ciclos biológicos, por lo
Editorial, 1967. [T.] que más tarde se llamará la endocrinología. Freud lo tomó por otro
142 FREUD HASTA 1895 CRISIS DE LA MITAD DE LA VIDA 1•1:l

extremo, el del afecto, de la represión, de la angustia, de las fallas origen ansioso, más afirmó Fliess su carácter estrictamente anatornofi
en la descarga de la energía psíquica. La función catalítica se vio siológico. Cada uno de ellos decía al otro: cúrame ( proyectando sobre
cumplida cada vez más para Freud gracias a los estímulos recibidos él el tan deseado poder de curar) , y le ofrecía su parte enferma. Así
de Fliess. Los dos fragmentos siguientes ilustran la progresión: el pri- fue como después de su primer "congreso" ( 1890), en la estación de
mero es de 1890: "Aunque satisfecho -incluso, si usted quiere, fe- Berchtesgaden, Freud dio a Fliess el espectáculo de su fobia de los
liz-, me siento sin embargo muy aislado, científicamente entumecido, viajes ferroviarios (siderodromofobia), caracterizada por el miedo a
apático y resignado. Nuestra conversación, la buena opinión que usted llegar tarde y por ansiedad en el momento de la partida; aunque tal
parece tener de mí han vuelto a darme fe en mí mismo. La idea de angustia nunca impidió desplazarse a tan gran viajero. Pero, en 1895,
su confiada energía no ha dejado de impresionarme ... Desde hace fueron dos lugares muy diferentes del cuerpo, no sólo en cuanto a la
años estoy privado de toda enseñanza ... " (F, 1 de ago. de 1890, al realidad biológica sino aú~ más desde el punto de vista de la ana-
69, ing 60, fr 55). Y he aquí el segundo, cuatro años posterior: "Tu tomía fantaseada, lo que se exhiben mutuamente. El uno sufre de la
aprobación es para mí néctar y ambrosía" ( c. inédita del 14 de jul. cabeza, el otro del corazón. Las imágenes del cuerpo que trataron de
de 1894, cit. en J I, ing 327, fr 328). intercambiar no coincidían mucho más que sus concepciones de la
En lo imaginario de Freud, Fliess representó muchas cosas: un cura, cada vez más quimioterapéutica para uno, cada vez más fundada
"mentor" que lo precedía y lo guiaba en el desbrozo de la cien- en el análisis psíquico para el otro. Fliess sufrió en su cabeza de una
cia sexual; un testigo de sus reflexiones, siempre disponible y, además, resistencia inconsciente,. sobre la cual nada quiso escuchar. De lo que
"buen público"; un censor en cuanto al fondo, benevolente en cuanto Freud se quejó al sentirse alcanzado en el corazón fue, en realidad,
a la forma; un colega capaz de curarlo cuando está enfermo; un de su neurosis, y habría querido que Fliess lo ayudara a ir a ver el
gemelo, un doble idealizado. Cuando Freud advierta que Fliess estaba "r.orazón" de esa neurosis. De imágenes de sí y de posturas teóricas
lejos de responder a todos esos rasgos (¿quién, por lo demás, lo lo- t.m discordantes no podía nacer, a mediano plazo, sino una discordia.
graría?), una grieta irá abriéndose entre ellos. Hay un detalle que da Entre tanto, Fliess comenzó a llenar ese papel de amigo, de sostén, de
una idea de su complementariedad, mientras la misma duró. Hacia el confidente, de caja de resonancia, de amplificador que necesita todo
final de la primavera de 1895, Freud anunció que Martha acababa genio comprometido en un proceso de creación. No hay duda de que
de comenzar su sexta preñez. Cuatro semanas después, como a true- <-1descubrimiento del psicoanálisis no habría tenido lugar sin Fliess.
que, se enteró de que Ida Fliess, después de cuatro años de matrimonio, Por Jo mismo estimo injusta la actitud burlona respecto a Fliess que
se encontraba por primera vez encinta. Recibió la noticia con cierta manifiesta Jones todo a lo largo del capítulo que le consagra en su
ironía, puesto que Fliess aseguraba, por entonces, que estaba a punto biografía de Freud.
de resolver el problema de la contracepción ( cf. las cartas, en parte
inéditas, citadas in S 85-86).
Cada uno de los dos compadres esperó hallar en el otro el testigo La entrada de Freud en la crisis de la mitad de la vida
que le reconocería, según una expresión hecha célebre por Graham
Greene, "el poder y la gloria". Pero otro detalle hay que deja entrever Elliott Jaques ( 1965), apoyándose en las consideraciones de Melanie
una profunda diferencia . La correspondencia entre ambos, sobre todo Klein, distingue, fuera de la infancia, dos crisis importantes en la vida
la parte inédita que Schur pudo consultar, abunda en el relato recípro- de un ser humano. La crisis de la adolescencia, que prepara la entra-
co que sin cesar se hicieron de sus males físicos. Freud, como se dijo, da en la vida adulta, tendría lugar en torno a la posición esquizo-
estuvo muy perturbado por su sintomatología cardiaca y por la severa paranoide. En cambio, la crisis de la mitad de la vida, que marca la
prohibición de fumar expresada perentoriamente por Fliess (mien- entrada en la edad madura, consistiría en una reelaboración de la po-
tras que Breuer, menos buen amigo pero mejor médico, prefirió la sición depresiva. Esta segunda crisis sobreviene alrededor de la cua-
hipótesis de una miocarditis postinfecciosa, no la de una intoxicación rentena (J agues Ja estudia únicamente en sujetos masculinos), tanto
debida a la nicotina). En cambio, Fliess se quejó de jaquecas, y el en los individuos corrientes como en los creadores. Una estadística fun-
manuscrito I fue consagrado por Freud a ese tema para darle gusto. dada en una muestra de 310 escritores, pintores, escultores y músicos
Pero también en este caso el enfermo toleró mal el diagnóstico del le pennite situar en los treinta y siete años la edad media en la que
amigo: cuanto más dejó entender Freud que tales jaquecas eran de cambios importantes han tenido lugar en ellos: algunos, que nunca
144 FREUD HASTA 1895 ! l!l~IS DE LA MITAD DE LA VIDA
145

habían creado, se convierten súbitamente en creadores; y creadores 1111,


como dadora de una vida apta para reemplazar a la que huye. De
precoces conocen entonces un desecamiento, a veces una muerte pre- 1111modo más general, el hombre que durante su infancia interiorizó un
matura, como Mozart, Rafael, Chopin, Rimbaud, Purcell, Baudelaire. 111111'10
suficientemente bueno, puede, si atraviesa felizmente la crisis
\,Vatteau, quienes desaparecen entre los treinta y cinco y los treinta y de• la mitad de la vida, comenzar a realizar el duelo de su propia
nueve años; los más grandes continúan creando, pero cambian sus 11111Prlepor venir en lugar de sentirse perseguido por ella. Y por lo
fuentes de inspiración y su estilo. Es un hecho muy conocido que el 1111s1110
logra desarrollar mayores capacidades de valentía, de amor, de
clasicismo de la edad madura sucede al romanticismo de la juventud; c:11111prensióndel prójimo y de sublimación, mayor libertad de interac-
lo es menos la evolución de los métodos de trabajo. El ideal del crea- ' ion entre sus objetos internos y los del mundo exterior. Pero esta cri-
dor juvenil es producir al primer impulso y con empuje continuo: . i~ constituye un pasaje difícil del cual no todos salen bien librados,
ideal que responde estrechamente a la vida sexual de esa edad. La )' que Jaques compara con el descenso de Eneas a los infiernos.
creatividad es rápida, espontánea, brillante ,_febril. La inspiración del
artista o el científico maduros es más lenta; encuentra en su obra pla-
ceres menos sólitos, sin duda también más prolongados, más construi- Fn:ud comenzó su crisis de la mitad de la vida en 1895. Tenía treinta
dos. El primer tipo de creador pregona el desencadenamiento de las nueve años. Era consciente del descenso de su actividad sexual ( vol-
emociones y de las pasiones; el segundo , el dominio de las mismas. v1·1~sobre este punto, pp. 316-8). Esa disminución, fisiológicamente
Producir material basta al primero; al segundo, la forma de su obra 11111mal en el hombre alrededor de la cuarentena, se vio reforzada por
lo acapara tanto como el fondo, las correcciones y retoques lo ocupan 1:i :ones familiares. Su mujer, fatigada por embarazos sucesivos y por
y preocupan, el .producto bruto no es para él un fin, una meta, sino los cuidados que exigían cinco niños entre los ocho y los dos años,
el punto de partida de un trabajo de elaboración que generalmente ~1 rncontró, con sorpresa y desagrado, nuevamente encinta. La pareja
requiere años. lntnó una decisión: sería el último hijo. Freud comprobó la insufi-
Pero en esta crisis no se refleja solamente la disminución de la ener- c i1·ncia de las precauciones que tomaba como marido, por lo demás

gía sexual propia de la fase climatérica. Simultáneamente se modi- d1·sagradables y ansiógenas ( coitus reservatus, coitus interruptus). La
fica la actitud hacia la muerte, lo que provoca una nueva concepción ,·spcranza de que Fliess, gracias a sus investigaciones originales sobre
de la vida. La juventud no piensa en la muerte; por lo mismo es idea- los ciclos sexuales, pudiera hacer posible el placer resolviendo el pro-
lista y optimista, impaciente y revolucionaria: cree en la bondad de lilPma de la contracepción, lo fascinaba y contribuía a hace,rle sobres-
la naturaleza humana y en el carácter malo de la naturaleza o de la ¡ 11nar a su amigo. Freud, pues, se resignó con tanta más facilidad a
sociedad; escinde las pulsiones de vida, cuyo objeto interiorizado idea- Li restricción de sus actividades sexuales cuanto que la misma elimi-
liza, de las pulsiones de muerte , que proyecta. El hombre maduro se naba el desagrado de una retención voluntaria y los riesgos de fecun-
vuelve a la vez consciente de la inevitabilidad de su muerte y tole- didad. Por otra parte, su vida sexual con su mujer siempre fue muy
rante respecto a las manifestaciones del mal; reconoce la coexistencia ~atisfactoria, hecho que, unido a su gran rigor moral, no lo empujaba
en el hombre de fuerzas de amor y de destrucción, coexistencia que :t experienc ias extraconyugales. Su resignación es bastante serena, sin
se le aparece como la verdadera fuente de la miseria y el drama hu- dPmasiadas muestras de amargura, sin agresividad hacia los demás
manos. De ahí también su acceso a lo que Goldmann ( 1955) llamó la ni desvalorización de sí mismo, porque se interesa en la sexualidad de
"visión trágica del mundo", cuyos precursores encuentra este autor otra manera, de una manera científica. En efecto, los problemas neu-
en Racine y Pascal y su teórico en Hegel. De ahí, igualmente, cuando róticos de sus clientes fueron poco a poco apareciendo como produ-
tiene lugar esta crisis de entrada en la madurez, los riesgos de depre- cidos por mecanismos de defensa neuróticos contra los deseos sexuales
sión y el despliegue de defensas maniacas , obsesivas o hipocondriacas (buscaba el mecanismo específico de cada psiconeurosis, y la repre-
contra la angustia depresiva. L"a ilusión de eternidad del adolescente ' ión histérica constituía el prototipo) o como resultado de prácticas que
cede su sitio, en el hombre maduro, a la certidumQre de la muerte; desembocaban en una descarga sexual incompleta y en la transfonn:.1-
piensa en ella como en una experiencia personal que se perfila en el rión en angustia del exceso de libido ( neurosis actual). Debía intere-
horizonte de su vida, por primera vez percibe como limitado el por- sarse en la sexualidad si deseaba curarlos ( y no sólo calmarlos) . Y
venir y siente la urgencia de una realización de sí antes del término ¡)()día interesarse, pues en ese dominio llegó por sí solo a una tranqui-
ineluctable. En el creador, la obra creada es vivida- como pecho bue- lidad interior teñida de pesimismo constructivo, a una autopercepción
FREUD HASTA 1895 ,:,wrn, DE LA MITAD DE LA VIDA 147
146
suficiente como para escuchar en sí un eco atenuado de muchos de d!' su manera muy juvenil de trabajar: con entusiasmo, bajo el efec-
esos mecanismos y verificar su funcionamiento. to dr una inspiración, sin tomarse el tiempo y la pena de verificar
Simultáneamente, Freud comienza a preocuparse por la muerte , 1 0111p letamente (la cocaína) o de extraer las consecuencias que se
pensamiento inevitable en una edad en la cual uno se dice que ha 1111ponía n (la estructura elemental del sistema nervioso) o de pon er
entrado en la segunda mitad de su existencia. Tuvo por primera vez 11firirntemente en evidencia lo esencial (la afasia). Pensar y escribir
el pensamiento de su muerte personal en el momento de los síntomas 1•1:mpa ra él la misma cosa, pero la utilización que hacía de ese va-
cardiacos ligados a una miocarditis postinfecciosa o a una trombosis lioso don no llegaba lejos, pues una vez que ya había escrito lo que
coronaria benignas, que llegaron a su paroxismo en 1894. A partir de ¡wnsaba, dejaba de reflexionar en ello y emprendía otra cosa. Hasta
entonces le preocupó, sin llegar a obsesionarlo, el temor de morir an- ~s.1 fecha se había contentado con ese modo de producir . Era cons-
tes de haber podido educar a sus seis hijos ( él tendrá sesenta cuando ' i,·nte de poseer capacidades bastante excepcionales que permanecían
la hija que entonces estaba a punto de nacer cumpla veintiún años). 11l>emp leadas; había tenido , hasta entonces, todo el tiempo por de-
Freud tuvo siempre una actitud realista respecto de la muerte: es el li111tr:más adelante, encontraría . .. Y de pronto la perspectiva cam-
acontecimiento inevitable por excelencia, la necesidad, la ananké que L,i(1.Te rminaron sus años de aprendizaje. El tiempo ya no le parecía
es preciso admitir en tanto tal. Así reaccionó ante la desaparición de i111 IPfinido, lo interrumpía una línea de horizonte a la que a partir de
sus amigos cercanos, por ejemplo al morir Schonberg, el prom etido 1_11toncesse iría acercando cada vez más. Ha llegado el momento de
de Minna. Nunca tuvo la necesidad defensiva de creer en alguna cla- , 1l'ar, es entonces o nunca, y por lo tanto el momento de cambiar:
se de inmortalidad del alma. Sabía profundamente que, cuando lle- 111•stilo, sus referencias teóricas, la naturaleza misma del objeto es-
gara la hora, consentiría en desaparecer. Pero hasta entonces, como t 11diado. Le era necesario trabajar de manera diferente, descender en
era normal en un joven que sentía toda la vida por delante, se había 1 mismo hasta otro nivel, organizar paso a paso el material que así
abstenido de pensar en su propia muerte . La irrupción de un pensa- , 11rontrara , sentirlo, sistematizarlo, reaccionar ante el tratamiento a
miento semejante jamás ocurre sin suscitar grandes remociones inte- q 11 1•lo sometía y, al construirlo, reconstruirse.
riores y una revisión desgarradora de los proyectos y actitudes. r,levar a cabo semejante regresión creadora requiere de modo es-
Si en lo que atañe a la sexualidad Freud estaba listo para escuchar , 1"ria ! un apoyo identificatorio en un creador tomado como guía.
para imaginar y comprender cada vez mejor lo que sus pacientes le l >1·spués del fracaso de sµs identificaciones de juventud con Brücke ,
aportaban de manera cada vez más precisa desde que les propuso co- 1\1,·ynert , Breuer y Charcot, Freud volvió a una identific ación de su
mo consigna el método de las asociaciones libres, estaba lejos de una .,dolcscencia. El paralelo entre Goethe y él es asombr oso. Goethe
actitud semejante en cuanto a la muerte. La aceptaba pero no se la ( 171-9-1832) estudió derecho: Freud quiso estudiarlo, y si se decidió
representaba, y se disponía a dar una justificación teórica muy discu- por la medicina en el último momento, fue después de haber escu-
tible: el inconsciente no contendría representación de la muerte. Su 1'liado leer fragmentos del Ensayo sobre la naturaleza, atribuido a
autoanálisis constituyó un vasto y difícil trabajo de elaboración para l;nt'the. Además de su actividad literaria, Goethe cultivó intereses
reconocer, integrada a la sexualidad, una dimensión diferente que algo 1 iP11tífic os en variados dominios: óptica, botánica, geología , osteolo-
tiene que ver con la muerte, pero no pasó del descubrimiento edípi- gb, y efectuó descubrimientos que, aunque menores, tuvieron algún
co y le resultó suficiente para poner fin a su crisis de la mitad de la interés para su época; Helmholtz, uno de los mentores de Freud ,
vida. Tuvo que alcanzar la crisis siguiente , la de los sesenta años, 1111clió homenaje, por ejemplo, a la teoría de los colores de Goethe .
caracterizada por el sentimiento de la proximidad de la propia muer- \ hora bien, Freud, a la manera de Brücke, concibe lo que denomi-
te, antes de retomar ese trabajo de elaboración y llevarlo hasta el con- 11,1ráaparato psíquico por analogía con un aparato óptico ; lee con
cepto de pulsión de muerte. pl.1crr monografías botánicas;* comienza a representarse el inconsciente
En 1895 Freud ya había publicado mucho y adquirido una honesta , elino una superposición de capas geológicas de edad y organización
reputación como científico y como médico. Pero se trataba de artícu- d1forentes; en cuanto a la osteología, la identificación de Freud con
los de revistas o de enciclopedias, de capítulos de obras colectivas, de 1 :ol'the es patente en este punto, como se verá más adelante, con el
dos monografías ( sobre la cocaína y sobre la afasia) , y no de obras ,11eño"Cab eza de carnero" ( cf. p. 269), en el momento del descubrí-
en el sentido pleno del término. No porque le faltaran ideas. Los re-
sultados limitados a los que habb llegado hacia entonces dependían * Cf. p. 318 , al pie . [E.l
148
FREUD HASTA 1895 1'.HIRIS DE LA MITAD DE LA VIDA l•l!J

miento del complejo de Edipo. Una de las mujeres que Goethe amó l•.11N ápoles descubrió cierta visión trágica del hombre: "El napolr
fue Minna Herslief (traspuesta en Las afinidades electivas), cuyo t.1110vive entre el paraíso del mar y el infierno del Vesubio" (que
nombre lleva Minna Bernays, la cuñada que Freud aprecia cada vez , 11loncesestaba en erupción). Durante su segunda estadía en Roma
más. La familia Brentano, uno de cuyos miembros, Franz, profesor ,·11lrevióel equiliprio personal al que aspiraba y, a partir de ahí, sus
de filosofía, ha ejercido una influencia notable en Freud, fue vuelta 111,·ntesde inspiración cambiaron. Las halló en el ideal clásico, en la
ilustre por el gran poeta romántico Clemens y por su hermana Betti- 11,1·~edia griega, en el Renacimiento. Escribió entonces sus grandes
na, quien, aunque esposa del novelista Achim von Arnim. intercam- 11.1gedias, sus grandes dramas, sus grandes obras de poesía lírica o
bió con Goethe una correspondencia apasionada; una homónima, Ma- legiaca. Al redactar fragmentariamente su Viaje a Italia ( 1788-1789,
ximilienne, la joven y triste esposa del tendero viudo Brentano, fue 11113,1817, 1829), Goethe se mostró por completo consciente de la
puesta en escena en W erther. Llegado ya a la madurez, Goethe en - 11111tacióninterior que entonces se había operado. Efectuar un viaje
contró en una amistad muy íntima con Schiller, de 1794 a 1805, una , Italia, ir a Roma y a Nápoles, es desde hace tiempo un sueño de
renovación de su creatividad, señalada principalmente por Los años l;n·ud. Se fo hacen posponer la insuficiencia de sus recursos materia-
de aprendizaje de Wilhelm Meister: Fliess es convocado por Freud l, 1 y también sin duda el sentimiento de no estar aún lo bastante
en ese mismo lugar y para desempeñar el mismo papel. freud, como 111,1tlurocomo para cumplir allí, según el ejemplo de Goethe, su me-
Goethe -última semejanza con su modelo- murió a los ochenta y 1,tmorfosis. Pero ahora lo llevará a cabo. En Pascuas de 1895, un via-
tres años. Pero esas son vinculaciones menores. Goethe redactó por l'' relámpago de Freud a Abbazia, en Istria (por entonces austriaca)
fragmentos la autobiografía de su infancia y su juventud: Dichtung 1, permite reencontrar los muy agradables recuerdos de su residencia
und Wahrheit (Poesía y verdad). Los personajes de sus obras que allí e mno estudiante en Trieste. Se decide: ese verano, por primera vez,

evoca son hasta tal punto él mismo, que continuamente logra pasc1r 11.la Italia. En julio pasa, en familia, sus vacaciones en Bellevue, en
de la verdad de su biografía a la poesía de sus creaciones. La verdad 1111a eminencia boscosa que domina Viena, y tiene allí el sueño de "La

de su vida, por cierto, sufrió en esa obra adaptaciones necesarias para 1uyccción a Irma". En agosto parte con su joven hermano Alexandre

dar al recuerdo de esa vida la misma forma perfecta que otorgó a sus ( C:octhe siempre viajaba con un compañero) hacia Venecia. Se pro-
creaciones literarias. A diferencia de San Agustín o de J.-J.Rousseau, d ucc la "embriaguez" de la que da testimonio una corta misiva a
a Goethe no lo animaron fundamentalmente ni humildad ni orgullo Martha ( C, c. a Martha del 27 de ago. de 1895). Fliess le ha desea-
ni deseo de exhibirse o presentarse como ejemplar. Su objetivo es mos- do que encuentre en el Lido un cráneo capaz de iluminarlo: se sabe,
trar a los demás y a sí mismo la Bildung, la formación interior de su 1•11 efecto, que Goethe descubrió su teoría de las vértebras craneanas

ser: primero, según la palabra de Aristóteles que le gusta citar, su ,c·cogiendo en esa playa los restos de un cráneo de carnero. En sep-
"entelequia", luego sus diversas metamorfosis. Ese aspecto de Goethe 1wmbre, siempre con Alexandre, regresa por Berlín para visitar a
no ha desempeñado hasta aquí ningún papel en Freud, pero le servi- Fliess y sufrir de su mano una nueva operación nasal. En el viaje de
rá de modelo identificatorio al desarrollar su autoanálisis. Más tarde, 1l'lorno a Viena, Freud comienza a redactar el Esbozo de una psico-
signo de la constancia de su interés por este texto, Freud le consagrará lugía científica (1950a bis).
87
un estudio: Un recuerdo de infancia en "Poesía y verdad" ( 1917 b) . Proust, al describir en A la búsqueda del tiempo perdido los co-
Mientras tanto, otro punto de referencia goetheano funciona ple- 111icnzosdel novelista Bergotte, se esfuerza por circunscribir, por cap-
namente en Freud a mediados de 1895. Como cualquier buen alum - 1.1r el momento en que éste, dice, "ha despegado". Esa expresión
no alemán, Freud conoce el viraje esencial que el viaje a Italia sig- proustiana se aplica perfectamente a Freud, contemporáneo y admi-
nificó en la vida de Goethe. Hasta los treinta y siete años Goethe rador de ese Anatole France que fue uno de los modelos de Proust
publicó obras románticas donde domina la emoción, con frecuencia ,. ra r-umponer el personaje de Bergotte. Freud, en ese triple viaje a
bastante breves, siempre bastante fáciles: media docena de obras de BeUevue, Venecia y Berlín, se dispone a "despegar".
teatro, como Goetz von Berlichingen, y una novela, W erther, que le
valió la celebridad; ya ha comenzado el primer Fausto. Luego, de
1786 a 1788, residió en Roma, en Nápoles y nuevamente en Roma. Todo esto ya desborda sobre el próximo capítulo. Pero antes deten-
gámonos un instante. Hemos hecho el inventario de las ideas, de los
37 La traducción francesa publicada dice, no sé por qué, "Ficción y verdad"' personajes, de los acontecimientos, de las situaciones y de las referen-
150 FREUD HASTA 1895

cias que constituyen en el hombre Freud, en 1895, los puntos de


11, EL DESCUBRIMIENTO DEL SENTIDO DE LOS SUE~OS
referencia esenciales para la comprensión de lo que seguirá. El deco-
rado está listo, y en su lugar los actores, el apuntador, los tramoyistas.
El telón se levanta para un argumento que se n;presentará en la
escena interior de ese hombre. Esta pieza se parece mucho a aquello
a lo que el Nuevo Teatro nos ha acostumbrado después: cada repre-
sentación será teatro improvisado; el decorado sacará sus extraños
Crees verdaderamente que un día habrá en la casa una
elementos de los sueños nocturnos; la iluminación se dirigirá sobre placa de mármol en la que pueda leerse:
todo hacia los accesorios, los comparsas, y dejará en la sombra lo
esencial; los ensayos y el trabajo del director se desarrollarán abierta - AQUÍ, EL 24 DE JULIO DE 1895,
mente frente al público, hasta que éste comprenda que tales ensayos SE REVELÓ AL DR. SIGMUND
FREUD EL MISTERIO DEL SUEÑO
y trabajo son precisamente la pieza que ha ido a vert personajes
en busca de autor atravesarán esas sesiones de improvisación dirigida;
bandas sonoras e imágenes proyectadas aparecerán sobreimpresas; tod o Carta a Fliess, 12 de junio de 1900 (al 344, ing 322,
se interrumpirá por momentos, e invadirán el proscenio letreros con fr 285).
inscr_ipciones de doble sentido; el escenario, figuración del inconscien -
te, gracias a esos juegos de espejos ofrecerá a veces la ilusión de di- ';JTU ACIÓN INTELECTUAL DE FREUD EN JULIO DE 1895
ferentes niveles de profundidad y a veces la oportunidad de llevar a
cabo acciones simultáneas en regiones diferentes. Un teatro semejante l•:11 esa fecha, gracias a la influencia indirecta de Herbart, Freud es-
no llegó a ser posible sino después de que el psicoanálisis fue cono - 11,ha en posesión parcial del punto de vista dinámico ( él y Breuer ha-
cido: no hay nada asombroso en que su descubrimiento parezca re- 1,I.,han gustosamente de "conflictos psíquicos"), y, gracias a la in-
troactivamente haber constituido el prototipo de ese teatro. 1ltwncia directa de la escuela de Helmholtz, en posesión más o menos
, .,111pl eta del punto de vista económico. Ya ha forjado la hipótesis de
En el decurso de esa partida que se jugará con él, en él y contra
él, desde julio de 1895 hasta octubre de 1900, Freud no se apropiará 1111aenergía propia de la vida psíquica y, para citar a Du Bois Rey-
tanto de un método para el tratamiento de las neurosis como se ini- 111ond , "igual en dignidad a las fuerzas fisicoquímicas inherentes a la
ciará en un movimiento creador en el campo del funcionamiento 111at cria"; la ha designado con el término de libido y ha elaborado la
psíquico individual. Hasta su muerte, sirviéndose de ese mismo movi- l11p6tesis de que si la misma no es descargada se trasforma en angus-
miento, sabrá jugar otras partidas y proseguir continuamente con sus 11.1 . Ya hemos visto (cf. el cuadro 1, p. 108), las principales nociones
descubrimientos. Pero experimentará menos el deseo o la necesidad r·bboradas por Freud en esa perspectiva económica ( observemos sin
l'I 11b a rgo que sólo mucho más tarde utilizará las denominaciones: "di-
de comunicar por escrito al lector, a sus corresponsales, tantos deta-
lles personales, tantos flashes sobre lo que entonces actuaba entre la 11:1" 1nica", "económica", "tópica"): un "traumatismo" psíquico produ-
1 , . un "espanto" que se torna patógeno y así permanece si no es des-
corteza y el núcleo de su subjetividad. Las innumerables conversacio-
nes con los más amados o estimados de sus primeros discípulos ocu- e 1rgado en una "abreacción" ( descarga del "afecto" que produce un
1 l1·cto "catártico") ; el organismo , en efecto, está regido por un prin-
pará.1. ese lugar en gran medida. Al autoanálisis sucederá el interaná-
lisis, proceso que algunos psicoanalistas especialistas en métodos de ' 11Ho de "constancia" que apunta a mantener constante la "suma de
grupos recientemente enunciaron como esencial en su dominio (cf. r·xcitaciones" o "cuota de afecto"; para ello, el funcionamiento nor-
111a l del organismo consiste en "ligar" la "energía" a determinadas
R. Kaes, D. Anzieu y col., 1975). Sigamos ahora a Freud, escena por 't 1,·gas".
escena, en esta obra dramática en cinco actos y en la cual será a ve-
ces el director, a veces el público, a veces el corifeo y, por momentos, Las influencias de Darwin y de Haeckel le volvieron familiares las
todos los protagonistas a la vez. 11ociones de filogenia y ontogenia en el dominio biológico; pero no ha
visto aún su especificidad en psicología. Le queda por descubrir el
punto de vista tópico, en el cual no tiene precursor alguno y que prin-
1·1palmente extraerá --es una de mis tesis- de la materia misma de
~11s sueños. Respecto de otras dos corrientes de pensamiento que asi-

[151]
152 DESCUBRIMIENTO DEL SENTIDO. DE LOS SUEÑOS ! l'l iA<a<JN INTELECTUAL DE FREUD EN JULIO DE 1895 153

mismo seguía, Freud se quedó a mitad de camino: concibe lo que 1dlwrfa en parte a la creencia científica según la cual la degeneración
pronto llamará aparato psíquico según el modelo del sistema neuro- (d' la noción de "familia neurópata" de Charcot) y el estado hip-
lógico que la anatomofisiología le ha hecho entrever, pero siempre bus- 111,idc-(Breuer) constituyen el fondo orgánico inmutable de la histe-
ca una correspondencia exacta, término a término, entre los dos siste- 1111, si bien ya comenzaba a poner en entredicho esas nociones.
mas; ve la neurosis adulta anudarse antes de la pubertad -no en En lo que concierne a la terapéutica, abandonó progresivamente la
la primera infancia-, a partir de emociones sexuales catastróficas para l11¡,11osis y la concentración mental, pero no instauró aún definitiva-
el interesado, pero cree que tales emociones siempre son causadas por 1111·11te el método de las asociaciones libres; identificó la censura, la re-
personas mayores, generalmente los padres. Igual sucede respecto de ¡ .ll'nria y la trasferencia, pero tenía de esta última una idea vaga y
la clínica: sabe diferenciar, no sólo por medio de sus síntomas, sino ''" n-conoció el papel operatorio de la contratrasferencia. Hablaba de
1
por algunos de sus mecanismos psíquicos, en primer lugar "psiconeu- ':111ú.lisis",de "análisis psíquico", de "análisis psicológico", pero no
rosis de defensa" ( expresión que forja él y que incluye histeria, fobia lodavía de "psicoanálisis". No obstante había aprendido ( con Char-
y "neurosis obsesiva", denominación esta última que también le per- 1111) que la "elaboración psíquica" del traumatismo patógeno y ( con
tenece) , en segundo lugar las neurosis actuales ( a las que vincula la llrrucr) su "descarga catártica" eran necesarias para la cura de las
neurastenia y donde la "neurosis de angustia" -también es autor de ¡i~1coneurosis. El cuadro 2 da una visión de conjunto de las princi-
esta designación- ocupa un lugar particular), y en tercer lugar las pales nociones teóricas a la disposición de Freud en 1895: sobre unas
afecciones del orden de la psicosis ( como la melancolía y la paranoia: ,1·scnta nociones, conservará definitivamente más de veinte; otras vein-
la distinción entre neurosis y psicosis era corriente en la psiquiatría lt• constituyen esbozos de nociones psicoanalíticas futuras; diez serán
germánica a fines del siglo XIX). La etiología sexual de muchos de ,:mnpletamente abandonadas; otras diez corresponden a términos psi-
esos trastornos se precisa cada vez más para él: pensó que se trataba, 1:ológicos o psiquiátricos corrientes en la época y casi siempre actua-
en la histeria, de escenas de seducción sexual real ejercida por adul- 1,·s.De esas 65 nociones, más de la mitad ( 35) fueron inventadas por
tos sobre un sujeto púber, y, en las neurosis actuales, de abstinencia Fn•ud, y de éstas subsistirán alrededor de 30. Las otras nociones per-
sexual o de frustraciones ligadas al empleo de técnicas anticoncepti- durables las debía Freud un poco a Charcot y mucho a Breuer, aun-
vas. Aún le quedaba por comprender lo que había detrás de todos esos q11cseleccionó bastante el material de sus aportes.
síntomas y esos mecanismos, a saber: la organización del deseo y de Si bien el campo de la psicopatología le había llegado a ser cada
la prohibición en la fantasía, y hacer de ello el núcleo de toda enfer- vl'z más conocido, Freud ignoraba en qué medida ese campo cubre
medad propiamente psíquica. Para él tanto como para Breuer, la fan- ( si lo cubre, pero de eso tenía el presentimiento) el de la psicología
tasía todavía no era más que el ensueño diurno consciente, aunque normal y general; para averiguarlo necesitaba encontrar un fenómeno
Freud haya comprendido la existencia de una fantasía de embarazo psíquico intermediario entre los dos dominios y que permitiera apre-
en Anna O ... Pensó encontrar mecanismos de defensa diferentes para hender cómo un individuo podía pasar del estado normal al pato-
cada trastorno: conversión y simbolización en la histeria ( en este pun- ~m '
to particular, comprendió la equivalencia del síntoma y del símbolo), Ahora bien, atraía cada vez más su atención un fenómeno que pa-
desplazamiento, sustitución y autoacusación en las obsesi9nes, proyec- recía llenar muy bien esa condición: el sueño, fenómeno normal pues
ción en la paranoia, y ya había descubierto lo que tienen en común todo el mundo tiene al menos uno casi todas las noches, y fenómeno
todos esos mecanismos de defensa: la represión, con su resultado, o patológico pues el sueño es una alucinación breve.
sea la constitución fuera de la consciencia de "grupos de ideas" a los
que denominó "complejos" o "representaciones inconscientes patóge-
nas", y con su correlato, al que aún no llamaba retorno de lo repri- CUADRO 2. Lista alfabética de las principales nociones
mido sino solamente "retorno del recuerdo". Tuvo igualmente la in- utilizadas por Freud en 1895
tuición de una "huida a la psicosis", anticipación de la noción futura
de "huida a la enfermedad", y un presentimiento todavía oscuro de Abreacci6n (Breuer y Fr.). Aislamiento (noción descrita, no for-
Abstinencia sexual ( como causa de mulada) (Fr.).
la negación, el aislamiento y la escisión. También adivinó que las lla- trastornos psíquicos) (Fr.). Análisis (Fr.).
madas, por Charcot, "zonas histerógenas" a causa de su carácter do- Afecto ( término de la psicología ale- Angustia ( término corriente).
loroso, eran en realidad lugares de excitación sexual. Pero aún se mana retomado por Breuer y Fr.). Autohipnosis ( Breuer).
DESCUBRIMIENTO DEL SENTIDO DE LOS SUEÑOS
,
1N l'l-:RES DE FREUD
-
POR EL SUENO 155
154
Neurosis mixta (Fr.). 11 "Segú n el cuaderno personal de notas sobre sueños que he com-
Catártico (método) (Breuer y Fr.).
Carga (Fr.). Neurosis obsesiva (Fr.). ¡11wsto a partir de mi experiencia, ello indica un viaje." El 31 de
Censura (Fr.). Paranoia ( término de la psiquiatría d111cmbre, nuevo sueño de viaje. En otra ocasión, soñó que soñaba.
Complejo ( en sentido prepsicoanalíti- alemana) . F,I :n de enero de 1886, narró un sueño de angustia: "Anoche soñé
co) (Breuer y Fr.). Posterior, posterioridad ( noción des- 1¡111·luchaba con alguien para salvarte y tuve el sentimiento desagra-
Conflicto psíquico (Fr.). crita pero aún no formulada por
,1 dile de estar paralizado en el momento en que quería dar un golpe.
Consciencia del yo ( Breuer y Fr.). Fr.).
Conversión (Fr.). Principio de constancia (Fr.). l'l'11goa menudo este sueño, que ha reemplazado a aquel en que aún
Conversión (histeria de) (Fr.). Proyección (Fr.). d,:bía pasar mi examen de doctor, prueba que me atormentó durante
Cuota de afecto (Fr.). Psiconeurosis de defensa (Fr.). iÍios."
Defensa (Fr.). Psicosis (término de la psiquiatría Más adelante retuvieron la atención de Freud · los sueños de sus en-
Defensa (histeria de) (Fr.). alemana).
Desplazamiento (Fr.). Regresión (noción descrita en estado lnrnos. Sus pacientes neuróticos, cuando renunció a emplear con ellos
Elaboración psíquica ( Charcot). de esbozo, no aún formulada) 1, rnacción y la sugestión, dejándolos expresarse libremente, espontá-
Embarazo (fantasía de) (noción es- (Fr.). 1wamente comenzaron a contar sus sueños. Freud tuvo la impresión
bozada) (Fr .) . Representación incons ciente patógena 1l1•que algo querían decir, y empezó a anotarlos. Én la primavera de
Energía libre, ligada ( noción descri- (Breuer y Fr.).
ta, no formulada) ( Breuer).
111')1anunció a Breuer que había aprendido a intl!rpretarlos, o sea, sin
Represión (Fr.).
Escisión de la consciencia, disociación d11da, que pedía a sus pacientes asociaciones libres sobre sus propios
Resistencia (Fr.).
del psiquismo (Breuer y Fr.). Retención ( histeria de) (Fr.). 111·110s,pero no que hubiera descubierto la interpretación de sus sen-
Familia neurópata ( Charcot). Retorno del recuerdo (reprimid o) 111 los. Como en cada uno de sus grandes descubrimientos, Freud fue
Fantasías ( en el sentido de ensueños (Fr.). ¡•111adoinconscientemente por un recuerdo de lectura. Como ya se dijo,
diurnos) (Breuer y Fr.). Seducción ( como causa de trastornos 1 :nl'singe r, cuyos trabajos conoce, en un libro sobre patología y tera-
Fijación ( en el sentido prepsi,oanalí- psíquicos) (Fr.).
tico) (Fr.) . Simbolización (histérica) (Fr.).
¡,1.1publicado en 1871, había descrito los sueños y las psicosis como
Fobia (término corriente). Símbolo mnésico del traumatismo ( el , 11111plimientos de un deseo. Meynert observó el mismo mecanismo en
Formación sustitutiva (Fr.). síntoma como) (Fr.). 1, afectión que denominó amentia (psicosis alucinatoria aguda). Los
Hipnoide (estado) (Moehius y Sobredeterminación (Fr.). lll'd1os impusieron a Freud la misma hipótesis. En enero de 1895, en-
Breuer).
Hipocondría ( término corriente)
Subconsciente ( término corriente). "'º a Fliess un manuscrito sobre la paranoia (F, ms. H, al 118-124,
Sugestión (término corriente). 111¡.; 109-115, fr 98-102) donde la hipótesis de marras se hallaba implí-
Huella mnésica ( término corriente de
Suma (S. Exner y Fr.).
psicofisiología) .
Suma de excitación (Fr.).
1ita en lo que concierne a las alucinaciones. El 14 de marzo, le refirió
Huida a la psicosis (Fr.). 1111 sueño evidente: "Rudi Kaufmann, el muy inteligente sobrino de
Susto (Breuer y Fr.).
Inervación (Fr.). ll11·uery médico como él, gusta de levantarse tarde y se hace desper-
Libido (Fr.). Trasferencia (Fr.).
Negación (noción esbozada) (Fr.). Traumática (histeria) ( Charcot). t¡11, muy a disgusto, por una mucama. Cierta mañana, como él no
Neurastenia (Beard, redefinida por Traumatismo (psíquico) (Breuer y , ..~pondía, ella golpeó por segunda vez y llamó: 'Señor Rudi'. Enton-
Fr .). Fr.). 11·s nuestro durmiente se imaginó estar acostado en el hospital, con
Neurosis de angustia (Fr.). Zona hister6gena ( Charcot y Fr.).
1111letrero en la cabecera que llevaba su nombre: 'Rudolph Kauf-
111.111n'.Se dijo entonces: 'Puesto que Rudolph Kaufmann ya está en
11 hospital, no tengo necesidad de ir'. Y volvió a dormirse ... " (F, 4
Interés de Freud por el sueño el,· mar. de 1895, al 124-125, ing 115, fr 103; cf. el sueño de Pepi,
/'d 130, ID 125, IR 115-116).
El interés de Freud por sus propios sueños era antiguo. Jones . (J I,
No obstante, Freud necesitaba una verificación y sólo podía hallar-
cap. XVI), que tuvo acceso a la correspondencia inédita con Martha,
la en sí mismo. Estaba habituado a este procedimiento: ¿no experi-
ha aportado varias pruebas sobre ello. El 30 de junio de 1882, quince
11wntóasí los efectos de la cocaína? Más recientemente, había obser-
días después de su compromiso, Freud escribió a su novia: "Nunca
v,1do en sí un trastorno de la sensibilidad en lo alto del muslo ( 1895e).
sueño con las cosas que me ocuparon durante el día; sólo con temas
Además, en 1894 o a comienzos de 1895, redactó la siguiente nota
apenas rozados una vez en toda la jornada y que se disiparon de inme-
,dativa al caso de Frau Emmy von N ... , para Estudios sobre la his-
diato." El 19 de julio de 1883, le contó un agradable sueño de paisa-
DESCUBRIMIENTO DEL SENTIDO DE LOS SUEÑOS
IN 'I U (Í-:S DE F REUD POR EL SUEÑO 157
156

teria ( 1895d, GW, I 122n., SE II 69n., fr 53n.) : "Durante varias cg1111el cual las facultades psicológicas funcionan a veces en esta do
semanas estuve obligado a reemplazar mi lecho habitual por otro más cuyo mejor ejemplo sería la inteligencia, a veces en estado debi-
11(1hl1•,
duro, en el que debía soñar más o de manera más activa o quizá sin 111
1,do, una de cuyas manifestaciones constituye el sueño, prejuicio
alcanzar el mismo sueño profundo. Durante el cuarto de hora que ,¡111•con variant es será retomado por Bergsbn y Pierre Janet, mientras
seguía a mi despertar, recordaba todos los sueños de la noche y me .-¡1wFreu d efectuará en ese punto una especie de revolución coperni-
tomaba el trabajo de anotarlos y de intentar explicarlos. Logré redu- 1'111111al mostrar que no se trata de dos niveles de una misma función ,
cir esos sueños a dos factores: J ) la necesidad de elaborar las repre- i1111de dos organizaciones diferentes de pensamiento. 1
sentaciones sobre las que sólo había echado un vistazo durante la jor- Cuan do Fr eud se inclinó sobre sus propios sueños, sus referencias
nada y que no habían sido liquidadas; 2) la compulsión a vincular n 1:iban en otra parte: ya no eran las refer encias intelectualistas o
en un conjunto cosas presentes en un momento dado en cierto estado piritua listas de la psicología de su época; en él actuó la referencia
de la consciencia. Era preciso atribuir a la acción soberana de este 1,,111(mtica.En el capítulo precedente he recordado el interés que des-
último factor las contradicciones y el absurdo de los sueños." ¡u-rtaron en los románticos el magnetismo y el desdoblamiento de la
Freud quizá estuvo alentado por el ejemplo de numerosos autores, I" rsonalidad . El interés por el sueño tenía el mismo sentido: era otro
a· la sazón bastante conocidos, que recogieron la observación de sus 1111 dio de entrar en contacto con el mundo del alma. No por azar
propios sueños en sus obras sobre los sueños: Scherner ( 1861), Volkelt \l lwrt Béguin tituló a su estudio sobre ese movimiento literario: L'ame
(1875), Hildebrandt (1875), todos ellos de lengua alemana; en cuan- 0111antiq ue et le réve (El alma romántica y el sueño, 1937) . Sin em-
to a Francia: Maury U861), Delboeuf ( 1885), Hervey de Saint-De- li:1rgo, a partir de 1850, el estudio científico de los sueños no comenzó
nis ( 1867) y Simon ( 1888). Freud no podía no estar al corriente de la i110como ruptura con la explota ción literaria y mística que de ellos
existencia de esa literatura, pero es evidente que en 1895 no había haría el romanticismo (cf. E 303-311 ) . Volkelt (1875) señaló qu e
leído tales obras: lo hará en 1898 y 1899, para redactar el capítulo Ir ¡os de ser producto de la evasión del alma fuera del cuerpo , el sueño,
primero, histórico-crítico, de Die Traumdeutung . Incluso se quejó de ¡,or el contrario , era un testimonio de la mayor depend encia en que ,
no lograr conseguir la obra (por la simple razón de que apareció en il dorm ir, se encuentra el espíritu respecto del organismo. Strümpell
forma anónima) del marqués Hervey de Saint-Denis, famoso por ha- ( 1874) aportó a varias pregu.ntas tradicionales sobre el sueño respues-
berse mostrado, en esa ocasión, elocuente sobre su propia vida amoro- 1.,s nuevas que hoy para nosotros son evidencias. He aquí algunos
sa. Incluso fue porque Freud no había leído nada de sus predecesores , jl'mplos, Cuando soñamos, a diferencia de lo que ocurre durante la
por lo que pudo seguir más fácilmente su propio camino y descu- , 1gilia, somos incapaces de situar en nuestro pasado o nuestro pre-
brir la interpretación psicoanalítica de los sueños. ,rnte lo que nos pasa por la mente; de ahí la tendencia a buscar en
El sueño suscitó considerable interés en los psicólogos de la segunda In~ sueños una significación referida al futuro. ¿ Por qué el soñador
mitad del siglo xrx (por lo mismo Freud se sintió autorizado a incur- c•n·e en la realidad de su sueño? Construye un "espacio del sueño'.'
sionar por ese camino) , pero sólo se obtuvieron resultados mediocres, e n el que despliega sus sensaciones y recuerdos y tiene entonces la sen-
como lo mostrará el inventario que figura en el comienzo de su libro .1rión de una percepción real porque, dormido , no distingue entre la
y cuyo detallado resumen pr esentaré más adelante (vol. 2 ) . Para tener n·alida d objetiva y la realidad subjetiva .
las cosas claras leí el libro de Maury, Le sommeil et les réves, y tres La relación entre el sueño y el cuerpo fue desarrollad a en dos direc-
aspectos me llamaron la at ención: la pobreza de la mayoría de los c iones: utilización por el sueño de las sensaciones de origen orgánico
sueños de Maury por oposición a la· riqueza habitual de los de Freud
(Maury, al preocuparse por vincularlos a pequeños detalles de su vida 1 Los sueños patológicos "no sólo desnudan nuestros v1c1os, nu estros pens a-
cotidiana, contribuye a que sus sueños sean mezquinos, mientras que lllientos ocultos [... ] sino que producen una exaltación de incl inaci on es muy
la búsqueda de Freud de su propio deseo a través de sus sueños, lllOderadas en el estado de vigilia" (Maury, 1861, p . 28 ). En sueños, el
produce sueños en los cuales el deseo habla) ; los prejuicios moraliza- hombre "se convierte en juguete de todas las pasiones contra las qu e, en la
vigilia, la conciencia, el sentimiento del honor y el temor nos defi enden "
dores de Maury, que lo llevaron a sostener que el sueño realiza los (ibid.). El lector pu ede comparar lo que dice Maury del sueño de su padre
instintos más bajos (violación, incesto , asesinato) sólo en los locos o muer to ( p . 61 ) con los análisis que da Freud de sus sueños : "Se ruega cerrar
en amenazados por la locura, en contraste con la muy grande libertad los ojos/ un ojo" y "Mi padre sobre su le¡;ho de mu ert e, como Garibald i" ,
de espíritu de Freud ; por último , otro prejuicio , int electual esta vez, rc•lativos a l du elo por su p adre .
158 DESCUBRIMIENTO DEL SENTIDO DE LOS SUEÑOS 1N 11•RÉS DE FREUD POR EL SUEÑO 159

( de ahí el método de Maury, que consistía en que un asistente, mien- ,_11;uJcrnos que correspondían a las producciones oníricas de 946 noches
tras él dormía, provocara un ruido o esparciera un perfume, etc., a ) donde el relato del sueño es a veces completado con un dibujo. El
fin de ver luego lo que hizo el sueño con ese estímulo) ; interpretación ,ol,¡c ·tivo que el autor perseguía era llegar a un dominio completo de
de las imágenes del sueño ·como figuraciones del estado psíquico del 11
~ sueños: sueño de la omnipotencia sobre los sueños, perfecto meca-
soíiador, de su cuerpo propio y los principales órganos de éste ( de ahí 111
~1110obsesivo de defensa contra el surgimiento del deseo. El autor
la hipótesis de Scherner: la luminosidad o la oscuridad en un sueño í_l,·snibi6 las cuatro etapas por las que pasó: primero, llegó, mientras
C'stá en relación con el grado de claridad o de imprecisión de los pen- d111111ía, a ser consciente de que soñaba; luego, fue capaz de desper-
samientos y sentimientos; la casa constituye el símbolo fundamental en 1 11w cuando un sueño era interesante, a fin de anotarlo; después pudo,
esos sueños, representa al cuerpo total: las habitaciones de aquélla 111dejar de soñar, concentrarse en las partes del sueño que deseaba
corresponden a las partes de éste; los órganos sexuales masculinos y 111 of undizar; por último, logró dirigir sus sueños en la dirección desea-
femeninos poseen su propia simbólica). Así como el libro de Maury, ,!,,, hasta ciertos límites. Por ejemplo, deseoso de soñar su propia
reeditado sin cesar, conoció un gran éxito y suscitó una corriente de 1111wrte, dirigió su sueño de modo que debiera subir a una torre para
investigaciones experimentales sobre el sueño, el de Schemer siguió sien- 1,1111 • allí arrojarse; pero en ese momento su sueño dio una voltereta:
do desconocido hasta que Freud lo convirtió -a justo título- en el , 1 c•staba abajo, mezclado a la multitud que miraba cómo alguien caía
precursor de su teoría del simbolismo de los sueños: 2 obra, a la vez, olndC' lo alto de la torre.
demasiado avanzada para su época por sus resultados y demasiado atra- El método de Hervey de Saint-Denis fue practicado por el novelista
sada por la oscura metafísica romántica con que los envuelve ( el 111 glf.s R. L. Stevenson, quien se servía de los personajes de sus obras
sueño, decía, habla al alma "como el amante a su bienamada") . , 111110 si fueran "negros", y los hacía colaborar en la redacción de sus
Para que un fenómeno llegue a ser un objeto de conocimiento, la vl11.1s; en un sueño febril posterior a una hemorragia encontró el argu-
condición es que exista un método para estudiarlo. El establecimiento 1i1, ·11tode El doctor Jekyll y el señor Hyde. Ese método inspiró tam-
de un método de estudio de los sueños propios fue un aporte de la l,i,·11otras novelas: De Nachtbruid (La esposa de la noche), del poeta
segunda mitad del siglo XIX: los franceses Maury y Hervey de Saint- psiquiatra holandés F. van Eeden ( 1909), que narra sus encuentros
Denis desempeñaron un papel decisiv~. Mostraron que gracias al lt11anteel sueño con personajes-demonio; Peter lbbetson, del novelista
entrenamiento era posible llegar a observar y a retener un sueño en 11,,,tc·americano George du Maurier ( 1891), en la cual dos enamora-
cualquier momento que se produjera, que incluso era posible llegar a ,lu, separados se arreglan para encontra~e cada noche en sus sueños
despertarse para anotarlo, que al dormir era necesario tener perma- , '111de explorar juntos su infancia, sus ancestros y los siglos prece-
olc nlrs.
nentemente papel al alcance de la mano para poder redactarlo, que
se pueden provocar ciertos sueños o bien intencionalmente (Hervey de I .os análisis de Hervey de Saint-Denis anticiparon a menudo los de
Saint-Denis) o bien gracias a un estímulo desencadenado por una 1 11·11d ( quien, como se recordará, no llegó a leer esta obra y sólo la
tercera persona (Maury) .8 El marqués Hervey de Saint-Denis (1823- , 1111oci6a través de reseñas): hay, en los sueños, reproducción de
1892) era profesor de chino en el Colegio de Francia, en París. Su ', l1rhés-recuerdo" que se habían creído olvidados, prosecución del tra-
libro, Les réves et les moyens de les diriger, publicado en forma anó- 1,,,¡o de la imaginación creadora hasta resolver ciertos problemas y,
nima en 1867, fue íntegramente consagrado a sus propios sueños, sis- ¡i<•1 último, fenómenos de "abstracción" y de "sobreimposición" aná-
temáticamente consignados por él desde la edad de trece años en 22 l11 gos a los que Freud llamó luego desplazamiento y condensación.
,•¡.;ún F. W. Hildebrandt (1876), autor alemán, el sueño puede cum-
2 No fue en la psicología sino en la estética
plir cuatro funciones: reconfortarnos con la belleza de sus imágenes,
donde las consideraciones de
Scherner ejercieron una influencia inmediata: los Vischer relacionaron la sim- 1,lvcrtimos acerca de nuestras inclinaciones inmorales, que en ellos se
1
bólica corporal de los sueños con la simbólica arquitectónica antigua en Egipto 11 ilizan en una forma aumentada, atraer claramente nuestra atención
y la India, y mostraron que en ambos sitios el templo era concebido como una ubre cosas que sólo habíamos percibido oscuramente en la vigilia ,
representación del cuerpo. 11IVC'rtimos sobre ciertas enfermedades orgánicas en su comienzo. Otro
3 Maury y Hervey de Saint-Denis fueron reivindicados más tarde por los lrrnán, W. Robert ( 1886), de quien tomará Freud la expresión "tra-
surrealistas como precursores de la entrada del sueño en la creación literaria.
1_,;')o del sueño", mostró que ese trabajo tiene como objetivo eliminar
S. Alexandrian (1974) los estudia al comienzo de su obra consagrada a los
surrealistas y el sueño . ti, nuestra mente las imágenes que le estorban. De tal manera, el
160 DESCUBRIMIENTO DEL SENTIDO DE LOS SUEÑOS i 1 ,!lllgÑo DE LA "INYECCIÓN A IRMA" 161

problema del sueño, a fines del siglo xrx, se encuentra a la orden del H l,11ar cuestiones científicas concernientes al sueño, a la psicología
día en las investigaciones psicológicas, médicas y literarias. Sin nece- 11111111al y a la neurosis, supera su espera precónsciente y arroja luz
sidad de proceder a una recensión de los trabajos, Freud no pudo dejar t'. c-1propio Freud. Así, pasó en revista todos los sectores de su
,111
de saber que esta cuestión había adquirido un importante desarrollo y , 1111 y retomó un gran número de los personajes, acontecimientos, si-
que era posible observar científicamente los sueños propios. Pero al l 111nones e ideas que aquí se han presentado en el primer capítulo.
mismo tiempo, en la inversión de la actitud epistemológica que llevó 1 11•11CI, fragmentado en trozos incoherentes, buscaba su verdadera uni-
a cabo, se puede medir la originalidad de Freud: relacionar el sueño 1111Sr ha desmoronado el sistema de identificaciones con el que había
con estímulos no ya externos sino internos, estar atento a los propios f11111 mnado hasta entonces, viviendo según el deseo de los demás . Esa
sueños no para dominarlos sino para dejar hablar en ellos el deseo. 1111, lw, la noche del 23 al 24 de julio de 1895, el sueño lo interrogó
En julio de 1895, Freud partió con su familia para pasar la primera ,lnI' su propio deseo.
parte de sus vacaciones en un local particular, al parecer cont~guo al I•1!'ud no estaba, en efecto, preocupado únicamente por su obra.
hotel-restaurante Bellevue, en una colina boscosa, fresca y verde que ' I h1ia preocupaciones de salud, de trabajo y de familia. Los comen-
domina Viena, cercana a Kahlenberg (hoy ya no existe ese estableci- ' 1110sque hizo al sueño ponen en evidencia, sobre todo, problemas
miento, reemplazado por otros -Grinstein ( G 64bis) ha reproducido 11ll'clicos.Los días precedentes había recibido una serie de noticias
un grabado de la época que lo representa-, pero el sitio sigue siendo d, ta~radables. Una enferma cuya hinchazón de la mucosa nasal trató
igualmente frecuentado) . En esa época, habiéndose ya separado de 111·conformidad con el consejo de Fliess- mediante aplicaciones de
Breuer y encontrado en Fliess un valioso confidente, tenía prisa en pro- 1,u·:iina, reaccionó con una necrosis. Un histérico, al que dejó partir a
seguir su camino. Quería profundizar la noción de "defensa", en la 1, 1pto, tuvo allí un nuevo acceso que fue tomado por una disentería
cual veía la unidad de las psiconeurosis, y completar con una nueva ¡"11 11ncolega ignorante. Las noticias sobre su hermanastro Emmanuel,
publicación ( 1896b) su primer artículo sobre el tema ( 1894a) . En P11Manchester, y sobre su amigo Fliess, en Berlín, no eran mejores:
abril y mayo comenzó a reflexionar -proyecto más ambicioso- sobre l., 1rtritis hacía cojear al primero, y el segundo, por muy otorrinola-
una teoría psicológica general que integrase la psicología normal, la ; 1111;<>logo que fuese, sufría de supuraciones nasales. La serie continuó
dinámica nerviosa y los mecanismos -neuróticos, pero la dificultad del l.1 víspera: por el hijo de la interesada, supo que la anciana señora
tema, el aflujo de clientela y trabajos circunstanciales ( 1895e, 1895!) 1 l I que ponía dos inyecciones diarias ( ella desempeñará un papel en
le impidieron hacerlo. Aspiraba a la tranquilidad para poner en claro r l cl1·scubrimierito del complejo de Edipo) y a quien trataba un colega
esos problemas. El interrogante de Freud sobre los sueños completó [1111:111tc las vacaciones, tuvo un acceso de flebitis, debido probablemen-
esas preocupaciones: los sueños de sujetos normales como él, ¿ difieren 1,, :1 un jeringa no del todo limpia. Por último, recibió la visita de su
de los sueños de enfermos? ¿ Sólo en éstos son los sueños realizaciones de 111i\l!•utey amigo, el doctor Osear Ríe (Otto en el original), que
deseos? ¿ O también en él? Como ocurre con frecuencia a quien 1d1•111ás es el pediatra de la familia Freud. Otto, soltero -se casará
ha trabajado mucho en cuestiones aún oscuras, un sueño, una noche, 11 11196con una hermana de Flicss-, tiene la costumbre, irritante
le vino a aportar un principio global de respuesta. p,11a Freud, de llevar regalos. El presente del día fue particularmente
,l,•,;1fortunado: un licor de ananás (piña) avinagrado, que olía mal
( 11!01am ílico) y que hubo que tirar. Otto llevó al colmo la irritación
, lt, Jlrcud al hablarle de una joven histérica que Freud había tratado
2. EL SUEÑO DE LA "INYECCIÓN A IRMA" (24 DE JULIO DE 1895) 11·1;i1·nteme nte (a la cual dará el seudónimo de Irma) y cuya cura se
111tnrumpió a causa de las vacaciones de verano en un momento en
Los antecedentes del sueño p11) P,istía un desacuerdo de la paciente respecto a la solución pro-
lJ11C'sta por Freud. Otto la vio y la encontró mal curada, lo que Freud
Los restos diurnos que utilizó ese sueño fueron de una extremada di.:,er- iII l 1ó como un reproche. Esa noche redactó para Breuer ( el Dr. M ...
sidad. Freud, respecto a este sueño prínceps, procedió mediante aso- 1!, 1 sueño), a fin de disculparse, la observación del caso de Irma. Ese
ciaciones libres sobre cada miembro de frase y nos comunicó la mayoría t I' 1hajo tardío reavivó, por lo demás, su reumatismo del hombro iz-
de ellas, mientras que fue menos sistemático en los sueños siguientes. 1p1 lt'rdo. El colmo del asunto consistía en que Irma era una amiga

Pero hay otra razón: este sueño, esperado por Freud como ayuda para 1li: la familia y estaba invitada a la recepción que los Freud iban a dar
162 DESCUBRIMIEN T O DEL SENTIDO DE LOS SUEÑOS
IJE~O DE LA "INYECCIÓN A IRMA"
163
tres días después con motivo del trigésimo cuarto cumpleaños de
11¡io El 20 de octubre de 1895, pidió a su amigo poder llamarlo , como
Martha. El r~sto de ese día estuvo ocupado en los preparativos pa ra
1, \Vilhelm, si resultaba un varón. "Si él llega a ser una niña, el nom-
la recepción.
!;11• Anna está inscrito para ella" (F, 20 de oct . de 1895, al 140, ing
Freud era sensible a las complejidades de la relación entre médic o
1'I(), ír 115). Esa elección de Anna fue un homenaje a una muc;hacha
y paciente y a las repercusiones que tienen sobre el estado de ánim o.
do ,1pcllido Hammerschlag, que en 1885 se casó con Rudolf Lichtheim,
del primero: "Durante el verano de 1895, tuve en tratamiento psico-:
1,dlrTiclo un año después; 4 ella fue, nos dice Jones (J I, ing 245 n.
analítico a una joven (Irma) que mantenía muy estrechas relacione !!]
'l. Ir 246 n. 4), la "paciente favorita de Freud". Como Irma, pues,
de amistad conmigo y los míos. Se concibe que tal mezcla en las rela-
1111
a amiga de la familia, una viuda y una paciente de Freud. Así,
ciones pueda llegar a ser para el médico, y más aún para el psicotera -¡
1ny tentado de formular la hipótesis de que la Irma del sueño era
peuta, una fuente de sentimientos confusos. El interés personal del'
1 Auna Hammerschlag-Lichtheim. Una nota de Freud (Td 120 n .
médico es más fuerte , y menor su autoridad. Un fracaso amenaza con
aflojar los lazos de amistad con la familia del enfermo" (T d 110, 11) 115 n. 1, IR 108 n . 1) lo confirmaría: "Ananás rima con el
1¡wllido de mi paciente Irma." Bastaría leer "nombre" en lugar de
ID 106, IR 98). .
i¡U'llido", disfraz normal en una observación de caso. De todos modos
Freud se mostró más discreto en lo concerniente a sus preocupacione s
r 1 ;11l'ño con Irma restituye la atmósfera que presidió el nacimiento
familiares. Aludió en una nota al pie (Td 115, ID 110, IR 103) a! 111 l.1 fut ura Anna Freud y que en mi opinión ejerció una influencia
dolores de vientre de su mujer y voluntariamente detuvo la redacció n
d,·, 1siva sobre su devenir. Anna era igualmente el nombre de una
del análisis de su sueño al llegar al recuerdo de las várices que tu vo
lin111ana de Freud, que nació inmediatamente después ·de él, a quien
Martha durante su embarazo (Td 123, ID 118, IR 109). La corre s
1111,unó, y que se casó con Eli Bernays, el hermano de Martha, y emi-
pondencia con Fliess nos ilumina más completamente: Martha estab 1<'1a Nueva York.
embarazada, como ya dije, y esperaba para fin de año su sexto hijo .
Freud lo anunció a Fliess el 25 de mayo ( cf. p . 142) . Recordemos que 1-:n el muy solidario ambiente judío en que vive Freud , las rela cio-
las investigaciones de Fliess estaban centradas sobre el ciclo sexua l 111, Pntre médico y enfermo estaban frecu entemente complicadas con
- 23 días en el hombre, 28 en la mujer- y que a partir de ah' 11Ll<'ionesamistosas: así, Wilhelm Fliess se casó con Ida Bondy , anti-
11.1 pac iente de Breuer. Como Martha, estaba encinta , pero por pri-
esperaba determinar las épocas en que la fecundación fuera ímproba -,
ble. En su penúltima entrevista en Munich ( donde Fliess se ha cí 11ir-ra vez en cuatro años de matrimonio: Fliess anunció la noticia
tratar), en el verano de 1894, tuvieron conversaciones sobre la quí i•11 n•spuesta a la carta en que Freud lo puso al tanto de la sexta e
mica sexual; Fliess reveló a Freud el papel, a su ver capital, que des i111'~pera da preñez de su mujer . A diferencia de Martha, Ida perte-
111·1 ía a una familia rica. Nada de esto figura en el comentario de
empeñaría una sustancia como la trimetilamina. Finalmente, Fliess
I• 1r11d, como tampoco hay ,referencia alguna a Anna O ... , en qui1m
otorrinolaringólogo, estaba persuadido de la existencia de un víncu l
entre ciertas .afecciones nasales y disfunciones sexuales . Ahora bien 1·rnlrnte me_nte Freud pensó. Se sabe que en 1882 Mathilde Breuer
Fr eud tenía con frecuencia escaras en los cornetes que lo inquietaba ,, sintió celosa de esa joven histérica a quien su marido visitó dos
y que Fliess ya había cauterizado en Viena en febrero de 1895 y a la \ l'r'('Sdiarias durante largos meses ; cuando Anna, al presentar los sín-
que continu aba tratando , siempre por consejo de su amigo, con apl i lqr11asde un embarazo nervioso y de un parto imaginario, hizo a su
caciones · de cocaín a. Lo cierto era que Freud no parecía complet a
• ¿ Ha y que identificarlo con el pro fesor de neurología de Breslau qu e cola-
mente encantado con esa sexta preñez. Quizá juzgó que cinco niñ o 111,n, con Wernicke (también prof esor en las Univ ersid ades de Vi ena y Bres-
repr esentaban una car ga suficiente, además de la de sus padres y he r- l.111)en una teoría de la afasia criti cada por Freud en su libro de 1891? Un
manas (F, 16 de ago. de 1895, al 132, ing 122, fr 109) , quizá qu ¡,.,qje de la Correspondencia podría dejarlo entender así. En una carta fe-
no era bueno para Martha, fati gada por sus 'maternidades anteriore ' 1, da en Berlín el 19 de marzo de 1886 y dirigida a Martha, Freud escribe:
111' rec ibido de Breslau una carta de L . . . en la qu e me pide que vay a a ver
y sus ocupacion es domésticas (F, 22 de jun. de 1894, al 105, ing 95 1 Nlt cuñ ada y a un consejero del servicio de salud qu e también es su pari ent e."
fr 86 ) . En realidad , Freud fue dando a Fliess, a medida que se des l .os edi tores añadieron la siguiente nota: "Probablemente se trat a de Rud olf
arro llaba la preñez, noticias desigualmente buenas de su esposa ( 1 l .1rhtheim, yerno de Hammerschlag" ( C, al 504, fr 225). El argumento n o
y 23 de ago., 31 de oct ., 8 de nov.). 111,·convence. Lichtheim es un nombre propio al emán bastante difundido, y
Fr eud también se preocupaba por la elección del nombre del futur · l1.1~taqu e aparezcan pruebas más decisiv as considero que el Lichthe1m neuró-
1111:0 y el Lichth eim marido de Anna Hamm erschl ag son dos homónimos.
164 DESCUBRIMIENTO DEL SENTIDO DE LOS SUEÑO S i 11 81JEÑO DE LA "INYECCIÓN A IRMA" 165

médico una declaración de amor indirecta, Joseph Breuer, espanta do, /Úlll(IRO, en el abdomen . .. Me siento hecha un nudo.' Estoy es-
interrumpió bruscamente el tratamiento. Ahora bien: Bertha Pappe n- /1(111/nrlo y la miro. Parece pálida y abotagada. Pienso que a fin de
heim -verdadero nombre de Anna O ... - era una antigua amig a c11tas acaso omito algo orgánico. La llevo a la ventana y miro su
de Martha; se seguían frecuentando y continuaron haciéndolo duran te 11¡;mita. Se muestra recalcitrante, como las mujeres que llevan den-

mucho tiempo. Jones, al tratar la vida privada de Freud entre 1901 ,1d111apostiza. Me digo: sin embargo no la necesita. Entonces ella
y 1909, nos informará que los domingos por la tarde, "Frau Professor /1,¡i bien la boca y encuentro a la derecha una gran mancha y en otra
recibía a Anna Lichtheim, Bertha Pappenheim, Frau Professor K o- , /1· veo notables formaciones rizadas que se asemejan visiblemen~e
nigstein , el matrimonio Jlosanes, etc., y _si la visita era interesan te, /1,1 cornetes de la nariz y tienen amplias escaras de un blanco
Freud hacía una corta aparición o saludaba" (J II, ing 429, fr 408 ). Horro. Llamo en seguida al Dr. M . .. , quien . repite el examen y lo
Anna O ... quizá estaba invitada al cumpleaños de Martha, que Fre ud ,,11¡ 111na.. . El Dr. M . .. parece muy diferente a lo habitual, está
anticipó en su sueño. Conoce, en todo caso, a Anna Lichtheim, quie n 11yjHilido, cojea y no tiene barba en el mentón . .. Mi amigo Otto
seguramente ha sido invitada. Anna L. .. no podía no evocar pa ra l,11,1/11fnse encuentra ahora junto a Irma y mi amigo Leopold la
Freud a Anna O ... : eran amigas, sufrían de síntomas !ústéricos, el , wte por encima del corsé y dice: 'Tiene una matidez abajo, a la
nombre de una era el seudónimo de la otra, la primera era realmen te w11111•rda',y señala que una parte de la piel está infiltrada en el
viuda y la segunda lo era simbólicamente de _Breuer. l1,,111/Jro izquierdo (lo que siento como él, a pesar del vestido) ...
Los comentarios de Freud sobre su sueño atribuyeron cierta impo r- \/ , dice: 'No hay duda, es una infección, pero eso no importa; se
tancia a una amiga íntima de Irma, complementaria, que fue exami- "'Rará además una disentería y el veneno se va a eliminar . . .'
nada por Breuer a causa de falsas membranas diftéricas. Freud la I ',1111bién nosotros sabemos inmediatamente de dónde proviene la in-
consideraba sospechosa de constricción histérica . La quería mucho y le , mln. Mi amigo Otto, hace poco tiempo, cuando ella se sentía mal,
habría gustado atenderla. Era probablemente otra de esas jóvenes viu- ¡11isouna inyección con un preparado de propilo , propileno .. . ácido
das del entorno inmediato de Freud. /11,, ¡iiónico .. . trimetilamina ( cuya fórmula veo ante mí, impresa en
Es fácil la identificación de otros personajes del sueño. El amig o 1111wscaracteres). No hay que poner tan a la ligera semejantes in-
muerto que abusó de la cocaína es Von Fleischl. El otro amigo, el que f110nes ... También es probable que la jeringa no estuviera limpia"
ha hablado de la trimetilamina, es Fliess, de nombre asonante con el ¡·1·,1 111-112, ID 107, IR 99-100). 5
precedente. Otto y Leopold son dos pediatras, asistentes de Freud en:
la Clínica de niños enfermos de Kassowitz: Osear Rie y Ludw i \1111·s de proceder al estudio detallado, comunicaré mi impresión gene-
Rosenberg. Éste se ha casado con una hermana de aquél. Todos lo
sábados por 'ª tarde, los tres se reúnen en la casa de su común ami g
el oftalmólogo Hans Konigstein, para una partida de tarot. Se pue d
, d El sueño aparece compuesto con arreglo a un argumento en dos
11,111pos:una conversación a solas con Irma en la cual la atracción hete-
, ,,,,·xual es intensa y donde se satisface el deseo de ver - de ver el mis-
incluso suponer que Otto, durante su visita del 23 de julio, ha exa 1r, 10 de la concepción-, y luego una discusión entre hombres donde se
minado a Martha, que no quería ser atendida por Sigmund, y no 1 " 1;1el deseo de saber: la búsqueda de las causas. La unidad del sueño
ha encontrado bien. , , ,1dc en la descripción y la explicación de la sexualidad. El "vestí-
1

El sueño tuvo lugar, precisó Freud, al amanecer del 24 de julio d l II do" con los invitados, la "garganta" de Irma, representan el órga-
1895. 1111 genita l femenino; se "abre bien" y permite la "recepción": imagen
,ltl coito. Irma, "hecha un nudo", "pálida y abotagada" con sus "dolo-
, 1~, [ ... ] en el abdomen" y que tiene "a fin de cuentas [... ] algo orgáni-
Texto del sueño y primera interpretación ' 11", exige evidentemente un diagnóstico de embarazo. Las "amplias
,·~,,tras de un blanco grisáceo" extendidas sobre "formaciones rizadas"
"Un gran vestíbulo, y numerosos invitados que recibimos. Entre ello ,111 huellas de esperma y figuran la fecundación. La frase: "el veneno
Jrma, a quien llevo inmediatamente aparte, como para responder
su carta y reprocharle el no haber aceptado aún 'mi solución'. L ' Reproducimos el texto integral de cada sueño de Freud y damos de ellos
digo: 'Si todavía sientes dolores, realmente es culpa tuya.' Ella res 1111.Ltraducción francesa nueva, realizada con la . colaboración de Eva Ro-
ponde: 'Si supieras los dolores que ahora siento en la garganta, en e, r11hlum, de Eisa Hawelka y de Catherine Doucet.
166 DESCUBRIMIENTO DEL. SENTIDO DE LOS SUEÑ OS 111:No DF, LA "INYECC IÓN A IRMA" 167
se va a eliminar" contiene una alusión a un aborto que Freud debió de , ¡;,i11,ilatañe a la vinculación que estableció Freud entre la pareja
esperar al enterarse de la inopinada preñez de su esposa. La "trim e- i1"' l ,l'Opold y la del inspector Brasig y su amigo Max. Una lectura
tilamina" es según Fliess la sustancia clave de la química sexual, así lrnl I de la célebre novela Ut mine Stromtid (Antiguos episodios de
como el examen de los "cornetes de la nariz" de Irma ·es un homena je 1, ,,¡,,de granjero) de Fritz Reuter ( 1864), de donde salen esos dos
del soñador a otra teoría de Fliess, la de las r"elaciones entre la nar iz 6
pn 1:1111;1jt's, lo lleva a señalar la estructura edípica de la novela y, a
y el sexo. En cuanto a las "inyecciones" puestas "tan a la ligera" y en I""[11 d1•ahí, a suponer una estructura edípica subyacente en el sueño.
9uanto a la "jeringa" que probablemente "no estuviera limpia", se 1 ,1I ,•xlrapolación me parece discutible pues desconoce la larga cadena
vinculan -es el fin del sueño y la moraleja de la historia- a la 111n11 :diaciones y el trabajo elaborativo que necesitará Freud, entre
necesidad de recurrir a ·técnicas anticonceptivas. Esta primera lectura 1h11d1· 1895 y octubre de 1897, para llegar al reconocimiento de su
del sueño no explica la discusión entre los doctores M ... , Otto y 1,IJlin complejo de Edipo; por lo demás, buscando bien, ¿ no encon-
Leopold, ni la localización de la "matidez" en el "hombro izquierdo" . i 1.1,í.1111os en todo sueño una problemática edípica?
Se trata aquí de otra escena de examen médico, que se desarrolló en 11, ,tquí el resumen de las trece primeras páginas de comentarios
la realidad dieciséis meses antes, en la que Freud fue el paciente, no 1 11'11d.El autoanálisis de su sueño produce a la primera lectura
el médico, cuando sufría del corazón y Breuer y Fliess formularon diag - 11,,11 1111presiónanárquica, sin duda debida al método de asociaciones
nósticos opuestos. Así el so_ñador está doblemente presente en su sueño : 11111 ,·~ sistemáticas, fragmento por fragmento. Pero está en realidad
como teórico de la etiología sexual de las neurosis y como enferm o 11tl,l1•mente ordenado y se desarrolla como un drama, con la pre-
de una afección cardiaca tal vez mortal. Incluso está presente por te r- ¡,¡ 1<16n de los protagonistas en los primeros actos y el desenlace en
cera vez, puesto que la investigación del sexo y la auscultación del 1 11lin110.
corazón representan bastante bien el autoanálisis que desde hacía un
l,11\ personajes femeninos son los primeros en entrar en escena (Td
tiempo había decidido practicar sobre un sueño próximo: este sueño .
11·¡. l 16, ID 108-111, IR 101-103) . Están dominados por el trío de
,,f,· nnas recalcitrantes: Irma, su amiga, Martha; la gobernanta de la
111111
1
:,dura postiza desempeña un papel de comparsa. Los sentimientos
Comentarios e interpretación por Freud
111 •1,mentados por Freud en este primer acto son: la incomodidad
Rara vez un sueño ha suscitado tantos comentarios. En primer luga r ii l1·11rrque practicar un examen médico en una mujer), el descon-
por parte de su autor: ocupan trece páginas consecutivas al texto del !1'11111 (porque no se dejan curar por él) y el miedo. En el segundo
li l 11 ingresan personajes masculinos. El primer trío, Fleischl, Breuer y
sueño (Td 113-116, ID 108-121, IR 101-112), luego resurgen en once 11

nuevas páginas dispersas entre otros diez pasajes (en el capítulo IV, 1 111111:inuel (Td 116-117, ID 111-112, IR 104-105), es el de los per-
"La deformación en el sueño": Td 141, ID 136, IR 125 y Td 145, 11,111·sinquietantes; tres individuos mayores que Freud, tres reproches
ID 140, IR 128; en el capítulo v, sección 1, "Lo reciente y lo. indife- 1,., 111:mentespara él: Freud ha apresurado la muerte del primero con
rente en el sueño": Td 170, ID 165, IR 149 y Td 179, ID 173, I R I , , ,u.,1ína; el segundo es testigo de sus errores de diagnóstico y trata-
156; en el capítulo VI, sección 1, "El trabajo de condensación": Td 1111 11(0; en cuanto a su hermanastro, sobre quien Freud es aquí dis-

