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LEYENDA

EL CARRETÓN DE LA MUERTE

Llegada la media noche, muchas personas del Centro Histórico de la ciudad


capital de Guatemala, estamos hablando de allá por los años mozos de la ciudad,
se escuchan el roce de las ruedas de una carreta con el suelo.

Hay quienes aseguran han oído hasta relinchar a los caballos que algunos dicen
que por los ojos lanzan llamas.

Cuando la curiosidad hace que las personas vayan a ver, no ven nada, aunque
escuchan y hay quienes dicen sienten un aire extraño que pasa sobre sus
cabezas porque este carretón no roza el piso sino que vuela...

La piel se eriza y se pone como de gallina solo de oír, la gente prefiere quedarse
en su casa y solo escucharlo pasar porque dicen que en ese carretón nos iremos
todos, el día que la muerte decida trasladarnos al más allá, pobre y ricos iremos
en él.
CUENTO
EL CEDRO VANIDOSO

Erase una vez un cedro satisfecho de su hermosura. Plantado en mitad del jardín,
superaba en altura a todos los demás árboles. Tan bellamente dispuestas estaban
sus ramas, que parecía un gigantesco candelabro.

Plantado en mitad del jardín, superaba en altura a todos los demás árboles. Tan
bellamente dispuestas estaban sus ramas, que parecía un gigantesco candelabro.
Si con lo hermoso que soy diera además fruto, se dijo, ningún árbol del mundo
podría compararse conmigo.

Y decidió observar a los otros árboles y hacer lo mismo con ellos. Por fin, en lo
alto de su erguida copa, apunto un bellísimo fruto. Tendré que alimentarlo bien
para que crezca mucho, se dijo. Tanto y tanto creció aquel fruto, que se hizo
demasiado grande.

La copa del cedro, no pudiendo sostenerlo, se fue doblando; y cuando el fruto


maduro, la copa, que era el orgullo y la gloria del árbol, empezó a tambalearse
hasta que se troncho pesadamente. ¡A cuantos hombres, como el cedro, su
demasiada ambición les arruina!.
FABULA

Érase una vez una bruja que se ganaba la vida


vendiendo encantamientos y fórmulas para calmar la
cólera de los dioses.

Con esta promesa a la bruja no le faltaban clientes y


conseguía grandes cantidades de dinero de este
modo de vida. Pero un día fue acusada de ir contra
las leyes y la llevaron ante los jueces supremos del
país.

Así, tras un juicio muy corto, la culparon y la hicieron condenar a muerte.


Viéndola salir de la sala del juicio, una de las personas presentes le dijo: - Bruja, tú
que decías poder desviar la cólera de los dioses, ¿Cómo no has podido persuadir
a los hombres?

Moraleja: hay que ser precavido con quienes prometen solucionar todo problema
que tengas a cambio de dinero pero son incapaces de arreglar los suyos.

ADIVINAZA

Salgo todas las mañanas por la tarde me escondo, doy siempre luz y calor, yo soy
redondo. ¿Quién soy?

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