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Derecho penal

Derecho penal es la rama del Derecho Público que regula la potestad punitiva del Estado, asociando a hechos,
estrictamente determinados por la ley, como presupuesto, una pena, medida de seguridad o corrección como
consecuencia.1
Cuando se habla de derecho penal se utiliza el término con diferentes significados, de acuerdo con lo que se desee
hacer referencia; de tal modo, puede hablarse manera preliminar de un Derecho penal sustantivo y, por otro lado,
del Derecho penal adjetivo o procesal penal.
El primero de ellos está constituido por lo que generalmente se conoce como código penal o leyes penales de
fondo, que son las normas promulgadas por el Estado, que establecen los delitos y las penas, mientras que
el derecho procesal penal es el conjunto de normas destinadas a establecer el modo de aplicación de las mismas.

Definiciones
El Derecho penal es el saber jurídico que establece los principios para la creación, interpretación y así ejecutar la
aplicación de las leyes penales (aun a los casos privados); propone a los jueces un sistema orientador de sus
decisiones, que contiene y reduce el poder punitivo para impulsar el progreso del Estado constitucional de
derecho.2
Entre otras definiciones se pueden citar las de algunos Doctrinarios, tales como:

 Franz von Liszt: «Conjunto de reglas jurídicas establecidas por el Estado, que asocian el crimen como hecho, a
la pena como legítima consecuencia».

 Ricardo Nuñez Muñoz: «La rama del Derecho que regula la potestad pública de castigar, estableciendo lo que
es punible y sus consecuencias, y aplicar una sanción o una medida de seguridad a los autores de infracciones
punibles».

 Luis Jiménez de Asúa: «Conjunto de normas y disposiciones jurídicas que regulan el ejercicio del poder
sancionador y preventivo del Estado, estableciendo el concepto de delito como presupuesto de la acción
estatal, así como la responsabilidad del sujeto activo, y asociando a la infracción de la norma una pena finalista
o una medida aseguradora».

 Fontán Balestra: «Rama del ordenamiento jurídico que contiene las normas impuestas bajo amenaza de
sanción».

 Cándido Herrero: «Conjunto de normas jurídicas establecidas por el Estado, que definen las conductas
delictivas y las penas o medidas de seguridad que hay que aplicar a sus infractores».

 Zaffaroni: «Conjunto de leyes que traducen normas tuitivas de bienes jurídicos y que precisan su alcance, cuya
violación se llama delito e importa una coerción jurídica particularmente grave, que procura evitar nuevas
violaciones en el derecho».

El Derecho Penal desde un punto de vista subjetivo


El derecho penal subjetivo (también conocido como ius puniendi o potestad punitiva) se define como las
facultades que el derecho le da a alguien para que ese alguien pueda castigar o imponer sanciones a aquellos
individuos que no cumplan con las conductas que se exigen en la norma.
Para concluir con la fundamentación de la existencia del derecho penal, decir que la misma se basa
principalmente en la necesidad, ya que se considera en este punto que el derecho penal es necesario para
proteger los considerados como bienes jurídicos más preciados contra las lesiones que determinados sujetos
puedan provocar en los mismos a consecuencia de un comportamiento o una conducta considerada como
intolerable y para ello se utiliza la imposición de sanciones por parte del Estado, sanciones que pueden ser
penas, medidas de seguridad u otras consecuencias accesorias.
Es relevante, en primer lugar, hacer referencia a que el concepto de derecho penal, puede explicarse a partir de
múltiples definiciones y puntos de vista. Puede entenderse como derecho penal objetivo, como derecho penal
subjetivo, como ciencia del derecho y además, podemos acercarnos al concepto de derecho penal bien desde un
punto de vista formal, o bien desde un punto de vista material.
Así, uniendo los distintos puntos de vista podemos definir el derecho penal como el conjunto de normas jurídicas
existentes que se encargan de proteger intereses esenciales de la comunidad, lleva a cabo la regulación del poder
punitivo del Estado a la hora de configurar ciertos comportamientos como delitos o estados peligrosos y asigna a
los mismos determinadas consecuencias jurídicas que se denominan sanciones.
En nuestra sociedad es el Estado el que tiene dichas facultades (es el titular del ius puniendi), por eso se puede
considerar el derecho subjetivo como la expresión de un acuerdo democrático tomado en uso de las facultades
conferidas por la ciudadanía y que está dirigido a todos bajo amenaza de sanción.
Sin embargo, también hay que hacer referencia a que el derecho penal subjetivo limita el poder punitivo del Estado
tanto a lo que a la creación de normas jurídicas penales se refiere como a la aplicación de dichas normas penales a
los ciudadanos que infrinjan lo contenido en las mismas, es decir, a los ciudadanos que realicen una conducta que
esté prohibida por ellas.
Frente a la definición del derecho penal desde un punto de vista subjetivo, nos encontramos con la definición del
mismo desde un punto de vista objetivo, que nos acerca al concepto de derecho penal como el conjunto de
normas jurídico-penales que se encargan de la regulación de una sociedad en concreto.
Esta diferenciación que se le da al derecho penal según el punto de vista que utilicemos es importante, ya que el
derecho penal objetivo puede ser considerado como necesario para que tenga sentido lo que recoge el derecho
penal subjetivo, ya que en nuestra sociedad, el Estado, que es el que está facultado para penar comportamientos
delictivos, necesita de las normas jurídico-penales que regulen dichos comportamientos (hechos) y las sanciones
en caso de que un individuo realice conductas basadas en lesionar bienes jurídicos protegidos (consecuencia
jurídica).
Hay que tener en cuenta lo que se entiende como fundamento del derecho penal, más en concreto lo que sería
la fundamentación del ius puniendi.
La legitimación formal del derecho penal está clara, ya que la misma se refiere a la facultad que la ley recoge y
que permite al Estado la imposición de sanciones penales siempre y cuando un sujeto realice un comportamiento
contrario al que la ley permite o evade el realizar una determinada conducta que la ley obliga, pese a que dicha
legitimación no explica realmente de donde procede la legitimación de la ley para facultar al Estado de este modo.
Sin embargo, los problemas los encontramos en cuanto a lo que a la legitimación material se refiere, es decir, los
problemas aparecen respecto a que determinados sectores de la doctrinan niegan la propia existencia del ius
puniendi.
Además, si hablamos del derecho penal subjetivo, hay que hacer una especial mención a los límites de dicho ius
puniendi, estos límites estarían formados por distintos principios y garantías entre los que estarían los siguientes:
- El principio de legalidad.
- El principio de exclusiva protección de bienes jurídicos.
- El principio de subsidiariedad, intervención mínima o ultima ratio y carácter fragmentario.
- El principio de efectividad, eficiacia o idoneidad.
- El principio de proporcionalidad.
- El principio de culpabilidad.
- El principio de responsabilidad subjetiva.
- El principio de responsabilidad personal.
- El principio de humanidad o humanización y de resocialización.
El Derecho Penal desde un punto de vista objetivo
Si definimos el derecho penal desde un punto de vista objetivo, diremos que el mismo se refiere a un conjunto
de normas jurídico-penales que se encargan de regular una sociedad determinada.
Dentro del derecho penal objetivo, tiene especial relevancia el estudio de la norma jurídico-penal, que se
caracteriza porque en la misma está presente un determinado hecho, que sería una infracción penal, un delito y
una consecuencia jurídica que se impondría a la persona que cometiera dicha infracción, que sería la
sanción(pena o medida de seguridad)