298-301, ID 292-295, IR 253-257; en la sección 2, "El trabajo de 11•10, la continuación del autoanálisis nos informará que era objeto
desplazamiento": Td 311, ID 306, IR 264; en la sección 3, "Los 11, • 11·~entimiento.El acto se cierra con la irrupción de un segundo trío
procedimientos de figuración del sueño": T d 319, ID 314, IR 270; lr11w11ino: la enferma mal curada con la cocaína; otra, llamada
Td 321, ID 316, IR 273 y Td 327, ID 322, IR 278; finalmente en el ~l1,1liil<le,qt,1eotrora mató Freud con sulfonal; la hija mayor de Freud,
capítulo vn, sección 1, "El olvido de los sueños": T d 517, ID 513, ~l1,1hilde también, que estuvo a punto de morir de difteria. En ese
IR. 436). En segundo lugar, de la parte de los psicoanalistas, como ,,,,11111•11to, la inquietud de Freud desemboca en el sentimiento de su
E. H. Erikson (1954), H. G. Leavitt (1956), l. Berenstein (1974). i111_ l11ctable culpabilidad. Además, los personajes humanos ya no son
M. Schur ( 1966, reproducido en 1972, cap. rn) aclara un sentido del l,,11111ticos,otros han aparecido: las enfermedades, las sustancias que
sueño al revelar el episodio, sobre el que volveré más adelante, de la
Fritz Reuter ( 1810-1874) se hizo célebre al realizar antes que nadie una
enferma Emma, tratada a la vez por Freud y por Fliess. A. Grinstein ,J.,¡¡ literaria en dialecto bajo alemán (Plattdeutsch). Sigmund recomendó su
( 1968, cap. 1) le consagra el primer capítulo de su libro. Su aporte 1!'1
111raa Martha en una carta del 19 de abril de 1884 ( C 119).
168 DESCUBRIMIENTO DEL SEN'rlDO DE LOS SUEÑO S i :i , !:iUEÑO DE LA "INYECCIÓN A IRMA" 169

curan o matan, finalmente la Muerte. El tercer acto (Td' 117-120, 11ata de una inyección de trimetilamina aplicada a la ligera. No
ID 112-115, IR 104-107) introduce un nuevo trío masculino, o al t, 111nfarán las furias que querrían la muerte de ese hijo como precio
menos sus dos primeros componentes, Otto y Leopold; el tercer per- 1,or todas las faltas del padre. La fórmula de vida que Freud ha des-

sonaje permanece en reserva para el siguiente acto. Esta vez se tra t ' 11liicrtoy que imagina en gruesos caracteres las ha conjurado. El crío
de los alter ego de Freud, de su misma edad, médicos de porveni r, .rrá Wilhelm o Anna.
Berenstein (1974) ha observado la evocación latente, por la elecció Este sueño tiene para Freud un sentido muy preciso que él nos
del seudónimo de Leopold, del barrio judío de la Leopoldstrasse e rn111unica,al tiempo que nos deja adivinar otros: demuestra que Freud
el que se instalaron los padres de Sigismund al llegar a Viena, y h 110 <'S responsable de la persistencia de la enfermedad de Irma. Hace
señalado la oposición que establece el sueño entre los dos personajes : 11 botar el reproche sobre Otto, que lo fastidió con sus reflexiones y
Otto es menos prudente, menos cuidadoso, más rápido; Leopold, má 11·1;,tlos:Otto, como siempre, ha dado pruebas de parcialidad y ligere-
prudente, más cuidadoso, más lento. Los acompaña un trío meno r: 1 Por lo demás, la persistencia de la enfermedad tiene otras causas
un niño de la clínica Kassowitz, el paciente de Egipto enfermo d pl.n1sibles: Irma ha rechazado la solución propuesta por Freud; o qui-
disentería, un enfermo de Breuer que tenía albúmina. En ese momen t , l sus actuales dolores son orgánicos y no ya histéricos; o bien pro-
el drama se encuentra en . pleno nudo, el proceso llega a un vira j ~ 1t·nen de la ausencia de trimetilamina, es decir de satisfacción sexua l,
dramático, pues se trata, en efecto, de un proceso. El primer acto h , lo que está condenada por su viudez; o incluso todo proviene de la
comenzado con un alegato de Freud: "No es culpa mía, sino de Irma " poco afortunada intervención de Otto. El sueño es pues un alegato en
ha terminado en su miedo. En el segundo acto, Freud es acusado co ,.¡ cual Freud apela contra tres adversarios (Otto, Irma y Breuer) a
pruebas terribles. En el tercero, testigos y abogados destruyen esas pru e t, ,·s personas comprensivas (Leopold, la amiga de Irma y Fliess). Tal
has. La pregunta que constituye el nudo de la tragedia o de la investi ,•s dectiva mente el contenido del sueño si consideramos la enfermedad
gación es formulada entonces sin amba jes: ¿ quién es el responsab le , 1,· lrma com~ su contenido mayor. _
El acto siguiente (Td 120-122, ID 115-117, IR 107-109) aporta e Freud deja entrever otras interpretaciones relacionadas con su temor
desenlace, cuyo iniciador es Fliess: todo se explica por una inyecció la muerte o con su contratrasferencia. Pero las deja de lado en
de trimetilamina. Las inyecciones siempre son peligrosas: intoxicaro ¡1rnvecho de una conclusión más esencial: "Por el momento me con-
a Fleischl; Otto abusa de ellas; y además llevó un licor de anan ' 11•11taré con esta noción recientemente adquirida. Si se sigue el método
que olía mal. Pero la explicación decisiva está contenida en la trime d,· interpretación de los sueños que aquí he propuesto, se verá que el
tilamina. La fuente de los males de Irma es su insatisfactoria vid 11l'ño tiene realmente un sentido y que no es en modo alguno la
sexual. Freud tiene razón contra sus detractores cuando sostiene 1 l 1;tgmentación de la actividad cerebral, como pretenden los autores.
etiología sexual de las neurosis. El ballet de la cocaína y el sulfona l 1 'uando se ha terminado el trabajo de interpretación, se reconoce que
del amilo y el propilo ha llegado a su fin: Freud ha encontra d d sueño es un cumplimiento de deseos" (Td 126, ID 121, IR 112).
la fórmula que buscaba. ,\'luí reencontramos la relación capital de Freud con su obra. Freud
Queda el epílogo. Allí, según las mejores reglas dramáticas, reapa ,. preguntaba si el sueño es la realización de un deseo: el sueño de
recen los principales antagonistas involucrados en las consecuencias d l ,a inyección a Irma" se lo confirma; además, Freud observará más
la solución. Fliess tratará a Irma. Desfila el trío masculino ante el qu larde que los pensamientos que sobrevienen después del sueño son
Freud se ha disculpado: Fleischl, Otto y el hijo de la anciana dam todavía pensamientos del sueño. Así, el pensamiento de que el sueño
que padece una flebitis; en esos tres casos, la jeringa de Freud no e: ,-~la realización de un deseo forma parte del contenido de éste.
responsable. La vieja dama evoca finalmente a Freud un trío femenin o,
Martha, Irma y Mathilde, reunidas en torno a una cuestión vincula d
con l_a preñez. Freud detiene en ese punto su relato, pero añade: " S, , >tras interpretaciones
entiende que no he comunicado aquí todo lo que me vino a la men t,
durante el trabajo de interpretación" (Td 123 n. 1, ID 118 n. 2, I l J En relación con personajes próximos. El sueño no se agota en la
11O n. 1) . Pero nosotros podemos inferir el final. Respecto de es interpretación que ofrece Freud. Al comunicarla al lector, se limitó
futura vida que lleva Martha en su vientre, tanto como respecto d voluntariamente a su vida profesional. Además el acento que pone en
su obra, Freud asume plenamente, ahora, su responsabilidad. No ti propia culpabilidad es importante para él, puesto que se trata de
170 DESCUBRIMIENTO DEL SENTIDO DE LOS SUEÑOS 1:1, SUE ÑO DE LA "INYECCIÓN A IRMA"
171
su primer descubrimiento autoanalítico sobre su propia persona y del , ,,11tenido manifiesto que consiste en un examen de la nariz y la gar-
común denominador de su contratrasferencia sobre sus pacientes, de su ;111t a. El sueño expresa el deseo de Freud de ocupar en su especiali-
incomodidad con su mujer, de su dependencia respecto de Fliess, de 1!;111 , la etiología sexual de las neurosis, el mismo lugar eminente que ·
su independencia respectó de Breuer y de su angustia por ser cardia- rl ll' SS ocupa en la suya, la otorrinolaringología. La segunda gran idea
co. Así, muchas otras interpretaciones susceptibles de completarse mu- d, Fliess, la de los períodos diferentes del hombre y la mujer, que
tuamente pueden ser consideradas. Veamos rápidamente las que ponen 11lll'cl ccen a regulaciones bioquímicas, es introducida en el sueño por
en juego las relaciones de Freud con personas importantes de su en- ,. 1 sustancia en la que Fliess piensa poseer la clave de tales regula-
torno profesional y familiar. r 1n11l' s : la trimetilamina. ¡ Ah, realizar en psicología los mismos descu-
En cuanto a la contratrasferencia de Freud sobre sus pacientes jó- lJ111ni entos que Fliess está efectuando en biología! Ser Fliess o nadie:
venes e histéricas, simbolizadas por Irma, el deseo que se cumple en l'I deseo cumplido en el sueño es, aquí, adoptar completamente las
el sueño es el de no comportarse con Anna L. . . (si mi identificación 11¡1miones de Fliess, atribuirle grandes descubrimientos e identificarse
de Irma como Anna Lichtheim es correcta) como Breuer se comportó 11111 él.
con Anna O ... : no permanecer ciego ni insensible al deseo incons- , al mismo tiempo, siempre respecto a Fliess, el sueño, para antici-
ciente que esas jóvenes solteras o viudas trasfieren sobre su terapeuta, ¡,.1r im término que Freud empleará más tarde, está lleno de ambiva-
o sea, evidentemente, el deseo de tener un hijo con el propio padre; no 1,•wi a. Fliess ha operado mal a Emma, paciente de Freud: más ade-
dejarse, tampoco, ganar por ese deseo incestuoso y por la tentación l.111t 1•veremos en detalle el incidente. Dejó encinta a su mujer, aunque
de responder a él en la . realidad (es uno de los raros pasajes del sueño , dice a punto de revolucionar los métodos anticonceptivos calculan-
en que se puede leer en filigrana una anticipación del descubrimiento " " a partir de su teoría de los períodos, las fechas en que la mujer es
cdípico), como esas pacientes dicen, en sus relatos, haber sido sedu- 11·111nda. El examen de Irma parece cubrir el deseo latente de Freud
cidas en la pubertad por el padre o por un sustituto del mismo. En 1!1 ,luscultar por sí mismo a Ida Fliess, la joven esposa de su amigo y
efecto, en el sueño Freud procede, por una parte, a un examen profun- 11111 gua paciente de Breuer, a la que debía de conocer desde antes de
do de la sexualidad de Irma y ve en ella una imagen -más tarde 11 l10da: aquí Freud se venga de su amigo que la ha dejado encinta,
dirá: una fantasía- no sólo de coito y preñez, sino principalmente de ll.1 es su paciente, la psicoanaliza, quiere ver el niño que lleva en el
concepción; por otra parte, reprueba un tratamiento que consistiría i1·11tre : otro pasaje más en el que podría leerse en filigrana la natu-
en administrar a Irma lo que ella desea en su fantasía: una "inyec- 11il,•1.aedípica de la "trasferencia" sobre Fliess y la anticipación del
ción" aplicada "a la ligera" en el doble sentido de la expresión ( "des- l11t11 ro descubrimiento. En ambos casos, el error de Fliess cometido
consideradamente" y "por libertinaje"). De ahí, también, la crítica , ,,11Emma y el cometido con Ida son excusados por Freud: es nece-
que el sueño dirige a Breuer: "él [el Dr. M ... ] está muy pálido, cojea 11io que la idealización de su amigo no sea resquebrajada por la
y no tiene barba en el mentón", crítica que entiendo así: no tiene 1'11ll'r gencia de reproches.
sangre en las venas, su razonamiento es cojo, él es un barbilampiño ,· Por qué? El sueño es la reproducción de otra escena médica que
(pueril). Ita desarrollado algunos meses antes, en febrero, en el momento de
En cuanto a su mujer, Freud se siente culpable por ese nuevo r·., viaje a Viena, donde Fliess operó a Emma con poca fortuna:
embarazo no deseado, duro e incluso peligroso para la salud de la 1,111l1 •rizó los cornetes de Freud, y otra intervención estaba prevista
interesada. Se reprocha su negligencia en las prácticas anticonceptivas ¡1 ._11,1 cuando regresara del viaje al norte de Italia que Freud había
( "la jeringa no estaba limpia"). Revive en su sueño la evidencia a la j 111 _1y 1·c tado. En esta perspectiva, la Irma del sueño es Freud: realiza
que tuvo que rendirse tres o cuatro meses antes: los síntomas de 11d1·sco de ser tratadó por su amigo, terapeuta omnipotente. También
Martha no son histéricos sino orgánicos, son síntomas de preñez. De- ,111la ambivalencia asoma: actualmente a Freud se le revela que el
bemos a André Berge la idea de que el deseo que se cumple en el ,l1,1gnóstico de Breuer, el año pasado, fue mejor que el de su amigo en ·
sueño es el de un aborto ( "el veneno se va a eliminar") que pondría 1,, 1ora nte al episodio cardiaco que sufrió; a pesar de la opinión de
un bienvenido término a ese enojoso embarazo. l•'li,·~s, pudo volver a los tan amados cigarros y, lejos de soportar con-
En lo que concierne a Fliess, el sueño constituye un homenaje a sus 1, fl~olpes nocivos, sacar de ellos un benéfico efecto de estimulación.
ideas. Utiliza una de ellas, la relación entre la nariz y el sexo, para l\ ·10 en el sueño, el correcto diagnóstico del doctor M ... (Breuer):
figurar el contenido latente ·( un examen ginecológico) mediante un 1111 ,1 matidez abajo, a la izquierda", es inmediatamente compensado
172 DESCUBRIMIENTO DEL SENTIDO DE LOS SUEÑOS 1J1,;Ño DE LA "INYECCIÓN A IRMA" 17:1

por la aparición de la fórmula mágica debida a Fliess y que explic a 11I 1s del mes de marzo mantuvieron a Fliess al corriente de las poco
toda la sexualidad, la fórmula de la trimetilamina. El deseo infan til 11,11111n adas consecuen~ias de su intervención. Emma sufría dolores
subyacente en Freud es el de ser curado por Fliess como por una ma - ,_¡¡it 111u
os en la .nariz, secreciones fétidas, supuraciones sanguinolentas.
dre buena y omnipotente. 1 1111dpuso en duda su diagnóstico de histeria, llamó a un especialista
Ahora volveremos sobre algunas interpretaciones de una manera q1w colocó sin resultado una cánula, luego a otro, que descubrió en
más profundizada y consideraremos otras nuevas. r l rnm ete perforado de Emma, olvidado por Fliess, un tapón de medio
1111• 11n de gasa embebida en yodoformo. La extracción de ese tapón
2] En relación con Fliess y el episodio de Emma. Freud y Fliess pa- pi.-1voró una hemorragia importante que requirió un nuevo tapón y
decen afecciones nasales, el primero una sinusitis purulenta, el segundo p1rnl11 jo un shock grave en la enferma. Freud experimentó una emo-
una rinitis supurante; en su correspondencia hablan con abundancia , 1,',11tan viva ( debida a la vergüenza, no a la vista de la sangre), que
y complacencia de ese órgano del que ambos sufren. Así, el 25 de ma - \ 10 obligado a abandonar el cuarto y beber una copa de coñac
yo de 1895, Freud escribe: "Y ahora, el estado de mi nariz. He se- pr11.1 recuperar su aplomo, y dudó un día entero antes de informar a
gregado ,abundantes masas de pus y todo ese tiempo me he sentido 1,-lil"ss sobre su acto fallido. Durante mucho tiempo el estado de Emrna
en una forma magnífica . Ahora la secreción se ha detenido, poco a l 111serio ( nuevas hemorragias, riesgo de infección). Fliess; en lugar
poco, y continúo sintiéndome bien" (fragmento inédito de una carta a , Ir rr conocer su error, tomó a mal el ser sospechoso de negligencia
Fliess del 25 de mayo de 1895, citado in S 84 ) . Están en cierto modo I",iles ional para sus colegas vieneses y exigió de ellos una retractación.
ligados por la nariz, lazo reforzado por la cocaína: Freud ha revelad o 1 , ,·11dse apresuró a apaciguar su indignación: "Para mí sigues siendo
ese producto a la medicina, y le faltó peco para descubrir su pode r t l hombre que cura, el prototipo del hombre en cuyas manos, con

anestésico; Fliess recomienda a sus enfermos , a los enfermos de Freud ¡1l1na confianza, uno pone su vida y la de los suyos'' (c. inédita a
y al propio Freud la aplicación local de cocaína en las partes enfermas l•li,•ss del 20 de abr. de 1895, citada in S 82-83).
de la nariz. ¡ Qué desquite para Freud, a quien se ha reprochado tan - El escenario del sueño de "La inyección a Irma" repite el episo-
to el haber sido la fuente de una nueva toxicomanía! ¡ Pero qué amo- dio de Emma: un médico (Freud, no ya Fliess) examina la garganta
nestación reproduce la penúltima frase del sueño!: "No hay que pone r ,le· lrma, pero lo que describe es lo que Fliess vio en la nariz de Emma
tan a la ligera semejantes inyecciones": alusión a las inyecciones (1·11la realidad Freud nunca examinó la nariz de sus enfermos, así
hipodérmicas de cocaína que provocaron en Fleischl una toxicomanía , 111no tampoco miró la garganta de Irma ) ; este médico es acusado de
nueva. La nariz de Freud no se cura, ni la de Fliess, obligado a anula r 1111 a falta profesional por uno o dos colegas, y se defiende, niega, con-
uno de sus congresos para hacerse operar: poco importa, conserv a 11.1ataca y finalmente la falta es dirigida contra un tercero. Así había
entera la confianza de Freud. 1s11mido Freud la falta de Fliess: la culpabilidad en el incidente de
El incidente que comenzó a minarla fue descubierto por Schu r l•,11ma le incumbía más que a nadie puesto que no había distinguido
( 1966 y 1972) en la parte inédita de la correspondencia. En febrero rn n la necesaria seguridad un síntoma histérico de un síntoma orgáni-
de 1895, Freud empezó a tratar a una joven aparentemente histérica ' o. El sueño relativo a Irma es un acto de repetición reparadora pos-
l r:t\lmática ; vu elve sobre el incidente relativo a Ernma para clausurarlo
llamada Emma ,7 y pidió a Fliess que la examinara a fin de ver si sus
síntomas abdominales tenían un origen nasal. Durante un breve viaje v rcrr ar el camino a la duda insinuada sobre el valor profesional y
a Viena, Fliess la vio, aconsejó una intervenci"ón, la operó él mismo, y l., honestidad moral de Fliess. Sí, los sueños tienen un sentido y ese
de paso examinó la nariz de Freud, cauterizándole los cornetes. Las ,·ntido es la realización de un deseo. El sueño concerniente a Irma, tal
, orno Freud lo ve, realiza un deseo de Freud y un deseo de disculpa,
7 Probablementees la misma Emm a cuyo caso relató Freud en Esbozo de pt•ro lo hace de una manera diferente de la señalada por el interesado:
una psicología científica(F, 1895 , 1950a bis, al 432-435, ing 410-413, fr 363- 1mnple -como Max Schur fue el prim ero en establecerlo- el deseo
366) como ejemplo de "primera mentira" histérica: ella era incapaz de en- d,• Freud de disculpar a Fliess.
trar sola en una tienda desde que hacia los trece años, unos vendedores se El episodio de Emma no agota la significación del sueño de Freud
burlaron de su atuendo; el análisis iluminó un recuerdo anterior, de los ocho
años, cuando un vendedor tocó sus órganos genitales a través del vestido; su ,·n relación con Fliess. Freud, como sabemos, se hizo cauterizar los
mala conciencia provenía del hecho de que durante algún tiempo continuó , orne tes por su amigo , y después de su viaje al norte de Italia, debe
yendo a aquella tienda . 11 a verlo para renovar la operación. En su sueño, Freud se ve como
174 DESCUBRIMIENTO DEL SENTIDO DE LOS SUEÑOS U EÑO DE LA "INYECCIÓN /1. IRMA"

paciente ·examinado y cuidado por Fliess: mediante esa identificación 1 h 1 relación con el deseo inf anti!. Aunque respecto a los sucíios
con una mujer -Irma, la paciente-, Freud se propone como objeto !"1111dse mantendrá aún por un tiempo en la única idea de una rea-
del deseo de Fliess. Pero precisamente ese deseo que cumple el sueño l,,.11 1(m de los deseos de la vigilia, es necesario examinar ahora el
se encuentra frustrado en la realidad. Volvamos al sueño: Jrma, a 1111ui sobre Irma desde el punto de vista del deseo infantil.
quien llevo inmediatamente aparte, como para responder a su carta y h cud nació el 6 de mayo de 1856; sus padres se casaron el 20 de
reprocharle el no haber aceptado aún ªmi solución". Esta frase debe pd10 de 1855; fue, pues, concebido de inmediato. Ahora bien, nos en-
comprenderse así: Fliess ya no me lleva aparte ; no ha respondido a ;111lramosen la mañana del 24 de julio de 1895. El contenido rnani-
mi última carta, es preciso que le escriba para reprocharle el no habe r ft,.~lo del sueño representa el trigésimo cuarto aniversario del naci-
aceptado mi solución. Fliess, en efecto, dejó sin respuesta la carta de l 111,i 11lo de Martha, que se festejará e1 26 de julio; su contenido
12 de junio de 1895, donde Freud le anunció que a p<!sar de sus rei- 11l1·11tc representa, en mi opinión, el cuadragésimo aniversario de la
teradas prescripciones, había resuelto volver a fumar ... (F al 131, í 111w t>pción de Sigmund: Freud se representa en sueños la escena que
ing 121, fr 108). 1, dio nacimiento. El término alemán por "cumpleaños", Geburtsfest,
Se comprende que en la mañana que siguió a la noche del sueño, q 11,• significa literalmente "la fiesta del nacimiento", nos pone en el
o sea el 24 de julio, Freud haya escrito a Fliess para quejarse por la , 1111ino . La primera frase del relato del sueño puede igualmente en-
1, 11d erse en el sentido siguiente: el "gran vestíbulo" es la cavidad sexual
falt~ de respuesta a su carta precedente y sin decirle una palabra del
sueño ni del traba jo original de análisis a que acababa de someterlo: l1·111enina; allí "recibimos": en efecto, el verbo alemán empfangen
"¿Por qué, mi demonio,8 no me escribes? ¿Cómo te encuentras? ¿Ya ti, 1u• el sentido mundano de "recibir" y el sexual de "concebir". Ade-
no te preocupa para nada lo que he hecho? ¿ Cómo van la nariz, la 111 (,s, el lugar de esa "recepción", Bellevue, es para Freud, que conoce
[111"11 el francés, todo un programa. Por analogía con el título ulterior
menstruación, las jaquecas , tu querida esposa y el pequeño retoño? 9
,I,• 11 n célebre artículo de Freud, "Ein Kind wird geschlagen" ("Pe-
¿ Somos solamente compañeros de miseria? ¿ O también queremos com-
111 a un niño", 1919e), este sueño merecería titularse "Ein Kind
partir las experiencias de tiempos más calmos? .. . ¿Dónde pasarás
1nl empfangen" ("conciben a un niño" ) . Berenstein (1974) ha pre-
el mes de agosto? Nosotros vivimos muy contentos, en el 'cielo' " ( c.
1 l\,ldo así la metáfora: Freud y su mujer "conciben" muchos niños,
inédita del 24 de jul. de 1895, citada in S 87-88). Bellevue, en efecto,
I' wientes, ideas. ·
quedaba sobre la Himmelstrasse, literalmente: la "ruta del cielo" ...
El examen rinolaringológico es un sustituto, un disfraz de un exa-
Ida Fliess, ya lo sabemos, estaba encinta, como Martha, a pesar de 111 1·11ginecológico. En esos repliegues de carne, en esas cavidades ro-
los sabios cálculos contraceptivos de su esposo . El 22 de junio de 1895 idas de la vagina y el útero maternales ( ese útero de donde deriva
(c. inédita citada in S 86), Freud recibió con entusiasmo la noticia·y l.1 palabra histeria), se ve una amplia huella blanquecina que es el
a la vez anunció una visita a Berlín para comienzos de septiembre. Ya 1•,pcrma paterno. Es el tipo de escena que los sabios cálculos de Fliess
recalcamos la estrecha complementariedad fantaseada de ambos hom- qu izá protegerán del riesgo de fecundidad . . Entre tanto, ella es res-
bres, que los llevó a dejar simultáneamente embarazadas a sus muje- 1ionsable de la sexta preñez actual de Martha, de la primera preñez
res. Ese futuro niño doble es para ellos en cierto modo su hijo común, 1tl ual de Ida Fliess, de la primera preñez, hace cuarenta años, de
como si lo hubiesen hecho juntos, cada uno por mediación de la mu- \rn alia, a quien separaba de su esposo Jacob la misma diferencia de
jer del otro. Como Gr een lo ha hecho notar (1972, p. 169), "la alu- ,·d,td que hay entre Fliess y Emma, entre Freud e Irma. Esta escena
sión a la preñez podría incluso presentar la obra futura como retoño s una "maculada concepción".
de las relaciones entre ambo s hombres". En la realidad, Otto exami- La continuación del sueño repres<!nta la continuación de esa escena.
na a Martha, la esposa, embarazada, de su amigo Freud; en sueños, l•:I soñador pasa del amilo ( cuyo olor poco agradable es una alusión
Freud examina a Ida, la esposa, embarazada, de su amigo Fliess; el 1I e.le las secreciones sexuales) al propilo ( los propileos son puerta s, en
problema subyacente, que remite a la infancia de Freud, es éste: ,1rquitectura, y se da igualmente este nombre a los labios mayor es que
¿ quién es el padre? roe.lean la entrada de la vagina - cf. el "gran vestíbulo" del comienzo)
luego al ácido propiónico ( que tiene rima asonante, como lo ha ob-
s Freud acostumbra servirse de esa expresión en el sentido socrático de de-
monio interior, fuente de ins-piración . ,nva do Erikson ( l 954) con "priápico") y por último a la trimetila-
9 Esta frase es evidentemente un resumen del sueño sobre Irma. 111ina y a su fórmula , '·impresa en gruesos caracteres" (las secrecio-
176 DESCUBRIMIENTO DEL SENTIDO DE LOS SUEÑOS 1J1;Np DE LA "INYECCIÓN A IRMA" 177

nes sexuales imprimen en las sábanas caracteres semejantes). Y esa 11 111había devuelto indemne, en segundo lugar el caldero ya es-
fórmula: 1 I" 1forado cuando lo pidió en préstamo y, en tercer lugar, nunca
li!11 t11111adoprestado un caldero de su vecino" (Td 125, ID 120,
_,,CH~ 111) . La historia adquiere toda su sal si se reemplaza el caldero
1 l11c¡1we\loca su forma, a saber, el vientre de una mujer. El hom-
N-CH 3
1(11,aclode haber "tomado prestada" la mujer o hija de su veci-
'CH 3
1l1·habérsela devuelto en "mal estado" se defiende de tres ma-
t,1H: 110,la devolví intacta; ya estaba "perforada"; nunca la toqué.
¿no fue la de la infancia de Freud en Freiberg? ¿Los tres CH 3 corres- 1 1•1primero en ver un tema nuevo, ¿ no es desflorarlo?
ponden a las tres familias que componían el protogrupo de Freibérg:
la pareja de los Zajíc, la pareja de Emmanuel Freud, la nueva pareja /i111dación con la obra freudiana. El sueño contiene la figuración
de Jacob Freud, con sus respectivos niños? Una familia es un hom- ¡il¡(,lll'a de varios elementos que constituirán o que ya constituyen
bre y una mujer que realizan esa escena, de la que nace el tercer tér- 1 de\<11hrimiento freudiano.
mino, el niño. Esas tres familias triádicas a su vez poseen un miem- IJII i:ran vestíbulo, y numerosos invitados que recibimos. Se trata de
bro como común denominador: Nannie, cuya inicial, la N, completa 1,1111 1l'presentación por imagen de la noción, que va precisándose en
la fórmula química. He ahí pues la fórmula que ( provisoriamente) lH 1111 ·11lede Freud, de preconsciente, con el guardián del umbral im-
da a Freud cuenta de sus orígenes. El deseo infantil del sueño es el 1'1(1 ito, ron las numerosas identificaciones-proyecciones que allí están
deseo de saber de dónde vienen los niños. 11,1111 11idasy que Freud decide "recibir", es decir, reconocer como ta-
Pero ¿ por qué es este deseo infantil el que suministra su contenido i1·, Esta parte del sueño realiza el deseo de Freud de "concebir" una
al sueño, y no tantos otros deseos reprimidos de la infancia? Porque 111·11ria nueva.
es el que se conforma mejor a la situación presente de Freud, quien U1·/1rocharle (a Irma) el no haber aceptado aún "mi solución": tal
sabe que debe estudiarse a sí mismo para poder progresar en el estu - 11l11n6nes el "análisis psíquico" y la consideración de la sexualidad
dio que a él se ofrece en el campo inexplorado del inconsciente. Suel- ,¡111implica y que ya Breuer, quien conoce bien a Irma, ha rechaza-
ta sus amarras. Ya no tiene nada que esperar de Brücke, de 1'1eynert, ¡., Ahora bien, en la precitadá carta del 12 de junio de 1895, no
de Charcot, de Breuer, sino sólo de sí. En cierto modo renacerá de sí 11,pondida por Fliess, Freud anunciaba también que estaba "sumer-
mismo, con Fliess como partero; llevará a cabo, como Goethe y su hé- 1dn por las novedades, incluso las novedades teóricas" y que "la
roe Wilhelm Meister, su propia Bildung. Este segundo nacimiento, que l,tfrnsa ha dado un gran paso adel¡mte". El sueño expresa una inquie-
está a punto de producirse, no puede dejar de evocarle el primero, i111l:Breuer no ha aceptado la solución de Freud al problema de la
aquel por el que vino al mundo. Al representarse en el sueño su pro- tiología de la histeria; Fliess, a su vez, ¿ se mostraría reticente frente
pio origen, algo en él mismo le dice que, a la manera de Bergotte en 1 L1 solución que Freud elabora en lo que atañe a la teoría general
la novela de Proust, acaba de "despegar". Los propileos, por otra par- d,· lo que será el aparato psíquico?
te, son una puerta de entrada y también un arco de triunfo: Freud El examen "laringo-ginecológico" de la garganta de Irma es una
conoce bien los propileos del Partenón en reproducciones (los verá I'' ll'Sta en imagen no sólo de las ideas de Freud sobre el papel etioló-
in situ en 1904) y ha visitado con Fliess, que le hablaba de la trime- ico de la sexualidad en la histeria, sino una repetición de la escena
tilamina, los de Munich. Se ve como un héroe, franqueando esa puer- ¡,1inceps -otra escena "primitiva"- entre Joseph Breuer y Anna
ta, símbolo a la vez de potencia y de gloria; ha "penetrado" el se- U . . . Los síntomas de Arma O . . . ( seudónimo dado por Breuer a
creto; no ha ocurrido nada grave, salvo cierta mala conciencia de la ll1·rtha Pappenheim) fueron los de una preñez seguida de parto ima-
que trata de disculparse ... ~111ario;en el sueño, los síntomas de Irma (seudónimo dado poste-
El argumento del caldero, que Freud evoca en su comentario, debe 11ormente por Freud a una enferma que probablemente se llamaba
ser comprendido, me parece, en esta perspectiva. Escribe Freud: "Todo Anna) son los de un coito seguido de embarazo ( dolores, vientre anu-
este alegato -este sueño no es otra cosa- recuerda vivamente la d,tdo, aspecto "abotagado"). Nuestra hipótesis sobre la identidad de
manera en que se defendió aquel hombre de quien su vecino se que- lrma encuentra en ello un argumento suplementario. Igualmente, se
jaba porque le había devuelto su caldero en mal estado. En primer rnmprendería mejor por qué es "Anna" el nombre que Freud pensa-
178 DESCUBRIMIENTO DEL SENTIDO DE LOS SUEÑOS 1!1'.NO DE LA "INYECCIÓN A IRMA" 179
ha poner a su sexto hijo en el caso de que "fuera una niña": porque l11
[n, t IIun cuadro por orden de aparición y según una jerarquía su-
simbolizaría el primer gran descubrimiento, el del sentido de los sue- i;,,
1111 se llegaría a una representación como ésta:
ños, del que ha resultado autor ¡;racias a esa Anna-Irma. Y t::i.mbién
se comprendería mejor por qué Anna Freud fue la única de sus hijos
en convertirse en psicoanalista. ~Inna
Las viudas,21;:::...--- Amiga de Inna
En forma figurativa, la escena del examen de la gargauta represe n- Martha
ta lo siguiente. Breuer
O el descubrimiento "fecundo" del que Freud se siente grávido; la Freud / Los mayores Fleischl
~ ~ Emmanucl
gestación es laboriosa pero ya tiene confianza en poder darlo a luz;
D la seguridad de que los histéricos tienen representaciones reprimi- ~ Otto
das, no sólo de la preñez y el parto, como Anna O ... , sino de todos Los iguales ~Leopold
Fliess
los momentos del coito ( antes, durante, después) ;
O la prescripción de Chrobak respecto a la esposa histérica de un ma- 1\hora bien, esa disposición tiene la misma estructura que la fórmu-
rido impotente, Rx Penis normalis dosim repetatur ("prescribir dosis
'''" la trimetilamina, si se la desarrolla completamente: 10
repetidas de pene normal") (Td 1914d, GW X 53, SE XIV 15, fr 79);
O el método de las asociaciones libres, sin sugestión artificial ni im-
posición de manos, es decir, la aceptación de la resistencia ("se mues-
tra recalcitrante") y la invitación a hablar libremente ("entonces ella
abre bien la boca") .
----H
c-=-==--------H
H

El cuadro final del sueño es una inscripción. Tal particularidad, N...


/
Ce::::===~ H
que se repetirá en muchos sueños ulteriores, debe relacionarse con una
observación publicada en Estudios sobre la histeria ( 1895d, GW I 292,
C---H
SE II 288, fr 233) : "Todo sucede como si uno examinase archivos
mantenidos en un orden perfecto." Los recuerdos que uno creía olvi-
========-H
H
dados están inscritos en alguna parte, y es posible reencontrarlos con
un método adecuado. En el sueño de Irma esa inscripción es la fórmu - l'odo sucede como si, en su sueño, Freud se diese cuenta de que el
la de la trimetilamina. Su estructura ternaria corresponde, en est;i 111 110, lejos de ser la actividad anárquica que se creía, siguiera un or-
nueva perspectiva, a los tres tipos de neuronas en las que Freud está d,·11 riguroso y escondido, cuya ilustración es el sistema ternario. La
1ii111etilamina,además, está en el sueño inmediatamente precedida por
a punto de i-ntentar descubrir la fórmula del aparato nervioso. La
fórmula <.pl/Jw aparecerá, en efecto, por primera vez en una carta a 1_,,dca de una serie corriente en química orgánica, donde cada térmi-
Fliess tres semanas después del sueño (F, 16 de ago. de 1895, al 133, "" se obtiene a partir del precedente según una determinada ley de
ing 123, fr 109). Esto volverá a poner en movimiento la reflexión de 111.. ,,resión y donde las sustituciones hacen posible el paso a otra serie.
Freud, detenida desde hace dos meses, sobre la teoría general de la I' 1·<·onstituyamos la serie de los alcoholes:
psicología normal y patológica; desde el 6 de agosto lo dejará enten- metílico CH 3 OH
der: "Aunque audaz, la cosa, como lo verás, es bella" (F, al 132, ing rtilico CH 3 CH 2 OH
122, fr 109). propílico CH 3 (CH 2 ) 2 OH
hutílico CH 3 (CH 2 ) 3 OH
Por lo demás, una tríada que se desarrolla a su vez en otras tríadas amHico CH 8 (CH 2 ) 4 OH
resume bastante bien la construcción formal del sueño, donde los per -
sonajes evocados aparecen generalmente en series de tres. Así, el sue- 'º Lacan fue el primero en relacionar las estructuras ternarias de los perso-
ño contiene una representación simbólica de su propia estructura. Si 11:1¡es del sueño y las de la fórmula de la trimetilamina (seminario de estudios
,1, textos de la Société fran<;aise de psychanalyse, 4 de nov. de 1953, inédito).
se deseara formalizar su autoanálisis, es decir, escribir en forma abs-
1 1 idea de desarrollar completamente la fórmula y de formalizar por entero
tracta los agrupamientos de los personajes más importantes, reunién - , 1 autoanálisis del sueño me pertenece.
180 DESCUBRIMIENTO DEL SENTIDO DE LOS SUEÑOI lfl ( NO DE LA "INYECCIÓN A IRMA" 181

Por reacción del amilo con el amoniaco, NH 3 , se obtiene la trimc lt,~ orígenes, y también, según Rosolato ( 1969, p. 46), la cifra sc-
tilamina.* 1.i d<·l alef, alfa y omega del conocimiento. En cambio, estoy en
La evocación de las otras series orgánicas (la serie de los ácidos: 1,~1wr<lo con quienes han querido ver en esa fórmula una anticipa-
ácido propiónico) y de los compuestos posibles a partir de cada tér 11dc•l "tr iángulo" edípico: en julio de 1895, Freud aún está lejos
mino (los compuestos propílicos) parece ser la trasposición simbólica 1111:s<"ntirla organización edípica de las pulsiones y jamás utili;a-
de la diversidad de significaciones del sueño, las mismas que aca ba. 111 1111•táfora triangular para designarla.
mos de estudiar. A medida que sueña, la mente de Freud comprend /\111u¡11e haya guardado para sí una parte de los resultados de su
cómo se efectúa su sueño: los procesos formales del sueño, al mismo 1,.,jo autoanalítico, Freud no podía, por cierto, ser consciente de
título que los deseos latentes, están representados en su contenido. A 111 ~ las interpretaciones que nos ha impuesto la lógica de los docu-
la pregunta que se hace desde meses atrás -si los sueños tienen un ,1r11111~ a nuestra disposición y de las diversas problemáticas persona-
sentido--, el de la "Inyección a Irma" responde que no sólo tienen l! N y <i<·ntíficasconocidas como las propias de Freud en esa época. Por
el sentido de nuestros deseos, sino que esos sentidos surgen de su es- 1111smarazón su evolución interior continuará. Mientras Freud,
tructura siml:iólica. Además ¿ podría un deseo expresarse de otro modo ,111,.\us sueños y luego sus recuerdos y sus actos fallidos, efectúa un
que no fuera la inserción en tal estructura? Freud no tiene en ese il1.11npsicoanalítico centrado principalmente en la identificación de
momento una conciencia suficiente de ese saber como para explicitar• 11rnccsos ( condensación, desplazamiento, dramatización, represión,
lo. Pero ya lo posee y lo que pronto se llamará psicoanálisis partirá d 11·•,16n, etc.) y de sus lugares de funcionamiento (inconsciente, pre-
él. Freud ya había descubierto, con Breuer, que los síntomas histéri- 11,rl('nte y consciente), un trabajo paralelo, concomitante pero dife-
cos tienen un sentido. En la noche del 23 al 24 de julio de 1895, adi. 111,,un trabajo· psíquico en buena parte inconsciente, proseguirá en
vinó que procesos psíquicos normales, como el sueño, lo tienen igua l- 11 nea de los contenidos de las fantasías, sobre las identificacio-
mente. Realiza en sueños este descubrimiento decisivo, como a menudo
prnyccciones, sobre los conflictos defensivos que le son propios. A
sucede con los grandes descubrimientos. Pero es único el acontec í-,
t'I, algo de ese trabajo psíquico será captado y explotado por el
miento de un sueño que entrega el secreto de los sueños. Secreto qu
1h.1.10psicoanalítico . Este último será, con frecuencia, representado
además desborda a los sueños, como Freud lo comprende en seguida
íig11111t1vamente en esos productos privilegiados de su trabajo psíquico
Existe un pensamiento, gener~lmente inconsciente, mediante el cua
p111~on los sueños. Fue porque Freud se centró en el aspecto formal
el hombre trata de que los demás hombres reconozcan sus deseos. Qu
tal pensamiento sea simbólico no quiere decir, como lo creerán co 111I,~ producciones del inconsciente por lo que pudo no sólo compren-
Jung discípulos infieles a la inspiración freudiana fundamental, qu
Ir,· d funcionamiento del aparato psíquico, sino también dejar actuar
se reduzca a un juego de alegorías y de imágenes.U Sirve de adve r 111 1_l111fonicainconsciente en una zona relativa de sombra, fuera de la
tencia el recurso a los conceptos de la química, un comentario qu 111 _tl st· habría agotado.
se desarrolla en forma lógico-matemática. Eso no es todo. Recordem l ,,,s numerosos pasajes de Die Traumdeutung en que este sueño pro-
(Freud, como todo alumno de un liceo alemán, ciertamente la con pu11iona ejemplos de procesos psíquicos primarios no pueden ser fe-
ce) la ensoñación diurna gracias a la cual Kekulé descubre la estruc l1,1dos pero son muy posteriores a julio de 1895. Recordémolos no
tura hexagonal del benceno C 6 H 6 y su derivación respecto del carb 1111'.tante.En el pasaje más largo (Td 298-301, ID 292-295, IR 253-
no, C. Freud sueña que, como un nuevo Kekulé, realiza en sueños u ¡7), Freud insiste en el mecanismo de condensación: Irma es una
descubrimiento que se asemeja, por su forma, al de Kekulé ( descubr i 1,c•1 M>na compuesta" : representa a ella misma, a su amiga, que Freud
miento triangular sin embargo, y no ya hexagonal) y, por su conten i l,·i,,•;1ríatratar, a la hija mayor de Freud, a una enferma muerta por
do, a las hipótesis de Fliess sobre la química sexual, no ya un descu l'11•11d,a un niño de la clínica, a una gobernanta examinada por Freud
brimiento sobre C, el carbono, sino sobre N, la fórmula del misteri '111' intentaba disimular su dentadura postiza, a Martha por último.
1,:1 l>r. M ... está formado por dos personas: él mismo (Breuer) y
* Este enunciado, en qmm1ca orgánica, es irremediablemente falso. [E.) l(111111 anue l. Finalmente, propileno es un compromiso entre amileno,
11 Binswanger ( 1954) es víctima de una confusión análoga al criticar
1p11J forma parte de la serie Otto, y propileos, que forma parte de la
concepción freudiana del sueño. Ignora la diferencia, implícita en Freud, en
tre estructura imaginaria del sueño ( en relación con los deseos latentes) y e ,w opuesta Fliess; los propileos son un monumento de Munich don-
tructura simbólica ( en relación con los procesos formales). , l,c Frrud encontró a Fliess un año antes.
182 DESCUBRIMIENTO DEL SENTIDO DE LOS SUEÑOS i 11111\ÑO DE LA "INYECCIÓN A IRMA" 183

Otros pasajes menos importantes ( enumerados más arriba) mues- li11t.1de las supuraciones nasales), cromáticas (las escaras de un
tran en el sueño de la inyección a Irma: /,u,, 11 grisáceo y, sin duda, el color rojo-violeta de los corn etes), ce-
1- ;t ,\ l<'as ( m e siento anudada), táctiles ( la percute ... ; lo que sient o
D la deformación del deseo que el sueño realiza (la escena donde se 11,,ll a pesar del vestido). Esta riqu eza sensorial, bastante típica
cumple el deseo se presenta como indiferente en el contenido mani- h hcud y de lo que ya dije de su profundo empirismo, contrasta
fiesto; las certidumbres del soñador no corresponden a la realidad sino 11r I hecho de que la mayoría de los sueños corrientes están hechos
a sus deseos; cap. IV) ; , usaciones visuales y secundariamente de sensaciones auditivas.
D la importancia de los restos diurnos: el deseo que se esconde en el l 'ti1 e 1erto que la vista es importante en este sueño (ver la garganta
alegato: estoy justificado porque soy un hombre de valía, "por tanto: Ir, 11111a),y se oyen dos diálogos ( el diálogo entre Freud e Irma, las
puedo permitirme esto ... " ( cap. v, 1) ; lhc11~1ones entre Freud, el Dr. M ... , Otto y Leopold). Pero la ima-
D la ausencia de desplazamiento, en contraste con los sueños ulterio- !I v1sua l terminal es particularísima: consiste en la visión de un a
res ( cap. VI, 2); •A111pción (la fórmula de la trimetilamina ), es decir, en un a lectura ,
D la ausencia de la representación lógica, especialmente del encade- u11clr·sciframiento.
namiento temporal y de la alternativa en las imágenes del sueñÓ ( cap. l ',1111biénestán presentes en el sueño las funciones excretoras: la de-
VI, 3); r " 1(m ( la disentería), la micción ( el veneno se va a eliminar : Freud
D uno de los sentidos de la identificación, es decir, de la atribución ,l ., por Fliess que la trimetilamina se elimina al orinar). Un juego
de un elemento común a dos personas del sueño, a saber: el deseo de 11) J',dabras descubierto por Eva Rosenblum va en la misma dir ec-
cambiar a una de esas personas por la otra ( ibid.) ; 1611 A nanas ( ananás, piña), que "rima por lo demás notabl emente
D el carácter significativo de todo olvido de interpretar un detalle, u11il ape llido de mi paciente Irma", se pronuncia en alemán exact a-
incluso de apariencia anodina, que figure en el texto del sueño ( cap. 1w1111• como Anna nass: "Anna mojada"; ella, por lo tanto, huele mal.
vn, 1). /'1me una matidez abajo, a la izquierda. En su comentario, Fr eud
h111ona este detalle, por una parte, con la sensación de un dolor
5] En relación con la imagen del cuerpo. La última perspectiva para 11111(1tico que acababa de tener en el hombro izquierdo, y, por otra ,
interpretar este sueño es la de la imagen del cuerpo. Ya señalamos la 1 p11recuerdo s de exámenes clínicos en casos de tuberculosis pulmonar.
imagen del pene como jeringa sucia y la de los órganos genitales fe. i ,, ,11o cemos bien esos casos, sobre los que no da precisiones: Ignace
meninos como cavidad bucal o nasal: ~e trata de procedimientos me- , l111Hberg,novio de Minna Bernays; Joseph Paneth, joven e~poso de
tafóricos. Recordemos, acerca de este último punto, que Anna O ... ,,¡il11eSchwab; Rudolph Lichtheim, joven esposo de Anna Hammer-
había consultado a Breuer por sus males de garganta ( tussis nervosa). 1 lilal{: tre s grandes amigos de Freud, muertos de tuberculosis y que
Pero Freud todavía está lejos de adquirir consciencia -lo que com- l,)J,11ontres "viudas " inconsolables . Sin duda, el contenido latente es
prenderá sólo con el caso Dora, pero que en filigrana ya está presen- ·I que sigue : si Martha, cuya preñ ez es tan difícil , muriese, si él lle-
te en este sueño-- de la teoría sexual infantil para la cual la concep- u ,1 ,i ser viudo, una u otra de esas deseables viudas estaría disponi-
ción de los niños se realiza por la boca y la garganta. Observemos lil1J para reempl azarla. Lo confirma un detalle: Eva Ro senblum, a
igualmente que el espacio arquitectónico en el que se desarrolla el )'i!>p6sito de Mathilde, la hija de Freud que éste evoca en sus comen-
sueño (un "gran vestíbulo" donde se abre una "ventana") o aquel ÍIP ms, me ha indicado el chiste, corriente en Alemania , del viudo que
que evoca (los propileos de Munich), constituye igualmente una fi. 111Lima sobre la tumba recién cerrada de su muj er: Math ilde, Ma-
guración simbólica del sexo femenino. El dec;orado del sueño duplica /11/dc, so eine krieg' ich nicht wieder ("Mathild e, Mathilde, no en-
pues la escena central de éste. Tal duplicación no es sólo una repeti- " 11raré otra como ésta") .
ción destinada a subrayar la importancia de la escena. Es, más pro- \ olvamos a la imagen del cuerpo. ¿ Qué cosa, a la izqui erda , in-
fundamente, la regresión a una permutabilidad arcaica del continente t¡i1ir:ta a Freud? Sabemos que desde hace dos años su corazón h a sido
y del contenido, es decir, a un mecanismo del pensamiento primario f1wHlc de sufrimientos y preocupaciones, pero que se han at enuado
qu e consiste esta vez en un mecanismo metonímico. li11sla el punto de que ha decidido recientemente volver al h ábito del
Conviene además poner de relieve la presencia de sensaciones gus- 1111,aco.El sueño materializa, a la vez, la amenaza de Fliess (Fliess lo
tati vas ( el licor de ananás), olfativas ( el olor amílico, la fetidez im- 111srnlta , como Leopold percute a Irma, y pronostica un despertar de
184 DESCUBRIMIENTO DEL SENTIDO DE LOS SUEÑOS n1, SUEÑO SOBRE IRMA HASTA LA MUERTE DEL PADRE 185

la intolerancia cardiaca atribuida a la nicotina) y la resolución de 111111,,11 un licor imbebible) y donde se destacan como tiempos fuer-
trasgredir esa amenaza. l'''"tos de sensibilidad erógena o dolorosa: datos, funciones, pun-
La última referencia corporal concierne al ombligo, marca que su 1'" pertenecen a veces al cuerpo propio del soñador, a veces al
origen en el seno materno deja en el cuerpo humano. Dicha referen- 11n ¡111q11cconstituye el objeto de su deseo. Desde esta perspectiva, el
cia se encuentra en una nota que plantea un doble problema de tra- k ~rr, que realiza este sueño es el deseo paradisiaco de posesión del
ducción y comprensión: "Cada sueño tiene por lo menos un lugar in- 1:, 1111dt· la madre y de fusión en ese cuerpo del cuerpo del niño. Qui-
sondable, un ombligo (Nabel) en cierto modo, que lo enlaza mit dem In t·s, incluso, la significación profunda de todo sueño en general,
Unerkannten" (literalmente: "con lo inasido", "con lo inasible"). Eva 111 Strin ( "cada noche el sueño nos permite encontrar el paraíso
Rosenblum me ha hecho notar que Freud no escribió Unbekannten d11l11" , 1968a, p. 87) lo ha esbozado, como Pontalis ( 1972) lo ha
( "lo desconocido"), palabra que uno podía esperar y que por lo demás m11l.1clo en su hipótesis, aunque ésta parezca más fundada en cuan-
figura equivocadamente en las traducciones habituales; si prefirió ' los sueños de hombres que en cuanto a los sueños de mujeres;
Unerkannten, fue sin duda porque ese término evoca la expresión bí- 11 ¡·::t.,s últimas, el deseo del cuerpo del padre es sin duda de igual
blica ein W eib erkennen ( "unirse a una mujer"). El sentido general 1¡1111 t,mcia. Pero el inventario eufórico del cuerpo en buen estado de
de esta nota es además difícil de "asir", lo que sin duda Freud incons- lln11ío11amientoremite a su contrario, el inventario del cuerpo enfer-
ciente y simbólicamente quiso. Si deseaba expresar que la interpreta- llH•; 1·1sueño de "La inyección a Irma" enumera todos los trastornos
ción psicoanalítica de los sueños no podía ir hasta el fin, ello estaría 110 Frcud ha sufrido o sufre todavía: los síntomas intestinales (la
en contradicción con el traba jo efectuado sobre este sueño y con el h1·11tería), la angina de 1881, que le había impedido deglutir y ha-
descubrimiento definitivo y reiterado de que el sentido último de los hln,·,, las supuraciones nasales, los dolores cardiacos. Freud es el en-
sueños es el cumplimiento de un deseo. Una fantasía, pues, vino a lrn110 que él mismo examina en el sueño: y así el sueño traduce su
infiltrarse en su pensamiento y la expresión escrita del mismo, fanta- Ir , o de autoanalizarse.
sía que, si hubiera hablado claramente, le habría hecho decir: la mu- 1, 1 sueño sobre Irma constituye desde ese punto de vista un sueño-
jer con la cual se sueña es aquella con quien se ha estado unido por 111,,;iamade toda la serie de descubrimientos que constituirán el psi-
el cordón umbilical y que para nosotros permanece "no conocible " ,,,11;1lisis. Enuncia la identidad del cuerpo del sueño y del sueño del
en el sentido bíblico. La imposibilidad que efectivamente siente Freud 111,·1 po. El inconsciente ( cuyo corpus empieza Freud ·a establecer) es
de interpretar por completo un sueño o un síntoma es menos la con- 11t1clo como el cuerpo del delito del que debe disculparse pues repre-
secuencia de una formación teórica y clínica insuficiente que una re- 111.1 simbólicamente y contiene metonímicamente el cuerpo deseado
sistencia interior ligada a la prohibición del incesto. Esta corta nota I,• LLma dre inasida. Pero es ahí donde su deseo tomó definitivamente
oscura a pie de página constituye -lo que no es para asombrar- el 1111 1po en la madrugada del 24 de julio de 1895: aquello a cuya po-
único pasaje de todo el sueño y de su comentario fluvial donde una ,,~1011hubo que renunciar en el plano carnal podrá ser retomado en
emoción edípica sale a la luz para ser inmediatamente bloqueada, rl plano simbólico.
una emoción que se limita a la dimensión incestuosa del complejo de
Edipo. En efecto, sería un abuso de psicoanalitismo ver en la hostili-
dad del sueño, confesada a medias, hacia Otto, Breuer e incluso Fliess,
la expresión de un deseo propiamente parricida. Será necesario que llESDE EL SUEÑO SOBRE IRMA HASTA LA MUERTE DEL PADRE DE FREUD
acaezca la muerte de su padre para que Freud vislumbre la posibili- (JU LIO DE 1895-0CTUBRE DE 1896)
dad de admitir la existencia de tal tipo de deseo. Por el momento,
como ya se dijo, se contenta con defenderse de su propia ambiva - 1.-,1 aíio que siguió al sueño de la "Inyección a Irma" fue para Freud
lencia. 1111 año de progresos. La elaboración de su obra continuó ep el impul-
Así, el sueño sobre Irma procede a una especie de inventario del ,, de ese movimiento de renovación que se expresó en el sueño. Freud
cuerpo en el que figuran, como telón de fondo, los cinco sentidos ex- procedió a algunos descubrimientos parciales, desarrollos de intuicio-
ternos y la sensibilidad interna, así como referencias a la mayoría de 111 ·s prece dentes. Su vida no experimentó ningún cambio radical. Su
las grandes funciones: respiración, circulación, eliminación, reproduc- , lil'ntela aumentó de una manera irregular pero, en conjunto, satis-
ción, fonación, sistema nervioso y, menos claramente, nutrición (re- 1.,rtoria.
186 DESCUBRIMIENTO DEL SENTIDO DE LOS SUEÑOS 111~ KL S UEÑO SOBRE IRMA HASTA LA MUERTE DEL PADRE 187
1 11 11d consideró los procesos psíquicos como estados cuantitativ a-
1111 1111determ inados de las neuronas. Conjeturó tres categorías de neu-
El Esbozo de una psicología científica (septiembre-octubre de J895)u 111.1 ,, designadas <p, if, y w que correspondían, respectivamente, a los
1111111 los externos, a los internos y al sistema percepción-consciencia.
Cierto número de las situaciones presentadas en el sueño se cump lie- ~ 1¡, 111 ras que las dos primeras categorías apuntan a la descarga de
ron. Después de un breve viaje al norte de Italia, a Venecia, con Ale- 111,_ 111ti<lad, las neuronas w tienen por función trasformar la cantidad
xandre, ambos fueron a Berlín para ver a Fliess y consultarlo ( me- l , di<lad, es decir, para comenzar, en desplacer y en placer. El
diados de septiembre de 1895) . Freud se hizo operar la nariz y volvió 1,11¡1111toconstituía pues un "aparato" (que Freud no llama "psíqui-
a ser paciente de su amigo . El encuentro lo estimuló en el más alto llm ) susceptible de funcionar por sus propios medios. De la in-
grado. En el tren de regreso y durante las tres siguientes semanas re- 1111 nón complicada -y puramente imaginaria- de esas neuronas,
dactó con entusiasmo, únicamente para Fliess, su Esbozo de una psi- 1111 extrajo, no obstante, una comprobación que también constitu-
cología científica ( no le puso título: el que doy fue elegido por los 1111 a adquisición definitiva: . el niño pequeño grita para obtener,
editores) , que no publicará y que fue editado póstumamente con las 11;i:1s a una intervención exterior, la descarga de una excitación de
cartas a Fliess (1950a bis, F, al 371-466, ing 348-445, fr 309-369) . 1:.•11 interno en una "acción específica" - "por ejemplo aporte de
Anexó el manuscrito -no parece que haya guardado copia- a su l111 11'11to, proximidad del objeto sexual" (notemos esta confrontación,
carta del 8 de octubre de 1895. Fue el principio de una nueva conce p. p11 111 ás adelante reaparecerá con frecuencia, entre el hambre, o de-
ción de la vida psíquica; a la manera de los filósofos empiristas, re- n dPI seno, y el apetito sexual). He ahí la "experiencia de satisfac-
construyó las leyes de la mente, pero partiendo de la teoría de la t,11'' · pro ducía una descarga real "duradera", lo que no era el caso
neurona que otrora había presentido y que por entonces ya era cono- i11 la pura descarga alucinatoria; establecía una "asociación por
cida. Se inspiró en la voluminosa obra de su maestro Exner, publica da li1111ltane idad " que hacía que el retorno de un estado de tensión aná-
en 1894: Entwurf zu einer physiologischen Erklarung der psychische 11 1111•,11 reavivara el recuerdo de la satisfacción y suscitara el deseo de
Erscheinungen ("Introducción a una explicación fisiológica del fun- 1111\ma;producía el levantamiento de una barrera de contacto; por
cionamiento psíquico"). Anticipó con el nombre de "barreras de con - 11111 1110, "este medio de descarga adquiere así una función secundaria
tacto" la noción de sinapsis ( que Sherrington formuló más tarde, en 1,, ,·i-trcma importancia: la de la comprensi ón mutua, y la impoten-
1897), y enunció, además del de constancia, un principio de inercia 11.1 origina l del ser se torna de este modo la fuente primera de todos
que hace que las neuronas "tiendan a desembarazarse de las cantida - , motivos morales" (1950a bis, F, al 402, ing 379, fr 336).
des" ( anticipación del principio del placer-desplacer). Hizo del Yo \ ,wca del mismo crío, Freud suponía que "la imagen mnemónica
una noción importante, ligándolo a las funciones de inhibición y de ti, ,1.i<la [es] la del pecho materno y sus pezones vistos de frente" (ibid.,
prueba de la realidad, y vinculando la consciencia sólo a una par te ·¡I 113, ing 391, fr 346), puesto que intenta hallar "un objeto del
de la vida psíquica. La mayor y definitiva adquisición del Esbozo fue 111 1,,1110 orden [que aquel] que le aportó al sujeto su primera satisfac-
la definición de dos modos de funcionamiento mental: el proceso pri - 1 1.',11 (y también su primer desplacer) y que fue para él la primera
mario, que apunta a la pur a descarga de la excitación y que el sue- 111 ·11ona auxiliadora" ( ibid., al 415, ing 393, fr 348 ) .
ño ejemplifica, y el proceso secundario, que comienza con la atención, l .a primera parte, titulada "Plan general", fue consagrada a la di-
se desarrolla de la percepción a la inteligencia y permite la opción lt 1111ciación de los procesos primarios y secundarios. El dormir y el
entre diversas vías de descarga (anticipación del principio de reali - "11,1rsuministran el prototipo de los primeros: "Lo que determina
dad) . Freud reconoció en esto el aporte de Breuer: la energía libre , 11rialmente el dormir aparece con evidencia en los niños. Los niños
de éste caracterizaba el proceso primario, y la energía ligada el pro - ,.,,tinúa n durmiendo mientras no los- atormenten necesidades físicas
ceso secundario. Pero el Esbozo quedó como hermoso ejemplo de mo- 1,1·\tÍmulos externos (por ejemplo el hambre, la sensación de frío cuan-
delo teórico sin base experimental. Sus intuiciones sobre el psiquismo ¡j,, han mojado el lecho). Una vez satisfechos (con el seno) se duer-
quedaron prisioneras de un basamento neurofisiológico estrecho . En 1,1,11. Ta mbién el adulto se duerme fácilmente post coenam et coitum
ld,..,pués de haber comido y gozado]. De aquí se sigue que lo que con-
12 El capítulo v1 de Andersson ( 1962) está consagrado a la evolución de las 1li,1una el sueño es una disminución de la carga endógena en el nú-
ideas de Freud durante el otoño de 1895. 1,·oif,, disminución que torna inútil la función secundaria. Mientras
188 DESCUBRIMIENTO DEL SENTIDO DE LOS SUEÑ O SOBRE IRMA HASTA LA MUERTE DEL PADRE 111')

duerme , el sujeto se encuentra en un estado ideal de inercia y su pro ( p:1,., el proceso secundario) no aparecieron sino en el capítulo
visión de cantidad ( Q 'Í¡) es descargado." H ti,, n,r T raumdeutung. Otra idea retomada y desarrollada en ese
"En el estado de vigilia, esa provisión se acumula en el 'Y o' y tene 111111~1 capítu lo VII concierne a la importancia de las "asociaciones
mos el derecho de admitir que lo que caracteriza el dormir y lo condi. 1¡1,l,•H" que fundan la posibilidad de "dirigir la carga tJ," hacia los
ciona necesariamente es justamente esa descarga del Yo. Inmediata 111 •1dos que emergen durante el pasaj e de la cantidad (Q,f¡). Se
mente nos damos cuenta de que se trata de una condición necesaria d !,i f1quí del pensamiento consciente observante (F, 1950a bis, al
la producción del proceso psíquico prim ario" (F, 1950a bis, al 420, 1 !, i111~ 422, fr 375-376) . Las asociaciones verbales constituyen el in-
ing 398, fr 353) . l11( •cl1,1rioentre la percepción de una cualidad y la descarga de una
El único material clínico referido en toda esta parte está constituido ¡ti1Lid. "L os indi cios de descargas por medio del lenguaje ... llevan
por la fórmula de la trimetilamina en el sueño de la "Inyección a pi oc-esos cogitativos al plano mismo de los procesos perceptivos,
Irma", del que no se dice nada más. La fórmula proporciona un ejem• d i11{·ndo les una realidad y haciendo posible su recuerdo" ( ibid.).
plo de eslabón intermediario consciente entre dos pensamientos in !11í-significa, en ese momento de la vida y el pensamiento de
conscientes: el de una conversación con Fliess sobre la química ,,·11d,la elaboración del Esbozo? J. Strachey , en su prefacio a la
sexual y el de una etiolo gía sexual de la enfermedad de Irma: la ii111111 de ese texto al final del tomo I de la Standard Edition (SE I,
existencia de tales eslabones inconsci entes explica la aparente discon• 11 '11)2) ,18 hace algunas observacion es juiciosas. Subraya el divorcio
tinuidad de los sueños . Por otra parte, la que fuera conclusión del 1111 ,. la teoría y la clínica: el sistema teórico esbozado por Freud eiitá
autoanálisis de ese sueño es referida indep endientemente de él: los ,k ·.,·,rnalizado, excepción hecha de una alusión a los estímulos endóge-
sueños son cumplimientos de deseos. Como la analogía del síntoma y li•lil o a los instintos, mientras que los progresos clínicos realizados por
el sueño es señalada en dos oportunidades en el Esbozo, el lector pued , 1,·sde tr es años atrás se encauzan hacia la etiología sexual de las
inferir en conclusión que los síntomas también son realizaciones d 11
·11rnsis.Nota el carácter negativo e inhibidor otorgado al principio
deseos, pero tal conclusión no está explicitada en el texto. lii funcionamiento psíquico: lo gobierna la evitación del desplacer,
La segunda parte fue consagrada a la "Psicopatología de la histe• ¡11111!0 de vista que aún subsiste en Die Traumdeutung; el principio de
ria". El único caso referido es el de Emma (cf. p. 172) . Da un ejem• ¡,111t-r, es decir , la primacía de la búsqueda del placer, no será afir-
plo del proton pseudos (primera mentira) en el origen de la histeria: 111.11l0 sino más tarde; Freud se limita por el momento, sin nombrarlo,
un incidente sexual sobrevenido en la infancia sólo llega a ser trauma• il principio de desplacer. Strachey concluye caracterizando el Esbozo
tizante para el sujeto con posterioridad, cuando ocurre un nuevo 111 1110una descripción "defensiva" de la vida mental. Yo diría que se
episodio en la pubertad e inconscientemente reaviva el recuerdo del 111t t de una especie de adiós de Freud a las concepcion es psicológicas
primero y cuando el ímpetu sexual que desata ese recuerdo se trasfor. 11,hitua les, que se atenían al punto de vista del Yo sobre el cuerpo y
ma en angustia. Freud pensaba, en efecto, que no puede haber 1 ,·spíritu, antes de incursionar en el estudio de lo que ulteriormente
"ímpetu sexual" sino a partir de la pubertad y que el tan importante , 1, nominará el Ello, durante veinte años, O" sea hasta la renovación
mecanismo de posterioridad es consecuencia de la pubertad "tardía" 11 ·<,ricade la década de 1920. Se comprende pues ( detalle capital pero
de los hum anos en comparación con las demás especies: cuando 11lvidado por muchos comentadores ) que Freud no h aya pensado en
Freud descubrió la existencia de una sexualidad infantil, el mecanismo p11blicar el Esbozo: era para él un texto retrasado del que muy pronto
de posterioridad siguió siendo válido: la premaduración del recién ,. declaró descontento. Por cierto, están ahí en germen varias intui -
nacido se convirtió en la causa principal de la predisposición a la ' iones, y nociones que llegaron a ser adquisiciones definitivas del psi-
neurosis.
La tercera parte , "Ensayo de exposición de un proceso psíquico 13 Ese tom o contiene todos los extractos de las cart as y manuscrit os en-
normal" , intenta dar una explicación del proceso secundario. Éste se , 1,1dosa Fliess y que están en relación con el tr abajo teórico de Freud (p ero
origina en la atención, cuya instauración es descrita en términos de 110 con su vid a personal) . Esos extr actos son pue s menos numeros os que los

"mecánica", dicho de otro modo: de dinámica psíquica, y que dura publica dos antes con el título de La naissance de la psychanalyse ( 1950a ).
1',·ro el texto está mejor establecido , las notas son más completas , y valiosa s
hasta que desemboca en una "identidad " entre la representación del l.1~int roducciones ; hay que lamentar que quienes re alizan inv estiga cione s sobrr
deseo y la percepción actual de la realidad. Las pr ecisiones "identidad l,1 teo ría psicoanalítica se limiten a la antigua edición de las cartas a Flies ~
de percepción" (para el proceso primario ) e "identidad de pensamien- , igno ren la edición, muy superior, de Strachey .
190 DESCUBRIMIENTO DEL SENTIDO DE LOS 'll 1(1, SUEÑO SOBRE IRMA HASTA LA MUERTE DEL PADRE 191

coanálisis fueron enunciadas por primera vez en esas páginas. ,11 ,s lf, no implican el estado de consciencia sino una vez ligadas
sentido, el texto es una formación de componenda. Más exactamentr: l11N ll'oriaciones verbales; el desplacer proviene del conflicto entre la
Freud, por su mentalidad científica y sobre todo, como veremos m~I 1id.1dde origen interno en las neuronas lf, y el proceso de la cons-
adelante, por su organización psicopatológica personal de tipo hister6 wi ;, (dicho de otro modo, el conflicto y el sufrimiento que de él
fobo, necesitaba asegurarse un marco conceptual que lo mantuviera provienen de la dificultad del hombre para afrontar sus pul-
distancia de los fenómenos estudiados, sin ocultarlos no obstante; en ,,,~, , 11 particular su sexualidad) (F, 1 de ene. de 1896, al 151-156,
tonces podía arriesgarse a verlos tales como eran, con acuidad y pen 1·10 145, fr 125-129). El 30 de mayo de 1896,u se interroga
picacia: a verlos controlándolos. r J d1·l proceso de "volverse consciente": la toma de consciencia
Strachey indica también que el esquema del Esbozo constituye un 11cl"del acceso a representaciones verbales asociadas; es un com-
precursor de las teorías conductistas y luego cibernéticas e informáti 11i~o rntre la represión y lo reprimido, hecho posible por una
cas de la vida mental. Nada de asombroso en ello, puesto que talr h,ci<in flotante"; en esa ocasión precisó por primera vez que "los
teorías provienen de la neurofisiología, que se constituyó como ciencia li0111 ,s son casi todos formaciones de componenda" (F, 30 de mayo
en el siglo XIX, y puesto que Freud participó activamente en su desarro 111%,al 177, ing 166, fr 147).
llo antes de convertirse en psicoanalista. Hoy la situación epistemo P,11:ill'lamente a las investigaciones de Freud sobre el aparato cplf, cu,
lógica es la misma que en 1895: no es posible tomar en consideración ll'IIIÍa de la etiología sexual de las neurosis avanzó con nuevo rit-
el deseo, la fantasía, la represión, la figurabilidad y los retoños del in 11 >, después de la histeria, conquistó la neurosis obsesiva. "La his-
consciente sino rompiendo con todo esquema cuyos modelos sean las i11,·st(1 determinada por una experiencia sexual primaria sobrevenida
máquinas creadas por el hombre. 14 111 n d1• la pubertad, acompañada de susto y repugnancia. Para el
h ~1'8 1\·o , esa misma experiencia ha estado acompañada de placer"
11de oct. de 1895, al 136, ing 126, fr 112). Algunos días después,
Reforzamiento del trabajo científico, de la relación con Fliess y de la 1, ,: "¿ Te he revelado, oralmente o por escrito, el gran secreto
angustia lliiko? La histeria resulta de un choque sexual presex11al; la ncuro~is
1•Miva, de un placer sexual presexual, trasformado ulteriormente en
Apenas enviado su manuscrito a Fliess, Freud tuvo la impresión de ver ill11111ento de culpa ... Los incidentes en cuestión no actúan más
más claro, pues muy pronto lo asaltaron dudas desmoralizadoras. De
111.sino como recuerdos" (F, 15 de oct. de 1895, al 137, ing 127, fr
cidió "meter en un cajón" todos los manuscritos psicológicos (F, 8
11'I) Y al día siguiente tomó la pluma para triunfar: "Aún estoy
de nov. de 1895, al 143, ing 133, fr 118). En efecto, abandonó defi.
111!ornado, casi seguro de haber resuelto el problema de la histeria
nitivamente la redacción del capítulo final sobre la psicopatología d ,1,, la neurosis obsesiva al encontrar la fórmula del choque sexual y
la represión y, al parecer, nunca emprendió nuevos manuscritos sobr, lrl placer sexual infantil. Estoy seguro igualmente de que las dos neu-
el tema del Esbozo. En cambio, durante el primer semestre de 1896
1n•,i son ahora radicalmente curables y no sólo los diversos síntomas,
escribió a Fliess cartas de una extensión inhabitual, donde expuso la
11111 también la predisposición neurótica misma" (F. 16 de oct. de
continua evolución de sus ideas sobre lo que seguía llam<!,ndo "el apa~
111'1~,, al 138, ing 128, fr 113-114). Poco después, un ·caso de histeria
rato cplf, cu". La carta del 1 de enero de 1896 simplificó y rectificó
i.1~1 ·11lina le confirmó que el "choque sexual" comistía efectivamente
el funcionamiento, introduciendo modificaciones que, una vez supri-
1 1111a "seducción infantil": fue la primera vez que utilizó esa ex-
mido el basamento neurológico, fueron directamente utilizadas en el
capítulo vn de Die Traumdeutung: la trasformación de una excitación
11',,1c'in(F, 2 de nov. de 1895, al 142, ing 132, fr 117), y también
p:11<·cióallí la segunda mención de un caso que sin duda es el del
en alucinación se produce del lado de las neuronas cu y no lf,; las
· 1,,11 E ... , descrito en la carta precedente como "mi 'vergonzoso':

u El Esbozo de una psicología cientlfica es un texto difícil, muy conocido,


h111·,iro en su juventud, E ... padeció después un delirio de observa-
y que ha suscitado numerosos comentarios. Para un estudio más profundo, i1111" (F, 31 de oct. de 1895, al 142, ing 131, fr 116): la evolución de
remito a un artículo francés de André Green ( 19 72) , a un artículo norteame•
ricano de Peter Amacher ( 1965), quien puso en evidencia a los tres inspi- '" La traducción francesa de las cartas a Fliess (La naissance de la
radores principales del esquema elaborado por Freud: Brücke, Meynert y Exner, lumalyse, P.U.F., 1956, p. 145) da erróneamente como fecha de esta
y a los capítulos II y m del libro de Jean Laplanche ( 1970). 11L1 el 20 de mayo de 1896.
192 DESCUBRIMIENTO DEL SENTIDO DE LOS SUEÑOS !11( 1', I. SUEÑO SOBRE IRMA HASTA LA MUERTE DEL PADRE 193

este caso (primer paciente masculino tratado psicoanalíticamente po h,,hlar de emociones sexuales anteriores a la pubertad e invocar
Freud) escandió todo el período de autoanálisis sistemático, puest ¡ l111rror!- tentativas de seducción sexual de los niños por parte de
que su tratamiento duró hasta abril de 1900 ( cf. el estudio de E 1dt11se inclusive parientes próximos como causa primera de la his-
Rosenblum, 1973, sobre este caso y la nota de la p. 220, que reún i 11 l ,a única publicación capaz de valerle alguna estima, una mono-
todas las referencias que le atañen). También tomó cuerpo una in tui 11., sobre las parálisis infantiles que le solicitó Nothnagel, no le
ción contenid.;. en el sueño sobre Irma: la simulación del orgasmo po ti1•11·~6;la demoró mucho (1897a), quejándose de que lo desviaba
el síntoma ( caso de la señora P. J. .. ; F, ms. J, sin duda de fines el lii 111~ verdaderos trabajos. Para colmo, en Viena, los liberales fueron
1895, al 148-151, ing 137-140, fr 122-125). Luego Freud se vio llevad irnt 1c.Iosen las elecciones ( septiembre de 1895). Fue elegido alcalde
a reemplazar la noción de defensa por la de represión, a hacer emana l n11t1semitaLueger, y se gestaban días sombríos para los israelitas.
ésta del Yo, a describir una represión secundaria ( que actúa sobr, l 1t11d se adhirió entonces a una logia masónica de judíos liberales ,
derivaciones conscientes, por ejemplo sobre los autorreproches en 1 ll',111iB'rith, a cuyas reuniones asistió desde entonces un martes por
neurosis obsesiva), distinta de la represión primaria ( dirigida contr ¡11111, .,•na. Pero intelectualmente se sentía solo. Así, lo esperaba todo
los recuerdos de escenas sexuales traumatizan tes), a sugerir que el sín Ji'li1·ss.
toma es una componenda, a anticipar la noción, extraída de Fliess, d 1,;1 paralelismo de sus vidas e intereses científicos lo deslumbraba.
período de latencia: fue la materia del artículo "Weitere Bemerkungc 1111,1 Freud nació el 3 de diciembre de 1895 (en esa ocasión, Minna,
über die Abwehr-Neuropsychosen" ("Nuevas observaciones sobre ); c'111iadade Sigmund, se instaló en la casa con el objeto de prestar
psiconeurosis de defensa") ( 1896b). 1 r•yuda durante algunos meses y la clientela de Freud aumentó de
Pero su situación social evolucionó en sentido inverso. Breuer, qu (\l,ilo). Fliess vio nacer a su primer hijo, Robert, algunos días des-
abiertamente pretendía adherirse a la tesis de la etiología sexual, e pt1~'I. Fliess y Freud perseguían, por medio de la medicina, un ideal
privado la combate. Freud ya no podía contar con él y se apartó defi n 111fico:comprender la psicología, la fisiología e incluso "la filosofía"
nitivamente. Recapituló sus concepciones en un artículo en franc J,'1 1 de ene. de 1896, al 151-152, ing 141, fr 125); seis semanas des-
aparecido el 30 de marzo de 1896 en la Revue neurologique: "L'hér 11111 (, Freud hizo una rectificación, forjando un nuevo término, des-
dité et l'étiologie des névroses" ("La herencia y la etiología de 1 111 ,do a prosperar: "La psicología --o más bien la metapsicología-
neurosis"), donde citó trece casos de choques sexuales en la infanci ,11 preocupa sin cesar" (F, c. del 13 de feb. de 1896, al 168, ing 157,

que produjeron histerias y ocho que produjeron neurosis obsesiv 1 l '19). Ambos situaban la sexualidad en el corazón de los fenómenos
( 1896a) y donde figuró por primera vez el término "psico-análisis" ludiados. Se enviaban mutuamente sus manuscritos; cada uno, a
esta palabra apareció en alemán por primera vez en el artículo citad I'"' ,r de algunas críticas, abundaba en elogios sobre los textos del otro,
más arriba, "Nuevas observaciones sobre las psiconeurosis de defensa' dn,tándolo a tratar temas más vastos. Freud, a partir del caso de
( 1896b), redactado al mismo tiempo que el precedente, pero public 1li, •,s de "neurosis refleja", le hizo extraer una obra, Las vías na-
do el 15 de mayo de 1896. Ese cambio terminológico significó seg In y la sexualidad fe menina, cuyo manuscrito recibió a fines de
rarnente poco para Freud, puesto que no se tomó el trabajo de señ l,11·rode 1896 y que se publicó en 1897. Fliess obtuvo que Freud
larlo a Fliess en la carta en que habló de esos dos artículos (F, 6 111diaseel problema de las jaquecas y que sometiese a verificación
feb. de 1896, al 166, ing 155, fr 138). Pero se trataba de una firm: 11d campo de la psicopatología su teoría de la periodicidad. Freud
y un testimonio: Freud reconoció a partir de entonces que había efe ¡11•rabade Fliess lo que nadie le ofreció sino por un breve lapso: la
tuado un descubrimiento propio ( aunque creyó correcto indicar en u 1il.1boración en una obra común. El 1 de enero de 1896 le escribió
paréntesis que ése era el método de investigación de Breuer), y acept, I' 11,1 felicitarlo por el nacimiento de su hijo, enviándole como regalo
proseguir solo su trabajo. Y no porque le fuera agradable: "No pu 1, Né!vidad un manuscrito sobre las neurosis de defensa (F, ms. K,
des en modo alguno figurarte hasta qué punto estoy aislado ... d l::> 6-166, ing 146-155, fr 129-137), donde describía cuatro desvia-
hace el vacío en torno a mí" (F, 4 de mayo de 1896, al 174, ing 16 i1111cs patológicas de afectos normales: conflictos ( en la histeria),
fr 144). Su clientela disminuyó. No arregló las cosas una comunic 111lorreproches (en la neurosis obsesiva), rencor (en la paranoia),
ción sobre la etiología sexual de la histeria ( 1896c), que fue prese d1ll'lo (en el delirio alucinatorio agudo). En 1896, Freud vio dos veces
tada en la Sociedad de psiquiatría y neurología de Viena en mayo 1 Fliess: en Semana santa en Dresden y a fines de agosto en Salzbur-
1896, y recibió una acogida glacial: citando esta vez dieciocho cas ''· Aspiraba a esos congresos como a una maravillosa renovación.
194 DESCUBRIMIENTO DEL SENTIDO DE LOS 111' 1; 1. SUEÑO SOBRE IRMA HASTA LA MUERTE DEL PAl)RE 1!l;i

Iba con humildad, esperándolo todo de su amigo. "Mi humor , !'1111 za miento de la impresión de que todo es tal como lo halH,l
bastante sombrío. No puedo decir más que una cosa: me regocijo por l!'~lo y que por lo tanto se volverá completamente claro. Entre
nuestro próximo congreso como alguien que por fin va a saciar su , 1111esclarecimiento asaz sorprendente sobre las hemorragias de
hambre y su sed. Sólo llevaré dos oídos atentos y estaré listo par 111;1, respecto al cual Tú tendrás Tu Alegría."-º Ya he adivinado la
escucharte con la boca abierta" (F, 30 de jun. de 1896, al 180, in '"' i.1, no obstante espero para comunicártela que la paciente misma
169, fr 150). Una esperanza tan extraordinaria no podía no conoce l1Jt)1 <'Scuchado.
decepciones; Fliess no dio continuación al proyecto de una obra co (:,:,11arreglo a tu invitación, he decidido colocarme en universal
mún; estaba disgustado porque Freud no aceptaba sin reservas su l,11i111·11to y no encuentro en él demasiadas privaciones. Sin embar-
teoría de los períodos. d1•\d1•antes estaba previsto que el martes diera una conferencia en
Ahora conviene volver sobre un rasgo de la relación entre ambos, uw<lad de psiquiatría ...
1
expresado en la correspondencia, sobre todo en pasajes no publicados, 1\11cuanto a mí, anoto: jaqueca, secreción nasal y accesos de miedo
por lo que no ha sido puesto en evidencia sino muy recientement 111 11111rrte como hoy, día en que la muerte cardiaca de Tilgner es
por Max Schur ( 1972), que tuvo acceso a los inéditos y que, como 1 \f' más responsable de ello que el período. Mucho me has exigido
médico de Freud durante la última parte de su vida, no podía dejar 11~11 moderado del tabaco y, sobre todo después de nuestra entre-
de prestarles atención. Tal rasgo era el constante y recíproco inter lrt, ll' he obedecido y me he adaptado. Esto me ha causado mucho
de ambos amigos por sus males· físicos (supuraciones nasales y jaque 11y mucha necesidad. Quizá pronto te asombre con algún jirón
cas de los dos, trastornos cardiacos y· gastrointestinales que Freud 11,,lt'>gico,ahora me siento en el más alto grado perezoso para escri-
padeció episódicamente), por sus estados de ánimo ( alternancia de i l'or lo demás, la menor gota de alcohol me vuelve completamente
exaltaciones entusiastas y de caídas depresivas) y por sus preocupa• 1•ihdo."
ciones hipocondriacas ( sensaciones más o menos indeterminadas de 11~males físicos y trastornos anímicos planteaban a los dos hombres
malestar) . Se exhibían y se confiaban el uno al otro sus cuerpos su- 1 ¡,roblema de explicación científica. Sus temperamentos los lle-
frientes, como el niño de masoquismo fuertemente cultivado piensa 11111 a dos tipos divergentes de explicación (biológica para Fliess,
que sólo estando enfermo puede ser amado por su madre. 16 11~k11lógica para Freud), divergencia cuyo carácter irreductible ter-
La carta inédita del 16 de abril de 1896 (citada por Schur, 97-98) ¡¡i111, por imponerse y precipitó la ruptura. La explicación de Fliess,
desde este punto de vista, resulta ejemplar: " ... con la cabeza llena' 1111111icada a Freud en sus congresos y luego en el manuscrito que !te
de términos y de ideas de cálculos, orgulloso de algunas verificaciones 1 1ú a fines de febrero de 1896, extiende a los dos sexos el carácter
y con un sentimiento insolente de independencia, he reconquistado: pr,lllllico de las reglas femeninas: el hombre, como la mujer, tendría
un agradable bienestar y desde entonces me he vuelto perezoso al ex- ¡¡ "prrío dos", pero el ciclo sería más breve (23 días en vez de 28) :
tremo, pues la miseria intermedia 17 que necesito para todo trabajo l,11•mpuraciones nasales consistirían en equivalentes menstruales; los
intensivo no quiere instalarse. Sólo tuve algunas pocas ideas que ano- l1tl.,n·sde cabeza, la fatigabilidad, la irritabilidad, el estado de ánimo
tar, nacidas del trabajo cotidiano, sobre el interregno,1 8 y en general ti1111oso repetirían en el hombre el conocido estado de las mujeres en
,1 momentos. Así pues, Freud se esforzaba sin descanso en anotar
1 6 O. Mannoni ( 1967) summ1stra otras dos prec1S1ones útiles para la com !,•chas de sus males, sus intervalos, y en calcular sus relaciones cro-
prensión de las relaciones entre ambos: Freud, que había desarrollado una 1i1l11g1cas con los acontecimientos mayores o menores de su existencia:
relación anaclítica con Breuer, entró con Fliess en una relación narcisista;
Fliess s.e cuidó muy bien de casarse, como Freud, con una mujer pobre. Agre-
pasajes inéditos de su correspondencia dan fe de ello y se com-
guemos que la mujer joven y rica de Fliess Je parecía por ello más deseable 1,11 11de que los herederos los hayan censurado, pues su puerilidad
a Freud. 1 ,1,lla notoria en nuestros días. Al mismo tiempo, es asombroso que
17 Mittelelend (miseria intermedia), juego de palabras forjado por Freud li11g11no de los psicoanalistas que se acercaron a este problema (Jones,
según el modelo de Mittelschmerz ( dolor intermedio), que designa el malestar 11~, Schur) se haya arriesgado a formular su interpretación, no
de la mujer en el momento de la ovulación, es decir, en la mitad del ciclo
menstrual. ,l,,1mte evidentísima: la teoría de los períodos de Fliess es la conrep-
18 Zwischenreich es un neologismo creado por Freud. Literalmente significa
"el reino (Reich) entre (zwischen)", o sea, sin duda, el estado intermedio lu Las mayúsculas figuran en el texto alemán: Du Deine Freude. Es un
entre el cuerpo y el espíritu, objeto de las preocupaciones de Freud y Fliess. iliontario juego de palabras: te aporto "Tu Alegría" , es decir, "Tu Freud".
1!)
196 .. DESCUBRIMIENTO DEL SENTI DO DE LOS
UM J>E SED Y DE DESPERTAR

tualización de una fantasía de supresión de la diferencia de sexo• U /J,,11 Juan de Mozart, aquellos en los cuales el espectro del Co

pero mientras que de ordinario esta fantasía se expresa bajo la form r ,1il,ulor se presenta a Don Juan, que lo ha matado después de haber
l11r1cloa su hija, y lo fulmina ... Luego Tilgner se fue a jugar una
de la reivindicación viril que tiende a hacer de la mujer el igual d
¡1icl,1<le tarot. A la noche lo sorprendió una crisis cardiaca (trom-
hombre (es decir, asegurarle, si no el pene, al menos un equiva len
1, rnronaria), detenida por la atención médica. Otro ataque puso
fálico), en Fliess --seguido con entusiasmo por su amigo Freud - t
~11sdías en la mañana del 16 de abril. El vespertino Neue freie
fantasía se expresa en cambio por la asignación al hombre de marc
publicó una noticia necrológica; Freud la leyó después de cenar
equivalentes a las de la supuesta castración femenina. Esta fantas!
¡,. 111mediatoescribió a Fliess la carta reproducida más arriba. Fácil
compartida por ambos no podía dejar, además, de satisfacer su hom
1d1vmarlas similitudes que Freud encontró entre la vida de Tilgner
sexualidad latente.
1111111ya, y los temores que despertó la "muerte cardiaca" del es-
Es sabido que desde la primavera de 1894, en ocasión de un epis
11101 ·. Es comprensible que haya reaccionado con una recrudescencia
dio cardiaco, secuela de una fea gripe, avivada por el abuso del tabac
Ir Ir,~ síntomas ante el pensamiento de que, como Moisés, todo gran
Freud conoció la angustia frente a la muerte y tomó concienci a d
,dor sólo puede ver de lejos la tierra prometida y morir antes de
carácter ineluctable de la suya propia. Desde entonces se acent uó s
111:,,·cr el éxito.
sintomatología habitual, depresiva y psicosomática, pero todavía no er1
l~I 1·pisodio anticipó, preparándolo, el trabajo psíquico que tuvo
capaz de establecer un vínculo claro entre esa angustia y esa sint om
lii:¡ 11 en enero de 1896, con los sueños de Roma, y también es un
tología. Así como se sometía periódicamente a la orden de Fliess d
111110nio de la presencia activa en Freud de dos conocidos factores
no fumar o de fumar menos, así también se sometió a su explica ció
l I creación: la identificación con la mujer sumisa y fecunda, la
teórica sobre la periodicidad de los males masculinos, y sin du da 1
11,.-11;1 contra la angustia de muerte.
hizo en virtud de la fantasía latente precitada: la angustia de castr
ción, cuya elaboración intelectualizada es la teoría de los períod os, 1,
suministró oscuramente el medio de pensar esa angustia de muerte qu,
110sde sed y de despertar
experimentaba sin comprenderla ni identificarla. Al mismo tiemp o,
explicación biológica y numerológica de Fliess, o sea una explica ci61
~>11é pasa entonces con los sueños de Freud, cuyo estado de ánimo
basada en el determinismo externo, no podía satisfacer a un ho mb
• 11 daba siempre entre el entusiasmo y la depresión, y a quien el taba-
.¡¡l cual la evidencia del determinismo interno se le imponía cada v
¡111m10 otra vez molestaba? El 21 de septiembre de 1895, en la exalta-
más. La carta recién citada ilustra bien el titubeo de Freud ent re
1 1f111 del retorno de Berlín, tuvo un sueño que le aportó "la confirma-
explicación por los períodos, a la que se adhería intelectualmente a
'1,,11más divertida del hecho de que el motivo de los sueños es el
vez que bromeaba a su respecto, y la explicación psicológica que su
11111plimiento de un deseo" (F, 23 de sept. de 1895, al 135, ing 125, fr
gió de pronto en una frase, en este caso la identificación con el o
111) • Si nos remitimos al capítulo llI de Die Traumdeutung, que sigue
lebre escultor Víctor Tilgner que precisamente acababa de morir, an t,
1 •neño de la "Inyección a lrma" y lleva por título "El sueño es un
de haber podido saborear su triunfo. ,·11 111plimientode deseos", veremos que Freud recurrió a una categoría
Fue mérito de Schur (S 100-104) haber llamado la atención sob
, I, sueños personales que denominó sueños de comodidad y que son
este episodio y haber aportado los elementos necesarios para su cm
111nos de beber. "Tomemos como ejemplo un sueño que puedo pro-
prensión. Hijo de una familia pobre que emigró a Viena cuando
tenía dos años, alumno brillante de la escuela de Bellas Artes, Tilg n v,11,tr a voluntad y que en cierto modo es una experiencia. Cuando
( 1844-1896) desarrolló poco a poco un arte original, sobre todo de por la noche he comido anchoas, aceitunas o algún otro entremés
pués de una temporada en Italia que financió un mecenas. Supre m ,l.l<lo,tengo sed más tarde y me despierto. Pero antes tengo un sueño,
consagración: se impuso a sus competidores en un concurso abiert, 11·mpreel mismo: bebo. Tomo agua a grandes tragos, tiene un gusto
para la erección, en Viena, de una estatua de Mozart, figura mima , ,.<¡uisito,igual al de una bebida fresca para un hombre que muere de
de la ciudad. Terminó la estatua, cuya inauguración estaba fija ,·il" (Td 128, ID 123, IR 114). Ahora bien, el contexto de la carta
para el 21 de abril. Numerosos presentimientos lo asaltaron: ten' d,·Ja suponer que el sueño del 21 de septiembre poseía un carácter
miedo de no poder asistir a lo que sería su día de gloria. La tarde d f•xperimental.
15, decidió hacer grabar en el pedestal de la estatua unos compa La primera parte, entonces redactada, del Esbozo de una psicología
198 DESCUBRIMIENTO DEL SENTIDO DE LOS 1) 1'.ÑO " SE RUEGA CERRAR LOS OJOS" 19!)

científica terminaba con varias páginas sobre el soñar. Freud enunci Instaló a su familia bastante lejos de Viena ( en Aussee, Estiria )
ha que la "meta y la significación" de los sueños son cumplim ient rrun ió con ella en la segunda quincena de julio, por un mes. En
de deseos, al menos en los sueños normales. Con el ejemplo de la tri , •.;unda semana de agosto se vio con Fliess en Salzburgo, luego
metilamina ilustró el hecho de que los pensamientos conscientes d , 111p 1cndió con su hermano Alexandre, en mayor escala, el viaje del
sueño están vinculados por eslabones intermedios inconscientes --q '" ,111 terior al norte de Italia. Primero volvieron a Venecia y luego,
aquí consistían en la idea de que la enfermedad de Irma era de natu , 1 dos semanas, visitaron Padua, Bolonia, Rávena, Faenza y, larga y
ral eza sexual y en el recuerdo de una conversación con Fliess sob 111 111,,tivamente, Florencia.
la química sexual. Freud estableció la relación entre los procesos onl 1(11octubre , por primera vez desde su matrimonio, Martha dejó a los
ricos y los mecanismos psicopatológicos (F, al 420, ing 398, fr 352) 1\'CH pa ra ir a pasar una quincena con su madre, en Hamburgo ,
pero olvidó este descubrimiento hasta que lo volvió a hacer en 18 l1rt,_•111én dose en la casa de los Fliess en el viaje de ida y también en el
(F, 19 de feb. de 1899, al 295, ing 277, fr 246). En cuanto al rest In ,i-¡i;r eso. Su hermana Minna estaba por entonces definitivamente
la explicación de los mecanismos del sueño fue deducida abstrac ta 11·;1.d,tda con los Freud. Era inteligente, ingeniosa, disponible; poco a
mente de la teoría de las tres clases de neuronas. p11,11 Freud encontró en ella lo que antes le había ofrecido Marth a:
Al año siguiente, Freud buscó otra confi~ación en los sueños in 1111interlocutor a quien confiar sus proyectos científicos y con quien
fantiles, empezando por los de sus propios hijos. Durante las vaca cio l111l1l.1rde sus ideas nuevas.
nes de 1896, en Aussee, Mathilde, su hija mayor, que tenía ocho añ
y medio, soñó que su madre arrojaba en el cuarto grandes "Tab leta
de chocolate" envueltas en papel verde y azul -las mismas que pr e I 1116ío"Se ruega cerrar los ojos" (25-26 de octubre de 1896)
cisamente la víspera la madre había prohibido tomar de un distri buí
dor automático. Esa misma noche, un niño de cinco años y tres mes«· 11 '\O de junio de 1896, Freud anunció a Fliess lo siguiente: "Mi
que acompañaba a los Freud soñó que hacía la "Excursión al refug io 111 , 1;1nopadre (tiene ochenta y un años) se encuentra _en Baden en un
de Simony en Dachstein" --que, para su gran decepción, no hab ía t ,do de salud muy crítico, con colapso cardiaco, parálisis de la
escalado la víspera (Td 132-134, ID 127-129, IR 117-119). Ese mis jiga, etc. Los únicos acontecimientos importantes de esta última
mo verano, su hija Sophie, de tres años y tres meses, realizó en sue ñ01 ¡i1i1!1'ena fueron la espera de noticias y las visitas que le hice" (F,
el "Paseo por el lago de Aussee", igualmente no efectuado el día p re 111 ele jun . de 1896, al 180, ing 168, fr 150). El 26 de octubre, en una
cedente (Td 135,557; ID 129,551; IR 119,469). Su otra hija, Anna 1
111 1v1· carta redactada en estilo médico describió la muerte de Jacob,
de diecinueve meses, soñó con "F ( r) esas" que le habían sido reh usa• ,, 11-cidael 23 (F, 26 de oct. de 1896, al 181. ing 170, fr 151) . Pero
das la víspera (Td 135, 275; ID 130, 268; IR 120, 233-234; F, 31 d 1 ~ de noviembre la emoción se impuso: "Por uno de los oscuros
oct. de 1897) . 1 1111 inos situados detrás de la consciencia oficial, la muerte del Viejo
Probablemente fue en la mis~a época cuando Freud aportó a su ,,11ha afectado profundamente. Lo estimaba mucho y lo comprendí a
método de análisis de los sueños el agregado siguiente: es posible 1,r I Íl'ctamente, y, gracias a esa mezcla en él de profunda sabiduría y
interpretar con éxito un sueño realizado con anterioridad, incluso un ¡I, fantas ía ligera, desempeñó un gran papel en mi vida. Estaba sobre-
sueño de la propia infancia. Freud lo descubrió en sus pacientes e hizo v1v 1c'-ndose a sí mismo desde hacía tiempo, pero a causa del hecho de la
la prueba consigo mismo . El capítulo m de Die Traumdeutung nos 11111 1·rte resurge todo el pasado. Me siento ahora completamente des-
refiere sueños análogos al de Rudolf Kaufmann: "Cuando era jove n, 1111 ¡,arado." Poco después Freud le narró un sueño de la noche del
a menudo tenía sueños de comodidad de esa clase. Siempre tuve la , 11t1 crro (F, 22 de nov. de 1896, al 183, ing 171, fr 152) . Llegamos a
costumbre de trabajar por la noche hasta horas tardías y me costaba 1111 viraje en la vida interior de Freud, que rep ercutirá en su obra . La
mucho levantarme temprano. Soñaba con frecuencia que ya estaba le- 11l1 •a de someterse a un autoanálisis sistemático y de escribir un libro
vantado y haciendo mis abluciones . Al cabo de cierto tiempo, me veía obre los sueños surgió de allí. Y cayó en la cuenta de ello una vez
ciertamente obligado a comprobar que no estaba aún levantado, pero 111111p lida la doble tarea. Lo dijo en 1908, en el prefacio a la segunda
había ganado unos momentos de sueño" (Td 130, ID 125, IR 115) . , d1ci6n de Die Traumdeutung: "Para mí este libro posee otra signi-
Ese verano de 1896 fue para Freud un período feliz. Carecía de 111,1ción aún, una significación subjetiva que sólo comprendí una vez
dificultades financieras y, por primera vez, se tomó dos meses de vaca - lnmina da la obra. Comprendí que era un trozo de mi análisis , mi
200 DESCUBRIMIENTO DEL SENTIDO DE LOS l ll(NO "S E RUEGA CERRAR LOS OJOS" 201
reacción ante la muerte de mi padre, es decir, ante el acontecimient los ojos
más importante, ante la pérdida más desgarradora en la vida de 11 Se ruega cerrar
hombre; y al descubrir que así era, me sentí incapaz de borrar las hur .un ojo
llas de tal influencia" ( T d x, ID XXVI, IR 4) .
El sueño del 25-26 de octubre de 1896 puede reducirse a una ins 1.:,ula una de esas expresiones tiene su sentido particular y dirige
cripción . La carta a Fliess y Die Traumdeutung dan dos versiones li 111 1t-rpretación de manera diferente. Yo había escogido el ceremonial
1M 1•11c illo, sabiendo lo que mi padre pensaba de esas cosas; algunos
geramente diferentes . La siguiente es la versión de la carta:
"Es preciso que te cuente un bonito sueño que tuve durante la noch 1,i,·1,tl,ros de mi familia me desaprobaron arguyendo el qué dirán. De
que siguió al entierro. Me encontraba en una tienda, donde leía est
Id 1111,Lde las versiones, 'Se ruega cerrar un ojo', es decir, dar pruebas
inscripción: 11ul11lge ncia. Es fácil comprender la confusión expresada por el 'o
11'. El trabajo del sueño no logró encontrar una palabra única,
SE RUEGA
cü ambigua, que representase ambos pensamientos; así, en su con-
CERRAR LOS OJOS 11ldomismo, las dos ideas principales ya están separadas.
Suce de a veces que una alternativa difícil de representar sea ex-
"De inmediato reconocí el lugar, era la peluquería a la que voy 1<lamediante la división del sueño en dos pensamientos iguales .
diariamente . El día del entierro tuve que esperar mi turno y por tal 'La ma nera de expresar las categorías de oposición y de contrúdic-
motivo llegué algo retrasado a la casa mortuoria. Entonces la famili "" 11uetiene el sueño llama particularmente la atención: no las ex-
me reprochaba haber decidido que las exequias se harían sin ruido 1'''1;11 parece ignorar el 'no'. Es habilísimo para reunir los contrarios
simplemente, lo que más tarde aprobaron. También juzgaron muy mal 11 presentarlos en un solo objeto . También el sueño representa con
mi retraso. La frase del letrero tiene un doble sentido. Significa: , ,., 11cnc ia un elemento cualquiera mediante su deseo contrario, de
'Debemos cumplir con nuestro deber hacia los muertos.' (Se trat 11 11111•ra que no puede saberse si un elemento del sueño, susceptible de
pues de una excusa, como si hubiera faltado a mis obligaciones 0111radicc ión, traiciona un contenido positivo o negativo en los pen-
tuviese necesidad de indulgencia, y 'deber' está tomado en su sentido 11111cntosdel sueño" (Td 322-323, ID 317-318, IR 273-274) .
literal.) El sueño emana por lo tanto de una tendencia al sentimiento Esta inscripción cumple una función igual a la de la trimetilamina
de culpabilidad, tendencia muy común en los sobrevivientes ... " , 111•1sueño sobre Irma. Pero no recurre a los símbolos complicados de
En Die Traumdeutung, el sueño, como ejemplo de expresión de [, Ir química. El símbolo es provisto por el doble sentido del lenguaje
alternativa, es referido en el capítulo VI ( "El trabajo del sueño") , ,1,dian o. Es una frase ingeniosa macabra, el primero de esos juegos
sección m ("Los procedimientos de figuración del sueño"): ,·.-hales frecuentes en los sueños del futuro autor de El chiste y su
"La noche que precedió 20 al entierro de mi padre, vi en un sueñ /ación con el inconsciente ( 1905c) . El cartel se presenta como los que
un letrero impreso, una especie de cartel semejante al 'Prohibido fu 1111 hcan PROHIBIDO FUMAR en las estaciones ferroviarias . Prohibido fu-
mar' de las salas de espera de las estaciones ferroviarias. Allí se leía: 111 .11,si no se desea gastar prematuramente el corazón y morir joven:
ilusión al episodio de abril de 1894 y a la prohibición que desde enton-
Se ruega cerrar los ojos ' ' •1 Fliess no dejó de reiterar. Sala de espera de una estación, alusión
, olra angustia de Freud, su fobia ferroviaria. 21 "Se ruega cerrar los
o bien ,i¡os" representa el sagrado deber hacia los muertos, deber que Freud
, 11 111pli ó con su padre. Pero de parte de alguien que llegó tarde a la
Se ruega cerrar un ojo. , ,sa mortuoria y que "decidió que las exequias se hicieran sin ruido" 22
dos ocasiones de escándalo para la familia- es una invitación a la
"Lo que tengo la costumbre de escribir así: 111 dulgencia: cierren los ojos frente a los incumplimientos del deber
2 º Si esta segunda versión · es más exacta, el sueño dataría de la noche del
" Edith Buxbaum ( 1951) fue la primera en llamar la atención sobre las
24 al 25 de octubre de 1896. Prefiero confiar en la versión, más inmediata, ,ilusiones de este sueño a los dos principales síntomas neuróticos de Freud .
2
dada por la carta a Fliess: el sueño tuvo lugar la noche que sigui6 al entierro, ' Los funerales judíos comprenden un servicio único, simple y gratuito.
o sea la del 25 al 26 de octubre de 1896. "Sm ruido" significa probablemente la ausencia de esquelas en los periódicos.
202 DESCUBRIMIENTO DEL SENTIDO DE LOS 1/EÑO "SE RUEGA CERRAR LOS OJOS" 203
cometidos por Freud. En alemán, la expresión "cerrar los ojos" s61 ,111a (la prohibición de fumar):
11111' ahora que mi padre ha desap:ue-
tiene un sentido concreto, el de un acto físico, y es utilizada por l11, 111etocará morir a mi vez, y morir de una enfermedad del
soñador para figurar el último deber filial; es, en cambio, la expresión 1r1·1111. El ojo pasa al primer plano, anticipación de futuras reminis-
"cerrar un ojo" la que posee el sentido moral de hacer la vista gorda 111 1,1sdel médico tuerto ( de donde la hesitación del sueño entre uno
El sueño reúne en una fórmula de aspecto matemático las dos expr, d1,~ ojos) de su infancia y de la operación de un glaucoma a la que
siones, vecinas si se las toma al pie de la letra, pero de sentidos op ue: l1.,1>;
a sometido antaño el difunto; y también alusión a la ley bíblica
tos. El doble sentido es más simple en francés,* lengua en la cua l 1 111 prohibe al hijo ver desnuda la virilidad de su padre y que Sigmund
expresión "cerrar los ojos" tiene a la vez el sentido físico y el sentid 11,1sgredidoal atender al moribundo Jacob. Otra temática corporal
moral. Fue necesario este duelo doloroso para que Freud sintiera r, 1p111tantees la de la limpieza: el barbero que lo afeita diariamente,
montarse desde su infancia más remota un sentimiento oculto el 1 11vado del muerto, tarea en la cual (está implícito) ha contribuido
culpabilidad respecto de su padre. , 111110 se aclarará en sus sueños ulteriores. El sueño establece, sin
Desde el punto de vista de la relación con Fliess como desde el de 1 ¡,ll<'arlo, el lazo de tal limpieza con los sentimientos de culpabilidad.
relación con el deseo de la víspera, es una invitación a la indulgencia 1 :1111rad Stein ( 1968a), en su extenso comentario de este sueño y de
cierra los ojos si no acato tus prohibiciones, si --en la vida com 1,,•Mposteriores, en los que Freud puso en escena a su padre, llega
en los sueños- realizo mis deseos. Luego nos enteraremos de que, rl\ 1,,~ conclusiones siguientes. La muerte de Jacob Freud, debida a vejez
la educación de Sigismund, J acob fue un padre indulgente. Fliess fu 1 11krmedad, es decir, a causas naturales,
1
constituye un fracaso para
invitado a sustituirlo como ideal del yo estimulante, acompañado po 1 d<'seoparricida infantil siempre vivaz en el hijo: "Lo que contaba
un superyó tolerante: y así Freud le comunica por primera vez p 1, , d soñador era ser él mismo el artesano de la muerte de su padre"
escrito un sueño personal ( el Esbozo ... no incluyó sino alusiones suma, \¡• 11l). Por otra parte "no puede dejarse de notar que la muerte del
rias al sueño sobre Irma) . pr,dn• torna disponible a la madre, al menos según las concepciones
Desde el punto de vista del deseo infantil, la ambivalencia que i,il 111tiles"(p. 86) : en tal sentido, a mi ver, esa muerte y ese sueño
sueño sobre lrma trataba de evitar y que se localizaba en las figur hin constituido una etapa necesaria para el descubrimiento del com-
investidas de autoridad comienza a tornarse consciente, y el obje t, ,1,¡o de Edipo. Volviendo al primer deseo infantil, que es un deseo
al cual apunta la ambivalencia, el padre, es reconocido. Se presient , 1,:omnipotencia, Stein interpreta el sueño "Se ruega cerrar los ojos/un
por primera vez la dimensión parricida de la organización edípica. ¡11" como una negación de la muerte "natural" del padre y como una
Desde el punto de vista de la técnica psicoanalítica y de la figuraci6 " d 1rmación, a través de los sentimientos de culpabilidad por haber
en los sueños de Freud de su autoanálisis, la orden de "cerrar los ojos ,l11,1domal con él, de la omnipotencia del deseo parricida .del hijo:
forma parte de las consignas que Freud da a sus pacientes al comenza hl padre ha muerto porque era su destino, he ahí lo que es nece-
la cura. En el sueño sobre Irma se aplicó la consigna de asociaci6 110negar realizando en sueños sus propios votos de muerte o pre-
libre para una sesión episódica. Al aplicarse la segunda consigna, 11tánd ose como un malhechor. Queda entonces sobreentendido que
interna en un trabajo psicoanalítico continuo y pasa de un autoanáli •1ú s¡~ es culpable de la mala acción de la cual uno mismo se acusa,
sis fragmentario a uno sistemático. Cerrar los dos ojos equivale 11111 de haber provocado la muerte del padre. Este sobreentendido
dormir -y soñar. Mantenerlos abiertos equivale a estar despierto -· 111debe ser develado" (p. 87).
razonar. Abrir un ojo y cerrar el otro representa la actitud interme di St·ñalé que el decorado del sueño sobre lrma ( un vestíbulo de recep-
la del trabajo de análisis. 11111 con una ventana) reproducía en forma de cuadro fijo la escena
Tiempo después, cuando redactó Die Traumdeutung, el autoaná ll 1111ada a desarrollarse, según su propia dinámica, en primer plano (un
lisis del sueño le permitió realizar un descubrimiento que atañe a u 1wrpo de mujer cuyo interior se examina por un orificio). En el
proceso formal: la ambivalencia de los pensamientos latentes pue d 11,·110 sobre la muerte del padre (nuevamente el decorado es un vestí-
expresarse por el doble sentido del texto manifiesto. 111 do (pero de una estación de trenes, o sea un vestíbulo de partida),
Por último, en lo que concierne a la imagen del cuerpo, son evoca, 1111 la angustia de la separación que allí se encuentra connotada, con
dos dos órganos. El corazón, punto débil de Freud, está presente e l., figuración simbólica ( de la cual Freud está tomando conciencia)
dr la muerte como viaje; tal característica del decorado reitera uno de
* Y en español, naturalmente. [T.] f11,sentidos contenidos en la inscripción del cartel; se ruega al hijo ce-
204 DESCUBRIMIENTO DEL SENTIDO DE LOS

rrar los ojos... de su padre muerto, lo que efectivamente ha hecho Sig 11. EL DESCUBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE EDIPO
mund la víspera o la antevíspera . Pero el decorado también es un
negocio el negocio donde un barbero manipula una navaja , quizá 1
tienda del cerrajero Zajíc, en la cual Sigmund fabricaba pequeños ob
jetos con restos de metal, y el tenderete vecino donde trabajaban las doe
familias Freud, en la misma casa de Freiberg . Pero el relato del sueño
nada nos describe de esa tienda, de ese decorado: es un decorado en el La leyenda de Edipo ha surgido de un material omn co
que no hay nada qué ver y, en el lugar de la escena que se habría po primitivo que tiene por contenido la perturbación penosa
dido mirar (la navaja que funciona , la fabricación de llaves, las ocupa de la relación del niño con sus padres como consecuen-
ciones de los mayores), hay un letrero que, precisamente, prohibe ver~ cia de sus primeros impulsos sexuales. Hay una indica-
ción indudable en el texto mismo de la tragedia de Só-
"Se ruega cerrar los ojos ... " Así la censura está significada dos veces,
focles. Cuando Edipo, sin estar aún completamente es-
como cuadrado blanco en la imagen* y como texto que enuncia un clarecido, comienza a experimentar inquietud ante el
prohibición. Así el recuerdo infantil que constituye el motivo último recuerdo del oráculo, Yocasta lo consuela refiriéndole
del sueño y cuya reminiscencia permitirá a Freud dar un paso decisivo un sueño que tienen casi todos los hombres y que, según
en el descubrimiento del psicoanálisis, está ausente: el lugar del qu ella piensa, carece de significación : Muchos mortales ya,
en sueños, ¿no han conocido en el lecho a su propia
falta queda, no obstante, designado, y las condiciones a las que obedec madre? Pero quién sabe: no teniéndolo en cuenta se
su contenido son inventariadas. Se trata de algo, o más bien de alguien soporta mejor la vida. (v, 955 ss.)
a quien Freud ha visto cuando niño, en ocasión de una partida, de un
separación, de un viaje en treh, de alguien a quien Freud ha visto Die Traumdeutung (Td 270, ID 264, IR 230) .
en una situación tal, que su padre no podía sino ponerse celoso o
resentido e invitarlo firmemente, cuando la persona se hallaba en e l ,A NOCIÓ N DE "APARATO PSÍQUICO"
situación, a cerrar los ojos. Atrapado entre su deseo de ver y esa orden
Freud niño encuentra la solución de componenda que el texto del 11.1 duelo provoca en Freud un intenso trabajo psíquico. El sueño sobre
sueño expresa literalmente: cerrar un ojo y abrir el otro. 1i 111a le había hecho tomar nota de sus sentimientos de culpa sin
El sueño sobre Irma y su interpretación habían quedado, en parte, plicárselos. El sueño "Se ruega cerrar los ojos" lo tornó consciente
como un ejercicio intelectual. Con el sueño " Se ruega cerrar los ojos" ,I, ,¡ne tales sentimientos se refieren a su padre. Esta toma de concien-
pasan al primer plano la implicación personal del soñador en su sueño " 1.1produjo un efecto liberador. Durante más o menos seis meses, no
y el cuestionamiento de sí mismo en la interpretación. Hasta entonce ; quejó más de cansancio, de humor depresivo, de bloqueo intelec-
el hecho de que los sueños tuvieran un sentido era para Freud sól 11111.Se hallaba sin embargo ocupadísimo: atendía a muchos clientes;
una verdad científica . Ahora ello se trueca para él en una verda , rihia ( rezongando, pues el tema ya había perdido interés para él)
subjetiva que requiere ,un trabajo personal sostenido. 1 trabaj o prometido a Nothnagel sobre Die infantile Cerebralliihmung
( l ..1~ par álisis cerebrales infantiles) ( 1897a) ; y emprendió una gran
,,lu.i -q ue no vio jamás la luz- sobre las neurosis. Había ya elegido
l,11 citas qu e pondría como epígrafes de cada capítulo: fue lo único
1111' reveló a Fliess :
"Mi psicología de la histeria estará precedida por estas orgullosas pa-
l_il 11as: lntroite et hic dii sunt [Entrad: también aquí se encuentran
I,,~<lioses].1
1 Se tra ta de una anécdota que forma parte de la leyenda de H eráclito :
11 su cocina , conversaba con sus discípulos alrededor de una estufa; unos vi-
* En la televisión francesa, un pequeño cuadrado blanco superpuesto a l ntes se presentaron: los invitó
11111 a entrar pronunciando esa frase. Significa
imagen indica que el programa en cuestión está reservado a los adult os ún
111r.para ese filósofo panteísta, los dioses se encuentran en todas partes , inclu-
camente. [T.J rn una cocina.

