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UNIVERSIDAD SAN GREGORIO DE PORTOVIEJO

CARRERA DE ODONTOLOGÍA

ASIGNATURA: ENDODONCIA I

DOCENTE: DRA. YHUSSELYM ALDAMA BELLÓN

SEMESTRE: QUINTO “A”

TEMA:

PATOLOGÍAS PERIAPICALES AGUDAS

POR:

 MAIRA CAROLINA ACOSTA ORTEGA


 LEÓN ALFARO CHÁVEZ CHANCAY
 GÉNESIS AMADA CHILÁN CANTOS
 ERICKA PAYUSKA MENDOZA PALACIOS
 ALEXANDER MICHAEL MOREIRA PEÑA
 DAYANARA ALEXANDRA MORILLO ZAVALA
 KARLA SALOMÉ NAVARRETE TOROMORENO

PERÍODO ACADÉMICO
SEPTIEMBRE 2014 – FEBRERO 2015
1. INTRODUCCIÓN
2. OBJETIVOS
3. MARCO TEÓRICO

3.1. PATOLOGÍAS PERIAPICALES AGUDAS

Los procesos periapicales suelen ser precedidos por los problemas pulpares. Por lo

general una necrosis pulpar no tratada puede ser la causa inicial de los problemas

periapicales. El trasvase de endotoxinas, bacterias y restos necróticos a la zona

periapical causa según el estado inmune del paciente, el establecimiento de un posible

foco en el periapice.

Los factores que llevan al desarrollo de lesiones agudas del vértice de la raíz de un

diente suelen ser uno o más entre los siguientes:

1. Diente joven con túbulos abiertos

2. Caries exuberante

3. Pulpitis aguda cerrada

4. Presencia de microorganismos sumamente virulentos

5. Sistema defensivo del huésped debilitado

En la mayoría de estas circunstancias, o en todas ellas, los fenómenos inflamatorios

inmediatos suceden con rapidez y causan muchísimo dolor. Si no son controlados, la

infección y el exudado purulento se extienden con rapidez a través del maxilar

afectado hacia las estructuras adyacentes y a la circulación sistémica, donde los

émbolos sépticos podrían alojarse en los capilares finos de una serie de órganos o

localizaciones.
3.2. PERIODONTITIS APICAL

La Periodontitis Apical (PA) se define como una enfermedad inflamatoria de los

tejidos perirradiculares y todas las estructuras de soporte de los dientes en la zona que

rodea el ápice, causada por una infección microbiana persistente en el sistema de

canales radiculares del diente afectado. También llamada periodontitis apical,

periapical o perirradicular.

La interacción que ocurre en el periápice entre las bacterias patógenas y los

mecanismos de defensa del hospedero, trae como resultado varias categorías de

periodontitis apicales, las cuales se clasifican en base a sus hallazgos clínicos,

radiográficos e histológicos

Siendo así que la periodontitis apical se puede dividir en periodontitis apical aguda y

periodontitis apical crónica.

Las lesiones asociadas con síntomas importantes, como dolor o inflamación,

corresponden a las agudas o sintomáticas, mientras que aquellas que tienen síntomas

ligeros o no los tienen corresponden a las crónicas o asintomáticas.

3.2.1. CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS

Su principal característica es el dolor a la percusión, que se puede considerar como un

síntoma patognomónico, este dolor puede variar de leve a intenso al contactar con el

diente antagonista o simplemente rozarlo con la lengua, que puede incrementarse con

la percusión intensa. Es importante destacar que dependiendo de la causa (si es

producto de una pulpitis o una necrosis), el diente puede o no reaccionar a las pruebas

de vitalidad, si es producto de una necrosis la respuesta será negativa, pero si es

producto de una hiperemia periapical como consecuencia de una pulpitis aguda

intensa, las respuestas estarán aumentadas. Además el diente se puede encontrar

ligeramente extruído y móvil.


3.2.2. DIAGNÓSTICO

Para realizar el diagnóstico de esta entidad, debemos basarnos en los antecedentes del

diente afectado, ya que puede originarse por la instrumentación de los conductos de

un diente necrótico o presentarse en un diente con vitalidad pulpar que ha sufrido un

traumatismo o una restauración reciente qua ha quedado alta, entre otras causas

explicadas anteriormente. Es por esto que las pruebas de vitalidad y la respuesta a las

mismas son de gran utilidad y determinantes. Podemos tener esta lesión tanto en

dientes vitales como necróticos y sus características básicas para hacer el diagnóstico

son:

ccccc a.- Pruebas de vitalidad: - Negativas en dientes necróticos

- Aumentadas en pulpas inflamadas

b.- Dolor espontáneo: - Puede ser intenso, continuo y localizado

c.- Dolor a la palpación


- Intenso
sobre apical:

d.- Dolor a la percusión: - Muy intenso

e.- Movilidad: - Ligera

f.- Afectación de los tejidos


- Ausente
blandos:

g.- Radiográficamente: - Ensanchamiento del espacio del ligamento o no

3.2.3. PRONÓSTICO

Favorable para el diente. La ocurrencia de sintomatología de periodontitis apical

aguda durante el tratamiento endodóntico no afecta el resultado final del tratamiento.