Antes de adentrarnos en lo que sería el concepto de derecho penal objetivo, hay que hacer referencia a que el
concepto de derecho penal, puede explicarse a partir de múltiples definiciones y puntos de vista. Puede entenderse
como derecho penal objetivo, como derecho penal subjetivo, como ciencia del derecho y además, podemos
acercarnos al concepto de derecho penal bien desde un punto de vista formal, o bien desde un punto de vista
material.
Es decir, el derecho penal objetivo es el que está formado por normas que determinan qué comportamientos
humanos son intolerables, definiendo los mismos como infracciones penales y determinando por tanto, cuales son
las consecuencias jurídicas que van a ser aplicadas a estos, que vendrán conformadas por penas o medidas de
seguridad. Por tanto, cuando se habla del derecho penal objetivo nos referimos exactamente a lo que sería el
ordenamiento penal.
Hay que tener en cuenta que estas normas jurídico-penales son normas de derecho público, que tienen como
finalidad la de proteger determinados bienes jurídicos, fijando para ello la imposición de penas o medidas de
seguridad si los individuos realizan conductas que supongan la lesión de dichos bienes.
La norma jurídico-penal puede mandar la realización de un determinado comportamiento en relación a aquellas
personas a las que va dirigida o por otro lado, dicha norma puede prohibir la realización por parte de los individuos
de una determinada conducta.
Siguiendo con la norma penal hay que decir que la misma recoge un determinado pronunciamiento, para que los
individuos de una sociedad determinada se comporten de una manera determinada, surgiendo de esto una
concepción objetiva de lo que es la antijuridicidad. Se considera como antijuridicidad la lesión de las normas de
derecho penal que se produce cuando el individuo lleva a cabo una conducta considerada intolerable según
nuestro ordenamiento jurídico, ya que se pone en peligro o directamente se daña determinados intereses que están
protegidos por nuestro derecho.
Frente a este derecho penal entendido desde un punto de vista objetivo está en el entendimiento del derecho penal
desde un punto de vista subjetivo.
El derecho penal subjetivo (también conocido como "ius puniendi") se define como las facultades que el derecho le
da a alguien para que ese alguien pueda castigar o imponer sanciones a aquellos individuos que no cumplan con
las conductas que se exigen en la norma. En nuestra sociedad es el Estado el que tiene dichas facultades, por eso
se puede considerar el derecho subjetivo como la expresión de un acuerdo democrático tomado en uso de las
facultades conferidas por la ciudadanía y que está dirigido a todos bajo amenaza de sanción.
Esta diferenciación que se le da al derecho penal según el punto de vista que utilicemos es importante, ya que el
derecho penal objetivo puede ser considerado como necesario para que tenga sentido lo que recoge el derecho
penal subjetivo, ya que en nuestra sociedad, el Estado, que es el que está facultado para penar comportamientos
delictivos, necesita de las normas jurídico-penales que regulen dichos comportamientos (hechos) y las sanciones
en caso de que un individuo realice conductas basadas en lesionar bienes jurídicos protegidos (consecuencia
jurídica).
Dentro de lo que sería el derecho penal objetivo, entendido como conjunto de normas jurídico-penales podemos
hacer referencia a la principal normativa existente respecto al mismo, por ello tendríamos:
- El Código Penal (Ley Orgánica 10/1995, de 23 de Noviembre)
- La Ley de Enjuiciamiento Criminal (RD de 14 de Septiembre 1882)
- La Ley del Tribunal del Jurado (Ley Orgánica 5/1995 de 22 Mayo)
- Ley de Responsabilidad Penal del Menor (Ley Orgánica 5/2000 de 12 Enero)
- La Ley Orgánica 6/1984, de 24 de Mayo, Reguladora del Procedimiento de Habeas Corpus.
- El Código Penal Militar (Ley Orgánica 13/1985, de 9 de Diciembre)

NATURALEZA DEL DERECHO PENAL


Siempre ha sido problemática la naturaleza jurídica del Derecho penal, tanto por la discusión de su autonomía o
accesoriedad respecto de otras ramas del Derecho, como a su pertenencia al Derecho público o al Derecho
privado.

Respecto a lo primero, la autonomía o accesoriedad, lo trascendente de esta discusión es determinar si el Derecho


penal tiene carácter normativo y sancionador por ser autónomo, o sólo carácter sancionador por carecer de tal
autonomía. La solución más adecuada es entender que es independiente y autónomo en sus efectos pues dispone
de sanciones y medidas propias, y relativamente dependiente en sus presupuestos porque el ius puniendi del
estado está relacionado y se encuadra en la globalidad del ordenamiento jurídico del Estado, debiendo partir de lo
que otros sectores del ordenamiento consideran ilícito para considerar que es un comportamiento penal mente
antijurídico. Por ejemplo, si se castiga al que conduzca con una velocidad superior en 60 kilómetros a la máxima
permitida, se refiere a la permitida por el Reglamento General de Circulación, que es Derecho administrativo y que,
por tanto, sirve de presupuesto para determinar el comportamiento penalmente relevante.

En cuanto a lo segundo, su pertenencia al Derecho público o al Derecho privado, también podemos adoptar una
postura mixta dado que es preponderanternente público, pero existen, no obstante, determinadas instituciones que
lo hacen mas cercano al Derecho privado.

Por ejemplo los delitos privados (delito de injuria y calumnia que no afecte a autoridades o funcionarios públicos por
hechos concernientes al ejercicio de sus cargos) sólo se castiga a instancia de querella del particular, no interviene
e! Ministerio Fiscal en el proceso y se termina éste si la acusación privada perdona al ofendido.

Esta estructura es más propia del Derecho privado que de! Derecho público.

Contenido del Derecho Penal


La ley debe su razón de existir en la protección de bienes de aquellos valores que la sociedad considera que deben de
preservarse.

Toda ley que sea perfecta requiere de precepto y sanción, es decir, señala cual es la conducta que la ley prescribe o
prohíbe y cuáles son las medidas coercitivas que la propia ley determina en caso de incumplimiento

Cuando el Estado expide leyes que prevén la aplicación de las sanciones más severas, estamos en presencia de las
leyes penales, aparece el “poder punitivo” que tiene el Estado, ya que lo que distingue a las normas penales de las
demás normas es la severidad de la sanción coercitiva del Estado.

Recordemos que el titular del derecho penal es el Estado, en virtud de ser el único que tiene la facultad para prescribir
los delitos, las penas, las medidas de seguridad y la aplicación de estas.

El Derecho Penal debe entenderse de dos formas:

Derecho Penal Subjetivo.- Se alude al fundamento del Derecho a castigar que tiene el Estado, poder punitivo más
conocido por su denominación latina ius puniendi.

El ius puniendi debe ser empleado por el Estado sólo en la mínima medida que sea indispensable para conservar los
bienes jurídicos fundamentales del individuo y del propio Estado, en este sentido el derecho penal se rige por el principio
de “intervención mínima” pues las múltiples normas que rigen a la sociedad aseguran la convivencia y solución de las
confrontaciones que puedan surgir, y únicamente cuando se transgreden valores cuya magnitud y esencia son básicos
para el estado, éste los protege a través de la tutela de las normas penales.

Así el Derecho Penal subjetivo se puede definir como la facultad del Estado para prohibir las conductas consideradas
como delitos e imponer las sanciones penales a quienes la realizan; es decir, que es delito, cuando y a quien aplicarlo y
que consecuencias jurídicas traerá; es la expresión del poder único y exclusivo del Estado para ejercer una violencia
legítima.

Dicha potestad qué tiene el Estado deriva de la soberanía tanto a la capacidad de creación de normas penales, que le es
atribuida por la Constitución y reside en el poder legislativo, como a la que estas normas otorgan para su aplicación, que
corresponde al poder judicial.

Derecho Penal Objetivo.- Se alude cuando al ejercer el Estado su facultad de emitir las normas penales, las mismas
deben establecerse en una normatividad.

Se puede definir como el conjunto de normas que integran la legislación objetivamente considerada o ius poenale y que
aparecen conformado las respectivas leyes penales y reglas jurídicas que previenen los delitos, establecen las bases
para individualizar las penas a los responsables y fijan las penas y medidas de seguridad.

Ahora bien, el control social que tenga el Estado está en relación directa con el esquema mismo de la estructura de
poder existente. Así, en un Estado de Derecho aparecerán recogidas sus características precisamente en el orden legal
que le da vida y será en el marco constitucional donde se definan los rasgos característicos de la propia estructura de
poder.