[205]
206 DESCUBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE EDil'0 ,:,1:u'iN DE "APARATO PSÍQUICO" ''07

"El capítulo sobre la suma estará precedido por: 1,;11 .,pítulo sobre la sexualidad estará precedido por la frase si-
ii:111,
.:
Sie trieben's toll, ich fürcht' es breche,
Nic'ht jeden Wochenschluss macht Gott die Zeche 1 om Himmel durch die Welt zur Halle
[Rebasan todo límite, temo el hundimiento: 11>1·sde el cielo, a través del mundo, hasta el infierno]." 6

Dios no entrega estipendios cada fin de semana]. 2


1,• brusco florecimiento de exergos atestiguaba que Freud comen-

"La formación del síntoma, por: 1·;1 1 moverse en una selva de símbolos, signo en el que posterior-
11l1: hemos aprendido a reconocer la entrada en un proceso de des-
Flectere si nequeo superas Acheronta movebo 1id,11ientopor parte de los creadores y la entrada de la exploración
[Si no puedo plegar a mis designios a los dioses de lo Alto, h-1i11rnnsciente en los pacientes. Como es sabido, la referencia goe-
pondré en movimiento a los Infiernos]. 3 lil'.111,1 era desde antiguo operante en Freud; su continuación aquí no
1\ombra. Pero ha aparecido una referencia suplementaria que
"La resistencia, por: 111 rc111abasin duda desde los dos viajes a Italia, en los veranos de
11 11
1•,y 1896: la identificación de Freud con Eneas. El héroe de Vir-
Mach es kurz! 1111, de origen troyano, era un hijo de los vencidos, y deseaba ase-
Am jüngsten Tag ist nur em ... "' 111,·sun brillante desquite. Era un errante, como después lo fueron
[¡Abrevia! ¡11díos.En el curso de su periplo supo hacer frente a las tempes-
El día del juicio final, no habrá sino un ... ]." 4 1, 1,~. a los monstruos, a las magas, símbolos de los peligros interiores.
111 c,·sar se apartaba de los placeres dispersos y vanos de las aventu-
(F, 4 de dic. de 1896, al 184, ing 172, fr 153.) 11~ guerreras y amorosas y mantuvo fidelidad a su padre, a su hijo, a
1" , 11111pañeros, a su vocación. Tuvo bastante valentía como para des-
Y también: i11lc·r, guiado por la Sibila, a los infiernos, y bastante prudencia
"La cita que precederá al capítulo sobre la terapéutica será: ;,1110para regresar. Fue, por último, un héroe fundador, antepasado
lr1los constructores de Roma, padre de una nueva civilización, ven-
Flavit et dissipati sunt , drn,l de los griegos que destruyeron Troya. Como Eneas, Freud ha
[Sopló y fueron aniquilados]. 5 1· , d1cloa su padre. Y el trabajo del duelo, que le ha hecho reencon-
l1 11 1·n lo más profundo de sí la imagen del desaparecido, no dejó
2 El origen di' esta cita sigue siendo desconocido: podría pertenecer a 1,1duda de recordarle que fue para consultar a su padre, Anquises,
Goethe. El Esbr w de una psicología científica, enviado a Flicss en octubre de
1895, contení;; un capítulo consagrado a la noción de "suma" de las cantida- p111lo que Eneas descendió a los infiernos.
des de excit ,ción (primera parte, esquema general; capítulo x, "Las vías de 11.r•sultaría útil al lector releer el canto VI de la Eneida para seguir
conducciór. 1fl',al 400, ing 377, fr 335). Ni tal cita ni tal capítulo fueron re- ¡¡w ¡or el trabajo interior que se desarrolló en Freud entre noviembre
tornados en las ulteriores obras de Freud. 1, 1B96 y la Semana santa de 1897. Podemos observar desde ahora
3 v;, ilio, Eneida, vu, 312. En una nota tardía (1925), Freud indicó qu
5 tl1:1111as relaciones. La Sibila emitía oráculos ambiguos, a veces can-
"el v~ rso de la Eneida tiende a pintar los esfuerzos de las pulsiones reprimidas".
4 Cita de Zahme Xenien (Xenias pacatas) de Goethe: Dios padre interrurn-
1dos,a veces escritos, ambigüedades e inscripciones que ya hemos en-
rc con esa frase a Satán, que se había lanzado a una diatriba contra Napoleón. 1111 rado en los dos primeros sueños de Freud y que volveremos a
La cita completa ("Abrevia. El día del juicio final, no habrá sino un pedo" 11,dl.iren los siguientes. Eneas, asustado por el encuentro con los mons-
-Furz ! ) , fue más tarde el irónico epígrafe del capítulo 111, consagrado a les 11111,s que jalonan su descenso, desenvainó su espada para defenderse
disidentes, de la Contribución a la historia del movimiento psicoanalítico ( 1914d, I" 11>pronto comprendió que tenía que vérselas con fantasmas, sem-
GW X 84, SE XIV 42, fr 120).
5 Inscripción grabada en la medalla inglesa acuñada para conmemorar la
i,, 1,vanas. En el Tártaro, lugar de expiación de los criminales, el
destrucción, en 1588, de la "invencible" Armada española, flota gigante en-
viada por Felipe II contra Inglaterra y cuya mayor parte fue destruida por la • Última línea del "Prólogo en el teatro", del Fausto de Goethe. Freud re-
tempestad. Dos veces aludirá Freud a ello en Die Traumdeutung ( T d 220, 4 72; esta cita a propósito de las perversiones en el primero de los Tres e11sa-
' ,111()
ID 214, 469; IR 189, 400) (cf. pp. 369, 383). ,, wbre la teoría de la sexualidad (1905d, GW V 61, SE VII 162, fr 49).
208 DESCUBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE E DJP O N(u:u'JN DE " APARATO PSÍQUICO" 209

último de ellos que enumera la Sibila ( sin duda porque su fechorí 11111 ria oculta ( así nos lo muestran los pacientes dedi cados a acti -
era la más horrible) , era un padre que "había invadido el lecho d 1;,, 11·~de ese tipo) una huida de los peligros interiores . Ser psico-
su hija para consumar bodas prohibidas" (v1, 623). En los Cam po tl 1,t.1 es preferir, por el contrario , ver de frente estos últimos, es
Elíseos, en cambio, las almas que pudieron ser purifica das de sus fa] 1¡,1 ,11.1r la inevitable angustia que ello suscita, es igualm ente aceptar
tas se apres taban a beber las aguas del Leteo, dadoras de paz, de su1· d1·l>1 lidad frente a tal o cual peligro exterior respecto del que uno
ño y olvido, para reencarnar luego. El olvido debido a la repre sión i, 11ti- frágil: para uno, enfrentarse a una multitud ; para otro, es-
el papel del incesto, la necesidad de afrontar imágenes interiore s t 111 1' una montaña; para el tercero, conducir un automóvil; para
rroríficas aunque imaginarias, nada de ello, sin duda, dejó de resona r 11d , tomar el tren ...
en Freu d . t:11ra resonancia simbólica, en torno a la antigua Italia , comenzó a
La cita que Freud conservó desde ese momento y que finalme nt r,11.1r en Freud. Le interesaban las excavaciones arqueológicas, que
11 época se hallaban en pleno apogeo. Tal curiosidad significaba
puso como epígrafe en Die Traumdeutung (Flectere si nequeo sup
ros, Acheronta movebo), no figura sin embargo en el canto VI. Puest !! <·]11na generalización de esa búsqueda, que proponía a sus paci en-
en boca de Eneas, sería fácil de comprender: Freud, identificá ndo s, cle las huellas del pasado personal. El "psicoanálisis" -pocos me-
con su modelo, se apartaría de las ideas y valores conscientes par ntes lo había denominado así ( 1896a )- se le aparecía enton ces
examinar sus basamentos inconscien tes, infernales o abisales. Ta l el 1110 una arqueología del psiquismo individual. Esta metáfora, como

sentido que habitualmente le dan los comentadores. Pero ese verso , dquier otra, no es sino una analogía. El p asado que la arqu eología
forma parte de la maldición que Juno, reina de los dioses, pro fier, l1111 na está muerto, y sacarlo a la luz nos permite comprend er me-
contra Eneas en el canto siguiente: Eneas, después de recibir de su ,· los eslabones de la historia colectiva pero no ejerce influencia al-
padre, en los inflemos, una profecía sobre su porvenir, después de des 111111sobre la evolución actual, mientras que el pasado que interesa
embarcar en la boca del Tíber y de pactar con el rey Latino que 1 1 ¡,~1coanálisis ha permanecido vivo y actuante en el individuo y su
prometió su hija y tierras, está seguro de su destino: echará raíce s en 1•1\' 1scencia contribuye a desatar los conflictos presentes. Pero si una
Italia, y así cumplirá su obra. Pero la diosa protectora de los griego• H•·l:'1forase impone a alguien como algo más que un ejercicio de re-
y enemiga de los troyanos no le permitirá lograrlo sin "guerras, fum 1t,, 11·a, ello significa que la metáfora conlleva una fantasía. Para no
res, asechanzas y calumnias". "Helos ahí, ocultos en el lecho mismo del 'I ilu .tr a datos de fines de 1896 esa noción de fantasía qµ e fue inven-
tan deseado Tíber" ( canto vu), exclama ella en una de esas frase s rn Utl.1 posteriormente, sólo indicaré la línea de fuerza qu e se dibujab a :
las cuales el genio del poeta descubre con ingenua simplicidad el oh l,·~11 parecido su padre, Sigmund estaba fascinado por una ima gen
jeto inconsciente del deseo de un conquistador ( en qué "lech o" s, 11 yo sentido se le escapaba por el momento: ser el hombre qu e exca-
,1 profundamente la tierra ...
esconde ... ) . Puesto que Júpiter y los dioses del Olimpo, al no pod1·
ni querer cambiar nada en el Destino establecido, permanecen sordo1 ·\1 pa r que se operaba esa fomentación de la fantasía inconsciente
a sus súplicas, ella decide que un genio malvado intervenga en el jue go ,·11relación con ella, en Freud se desarrollaba un intenso trabajo
de su odio celoso: símbolo de la destructividad que sigue como una kl pensamiento consciente. Para designar el objeto de su estudio , es-
sombra a toda empresa creadora. Juno desencadena contra Eneas a 1 ' 1li1 ó, por primera vez, aparato "psíquico" y no ya sistema nervioso
11:iparato <p 1/JCtJ;y ofreció de ese aparato psíquico una formulación
furia Alecto, con cabellera de víboras insinuantes, una de las poten
cias infernales que aquél, sin dejar de ir a examinarlas de cerca, crey, 11tres niveles --que mantuvo intacta durante veinticinco años--:
, 1111sc iente", "preconsciente" e "inconsciente" (F, 6 de dic. de 1896,
poder mantener a distancia: figuración de la angustia persecutiva qu
por lo demás Frei1d no logró elucidar plenamente. La lección es clara
! 1115-192, ing 173-180, fr 153-159). En efecto , la memoria -idea
111 revista ya en el libro Sobre la concepción de la afasia ( 1891b )-
nadie puede descender a los infiernos interiores sin "poner en moví
1111 presenta uno solo sino varios registros de los acontecimientos. El
miento" fuerzas oscuras. Freud comenzó su autoanálisis propiame nt,
,. ll·ma percepción-consciencia registra en el acto las percepGiones que
dicho por su cuenta y riesgo.
! ' dPna "según las asociaciones simultáneas" pero no las conserva, lo
Un jefe político o militar ( el adolescente Freud soñó con serlo), un
,p1t• permite estar siempre disponible para percepciones nuevas, como
Colón que se enfrentó al Atlántico, un Nansen que se enfrentó en 1
1q11 d "bloque de notas mágico" cuya analogía con el aparato psíqui-
misma época a los hielos árticos ( el adulto Freud los admiraba a arn,,
11 desarrolló posteriormente Freud ( 1925a). El inconsciente represent a
bos) , gustan de medirse con los peligros exteriores; gusto que con
210 DESCUBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE Elll !!Cl(>N ' DE "APARATO PSÍQUICO" 211

"la segunda trascripción, ordenada según las demás asociaciones''. ,111,ll'llcia,vértigos, sollozos son así obras de "ese otro personaje ·
preconsciente es "la tercera trascripción, vinculada a las represen! h1n1tirico,inolvidable".
ciones verbales y correspondiente a nuestro yo oficial". Únicam1·n n 111,1s importante, sin duda, es el definitivo abandono del basa-
las huellas preconscientes pueden volverse conscientes (la conscieuri !lti 1u•urofisiológico tan decisivo en Esbozo de una psicología cien-
recordémoslo, no conserva por sí misma huellas mnésicas) . Ésta fu1· 1, d1•octubre de 1895, y que en opinión de Freu~ resumía lo esen-
primera vez que Freud consideró el psiquismo como un sistema 1 1 d11h\lS investigacio nes científicas prepsicoanalíticas. Los tres nive-
trascripción y no ya de fuerzas, la primera vez que, como dice Dcr drl ,1parato psíquico no corresponden más a diferentes tipos de
da ( 1~67, p. 307), "la metáfora de la estructura se va a apoderar lií 11:is. Muerto su padre y vislumbrada la posesión de Roma, Freud
1

la vez del problema del aparato psíquico como estructura y del pr 11 ·~111,'ndiódel modelo del cuerpo biológico para internarse en la
blema del texto psíquico como materia". pn•nsión del cuerpo fantástico.* El que se expresa en los síntomas
Las ideas expresadas por Freud en esa carta constituyen el núrl hiros, el que está figurado en los sueños, el cuerpo del placer, el
principal del futuro capítulo vn -"Psicología de los procesos del su 1po del deseo, el cuerpo del delito.
ño"- de Die Traumdeutung ( 1900a). El pasaje en el que apan l 11r11dno·cesó de realizar progresos teóricos durante tres meses más.
por primera vez la expresión "aparato psíquico" se refiere a la etiol ,, ú otro paso en la explicación de las fobias. El miedo a arrojar-
gía de la perversión, o sea que al mismo tiempo y también por prin1 J'f•1 la ventana presente , en una mujer constituye una manera de
ra vez expresa otra idea importante, que alcanzó su pleno desarrol 1il!1,1rel deseo ansiógeno de hacer señas a un hombre para que suba
en el primero de los Tres ensayos sobre la teoría de la sexualid 111,11 to. La agorafobia "es la represión de la compulsión de salir a
( 1905d) . Éste es el pasa je: "La perversión es otra consecuencia t'li> ' rn la calle al primero que llegue, un sentimiento de celos de las
un incidente sexual demasiado precoz. Al parecer, para que surja i1l11tasy una identificación con ellas" (F, 17 de dic. de 1896, al
preciso que la defensa no se constituya antes del acabamiento del ap 111~181-182, fr 160-161). El traumatismo sexual y la represión
rato psíquico o que falte por completo" (F, 6 de dic. de 1896, al l 110, .-urnte, en tanto que explicación de la histeria y luego de las de-
ing 177, fr 157). Y Freud supone que la perversión de los pad 11111rosis, fue generalizado hasta abarcar las psicosis ( demencia
produce la histeria de los hijos, se· interroga sobre "la opción ent 1rulo confusional) , la epilepsia y las perversiónes. Por primera vez
neurosis y perversión", distingue la defensa normal de la patológ !I tll'I'>Freud la célebre frase: la histeria es el negativo de las per-
ca e intenta una clasificación estructural -por lo demás aleatoria 1• l11111•s (F, 24 de ene. de 1897, al 201, ing 189, fr 167). Desarrolló
de las patologías psíquicas: en la histeria, la represión actuaría en 11'1 .1 de las zonas erógenas específicas, suscitada por el estudio de
sistema percepción-consciencia; en la paranoia, en el preconsciente; 1111vrrsiones,iluminada por los trabajos de Krafft-Ebing, el suce-
la neurosis obsesiva, en el inconsciente; y sería "imposible o no intcn 1,• Meynert, y por el estudio de la brujería medieval; pero en vir-
tada en la perversión". La carta enuncia también la nueva noció 1 d,i la influencia de Fliess, la concepción permaneció muy orgá-
de "zonas erógenas" y una consideración que pone punto final a 1 111ásadelante, en relación con los sueños de Roma (p. 220),
teoría freudo-breüeriana de la abreacción o de la catarsis: "El ac n1111aremos pormenorizadamente esa progresión.
so histérico no constituye una descarga sino una acción que conserv Pcwotra parte, Freud explicó la opción entre perversión-y neurosis
el carácter inherente a toda acción: ser un medio de procurarse pi ,li,111tcla noción de la bisexualidad, tan cara a Fliess. En un sujeto
cer." Contiene la primera hipótesis ontogenética sobre el desarrollo d 1.i1111•nte viril, el incidente sexual primitivo produce placer y per-
aparato psíquico: "Me interesa subrayar que los registros sucesivos 11'111,en un sujeto puramente femenino, engendra desplacer y neu-
presentan la producción psíquica de épocas sucesivas de la vida. En 111 d1· <lefensa. Freud se empeñó incluso en introducir allí los perío-
límite entre dos épocas debe de efectuarse la traducción de los mat d1 Fliess. La creencia de Freud en la seducción sexual patógena
riales psíquicos." Los pacientes en los cuales la sexualidad desempeñ ,
en la infancia un papel durante el sueño, repiten la experiencia col\ lector esperaría más bien la expres10n "cuerpo fantaseado"; pero el
accesos de somnolencia o de vértigos hipnóticos: "Uno de mis enfe. 110 emplea la palabra fantasmatique, más técnica, sino la corriente y más
h11;11.L fa11tastique. ¿ Deberíamos, con todo, traducir "cuerpo fantaseado" o,
mos gime sin cesar mientras duerme, como lo hacía antes, cuand
1 "cuerpo imaginario"? Habida cuenta de la estricta conceptualización de
deseaba que su madre, que murió cuando él tenía veintidós meses, 1 tales como fantasme e imaginaire, hemos optado por la versión lite-
llevara a su lecho" (F, 6 de dic. de 1896, al 192, ing 180, fr 159)

\
DESCUBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE
11l·NOS DE ROMA 21'.\
212
: 111ilización?•La respuesta sólo puede ser la siguiente: contra la
del niño por el adulto surgió reforzada: "Me parece cada vez más q
la histeria resulta de la perversión del seductor" (F, c. precitada el,
H;11111i,1 depresiva provocada por la muerte de su padre. Al mismo
n¡u:,,¡ qué ocurría en su inconsciente, qué era eso que intentaba tras-
6 de dic. de 1896). La herencia no consiste sino en esto: un pad
1,i, 1 11forma de elaboración teórica? Se producía en él una pertur-
perverso vuelve neurótica a su hija (F, 11 de ene. de 1897, al 19
i(,11profunda: él era el asiento de la misma, y su testigo, pero no
ing 185, fr 164). 1¡•111tc. El trabajo del duelo posee una superioridad respecto al
Al mismo tiempo, Freud se quejó ante Fliess de nunca haber llev
lir1jnclel sueño: prosigue tanto de día como de noche, es indepen-
do verdaderamente a término un psicoanálisis: sus pacientes se co:
dc la atención prestada a la realidad exterior así como del desin-
formaban con una simple mejoría de su estado; y ésta no le intere
¡,or ella y se puede continuarlo despierto en lugar de tener que
ba. Quería remontarse a la causa primera de la perturbación y ve
,1111ruirlo posteriormente. Prueba la existencia de una realidad
ficar la existencia de una situación patógena inicial. Insistía en q
nllil interior que no se reduce al funcionamiento cerebral ni a la
sus enfermos fueran a arrancar testimonios a los supérstites de sus p
1,
,: 1,m consciente. Si un trabajo específicamente psíquico se cumple
meros dramas, a fin de reconstruirlos por entero. Quizá ése fue
1,il modo en nosotros, con nosotros y, a la vez, a pesar nuestro, es
caso del señor E ... , si de él se trataba en 'el siguiente pasa je: "D
,-¡iw para producirlo existe un aparato puramente psíquico también.
de el año pasado estoy sin noticias del paciente que sufría una n
rosis obsesiva y al cual atendí sólo durante siete meses. La señO'
F ... me dijo ayer que él había regresado a su país para verificar
exactitud de sus recuerdos y obtener de su seductora, que aún vi ¡,:,:,; SUEÑOS DE ROMA (ENERO DE 1897)
o sea su nodriza, actualmente muy anciana, determinadas corifi
1111>ya se dijo, Freud renovó en mayor escala, durante el verano de
ciones. Pareciera que mi paciente se encuentra muy bien. Eviden
mente se vale de tal mejoría para escapar de una cura total" (F, 111'!1;,
el viaje del año anterior al norte de Italia, acompañado nue-
de ene. de 1897, al 195, ing 183, fr 162). De esta manera, Freud 111111tc por su hermano Alexandre. Comenzó, en el otoño, a colee- ·
111.,r objetos antiguos. El 6 de diciembre, en la carta en que habla
internaba siempre más lejos: primero hasta la pubertad, después h
ta la edad de la segunda dentición, y en aquel entonces hasta los t primera vez de aparato psíquico, de consciente, preconsciente, in-
"~' .ente y de muchas otras nociones importantes, anunció a Fliess:
primeros años.
Sus lecturas eran indicios del mismo cambio. A partir de enton , ,bo de adornar mi escritorio con vaciados de estatuillas florenti-
ill' Fue para mí un enorme solaz" (al 192, ing 181, fr .160). La pa-
constituyeron acompañamientos o trasposiciones de su búsqueda fo
1 11 ron que Freud se mantuvo al corriente de los grandes descubri-
damental. Novelistas y poetas --como los arqueólogos- le aportar,
sobre el hombre documentos que completaron las producciones ex 11c11tos arqueológicos contemporáneos atestigua la profunda semejan-
sivamente particulares de sus enfermos. Se aprestó a interpretar e 1 ,¡11c•encontraba entre el psicoanálisis y la arqueología ( cf. S. C.
documentos tal como lo hacía con un síntoma o un sueño. Freud U llt•r11fdd, 1951). Italia ejerció su fascinación de civilización universal
,h,,. ese hombre de cultura judía y germánica. Lo atraían el Rena-
gó incluso a iniciarse en un dominio nuevo para él: la antropolo
i111i1•nto italiano, el arte etrusco y, más que nada, las ruinas romanas.
el folklore, la brujería. Leyó el M alleus maleficarum: quedó sorpr,
dido por el paralelismo existente entre su teoría de la histeria y lh11ante varios años pasó sus vacaciones únicamente en Italia. Era su
1,,1·0 tener allí un congreso con Fliess, en Nápoles o Pompeya: así lo
teoría medieval de la posesión. El diablo, una vez que ha tomado
,11.111ifcstó en la parte final de su famosa carta del 6 de diciembre de
sesión de sus víctimas, fornica con ellas. Las confesiones arrancad
1 l'lh. Fliess le contestó sin duda en los últimos días de 1896, propo:
por medio de la tortura se asemejan a los relatos de los pacientes
psicoanálisis. El inquisidor renueva la cruel seducción que instaló ¡,,mlole para Semana santa ... Praga, de lo que Freud se dio por
el niño los gérmenes de la futura histeria (F, 17 de ene. de 1897, 111, rado en su carta del 3 de enero de 1897.
199-200, ing 187-188, fr 166). El vuelo de las brujas se explica pO' l'robablemente de ese período ( diciembre de 1896, enero de 1897)
que cabalgan al "gran Señor Pene" (F, 24 de ene. de 1897, al 20 l,11.,11 los cuatro sueños de Roma referidos en Die Traumdeutung (Td
1'1'1204, ID 193-198, IR 172-176). Puesto que no es posible estable-
ing 188, fr 166).
1 1 con certidumbre su encadenamiento cronológico, los examinaremos
Tan intenso trabajo teórico plantea un doble problema: ¿contra q
11 d orden en que Freud los refirió, y agruparemos los dos primeros,
necesitaba Freud defenderse en ese momento mediante semejante i
214 DESCUBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE EDIi 111-;Ños
DE ROMA 215

más breves, en los que el soñador veía Roma de lejos, mientras qu 11 11 ambos sueños es ver la "prometida" -la novia, las hermanas ,
en los dos siguientes soñaba que estaba en Roma. Esos sueños fuero ;,l,r 1na y otros compañeros de juego de la infancia, la madre final-
expuestos en la sección u ("El material de origen infantil, fuente d Ese mismo deseo sostenía entonces a Freud en su búsqueda
sueño") del capítulo v ("El material y las fuentes del sueño"), dt• p!~t, 111 ol6gica: ver cómo funcionaban la sexualidad y el aparato psí-
pués de dos sueños anónimos, "León amarillo" y "Expedición de Nan 1!" Pero si ver está libidinalmente sobrecargado, aproximarse, to -
sen" ( que hay toda razón para pensar que son d~ -Freud) y después d, ¡ll'netrar en el interior está prohibido. El papa (el padre) posee
la continuación de la interpretación del sueño "Tío con barba amarl , h.r, la ciudad por antonomasia (la rna~re). Permite que se asis-
lla" y de la subyacente ambición de llegar a ser profesor. El deseo d d1stancia a la escena, pero persigue a los que querrían obtener
convertirse en profesor y de ir a Roma permanecieron ligados par, posesión que se reserva. Traducido al registro consciente, el con-
Freud durante cinco años más, antes de desvanecerse casi simultánt·n 111~t· le aparecía a Freud de la siguiente forma: lo atrae la Roma
mente. Los sueños de Roma son el objeto de u'n capítulo de Grinstei m1¡¡11a; terne a la Roma católica. Una frase célebre de Goethe sin
(G, cap . . 3). · l111 ln 1·stá presente en filigrana: "El Eterno Femenino nos atrae." El
¡ 1111femenino es aquí sustituido por la Ciudad eterna .
l)iv1·rsos elementos completan el terna. La "niebla" que rodea a
Primero y segundo sueños. de Roma 110111 ., evoca el blank screen descubierto más tarde por Bertrarn Le-
1 pant alla blanca del sueño que figura el seno materno. Así, como
"He podido observar en otro caso que el deseo que provoca el sueíio, ,1 111mos comprobado, el espacio sobre cuyo fondo se desarrolla el

aunque actual, recibe no obstante un poderoso refuerzo de recuercl 1111redobla su significante central. Llevar más lejos la interpr eta-
infantiles profundamente anclados. Aquí se trata de una serie de su ,,1 1lc esa "vista" supondría sacar a la luz el recuerdo infantil que
ños que reposan sobre el ardiente deseo de ir a Roma. Durante mu 1¡ ,11b tiende, pero que Freud no había recuperado aún: el recuerdo
cho tiempo aún será preciso que apacigüe ese deseo mediante sueñot, In haber visto el cuerpo desnudo de una parienta próxima. En la
pues en la época del año en que puedo viajar la estadía en Roma pru , en que tuvieron lugar esos sueños, se había desatado un agudo
desaconsejable por razones de salud. Así, una vez he soñado que p 1ill1 rt o entre el papa y el gobierno italiano, presidido por el anti-
la uentana del compartimiento ueo el Tíber y el puente de San Án lr 11e,ll Crispí: el papa se enclaustró en el Vaticano. El perseguidor
gel; luego el tren se pone en mouimiento y de súbito me doy cuenl 111d1 • a su vez ser perseguido. Las potencias enemigas, si se las mira
de que no he puesto· un pie en la ciudad. La vista que tenía en i, 11de frente, pueden llegar a ser controlables. El significante "puen-
sueño estaba copiada de un célebre grabado que había observado 1puntaría en la misma dirección . Un puente representa la posi-
pasar, la víspera, en la sala de un paciente. Otra vez, alguien me con ¡lida<l de salvar un obstáculo natural. Brücke (nombre que en ale-
duce a lo alto de una colina y me muestra Roma, disimulada a m ¡(.11 significa "puente") desempeñó ese papel en el comienzo de la
dias por la niebla, y tan lejana que me, asombro de la nitidez de l 1111 ra científica de Freud. Luego lo relevó Charcot en París, ciudad
vista. El contenido de este sueño es más rico de lo que podría exp !l~ü\ puentes Freud admiró especialmente y cuya orgullosa divisa
ner aquí. Es fácil reconocer el motivo consistente en 'ver de lejos 1 wpara ndo la isla de la Cité con una nave flotante sobre el Sena
tierra prometida' . La ciudad que he visto primero así, en la niebl 1.111 1,l olvidó: Fluctuat nec mergitur, flota y no se hunde. Después de
es Lübeck ; el ejemplo ( Vorbild) de la colina está en Gleichenber 1ii. l·xito parisiense, ¿por qué no un éxito romano?
(Td 200, ID 194, IR 172). J ,os riesgos de atravesar el puente, de ir hacia adelante, o sea de
La escasez de las asociaciones de ideas comunicadas por Freud sól 1i il ,gredir", no son desdeñables. El tren del primer sueño ·"se pone
deja al comentador espacio para conjeturas. La vista sobre el Tíb 111ovirniento" antes de que Freud descienda: alusión, por reconver-
y el puente de San Angel evoca la vía de acceso al Vaticano, asiento del 11 n su contrario, a su fobia ferroviaria, a su miedo ansioso de no
papado, símbolo del poder de persecución contra los judíos; es la po 1¡¡1,1r subir en los trenes. El tren que s~ pone en movimiento "de sú-
ten cia enemiga, cuya amenaza está materializada en el castillo de San 1tn" figura la moción pulsional (el deseo por la madre) que ame-
Argel , su prisión. A esa Roma temible a la que más vale no accr iW con arrastrarlo a acciones y gestos peligrosos. ¿ Qué ocurriría si
carse demasiado, el segundo sueño opone la Roma deseable, "tierr 1 1n~n que tanto terne tomar en la realidad y del que no logra des-
prometida" , pero que no puede ser vista sino de lejos. El deseo co 11d cr a tiempo en el sueño lo condujese hasta el objeto-meta de su
216 DESCUBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE E DIi 1rnÑos DE ROMA 17

deseo? El argumento antepuesto por Freud para no ir, en la rea lidad l,i I los hijos de Israel, pero le anuncia que morirá en la montau:1
a Roma en verano, las "consideraciones de salud" (probable al usi/1 q111 110 ingresará en aquel país. Moisés es castigado por haber des-
al intenso calor, a las fiebres, a los miasmas deletéreos de los pa nt hr,11·1 ido a Dios al golpear dos veces la roca con su vara para que
nos pon tinos, no desecados todavía), no es sino la racionalizació n d IHol II a el agua, en vez de hablar a Dios, como le había sido ordena-
una inhibición inconsciente: hay que tomarlo al pie de la letra. lo, Moisés, dicen los exégetas, fue castigado por su impaciencia en
La ciudad del segundo sueño es "Lübeck", a donde, como Gr in 11111,·r aplacar la sed de los hombres, la sed del Mesías. Freud consa-
tein lo ha recordado después de J ones ( G 70) , Sigmund y Ma rth it, ~11última obra a Moisés y el monoteísmo (1939a), donde citó
efectuaron su viaje de bodas y donde Freud poseyó, por vez primr r. ,11111l.mtementela Biblia. El segundo sueño de Roma hizo subir a
el objeto de su deseo. Ahora bien, en esa misma ciudad, Martha tuv, 1'1rnd a Gleichenberg: literalmente, según Eva Rosenblum, a las mon-
un poco antes (relación que debo a Eva Rosenblum) la fantasía d lin~ (Berg) que se asemejan (gleichen), dicho de otro modo: a la
ahogarse mientras se bañaba con una amiga en el mar Báltico. J i~n1,l montaña que Moisés. Fue la primera vez que Freud se identi-
carta en la que comunica a Sigmund, con bastante crueldad, esa fa ', 11naginariamente, por lo demás sin formularlo, con quien no pudo
tasía, es conocida gracias_ a Jones (J, I, ing y fr 146). La disgustad ltHi1.11 posesión de la tierra prometida por haberse rebelado contra su
respuesta de Sigmund comienza con estas palabras: Sieh da, Lue b i ii,,1, pero que en el intervalo tuvo tiempo de formular las Tablas
(¡Vea eso, Lübeck !) (c. a Martha del 12 de ago. de 1885, C 180 n l:i ley. Freud presintió que estaba a punto de reconocer la Ley del
Roma "disimulada" --es decir, ahogada- por la niebla represe n! 111ol11· , fundamental en la organización psíquica, pero temía pagar con
~na sustitución metonímica de "Martha ahogada en el mar, en L 1, u1da el precio de su· triunfo.
beck". Luego el pensamiento latente es: "Martha habría podido rn1 1 >tros elementos podrían completar esa figuración del descubrimien-
rir antes de que la poseyera." Pensamiento confirmado por el seguml ' 1,l'Udiano en curso. El primer sueño describe lo que se ve "por la
nombre, el de la localidad de la colina: Gleichenberg es -otra rcl 111.madel compartimiento". Ahora bien, una carta a Fliess, evoca-
ción establecida por Grinstein ( G 70 )- una pequeña ciudad de Est 1!11más arriba, explica la fobia a arrojarse por la ventana en algunas
ria que Freud visitó, en el verano de 1883, para ver a Ignace Schiin, 1111 j,·res: la idea inconsciente sería la de "ventanear", expresión que
berg (], I, ing 181, fr 182), el gravemente enfermo novio de Mi nn 11e11dtoma de Guy de Maupassant: desde la ventana invitar á un
Dos años después, Schonberg vio a Minna por última vez y, sabién cl l11i111bre a subir, como lo haría una prostituta (F, 17 de dic. de 1896,
se condenado, prefirió desligarla del compromiso, lo que ella no ace 1 193, ing 181-182, fr 160). En el sueño, también Freud "venta-
tó. Freud escribió entonces a Martha: "Tú no te conducirías de ot 111· ,1": así reitera la identificación con sus pacientes de sexo feme-
modo, no me abandonarías antes del fin si yo estuviera condena d 111110 que comprobamos en el sueño sobre Irma y sin la cual jamás
Por mi parte, mientras viviera no desearía desprenderme de lo q l1;tl,ríapodido comprender los mecanismos de la neurosis. Observemos
tengo de más precioso en el mundo" ( c. a Martha del 23 de jun. d 11almente otra continuidad: la de la doble presencia en sus sueños
1885, C 167). Schonberg murió en febrero de 1886. d, una imagen visual y de un elemento verbal, más precisamente ono-
La angustia que despierta en Freud la visión de la tierra prome ti<l ¡11.1~tico. Cada sueño está constituido por un panorama que remite a
( dicho de otro modo, del descubrimiento científico que está realiza d11~nombres propios: Tíber y San Ángel en el primer caso, Lübeck y
do) es pues la angustia de la: separación: separación por el viaje (prl ¡ ll,·1chenberg en el segundo; nombres propios que, a su vez, remiten
mer sueño), separación por la muerte de la mujer amada (segund i-icrtos significados. El aparato psíquico se encuentra representado
sueño). En la realidad, sin embargo, la separación que Freud asuml 11111 el doble contenido psíquico qµe lo caracteriza: representaciones
en ese momento con el trabajo de duelo era de diferente naturalez ,I, palabras ( el preconsciente) y representaciones de cosas ( el incons-
consistía en separarse de su padre. Dolorosa por un lado, por otro r. ' 11·11te).Como dice la importante carta a Fliess del 6 de diciembre
liberadora: muerto, el padre es menos amenazador que vivo. Enr. ,I, 1896, es un sistema de múltiples trascripciones. El sentido de una
rrado en su palacio, el papa ya no dominaba. 1111agen visual es trascribible en palabras; a su vez, las palabras abren
Una identificación que calificaré de heroica inspirándome en 1111t'vas cadenas significantes: experimentando consigo mismo, Freud
Lagache ( 1961), puede observarse en el segundo sueño. En el Deut ilumina el movimiento de la interpretación. Pero hay más: Tíber, San
ronomio (Freud, como es sabido, conocía bien la Biblia), Dios invit Angel, Lübeck y Gleichenberg son nombres de lugares. La toponimia
a Moisés a subir al monte Nebo para ver la tierra de Canaán, pro m ,parece, así, en los sueños de Freud: esto confirma mi hipótesis de
,, 1'l
218 DESCUBRIMIENTO DEL COMPLE J O DE E DTP tmÑos DE ROMA

que la imagen del cuerpo es una dimensión clave de sus sueños. En ¡,n·gunte el rumbo de la calle Richelieu, en París. Tambifo l',1
esa misma época, las cartas a Fliess están llenas de descripcione s d 1111• durante muchos años una meta de mi deseo y he considrraclo
zonas erógenas que Freud no sólo se preocupa por "ver" sino por nom lw:ititud [Seligkeit] con que por primera vez pisé el pavimento
brar. P111ís como la seguridad de que lograría igualmente el cumplimicn-
En relación con Fliess, por último, esos sueños indican una decep fl,• otros deseos. El-hecho-de-preguntar-el-camino es, además, una
ción, puesto que rechazó un congreso en tierra italiana. En el mamen l1dl 111directa a Roma, pues es sabido que todos los caminos llevan
to en que Freud estaba dispuesto a ir a Roma con la condición, com a. Por otra parte el nombre de Zucker [azúcar] alude nueva-
l( ,:,111
los agorafóbicos de que habla en la carta del 17 de diciembre de 1896 pt11 a Karlsbad, pues allí enviamos a todos los que sufren de dia-
de hacerlo en compañía, la contrapropuesta de Fliess hizo arranca r r.l ~!1 [enfermedad del azúcar], enfermedad constitucional. La ocasión
11
tren hacia Praga sin darle tiempo a detenerse en la Ciudad etern a. !11 ,:,t<' sueño era la proposición de -mi amigo de Berlín de encontrar-
1•11 Praga para Pascuas. Entre otras, debíamos hablar de cosas re-
11i 11tl'S al azúcar y la diabetes" (Td, 200-201, ID 194-195, IR 172-

Tercer sueño de Roma 11'1).


!,rt estructura del sueño es la acostumbrada. La primera parte es
Reproduzco ahora el tercer sueño y el texto completo de su comen 1111, un paisaje (representación de cosas); la segunda, representa-
tario. ¡r,11de palabras; se compone de un sustantivo a la vez propio y co-
"En el tercer sueño, estoy finalmente en Roma, como me lo dice el 11111 (señor Zucker, es decir, señor Azúcar) y de una pregunta (¿cuál
propio sueño. Pero, decepcionado, veo una escena que nada tiene qu 1 camino a la Ciudad?). El afecto dominante es la "decepción" ,
ver con un decorado urbano: un riachuelo de aguas oscuras con aca11 111.t, como ya dije, al rechazo de Fliess de ayudarlo a realizar su
tilados negros en una de sus márgenes y del lado opuesto una dehe.1n 1·0 de ir a Roma. Analizaré sucesivamente ambas partes.
con grandes flores blancas. Descubro a un señor Zucker [= azúcar] (al 1•.I paisaje está dividido por "un riachuelo de aguas oscuras", seme-
que conozco superficialmente), y decido preguntarle el camino a la 11t1 • al Tíber que divide en Roma la ciudad antigua de la ciudad
Ciudad. Es evidente que en vano me esfuerzo por ver en sueños una 111,ma. Pero otras parejas de oposiciones están repartidas en esa di-
ciudad que no he visto despierto. Cuando descompongo en sus elemen l1,n. Por un lado, el blanco; por el otro, el negro. Por un lado lo
tos la imagen del paisaje del sueño, las flores blancas aluden a Ráue na, n1, 11-r al (acantilados), por el otro lo vegetal ( dehesas y flores) . En
que conozco y que al menos por un tiempo quitó a Roma la prelac ión topografía fantástica (fantastique),* es fácil reconocer -sobre la
como capital de Italia. En los pantanos que rodean a Rávena encon lrn,, ,• de las lecturas de Freud, su reciente cita de Virgilio, su idealiza-
tramos los más bellos nenúfares en medio de un agua negra; el sueño !o~ li',11de la antigua Roma- la descripción no cristiana sino grecola-
deja crecer en las praderas, como los narcisos de nuestro Aussee, pue a ¡;i, , ele los infiernos, la cantada por Dante, quien murió precisamente
entonces era verdaderamente difícil cogerlos en el agua. El acantila do !i P (wena ( ciudad que Freud visitó con su hermano el verano ante-
oscuro, tan cercano al río, recuerda vivamente el valle de Tepl, cer- ' 10,) antes de ser enterrado en Florencia. En efecto, encontramos la
ca de Karlsbad. Karlsbad me permite explicarme la extraña idea de l.1;\1111 a Estigia de aguas estancadas y oscuras, las rocas negras del
161taro donde se atormenta a los malvados y las praderas floridas de
1
preguntar el camino al señor Zucker [azúcar]. Aquí hay que reconoce r
en el material que forma la trama del sueño dos de esas diverti das lii~( :ampos Elíseos, sitio de los bienaventurados. Más precisamente, ei
anécdotas judías que ocultan una filosofía profunda, a menudo am ar - u del sueño condensa el Iclegetón que bordea el Tártaro, el Leteo
ga, y que tan gustosamente citamos en nuestras conversaciones y car- 111_'. termina los Campos Elíseos y la Estigia, que hay que atravesar
tas. Una de ellas es la historia de la 'constitución': un pobre ju dío 1 barca para penetrar en los infiernos propiamente dichos antes de
sin pasaje se desliza en el expreso a Karlsbad; es atrapado y expul- 1f11111 tar el enorme Cerbero de triples fauces: símbolo de la trasgre-
sado en cada control del tren, y cada vez tratado con mayor durez a ; ,11necesaria para el creador y de sus peligros. Aquí juega la iden-
alguien que conoce io encuentra en una de las 'estaciones' de su cal- 1c :1ción heroica con Eneas, quien ve precisamente ese paisaje duran-
vario, le pregunta adónde se dirige y él responde: 'Si mi constituci ón MI descenso a los infiernos, referido en el canto VI de la Eneida .
lo soporta, a Karlsbad.' No muy lejos de allí reposa en mi memori a
otra historia, la de un judío que ignora el francés y al que le piden • Véase la nota de la página 211. [T.]
220 DESCUBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE EDIi' 111\ÑOS DE RUMA 221

Si, por su vertiente simbólica de alcance universal, ese paisaje r lri 111,sorció
n de excrementos" y "la fecha de aparición de la repug-
presenta la búsqueda dé Freud de una referencia objetiva en la cul "' · 1;1". Re cordemos la carta ya citada del 4 de diciembre de 1896,
tura clásica, en su otra vertiente, la del deseo infantil individual, rl! il 11 , que Freud censuró la palabra "pedo". Tenemos allí pues un nue-
produce el decorado de una escena de la infancia 'J.Ue Freud no h t 1rn1plo de los descubrimientos que un sueño representaba para
rememorado aún y de la que no podemos, pues, sino notar de pai 111 1, ele los que terminó de tomar conciencia en los días siguientes.
los significantes que preparan y anuncian esa reminiscencia: un rl IJ111ma oposición evocada: la tentativa (efímeramente coronada de
pequeño* en alemán se llama Fluss, alusión a Gisela Fluss, compa In) ele R ávena para suplantar a Roma , del hijo para superar al
ñera de juegos de su infancia, primer amor de su adolescencia; )¡ li,• Pero como en el caso de la Roma vaticana del primer sueño,
dehesas con grandes flores blancas son una pradera de Freiberg don , !'IPrcncia estaba tanto al servicio del deseo como de las defensas:
de jugaba y luchaba con su sobrino y su sobrina; la dificultad de co vc11a, que se creía inexpugnable, fue no obstante conquistada; no
ger los nenúfares anticipa la metáfora central de esa reminiscenci ¡y poder que no sea susceptible de cambiar de manos.
futura: tomar la flor de una muchacha. Subrayemos por el moment l. 11 segunda parte del sueño, el encuentro con el señor Zucker, ya
la necesidad, que los sueños de Roma tornaron evidente para Freud 1 1 ,ucernía a la infancia sino a la relación presente con Fliess y ya
de articulación de un deseo infantil con uno de la víspera para . qu !lll ~1111aba a Freud en relación con su cultura de referencia (la greco-
un sueño se produzca; asimismo la necesidad, para comprender el in l!illl1,1) sino en relación con su cultura de pertenencia (su judaísmo).
consciente, de articular los recuerdos personales con la cultura uni
¡;Ji,·ss (nombre que por otro lado es, en alemán, un verbo que quie-
versal.
d,·cir "fluir": * cf . el "riachuelo" al comienzo del sueño) era ese
Si ahora referimos el paisaje del sueño a las zonas erógenas pregc
nitales cuya investigación Freud apenas comenzaba, comprobamos qu
,ii I al que Freud preguntaba por su camino . El comentario del suc-
i, rnncluyó evocando "la proposición de mi amigo berlinés de en-
son objeto de una figuración simbólica a pesar de que por entone,
,11 11.trnos en Praga., .", pero dejó en silencio la previa proposición
Freud no las había concebido aún claramente: la zona oral (la "d,·
hesa"), la zona anal (los "acantilados negros", el nombre del vall
'l,, Frcud sobre un congreso italiano. Freud tenía tal confianza en su
11111que prefirió ceder. Lo hizo en la carta del 3 de enero de 1897,
de Tepl, palabra que también quiere decir "orinal": G 72), la zon
'1··,1o con una reserva: "Espero que en nuestro próximo congreso po-
uretral ( el "riachuelo de aguas oscuras" ) . En efecto, poco despué:
i 11 110sdiscutir cosas importantes ; será más adelante, para Semana
la carta del 11 de enero de 1897 trasmitía a Fliess, por vez primera
1111 a, quizás en Praga" (F, al 196, ing 184, fr 162). La misma car-
la noción de "sistema sexual oral" y la idea de que "mientras predo
, romenzaba mezclando dos referencias , una a la divisa de París ( "si
mina el sentido del olfato (y del gusto), los pelos, las heces, toda 1
!'" mzobramos prematuramente . .. , tehdremos éxito"), la otra a una
superficie del cuerpo, así como la sangre, desempeñan el papel de ex
citantes sexuales" (F, al 198-199, ing 186-187, fr 164-165). La equi
ti, las dos anécdotas judías evocadas en el comentario del sueño ( "y
i 11 nestra constitución lo soporta"). Ello permite fechar el sueño al-
valencia entre los excrementos y el oro fue indicada en la carta dd
24 de enero de 1897; nuevamente debió tal descubrimiento al caso dor del 3 de enero de 1897.
l•:sas dos anécdotas , sumariamente referidas por Freud, deben ser
del señor E ... : para Louise, su sirvienta, su primer amor, su seducto
1,1.,l!adas para la comprensión del sueño. Karlsbad era una célebre
ra, el dinero era "siempre excrementicio", dijo a Freud, de pront
, 11 ulad de aguas de Bohemia (hoy Karlovy Vary), pero la estadía era
E ... 7 • La carta del 8 de febrero de 1897 interrogaba a Fliess sobr,
!"11,losa y molesto .el tratamiento , pues sus aguas son laxantes. A Karls-
* O grande. [E.] l1,11 1 iban los judíos ricos ( de ahí la temeridad del judío pobre de la
7 :esa fue la primera ocas1on en que el Sr. E . . . es menci onado como tal 111 frdo ta, que quería llegar allí sin pa gar : alusi6n a la modesta si-
por Freud. Ya se trataba de él, sin duda, en las cartas del 31 de octubre d 111 ,,ción financiera del padre de Freud, y luego del propio Freud), Era
1895, el 2 de noviembre de 1895 ( p. 191) , el 3 de enero de 1897 ( p. 212), flll'Ciso que "la constitución soportara" el tratamiento: allí la alusión
como los editores de .las cartas a Fliess y el autor del presente libro lo han
supuesto . Este caso reaparecerá a menudo : ms . L del 2 de mayo de 1897 11.1 doble. El judío que viajaba sin boleto soportaba los malos tratos
(p. 255) , 29 de dici embre de 1897 (p. 287), 19 de febr ero de 1899 (vol. 2), tlr·l inspector. Curiosamente, el texto habla incluso de sus sucesivas
21 de diciembre de 1899 (Id .), 8 de enero de 1900 (íd.), 26 de enero d ' ,·~taciones" ( Leidensstation) , en el sentido de estaciones del calvario
1900 (íd .), 11 de marzo de 1900 (id.), 14 de abril de 1900 y 16 de abril de
1900 (!d.), Flie ss : arroyuelo; fliessen: fluir . [E.)


222 DESCUBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE E DIi' 1l!N SU EÑOS DE ROMA 22'.~

( en alemán, "estación ferroviaria" se dice Revision) . ¿ Por qué com 11,111<lopues el judío recién llegado dirige la pregunta a un transeún-
paró Freud a ese judío pobre con Jesús, otro judío pobre, entreg ad tr, q11r cree francés de linaje pero que resulta ser un judío rico, per-
por los judíos ricos a los romanos y que tuvo que cumplir su viac ru frí l 1mente aculturado y francohablante. El interpelado, que compren-
cis? Detrás de ello hay un recuerdo personal ligado al descubrimien to In r,lpidamente la situación, también se muestra malicioso. Responde
por parte de Freud, del antisemitismo, que será rememorado en el si 1 1111 francés excelente: "Sí, sé dónde queda la calle Richelieu." El
guiente sueño. En este tercer sueño, se retuvo el aspecto anal de 1 I" 11111 -r judío, asombrado por la malicia de la respuesta, comprende
alusión. Las caricaturas de la época, según informaciones de Ev 1111111ces que tiene que vérselas con un compatriota y para mostrarle
Rosenblum, representaban muchas veces a un agüista de Karls ba 1
11u ha comprendido replica irónicamente, en yiddish y aludiendo a
corriendo a través de las salas o los parques en dirección a los sanita 11rito judío esencial, el sábado: "Man kann Schabbasmachen mit
ríos, y al que un amigo pregunta: "Pero, ¿adónde corres tan rá pi 1'' (literalmente: "se puede hacer un sábado con lo que me dices";
do?"; igualmente, una de las variantes de la anécdota del pobre ju dr:cir, a la vez, "tu respuesta no me sirve para nada" y "tú y yo
dío viajero señala que el inspector, en cada estación, lo expulsa con 1" 1110s bien qué es necesario para la preparación ritual del sábado,
un puntapié en el trasero . ¿ Qué recuerdos personales convergían en ;111 110 que ambos somos judíos") . Pero la sal de la historia no se
esa referencia cultural? El recuerdo infantil fue recuperado más ta1 l11111t a a esto. Como me lo hizo observar Alain Besanc,on, la elección
de, pero nosotros podemos inferir ya que era un recuerdo de verg üe11 1,1 nombre propio "Richelieu" manifiesta, en efecto, una ironía do-
za vinculado a un relajamiento anal o uretral. En cambio, podem o lil, como significante impronunciable Gorrectamente por los judíos,
tener en cuenta un resto diurno manifiestamente presente en la meu e¡,lca el mal acento de los mismos; como significado, el nombrP
te de Freud aunque sólo lo haya mencionado a propósito de un sw· p, •Jpio se vuelve sustantivo común y designa el riche lieu, el lugar
ño ulterior: el padre de Freud había muerto algunas semanas an ti'~ iio , el incentivo de la ganancia, otro rasgo reprochado a los judíos.
de un colapso cardiaco y una parálisis de la vejiga, y tuvo una,. dep o !.k t•sta suerte, a pesar de todos los esfuerzos por disimular sus oríge-
sición poco después de su muerte . De tal suerte que la constitución <ll'I " , rl judío acaba siempre por ser reconocido tanto en el significante
padre había soportado las vejaciones antisemitas ( como veremos ) 11111 0 en el significado. La lección implícita en esta anécdota es la
pero no los fracasos comerciales que lo obligaron a realizar estaciorn·a 1, la identidad imborrable del judío.
en sucesivos pueblos, antes de acabar arruinado en Viena; tampoc o <:uando llegó a París en 1885, el propio Freud fue ese judío pobre
soportó la vejez, la enfermedad, la muerte : todos esos "relajami e11 p11 • balbuceaba el francés y preguntaba equivocadamente por su ca-
tos" constituyeron motivos de vergüenza para el hijo . Para volver al 111110. Sin embargo, anotemos que para él la calle Richelieu -escri-
Fr eud adulto, uno de los sentidos del sueño considerado a la luz de la 1,1,·, a Martha, el 19 de octubre de 1885 ( C 186), que la había recorri-
anécdota -y que me fue comunicado por Eva Rosenblum- parecie 1,, debía de designar la riqueza, pero no la del dinero sino la de la
ra el siguiente: quería llegar a Roma-Karlsbad para curarse, sien do rnltura, puesto que es la calle de la Bibliotheque Nationale y de la
un pobr e judío al qu e agradaría quizá disimular que no tenía pasa jt· ! :,,médie-Fran<;aise. Sea como fuere, superó tan bien la humillación
y que debía afront ar continuamente al enemigo implacable; el bolet o I,· 1~rnorar la lengua de ese país extranjero que alcanzó familiaridad
de pasaje era sin duda una alusión a la célebre frase de Reine: "L a 11111 Charcot y se convirtió en su traductor. Quien conquistó París
fe de bautismo es el boleto de entrada en la cultura europea." Agreg ue- rnnc¡uistará Roma. Tanto más -Freud interpretaba el proverbio se-
mos que si a partir de entonces el autoanálisis pretendió ser curativo, i'111su deseo-- cuanto que todos los caminos llevan a Roma. En
se volvió al' mismo tiempo "laxante" . rfr-cto, otro de los sentidos de este tercer sueño de Roma es que repre-
Freud dio por conocida la segunda anécdota y no la desarroll ó. 11ta una puesta en imágenes de ese proverbio. Ya se trataba del me-
Era la siguiente , recuperada gracias a Grinstein ( G 72) : un judí o r~111 ismo de aseguramiento que Freud describió más tarde a propósito
pobre emigra a París. No sabe franc és. Un amigo malicioso le enseña 11, ; los sueños de examen: no se sueña con fracasos sino respecto a
sin embargo a decir, para que pr egunte su camino: "¿Sabe uste d x:,menes que se aprobaron en la realidad . El efecto manifiesto del
dónde queda la calle Richelieu?" (la lección es maliciosa porque e11 11 r no (la "decepción" de estar en Roma sin ver la Ciudad) convierte
yiddish no existe el sonido "ieu" -Grinstein no lo dice, debo la infor- 11 su contrario al afecto latente ("la alegría [Freude!]* con que por
mación a Eva Rosenblum); el judío sólo "puede pronunciar "Richelié"
y así revela su origen, que pretendía ocultar . La historia gana en S upra, p. 219, línea 3. [E.]
224 DESCUBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE EDIPO j 11:-, ·SUEÑOS DE ROMA 225

primera vez pisé el pavimento de París'') . En Roma, preguntar t•I ,~ le pide, inocente e imprudentemente, que le indique el camino. El
camino a un transeúnte -guía idealizado, compatriota aculturado y 11t'1rary la diabetes también eran uno de los temas en la orden del
malicioso: ambos rasgos designan a Fliess- nada tiene de humillant, lin del próximo congreso con Fliess, en Praga. El señor Azúcar es
ni de ansiógeno, puesto que el interrogador posee, de antemano y ,,¡111Fliess, así como en el sueño sobre Irma era en cierto modo el
lleno de alegría, la respuesta: todos los caminos lle~an a Roma. Res jior Trimetilami na: el que sabe lo que ocurre en el interior del
puesta del buen sentido popular, frecuentemente mejor que la de lo 111 :rpo, el que practica el análisis químico, mientras que Freud se
doctos. Gide, en su Edipo, atribuyó a su héroe un mérito semejante ll1111ta a la superficie y los orificios de la piel y al análisis psíquico.
si Edipo encontró la respuesta al enigma de la Esfinge, fue porqu l\11la negra roca de la biología, que Fliess continúa haciendo progre-
la conocía ya, porque "el hombre" es la respuesta a todas las prr !!', Freud podrá plantar los pastos y las blancas flores de la psico-
guntas. Pero otro proverbio, de sentido contrario, se desliza en filigra h,1(1,1.
na bajo el primero: "ver N ápoles y después morir". ¿ Acaso Freud no ,,Quién era, en la realidad, ese señor Zucker al que dice "conocer
propuso a Fliess un congreso en Nápoles o ·Pompeya, otra ciudad 11p1•rficialmente"?La única relación que hemos encontrado se refiere
asociada, por su catastrófico fin, a la idea de la muerte? Triunfar los dos hermanos Zuckerkandl, evocados en una carta a Carl Koller
y luego morir de haber triunfado. tf,,( 23 de julio de 1880. Esta carta, añadida a la segunda edición
Observemos una vez más la importancia, para Freud, de las rela d.-rnana de la Correspondencia en 1968 (C, 1968, p. 15), no figura,
ciones entre lo visual y lo verbal. Aquí el sueño pone en imágenes um, ¡,111 ese mismo motivo, en la edición francesa. Emil, el mayor, fue
frase proverbial; en otra parte buscaba la palabra, el nombre propio p,·ofesor de anatomía; Otto, el menor, se especializó en urología. Fue
la fórmula que dé cuenta de una visión, de un decorado, de un paisa 1 ,·ncuentro con este último -joven, agradable, que preparaba su
je, de un sainete. Ahí se afirma la dificultad y la necesidad de traduci ,, 11i'iltimoexamen de medicina- lo que Freud narró a su correspon-
la lengua materna a una lengua extranjera. No se trata únicament ar,I, d futuro descubridor del poder anestésico de la cocaína. La mic-
-contenido manifiesto consciente- de la necesidad material par 1{,111la rivalidad en el descubrimiento y también la . ambición de
el judío de hablar el idioma del país que habita y de la necesidad ll,·g,1r a ser profesor estarían en tal caso en los segundos pensamientos
intelectual de aprender las grandes lenguas de la cultura europea il,·I sueño, hipótesis que encuentra una confirmación en el hecho de
también se trata ---contenido latente preconsciente- de que el incom q111·el diagnóstico de la diabetes y su azúcar se efectúa mediante el
ciente es otra trascripción y que descifrarlo es descubrir el léxir 11nende la orina.
y la sintaxis con que habla. Por último, se trata ---contenido latent Más importante parece el hecho de que ese sueño privilegie dos
inconsciente- de que cierto universo materno fue abandonado pa 1 1111 ·1.mismos: la trasformación de un sustantivo propio en común
siempre al emigrar de Freiberg y que la única manera creadora d • l I conversión en su contrario. Si aplicamos ambos mecanismos al
recuperarlo es elaborar sobre él un discurso coherente y verdadero 1111111bre propio que constituye la búsqueda de esta serie de sueños, si
no revivirlo en la repetición y la nostalgia. , 1ibimos ese nombre en latín, ROMA, puesto que era la ciudad an-
Queda por elucidar el último significante, el nombre del transeúnt 1¡.¡11a,fundada por los descendientes de Eneas, la que interesaba a
y guía, el señor Zucker, nombre propio que es al mismo tiempo, com l' n·11d, obtenemos, escribiéndola al revés, un sustantivo común que
Richelieu convirtiéndose en riche lieu, un sustantivo común: seño ,11stituyela palabra clave de estos sueños, AMOR. Esta inversión nada
Azúcar . Evidentemente, este significante-significado está sobredett·r 11,_•111•de original. Como el proverbio sobre los caminos que llevan a
minado. Las aguas de Karlsbad curan la diabetes, enfermedad en l{11111a, es muy familiar para los latinistas actuales y los escolares de
tonces mortal, caracterizada por el exceso de azúcar; en alemán l,1 ~poca de Freud. Más próximo a nosotros, un novelista italiano ha
llamada Zuckerkrankheit, enfermedad del azúcar . Entre los judíos d 11lo ptado el seudónimo de MORAVIA, doble anagrama de VIA ROMA y
la época, según me informó Eva Rosenblum, era un chiste corrient •le vrA AMOR. Aunque sólo en la edición de 1911 de Die Traumdeu-
decir que todos los judíos de edad eran diabéticos y representarlos con 11,:(Td 403n., ID 398n, IR 342n.), se refirió Freud a ello, en una
sus pastillas de sacarina, un poco del modo como los franceses de ho 11111 1 donde cita a Rank, ¿ no había conservado de sus estudios de
dicen que todos los franceses padecen del hígado. El señor Azúcar l111111 anidades el recuerdo oscuro de la historia del oráculo de los
aquí la Muerte, a la cual el viajero extraviado de las leyendas germá11i l'111c¡uinos?Rank, y Freud después de él, la narraron elípticamente:
226 DESCUBRIMIENTO DEL 8 UEÑ OS DE ROMA 22
"El oráculo de los Tarquinos, según el cual el primero que besar 11,11npresiones de los primeros años de mi vida" (Td 201, ID 195-
a su madre ( osculum matri tulerit) sería el amo de Roma, también 111(,, IR 173-174).
es conocido ; Bruto consideró que indicaba la Tierra Madre: Terram 1,:~tl' sueño está construido del mismo modo que el de la muerte del
osculo contigit; scilicet quod ea communis mater omnium mortilitl p11d n\: se reduce a un decorado y una inscripción. El decorado es
esset [Tocó la tierra con un beso porque ella es la madre común d 111 ,, esquina; un decorado urbano, no ya un paisaje campestre; es
todos los mortales). Tito Livio, 1, 56." Más pormenorizada, la histori 111 hién una elll.,rucijada, una bocacalle. Sobre tal telón de fondo,
es ésta: el viejo tirano Tarquino, asustado por prodigios, envió a Del, 11 fl'les no desc11rados, de los que sólo sabemos que están escritos en
fos a dos de sus hijos y a su sobrino Bruto, un ambicioso disfrazad l,•111án.
de necio, para que consultaran el oráculo a fin de saber cuál de elloe l .a carta a Fliess en la que expresaba sus dudas sobre lo oportuno
reinaría. Los hijos tomaron el oráculo al pie de la letra y convinieron t,~ 110 congreso en Praga no figura entre las publicadas . La hipótesis
guardar el secreto para no alertar a su tercer hermano, que habl 111 ~Kverosímil es que se trata de la ya citada carta del 3 de enero de
quedado en Roma. Bruto, en cambio, tuvo la idea de "interpretar' 111(17, a la cual los editores habrían quitado el pasaje en donde Freud
el oráculo y, dejándose caer, besó de inmediato la Madre Tierra 1!, ptó, con la reserva de un "quizá", el proyecto de congreso en Pra-
Marie Delcourt ( 1944, p. 197-202), en su importante obra Oedipe ou 1 La carta siguiente, del 8 de febrero de 1897, elimina esa reserva:
la légende du conquérant; nos ofrece, desde el punto de vista de 1 'l'rndré mucho material extraño que someterte en Praga" (F, al
historia de los mitos y las religiones, un detallado comentario de est, n•,,ing 192, fr 170).
episodio y de muchos otros semejantes, en los que ve la prueba de un 1,as minorías nacionales del Imperio austrohúngaro, en su historia ,
rito grecolatino de habilitación a la realeza por la posesión simbólic 11 ¡:anizaron con frecuencia , y particularmente desde 1848, la lucha
de la madre, ya sea en sueños, ya mediante un beso real a la tierra. •ilfra la hegemonía de los alemanes y de su idioma. El irredentismo
Freud, a comienzos de 1897, se identificaba con el legendario conquis- rh, ('O siempre estuvo vivo. El conde Thun, gobernador de .Bohemia,
tador de la "ntigüedad clásica. Se vivía como Edipo, pero no sabía 1haba de abandonar sus funciones, después de haber fracasado en
aún que lo era. 11mten to de reconciliar a checos y alemanes ( este conde apareció
,(t, adelante, en 1898, en un sueño de Freud). La Universidad de
l'rriga era una de las más antiguas de Europa. La enseñanza se im-
Cuarto sueño de Roma ptn tió al comienzo en latín, luego en alemán; el checo había sido
111t nrizado recientemente. Kekulé ilustró el genio checo, como más
111dt' ta mbién Husserl y Kafka . En cuanto a Freud, se sentía , a la vez,
..
-
Nada tiene de asombroso que este último sea un sueño de inscripcio-
nes. "El cuarto sueño, poco después del mencionado en último térmi- ,,,lidario de las minorías oprimidas en las que florecen creadores, y
11u•osode ver el alemán reconocido como lengua universal que garan-
no, me lleva nuevamente a Roma. Veo una esquina delante de mí y
[11, iba la objetividad del saber.
me asombro de que hayan pegado allí tantos carteles alemanes. La
víspera había escrito a mi amigo, con previsión profética, que Praga En el sueño, Freud se encuentra en Roma, y, en lugar de una ins-
11pción latina, lee sorprendido ( como en el segundo sueño, donde
no debía de ser un lugar de estadía muy agradable para paseantes
lr1 ~orprendía la claridad de la vista sobre la ciudad) unos caneles
alemanes. El sueño expresaba pues al mismo tiempo el deseo de en-
!,•manes. A este contenido manifiesto latino-alemán (el latín y el
contrarlo en Roma más bien que en una ciudad de Bohemia, y el
1lt-t nán fueron las dos lenguas clave de sus estudios secundarios; tam-
interés , que proviene probablemente de cuando mis estudios y que con-
1,ii II fueron los dos idiomas sucesivamente impuestos a los checos en
servo, de que la lengua alemana fuese mejor acogida en Praga. Por otra
l,1 Univer sidad de Prag a) corresponde, en el contenido latente, un
parte, he debido de comprender el checo en los primeros años de mi 1,llmgüismo checo-alemán (que marcó el período preescolar de Freud,
infancia, puesto que nací en una pequeña localidad de población es-
11 Freiberg) . Así, el bilingüismo manifiesto corresponde para él a
lava, en Moravia. Una copla infantil, en checo, que escuché cuando l,-11 guas escritas y el bilingüismo latente a lenguas habladas. El latín,
tenía diecisiete años, quedó tan bien impresa en mi memoria que aún l!:11 gua filogenéticamente antigua, toma en el contenido manifiesto el
hoy puedo recitarla, aunque no tengo idea alguna de su significación. lugar del checo, lengua ontogenéticamente antigua para Freud. Así
Por lo tanto , tampoco en estos sueños faltan múltiples relaciones con ,.,;110 Fliess el berlinés, al desplazar el congreso de Roma a Praga , bo-
228 DESCUBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE E DJI',
,, IIEÑOS DE ROMA 22!>

rró --de la espera de Freud- el latín por el alemán, así Jacob Fre ud , ntaciones de cosas, sino que representaciones de palabras pueden
al dejar Freiberg por Viena, borró en su hijo Sigismund el checo c·n '"•ignar representaciones de cosas a las que se encontraban asociadas
ll contigüidad.
provecho del alemán. Por tanto, el sueño asocia a un resto diurn o un
recuerdo infantil. Entre los tres años y medio y los cuarenta, qu, Apliquemos a este cuarto sueño de Roma, más sistemáticamente que
Freud acababa justamente de cumplir, una estación de enlace: la ed 1 los tres casos precedentes, el esquema interpretativo que considera
de diecisiete años, cuando fue a pasar sus vacaciones en Frei be w•·sivamente la relación con Ftiess ( confundida aquí con la relación
donde oyó nuevamente hablar en checo, donde se enamoró de Gisel ,11 d deseo de la víspera), la relación con el recuerdo infantil, con

Fluss. De una manera paralela, afirmó en su teoría que el acontecl 1 proceso de descubrimiento del psicoanálisis y por último con la
miento patógeno no se situaba en la adolescencia ni en la pube rtad 1,1ngrndel cuerpo.
sino a la edad de tres años. "Todo retrocede hacia los tres prime r, ne los tres primeros sueños de Roma, Freud no dijo nada a Fliess.
años de la vida", enuncia la misma carta del 3 de enero de 1897. l kl cuarto le habló casi un año después, en una carta comenzada el
El sueño trajo a Freud el recuerdo del habla checa oída en su prl el,~diciembre de 1897 y continuada el 5. Antes se habían encontrado
mera infancia y el de una copla infantil que nunca dejó de saber d !,rclcdor de Semana santa (el 20 de abril de 1897) en Nuremberg (es
memoria. El recuerdo de la persona que le cantaba esa coplilla y ), h1r, ni en Roma ni en Praga), Freud había descubierto el complejo
enseñaba ese idfoma apat:eció más tarde. La dualidad de las lengu fr Eclipo y habían proyectado un nuevo congreso en Breslau para la
reveló entonces que cubría una dualidad religiosa ( catolicismo y ju 11111dad de 1897: "Todo esto no debe servir sino de preludio a nues-
daísmo) y una dualidad de la imagen materna (la verdadera mad 1ü rncuentro en Breslau, como Ida sugirió, si los horarios de los tre-
y la niñera) . Entre tanto, la idea contenida en el sueño, de una len ,,.,, il' convienen. Sabes que lo que ocurrió con Praga ha probado que
gua antigua borrada, significaba que el proceso de recuperació n d , tenía razón. En la elección de Praga, que hicimos la última vez,
los recuerdos infantiles "olvidados" comenzaba a actuar en el auto lo:1meños desempeñaron un gran papel. No tenías deseos de ir, tú
análisis de Freud. 1lo< , por qué, y yo soñé lo siguiente: estaba en Roma, paseándome,
Pero falta la cuarta lengua. En el año 70 de nuestra era, el em¡ , ,111bradode comprobar que un número tan elevado de calles y tien-
rador romano Tito hizo destruir el templo de Jerusalén. Los ju dí tl r,1 llevaran nombres germánicos. Me desperté y comprendí inmedia-
definitivamente vencidos, comenzaron entonces su diáspora y su vag; 111mteque la Roma del sueño en realidad era Praga ( donde, como
bundeo; hablar una lengua extranjera se convirtió para ellos en un ;1bido, se ha solicitado que el nombre de las calles también figure
obligación: el latín borró el hebreo. En la época de Freud estaba 11 ,,lcmán). Por lo tanto, el sueño había realizado mi deseo de en-
todavía prohibido a los judíos pasar bajo el arco de Tito en R om ,,111rarteen Roma más bien que en Praga. Entre paréntesis, mi nos-
Durante el siglo XIX, los judíos de toda Europa central e incluso orien tolg1,.1de Roma tiene un carácter profundamente neurótico. Está li-
tal, hablaban en yiddish, que es una mezcla de alemán y hebreo. u la a mi amor de estudiante por Aníbal, el héroe semita; de hecho,
que querían tener éxito en sus países y culturas de adopción se veían 01110 él, tampoco este año pude ir del lago Trasimeno a Roma" (F, 3
en la necesidad de hablar, y bien, el alemán. Sigismund realizó el d lti ,he. de 1897, al 251, ing 236, fr 209). Así, un deseo frustrado de
seo de sus padres al expresarse perfectamente en ese idioma. Es mu 1 v1spera, ir a Roma, se cumple en este sueño y, en los tres prece-
probable que la lengua materna de los padres de Freud fuera el yid lrntcs, Fliess representa una imagen de padre que frustra en Freud
dish, que luego aprendieran el alemán y, en lo que atañe a Jac o 1 wmplimiento del deseo. El sueño afirma algo importante en la
sin duda también el hebreo. Y que Sigismund, en Freiberg, los oye. 11111,'nnica creativa de Freud: lo que una instancia de autoridad le
hablar a veces en yiddish, a veces en alemán. Pero así como los rn lni¡>1dehacer en la realidad, él lo hace a pesar de ella, a pesar de
cuerdos reprimidos nunca son olvidados por completo, tampoco la liJllo, en sus sueños. Ello se explica, fuera de duda, por la dualidad
lenguas borradas desaparecen por completo: dejan huellas en el in !,) las figuras de autoridad en la infancia de Sigismund. Sus dos
consciente. Las huellas de las antiguas lenguas "olvidadas" por el niñ lihmanos mayores, Emmanuel y Philippe, encarnaron sobre todo la
Sigismund, que emigró de Freiberg a Viena, le sirvieron pues pa r, 1~11rapaterna represiva, mientras que Jacob, su padre, de una gene-
connotar viejos recuerdos correspondientes a la época en que es c·i6n anterior, fue más bien una figura de abuelo, benevolente, libe-
lenguas vivían. No sólo las palabras designan a las cosas, no sólo 1 ti, deseoso de compartir su experiencia de la vida. Nadie puede lle-
rep resentaciones de las palabras existen independientemente de las rr
230 DESCUBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE EDIPO 1 OS S UEÑOS DE ROMA 231
gar a ser un creador sin identificarse con un poseedor permisivo del ,. fuerte que me llevaba a mí, pequeño, de la mano. A esa situación,
saber. i¡11r no me satisfacía, oponía otra más adecuada a mis sentimientos:
Los recuerdos infantiles referidos a esta serie de sueños sobre Roma 1, escena en la que el padre de Aníbal, Asdrúbal, ante el altar domés-
son conocidos con precisión. Lo incierto son las fechas de su reme• 11c o, hizo jurar a su hijo que se vengaria de los romanos. Desde enton-
moración por Freud. En efecto, el trabajo de interpretación se reali- ,:r ~ tenía Aníbal un lugar en mis recuerdos" (Td 20~, ID 197, IR
zó en dos tiempos: de inmediato, en. 1897; luego, cerca de un año I '/ '1), Freud advirtió su error sobre el nombre del padre ( Amílcar Bar~
después, como atestigua la carta a Fliess del 12 de diciembre de 1897 , , y no Asdrúbal) justo después de la aparición de Die Traumdeutung
es decir, después de la intensa recuperación de recuerdos de la époc , l. vol. 2) y lo rectificó en la segunda edición ( 1904). Triple es el
de Freii)P,rg, recuperación que coincidió con el descubrimiento del i.l'llta subyacente en ese recuerdo: identificación con el jlldío y el padre
Edipo. humillados; protesta contra la humillación, conducente a una cierta
Los comentarios publicados en Die Traumdeutung ponen de mani- il,·;aprobación del padre débil y sumiso; por último, libertad para
fiesto tres órdenes de recuerdos : hacia los tres años, recuerdos de ri tguir su propio camino: en efecto, si el padre se ha encontrado con
validad con su sobrino J ohn ( de más edad que él) ; recuerdos que 11 lf(11Íenmás fuerte que él -así como el Papa de entonces había eu-
datan de la prepubertad y se refieren a héroes imaginarios de lectu• E•11 tra do la horma de su zapat<>--, d hijo no tenía por qu6 sentirse
ras y a conversaciones con su padre sobre la filosofía de la vida ¡ 111enazado por su padre al intentar satisfacer su curiosidad.
recuerdos de las vacaciones pasadas en Freiberg cuando era ad oles- 1 a identificación con la víctima no aparecía manifiesta sólo en
cente. Atraen nuestra atención no sólo por lo que dicen sino tam bién te• recuerdo. Estaba evocada en filigrana en la serie de los héroes
por lo que callan. En efecto, su continuidad está interrumpida por 11y1L letanía enumeró Freud en su comentario final y global: Wincke}..
un hueco de la memoria, por un espacio en blanco en el texto : ] 11.mn, el arqueólogo alemán que en el siglo xvm efectuó las primeras
ausencia de referencias al período intermedio, entre los cuatro y loa 1i1 Vl'.otig aciones importantes sobre el arte romano antiguo; Aníbal, el
nueve años, resulta particularmente significativa. Mi hipótesis es qu e 101 ld, oe cartaginés, por lo tanto semita, que a los nueve años juró odio
recuerdos esenciales en relación con estos sueños no son los conscientes, 1..:mo a los romanos por pedido de su padre, Amilcar Barca (que
rememorados en cada ocasión, sino los revividos y repetidos inconscien l 1c11d confundió primero con Asdrúbal, hermano de Aníbal), ese
temente, que precisamente corresponden al período ausente. 11 íbal que años después sorprendió a los romanos atacándolo& desde
Los recuerdos de la rivalidad con John, los de la persona que, en E.tpaña y los Alpes y derrotándolos en d lago Trasimeno, luego en
Freiberg, le hablaba en checo, fueron recuperados a fines de septiem. 111 nas; por último, Masséna, uno de los gloriosos generales de N ~
bre y comienzos de octubre de 1897. Otros recuerdos de Freiberg fu l"-'l.•{m, a quien Freud -a causa del anagrama de su nomb re con
ron esclarecidos, a fines de diciembre de 1898 o comienzos de enero · ltrnasés-- considera judío, equivocadamente. Ahor a bien - Orinst ein
de 1899, gracias al análisis del recuerdo encubridor de la "Pra de fHu rl pr imero en notarl<>--, todos ellos fueron héroes "trágicos ", o
verde con flo:res amarillas". En mi opinión, en enero de 1897 sólo h , que después de haberse cubierto de gloria por sus hazañas se
sido rememorado el recuerdo de la segunda infancia, que Freud , al ,caminaron hacia un destino desdichado: fracaso, caida, fin catas-
término de su comentario, asignó como raíz común a los cuatro sueñ ',ltto (G 91). Johann Joachim Winckelmann (1717-1768), de humil-
de Roma: lo origen, no pudo llevar a cabo sus estudios de teología ni de medi-
"Debía de tener diez o doce años cuándo mi padre comenzó a llevar, i 111;se convirtió al catolicismo y se hizo bibliotecario de un cardenal
me en sus paseos y participarme sus opiniones sobre las cosas de es l 111 de hallar Wl puestv que le permitiera efectuar sus investigacio-
mundo. Así, a fin de mostrarme que yo había nacido [en una época, 1~n It alia. Era tal su reputación científica que la emperatriz de
mucho mejOI' que la suya, me contó una vez: 'Cuando era joven. L1 1tria, María Teresa, lo recibió y colmó de regalOil. Pero alguna&
un sábado salí a pasearme por la calle, en el lugar donde tú nac is ,1 después fue asesinado en Trieste por un compañero de viaje lla-
iba bien vestido, con una nueva gorra de piel en la cabeza. Ento n 11lo Archangeli ( cf. el ángcl exterminador ... ) , a quien mostró
un cristiano vino hacia mí, de un golpe me despojó de mi gorra y r,uo err or,- esos valiosos obsequios (G 77). Aníbal (247-183 a .o.-),
arrojó al lodo, gritando: -¡ Judío! ¡ Baja de la acera!' 'Y tú, ¿qué hi, ¡,ués de iniciar brillanumen:te la guerra, no !Mpo explotar sus éxit~
ciste?', le pregunté. Y mi padre me dio esta respuesta: 'Bajé al arro yo bstuvo de marchar sobre Roma. "Sabes vencer, Aníbal, pero no
recogí mi gorra.' Eso no me pareció heroico de parte del hombre al apr ovtchar la victoria", le reproc:M uno de sus lugartenientes.
232 DESCUBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE EDIP, i U~ SU EÑOS DE ROMA 233
Su ulterior fracaso ante los romanos a los que había dejado reorga 11ii tió a Champollion llevar a cabo su descubrimiento sobre los jero-
nizarse, tuvo graves consecuencias para él y para su pueblo. Su her , l1ficos era en realidad trilingüe (griego, egipcio s~grado y egipcio
mano Asdrúbal, que traía refuerzos desde España, fue vencido y muer, l"'i>ular o demótico). Asimismo, el desciframiento de las escrituras
to. Aníbal se vio obligado a una retirada para salvar a Cartago, ahor , 111 1<'iformes durante el siglo xrx fue posible a partir de inscripciones
amenazada. Los romanos, traumatizados por el encarnizamiento qu 11ilingües: un texto en dos lenguas no es suficiente* para encontrar
él había desplegado contra ellos, fueron intransigentes en su venganz, L1clave de una lengua si ésta es enteramente desconocida, El gran
Vencieron a los reyes de Siria y luego a los de Bitinia, donde Aníb 1'11h lico de la época (y el de nuestros días ) no fue sensible al descu-
se había refugiado. Antes de ser apresado, se suicidó. Los roman l,1uniento de Champollion -en 1822, cuando contaba treinta y dos-
pudieron apoderarse entonces de Cartago y arrasarla. De tal suert, 111os- sino por el prestigio de la leyenda napoleónica a la que estaba
el que había deseado destruir a Roma no hizo más que atraer sob 1~ociado. Pero los espíritus cultivados ( Freud entre ellos) en materia
sí y los suyos la destrucción. André Masséna ( 1759-1817), gracias a s ,Ir ant igiiedad mediterránea y asiática, conocían la historia del desri-
brillante victoria de Rívoli sobre los austriacos, en 1797, había sid li ,1miento de las escrituras cuneiformes. La recordaré rápidamente.
apodado "el niño mimado de la victoria". En 1799, volvió a triunfarJ 1111joven alemán de Yeintisiete años, Grotefend, al advertir que los
en Zurich, contra los rusos. Participó en otras muchas batallas, gen, ¡11wostextos cuneiforme s conocidos entonces presentaban no una sino
ralmente con éxito. Pero su campaña en España y Portugal (1810) 111 ·s escrituras diferentes, comenzó a partir de 1802-1803 a descifrar
en cuya conducción las órdenes de Napoleón interfirieron intempes l I primera (zendo o antiguo persa ) _->H, Luego el ingl és Rawlinson des-
tivamente, desembocó en el grave fracaso del sitio de Lisboa y en un ' 1il1rió la inscripción rupestre trilingüe de ·Behistun , en la que el mismo
retirada difícil. A partir de entonces, la suerte de las armas cambió Indo se hallaba trascrito en las tres escrituras cuneiformes y completó
para Napoleón . Se puede decir que al provocar indirectamente el fra 11 desciframiento de la primera. Norris, trabajando con la misma ins-
caso de Masséna en Portugal, anticipó el fracaso de su propia campañ ' 11pción, descifró la segunda (llamada escita, meda o elamita+:··*·* )
de Rusia y luego su caída final. Así, el sentido de las identificacione1 , 111re 1838 y 1851, y Rawlinson, con otros investigadores ingleses, puso
heroicas de Freud comienza a dejarse vislumbrar: son, al mismo tiem , 11daro la tercera ( asirio-babilonio o acadio) entre 1853 y 1857.
po, identificaciones masoquistas. Para tomar conciencia de ello nece, l•:l descubrimiento de Champollion , posterior al de Grotefend, ante-
sitó, algunos meses después, encontrar el prototipo en otro destino 11rn· a los de Rawlinson y Norris, suministró inconscientemente 8 a Freud
trágico, ya no tomado de la historia sino de la leyenda, el de un héroe 1111a directriz. Es sabido, en efecto, que los signos jeroglíficos del egip-