3.2.4. TRATAMIENTO

El tratamiento va a consistir en tratar la causa y mejorar los síntomas, si la causa es

una patología pulpar, se la debe de tratar con endodoncia; si es un microtraumatismo

oclusal, se corrige la mordida. Para ello hay que diferir al dentista. Como tratamiento

sintomático inicial, recetaremos analgésicos.

3.3. ABSCESO PERIAPICAL AGUDO

Colección purulenta localizada en el hueso alveolar a nivel del ápice radicular de un

diente necrótico, con expansión de la infección hacia los tejidos periapicales a través

del foramen apical

Reacción inflamatoria de la pulpa infectada y necrótica caracterizada por un comienzo

rápido, dolor espontáneo, sensibilidad dentaria a la presión, formación de pus, y

eventualmente inflamación de los tejidos asociados.

También se le conoce con el nombre de: absceso perirradicular agudo, absceso

periapical agudo, absceso alveolar agudo, absceso dentoalveolar, absceso agudo,

absceso radicular agudo

3.3.1. CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS

El primer síntoma puede ser sensibilidad del diente que cede al presionar

continuamente el diente en su alvéolo. Posteriormente el dolor es severo, espontaneo,

pulsátil (cuando se inicia la colección purulenta subperióstica) con inflamación de

tejidos blandos. A la palpación el dolor se incrementa y se observa tumefacción y

fluctuación, y a las pruebas de percusión el paciente siente un dolor muy intenso.


El diente asociado con el absceso será extruido del alvéolo lo suficiente como para

interferir con la oclusión y producir intenso dolor cuando entra en contacto con otros

dientes. Se produce osteítis, periodontitis, celulitis u osteomielitis. Puede

aparecer fístula que sana por granulación y presentarse lejos del diente afectado.

El diente puede estar móvil o no; en algunas ocasiones el paciente refiere "sentir el

diente ligeramente fuera de su alveolo". El cuadro puede completarse con fiebre,

malestar general y linfoadenopatía regional.

3.3.2. DIAGNÓSTICO

Generalmente el diagnóstico no es difícil una vez realizado el examen clínico y

valorado los síntomas subjetivos relatados por el paciente. Pero en algunas ocasiones,

identificar al diente afectado puede ser más complicado. Es por esto que las pruebas

diagnósticas son determinantes. El diente involucrado estará muy sensible a la

percusión, y no responderá a las pruebas de vitalidad pulpar, aunque puede dar una

respuesta dolorosa al calor4. Es importante diferenciarlo del absceso apical crónico

agudizado que presenta las mismas características clínicas, excepto que en ésta lesión

no hay imagen radiolúcida apical y en el crónico agudizado sí.

ccccc a.- Pruebas de vitalidad: - Negativas

- Muy intenso, pulsátil, localizado, se puede


b.- Dolor espontáneo:
irradiar

c.- Dolor a la palpación


- Intenso
sobre apical:

d.- Dolor a la percusión: - Muy intenso


e.- Movilidad: - Mayor

f.- Afectación de los tejidos


- Inflamación localizada, difusa, celulitis
blandos:

g.- Radiográficamente: - Ningún signo o ensanchamiento del espacio del

ligamento

El diagnóstico lo hacemos por la clínica, la radiología no aporta datos significativos

3.3.3. PRONÓSTICO

3.3.4. TRATAMIENTO

El tratamiento sería el del problema pulpar, y como tratamiento de urgencia

recetaremos analgésicos y antibióticos (en estos casos el antibiótico de elección es la

amoxicilina-ácido clavulánico y como alternativa clindamicina, azitromicina o

claritromicina) y si el absceso es importante el drenaje del mismo alivia los síntomas.

En la mayoría de los casos el absceso es intraóseo y la vía de drenaje adecuada es el

propio diente (realizar una cavidad en el diente que exponga la cámara pulpar y

permita el drenaje del contenido purulento) para lo cual remitiremos al dentista, pero

en otros casos el proceso se ha extendido tanto, que se puede drenar a través de los

tejidos blandos orales a través de una incisión, controlando también la reacción

sistémica. El tratamiento final será el tratamiento de los conductos (endododoncia)

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