Entonces, las características que debe tener el Derecho Penal son:

De naturaleza pública por normar relaciones entre individuo y la colectividad, ya que exclusivamente el Estado es capaz
de crear normas que definen delitos e imponga sanciones en acatamiento al principio liberal “no hay pena sin ley”

Es sancionador ya que la ley penal surge por la existencia previa de la norma que lo crea, el derecho penal garantiza
pero no crea normas, da protección a los bienes jurídicos que tienen mayor jerarquía y significación social; estas normas
pueden emanar del Derecho Constitucional (garantías constitucionales), del Derecho Administrativo (deberes esenciales
de los funcionarios públicos), del Derecho Civil (propiedad), del Derecho Comercial (eficiencia del cheque), etc.

Es valorativo ya que las normas jurídicas regulan conductas e imponen un deber jurídico determinado bajo la amenaza
de una sanción, penetra al mundo del “ser” al de “deber ser”. Regula la conducta que los hombres deberán (deber ser)
observar con relación a esas realidades (ser) y de una valoración de esos hechos

Es finalista ya que si se ocupa de conductas delictivas, no puede menos que tener un fin, que consiste en combatir el
triste fenómeno de la delincuencia, este fin puede ser inmediato al identificarse con la represión del delito y es mediato al
tener como meta principal el logar la sana convivencia social.

Es personalísimo ya que la pena únicamente se aplica al delincuente por haber cometido el delito, sin sobrepasar su
esfera personal. La muerte elimina la responsabilidad del delincuente al extinguir la acción penal como las sanciones que
se hubieren impuesto (excepto decomiso y reparación del daño).

Ahora bien, el Derecho Penal se ha dividido tradicionalmente en dos partes:

1.- Sustantiva (Código Penal)

2.- Adjetiva (Código Procesal Penal)

Existe vinculación entre estas dos pero para su estudio si es válida su separación.
El Derecho Penal en su parte sustantiva también conocida como material, para su estudio la misma se ha dividido en dos
partes llamadas Parte General y Parte Especial, haciendo mención que debe existir vinculación entre estas partes, ya
que por técnica legislativa y para efectos didácticos es válida la separación.

En la Parte General que comprende las normas secundarias, accesorias, ya que lo primero que existe es un contenido
garantista, señalándose que se ve en primer término los ámbitos de validez, cuando se aplica una ley, a quien, en donde,
etc. A esta parte se le conoce como Teoría de la Ley Penal o de la Norma Penal. Después sigue la Teoría del Delito en
donde se estudia los elementos comunes susceptibles de actualizarse en la parte especial. Por último se ven las Teorías
de las Consecuencias Jurídicas o de la Pena y las medidas de Seguridad.

En la Parte Especial que comprende el estudio de los delitos en particular, así como las penas y medidas de seguridad
aplicables a dichos delitos, en otras palabras se ven los Tipos penales y la Punibilidad, es decir las penas que a cada
delito correspondan. Recordemos que la punibilidad la da el legislador, la punición el juez y la pena es en la ejecución.

La parte adjetiva conocida también como inmaterial, no es más que el señalamiento o el camino a seguir para aplicar una
pena o medida de seguridad.

El Código Penal para el Estado de Guanajuato entró en vigor el primero de enero del dos mil dos y a la fecha tiene ocho
reformas las cuales son: 13 de agosto del 2004, 10 de junio del 2005, 1° de agosto del 2006, 12 de junio del 2007, 20 de
marzo del 2009, 27 de marzo del 2009, 9 de junio del 2009 y 3 de septiembre del 2010; se conforma de dos libros, siendo
el Libro Primero que es la Parte General que se encuentra formado por seis títulos que se refieren a: 1.- La aplicación de
la Ley Penal, 2.- El delito, 3.- Las consecuencias jurídicas del delito, 4.- La aplicación de las penas y medidas de
seguridad, 5.- La extinción de la Responsabilidad y 6.- La cancelación de antecedentes penales

Ramas del Derecho Penal


El derecho se puede dividir en 2 ramas, derecho privado y derecho publico; cada una de las dos grandes ramas se divide
en varias disciplinas a las que suele darse el nombre de especialidades. Cada una de las ramas especiales poseen sus
reglas procesales y sus propias características.

Derecho publico: Es el conjunto de normas que rigen las relaciones con otros estados, rige también las relaciones entre
los órganos del estado y las relaciones de la sociedad cuando actúa como poder soberano, es decir, como entidad
superior que se impone legítimamente a los ciudadanos.

Es el cumplimiento de las obligaciones que se le han otorgado a la autoridad para hacer efectivo el estado, podríamos
decir que es derecho del estado. Sus ramas son: constitucional, administrativo, penal, procesal, Derecho internacional
publico y Derecho internacional privado.

Derecho constitucional.- también conocido como político, es el conjunto de normas relativas a la estructura
fundamental del estado, a las funciones de sus órganos y a la relación de estos con los particulares y entre si.

Derecho administrativo reglamenta la organización y el funcionamiento de la administración pública y las relaciones del
Estado con ésta; tiene por objeto especifico la administración publica.

Derecho penal está constituido por el conjunto de normas de carácter represivo que instruye y ordena el derecho de
castigar contra quienes están al margen de la sociedad; son el conjunto de normas que determinan los delitos, las penas
que el estado impone a los delincuentes y las medidas de seguridad que el mismo establece para la prevención del
crimen.
Derecho procesal: Es la rama del derecho público interno que determinan las personas o instituciones mediante las
cuales se atiende en cada caso a la función de impartir justicia y el procedimiento que ha de observarse, el proceso va
desde la demanda hasta la sentencia.

Derecho internacional publico: Es la rama del derecho público externo que reglamenta los derechos y deberes en las
relaciones entre los sujetos internacionales ya sean estados u organizaciones.

Derecho internacional privado: Es la rama del derecho público externo que determina las leyes aplicables a los actos
jurídicos que realizan los gobernados de un estado con los gobernados de otro estado.

Derecho fiscal: es el conjunto de normas referentes a los impuestos establecidos por el estado, entidades federativas o
municipales con el objeto de recaudar los ingresos necesarios para la atención de los servicios públicos.

Derecho privado: Es el conjunto de normas jurídicas que rigen las relaciones entre los particulares y es aplicable a
aquellos en que el estado interviene sin hacer uso de su autoridad, es decir el estado no interviene como soberano,
podemos afirmar que es el derecho de los particulares. Se divide en derecho civil y derecho mercantil.

Derecho civil rige al hombre sin consideración a sus actividades o profesiones reglamentando sus relaciones con el
Estado y sus semejantes.

Derecho comercial regula la actividad comercial determinando las relaciones de los comerciantes y los actos de
comercio; estudia los preceptos que regulan el comercio y las actividades comerciales así como las relaciones jurídicas
que se deriven de estas normas.

Derecho agrario: Es el conjunto de normas que regulan el régimen de la tierra laboral.

Derecho del trabajo: Conjunto de normas que regulan las relaciones entre obreros y patrones, patrones entre sí y
obreros entre sí.

Desde el punto de vista social, es el conjunto de normas e instituciones que protegen, dignifican y tienden a reivindicar a
todos los que viven de sus esfuerzos materiales para la realización de su destino histórico.

Estas son las únicas RAMAS que se suscriben como tal en cuanto al derecho, en cuanto al DERECHO PENAL, podría
suponer que te estas refiriendo a la Especialidad que se puede adquirir con esta (criminología, penitenciario, etc.)

Derecho Sustantivo
El derecho sustantivo hace referencia a una serie de normas, preceptos o pautas que demandan los derechos
y obligaciones de los individuos que contienen nexos con el ordenjurídico propuesto por el estado; Es
decir se trata del derecho que implanta las conductas que deben seguir los sujetos pertenecientes a una dada
sociedad; en el se hallan un conjunto de ordenamientos sustantivos que establecen sanciones. El derecho
sustantivo se encuentra anexado, como bien se dijo en normas de contenido sustantivo, tales como el Código
Penal, el Código Civil, entre otros. Cabe destacar que para ciertos tratadistas el derecho sustantivo propone
obligaciones, derechos o hasta establece sanciones, tal es el caso de las normas que se encuentran en el Código
Penal, denominados por estos como Códigos sustantivos.