·fiil
de la tragedia griega. Más adelante, finalmente, pudo escribir un 1111sagrado pertenecen a tres categorías distintas que Champollion
artículo, de título significativo, sobre "los que fra casan frente al éxi• 111\'0 el mérito de identificar. A veces un signo es ideográfico, vale
.,.¡I
to" ( 1916d). dJ•rir que el significante consiste en un dibujo figurativo del signifi-
Apliquemos ahora al cuarto sueño de Roma nuestra tercera pers• 1,1<10:así, el signo que designa la oca es ·9- , y Q el signo que
pectiva, la de la figuración del descubrimiento en curso . Ya vimOI d1·signa el árbol. A veces una palabra, cuando no es figurable por
que el bilingüismo germano-latino implícito en los "carteles" del sueño 111Nlio de una imagen, se representa con otr?, imagen que tiene el mis-
remitía en realidad al trilingüismo germano-checo-yiddish de Freud 111n sonido; el signo entonces se vuelve fonético: "hijo", que tiene
en Freiberg . Conviene añadir que, en Viena , la escolaridad de Freud L1, mismas consonantes que la palabra "oca", se escribe como ésta (lo
se desarrolló bajo el signo de un doble trilingüismo: latín, griego y c¡111•corresponde al sonido griego Z). Finalmente, determinativos colo-
hebreo en cuanto a las lenguas "muertas", inglés, español y francé1 1,l(\os al final de la palabra indican, si ésta se presta a varias lectu-
1
en cuanto a las lenguas vivas extranjeras (el italiano no lo aprendió 1.1~ posibles, la categoría a la que pertenece. De tal modo el signo Q
realmente sino en la época de sus viajes a Italia). Ese trilingüismo
triple se inscribe en la lógica de la fórmula triplemente ternaria de la
trimetilamina -N ( CHa) 8- del sueño sobre Irma. Ya tuvimos opor.
U{nifica la casa, mientras que el signo. Q'

* Sí lo es. [E.]
- quiere decir ·su casa:

** An tiguo persa, pare cido al zendo o, mejor, a\'éstico. [E.]


tunidad (p . 95) de señalar en Freud un deslizamiento del bilingüismo
al trilingüismo cuando, al comparar los síntomas histéricos con laa *** Elamita, al principio tomada erróneamente por meda. [E.]
K Inco nscientemente, pues la comparación entre el desciframiento de los
escrituras pictográficas, recordaba que éstas pudieron ser descifrada, , 111·iíosy el de los jeroglíficos no fue explí citamente introducida en Die Traum-
gracias a una inscripción bilingüe. Pero la piedra de Rosetta que per- ,l,·utung sino a partir de la reedición de 1909 (cf. p. 366) .
234 DESC UBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE EDJ 'IUEÑ OS DE llOMA - 235
la serpiente ,.,.,.,. figura allí a causa del sonido "f" con que se 1 )· ,.In·, el resultado está figurado de antemano bajo las apariencias
pronunciaba y que reaparece en el posesivo "su". Los jeroglíficos ayu 1, 1111afórmula, de un letrero, de una regla, de nombres de lugares,
daron así a .Freud a concebir el preconsciente como sistema de cad 1, 11nnombre propio que se convierte en común, y · finalmente de
nas asociativas que añaden a las representaciones de cosas inconscient, 11 tdes. El trabajo científico, en efecto, produce fórmulas y formula-
representaciones verbales ( fonéticas, toponímicas, onomásticas) y,, J, 11111 u·s, láminas, leyes, denominaciones y neologismos. Edipo, Eros y
una manera más general, a concebir · el consciente, el preconsciente 1rciso serán ejemplos de nombres propios que se vuelven nombres
el inconsciente como tres sistemas de inscripciones diferentes, pero traa , .,1111 mes y luego términos científicos. Pero, ¿por qué los carteles?
cribibles de un sistema al otro, y finalmente descifrables . P,·rnrdemos el tercer sueño de Roma: como Moisés guiado por Dios,
Es pósible comprender ahora el decorado del sueño. Una esquin 11rncl, a quien su padre oscuramente , guía en el traba jo del duelo, ~re-
callejera es el lugar de encuentro entre dos de estos sistemas: "L 1', una colina y ve Roma, es decir, el doble amor originario recibido
traducción de los materiales psíquicos debe de efectuarse en el límit, ,1, una joven madre alemana y de otra mujer de habla checa. Morirá
entre dos épocas", escribió en la carta que informaba a Fliess sob 111poder volver a poseer ese amor, pero antes, hab iéndolo recordado
el descubrimiento de la noción de aparato psíquico (F, _6 de dic. d , , mnprendido el papel y el sentido de las huellas que sus experiencias
1896, al 187, ing 175, fr 155 )·.
l11l 1mtiles depositaron en sí mismo, tendrá el tiempo, la fuerza y la
El error de Lacan cuando se apoya en textos análogos de Freud par , 11ridad de espíritu suficientes para llevar a cabo, como Moisés, obra
sostener que "el inconsciente está estructurado como un lengua je' rl1 legislador. Los cart eles alemanes serán las Tablas de la ley del in-
proviene de una lectura superficial. Resulta claro que en el cuarto , 1111scie nte.
sueño de Roma, la analogía entre psicoanálisis y lingüística, que apa.
Y ahora la última perspectiva, la de la imagen del cuerpo. La
rece después de la analogía entre el an álisis psíquico y el análisis qui•
11resi.6n del tercero y el cuarto sueño de Roma corresponde al paso
mico, sirve al aparato psíquico de Freud para representarse a sí mismo
rl,• la imagen arcaica del cuerpo a la constituci6n del espacio mental
el proceso del descubrimiento que está realizando, la estructura ter-
naria del aparato psíquico, la trascripción en un libro, que evidente. ,!,~tracto, tránsito que a su vez implica una reformulación de la
ment e será escrito en alemán, de lo que ve en el inconsciente, la tras. 11!ación de objeto con la madre. Precisemos la hipótesis que ahora
posición de una intuición personal a un saber comunicable y univer • 11 meteremos a prueba. Nos la suministra un artículo de Besdinr.
. sal. Esta analogía no debe ser tomada al pie de la letra, como tampoco ( 1968-1969). Estudiando el tipo particular de relación de las madres
la analogía anterior entre las asociaciones de ideas y las combinacio. d,• los futuros genios con sus hijos, ese autor encontró en los casos
'l
,,
nes químicas o la analogía con la clasificación de las especies, con d1• Miguel Ángel, Shakespeare, Goethe, Heine, Balzac, Proust, Sartre,
~ arreglo a la cual se construye el futuro sueño de la "Monografía l lostoyevski y, por supuesto, Freud, madres que habían todas desarro-
botánica". Tal analogía no prueba ni refuta la hipótesis lacaniana: llndo respecto a sus hijos un verdadero complejo de Yocasta y una
otras son las pruebas que ésta debería presentar . l11crte maternalidad, o sea que, por un lado, depositaron en ellos su
También resulta ·claro que el poliglotismo de Freud fue un "tril!n· 11nor incestuoso y, por otro, lo hicieron en una profunda simbiosis.
fo", como se dice en ciertos juegos de naipes, nada desdeñable, al l ,a reunión de ambas condiciones sería necesaria para la eclosi6n
desarrollar precozmente en él la capacidad de comprender otras mane- d,.J genio.
9
ras de sentir, de pensar y de expresarse, diferentes a la de los suyos En su estudio sobre Leonardo de Vinci (1918c), Freud señaló la
más próximos. Para un judío, la dura obligación de aprender una importancia de la seducción sexual precozmente ejercida e11 la zona
lengua extranjera si quiere salir de su aislamiento material y moral, l,ucal de Leonardo por parte de su madre. En 1911, en una nota aña-
es finalmente la fuente de una victoria y un desquite: . victoria que la dida a la reedición de Die Traumdeutung, vinculó la confianza en la
inteligencia así estimulada adquiere sobre la ignorancia, desquite pro- vida y en el éxito al hecho de haber sido el favorito de la madre
metido a su padre Jacob en su fuero interni:i en nombre de todos los
(Td 404n., ID 398n., IR 342n.). Lo repiti6 en la conclusi6n de Un
judíos humillados, el mismo que Aníbal juró a su padre Amílcar Bar-
111cuer do infantil de Goethe: "Cuando se ha sido sin disputa el hijo
ca y obtuvo para los cartagineses, o que Anquises profetizó a su hijo
Eneas que se lo aseguraría a los troyanos. predilecto de la madre, toda la vida se conserva ese sentimiento con-
quistador, esa seguridad de éxito que, en realidad, rara vez deja de
En los sueños de Roma y ya en los relativos a Irma y la muerte del
producirlo. Y Goethe, con razón, habría podido poner como epígrafe
236 DESCUBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE EDJP, l l•/4 /\UEÑOS DE ROMA 237
a la historia de su vida una reflexión de este tipo: mi fuerza tuvo 111 El cuarto sueño también se desarrolla en Roma; esta vez el decora-
fuente en mis relaciones con mi madre" ( 1917b, GW XII 26, S 11,c·s urbano; el soñador se encuentra en una esquina, vale decir que
XVII 156, fr 162). 1111cambiado de dirección, que ha realizado un viraje, y también
Según Besdine, la sobrecarga libidinal del niño por su madre, el p11 i se sitúa en una geometría euclidiana, en un plano arquitectónico.
hecho de que ella no sólo le preste sus cuidados sino que a través d 1\1 núcleo del sueño consiste en que en Roma no se habla pero se
ella le lleguen una gran cantidad de experiencias nuevas e importan e ribe en alemán. Dicho de otro modo, del sueño de fusión sincrética
tes, desarrollan en él una estructura de carácter específica, constituid
11 c•l seno materno Freud pasa sin transición ( el cuarto sueño tiene
por el miedo al amor, por sentimientos de culpabilidad, por un m
l11g ;1r "poco después" del tercero) a una relación con su madre mucho
quismo y un narcisismo importantes. Tal cuadro se aplica bastan
bien a Freud en general y muy bien a los cuatro sueños de Roma
¡11fl, tardía, una relación que se instituyó cuando ella le enseñó a leer
,. ;cribir en alemán. Se comprende que la fase intermedia, común a
particular. En efecto, merced a ellos he conjeturado:
lli 111ayoríade los individuos, es decir, a los que nunca serán más que
O el doble miedo a su propio deseo incestuoso de la madre y de un ¡ulividuos corrientes, haya sido saltada por Freud, Cuando aprendió
respuesta positiva de ésta a tal deseo ( cf. las "vistas" lejanas sob hablar, no aprendió una lengua materna sino tres, y su madre, muy
Roma-Amor, los recuerdos de su mudo amor de adolescente por GI
upada en la tienda del comercio familiar, no fue la única en ense-
sela Fluss) ;
n.,rfo a hablar. En cambio, cuando aprendió a escribir, sólo aprendió
O el 'temor al castigo (el tren que se aleja, la prisión de San Ángel 1111a lengua. Así ( después de la emigración a Viena), a los desórdenes
la mortal enfermedad del azúcar, la vergüenza por no haber contr, I,· los códigos fonéticos, de los sistemas léxicos y de los placeres pre-
lado sus esfínteres, los suplicios de los infiernos) ; 1•111tales,sucedieron una puesta bajo tutela de esos placeres por el
O la identificación con la víctima (su padre sometido a vejacion o 11nadode la genitalidad al mismo tiempo que una puesta en orden
antisemitas) y la identificación heroica con aquellos que fracas I,· rsos códigos y sistemas a partir del código alfabético y del sistema
delante del éxito (Winckelmann, Aníbal, Masséna). , unatical y sintáctico del alemán escrito. Reorganización retroactiva
Queda por poner en evidencia la forma particular de narcisism d,• lo antiguo por lo recientemente adquirido, que sin duda predispuso
que ahí se manifiesta. Si en los dos primeros sueños Freud está fuer, Freud a asimilar en Alemania, diez años antes que los demás neu-
de la ciudad, contentándose con disfrutar el panorama, en los d 111logos,las novísimas concepciones de Jackson. Freud aprendió a
últimos realiza su deseo: está en Roma. El tercer sueño describe u l1:1hlarvarias lenguas porque tuvo varias "madres", y porque en sus
viaje mítico por el vientre pregenital de la madre y ese señor Azúca e onversaciones, sus padres utilizaban a veces una lengua de pertenen-
que encuentra y al que pide indicaciones sobre el camino, es decir
J a la vez la senda y el método, bien podría ser el pene introyectad
' i, y a veces una lengua de referencia. Su verdadera lengua materna
por única, por ser la de su verdadera madre y por haber sido ella
del padre, cuyas dulzuras hacen estremecerse de placer a la mad q11iPn se la enseñó-- sólo se precisó para él cuando apren(lió a
y con el cual el niño Sigismund se ha identificado bastante fácilment, l,·c:r y a escribir. ¿ Por qué Freud se convirtió en un genio y no en
Apenas ácaba de morir su padre cuando sueña abiertamente que be 1111 disléxico? Con frecuencia, en efecto, tanto en las situaciones de
la Madre Tierra, que posee Roma. De tal suerte, sueña con la pose 11111ltilingüismo como en aquellas donde un cambio de residencia pro-
sión de una imagen materna a nivel fálico-genital y, a la vez, al d voca una modificación importante del medio afectivo, sociocultural
una participación narcisista arcaica en la omnipotencia materna. N lingüístico, los códigos superpuestos se enmarañan, producen tras-
hay allí, pues, únicamente "simbiosis". La simbiosis es un estad tornos de la escritura y de las adquisiciones escolares. Aquí encontra-
pasivo, mientras que en el tercer sueño Freud explora con la mirad li ,os otra variable de la infancia de los futuros genios creadores: la
el paisaje y lo detalla , interroga a un transeúnte, se muestra, en un
pn•rncidad de los ejercicios de adquisición. Los niños a quienes la
palabra, activo. La simbiosis en la que se mueve el genio es precisa
v,da o los padres plantean problemas demasiado difíciles para su
mente una simbiosis en la que se mueve, o sea que, sobre un impor,
l'd,1<l,si además son amados de una manera que favorezca su narci-
tante fondo simbiótico que le da una gran capacidad de insight (
ismo y que vafore su o1'lnipotencia imaginaria, desarrollan más pron-
empatía), la afirmación edípica de sí como padre de sus obras 1
1(1 una inteligencia más viva: prematuramente necesitan comprender,
permite, a partir de sus insights, elaborar productos culturales.
por una parte para dominar conflictos externos cuyos contragolpes
238 DESCUBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE EDJP, 11111 ·::rnEÑOS DE ROMA 239

los alcanzan y amenazan su integridad psíquica y, por otra, pnr 11111Pntesobre la escritura. ¿ Por qué la vista, en los sueños sobre
hacerse amar todavía más a causa de su brillantez. Pero Freud no tu 11111:t, la muerte del padre y Roma, se encuentra privilegiada respec-
únicamente problemas lingüísticos en Freiberg. Sus padres estab 1, 1le los demás sentidos? Mientras que el oído es esencial en el
atrapados en un conflicto sociocultural, y los problemas lingüístic , 1¡i1tndizaje del habla, la vista es el único sentido que interviene en
de Sigismund no eran más que su reflejo: judíos, aspiraban a habl 1,, !i'.ctura; luego, con el pasaje de la lectura a la escritura, su papel
el alemán como medio de todo comercio importante de mercader ías ,l1011inuye:se puede escribir, en última instancia, con los ojos cerra-
de ideas, y vivían en medio ·de checos ganados cada vez más por 1 ' 1,,~. La vista no controla los movimientos de la mano, sino las grafías
reivindicaciones nacionalistas. Además, la estructura familiar plant , pw resultan. Los movimientos disponen esas grafías sobre la hoja
ha al niño un problema: un padre de edad madura casado en segu , ¡¡Íanun modelo no ya visual y externo sino interno y abstracto, Es-
das nupcias con una joven mujer; hermanastros de la edad de s ' 11hir,contar, suponen la constitución de un espacio mental, derivado
madre; un sobrino mayor que él y una sobrina de su misma eda ,l,•Iesquema corporal y que viene a reemplazar el espacio imaginario,
Aquí también, a la confusión de los códigos sucedió una simplificació, ¡uuyección del cuerpo fantaseado. Así la forma de inteligencia que
y una clarificación con posterioridad a la salida de unos hacia Man, li1,o de Freud un creador consiste en la trascripción directa de lo
chester y de otros hacia Viena, es decir, después de que "en una 1·1sto",es dtcir, de lo captado intuitivamente; es lo que da a sus
quina" cada quien tomase una dirección diferente. El alemán escrito v1slas",* a pesar de la "bruma" que rodea a su objeto, una claridad
correspondió a una familia ternaria simple: el padre, la madre, 101 ,1,. la que él mismo se asombra en sus sueños. Y con todo ello elimina
hijos. Pero de los antiguos códigos, de los otros sistemas de expresión 1111a etapa a la cual, en cambio, la mayoría de los individuos perma-
oral y de la horda primitiva, no se ba renegado. Subsisten pues en el iwce fijada: la etapa del lenguaje hablado. Lo oído, el baño de
fondo como fuerzas de reserva, como esquemas virtuales para posiblc1 p,tlabras, la expresión oral no han desempeñado hasta aquí ni desem-
desarrollos, como instrumentos del pensamiento disponibles para l 1" ,iarán más tarde sino un papel secundario en los sueños de Freud.
• 1 bien hizo de la verbalización de lo vivido una regla para los pa-
ulteriores tareas de sublimación de las pulsiones parciales, pulsion
cuyo despertar fue contemporáneo de la adquisición de tales esquemat ' 1,•ntesdurante las sesiones psicoanalíticas, él por su parte funcionaba
e instrumentos. Se comprende que a fines de 1896 y comienzos ,h, otro modo: redactaba el texto de los sueños que tenía como pa-
' t!'flte de su autoanálisis, registraba por escrito las asociaciones inme-
1897 Freud haya concebido el inconsciente, el preconsciente y el cona
,li;1las y las líneas directrices de la interpretación. Incluso es posible
ciente no sólo como tres diferentes sistemas de trascripción sino co
i mo tres sistemas cronológicamente sucesivos. El alemán escrito, dotad
1v1·nturarse a comprender con esta perspectiva la elección del tema
.,1/l!
. a. su vez de un sistema de trascripción doble, gótico o latino (en el
cuarto sueño de Roma, inscripciones alemanas aparecen en lugar d
d,• su primera obra, de 1891, Sobre la concepción de la afasia: la
1111posibilidad de hablar se habría inscrito, en el comienzo de su carre-
1,1 científica, finalmente autónoma, como la. confesión de una nega-
las esperadas inscripciones latinas), funcionó para el niño Sigismund
11vidadque habría que asumir para ir más lejos: renunciar a hablar
como el código de todos los códigos.
p,1ra consagrarse a escribir. Se comprende más el interés de Freud
¡1111 · el caso de Anna O ... , uno de cuyos principales síntomas fue la
1borganización progresiva del habla hasta llegar al mutismo, puesto
Conclusiones sobre los sueños de Roma
que ella ya no se expresó sino en un inglés de infrecuente corrección,
t veces en francés y en italiano: olvidó el alemán, lengua materna,
Los sueños de Roma permiten diversas conclusiones. La primera me
,¡11esin embargo siguió comprendiendo. "Volvió ella a escribir, pero
ayudará a poner en evidencia una característica -por lo que sé, no
"" una manera extraña, valiéndose de la articulación de su mano iz-
suficientemente destacada 9- del genio científico, precisada por mi
,¡11 ierda y trazando letras de imprenta, de las que se había fabricado
en discusiones con Annie Anzieu a propósito de estos cuatro sueños,
1111 alfabeto copiado de su Shakespeare" ( 1895d, ausente de GW, SE
Su estructura común -un paisaje en la primera parte, nombres pro-
pios o inscripciones en la segunda- consiste en que la vista cae direc- Opera aquí la polisemia del término, más amplia que en nuestro idioma.
• 1'111•no sólo sig'l1ifica, como en castellano, la vista como uno de los cinco sen-
9 11,loJ y la vista que se tiene de un paisaje, sino que también quiere decir "opi-
Salvo por ·Ni colas Abraham ( 1972), cuando describe la capacidad, propia
del genio creador, de "simbólizar la simbolización". 1116n","impresión", "designio". [T.)
240 DESCUBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE EDIP, 1011 HUEÑOS DE ROMA 241

II 26, fr 18-19) . Y ella fue quien bautizó, siempre en inglés, talkin 11U1·, al menos potencialmente, en muchos seres humanos: grosso
cure ( cura por la palabra), el método catártico que gracias a ella ,,lo coincide con la indicación de análisis; es frenada por la rigidez
tableció Breuer. kf, 11siva,la del carácter o la neurosis, y por el miedo a afrontar en
Se comprende también que Freud no haya tenido necesidad de s, i1 d,·curso angustias de tipo psicótico (fragmentación, destrucción de
meterse a un psicoanálisis, es decir, a un imperativo de verbalización •1,·strucción del ser amado). El segundo proceso está menos difun-
como deben ahora hacerlo los psicoanalistas antes de ejercer a I' lido, no sólo porque lo inhiben sentimientos de culpabilidad ( está
vez. Nuestra localización , nuestro punto de referencia en el inco p,,-,Jiibido ver ciertas cosas), sino también porque el peso del saber
ciente lo debemos a otro que nos ha iniciado en el código al cual d,¡11iridoenturbia la visión de nuevas cosas (se trata de una forma
mismo fue iniciado. Freud, a causa de la sobrecarga de la vista 1,, la resistencia epistemológica) y porque uno no se atreve a ser el
la escritura, y de esa capacidad de pensar, sin etapa intermedia, 111111'0que cree en la, verdad de lo que ve (lo que constituye otra forma
gún el segundo nivel de simbolización del lenguaje --o sea el ni 1, la resistencia epistemológica) . El tercer proceso es excepcional;
del lenguaje escrito, no hablado- y según la forma superior de ti, p1•nde de la inteligencia superior, la que es capaz de estructurar,
segundo nivel -la escritura, no la lectura-, Freud, pues, direct, 11forma de un lenguaje escrito, datos que en un principio no esta-
mente trascribió el código propio del inconsciente, código implíci li.111 simbolizados.
en lo que veía, a la vez, en él mismo y en sus enfermos. Se compre 1,a segunda conclusión se refiere a la dinámica de la trasferencia.
de finalmente que todas las metáforas que propuso del inconscien lltll'riorizar, junto con el padre muerto, su ley, ver Roma y penetrar en
fueran sacadas del registro de la escritura: en los Estudios sobre l, IL1,es decir, poseer no real sino simbólicamente el amor de la madre
histeria comparó los recuerdos olvidados y recuperados por el análi 1·11trar también en posesión de antiguos recuerdos, tal fue la etapa
psíquico con "archivos mantenidos en orden" ( cf. p. 178) ; en un. ,p11' pasó Freud en los primeros días de enero de 1897, etapa hacia
época posterior comparó el sueño con un "re bus" ( cf. p. 366) ; en , 1 descubrimiento del núcleo simbólico en tomo al cual se organizan el
que ahora estamos considerando, el trabajo analítico le parecía an 111,·onsciente y la neurosis. La ambivalencia respecto al padre, cuyo
lago a las excavaciones arqueológicas que sacan a la luz planos, in: 1 Tonocimiento había abierto el trabajo del duelo, sacó a la luz la
cripciones. Tal capacidad de pasar directamente del cuerpo al c 1111hivalenciarespecto a John, cuyo recuerdo Freud empezaba a reco-
go me ha parecido que constituye asimismo uno de los rasgos cread l,1ar, y a comprender su sentido. Pero estaba lejos de advertir que no
res del escritor argentino J. L. Borges (Anzieu, D., 1971a). 1,·cupera ese recuerdo sino porque vivía en su relación con Fliess el
El individuo común ve menos las cosas de lo que las siente: lo qu, 111ismomovimiento interior. Por eso el simbolismo de Roma continuó
experimenta es una mezcla de sensaciones olfativas, gustativas, t l11ncionando para él durante mucho tiempo. Ya casi terminado el
tiles, de sensibilidad interoceptiva y proprioceptiva, donde el oid, 111toanálisis,publicada Die Traumdeutung, sobreviviendo penosamente
y la vista se funden en un confuso claroscuro. Para Freud, la vista L1 amista d hacia Fliess, el insatisfecho deseo de Roma persistía:
algo diferenciado y diferenciador. En enero de 1897, lo que vel "Viena siempre es Viena, por lo tanto enteramente execrable. Si, para
permanecía rodeado de cierta bruma, la bruma de la incertidumbre rnncluir, yo dijera: 'la Semana santa próxima en Roma', me haría a
la inhibición: estaba lejos de saberlo todo sobre el inconsciente y 111imismo el efecto de un judío piadoso. Luego , mejor digamos: este
mía ver lo que se hallaba ante sus ojos. Pero cuando veía, era con t vt•rano o este otoño nos volveremos a ver en Berlín, ¡ o bien donde tú
"nitidez de la vista" que en el segundo sueño de Roma él mis quieras!", le escribió el 16 de abril de 1900. Su párra,fo fue una her-
se "asombra". El individuo corriente, cuando se le proporciona mosa formación de componenda entre el deseo, propio de los católi-
código, resulta normalmente apto e interesado en aplicarlo. úni cos practica ntes, de pasar la Semana santa en Roma, y el deseo mutuo
mente descubren y trascriben códigos nuevos los que son capace que los judíos ortodoxos se dirigen al final del servicio de Pascua:
en primer lugar, de regresar profundamente en sí mismos para encon, "El año próximo en Jerusalén ." Fue en todo caso la prueba de que
trar representaciones mentales arcaicas; en segundo · lugar, de ver co Freud había dejado de temer a la Roma católica y pontificia, cre-
nitidez esas representaciones; en tercer lugar, de proporcionar de 1 yendo aún posible una amistad fecunda con Fliess. Freud fue por fin
mismas una formulación escrita simple, que vaya a la esencia misrn a Roma al año siguiente, con su hermano, en las postrimerías del vera-
de la cosa. El primer proceso, la regresión controlada al servicio d no de 1901. Necesitó primero terminar la Psicopatología de la vida
yo, para usar una feliz expresión de Hartmann, Kris y Lowenstein rotidi ana, descubrir que su relación con Fliess sólo era una sobre-
242 DESCUBRIMIENTO DEL COMPL E JO DE EDI
1 1 1P1SU EÑOS DE ROMA 243
vivencia, proyectar una obra sobre la bisexualidad que pronto preci
pitó la ruptura con su amigo. La realización del viaje a Roma fue d una ocasión privilegiada de hacer valer y aparecer . .. el conflicto
acto de liquidación de la "trasferencia" sobre Fliess. 111 IHvalente" ( GW X 437, SE XIV 250-251, fr 160-161) y por último
Esto nos conduce a la tercera conclusión. Los sueños de Roma se ,1 ,1·iíalar lo que se llamará más tarde defensa maníaca contra la de-
insertan en el trabajo del duelo desencadenado por la muerte d 111, ·~ión, la ebriedad del triunfo largo tiempo esperado, la ganancia de
Jacob Freud a fines de octubre de 1896. Stein (1967) , que ha deA , 11 r~ía obtenida por "la supresión de los gastos de represión" ( GW
arrollado la misma idea , concluye que "la nostal gia de Roma duró l t 1, SE XIV 254, fr 167). Es sabido que este texto de Freud sirvió
lo que su autoanálisis , su autoanálisis duró lo que el duelo por su 1 Melanie Klein de punto de partida para elaborar la noción de posi-
padre; y el viaje [a Roma) indicó la finalización del duelo" (p . 15) 111 11depresiva.
Habrá que esperar cerca de veinte años para que Freud , en 1915, En este punto podemos cerrar el rizo. Freud , a mediados de 1895,
redacte un estudio clínico y teórico sobre el trabajo psíquico en el !IIWnzó su crisis de la mitad de la vida, que fue sobreactivada, a
duelo (Duelo y melancolía, 1917e), mientras que su estudio sobre el ji 11tir del otoño de 1896, por el trabajo del duelo. Crisis y trabajo
trabajo psíquico en el sueño apareció ya en 1900 (Die Traumdeutunfl, ¡11 1· tienen que ver, ambos, con la posición depresiva. La muerte del
1900a). Hay que considerar dos factores. Durante su autoanálisis, ,die evocó a Sigmund su primera separación (la partida de Frei-
entre 1895 y 1901, Freud acumuló un material del que sólo explot 1g) . A esa separación dolorosa, sucedió, con la instalación en Viena,
de inmediato una parte, pero al cual luego se refirió interiorment ¡11•nos a renunciación edípica, y también el acceso a las formas más
para desarrollar la teoría psicoanalítica . Por lo demás, Freud prosi 1,\ a das de la simbolización, fuente de nueva libertad y de nuevos
guió una actividad autoanalítica toda su vida ; no siempre fue tan ft 11 111fos,la libertad y los triunfos del espíritu. El núcleo de la an-
creativa como en el momento que estudiamos, pero hizo presentes, con 11 .,t1a depresiva, a saber, la imbricación del amor y del odio por toda
arreglo al ritmo de los conflictos reavivados por la existencia, procesos ¡,,:, mna de cuyo amor se depende, fue captado por Freud , quien enton-
anteriormente vislumbrados pero no retenidos aún en sus elaboracio- accedió a lo que Elliott Jagues ha llamado la visión trágica del
nes teóricas. Probablemente, los hechos que determinaron a Freud a 1111 111 do y que en Freud fue más bien una visión trágica del hombre
escribir Duelo y melancolía fueron la ruptura con Jung en 1913 y la 111ásprecisamente de la realidad psíquica. Estaba pues preparado
muerte de su hermanastro Emmanuel en 1914, con el trabajo de duelo pi11,t recurrir a un héroe de la leyenda griega a fin de conceptualizar
qu e siguió en cada oportunidad, además del nuevo aporte teórico de 11una forma más estructurada, y a la vez más concreta, el conflicto
Abraham. En ese texto , se echa de ver con facilidad cuándo estaba ,1, l.1s pulsiones y sus objetos. Pero mientras todo esto actuaba princi-
Freud reflexionando sobre observaciones de enfermos y cuándo se ¡,.il111ente en el preconsciente de Freud, lo que en su consciente domi-
apoyaba en la observación de sí mismo. La descripción ( al comienzo 11 .il1a era, por una parte, una impresión exaltan te de disminución de
del artículo) de las semejanzas entre el estado melancólico y el duelo 1111 inhibiciones (cf. "Dios ha muerto, todo está permitido"), de libe-
grave , perten~ce a la primera categoría: "pérdida del interés por el ' 11 16n de cargas fijadas en objetos infantiles, de liberación de posibi-

mundo exterior . .. , pérdida de la capacidad de elegir un nuevo obje- 11 1Lltles intelectuales y afectivas, en una palabra, de mayor disponibili-
to de amor .. . , abandono de toda actividad que no esté en relación l.11I interior, impresión que intentó hacer compartir a Fliess. Y era ,
con el recuerdo del difunto" ( GW X 430, SE XIV 244, fr 149), es I" 11 otr a parte, un sentimiento, excepción hecha de Fliess; de soledad
decir, todos los mecanismos que dependen de la regresión narcisista 111 ·11tífica y profesional, de derelicción en una Viena de puritanismo
de la libido. En cambio, me parece que Freud evocaba una vivencia li1p6crita y, además, hostil a los judíos, a las minorías nacionales, a
personal al hablar de "depresión profundamente dolorosa" ( GW X l.1, ideas nuevas . Roma es entonces la sombra del objeto que cae sobre
430, SE XIV 244, fr 148), y al comprobar que "el Yo, después de con- rl Yo y lo insta a reconocerse como un Yo abandonado, como el ter-
cluir el trabajo del duelo, vuelve a ser libre y desinhibido" ( GW X i"1•rn excluido de la escena originaria. Pronto se dejó sentir el beneficio
431, SE XIV 245, fr 150), al establecer la identificación del Yo con el 11 : 1·ste trabajo psicoanalítico sobre sí; el 24 de enero de 1897, Freud
objeto abandonado", añadiendo: "La sombra del objeto cae así sobre , ü11 cluyó así una carta a Fliess: "¡ Creo haber franqueado ahora la
el Yo, que puede entonces ser juzgado por una instancia particular 1l.1d crítica! Mi estado de salud está bien estabilizado" (F, al 203,
como un objeto, el objeto abandonado" ( GW X 435, 'SE XIV 249, fr '"H 191, fr 168).
158), sobre todo al tomar nota de que "la pérdida del objeto de amor El descubrimiento del psicoanálisis o, más exactamente, de la pri-
1wra teoría psicoanalítica, formó parte de un proceso de elabora ción
244 DESCUBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE EOI 1- /iUEÑO "TÍO DE BARBA AMARILLA" 245

de la posición depresiva durante la crisis de la mitad de la vida. , , , 1rance sa equivale más o menos a "profesor asociado", mientras qu e
establecimiento del segundo tema correspondió a una reelaboración 1 prnfesor ordinarius tiene una jerarquía mayor: es "titular"); pero
dicha posición durante la siguiente crisis, la de la entrada en la vej 111iluda alguna sería rechazada por el ministro antisemita (F, 8 de
Esta situación metapsicológica originaria puede explicar cierto núm k l1 de 1-897, al 203, ing 191, fr 169). Sin ilusiones, Freud se apre-
ro de otros puntos, por ejemplo el hecho de que los descubrimien 111() a redactar la bibliografía comentada de sus trabajos (1897b).
complementarios efectuados por los sucesores de Freud parezcan ha 1 11 los días que siguieron conversó sobre el asunto con dos colegas
correspondido a liberaciones respecto de la angustia depresiva , despu 1,wlitas, también candidatos al profesorado. El primero, N ... , dijo
de la cuarentena , en sus autores; que las escasas tentativas, por p pw su caso era aún más desesperado pues tiempo atrás había sido
te de psicoanalistas , de elaborar en su vida y pensamiento la poi: ,ltJl'lO de una denuncia ante la justicia, cuya falsedad fue reconocida,
ción esquizoparanoide, como Tausk y Wilhelm Reich, hayan desem I " 1o que continuarían usando en su contra. El segundo, R ... , proba-
cado en dramáticos fracasos; que la protesta reciente de Deleuz 1ilrnien te el amigo Konigstein, el oftalmólogo, candidato mái antiguo
Guattari ( 1972), en su Antiedipo, encuentre tanta resonancia. 1 nada resignado, fue al ministerio para saber si era verdad que mo-

l I vos confesionales obstaculizaban su nominación. Por la noche co-


Cuarta y última conclusión: en el sueño de la "Inyección a Irm
Freud afirmó su decisión de satisfacer desde entonces en adelante 1 11 11ntó a Freud que le habían dado a entender que sí.
deseos, al menos en sueños. Los de Roma dan un paso más: ir a Rom, "Al otro día, por la mañana, tuve el siguiente sueño, cuya forma
equiv aldría a realizar la totalidad de sus deseos. Como ha observad olire todo era curiosa. Se componía de dos pensamientos y dos imá-
1 ncs: cada pensamiento desembocaba en una imagen. Sólo referiré
Stein ( 1967), si en el contenido manifiesto todos los caminos llev
a Roma, en el contenido latente ello significa que Roma abre tod 11¡ 11íla primera mitad del sueño, pues la otra carece de relación con
los caminos: "Su nostalgia de Roma lo mantenía en la ilusión de 1 ,,1objetivo que me mueve a describirlo.
"I . . . Mi amigo R . .. era mi tío. Sentía una gran ternura por él.
omnipotencia infantil cumplida y en el dolor de que ese cumpll
"JI . . . Veía su rostro, algo cambiado, frente a mí. Como si hubiera
miento permaneciese virtual" (p. 29). El viaje real a Roma, en 1901
11rloestirado longitudinalmente. Se veía claramente una barba ama-
marcó el fin del autoanálisis sistemático con el reconocimiento de qu
, ,/la que lo encuadraba.
el deseo de omnipotencia infantil es, precisamente, una ilusión.
"Vienen luego las otras dos partes: de nuevo un pensamiento y una
11 11agen. Los paso por alto" (Td 143, ID 137, IR 126).
Por lo tanto, el sueño del "Tío de barba amarilla" tuvo lugar a
111cdiados de febrero de 1897. Figura al comienzo del capítulo xv, "La
3. PRELUDIO AL AUTOANÁLISIS SISTEMÁTICO
deformación en el sueño". Es el primer sueño personal que Freud
1 ata después del de Irma y los sueños de comodidad. Está destinado,
Cuatro sueños de este período anuncian una evolución decisiva: "TI, por una parte, a ilustrar un proceso general, a saber: que en los
de barba amarilla", "Vía ... Secerno", "Hella" y "Subir las escale fücños "la deformación es querida, se trata de un proceso de disimu-
desvestido".
lación" ; por otra parte, a ilustrar un caso particular del mismo pro-
rcso, esto es, la conversión en su contrario del afecto (Td 143-150, ID
138-145, IR 126-132). A continuación Freud vuelve varias veces a
El sueño del "Tío de barba amarilla" (febrero de 1897) 1'.stesueño que, como el de Irrna, aunque en menor grado, le sirve
de sueño piloto; cita a ambos como ejemplos de:
El deseo irrealizable contenido en los sueños sobre Roma dejó su lug
a otro deseo también, por entonces, igualmente irrealizable: llegar "j el lazo entre el sueño y los acontecimientos de la víspera ( T d 170-
ser profesor. Freud aludió a ello por primera vez en una carta a Flie 171 y 186 n. 2, ID 165 y 180 n. 1, IR 149 y 161 n. 2);
del 24 de enero de 1897. Inmediatamente después Nothnagel le anun, új el trabajo de condensación que desemboca en una persona com-
ció la buena nueva: acababa, junto con Krafft-Ebing y Frankl Hoch puesta o una imagen genérica (Td 299, ID 293, IR 254-255);
wart, de propon er ante el consejo de la Universidad su nominación cJel trabajo de desplazamiento (Td 311, ID 305, IR 264);
como profesor extraordinarius (lo que en la terminología universita d] de figuración (Td 327, ID 322, IR 278) .
246 DESCUBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE EOJP, 1•1 SUE ÑO "TÍO DE BARBA AMARILLA" 247

Más adelante da una interpretación del sueño del "Tío de bar ,,Es eso todo el sueño? La insatisfacción de Freud acerca del análisis
amarilla" como realización de un deseo infantil (la ambición de .\, 1 mismo prueba lo contrario. Volvió, pues, a la interpretación, pro-
un gran hombre, despertada por dos profecías) (Td 197-199, ID 191 11.d,lcmente cuando redactó el sueño para la primera versión de Die
193, IR 170-172) ; vuelve sobre la conversión del afecto en su con, I ,aum deutung, un año más tarde, y habló de ello a Fliess (F, 15 de
trario, vinculándolo a sus propias relaciones de tío a sobrino duran 11 1.n'. de 1898, al 264, ing 248, fr 220). Tal segunda interpretación
su primera infancia, "fondo de todas las amistades y de todos 1 f,w rigurosamente conforme a lo que la técnica de Freud exigía a sus
odios" (Td 475, ID 472, IR 402-403) y viendo en él un ejemplo d 1•,11ientes y a lo que su teoría postulaba sobre los recuerdos de in-
deformación debida al preconsciente (Td 576, ID 570, IR 485); f11 1c1ia. La insertó en la sección 2 ("El material de origen infantil")
último, a propósito del sueño "Non vixit", observa: "el nombre Josep. d,·I capítulo v ("El material y las fuentes del sueño"), entre el sue-
desempeña en mis sueños un gran papel . . . Detrás de las person i111del "León amarillo" y los sueños de "Roma", en un lugar que
que lo llevan puedo, con particular facilidad, disimular mi Yo, pu 1111se debió por cierto a la casualidad (Td 197-199, ID 191-193, IR
José era el nombre del famoso intérprete de sueños de la Biblia' l '/0-172) . Le habían contado con frecuencia que, cuando nació, una
(Td 488 n. 1, ID 484 n . 2, IR 413 n. 1). \' 11¡.t campesina había profetizado que sería un gran hombre. Recor-
Freud experimenta vivas resistencias a interpretar este sueño. liil>a asimismo que, hacia los once años, un versificador de café le
declara absurdo y sólo se decide a analizarlo pensando que no ace p11·<lijo que llegaría a ser ministro. Era la feliz época del ministerio
taría de uno de sus pacientes semejante acción elusiva. El deseo sub- limgués liberal, elegido según la nueva constitución austriaca de 1867
yacente (Freud no creía estar poseído por él) es llegar a ser profeso c·n el que figuraban judíos. El joven Sigismund tomó la predicción
de la Universidad. La argumentación reproduce la del sueño sob I '" ' dinero contante y sonante y decidió que más tarde estudiaría
Irrna: los demás son los mezquinos, yo por mi parte soy "irreprocha. ,1, 11·cho. Fue a último momento cuando optó por la medicina. El
ble". R . . . (Konigstein) "era muy moreno, pero cuando los moren 111'110, pues, remite a un deseo de niño: él es el ministro que tiene a
empiezan a encanecer, expían el esplendor de su juventud. Su barb 111 ti trae r a dos candidatos "sabios y respetables, porque son judíos".
negra se tornó castaño-rojiza, luego amarillenta, finalmente gris". El l'no la explicación es demasiado hermosa para ser completamente
rostro alargado y la barba amarilla son los del tío Joseph, hermano ,·11•1ta. Por lo demás, se la ofreció a Fliess como un medio de escapar
de Jacob , admirado por Sigismund, pero espíritu débil que se dej t sus críticas. Le antepuso una curiosa declaración auto justificadora:
arrastrar a una enojosa historia. · La condensación de dos rostros, a 1 1Jua necesidad semejante de ostentar un título revelaría en mí una
manera de las imágenes genéricas de Galton, tiene por objetivo atri- 111 il1ición enfermiza que no me conozco y de la cual creo estar muy
buir una semejanza moral a dos personajes unidos por una semejanz, 1lc•pdo . No sé lo que piensan sobre este punto ·quienes me conocen:
física: R. .. , que también posee una barba que amarillea, se vuelv '111 1Z:tshe sido ambicioso; pero me parece que esa ambición habría
para el soñador un espíritu débil como Josep'h, lo que explica que s, 11111<lootros objetos que el título y el rango de profesor extraordina-
lo haya excluido del profesorado. En cuanto a N . . . , él mismo h 1111.''Se trataría, pues, de una ambición infantil, no de una ambición
admitido haber sido denunciado ante la justicia; poco importa qu 11 tual. Ninguno de los comentadores del sueño se ha dejado engañar.
fuera equivocadamente: el sueño hace de él un criminal; nada asom 11rnnm ( 1953) lo considera un bello ejemplo de racionalización. Bux-
broso que tampoco él haya sido nombrado. En cambio, Freud, qu l1.111m (1951) cita al respecto una excelente expresión de Bernfeld:
nada tiene en común con ellos y que es irreprochable, puede esperar 1,.1 dificultad del autoanálisis es la contratrasferencia." Freud no es-
ese nombramiento: tal es el deseo realizado por el sueño. 1¡tl,a ma duro para reconocers .e ambicioso en ese momento. Su nega-
La "gran ternura" que siente por R ... , no es más que un proce- t:11111 constituía en realidad la confesión de que lo era, proceso desde
dimi ento de "disimulación" del injurioso desprecio en que lo tienen ,·11toncesbien conocido por los psicoanalistas .
los pensami~ntos latentes de Freud. La deformación del sueño ha
El Lema <le la ambición se desarrolló ampliamente con la continua-
consistido en reemplazar un afecto hostil por su contrario. Freud pre-
1<111 del autoanálisis: el sueño "Otto parece enfermo" volvió en forma
siente entonc es que un mecanismo de censura es responsable del dis-
11111 y pa ralela al deseo "megalomaniaco" 10 de llegar a ser profesor y
fraz del deseo en el sueño. Poco a poco adquirirá conciencia de ello
y el término censura hará su primera aparición diez meses después,
al final de la carta a Fliess del 22 de diciembre de 1897. cu Fre ud termin6 por reconocer su propio deseo megalomaniaco pero no
l,,flr6 ver en él - al men os creo pod er conjeturarlo-- una defensa mega-
248 DESCUBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE EDJ 1: 1, SUEÑO "TÍO DE BARBA AMARILLA" 249
la secreta hostilidad hacia su amigo Fliess. Pero Freud, que en es disculparse. Pero ya ha roto definitivamente con él; su conducta alo-
caso nos ha entregado sólo la mitad de su sueño, probablemente y 1 ,,da con Anna O ... y respecto a los progresos de Freud en su teoría
había extraído algo más. En el capítulo sobre la elaboración de 1 d,· la etiología sexual precoz lo muestra, al igual que el tío Joseph,
sueños, presentó incidentalmente al personaje de barba amarilla co111 , orno un espíritu débil . . . que quizá por eso renunció a una carrera
ejemplo de imagen compuesta y enumeró los personajes, de barbas qt profesora!. Pero José, como Freud advierte más tarde, es el intér-
encanecían, que entraron en esa composición: el amigo R ... , el ti, ¡,rcte de los sueños en la Biblia. En un sentido, Freud, en este sueño
Joseph, "Íni padre y yo" ( T d 299, ID 293, IR 254-255). El reproch obre el tío Joseph, sueña que interpreta los sueños. Grinstein CG
que el sueño dirigía a R. .. apunta pues al padre, y es comprens ibl 'W9) ha puesto de manifiesto dos importantes semejanzas entre el
que un hermano suyo lo haya sustituido. ¿ Qué tenía Freud que reprc. ¡osé bíblico y Sigmund Freud: ambos son el primogénito de un
charle a la generación que le dio la vida? ¿ Haberlo hecho judí 1;1cob y su segunda esposa; ambos son ambiciosos ( cf. el sueño bíblico
impidiéndole así ser profesor, constituir un obstáculo para su a,mbici6n donde José ve a las estrellas inclinarse ante él). La última asocia-
En el sueño, de tal suerte, no tenía ya nada en común con los colega. nón relativa a este nombre, y a la vez la más antigua, no fue comu-
de su misma raza, y en ellos se vengaba. La burla respecto al pa d rucada por Freud; pero hay buenas razones para suponer que, cons-
acerca de estos asuntos fue confesada por Freud a propósito de un , ,ente o inconscientemente, la hizo. El médico que lo atendía en
sueño muy posterior, "1851 y 1856", que data sin duda de media d Freiberg y que tuvo que intervenir en una circunstancia 'relativamente
de 1899. La muy particular ternura que sentía Freud por su pa d "trágica" (médico y circunstancia que pronto reaparecerán en el auto-
ocultaba otros sentimientos. Ya lo atestiguaban los reproches que .análisis de Freud), era el doctor Joseph Pur, como sabemos gracias a
dirigió la noche de las exequias. Estaba cada vez más cerca de rec ,'-iajner (1968); pronto nos enteraremos, con el sueño del "Médico
nocer su ambivalencia hacia él.
tuerto", que le faltaba un ojo.
Varias observaciones podemos añadir a los comentarios de Fre ud Una última observación. La conversión en el contrario no concierne
La primera es una conjetura: si R ... es Konigstein, la primera part , unicamente al afecto. El contenido manifiesto ( al soñar con su débil
de su nombre, Kéinig, significa "el rey", y un rey con barba ama rill tío, Sigmund se ofrece como sobrino irreprochable) es la conversión
no puede ser otro que Federico Barba de Oro (inexactamente lla l'n su contrario de un contenido latente que dilucidará más adelante
mado en francés Barberousse, Barbarroja) : ¿no habría aquí un. y que remite a la rivalidad de Sigismund, tío débil, con John, su
nueva identificación heroica de Freud? La segunda se refiere al colo. sobrino de más edad y más fuerte. El sueño del "Tío de barba amari-
amarillo, que aparece por primera vez en los sueños de Freud y qu, Jla", como el de Irma, es un sueño-programa: programa de explo-
volveremos a encontrar en dos fragmentos autobiográficos disfraza doa, ración no ya del cuerpo y sus zonas erógenas sino de los recuerdos de
el recuerdo encubridor de la "Pradera verde con flores amarillas" y el la infancia pasada en Freiberg.
sueño repetitivo del "León amarillo". El surgimiento de ese amar illo, Freud descubre la ambivalencia -sin duda el aporte esencial de
que deberá ser descifrado, explica que la estructura formal del suefi. este sueño para él- porque la estaba experimentando en la actuali-
(un pensamiento seguido de una imagen) rompa con las precedentca dad de sus relaciones con Fliess, símbolo de todos los Otto, de todos
( donde una escena vista desembocaba en una fórmula, una inscrip- los doctores R ... , de todos los amigos rivales. Diez años después,
ción) . Pero en realidad -tercera observación- el sueño está cona, Freud soñó que se reconciliaba con Fliess -con quien había roto
truido en torno a un significante, el nombre Joseph, que, en el mo- mucho antes. "La cuarta o quinta vez, logré por fin captar el sentido
mento de analizarlo, se presentó inmediatamente a la mente de Freud de ese sueño. Me alentaba a abandonar lo que me quedaba de con-
como si no tuviera más que ese tío, cuando en realidad su padre tuvo sideraciones hacia la persona en cuestión, a liberarme completamente
cinco hermanos. Un sueño posterior, "Non vixit", también está cons.
de ella; y el sueño, hipócritamente, se había disfrazado de su contra-
truido en torno al mismo nombre, explotando otras resonancias. Aquí, rio" (Td 150 n. 1, ID 145 n. 1, IR 132 n. 1). Denominó a eso un
Joseph, según creo, remite también a Joseph Breuer, la figura d
"sueño de Edipo hipócrita". Ahora bien, fue al final de la interpre-
autoridad frente a la cual, en el sueño sobre lrma, intentaba Fre ud
tación del sueño del "Tío de barba amarilla" donde añadió esa nota.
lomaniaca contra la angustia persecutoria. Por lo demás la elucidación d Y además, dos meses después, otro sueño, "Via ... Secerno", lo advir-
esta última sigue siendo aún en la hora actual una de las grandes dificulta• tió abiertamente de la naturaleza ambivalente de sus sentimientos, a
des de la cura psicoanalítica.
la vez hacia Fliess y hacia su padre.
t.!. S UEÑO "VIA • • . SECERNO " 251
250 DESCUBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE EOI

Die Traumdeutung es muy discreta sobre ese sueño (Td 322, ID


El sueño ''Via ... Secerno" (27-28 de abril de 1897) 117,IR 273). Lo da como ejemplo de alternativa en el sueño: via,
11illao (Casa). En cuanto a Se cerno, es un eco de las discusiones eti-
Freud y Fliess realizaron su congreso de Semana santa ( 18 de abril 111oló gicas de Nuremberg. Freud probablemente habló de sueños donde
de 1897) en Nuremberg, que reemplazó a Praga y cuya arquitectur l.1s ambigüedades de sentido de una palabra o expresión consagrada
medieval gustó poco a Fliess. Desde ahí Fliess partió de vacaciones ~irven para expresar las intenciones secretas del soñador. Fliess, como
Venecia -Freud le recomendó una buena pensión, la Casa Kirsch 11'.sp uesta, le ofreció "delicias etimológicas". Secerno, que en italiano
y Freud regresó a Viena. Como siempre después de sus encuentro1 1 quiere decir oculto, expresaba el displacer de Freud porque Fliess le
pronto tuvo unas notas para enviarle, esta vez sobre el caso de un ocultaba su dirección. Pero lo más importante, sin duda, es que Freud
histérica cuyo tratamiento Freud acababa de comenzar y que le con 1diri ó este sueño inmediatamente antes que el que tuvo en los fune-
fesó -horrible confirmación de su teoría de la seducción paterna 1ales de su padre, en la sección HI ("Los procedimientos de figura-
ejercida sobre las hijas- que entre los nueve y los trece años su paclrr ' 16n del sueño") del capítulo vr ("El trabajo del sueño").
la "llevaba a su cama para librarse sobre ella a eyaculaciones extema11 La carta del 28 a Fliess es mucho más explícita. Freud estaba des-
(la mojaba)" (F, 28 de abr. de 1897, al 207-208, ing 195-196, fr 173) ; 1ontento con su amigo por muchas razones y decidió escribírselas todas
y también sobre la idea de que las escenas primitivas son elaboradaM ,o capa de la interpretación del sueño. ¿ Freud no buscaba, en ese
posteriormente como fantasías si han sido oídas y como sueños si han 111omento, si bien no un psicoanálisis recíproco, al menos un autoaná-
sido vistas; sobre el rebajamiento de la vida amorosa provocado en la11 lisis simultáneo de parte suya y de Fliess? Quería que Fliess analizara
niñas por la conducta ligera de los padres respecto de la domesticidad us propios sueños y casi disputaron pues Fliess, sin motivos, quería
femenina; sobre las fantasías de preservativos en una joven; sobre un "reemplazar al padre con el abuelo" . Ida Fliess también quedó invo-
sueño de deseo de aborto de E . .. (F, ms. L, 2 de mayo de 1897, al lucrada. Ida llamaba a su marido "mi gatito". Freud deseaba saber
210-212, ing 197-200, fr 274-277). Volveré sobre la mayoría de estos q111énla llamaba así a ella cuando era niña. Pero Wilhelm no se deci-
puntos. La carta que acompaña a ese último manuscrito precisa lo d[ La formula.r la pregunta a su mujer: nueva razón de descontento
que son las fantasías: en la histeria son conscientes los recuerdos d I' 11aFreud. Además, Fliess no había ido a la pensión recomendada; lo
'·escenas primitivas" ( Urszenen) ; en la neurosis obsesiva, los "impul l,.il>ía dejado sin noticias, como si intentase ocultarle su estadía allá;
sos perversos" (perverse Impulse) que derivan de esas escenas; en la 1l,css fue a pasearse sin Freud a Italia en lugar de cumplir su promesa
paranoia, son "fabulaciones protectoras" (Schut zdichtungen) o forma d, un congreso en ese país, mientras que Freud sólo tiene el recurso de
ción de transacción que sirve a la vez de "sublimación" y de "justi 1,ludia r Pompeya y sus calles (via) en los libros, o de soñar delante
ficación" de esas escenas, o, accesoriamente, de escenas imaginada~ ,1,• un cuadro de Bocklin que representa una villa romana; Fliess lo
en las "fantasías masturbatorias"; pero, en realidad, los tres elementos 1kJó sin dirección adónde enviar sus últimos manuscritos y lo coloca
están presentes en los tres casos; el acceso al recuerdo de la escena 111 la penosa alternativa, simbólicamente expresada por la duda del
real a menudo requiere que el trabajo de análisis pase por el rodeo 1w110entre via y villa, de expedirlos a ciegas con riesgo de perderlos o
de la fantasía "interpuesta" (F, 2 de mayo de 1897, al 208-209, ing d, gua rd ar para sí notas destinadas a otra persona. "Habría querido
196, fr 273-27-1). q 11L' fuer as mi público para comunicarte algunas de mis ideas así como
Freud se quedó sin noticias de Fliess, cuya dirección ignoraba, lo d resultado de mis investigaciones recientes ... Deseaba pedirte que
que le impedía escribirle. Pero las señas le llegaron probablemente t>l , 1111scrves esos valiosos materiales" (F, c. precitada del 28 de abr. de
día 27; ese mismo día Freud convers'Ó sobre Nuremberg con un amigo 1B!J7). Ese texto suministra la prueba de que la obra de Freud se
que había vivido allí. La noche del 27 al 28 de abril de 1897, soñó d1.iarrollaba entonc es sobre la base de una relación de tipo "tras-
que recibía un telegrama con la dirección de Fliess: 1,·n~ncial" con Fliess.
Pero el sueño no concernía sólo a éste. Freud concibió el resto de la
Í VIA 111Lcrpreta ción después de la consulta de la histérica mencionada, la
"(Venecia) ~ (Ca sa Secerno)" 11ue confesó haber sido, entre los nueve y los trece años, objeto de
l Villa rl'petidas tentativas sexuales por parte de su padre, confirmando así
la teoría de la seducción paterna . También Freud reprochaba a Fliess
(F, 28 de abr. de 1897, al 206-207, ing 193-195, fr 171-172).
252 DESCUBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE EDI 111, liUEÑ O ''vIA ... SECERNO" 253
analizar mal un sueño relativo al padre.- "Puesto que yo mismo dud i111holismoquímico provee el modelo de la explicación . En el mismo
aún de los hechos que conciernen a la figura del padre, mi suscept ,11.111uscrito, Freud reflexionó también sobre la represión vinculada a
bilidad resulta muy comprensible" (ibid.). El pensamiento secreto d l I hisexualidad ( el "elemento femenino" es el reprimido: frase a con-
sueño, pues, debía consistir en: es innoble que padres de apariend 111,·rarcomo una confesión personal) y al inconsciente ( existe una
respetable se conduzcan así con sus hijos. Freud encontró el pretext, 11 presión "normal" en el inconsciente mismo, y no sólo entre el pre-
que descubre, detrás de sus sentimientos de culpabilidad, la hostilid 1111sciente y el inconsciente), y se propuso "determinar el número y
hacia su padre. li• ,·species de fantasías": entre esas especies, describió por primera
El mes de mayo de 1897 fue provechoso para Freud. Fliess la "novela familiar", pero ligándola a la paranoia ( realización
felicidad- volvió a escribirle: "Espero que ahora, y por mucho tiem 1,1 deseo de volver ilegítima la familia) ; sólo más tarde comprendió
po, volverás a ser lo que siempre fuiste y que podré continuar con
Al1 1 arác ter universal.
virtiéndote en mi benévolo público" (F, 16 de mayo de 1897, al 212
213, ing 200, fr 177). Súbitamente se manifiesta otra vez una intens l ,os sueños "Hella" y "Subir las escaleras desvestido" fueron refe-
1 idos en la carta siguiente, del 31 de mayo de 1897, en la cual Freud
estimulación intelectual: "Todo hierve y fermenta en mí y no hag,
sino esperar nuevos brotes. No me decido a escribir la exposición gen 11111·vamente se quejó porque Fliess no le escribía. Esa carta acompaña-
ral preliminar que reclamas; creo que me lo impide la oscura p !,., al manuscrito N, cuya riqueza es excepcional (volveré más adelan-
sencia de que algo esencial se añadirá pronto" ( ibid.). Se trataba d 1, sobre algunos puntos) . La existencia de "impulsos hostiles", es
la teoría del aparato psíquico, con la que estaba compitiendo un nue ti,l'ir, de "deseos de muerte" hacia los .padres, más particularmente
tema de reflexión, alentado por Fliess: "Me he sentido obligado 11u ia los padres del sexo opuesto, fue reconocida por primera vez.
trabajar el asunto de los sueños; en ese punto me siento muy seguro d 1111'ud observó que en el duelo había una reacción melancólica de
mí, y tanto más cuanto que tú me alientas . . . He echado un vis 1, mordimiento (uno se reprocha la muerte del difunto) o una reac-
't tazo a la literatura y, como el travieso demonio celta, me digo: '¡ Qu ' it",r1 histérica de identificación ( uno está enfermo como él) : esas
contento estoy! Ninguna mirada humana ha atravesado el velo del 11hscrvaciones evidentemente resultaron del propio trabajo del duelo
disfraz de Puck.' Nadie sospecha en absoluto que el sueño, lejos de se , 11yaexperiencia hizo Freud después de la muerte de su padre, en
algo insensato, es el cumplimiento de un deseo" ( ibid.). Ésta es 1 , " t ubre de 1896; la noción de identificación con el objeto perdido no
primera mención del proyecto de consagrar al sueño un trabajo. l 111·desarrollada y publicada sino mucho después, en Duelo y melan-
Pronto se reprodujo el proceso que comprobamos en el principio , olía ( 1917e) : en este primer momento era captada intuitivamente.
lt
de su autoanálisis (julio de 1895) : al plantearse problemas cientí 1':11la neurosis, la creencia ( función del "sistema del Yo consciente")
ficos e interesarse al mismo tiempo en los sueños, un sueño y luego ,•s rehus ada a los materiales reprimidos y acordada únicamente a los
otro le llegaron como ecos de ese interés y esas preocupaciones. 111ateria les de la defensa. Las aplicaciones del psicoanálisis a la obra
Antes de examinar esos dos sueños, una, palabra aún sobre la pro lit,•raria (Werther, de Goethe) y a la moral (la santidad está en rela-
secución del trabajo intelectual en el intervalo. El 25 de mayo d ' 1ón con el horror al incesto) fueron evocadas entonces por primera
1897, envió a su amigo el manuscrito M, donde describe la estructur v1·z: volveré sobre ellas más pormenorizadamente. La formación de
de la histeria, hecha de fantasías superpuestas "según una resistencia l.1 fan tasía ilumina, esclarece la formación del síntoma; el objetivo
creciente" y donde precisa: "Las fantasías se forman por un proceso d,·l síntoma es análogo al del sueño (realización de un deseo) . El
de fusión y deformación análogo a. la descomposición de un cuerpo , l1•sencadenamiento de la angustia está ligado a las fantasías reprimi-
químico combinado con otro. El primer tipo de deformación consiste das, y la trasformación de la libido en a,ngustia, evocada por Freud
en una falsificación del recuerdo por fragmentación, lo que implica y;Len 1894a, se efectúa en el inconsciente. La represión de los impul-
un desprecio de las relaciones cronológicas. [ ... ] Un fragmento de ~os (Impulsen) provoca depresión, no angustia. Tal es, resumido, el
la escena vista se encuentra así vinculado a un fragmento de la escena neo contenido del manuscrito N.
oída para formar una fantasía, mientras que el fragmento no utilizado
entra en otra combinación. Tal proceso torna imposible el descubri-
miento de la conexión original" (F, 25 de mayo de 1897, ms. M, al
216-218, ing 203-204, fr 180-181). Como en el sueño sobre Irma, el
1 r, S UEÑO "HELLA" 255
254 DE SCUBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE EDIPO

l11·ro de este modo la verdad de los demás no se constituye como


El sueño "Hella" (mayo de 1897)
11-rdad objetiva y universal sino por un intermediario indispensable,
rsto es, su apropiación como verdad subjetiva propia; ahí reside, en
El sueño "Hella", pues, data de fines de mayo de 1897. No figura en
, 11 a nto a lo esencial, tanto el alcance epistemológico como terapéutico
Die Traumdeutung.
d1•l psicoanálisis. Un primer material clínico fue proporcionado a Freud
"Recientemente soñé con sentimientos hipertiernos hacia M athil.
por aquella paciente a la que en la prepubertad su padre llevaba al
de [la hija mayor de Freud], pero se llamaba 'Hella' y vi en seguida 1,·rho para "mojarla" de esperma ( cf. p. 250) : esto permite imaginar
ante mí la palabra 'Hella' trazada con gruesos caracteres. Explicación:
rlt' qué naturaleza debieron ser en su sueño los que Freud púdicamente
una sobrina americana Ua hija de Anna y Eli Bernays, en Nueva
llama "sentimientos hipertiemos" hacia su hija. Por otra parte, poco
York] cuya fotografía hemos recibido, lleva ese nombre. Mathilde dt'spués, un sueño de E ... , que ha retomado su análisis, "Arresto por
habría debido llamarse 'Hella', puesto que recientemente ha vertido 111 fanticidio", indicó este problema: los padres no sólo son culpables
muchas lágrimas amargas por las derrotas griegas. Tiene pasión por ill' deseos incestuosos sino también de deseos destructores. Era un
la mitología y la Grecia antigua y considera naturalmente a todos u,eño de deseo, consecutivo a un coitus interruptus. El pensamiento
los helenos como héroes. El sueño muestra naturalmente el cumpli- l.itente consistía en el deseo de E. . . de no dejar embarazada a su
miento de mi deseo de atrapar a un padre como autor de la neurosis 11 nante. Tal deseo --consciente- era el que se realizaba en el sueño:
y pone fin así a mis dudas aún existentes" (F, 31 de mayo de 1897, r·n efecto, si a pesar de las precauciones ella quedaba encinta, E ... la
al 220, ing 206-207, fr 182-183). li,tría abortar. En cuanto a la angustia provocada por este género de
¡ Es lo que llamamos tomar los deseos por realidades! Indiscutible- , nito, proporcionaba según Freud el contenido manifiesto del sueño:
mente, Freud tenía el deseo de verificar su hipótesis: el sueño le , n el momento de llevar a una dama a su casa, un agente arresta a
aportó una confirmación del deseo, no de la hipótesis. Se trata de uno E.. • , quien le pide tiempo para arreglar la cuestión; sabe que está
de esos sueños de complacencia frecu entes en psicoanálisis. ¿ Por qué wusado de infanticidio (F, ms. L, 2 de mayo de 1897, al 212, ing
tal complacencia? Si casi universalmente los padres cometen atentados 199-200, fr 176-177) . A mi juicio, es más bien la angustia ante el
sexuales contra sus hijos, entonc es también lo hizo el padre de Freud. ,l,iseo de provocar la muerte del niño la que parece explicar el último
',, ,,
Inadmisible pensamiento que el inconsciente de Freud, para expulsar- punto.
lo, trasformó hábilmente. ¡ Él, Sigmund Freud, insospechable del me-
En resumen, Freud se identificó con el padre innoble que ensucia
nor desvío sexual, experimenta deseos semejantes hacia su hija ma.yor!
, su hija, que hace abortar a las mujeres (hemos visto que era uno de
Pero si la fuente del mal es el deseo, no el acto, entonces toda su
''1 teoría exige ser modificada.
lns deseos subyacentes de Freud, en el sueño sobre Irma, respecto al
r·mbarazo de Martha), que abusa de la domesticidad femenina ( el
El sueño suscita algunas observaciones complementarias. La identi-
111 s. L vio en ello el origen del "rebajamiento" de la vida amorosa
ficación con la víctima (la minoría griega cuya revuelta es aplastada
rl,• las muchachas). Se trata de una forma atenuada de la resistencia
por los turcos) ya nos es conocida . En cuanto a la pasión por la mito-
r-pistemológica: yo no pensaría en esas cosas, los otros, al hacerlas, me
logía griega , tanto la siente su hija mayor como él mismo; ese des-
li.icen pensar en ellas. Forma atenuada, pues al buscar abrigo tras la
plazamiento del interés ( en relación con los sueños anteriores) de
disculpa (no soy yo, son los otros - fórmula que está en el centro del
Roma a Grecia, indica la esperanza de Freud de encontrar allí algu-
l11t uro sueño "Non vixit") permite cierto reconocimiento de esos
na respuesta a los problemas del aparato psíquico . Lo confirma la
¡wnsamientos. También se oculta una fórmula en el nombre Hella, que
estructura del sueño: una escena incestuosa que termina con una
, 11 su sueño Freud vio inscrito en gruesos caracteres; en 1905, en los
inscripción que remite a Grecia. Bastaría con reemplazar el nombre
/",es ensayos sobre la teoría de la sexualidad, di-0 una trascripción
femenino Hella por el de Yocasta ...
, 11 ·11tífica: bajo la primacía de lo genital propia del adulto continúa
El sueño "Hella" debe igualmente relacionarse con el material que ' ,viendo en sordina el "perverso polimorfo" que hemos sido, cuando
poco antes habían suministrado a Freud dos pacientes, y en cuyo eco 111 110s,todos, cada uno de nosotros.
se convirtió en cierto modo. Como en el sueño sobre Irma, la identi-
ficación con el enfermo y la contratrasferencia a su respecto constituían
uno de los motores del autoanálisis (Freud no llegaba a descubrir en
sí mismo lo que sus pacientes le habían dejado adivinar sobre ellos).
256 DESCUBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE EDIi' 1, IHJEÑ O "SUBIR LAS ESCALERAS DESVESTIDO" 257
El sueño "Subir las escaleras desvestido" ( mayo de 1897) 111ásbien, vinculados por un breve estudio: "El sueño de confu-
,',11causada por desnudez" (Td 244-246 y 252-253, ID 238-240 y
Este sueño es contemporáneo del precedente; figura en la misma cart d/ 248, IR 209-210 y 215-216). Las asociaciones de Freud concier-
del 31 de mayo de 1897: ¡1,11como de costumbre a los restos diurnos, puesto que todo sueño,
"Sumariamente vestido, subía muy ágilmente una escalera en est ¡1 1·fecto, responde a una pregunta de la víspera. En el caso de Freud,
sueño (por lo tanto: corazón en buen estado) ; de pronto observ 1,, pregunta presenta casi siempre un aspecto científico. Ahora bien,
que una mujer me sigue, y entonces, como sucede con frecuencia en 1,, vlspera él había tratado de "comprender qué puede significar la
los sueños, me quedo clavado en el lugar, como paralizado. El sentí m,tción de estar inhibido, clavado en su sitio, de no tener disponi-
miento que experimento entonces no es de angustia, sino una excitación l,il1dad de movimientos". Por la noche el sueño le da la experiencia
erótica. Ahí ves cómo la sensación de parálisis propia del sueño pued Ir ,·sa sensación y le confirma lo que ya sa,bía por sus pacientes: que
servir al cumplimiento de un deseo de exhibición. Esa noch e, yo habl , 1 sueño representa sin ninguna dificultad actos motores perfecta-
realmente subido un piso sin haberme puesto mi cuello postizo y m 111,nte realizados" y también que los sueños de vestimenta sumaria
había dicho que corría el riesgo de encontrar algún vecino en 1 ,, , 11-snudez son sueños de exhibición.
escalera . .. " '(F, ibid.). 1ksde el punto de vista personal , el sueño se apoya en dos circuns-
El relato es un poco diferente en Die Traumdeutung, sección m 111 wias reales: J] La residencia de Freud en el 19 de la Berggasse
("Las fuentes somáticas del sueño"), capítulo v ("Material y fuent laba repartida en dos pisos: las habitaciones profesionales en el entre-
del sueño") : ¡11~0, la vivienda en el piso siguiente ; había que pasar por la escalera
"Cierto día , me había aplicado a comprender qué puede significar la ,1,1 edificio para ir de unas a otra. La noche anterior, Freud subió
sensación de estar inhibido, clavado en el sitio, de no tener disponibi t,11<le, sin cuello , corbata ni puños , como solía ponerse cuando pro-
lidad de movimientos , etc., que tan frecuentemente aparece en 101 l11111~ab a su trabajo . Se dijo que corría el riesgo de cruzarse con al-
~ueños y que es pariente cercana de la angustia . A la noche siguient 1,1 1irn en la escalera con aquel aspecto. 2] Se trataba también de la
soñé esto: Vestido de manera muy incompleta, salgo de un aparta- , walera de la anciana dama de las dos inyecciones cotidianas. Freud ,
miento de la planta baja y subo la escalera que lleva al piso superior. , 11nata que matinal de tos, tenía la mala costumbre , a falta de escupi-
Subo de tres en tres escalones y disfruto al poder hacerlo tan ágil- il,-ras, de escupir en los escalones, ganándose los gruñidos y enojos de
mente. De pronto veo a una dom éstica que desciende y, por lo tanto, I , porte ra . La víspera, la mucama de esa paciente le había repro-
viene hacia mí. Me avergüenzo y quiero apresurarme, ¡y he aquí qu i liado no limpiarse los pies antes de entrar.
me siento paralizado! Permanezco pegado a los escalones, sin poder ¡ Qué simbolizan ambas circunstancias? Si vuela por las escaleras ,
moverme" (Td 243, ID 238, IR 209) . Este sueño es uno de los estu ,·,,o prueba el buen estado de su corazón. Si tose en las mismas esca-
diados por Grinstein ( G, cap. 7) . li ras, es porque fuma demasiado. "Tos y fatiga cardiaca son los cas-
Hay dos diferencias entre estos relatos. En la carta a Fliess la mu 1igos del vicio de fumar." Los síntomas neuróticos del soñador apare-
cama surge desde atrás y la excitación erótica es confesada. En 1 .-i,m, pues, de una manera franca en sus sueños; Freud mismo había
obra publicada la mucama surge delante del soñador y la excitació ríiala do que en la psicoterapia de la histeria el síntoma se une a la
es silenciada. discusión (1895d, GW I 301, SE II 296, fr 240; ref . ya citada, p . 93).
Formulo de inmediato mis conclusiones . Desde el punto de vista de Frl'ud no fue más allá en la primera parte de su int erpretación, rea-
la imagen corporal este sueño va acompañado de una erección y figura l11ada inmediiltamente después del sueño . Pero sabemos que los sín-
las dos sensaciones que a la misma corresponden: la de vuelo (lige- 1omas sólo tienen sentido por las relaciones intersubjetivas que comu-
reza y ascenso) y la de rigidez ( quedarse fijado en el suelo) . Desde nwan. Ahora bien , ha sido Fliess quien promulgó el "prohibido fumar"
el punto de vista del deseo infantil, como bien lo ha visto Grinstein, el 1I que ya aludió el sueño de las exequias paternas. Era , pues, tam-
sueño expresa la inhibición ante el incesto: no es por otra parte una 111foFliess el que lo paralizaba , ese Fliess al que Freud qu ería descubrir
casualidad que Freud, en el manuscrito N anexo a la carta del 31 de l.1 desnudez de su ser, mediante el autoanálisis .
mayo que narra el sueño, haya vinculado la "santidad" al horror del Dos meses después, a comienzos de julio , Freud retomó y llevó más
incesto -relación que no advirtió Grinstein. 1,·jos la interpretación del sueño, pues descubrió entonces el sentido
Los comentarios de Freud están repartidos en dos pasajes separados ,le los sueños de desnudez, según lo atestigua la carta del 7 de julio
258 DESCUTIRIMIENTO DEL COMPLE.J O DE E DI 1, SUEÑ O "S U BIR LAS ESCAL ERAS DE S VE STIDO"
259.

donde participa a Fliess: "Es un sueño lleno de interés aq uel \ y 4 de octubre de 1897 y del 15 de octubr e del mismo año), cuan-
donde, avergonzado e inquieto, uno se ve a medias o entera men .tu toda una serie subsiguiente de sueños insistió en el personaje de
desnudo entre extraños. Lo raro es que por lo general esos descono , ,1·recuerdo de la infaI?,cia, Nannie (Monik a Zajíc), la niñera que se
dos no notan nada, hecho que depende de una realización de des 11 111 paba de Freud en Freiberg . En Die Traumd eui ung, pues, Freud
Ese texto onírico que se vincula al exhibicionismo infantil ha si ¡i11d o añadir a las precedentes una tercera int erpret ación del sueño:
mal interpretado y tendenciosamente retocado en un cuento célcb 'El sueño de la escalera que he mencionado form a parte de una serie
( el atuendo ficticio del soberano, El talismán) . El rey tiene la costu il,• sueños cuyos otros miembros conozco a través de la int erpretación.
bre de interpretar del mismo falso modo los otros sueños" (F, 7 11\I sueño incluido en tal conjunto debe pertenec er al mismo contexto.
jul. de 1897_,al 226-227, ing 213, fr 188). ¡ Muy lúcido se hab 1l:11 tonces, en la base de los otros sueños que lo rodean se encuentra
mostrado aplicando esa advertencia al sueño "Hella" ! , 1 recuerdo de una niñera a la que fui confiado a partir de cierto
El sueño de desvestirse, como el de arrojarse al agua, es habit ual 111 omento cuando aún era lactante, hasta la edad de dos años y medio,
comienzo de un psicoanálisis. Fromm ( 1953) ha criticado muy equ \ de quien, por otra parte, conservé en la consciencia un recuerdo
vocadamente el capítulo de Freud sobre la significación exhibici onis 11 •1euro. Según informaciones recientemente obtenidas de mi m adre, era
1;¡
1'11 de los sueños de desnudez: "La desnudez puede, por ejemplo, ser 1wja y fea pero muy inteligente y capaz; según las conclu siones que
1,
símbolo de la sinceridad. Estar desnudo puede querer decir que uni 1,·11 go derecho a extraer de mis sueños, no siempre me tra.tó con mucho
1
es verdaderamente uno." Ahora bien, ¿ qué escribe Freud sobre d1·cto y me hizo oír duras palabras cuando yo no manifestaba sufi-
-1: !J
tema en Die Traumdeutung? Los niños, lejos de sentir vergü en 1ll'nte comprensión en cuanto a la edu cación par a la limpieza. El hecho
¡:: cuando están desnudos, obtienen de ello un vivo placer (primera in, ,I,· que la mucama se esfuerce en proseguir esa t<!-reaeducativa la
tuición de la sexualidad infantil). Pero Freud no deja escapar el a ¡11 1•dispone a que yo la trate en el sueño como un a encarn ación de la
pecto no sexual del símbolo: en tales sueños, los espectadores de nuei l'H·ja prehistórica. Se puede admitir que a despech o de sus malos tra-
'"'1" !:ll
'1
tra desnudez indican lo "contrario del deseo", es decir, el deseo d t"s, aquella educadora recibió el amor del niño ."
"guardar el secreto" en lo que a ellos se refiere. De esa manera ha
De tal suerte, después de la ambivalencia haci a la image n paterna,
que entender el célebre cuento de Andersen, en el cual el empe ra,
dor que se pasea desnudo hace creer a sus leales 'súbditos que llev Fr·cud presintió la ambivalencia hacia la imagen materna. Después de
un atuendo maravilloso; y así también el mito del paraíso, ahora per 11nsueño erótico sobre su propia hija, tuvo otro sobre su nodriza. Note-
11,os de paso que dos actividades evocadas en ese sueño , "subir"* y
dido, donde se vivía desnudo; y la leyenda de Ulises sorprendido po
"c-scupir", corresponden a términos que tanto en alemán como en
Nausicaa (Freud debe la observación a Fliess), símbolo del hom b
atormentado y rechazado por los suyos según Gottfried Keller en s l 1:mcés tienen un sentido sexual grosero, y que los verbos "desvestir-
novela autobiográfica Der grüne Heinrich (El verde Enrique). Grins N1·", "disfrutar" y "quedarse pegado" fácilmente tienen una connota-
tein ( G 201-207) ha dado un análisis detallado de esa novela, seguid n {m sexual. E} deseo de Ulises de volver a su patria -¿ no valdría
por una interesante comparación entre Freud y Enrique Lee, el pro ta 111 (1sdecir, como lo ha sugerido Eva Rosenblum , su "matria"?- pre-
gonista, doble de G. Keller, cuya inhibición frente a las mujeres e: ' isa lo que los sueños de Roma dej an entrever : la nostal gia del cuerpo
notoria, sobre todo ante una viuda -imagen materna-: ambos so d<~la madre y del contacto del cuerpo desnudo del n iño contra el seno.
escritores-, ambos están influidos por el Ensa•yo sobre la naturale:: 1,:1 autoanáli sis abrió la puerta a los espíritus, a los fan tasmas,** a los
atribuido a Goethe, y realizan obras en buena medida autobiográficas , spectros, o sea a los person ajes del p asado individ ua l que dejaron su
luchan contra la pobreza y el temor de obrar mal; tienen conflic to 111arca en los deseos, las angu stias, las vergüen zas del niño y de los
con personas mayores que ellos y con maestros; por último, en amb os , 11.ilesconserva un oscuro recuerdo . La cita de Goethe colocada como
casos la muerte de los respectivos padres desempeña un gran pape l
en sus vidas. Volvamos a Freud: todas esas reflexiones sobre la des- * Subir la escalera = monter l'escalier ; pero mon t er también se traduce
por "montar" vocablo español con el mismo signifi cado sexual. [T.]
nudez le fueron comunicadas a Fliess, precisamente en la carta en la
cual le confiesa sentirse paralizado por él (F, ibid .) . ** Fantomes en el original. La aclaración se hace necesaria pues la palabra
francesa fantasme, en tanto que término técnico del psicoanálisis, suele ser
Freud no recordó un detalle infantil, que subyacía en el sueño, sino 1raducida por "fantasma"; aquí, en cambio , la versión que damos es siempre
en los primeros días de octubre ( cf. sus dos cartas a Fliess de los días "fantas ía". "Fantasma", pues, debe ser tom ado en su sentido corriente. [TJ
260 DESCUBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE EDIP f,11/IWOS PROGRESOS TEÓRICOS Y CLÍNICOS 261

epígrafe de la Psicopatología de la uida cotidiana (PA, 3, PEL VII, ', 25 y 31 de mayo. Freud no había conocido nunca semejante fecun-
ausente de la traducción francesa) así lo proclamará: ,1,dad. Los manuscritos abundan en indicaciones de gran porvenir:
l 1~ nociones de fijación (F, 2 de mayo de 1897, ms. L, al 211, ing
Nun ist die Luft uon solchem Spuk so uoll 1'IB, fr 175) y de novela familiar (F, 25 de mayo de 1897, ms. M, al
Dass niemand weiss, wie er ihn meiden soll. '19, ing 205, fr 182), el perfeccionamiento de la teoría de la libido
[El aire ahora está tan lleno de tal duende dejada en suspenso desde 1894- y de su trasformación en angustia
que nadie sabe cómo escaparle.] (F, 31 de mayo de 1897, ms. N, al 223, ing 209, fr 185). La explica-
' 1<m basada en el deseo conquistó dos dominios nuevos: la elaboración

(Fausto, parte u, acto v, escena 5) 111· los sueños sirve de modelo a la elaboración de las fantasías y a la de
l11ssíntomas. Respecto de los últimos, Freud se contentó con una
La vergüenza que impedía a Freud ir más lejos era, como descu• mm probación: "Los síntomas, como los sueños, son cumplimientos
brió poco a poco, una vergüenza antigua recobrada, la que Nanni ,1,, deseos" (F, 31 de mayo de 1897, ibid.). Pero el descubrimiento de
le hacía tener "por detrás" (es decir; relativa a su trasero), otrat l.1 existencia y origen de las fantasías constituyó algo más que un
vergüenzas también, que suceden por delante, y cuyas circunstancias ''~ran progreso" (F, 2 de mayo de 1897, al 208-209, ing 196-197, fr
y sentido aún quedan por elucidar. La vieja que sorprende a Freud 174) ; pronto introdujo un profundo sacudimiento de las hipótesis
en su vuelo lleno de gozo y lo deja clavado en su lugar nos hac ¡,sicoanalíticas. El recuerdo de las escenas traumatizantes reales per-
pensar en esa leyenda griega (los etnólogos han encontrado una va• dió su importancia en provecho de las imágenes, ensoñaciones y fan-
riante entre los amerindios actuales) : la Esfinge, fantasma sin sepul- 1.,sías suscitadas por el deseo. Por lo demás, era una consecuencia
tura que no puede sobrevivir sin la sangre o el esperma de sus vícti- 11ormaldel primer descubrimiento sobre el sueño: si todos los procesos
mas, sorprende a los jóvenes con una brusca, aparición; de terror, sin psíquicos sirven, como el sueño, al cumplimiento de deseos, es porque
duda también de deseo, tienen una erección --dura como la piedra- , 1 deseo constituye un principio fundamental de la conducta y del con-
que ella aprovecha para gozarlos. Más tarde, en su estudio sobre La l l1cto. Pero todavía faltaba algún tiempo para que Freud llegara a esa
cabeza de la Medusa ( 1940c, escrito en 1922), Freud dio la misma rnnclusión. No obstante, se daba cuenta de que en las neurosis inter-
explicación: esa espantosa cabeza de mujer trasforma en piedra a vt·nían, además de los recuerdos, "impulsos" y "fabulaciones protec-
quienes la miran, es decir, les procura una erección. Si Freud, a pesar toras" ( ibid.). El trabajo psicoanalítico comprende un necesario rodeo
de su vergüenza, su parálisis, pudo ir más lejos, fue porque contaba " través de las fantasías, pues éstas se superponen a la verdadera causa
con un corresponsal al que se permitía decir, si no todo, al menos dl· los síntomas.
mucho de lo que lo "obsesionaba"; también, porque se encarnizaba Es comprensible que Freud no lograra desembarazarse de sus dudas
en comprender lo que experimentaba; por último, porque poseía un volvía a ellas a menudo-- acerca de su hipótesis etiológica de la
método seguro de desciframiento: "Dos pensamientos que al parecer M·clucciónsexual precoz por uno de los padres. En cambio, acumulaba
no poseen lazo alguno pero que se siguen de manera inmediata, for- l.ts intuiciones que hallaremos en el origen de muchas obras futuras.
man un todo que hay que adivinar, como una a y una b escritas una
después de la otra deben ser pronunciadas en una sola sílaba: ab. J] Coleccionó historias judías significativas, esbozo de la futura obra
Otro tanto ocurre con las relaciones dentro del sueño" (Td 253, ID lil chiste y sus relaciones con el inconsciente ( 1905c). Presintió que
247, IR 216). los juegos de palabras tenían la misma estructura simbólica que los
~ueños, donde por lo demás abundan. El sueño "Subir las escaleras
desvestido" le permitió tomar conciencia de ello: "Escupir (spucken)
Nueuos progresos teóricos y clínicos t·n la escalera lleva, en una traducción laxa, a esprit d'escalier ["espíri-
tu de escalera", en francés en·el texto de Freud*], puesto que encantar
El corto período jalonado por estos cuatro sueños fue particularmente (spuken) es una actividad de los espíritus"; y Freud se reprocha su
rico para el trabajo científico de Freud. Tres manuscritos, L, M y N,
ya mencionados -los últimos que hizo llegar a Fliess antes del de * Esprit de l'escalier: "Ánimo de réplica que se manifiesta con retraso, cuan-
Die Traumdeutung-, fueron enviados en menos de un mes, los días do ya no es tiempo." (Dice. Robert.) [E.]
262 DESCUBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE EDI PO \ "NEU ROSIS DE TRASFERENCIA" DE FREUD 263

carencia, al contrario de Nannie , de sentido de la réplica [Schlag- hr11 nientos que Freud estaba haciendo suscitaban muchos otros. Él
fertigkeit, literalmen te: "rapidez para golpear"] (Td 253 n. 1, ID 1rn1a un "oscuro" presentimiento, repetido en cada carta, por ejemplo:
., 248 n. 1, IR 216 n. 1). Al precio de un doble juego de palabras, /\fr parece estar dentro de un capullo. Dios sabe qué alimaña saldrá"
Freud comprendió que los sueños están llenos de ingenio. /•', 12 de jun. de 1897, al 225, ing 211, fr 187).
2] De la idea de bisexualidad, que Fliess le comunicó por primera
Una idea -que resultó ser decisiva- de esa "alimaña" , fruto de
vez en ocasión de su congreso de Semana santa en Nuremberg, sacó
ltt·, cuatro últimos sueños, figura en el manuscrito N (F, 31 de mayo
una explicación de la represión que fue probablemente una proyec-
i\1 1897, al 221, ing 207-208, fr 183-184): "Las pulsiones hostiles hacia
ción persona l : lo reprim ido es el elemento femenino; y una consecue n -
cia que lo preocup ó toda su vida: "Lo que los hombres reprimen es h, pad res ( qeseo de su muerte) también son part es inte grant es de las
sobre todo el eleme nt o de pederastia" (F, 25 de mayo de 1897, ms. 111 11rosis. Son conscientemente sacadas a la luz en form a de ideas oh-
M, al 216, ing 203-204, fr 180) . Allí estaba en germen, señala una nota , ,1vas . .. Se encuentran reprimidas en los períodos en que los senti-
de Kris, la ulter ior teoría freudiana de la homosexualidad latente del 1111, ·ntos de pifdad por los padres predominan, cuando están enfer-
psiconeurótico y de la significación de la pasividad en la infancia. 1.11 os, cuando mueren ... Al parecer los deseos de muerte están en los
l,í¡os dirigidos contra el padre, en las hijas contra la madre." Freud
3] También se dibujó la explicación psicoanalítica de las obras lite-
rarias. "El mecani smo de la creación poética es igual al de las fanta- lto como prueba a Lisl, la gobernanta de sus hijos, que, en sueños,
sías histéricas. Go eth e presta a Werther algo vivido: su propio amor ti,scaba la muerte de su patrona para poder casarse con su patrón.
por Lotte Kastner, y, al mismo tiempo, algo de lo que oyó hablar: la l ',1mbién, seguramente, pensaba en el caso de ese joven obsesivo, que
suerte del joven J eru salem, que se suicidó .. . Presta a este último moti- I' ,decía pensamientos homicidas desde la muerte de su padre y no se
vos sacados de su propia historia de amor. Por medio de esta fanta- , t n·vía a abandonar su cuarto de miedo a realizarlos; le habló de él a
sía se precave de las consecuencias de su propia historia" (F, 31 de 1 lll'SSel 31 de octubre de 1895, y también de E ... ; evocó su caso (a
mayo de 1897, ms. N , al 222, ing 208, fr 184). , l11ssiete años había adquirido conciencia de un impulso asesino contra
4] Freud esta ba "a punto de descubrir la fuente de la moral" (F, ~" pa dre) en Die Traumdeutung justo antes de exponer el descubri-
31 de mayo de 1897, al 219-220, ing 206, fr 182). "La 'santidad' incita 111,cnt o del Edipo (cf. p . 279) (Td 266-267, ID 260, IR 277) y otra
a los humanos a sacrificar en interés de la comunidad una parte de 1 1·1. a propósito del sueño "Hollthurn" (cf. p . 357) (Td 460-461, ID
su libertad sexual perversa . El horror que inspira el incesto reposa en l.'",7-458, IR 390).
el hecho de que, a consecuencia de una vida sexual común (incluso
en la época de la infancia), los miembros de una familia son perma-
nentement e solidar ios y se tornan incapaces de vincularse con extraños.
De modo que el incesto es un hecho antisocial, y para existir la J. EL AUTOANÁLISIS SISTEMÁTICO (JUNIO-NOVIEMBRE DE 1897)
civilización tuvo, poco a poco, que renunciar a él" ( ibid., ms. N, al
233, ing 209-210, fr 185- 186) . Anticipación de las futuras considera- l. 11 "n eurosis de trasferencia" de Freud
ciones de Freud sobre la civilización como renun ciación sexual: 1908b,
T otem y tabú ( 1912-19 13), El malestar en la cultura ( 1930a, 1933b) . ! lasta ese momento, el autoanálisis de Freud había sido ocasional y
5] Las obras ( en las que Freud ya llevaba trabajando un año) sobre i',agme ntario. Entre junio y agosto de 1897, Freud lo tornó sistemá-
las neurosis y la psicología, pasaron a segundo plano. Por primera vez, tico. Tal actividad reemplazó el proyecto, que apenas apuntaba, de
entonces, pensó en compon er lo que será Die Traumdeutung ( 1900a). 1ma obra sobre los sueños, pero estuvo estrechamente ligada al mismo:
11•presentaba "una indispensable pieza intermedia" (F, 14 de ago. de
Después del sueño "Vi a ... Secern o", cuya explicación Fliess acep- 1!197, al 228, ing 214, fr 189) en la marcha hacia esa obr a, que a su
tó bastante bien, Freu d ace ntuó la depend encia de su persona y su vl'Z aparecía como introducción a "la psicología complet a de las neu-
obra en relación con él: "No reúno notas sino para ti y espero que me 1osis", contenida "en germen" en el sueño (F, 7 de jul. de 1897, al
las conservarás .. ; ¡ L ástim a que no estés más cerca de mí para que ''26, ing 212, fr 188). ¿Significa esto que el autoan álisis de Freud estu-
pueda, con más como didad , comunicarte mis descubrimientos!" (F, 31 vo animado por un motivo puramente intelectual y científico? Fue
de mayo de 1897, al 219- 220, ing 206 , fr 182). En efecto, los descu- tH·cesaria otra razón para desencadenarlo: la que Ed ith Buxbaum
264 DESCUBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE EDJ :_i\ "NE UROSIS DE TRASFERENCIA" DE FREUD 265