En otras palabras, el derecho sustantivo se ocupa de la regulación y fundamentación directa de los deberes
y facultades del Derecho penal, Derecho mercantil, Derecho civil, etc. Al derecho penal sustantivo además
se le denomina Derecho penal de materia consagrado en el código penal. Entre los ejemplos más comunes de
derecho sustantivo podemos mencionar: las normas que declaran la mayoría de edad, las obligaciones de un
deudor y los derechos del acreedor.

Finalmente, se podría decir que el derecho sustantivos es, entonces el encargado de normalizar el deber ser o el
que ajusta el comportamiento de cada individuo y cómo debe comportarse esté dentro de la sociedad o
comunidad; un ejemplo de esto, es aquella normativa que manifiesta que aquel que cause un daño a otro,
esta en la obligación de repararlo, se le conoce como una típica norma de Derecho Sustantivo o Material,
debido a que impone una obligación jurídica de reparación o indemnización a favor de la víctima, por parte del
victimario.

Derecho Adjetivo
Se conoce por derecho adjetivo todas y cada una de aquellas normas, preceptos o leyes impuesta por un determinado
órgano competente del Estado, permitiendo el libre ejercicio de cada uno de los derechos y a la vez el cumplimiento de
los deberes que se disponen con el derecho sustantivo. Tal como se manifiesta, el derecho adjetivo se compone por las
pautas que regulan el proceso, que a su misma vez se encarga de realizar la regulación del derecho sustantivo, que es
el que se halla contenido en los preceptos de contenido sustantivo, tal como el código civil, el código penal, u otros; que
por cierto para muchos tratadistas este derecho sustantivo implanta los obligaciones y derechos y por su parte dicta
sanciones, fenómeno que acontece en las normas que se disponen en el Código Penal.

El derecho adjetivo suele ser descrito como derecho de forma, debido a que fundamenta una serie de
principios y normas generalmente regulan o normalizan las denominadas relaciones jurídicas, poniendo en
practica la actividad judicial, abarcando todas las leyes en relación a los enjuiciamientos y procedimentales.

Este trata sobre los organismos concernientes a la administración de la justicia; que entre ellos están los tres
poderes, el ejecutivo, en relación al presidente de una nación, los gobernadores y los alcaldes; legislativo,
compuesto por dos cámaras de senadores y diputados, donde amabas cámaras son a nivel federal y
estatal; judicial, compuesto por el procurador general de la nación, y cada uno de los procuradores de los
estados, magistrados, jueces, agentes del ministerio publico, etc.

Entre los ejemplos mas comunes del derecho adjetivo están: derecho a la salud, derecho a seguro social,
derecho al voto, derecho a la educación, libertad sindical, entre otros.

Derecho penitenciario
El Derecho penitenciario, una parte del Derecho penal ejecutivo, es la rama del Derecho que se ocupa de la
ejecución de las penas y medidas de seguridad privativas de libertad o de derechos. Surge como disciplina jurídica
autónoma a principios del siglo XX
A su vez, como ciencia peniteniciaria se califica a la doctrina jurídica dedicada a los temas relativos a la ejecución
de la pena privativa de libertad y de todas aquellas sanciones alternativas que las distintas legislaciones imponen
como consecuencia jurídica-punitiva por la comisión de un hecho tipificado como delito o falta.

Antecedentes
La privación de la libertad como pena por la comisión de un hecho típico, antijurídico, culpable y punible (delito) es
una técnica penal relativamente reciente. Hasta siglos después de la Edad Media imperaban los castigos
corporales, los trabajos forzados y la pena de muerte.
Los presidios se conciben como lugares de tránsito hasta el juicio o la ejecución de la pena. Posteriormente, ante el
fracaso del catálogo de penas descrito se configuró la pena privativa de libertad al objeto de:

 Corregir al culpable y disuadir a la sociedad (prevención especial y general)


 Aislar al delincuente
 Garantizar seguridad
 Contribuir a la maltrecha economía de la época
Como dijo Hans Von Hentig (Die Strafe) "eran demasiados y demasiado miserables para colgarlos a todos", así que
había que encontrar otra forma de castigo
Fines del Derecho penal y fines de la pena
El fin del Derecho penal es la protección de la sociedad frente a las conductas que más gravemente atenten contra los
intereses sociales. Ese fin justifica el recurso de la pena. En la medida en que las penas sean necesarias, estarán
justificadas.
De manera que se genera un debate sobre los fines de la pena: por un lado las teorías absolutas, que entienden que la
pena es un fin en sí mismo (se sanciona porque se ha delinquido) y las teorías mixtas, que entienden que la pena se
justifica por satisfacer determinados fines (se sanciona para que no se delinca). También encontramos teorías mixtas.

No existe una definición expresa en la legislación sobre la pena pero encontramos algunos artículos que hablan sobre
ella.
Artículo 25.2. CE
Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social y no
podrán consistir en trabajos forzados. El condenado a pena de prisión que estuviere cumpliendo la misma gozará de los derechos
fundamentales de este Capítulo, a excepción de los que se vean expresamente limitados por el contenido del fallo condenatorio,
el sentido de la pena y la ley penitenciaria. En todo caso, tendrá derecho a un trabajo remunerado y a los beneficios
correspondientes de la Seguridad Social, así como al acceso a la cultura y al desarrollo integral de su personalidad.

Artículo 15 CE
Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral, sin que, en ningún caso, puedan ser sometidos a tortura ni a
penas o tratos inhumanos o degradantes. Queda abolida la pena de muerte, salvo lo que puedan disponer las leyes penales
militares para tiempos de guerra.

Artículo 1 L.O. General Penitenciaria


Las Instituciones penitenciaras reguladas en la presente Ley tienen como fin primordial la reeducación y la reinserción social
de los sentenciados a penal y medidas penales privativas de libertad, así como la retención y custodia de detenidos, presos y
penados. Igualmente tienen a su cargo una labor asistencial y de ayuda para internos y liberados.

Características del Derecho Penal


Índice
 1. Público
 2. Tiene tres aspectos
 3. Punitivo
 4. Discontinuo
 5. Regulador de conductas
 6. “Ultima Ratio”
 7. Cultural
 8. Normativo
 9. Finalista
 10. Personalísimo
 11. Proporcionalidad

1. Público
La sanción no se impone respondiendo al interés de la persona perjudicada por el delito, sino
respondiendo al interés de la colectividad. Por eso, la pena sólo puede ser impuesta por el Estado, es
decir que el derecho penal es un medio de control monopolizado por el Estado. No se ocupa de la
relación entre individuos sino de la relación entre el Estado soberano y los individuos.

2. Tiene tres aspectos


 Objetivo: En tanto conjunto de normas jurídico-penales. Las mismas establecen una responsabilidad
civil derivada del delito. Por eso, la aplicación del derecho penal presupone el crimen como hecho, cuya
legítima consecuencia es la pena o la medida de seguridad.
 Subjetivo: En tanto Derecho del Estado de sancionar, “Ius Puniendo”. La facultad del Estado de crear y
aplicar sanciones a quienes infringen esas normas jurídico-penales (Derecho Penal Objetivo). Esta
facultad se ejerce a través de la Criminalización Primaria (determinación de las conductas a sancionar)
y de la Criminalización Secundaria (aplicación de las penas).
 Científico: En tanto doctrina, la Ciencia del Derecho Penal es la disciplina que interpreta y estudia, de
manera sistemática el Derecho Penal Objetivo vigente.

3. Punitivo
Los bienes jurídicos son creados por otros ordenamientos jurídicos distintos del Derecho Penal, pero
este último es el encargado de proteger esos ordenamientos jurídicos a través de la imposición de
penas. Por eso se lo denomina accesorio y secundario en relación a las ramas del derecho que crean
los bienes jurídicos.