( 1951 ) llamó "la neurosis de trasferencia" de Freud, y que mere la atención sobre sí, invadió también la persona. La "neurosis" de
algunas explicaciones. . 1 1eud se manifestó por una recrudescencia de sufrimientos y una com-
Los tres meses del verano de 1897 estuvieron marcados por un l'l1•ta inhibición para el trabajo. "Nunca he estado afectado por una
exasperación de las dificultades personales de Freud. Se volvió m p.1rálisis intelectual semejante a ésta. Escribir una línea es para mí un
definido su fondo de ideas obsesivas, tendencias depresivas, sentimien, uplicio" (F, 12 de jun. de 1897, al 224, ing 210, fr 186). Exacta-
tos de impotencia, de fracaso y culpabilidad. Tales dificultades, qu, 111cntede la misma manera fueron precedidos por un período de pará-
parecen no haber excedido nunca el nivel habitual propio del homb li~is cada uno de los grandes descubrimientos que jalonaron el auto-
normal, pueden ser calificadas de neuróticas en la medida en que 111álisisde Freud y constituyeron el corpus de nociones fundamentales
hombre llamado normal siempre las posee, sin que revelen una verd d,·l psicoanálisis. El último hallazgo de la serie fue solamente presen-
<lera estructura psicopatológica. Sobre este punto no se puede sin, 1,tlo al poner fin a la redacción de Die Traumdeutung: el de la fan-
estar de acuerdo con la protesta de Suzanne Cassirer-Bernfeld ( 1952) i.,sía subyacente en tal parálisis, la fantasía de castración ( cf. mi
Pero si algunos comentaristas han llegado a hablar de la neurosis d .11tículo "Paralyse et création: naissance d'un concept freudien"; D.
Freud, él mismo dio el ejemplo. Escribió el 12 de junio: "He padecid Anzieu, 1971b).
una especie de neurosis" (F, 12 de jun. de 1897, al 224, ing 210, í: Pero ese bloqueo se hallaba muy estrechamente ligado a Fliess:
186) . El 7 de julio: "Continúo sin saber qué me ha ocurrido. Alg, '' Parece que el objetivo de esta imposibilidad de escribir que me
venido de las profundidades abisales de mi propia neurosis se opu ,fecta es estorbar nuestras relaciones. No poseo prueba alguna, y no
a que avance más en la comprensión de las neurosis; ignoro por qu M' trata sino de impresiones completamente oscuras" (F, 7 de jul. de
pero tú estabas implicado en ello" (F, 7 de jul. de 1897, al 225 IB97, al 225, ing 212, fr 187-188). A mediados de julio, Freud visitó
ing 212, fr 187) . El 14 de agosto : "Después de un período de bue .1 su cuñada Minna en Salzburgo y luego a su suegra en Reichenhall.
humor, soy ahora presa de una crisis de taciturnidad. De todos mi Regresó a Viena para diligencias que concernían a la tumba de su
enfermos, el que más me preocupa soy yo mismo. Mi pequeña histeria padre. Y a fines de julio retornó a los suyos durante las vacaciones,
agravadísima por el trabajo, se ha atenuado algo. El resto todaví ,·n Aussee. Fue allí (Jones I, ing 357-358, fr 367), donde al parecer
persiste" (F, 14 de ago. de 1897, al 227, ing 213, fr 189). Semejant comenzó su autoanálisis sistemático. Las cartas a Fliess se tornaron
episodios psicopatológicos intensos y relativamente breves -que recu 111ásespaciadas y más vacías. Cambió de idea con respecto al encuentro
bren una regresión masiva e importantes cambios de la economía pu). previsto para agosto, tan esperado sin embargo: "Me obligué a repe-
sional-, sobrevienen con bastante frecuencia durante el período d 1irme que hice bien en enviarte ayer esa contraorden, pues de otro
incubación de un descubrimiento o una obra: Ellenberger ( 1964) lo: modo me habría sentido tan afligido ... Sufro de torpeza intelectual
ha descrito bajo el rótulo de "enfermedad creadora". De una maner y aquí no pude calmar la agitación de mis pensamientos y senti-
más general, Laing y la antipsiquiatría han llamado la atención sobr, mientos ... Este análisis es más trabajoso que cualquier otro, y tam-
el carácter autocurativo que en ciertos sujetos podía adquirir un epi- bién él paraliza mi poder de exponer y comunicar las nociones ya ad-
sodio psicótico .
<¡uiridas. A pesar de todo, creo que debo continuarlo y que constituye,
Al parecer, Freud nunca empleó el término "neurosis" respecto a l'Il mi trabajo, una indispensable pieza intermedia" (F, 14 de ago.
sí mismo fuera de ese verano de 1897. Se trata de un fenómeno que de 1897, al 227-228, ing 213-214, fr 189). La fobia a los viajes en tren
depende estrechamente de las circunstancias. Hasta entonces, como también se dejó oír en su diálogo con Fliess. "Martha se regocija
cualquier persona normal, Freud sólo había prestado moderada aten- con el viaje proyectado, aunque los periódicos anuncien diariamente
ción a sus dificultades personales. El autoanálisis de algunos sueños, catástrofes ferroviarias. Haces bien en burlarte de mí, pero debo con-
cuya meta era sobre todo experimental, las activó: igual agravación fesar mis nuevas inquietudes, que van y vienen, pero a veces duran
de síntomas se encuentra a menudo en el curso de un psicoanálisis. la mitad de la jornada. El miedo a esas catástrofes me abandonó
El trabajo del duelo movilizó sus tendencias depresivas. Pero hay más, hace una media hora, cuando me dije que Wilhelm e Ida también
Freud no llegaba a poner fin a un tratamiento psicoanalítico. No lo- estaban en camino . . . Pero que todo esto quede enteramente entre
graba elaborar una teoría segura. Era forzoso que se rindiera a la nosotros" (F, 18 de ago. de 1897, al 228, ing 214, fr 190). Se trató
evidencia: el obstáculo, según la penetrante observación de Bachelard, de un magnífico viaje al norte de Italia, que Sigmund realizó con
no era únicamente epistemológico: residía en él, en Freud. Al dirigir Martha desde fines de agosto hasta mediados de septiembre: V ene-

,..
266 DESC U BRIMIENTO DEL COMPLEJO DE EDIPO l! I MisM ORACIÓN DE LOS RECUERDOS DEL SEGUNDO AÑO 267

cía, Pisa, Liorna, Siena, San Giminiano cerca del lago Trasimeno ( que, 1,111 dencia total", de "vía jar" , de "evitar a los niños todas las graves
como Aníbal, no logra dejar atrás para aproximarse a Roma ), Poggi. ¡111 •ocupaciones que abrumaron su juventud". ¿Estaba destinado Freud
bonsi, Chiusi, Orvieto ( donde le llaman la atención los frescos de Sig- , 1racasar nuevamente al llegar a puerto? No esta vez. Su autoanálisis
norelli), Bolsena, Espoleta , Asís, Perusa, Arezzo, Florencia: el viaje 11ilila comenzado a modificar el equilibrio de su economía psíquica.
tranquilizó a Freud, pero fue aún Fliess quien lo aconsejó sobre el l'11·sintió de dónde vendría la salvación . "En este derrumbe general,
modo de conocer mejor los tesoros del arte italiano .' :i10la psicología permanece intacta. El sueño, ciertamente, conserva
El conjÚnto de estos hechos permite sostener la hipótesis formulada 11 valor." "Me siento victorioso más bien que vencido." Hamlet le
por Edith Buxbaum acerca de una "neurosis de trasferencia". Freud 11lvió a la mente. "To be in readiness. Conservar la serenidad, tod o
inició con Fliess un diálogo del que esperaba pleno reconocimiento, 11·~1de en ello." 11 No le quedaba más que "largarse" a Berlín el siguien-
de él y de su obra . Ese diálogo lo condujo a plantear la pre gunta sobre 1, s(tbado por la noche, para ver a Fliess un rato entre dos trenes
el sentido de su vida y sus trabajos , y a poner en duda, para su mayor 111,t turnos, el domingo 28, y tratar de aclararlo todo con él. En esta
inquietud, su valor personal y, al mismo tiempo, el de su int erlocutor. ,,, ,1sión Freud olvidó el nombre de la calle donde había prometido
1 ,~1lar, cosa muy desagradable para él en esas circunstancias, a un
,.. Detrás de todo ello actuaba una angustia específica: los sueños "Hella"
y "Subir las escaleras desvestido" desencadenaron en él una resisten- 11,1riente de un conocido vienés. Después del de Signorelli, analizó ese
,111:
lf¡ cia a ir más lejos en la exploración del deseo incestuoso. No obstante, 11lv1do y publicó ambos análisis juntos en el artículo 1898b y luego en
!!\! la hipótesis de Buxbaum exige ser matizada: esa "neurosis de tras- l I Psicopatología de la vida cotidiana ( cf. vol. 2).
!~
11:
ferencia" relativa a Fliess no se estableció en cualquier momento: es-
taba relacionada con el intenso trabajo del duelo que provocó en Freud
la muerte de su padre. Los capital es descubrimientos que efectuó en U,•memoración de los recuerdo s del segundo año (29 de septit1mbre-
el siguiente mes de octubre de ese año tampoco se produjeron ca. l t!e octubre de 1897)
1,
:,, sualmente: en ese mes se cumplió el primer aniversario de dicha
muerte. 1',,tuvo de regreso el 29 de septiembre . Una vez más se produjo el
111ilagro: el "congreso " ejerció su poder estimulante. El autoanálisis
,, aceleró y produjo esta vez resultados personales. "Desde hace cuatro
El derrumbe de la hipótesis de la seducción sexual d1.1s -e scribió el 3 de octubre - , mi autoanálisis, que considero indis-
111•11
sable para la comprensión de todo el problema, prosigue en mis
Al día siguiente de su regreso a Viena ( 21 de septiembre), Freud ,wños y me ha suministrado las pruebas e informaciones más valio-
escribió de prisa el primer resultado al que había llegado (F, 21 de 1,s. En ciertos lugares tengo la impresión de haber llegado a término,
sept. de 1897, al 229-232, ing 215-218, fr 190-193) . Un resultado ~, hasta ahora, siempre he previsto el punto del cual iban · a partir los
teórico, pero que arruinaba la concepción a la que más apegado estaba, 1ll'ños de la noche siguiente" (F, 3 de oct. de 1897, al 233, ing 218-
la pieza clave de su sistema, anunciada por primera vez a Fliess en ;•19, fr 193) . La última observación es importante desde el punto de
mayo de 1893: la hipótesis de la seducción sexual. Cuatro razones , 1sta de la técnica psicoanalítica: Freud descubre que un sueño no
para ello: la imposibilidad de acabar un psicoanálisis; la imposibilidad .ld ie ser interpretado de manera aislada y que el encadenamiento
de creer que todos los padres de histéricos fueran perversos; la ausen- d111 ámico de varios sueños tiene un sentido. Al día siguiente volvió a su ·
cia de criterios en el inconsciente capaces de permitir la distinción ,mta, terminada y todo, para añadir, aún fresco, el sueño de la "Ca-
entre un acontecimiento real y una fantasía; por ,último, el hecho de 1,c-za de carnero". Otras cartas, que no siempre aguardaron respuesta,
que en las psicosis y los delirios más avanzados, donde el incons ciente 1guieron los días 15, 27 y 31 de octubre de 1897.
invade toda la personalidad, no se descubre ningún recuerdo de aten-
tado sexual. Freud estaba al borde del derrumbe. Tenía que renunciar 1 1 " Freud cita de memoria; el texto exacto es : The readiness is ali. ¿Lap-
"a la liquidación total de una neurosis, al conocimiento exacto de su ~11~? Q ué prueba sino que Freud conocía bastante bien el texto inglés como
¡,,ira arriesgarse a citarlo de memoria. Si hay aquí algo singular, es que Freud,
etiología en la' infancia", y quizá volver a la teoría de la pr edisposi- 1111tcs de la tan deseada entrevista con Fliess, retome las palabras que pronun-
ción hereditaria. Tenía que abandonar la "hermosa esper anza " de , 1a el héroe de Shakespeare antes del duelo mortal con Laertes, el hermano
una "celebridad eterna", de una "fortuna asegurada " , de una "inde- ,·1ll'migo" (J. St arobinski , 1967, p. vm) .
11 269
268 DESCUBRIMIENTO DE L COMPLEJO SUE ÑO "CABEZA DE CARNERO"

Freud recuperó casi todos los recuerdos infantiles importantes par, ,·lt·vada idea de sus posibilidades y Freud se sintió pleno de recono-
su vida ulterior. Los sueños precedentemente autoanalizados parecieron ' 1111ie
nto hacia ella. Sin embargo , no aclaró que se trataba de una
entonces haber tenido por función presentar a los personajes cuy, l,qa, soltera á los cuarenta años, del matrimonio Zajíc, vecinos de
verdadero papel se descubrió finalmente: Emmanuel el herm anastro, p1\o y propietarios de la casa de Freiberg.
los padres Jacob y Amalia, Nannie la niñera, John y Pauline, el sobrl
no y la sobrina, y también los primeros compañeros de juegos de Sigi'"
mund. Los recuerdos que había recuperado precedentemente se ref, /'/ sueño "Cabe za de carnero" (3-4 de octubre de 1897)
rían a la prepubertad y a la adolescencia. Los nuevos recuerdos con,
cernían a los tres primeros años, época cuya importancia crucial 1,il noche que siguió a esa carta tuvo un sueño que añadió en post
Freud sospechaba en lo relativo a la formación de la personalidad y ",ipt um (F, 4 de oct. de 1897, al 234-235, ing 220-221, fr 195-196).
que coincidía con su período en Freiberg. l los circunstancias de su jornada sirvieron de punto de partida. Mar-
¿ Qué contenía la carta del 3 de octubre de 1897? Freud no hallab 1li,l le reclamó veinte florines de plata de esa semana, que él le debía,
ninguna tentativa de seducción sexual por parte de su padre; en cam ¡wdido enojoso en ese período de fin de las vacaciones y reanudación
bio, admitió los celos, ya presentidos, hacia él. Descubrió un apeg, ,1,· las tareas, en el que la clientela aún no había regresado . Freud
erótico a su madre, cuyo despertar se remonta a un viaje a Viena ll'ribi ó a una paciente de edad, la <;eñora Qu ... , enviada por Fliess,
"entre los dos y los dos años y medio" ,12 durante el cual la vio des y ruyo hijo era médico; éste exigió que Freud aceptara los honora-
nuda 13 ·en el cuarto que ambos compartían . Freud recuperó los sentí , ,os que Fliess, como colega, había rechazado. Freud describió dos
mientos que experimentó, hacia el año de edad, con el nacimien to 1,;1gmentos de ese sueño, uno en la carta a Fliess y el otro en Die
de Julius, su primer hermano: celos de es~ rival y deseos de verl /'raum deutung ; al menos , el contexto pareciera autorizar la relación:
desaparecer. Algunos meses después, los acontecimientos satisficier on l] "Me suscribo a un periódico que cuesta veinte florines por año,
ese deseo y su muerte dejó en Freud un fondo definitivo de remor di 0 ,·11la librería de S . .. y R . .. (Td 171, ID 166, IR 150) .. .
mientos. Freud también tenía dos hermanastros, nacidos del primer 2] "Con los disfraces más curiosos, mi sueño de esta noche me ha
matrimonio de su padre. Uno de ellos, Emmanuel, tenía dos hijos, so ,porta do lo que sigue:
brinos de Freud y de su misma edad. Sigismund trataba de riva li- "Se trataba de mi profesora de sexualidad. Me 'pescaba' porque yo
zar con John, algunos meses mayor que él. John y Julius "determina- l'T/1 inhábil e incapaz de hacer nada (siempre ocurre así en caso de
ron el carácter neurótico, pero también la intensidad de todas mis 111 1potencia neurótica . En la escuela, el temor de actuar mal crea su
amistades" (F, 3 de oct. de 1897, al 233, ing 219, fr 194). Por otr 111ndamento sexual) . Advertí entonces el cráneo de un animal pequeño
parte, John y Sigismund trataban con crueldad a Pauline, hermana ¡ v pensé, en el sueño, que se trataba del de un 'cerdo'. En el análisis
menor del primero y sobrina del segundo. La recuperación de estos , ,·cordé que hace dos años formulaste el deseo de verme hallar en el
recuerdos estaba en estrecha relación con Fliess. Éste, en circunsta n-, 1.ido un cráneo capaz de esclarecerme, como ocurrió a Goethe. Pero
cias análogas, había observado la misma emoción erótica en su hijo 110 encontré ninguno: por lo tanto, era 'un pequeño Schafskopf'
Robert respecto a su madre. Y Pauline era el nombre de la hermana lliteralmente: cabeza de carnero; en sentido figurado: asno, imbécil].
muerta que Fliess amaba, el nombre, en lugar de Robert, que habría "La s más desagradables alusiones llenaban este sueño: concernían
llevado su retoño si hubiese sido niña y que efectivamente puso a la ,1 mi actual incapacidad médica. Mi tendencia a considerar incurable
hija que le nació en 1898. El personaje al que Freud atribuía enton- I.L histeria proviene quizá de ella. Además, la vieja me lava en un
ces la mayor importancia era Nannie, su niñera, mujer de edad, fea, "Rua enrojecida que ha usado antes para su propia higiene (interpre-
inteligente. Ella fue su "primera generadora" de neurosis. Le habla- 1,tción fácil; no hallo nada semejante en la cadena de mis recuerdos,
ba en checo. Católica, lo instruía sobre Dios y el infierno. Le dio una luego se trata de un verdadero redescubrimiento); ella me incitaba
,1 robar zehners (monedas de 10 kreu zers) para que se los entregara .
12 Esta fecha dada por Freud es casi seguramente errónea: nunc a abando- Una larga cadena de asociaciones vincula esas primeras monedas de
nó Freiberg antes de la emigración definitiva, cuando tenía tres años y plata con el montón de billetes de 10 florines que, en mi sueño, re-
medio. El incidente en cuestión data más probablemente del viaje de Leipzig
a Viena, un poco antes de sus cuatro años . presentaban el dinero de Martha, destinado a los gastos domésticos .
13 Freud lo escribió a Fliess en la tín , matrem nudam. Este sueño es, en suma, un sueño de 'mal tratamiento' . Así como la
270 ll ESCU BRlllHENTO DEL COMPLEJO DE EDIi' , l. RECU ERDO ENCUBRIDOR DE LA ESCENA DEL "COFRE" 271

vieja recibía de mí una remuneración por sus malos tratos, así tambi 1111¡,ortante según fueran fantasías o reflejos de la realidad. Pidió a su
recibo yo dinero de mis pacientes por el tratamiento malo que 1 111adre que le diera razón de ello, y ésta corroboró todo lo referente a
aplico; la señora Qu . . . que te dijo, como me hiciste saber, que Nannie, con la excepción de un punto capital: el ladrón no era Sigis-
no debía cobrarle nada por ser mujer de un médico, también desem 11111nd, sino Nannie. Lo advirtieron en ocasión del nacimiento de
peñaba un papel particular (naturalmente. él ha exigido que yo recl Anna, al encontrar entre sus cosas el dinero y los juguetes que habían
ba honorarios)" (F, 4 de oct. de 1897, al 234-235, ing 220-221, f, d.1do al niño: "Tu hermano Philippe fue a buscar un agente y ella
195). ·,tuvo seis meses en prisión" (F, 15 de oct. de 1897, al 236, ing
Así, los dos elementos clave del sueño son: tratamiento malo y ca, :,21-222, fr 196). Notemos de paso, ahora que sabemos que Nannie
beza de carnero . Los malos tratamientos eran los que Nannie harl ¡u•rtenecía a la familia Zajíc, qué contrapartidas debió tener el inci-
sufrir a Freud: lo lavaba en el agua enrojecida donde ella había rea d1•nte sobre las relaciones entre las dos familias y qué papel acelerador
lizado su higiene íntima en ocasión de sus reglas; lo alentaba a roba d1·sempeñó tal vez en la partida de los Freud de Freiberg.
para ella monedas de 10 kreu::ers. También lo eran los que Freu La interpretación del sueño "Cabeza de carnero" era, pues, inexac-
administraba a sus pacientes: era un médico incapaz de curar com 1a en un punto. "La verdadera significación es la siguiente: yo re-
pletamente la histeria y en cambio aceptaba , como Nannie, dinero• presento a Nannie, y la madre del médico, a su vez, a mi propia ma-
al mismo tiempo, era incapaz de mantener a los suyos. La palabra dre." ¿Por qué tal error? "Estaba tan lejos de pensar que esa vieja
Schafskopf, un insulto en alemán, redobla otra injuria, "puerco", qu 111 ujer pudiese ser ladrona, que equivoqué mi interpretación." Pero
debió servir a Nannie para vilipendiar los olvidos del niño Sigismund ,·~ una mala razón. Las demás asociaciones de Freud son claras: él
relativos ·a la limpieza ( cf. el sueño "Subir las escaleras desvestido") ,:stá robando a la madre de un colega; está robando a la madre de
Freud era un pequeño Schafskopf, es decir, un pequeño "asno" qu H11s hijos. Lo que Freud notó insuficientemente -resistencia inevita-
no ha logrado descubrir su "cráneo de carnero" . Allí residía el nudo l,lc en esa etapa de su análisis- fue su identificación femenina, la-
de su sentimiento neurótico de incapacidad, que en esos últimos tiem. 1,-nte ya en el sueño sobre Irma. No logró superarla sino cuando ya
pos había llegado al paroxismo. Como en el sueño sobre Irma, el sím. 1:staba a punto de liquidar su "trasferencia" en la relación con Fliess.
bolo representa al mismo tiempo el proceso autoanalítico. En efecto, Sólo entonces pudo, en la fijación identificadora con la madre, des-
dos años antes, en agosto de 1895, Freud había ido por primera ve rubrir la génesis de la homosexualidad.
a Venecia y Fliess le había deseado que encontrara en el Lido un
cráneo capaz de esclarecerlo, como le ocurrió a Goethe. Es sabido, en
efecto, que Goethe dio con su teoría de las vértebras craneanas al m r-ecuerdo encubridor de la escena del "cofre"
recoger en esa misma playa los restos de un cráneo de carnero. Freud,
en su segundo comentario a un sueño ulterior, "Goethe ataca al señor l ,a conversación con su madre permitió a Freud dar otro paso. "Me
M ... " ( UT 677, OD 664, RI 72), volvió a evocar esa circunstancia. diJe que la súbita desaparición de la vieja debió sin duda dejar en mí
Así, gracias a Fliess, Goethe ingresó en el autoanálisis de Freud don- una impresión susceptible de recuperación . Pero. ¿dónde? Entonces
de no dejará de ganar importancia. Citas de Goethe ya han aparecido volvió a mi mente cierta escena que desde hacía veintinueve años
varias veces en la correspondencia con Fliess, desempeñando en cada ~urgía algunas veces en mi recuerdo consciente , sin que hubiera podido
ocasión un papel simbólico. En el momento de inclinarse sistemática- rnmprenderla . Hela aquí: aúllo como un desesperado porque no consi-
mente sobre sus recuerdos de infancia, ¿ cómo no evocaría Freud las go encontra.r a mi madre. Mi hermano Philippe, veinte años mayor que
Conversaciones con Eckermann, en las que Goethe partió en busca de yo, abre un cofre (Kasten). Y yo, al ver que mi madre tampoco se
los suyos? ¿ Cómo no convertir a Fliess en su Eckermann? Además, ,-ncuentra allí, grito aún más hasta que aparece, esbelta y bonita, en
la mayoría de las ·preocupaciones secretas de Freud: no morir sino el vano de la puerta" (F, ibid.). La explicación puramente racional
permanecer eternamente joven, desear atractivas pacientes y darles que se había dado fue que asistía a alguna travesura de su hermano.
el placer que les falta. llegar a ser rico, glorioso y poderoso, conquistar mterrumpida por la llegada de su madre (PA 58-60, PEL 49-51, PVQ
.los secretos del saber, ¿acaso no convergen en el tema de Fausto? '>8-59). "Comprendo súbitamente. Yo le exigí que abriera el mueble.
Freud se encontraba, por fin, en presencia de recuerdos susceptibles Al no poder encontrar a mi madre, tuve miedo de verla desapar ecer
de verificación y que debían de permitirle zanjar una cuestión teórica romo había desaparecido la \'ieja poco tiempo antes. Ahora bien . dt>bí
272 DESCUBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE EDIPO lfEÑ O DEL "MÉDICO TUERTO" 273

de haber oído decir que esta última había sido encerrada, y creer que ¡,robar que el cajón está vacío proviene de la motivación superficial
mi madre había sufrido la misma suerte, o, mejor, que había sido drl deseo infantil de ver el interior del cajón . En cambio , la intensa
'enjaulada'* (eingekastelt), según una de las graciosas expresiones 1atisfacci6n experimentada al comprobar la esbeltez materna procede
siempre gratas a mi hermano, incluso ahora que tiene sesenta y tres 1·videntemente de estratos psíquicos más pr ofundos" (PA 60 n . 1,
años. El hecho de que haya preferido dirigirme a él prueba que yo l'RL 51 n. 2). La estructura triangular sobre la que reposa el re-
estaba al corriente del papel que desempeñó en la desaparición de mi ' 11erdo es, pu1;5, la siguiente: el pequeño Sigismund está resentido
niñera" (F, 15 de oct. de 1897, al 237, ing 222-223, fr 197). Pero esa 1on Philippe, quien ya ha hecho despedir a su querida Nannie, por
relación no explica, a pesar de lo que escribió Freud en 1901' en la l1,1be r hecho sufrir igual suerte a su madre al dejarla encinta . Detrás
primera edición de Psicopatología de la vida cotidiana, "por qué en 1111' recuerdo de la escena del cofre hay, pues , una creencia; esa creen-
Ia traducción de la visual escena infantil aparece acentuada la esbel- ' 1a proviene de una fantasía y el contenido de tal fantasía fue en-
tez de mi madre, la cual me debió de aparecer entonces como nueva t 1·11dido poco a poco por Freud, en esa primera quincena de octubre
y restaurada después de un peligro" (PA 60, PEL 51, PVQ 59). dt• 1897, como "edípico".
Por cierto, como en los sueños, la ambigüedad semántica nos da Los términos que el sueño sobre Irma había conformado en ecua-
la clave del enigma del recuerdo. Pero Freud señaló tardíamente ( se- ' 1ím, encontraron sustituciones adecuadas en los sueños siguientes y
gunda edición de Psicopatología de la vida cotidiana, 1924), el sim- .1quí su solución. Al nacimiento de su hija Anna corresponden los
bolismo sexual del cofre, representación del seno materno. Preocupa- 1,rnblemas antes planteados por el nacimiento de su hermana Anna,
do por el nacimiento de su hermana Anna, que tuvo lugar después di'! que Freud no tenía recuerdo alguno ( cf. 1899a) y respecto del
del de su hermano Julius, debió de preguntarse si su madre estaba 111 a l la escena del cofre constituye probablemente lo que más tarde
aún encinta. De tal suerte , el recuerdo acentuó la esbeltez tranquiliza- llamó un recuerdo encubridor. Los triángulos clave:
dora de su madre y conservó el afecto de "resurrección" que él ex-
perimentó entonces. La siguiente nota de Freud ( 1924), falta, curiosa Otto - Irma ( una paciente) - Sigmund
y deplorablemente, de la traducción francesa publicada: "Aquellos a Otto - Martha - Sigmund
quienes interesa la vida anímica de estos años infantiles inferirán sin
111cuentran su desenlace de este modo:
dificultad la condicionalidad más profunda de la exigencia planteada
al hermano mayor. El pequeño, que no ha cumplido aún los tres
Fliess - Sra. Qu . . . (una paciente) - Sigmund
años , se ha dado ya cuenta, sin embargo, de que la liermanita última- Philippe - · Amalia - Sigismund
mente nacida se ha formado en el seno de la madre. Nada satisfecho Jacob - Nannie - Sigismund
con tal incremento de la famili3u abriga la penosa sospecha de que el
vientre materno encierra aún otros niños. El armario o el cajón** son, Freud pudo responder a la pregunta teórica pendiente . Su "neu-
para él, símbolos del seno materno. Demanda, pues, echar una ojea- , osis" no provenía de un traumatismo sexual vivido , sino de fantasías
da en el interior de los mismos y se dirige para ello al hermano ma- 111cestuosas. Por lo demás, el libro sobre los sueños, apenas comenza-
yor, sobre el cual se ha desplazado, según se desprende de · otras rlo, suscitó ya una continuación: la Psicopatología de la vida cotidia-
circunstancias, la rivalidad con el padre . Contra este hermano se 11a ( 1901b). El autoanálisis comenzó con los sueños y sus deformacio-
orienta, a m~ de la fundada sospecha de haber hecho 'encajonar' nes, y continuó con un nuevo dominio, los recu erdos y sus deforn1a-
a la niñera, la de haber introducido en el cuerpo de la madre la niña 1·1ones.
recientemente nacida. La desilusión que el niño experimenta al com-

* Coffrée, en el original. El verbo coffrer significa, familiarmente, encar- Stteño del "Médico tuerto" (mediados de octubre de 1897)
celar, meter en chirona, en el bote, "enjaular". De ahí la relación con el cofre
abierto, imposible de dar en español. [T.] El análisis, a partir de un sueño, de recuerdos relativos a N anni e, lle:
** Aunque la traducción española de Freud que por esta vez usamos em- vó a Freud al personaje femenino de la relación edípic a ; en otro sue-
plee la palabra "cajón", hemos preferido, en lo que atañe al texto de Anzieu,
mantener la palabra "cofre 1' en virtud de su doble acepción ("arca" y "cár- i10, su médico de infancia desempeñó idéntico papel respecto del per-
cel"), como ya hemos aclarado en la nota precedente. [T.] -.onaje masculino. Fue el sueño del "Médico tuerto", contempor áneo
274 DESCUBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE E DIPO 1 1, 11
J\.!lTO DE EDIPO" Y EL ERROR EN LA INY E CCI ÓN 275

del de la "Cabeza de carnero" o ligeramente posterior: Freud aludió ,1kmás por mi madre en qué olvidada ocasión ( el médico tuerto)
a él en su carta del 15 de octubre de 1897. El relato figura en Di 111 1·ha bía curado."
Traumdeutung, en el capítulo I, sobre "La literatura científica rela- Entonces, ¿ por qué no habérselo dicho a Fliess ni publicado en la
tiva a los problemas del sueño", con el objeto de confirmar el hecho , primera edición de Die Traumdeutung? ¿Por qué dispersó a lo largo
señalado por varios autores, de que en los sueños vuelven lejanos re- , IP tan tos años y entre tantos textos la interpretac ión del sueño? El
cuérdos que se creían olvidados, por ejemplo algunos de la prime ra , 111barazo de Freud se aclara si lo 'colocamos en su lugar dentro del
infancia: , 011 .tin uum del autoanálisis, entre ·el sueño "Tío de barba amarilla" y
"Veía a una persona y sabía que era el médico de mi terrU1ÍO.Su 1I descubrimiento del complejo de Edipo . Ha manift¡tado un injurio-
rostro aparecía indistinto y se confundía con el de uno de los pro/ e- 11desprecio hacia sus colegas R ... y N . . . y hacia su tío Joseph ,
sores de mi liceo, con el que aún hoy suelo encontrarme" (Td 18, ID ti que estimaba. El tan caritativo profesor de historia se desdobla · en
17, IR 24). 1111 médico odioso. Freud, entonces, se debate con la ambivalencia de
El sueño está lleno de animosidad hacia . el médico (F, 15 de oct. 11~ sentimientos, ambivalencia que en el hijo se refiere electivament e
de 1897, al 236, ing 222, fr 196). Pero el profesor de historia era una d p2,dre . Se comprende pues la fantasía que viene a completar la del
persona excelente: Freud no, comprendía la identificación entre am- 1•:dipo: esa cicatriz ha inscrito en su carne el castigo a sus deseos
bos personajes. También en este caso la aclaración provino de la 11ircstuosos. En la trasferencia el sueño tiene evidentemente la misma
conversaci6n con su madre: ¡ los dos eran tuertos! De todos sus p ro- 11\nificación: Fliess es el tuerto por excelencia ( cf. el sueño ulterior
fesores, en efecto, el de historia fue el único tuerto . Pero el mister io Mi hijo, el miope" donde se lo identifica con el cíclope). Encarna ,
no quedó resuelto al establecer esa relación puramente exterior. F1,1e ¡1.1raFreud, los dos rostros: el del maestro compasivo y el del médico
necesario esperar las. siguientes ediciones de Die Traumdeutung pa ra 11dioso. De tal suerte, Freud se encuentra a veces como paralizado
que cayera el último velo. Desde 1909 hasta 1922, a la frase: "hacía ¡,;1ra escribirle , y a veces ávido de verlo, oírlo y comunicarle todo. El
treinta y ocho años que no veía al médico y, que yo sepa, no habí a 1r, de octubre, día en que le anuncia el descubrimiento del "mito
pensado en él la víspera", Freud añadió: "aunque una cicatriz en el ti,• Edipo", hace una gran promesa: "Si el análisis cumple lo que
ment6n habría debido recordarme una de sus intervenciones". Tam - ¡,rnmete, pondré por escrito, sistemáticamente, todos los detalles, y te
bién en 1909 integró un largo complemento acerca de los sueños de l'rl'sentaré luego los resultados ." Pero el 27 se siente obligado a pedir
exámenes, que incluyó este pa saje: "Cuando sueño con exámenes , xr·usas por una inhibición que le ha impedido enviar sus felicitacio-
pasados en el liceo, se trata por lo general de un examen de histori a 11, ~s con motivo de los treinta y nueve años del amigo. L-a ambi güe-
1111 qu e he aprobado brillantemente, pero , según creo, porque mi exce- ,l;id de la "trasferencia" de Freud se expresa hasta en su tr aba jo cien-
lente profesor -el compasivo tuerto que reap arece en otro sueño- 11fi<;o: "Me int~reso tan exclusivamente en el análisis que todavía n o
había notado en la hoja de preguntas que yo le entregaba, una marca lw intentado comparar nuestras dos hipótesis: la mía, según la cual
hecha con la_uña, tachando la pregunta cuya respuesta yo ignoraba" l,1 represión siempre emana de la femineidad para dirigirse contra la
(Td 281, ID 275, IR 239). Por último ; una nota agregada en 1919 virilidad, y la tuya, que sostiene lo contrario" (F, 15 .de oct. de 1897,
a propósito de un sueño en el que Freud esperaba ansiosamente no- il 239, ing 224, fr 199). El problema, pues , provendría de la movili-
ticias de uno de sus hijos desde el frente, descubrió en ese sueño "inne- ,1c-ión de un inconfesado deseo homosexual.
gables alusiones a un accidente que tuve entre los dos y tres años. Su-
bía en un banco en la antecocina para alcanzar una golosina puesta
encima de una caja o una mesa . El banco cayó y me golpeó con una ¡,;[ descubrimiento del "mito de Edipo" y el error en l_a inyección
de sus aristas detrás de la mandíbula inferior. Podría hab er perdido ,,/1licada a la anciana (mediados de octubre de 1897)
allí todos los dientes" (Td 566, ID 560, IR 476-477). En el disimu-
lado fragmento autobiográfico de la "Pr adera verde con flores amari- 1( :ómo organizó y comprendió Freud los descubri mientos sobre su
1
llas" ( 1899a), Freud aclaró que no conservaba recuerdo alguno de p,tsado? Universalizándolos y desprendiendo de ellos su estructura sim-
ese incidente aunque perdió mucha sangre, recibió varios puntos y húlica. Estructura que ya no le fue suministrada por la química, la
perduró la cicatriz . La Introducción al psicoanálisis (1916-1917, cap. 1rqueología o la lingüística, sino por la leyenda encarnad a en la tra -
xm, GW XI 205, SE XV 201, fr 186) añadió un nuevo detalle: "Supe K1:dia. De spués de haber tomado sus ejemplos de las reglas qu e ord&-
276 DESCUBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE EDI PO 1.1. " MITO DE EDIPO" Y EL ERROR . EN LA INYECCIÓN 277

nan la combinación de los cuerpos o de las palabras, la función sim- 111dividuales( el sueño, el síntoma) y culturales ( el mito) , es lo que
bólica que Freud presentía en el sueño se reconoce en el mito, ese l ,acan llama lo simbólico. Freud iluminó el mito de Edipo. Como vio
con junto de reglas que para los antiguos ordenaban _el destino huma- 111u y bien Thomas Mann ( 1936), introdujo en las ciencias humanas
no. Tal función encuentra en el mito la sustancia misma de la qu 1·l mito como categoría que permite comprender específicamente los
está hecho el curso de un psicoanálisis. "He descubierto en mí, como hechos.
en todas partes, sentimientos de amor a mi madre y de celos hac ia En el descubrimiento de este mito de Edipo, Freud realizó plena-
mi padre, sentimientos que a mi juicio son comunes a todos los niños 111 ente el movimiento triple: subjetivo, objetivo y autofigurativo, que
pequeños . . . Si ello es así, se comprende el efecto conmovedor d hemos visto esbozarse desde el principio de su autoanálisis. Descubri-
Edipo rey, a despecho de todas las objeciones racionales que se opo- 111 iento de una verdad universal, descubrimiento de sí mismo, descu-
nen a la hipótesis de una fatalidad inexorable" (F, 15 de oct. de 1897, hrimiento del descubrimiento. Con la última expresión quiero signi-
al 238, ing 223, fr 198). En Die Traumdeutung, bajo la rúbr ica l1car descubrimiento anexo del proceso mismo según el cual el descu-
púdicamente intitulada "El sueño de la muerte de personas queridas" brimiento principal se produce. Freud realiza simbólicamente su pro-
( cap. v, sección IV, §2), desarrolló el contenido de esa carta: "Ed ipo, pio complejo de Edipo inventando el complejo de Edipo. Como ya
que da muerte a su padre y se casa con su madre, no hace otra cosa •,1· dijo, el sueño -para él como para todo psicoanalista y quizá todo
que realizar uno de los deseos de nuestra infancia. Nos aterroriza mos rl mundo-- representa el cuerpo de la madre, lugar de cumplimiento
ante la vista del que cumplió el anhelo de nuestra infancia y ese te- originario del deseo del n~ño. Comprender los sueños, sus sueños, era
rror tiene toda la fuerza de la represión que desde entonces se ejercía 11 oseer de nuevo ese cuerpo perdido. Esa posesión se especifica y ge-
contra tales deseos. Al revelar la falta de Edipo, el poeta nos obliga 11 craliza en octubre de 1897. Freud era un nuevo Edipo al conquistar
a mirar en nosotros mismos y a reconocer esos impulsos que, aun qu 1·1inconsciente, al capturarlo en una de sus estructuras esenciales. Todo
reprimidos, existen siempre . . . Como Edipo, vivimos inconscien tes f•,ran descubrimiento, sin duda, representa una de las formas indefini-
de los deseos que hieren la moral y a los cuales nos constriñe la na tu . damente variadas de la reconquista edípica.
raleza. Cuando nos son revelados, preferimos apartar los ojos de laa Se han hecho y aún podrían hacerse innumerables comentarios so-
escenas de nuestra infancia" (Td 269, ID 262-263, IR 229). De tal bre ese descubrimiento. Me limitaré, no al de un psicoanalista profe-
suerte, el mito -como los sueños y las fantasías- es la realización d sional, sino al de un ensayista y crítico literario muy versado en psi-
1 oanálisis, Jean Starobinski (1967, p. XIX, y 1970, p. 298): "El in-
un deseo. Los psicoanalistas suizos reunidos alrededor de Jung fuer on
los que inventaron, antes de la ruptura, el término complejo; Fre ud l'Onsciente no es sólo lenguaje: es dramaturgia, o sea palabra puesta
no recurrió a la expresión complejo de Edipo sino en 1910, en la pri• 1·n escena, acción hablada ( entre los extremos del clamor y del silen-
mera de las Contribuciones a la psicologi.a de la vida amorosa ( 1910h) , cio). Edipo, dramaturgia mítica en estado puro, es la pulsión mani-
Asimismo, fue bajo la influencia de Stekel y Rank, también futuroa lcstada con el mínimo de retoques. Edipo no tiene pues inconsciente,
disidentes, como introdujo en Die Traumdeutung (1909 y 1914) una puesto que es nuestro inconsciente, quiero decir: uno de los papeles
sección sobre· los sueños simbólicos (cap. VI, sección v: "La figuración l'apitales que ha revestido nuestro deseo . . . Irrisorio sería atribuirle
simbólica en el sueño. Otros sueños típicos") -inspirada principa l. una psicología: ya es una instancia psíquica ... Nada hay detrás de
mente por Stekel- , e intercaló dos ensayos de Rank entre los capÍ• Edipo porque Edipo es la profundidad misma."
tulos VI y vn: "Sueño y creación literaria" y "Sueños y mitos" (am- Por sus sentimientos respecto de la pareja parental, Freud fue un
bos ensayos fueron retirados a partir de la edición de 1929). De esa Edipo; también, porque resolvió el enigma de la neurosis, que en el
manera fue falseada en el lector la comprensión del descubrimie nto londo es el enigma de todo hombre. Su espíritu fértil adivinó las
freudiano: esa simbólica donde todo lo largo es un pene y todo lo 1uismas raíces inconscientes actuando en la tragedia de Hamlet: de-
hueco una vagina participe mucho más de la alegoría, y por innegab le ~co incestuoso por la madre, deseo homicida contra un sustituto del
que sea el papel de ésta en el psicoanálisis, resulta modestísimo com- padre. Pero la diferencia consiste en que si el Edipo de la leyenda
parado con el papel del pensamiento simbólico -fundamento delj rnrecía de complejo (en cierto modo realiza natural e inocentemente
lenguaje, de las matemáticas, de la familia, de la cultura. La simbó. ,us deseos, los problemas se le presentan después), Hamlet es el ejem-
Iica de los sueños retuvo muy poco la atención de Freud antes de plo del hombre trabajado por ese complejo, habitado por un incons-
1900. En cambio, lo que captó en numerosas producciones psíquicas, 1 iente sentimiento de culpabilidad a causa ele esos dos deseos, y por
278 DESCUBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE EOIPO 1 1, "MITO DE EDIPO" Y EL ERROR EN LA INYECCIÓN 279

él paralizado en sus acciones, sus sentimientos, su vida. "La concien- La aplicación del mito de Edipo a la psicología del inconsciente
cia moral nos toma cobardes", dice. No logrará ni corresponder al 1rnpieza no obstante con una dificultad cuya experiencia vivió el pro-
amor de Ofelia ni vengarse de su tío, el amante de su madre, tal como pio Freud: Edipo es una tragedia del destino; pero el hombre moder-
el fantasma de su padre se lo impusiera. En cuanto al resto de la 110 no puede creer en una fatalidad exterior. Un acto sintomático dio
existencia, cuando se trata de asuntos que no movilizan ese comp le- Lt respuesta. Todos los días iba Freud a atender a la ya conocida an-
jo, lejos de ser irresoluto y timorato, se muestra decidido, impulsivo, 1 iana dama: algunas gotas de colirio en los ojos y una inyección de
"él que no tiene -escribe Freud en la misma carta a Fliess- escrú- 111urfina.Automáticamente realizaba él aquellos gestos. Una mañana,
pulo alguno en enviar a la muerte a sus cortesanos y que no titu bea c·ntre el 4 y el 15 de octubre, cometió un error, uno de los dos errores
un segundo en matar a Laertes". Curioso error de la pluma de Fre ud : 1,osibles -el inofensivo, felizmente-; comenzó por instilar la mor-
uno más y de nuevo en relación con su "trasferencia" sobre Fliess: tina en los ojos; lo advirtió de inmediato y rectificó; pero rápida-
Starobinski (1967, p. x n. 1, y 1970, p. 289) lo ha señalado: "Harn- e uente comprendió, en virtud de la frase que le vino a la mente:
let ignora que el florete está desbotonado y envenenado. Hamlet ma ta "profanar a la vieja", que había estado ~ punto de prestarle su brazo
a Laertes sin saberlo y sin quererlo. ¿ Por qué razones, al escribir a 1 la fatalidad.
Flicss, Freud presta a Hamlet la intención deliberada de cometer una La explicación del sentimiento de fatalidad figura en la carta a
especie de fratricidio? ¿ O quizá, por un lapsus singular, el nombre J1liess del 15 de octubre: "Cada espectador fue un día en germen e
de Laertes se ha deslizado aquí en lugar del de Polonio?" Volvam os i111aginaciónun Edipo, y se aterroriza ante la realización de su sueño
a la carta a Fliess: Hamlet, en conclusión, se comporta como un 11aspuesto en la realidad" (F, ibid., al 238, ing 223-224, fr 198).
"histérico": por su frialdad sexual, por su desplazamiento sobre otra 1'1·rola explicación del acto únicamente se encuentra en la Psicopa-
persona ( Ofelia) del acto que apunta hacia su padre, por el hecho tología de la vida cotidiana: "Me hallaba bajo la impresión de un
de que finalmente atrae sobre sí mismo el castigo (F, 15 de oct. de ucño que me había sido relatado la noche anterior por un joven, sue-
1897, al 238-239, ing 224, fr 198-199). La misma explicación reapa- 110 cuyo contenido no podía interpretarse más que como el comercio
rece en Die Traumdeutung (Td 271-273, ID 264-266, IR 230-232), ~1·xualdel sujeto con su propia madre [... ] Abstraído en estos pensa-
aunque con dos complementos. El primero concierne a la idea de una niientos llegué a casa de mi paciente, que frisaba en los noventa años,
"progresión secular de la represión", que proporciona uno de los te- y debía de hallarme en camino de considerar el general carácter hu-
mas rectores de Totem y tabú (1912-1913). El segundo vincula la 111ánode la fábula de Edipo como la correlación de la fatal profecía
tragedia H amlet con la personalidad hipotética de Shakespeare: "E n- 1·xpresada por el oráculo, pues 'me equivoqué con' o 'atenté contra'
cuentro en la obra de Georges Brandes [1896] sobre Shakespeare la 1;, anciana" (PA 196-198, PEL 177-179, PVQ 190-191).
afirmación de que el drama habría sido compuesto inmediatamen te Tal texto nos ilumina sobre la génesis del descubrimiento freudia-
después de la muerte del padre de Shakespeare ( 1601), es decir, en no. En su autoanálisis encontró Freud los residuos de los sentimientos
el duelo que rodeaba su reciente pérdida, y, me inclinaría a admitir- 1·1ltpicosde su infancia. Pero la evidencia edípica le fue impuesta por
lo, en la reviviscencia de los sentimientos infantiles relativos al padre . los análisis de sus pacientes. Entre el primero y los otros reinaba una
También sabemos que el hijo pequeño que perdió Shakespeare lleva- ,·~trecha interdependencia: su autoanálisis constituía un ejercicio de
ba el nombre de Hamnet (idéntico al de Hamlet)." Starobinski (1967, :idministración de la prueba en relación con su práctica psicoterapéu-
p. xvr) destaca muy bien la identificación de Freud con Shakespeare t 1ca; recíprocamente, los conocimientos adquiridos en la práctica le
que allí se manifiesta: "Al insistir en la estrecha relación cronológica Nirven para analizarse. El paciente de marras era seguramente el ya
existente entre la muerte del padre de Shakespeare y la redacción de ntado joven obsesivo (p. 263) que padecía pensamientos homicidas
Hamlet, Freud nos dice a medias palabras que, en la ocasión, la crea - clesde la muerte de su padre, y que, a mi juicio, puso a Freud en el
ción poética se ha producido en las mismas circunstancias que el 1,unino del descubrimiento, realizado a fines de mayo de 1897, del de-
descubrimiento de la teoría edípica, consecutiva al análisis de los sue- si·o de muerte hacia el progenitor del mismo sexo. Fácil es adivinar la
üos sobrevenidos en los meses que siguieron a la muerte del padre. La 1evelación que significó para Freud la sesión en la que el paciente le
Traumdeutung, pretende ser el equivalente, en el plano del saber, de ,dató haber cumplido el incesto con su madre en un sueño (Freud
lo que H amlet fue en el desarrollo de la obra teatral de Shakespeare. habló de ese paciente en Die Traumdeutung, justo antes de exponer
Freud es Shakespeare analizado." '\11 descubrimiento dt:l "mito de Edipo": Td 266-267, ID 260, IR
280 DESCUBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE EDIPO l•:L "MITO DE EDIPO" Y EL ERROR EN LA INYECCIÓN 281

227: más adelante doy la cita completa). Desde el punto de vista <lr. un rompecabezas que sólo le resultó definitivamente claro a los dieci-
la epistemología del descubrimiento freudiano, nos encontramos aquí nueve años, después de una conversación decisiva con Emmanucl.
en presencia de un dato capital: fueron jóvenes mujeres histéricas,
solteras o casadas, las que hicieron posible el descubrimiento del sen-
CUADRO 3. Árbol geneal6gico de Sigmund Freud
tido de los sueños; en cambio, fue un joven obsesivo el que condujo
a Freud hasta el complejo de Edipo. Aunque presentido a partir dr Jacob Freud
la reflexión innovadora sobre la histeria, el psicoanálisis no quedó
1
definitivamente fundado sino cuando permitió a Freud comprender
1 1
la neurosis obsesiva. Primer matrimonio Segundo matrimonio ( en realidad tercero)
El problema de Edipo es el de la filiación. Se pregunta de quién ( Sally Kanner) (Amalia Nathanson)
ha nacido. El oráculo, materialización de la voz interior, lo invita l l
a formularse la pregunta. Es un aspecto del problema que obsesiona a 1 1 1 1 1 1 1
todos los niños: ¿ de dónde vienen los niños? Encontramos el eco en
los problemas filosóficos: ¿ quién soy?, ¿ de dónde viene el hombre?,
¿ de quién es hijo el hombre? La respuesta supone el reconocimiento
Emmanuel
1
Philippe Sigi~mundl

1
Julius
Anna
'
1,

Rosa
Marie
1
Adolfine
Pauli

Alexandre
l
1 1
de dos diferencias: la de los sexos y la de las generaciones. Cada so- John Pauline Berta
ciedad posee un sistema que fija las relaciones de parentesco. En
gran parte, el hombre es un ser civilizado porque, al venir al mundo, Fuera de duda, únicamente un ser confrontado a tales dificultades
escapa al orden natural y, mediante ese sistema, ingresa en un orden podía revelar el complejo de Edipo. Cuando se reprocha a Freud ha-
humano tan evidentemente simbólico que Lévi-Strauss ( 1949) tuvo her puesto la sexualidad en el corazón de todos los dramas humanos
que recurrir a un especialista en álgebra para poder representarlo. y por ende se lo sospecha de alentar un malsano interés en los place-
Constituye también la pregunta que, muy joven, se planteó Freud, res y secretos de alcoba, se comete un error acerca del hombre y de su
motivación primera de su curiosidad científica. Por cierto que para <lescubrimiento. Lo que nadie había logrado -Breuer fue el último--,
él el enigma fue particularmente complicado. A los entrecruzamien- Freud pudo hacerlo: estudió las repercusiones psicológicas de los pro-
tos familiares habituales entre los judíos se añadieron los dos (o tres) blemas sexuales conservando la cabeza fría, como un anatomista. No
~I matrimonios de su padre. Niño en Freiberg, Sigismund debió de cla- le interesó la fisiología del placer ni la estrategia galante. La sexua-
sificar espontáneamente su entorno por parejas según las edades, d lidad significaba para él un tipo de relaciones humanas que ponía en
la siguiente manera: juego el orden de los sexos y el de las generaciones y que se desarro-
llaba con arreglo a determinadas estructuras específicas. Cada uno es
O Jacob y Nannie, las personas "de edad" ( de alrededor de cuaren- hijo de su padre y su madre: tal el destino del cual nadie escapa y
ta años ambos) ; al cual nos conduce inexorablemente el oráculo. La muerte de Jacob
O Emmanuel y su mujer, el tío y la tía (entre veinticinco y treinta Freud desencadenó en su hijo el retorno de los enigmas y, a la vez,
años); · despejó el camino hacia la solución. Escapamos del destino realizán-
O Philippe y Amalia, los adultos jóvenes (poco más de veinte años dolo, escapamos de la infancia volviéndonos adultos. Cuando hemos
ambos); matado simbólicamente al padre podemos ser, padres a nuestra vez.
O John y Pauline, sobrino y sobrina, en realidad más bien primos de Luego, como Layo con Edipo recién nacido, deseamos la muerte de
su misma edad (cf. 1899a). los hijos y el ciclo se cierra. Así, durante la guerra de 1914-1918, Freud
refirió al hijo que se hallaba en el frente el mismo sueño hostil que ha-
Ahora bien, la vida familiar daba por tierra con esa clasificación. bía tenido contra su padre: soñó que recibía la noticia de su muerte;
¿Por qué compartía Jacob el lecho de Amalia? ¿Cómo pudo Nannie pero el "accidente" imaginario de su hijo le permitió recordar su pro-
ser despedida? ¿ Cómo Emmanuel, padre de niños de la edad de Si- pio accidente de la infancia, con el escabel caído y la cicatriz en el
gismund, podía ser su hermano? ¿ Qué podía significar un sobrino ma- mentón, accidente que por fin decidió manifestar abiertamente en Die
yor que el tío? El árbol genealógico de Sigismund (cf. cuadro 3) era Traumdeutung (Td 564-566, ID 558-560, IR 475-477).
282 DESCUBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE EDIPO CARACTERES Y PRIMERO S EFECTOS DE L AUTOANÁLI S IS 283

-El autoanálisis suscitó el entusiasmo de Freud. "No puedo darte la tares digestivos" (F, 31 de oct. de 1897, al 242, ing 228, fr 202) . De
menor idea de la belleza intelectual de este trabajo" (F, 3 de oct. ahí en adelante Freud no volvió a hablar de sus trastornos cardiacos ,
de 1897, al 234, ing 220, fr 194) . Compensaba la ausencia de clien- que podemos por lo tanto considerar resueltos. Los problemas digesti-
tela. "Sólo vivo de trabajo interior" (F, 27 de oct. de 1897, al 240. vos, evocados en el momento del sueño de reprimenda por suciedad ,
ing 225, fr 199). "Puesto que dispongo de mucho tiempo, me he de- anunciaban la fase siguiente, la regresión al estadio anal.
cidido a emprender dos tratamientos gratuitos; sumados a mi propio 3] El autoanálisis instauraba la verdad al restaurar el pasado per-
análisis, son tres los casos que no me reportan nada" (F, 31 de oct. sonal. En ese punto se precisa la afinidad del psicoanálisis con la poe-
de 1897, al 241-242, ing 227, fr 2'ol). Pero el retorno de la clientela sía. Freud citaba la dedicatoria del Fausto goetheano: "Y las caras
puso fin a esa fase de autoanálisis intenso, que poros días después "se sombras surgen y, con ellas, como una vieja leyenda olvidada, el pri-
arrastra penosamente" (F, 5 de nov. de 1897, al 243, ing 228; fr 202); mer amor, la primera amistad." Y Freud añadía: "Ocurre otro tanto
pronto descubrió la razón: "Es porque no puedo analizarme a mí mis- con el primer terror y el primer diferendo. Un triste secreto cualquie-
mo sino valiéndome de conocimientos adquiridos objetivamente ( como ra se ve remitido a su primera fuente y uno advierte entonces el mo-
para un extraño). Un verdadero autoanálisis es en realidad imposi- desto origen de ciertos orgullos y determinadas ventajas" (F, 27 de
ble, pues de lo contrario no habría enfermedad. Como mis casos, ade- oct. de 1897, al 240, ing 225-226, fr 200). Freud ( 1930e) retomó la
más, me plantean otros problemas, me veo forzado a detener mi pro- cita en la alocución pronunciada en la casa del poeta, y di jo: "Esta cita
pio análisis" (F, 14 de nov. de 1897, al 249, ing 234-235, fr 207-208). podría ser repetida en cada uno de nuestros análisis." En la misma
Había otra razón. Las revelaciones autoanalíticas dejaron bastante carta a Fliess ( 27 de octubre) explicó la diferencia entre el poeta,
indiferente a Fliess, y Freud se quejaba de ello. "No me hablas de mi (¡ue "utiliza su privilegio de ennoblecer todas las cosas", y el psico-
explicación de Edipo rey y H amlet. Todavía no la he sometido a nin- .malista mediante la "sublimación", concepto destinado a un gran d es-
guna btra persona, pues imagino fácilmente el recibimiento hostil que arr ollo ulterior. En sus escritos Freud se lamentó con frecuencia de
le otorgarán" (F, 5 de nov. de 1897, al 243, ing 229, fr 203). Freud no ser poeta: el poeta tiene un conocimiento inmediato del corazón
se consolaba leyendo la última obra de Baldwin, Mental Deuelopment hum ano, mientras que el psicoanalista llega a él a través del rodeo de
in the C hild and the Race ( 1895), donde hallaba algunas considera- 1111 trabajo largo y penoso.

ciones muy cercanas a las suyas, y pasando una velada "palpitante" 4] Si el autoanálisis de Freud sólo progresó a la luz de conocimien-
con su amigo Emanuel Lowy, profesor de arqueología en Roma, tos objetivos adquiridos simultáne amente en el curso de sus psicoaná-
que reavivó su nostalgia de la Ciudad eterna. · lisis, el autoanálisis, inversamente, constituyó una fructuosa inversión
de papeles. "Yo mismo vivo todo lo que como auditor he podido ob-
servar en mis pacientes" (F, 27 de oct. de 1897, al 240, ing 226, fr
Caracteres y primeros efectos del autoanálisis de Freud en septiembre 200) . El descubrimiento edípico dependió del primer proceso. En cam-
y octubre de 1897 l>io, otros tres descubrimientos fueron fruto directo del intenso auto-
.málisis del mes de octubre: el ben eficio secundario de la enfermedad ,
En septiembre y octubre de 1897 el autoanálisis de Freud presentaba I'! an álisis de las resistencias, los estadios del desarrollo psicosexual.
cuatro características importantes: a] "Estoy cada vez más convencido de que todas las dificultades que
1] Estaba inscrito en un movimiento hasta entonces filosófico de se oponen al tratamiento provienen de que en resumidas cuentas uno
búsqueda de la verdad y conocimiento de sí. "Buen ejercicio que uno libera las malas tendencias del pacient e, su deseo de permanecer en-
sea completamente sincero consigo mismo" (F, 15 de oct. de 1897, al fermo" (F, 3 de oct. de 1897, al 234, ing 220, fr 194-195). "Esta
237-238, ing 223, fr 198). Freud adivinó la esencia de la neurosis (la mañ ana me he sentido en muy buena disposición . . . Ese agradable
verdad desconocida) y la del psicoanálisis (la verdad restaurada) . sentimiento estaba en cierto modo ligado a la idea de que iba a co-
2] La instauración de la verdad no sólo compromete, según la ex- menzar el análisis de una histérica sacando a la luz las razones que
presión de Platón; el alma ent era: pone en juego el cuerpo, cuyo po- 1'l!lpujan a los enfermos a aceptar su enferm edad" (F, 18 de n ov. de
der de expresión simbólica, ya adivinado en la conversión histérica, 1897, al 250, ing 235, fr 208) .
Freud acababa de descubrir . "Actualmente, bajo la influencia del aná- b] Frcud ya no consideraba que la resistencia fuese un obstáculo
lisis, mis trastornos cardiacos son reemplazados a menudo por males- para d tr atamie nto : la integra en él. La estima ltna manifestación
284 DESCUBRIMIENTO DEL COMPLEJO DE EDIPO

positiva del "carácter infantil del sujeto". "Gracias a mi trabajo, lo rv. EL DESCUBRIMIENTO DE LA ESCENA PRIMITIVA y LA
desentierro , él se rebela y el sujeto hasta entonces tan bueno, tan PRIMERA VERSIÓN DEL LIBRO SOBRE LOS SUE~OS
leal, se torna grosero, falso o rebelde, simulado, hasta el momento en
que se lo hago ver, logrando así doblegar su carácter. La resistencia,
entonces, se ha convertido para mí en una cosa objetiva, tangible"
(F, 27 de oct. de 1897, al 241, ing 226, fr 200). El texto muestra
también la contratrasferencia activista y dominadora de Freud, que la
En cuanto a la psicología [del sueño] , su progr eso es ex-
práctica de la contrasugestión no hizo sino reforzar y que, aunqu traño. Casi está terminada y ha sido redactad a como en
atenuándose, no dejó de manifestarse a lo largo de su carrera psico-
un sueño .
analítica .
c] Una larga carta (F, 14 de nov. de 1897, al 244-249, ing 229-235, F, 20 de jun. de 1898, al 274, ing 257, fr 228.
fr 203-208) fue enteramente consagrada al desarrollo de la libido, a
la idea ( cuya primera aparición en la correspondencia con Fliess fue, \ . P RIMERA T E NTA T IVA DE FR E UD DE LIB E RACIÓN RE SPE CTO DE FLIESS
como vimos, contemporánea de los sueños de Roma, a principios del ( DICIEMBRE DE 1897-FEBRERO DE 1898)
año) de zonas sexuales pregenitales, "anal, bucal y faríngea", qu
se desexualizan durante la evolución normal pero a las cuales regresa Congreso de navidad de 1897 con Fliess y recuerdo de su fobia
el neurótico. Freud distingue entre represión normal y represión neu- mf antil en la estación de Breslau
rótica, habla de una "zona genital masculina" ( es decir, clitorídea)
en la mujer y relaciona la elección de la neurosis con el estadio de la Desde diciembre de 1897 hasta febrero de 1898 Freud ret ornó pro-
·evolución en el que tuvo lugar la represión . µ;resivamente a su trabajo sobre los sueños. Aparecieron algunas ideas
La conclusión inmediata de todo ese hervidero de ideas se halla en nuevas sobre el psicoanálisis y la psicología. Su relación con Fliess pasó
un artículo, Die Sexualitiit in der Atiologie der Neurosen ("La sexua- al primer plano.
lidad en la etiología de las neurosis", 1898a) , cuya importancia, al Las ideas nuevas son las siguientes: los mitos, las leyendas, las creen-
parecer, no advirtieron ni Fliess ni la mayoría de los lectores: allí cias religiosas, son proyecciones sobre el mundo exterior de nuestra
Freud abandonaba definitivamente todo resto de sugestión hipnótica ''oscura percepción interna" del aparato psíquico (F, 12 de dic. de
y toda técnica de concentración en sus tratamientos. El método psico- 1897, al 252, ing 237, fr 210) ; ésta es una de las ideas clave de la
analítico tal como lo conocemos hoy quedaba constituido. Psicopatología de la vida cotidiana y de Totem y tabú. La masturba-
ción constituye la "necesidad primitiva", y las demás pasiones ( alco-
hol, tabaco , estupefacientes) sólo son sustitutos (F, 22 de dic. de 1897,
al 254, ing 238-239, fr 211-213): ya he citado el pasaje completo a
propósito del episodio de la cocaína (p . 71, n . 12) . La felicidad recibe
una defini ción psicoanalítica: es "la realización retardada de un deseo
prehistórico" (vale decir infantil) ; el dinero no produce la felicidad
pues no ha sido objeto de un deseo semejante (F, 16 de ene . de 1898,
al 259, ing 244, fr 216). La contribución más importante concierne
al estadio anal: "En los casos de ideas obsesivas, las cosas más hete-
róclitas se encuentran unidas por un vocablo de significación múltiple .
Estas palabras de varios sentidos permiten, por así dt>cirlo, matar dos
pájaros de un tiro" (F, 22 de dic. de 1897, al 254-255, ing 239-240,
fr 212-213). Freud ejemplificaba con dos pacientes: la idea obsesiva
de hacer más, en una joven apr endiza; la palabra Abort, generalmente
utilizada en su primera acepción, wat er-closet, para enma scarar algu-

[285]
286 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMOEUTUNG" CONGRESO CON FLIESS. RECUERDO DE UNA FOBIA INFANTIL 287

na historia referida a la segunda acepción, la de aborto. Otros ejem- abuela y a su tía. Súbitamente E . . . habló otra vez del coleóptero
plos: decir que el dinero no tiene olor es una antífrasis, y no por ca- (Kiifer) y luego de los insectos llamados "mariquitas" (Marien-
sualidad la avaricia es sórdida. kafer), cuyo nombre evocaba a su madre, María, y se echó a reír sin
Los fragmentos inéditos de las cartas a Fliess p~blicados por Schm saber por qué. "Al comenzar la siguiente sesión me cuenta que ha·
aclaran y completan la importancia de esa irrupción de las conside- recordado la significación de Kiifer. Era Que faire? ("¿Qué hacer?",
raciones anales en el pensamiento de Freud. La probable reacción en francés en el texto de Freud) -o sea 'perplejidad' ... " (F, 29 de
alentadora de Fliess sin duda las estimuló durante el congreso de la dic. de 1897, al 256, ing 240-241, fr 213).
Navidad de 1897. El 4 de enero de 1898 (pasaje inédito citado en S Las preocupaciones de Freud giraban alrededor de su próximo con-
140) , Freud añadió a su carta lo que llamó, con neologismo greco- greso con Fliess, para Navidad, en Breslau; esperaba de esa reunión
alemán, "Informe merdológico núm. 2" (LipEKOLLogischeBerichte). un nuevo impulso para su obra sobre los sueños. Pidió a Fliess que le
El 16 de enero (pasaje inédito citado en S 141) le anunció el envío llevara los ejemplos de sueños que le había enviado. Dictó dos con-
del "núm. 3 de la Lip", es decir, de su "merdología"; declaró al mis- Í(·rencias sobre los sueños en la asociación B'nai B'rith.
mo tiempo sentirse "bien y alegre". Eso le recordó el proyecto anterior de un encuentro en Praga, que
Desde el Esbozo de una psicología científica (octubre de 1895), fue ocasión del cuarto sueño de Roma. También debió de contribuir
Freud ya no se había ocupado desde un punto de vista teórico de la a reavivarlo su conversación con Lowy.
importancia de las asociaciones verbales, salvo para considerarlas ( di- Retomó el análisis de ese sueño y lo completó probablemente en esa
ciembre de 1896) una de las características del preconsciente. Vuelve oportunidad, como ya he señalado (cf. p. 229) ; al menos, en la carta
a ello con una nueva perspectiva, la del doble sentido de ciertas ex- :1 Fliess del 3 de diciembre de 1897 aludió por primera vez a ese
presiones, que hasta entonces sólo había hallado en sus propios sue- s11 cñ.o. En su {1ltimo viaje a Italia no había sido capaz, camino a Roma,
ños: "Se ruega cerrar los ojos", "Cabeza de carnero", recuerdo del d,: pasar el lago Trasimeno, como Aníbal, el célebre cartaginés, en su
miedo a que su madre hubiera sido "encerrada". Pero ahora advier- l1,cha contra los romanos.* Por otra parte, recordó una cita clásica:
te la cosa en pacientes y lecturas. Aclarándola por primera vez me- '¡ Quién sabe cuál de los dos, al concebir el proyecto de ir a Roma,
diante ese tipo de movimiento mental, comunicó a Fliess una noción 11·corrió de arriba abajo su casa con más impaciencia: Aníbal el gue-
que ya había utilizado en publicaciones ·anteriores 1 para ilustrar uno rrero o Winckelmann el vicerrector?" En efecto, la decisión de ir a
ele los efectos de la represión, la noción de "censura": "¿Has t_enido Roma fue el momento clave en la carrera de Winckelmann, fundador
alguna vez la ocasión de ver un diario extranjero censurado por los de la arqueología clásica del siglo xvm. Aníbal, el guerrero semita,
rusos al pasar la frontera? Palabras, frases, parágrafos enteros son en- 111cuno de los héroes favoritos de Sigismund en el liceo, cuando co-
negrecidos con tinta, de manera que el resto se torna ininteligible. noció por primera vez el antisemitismo. Entonces_ Freud llegó hasta el
n·cuerdo de la segunda infancia que está en la base del sueño
Pues una especie de 'censura rusa' es lo que aparece en las psicosis,
dando lugar a delirios aparentemente desprovistos de sentido" (F, 22 ya he referido: el relato de una vejación antisemita soportada por su
I que
de dic. de 1897, al 255, ing 240, fr 213). Inmediatamente el señor padre con resignación. "Así, el deseo de ir a Roma llegó a ser en la
E ... (¿cabe asombrarse, considerada lá estrecha relación entre el vida del sueño el velo y el símbolo de otros varios anhelos ardientes
trabajo psíquico de uno y el trabajo psicoanalítico del otro?) le pro- c11cuya realización hay que trabajar con la conciencia y la obstina-
porcionó un ejemplo de doble sentido, pero muy particular pues jue- ' i{m del cartaginés, y cuyo cumplimiento parece ser tan pocó favo-
ga entre el nivel fonemático y· el sintáctico. A los diez años, E ... tuvo 1,·cido por el destino como lo fue el deseo de Aníbal" (Td 202, ID
un acceso de angustia intentando atrapar un coleóptero negro (Kafer) 197, IR 174-175). Podemos suponer con Jones (II, ing 21, fr 20) que
que no se dejaba dominar. Un día evocó ante Freud la "perplejidad" , 1 obstáculo último que desviaba a Freud de Roma era el tabú del
que habría sentido su madre antes de tomar la decisión de casarse, 111cesto.La realización del viaje a Roma en 1901 dependió efectiva-
perplejidad de la que oyó hablar, después de la muerte de ésta, a su 111entede una resolución más completa del problema edípico.
1
Estudios sobre la histeria (l895d;·GW I 269,284; SE II 269,282; fr 217, * Desde luego, aunque Aníbal no marchó sob1e Roma, sí dejó muy atrás el
288) y "Nuevas observaciones sobre las psiconeurosis de defensa'' ( l 896b; CW 111
,0 Trasirneno ( y la propia Roma). Búsquese Capua en el dicciouario y en
l 399-403; SE III 182-185). 1 mapa. [E.]
288 LA ESCENA PRIMITIVA, LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" CONGRESO CON FLIESS. RECUERDO DE UNA FOBIA INFANTIL 289

¿ Por qué Freud, en su carta a Fliess, interpretó el sueño desde el no, cuando debía tomar un tren. Según testimonios de Sachs ( 1945) ,
único punto de vista de su nostalgia "neurótica" de Roma y calló de Simmel ( referido por Bernfeld, 1946) y de Reik ( 1949a), Freud
el descontento hacia su padre? Porque revivía el mismo complejo de también habría sufrido, al parecer, de agorafobia. La triunfante in-
sentimientos en su relación con Fliess. Éste lo decepcionaba y Freud vocación a los dioses infernales en el epígrafe de Die Traumdeutung
aún no se atrevía a confesárselo claramente. Buxbaum ( 1951) ha lle- fue el desquite de Freud contra ellos. Janes (J, I, ing y fr 14) ha
gado a proponer aún más: Aníbal significaba derrotar a los romanos; vinculado esa aprensión a los viajes en tren _con la angustia de la se-
Freud quería derrotar a Fliess, reencarnación de John, lo que expli- paración y de la pérdida del hogar, es decir, del seno materno: expli-
caría el parágrafo que en la carta sigue inmediatamente al análisis cación decisiva, puesto que el primer vía je ferroviario de Sigismund
del sueño. "Desde que emprendí el estudio del inconsciente me en- estuvo ligado a la emigración de su familia, o sea a una separación
cuentro a mí mismo interesantísimo. Lástima que siempre haya que real de la ciudad y casa natales, y que todo viaje del mismo tipo ten-
mantener cerrada la boca respecto a lo más íntimo." Y nuevamente día a ser vivido como una repetición traumática. Los sueños de
citó el Fausto: "Lo mejor de lo que puedes saber, no debes contarlo comienzos de 1898 realizaron un trabajo elaborativo del recuerdo de
a estos muchachos." Esta cita se repite con frecuencia en sus páginas. la emigración y de la angustia de la separación.
En la alocución pronunciada en la casa de Goethe ( 1930e) la comen- El encuentro de Breslau (22-28 de diciembre de 1897) fue mucho
tó de la siguiente manera: Goethe "no sólo hizo grandes confesiones más mediocre que lo acostumbrado. Fliess intentaba interesar a Freud
como poeta, sino que permanecerá también, a pesar de la profusión en sus propias concepciones en vez de interesarse en los descubrimien-
de sus notas autobiográficas, como un gran disimulador". Por el mo- tos de Freud, y desarrolló su nueva idea: la bisexualidad biológica se
mento, la reserva que la cita sobreentendía no podía atañer sino a prolonga en el hombre en una bisexualidad psíquica paralela de la
Fliess. bilateralidad particular del organismo humano: la izquierda y la de-
La correspondencia con su amigo berlinés cambió de carácter a recha son tan desemejantes y complementarias como los dos sexos.
partir de febrero. Ningún relato de sueños figuró más en ella. Es ver- Freud, buen público, habitualmente tomaba como dinero contante y
dad que Fliess continuaba informado gracias a los manuscritos de sonante las grandes fantasías "científicas" de Fliess: el vínculo entre
los sucesivos capítulos que recibía. Pero tal derivación por la obra era el sexo y la nariz, los distintos períodos del hombre y la mujer (23
significativa. Suerte de subterfugio, y no ya comunicación directa, y 28 días respectivamente). La gratuita vinculación entre la bisexua-
con el que Freu9 dejaba entender sus verdaderos sentimientos. lidad y la bilateralidad, ¿ no resultaba acaso chocante para cualquier
Si Freud aceptó el viaje a Breslau, mientras que el de Praga había mente un poco científica? Ya nuevamente en Viena, Freud manifes-
despertado resistencias, la razón debe buscarse en que acababa de tó por escrito su desacuerdo ( carta del 29 de dic. de 1897), cosa que_
exorcizar todo aquello de lo cual Breslau era símbolo. En la carta del nunca antes había hecho: "Esa teoría ( de los zurdos) es la única en
12 de diciembre, donde aludía a la finalización de su interpretación mucho tiempo en la cual nuestras ideas y tendencias son divergen-
del C\#lrto sueño de Roma, escribió: "Breslau ocupa cierto lugar en tes." Pero había algo peor. En un pasaje de la misma carta, inédito
mis recuerdos_ infantiles. Tenía tres años cuando pasamos por su es- hasta que Schur (S 140) lo dio a conocer, Freud bromeaba sobre la
tación, yendo de Freiberg a Leipzig. Y las llamas del gas que veía por teoría de su amigo: "Bi-bi resuena en mis oídos, pero aún me siento
primera vez me hicieron pensar en las almas ardiendo en el infier- demasiado bien para un trabajo serio." ¡ Bi-bi, como se adivina, es
no ... También de allí proviene ese temor a los viajes que he debido la bisexualidad-bilateralidad ! Fliess respondió de inmediato, tomando
vencer" (F, 3 de dic. de 1897, al 252, ing 237, fr 210). He ahí, pues, mal la cosa. El 4 de enero de 1898, sin dejar de mantener su posición,
un efectivo curativo del autoanálisis: la aprensión a los viajes en tren Freud se apresuró a calmar a su amigo, y nuevamente se declaró
quedaba suprimida -en parte: Freud volvió sobre el terna en 1900; dispuesto a cargar con las culpas: "En conjunto adopté tu concep-
cf. vol. 2- por la torna de conciencia del recuerdo original. Corno ha ción de la bisexualidad y, desde el punto de vista de mis trabajos, la
señalado Buxbaum ( 1951), los faroles de la estación de Breslau sig- considero la más importante después de la de la defensa. Si por el
nificaban que infierno y condenación aguardaban al hijo que codi- hecho de ser un puro neurótico mis motivos personales me impelieran
ciaba a la mujer de su padre y que por tal razón quería desembara- a experimentar alguna aversión, tal aversión estaría precisamente di-
zarse de él. Desde entonces en adelante Freud sólo conservó de su rigida contra la idea de bisexualidad, a la que imputamos las tenden-
siderodrornofobia una tendencia a llegar a las e,taciones muy tempra- cias a la represión. Sólo me rebelo, creo, contra tu id,entificación
290 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMD E UTUNG". l•:L SUEÑO "MI HIJO , EL MIOPE" 291
entre la bisexualidad y la bilateralidad . . . Tuve también la idea de dos ( o a uno de nosotros): Auf Ungeseres. Sospecho que esto último
que me consideras un zurdo parcial. Si es ése el caso, dímelo, nada significa una preferencia" (Td 443-444, ID 441-442, IR 375-376).
hay que me hiera en tal idea ... Si me disgusta tu ·manera de inter- Freud presentó ese relato como ejemplo de "sueño absurdo" en la
pretar la particularidad de los zurdos, quizá se deba a motivos incons- sección VII del capítulo vr, "El trabajo del sueño". Grinstein le ha con-
cientes. Si estos motivos son histéricos, seguramente no tienen nada sagrado un capítulo ( G, cap. 13). Aquí analizaremos el sueño espe-
que ver con el tema que discutimos, sino únicamente con la palabra ria lmente según tres de las cinco perspectivas indicadas más arriba:
que lo designa ... "
la relación con Fliess, el cumplimiento del deseo de la víspera y el del
Fue muy probablemente en la semana del 29 de diciembre al 4 de deseo infantil. Las citas que siguen han sido extraídas de las asocia-
enero o en los días inmediatamente precedentes o siguientes cuando ciones libres de Freud consecutivas al relato del sueño.
tuvo Freud el sueño "Mi hijo, el miope". Fue el primer sueño de Freud Este sueño marcó un viraje en la relación con Fliess: de una acti-
(al menos entre los publicados) despu~ del descubrimiento del com- 111 d admirativa, Freud comenzó a pasar a una actitud crítica respecto
plejo de Edipo. Tiempo después hizo suya la teoría de la bisexuali- dl' su "mentor". Esa crítica se expresó a través de los neologismos for-
dad psíquica, remodelándola y olvidando que debía a Fliess la pri- ¡ados en el sueño: der Myop, Auf Geseres, Auf Ungeseres.
mera idea al respecto. Tal fue la causa de su disputa en 1900 y de En alemán, "miope" se dice kurzsichtig, literalmente: "que tiene
su ruptura definitiva en 1904. Por otra parte, siguiendo a Edith Bux- la vista corta", y puede comprenderse en sentido propio como en sen-
baum ( 1951) y a pesar de las reservas de Jones (1, ing 345 n. 2, fr 1ido figurado. Myop es una palabra que no existe en esa lengua y que
346 n. 2), ¿no cabe acaso entender el pasaje de la carta precitada "1 soñador ha construido según el modelo de Zyklop. La alusión al
("En conjunto adopté tu concepción de la bisexualidad y, desde el "rong reso" de Breslau es clara: "Mi amigo me había manifest ado
punto de vista de mis trabajos, la considero la más importanté ... ") ,us opiniones sobre la importancia biológica de la simetría bilateral y
como un lapsus revelador del deseo de Freud de apropiarse de la con- había comenzado una frase con los siguientes términos: si lleváramos
cepción de la bisexualidad de Fliess? 11n único ojo en medio de la frente, como el cíclope ... " Los cíclopes,
l'omo es sabido, sólo existieron en la imaginación de Homero y de los
.,ntiguos griegos. Valerse del cíclope para extraer un argumento que
El sueño "Mi hijo, el miope . .. auf Geseres-auf Ungeseres" \ I' pretende científico equivale a tener "corta la vista", es ser un mio-
( enero de 1898)
111 • • . • o un tuerto: tal era el más probable pensamiento latente del
~níiador. Igual sentido tenía un pasaje anterior del comentario de
"Sueño que un profesor de nuestra Universidad, al que conozco, dice: Jlrcud: "Recordé que mi amigo de Berlín y yo nos paseamos juntos,
Mi hijo, el miope [der Myop]. Luego sigue un diálogo de breves ré- 1•11 los días precedentes a la Semana santa, por esas calles de Breslau
plicas. Entonces sigue el tercer fragmento de sueño, en el que apare- d1·sconocidas y extrañas para nosotros. Una niñita me pregunta por
cemos mis hijos y yo; en lo que atañe al contenido del sueño, pa- cwr~a calle; tuve que excusarme por mi ignorancia, y dije entonces
dre, hijo, profesor M ... sólo son hombres de paja que nos ocultan a , 1 mi amigo: esperemos que la pequeña logre más tarde mostrar más
mí y a mi hijo mayor" (Td 276, ID 269, IR 234). "He aquí el sueño ¡wrspicacia al elegir las personas que le servirán de guías." Freud se
principal que faltaba y que presenta una formación de palabra ab- ,·,·taba interrogando acerca de su propia perspicacia al elegir a Fliess
surda e incomprensible que es necesario aclarar: A causa de ciertos rnmo guía desde 1893 o 1894. Observemos otros dos detalles significa-
acontecimientos, en la ciudad de Roma hay que salvar a los niños, lo 1,vos: en primer lugar, un lapsus: el congreso de Semana santa tuvo
que efectivamente se hace. La escena tiene lugar ante una puerta, puer- li11.{aren Nuremberg y el de Breslau acababa de ocurrir en Navidad .
ta doble al estilo antiguo (la Porta Romana, en Siena, como sé incluso / Ou izá hubo un disfraz voluntario por parte de Freud, a quien tanto
en el sueño). Estoy sentado en el borde de una fuente, muy afligido: c·ostaba la revelación de circunstancias y hechos personales? Pero la
casi lloro. Una persona de sexo femenino -guardia, religiosa- saca , onfusión de las dos circunstancias en que Fliess le ha hablado de
a los dos niños y los entrega al padre, que no soy yo. El mayor es níti- l.1 bisexualidad parecería anunciadora de la criptomnesia ulterior de
damente mi hijo mayor, no veo el rostro del otro: la mujer le solicita F,eud y de la querella de prioridad que luego hubo entre ellos acer-
un beso a manera de adi6s. La caracteriza una nariz roja. El niño e·:,. del tema . El segundo detalle concernía a la identificación feme-
niega el beso, pero tendiéndole la mano dice: Auf Geseres, y a nosotros 11m a-pasiva de Freud ( él es la niñita que eligió mal a su guía) frente
292 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" EL SUEÑO "MI HIJO, EL MIOPE" 293

a Fliess, mentor masculino y activo. Así el interés a la vez entusiasta en su carta del 4 de enero de 1898 en relación con la del 29 de di-
y reticente de Freud respecto de la noción de bisexualidad estaba di- ciembre de 1897: por un lado, atenuó sus reservas respecto de la no-
rectamente ligado a un "efecto de trasferencia" de tipo homosexual. ción de bilateralidad; por el otro, se declaró partidario entusiasta de
Freud estaba lejos de poder, aun entonces, tomar conciencia de la la idea de bisexualidad. De ese modo subrayó su "preferencia " : con-
sumisión y la homosexualidad latentes que lo unían a Fliess. El psico. servar la amistad de Fliess dejando de lado el desacuerdo que sentía
análisis llegó a ser una ciencia independiente a partir del momento crecer entre ellos. Freud estaba consciente de que de esa manera caía
en que Freud rompió ese lazo. en la "extravagancia" y la "contradicción", puesto que al final de su
Auf Geseres es una expresión compuesta, construida según el mo- comentario propuso esta observación: "Después de que el niño hubo
delo de Auf Wiedersehen ("hasta luego"), que normalmente, en la expresado sus palabras de adiós por un lado, por el otro dijo lo con-
lógica del sueño, esperaríamos que pronunciara el niño en el momen- trario, como para restablecer el equilibrio." ¡ Actúa como si observase
to de su partida. "Geseres, con arreglo a los informes que obtuve de la simetría bilateral!
los exégetas, es una auténtica palabra hebrea, derivada del verbo goi- Examinemos ahora los deseos que intentan realizarse en este sueño.
ser y que puede traducirse como 'sufrimientos impuestos, fatalidad'. El deseo de la víspera corresponde a los seis hijos de Freud en ge-
Según el empleo de la palabra en la jerga, debería pensarse que sig- neral, y más particularmente a los varones y a su hijo mayor. Es el
nifica 'quejas y lamentos'." La expresión contraria, Auf Ungeseres deseo de evitarles los peligros que los amenazan, un peligro social,
(literalmente: "hasta los no lamentos"), en cambio, dice Freud, está el antisemitismo, y un peligro sexual, el riesgo de contraer la sífilis
"totalmente desprovista de sentic;lo". U ngeseres (literalmente: "no- durante relaciones con mujeres fáciles o prostitutas. Las consecutivas
Geseres") es una voz híbrida ( un constituye un prefijo alemán y Ge- asociaciones libres. subrayan ante todo el primer peligro: el sueño, en
seres un sustantivo hebreo) que el soñador ha forjado por pura "si- este sentido, representa la puesta en imágenes del comienzo del Salmo
metría bilateral" con Geseres y que no significa nada. Por lo tanto 137, canto de los lamentos ( Geseres) de los judíos exiliados: "Cerca
consiste en una burla de la teoría puramente gratuita de Fliess sobre de las aguas de Babel nos sentamos y lloramos." 2 Tienen igual senti-
la simetría bilateral. Así, la absurdidez del significante debe ser to- do : la necesidad de huir de Roma ( el emperador romano Tito des-
mada al pie de la letra: expresa, desplazándolo sobre un proceso for- truyó el templo de Jerusalén y provocó la diáspora de los judíos; luego
mal, el juicio de fondo formulado por Freud sobre esa teoría de la Iglesia católica, con sede en Roma, tomó el relevo de las persecu-
Fliess: tal teoría es absurda, es un sinsentido. Freud, no obstante, se ciones antisemitas) ; la alusión a la matanza de los santos Inocentes
cuida bien de enunciar en su comentario esa evidente conclusión. ( al ver, en Breslau, la placa de cierto doctor Herodes, Freud había
Y así retomó la notación final del sueño: "Ungeseres significa una dicho a Fliess: "Con tal de que no sea pediatra ... "); la obra teatral
preferencia en relación con Geseres", del mismo modo que el caviar m nuevo gueto, de Herzl, el fundador del sionismo, que impresionó
no salado es preferible al salado o que el pan sin levadura conviene mucho a Freud 3 ( sin duda a causa de su lección ( G 318-321) : los
a la Pascua judía "como .recuerdo del éxodo de Egipto, cuando los rnuros materiales del gueto han caído, pero el antisemitismo encierra
hijos de Israel no tenían tiempo de levar la masa de su pan". El sen- a los judíos en un nuevo gueto moral del que es riesgoso intentar sa-
tido de esa "preferencia" se enriquece algo más adelante gracias a lir ) ; la noticia de que un médico judío tuvo que abandonar su puesto
la reminiscencia de una anécdota que establece el lazo entre el primer 1·n Siena, trabajosamente obtenido, precisamente en el hospital psi-
fragmento del sueño (Mi hijo, el miope ... ) y el fragmento final (Auf qui átrico del Estado; por último, aunque Freud no hizo esta alusión
Geseres-Auf Ungeseres). El hijo del profesor M . .. había padecido a propósito del sueño sino sólo en su correspond encia de la misma
una inquietante afección en un ojo. El médico había afirmado que "en {·poca con Fliess, el caso Dreyfus en Francia. 4 La idea subyacente es
la medida en que sólo concerniera a un lado sería de poca importan- 2 Freud cita la traducción ,luterana, la más corriente en Alemaia. El texto
cia". Pero tal afección desapareció de ese ojo para reaparecer poco llf'breo dice "cerca de los ríos", no "de las aguas".
después en el otro. La madre estaba como enloquecida. El médico J Según..Grinstein, habría sido representada en Viena en 1893; o bien en
"se pasó ahora para el otro lado", es decir, hizo dar un giro comple. 1B98, según A. Bein, Theodor H erzl, a biography, Cleveland y Nueva York,
to a su opinión. "Usted convierte esto en un 'Geseres', gritó a la ma- 1%2, 123-170.
·• ¡ Nada, en el sueño, autoriza la interpretación de Maylan ( 1930), que con
dre. Si se ha curado de un lado, también se curará del otro. Lo que, 11na p erspectiva antisemita creyó poder describir la neurosis de Freud como el
en efecto, se produjo." Un cambio análogo de opinión efectuó Freud 11·sultado de un de seo reprimido de convertirse al cristianismo!
294 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" EL SUEÑO "MI HIJO, EL MIOPE" 295