4. Discontinuo
No prevé la intervención estatal en todas las situaciones, sino que especifica cuáles son las conductas
penadas (aquellas que resultan más peligrosas para los bienes que protege). Por eso el Derecho
Penal se considera valorativo, porque al seleccionar las conductas más peligrosas, les da una
importancia a su carácter dañino.

5. Regulador de conductas
Únicamente se ocupa de las acciones de las personas que exceden su pensamiento, aquellas que se
manifiestan en el exterior de la persona. Es decir que Derecho Penal no se ocupa del ámbito del
pensamiento.

Lo que se castiga son actos o hechos consumados. Sólo cuando se ha cometido una acción se puede
penar y nunca se puede aplicar el derecho penal a una persona por las ideas que tenga.

6. “Ultima Ratio”
El derecho penal funciona como la última instancia jurídica que sanciona una conducta, es decir que
su intervención se vuelve necesaria para penalizar las conductas más peligrosas, ante las cuales
ninguna otra intervención del Estado es efectiva.

7. Cultural
La concepción de qué es un delito depende de cada cultura, por eso el Derecho Penal no sanciona las
mismas acciones en todos los países, e incluso es modificado a lo largo del tiempo en un mismo
Estado.

8. Normativo
Una norma determina las conductas permitidas y las prohibidas. Al señalar las conductas que serán
sancionadas, el Derecho Penal es normativo ya que define aquello que está prohibido.

9. Finalista
Tiene un objetivo específico, un fin colectivo (puede ser mantener el orden social, asegurar el
bienestar de la comunidad, garantizar la justicia, etc.)

El objetivo principal del derecho penal es el de proteger a la sociedad de comportamientos que


puedan perjudicarla. Para ello se utilizan castigos impuestos a cualquiera que infrinja las leyes.
Además, estos castigos también tienen una función preventiva, puesto que aunque no pueden
revocar las acciones ya cometidas, pueden servir para la prevención de posibles infracciones futuras.

10. Personalísimo
Castiga exclusivamente a las personas que cometieron la infracción, es decir que la pena no puede
extenderse a sus descendientes ni a ninguna otra persona. Además, el responsable no puede ser
reemplazado por otro en el cumplimiento de la pena.

Derecho penal como medio de control social:


Toda sociedad se organiza en torno de un determinado “orden” (cúmulo de valores, ideologías,
historia, etc., socialmente predominantes), por lo que surge el consenso de la sociedad de
“organizarse” en torno a dicho orden. El Derecho es el instrumento jurídico, que sumado a los
mecanismos sociales naturales como la educación, la familia, la religión, etc., procuran proteger
dichos valores, con la finalidad última, de mantener el “orden social” y la convivencia social “pacífica”.
En realidad, las relaciones entre los miembros de la sociedad no siempre son pacíficas y por el
contrario, muchas veces es violenta, que no pueden ser controlados por medios de control naturales
o formales, siendo necesario la intervención de un control jurídico violento como es el Derecho Penal.
Efectivamente, el derecho Penal que no es otra cosa que un medio de control social que emplea la
violencia, violencia que está sometida al Derecho y a la Constitución. Debemos entender como
control social al conjunto de medios sociales o con repercusiones sociales que sirven para ordenar y
regular el comportamiento humano externo en muy diversos aspectos. El control social, no sólo
establece los límites de la libertad sino que es un instrumento que tiene como fin socializar a sus
miembros. Hay dos formas de control social: Controles informales: Son aquellos en los que el Estado
no manifiesta de manera directa su carácter represivo sobre las personas, sino que la presión viene
de otros individuos o grupos de ellos, ejem. Escuela, familia etc. Controles formales: Son aquellos en
los que el estado se manifiesta su poder de reprimir y controlas a las personas, ejem. Derecho Penal,
sanciones administrativas etc. El Derecho Penal es un medio de control social que se caracteriza por
imponer sanciones -penas o medidas de seguridad- cuando, se han cometido acciones graves que
atenten contra los bienes jurídicos de mayor valor de la sociedad.

PRINCIPIOS LIMITADORES DEL IUS PUNIENDI: LÍMITES


MATERIALES
Son los límites relacionados con las bases de sustentación o legitimación del ius puniendi del Estado.
Como manifestación de un Estado social
A) El Principio de necesidad de la intervención penal (principio de intervención mínima)
La intervención del Estado sólo está justificada en la medida en que resulta necesaria para el mantenimiento de su
organización política. El Derecho penal se legitima sólo en cuanto protege a la sociedad, perderá su justificación si su
intervención se demuestra inútil, por ser incapaz de servir para evitar delitos.
B) El Principio de subsidiariedad y carácter fragmentario del Derecho penal
Según este principio el Derecho penal ha de ser la ultima ratio, el último recurso a utilizar, cuando otros medios menos
lesivos han fallado. Por tanto, subsidiario en este caso, no significa subordinado, es decir, que el Derecho penal está por
debajo de otras ramas del ordenamiento jurídico, sino que se utilizará en última instancia. Y carácter fragmentario del
Derecho penal significa que no ha de sancionar todas las conductas lesivas de los bienes que protege, sino sólo las
modalidades de ataque más peligrosas para ellos. Así pues, protege contra un fragmento de conductas lesivas, no todas,
sólo las más peligrosas.
C) El Principio de exclusiva protección de bienes jurídicos
Los intereses sociales que por su importancia pueden merecer la protección del Derecho se denominan bienes jurídicos. El
Derecho penal sólo puede proteger bienes jurídicos. El concepto de bien jurídico se atribuye a Birnbaum (mediados del
siglo XIX).
Como manifestación de un Estado democrático
El Derecho penal tiene que ser respetuoso con el ciudadano que se haya dotado de una serie de derechos derivados de su
dignidad humana.
A) El principio de humanidad de las penas
Este es el principio que en mayor medida caracteriza el origen y la evolución del contenido del sistema penal
contemporáneo. Nació de la mano de la reivindicación de una humanización de las penas previstas en el Derecho del
Antiguo Régimen. Fue un punto central del programa de la Ilustración que concretó especialmente Beccaria en el siglo
XVIII y que no ha dejado de inspirar la evolución doctrinal posterior y buen número de las reformas penales que se han
producido. Se pasó de un sistema penal que giraba en torno a la pena de muerte y a las penas corporales a otro cuyo
núcleo son las penas privativas de libertad.
B) El Principio de culpabilidad
Requiere que el hecho delictivo sea materialmente causado por el sujeto para que puede hacérsele responsable de el. Es
preciso además, que el hecho haya sido querido (doloso) o haya podido preverse y evitarse
(imprudente): Principio de dolo o culpa.
Del Principio de culpabilidad se derivan a su vez, los siguientes principios:
El principio de personalidad : impide castigar a alguien por un hecho ajeno.
El principio de responsabilidad por el hecho : se opone a la posibilidad de castigar el carácter o el modo de ser.
El principio de dolo o culpa .
El principio de atribuibilidad o de culpabilidad en sentido estricto : impide castigar con una pena al autor de un hecho
antijurídico que no alcance unas determinadas condiciones psíquicas que permiten su acceso normal a la prohibición
infringida. Es el caso de los inimputables, ya sea por ser menores de edad, ya por causa mental, defecto de inteligencia o
trastorno mental transitorio.
C) El Principio de proporcionalidad
La pena tiene que ser proporcional al hecho cometido. Se trata de una exigencia que no nació para las penas, sino para las
medidas de seguridad. Hay dos aspectos que distinguir: por una parte la necesidad misma de que la pena sea
proporcionada al delito. Por otra parte, la exigencia de que la medida de la proporcionalidad se establezca en base a la
importancia social del hecho.
D) El Principio de resocialización
La legislación española acoge el principio de resocialización tanto en la CE en el artículo 25.2 como en
la Ley penitenciaria en su artículo
LAS ESCUELAS PENALES
Las Escuelas Penales son el cuerpo orgánico de concepciones contrapuestas sobre la legitimidad del derecho de penar,
sobre la naturaleza del delito y sobre el fin de las sanciones.

Por escuela entendemos la dirección de pensamiento que tiene una determinada orientación, trabaja con un método
particular y responde a unos determinados presupuestos filosóficos-penales.

Antes del siglo XVII solo existían opiniones sobre el delito, la pena, su fundamento y su fin, es a fines de siglo XVIII por el
año de 1774 que surge el libro de Becaria, siendo considerado el precursor de la dogmática jurídico-penal moderna.

Bajo estas condiciones, surge toda una nueva corriente del pensamiento en Europa, que se vio favorecida con la
aparición de los Códigos Penales producto del movimiento codificador, con lo cual se asentaron las bases iniciales de la
dogmática jurídico-penal entendida como ciencia cuyo objeto de estudio es el Derecho Penal.

En Italia no solo se busco un método de análisis, sino también se cuestionaron cual debía ser el objeto de estudio de la
ciencia jurídico-penal; con la aportaciones de los autores italianos del siglo XIX se fundaron dos grandes escuelas de las
cuales nos ocuparemos a continuación, señalando los trazos más sobresalientes y fundamentales.

5.2.1. La Escuela Clásica.

Es una corriente que apareció a raíz de las nuevas ideas surgidas como reacción vigorosa a la anterior y ancestral forma
de ver al derecho penal. Lo apelativo de “clásico” fue asignado por los positivistas y particularmente por Ferri, siendo en
un sentido “peyorativo” queriendo significar con dicho título lo viejo y lo caduco.

Sus principales representantes fueron Francesco Carrara, Giandomenico Romagnosi, Giovanni Karminagi, Pellegrino
Rossi en Italia; Juan Pablo Anselmo Von Feuerbach Mittermaier, Berner, Hälschner, Birkmeyer, Binding en Alemania;
Ortolan y Tissot en Francia; F. Pacheco y A. J. Montes en España; siendo su principal exponente Francesco Carrara.

Esta escuela constituye un movimiento de reacción en contra de los excesos del derecho penal en los periodos de la
venganza pública; como se inspira en principios liberales sostiene la legalidad de los delitos y de las penas; define
cuidadosamente las circunstancias modificativas de la responsabilidad, principalmente las agravantes; presta cuidado en
el análisis del delito sobre todo en su aspecto interno, definiendo detalladamente las figuras o tipos de los delitos.

El delito, según Carrara, no es un acontecimiento cualquiera, es la relación de la contradicción entre el hecho del hombre
y la ley; debía estar constituido por dos fuerzas: una moral consistente en la voluntad inteligente del agente y la alarma
causada entre los ciudadanos y otra física que es el movimiento corporal y el daño material causado por el delito.

Luego entonces, para que el delito exista es preciso que el sujeto sea moralmente imputable, que el acto tenga un valor
moral, que de él provenga un daño social y que se halle prohibido por una ley positiva.

Por lo tanto, se definía al delito como: la infracción de la ley del Estado promulgada para proteger la seguridad de los
ciudadanos, resultante de un acto extremo del hombre, positivo o negativo, moralmente imputable y políticamente
dañoso.

Para esta escuela, el derecho positivo era su objeto de estudio, y su análisis tenía como fin encauzarlo hacia un derecho
ideal racional; por ello, la escuela clásica no se conformaba con analizar al derecho positivo conforme a la razón, sino
que además buscaban encontrar el derecho natural que lo sustentaba, es decir, buscaban desentrañar la ley eterna de la
armonía universal que le da fundamento, y para conseguirlo emplearon el método racionalista, abstracto y deductivo.

Dicha escuela se valió del “método lógico-abstracto” racionalista y deductivo, como principales características tenemos
las siguientes: Método lógico abstracto y deductivo; el delito no es un simple hecho, es un ente jurídico; la
responsabilidad penal se basa en el libre albedrío; la pena como castigo es la retribución de un mal con otro mal.

Como directrices conceptuales básicas ó postulados se establecen:

1.- El objeto, al señalar que el punto cardinal es el delito, hecho objetivo y no el delincuente (hecho subjetivo.
2.- Como método a usar es el deductivo (que va de lo general a lo particular) y especulativo.

3.- En cuanto a la pena, señalan que solo puede ser castigado quien realice un acto previsto por la ley como delito y
sancionado con una pena.

4.- En cuanto a la responsabilidad, señalaban que la pena sólo puede ser impuesta a los individuos moralmente
responsables, es decir que tengan libre albedrío (escoger entre el bien y el mal

5.- La represión penal pertenece al estado exclusivamente; pero en el ejercicio de su función, el estado debe respetar los
derechos del hombre y garantizarlos procesalmente (tutela jurídica).

6.- La pena debe ser estrictamente proporcional al delito (retribución) y señalada en forma fija.

7.- El juez sólo tiene facultad para aplicar automáticamente la pena señalada en la ley por cada delito.

Las principales críticas que Ferri realizó contra la Escuela Clásica fueron las siguientes:

• Aumento continuo de la criminalidad y de la reincidencia con formas o asociaciones de delincuencia habitual y


profesional en los centros urbanos o en los latifundios aislados;

• Aumento progresivo de la delincuencia de los menores y de las mujeres;

• Prisiones con frecuencia más cómodas que las casas de los pobres y honrados;

• Agravación financiera de los contribuyentes;

• Defensa ineficaz a los criminales más peligrosos;

• Pérdida de muchos condenados menos peligrosos, que podrían haber sido reutilizables como ciudadanos aptos para la
vida honrada del trabajo.

5.2.2. La Escuela Positiva.

También conocida como “positivismo criminológico”, aparece a mediados del siglo XIX como una reacción en contra de la
Escuela Clásica, se fundamenta en bases científicas que corresponden a las ciencias naturales.

Sus principales representantes fueron: César Lombroso, Rafael Garófalo, G. Fioretti, y su principal exponente fue
Enrique Ferri.

A diferencia de la Escuela Clásica que utilizó el método lógico abstracto, la escuela positiva aplica a la investigación de la
criminalidad el método inductivo-experimental; se inició con una tesis antropológica de César Lombroso, en la que
predomina el estudio del hombre y el empleo de las ciencias naturales; vino después la antítesis sociológica de Enrique
Ferri con predominio del estudio de las causas del delito, conformándose con él la sociología criminal; para culminar con
la síntesis jurídica de Rafael Garófalo en que se conjugan ambas teorías sobre la génesis del delito, con todas sus
consecuencias, y se trata de trasladar al campo del derecho los principios de dicha escuela.

Esta escuela tiene a realizar un estudio mucho más profundo y completo de delito, porque a diferencia de la clásica, no lo
aprecia como un ente puramente jurídico, sino como fenómeno antropológico, sociológico y jurídico al mismo tiempo.

Sin embargo el camino seguido desemboco en el alejamiento del positivismo jurídico, para transformarse en un
positivismo de carácter sociológico, sicológico y antropológico, cuyo fin era constituirse como una ciencia de carácter
causal-explicativa. Quienes desarrollaban la ciencia penal se alejaron de la dogmática jurídico-penal como ciencia
normativa que estudia al derecho penal, siendo tal su distanciamiento, que terminaron por cambiar de objeto de estudio,
pues se cambio el análisis normativo del delito por su estudio como fenómeno social, y con ello fue necesario sustituir el
método racionalista-abstracto y deductivo por el método experimental (basado en la observación de la realidad empírica),
tal y como se aplica en las ciencias naturales; el resultado no fue una nueva dogmática jurídico-penal, sino una nueva
ciencia: la criminología clásica.
Como directrices conceptuales básicas o postulados se establecen:

1.- En cuanto al objeto se establece que el punto de mira de la justicia penal es el delincuente, pues el delito no es otra
cosa que un sistema revelador de un estado peligroso

2.- En cuanto al método que se utiliza es el inductivo (que va de lo particular a lo general) y experimental

3.- En cuanto a la pena, la sanción penal, para que derive del principio de la defensa social, debe estar proporcionada y
ajustada al “estado peligroso” y no a la gravedad objetiva de la infracción.

4.- En cuanto a la responsabilidad, todo infractor de la ley penal, responsable moralmente o no, tiene responsabilidad
legal; niegan el libre albedrío, ya que establecen que la voluntad está determinada por influencias del orden físico,
psíquico y social.