del mismo tipo que el antiguo refrán romano: el Capitolio ( donde quiera": en realidad no debieron ser tan cualesquiera ... Las dos ra-
se acogía a los vencedores) está próximo de la roca Tarpeya ( desde mas de la familia se separaron en el momento de esa partida. El
donde se arrojaba a los condenados a muerte); la isla del Diablo (la sueño cumple el deseo de anular esa separación: por una parte,
prisión) acechaba en efecto al judío ambicioso, como Dreyfus, que Sigrriund dice "hasta luego" a aquellos de quienes se separa; por la
quiso hacer carrera en el ejército; y el asilo de alienados de Siena, otra, les dice: "hasta no-luego". J acob, su joven mujer y los dos
lo que asombró a Freud durante su viaje turístico al norte de Italia, niños del segundo matrimonio ( Sigmund y Anna) , se fueron "hacia
linda con la Porta Romana. un lado", hacia Viena: lado desdichado ( Geseres). Los dos mucha-
El segundo peligro sólo fue puesto de manifiesto en la conclusió n chos del primer matrimonio (Emmanuel con su esposa e hijos, y
del comentario: Jean-Martin, el hijo mayor de Freud, recibió como Philippe) partieron hacia "otro lado", hacia Manchester: lado feliz
regalo el pupitre utilizado por el hijo del profesor M ... en la época ( Ungeseres). El deseo que subyace en la "preferencia" terminal del
de su afección ocular, pupitre que por su construcción especial debía sueño es el siguiente: si yo hubiera partido con la otra rama de la
"impedir que el niño se volviera miope ( kurzsichtig) y que se des- familia hacia Inglaterra, si yo hubiera sido hijo de Emmanuel, me'
arrollara unilateralmente (einseitig). . . La preocupación sobre el habría librado del antisemitismo. El recuerdo encubridor publicado
desarrollo de un solo lado tiene varias significaciones: además del des- en 1899 completa el punto: yo habría continuado mis juegos guerre-
arrollo físico, puede tratarse de un desarrollo intelectual unilateral". ros con mi sobrino John y mis juegos sexuales con mi sobrina Pau-
La alusión fue aclarada más tarde, con motivo de otros s~eños ("Frau line. Entonces resulta comprensible la tercera frase del sueño: "La
Doni", "Autodidasker") en los cuales reapareció la misma preocu- escena tiene lugar ante una puerta, puerta doble al estilo antiguo."
pación: Jean-Martin era un niño dotado para la poesía, lo que in- "Ante una puerta" evoca la expresión sexual ante portas;* "el estilo
quietaba a su madre en cuanto a su porvenir profesional. En cuanto antig uo" designa un viejo recuerdo. Fue porque el niño trató de ver
al deseo del padre de alejar a su hijo de las relaciones femeninas consi- la doble puerta de Paulina -los orificios anal y vaginal- por lo
deradas peligrosas para su salud, aunque no figuró en parte alguna del <1ueresultó castigado en su vista ( se convirtió en "miope" o "tuer-
comentario, resultaba evidente en el texto del sueño tomado al pie de to") y exiliado lejos del objeto de su curiosidad. En cuanto a la mio.
la letra: el padre se hace entregar los niños por la mujer, y obtiene pía, realiza a la vez la defensa (perderás la vista si miras lo prohibi-
que aquel de los dos a quien ella solicitó un beso, se rehúse; además la do, o sea el sexo femenino) y el deseo (los miopes ven mejor de
mujer es un "guardián" o una "religiosa": una mujer prohibida. cerca : déjame aproximarme para ver mejor). Desde esta perspectiva,
Pero la "simetría bilateral" asimismo nos conduce a considerar rn la oposición verbal con que concluye el sueño, Auf Geseres-Auf Un-
ese pasaje manifiesto un cambio en su contrario del siguiente conte- ueseres, se especifica en relación con las personas a las cuales cada
nido latente: Freud, previendo su muerte, confía mentalmente sus una de esas expresiones está dirigida: a una mujer la primera, a un
hijos a su "gobernanta", pero sin duda también a Minna, su cuñada, hombre la segunda; representa, pues, la diferencia de sexos: el sexo
por lo tanto mujer prohibida, quien desde hacía dieciocho meses S<' masculino es Geseres, es decir, la causa de un decreto, de una orden
·había instalado en el hogar para ayudar a educarlos. (primer sentido de Geseres) ; el otro sexo se define negativamente,
¿ Qué deseo infantil estaba sobredeterminando esos deseos de la por la falta, por la ausencia ( Un-) del primero. "Ungeseres -dice
víspera? El sueño expresa: "una persona de sexo femenino ... toma Freud en su comentario-- está totalmente desprovisto de sentido":
a los dos niños y los entrega al padre, que no soy yo". Si Freud no 1·n realidad, tanto la cosa como la palabra carecían de sentido para
es el padre, figura pues en el sueño en tanto que hijo. "El mayor es I'! niño de tres años y medio (su edad al partir de Freiberg). Pero lo
nítidamente mi hijo mayor, no veo el rostro del otro": probable w~uro es que cada sexo tiene una "preferencia" por el otro.
alusión a su hermanito Julius, nacido en Freiberg y muerto a la edad Añadamos algunas observaciones al margen de las tres perspectivas
de seis meses. "La caracteriza una nariz roja": alusión a Nannie, que acabamos de desarrollar. Este sueño reproduce la estructura ha-
quien, como se enteró recientemente en la conversación con su ma- 1,itual de los sueños de Freud desde el comienzo de su autoanálisis:
dre , se embriagaba, además era sucia y robaba y había sido despedi- L, primera parte está constituida por una escena vista; la segunda,
da por esa última razón. Por lo tanto, lo que se encontraba figurado ¡,or una palabra o frase leídas u oídas. Confirma a Freud que el
en el sueño era la separación de Nannie y luego la partida de Frei-
berg hacia el "exilio". Partida "a causa de acontecimientos cuales- * "Pro pileos", en griego; cf. p. 182. [E.]
297
296 LA ESCENA PRIMITIVA . LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" E L SUEÑO "MI HIJO , EL MIOPE"

contenido latente (los pensamientos del sueño) pueden expresarse tan - evidencia, que ve las cosas mejor que Freud. El sueño está construi-
to en la forma del sueño, en su estilo, en la impresión que deja, do sobre la base de la oposición entre "miope" ( kurzsichtig, corto de
como en su contenido manifiesto. La impresión de absurdidad es la vista) y "perspicacia" (Scharf blick: acuidad de la vista de la que
tonalidad dominante del sueño y con ella finaliza, así como el sueño carece la niña de Ilreslau que pregunta a Freud su camino). Pero la
sobre Irma finalizaba con la trimetilamina. Por otra parte, su relato asociación de ideas cuya ausencia en los comentarios de Freud resul-
pertenece al capítulo de los sueños desprovistos de sentido y contri - ta más sorprendente, atañe a Edipo, quien se sacó los ojos al descu-
buye a probar que el sentimiento de la absurdidad inmediata de un brir que era incestuoso y parricida. Freud tuvo la intuición del com-
sueño forma parte de los pensamientos del mismo. "El trabajo de plejo de Edipo en octubre de 1897. Después se resistió a "ver" la
elaboración del sueño produce absurdidad cuando los pensamientos consecuencia del doble deseo incestuoso y parricida, a saber, cierta
del sueño contienen crítica, ironía y sarcasmo." Tal como lo ha visto amenaza representada sustitutivamente en el sueño por la afección
Buxbaum ( 1951), el sueño responde a la pregunta: ¿ hay sueños des- al ojo; por otra parte, la cicatriz en el mentón, curada por el médico
provistos de sentido, es decir, cuyo sentido sea una sinrazón? El sen- tuerto después de una falta y un accidente cuyo recuerdo ha sido
tido del sueño, que Freud no explicita, es, como hemos dicho, que la olvidado, representa la inscripCÍón de ello en la realidad vivida y su
idea de la bilateralidad es una sinrazón, un dislate. Freud experimen - huella en el cuerpo.
ta la misma decepción y desprecio que hacia su padre cuando éste ce- La creencia en la castración de la mujer para explicar la diferen-
dió el paso a un gentil en una calle de Freiberg. Concluye con obser -· cia entre los sexos constituye una teoría sexual infantil y una fan-
vaciones de estilo; a buen entendedor, pocas palabras: "De tal suerte, ta sía "originaria". Freud necesitó el resto del autoanálisis, con gran
con frecuencia, donde más absurdo parece es donde más cosas signifi- número de sueños, para llevar a cabo el trabajo elaborativo de la toma
ca el sueño. En toda época, los que tenían algo que decir y no podían de conciencia de esa creencia, de esa fantasía y de la angustia que las
decirlo sin peligro se hicieron pasar por bufones ... El sueño actúa co- acompaña. Tuvo que encontrar o, más bien, dejar que surgiera el sig-
mo Hamlet, cuando, obligado a hacerse pasar por loco, reemplaza los nificante apto para servir de mediador, a fin de lograrlo. Entre tan-
hechos reales con juegos de palabras ininteligibles." to, la afirmación f!iessiana de una bisexualidad fundamental del ser
Otra vez más, el ojo -al que remite la expresión "Mi hijo, el humano le sirvió a Freud de defensa ideológica contra el reconoci-
miope"- está en el centro de un sueño. Ver significa mantener el miento de la angustia de castración y contra la rememoración de
objeto a la distancia adecuada entre el deseo y el peligro: lo bastan- dicha teoría sexual infantil. Al mismo tiempo, Freud tuvo una "vi-
te lejos para que no nos amenace, pero al alcance de la vista para sión" parcial pero nítida del carácter fantasmático e ideológico de la
que continúe bajo nuestro control. Se trata de la componenda típi- teoría de Fliess, razón por la cual no lo satisfizo y se resolvió a cri-
camente histerófoba entre la curiosidad sexual y la angustia de cas- ticarlo. Freud presentía que la bisexualidad psíquica no se derivaba
tración. Con esta perspectiva se aclara la posición que Freud le pedía de la bisexualidad biológica: una explicación semejante es de la cla-
a Fliess que -adoptara: Fliess era el objeto contrafóbico en el cual se de las teorías sexuales infantiles. La bisexualidad resulta de iden-
Freud fijaba su ambivalencia y que lo protegía de sus miedos (mie- tificaciones a la vez masculinas y femeninas, es decir, de un proceso
do a los vía jes en tren, miedo a morir prematuramente por exceso puramente psíquico: en ello residirá la explicación propiamente psi-
de tabaco) . Si los Estudios sobre la histeria fueron consagrados a la coanalítica. Freud comenzó a advertir que era esa identificación
histeria de conversión, ahora uno de los principales progresos freu- bisexual la que estaba viviendo intensamente en su relación "trasfe-
dianos en psicopatología, como lo atestigua su correspondencia con rencia!" con Fliess: doble identificación probablemente figurada en
Fliess desde la muerte de su padre y que evidentemente se debió al el sueño por la "puerta doble".
trabajo de autoanálisis, fue la comprensión de la histeria de angustia. La bisexualidad, tema propio de Fliess, era para Freud una idea
Aníbal era tuerto: perdió un ojo en los pantanos de Etruria. Char - prematura, y no la retuvo mucho tiempo. El 16 de enero de 1898,
cot era estrábico, o sea que padecía una "torpeza" visual. Freud, en escribió a su amigo: "Toda clase de pequeñas cosas me suceden, los
su ·carta del 4 de enero de 1898, se mostró dispuesto a confesarse "zur- sueños y la histeria concuerdan cada vez mejor. Ahora los detalles
do parcial"* para darle el gusto a Fliess y dejarle creer, contra toda cierran el camino de los grandes problemas que abordamos en Bres-
* Gau cher : zurdo, pero también "torpe", "inhábil". De ahí el juego de pa-
lau." Así podía ya Freud liberarse de la influencia de Fliess cuando
labras con la gaucherie ( torpeza, "zurdera") del ojo de Charcot. (T.] {-sta lo desviaba de su propia línea, y regresar a su trabajo científico
299
298 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" EL SUEÑO "OTTO PARECE ENFERMO"

personal, que le parecía más importante. Lo repitió el 15 de marzo: go Otto -Osear Rie-, que al casarse con una hermana de Ida se
"Estoy lejos de subestimar la bisexualidad. Espero que me des nue- convirtió, en 1896, en cuñado de Fliess. Martha lo encontró enton-
vos esclarecimientos sobre ella ... Si me siento en este momento ale- ces con aspecto fatigado. El sueño fue como sigue: "Mi amigo Otto
jado del tema es porque estoy hundido en una oscura fosa y no veo tiene mala cara, su rostro parece cetrino, saltones sus ojos."
nada más" (F, 15 de marzo de 1898, al 264, ing 247-248, fr 219-220) . El sueño es referido y comentado por Freud en la . subsección 2,
"El sueño de muerte de personas queridas" (cap. v, "El material y
las fuentes del sueño"; sección 4, "Los sueños típicos"), como ejem-
plo del egoísmo del soñador (Td 276-278, ID 269-271, IR 234-236).
2. PREPARACIÓN DEL LIBRO SOBRE LOS SUEÑOS (FEBRERO-JULIO Reaparece en la sección m, "El cumplimiento de deseos", del capítu-
DE 1898) lo vn, "Psicología de los procesos del sueño", para mostrar cómo un
resto diurno únicamente entra en un sueño si "se pliega" a un deseo
El sueño "Otto parece enfermo" (febrero de 1898) (Td 561-562, ID 555-556, IR 472-473).
La clave del sueño es una excursión realizada seis años antes, pro-
El retorno a la dinámica interna del autoanálisis se manifestó en el bablemente en agosto de 1891, a los montes Rax en compañía del
sueño "Otto parece enfermo", que a mi juicio data probablemente profesor Kassowitz, director de la clínica de niños cuyo servicio <le
del mes de febrero. La carta a Fliess del 9 de febrero de 1898 pare- neurología estaba a cargo de Freud. El coche volcó; los turistas pasa-
ciera explicitar algunas circunstancias: a] Freud, en virtud de una ron la noche en la hostería más próxima. Un señor distinguido, un
consulta, acababa de hace.r un viaje bastante largo hasta Hungría; barón, que manifestaba todos los síntomas de la enfermedad de Base-
b] leyó la literatura relativa al sueño: lo decepcionó, salvo Fechner; dow, se ofreció para satisfacer cualquier necesidad, pero rechazó el
y tomó una decisión enorme: "Abandono el autoanálisis para consa- pr imer pedido que se le hizo: un camisón.
grarme a los libros sobre los sueños"; c] siguió el proceso a Zola ( "qué Asimismo Freud había solicitado a Otto, mucho tiempo atrás, que
hombre notable"), que acababa de comenzar en París (Zola fue velara por la educación de sus hijos si llegaba a morir , particular-
perseguido por su célebre artículo "Yo acuso", donde denunció las mente por su educación sexual a la hora de la pubertad . Basedow,
maquinaciones urdidas por los acusadores de Dreyfus) ; d] "Corre la cuya enfermedad el sueño atribuyó a Otto, también era el nombre de
voz de que el título de profesor nos será conferido en ocasión del ju- un pedagogo discípulo de Rousseau y célebre por su filantropía. Uno
bileo imperial, el 2 de diciembre. No lo creo, pero tuve al respecto de los sentidos del sueño era: si me ocurriese una desgracia, Otto
un sueño encantador que por desgracia no es posible publicar puesto no haría por mis hijos más de lo que el noble salvador hizo por
que su significación subyacente y profunda se refiere a veces a mi nosotros después del accidente del coche. Al identificar a Otto coh
nodriza (a mi madre), a veces a mi mujer" (F, 9 de feb. de 1898, ese hombre, Freud se identificaba con el profesor Kassowitz, quien
al 261, ing 245, fr 217). La descripción de ese sueño no correspon- durante mucho tiempo había hecho carrera fuera de la Universidad
de a ninguno de los referidos en Die Traumdeutung, aunque su tema y que no había alcanzado sino muy tarde su título de profesor , me-
reaparece en el de las "Tres parcas". Experimento la tentación de recido sin embargo. Otro sentido del sueño era, pues -una vez más-,
ponerlo en relación con otro resto diurno ( del cual Freud no habló ) la ambición de ser nombrado profesor. Como la primera vez que apa-
y que hasta ahora nó había sido detectado por los comentadores: el reció ese deseo, colegas judíos resultaban vilipendiados, y Fliess es-
30 de enero de 1898 (c. inédita cit. en S 141-142), Freud recibió con taba convirtiéndose en el símbolo de todos ellos. Por último , tercer
júbilo la noticia de una segunda preñez de Ida Fliess y anunció que, sentido: Freud temía sufrir la enfermedad de Basedow (bocio exof-
a causa de ello, esperará "más piadosamente" el próximo congreso. tá lmico). La continuación nos enseñará a qué otra enferm edad "ver-
La curiosidad sexual respecto de la mujer de su amigo puede consi- gonzosa" reemplazaba. Tales eran los sentidos que Freud reconocía
derarse verosímil. Y también son probables sus sentimientos de cul- rn su sueño ( al menos, los que publicó). Pero el resto diurno silen-
pabilidad hacia su amigo. De tal modo Freud tuvo otro sueño (pu- ciado nos esclarece acerca de la "trasferencia" edípica que tenía lu-
blicable) donde dichos sentimientos de culpabilidad fueron despla- gar respecto de Fliess. En el sueño sobre Irma, Freud expresaba sus
zados de Fliess a Otto. La víspera, en efecto -como la víspera del celos hacia su colega y amigo Otto, por qui en se de jaba Martha exa-
sueño sobre Irma-, recibió la visita del médico de la familia, el ami- minar. Aquí, a mi juicio, temía los celos de Fliess por su curiosidad
300 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG"
COMPOSICIÓN DE LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" 301
sexual en lo concerniente a Ida. El sueño tomó la precaución de sus-
fica del otoño de 1895), y en un libro que presentase una teoría gene-
tituir a Fliess por otro amigo de Freud que, en el ínterin, había lle-
ral de las neurosis, libro que hasta 1900 se redujo a algunas publica-
gado a ser el cuñado de Fliess: Otto ( Osear Ríe) , para atribuirle
ciones de artículos y a algunos manuscritos enviados a Fliess. La idea
una "mala cara" ambigua -a la vez enferma y malvada.
de que "el sueño [... ] contiene [... ] en germen la psicología entera de
las neurosis" apareció por primera vez en la carta a Fliess del 7 de ju-
Composición de la primera versión de Die Traumdeutung
lio de 1897 (F, al 226, ing 212, fr 188); era la continuación del manus-
crito N -31 de mayo de 1897-, donde comprobaba que "los sínto-
mas, como los sueños, son cumplimientos de deseos" (F, al 222, ing
Dos dinámicas psíquicas funcionaron simultáneamente en Freud a
209, fr 185) . El proyecto de escribir algo sobre los sueños germinó en
partir de febrero de 1898: la prosecución de su autoanálisis, puntua-
diciembre de 1897: en efecto, estaba implícito en el pedido, dirigido
da por nuevos sueños, y la composición de la primera versión de Die
a Fliess antes de su próximo congreso de Navidad, de "llevarme a
Traumdeutung, con un retorno reflexivo a sueños anteriores. Ambas
Breslau los ejemplos de sueños que te he enviado, al menos los que
dinámicas se entremezclaron hasta el verano de 1898, momento en
se encuentran en hojas separadas" (F, 12 de dic. de 1897, al 253, ing
que dicha primera versión fue abandonada; en cuanto al autoanáli-
238, fr 211 ) . En el intervalo, tuvo lugar el descubrimiento del com-
sis, se dirigió hacia formaciones del inconsciente distintas de los sue-
plejo de Edipo. El congreso de Breslau, en la Navidad de 1897, activó
ños, a saber: los olvidos, los recuerdos encubridores. Por mor de la
ese proyecto, y Freud, como ya se dijo, después de haber desechado
claridad expositiva, examinaré separadamente esas dos dinámicas, pero
cortés pero firmemente un competitivo proyecto de Fliess sobre la
primero es necesario subrayar su yuxtaposición. Continuando la acu-
bilateralidad y la bisexualidad, pudo escribir el 16 de enero de 1898:
mulación de material onírico personal ( que un año más tarde integró
a la segunda y definitiva versión de su libro), Freud redactó los "Toda clase de pequeñas cosas me suceden, los sueños y la histeria
descubrimientos ya efectuados gracias a los sueños precedentes y, cosa concuerdan cada vez mejor" (F, al 259, ing. 243, fr 216).
que hasta ahora no ha notado comentador alguno, lo hizo siguiendo El 9 de febrero de 1898, el proyecto aparecía firme y claro; era el
las grandes etapas del recorrido personal e intelectual que había proyécto de un libro: "Abandono el autoanálisis para consagrarme al
llevado a cabo hasta entonces: esa primera versión, en efecto, era libro sobre los sueños" -proyecto que puso a Freud en un gran estado
diacrónica. Freud, según su propia expresión, se "atascó" al abordar de exaltación. Incluso puede vislumbrarse en qué consistían los dos
durante el verano de 1898 la psicología del sueño, es decir, una primeros capítulos que estaba redactando: uno, introducción histó-
perspectiva sincrónica. La maduración de esta segunda perspectiva rico-bibliográfica; otro, presentación de ejemplos de sueños persona-
requirió todo el primer semestre de 1899, hasta diferenciarla en un les. "Por lo demás, y sin ningún motivo válido, me siento de un humor
capítulo sobre el trabajo del sueño -alrededor de la mitad del mis- espléndido y he encontrado mi interés del día." 5 "Estoy hundido en el
mo quedó compuesta por pasajes o secciones redactadas en la prima- libro sobre el sueño, que redacto con rapidez y regocijándome inte-
vera de 1898, y la otra mitad por adiciones. de la primavera de riormente por todos los 'cabeceos' que suscitarán las indiscreciones y
1899- y un capítulo final, propiamente metapsicológico, que escribió audacias que encierra. ¡ Cuántas cosas puede uno dejar de leer! ¡ El
durante las vacaciones en septiembre de 1899, mientras corregía las poquito de literatura publicado sobre el tema ya me repugna! Ha
pruebas de capítulos anteriores. Al comienzo del sexto y último ca- sido el viejo Fechner, con su noble simplicidad, quien ha enunciado
pítulo de este libro el lector encontrará un análisis detallado de Die la única idea sensata al decir que el proceso onírico tiene lugar en un
Traumdeutung, hecho según esa doble perspectiva diacrónica y sin- terreno psíquico diferente. Voy a dibujar groseramente el primer mapa
crónica. de ese terreno .. ." (F, 9 de feb. de 1898, al 260, ing 244-245, fr
Las cartas a Fliess permiten captar lo que debió de ser la primera 216-217). Fliess reaccionó con admiración teñida de envidia, reacción
versión del libro sobre los sueños. Después de haber escrito los Estudios conocida gracias a la respuesta de Freud, el 10 de marzo de 1898:
sobre la histeria en colaboración con Breuer y después de haber roto "No es una proeza pequeña haber visto, ante ti y acabado,- el libro
con él para proseguir solo y más lejos su camino, Freud pensó alter- sobre los sueños", lo que provocó el sueño de la "Monografía botá-
nativamente en un libro sobre la psicología normal y general ( cuya
primera versión, abandonada, fue el Esbozo de una psicología cientí- 5 Schur (S, 142, n. 44) ha destacado la broma que hace aquí Freud, cuan-
do declara que ha encontrado su interés diurno en el sueño nocturno.
302 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" COMPOSICIÓN DE LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" 303

nica" que estudiaremos más adelante. El resto de la carta contiene un profesor. Los filisteos se sentirán muy felices al poder decir que con
esbozo de reflexión metapsicológica sobre el sueño y un descubrimiento ello me he vuelto verdaderamente imposible. Lo que sin duda te habrá
capital: para suscitar un sueño es necesaria la conjunción de dos de- llamado más la atención será explicado más tarde (mi ambición).
seos, un deseo de la víspera y un deseo de la infancia: "He dejado de También encontrarán su lugar observaciones sobre Edipo rey, el cuento
lado ese trabajo y entre tanto el problema se ha ampliado y profun- del Talismán y quizá Hamlet. Antes será preciso que estudie la le-
dizado. Me parece que la explicación mediante la realización de un yenda de Edipo, pero no sé aún en qué obras.
deseo da una solución psicológica, pero ninguna solución biológica "Es penoso para mí importunarte en un momento en el cual no
o más bien metapsicológica. ( Por otra parte, es preciso que me digas tienes deseos de trabajar, pero me digo que el capítulo, dado su débil
seriamente si puedo poner a mi psicología, que desempoca detrás del tenor especulativo, no hará sino procurarte una distracción anodina.
consciente, el nombre de metapsicología.) Desde el puntb de vista bio- "En lo que concierne a la histeria, estoy completamente desorienta-
lógico, me parece que la vida onírica procede directamente de los do ... " (F, 15 de mar. de 1898, al 264-265, ing 248, fr 220).
residuos de una época prehistórica de la existencia ( de uno a tres Los dos sueños de ese segun.do capítulo que Freud envió entonces a
años). En esta etapa nace el inconsciente y se forma la etiología de Fliess son ciertamente el de la "Inyección a Irma" y el de "Tío de
todas las psiconeurosis; es el período normalmente disimulado por una
amnesia comparable a la histeria. Comienzo a sospechar que los sue-
ños resultan de cosas vistas en el período prehistórico, y las fantasías, CUADRO 4. Comparación de los planes de la primera
de cosas oídas; las psiconeurosis emanan de escenas sexuales vividas y segunda versión del libro sobre los sueños
en la misma época. La repetición de los incidentes vividos consistiría
esencialmente en una realización de deseo. Un deseo reciente no llega l'rimera versión (1898) Segunda versión ( publicada a fines
al sueño más que si está asociado a materiales de esa época pre- de 1899)
histórica, si el deseo reciente deriva de un deseo que se remonta a dicho Literatura sobr.e el terna. Cap. 1: La literatura científica rela-
período o si puede ser adoptado por aquel deseo remoto. Ignoro tiva a los problema del sueño.
hasta qué punto debo aferrarme a esta teoría que llega a las profun-
'1 lEl método y dos ejemplos]. Cap. u: El método de interpretación
didades abisales y no sé si ya puedo darla a conocer en mi libro sobre de los sueños. Análisis de un ejemplo
los sueños" (F, 10 de marzo de 1898, al 262-263, ing 246-247, fr 218- de sueño.
219). Cap. 1v: La deformación en el sueño.
Cinco días después las cosas habían avanzado hasta el punto de que
·¡ Los materiales del sueño. Cap. v: El material y las fuentes del
Freud pudo enviar a Fliess su plan y el manuscrito del segundo ca- sueño; secciones 1 : Lo reciente y lo
pítulo: indiferente en el sueño; 2: El mate-
"He pensado que quizá desearas leer lo que he escrito sobre los rial de origen infantil, fuente del sue-
sueños, pero que eres demasiado discreto para solicitármelo. Ocioso ño; 3. Las fuentes somáticas del sue-
ño.
decir que te lo habría enviado antes de que estuviera impreso, pero Cap. m: El sueño es un cumplimien-
como por el momento este trabajo está atascado, en realidad sólo to de deseos.
puedo hacerte llegar fragmentos. Aquí se imponen algunas explicacio-
1 Los sueños típicos. Cap. v, sección 4: Los sueños típi-
nes: se trata del segundo capítulo. El primero, que versará sobre la cos; subsecciones 1 : El sueño de con-
literatura, todavía no está escrito. Seguirán: fusión a causa de la desnudez; 2: E 1
"3. Los materiales del sueño; sueño de la muerte de las personas
"4. Los sueños típicos; queridas; 3: Otros sueños típicos.
"5. Los procesos psíquicos en el sueño; " , Los procesos psíquicos en el sueño. Cap. v1: El trabajo del sueño.
"6. El sueño y las neurosis. Cap. vu: Psicología de los procesos
"Los dos sueños descritos reaparecerán en los capítulos siguientes, del sueño.
donde su interpretación incompleta será completada . Esperemos que 1,, El sueño y las neurosis. (Abandonado en la edición definitiva;
no criticarás las observaciones sin maquillaje acerca del sueño del tratado el parte en el cap. vu.J
304 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" CO MPOSICIÓN DE LA PRIMERA "TRAUMDEUTUN G" 305

barba amarilla " que Freud llama el "sueño del profesor") . Ese se- firiéndome a los capítulos por venir. Precisamente he comenzado el que
gundo capítulo de la primera versión es pues el esbozo de dos capí- trata de los estímulos somáticos del sueño. También abordaré allí el
tulos de la versión definitiva, el capítulo n, "El método de interpreta- problema del sueño de angustia, sobre el que proyectaré una nueva
ción de los sueños. Análisis de un ejemplo de sueño" ( el de Irma), y luz en el capítulo final, 'Sueños y neurosis'. Añadiré, a la parte del
el capítulo rv, "La deformación en el sueño", que estará centrado trabajo que has leído, referencias a otras partes. Te quitarán la im-
en el sueño "Tío de barba amarilla". La carta permite así comparar presión de que el autor ha tomado en realidad su trabajo demasiado
los planes de la primera y la segunda versión ( cf. el cuadro 4, donde, a la ligera .
con la excepción de los que se hallan entre corchetes, los títulos de los "Ciertamente no pienso que esa redacción sea la definitiva. He
capítulos son de Freud). intentado primero dar forma a mis propias ideas, luego estudiaré a
Notemos también que la misma carta del 15 de marzo de 1898 fondo la literatura, por último agregaré ideas o las modificaré, según
hablaba por primera vez, y con entusiasmo, del novelista suizo de len- lo que mis lecturas me sugieran. Mientras mi trabajo no esté termi-
gua alemana Conrad-Ferdinand Meyer: la redacción de la primera nado continuaré sintiéndome incapaz de leer; sólo escribiendo logro
versión se encontraba en cierto modo "acompañada" -en el sentido completar los detalles. Hasta ahora he añadido veinticuatro páginas ,
musical del término- por la lectura de sus novelas, cuentos y poemas. pero sin duda ningún capítulo será tan divertido y profundo como el
Fliess leyó inmediatamente el manuscrito enviado por su amigo, y su que tú leíste.
apreciación, salvo algunas reservas, fue muy alentadora. Freud le res- "Espero que me darás de viva voz muchas otras informaciones so-
pondió el 24 de marzo para expresarle su satisfacción, para responder bre tu manera de pensar . No te sustraigas de los deberes ·que te im-
a las objeciones, para hablar del capítulo siguiente, cuya redacción pone tu calidad de primer lector y juez supremo ... " (F , 24 de
había comenzado ( capítulo 3 de la primera versión) y que versa sobre marzo de 1898, al 265-266, ing 249, fr 221) .
los estímulos somáticos del sueño (sección 3 del capítulo v de la ver- Los días siguientes, la redacción prosiguió con el mismo ritmo rá-
sión definitiva) y sobre el sueño de angustia ( capítulo III de la versión pido y en igual estado de gran concentración mental. Freud, con mayor
definitiva: los sueños de angustia sólo en apariencia contradicen la brevedad, se lo hizo saber a Fliess el 3 de abril: "At odd hours, sigo
teoría del sueño como cumplimiento de deseos). Freud anunció que redactando mi libro sobre los sueños. El segundo capítulo, en el que
este problema de la angustia sería retomado en el capítulo 6 y último trato las fuentes del sueño y los sueños típicos, está casi terminado,
de la primera versión; lo fue efectivamente en la sección 4, "El des- pero me deja menos satisfecho que el primero , y probablemente nece-
pertar por el sueño, la función del sueño, la pesadilla", del capítulo sitaré retocarlo. Fuera de esto, nada tengo que señalar desde el punto
VII y último de la versión definitiva. Ahora bien, Freud no estudiaba de vista científico. Sólo los sueños me interesan" (F, 3 de abr . de
nunca un problema sin apoyarse en datos concretos: ¿ cuál fue, pues, 1898, al 266-267, ing 250, fr 222) . Ese nuevo capítulo "casi termi-
el sueño personal del que se valió en este caso? En la versión defini- nado" corresponde a los capítulos 3 ("Los materiales del sueño") y
tiva, el sueño "Madre querida y personajes con picos de pájaro", 4 ( "Los sueños típicos" : sueños de desnudez, sueños edípicos) de la
sueño de angustia que tuvo Sigismund entre los nueve y los diez años. pr imera versión.
A falta de otros puntos de referenéia, ello me conduce a la siguiente El congreso prev"isto para Semana santa no pudo tener lugar a
hipótesis: fue en la segunda quincena de marzo de 1898 cuando Freud, causa de una indisposición de Fliess y de malestares de su mujer,
a mi juicio, se inclinó sobre ese sueño de su infancia. En efecto, derivados de su embarazo. Freud compensó su decepción mediante un
aseveró que desde entonces no había tenido sueños de angustia y que viaje relámpago, con su hermano, a Istria (Gorizia, Aquileya , Grado ,
era posible interpretar mucho tiempo· después un material onírico que Divara). A su regreso envió al amigo una entusiasta descripción (F,
ha permanecido vivaz (observación que hizo figurar en el capítulo , 14 de abr. de 1898, al 267-270, ing 251-253, fr 223-225). En un
sobre la literatura relativa al sueño y que se ha citado más arriba). pasaje inédito de esa carta (S, 144), expresó su indignación por un
He aquí lo esencial de la carta a Fliess del 24 de marzo de 1898: artículo que acababa de aparecer en la Wiener klinische Rundschau
"No te sorprenderá mucho que te hable hoy de tu .opinión sobre el (Revista clínica de Viena), crítica mordaz de la reciente obra de
manuscrito dedicado al sueño, opinión que significó para mí un día Fliess: Die Beziehungen zwischen Nase und weiblichen Geschlechtsor-
espléndido ... ganen ( "Las relaciones entre la nariz y los órganos sexuales femeni-
"Estoy felizmente en condiciones de responder a tus objeciones re- nos"). Tuvo entonces el sueño "Goethe ataca al señor M .. .", y el 27
306 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" CO MPOSICIÓN DE LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" 307

de abril ( carta inédita citada por Jones, I , ing 332, fr 333, y por cuagésimo primer año -23 + 28 = 51, correspondiendo 23 y 28 a
Schur , S 144), en virtud de la ausencia de respuesta por parte de la los ciclos fliessianos masculino y femenino respectivamente-, luego en
revista a su protesta del 14, comunicó a Fliess su decisión de renun- su sexagésimo primer año). Por lo tanto, si Freud terminaba ese año
ciar al comité de redacción de la misma. Por entonces concluyó la sano y salvo, si alcanzaba, lo que ya era próximo y probable, la fecha
redacción del capítulo en curso ( correspondiente a los títulos 3 y 4 fatídica del 6 de mayo de 1898, podía tranquilizarse por nueve años .
del plan de la primera versión) . Se lo envió a Fliess el 1 de mayo de Schur, ya se ha dicho (p. 125), vincula ese temor supersticioso a cier-
1898, indicándole de paso que ha llegado al título 5 de la primera ver- tas creencias judías concernientes a los "malos" números .
sión, sobre "Los procesos psíquicos en el sueño": "Anexo el capítulo Fliess respondió elogiosamente al manuscrito y plan enviados por
m del libro de los sueños. Vas a encontrarme algo aburrido, estoy Freud . El 18 de mayo (carta inédita, pasaje citado por Schur, S
hundido en los sueños hasta volverme completamente aturdido. Ahora 147) , puesto que la fecha fatídica ha pasado, Freud se dejó llevar
he terminado de redactar la parte psicológica en la que me había aún más por el reconocimiento hacia su lector privilegiado y bene-
detenido, pero no me gusta y no subsistirá. El capítulo que tienes en volente: "Me hace tan inmensamente feliz que me hayas regalado
las manos todavía está en estado bruto en lo que concierne al estilo: Ot ro. [. .. ] No puedo escribir si carezco de todo público, pero puedo
algunas de sus partes están mal expuestas , es decir , desprovistas de muy bien hallar placer en escribir únicamente para ti ." ·
vida. Los pasajes en que trato de las incitaciones somáticas al sueño La carta siguiente demoró un poco; para decir, el 9 de junio, que
deberían ser más destacados. Naturalmente, espero que cuando volva- la redacción de la primera versión del libro sobre los sueños no avan-
mos a vernos me des sobre el tema algunas opiniones pertinentes. Creo zaba más: "En cuanto al libro sobre los sueños, no marcha. He lle-
que las conclusiones son exactas" (F, 1 de mayo de 1898, al 270-271, ¡.(ado, es verdad , a la página 14, pero no es posible publicarlo tal como
ing 254, fr 225 ). Un poco después, en la noche del 10 al 11 de mayo, está, quizá ni siquiera sea posible mostrarlo a nadie. No es más que
tuvo Freud el sueño "Castillo al borde del mar". Otro sueño, "Sala un esbozo grosero. Hay que decir que es endemoniadamente difícil
de máquinas" o "Deshonestidad", data del mismo mes de mayo; no Pxponer la nueva psicología en la medida en que concierne a los
está . citado en la correspondencia con Fliess, al menos en la parte sueños, a causa de que permanece fragmentaria por su misma natu-
publicada de la misma. raleza. Además, todas las part es oscuras que he descu idado por pereza
Volvamos a la carta del 1 de mayo de 1898. Contiene un pasaje 1•xigen ahora ser esclarecidas. Necesito mucha paciencia, buen humo r
inédito conocido gracias a Schur (S 147): "Lo que dices de las dos y algunas ideas buenas. Heme aquí atascado ante las relaciones entre
agujas del reloj de la vida suena de manera tan familiar y evidente los dos sistemas de pensamiento; será preciso que me ocupe en ellos
que debería ser una novedad inaudita y una maravillosa verdad . Mayo seriamente. Seré inabordable durante cierto tiempo . La tensión debida
ha llegado , por lo tanto, a fines de mayo, lo escucharé. Es como si ,1 la incertidumbre provoca un espantoso estado de incomodidad que
yo pereciese, alguna fuente se agota en mí y se deseca toda capacidad rasi se experimenta físicamente .. ." (F, 9 de jun. de 1898, al 271-272,
de descubrimiento . No quiero describirte alg-o que se parecería dema- lll~ 254-255, fr 226).
siado a un a queja, tú me dir~ si se deb e a la edad o sólo a una de las En cambio, Freud continuaba leyendo con pasión a Conrad-Ferdi-
numeros as fluctuaciones periódicas . . Tengo la impresión de que has 11and Meyer, donde encontró ejemplos de "la idea de acción diferida"
determinado el sexo de tu próximo vástago de tal !Tlanera que la pe- v esbozó un ensayo sobre uno de sus relatos, La jueza. En efecto, in-
queña Pauline pueda esta vez llegar a ser una realidad ." s<'ftÓ ese ensayo breve en la carta siguiente, del 20 de junio, en la cual
Para comprender este pasaje, conviene recordar que Freud nació desarrolló la idea de que la novela familiar es una defensa contra el
el 6 de mayo de 1898* y que, según la teoría de Fliess, los períodos incesto entre hermanos y hermanas. Al mismo tiempo anunció que
cíclicos predeterminan las fechas de nacimiento, de enfermedad y de la redacción del capítulo 5, "Los procesos psíquicos en el sueño", esta-
muerte. Según los cálculos de Fliess, la edad de cuarenta años era ba más o menos terminada, y empleó una expresión curiosam ent e
temible para él (Fliess cumplirá cuarenta años en octubre de 1898), ~i·~ nificativa para describir su estado de ánimo creador: ese capítulo
mientras que hacía tiempo que Freud consideraba crítico su cuadra- "Ita sido escrito como en un sueño". Muchos creadores literarios y
gésimo primer año (luego depositó su temor a la muerte en su quin- < ientíficos han hecho la misma confidenci a, que convien e tomar al pie
de la letra, no considerar como figura de estilo: el trabajo psíquico de
* Así en el original. Es 1856. [E.] Lt creación es del mismo or:den que el trabajo psíquico del sueño.
308 LA ESCENA PRIMITIVA . LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" COMPOSICIÓN DE LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" 309

Con las siguientes diferencias: se trata de un sueño más o menos nota de los sueños personales que Freud hizo figurar en el capítulo v1
deseado, incluso provocado, al que se asiste no sólo despierto sino de la versión definitiva, "El trabajo del sueño", podemos formular la
sobre todo maravillado y que el creador trascribe casi inmediata- hipótesis de que se trata de una serie de sueños relativos a Fliess
mente, mientras su mente está llena de su presencia. (de ahí que apelara, a la vez, a "nuestra intimidad personal" y a
He aquí el pasaje en cuestión: "En cuanto a la psicología, su pro- "nuestra franqueza intelectual" ) . Entre ellos, dos fueron contemporá-
greso es extraño. Está casi terminada y ha sido redactada como en un neos de la actual primera versión: "Monografía botánica" (marzo de ·
sueño. Pero ciertamente es imposible publicarla con la forma que tiene 1898), que sirvió de principal ejemplo de condensación y desplaza-
actualmente. Por lo demás, el estilo muestra a las claras que no la miento, y "Goethe ataca al señor M . .. " ( abril de 1898), utilizado
destinaba a la publicación. Las dudas me asaltan ante ella. Todos como principal ejemplo de "figurabilidad . Sueños anteriores al descu-
los motivos reaparecen en la elaboración de las neurosis, no en la de brimiento del complejo de Edipo y ya comunicados a Fliess en la
los sueños. No concluiré nada definitivo antes de las vacaciones" (F, correspondencia también sirvieron de ejemplos de figurabilidad: el
20 de jun. de 1898, al 274, ing 257, fr 228). En un pasaje inédito de sueño consecutivo a la muerte del padre (octubre de 1896), los sueños
esa carta, conocido gracias a Schur, Freud comunicó a Fliess algunas de Roma ( enero de 1897) y "Via . . . Secerno" ( abril de 1897) . Re-
observaciones realizadas sobre su propia familia respecto del período cordemos que este último sueño constituyó una reacción ante una
de 28 días caro a Fliess, y añadió con gracia que su cabeza y la de clecepción provocada por Fliess. El sueño "Mi hijo, el miope" (enero
Fliess eran después de todo dos cabezas diferentes, incluso si ambas de 1898) , con el que Freud se desentendió de las cuestiones de bisexua-
eran cambiantes, puesto que ahora la suya se sentía perfectamente bien. lidad-bilateralidad caras a Fliess para emprender su propio libro sobre
En efecto, Freud había podido reemplazar el dolor de cabeza o los los sueños, fue utilizado para ilustrar la "absurdidad aparente" del
síntomas cardiacos por un dolor en la espalda con tendencia a irradiar sueño. Por último, otros dos sueños contempor áneos de la actual pri-
a zonas de la piel diferentes de las afectadas por el dolor cardiaco mera versión, fueron citados en el capítulo v1 de la definitiva: "Casa
anterior. Freud reconocía de modo manifiesto el carácter "psicosomá- de salud" o "Sala de máquina s" ( mayo de 1898) como otro ejemplo de
tico" , como diríamos hoy, de tales síntomas, y no los tomaba en serio figurabilidad, y "Castillo al borde del mar" (mayo de 1898) cerno
(S 149-150). ejemplo de la conservación de los afectos en el sueño, pero me parece
El estado creador prosiguió (Freud hablaba ahora de un "dictado poco probable que ya estuvieran integrados en el capítulo enviado a
del inconsciente") y el capítulo sobre "la psicología" fue terminado Fliess el 7 de julio. Sin que fuera dicho explícitamente, este último
rápidamente; lo envió a Fliess el 7 de julio: "Helo aquí finalmente. era un sueño de triunfo sobre Fliess. Por su contenido, consistía en un
Me ha costado mucho separarme de él. La sola intimidad personal no sueño de paisaje espléndido y de victoria. Freud lo soñó cuando, en
habría bastado, también era necesaria nuestra común franqueza inte- vez de encontrarse con Fliess (enfermo), realizó un maravilloso viaje
lectual. Mi trabajo me ha sido enteramente dictado por el inconscien- a Istria . Al regresar tuvo conocimiento del artículo que vapuleó el
te, según la célebre frase de ltzig, el caballero inexperimentado: '¿A- libro de Fliess.
dónde vas, Itzig?' - 'No tengo la menor idea. Interroga a mi caballo .' La hipótesis más verosímil es la que sostiene que el capítulo enviado
Al comenzar un capítulo ignoraba siempre el punto terminal. Es evi- a Fliess el 7 de julio contenía el relato comentado de la mayoría de
dente que no he escrito para los lectores; desde las primeras páginas los sueños que acabo de recordar; Fliess ya conocía los tres más anti-
abandoné toda tentativa de estilo. A pesar de ello tengo confianza en guos; los nuevos, que sin duda no le habían sido comunicados aún ,
los resultados. Aún no tengo la menor idea de la forma que adquirirá lo involucraban más o menos abiertamente.
finalmente mi texto" (F, 7 de jul. de 1898, al 274-275, ing 257-258, La familia de Freud pasó el mes de julio en Aussee. Freud y Fliess
fr 229). tuvieron allí un congreso en los últimos días del mes. Freud , que había
Estoy en desacuerdo con fa nota allí añadida por los editores de las avanzado mucho en su libro sobre los sueños y recibido los elogios del
cartas a Fliess: "Se trata probablemente de otro capítulo ·de La inter- amigo, se mostró más receptivo a las teorías biológicas de éste, teorías,
pretación de los sueños, sin duda del análisis de un sueño específico." como se recordará, que había dejado de lado después del precedente
En efecto, es lógico pensar se trata del capítulo sobre la psicología congreso de Navidad, en Breslau. El 30 de julio de 1898 (carta inédita
que la carta precedente anunciaba como "casi terminado" y que citada por Schur, S 151), se mostró ditirámbico acerca del encuentro :
evidentemente contiene ejemplos de sueños personales. Si tomamos Fliess era "el Kepler de la biología". Pero también escribió:
310 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" COMPOSICIÓN DE LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" 311
"No te retengas y escríbeme sobre las elipses,° aunque yo atraviese vicciones: "Quisiera verte hacer menos caso de mis facultades y tenert e
justamente uno de mis períodos tan irrazonables. Pues cada uno debe más cerca para oír más a menudo tus críticas. Por lo demás, mis opi-
dar lo que tiene, sin consideraciones hacia el Otro. Así también obr o niones no difieren para nada de las tuyas y estoy lejos de pensar que
yo; la ausencia de coacción que uno experimenta constituye el princ i- lo psicológico flota en los aires y carece de fundamentos orgánicos.
pal encanto de la correspondencia. Sin embargo, convencido de la existencia de esos cimientos pero no
"Me gustaría tanto darte lo que no tienes tú: una cabeza libre ; sabiendo más ni en teoría ni en terapéutica, me veo constreñido a
pero sabes que es imposible. Lo que hay de inacabado en tus hallazgos comportarme como si me enfrentara únicamente a factores psicológi-
no me molesta en absoluto; ya sabes, no reflexiono, reacciono, gozo, cos. ¿ Por qué todo ello no concuerda? Lo ignoro aún" (F, 22 de
me asombro y estoy lleno de espera." sept. de 1898, al 282, ing 264, fr 235). El estancamiento intelectual
Schur comenta así ese pasaje: "Esa carta indica un nuevo progres o de Freud quedó confirmado por las cartas del 27 de septiembre y del
de Freud en su autoanálisis. Se trata a sí mismo con la misma obje ti- 9 de octubre. La del 23 de octubre anunció por fin su decisión de
vidad de que da pruebas un psicoanalista ante un paciente que en atenerse a las consecuencias de ese estado y por lo tanto de l¼_bando-
apariencia ya no produce ningún material nuevo verdaderamente in).- nar la primera versión de su obra, sin desesperar, no obstante, de
portante. No pierde la confianza en sí mismo y habla orgullosamenle lograr algo un día:
de su situación interior. La insistencia que Freud pone en hablar de "Un débil resplandor de esperanza me lleva a pensar que este año
una libertad de expresión sin coacciones en su correspondencia con podría ser capaz de descubrir el camino que, fuera de los graves erro-
Fliess explica su franqueza hacia éste, pasada y por venir ... También res, conduce a la verdad. Pero ~ún no veo la luz y nada desearía decir
expresa su compasión y su tristeza al no poder darle a Fliess algo que ahora. Me lo reservo para nuestra entrevista, que espero desde hace
le falta: 'una cabeza libre'. Freud alude a los frecuentes dolores de tanto tiempo .
cabeza de Fliess, que va a necesitar pronto una nueva operación, pero " Por lo demás, no me encuentro en condiciones de hacer otra cosa
la frase posee también otro sentido, el de conservar claro el pensamien- que estudiar la topografía· de Roma, cuya nostalgia se torna cada vez
to" (S 151). 111ás aguda. El libro sobre los sueños ha sido irremediablemente dejado
Agreguemos dos observaciones . En primer lugar, el mes de julio dr lado. Carezco de estímulos para preparar su publicación, pero sus
y el comienzo de agosto se señalan para Freud no sólü por un renuevo lagunas en psicología y también las que subsisten en el ejemplo ana-
de sueños sino por la reaparición en esos sueños del tema, según su lizado a fondo estorban mi conclusión. No puedo aún superar tales
propia expresión, d_e "la basura": "Hollthurn", "Los excusados al aire obstáculos. Fuera de eso, estoy completamente aislado, incluso he re-
libre", "Conde Thun". En segundo lugar, el libro sobre los sueños nunciado este año a mis conferencias para no verme obligado a hablar
ya no avanza, a causa quizá de la emergencia de la nu~va temática, de cosas que toda~ía no comprendo bien.
con más seguridad como consecuencia de la incapacidad de Freud
"[.. .] Sin embargo, he aprendido algo que me convierte en un vie-
para vincular la psicología del sueño con la psicología general, para
articular el inconsciente, el preconsciente y la consciencia, es decir, ¡o. Si el establecimiento de ciertos puntos indispensables para la ex-
para ver claro en la metapsicología, a pesar de .la provechosa lectura plicación de las neurosis exige tanto trabajo, tiempo y errores, ¿ cómo
1 reer que obtendré una visión de conjunto de todos los hechos psíqui-
que hace en agosto del libro del psicólogo de Munich, Lipps: Grund-
1 os, según ant es había esperado orgullosamente?" (F, 23 de oct. de
tatsachen des Seelenlebens (Los hechos fundamentales de la vida
1B98, al 287, ing 269, fr 239).
psíquica) ( 1883) , donde la afirmación de la existencia de procesos in-
conscientes es sólidamente apuntalada. Muchas cosas, en realidad, ocurrieron entre el 9 y el 23 de octu-
Pauline Fliess nació en la última semana de agosto. Freud y Mar- hr<'. Fliess se hizo operar, y en un principio las noticias fueron malas,
tha viajaron a Italia durante la primera quincena de septiembre. El lo t¡L''.: provocó el sueño "Non vixit". Simultáneamente, Freud sufrió
sueño "Tres parcas" tuvo lugar en ese momento. De regreso a Viena, 11tucho a causa de un forúnculo mal localizado, lo que provocó el
Freud se vio horro de entusiasmo y se contentó con reafirmar sus con- ,ucño de la "Cabalgata". El 18 de octubre, la hermana de Freud casa-
d,\ hacía poco, Rosa, tuvo una hija, como Fliess. Por úitimo, el 24 cum-
a Freud y Fliess manifiestamente llaman "elipses" a los períodos en los que ¡,lía Fliess cuarenta años, día temible para alguien que creía que esa
uno no se siente bien. (Nota de Schur.) ,·dad constituía la fase crítica de su existencia. Freud le escribió el
312 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "'l"RAUMDEUTUNO" E L SUEÑO "MONOGRAFÍA BOTÁNICA" 313

23, para desearle un feliz aniversario. En lugar del libro provisoria- 155) . La misma mañana , Freud advirtió en un escaparate una recien-
mente abandonado , la muerte fue por varios meses el tema principal te monografía sobre la especie* ciclamen .8 Por la tarde tuvo una lar-
de la vida interior de Freud. ga conversación con su amigo Konigstein. Hablaron del volumen ju-
bilar -30 Jahre experimentelle Pathologie (Treinta años de patolo-
gía experimental), Leipzig-Viena, Deuticke-, ofrecido al profesor
Salomon Stricker, director del Instituto de anatomía patológica. Fue
3. SUEÑOS CONTEMPORÁNEOS DE LA PRIMERA VERSIÓN allí donde en septiembre de 188:1-,hallándose Freud en vacaciones,
Koller pidió al asistente, doctor Gartner, que procediera a ensayos de
El sueño "Monografía botánica" (8, 9 o JO de marzo de 1898) anestesia local del ojo con cocaína; experimentaron con una rana, un
conejo, un perro y, por último, en sí mismos, realizando el gran des-
Así, desde los primeros días de febrero de 1898, Freud estuvo poseído cubrimiento que pudo haber sido de Freud. El descubrimiento estaba
por el ¡royecto, que lo absorbió durante más de un año y medio, de citado en el volumen, entre los títulos de gloria del laboratorio. Pero
escribir un libro sobre los sueños. De manera fecunda trabajó en él no decía nada del papel desempeñado por Freud en la preparación
hasta las vacaciones del verano de 1898. Luego sufrió una detención de ese descubrimiento. Aunque tal omisión había llegado a ser cosa
que superó inaugurando nuevas formas de autoanálisis, las de los corriente, Freud se sentía mortificado cada vez que se producía. Ha-
nombres olvidados y los recuerdos encubridores. Volvió progresiva- bló asimismo con Konigstein de los problemas que plantea la remu-
mente a la anterior tarea a partir de mediados de enero de 1899 y neración de la atención médica entre colegas, de una enferma de
terminó la redacción definitiva a principios de septiembre del mismo Freud llamada Flora, de una antigua enferma, amiga de su mujer,
año . que Martha había encontrado la antevíspera. El marido de esta en-
Cuando Freud dijo que abandonaría el autoanálisis para consagrar- ferma, una vez, había olvidado llevarle el día de su cumpleaños las
se al libro, su afirmación debe ser rectificada. Suspende el autoaná- flores tradicionales; él se excusó diciendo que lo había olvidado por
lisis intensivo y sistemático que había culminado en octubre de 1897 completo; ella redobló su llanto, "pues ve en el olvido de su marido
y desembocado en el descubrimiento del complejo de Edipo y en la una prueba de que ella no ocupa en sus pensamientos el mismo lugar
rememoración de sus primeros recuerdos de infancia. Pero no renun- que antaño". Freud se había valido recientemente de ese ejemplo
ció al análisis ocasional de sus sueños. Los del año 1898 constituye- para probar que un olvido expresa los deseos secretos del sujeto, ex-
ron una parte importante de los ejemplos que fueron citados en la tensión a la memoria del mecanismo descubierto en los sueños. La
versión definitiva. Continuaron respondiendo a los problemas que charla con Konigstein fue interrumpida por la llegada del profesor
Freud se planteaba : ilustrar su libro, comprender mejor los mecanis- Gartner ( en alemán: "jardinero") y su joven esposa; Freud les hizo
mos oníricos. Pero no es posible entregarse a semejante trabajo impu- cumplidos por su aspecto "floreciente".
nemente, sin tocar los resortes personales más íntimos. Y Freud pa- Vandendriessche ( 1972), en su estudio sobre este sueño, subraya
deció así --como en la primavera de 1897, como en noviembre de ese que la relación entre vista y escritura, cuya importancia comproba-
año-- un nuevo período de parálisis, que requería nuevos brotes de mos en los sueños que precedieron el descubrimiento del Edipo, vuel-
autoanálisis intensivo . ve a ser esencial en los restos diurnos de este nuevo sueño, que es-
El 8 o 9 de marzo de 1898, Freud recibe una carta de Berlín: 7 cande el comienzo de la primera versión del libro sobre los sueños y
"Tu libro sobre los sueños (Traumbuch) me ocupa mucho. Lo veo la esperanza de nuevos descubrimientos. En efecto, la monografía so-
ante mí, terminado, y a mí mismo hojeándolo" (Td 177, ID 172, IR bre el ciclamen, como la Biblia de Philippson, une texto e ilustración.
En cuanto a la contribución de Gartner a la Festschrift en honor del
7 Lo seguro es el orden en que suceden los tres acontecimientos: recepción profesor Stricker, estaba consagrada al nuevo método de enseñanza
de la carta de Fliess, sueño "Monografía botánica" la noche siguiente, res-
puesta de Freud a Fliess el 10 de marzo. Como Freud maneja con prontitud * Género. [E.]
su correspondencia y como la carta parece escrita bajo el influjo del sueño, a Vandendriess che (1972) ha encontrado el volumen: Dr. Friedrich Hilde-
es razonable suponer que la cart a de Fliess llegó el 8 o el 9 de marzo y que brand, Die Gattung Cyclamen L. Eine systematische und biologische Mono-
el sueño tuvo lugar en la noche del 8 al 9 o en la del 9 al 1O de marzo graphie. Mit 6 lithogr . Tafeln ("El género Cyclamen L . Monografía sistemá-
de 1898. tica y biológica . Con 6 láminas en colores"), Jena, G. Fisher , 1898, 190 p.
314 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" EL SUEÑO "MONOGRAFÍA BOTÁNICA" 315

de la medicina ideado por el último, que ilustraba sus cursos con pro- es el cumplimiento de un deseo de la víspera. El sueño "Monografía
yecciones luminosas. botánica" permitió un nuevo descubrimiento, tal como Freud lo es-
Por la noche, Freud tuvo un sueño del que dio tres versiones en peraba: el deseo reprimido de la víspera no produce un sueño más
Die Traumdeutung; Grinstein ( G 65) señala que esas variaciones son que si se asocia con un deseo reprimido de la infancia.
el signo de una defensa frente a un material muy cargado de afectos: La interpretación de Freud apuntó hacia tres direcciones. Una fue
a) "He escrito una monografía sobre cierta (indistinta) especie de simplemente esbozada; otra, desarrollada en detalle; la última, deli-
plantas" (Td 171, ID 165, IR 150). beradamente escondida al lector, pero fácilmente reconstituible.
b) "He escrito una monografía sobre cierta planta. El libro está J] Dirección expedita desde un principio. El ciclamen era la flor
ante mí y me encuentro dando vuelta a una lámina en colores plega- preferida de Martha, mientras que Sigmund sentía pasión por la al-
da. En cada ejemplar figura un espécimen seco de la planta, como si cachofa, que a menudo le servía su mujer. "Me reprocho pensar rara
proviniese de un herbario" (Td 175, ID 169, IR 153). vez en llevárle flores, como ella lo desea." Freud, pues, se identificaba
c) «He escrito la monografía de una planta ( de especie indetermi. con el marido de su antigua paciente. Imposible no pensar en el sen-
nada). El libro está ante mí, y me encuentro dando vuelta a una lámi- tido simbólico de la expresión: "ofrecer flores a su mujer" : Freud
na en colores plegada; un espécimen seco de la planta está unido al habría descuidado dar a Martha testimonios de su virilidad. Por cier-
ejemplar" (Td 287, ID 282, IR 245). to, Freud sentía que envejecía -así lo escribió a Fliess-, pero "sa-
Las dos primeras versiones figuran y son extensamente comentadas tisfecho". Otra vez más, el sueño lo ha jµstificado ante Martha, com-
al comienzo de la sección 1, "Lo reciente y lo indiferente en el sue- parándola con jóvenes "en flor", pacientes o amigas, cuyo prototipo
ño", del capítulo v, "El material y las fuentes del sueño" ( T d 175- es Irma. Se puede, pues, atribuir al sueño el siguiente sentido: segu-
182, ID 169-176, IR 153-159). El sueño es presentado como ilustra- ramente ha decrecido mi deseo sexual por 11artha; pero he sido capaz
ción de que "todo sueño está ligado a los acontecimientos del día que de escribir importantes monografías (sobre la cocaína, la histeria y,
acaba de trascurrir" ( T d 170, ID 165, IR 149) . Es brevemente reto- pronto, el sueño; en una palabra, sobre la sexualidad) ; por otra
mado en la sig1:1ientesección 2, "El material de origen infantil, fuente parte, con seis hijos, ya he dado pruebas de virilidad.
del sueño", como ejemplo de un recuerdo de infancia utilizado por el Erich Fromm ( 1953) ha reinterpretado este sueño apoyándose en
sueño ( T d 197, ID 191, IR 170). La tercera versión está referida y otro simbolismo, el de la flor seca, negación de la vida y la belleza.
comentada en el capítulo v1, sección 1, como ejemplo de condensa- El sueño expresaría el sentimiento de Freud de haber fracasado en
ción (Td 287-290, ID 282-284, IR 245-247). El sueño es otra vez la parte de la vida caracterizada por el amor y la ternura, y de ha-
citado brevemente en la sección 2 como ejemplo de desplazamiento ber sacrificado esos sentimientos a su único y caro anhelo, la ambición:
(TD 310, ID 305, IR 263-264) y en la sección 8 como ejemplo de "El sueño expresa una contradicción profunda entre la personalidad
represión de los afectos en el sueño (Td 470, ID 467, IR 398). Grin- total de Freud y su manera de vivir. En el fondo, el centro principal
stein consagra un capítulo a este sueño ( G, cap. 2). de interés de su vida y estudios no es otro que el amor y la sexuali-
Al día siguiente, Freud interpretó su sueño y escribió a Fliess, pro- dad. Pero es puritano [... ] Ha dejado que la flor se seque: ha hecho
bablemente el mismo día, sobre los resultados teóricos que esa inter- del sexo y del amor el. objeto de un escrutinio científico, de una es-
pretación ha confirmado. La vida onírica procede de los residuos de peculación; pero les ha quitado la vida" (pp. 75-76). Freud, segura-
una "época prehistórica", es decir, de los tres primeros años de la mente, correspondía al tipo de sabio germánico austero cuyo ejemplo
existencia, época en que se constituye el inconsciente y que una am- le dieron sus maestros. Pero su seriedad no se debía únicamente al
nesia ulterior disimula. "Un deseo reciente no llega al sueño más que puritanismo de la época victoriana: resultaba de la moral judía a
si está asociado a . materiales de esa época prehistórica, si el deseo re- la cual Freud se adhería íntimamente. En el contexto, la flor seca
ciente deriva de un deseo que se remonta a ese mismo período, o si se nos aparece más bien como el símbolo del arte de envejecer. Por
puede ser adoptado por este último." Freud se contentó con una alu- último, Fromm se equivoca cuando reprocha a Freud limitar el sue-
sión al motivo que sirvió de punto de partida al sueño: "No es una ño a la satisfacción de un deseo sin ver que traduce toda la actividad
proeza pequeña haber visto ante ti, y terminado, el libro sobre los mental. Eso equivale a desconocer los mecanismos del trabajo del
sueños" (F, 10 de mar. de 1898, al 262-263, ing 246-247, fr 218-219). sueño, algunos de los cuales Freud acababa de descubrir en diciembre
El sueño sobre Inna había permitido a Freud descubrir que el sueño y en enero.
316 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" EL SUEÑO "MONOGRAFÍA BOTÁNI CA" 317

En su libro, donde toma retrospectivamente la defensa de Tausk tener hijos, se ha convertido en una "flor seca"; Sigmund podía en-
contra Freud, Roazen ( 1969) traza de Freud el curioso retrato de un tonces seguir la pendiente de su car ácter y satisfacer con ella todas
hombre que habría descargado ( désinvesti) bastante pronto las rela- sus fantasías; en la adolescenc ia, no satisfizo sino · sus fantasías de
ciones sexuales, que a partir de entonces habría sido atraído por mu- lecturas; ahora era a su fantasía* sexual a la que podía dar libre
jeres inteligentes y narcisistas sin consumar nada con ellas y que se curso sin temor a las consecuencias . Además, Roazen comete un error
habría mostrado celoso de las actividades sexuales de sus hijos y de sus cuando indica un intervalo de "justo un año" entre el comienzo de
discípulos. Aquí se ve perfilarse una sutil forma de crítica contra el la sexta preñez de Martha ( que ella advirtió hacia abril o mayo de
psicoanálisis, que intenta reducir a su inventor . . . ¡ a la impotencia! 1895; Anna, recordémoslo, nació el 3 de diciembre de 1895) y la
Pero Freud, indiscutiblemente, con gran objetividad e igual sereni- car ta de marras a Fliess ( que data, cosa que Roazen no dice, del
dad, aportó conocimientos no sólo sobre la sexualidad adulta sino 31 de octubre de 1897): el intervalo , pues, fue en realidad de dos
también infantil, que mucho perturbaron a la gente de su época. Del años y medio . En tercer lugar, la frase sacada de esa carta ha sido
mismo modo indiscutible, Freud vivió una gran pasión con su novia, arbi trariamente separada de su contexto: Freud acababa de descu-
luego llevó una vida amorosa y sexual ordenada, lo que molesta a brir el complejo de Edipo; después de tres semanas de impulso crea-
mucha gente de nuestra época, cuyas costumbres han evolucionado dor y de entusiasmo, la exáltación decreció; el aut:oanálisis se le
notablemente. Freud no deja de molestar . . . Lo que llama la aten- torn ó otra vez "oscuro" y dejó de aportarle "resultados" . He aquí el
ción en Roazen es la debilidad y hasta la ausencia de pruebas. Escri- pasaje completo : "Lo más desagradable son los estados de ánimo que
be: "Las relaciones sexuales entre Freud y su mujer, es una evidencia, a menudo disimulan totalmente la realidad. Una persona como yo no
cesaron precozmente . Hacia la edad de cuarenta y un años, escribía tiene ya nada que hacer con la excitación sexual, pero sin embargo
a su amigo más íntimo que 'la excitación sexual ya no es útil a al- perm anezco sereno" (F, 31 de oct . de 1897, al 242, ing 227, fr 201).
guien como yo'." 9 "La potencia de Freud pudo verse influida por Ahora bien, ¿ sobre qué problemas teóricos estaba reflexionando Freud?
su rechazo de los anticonceptivos. Y como Martha quedaba fácilmente El último párrafo de una carta anterior, la del 27 de octubre, cuatro
encinta, dejar de retirarse a tiempo equivalía a tener hijos, lo que días antes, fue dedicado al problema de la "excitación sexual", de la
necesariamente volvía a la pareja más ansiosa en cuanto a sus relacio- suspensión de su descarga en la histeria, de la masturbación y de las
nes. Justo un año antes de que Freud escribiera esta carta sobre el fantasías concomitantes que reempf'azan a los juegos sexuales infan-
hecho de que la sexualidad ya no le era útil, Martha había creído ( o tiles después de que éstos han sido prohibidos. La frase incriminada
deseado) que comenzaba su menopausia, aunque no tuviese sino trein- por Roazen, pues, debe entenderse en dos sentidos, a saber, un sen-
ta y cinco años. 10 En realidad, su sospecha de menopausia resultó ser tido carnal: Freud atravesaba, después de la euforia de su descubri-
su último vástago, Anna. Sea como fuere, Martha tuvo aparentemen- miento, una fase de inhibición general y, especialmente, de inhibición
te una menopausia muy precoz, poco después" (pp. 57-58). sexual; un sentido intelectual: Freud no avanzaba más en sus re-
Esta argumentación contiene varios puntos débiles. En primer lu- flexiones sobre el problema de la excitación sexual; "una persona
gar, si Martha tuvo, como es posible, una · menopausia precoz, ¿por como yo" significa "una persona en el estado interior desagradable
qué habría Sigmund detenido su vida sexual con ella? Al contrario, en el que me encuentro". ¿Acaso en la carta del 27 Freud no seña-
no viéndose incomodado por la obligación de retirarse o de recurrir laba: "vivo en mí mismo todo lo que he podido observar en mis
a preservativos, debió de recuperar con ella una vida sexual, segura- aud itores en tanto que pacientes", y: "la resistencia ha llegado a ser
mente menos frecuente, pero más fácil y feliz. Tal perspectiva aclara para mí una cosa objetiva y tangible"? (F, 27 de oct. de 1897, al
el sueño "Monografía botánica" : Martha, dejando atrás la edad de 240, ing 226, fr 200). El procedimiento de Roazen es cuando menos
inelegante, consiste en hacer pasar una inhibición pasajera por un
9 Se trata de la carta a Fliess del 31 de octubre de 1897 (al 242, ing 227, estado definitivo y en presentar como "evidencia" una afirmación
fr 201). La traducción francesa del libro de Roazen (p. 229, n. 6) remite mal fundamentada.
erróneamente a la página 277 (en lugar de 227) de la edición inglesa; es
por lo demás la única referencia que da Roazen, una referencia de página y RestablezcamoS- los hechos. Que Freud a los cuarenta años haya
no de fecha.
10 Roazen presenta como fuente sus "conversaciones con el doctor Esti * En los tres casos, el texto dice fantaisie. Se trata pues del vocablo co-
Freud, el 30 de abril de 1966 y el 27 de agosto de 1966" (p . 229, n. 10). rrien te, no del término técnico (fantasme) . [T.]
318 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" EL SUEÑO "MONOGRAFÍA BOTÁNICA" 319
entrado, como todo hombre, a la vez en el período climatérico y en
.
pesar de sus modestos recursos, se había abonado a varias publicaciones
la crisis de la mitad de la vida, que haya conocido una disminución médicas, cuyas láminas en colores le encantaban. Más tarde dibujó
del apetito y de la actividad sexuales, todo ello no sólo es verosímil él mismo las láminas y cuadros que acompañaban a sus artículos, pero
sino que puede ser inferido de otros pasajes de su correspondencia. con tan poca habilidad que solían burlarse de él. Tenía -siempre en
En mayo de 1896, aplaudió la idea de una "menopausia masculina" la misma época- una verdadera pasión por los libros, como un gusa-
que Fliess extrajo de su teoría de los períodos (F, 1 de mar. de 1896, no roedor. Tal pasión le salía cara y le valió una reprimenda de su
al 170-171, ing 159, fr 141-142). Confió en enero de 1897: "Pienso padre.
que ahora he superado la edad crítica. Mi estado de salud se ha esta- He aquí, finalmente, el recuerdo infantil que suministró la escena
bilizado" (F, 24 de ene. de 1897, al 203, ing 191, fr 168). En no- original: "Un día, mi padre se divirtió dejando que la mayor de mis
viembre de 1900, después del relativo fracaso de Die Traumdeutung, hermanas y yo destruyéramos un libro con láminas en colores ( des-
escribió a Fliess un autorretrato que ilustraba por cierto, a posteriori, cripción de un viaje a Persia). En el plano pedagógico, era algo di-
el sueño "Monografía botánica" : fícil de justificar. Yo tenía entonces cinco años, mi hermana menos
"En las horas de ocio, cuido de evitar la reflexión y me dejo ir al de tres, y la imagen de nosotros dos, en el colmo de la alegría, des-
capricho de mi fantasía; juego al ajedrez y leo novelas inglesas, pros- hojando ese libro hoja por hoja ( a la manera de una alcachofa) ( debo
cribiendo todo lo serio. Hace meses que no he fijado por escrito nin- decirlo) es casi la única que me ha quedado como recuerdo plástico
guna línea de lo que aprendo o sospecho. Desde que me veo liberado de ese período de mi vida. Luego, estudiante ya, se desarrolló en mí
del trabajo profesional, llevo una existencia de filisteo ávido de place- una manifiesta predilección por coleccionar y poseer libros ( análoga
res. Tú sabes hasta qué punto son limitados; los buenos cigarros me a mi inclinación por estudiar a partir de monografías. una pasión fa-
están prohibidos, el alcohol no me produce satisfacción alguna, he vorita, tal como la que en los pensamientos del sueño aparece ya en
dejado de procrear y mis contactos humanos han sido rotos. Vegeto lo que atañe a ciclamen y alcachofa). Me convertí en una rata de
pues, despreocupado, y cuidadosamente mantengo alejado mi pensa- biblioteca [Bücherwurm ]. Desde que reflexiono sobre mí mismo, siem-
miento de los objetos de mis trabajos cotidianos. Con este régimen pre he vinculado esa pasión primera de mi vida con aquella impre-
conservo mi buen humor y me sostengo a la altura de mis ocho víc- sión de niño o, más bien, he reconocido que la escena infantil es un
timas y verdugos. 'recuerdo encubridor' de mi ulterior bibliofilia. Naturalmente, tam-
"Todos los sábados me zambullo con alegría en una orgía de tarot, bién aprendí temprano que las pasiones [Leidenschaften] fácilmente
y un martes sí· y otro no paso mis veladas con mis hermanos judíos, producen sufrimientos [Leiden]" (Td 178, ID 172-173, IR 155-156).
para quienes de nuevo he pronunciado, recientemente, una conferen- La referencia al recuerdo encubridor ( cf. el artículo 1899a) sólo
cia" (F, 11 de marzo de 1900, al 334, ing 312, fr 277-278). pudo ser agregada al redactar la segunda versión del libro. Pero nos
Una disminución de la vida sexual no implica un abandono comple- orienta hacia una confrontación del contenido de los dos recuerdos
to de ella. Freud se encontraba en plena crisis de madurez: sentía 1·ncubridores: el de Freiberg, analizado a principios de 1899, cuando
menos apetitos carnales, lo inquietaba la muerte y lamentaba no poder Sigismund y John "arrancaban las flores" de la pequeña Pauline, y
ya procrear; pero, en desquite, se convertía en creador. PI de Viena, cuando él "deshojó" con su hermanita Anna, colmado
2] La interpretación propuesta por Freud vinculaba su situación de un intenso placer, un libro de imágenes: ambos recuerdos recubrían
actual con una serie de recuerdos. Sus trabajos fueron criticados por 1•scenas de juegos sexuales con una niña algo menor y que también
sus colegas, así como sus fantasías. Su monografía sobre la cocaína, 1-ra parienta cercana, hermana o sobrina. La tolerancia del padre
que permitió a Koller realizar su de,cubrimiento, era ahora ignorada hacia esos hijos que desgarraban un libro ilustrado es tanto más sor-
-- la co~aína que se extrae de las hojas secas de la planta de coca ... prendente cuanto que el respeto por el libro es muy grande en las
En el liceo, se había encomendado a los alumnos la limpieza del her- familias judías (no se lo deja en el suelo, no se lo rasga), a lo que
bario invadido por pequeños gusanos, pero sólo habían confiado a se debe añadir que Jacob era un autodidacta apasionado por la lec-
Freud algunas hojas. La botá!lica no le interesó nupca: durante sus tura. Tal tolerancia facilitó, de fijo, la erotización del conocimiento
estudios médicos, estuvo a punto de fracasar en el examen correspon- rn Sigismund. Así, la ulterior elucidación del recuerdo encubridor de
diente, que le exigía identificar una crucífera. Por otra parte, en esa las flores arrancadas a Pauline esclareció a posteriori el recuerdo más
época era concienzudo y no quería · estudiar sino en monografías. A tardío del libro deshojado con Anna. Pero, inversamente, la r~mc-
320 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" EL SUEÑO "MONOGRAFÍA BOTÁNICA" 321
.
~oración, en marzo de 1898, del segundo recuerdo, preparó el cami- el alhelí). La transición entre los dos recuerdos encubridores fue ase-
no para la rememoración, en enero de 1899, del primero. gurada, a mi juicio, por la elucidación del recuerdo del león amarillo.
Esta perspectiva aclara el recuerdo de adolescencia evocado por Asimismo señalaré que en esa época, en los países germánicos, la al-
el sueño: su padre regañándolo por sus desconsideradas compras de cachofa era una planta decorativa considerada bastante lujosa.
libros. El pensamiento latente era pues una crítica de Freud a la ac- La presencia del deseo incestuoso que intentaba realizarse a través
titud contradictoria de su padre, que una vez permitió la "dilapida- de los juegos sexuales con su hermana y su sobrina se hallaba pues
ción" de un libro y luego se opuso al gasto de dinero en libros. Pero disfratada en ambos recuerdos encubridores. Pero la otra _ dimensión
eso no es todo: los reproches paternos por asuntos de libros fueron del deseo edípico también estaba presente en los pensamientos latentes
evocados aquí en lugar de otros reproches relativos a las mujeres: del sueño. Una cita de Hamlet nos pone sobre aviso:
Jacob debió de poner a su hijo en guardia contra la frecuentación de
mujeres de mala ·vida ( esas a las que se visita de incógnito) y contra There needs no ghost, my lord, come from the grave
las enfermedades que se corre el riesgo de contraer en el comercio con To tell us this.
ellas, enfermedades que trasforman la virilidad del hombre, y hasta [No hace falta, señor, un fantasma salido de su tumba
su inteligencia, en una flor seca . para decimos eso"]
El sueño "Monografía botánica" reanudó el movimiento interrum- (Td 181, ID 175, IR 158.)
pido desde el descubrimiento del complejo de Edipo: el movimiento
de rememoración, por Freud, de su propia sexualidad infantil. Una El deseo parricida residía más precisamente en el ensueño diurno
observación que insertó, de pasada, en su comentario, confirma que en el cual Freud se imaginó sufrir la operación de un glaucoma, corno
se trataba de su curiosidad sexual por su hermana más próxima, su padre ( cf. la ley del talión: ojo por ojo). Juiciosamente observa
Anna, quien, recordémoslo, nació en Freiberg: "¿ Qué habría ocurri- Grinstein: "Lo que nos llama inmediatamente la atención es el para-
do si el profesor Gartner no hubiese llegado con su floreciente espo- lelo con Edipo rey. En esta ensoñación, Freud está de incógnito y su
sa, si la paciente de la que hablábamos no se hubiera llamado Flora identidad, pues, permanece desconocida: en la tragedia de Sófocles,
sino Anna?" (Td 182, ID 176, IR 158). Las flores evocadas en sueños la identidad de Edipo -quién es realmente- es desconocida. Freud
aseguraron así la transición hacia la rememoración futura del recuer- no conoce al cirujano que lo operará, sólo sabe que se lo ha reco-
do encubridor de la "Pradera verde con flores amarillas" de Freiberg. mendado Fliess: Edipo no sabe quién es Layo cuando lo encuentra,
Grinstein ( G 60-61 y 64) ha hecho notar, desde el punto de vista de enfrenta y mata en el desfiladero. En su ensoñación, Freud tiene un
la clasificación botánica, la correspondencia de las plantas evocadas glaucoma y sufre una operación: Edipo, vuelto consciente de su cri-
en los dos recuerdos encubridores. En el primero encontrarnos la al- men por el adivino ciego Tiresias, se saca los ojos. La significación
cachofa ( una compuesta), una crucífera (la del examen de botánica), de castración de la ensoñación de Freud tanto como la del acto de
el ciclamen ( una primulácea) . A las que en el segundo corresponden, Edipo, es clara" ( G 52-53) . Clara para el lector informado en psico-
término a término, los tusílagos o dientes de león (compuestas), los aná lisis, pero oscura y angustiosa para Freud, enfrentado a tal pro-
alhelíes (crucíferas) y las flores amarillas de los Alpes (primuláceas) .11 blemática en un autoanálisis solitario. Este autoanálisis solitario era
Tengamos además en cuenta, detalle que no ha visto Grinstein, la para él un equivalente de la masturbación, acerca de la cual, dos me-
gama de colores en la que se reparten esas flores: el ciclarnen tiene ses y medio antes, había escrito a Fliess: "He llegado a creer que la
una flor de tono rosa-pardo-violáceo ( que recuerda los colores del masturbación era el única gran hábito, la 'necesidad primitiva', y que
examen otorrinoginecológico del sueño sobre Irma) ; la flor del dien- los demás apetitos, como la necesidad de alcohol, de morfina, de ta-
te de león es amarilla ( corno el vestido de Pauline) ; las flores ama- baco, sólo son sustitutos, productos de reemplazo " (F, 22 de dic. de
rillas de los Alpes viran con la altitud a un amarillo pardusco ( corno 1897, al 254, ing 238-239, fr 211-212) . .
El gesto del sueño: abrir una lámina plegada que "reproduce" una
11 La "sistemática", es decir, la clasificación científica de los seres vivos,
descansa en categorías de generalidad decreciente, por ejemplo, la clase
flor, representa, a mi juicio, la intelectualización de un gesto antiguo
(aquí, dicotiledóneas), la familia (primuláceas o compuestas), el género y carnal: abrir la "flor" plegada de una niñita, es decir, su sexo, ese
( ciclamen en la familia de las primuláceas y tusilago en la familia de las sexo que precisamente sirve para la "reproducción" ( esta palabra tiene
compuestas). el mismo doble sentido en alemán que en francés: "figurar" y "pro-
322 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" E L SUEÑO "MONOGRAFÍA BOTÁNICA" 323
crear") , ese sexo, también, donde el niño cree ver consumada la castra- y con la resistencia al descubrimiento. Freud no se sintió de buenas
ción. Además, generalmente es por medio de ejemplos "botánicos" a primeras a la altura de su ambición y de su proyecto. Como José y
como la función "reproductiva" se explica a los niños. Antes de ver los antiguos intérpretes de sueños, de los sueños mismos extrajo la
-hacia los tres años y medio, en Leipzig- a su madre desnuda y sen- confianza en sí, en su trabajo, en sus ideas. Confianza que provenía
tir una emoción erótica, Sigismund, en Freiberg, había visto el "cicla- en línea recta de su edad temprana: el recuerdo del libro de imá-
men" de Pauline, flor Cl!Yª descripción, que extraigo de un libro de bo- genes deshojado simbolizaba la parte feliz de su infancia , así como
tánica, torna ocioso todo comentario (recordemos que "ciclo" designa luego su padre convirtió la Biblia de Philippson, como veremos, en
una forma de hojas y flores) : el ciclamen tiene hojas verdes con gran- el símbolo de su gusto por el aprendizaje. No fue por casualid ad
des peciolos rojizos y una flor de color rosa carminoso. como Freud terminó Die Traumdeutung con una especie de apología
En esta perspectiva, resulta elocuente la cita de Goethe que halla- de lo inconsciente. El sueño, dijo , como ya se sabía, prosigue y con-
remos más adelante: el vaivén de la lanzadera y los hilos que se en- cluye los trabajos de la vigilia . No hay en ello nada asombroso ,
trecruzan representan el gesto de la masturbación y la fantasía de pues está hecho de las mismas fuerzas psíquicas que nutren el tra-
coito que lo acompaña. En general , en el siglo XIX, es la prohibición ba jo intelectual durante la vigilia. Pero el sueño -Freud lo afirm ó
de la masturbación, más que la del incesto, la explícita y severamente entonces claramente- puede más. Al extraer su fuerza de los impul-
formulada por padres y educadores. sos profundos, es capaz de dar forma a la acción futura. "El respeto
Volvamos a la interpretación que dio Freud de su suefí:o. Hay un de los antiguos por el sueño muestra que con fusta razón presentían
reproche común en todos esos recuerdos: el de ceder demasiado a sus la importancia de lo que el alma humana conserva de indómito e
caprichos, el mismo que evocaba la conversación con Konigstein: indestructible, el poder de lo demoniaco que el sueño suscita y qu e
Freud habría descubierto el poder anestésico de la cocaína si no hu- reencontramos en nuestro inconsciente" (Td 619, ID 614, IR 521).
biese interrumpido su investigación para ir a pasar las vacaciones jun- El sueño "Monografía botánica" fue, probablemente, la primera oca-
to a su novia; y así se habría hecho conocer, en vez de seguir siendo sión en que Freud también presintió intensam ente tod0 eso. Ve ,
un desconocido. Grinstein ( G 53, n. 1), juiciosamente, relaciona este romo Fliess, el libro de los sueños acabado , puede hojearlo como el
detalle con la alusión a Fliess, quien habría ido de incógnito a visitar primer libro que fascinó su infancia. Así quedó liberada la fe nec e-
a Freud. El sentido del sueño es el deseo de escapar a todos esos re- saria para escribirlo. Traumbuch: libro sobre los sueños (e incluso
proches. Si no llevó a cabo el descubrimiento relativo a la cocaína, clave de los sueños), pero también libro soñado, libro de sueño ...
la culpa fue de Martha (reproche, como se vio en la p. 68, injusti- El núcleo de la organización simbólica del sueño sobre J rma era
. ficado en realidad) . Por lo demás su monografía sobre la cocaína fue la inyección de trimetilamina, es decir, una serie química. Esta vez,
un traba jo fecundo. Siempre demostró ser un estudiante laborioso: l'n cambio, residía en la clasificación botánica. La estructura del sue-
bien podía permitirse algunos caprichos; y la pasión por los libros 110 ya no fue la subdivisión ternaria, ni su problema la combinación
era mejor que otras pasiones. La monografía de valor que prepara tle elementos. La cuestión se planteaba acerca de los rasgos específi-
sobre los sueños excusa de manera semejante sus caprichos actuales: cos que permiten diferenciar los géneros , rasgos que la ciencia botá-
fumar, coleccionar antigüedades, etc. "Una vez más, este sueño, como nica encuentra esencialmente, por una parte, en la forma del tallo,
el de la 'Inyección a Irma', tiene el carácter de una justificación, de de la hoja y de la flor, y, por otra, en el sistema de reproducción. L a
un alegato; se puede decir que continúa el mismo tema y que lo en- 1•structura subyacente corresponde a la oposición binaria: ¿ por qu é
riquece con nuevos elementos aparecidos en el intervalo" ( T d 179, hay dos sexos y qué los distingue?
I1.J 173, IR 156). Y de tal modo, dos momentos clave en la génesis La representación visual que condensa esta cuestión y esta estruc-
de Die Traumdeutung -aquel en que está seguro de comprender el 1ura es la de deshojar (que reúne las dos ~eries simbolizadas por mo-
sentido de los sueños y aquel en que se siente lo bastante seguro de nografía y por botánica), más que la de flor seca. "El trabajo d e
sí mismo como para decidir consagrar una obra al sueño- van acom- interpretación me ha hecho evocar varias veces mi conversación con
pañados por dos sueños paralelos, gracias a los cuales logra superar d doctor Konigstein ... Todos los pensamientos esbozados a· propó-
la coalición interior de las dudas y los reproches. Sin duda, nunca un sito de los caprichos de mi mujer, de mis propios caprichos, de la
lector -ni siquiera un confidente- ha podido seguir tan de cerca la cocaína, de las dificultades que presentan los tratamientos entre m é-
inhibición de un creador trabado en lucha con la gestación de su obra dicos, de mi predilección por las monografías, de mi negligencia por
324 LA ESCENA PRIMITIVA, LA PRIMERA "TRAUMDEUTUN G" EL SUEÑO "MONOGRAFÍA BOTÁNICA" 325

algunas ramas como la botánica, todo ello continúa y encuentra un botánica y "el pensamiento del sueño gira alrededor de las dificulta-
motivo en nuestra asaz múltiple charla" (Td 179, ID 173, IR 156). des y conflictos entre colegas, y luego en torno a la idea de que cedo
Freud dedicó dos páginas a demostrar ese ballet de acontecimient os, demasiado a mis caprichos" (Td 310, ID 305, IR 263-264). Por úl-
recuerdos, imágenes y palabras, que ha desarrollado sus variadas fi- timo: "Es un apasionado alegato en favor de mi libertad de actuar
guras sobre el tema de la monografía botánica (Td 287-290, ID 282- a mi modo, de vivir como me plazca. El sueño que de ello ha surgido
284, IR 245-247). Las metáforas que se le ocurrieron para calific ar es indiferente: he escrito una monografía que se encuentra ante mí.
el trabajo del sueño fueron las de encrucijada de caminos y de teje- Contiene láminas en colores y cada ejemplar trae plantas secas. Es la
dor. Esta última fue, nuevamente, inspirada por el Fausto de Goeth e ; paz después de la batalla ... " (Td 470, ID 467, IR 398).
Mefistófeles describe al escolar la "fábrica de pensamientos" ( prime ra ¿ Cómo no ver en todo ello alusionés al reciente desacuerdo con
parte, escena 4) : Fliess sobre la bilateralidad y la bisexualidad? El autoanálisis del sue-
ño contiene por lo demás una alusión en ese sentido, el relato de una
Ein Tritt tausend Faden regt, ensoñación· de la víspera: "Si llegase a tener un glaucoma, iría a Ber-
Die Schifflein herüber, hinüber schiessen, lín de incógnito para hacerme operar, en casa de uno de mis amigos,
Die Faden ungesehen fliessen, por un médico que él me ha recomendado." Esta ensoñación intro-
Ein S ch lag tausend V erbindungen schlagt. duce en el sueño el· tema de la cocaína requerida por la operación y
[Con cada impulso del pie-se mueven los hilos por millares, el de las dificultades del pago de la atención médica entre colegas.
Las lanzaderas van y vienen, Freud se dio cuenta de que esa fantasía diurna consciente cubría un
Los hilos invisibles se deslizan, recuerdo. En efecto, Jacob Freud fue operado de un glaucoma por
Cada golpe los une por millares.] Konigstein, la anestesia de cocaína fue aplicada por Koller y la ope-
ración se desarrolló en presencia de Sigmund. Koller hizo notar que
(Td 289, ID 283, IR 246.) las tres personas que habían participado en el descubrimiento de la
cocaína se encontraban reunidas. Freud se identificó pues con su pa-
Así figuró en este pasa je el nombre de Fliess (fliessen: deslizan) . dre e identificó a Fliess con Koller, el ingrato que más tarde atribuyó
Así Freud se representó afrontando a Mefistófeles. Los resultados teó- sólo a sí mismo el descubrimiento. Un tercer sentido del sueño, su
ricos inmediatos, cuya mayor parte comunicó a su amigo en la car ta sentido "trasferencia!", llega a ser entonces fácil de aprehender. Fliess
del 10 de marzo, fueron los siguientes: quedó confirmada la sobre- había escrito que vio concluido el libro de Freud, que lo "hojeó". La
determinación de cada elemento del contenido del sueño; la estrech a escena de infancia se impuso de inmediato .a Freud. Hojear e~ des-
relación del sueño con los acontecimientos de la víspera oculta la hojar, arrancar hoja tras hoja. Fliess, por lo tanto, no esperaba el
libro sobre los sueños con tanta impaciencia sino para desgarrarlo
irrupción de los deseos infantiles, sin cuyo aporte el sueño no existi-
ría; los acont_ecimientos indiferentes que aparecen en primer plano en mejor. Este tercer sentido se acerca al segundo, si se invierten los pa-
el sueño constituyen una distorsión de las preocupaciones fundame n- peles. Freud ha hecho añicos el trabajo de Fliess sobre la bilateralidad.
tales del soñador, distorsión que proviene de la censura. Fliess no le ha pagado con la misma moneda. Tenía interés en el li-
3] Freud, a la vez que repetía que su interpretación era incomple - bro sobre los sueños: la paz después de la batalla. Pero Freud, pro-
ta, ponía a disposición del lector elementos que permitían comple - fundamente, consideraba tener razón al afirmar la "unilateralidad"
tarla. "Puedo garantizar [... ] que el sentido último del sueño, que no de sus trabajos, al defender su libertad, al seguir su camino. Retomó
he referido aguí, estaba en relación estrecha con el contenido de esa allí la expresión del sueño reciente "Mi hijo, el miope": "Monogra-
escena de mi'infancia" (Td 197, ID 191, IR 170). Y en esa mism a fía, en el sueño, toca por su parte dos temas: la unilateralidad [Einsei-
media página, perdida en medio de otras consideraciones, aportó in - tigkeit] de mis estudios y el elevado precio de mis pasiones favoritas"
teresantes informaciones. La expresión: deshojar hoja por hoja, com o (Td 289, ID 283, IR 246).
a una alcachofa, era entonces corrientemente empleada a propósit o La presencia del "ciclamen" en el sueño aparece pues sobredeter-
de la repartición del imperio chino. Más lejos, introdujo la noción de minada. Como representación de cosa, remite, como ya se ha visto,
desplazamiento: el sueño "no está centrado" como los pensamiento s a la curiosidad sexual infantil e incestuosa por el sexo femenino .
que lo constituyen, sino de manera diferente; el centro aparente es la Como representación de palabra, contiene la noción de "ciclo" ( alu-
326 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" EL SUEÑO "MONOGRAFÍA BOTÁNICA" 327