5.- La pena, como medida de defensa, tiene por objeto la reforma de los infractores readaptables a la vida social, y la
segregación de los incorregibles.

6.- La pena tiene una eficacia muy restringida, importa más la prevención que la represión de los delitos y por lo tanto, las
medidas de seguridad importan más que las penas mismas

7.- El juez tiene facultad para determinar la naturaleza delictuosa del acto y para establecer la sanción, imponiéndola con
duración indefinida para que pueda adecuarse a las necesidades del caso.

Las diferencias metodológicas entre la Escuela Clásica y la Escuela Positiva, de entrada pueden observarse las
siguientes: Lo que diferencia a las dos tendencias metodológicas es el objeto que eligen: si el positivismo jurídico
reclama como exclusivo objeto de la Ciencia Jurídica el Derecho Positivo, la escuela clásica orienta su atención hacia un
derecho ideal racional, hacia el Derecho Natural.

En este sentido, el racionalismo de la escuela clásica no se agota, como en el positivismo jurídico, en el recurso a la
razón como instrumento para desentrañar el sentido del Derecho positivo, sino que cumple, en primer lugar, la función de
descubrimiento del propio objeto de análisis: el Derecho natural revelado por la razón

Escuela Clásica Positivismo

Método Lógico-Abstracto (Propio de las Ciencias Culturales). Método Inductivo (Propio de las Ciencias Naturales).

Imputabilidad, que debe basarse en el libre albedrío y la culpabilidad moral. Responsabilidad social, que es en sí la
negación del libre albedrío y basa la responsabilidad en hechos objetivos.

Delito, que debe verse como un ente jurídico no como una entelequia de hecho; es una injusticia que sólo el derecho
puede y debe castigar. El delito es un fenómeno natural y social que produce el hombre y como consecuencia debe ser
un fenómeno natural y social.

La pena, es un mal; se debe actuar como un medio de tutela jurídica y debe ser proporcional al delito, debiendo estar
señalada tal pena. La pena, no debe ser un castigo, sino un medio de defensa social.

5.2.3. Escuelas Eclécticas

Derivado de la lucha de escuelas (entre la Clásica y la Positiva) fueron pareciendo principalmente en Italia y Alemania
algunas posiciones intermedias o eclécticas, las más importantes son:

5.2.3.1. Terza Scuola o Tercera Escuela o Escuela del Positivismo Critico (Italia).

Esta escuela tiene su origen en la pugna existente entre las Escuelas Clásica y Positiva, ya que ni la Escuela Clásica con
sus postulados idealistas ni la Escuela Positiva con sus métodos para combatir científicamente a la delincuencia tuvieron
éxito; de ahí que se adoptara una posición ecléctica, es decir, combinaron los postulados de las dos escuelas creando la
llamada Tercera Escuela, cuyo método resulto de la fusión del idealismo con el naturalismo.

Buscaron encontrar los principios del derecho natural, que sustentaban la norma penal aplicable y a su vez se atendía a
la realidad material tanto del delito como del delincuente.
Los caracteres de esta escuela son: a) Afirmación de la personalidad del Derecho Penal contra el criterio de la
dependencia que propugnaba Ferri; b) Exclusión del tipo criminal, y c) Reforma social como deber del Estado

Los representantes de esta escuela son Emmanuel Carnavalee, Bernardino Alimena y Juan B. Impallomeni; es
medianera entre el Positivismo y el Clasicismo, y como tal, acogió del clasicismo el principio de la responsabilidad
individual y la distinción entre responsables e irresponsables; del Positivismo tomó en préstamo la génesis natural del
delito y el determinismo psicológico.

La máxima de la tercera escuela se resume en la idea de que, a través del derecho penal, se obtenga el máximo de
defensa social, con el mínimo de sacrificio individual. Como directrices conceptuales básicas o postulados se establecen:

1.- El libre albedrío. Acepta este y señala que existen delincuentes imputables e inimputables.

2.- El delito como fenómeno individual y social. En lo individual cabe su estudio científico, la preocupación del
conocimiento del delincuente; en lo social el estudio de la criminalidad

3.- Pena y medidas de seguridad. La pena para los imputables con una finalidad de defensa social, no de retribución al
mal causado, y para los inimputables la aplicación de medidas de seguridad, por la peligrosidad social que pueden
desplegar los delincuentes.
4.- Nítida distinción entre disciplinas jurídicas y disciplinas empíricas, las primeras necesitadas de un método lógico-
abstracto y deductivo, las segundas de un método experimental, causal-explicativo.
5.- Desde el punto de vista etiológico, el delito se concibe como hecho complejo, como fenómeno social causado
naturalmente y producto de factores tanto endógenos como exógenos.

6.- Rechazo de la “tipología positivista” (del concepto de “delincuente nato” y de las “clasificaciones” positivistas),
aceptando tan solo la existencia de delincuentes “ocasionales”, “habituales” y “anormales”

7.- Dualismo penal que permite conciliar el uso simultáneo de consecuencias jurídicas distintas: las “penas” y las
“medidas de seguridad”. La Terza Scuola se opone por ello, al monismo de la Escuela Clásica (sustitución de la pena por
la medida).

8.- Filosóficamente, no opta por el determinismo radical del positivismo ni por el libre albedrío absoluto del clasicismo.
Conserva la idea de la “responsabilidad moral” como fundamento de la pena, y la “temibilidad” o “peligrosidad”,
compatible con aquella, que autoriza la imposición de medidas de seguridad.

9.- La finalidad de la pena no se agota en el castigo del culpable. Requiere, también, su corrección y readaptación social,
objetiva que trasciende el mero afán prevencionista o las metas defensitas y expiacionistas.

5.2.3.2. Escuela Sociológica o Joven Escuela (Alemania).

Se le conoce también como “Joven Escuela de Política Criminal” o “Escuela de Marburgo” o “Causalismo Naturalista”,
nace en Alemania y se configura como una dirección de política criminal que aspira a provocar una tregua en la lucha de
escuelas. Se ha entendido la política criminal como ciencia más que como escuela.

En Alemania su principal expositor fue Franz Von Liszt, Adolfo Prins y Gerardo Von Hamel; Liszt sostiene que el delito no
es resultante de la libertad humana, sino de factores individuales, físicos y sociales, así como de causas económicas.

La política criminal es en realidad un conjunto de principios fundados en la investigación científica del delito y de la
eficacia de la pena, por medio de los cuales se lucha contra el crimen, valiéndose no solo de los medios penales, sino
también de los de carácter asegurativo

La Política Criminal viene a ser el contenido sistemático de principios garantizados por la investigación científica de las
causas del delito y de la eficacia de la pena, según las cuales el estado dirige la lucha contra el delito por medio de la
pena y de sus formas de ejecución.

El delito para esta escuela encuentra su justificación en las orientaciones político-criminales que combatan el fenómeno
delictivo desde su perspectiva naturalistica-causalista, en su inserción en el análisis lógico y sistemático de la ley.

De esta manera Franz Von Liszt, recoge elementos de las teorías clásica y positiva y los resume en una teoría ecléctica
que va a dar lugar al esquema o sistema de la teoría del delito, denominada Causalismo naturalista o esquema Liszt-
Beling.

Las dos funciones principales de la política criminal son: 1.- Critica la legislación penal vigente a la luz de los fines del
derecho y de la pena y observación de sus resultados. 2.- Realiza proposiciones para la reforma del derecho penal
actual. La política criminal tiene dos fines: uno crítico y otro constructivo.

El dualismo caracteriza a la política criminal, ya que tiene métodos jurídicos de un lado y experimentales de otro;
conceptúan al delito como una entidad jurídica y como fenómeno natural; en cuanto a la responsabilidad la manejan
además del estado peligroso y como consecuencia de ambas existen penas y medidas de seguridad.