sión a la teoría de los períodos de Fliess) y recuerda el "cíclope" conservadas en el herbario de su memoria. El material que Freud
del sueño, cercano en el tiempo, "Mi hijo, el miope". Eva Rosenblum intuyó ahí ( hasta entonces sólo lo había vislumbrado a través de sus
ha forjado aun la hipótesis de que Freud, con arreglo a una etimología pa cientes o de los relatos de su madre sobre su infancia) y cuya apre-
fantástica, designaría como "cíclope" a quien ve ciclos por todas par- hensión continuó desarrollando, finalmente suministró la materia de
tes. Conscientemente, Freud se mostraba interesado, seducido y apro- otro libro, Tres ensayos sobre la teoría de la sexualidad ( 1905d).
bador respecto de los trabajos de Fliess. En su preconsciente, se daba Freud esperaba sus sueños con tanto más interés cuanto que los ne-
más y más cuenta de su carácter "fantasioso". Y reclamaba el dere- cesitaba para su libro. Nada tenía de sorprendente que soñara un
cho de seguir a su vez su propio capricho (f antaisie) consagrándose sueño susceptible de ser disecado e inserto en la monografía que so-
al libro sobre los sueños, sin respond er ya a las solicitudes de Fliess ñaba dedicar al sueño. Este libro en curso, por oposición a la mo-
relativas a los problemas de bisexualidad y bilateralidad. Como la nografía sobre las parálisis cerebrales infantiles ( 1897a), que escribió
mujer cuyo marido ha olvidado comprarle flores, Fliess, por primera por obligación, era su libro favorito, en el que se toleraba sus capri- •
vez colocado por Freud en la posición de mujer en la pareja, "no des- chos, el libro de su deseo, en los dos sentidos de la expresión: el libro
emp eña más en sus pensamientos el mismo papel que antes". Freud que deseaba hacer y el libro en que exponía sus deseos.
estaba "dando vuelta a la página" en su relación con su amigo; pero El sueño "Monografía botánica" fue en ese sentido un sueño nar-
conservaba por él una "pasión" contra la que debía luchar y había cisista ( crear y soñar, por lo demás, ¿ no constituyen siempre una res-
recibido de él una idea -la bisexualidad- que hacía .su camino y lauración narcisista?): el libro de los sueños sería mejor que las obras
él, sordamente, tenía deseos de apropiársela, como tiempo atrás Kol- de Fliess y de Janet que acababan de aparecer, una demasiado fan-
ler se había apropiado de su idea acerca de la cocaína. Para Fliess Lasiosa, y violentamente criticada, sobre las relaciones entre el sexo y
la bisexualidad era un asunto biológico de períodos, de "ciclos". Para la nariz ( 1897), el otro demasiado superficial, N évroses et idées fixes
Freud será una cuestión psicológica de fantasías (f antasmes) relativas ( 1898) : de este último le hal?ló a Fliess en la misma carta del 10 de
a la diferencia de los sexos. ma rzo, escrita al día siguiente del sueño.
Ahora podemos evaluar el papel de este sueño en el autoanálisis Para terminar, consideremos el afecto del sueño. Es todo lo contra-
de Freud y en el descubrimiento del psicoanálisis: en el momento en rio de un sueño de angustia; como me lo hizo notar Eva Rosenblum,
qu e Freud comenzó la redacción de la primera versión de su libro, es un sueño de deslwnbramiento. Deslumbramiento del niño ante las
este sueño le aportó el mismo impulso intelectual y afectivo que, dos láminas en color de un relato de viajes y ante el cuerpo de su joven
años y medio antes, le había suministrado el sueño de la "Inyección madre atractiva como un libro multicolor de imágenes; deslwnbra-
a Irma" al emprender su doble interrogación sobre los sueños y so- miento masculino ante el misterio de la femineidad; deslwnbramien-
br e sí mismo. El examen "botánico" del sexo femenino corresponde Lo del conocedor ante la obra maestra del tejedor: Freud retoma-
al examen otorrinoginecológico de lrma. La diferencia estriba en que rá la metáfora goethiana al pronunciar su alocución durante la en-
la equivalenci _a sexo=nariz, tributo pagado a Fliess, se ve reemplaza- Lrega del premio Goethe en 1930: "El psicoanálisis puede aportar
da por la equivalencia sexo femenino=flor, donde la dependencia diversas explicaciones imposibles de obtener por otros medios, y mos-
científica respecto de Fliess está presente y a la vez discutida (hay "ci- Lrar así nuevas relaciones en la obra maestra del tejedor que se des-
clo" y "cíclope" en "ciclamen") y donde funcionan además otras tres pliega entre las disposiciones pulsionales, las experiencias vividas y las
referencias destinadas a tornarse más fecundas: la referencia a Goe- obra s de un artista. En el caso de Goethe aún no hemos avanzado
the, a quien sus "monografías" científicas volvieron célebre antes de mucho. La razón es que el Goethe poeta no sólo era alguien que se
que lo hicieran sus obras literarias; la referencia al simbolismo co- revelaba ampliamente, sino también un hombre que con gran cuida-
rriente del lenguaje popular (flor=sexo femenino); la referencia aún do se rodeaba de un velo a pesar de la abundancia de sus notas bio-
preconsciente a escenarios fantasmáticos de su propia infancia . Un grá ficas" (1930e, GW XIV 550, SE XXI 212); en una palabra, des-
individuo que siente que está convirtiéndose en un creador inevitable- lumbramiento ante toda creación en curso. Los dos gestos del tejedor
mente imagina en su fuero interno una escena de procreación. Pero -m aniobrar el lizo de apertura para introducir la trama y unir dos
para Fr eud , como ya se ha dicho, una escena semejante constituye una superficies plegando la una sobra la otra- ¿no expresan el vínculo
meta al mismo tiempo que un motor del descubrimiento. Su auto- l'Otre el acto sexual tabrir el sexo de la mujer para después cubrir-
análisis otorga la vida y los colores vivos del deseo a las flores secas la), el acto de lectura (hojear y desplegar, pero también comparar
328 LA ESCENA '.PRIMITIVA . LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" EL SUEÑO "MADRE QUERIDA Y PERSONAJES CON PICOS" 329

el texto y la ilustración) y el trabajo creador (trasformar las imá- en cambio, es antiguo; es el único sueño de su infancia que Freud
genes interiores en un texto) ? 12 Pero, a la vez, poseer es desflorar, refirió en toda su obra y en toda la correspondencia publicada has-
leer es desgarrar, crear es destruir. Cierto deseo de destruir también ta hoy. Ha sido estudiado por Eva Rosenfeld ( 1956) y por Grinstein
forma parte de las pasiones que provocan sufrimiento . Si en la época ( 1968, cap. 19), que se interesaron sobre todo en sus fuentes cultura-
del ~ueño sobre Irma se hallaba Freud cerca del poema Sobre la na- les: la Biblia de Philippson, con sus dioses egipcios de cabezas de ave.
turaleza, atribuido a Goethe, ahora vivía la problemática de Fausto La fecha en que Freud procedió al análisis retrospectivo de este sue-
enfrentado al poder negador , encamado por Mefistófeles: y Freud ño no es fácil de establecer. Más adelante diré por qué es posible
estaba a punto de descubrir en el inconsciente la fuente · de ese poder situarla entre el verano de 1897 y el verano de 1898. La carta a Fliess
negador. del 24 de marzo de 1898 ( citada más arriba) donde Freud anun-
ciaba que acababa de abordar en su redacción "la cuestión del sue-
ño de angustia" me ha llevado a suponer que la interpretación del
El sueño "Madre querida y personajes con picos de pájaro" sueño tuvo lugar a fines de marw de 1898. El estudio minucioso del
sueño ha corroborado que esa interpretación se ubicaba lógicamente
En el capítulo final ( el vn) de Die Traumdeutung , dedicado a la entre el sueño "Monografía botánica" y el sueño "Conde Thun" (ve-
"Psicología de los procesos del sueño", Freud volvió, para ilustrar di- rano de 1898) .
chos procesos, sobre múltiples sueños personales, referidos y analiza- He aquí el relato de Freud:
dos en los capítulos precedentes. Sólo se valió de dos sueños nuevos, " Por mi parte, no he tenido un verdadero sueño de angustia desde
uno de castigo y otro de angustia. El. primero (sueño del "Hijo ofi- hace decenas de años. Recuerdo uno que se remonta a mis siete u ocho
cial" y de una suma de dinero recibida) tuvo lugar durante la gran años y que no sometí a interpretación sino más o menos una treintena
Guerra y fue añadido a la quinta edición del libro, en 1919, como de años más tarde. Fue muy intenso y me mostró la madre querida
ejemplo de la doble . satisfacción, en el sueño, de un deseo de la vís- con una expresión en el rostro particularmente tranquila y dormida,
pera y de un deseo infantil. El segundo ( sueño "Madre querida y llevada al dormitorio y extendida sobre el lecho por dos ( o tres) per-
personajes con picos de pájaro") fue referido desde la primera edición sonajes con picos de pájaro. Me desperté llorando y gritando y per-
en la sección 4 y antepenúltima, "El despertar por el sueño. La fun- turbé el sueño de mis padres . Las figuras con picos de pájaro, curio-
ción del sueño. El sueño de angustia". Es el último sueño de Freud samente ataviadas y anormalmente altas, habían sido tomadas de las
citado en la obra. Lo sigue inmediatamente el sueño de un paciente , ilustraciones de la Biblia de Philippson; creo que eran dioses con cabe-
(sueño de sentirse paralizado ante alguien que lo persigue con un zas de gavilán provenientes del bajorrelieve de una tumba egipcia.
hacha) y una observación de Deback er sobre un caso de pavor noctur- Aparte de eso, el análisis me trae a la memoria al mal educado hijo
nus en un niño. Grinstein ha hecho notar con justicia que este otro de un portero, que cuando éramos niños jugaba con nosotros en el
sueño y esta observación pertenecían a las asociaciones de ideas de pra do que se extendía frente a la casa; y me inclinaría a creer que se
Freud sobre su sueño "Madre dormida" y permitían completar su llamaba Philippe. Creería que en boca de ese muchachito escuché por
interpretación. Otras dos referencias a enfermos figuran en la sección vez primera la palabra vulgar que qesigna el comercio sexual y que
6 y última, pero se refieren a un síntoma , no a un sueño. Así, el sueño las personas cultivadas reemplazan solamente con una palabra latina,
de Fr~ud seguido del sueño del paciente perseguido con un hacha coitieren, pero que está ilustrada bastante claramente por la elección
constituye una especie de "última palabr a" personal del autor en el de cabezas de gavilán. 13 Seguramente adiviné la significación sexual de
libro. Mientras que todos los demás sueños incluidos en Die Traum-
is La palabra vulgar, en el argot alemán, para designar el coito, es
deutung tuvieron lugar durante el autoanálisis entre 1895 y 1899, éste, vogeln, o sea la misma que el plural* de Vogel ("pájaro"). Esta confusión
está en la base de una broma corriente en esa lengua:
12 Vandendriessche (1972) cree descubrir en este sueño la emergencia del
Vogeln muss man jeden Tag
concepto de sublimación, esbozado en el artículo sobre el recuerdo encubridor
Frisches Wasser geben
(1899a) y denominado en el estudio sobre Leonardo de Vinci (1910c): la
pulsión de ver, logrando sustraerse a la represión, se sublima ·en un deseo ("Copular todos los días es preciso" o bien "A los pájaros todos los días
de saber, que viene a reforzar así otra pulsión preexistente e importante, la es preciso / darles agua fresca" .)
de investigación. * Dativo plural. [E.]
330 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" E L SUEÑO "MADRE QUERIDA Y PERSONAJES CON PICOS" 331

la palabra a través de la expresión de aquel maestro tan buen cono- El abuelo materno, el único del cual podría tratarse, un Nathansohn,
cedor de la vida. La expresión del rostro materno, en el sueño, había cuyo nombre no ha sido posible descubrir, murió el 3 de octubre de
sido copiada de la visión que tuve de mi abuelo algunos días antes de 1865. Puesto que nació el 6 de mayo de 1856, Sigismund tenía enton-
su muerte, cuando roncaba en estado de coma. La interpretación por ces nueve años y medio. ¿ Por qué Freud situó su sueño alrededor de
la elaboración secundaria en el sueño · debe de haber expr esado, pues, los siete u ocho años? Ni Janes ni Rosenfeld ni Grinstein han respon-
que la madre moría, y el bajorrelieve funerario concuerda con ello. dido a esa pregunta. Ahora bien, qué ocurrió entre los siete y ocho
Me desperté con esa angustia que no cesó sino cuando hube despertado años si no ese incidente que Freud recordó en el verano de 1898,
a mis padres. Recuerdo que me calmé súbitamente al ver a la madre, al analizar su sueño "Conde Thun", incidente que consistió en orinar
como si tuviese necesidad de ser tranquilizado: ella no estaba muerta. voluntariamente en la pieza de sus padres; y su padre, tan benévolo
Pero esta interpretación secundaria del sueño tuvo lugar ya bajo la de costumbre, lo reprendió con una maldición que el hijo trató de
influencia de la angustia que se había desarrollado. No se trataba de desmentir durante toda su vida: "Este niño no servirá para nada."
que yo estuviese angustiado por haber soñado que mi madre moría, El recuerdo de ese traumatismo fue, pues, defensivamente elaborado
sino que yo interpretaba así el sueño en la elaboración preconsciente a posteriori por el sueño, al cabo de más o menos dos años, en el mo-
por lo mismo que me encontraba ya bajo la dominación de _la angus- mento de la muerte del padre de su madre.
tia. Pero la angustia puede remitirse , bajo el efecto de la represión, '". .. y que no sometí a interpretación sino más o menos una treinte-
a un deseo oscuro, manifiestamente sexual, que ha encontrado su justa na de años más tarde."
expresión en el contenido visual del sueño" (Td 589, ID 583, IR Si el sueño es efectivamente del otoño de 1865, fue interpretado por
495-496). Freud a partir del otoño de 1895, es decir, como es lógico, después
Habida cuenta de la brevedad del sueño y de su lugar excepcional de su primer autoanálisis de un sueño, el relativo a Irma (23-24 de
en Die Traumdeutung, me ha parecido interesante, aunque fuera sólo julio de 1895). En realidad, el autoanálisis sistemático comenzó sola-
a título de ejemplo, proceder a su estudio literal. mente en la primavera de 1897 y llegó en octubre a la rememoración
"Por mi par!e, no he tenido un verdadero sue1ío de angustia [es de numerosos recuerdos infantiles y al descubrimiento del complejo de
decir, que provoca de inmediato el despertar] desde hace decenas de Edipo. Esto invita a pensar que la interpretación del sueño de la
años." ma dre dormida tuvo lugar entre el verano de 1897 y el verano de
El carácter excesivo de la afirmación oculta qúizá una negación. 1898, fecha de la elucidación del recuerdo de la micción en el dormi-
El futuro sueño "Hijo oficial ", con su tema de la suma de dinero reci- torio de los padres.
bida, también será un sueño de angustia, seguido de un despertar "Fue muy intenso ... "
inme~iato en plena noche; es posible que a partir de la adolescencia El "deseo" fue muy intenso.
Freud haya dejado de tener esta clase de sueños en virtud de haberse " . .. y me mostró la madre querida . .. "
construido un sistema histerófobo de desplazamiento de la angustia, y ·y no "mi madre", como equivocadamente dicen las traducciones.
luego gracias a la elucidación de los contenidos y mecanismos de su Por cierto que el alemán no emplea tan sistemáticamente como nos-
angustia durante su autoanálisis. No obstante, entendemos esta primera otros los posesivos. No obstante, la impersonalidad del relato está sub-
frase como expresión del mismo contenido latente que el del sueño ra yada desde la primera palabra y persiste no sólo en la continuación
"Inyección a Irma" y aun otros: "No, no soy culpable, no soy ya cul- clel mismo sino también en el comentario. Llevan a una madre ( cf.
pable desde hace mucho tiempo." "pegan a un niño"), es decir, se la quitan al niño que la quiere.
"Recuerdo uno que se remonta a mis siete u ochc años .. ." Esto se encuentra figurado en el hecho de que el niño que sueña está
La fecha del sueño es un error, entre los numerosos que hay en Die ausente del contenido manifiesto; no hay en él sino la madre y los
Traumdeutung acerca de las cifras y los nombres propios, pero mien- otros dos ( o tres). Es evidentemente inverso el deseo latente: el niño
tras que Freud los rectificó y explicó en las edicio:qes posteriores o en querría a su madre -sólo para s_í. La ausencia del niño en el sueño sig-
Psicopatología de la vida cotidiana, éste se le escapa. Fue Janes quien nifica, pues, la presencia de la prohibición del incesto.
se lo señaló a Eva Rosenfeld ( 1956). El abuelo paterno, Schlomo " ... con una expresión en el rostro particularmente tranquila y dor-
Freud, murió el 21 de febrero de 1856, un poco antes del nacimiento mida ... "
de Sigismund, que recibió el nombre judío Schlomo en su memoria. Al morir, en 1865, su propio padre, la madre de Sigismund debió
332 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" EL SUEÑO "MADRE QUERIDA Y PERSONAJES CON PICOS" 333
de sentirse particularmente trastornada; el pensamiento latente podría de ahora remite a una época y lugar anteriores, a la casa natal de
ser: consuelo a mi madre con mi amor y se duerme tranquilamente, Freiberg, abandonada a la edad de tres años y medio. Ahora bien, el
. así como ella me calmaba y me dormía cuando yo era pequeño. Pero autoanálisis del sueño del "Conde Thun" hará a Freud evocar otra
si nos referimos a la escena original, que también es la escena origi- escena más vieja de incontinencia urinaria, involuntaria esta vez, que
naria ( o primitiva), el sentido es diferente. En la realidad, el niño databa precisamente de la época de Freiberg, que le contaron repeti-
espía a la pareja parental en su dormito:-io; la madre está extendida damente, pero de la que no guarda recuerdo y que concluyó con un
sobre el lecho después del coito y presenta un rostro calmo y satisfe- rasgo de ingenio infantil de Sigismund que desarmó a sus padres ( cf.
cho y los ojos cerrados de bienestar. En la fantasía, el niño la imagina más adelante, p. 381) .
muerta ( de placer) ; ¿ el orgasmo no es frecuentemente representado Parece, pues, que nos las vemos con tres estratos diferentes imbri-
en el lenguaje popular como una "pequeña muerte"? Ejemplo de cados. En primer lugar, una escena de incontinencia, olvidada porque
metáforas corrientes que los sueños toman por su cuenta con fre- la vergüenza y el reproche acerca de su incapacidad de dominarse se
cuencia. disolvieron gracias a una chusca salida infantil que los demás, en cam-
" ... llevada al dormitorio . .. " bio, memorizaron y recordaban a menudo con admiración. En segun-
El niño es el llevado, por la curiosidad y los celos, al dormitorio de do lugar, un actuar voluntario, a la vez esceniiicación de un deseo
los padres. Una de las particularidades de la sintaxis del sueño es, en fantasmático de ver la escena primitiva y reproducción, como parada
efecto, que una frase compuesta de varias proposiciones con un sujeto contra eventuales reproches parentales, de la escena anterior que aca-
único en el contenido manifiesto, cubra en el contenido latente diver- bó bien; pero esta segunda escena acaba mal, ya que el padre tiene
sas acciones cumplidas cada una por un sujeto diferente ( condensa- esta vez la última palabra. En tercer lugar, en ocasión de la agonía
ción). del abuelo materno, el intento de dominar la escena precedente repi-
" ... y extendida sobre el lecho por dos ( o tres) personajes ... " tiéndola en sueños de manera vengativa: si Jacob, mi padre con fi-
Ya se ha dicho que Freud, en el curso de su autoanálisis, elucidó la gura de abuelo, muriera, ahora que Philippe ya no está aquí, sería yo
confusión que había reinado en su espíritu de niño acerca de su genea- quien llevaría a mi madre al dormitorio, quien la extendería en la
logía. Emmanuel y Philippe, hijos del primer matrimonio, tenían res- cama y quien la dormiría tranquilamente; pero la tentativa fracasa
pectivamente veintiséis y veinte años más que Sig.ismund, primogé- a su vez en el sueño mismo, que se vuelve un sueño de angustia en
nito del tercer matrimonio. La madre de Freud, Amalia, era veinte que el niño alucinado ve a su madre muerta, es decir perdida para él.
años menor que su esposo y prácticamente de la misma edad -un " ... con picos de pájaro."
año de diferencia- que su hijastro Philippe. En la fantasía Sigis- ¿ Por qué picos? Los dioses egipcios que luego se mencionan poseen
mund apareaba a los contemporáneos: su padre, Jacob, con la niñera un cuerpo humano que remata en cabeza de pájaro entera, no en
Nannie, y su madre, Amalia, con Philippe. Ahora bien, Sigismund
pico únicamente. La parte (el pico) está pues tomada por el todo
·comprobaba que en la realidad J acob compartía el lecho de Amalia. (la cabeza), que a su vez es una parte de un ser compuesto. Ejemplo
Así, los dos personajes que allí la extienden corresponden verosímil- de relación metonímica. Pero la presencia del pico en el sueño resul-
mente a Jacob, imagen de abuelo, y a Philippe, imagen paterna. ta sobredeterminada por una relación metafórica. Por su forma alar-
¿ Por qué dos ( o tres)? El tercer personaje, así presentado entre pa- gada y su consistencia dura, el pico se asemeja al pene erecto, sin
réntesis, evidentemente no es otro que el niño Sigismund, autor del duda entrevisto por el niño en la alcoba de los padres ( s'egunda capa
sueño, intruso en la alcoba conyugal, tercero excluido de la escena del recuerdo) . En la primera relación, el pico representa ese élios
primitiva. La letra del texto, no sólo la sintaxis y la lógica, sino los enemigo al cual, para los judíos, más vale someterse. En la segunda
signos topográficos, constituyen figuraciones simbólicas de una posi- relación, el pico representa el miembro del padre, cuya visión está
ción fantasmática o de una condición tópica inconsciente: en la es- prohibida al hijo por la Biblia: a tal padre, bajo pena de muerte, el
cena originaria, el niño está presente "entre paréntesis". niño debe someterse --como los judíos al dios enemigo- renuncian-
En todo caso, la explicación de este segmento de frase a que llega- do a poseer para sí a la madre querida.
mos es cronológicamente discordante con las explicaciones halladas Sigismund quizá* no sabía que Isis, por felación, despertó el pene
para las frases ulteriores: éstas remiten a escenas ocurridas entre los
siete y los diez años, en el departamento de los padres en Viena; la * Con probabilidad equivalente a certidumbre. [E.]
334 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMOEUTUNG"' E L SUEÑO "MADRE QUERIOA Y PERSONAJES CON PICOS" 335

dormido de su desmembrado hijo* Osiris. Pero ciertamente había no- el deseo de saber se hallaba favorecido en Freud gracias a la identi-
tado que el nombre de Thot, dios egipcio con cabeza de pájaro, tiene ficación simbólica con el padre sino también el estímulo a la trasgre-
consonancia con la palabra alemana que designa a "un muerto" ( T ot) . sión dentro de un campo que ya no era edípico más que simbólica-
"Me desperté llorando y gritando y perturbé el sueño de mis pa- mente. Se puede representar a los dioses de manera figurativa, se
dres:' pueden estudiar los hábitos , las costumbres , las creencias de los enemi-
Es la realización del de:,eo, no obtenida por el sueño pero sí por gos; incluso es preferible conocerlos bien para luchar mejor contra
su consecuencia inmediata: sacar a los padres de la cama, interrumpir ellos. Conocer , con arreglo al ejemplo que daba Philippson, es tras-
su supuesto comercio sexual. gredir los prejuicios y los temores, y desmitificarlos a fin de establecer
"Las figuras con pico de pájaro, curiosamente ataviadas y anormal- nuevas leyes. La Biblia y, luego, más ampliamente, la cultura, fun-
mente altas ... " cionaron en Freud como garantía simbólica de la verdad. El registro
El niño que entra de improviso en la alcoba de los padres nota que freudiano de las pruebas era doble: tanto cultural como clínico.
cosas curiosas ocurren hajo las sábanas en desorden, especialmente " ... creo que eran dioses con cabezas de gavilán provenientes del
cosas anormalmente alargadas ( segunda capa del recuerdo) . bajorrelieve de una tumba egipcia."
" ... habían sido tomadas de la Biblia de Philippson;" ¿ Hay que ir más lejos respecto a las ilustraciones de esa Biblia y
La Biblia editada por los hermanos Philippson (Die israelitische seguir a Rosenfeld y Grinstein en sus hipótesis? Las referiremos sin
Bibel, Leipzig, 1858) constituyó en su época una empresa bastante pronunciarnos.
asombrosa, que aún hoy es objeto de impugnación por parte de judíos Eva Rosenfeld insiste en el valor simbólico que para Freud tiene
tradicionalistas: era una edición bilingüe, con el texto hebreo y su el pájaro, valor anunciador de su concepción del totemismo ·infantil,
traducción alemana, es decir, deseosa de que la cultura germánica del buitre que encontrará (equivocadamente , pues en realidad es un
adoptara el patrimonio judío; era una edición ilustrada con 500 gra- milano) en un recuerdo de infancia y un r.uadro de Leonardo de Vin-
bados, a pesar de que la representación de la divinidad está prohibi- ci. En la colección de antigüedades que Freud dejó a su muerte,
da por el segundo mandamiento; era una edición comentada no desde Rosenfeld ha encontrado un dios con cabeza de halcón y una barca
un punto de vista estrictamente teológico , sino a la luz de la arqueo- fúnebre, materialización de las imágenes de su sueño. Ella se apoya
logía y de la historia comparada de las religiones, dentro del espíritu en una representación de una esfinge con cabeza de gavilán y en la
"objetivo" de la nueva filosofía judía de Mendelooohn. Jacob Freud, similitud onomástica de las dos Tebas, la capital de Egipto y la del
liberal y abierto a las investigaciones de su tiempo, puso esa edición reino de Layo y Yocas ta, para ver en este sueño el germen del descu-
en las manos de su hijo de siete años, quien se aficionó a Egipto, se brimiento edípico. El interés de Freud, en París, por las gárgolas de
identificó con José, el intérprete de los sueños, se interesó por Moisés, Notr e-Dame entró, como ha notado Grinstein, en la misma línea.
enunciador de la ley ( a quien, hacia el final de su vida, dedicó un De la edición de Philippson , Grin stein extrae cuatro figuras que res-
libro en el que intentó probar a cualquier precio que Moisés fue pond en a varias características del sueño, y en los pasajes correspon-
de origen egipcio). Jacob ya había dado a Sigismund, de cinco años, dientes de la Biblia busca lo que pudo impresionar al pequeño Sigis-
y a Anna, de tres, un libro de imágenes sobre Persia que ellos "des- mund.
hojaron" juntos con un placer incestuoso bajo la benévola mirada del La figura 17 reproduce series de dioses, varios de los cuales tienen
padre, recuetdo que Freud acababa de evocar en el sueño "Monogn- cabezas de pájaro. Ilustra el pasaje del Deuteronomio ( 4, 28) en el
fía botánica". Así, la asociación del texto con la imagen era para el que Moisés da su ley al pueblo judío y condena las representaciones
niño Freud no sólo familiar sino erotizada: condición para poder de~- ele dioses, habituales en las otras religiones.
c.ubrir que el sueño es un jeroglífico y tratar, con éxito, de descifrarlo. La figura 18, que ilustra la unción de Saúl por Samuel, contiene
Volvamos a la Biblia de Philippson. Jones nos ha informado que dioses egipcios con cabezas de halcón, pero Grinstein no encuentra
l'l1 el texto (I Samuel, 10, 2 ) ninguna relación con los problemas
Sigmund, al cumplir treinta y cinco años, recibió el ejemplar de un
tomo de esa Biblia que su padre había conservado. La dedicatoria de Freud. No la hay en el texto , sin duda, pero basta mirar la ima-
escrita en hebreo ya ha sido citada anteriormente ( pp. 124-5) . No sólo gen con una actitud de atención flotante para pensar inevitablemen-
te en una escena de masturbación. Ahora bien , el caso de pavor noc-
* Hermano y esposo, no hijo. [E.] turnus comentado un poco después del sueño de la "madre dormida"
336 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNO"
EL SUEÑO "MADRE QUERIDA Y PERSONAJES CON PICOS" 337

Fig. 15 de la Biblia de Philippson

Fig. 18 de la Biblia de Philippson


La figura 16* (una barca fúnebre en la que bogan dioses con cabe-
( Albert G ... , a los trece años, veía en sus pesadillas al diablo que zas de pájaro -salvo que sea la del Sol atravesando el Nilo) ilus-
venía a desvestido y quemarlo, y aullaba: "no fui yo, no he hecho tra el retorno de David (II Samuel, 19, 18), a quien la barca va
nada" o "déjeme, no lo haré más") le pareció a Freud causado por
una viva angustia ligada a la masturbación y no por la anemia cere-
bral, como pretendía Debacker.
La figura 15 es sin duda la que más se acerca a la escena mani-
fiesta del sueño: un lecho funerario reposa sobre el lomo de una
esfinge anormalmente grande; un cuerpo, tocado con el sombrero fa.
raónico del Bajo Egipto, está allí extendido, con el rostro tranquilo
y dormido del último sueño; dos personajes curiosamente ataviados
velan a ambos lados: tienen cabezas humanas, pero hay un pájaro
sobre cada una de las columnas del lecho. Es la ilustración del ver-
sículo "El rey David sobre la litera (de Abner)" (II Samuel, 3, 31).
La historia del rey Saúl, de su fiel general Abner, de su salvador, Fig. 16 de la Biblia de Philippson
yerno y luego enemigo David, está llena de temas incestuosos ( Saúl
quita a su hija del hogar de David para entregarla como esposa a otro
hombre; Abner duerme con la concubina de Saúl después de la muer- a buscar al otro lado del Jordán, y ~oca los mismos tipos de tema s
te de éste) y parricidios o fratricidios (la ambivalencia de Saúl frente (Absalón mata a su hermano Amnón, quien ha violado a la herma-
a David es constante, Abner mata a uno de los generales de David, na' de ambos, Tamar, y se apresta a deponer a David , su padre; éste
el hermano del difunto se venga asesinando a Abner cuando éste se huye al otro lado del Jordán abandonando a sus concubinas, que
reconcilia con David) . La relación esbozada así por Grinstein me- Absalón se apresura a poseer abiertamente; a pesar de las instruccio-
recería ser llevada más lejqs. Se podrían identificar sobre la figura las nes de David, deseoso de perdonar, sus hombres matan a Absalón y
alas de Horus, que representa el Sol (y por lo tanto el pene) que se luego van a bus<Jar a David, quien llora · mucho tiempo la muerte de
levanta, y a Osiris el del sexo dormido, muerto en su momia, sobre su hijo bienamado antes de aceptar el regreso). Esta leyenda de un
el cual se lamenta su madre,* Isis: inversión en su contrario de la
imagen del sueño, donde el niño vela a su madre muerta. • El orden de los libros bíblicos es: Deuteronomio, ... I Samuel, 11 Samuel.
Es singular que no coincida con el de los números, 15-fB, de las figuras de la
• Cf. la nota anterior. [E.] Biblia de Philippson. [E.]
338 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" EL SUEÑO "MADRE QUERIDA Y PERSONAJES CON PICOS" 339

padre poderoso y generoso, que perdona los deseos· incestuosos y pa- Philippe, hijo (de portero) , se diría en inglés Philipp-son, nombre
rricidas de su hijo, efectivamente pudo reforzar en Sigismund, como del editor de la Biblia . Este juego de palabras, que vincula al pícaro
sugiere Grinstein, cierta imagen paterna ya orientada en ese sentido: y grosero Philippe con el grave y serio Philippson se inscribe en la
el Ideal del Yo se habría así reforzado a expensas del Superyó. continuación de las precedentes observaciones: hay que identificarse
Pero Grinstein no señala el pasaje del Deuteronomio (XXIII, 1 y con el enemigo para conocerlo y controlarlo; si, de manera legítima,
2) que forma parte de las Tablas de la Ley de Moisés y que nos pa- está prohibido hacer ciertas cosas, no existe ninguna cuyo conocimien-
rece el más cercano al sueño de angustia de Sigismund: "Nadie to- to pueda ser prohibido.
mará a la mujer de su padre ni levantará la cobertura del lecho de La segunda concierne al hermanastro de Sigismund ya evocado ,
su padre. Aquel cuyos testículos hayan sido aplastados y cuya uretra cuyo nombre también era Philippe. La interpretación del recuerdo en-
haya sido cortada no entrará en la Asamblea de Yavé ." La sucesión cubridor de la escena del cofre ( en la cual desempeñó un papel fun-
de esos dos versículos debió de producir en el espíritu del pequeño damental) tuvo lugar a mediados de octubre de 1897. Sin duda, como
Sigismund un intenso efecto. lo hace notar Jones, era más fácil para Sigismund vivir su complejo
"Aparte de eso, el análisis me trae a la memoria al mal educado de Edipo desplazándolo de su padre hacia Philippe. La frase del sue-
hijo de un portero, que cuando éramos niños jugaba con nosotros en ño puede traducirse así: "yo me inclinaba entonces a creer que el
el prado que se extendía frente a la casa;" 'culpable' ( del coitus, de vogeln con la madre) era Philippe".
Henos aquí explícitamente en Freiberg (primer estrato del recuer-
" Creería que en boca de ese muchachito escuché por primera vez
do ) sobre la pradera en la cual se desarrolla el recuerdo encubridor¡
la palabra vulgar que designa el comercio sexual y que las personas
que fuera interpretado por Freud al principio mismo de 1899. Sigis-
rultivadas reemplazan solamente con una palabra latina, coitieren, pero
mund jugaba con su sobrino John , mayor que él no obstante, y con
que está ilustrada bastante claramente por la elección de cabezas de
su sobrina, un poco menor , Pauline: los dos muchachitos arrancan a
Kavilán."
la niña su ramillete de flores ( el jero glífico será fácil de descifrar:
la "desfloraron") . V ogeln es en alemán el plural de pájaro y una palabra grosera
Ese "prado" se sitúa en una doble derivación respecto de la curio- que designa la acción de copular, y que no figura en los diccionarios
sidad sexual, como el "pico" del pájaro lo era hace un instante en germánicos. El sueño, pues, convierte en jeroglífico este juego de pa-
relación con -la prohibición. Derivación metonímica: el recuerdo apa- labras: al representar a varios (el plural es fonéticamente indispen-
rent emente neutro del prado subsiste por contigüidad en el lugar de Nable) hombres con cabezas de pájaros ( V ogeln) * llevando a la cama
. 1 una mujer, el sueño quiere decir que el hombre está "picoteando"
los juegos cargados de placer y de angustia que allí se efectuaron,
; 1 la mujer, es decir, moviendo en ella, a la manera de un pájaro, su
juego de la "desfloración" de Pauline, juegos de palabras obscenas
con el hijo del portero. Derivación metafórica: ese prado era , como 111 iembro.
Por qué Freud escribió "cabezas de gavilán" cuando lo que el jue-
todos los paisajes ondulados, una metáfora del cuerpo de la madre.
Freud explicitó esa metáfora en la edición de 1909 de Die Traum- ¡.;o de palabras requería era cabezas de pájaros? El gavilán es un
deutung señalando , a propósito de los sueños sobre lugares en los que ,1ve de presa** y la elección de una rapaz es una alusión de tipo me-
se cree haber estado ya una vez (el deja vu), que evidentemente se tafórico a una representación sádica del coito.
trata de los genitales de la madre (Td 404, ID 399, IR 342-343). La angustiosa idea de la muerte de la madre, que despertó a Si-
En esa época, los hijos de porteros eran efectivamente mal educa- 1;1smund, era la consecuencia lógica. La necesidad de escribir un ver-
dos y groseros y las familias burguesas nunca dejaban a su progeni- 1)() derivado de la palabra latina coitus ( = cozt tue***; nuevo juego
tur i jugar con ellos: también en este caso la trasgresión debió de ser d1·palabras, en francés, que podemos suponer conocido -por Freud) era
fá cil para Sigismund en virtud de cierta tolerancia de su medio. Por una alusión en igual sentido, pero Freud no sé limitó a meras alu-
lo demás, Nannie, su niñera, que era de la familia que vivía en el mis- ~1ones. La pesadilla que un paciente de esos días había sufrido varias
mo piso qu e los Freud , era, ya se sabe, tosca , grosera, sucia y ladrona.
" .. . y me inclinaría a creer que se llamaba Philippe. " * Vogel . El dativo es Vogeln. [E.]
** Una falconiforme, como los halcones de la fig. 18 de Philippson . [E.]
Tenemos pocas posibilidades de saber cómo se llamaba en realidad. *** Coit tue ( "coito mata") se pronuncia en francés de un modo muy seme-
Pero caben dos observaciones. La primera es un juego de palabras: jRnte a la voz latina coitus en la misma lengua. [T.1
EL SUEÑO "MADRE QUERIDA Y PERSONAJES CON PICOS" 341
340 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG"
das, sin duda, constituyen la sección 9 y última del capítulo v, dt•
veces entre los once y los trece años ("un hombre con un hacha lo la versión definitiva. Freud se mostró particularmente satisfecho, en
persigue, desearía correr pero está como paralizado y no puede mo- lo que atañe a la presentación de la prueba, de poder diferenciar
verse de su sitio") y que Freud refirió y comentó inmediatamente -en el simple y breve sueño de un niño-- un contenido latente, un
después del sueño de la "Madre dormida", dio lugar a un comentario contenido manifiesto intermedio y un contenido manifiesto definitivo
explícito: tal pesadilla se originó en una escena de coito de los pa- que resultaba de la elaboración secundaria, mientras que los demás
dres observada con horror, hacia los nueve años de edad, por el fu. ,'jemplos pel libro podían ser recusados ya por tratarse de enfermos
turo paciente, e interpretada por él como "acto· violento y lucha" ( luego de procesos psicológicos anormales) , ya por tratarse de sí mis-
que deja huellas de sangre. Hacia los nueve años: este detalle con- mo después de haber decidido estudiar sus propios sueños (luego era
firma, por una parte, la fecha del sueño "Madre dormida" (Freud a un tiempo juez y parte) .
tenía entonces nueve años y medio, no siete u ocho) y, por otra, la "Me desperté con esa angustia que no ces6 sino cuando hube des-
necesidad de identificación con el enfermo para, a la vez, compren- pertado a mis padres. Recuerdo que me calmé súbitamente al ver a la
derlo y comprenderse. madre, como si tuviese necesidad de ser tranquilizado: ella no estaba
"Seguramente adiviné la significaci6n sexual de la palabra a tra- muerta."
vés de la expresi6n de aquel maestro tan buen conocedor de la vida." Proceso igual al de la escena del cofre, cuando Sigismund se cal-
El fin de la frase es irónico: hablar de las cosas crudamente e8 mó súbitamente al ver a su madre "linda y esbelta", es decir, al pen-
una manera de apartar la atención de la impotencia en que uno sar: no está, pues, encinta.
se encuentra para llevarlas a cabo. El comienzo de la frase alude a "Pero esta interpretación secundaria del sueño tuvo lugar ya bajo
la mímica como expresión visual y gestual de una si'gnificación: siem- la influencia de la angustia que se había desarrollado. No se trataba
pre el proceso del jeroglífico. Observemos que el sueño hace inter- de que yo estuviese angustiado por haber soñado que mi madre mo-
venir tres expresiones del rostro: el de la madre dormida ( el placer ría, sino que yo interpretaba así el su"eño en la elaboración precons-
sensual), el del abuelo agonizante ( la muerte) y el del hijo de por- ciente por lo mismo que me encontraba ya bajo la dominación de 'za
tero (la significación). Esta presencia de la significación como tal y angustia."
en ese lugar de Die Traumdeutung me parece portadora de una He ahí un hermoso ejemplo de lo que después Bion llamaría la
lección importante: la muerte, un día u otro, es inevitable; el placer, necesidad de comprender. La comprensión de lo que pasa entre los
incluso liberado de inhibiciones, sigue siendo una experiencia limi- padres -se realiza a partir de lo que los mitos, las leyendas sagradas,
tada; la posibilidad de comprender y el placer de lograrlo, por el con- cuentan que sucede entre dioses o héroes. Pero comprender también
trario, no tienen límites. es tener deseos de ver y de obrar por sí mismo: de ahí el despertar
"La expresión del rostro materno, en el sueño, había sido copiada de la angustia. A su vez, la angustia exige ser comprendida para ser
de la visión que tuve de mi abuelo algunos días antes de su muert~, dominada, y la muerte ( o la separación) proporciona una de las fi-
cuando ronc4ba en estado de coma." guras que permiten hacerlo. Dicho de otro modo, la interpretación
Es un ejemplo de condensación. Por otra parte, el término alemán es una actividad psíquica espontánea y primitiva. Un sueño no sólo
(schnarchen) es por completo inequívoco: no es "tenía un estertor", contiene una figuración de los pensamientos latente& ( el jeroglífico)
como se ha traducido al_francés, sino "roncaba". No es un error tri- sino también una representación de sus propios procesos ( una tópi-
vial, pues la diferencia resulta significativa: cuando espía el coito ca ) y por último una interpretación, preconsciente y defensiva, de sí
de los padres, Sigismund escucha "jadeos" característicos e inquie mismo. Todas esas características son las que permiten que un sueño
tantes; cuando los escucha "roncar", quiere decir que duermen y qu sea descifrable. El psicoanalista se limita a hacerse cargo, tornándola
nada debe temer. verídica, de una necesidad de interpretar, natural y necesaria para el
"La interpretaci6n por la elaboraci6n secundaria en el sueño deb aparato psíquico.
de haber expresado, pues, que la madre moría, y el bajorrelieve fune• ''Pero la angustia puede remitirse, bajo el efecto de la represión,
rario concuerda con ello." a un deseo oscuro, manifiestamente sexual, que ha encontrado su jus-
Freud, así, estaba cada vez más atento al proceso de elaboración ta expresión en el contenido visual del sueño."
secundaria, al que probablemente dedicó, en la misma época, algunaa El sujeto de la frase es ambiguo: ¿se trata de la angustia en gene-
páginas de la primera versión de su libro. Retomadas y desarrolla,
342 LA ESCENA PRlMIDVA. LA PRlME'RA ''TRAUMDEUTUNO" EL SUEÑO "MADRE QUERIDA Y PERSONAJES CON PICOS" 343
ral o de mi angustia particular al despertar después de este sueño? Ahora podemos responder a la pregunta planteada al comienzo del
Ya he señalado el estilo impersonal de todo el fragmento: Freud no comentario: ¿ por qué el lugar de este sueño lo convierte en la última
se permitía comunicar demasiados detalles personales; y también, palabra personal de Freud en Die Traumdeutung? Hemos visto cómo
consideraba su caso no como interesante en sí mismo, sino como ejem- sucedieron las cosas en el curso de las tres capas cuya condensación
plificador de procesos psíquicos universales. De ahí la ausencia del es este sueño: a los dos años, Sigismund, enfrentado _ a los reproches
posesivo. El deseo oscuro no es tal sino para el lector a quien Freud de su padre, tuvo la última palabra, que fue una ocurrencia, un di-
no quería revelarlo, pero sin duda era claro para Freud. , cho gracioso; a los siete u ocho años, fue su padre quien tuvo la úl-
Tomada como afirmación, la frase significa que la libido reprimi- tima palabra, diciéndole que no servía para nada; a los nueve años
da se trasforma en angustia: idea que Freud adquirió desde 1895 en y medio, la muerte tiene la última palabra. Henos aquí ahora en la
sus trabajos sobre las neurosis actuales. Tomada como explicación edad adulta, en la cuarta etapa, la del autoanálisis desencadenado por
personal y completada a la luz de estos comentarios, quiere decir el trabajo de duelo consecutivo a la muerte del padre ( octubre de
que hacia la edad de nueve años y medio la masturbación iba acom- 1896). Freud acababa de realizar el descubrimiento que daba un
pañada en Sigismund por fantasías de posesión exclusiva de la madre mentís definitivo a la maldición paterna y que le aportaba la pose-
y deseos de muerte del padre y de los demás niños rivales, y que pro- sión simbólica de la madre queri¿a. Y al tiempo que lo realizaba
vocaba en él una triple a_ngustia: la angustia inconsciente de trasgre- comprendía lo que estaba haciendo; en otras palabras, era la prime-
dir el tabú del incesto, el miedo inconsciente a represalias por parte ra vez que le resultaba claro el sentido que tiene un gran descubri-
del padre y la angustia preconsciente causada por la inobservancia miento para quien lo lleva a cábo. Podía interpretar ese sueño de
de la prohibición de la masturbación. Esta última prohibición, por- angustia, supervivencia de su prepubertad y de algunas escenas trau-
que es preconsciente y porque era corriente y acentuada en el purita- matizantes de su niñez. Podía avanzar en la redacción de aquel libro,
nismo europeo de la era victoriana, puede, como ya se dijo, haber que era una última palabra dirigida a su padre y, a la vez, la última
resultado para el niño Freud más importante que la prohibición edí- palabra sobre sí mismo. Al colocar al final la interpretación del sue-
pica, pero el genio de Freud adulto consistió en haber mostrado que ño, confirmaba el hecho de haber vuelto a tomar posesión de su
esa prohibición preconsciente no extrae su fuerza psíquica más que de madre querida a expensas de su padre, pero, más aún, significaba
esta otra prohibición inconsciente. Sin embargo, la distancia entre que ahora tenía la última palabra · sobre la muerte, la última sobre
ambas prohibiciones hizo que sus sentimientos de culpa se fijaran en la angustia, la última sobre la separación del objeto primitivamente
la masturbación, lo que indudablemente le facilitó el descubrimiento amado. En efecto: a la muerte, a la angustia y a la separación, rea-
del complejo de Edipo. lidades ineluctables, podemos oponer únicamente palabras, frases que
Esta interpretación, sugerida por Freud, del deseo oscuro de su sue- nos decimos en nuestro fuero interno, o que esperamos sean dichas
ño me deja sin embargo insatisfecho, y su insistencia me parece sos- por aquellos para quienes contamos, palabras y frases que hablan a
pechosa de querer reducir, remitiéndola a otra cosa, la angustia es- partir de una posición del Ideal del Yo y no del Superyó o del Yo
pecífica que se manifiesta en primer plano: la de la muerte de su ideal, y que nos reparan hablándonos de los buenos objetos destrui-
madre. Así nos vemos llevados a entender de otro modo el sentido. dos y reintroyectados por nosotros.
El trabajo interior de la fase edípica concluye y Sigismund dice adiós Una observación más. Los objetos antiguos, las figuritas egipcias
a su madre querida, a la madre de su primera infancia, a su madre con cabezas de halcón doméstico o de gavilán salva je, el Freud co-
e ·.ípica. A partir de este momento, ella está muerta para él, es decir, leccionista y psicoanalista los tenía ante sus ojos mientras trabajaba.
él renuncia a su posesión incestuosa. El Superyó postedípico realiza Al dios enemigo con el que se aliaba, el inconsciente, necesitaba te-
así su obra; pero, como vimos, atemperado por el Ideal del Yo. De nerlo constantemente en su campo visual durante sus curas a fin de
tal manera Freud puede renunciar a su madre como objeto libidinal controlarlo, del mismo modo que Philippson pensaba que los judíos
y, a la vez, buscarle sustitutos en el plano del pensamiento, es decir, debían aprender a conocer las otras religiones y las culturas circun-
recuperar su imagen poseyendo una tierra desconocida del saber y dantes para conservar mejor las propias. Los objetos malos, nos dice
gozando esa posesión. Freud con el comentario a su sueño, si los miramos de frente y los
llamamos por su nombre, si nos representamos su funcionamiento,
es posible tenerlos a nuestra merced.
, __~--
344 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" EL SUEÑO "GOETHE ATACA AL SEÑOR M •.. " :i-1:,

El sueño "Goethe ataca al señor M . .. " ( entre el 14 y el 27 de abril tuvo naturalmente que producirse antes, el señor M ... debía de ser
de 1898) entonces un jovencito. Me parece posible que tuviera dieciocho años.
Pero no sé muy bien en qué año vivimos actualmente (wir gegen-
Como ya se ha dicho ( p. 302), el 15 de marzo de 1898 Freud envio wartig schreiben) y así todo mi cálculo se hunde en las brumas. Por
a Fliess el manuscrito de su segundo capítulo, que contenía el auto- lo demás, el ataque se encuentra en el conocido artículo 'Naturaleza',
análisis de dos sueños piloto (sin duda el de Irma y "Tío de barba de Goethe" (Td 440-441, ID 439, IR 373).
amarilla") y consideraciones sobre el mito de Edipo. El 24 de marzo Este sueño y su comentario se hallan en el capítulo vr, sección 7,
respondió a las objeciones de Fliess y comenzó a escribir el capítulo de Die Traumdeutung como ejemplo de sueño absurdo (Td 440-443
sobre los estímulos somáticos del sueño y sobre los sueños de angus- y 450-452, ID 439-441 y 448-449, IR 373-375 y 381-382). Está in-
tia. El c:ipítulo estuvo casi terminado el 3 de abril. El congreso pre - sertado en una serie muy significativa de sueños de Freud: "Mi padre
visto para Semana santa fue anulado a causa de la enfermedad de como Garibaldi", "Conde Thun", "1851 y 1856" y "Mi hijo, el mio-
Fliess y de la preñez de su esposa. Freud aprovechó para viajar con pe": este último sueño acompañó el primer desacuerdo grave con
Alexandre a Istria, en ese entonces austriaca, y a su regreso, el 14 Fliess; en cuanto a los demás, todos de fecha posterior, su carácter
de abril, le escribió a su amigo una descripción fascinante de la re - absurdo es presentado como una expresión ·de hostilidad hacia el pa-
gión. Lo asombró la abundancia de representaciones priápicas antiguas dre muerto: adivinamos así en qué compañía se encuentra Fliess. El
y en su c·arta propuso una interpretación simbólica de las mismas. sueño "Goethe ataca al señor M ... " ya está citado, sin ser referido
"Priapo representaba la erección permanente, la realización del de- en detalle, en la secóón 3 ( "Los procedimientos de figuración del
seo que contrasta con la impotencia psíquica" (F, 14 de abr. de 1898, sueño") del mismo capítulo, como ejemplo de trasformación en su
al 268, ing 252, fr 223-224) . Pero al regresar Freud se vio atrapa do contrario, junto al sueño sobre Safo, soñado por un paciente de Freud
por un desagradable incidente. El primer libro de Fliess ( sobre las según el modelo de la novela de Daudet (Td 332 y 342 n. 1, ID 326-
relaciones entre la nariz y los órganos sexuales) había aparecido en 327 y 337 n. 1, IR 281-282 y 290 n. 1). El mismo texto freudiano
Viena editado por la casa Deuticke el año precedente. La Wiener del sueño y un comentario mucho más breve se encuentran en El
klinische Rundschau, de la que Freud era un colaborador regular e sueño y su interpretación (1901a) (OT 675-678, OD 662-665, RI 67-
importante , acababa de publicar un artículo severo sobre el libro. 73). Grinstein ha dedicado un capítulo a este sueño ( G, cap. 10).
Grinstein ha reproducido el texto integral; he aquí algunos fragmen - Freud, sometiendo cada fragmento del sueño a sus asociaciones de
tos · significativos: "Un libro [. .. ] muy grueso para su magro conte - ideas, dilucidó la polisemia de "ataque". En ~l primer sentido, aludía
nido. [... ] No es tarea de la ciencia criticar las ·producciones ima - a la crítica "aplastante" sobre el último libro de Fliess y los mala-
ginativas de este autor. [... ] En numerosos pasajes el lector tiene la barismos de ideas y cifras que el mismo contiene, puramente gratui-
impresión de que el autor se burla de él." En la carta del 14, Freu d, tos. Por ejemplo: ¿no explicaba Fliess la duración de la vida de
indignado, informó a Fliess que acababa de reclamar una rectifica - Goethe (1749-1832, o sea cerca de 84 años) por un múltiplo de 28,
ción. Como nada sucedió, anunció a Fliess el 27 de abril que se había cifra de~ período "femenino" de vida? Conscientemente, la crítica es-
retirado del comité de redacción. Alrededor de esas fechas ( o sea candalizó a Freud. En el sueño, la hizo inconscientemente suya (este
probablemente entre el 14 y el 27 de abril de 1898) tuvo el sueño sueño llevaba sobre el punto una ventaja de algunos años a su futu-
siguiente: ra disputa con Fliess) . Pero en el comentario al sueño, como hizo ya
"He aqui otro sueño absurdo que juega con números: el señor en el que corresponde a "Inyección a Irma", Freud asumió la falta
M ... , una de mis relaciones, ha sido atacado en un artículo por de Fliess: era a él, Freud, a quien se atacaba a causa de su teoría
Goethe -no uno de los menores-, y ello con una violencia injustifi- sobre la etiología sexual de las neurosis. No obstante, al introducir el
cada según nuestra unánime opinión. El señor M. . . ha quedado relato diciendo que era un "sueño absurdo que juega con los núme-
aplastado, naturalmente, por tal ataque. Se queja amargamente a sus ros", ¿ no estaba empleando una manera velada de hablar de la teo-
comensales; su veneración por Goethe, sin embargo, no se ha visto ría de Fliess: absurda y que juega con los números?
disminuida por esta experiencia personal. Entonces intento esclarecer En el segundo sentido, "ataque" designaba el daño a las funciones
un poco las relaciones cronológicas, que me parecen inverosímiles. psíquicas producido por la parálisis general, grado último de una sí-
Goethe murió en 1832. Puesto que su ataque contra el señor M ... filis juvenil. Tal el caso de un paciente, hermano del señor M ... ,
1
EL SUEÑO ' GOETHE ATACA AL SEÑOR M .. . " 347
346 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA ''TRAUMDEUTUNG"

a una obra teatral construida con el mis¡no tema de Safo, y soñó con
recientemente examinado por Freud, en especial mediante diversas
un ascenso primero penoso, luego fácil. El análisis del sueño elucidó
pruebas de memoria, cálculo y localización temporal. En su sueño,
algunas implicaciones de esa inversión: la relación con una mujer
al embrollarse con tales pruebas, Freud se identificaba con ese para-
fácil era para el paciente sexualmente satisfactoria, pero lo hacía
lítico.
En el tercer sentido, el ataque representaba el acceso de locura caer en la escala social tan bajo como era posible; inversamente, la
misma aventura representaba para la actriz una importante etapa en
furiosa sobrevenido a un joven de dieciocho años, hermano de una
enferma de Freud. Tal acceso había comenzado con el grito "¡ Na- su ascenso social; así, en esa relación, ¿ quién de los ·dos se hallaba
encima y quién deba jo? ¿ quién ganaba y quién perdía? Pero en el
turaleza, naturaleza!" ( en el que sus familiares vieron erróneamente
escenario infantil rememorado por el paciente al término del trabajo
una alusión abstracta al célebre ensayo atribuido a Goethe --el mis-
mo que determinó la vocación médica del adolescente Freud- y de interpretación intervenían tres personajes: el paciente, niño, ma-
una prueba de surmenage científico) y terminado con una autoemas- mando · del pecho de su madre en lugar de su hermanito. Llevar
culación: la "naturaleza", pues, eran los órganos genitales. Freud, en brazos a la mujer deseada era pues la repetición invertida de la
que reconoció su identificación con el paralítico general, no estable- situación originaria del placer, cuando el niño, eliminado todo rival,
ció ningún lazo de este órden en lo que . atañe al segundo enfermo. era llevado en brazos por su madre y se encontraba en contacto físico
De tal modo, subinterpret~ esta tercera serie asociativa al reducirla con ella.
a la expresión de un sinsabor intelectual, el de ver vivamente criti- Con su sueño "Goethe ataca al señor M ... ", Freud verificó en sí
cadas sus concepciones sobre la "naturaleza" sexual de las neurosis. mismo, como frecuentemente le ocurría, la veracidad de un proceso
Del sinsabor físico, mucho más desagradable, de ser atacado en sus observado antes en sus enfermos. Daba la espalda a Fliess como Safo,
genitalia por un padre ideal como Goethe, pero severo y todopode- en la novela, termina volviendo la espalda al joven que previamente
roso, nada se dice, pues esa "nada" a la que el castigo puede reducir había seducido. Pero dar la espalda posee, entre hombres, una conno-
el órgano del deseo edípico escapaba a la formulación por su horror tación homosexual, confirmada por el nombre de Safo, célebre lesbia-
mismo. A la emasculación fantasmática del cuerpo corresponde muy na de la Antigüedad. Freud comenzó así a entrever la naturaleza
lógicamente una escotomización radical del pensamiento y el dis- homosexual latente de su sumisión a Fliess. "1832" es ciertamente el
,.curso. año de la muerte de Goethe, pero también la fecha de nacimiento
Aquí ya no basta el análisis temático. El pensamientc primario de Emmanuel, hermanastro mayor de Sigmund Freud, nacido de
tiene su lógica propia y a través de ella logra dar un sentido a lo un primer matrimonio; la confusión dé fechas atribuida al paralítico
que en el origen no lo tenía ( afectos, pulsiones) . El proce·;o formal general era el rodeo mediante el cual se expresaba un deseo típico
puesto en evidencia por este sueño es el de la trasformación en su de la rivalidad fraternal: si la fecha de nacimiento de Emmanuel hu-
contrario. Freud tuvo la intuición de tal proceso al analizar; el sueño biese sido también la de su muerte ... En cuanto al grito "¡ Natura-
de uno de sus enfermos, "Un bello sueño", construido, pero de ma- leza, naturaleza!", despertó en Freud un recuerdo personal. Un poco
nera inversa, según el modelo de Safo, la novela de Alphonse Daudet antes de los dieciocho años, al asistir a una serie de conferencias sobre
( otro sifilítico, que además escribió un libro sobre su experiencia de anatomía comparada, oyó citar por primera vez el célebre ensayo de
la tabes: ¿ lo sabía Freud?) . En la novela, el héroe lleva en brazos a Goethe y el entusiasmo que le suscitó fue decisivo en su vocación mé-
su casa a la mujer que acaba de conocer y que se dispone a satisfa. dica. La conjunción del tema de la "anatomía comparada" y del pro-
cer su deseo. Al pie de la escalera, le parece liviana, premonición de ceso formal de trasformación en su contrario marcó la emergencia
un descubrimiento próximo: es una mujer ligera. A medida que as- de la convicción infantil según la cual la conformación sexual feme-
ciende la va sintiendo más pesada, anticipación de un segundo des- nina es lo contrario, por supresión, de la conformación viril.
cubrimiento: es una mujer madura, figuración simbólica del agobio El procedimiento formal que presidió la elaboración del sueño es
paralizante al que lo llevará esa relación. Grinstein (G 257-261) ha el de la interversión. Como Freud observó, los cálculos a partir de
establecido un minucioso paralelo entre la trama de la novela y el la fecha de nacimiento se transforman en cálculos a partir de la
argumento fantasmático del sueño. fecha de muerte. El autor de la crítica contra Fliess era alguien muy
El paciente de Freud, un claustrófobo, que acababa de romper
joven; en el sueño, lo es el criticado. El pensamiento: un hombre
con una actriz de baja extracción social pero a quien adoraba, asistió
348 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG"
EL SUEÑO "CASTILLO AL BORDE DEL MAR" 349
joven podría actualmente criticar a Goethe, se vuelve: Goethe critica
a un hombre joven. A partir de esto, Freud dejaba adivinar otra en 1911: "Además cabe señalar que esa actitud es utilizada con fre-
significación de su sueño: el loco no era el que se creía, no era el cuencia por sueños que atestiguan tendencias homosexuales reprimi-
atacado, sino a la inversa. Esta transformación en su contrario estaba das." La interversión en los procesos del sueño es pues la trasposición
contenida en germen en otra crítica, igualmente dura, que había en el plano formal de un contenido latente de inversión.
aparecido sobre el libro de Fliess y que Freud citaba en su comenta- Al finalizar el análisis del sueño , la ecuación del problema resul-
rio: "Al leerlo uno se pregunta si el autor está loco o si uno mismo taba clara para Freud : existe un término medio entre el sentimiento
lo está" (Td 442; ID 440, IR 374). general de parálisis, la prohibición edípica y la diferencia de sexos,
La interversión es una operación peligrosa pues puede volverse con- y ese término medio es verosímilmente una fantasía infantil. ¿Cuál?
tra el que la ha emitido. Si Freud pensaba, o al menos escribía, que Su reconocimiento explícito no puede efectuarse mediante un mo-
la significación de su sueño era vengar a Fliess de las críticas sufridas vimiento puramente intelectual. El desprendimiento respecto de la
-primero intervirtiéndolas, luego ocupando su lugar-, quizá lo hacía creencia infantil pasa por una rebelión abierta contra la amenaza,
porque su sueño encerraba precisamente el sentido inverso. En el sue- contenida en esta creencia, de parálisis general (rebelión que se anun-
ño, Freud intentaba calcular a la manera de Fliess, pero el "cálculo" cia en el afecto del sueño: ll'l. "violencia injustificada" del ataque),
y requiere el coraje de imaginar posible la trasgresión de la prohibi-
se hundía en las brumas. "Me conduzco --escribió-- como un para-
lítico general y el sueño nada en el absurdo": se trata, pues, de que ción. Ese desprendimiento, esa rebelión, esa trasgresión y la realiza-
ción sií:nbólica de una fantasía arcaica, ¿ no están, por lo demás, im-
los cálculos de Fliess le parecían absurdos . Freud repite en su obra
que los sentimientos y juicios consecutivos a un sueño forman parte plicados en toda creación?
de su contenido. Como en "Mi hijo, el miope", el sentimiento de
absurdo del sueño apunta en realidad a la teoría de Fliess. Las confir-
El sueño "Castillo al borde del mar" o "Navío del desayuno" (10-
maciones vinieron cuando Freud, a punto de separarse de su amigo,
11 de mayo de 1898)
retuvo este sueño en el otoño de 1900 para hacerlo figurar en El sueño
y su interpretación, añadiendo los nuevos comentarios que siguen:
El 1 de mayo de 1898 (F, al 270, ing 254, fr 225), Freud envió a
estudiante, Fliess obtuvo ' con su abucheo el despido de un profesor Fliess el manuscrito del capítulo 3 de la primera versión sobre los
senil; el sobreentendido es: ahora le toca a él sufrir la misma suerte. materiales del sueño. A partir del día siguiente, vivió en la inquietud.
Freud mismo trabajó en el hospital con aquel jefe fósil (Freud mismo La guerra naval entre Estados Unidos y España acababa de estallar
estableció la relación con el cráneo de carnero descubierto por Goethe y se supo que la flota española había dejado las Azores. Nueva York
en la playa del Lido) ; los jóvenes médicos del servicio habían com- estaba ansiosa y nerviosa, temiendo un ataque y un bombardeo por
puesto sobre él una parodia de una obra de moda: "No es Goethe mar. Ahora bien, en Nueva York vivían Eli Bernays, hermano de
quien escribe así ... " Eva Rosenblum ha observado que el miembro Martha, su esposa Anna, hermana de Sigmund, y sus hijos. El 7 de
de frase del sueño: welches ]ahr wir gegenwartig schreiben (palabra mayo el mundo se enteró de la batalla de Manila, que tuvo lugar el
por palabra: "qué año escribimos actualmente") es una vieja fórmula día 1 y que terminó con una victoria norteamericana. El 10, la N eue
alemana, que corresponde al lenguaje de Goethe. Por lo tanto, en el freie Presse de Viena publicó un relato pormenorizado de la batalla;
sueño, era Freud quien escribía como Goethe y quien, como él, había Adams ( 1953) tuvo la idea de buscarlo y relacionarlo con el sueño
descubierto el cráneo de carnero, es ·decir, el sentido de los sueños y subsiguiente. He aquí un resumen: los navíos del almirante Dewey
el complejo de Edipo. Ahora bien: si Freud, como sabemos, se iden- navegan en una línea, como en un desfile, ante la flota española
tificaba con Goethe y su descubrimiento, entonces era el propio Freud abrigada en la bahía de Manila. Parecen ir a una destrucción tanto
quien en el sueño atacaba al señor M ... , o sea Fliess: Freud lo de- más segura cuanto que no responden al fuego español. Imperturbable,
jaba entender ya en la primera edición de Die Traumdeutung: "En Dewey habla del tiempo, del paisaje, mientras se cierra la elipse que
todos los sueños donde la situación está invertida, me parece cada vez trazan sus navíos. Al cabo de trece minutos ordena que se abra el fuego,
más que existe una alusión a la despectiva expresión corriente: vol- un fuego terrible e ininterrumpido. Dos horas después, a la hora
verle la espalda a alguien" (Td 332, ID 327, IR 281-282). Y agregó exacta del breakfast, hace detener el tiro para que sus hombres puedan
desayunar. La resistencia de los españoles es entonces casi nula. Des-
"'----~~-

350 LA ESC E NA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" E L SUEÑO "CASTILLO AL BORDE DEL MAR" 351

pués del desayuno , disipada la humareda, el fuego norteamericano se 466-478, ID 463-468, IR 395-399 ) . Son retomados en la secc1on 2,
reanuda y acaba por destruir todos los barcos enemigos . El buque in- "La regresión", del capítulo vn, "Psicolo gía de los procesos del sueño",
signia había visto morir a sus sucesivos comandantes y luego fue par- a fin de ilustrar que el estado de excitación específicamente visual del
tido en dos. A las 12: 30 se enarbola la bandera blanca. La noticia de sueño es "un producto del recuerdo, la reviviscencia de una excitación
la batalla fue conocida en el mundo tardíamente pues el cable de visual real" (Td 552-553, ID 546-547, IR 465). En ese lugar Freud
Manila había sido cortado. califica a este sueño de "mi sueño más bello y el más vivo de los
El mismo día en que leyó ese relato en el diario, sorprendieron a últimos años". Pero al mismo tiempo su demostración no es muy con-
Freud los colores vivos del jue go de construcción con el que se diver- vincente: afirma, contra Scherner, que el contenido del sueño se debe
tían sus hijos . Por la noche tuvo el sueño siguiente: mucho más a una escena infantil de la cual el sueño es el "sustituto
"Un castillo al borde del mar, más tarde no está directamente al [. .. ] modificado por trasferencia en un dominio reciente", que a los
borde del mar sino al borde de un estrecho canal que conduce al mar. estímulos internos del organismo durante la noche; pero prueba única-
Un señor P ... es el gouverneur [en francés en el texto] . Estoy parado mente con el ejemplo de "Castillo al borde del mar" que la alucinación
con él en un gran salón con tres ventanas, frente al cual se elevan las visual propia de ese sueño se debe a dos recuerdos recientes (el viaje
salientes de un muro como merlones de fortaleza. Estoy afectado a la a Istria, el juego Ankerstein de construcción de sus hijos), es decir, a
guarnición, quizá como oficial voluntario de la marina. Tememos la restos diurnos y no a un recuerdo infantil. J;,l presentimiento de un
llegada de improviso de barcos de guerra enemigos, pues nos hallamos recuerdo infantil y el fracaso en sacarlo . a la luz son típicos de ese
en estado de guerra. El señor P . .. tiene la intención de irse; me co- período del autoanálisis de Freud, en el que rememora recuerdos de
munica instrucciones sobre lo que debe ocurrir en el caso temido. Su su segunda infancia ( entre cinco y diez años, en Viena) pero desco-
mujer enferma y sus hijos se encuentran en el castillo amenazado. noce aún el recuerdo encubridor relativo a una escena campirana vi-
Cuando el bombardement [en francés en el texto] comience, la gran vamente coloreada que se desarrolló en Freiberg hacia los tres años
sala debe ser evacuada. Respira difícilmente y quiere alejarse; lo re- de su edad, colores vivos que más tarde aparecerán como figuraciones
tengo y le pregunto de qué manera debo hacerle llegar mis noticias, ele las intensas emociones sexuales experimentadas entonces .
en caso de que sea necesario. Dice entonce'S algo, pero inmediatamente Las coloridas imágenes del sueño son una mezcla del juego de cons-
después cae muerto. Sin duda lo he fatigado inútilmente con las pre- trucción, del relato de la batalla naval y de los dos viajes al borde del
guntas. Después de· su muerte, que no me ha hecho además ninguna Adriático realizados por Freud en compañía de Alexandre ( el del
impresión, pensamientos: saber si la viuda permanecerá en el castillo, verano de 1897 a Venecia y el de la última Semana santa a Istria).
si debo informar sobre la muerte al cuartel general y si, siendo el si- En el segundo viaje visitaron en Aquileya el museo que contiene re-
guiente en la jerarquía, debo hacerme cargo del mando en el castillo. liquias funerarias etruscas; luego almorzaron en el barco que los
Ahora estoy en la ventana y examino los navíos que pasan, son buques llevaba en excursión a Grado. Este viaje fue descrito en detalle y
mercantes que navegan velozmente en las aguas oscuras, algunos con con entusiasmo en la carta a Fliess del 14 de abril de 1898 (F, al
varias chimeneas, otros con un techo hinchado, abultado ( completa- 267-270, ing 251-253, fr 223-225 ). El azul es el color del río Isongo
mente semejante a los edificios de estación de trenes en el sueño pre- y de la laguna; el pardo , el del karst, planicie de piedra caliza situa-
cedente [no referido]). Luego mi hermano está a mi lado y ambos mi- da detrás de Trieste. Todos estos alegres recuerdos de viaje contrastan
ramos hacia el canal por la ventana. Al ver determinado navío, nos con la impresión dramática y sombría del sueño. Su significación está
espantamos y exclamamos: he ahí el buque de guerra que viene. Pero vinculada a las inquietudes de Freud acerca del porvenir de los su-
resulta que sólo vuelven los mismos barcos que ya conozco. Ahora llega yos si él llegase ·a morir prematuramente. Se ha identificado con su
una nave pequeña, extrañamente cortada, o sea que termina en me- cuñado neoyorkino en peligro y con el almirante muerto durante la
dio de su anchura; sobre el puente se ven cosas extrañas que se aseme- batalla. Tal temor a una muerte cercana se había ido acentuando
jan a timbales o cajas. Exclamamos al unísono: es el navío del des- progresivamente en los sueños de Freud hasta ocupar aquí un lugar
ayuno (Frühstückschiff)" (Td 466-467, ID 463-464, IR 395-396). central. Como de costumbre , una expresión verbal surgida al final del
El relato del sueño y su comentario figuran en la sección 8, "Los sueño da la clave: después del paisaje visual, la simbolización. El
afectos en el sueño", del capítulo VI, "El trabajo del sueño", como · "navío del desayuno" constituye una alusión a los dos buques insig-
ejemplo de "represión de los afectos durante el trabajó del sueño" (Td nia de la batalla , uno que detuvo el fuego para el breakfast, y el otro,
"'

352 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" EL SUEÑO "SALA CON MÁQUINAS" 353

vencido, desmantelado, partido en dos (to break: romper). También todavía eran demasiado incompletas. El "techo hinchado", la respira-
en el sueño "Madre querida y personajes con picos de pájaro" se ción difícil, los barcos que se deslizan cada vez más rápido evocan
trató de algún objeto etrusco que había llamado la atención a Freud el lecho, las sábanas y el coito de los padres del sueño "Madre que-
probablemente en Aquileya. Ese objeto, que se parecía a un servicio rida y personajes con picos de pájaro". Los colores vivos ya estaban
para el desayuno, era en realidad un utensilio para el aseo* femeni- presen tes en el recuerdo del deshojado libro de imágenes de Persia.
no -Sigismund bromeó con Alexandre acerca de llevárselo a su mu- Pero el deseo de desfloración de Pauline que el análisis del recuerdo
jer- hecho de barro cocido recubierto de barniz negro ( como toda encubridor puso en evidencia en los inicios de 1899 permanecía aún
la cerámica doméstica etrusca) : por lo tanto, vestidura* negra, es reprimido, aunque acercándose cada vez más a la consciencia: a la
decir, de duelo. Alusión también a las barcas prehistóricas en las que pregunta "¿hasta qué distancia se puede avanzar en la gruta?", el
se confiaban al mar los cadáveres insepultos. Por otra parte, la palabra salaz guía de las grutas de Divaca, durante el reciente viaje a Istria,
inglesa breakfast significa literalmente "rompe-ayuno", o sea: roto por había respondido: "Es como con una virgen. Mientras más adentro,
el naufragio y ayunar a causa del duelo. mejor", réplica .que Freud necesitó trasmitir a Fliess en la citada car-
Buxbaum ( 1951) ve en este sueño un nuevo paso dado por Freud ta del 14 de abril de 1898 (F, al 269, ing 253, fr 224). La potencia
en el análisis de su relación con Fliess y con su padre. Freud viajó a del bombardement (la palabra está en francés en el texto de Freud ... )
Istria con Alexandre en vez de reunirse con Fliess, enfermo. El temor es tal que hiende a lo ancho a la pequeña nave: la desfloración es fan-
de desaparecer sin dejar un sostén a sus hijos era un castigo por sus taseada como sádica y destructora. Se trata de una fantasía subya-
deseos de muerte pacía su padre y su amigo: quien quiera matar por cente en una ensoñación masturbatoria: la masturbación, desayuno
deseo incestuoso temerá la ley del talión y tener que morir. Así el de la vida sexual ...
alejamiento respecto de Fliess se afirmaba cada vez más: Fliess deja- Considerado desde el punto de vista de la imagen del cuerpo, el
ba de ser el gouuerneur del trabajo científico de Freud; Freud tenía sueño realiza una exploración simbólica del cuerpo femenino (el cas-
el sentimiento de "fatigar" a Fliei,s "con sus preguntas"; se decidió a tillo, el mar, el canal). Como en los sueños de Roma, el paisaje es
ocupar su lugar y a avanzar en su propia investigación sin tener en visto desde lejos ( detrás de un muro fortificado), y es visto gracias a
la pr~sencia tranquilizadora de un compañero, que al principio es
cuenta las teorías de su amigo. El traba jo del duelo consecutivo a la
una imagen del padre ( el gouuerneur) y luego el joven hermano
muerte del padre (los "buques mercantes" del sueño aludían a la pro-
Alexandre. La exploración termina en una toma de posesión ( el
fesión de éste) se prolonga en un trabajo del duelo relativo a la sepa-
"bombardeo", los navíos "navegando velozmente en las aguas oscu-
ración que había que encarar en lo concerniente a Fliess.
ras") fuente de angustia y, a la vez, de goce.
Examinemos este sueño con arreglo a algunas de las perspectivas
que nos son habituales. El deseo infantil latente es edípico: el go-
bernador P . . . (el padre) cae muerto; la viuda permanece en el cas- El sueño "Sala con máquinas" o "Casa de salud" o "Deshonestidad"
tillo, en donde está "amenazada" (de incesto) ; Freud ocupa el lugar (mayo de 1898)
del gobernador y se ve invadido por la angustia de su propia muerte.
Pero lo que finalmente sucede en el sueño es una escena en la que ve En los días que siguieron, hacia mediados de mayo de 1898, el tema
"una nave pequeña, extrañamente cortada, o sea que termina en me- de la muerte siguió trabajando en Freud, tal como lo señaló en una
dio de su anchura": así, el castigo edípico no es la muerte sino la nota sobre un nuevo suep.o, nota que permite fecharlo: "No encon-
castración; no obstante, Freud --es comprensible- permanecía in- trar el sombrero es un acontecimiento de la víspera utilizado en varios
capaz de adquirir una conciencia intelectual clara de esa verdad sentidos. Nuestra mucama, habilidosa para ordenar los objetos, lo ha-
enunciada por su sueño en forma de pensamiento por imágenes. Es bía escondido. También el rechazo de ideas tristes acerca de la muer-
comprensible, pues el deseo infantil estaba estrechamente articulado te se esconde en e1 desenlace de este sueño: aún estoy lejos de haber
con el recuerdo de escenas infantiles cuya rememoración o elucidación cumplido con mi deber; no tengo todavía el derecho de partir. Naci-
miento y muerte, como en el sueño, tenido poco antes, de Goethe y
* Toilette en el texto, que tanto significa "vestido de mujer" como "aseo". el paralítico" (Td 342 n. 1, ID 337 n. 1, IR 290 n. 1).
Una vasija negra de aseo (toilette) es por lo tanto una vestidura (toilette)
negra, de duelo. [T.] He aquí el relato del sueño y su comentario:
\.

354 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" EL SUEÑO ''SALA CON MÁQUINAS" 355
"El hecho de no poder llevar algo a cabo no siempre aparece en el en -el cual el precedente sue1"í.o"Goethe ataca al señor :tv1.. .'' es rl'
sueño en forma de sensación, sino también, simplemente, como par- lacionado con Saf o, la novela de Daudet. Entre ambos se insertan el
te del contenido del sueño. Considero ese caso particularmente apro- sueño "La ensoñación c>n el sueño" ( que también es una crítica a
piado para iluminarnos sobre la significación de esa característica del Fliess) y consideraciones sobre la diferencia entre la intensidad o vi-
sueño. Voy a comunicar en forma abreviada un sueño en el que apa- vacidad de las imágenes del sueño y la intensidad psíquica de los
rezco acusado de deshonestidad. pensamientos del sueño; sin nombrar al autor, Freud lo relacionó con
"El lugar es una mezcla de una casa de salud privada y de varios la idea de Nietzsche de una "trasvaluación de todos los valores psí-
otros locales. Aparece un sirviente y me llama para una investigación quicos", pero estas consideraciones datan sin duda de la segunda ver-
[Untersuchung, que también significa examen médico]. En el sueño, sé sión. En la primera edición de la presente obra la fecha del sueño nos
que algo falta y que la investigación tiene lugar porque se sospecha pasó inadvertida y le dedicamos un comentario muy sucinto. Grinstein
que me he apropiado lo que se ha perdido. El análisis muestra que lo estudia con profundidad ( G, cap. 11).
Untersuchung debe ser tomado en los dos sentidos y que comprende El deseo de disculparse, actuante desde el comienzo del autoaná-
investigación y examen mér-iico. Consciente de mi inocencia y de mi lisis, en este sueño se especificó en deseo de escapar de la acusación
función de médico co,nsultor en esa casa, voy [gehen, que también de deshonestidad tanto como de los castigos del infierno. La idea de
significa marchar, partir] tranquilamente con el sirviente. En una deshonestidad está en relación con Fliess, cuyas teorías Freud recibe,
puerta, otro empleado doméstico nos recibe y señalándome dice: 'Éste criticándolas, y en relación con Nannie, que como vimos obligaba a
es el que usted ha traído; pero es un hombre honesto.' Entonces, sin Sigismund a robar dinero, zehners, y que con grosería lo iniciaba en
sirviente, voy a una gran sala en la que /¡,ay máquinas y que me re-
el aprendizaje del aseo. La idea del infierno es otra alusión a Nan-
cuerda un Inferno 14 con sus castigos [Strafaufgabe] de infierno. Sobre
nie, quien amenazaba al niño con sus llamas, y una continuación del
un aparato, veo atado a un colega que tendría varias razones para
tema del descenso a los infiernos y de la visita al Tártaro (donde los
prestarme atención; pero me ignora. Alguien dice entonces que ya
mayores criminales son torturados con máquinas), es decir, de la iden-
puedo irme [gehen J. En ese instante no encuentro mi sombrero y a
tificación heroica con Eneas y Dante.
pesar de todo no puedo irme [gehen].
La clave del sueño reside en la expresión de doble sentido "no pue-
"Es evidente que la realización del deseo del sueño es que soy re-
do irme". Significa: "no soy absuelto" y "no he concluido mi tarea,
conocido como hombre honesto y que tengo derecho de partir; se
debe pues encontrar en los pensamientos del sueño toda clase de ma- no debo morir". 15 Una cita ae un drama de Schiller, Fiesko (rn, 4),
teriales que contengan la contradicción de ello. Que tenga derecho de sirve de intermediario: "El moro [el negro] ha cumplido mn su de-
retirarme es el signo de mi absolución; luego, cuando al final el sueño ber, el moro puede partir [gehen]." Una nota de Freud aclara el
aporta un acontecimiento que me impide partir, está probablemente chiste encerrado en otro doble sentido del verbo gehen: "Y de inme-
permitido inferir que por ese medio se destaca el material reprimido diato esta adivinanza: ¿ Qué edad tenía el moro cuando cumplió con
de la contradicción. Que no encuentre el sombrero, pues, significa: su deber? -Un año, por eso puede 'caminar' [gehen =partir]. (Vine
'No eres un hombre honesto.' El hecho de no lograr cumplir algo en al mundo con tantos cabellos negros enmarañados que mi joven ma-
sueños es por lo tanto la expresión de la contradicción, un 'no'; se- dre me presentó como un pequeño moro)" ( T d 342 n. 1, ID 33 7 n.
gún et!to, la anterior suposición de que el sueño no es capaz de expre- 1, IR 290 n. 1).
sar ~a negación debe ser corregida" (Td 341-342, ID 336-337, IR Como ha mostrado muy bien Grinstein ( G 268.280), el drama es-
289-290). crito por Schiller en 1783 era particularmente negro y su evocación
El sueño y su rápido comentario, completado por una breve nota de nos parece continuar los relatos que Sigismund leía en la Biblia de
la que ya citamos un fragmento, figuran al final de la sección 3, "Los Ph1lippson en la época del sueño "Madre q~erida". Varios temas de
procedimientos de figuración del sueño", del capítulo VI, "El trabajo la obra son fáciles de confrontar con problemas de Freud:
del sueño". En la edición de 1900 siguen bastante de cerca al pasaje
1 5 Stein ( 1968a) nos ofrece la siguiente interpretación: el deseo infantil
realizado en el sueño es el de permanecer junto a la madre; de ahí la afir-
14 Palabra italiana empleada por Freud; alusión probable a Dante o al len-
mación: "110 puedo irme"; de ahí igualmente, la dificultad de escapar a la
guaje de la ópera. (Nota de la traducción francesa del sueño.)
acusación de deshonestidad , toda vez que tal deseo es vivido como una culpa.
...

356 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" EL SUEÑO "ENSOÑACIÓN EN EL SUEÑO" ;¡r¡7

O La ambici6n: en· 1547, el conde Fiesko quiere ser duque de Gé- éste murió de una afección gastrointestinal, el 15 de abril ch- 111:,11
nova apoderándose por todos los medios del lugar del duque Andrea Es comprensible que "nacimiento y muerte" hayan aparecido 1:w
Doria: a relacionar con la ambición freudiana semiinconsciente de ciados en este sueño de Freud.
convertirse en profesor, aplastando si era preciso a los demás. Una última observación, que también ha hecho Grinstein. El "som-
O La rivalidad homicida hacia las imágenes paterna y fraterna: brero" es un símbolo sexual masculino: por entonces Freud no tenía
un grupo de conspiradores, de los que forma parte Verrina, viejo e una clara conciencia de ello, pero en 1911, en la tercera edición de
íntegro republicano ( a los que Fiesko se une) , quiere matar al duque; Die Traumdeutung, insertó un parágrafo así titulado ( cap. VI, sec-
su sobrino, Gianettino, también quiere por su parte matar a su tío y ción 5, Td 365-366, ID 360-362, IR 309-310). Por lo tanto, si el
también a Fiesko. sombrero falta en el sueño, ,s para significar la ausencia del sexo
O La traici6n: el moro, Muley Hassan , de Túnez, traiciona sucesis masculino, pero aún Freud no podía darse cuenta. El parentesco te-
vamente: a su primer amo, Gianettino, después de haber fracasado en mático con el infechable sueño "Ensoñación en el sueño" nos ha con-
matar a Fiesko; luego a su segundo amo, el propio Fiesko, yendo a ducido a la hipótesis de que este último, que ahora examinaremos,
denunciar ante el duque la conspiración (pero el duque vuelve a en- se produjo después de "Sala con máquinas", sin duda en junio de
viarlo con Fiesko); en el intervalo traiciona a Julia revelando a Fies- 1898.
ko que ella le ha encargado echar, cada día, veneno en el chocolate
de Leonora, la mujer de Fiesko; el moro termina en ladrón e incen-
diario. El sueño "Ensoñaci6n en el sueño" (¿junio de 1898?)
O El desprecio por la mujer: Fiesko seduce públicamente a Julia,
sobrina del duque y hermana de Gianettino, únicamente para distraer "En ciertos casos, no sin sorpresa, se observa que la impresión de
la vigilancia de Doria; la obliga a declarar su amor por él ante su claridad o de indistinción dejada por el sueño nada significa en cuanto
propia esposa, escondida detrás de un tapiz, y, antes de hacerla en- a su textura, sino que proviene del material y es una de sus partes
carcelar, humilla a Julia desenmascarando de pronto a su mujer; constitutivas. Recuerdo un sueño que al despertar me pareció tan
Gianettino viola a Bertha, hija de Verrina, novia del joven Burgugni- bien construido, claro y completo que, aún bajo la ebriedad de la
no; Fiesko mata por error a Leonora, su esposa, que se hallaba cu- duermevela, proyecté crear una nueva categoría de sueños no some-
bierta con el manto rojo de Gianettino después de la muerte de éste. tida al mecanismo de la condensación ni del desplazamiento y que
O El castigo: Fiesko hace sufrir al moro el suplicio de la rueda sería calificada de 'ensoñación [o "fantasía"] durante el sueño'. Un
después del atentado fallido y finalmente lo hace ahorcar por robo e examen más atento permitió descubrir en ese sueño de extraña especie
incendio; Burgugnino se venga de Gianettino matándolo; al final de los mismos desgarramientos e incoherencias que en los demás; tuve
la obra, Verrina tira del manto púrpura que Fiesko se ha puesto des- que abandonar en ese punto las ensoñaciones durante el sueño. El
pués de su elección como duque, precipitándolo al mar, donde se contenido del sueño era que yo presentaba a mi amigo una difícil y
ahoga. largo tiempo buscada teoría de la bisexualidad. La fuerza conque el
Grinstein indica otra cita de la obra relacionada con el sueño. Fies-
sueño cumplía los deseos hacía que la teoría ( no expuesta en el sueño)
ko, encabezando la conspiración, declara: "Todas las máquinas están
pareciera clara y sin lagunas. Lo que yo había considerado como un
listas para la gran tentativa, afinados los instrumentos para el terri-
juicio formulado sobre el sueñQ concluido era pues una parte, en
ble concierto" ( n, 16) . Precisa y rectifica la cita que hizo Freud:
verdad esencial, del contenido del sueño. El trabajo del sueño invadía
cuando el moro lo ha convencido de que Julia quiere envenenar a
en cierto modo los primeros pensamientos de la vigilia y me presentaba
Leonora, Fiesko dice: "El moro ha hecho su trabajo [Freud se equi-
como un juicio acerca del sueño esa parte del material cuya figuración
voca al escribir "su deber", pero es error corriente], el moro puede
exacta no había podido alcanzar en el sueño mismo" (Td 336-337,
irse" (m, 4).
ID 331-332, IR 285).
El chiste sobre el moro que puede partir/ caminar al año de edad
sin duda remite a un episodio de su primera infancia, ya señalado El sueño confirma que Freud no compartía la embriaguez de Fliess;
por Freud, y que reaparecerá sin ser explicado en varios sueños ulte- encontraba que su teoría -la de los períodos, la de la bilateralidad-
riores: tenía un año cuando nació J ulius y dieciocho meses cuando era "confusa" y "con lagunas", que no se sometía a los "mecanismos"
358 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG'' EL SUEÑO "HOLLTHURN" 359
científicos de presentación de la prueba, en una palabra: era una pura imprecisión que se intercala entre una escena de restaurante y una
"ensoñación". Probablemente, uno de los deseos satisfechos por el escena de burdel. Aquí también la interpretación abraza la rememora-
sueño era el siguiente: mi propia teoría del traba jo del sueño, que es- ción de una escena de curiosidad sexual infantil en la cual "él había
toy redactando, será "bien construida, clara y completa", lo que la mirado [ ... ] los órganos grnitales de su hermanita, algunos años me-
suya no es. Pero tal realización onírica del deseo -deseo epistemófilo, nor" (Td 338-339, ID 333, IR 286-287).
deseo de ambición científica, deseo de superar al rival- resultaba Así, si nuestra hipótesis sobre la fecha de este sueño es exacta, al
demasiado cruda; al despertar, la elaboración secundaria se apresuró acabar la primera versión de su libro Frcud se preguntaba si su teoría
a modificar el sentido: no fue mi amigo quien tuvo ensoñaciones, soy era completa, si el complejo de Edipo explicaba toda la sexualidad
yo quien, llevado por mi propia embriaguez, me equivoco agregando infantil, si algunos sueños no ·escapaban al "mecanismo de la conden-
a mi teoría de los sueños la categoría puramente imaginaria de enso- sación y del desplazamiento", mecanismo que en esa época únicamente
.ñaciones durante el sueño. Otra vez, pues, Freud prefirió hacerse car- aplicaba a las representaciones de cosas. A modo de respuesta, tuvo
go de la falta de su amigo para excusarla. Pero otro deseo, presente un sueño que todavía no podía comprender pero que mostraba, por
en la letrn del sueño, anticipaba la realidad por venir: Freud hará una parte, que una representación de palabra ("lagunas" en un re-
suya la teoría de la bisexualidad y la querella de prioridad que siguió lato, en una teoría) puede reemplazar a una representación de cosa
tuvo como desenlace la ruptura entre ambos. No obstante, si ese deseo, demasiado angustiosa (la "laguna" visible del sexo de las niñas) -rea-
que ya era entonces preconsciente en Freud, se expresaba en la letra parece aquí el salto ·del pensamiento que pasa de la vista al texto - ;
misma del sueño ( "el contenido del sueño era que yo presentaba a sueño que, por otra parte, trasmitía una fantasía sexual infantil de
mi amigo una difícil y largo tiempo buscada teoría de la bisexuali- carácter "bisexual" y no ya únicamente edípico.
dad"), lo hacía porque disimulaba otro deseo, esta vez inconsciente: Era normal que Freud, no comprendiendo este sueño porque no es-
el de que no hubiese "lagunas". Más exactamente, el consciente deseo taba maduro para captar ni ese procedimiento del pensamiento ni esa
científico de Freud de construir una teoría de los sueños sin lagunas, fantasía, "interrumpiese" la escritura de la primera version y la dejase
se encontraba cargado por el deseo inconsciente -que dependía de en suspenso en ese "momento oscuro". Eran sus propias teorías sobre
una teoría sexual infantil- de que la cosa misma y no sólo el discurso el trabajo del sueño y la sexualidad infantil las que ya no le parecían
sobre ella estu'viese desprovista de lagunas. Esa cosa era "una fantasía, suficientemente "bien construidas, claras y completas".
una ensoñación" (el sueño de Freud, adelantado como a menudo 'l
su pensamiento conceptual, explícitamente lo dice) relativa a la "bi-
sexualidad" ( es decir, a la diferencia entre los sexos).
Sólo bastante más tarde fue claro para Freud el sentido de este 4. LOS GRANDES SUEÑOS DEL VERANO DE 1898
sueño. En 1911 y 1914, en las reediciones de Die Traumdeutung, pu-
so a continuación del pasaje relativo a "Ensoñación en el sueiío" dos El sueño "H ollthurn" ( 18-19 de julio de l 898)
sueños de pacientes que constituyen de modo manifiesto (procedi-
El mes de junio y comienzos de julio de 1898 fueron ricos en varia-
miento habitual en él) asociaciones de ideas complementarias sobre
dos acontecimientos. Mientras terminaba el capítulo 5, "Los procesos
su propio sueño. El primero: en un hotel el soñador se equivoca de
psíquicos del sueño", de la primera versión de su libro -capítulo en-
cuarto y sorprende a una dama de cierta edad y a sus dos hijas en el
viado a Fliess el 7 de julio-, Freud prosiguió con pasión la lectura
momento en que se desvisten. "Agrega: luego hay lagunas en el sueño, de las novelas de Conrad-Ferdinand Meyer. Recibió en Viena la vi-
algo falta, y al fin hay en el cuarto un hombre que quiere echarme sita de Emmanuel y su hijo John. Pasó un fin de semana en Aussee,
fuera y con quien debo luchar." La interpretación desemboca en esta donde su familia ya se hallaba instalada para pasar el verano: la en-
conclusión: "Las 'lagunas' son los orificios genitales ele las mujeres contró "resfriada y frigorificada" (F, 20 de jun. de 1898, al 272, ing
que van a acostarse; 'algo falta' es la descripción del carácter esencial 255, fr 227). Por una consulta viajó una vez a Koniggratz, en Bohe-
de los órganos femeninos" (Td 337-338, ID 332-333, IR 286). Otro mia, convertido en Hradec Králové (F, 7 de jul. de 1898, al 275, ing
sueño, del segundo paciente, está caracterizado por análoga impreci- 258, fr 229) y luego, hacia mediados de junio, a Salzburgo para ver
sión del relato: "luego viene un momento oscuro, una interrupción", a su cuñada Minna y acompañarla a la casa de su madre, en Reí-
360 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" EL SUEÑO "HOLLTHURN" 361

chenhall (], I, ing y fr 368). Ya el año precedente (mediados de POSIBLE QUE, DORMIDO, HAYA CAMBIADO DE VAGÓN. Varias personas,
julio de 1897) se había unido a Minna en Salzburgo y realizado con entre ellas una pareja de ingleses, hermano y hermana _: una serie de li-
ella una breve excursión antes de visitar a su suegra en Reichenhall bros, clara y distintamente, en un estante, contra la pared. Veo Wealth
(], I, ing y fr 367). Ahora el verano era excesivamente cálido. El 18 of Nations, Matter and Motion ( de Maxwell) libro grueso y encua-
de julio, por la tarde,1 6 Freud partió para una nueva consulta en dernado en tela parda. El hombre pregunta . a su hermana sobre un
Portschach, Carintia. Las condiciones fueron desagradables. El tren libro de Schiller -si ella lo ha olvidado. Es como si los libros fuesen
estaba colmado. Freud encontró un lugar en un compartimiento ocu- ora los míos, ora los suyos. Me gustaría mezclarme entonces en la
pado por una pareja arrogante a ·la que su llegada al parecer moles- conversación confirmando o aportando ideas al respecto . . . Me des-
tó, que viajaba con una tarjeta de circulación gratuita y que se ne- pierto, con todo el cuerpo sudado pues las ventanas están cerradas.
gaba a abrir la ventana a pesar del calor. Freud, sofocado, se durmió El tren se detiene en Marburg.
para despertar en el momento de la llegada a Marburg, en medio del "Mientras lo trascribo, un fragmento del sueño, que la memoria
siguiente sueño: quiso omitir, me viene a la mente. De cierta obra digo a la pareja de
"En el contexto de otro sueño también se encuentra una expresión hermano y. hermana: It is from . . . pero me corrijo: It is by . . . El
de asombro relativa a lo que se ha vivido en el sueño, pero está li- hombre hace a su hermana la observación: Pero lo ·ha dicho bien"
gada a una tentativa de ~xplicación tan notable, traída de los cabe- (Td 458-459, ID 455-456, IR 388).
llos y casi ingeniosa, que debería, aunque sólo fuera por ella, someter Este sueño y un primer comentario figuran en la sección 7 in fine,
el sueño entero al análisis, incluso si el mismo no poseyese otros dos "Los sueños absurdos. La actividad intelectual en sueños", del capí-
polos de atracción para nuestro interés. En la noche del 18 al 19 de tulo vI; "El trabajo del sueño" (Td 458-462, ID 455-459, IR 388-
julio, viajo en la línea del sur y en mi sueño escucho anunciar: 'Holl- 391). Otro comentario, que alude a la naturaleza "groseramente es-
thurn, diez minutos.' Pienso de inmediato en holoturias, en un museo catológica" del contenido y aclara el recuerdo de juventud subyacen-
de historia natural - que hay aquí un lugar donde hombres valientes te en el sueño (el primer viaje de Freud a Inglaterra, cuando contaba
se defendieron sin éxito contra las superiores fuerzas de su soberano -
0
diecinueve años), se encuentra en la sección 2, "La regresión", del
¡Sí, la Contrarreforma en Austria! 11 Como si fuera u n lugar en Esti- capítulo vn, "Psicología de los procesos del sueño" (Td 523-524, ID
ria o el Tirol. Veo entonces de manera indistinta un pequeño museo, 519-520, IR 441-442). Más tarde, la Psicopatología de la vida coti-
en el que se conservan los restos de esos hombres. Me gústaría des- diana señalará el error cometido acerca de la ciudad n~tal de Schiller,
cender del tren, pero postergo mi decisión. En el andén hay mujeres que en realidad es Marbach y no M<1;rburg,y lo explicará indicando
con frutas; están acuclilladas y presentan sus canastos de modo muy que Marburg era el nombre de un "amigo de negocios de mi padre"
apetitoso. Dudé en salir preguntándome si aún habría tiempo; y aho- y que "quien recorra el _sueño [... ] se enterará en parte, de manera
ra seguimos siempre en el mismo lugar. Súbitamente estoy en otro velada, y en parte adivinará a través de alusiones, que eliminé pen-
compartimiento, en el que cueros y asientos son tan estrechos que la samientos que habrían contenido una inamistosa crítica a mi padre":
espalda toca atrás directamente el respaldo. 18 Me asombro, PERO ES alusión probable a los malos negocios realizados por Jacob, motivo
1 6 El propio Freud fechó su viaje y su sueño en la noche del 18 al 19 de de vergüenza y descontento para sus hijos (PA 242-245, PEL 217-219,
julio, sin precisar el año. Sólo puede tratarse de 1898, tanto por razones de PVQ 233-235). El sueño es estudiado por Grinstein ( G, cap. 14).
contexto socioprofesional como de naturaleza del sueño: fue el comienzo de una Freud comunica sólo los resultados de su interpretación, no los de-
serie de sueños sobre "basura". talles de sus asociaciones.
17 La Contrarreforma es el triunfo de la Iglesia católica sobre la Reforma
luterana . Fue emprendida en el siglo xv1, principalmente por los jesuitas, y
Los pensamientos del sueño son tan groseramente injuriosos y esca-
vio su triunfo con el emperador Fernando 11 (1619-1637) "que como duque tológicos que no puede referirlos: ésta es una primera línea de inter-
de Estiria se entregó a una violenta persecución de los protestantes" (Droz, pretación. Simplemente indica a propósito de Matter and Motion la
Histoire de l'Autriche) y aplastó y germanizó Bohemia. (Nota del traductor siguiente asociación: "Moliere en el Malade imaginaire: ¿la materia
francés del texto de Freud .) es loable? A motion of the bowels [una deposición; literalmente: "un
1 s Esta descripción tampoco es comprensible para mí, pero sigo el principio

de reproducir el sueño con las palabras que me vienen a la mente en el mo-


movimiento de los intestinos"]." El objetivo es vengarse de sus poco
mento de su trascripción; la formulación es en sí misma una parte de la fi- amables compañeros de viaje. Las injurias dependen de lo que Freud
guración del sueño. (Nota de Freud.) llamará más tarde la erótica anal.
'
EL SUEÑO "HOLLTHURN"
363
362 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG"

Tratemos de entrar en los detalles que Freud no comunica. The ideas nuevas; la evocac1on, por Louison, la hija menor del enfermo
W ealth of N ations (La riqueza de las naciones) ( 1776), del econo- imaginario, de una escena primitiva entre su hermana mayor Angé-
mista inglés Adam Smith _,fue la primera obra que intentó una sínte- lique y su enamorado, Clé ante ( sabemos en efecto que Argon, el en-_
sis de la economía política sobre la base del principio del laissez- fermo imaginario, impu gna ese matrimonio y quiere que Angélique
f aire. Obra de pionero, revolucionaria, voluminosa, como Freud case con el médico Diafoirus o entre en un convento) ; el acento con
imagina que será su libro sobre los sueños. Otra relación debida a que la obra subraya escenas de retrete o de purgas, es decir, relativas
Grinstein: tanto Smith corno Freud piensan que el hombre es funda- a la analidad; por último, la sátira de una imagen paterna debilitada,
mentalmente egocéntrico, que está regido por leyes naturales y que el enfermiza, decadente, ridícula a causa de su infantil interés en sus
"dejad hacer" (laissez-faire), o el "dejad decir", son los mejores me 0 deposiciones.
dios de restablecer el equilibrio económico o psíquico. La obra de A la dimensión escatológica del sueño, relativamente nueva en el
Smith está dividida en _cinco capítulos, como la holoturia en cinco autoanálisis de Freud, se ·superponen dimensiones más familiares para
sectores, como la primera versión del libro sobre los sueños tenía en- nosotros: la sexualidad infantil, los deseos edípicos, la prohibición del
tonces cinco capítulos escritos. Matter and Motion (Materia y movi- incesto, la diferencia de los sexos. Constituyen otra línea de interpre-
miento) ( 1877), del físico inglés James Clerk Maxwell, que descubrió tación, que ahora examinaremos.
la naturaleza del fenómeno eléctrico, es un libro corto, de un ciento En el sueño, los compañeros de viaje son inglese8 y hermano y
de páginas, donde el autor expone una teoría puramente fisicomate- hermana. Es demasiado prc¡mto para que Freud establezca la relación
mática que trata de hacer la síntesis de los conocimientos sobre la con una escena de infancia en la que figuran sus sobrinos John y
materia y el movimiento a partir del concepto de energía. Por su Pauline, también hermanos y que luego serán ingleses. Pero existe
formato, rigor y principios científicos, ese libro logró hacer lo que otra relación, no antigua sino actual, que Freud no pudo dejar de
Freud sólo bosquejó en forma manuscrita en su Esbozo de una psico- establecer aunque la silenciara: acababa de pasar un fin de semana
logía científica, de 1895. Los conceptos de inercia y de facilitaci6n con Minna, su cuñada, y proyectaron realizar un viaje a Italia, que
figuran explícitamente en ambos textos y son utilizados en los comen- efectivamente llevaron a cabo más adelante. El buen entendimiento
tarios del sueño en un sentido sexuaÍ: el marido de la pareja hostil intelectual y turístico entre Sigmund y Minna no era posible sino
que viaja en el mismo compartimiento que Freud permanece sentado porque la prohibición del incesto funcionaba espontánea y plenamente
"inerte"; la presencia de Freud no ha "facilitado" los "intercambios entre ellos.' Jones -(/, I , ing y fr 168), desmintiendo ciertos calumniosos
de ternuras que habían proyectado". rumores, es formal. Nunca hubo nada, ni sentimental ni sexual, entre
La referencia en sueños a esas dos obras inglesas está sobredeter- Freud y su cuñada. Y el sueño confirma en efecto que no podía haber
minada. A. Smith sirve de modelo a Freud para estudiar la economía nada: .al matrimonio de viajeros deseosos de prodigarse ternuras noc-
psíquica; Maxwell le sirve de modelo para estudiar la dinámica psí- turnas en el tren, el sueño lo reemplaza por una pareja de herma-
quica ( G 348). Ambos son ingleses, como la rama mayor de su fa- nos. Pero volviéndose actual, la prohibición del incesto reavivaba en
milia, tan envidiada por Freud. Los títulos de ambas obras tienen Freud -inevitable pero oscuramente todavía- los recuerdos de los
una resonancia simbólica anal: la materia evoca las materias fecales;
juegos incestuosos de su infancia.
el movimientQ evoca la excreción; en cuanto a la riqueza, Freud ya
El problema de la diferencia de los sexos está evocado por las holo-
ha establecido el equivalente dinero = heces. Por último, el sueño ve
turias, cuyo nombre, condensado con Marburg, estación donde el tren
al libro "grueso y ... pardo", nueva figuración de deyecciones.
se detenía, ha dado el H ollthurn del sueño, que no corresponde a nin-
El enfermo imaginario ( 1673) es la última obra · de Mqliere, que
gún nombre real de ciudad. Las holoturias son moluscos* y constitu-
murió representándola, hecho que Grinstein omite señalar pero que
yen una de las cinco clases de los equinodermos (literalmente: "que
Freud probablemente conocía. Volvemos a encontrar allí el mismo
tema masoquista que en la identificación con Moisés: realizar la obra tienen la piel recubierta de púas"), género** al que también pertene-
y morir inmediatamente después, cbtener la gloria al mismo tiempo cen los erizos y las estrellas de mar. Los equinodermos son inverte-
que la muerte. Grinstein ( G 350-352 ) , en cambio, señala otros cuatro
intereses que probablemente tuvo esa obra para Freud: la sátira de * No. [E.J
las actitudes reaccionarias del cu erpo médico y de su resistencia a las ** Ram a, fílum. [E.]
364 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" EL SUEÑO "HOLLTHURN" 365

brados con simetría bilateral* ( aquí se reconoce una discreta alu- inglés it is by y no it is from. Observa que el adverbio inglés from
sión a Fliess) ; la estructura de sus cuerpos está dividida en cinco rima "con el adjetivo calificativo alemán fromm", que quiere decir
sectores. Las holoturias, también llamadas babosas de mar o pepinos pi.adoso. Lo que omite añadir es que el by inglés rima con el bei ale-
de mar, tienen una forma de pene o mojón que las distingue de los mán, que quiere decir junto a, y del que deriva el sustantivo Beischlaf,*
demás equinodernos. El' sueño las utiliza manifiestamente como un el coito. Reemplazar from por by es sustituir la imagen de su padre
símbolo fálico anal, sin que Freud, no obstante, aporte él mismo estas llena de piedad, por la imagen inconveniente de su padre en plena
precisiones. actividad sexual. Lo que al menos deja Freud adivinar con su obser-
El recuerdo de adolescencia que se presentó a su mente es el de su vación sobre el doble sentido de from es que la incorrección gramati-
primer viaje a Inglaterra, en 1875, a los diecinueve años (Jones ha cal enmascara una incorrección más grave, una impiedad contra la
observado que la primera edición de Die Traumdeutung indicaba sagrada persona del padre. Un lapsus es el precio que cuesta a Freud
diecisiete años, sin duda por un error tipográfico corregido en las edi- su voluntad de conservar la máscara: dice que Marburg es la ciudad
ciones posteriores) ; se sabe que durante esa estadía en Manchester natal de Schiller ( el Marburg alemán, mientras que Freud llega al
una conversación con su hermanastro Emmanuel fue utilísima a Sig- que se hallaba en Carintia, hoy en Yugoslavia). "Todo colegial ale-
mund para comprender su genealogía. Fue entonces cuando Freud mán --<lice en una nota añadida en 1909 a Die Traumdeutung-
cometió una incorrección gramatical cuyo tema es evocado por el sue- sabe 'que nació en Marbach." Pero Marburg era el nombre de un
ño: al recoger una estrella de mar ( clase vecina de la de las holoturias) asociado de su padre, lo que Freud quiso disimular, pues ese nombre
durante una excursión por la orilla del mar de Irlanda, dijo he is alive lo conduciría a adoptar una actitud desagradable hacia su padre (ya
( "él está vivo"), empleando he ( pronombre reservado a las personas citamos el pasaje correspondiente de Psicopatología de la vida coti-
de sexo masculino) en lugar del neutro it que el inglés utiliza para diana en la p. 361 ) . El irrespeto, cada vez más abierto, hacia el padre,
los animales y las cosas. En el contenido manifiesto del sueño, tal in- va acompañado en el hijo por una ambición crecientemente desen-
corrección es sustituida por otra ( it is from en lugar de it is by). frenada cuya existencia revelaron a Freud, para su gran sorpresa, los
cuyo sentido examinaremos más adelante. Así el sueño, comenta Freud, sueños precedentes. Este tema está figurado en el sueño por la alusión
ha querido destacar "que he empleado, en el lugar equivocado, el a una obra de Schiller sobre la Contrarreforma. Tres obras teatrales
geschlechtswort [el artículo, la palabra que indica el género; literal- de Schiller, El campamento de W allenstein, Piccolomini y La muerte
mente: la palabra ( W ort) que dice el sexo ( Geschlecht)], es decir que de W allenstein, fueron dedicadas a un gran general de la Contrarre-
coloco lo Geschlechtliche [lo sexual] donde no conviene" (Td 524, ID forma, Von W allenstein ( 1583-1634) , quien terminó por ser acusado
519-520, IR 442). Pero no llevó su análisis más lejos. El reproche de de alta traición y murió a causa de su ambición personal, su apeti-
colocar lo sexual donde no conviene era de actualidad: era el repro- to de poder y su doble juego. Personaje que no deja de recordar al
a
che de Breuer y muchos otros médicos vieneses las audaces opiniones Fiesko dP otra obra de Schiller, evocada por el sueño precedente.
de Freud ·sobre la sexualidad. Pero nada actual se introduce en un Notemos que en las referencias culturales de los sueños freudianos.
sueño sin estar sobredeterminado por una escena infantil. Freud se Schiller, más negro y más violento, desplaza por el momento a Goethe.
aproximaba cada vez más a la rememoración de dicha escena: una Que la impiedad se exprese en forma de una incorrección gramati-
en la que estaba interesado en lo sexual, en la cual el género mascu- cal es un nuevo ejemplo · de la utilización por el sueño de un proce-
lino se le apareció en un lugar donde no lo esperaba, en la que en- dimiento de lenguaje para expresar un deseo. Ello condujo ,a Freud
contró la respuesta a la pregunta: "¿ para qué sirve la diferencia de a una ampliación de su teoría del traba jo del sueño: los deseos laten-
los sexos?" · tes podían ser figurados tanto por representaciones de palabras como
Las injurias del soñador a los viajeros recubren una actitud crítica por representaciones de cosas. Y fue probablemente lo que incitó a
latente de Sigmund contra su padre. Freud se limitó a sugerir esta Freud a escribir -¿ de inmediato o sólo en la primavera siguiente, al
tercera línea de interpretación a propósito de la falta gramatical que completar la primera versión?- este pasaje introductorio del capítu-
el sueño corrige: "Este libro es de Schiller" debe en efecto decirse en lo VI sobre "El trabajo del sueño":
"Los pensamientos del sueño y el contenido del sueño se nos apare-
* Son de los invertebrados en que es más difícil reconoce1 la simetría bila-
t€·ral. [E.] t:· Y otras palabras, que llenan nueve columnas de diccionario. [E.]
..

366 LA ESCE:-.iA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" EL SUEÑO "HOLLTHURN" 367

cen como dos expos1c10nes de los mismos hechos en dos lenguas dife- Precisamente en compañía de ese joven , ya curado, fue poco antes en
rentes; o, mejor aún, el contenido del sueño se nos aparece como una consulta a Koniggratz, a comienzos de julio , a casa de uno de sus pa-
trascripción ( Übertragung) de los pensamientos del sueño en otro rientes: viaje agradable, ventana abierta , en un compartimiento vacío.
modo de expresión, cuyos signos y reglas sintácticas es tarea nuestra "Yo sabía que su afección tenía como origen impulsos hostiles contra
descubrir comparando el original y la traducción. Comprendemos los su padre que databan de la infancia y estaban ligados a la sexualidad.
pensamientos del sueño de una manera inmediata desde que se pre- Identificándome con él, quería confesarme a mí mismo análogas in-
sentan. Por otra parte, el contenido nos es dado, por así decirlo, en clinaciones." El mismo paciente le había referido un sueño de incesto
escritura pictográfica (Bilderschrift, literalmente: "escritura por imá- con la madre, en el cual se hallaba Freud reflexionando en el mo-
genes"), cuyos signos deben ser sucesivamente traducidos ( ü_bertragen) mento del acto fallido de la inyección a la anciana dama y del descu-
a la lengua de los pensamientos del sueño. Evidentemente, uno se brimiento del complejo de Edipo. También se trata de él en otro
equivocará si quiere leer esos signos según su valor de imágenes pasaje de Die Traumdeutung, en la sección 2, "El sueño de muerte de
(Bilderwert) y no según su valor convencional. Supongamos que ten- personas queridas", precisamente justo antes de la exposición del com-
go ante mí una adivinanza en imágenes (Bilderriitsel), un "rebus": plejo de Edipo: "En otra ocasión pude estudiar la vida inconsciente
representa una C<\Sasobre cuyo techo veo un bote, luego una aislada de un joven a quien una neurosis obsesiva tornaba casi incapaz de
letra del alfabeto, un personaje sin cabeza que corre, etc. Podría ex- vivir; no podía salir, tanto estaba perseguido por el temor de matar
traviarme levantando objeciones y declarando que ni el conjunto ni a todas las personas que pasaran cerca suyo. Todo el día preparaba
sus diversas partes tienen sentido. Un bote no debe encontrarse sobre coartadas para el caso de que fuera acusado de algún asesinato co- _
el techo de una casa y una persona sin cabeza no puede correr; ade- metido en la ciudad. No es inútil señalar que era un hombre moral y
más, la persona es más alta que la casa, y, admitiendo que el todo cultivado. El análisis -que, por otra parte, lo curó-- descubrió que
debe representar un paisaje, no conviene introducir en él letras aisla- el fondo de esa penosa obsesión provenía de impulsos asesinos contra
das que no sabrían aparecer en la naturaleza . No juzgaré con exac- un padre demasiado severo; los _había comprobado, para su gran
titud el jeroglífico sino cuando renuncie a criticar así el todo y las asombro , cuando tenía siete años, pero provenían naturalmente de su
partes y me esfuerce en reemplazar cada imagen (Bild) por una síla- primera infancia. Cuando su padre hubo sucumbido a una dolorosa
ba o una palabra que, por una razón cualquiera, pueda ser represen- enfermedad , experimentó, a los treintaiún años, un remordimiento
tada por esa imagen. A~í reunidas, las palabras ya no estarán despro- obsesivo que traspuso a los extraños en forma de fobia. Un individuo
vistas de sentido, sino que podrán formar bellas sentencias poéticas que había podido desear empujar a su padre a un abismo era capaz
llenas de _sentido. El sueño es un jeroglífico y, para interpretarlo, nues- de todo, seguramente no perdonaría la vida de personas que le eran
tros predecesores cometieron el error de tratar el jeroglífico como un menos próximas; por lo tanto actuaba prudentemente al encerrarse
dibujo. Por eso les pareció absurdo Y.sin valor" (Td 283-284, ID 277- en su pieza" (Td 266-267, ID 260, IR 227). El hecho de que ese
278, IR 241-242). paciente se curara tranquilizó a Freud no sólo en cuanto a sus capa-
Por error, la traducción francesa indica "jeroglífico" en lugar de cidades médicas y terapéuticas, sino también en cuanto a la relatividad
"escritura pictográfica". Fue sólo en la segunda edición ( 1909), co- del peligro que representaba para él, Freud, la liberación de la toma
mo ya indicamos, donde Freud introdujo la comparación del sueño de conciencia de sus propios impulsos hostiles.
con los jeroglíficos: "Las producciones del traba jo del sueño, que Freud pudo entonces hallar la fantasía que se encontraba en el cen-
no están hechas, cabe recordarlo, para ser comprendidas, no presen- tro del sueño. Sus dos compañeros de viaje tenían probablemente la
tan a sus traductores dificultades mayores que los antiguos jeroglífi- intención de practicar relaciones sexuales en el tren durante la noche
cos a quienes intentan leerlos" ( T d 346-34 7, ID 341, IR 293). y él los había estorbado. Se trataba del "eco de una escena de la pri-
Volvamos al sueño "Hollthurn" para seguir la última línea de in- mera infancia: el niño , probablemente impulsado por la curiosidad
terpretación. El cambio de compartimiento se explica en el sueño co- sexual, penetra en la alcoba de los padres y es expulsado de ella por
mo un fenómeno de automatismo ambulatorio. Así, Freud se identi- una enérgica palabra del padr e" ( T d 462, ID 458-459, IR 391).
ficaba con un antiguo enfermo que se autoacusaba de inclinaciones En los manuscritos enviados a Fliess hemos encontrado varias veces
asesinas después de la muerte de sus padres; había terminado por te- la idea de que "escenas primitivas", vistas u oídas, están en el origen de
mer salir de su casa y cometer un crimen en estado de inconsciencia. las fantasías y sueños de los pacientes. Ésta es la primera vez que la
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368 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" EL SUEÑO "EXCUSADOS AL AIRE LtBRE" 369

idea de escena primitiva se halla mencionada por Freud en lo con- que cada lector recibirá con repugnancia: Una colina, sobre ella algo
cerniente a uno de sus propios sueños. Ya estaba implícita en la reme- como excusados al aire libre, un banco muy largo, en uno de sus ex-
moración y el análisis, probablemente reciente, del sueño infantil "Ma- tremos un gran agujero sanitario. Toda la arista trasera está cubierta
dre querida y personajes con picos de pájaro". Pero su lazo con la de montoncitos de excrementos [Kot] de tod os los tamaños y grados de
"escatología" aún no estaba aclarado, y las circunstancias precisas de su frescura. Detrás del banco, un matorral. Orino scbre el banco: un
irrupción en la infancia de Freud no estaban indicadas todavía. La largo chorro de orina lo limpia todo, los exc rementos [Kotplatzen] se
"escena primitiva" seguía siendo presentada más como un hecho gene- desprenden fácilmente y caen en la abertura . Como si aún quedase
. ral que como una experiencia personal. algo al fin" (Td 471-472, ID 468-469, IR 399-400).
El sueño y su comentario son referidos en la sección 8, "Los afectos
en el sueño", del capítulo vI, "El trabajo del sueño" (Td 471-474,
El sueño "Excusados al aire libre" ( julio-agosto de 1898) ID 468-471, IR 399-401), justo después del sueño "Castillo al borde
del mar". Grinstein le consagra un capítulo ( G, cap. 18).
Algunas noches después, Freud tuvo un nuevo sueño, de contenido Los comentarios de Freud ponen en evidencia que el sueño reaccio-
más francamente anal. Fue después de un día canicular, día hábil naba contra su lasitud de la víspera y el descontento por su poco va-
pues Freud dictó su curso esa tarde. Ahora bien, según las informa- lor personal presentándole razones de megalomanía. Es el Hércules
ciones recogidas por Grinstein ( G 434), fuera de los días 18 y 19 de que ha descubierto la etiología infantil de las neurosis; ha preservado
julio, durante los que Freud hizo el viaje que suscitó el sueño "Holl- de la enfermedad a sus propios hijos; es estimado por sus enfermos;
thurn", los días hábiles más calurosos -hasta la partida de Freud en es Gulliver que apaga orinando un gran incendio en el país de los
vacaciones de verano-- fueron en Viena el sábado 23 ae julio, el jue- liliputienses; es Gargantúa que del mismo modo se venga de los pari-
ves 4 de agosto y el lunes 8 de agosto. Asimismo, a fines de julio -no sienses, a caballo en la,s torres de Notre-Dame ( que fueron el lugar
se sabe si fue antes. o después del sueño ni si el congreso tuvo lugar en preferido de Freud en París). Basta con que Freud intervenga y todas
Munich o en Aussee-, Freud se encontró con Fliess ( cf. la carta las basuras son limpiadas. Afflavit et dissipati sunt; divisa grabada en
inédita del 30 de jul. de 1898, citada en la p. 309). la medalla inglesa que conmemora la victoria sobre la "invencible"
En esa calurosa tarde, pues, estaba Freud muy deprimido, descon- Armada española, citada por Freud en la carta a Fliess del 3 de enero
tento de su exposición sobre la histeria según Krafft-Ebing, soñando de 1897 (correctamente: Flavit) como futuro epígrafe de uno de sus
e -:-n Aussee donde se encontraban los suyos, con las colinas y bosque- capítulos.
cillos. Un auditor de su curso lo acompañó al café y cantó su elogio El sueño proporciona un ejemplo de neutralización del afecto, con-
de un modo asaz insoportable: Freud "ha limpiado las caballerizas de cepto que sólo apreció en la segunda versión de su libro:
A ugias de la ciencia de las neurosis de todos los err9res y todos los "El humor del día -lasitud y náusea- se traspone en el sueño
prejuicios". Antes de acostarse, hoieó la recién aparecida edición de en la medida en que debió de aportar la casi totalidad del material
Rabelais ilustrada por Garnier y 1:yó un relato de C.-F. Meyer, Los para el contenido del sueño. Pero durante ·1a noche el humor contra-
sufrimientos de un niño, que reavivó los recuerdos infantiles evocados rio de una poderosa e incluso excesiva afirmación de sí mismo se tornó
por el sueño precedente. Como se sabe, fue Fliess quien le recomendó intenso y suprimió al primero. El contenido del sueño tenía pues que
ese autor que lo apasiona. El mismo día de su regreso de Aussee, el organizarse de manera que hiciese posible expresar, en el mismo mate-
20 de junio, envió a Fliess un pequeño ensayo sobre una novela de rial, tanto el delirio de pequeñez como la sobreestimación de sí. En el
Meyer, La jueza, que constituyó la tercera aplicación, después de curso de esa formación de componenda, surgió un contenido de sueño
Werther y Hamlet, del psicoanálisis a una obra literaria (F, al 273- ambiguo [zweideutig, literalmente: "de doble sentido"], pero también,
274, ing 256-257, fr 227-228); Freud insistía en el tema latente del por inhibición recíproca de los términos contradictorios, una tonalidad
apego a la hennana de una manera que anuncia su trabajo ulterior afectiva indiferente.
sobre La Gradiva, de Jensen (1907a). La siguiente noche, soñó: "Segúr, la teoría del cumplimiento de deseos, este sueño no habría
"Voy a insertar un ejemplo de sueño en el cual la tonalidad afecti- sido posible si la línea contraria de pensamiento (por cierto reprimi-
va indiferente del contenido puede ser esclarecicia por la contradicción da , pero acentuada, de placer) de la megalomanía no se agregase a
en los pensamientos del sueño. Debo contar el pequeño sueño que sigue, la de la ·repugnancia. Pues lo penoso no debe ser representado en los
\.

370 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" EL SUEÑO "EXCUSADOS AL AIRE LIBRE" 371

sueños; lo penoso de nuestros pensamientos del día no puede conquis- el héroe de Los sufrimientos de un niño, novela de C.-F. Meyer.
tar su entrada en el sueño sino pidiendo prestado a la vez su traje a Grinstein ( G 440-444) ha establecido un estrecho paralelo entre ellos
un cumplimiento de deseo" (Td 473-474, ID 470-471, IR 401). dos. Ambos fueron objeto de una maldición de sus padres, que los
Podemos intentar desarrollar los comentarios de Freud subrayando consideraban incapaces de éxito intelectual y los rechazaban. Ambos
en primer lugar, después de Grinstein, la triple identificación heroica esperaban el reconocimiento de su respectivo padre (Julien era hijo
con Hércules, Gulliver y Gargantúa. Un héroe griego, un héroe in- ele un primer matrimonio, Sigismund de un segundo), y también lo
glés, un héroe francés: alusión a las tres culturas de referencia de esperaba Julien del rey y Sigmund del emperador (pues esperaba que
Freud fuera de la alemana. lo nombrara profesor). Ambos son criticados, uno por sm camaradas,
Hércules limpia las caballerizas del · rey Augias ( 3000 animales) en el otro por sus colegas. Julien realiza su ambición sólo en sus sueños,
un solo día abriendo en las murallas una brecha por donde se vuelca el Freud descubriendo el secreto de los sueños. Julien fue severamente
agua de los ríos vecinos Alfeo y Peneo * (cuyo nombre evoca el pene). educado, incluso golpeado, por los jesuitas, Sigismund por Nannie,
Notemos el tema, latente en el sueño de Freud, del pasaje del estadio católica; en ambos casos, los educadores obtienen dinero por medios
anal al estadio uretral, y ese otro tema del control instintivo sobre el fraudulentos. Los dos son víctimas inocentes: Julien de la maquina-
cual volverá Freud en El malestar en la cultura (1930a) y en "Ad- ción de la Iglesia contra el mariscal de Boufflers, cuyo hijo es Julien,
quisición del poder sobre el fuego" ( 1932a). La ecuación excremen- y Sigmund del antisemitismo. Ambos fueron falsamente acusados:
to = regalo, la figura un mueble, análogo al banco de los excusados en Sigmund no terminaba de disculparse en sus sueños; en cuanto a
el sueño, ofrecido en realidad a Freud por una paciente agradecida. Julien, un compañero le hizo dibujar una abeja y escribir béte a
Como Gulliver, Freud es una especie de viajero que ha visto cosas miel;* el padre Amiel descifró: béte Amiel** e hizo azotar a Julien
extrañas. Gulliver apaga con su orina el incendio que estalla en el pa- hasta el punto de enfermado, enfermedad de la que murió. Nótese
lacio de la reina de Liliput. Como castigo por ese crimen, Gulliver la importancia en ambos casos del "doble sentido" y del peligro de
puede optar entre la muerte o la pérdida de los ojos ( cf. Edipo cega- liberar las pulsiones agresivas y sexuales. En efecto, Julien había sido
do) . Hay una alusión a la creencia infantil según la cual el niño sorprendido antes con su amiga Mirabelle y se había burlado de la
practicaría el coito orinando en el "palacio" de la madre; la orina =
"nariz" ( pene) del padre Amiel. Látigo y muerte fueron el castigo
apaga el "fuego" del deseo sexual (cf. 1932a). del doble deseo edípico: la misma problemática se presentó a Gulliver
Por último, el sueño reproduce la lámina XVI, una de las 151 ilus- y a Panurgo y también a Freud, reforzada por la similitud de los nom-
traciones en color del Rabelais et l'Oeuvre de Jules Garnier ( la. ed., bres d~ pila: su hermanito Julius (doblete de J ulien) había muerto;
1897), contenidas en volumen aparte del texto (y que por lo tanto Sigmund temía igual destino. Jules-Arsene Garnier (1847-1889), el
Freud podía revisar "hoja por hoja", como en el recuerdo rememorado ilustrador de Rabelais, murió tan pobre que sus amigos tuvieron que
a propósito del sueño "Monografía botánica") ; esa lámina está re- exponer y publicar sus ilustraciones de Rabelais para sostener a su
producida en nuestra iconografía, al final del segundo tomo. La cate- viuda y huérfanos; pero ¿ lo sabía Freud?
dral de Notre-Dame de París está allí representada en lo alto de una Llegar a la muerte, no llegar a nada, llegar a la nada final: una
colina, como en el sueño; Gargantúa la "cabalga" y orina en el "agu- expresión semejante corre a través de este sueño, del cual el sueño
jero" entre las dos torres; el largo chorro de orina lo limpia todo a siguiente, muy próximo, dará el origen y formulación exactos. Entre
su paso; los matices pardos de las sombras y de las construcciones tanto, la conclusión que se desprende para el soñador es que el pasaje
corresponden a los montoncitos de excrementos del sueño. La tras- del estado anal al uretral es peligroso . ¿ Por qué lo sería, sino porque
cripción es clara: en el sueño, Freud cabalga a la m~dre ( = Notre- implica el reconocimiento de la diferencia de sexos y de los peligros
Dame) reemplazando al padre; coito uretral, no genital aún. El re- fantasmáticamente ligados a ella?
cuerdo subyacente todavía no ha sido rememorado claramente.
Pei:o como ocurre con frecuencia en él, la identificación heroica o
megalómana tiene como contrapartida una identificación masoquista
con la víctima. Nos referimos a la identificación con Julien Boufflers,
* "Animal que produce miel." [T.]
* El Alfeo sólo. El Peneo está lejos. [E.]
** "Amiel animal" o "Amiel estúpido". [T.l
\.

372 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIJIIERA "TRAUMDEUTUNG" EL SUEÑO "coNDE TTIUN" 373


El sueño "Conde Thun" ( agosto de 1898) bertad, es decir, de una realización más libre de sus deseos tanto en
su vida como en sus sueños; eran asimismo momentos de los que
Este sueño siguió de cerca a los dos precedentes en cuanto a su con- esperaba algún descubrimiento nuevo .
tenido "sucio" y en cuanto a su fecha: Freud lo soñó también en el Los restos diurnos mencionados por Freud están repartidos en dos
ferrocarril, la noche de su . partida para las vacaciones de verano y diferentes pasajes del libro. En el primer pasaje (que reproduciremos),
después del congreso con Fliess. Según J ones, la partida fue a co- donde el sueño es referido de modo completo, se trata del encuentro
mienzos de agosto: "Ese año Freud toma vacaciones tardíamente. en el andén de la estación con el primer ministro, conde Thun. En
Los niños habían estado enfermos, su mujer necesitaba reposo; por eso el segundo pasaje, que regresa parcialmente al sueño, Freud señala
y para evitar contagiarles la gripe que acababa de contraer, en vez de otros tres acontecimientos de la víspera: a] había ido en simón a
ir a reunirse con ellos, partió a principios de agosto para Munich Dornach, el cochero conocía mal el camino y Freud había tenido que
[... ] Minna lo alcanzó y partieron juntos" (/, I, ing y fr 368). Puesto guiarlo; b] su hermano Alexandre le pidió que lo acompañara a Italia,
que Aussee se encuentra en la línea que va de Viena a Munich vía Sigmund rehusó hacerlo: "Ese rechazo era una especie de respuesta a
Salzburgo, es probable que Freud hiciera un breve alto junto a los su habitual reproche de que en los viajes yo lo fatigaba ... al impo-
suyos. Es la razón de que el prólogo del sueño hable de "comenzar mi nerle demasiados desplazamientos." (Td 434, ID 432, IR 368); pero
viaje de vacaciones hacia Aussee". 19 Recordemos que Minna fue a Freud calla otro motivo: mientras que, hasta entonces, había via-
vivir con los Freud en octubre de 1896, hacia el momento en que jado a Italia con Alexandre (agosto de 1895, septiembre de 1896,
murió Jacob, y que Sigmund, en julio de 1897 y en junio de 1898, septiembre de 1897 -también con Martha esta vez-, y abril de 1898,
pasó con ella un fin de semana en Salzburgo. Era pues la primera vez a Istria, que aún no era italiana), ahora se proponía hacerlo con
que partirían juntos en un viaje de vacaciones. En el mismo pasaje, Minna; vemos ahí el mismo pensamiento latente que en el sueño
Jones nos ofrece un detallado itinerario, y en una carta a Fliess, del "Hollthurn": prefiere la hermana al hermano; e] por último, Alexan-
20 de agosto, luego del regreso a Aussee, Freud comentó el viaje con dre lo acompañó a la estación Oeste-Circunvalación donde tomó el
entusiasmo. Pero en sus restos diurnos omitió indicar este proyecto de tren de la línea de circunvalación mientras que Sigmund hizo lo pro-
viaje, importante sin embargo. Era la época en que Sigmund comen- pio con la línea del Oeste, que Alexandre también habría podido
zó a encontrar en su cuñada el interlocutor inteligente y abierto a tomar para una parte de su trayecto, lo que a su ve:t. se negó a hacer.
quien hablar de sus investigaciones y que reemplazaba, al mismo Añadamos algunas observaciones sobre el contexto sociopolítico del
tiempo, a Martha, fatigada por la educación de su numerosa prole ) sueño. 1898 es la fecha del jubileo de los cincuenta años de reinado
ya incapaz de seguir a su marido en sus especulaciones intelectuales, )' del emperador Francisco José, jubileo que debe festejarse el próximo
a Fliess, con quien los desacuerdos teóricos van en aumento. Recorde. 2 de diciembre. ¿No espera Freud -lo escribió a Fliess el 9 de fe-
brero de 1898 (F, al 261, ing 245, fr 217)- obtener ese día el título
mos también el sueño prínceps "La inyección a Irma" tuvo lugar
de profesor, esperanza que por lo demás resultará vana? En esa oca-
poco después de la llegada de Freud a Bellevue con motivo de las
sión tiene un sueño "encantador" ... e impublicable, que. parece, en
vacaciones de verano de 1895, y que el complejo de Edipo fue descu-
efecto, no haber publicado nunca ( cf. p. 298) . El emp~rador ascen-
bierto al volver de las vacaciones de verano de 1897. Período en el que
dió al trono el 2 de diciembre de 1848, a la edad de dieciocho años,
Freud podía a la vez reposar, hacer ejercicio y reflexionar; las va- después de la abdicación de su tío, el emperador Fernando, y antes
caciones para él estaban cargadas ( investies) como momento de la li-
del aplastamiento de checos, italianos y húngaros en rebelión. Jones
19 señala que la madre de Freud pronto había ido a vivir con sus padres
Otra hipótesis, menos verosímil, es que Freud haya partitlo sólo por un
fin de semana a Aussee; el sueño, entonces, sería anterior y dataría o bien a Viena: "Recordaba perfectamente haber asistido a la revolución
de mediados de junio ( época en que encontró a su familia "resfriada y fri- de 1848. Poseía un cuadro de aquella época, perforado por las balas"
gorificada") o bien a fines de julio ( época en que se encontró con Fliess). (/, I, ing y fr 3). Los relatos de su madre han debido de conmover
El orden de los sueños "Hollthurn", "Excusados al aire libre" y "Conde Thun" a Sigismund. Por otra parte, el recuerdo de las revoluciones de 1848.
es pues aleatorio en cierta medida, pero su unidad de conjunto es tan evi-
dente que subsiste sea la que fuere su sucesión. La incertidumbre acerca de la que estallaron en la mayoría de los países de Europa y a las cuales
fecha del sueño sólo se refiere al mes, no al año, puesto que el comentario siguió en todas partes una represión brutal, permanecía vivo en las
menciona el jubileo del emperador Francisco José celebrado en 1898. postrimerías del siglo XIX. Especialmente alimentaba el ardor de los

...
375
374 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" EL SUEÑO "coNDE THUN"

movimientos nacionalistas checos y húngaros, que volvían a agitar el los, creo; ahora me pasan por la cabeza toda suerte de 1wnsa111i1·nto s
imperio de los Habsburgo, convertido en 1867 en Imperio austrohún- impertinentes , y revolucionarios como los que cuadran con las pala -
garo. El sueño evoca a dos primeros ministros que trataron de encarar bras de Fígaro y recuerdan la comedia de Beaumarchais que ht· vis
esas reivindicaciones con un espíritu liberal pero dejando desarrollarse to representar en la Comédie-Franfaise. La frase sobre los grand,·s
por otra parte cierto antisemitismo. El conde Taaffe ( 1833-1895) lo señores que se han tomado el trabajo de nacer, el derecho de perna-
fue en 1870-1871 y en 1879-1893; hizo concesiones a los checos, los da que el conde Almaviva quiere hacer valer sobre Susana, las bro-
llevó a renunciar a su política de abstención parlamentaria, autorizó mas que nuestros perversos periodistas de la oposición hacen acerca
20
la lengua checa en la Universidad de Praga. El conde Thun ( 1847- del nombre del conde Thun, llamándolo Nichtsthun. Verdadera-
1916), gobernador de Bohemia desde 1889 hasta 1896, donde inten- mente, no envidio a ese político. Junto al emperador lo esperan ahora
tó en vano reconciliar a checos y alemanes, fue primer ministro desde arduos trabajos y preocupaciones, mientras que a mí podría dárseme
marzo de 1898; fracasó y presentó su dimisión en 1899. En conso- con toda razón el nombre de conde 'de no hacer nada', pues voy a
nancia con todo ello, la atmósfera del sueño es "revolucionaria". Dada gozar de mis vacaciones. En estos pensamientos, me sorprendió la lle-
su riqueza y la extensión de los comentarios a los que se presta, para gada de un individuo al que conozco como representante del gobier-
aligerar hemos colocado algunos de ellos en notas al relato del sueño. no en los exámenes de medicina, y que por la cómoda manera que
Cuando una nota es de Freud, así se indica, como de costumbre, en- tiene de desempeñar este cargo --durmiéndose en su sillón del tribu-
tre paréntesis. En todos los demás casos las notas son mías o de Eva nal examinador- ha merecido el halagüeño sobrenombre de 'concu-
Rosenblum, quien me ha ayudado particularmente en el estudio de bino del gobierno' [Regierungsbeischlafer]. 21 Por su carácter oficial
este sueño. no paga este individuo sino medio billete, y oí que un empleado decía
En el tren que lo llevaba a Aussee, primera etapa de su viaje an- a otro: '¿ Dónde pondremos a este señor que tiene medio billete de
tes de reunirse con Minna, Freud tuvo el siguiente sueño: primera?' Yo no gozo de tal prerrogativa y tengo que pagar billete
" ... Otro sueño exige un relato preliminar bastante largo: fui en entero. Al señalarme luego mi sitio, me dieron un compartimiento para
coche al Westbahnhof [estación del Oeste en Viena] para comenzar mí solo, pero en un vagón sin pasillo que carecía de retrete. Todas
mi viaje de vacaciones rumbo a Aussee, y llego al andén donde aún mis protestas fueron vanas y hube de consolarme proponiendo al em-
se encuentra el tren de Ischl, que parte antes. Veo allí al conde Thun, pleado que, por lo menos, hiciera un agujero en el suelo del coche
que una vez más va a reunirse con el emperador en Ischl. Llegó, a para prevenir posibles necesidades de los viajeros. A las dos y cuarto
pesar de la lluvia, en un coche descubierto, pasando directamente por de la mañana desperté, en efecto, sintiendo necesidad de orinar y
la puerta de acceso a los trenes locales, y apartó sin explicación, con habiendo tenido el siguiente sueño:
ligero movimiento de la mano, al inspector que no lo conocía y que- "Una multitud, reunión de estudiantes. 22 - Un conde (Thun o
ría recibirle el boleto de pasaje. Después de que partió en el tren de el de T aaffe) pronuncia un discurso. Invitado a decir algo sobre los
Ischl, yo tenía que abandonar el andén y volver a la sala de espera, alemanes, declara, con gesto de bu.rla,23 que la flor preferida de los
pero trabajosamente logré quedarme (en el andén). Paso mi tiempo
observando quién vendrá a hacerse atribuir por recomendación un 2o Juego de palabras: thun, en alemán, significa "hacer"; nichts thun, no
compartimiento; me propongo entonces hacer escándalo, es decir, re- hacer nada. Desde la reforma ortográfica decidida en 1901 en los países de
lengua alemana (cf. E. Ribeiro Hawelka, 1973), ese verbo se escribe tun; por
clamar el mismo derecho. Entre tanto me canturreo algo que en segui-
lo tanto el juego de palabras -ya no existe en el alemán de hoy sino en for-
da reconozco como la melodía de Las bodas de Fígaro:
ma oral.
2 1 Beischliifer significa concubino; literalmente: el que duerme (Schliifer)
Si quiere bailar, señor conde, con alguien ( bei). Beischlaf es el coito ( cf. el error relativo a by en el sueño
Si quiere bailar, señor conde, "Hollthurn").
22 Decorado y atmósfera análogos a los del sueño sobre Irma. Consiste en:
Y o seré el guitarrista. a] una figuración del preconsciente; b] una regresión a la adolescencia (los
"estudiantes") ; el la algarabía de las identificaciones múltiples y contradic-
" ( Quizá otro no hubiera reconocido la melodía:) torias que en el sueño empiezan a hablar todas al mismo tiempo.
"Había yo estado toda la tarde de un humor petulante y belicoso, 2 3 Alusión a una escena de la edad de dos años y medio que pronto será
había hecho rabiar al mesero del restaurante y al cochero, sin herir- recordada y en la cual el niño-rey Sigismund habla: instado a dec;ir algo so-
...

376 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" EL SUEÑO "coNDE THUN" 377


mismos es el tusílago [Huflattich] 24 y se pone luego en el ojal algo calera y me fe licito de la habilidad con que he logrado escapar a toda
como una hoja toda arrugada, o más bien como los nervios de una vigilancia. Una vez abajo, encuentro ante mí un angosto sendero, en
hoja, enrollados unos con otros. Me levanto indignado, así, pues, me empinada cuesta, por el que echo a andar. 31
levanto indignado [ich fahre auf] 25 pero, al mismo tiempo, me asom- "De nuevo vagamente: ... Como si ahora se tratase de escapar de
bra sentir tal indignación. Luego, más vagamente: Como si fuera el la ciudad, de igual manera que antes de la casa. Voy en simón y
6
Aula,2 cuyas entradas estuviesen tomadas y hubiese que huir. 21 Atra- digo al ·cochero que me lleve a una estación. Luego, contestando a
vieso una serie de habitaciones muy bien amuebladas, seguramente no sé qué objeción que el cochero me opone, como si hubiese ya re-
habitaciones ofzciales, con muebles de color entre castaño y violeta, 28 tenido sus servicios mucho tiempo y se hallase fatigado, 82 añado: 'Por
y llego por fin a un pasillo 29 en el que veo sentada a una mujer 30 ya la vía no puedo ir con usted.' Al decir esto, me parece como si hu-
entrada en años y gruesa. Evito hablarle, pero ella debe de reconocer biera recorrido ya con el coche una distancia que se acostumbra reco-
que tengo derecho de salir por allí, pues me pregunta si quiero que me rrer en ferrocarril. Las estaciones están tomadas. Reflexiono si debo
acompañe con una luz. Le indico o le digo que permanezca en la es- dirigirme a Krems o a Znaim, pero pienso que estará allí la corte y
bre su enuresis, que lo hace merecedor de burlas, declara ako que provoca me decido por Graz 33 u otra ciudad de nombre semejante. Luego es-
la risa general. toy ya en el vagón, muy parecido a un tranvía, y llevo en el ojal una
24
El tusílago ocupa aquí el lugar del diente de león, cuyas hojas son efec- cosa larga, singularmente tejida, con violetas de un color entre viole-
tivamente laciniadas, como lo indica la continuación del sueño (mientras que ta y castaño, hechas de una materia rígida. 34 El singular adorno llama
el tusílago tiene grandes hojas que no se dividen). Ambos son yerbajos. Más
adelante damos un comentario menos sucinto sobre el tusílago y el diente de la atención de la gente. Aquí se interrumpe esta escena.
león. "De nuevo en la estación, pero acompañado esta vez de un indivi-
25
Dejo sin corregir esta- repetición, en la que distraídamente en aparien- duo de avanzada edad. Discurro un plan para seguir sin ser reconoci-
cia, incurro al redactar el sueño, porque el análisis nos mostrará que posee do, pero lo veo, en el acto, realizado. Pensar y vivir [erleben) 85 son,
un sentido. (Nota de Freud.) Ich fahre auf posee un doble sentido: "me in-
digno", y también "yo circulo por encima" (ich fahre); la raíz fahren desig- por así de-cirlo, lo mismo. Mi acompañante finge que no ve, por lo
na el hecho de circular ( en coche, a caballo, en tren) ; reaparece con fre- menos, con un ojo, 36 y yo mantengo ante él [vorhalten] un orinal de
cuencia en este sueño y en su comentario por Freud. cristal [Uringlas] 37 ( que hemos comprado o tenemos que comprar en
6
2 El Aula es el salón de ceremonias de la Universidad; cf. el vestíbulo donde
son recibidos los invitados al comienzo del sueño sobre Irma. La palabra de- 31 La topografía de este pasaje reproduce la del recuerdo encubridor que
signa también la corte: un consejero de la corte es un consejero áulico. Alu- será analizado a principios de 1899: una pradera en pendiente, una casa en
sión a la nominación al profesorado que Freud espera en ocasión del jubileo lo alto. Además la casa de Freiberg tenía una escalera que subia a la habi-
imperial.
27 tación de los Zajic y a la de los Freud. Nannie (la "mujer gruesa") vivía
El mismo tema que en el sueño "Mi hijo, el miope": "hay que salvar a con los Zajic y trabajaba con los Freud.
los niños".
2 32 Condensación de dos restos dimos, el cochero que no encontraba el ca-
8 La ."serie de habitaciones muy bien amuebladas" evoca a Freud las al- mino y el desacuerdo entre Freud y su hermano: cada cual a su tumo recha-
cobas de las mujeres públicas. Contrasta con la pieza única en la que Sigis- zó la idea de acompañar al otro; Alexandre reprochó a Sigmund fatigarlo
mund vivió con sus padres, en Freiberg. Allí, en la escena de enuresis que siempre en sus excursiones.
este sueño le recordará, prometió a su padre comprarle una "hermosa cama s3 Ni Krems (Baja Austria) ni Znaim (Moravia) fueron residencias impe-
nueva y roja". El color "entre castaño y violeta" que vuelve un poco más ade- riales. Graz es la capital de Estiria. (Nota de la S.E.) Freud asocia esta última
lante en el sueño, era el color de una valija nueva que Freud acababa de ciudad con la célebre "jactancia" atribuida a las personas muy ricas: ¿ Cuán-
comprar para su viaje y con la cual esperaba, de manera bastante infantil, to cuesta Graz?
hacerse notar.
29 84 Ese castaño violáceo y el rojizo son los colores de los bohordos o tallos
Aquí el sueño cumple el deseo de Freud de tener un compartimiento de las flores del tusilago y el diente de león: figuración simbólica del pene
con corredor que permita, en el tren, ir al retrete. erecto. En su comentario Freud hace de ese objeto exhibido en el ojal una
30
El texto dice Frauenzimmer ( palabra por palabra: "cuarto de mujeres") insignia del Mü.dchenfiinger, el tenorio.
en lugar de Frau (mujer): es una expresión peyorativa. Cf. la guardiana que 35 Textualmente: "Experimentar por la vida"; d.e allí proviene el sustantivo
el muchacho rehusa besar en el sueño "Mi hijo, el miope". Se trata a la vez Erlebnis: "experiencia vivida".
de la tolerante Nannie y de una ingeniosa ama de casa cuyas veladas Freud 36 Cf. los sueños "Se ruega cerrar los ojos/un ojo" y "Mi hijo, el miope" ...
aprecia: una y otra lo han descubierto en flagrante delito de fracaso: en es- 37 Textualmente: "vaso para orina". En su comentario, Freud hablará del
tar limpio, la primera; la segunda, en resolver las dos adivinanzas que más mü.nnlicher Glas, el vaso masculino, lo que no puede dejar de evocar el miinn-
lejos examinaremos.
licher Glied, el miembro masculino.
378 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG"
EL SUEÑO "CONDE THUN" 379
la ciudad). Soy, pues, el enfermero de mi acompañante y tengo que sidad debe ponerse en relación con la fobia ferroviaria elucidada con
darle el orinal porque está ciego. Si el revisor [Kondukteur] nos ve así, antelación por Freud y cuyos residuos reaviva esta partida de vaca-
habrá de dejarnos escapar sin la menor sospecha. Veo plásticamente c10nes.
la actitud de mi acompañante y su miembro orinando. 38 En este mo-
mento, despierto con ganas de orinar" (Td 214-216, ID 208-211, IR El sueño prosigue el desprendimiento de Freud respecto de la todo-
184-188). poderosa imagen del padre. La primera fase de los comentarios de
El sueño y su comentario figuran en la sección 2, "El material de Freud (Td 216-219, ID 211-214, IR 187-189) evoca primero una se-
rie de recuerdos relativamente recientes: la rebelión del liceo contra
origen infantil como fuente del sueño", del capítulo v, "Material y
fuentes del sueño"; ilustran el hecho de que el sueño está ligado no un mal profesor de alemán; el recuerdo de una escena de Enrique VI,
sólo a los acontecimientos de la víspera sino también a los de la in- de Shakespeare, sobre el comienzo de la gue1ra de las Rosas (las ro-
fancia (Td 214-223, ID 208-218, IR 184-192). Freud vuelve otras jas simbolizaban al rey Enrique VI, de la casa de Lancaster, y las
tres veces sobre este sueño. En la siguiente sección, 3, "Las fuentes so- blam:as simbolizaban a Ricardo Plantagenet, duque de York, resuelto
máticas del sueño", un breve pasaje se vale de este sueño para mostrar a deponer al precedente; su hijo fue finalmente vencido por Enrique
cómo una necesidad corporal accidental (la de orinar) "puede ser VII); una provocación antisemita durante un viaje en tren; la actual
vinculada a las emociones más fuertes y más reprimidas de nuestra guerra, en Viena, de _los claveles en el ojal: llevan uno blanco los
vida psíquica" (Td 239, ID 233, IR 205). Más a~elante, el sueño antisemitas, uno rojo los socialdemócratas; una vieja discusión con
ilustra "el trabajo de elaboración del sueño cuando construye inten- Víctor Adler, el futuro líder socialista, en un círculo de estudiantes
cionalmente un absurdo de ningún modo justificado por la materia alemanf!s donde Freud defendió el materialismo groseramente. Luego
misma del sueño": en la sección 7, "Sueños absurdos. La actividad vienen símbolos más profundos. Tema de la vida y de la muerte: to-
intelectual en el sueño", del capítulo VI, "El trabajo del sueño";° Freud das las flores se marchitan ( cf. el sueño "Monografía botánica"),
revela allí el pensamiento del sueño: "Es un disparate enorgullecerse pero no hay que llorar por ello. Temas escatológicos: una serie de
injurias: puerco, puerca, perro, jirafa, asno; las tres funciones incon-
de sus antepasados. Por mi parte, prefiero ser el fundador de una es-
venientes, recuerdo de la lectura de Germinal, de Zola: mear ( el
tirpe ... "; este sueño "absurdo" es pues una variante de los sueños
nombre del tusílago en esa novela es pissenlit, que Freud escribe
"de padre muerto"; también allí nos enteramos de que su hermano
pisse-en-lit), * cagar (cf. por asonancia "perro"),** pedorrear (cf. los
Alexandre, la víspera, antes de acompañarlo a la estación, vanamente
le había propuesto que viajar1.n juntos a Italia (Td 433-436, ID 431- torneos de pedos entre niños). Freud explora resueltamente las fan-
434, IR 367-371). Por últirr,0, un paréntesis señala que el mismo re- tasías del estadio anal y las encuentra ligadas, por una parte, a los
sentimientos de rivalidad y rebelión, y, por otra, a los de megaloma-
cuerdo infantil, el de una escena primitiva, actúa en este sueño y en
nía y vanidad. Allí aprehende el origen de la ambición que ahora se
"Excusados al aire libre" (Td 473, ID 470, IR 401). Excepcional-
mente, Grinstein ha consagrado dos capítulos a este sueño ( G, cap. 4 expresa con sus obras.
y 5). • La segunda fase de las asociaciones de ideas de Freud (Td 219-220,
Este sueño ( 12 páginas) es, después del de Irma ( 14 páginas), el ID 214-215, IR 189-190), trae una alusión a un gran personaje de
que Freud analizó más extensamente entre todos los que figuran en su la corte (Aula), que sufría de incontinencia fecal, y a un símbolo fe-
libro sobre los sueños. Salvo una alusión a un persona je de la corte y menino ( la serie de habitaciones) . Sobre todo es una representación
la interpretación sexual cruda de ciertos hechos, Freud asegura no ha- por imágenes de los mecanismos mismos de la elaboración del sueño.
ber disimulado nada de su interpretación. Algo que debe añadírsele En 1911, Freud añadió una nota refiriéndose a un importante traba-
de inmediato, según nos parece, concierne a los elementos de agora- jo de Silberer, quien "trató de utilizar esa parte del sueño para mos-
fobia y claustrofobia contenido~ en el sueño (hay que salir de la Uni- trar que la elaboración onírica intenta expresar no sólo su contenido
versidad, luego de la ciudad; corredor; sendero e~pinado) ; evidente- latente, sino también los procesos psíquicos que lo formaron". La nota
mente representan una trasposición del sentimiento de estar encerrado es completada, en 1914, de esta manera: "Pero no me parece que
en un compartimiento sin salida para dirigirse al excusado; su inten-
* Literalmente: "mea-en-<:ama". [T.]
38 La ley judía prohibe al hijo ver el sexo de su padre ( cf. pp. 203 y 333).
** Cagar: chier; perro: chien. La asociación por asonancia ·se pierde en es-
pañol. [T.)
380 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" EL SUEÑO "CONDE THUN" 381

h.aya comprendido en esa ocasión que yo considero los procesos psí- una estirpe ... " El contexto del sueño ("me felicito de la habili-
quicos que organizan el sueño como elementos de pensamiento seme- dad ... "), por lo demás, es jactancioso.
jantes a los otros. En este sueño de vanidad, aparezco visiblemente La cuarta fase del comentario de Freud (Td 220-223, ID 215-217,
orgulloso por haber descubierto procesos." Podemos comprender ese IR 190-192) evoca una serie de pensamientos relativos al padre y dos
fragmento del sueño con arreglo a esta indicación. Freud abandonó recuerdos infantiles que desembocan finalmente en la experiencia per-
la Universidad, a la que esperaba volver como profesor. Se apartó de sonal de la escena primitiva -que la serie de los sueños precedentes
la ciencia oficial; se abrió paso, primero a la luz de una ·mujer an- nos invitaba a esperar. El padre de Freud, antes de morir, no con-
ciana (¿condensación de Breuer y N annie?) , a cuyo control terminó trolaba más los esfínteres. Las asociaciones que Freud deja ~aer en
por escapar para proseguir solo por un camino escarpado. notas al pie de página evocan escenas donde el padre, generalmente
La tercera fase del comentario, que conviene intercalar aquí aun~ vuelto a la infancia, es maltratado. El sueño expresa una actitud re-
que Freurl, en su libro, la inserte más lejos (Td 433-436, ID 431-434, belde y alborotada contra la autoridad paternal y su doble, la auto-
IR 367-371), está ligada a la reciente negativa de Freud a acompa- ridad política. De los dos recuerdos de infancia, Freud sólo conoce
ñar a su hermano Alexandre en un viaje por Italia, a la identificación el primero por los relatos que le han hecho. "Parece que hacia los dos
del cochero con el conde Thun que conduce el carro del Estado, y a años yo todavía mojaba mi cama de vez en cuando, y que un día en
dos adivinanzas fáciles que Fr:eud no supo resolver en una velada. que ello me fue reprochado, quise tranquilizar a mi padre prometién-
Esas dos adivinanzas confirman la hipótesis que he sugerido a pro- dole comprarle en N ... , la gran ciudad vecina, una hermosa cama
pósito del descubrimiento del mito edípico y según la cual el proble- nueva y roja ... T0da la locura de grandeza del niño está contenida
ma de la filiación preocupaba fundamentalmente a Freud. He aquí en esa promesa." Los editores de la Standard Edition averiguaron
la primera: el nombre de esa capital departamental: Neutitschein, pero no seña-
laron su papel (Neu ... schein: de apariencia nueva) en la réplica
Der Herr befiehlt's, [El amo lo ordena, de Sigismund: tal réplica reposa, pues, como las adivinanzas, en un
Der Kutscher tut's, El cochero lo hace, juego de palabras: el niño al que se avergonzaba por su enuresis sa-
Ein jeder hat's, Cada quien lo posee, lió del paso "haciéndose el astuto" en otro plano, el plano verbal. En
lm Grabe ruht's. En la tumba reposa.] cuanto al color rojo, que en general es el preferido de los niños, se
explica probablemente por el hecho de que en esa época el hermoso
La respuesta, V orf ahren, es un juego de palabras, análogo al V o- mobiliario de madera era con frecuencia pintado. En 1914, Freud aña-
geln del sueño "Madre querida y personajes con picos de pájaros"; dió: "El psicoanálisis de las neurosis nos ha permitido reconocer un
Vorfahren significa, como sustantivo, "los antepasados", y como verbo, íntimo lazo entre la enuresis y la ambición." La segunda escena tuvo
"circular en coche" ( o por otro medio) ; reencontramos aquí la raíz lugar hacia los si~te u ocho años: "Una noche, antes de acostarme,
fahren, que corre a todo lo largo de este sueño. cometí la inconveniencia de satisfacf;r una necesidad en el dormito-
Ésta es la segunda adivinanza: rio de mis padres y en su presencia. Durante su reprensión, mi padre
dijo: 'Nó lograremos nada con este chiquillo'."3'9 Terrible afrenta,
Der Herr úefiehlt's, (El amo lo ordena, que ya no dejó de perseguirlo; humillación que proporcionó a su am-
Der Kutscher tut's, El cochero lo hace, bición una estructura definitiva. Esa ambición no sólo fue, como Freud
Nicht jeder hat's, No todo el mundo lo posee, di jo más tarde ( 1908b) , la sobrevivencia de rasgos de carácter cons-
In der Wiege ruht's. En la tumba reposa.]
8 9 El relato de ese recuerdo deja subsistir -por incomodidad, sin duda-
algunas incertidumbres. ¿Qué necesidad satisfizo: orinar o defecar? ¿Dormia
La respuesta es Nachkommen, palabra que como sustantivo designa aún en el cuarto de sus padres, como en Freiberg, o entró en él "involunta-
a "los descendientes" y como verbo quiere decir "venir después", "obe- riamente"? ¿ Hizo en el suelo esa necesidad? La relación con la escena prece-
decer". dente y con la imagen final del sueño prueba que se trató de una acción enu-
rética. La relación con el recuerdo infantil impersonal en el cual desembocó
Por lo tanto, el sentido de este sueño es: "Es un disparate enorgu-
el análisis del sueño "Hollthurn" ("el niño, probablemente impulsado por la
llecerse de sus antepasados. Por mi parte, prefiero ser el fundador de curiosidad sexual, penetra en la alcoba de los padres y es expulsado de ella por
382 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" EL SUEÑO "CONDE THUN"
383

tituidos en el estadio anal. Poseía un sentido intersubjetivo: constituía Desde el punto de vista de la figuración del aparato psíquico y del
el modo particular mediante el cual Freud buscó desmentir la maldi- descubrimiento del psicoanálisis, la necesidad de evitar el control del
ción paterna y hacer reconocer su valor a los demás. "Mis sueños Superyó para progresar y la de proseguir su camino por sí solo ya ha-
contienen frecuentes alusiones a esa escena; por lo regular van acom- bían sido representadas con frecuencia. La fantasía de escena primi-
pañadas de una enumeración de mis trabajos y ·éxitos, como si yo tiva, principal adquisición del análisis de este sueño, no está presente
quisiera decir: Ya ves que de todos modos he llegado a ser alguien." en el contenido del sueño sino en las frases de transición entre las
El sueño incluye así alusiones a los dos últimos descubrimientos de diversas partes de su relato: "de nuevo indistinto"; "aquí la escena
Freud, la explicación del sueño y la explicación de los síntomas his- se interrumpe"; "despertar con deseos de orinar". Cabe notar que de
téricos ( cf. "Pensar y vivir son, por así decirlo, la misma cosa"). La todos los sueños de Freud, éste es el que comprende mayor número de
eliminación de la afrenta adquiere entonces el aspecto de una ven- referencias a textos literarios: la necesidad de administrar la prueba
ganza: "El hombre de edad, sin duda mi padre --el hecho de que mediante referencias culturales es pues tanto más grande.
sea tuerto debe referirse a su glaucoma-, orina delante mío como La palabra clave del sueño es tusílago. Por su semejanza con el
yo antaño delante de él" ( confirmación de que la necesidad satisfe- pissenlit (diente de león) , gracias a su etimología francesa, conocida
cha por· Sigismund en el dormitorio de sus padres fue la de orinar) ; por Freud: pisse-en-lit -alusión a las virtudes diuréticas de la infu-
ese padre enfermo se sintió contentísimo de que su hijo lo hiciese sión hecha con sus hojas-, conduce al orinal del fin. Tusílago y
operar sin dolores de su glaucoma, gracias a la cocaína; y el hijo, en diente de león pertenecen a la familia de las compuestas y difieren
sueños, se burló de él por dos razones: "porque está ciego, porque especialmente por la forma de sus hojas, anchas en la primera de estas
debo alcanzarle el orinal".
plantas y largas y dentadas en la última.
La riqueza del sueño y de los comentarios de Freud nos prohibe pro-
La palabra alemana para pi,ssenlit, o sea Lowenzahn, literalmente:
fundizar en todos sus aspectos. He aquí una síntesis limitada a cuatro
de nuestras habituales perspectivas. "diente de león", también existe en francés y se refiere a la forma
Desde el punto de vista de los efectos de "trasferencia" sobre per- de la hoja. Freud alude en sus asociaciones a otros nombres populares
sonas contemporáneas, conviene anotar que Fliess, completamente de esta planta: "lechuga de perro" (chien), que conduce a "cagar"
ausente de los pensamientos del sueño, es suplantado por Aiexandre, ( chier), "ensalada de topo"; sus hojas tiernas son en efecto muy
el hermano menor de Freud, y por Minna, su cuñada; el primero es apreciadas en ensalada. H uf lattic h ( tusílago) , indica Freud en su co-
objeto de un rechazo agresivo; la segunda, de un deseo incestuoso mentario, se descompone en: "lechuga (Lattich) de pezuña (Huf)".
prohibido. Esta expresión despectiva ( cf. el "gesto lleno de irrisión" del sueño)
Desde el punto de vista del deseo infantil, se trata de la búsqueda significa que se trata de una ensalada apenas buena para ser comida
de un desquite respecto de la imagen paternal prohibidora: macu- por animales con pezuñas o cascos. La palabra francesa popular para
lada con orina y excrementos, desvalorada, desobedecerla persi~uiendo tusílago es pas d' ane ( "paso de asno") , por lo demás. La palabra ale-
a las muchachas y frecuentando prostitutas, desmentir la vieja mal- mana tiene una suerte de aliteración con Huffloden (boñiga de vaca)
dición mediante éxitos ambiciosos; F.reud se identifica con el conde y con flatus ("viento"), que aparece en la divisa Flavit et dissipati
Thun, recibido por el emperador, y con su nombre, tomado al pie de sunt, que Freud, como vimos, cita mal (p. 369); constituyen, pues, re-
la letra ( thun: hacer) : ha hecho mucho. sonancias escatológicas. El nombre científico del tusílago, Tussilago
Desde el punto de vista de la imagen del cuerpo dominan las nota- f arfara, es una alusión a sus virtudes curativas de la tos ( tussis). El
ciones relativas a la micción y la excreción (la posición sentada, los tusílago y el diente de león son compuestas muy difundidas en Europa,
lugares ocupados, el olor a violeta, las heces saliendo del ano, las con flores amarillas que brotan en primavera y, en la montaña, al
hojas de papel desgarradas) . comienzo del verano; popularmente son consideradas como "yuyos",
"malas hierbas", invasoras y difíciles de destruir. El líquido lechoso
una enérgica palabra del padre", p. 367), condujo a todos los comentadores a contenido en el tallo tubular del diente de león, a veces era equivoca-
pensar que Sigismund entró por voyeurismo en la alcoba conyugal y que orinó
en el suelo (¿de placer? ¿de emoción? ¿de miedo?). Nuestro análisis de los
damente considerado venenoso. Al menos en los tiempos de Freud
sueños de Freud, a partir de "Madre querida y personajes con picos de pájaro" (observación de Eva Rosenblum) se prevenía a los niños sobre el
nos lleva a confirmar esta hipótesis. mortal peligro de tocar esa "leche" y luego comer pan. La expresión:
384 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" EL SUEÑO "coNDÉ THUN"
385

"comer dientes de león por las raíces", se derivaría de allí: la "leche" invierte en una representación del padre como demente senil: le falta
del diente de león ha envenenado a los "muertos" que la ingirieron. un ojo, está chocho, pierde la memoria, se ensucia en sus ropas ( alu-
La analogía entre la uretra y el tallo hueco del diente de león se ve siones a una antigua operación de glaucoma, luego a la agonía recien-
confirmada por la expresión alemana Pf aff enroehrl, tubo de curete te del padre; Freud asistió a ambas).
( despectivo de "cura"), que designa con "irrisión" la verga de los Las referencias culturales afluyt>n a la mente de Freud a propósito
sacerdotes, hombres sin vida sexual. Freud, en su comentario, habla de este sueño. A veces son obras de protesta: Le mariage de Figaro
de una copa para veneno perteneciente a Lucrecia Borgia, fabricada ( 1778), de Beaumarchais; Gargantua et Pantagruel ( 1540-1567), de
con un orinal, recientemente presentada por artistas vieneses contem- Rabelais; Germinal ( 1885) y La terre ( 1888), de Zola, donde los
poráneos durante una alegre velada Gschnas. A través de toda esta conflictos sexuales, que llevan a "accidentes" mortales o a violaciones
serie asociativa se encuentran condensadas tres amenazas dirigidas al delante de testigos, son presentados como marcas de la doble decaden-
niño, respectivamente en ocasión del destete, por su enuresis y sus cia física y social de los sifilíticos, los débiles mentales, los ancianos.
tentativas masturbatorias: las madres o amas de cría se untaban el A veces son temas "repugnantes": la novela mitológica de Felix Dahn,
pezón con una sustancia repulsiva para provocar repugnancia; si La consolaci6n de Odín ( 1880), que narra el mito del dios Odín,
continúas haciendo pipí en la cama nunca podrás casarte; si haces asesino indirecto de su hijo preferido; un drama de Grillparzer, Las
salir la leche de tu verga te envenenarás. Así el tusílago de este sueño olas del mar y del amor ( 1831) , sobre las desdichas de una joven
desempeña un papel intermediario entre el ciclamen del sueño "Mo- sacerdotisa antigua, quien al faltar a su voto de virginidad provoca
nografía botánica" y el diente de le6n del recuerdo encubridor que involuntariamente la muerte de su amado; una novela de Conrad-
fuera interpretado a comienzos de 1899. El color pardo violáceo del Ferdinand Meyer, Los sufrimientos de un niño (ya utilizada en el
brote al"'"gado del tusílago se encuentra en el presente sueño en el precedente sueño de "Excusados al aire libre"), en la cual el hijo
color de los muebles de los departamentos oficiales y en el de las de un primer matrimonio, internado por su padre en un colegio reli-
violetas de materia rígida colocadas en el ojal: imagen del pene gioso a fin de desembarazarse de él, es vuelto "idiota" por sus con-
erecto, pene-anal ya evocado por la holoturia del sueño "Hollthurn". discípulos y una vez es azotado tan salvajemente por un cura, que
En el sueño "Monografía botánica", Freud señalaba que su mujer muere encefalítico y delirante. Grinstein da un resumen muy detallado
y él tenían cada uno su flor preferida, el ciclamen y la alcachofa res- de todas esas obras así como de la siguiente.
pectivamente. El presente sueño continúa la idea: a cada sexo corres- La referencia esencial se presenta a Freud en último término. Fi-
ponde una pieza botánica y un color: un brote o yema pardo violáceo gura en una nota y concierne a una obra teatral que califica de "revo-
y alargado es el pene; una pequeña flor amarilla, el sexo de las niñas. lucionaria": El concilio de amor, del escritor y psiquiatra muniqués
El deseo de "desflorar" a la segunda hace erguirse al primero: pero Panizza. 40 Publicada en 1895, no reeditada en mucho tiempo, al pare-
esta conclusión no fue encontrada sino a principios de 1899. Por el cer fue representada por primera vez en París en el invierno de 1968-
momento, Freud se contentó, en su comentario, con observar "la yuxta- 1969. Fue dedicada por Panizza a un escritor reformador, Ulrich von
posición en el simbolismo del vaso masculino y la valija femenina, Hutten, que murió joven y sifilítico en 1523. La acción se sitúa en
box" (Td 221, ID 216, IR 191). 1495, año en que aparecieron los primeros casos de sífilis en Europa
-según se dice. Para vengarse de la humanidad y de la Iglesia, caídas
Volvamos sobre la relación del soñador con la imagen paterna y las
referencias culturales. Aquí se afirma la protesta del adolescente, es-
4 º Osear Panizza ( 1853-1921) fue peneguido por la justicia alemana por
bozada en un sueño anterior -"Goethe ataca al señor M ... "-, con- la mayoría de sus obras, libelos contra el catolicismo o el emperador. Aunque
tra la prohibición paternal relativa a la frecuentación de las mucha- prudentemente publicado en Suiza, El concilio del amor le valió en Alemania
chas de mala vida ( ellas te contagian la sífilis o te ligas a ellas y te un año de prisión. En 1898 se refugió en' París, donde prosiguió con sus li-
despeñas socialmente) . Pero este sueño va más lejos. Se burla del belos. Sin duda Freud lo sabía, y rememoraba su propia estadía en Parb en
1885-1886, donde asistió a la representación de Las bodas de Fígaro y donde
autor de la amenaza ( si satisfaces tus deseos sexuales fuera de la leyó a Rabelais y Zola. Luego Panizza volvió a Alemania para detener una
legalidad te conviertes en un individuo degenerado) volviéndola con- amenaza de confiscación de bienes. Quizá sifilítico, paranoico sin duda, fue
tra él. La representación de sí mismo como paralítico general en el internado por primera vez en 1905 en el hospital donde antes ejerció. Murió
sueño "Goethe ataca al señor M ... ", con el sueño "Conde Thun" se demente.
386 LA ESCENA PRil\lITIVA. I.A PRIMERA "TR ,\UMUEUTUNG" DE LA ESCENA :f'.RIJIHTIVA A LA ANGUSTIA DE CASTRACIÓN '.187

en la disipación, Dios Padre, la Virgen y Cristo son representados los demás. Pero si la acción debe someterse a la prohibición, el pensa-
apelando al diablo. f:ste suscita una criatura ornada con todas las miento, para lograr comprender o crear, debe superar todas las prohi-
seducciones, bella, fácil e infectada, que contamina a los mortales biciones: la trasgresión es condición ele su progreso. Freud advirtió
comenzando, jerárquicamente, por el papa. que representarse a sí mismo como débil mental era prohibirse com-
El carácter escandaloso de la trama se ve aumentado por los ras- prend er; representarse sifilítico, prohibirse procrear o crear. Advirtió
gos de los personajes. Dios Padre aparece con una pierna inerte, tras- que una misma angustia lo tornaba sordo en sus curas y ciego en sus
tornos de la memoria y la visión e impotente para continuar la reflexiones teóricas; angustia ante el deseo de ver la diferencia de los
creación. No se divierte sino con los escabrosos juegos de muchachitas sexos, de sorprender el comercio entre los padres, de imaginar lo que
perversas que después de morir se han convertido en "ángeles". Freud experimentan y de tratar de experimentarlo a su vez. Esta angustia
comentó (punto que no vieron no sólo sus contemporáneos sino tam- reposaba en una fantasía inconsciente, la de estar privado de la posi-
poco la mayoría de los espectadores y críticos de las representaciones bilidad física ( y psíquica) del goce a causa de haber sentido en su
parisienses de la obra) : "Dios Padre es tratado ignominiosamente co- cuerpo y pensamiento el doble deseo incestuoso y parricida. Sólo más
mo un viejo paralítico" (Td 222 n. 2, ID 217 n. 1, IR 191 n. 2). tarde bautizó Freud tal fantasía. Pero ya la presentía, y ese presenti-
Así, contrayendo la sífilis como castigo a su lubricidad, el papa repi- miento le bastó para efectuar progresos terapéuticos y teóricos que
te el destino divino. Apenas se comenzaba a saber a fines del siglo sólo cesaron con su muerte, cuarenta años después. Ya no creía más
XIX que la parálisis general era una de las complicaciones de la sífi-
en la teoría de la degeneración nerviosa en la histeria ni en esa otra,
lis y que ésta podía trasmitirse hereditariamente: en la obra, Jesúr más general, de la herencia de las enfermedades mentales, sostenidas
presenta los rasgos de un débil motor y mental .. . aún por Charcot y Breuer con la ciencia oficial del siglo xrx. Su iden-
tificación con un paralítico general, repetida en sus sueños, terminó
Sin duda, la intención de Panizza era mostrar que los católicos
por mostrarle la parte de racionalización de una fantasía que existía
degenerados no podían representarse a Dios sino a su imagen, disipada
en tales construcciones teóricas.
y malsana. Freud recogió la lección en el plano de las fantasías infan-
tiles: los padres prohiben a los niños lo que ellos mismos hicieron, al
mismo tiempo que les trasmiten deseos culpables; los niños degeneran De la fantasía de escena primitiva a la angustia de castración
porque los padres fornican. Freud recuperó entonces un recuerdo
infantil: "una noche, antes de acostarme, tuve la inconvenienci~ de Tratemos ahora de retroceder respecto de la diacronía cuyas peripecias
satisfacer urÍa necesidad en el dormitorio de mis padres y en su hemos seguido pormenorizadamente, y de captar la sincronía de los
presencia". Desde entonces, la maldición proferida por el padre no movimientos mentales actuantes en ese nuevo descubrimientú freudiano
había dejado de paralizar a Freud. El fallido descubrimiento d·~ la que estaba forjándose. El trabajo de derivación del concepto de com-
cocaína, el descubrimiento, en curso, del psicoanálisis, constituyeron plejo de castración, que continúa su curso, obedece a un doble pro-
los argumentos del interminable alegato con el que quiso apelar la ceso.
sentencia de aquel juicio. Tal maldición, renovada en la adolescencia La parálisis general constituye el término último de la evolución de
por la prohibición paterna de frecuentar prostitutas, destinó ahora al la sífilis, afecta progresivamente al organismo entero, espíritu y cuer-
joven Freud a la incapacidad de hacer nada con ellas y a la vergüenza po, mientras que la castración lesiona una sola función biológica. En
de ser, no obstante, sospechoso. Con el sueño "Conde Thun", Freud el escenario fantasmático de Freud, la parálisis general sustituye a la
dejó de apelar e impugnó. Puso en tela de juicio la legitimidad de representación de la castración -imposible por horrorosa. Así se en-
la maldición. Afirmó su derecho a desear. Tomó conciencia de que cuentra el todo puesto en lugar de una parte. Igualmente se podría
la parálisis del pensamiento, como la de la acción, provenía de una decir --como en el drama de Panizza, donde un dios ya paralítico
amenaza, no formulada pero escuchada en el fondo de la maldición, hace que el diablo invente la sífilis- que el efecto produce la causa,
y que apuntaba al "pene que orina". En la última imagen del sueño, en lugar de emanar de ella. En efecto, en la realidad psíquica, la
vio, tranquilizado, el funcionamiento intacto de ese pene ... fantasía de castración, por la intensa angustia que produce, suscita in-
En la economía psíquica humana la prohibición cumple una fun- hibiciones sexuales e intelectuales; inversamente, en la realidad orgá-
ción fundamental: impedir ciertos actos nocivos para uno mismo y nica es la parálisis general la que provoca inactividad sexual, así como
388 LA ESCENA PRIMITIVA. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG" DE LA . ESCENA PRIMITIVA A LA ANGUSTIA DE CASTRACIÓN 389

el surmenage intelectual fue asignado por el entorno como causa del parálisis general las que surgen naturalmente de la pluma de Samuel
delirio y de la autoemasculación del hermano ( evocado en el sueño Beckett cuando describe, en su obra novelística y teatral, al ser huma-
"Goethe ataca al señor M .. .") de una paciente de Freud. El todo no universal e intemporal, presa de las ansias y horrores de la angus-
reemplaza a la parte; el efecto a la causa; la derivación del concepto tia de castración.
de complejo de castración a partir de una sensación general de pará- La angustia de castración constituye uno de los principales obstácu-
lisis y de una familiaridad médica con los paralíticos generales <lepen~ los psíquicos para la creación, a la vez que una creación lograda
de, pues, de un proceso metonímico. aporta a su autor una reparación para esa mutilación vivida en todo
La segunda derivación, simultánea, es metafórica. El temor· de la su ser. La "resistencia epistemológica" descrita por Bachelard deriva
castración es al deseo lo que la parálisis general es al sistema nervioso. de ello. La creación que Freud estaba efectuando en este dominio
La amnesia relativa a la sexualidad infantil se instala en el período no era, pues, cualquier creación: era el descubrimiento de la natura-
de latencia después del renunciamiento edípico, así como los trastor- leza de la principal resistencia que paraliza toda creación. .
nos de la memoria constituyen el primer síntoma clínicamente obser- ¿ Cómo semejante creación de segundo grado es posible desde el pun-
vable de la parálisis general. Si el temor de castración sobreviene to de vista psíquico? La, obra dramática de Panizza, explicando en la
precozmente, antes de la fase fálica, verbigracia en el momento del des- diacronía la aparición de la sífilis entre los hombres, sincrónicamente
tete, se manifiesta en el niño por perturbaciones de la marcha ( la representa un dios ya sifilítico. La forma de la composición respon-
erección del cuerpo propio entero está amenazada) y de la palabra de a la ambigüedad del contenido; la explicación moralizadora co-
( las emisiones de su bello "órgano" están bloqueadas, descuartizadas rriente, la del origen "divino" de la sífilis, contiene un doble sentido
o, por lo menos, afeadas), que presentan analogías con los trastornos escabroso. En el sentido metonímico, conformista y sagrado, significa
motores y las alteraciones del pensamiento categorial en el paralítico · que Dios envió esa enfermedad a los hombres para castigarlos por sus
general. En ambos casos, la trasgresión sexual es representada como pecados; pero subentiende, en el sentido metafórico, impío y revolucio-
responsable del castigo físico que la naturaleza inflige al adolescente nario, que Dios trasmitió a la humanidad su propio mal.
o al adulto disoluto (la sífilis) o que el padre rival administra al niño Como la pieza de Panizza, el sueño de Freud (el interesado ya notó
incestuoso ( la castración) . Se produce allí una doble metaforización: cómo los sueños con frecuencia toman sus argumentos de obras que
el sentimiento de parálisis es, a la vez, la metáfora psíquica de una recientemente llamaron la atención al soñador) une la forma y el fon-
enfermedad física, la parálisis general, y la metáfora consciente de do, la estructura y el tema . Los sueños, como dijimos, representan los
una angustia inconsciente ligada a la fantasía de castración. Lo que pensamientos latentes del soñador, sus deseos sexuales y agresivos, y
autores clásicos denominaban ennui* (cf. Pascal: "Nada es tan inso-· también sus deseos epistemológicos. En su diacronía, los sueños de
portable para el hombre como hallarse en un reposo pleno, sin pa- Freud no sólo representan trasposiciones de argumentos fantasmáticos
sión, sin tarea, sin diversión, sin aplicación. Siente entonces su nada, inherentes a los conflictos defensivos del soñador, sino que también
su abandono, su insuficiencia, su dependencia, su impotencia, su va- figura,n, en su sincronía, a veces en forma directa, al pie de la letra,
cío. En el acto surgirá del fondo de su alma el tedio [ennuz], la ne- procesos formales propios de los diversos niveles del pensamiento, co-
grura, la tristeza, la pena, el despecho, la desesperación"), en el sen- mo la inclusión, la negación, la antítesis, la asociatividad, la conmu-
tido fuerte que la palabra tenía en el siglo xvn, constituía una va- tatividad, la reversibilidad, la causalidad o la¡ clasificación. Freud se
riante de este juego metafórico en una época en que no se había adecua al viejo adagio empirista: "No hay nada en el espíritu que
tomado conciencia clara de las desvastaciones de la sífilis naciente. La no haya pasado por los sentidos ." Incluso podríamos hacérselo com-
náusea sartreana, con su cortejo de liorror a lo viscoso, expresará otra pletar así: "Nada hay en el espíritu que el espíritu no se represente."
variante. Más cerca de nosotros, ahora que la sífilis ha sido vencida En efecto, el aparato psíquico no sólo se representa el mundo exterior,
por la medicina, que su amenaza ya no puede ser blandida por la no sólo el mundo interior, sino también los itinerarios merced a los
conciencia colectiva, y ahora que la tolerancia social en materia sexual cuales se representa aquéllos.
se ha acrecentado considerablemente, siempre son las figuras de la Se impone una reserva importap.te, pues aquí acabamos de avan-
zar más rápido que Freud . En agosto de 1898, Freud aún se hallaba
* Gran tristeza, tormento del alma, sensación de vacío, acedia, taedium vi- bastante lejos de poder tomar conciencia de la existencia de una
tae. [T.) • angustia de castración y de su papel esencia.! en la economía psíquica
390 LA ESCENA PRIMITIVA .. LA PRIMERA "TRAUMDEUTUNG"

de la neurosis. Se aproximaba sin embargo, pues el proceso autoana-


lítico tuvo en él, hecho excepcional, las mismas características que el
proceso psicoanalítico: se desarrolla al mismo tiempo en el registro del
afecto y en el de la representación, siguiendo una interrelación cons-
tante entre ::.mbos. Pero además de que no basta tomar conciencia
de la angustia de castración para termina,r con ella ( uno puede des-
prenderse de su influencia y dominio, pero continúa existie!ldo siem-
pre, hecho que vuelve interminable I el análisis, como Freud ( 1937e)
observó al fin de su vida), aproximarse a una realidad psíquica des-
conocida, dolorosa y temible requiere un largo trabajo elaborativo cu-
ya senda p&sa por fracasos, por r~crudescencia de los sfotomas,
por rodeos. Nada asombroso es que esa fantasía y su angustia fueran
el obstáculo contra el que chocaba. Nada asombroso tampoco que la
redacción de la primera versión del ¡libro se detuviese definitivamente
y que durante todo el verano de 1898 Freud se sintiera con el espíritu
"paralizado" respecto del problema de la metapsicología del sueño.
Para concluir su descubrimiento y terminar el libro necesitó volver
a hallar y profundizar en sus sueños la, mayoría de los temas ante-
riores de su autoanálisis; necesitó no hacer del sueño el único objeto
de dicho análisis y descubrir la dinámica de los olvidos de nombres y
del recuerdo encubridor; necesitó, finalmente, desprenderse más de la
"trasferencia" sobre Fliess.

impreso en editorial romont, s.a .


presidentes 142 - col. portales
del. benito juárez - 03300 méxico , d .f.
un mil ejemplares y sobrantes
26 de octubre de 1988
r----------------------____,
' A pesar de la nutrida bibliografía que ya existe en torno
a los documentos autoanalíticos, especialmente los
sueños, de Freud -aparte de las interpretaciones comu-
nicadas por él mismo-, el material disponible permite ir
más allá. Ahora bien, ¿cómo asegurarse de la validez
de .los resultados obtenidos? El presente trabajo es fruto
de un concepto original: el análisis de los textos por un
grupo de psicoanalistas con diferentes niveles de expe-
/: ¡ riencia, ·mediante asociaciones libres colectivas, méto-
do que estimula la invención y al mismo tiempo garanti-
za el control del grupo sobre la fantasía individual,
conciliando lo mejor posible la creatividad y la objetivi-
dad. El procedimiento permitió rebasar planos ya bien
explorados y asir muchas otras dimensiones: a veces
la anticipación de toda la teoría del aparato psíquico, a
veces la irrupción de una angustia -la de castración~
que Freud terminó por identificar, el despliegue de imá-
genes del cuerpo, las referencias reiteradas q las obras
de la cultura, consideradas como garantías simbólicas
de las verdades entrevistas. No hay ni que decir que
hacer posible lo anterior implica un arduo trabajo previo
de compilación, traducción, elucidación cronológica,
evaluación de innumerables datos dispersos. De esta
suerte, la obra ae la que éste es el primer volumen repre-
senta un instrumento de trabajo indispensable para to-
dos los interesados en los pri .meros años de Freud, en el
sueño y en el descubrimiento del psicoanálisis .

De Didier Anzieu, en colaboración con sus discípulos, Si-


glo XXI ha publicado también El trabajo psicoanalítico
en los grupos. ·

o
siglo §
))((] veintiuno
editores
¡:¡
MEXICO
ESPANA
ARGENTINA
C OLOMBIA
*
za,
~

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