Como directrices conceptuales básicas o postulados se establecen:

1.- El método especulativo deductivo (jurídico) que proclamó la escuela clásica para investigar el fenómeno penal en el
ámbito del derecho, y los positivistas defendían los métodos experimentales (inductivo). La dirección de la escuela
política criminal proclama la necesidad de emplear un método jurídico para indagar el contenido del derecho positivo y el
método experimental como único, útil para el trabajo criminológico.

2.- La responsabilidad se basa en el libre albedrío por los clásicos y fue negada por los positivistas. La política criminal
proclama la necesidad de considerar un vínculo subjetivo en la responsabilidad, si bien independizándolo de la libertad
moral. Los políticos criminalistas reconocen la responsabilidad de los delincuentes normales y, en cambio, proclaman el
estado de peligro como base de la medida que ha de tomarse sobre los delincuentes que se desvirtúan de la norma.

3.- La política criminal reconoce que el delito es un concepto jurídico pero como fenómeno natural, surge en la vida por el
impulso de factores endógenos y exógenos.

4.- Los políticos criminalistas proclaman que la pena debe tener un fin, pero ésta solo es aplicable a los delincuentes
responsables, en tanto que a los peligrosos serán corregidos por medidas de seguridad.
5.- Sustitución de los planteamientos filosóficos de la Escuela Clásica por un claro “pragmatismo”, que presupone el
análisis y conocimiento de la realidad social.

6.- Contemplación del delito como fenómeno natural y jurídico al mismo tiempo, compaginando el estudio empírico de
sus causas y la elaboración dogmática del mismo.

7.- Dualismo penal, esto es, reconocimiento de dos clases de consecuencias distintas, dirigidas a objetivos diferenciados,
pero complementarios: la pena y la medida de seguridad.

8.- la “defensa social” se configura como fin prioritario de la administración penal.

9.- Eclecticismo filosófico en cuanto al problema del “libre albedrío”: se ignora éste, admitiéndose, sin embargo, la
existencia de todos los hombres de una impresión de libertad interna. El concepto de “estado peligroso” sustituye al de
“responsabilidad moral”.

5.2.3.3. La Escuela Técnico Jurídica (Italia).

Es la última y más cercana corriente del pensamiento jurídico, cuyo origen es italiano, iniciándola Arturo Rocco seguido
por Vicenzo Manzini, Massari, Battaglini, Delitalia, Vannini, Pannain y Antolisei; siendo Rocco el autor del Código Penal
Italiano de 1889; depura entre otras cosas, al derecho penal de las infiltraciones filosóficas con que los clásicos lo
desvirtuaron, y de las concepciones biosociológicas de los positivistas.

Para desarrollar su propuesta, Rocco acude a las teorías lógico-formales de Von Liszt, Binding y Beling, también
conocidas como “sistema clásico del delito”, con lo cual quedo de manifiesto la gran influencia germana.

Parte de la base de que las normas jurídicas son debidas a un proceso de abstracción y de generalización, que
constituye un método lógico-abstracto, absolutamente diverso del de las ciencias naturales y sociales.
El tecnicismo jurídico ha introducido principios de innegable y evidente importancia y ha terminado con el avance de las
ciencias biológicas, de la sociología y de otras disciplinas, que conducían de manera inexorable al Derecho penal a una
malformación científica, con pérdida de su autonomía.

El método de la técnica-jurídica se dividió en tres etapas a seguir: interpretación o exégesis; sistemática y crítica. La
primera consiste en descubrir el sentido de las proposiciones penales. En la fase sistemática se recogen los resultados
de la primera fase y se aplica el método inductivo (obtener de un conjunto de datos particulares sus características
comunes para obtener conclusiones generales) para crear categorías de carácter conceptual (dogmas) que se ordenen
lógicamente formando un sistema de análisis; de la creación de los dogmas y de su sistematización se espera poder
deducir consecuencias relevantes para la aplicación de la ley (Fase deductiva).

En las primeras dos fases antes expuestas se analiza el derecho como es; en cambio, en la fase crítica se determina si
ese derecho es o no como debiera ser, con lo cual se debe esperar hasta este momento para realizar juicios de valor
sobre el derecho vigente. Dicha separación tajante entre el conocimiento científico del derecho positivo (primera y
segunda fase) y su valoración (tercera fase) es propia del método positivista formal, en el cual se evita a toda costa
interpretar el derecho conforme a valores.

Los principios de la Escuela Técnico Jurídica son los siguientes:

1.- Retoma el método logístico abstracto.

2.- El delito lo concibe como un ente jurídico, susceptible de engendrar una relación jurídica entre gobernados y el
Estado.

3.- Prescinde del fundamento del libre albedrío en cuanto a la imputabilidad.

4.- Mantiene la distinción entre imputables e inimputables.

5.- Admite el dualismo penal; penal y medidas de seguridad.

La exclusión total de los valores en la interpretación del derecho penal fue criticada por Antolisei, Maggiore, Nuvolone y
sobre todo Bettiol, a través de su teoría de la “jurisprudencia de valores”. Sin embargo, los dogmáticos italianos ya no
pudieron colocarse a la vanguardia del desarrollo de la dogmática jurídico-penal que habían hincado con Becaria; lugar
que ya habían ocupado los dogmáticos alemanes de la época.

Ello se debe a que durante la segunda mitad del siglo XIX los autores italianos se olvidaron del derecho penal positivo
como objeto de estudio de la dogmática jurídico penal y dedicaron sus esfuerzos a la creación de construcciones
idealistas (escuela clásica) o nuevas ciencias, como la criminología (escuela positiva), o una mezcla de ambas (terza
scuola).

CLASES DE DERECHO PENAL

Derecho penal administrativo


Es el constituido por un grupo de disposiciones, emanadas del poder público, que son parte
del ordenamiento jurídico, y que asocian a una pena grupos de hechos consistentes en el
incumplimiento de deberes para con la Administración pública, no previstos en el código penal, que
se denominan faltas o contravenciones. De lo dicho se sigue que el único criterio de distinción cierto
lo da la ley durante mucho tiempo se intentó diferenciar los actos que constituyen el contenido
del derecho penal administrativo y el ilícito penal, siguiendo un criterio cuantitativo- gravedad de
ambas ilicitudes- que hoy se ve como totalmente insuficiente para resolver este problema, en razón
de su empirismo.

Con James golsdchmidt surge la teoría del derecho penal administrativo, diferenciado
cualitativamente del derecho penal común, al señalarse que en el primero las infracciones están
referidas al valor de la justicia.
Derecho penal fiscal
Se asigna como contenido a esta pretendida rama del derecho penal el grupo de normas que fija
sanciones para los actos que violan los intereses de la hacienda. Algunos prefieren
denominarla derecho penal financiero, mientras otros creen que éste últim o y el

llamado derecho penal económico son abarcados por el derecho penal fiscal.
Se intenta fijar características diferenciales entre el derecho penal común y el fiscal, y de éste último
con el derecho penal administrativo, del cual es considerado por algunos como un capítulo.

Se señalan las siguientes diferencias:

1. el carácter peculiar de la pena fiscal, que si bien es cierto que en algún aspecto tiene carácter
disciplinario, es sustancialmente sanción retributiva y pecuniaria (multas fijas, proporcionales o
sujetas a escalas de porcentaje).

Ello responde a que las sanciones financieras no son tan sólo reacciones penales, sino que se
persigue la obtención de ventajas económicas para el estado.

2. con respecto al bien jurídico violado, se dice que, en general, el delito fiscal supone daño jurídico,
en tanto que la contravención sólo importa una alteración del orden jurídico objetivo, pero sin que
necesariamente se cause un daño o lesión de derecho subjetivo.

3. en relación con la responsabilidad, se señala que para el fisco no hay diferencia entre capaces I
incapaces; hay, simplemente, contribuyentes. Por otra parte, se hace resaltar la
incuestionable responsabilidad de las personas jurídicas y la responsabilidad indirecta, en razón de
que la obligación fiscal vincula mas al patrimonio que a la persona.
Derecho Penal Disciplinario
Derecho Penal Disciplinario: Es aplicado por el mismo Estado, sus leyes se encuentran
en decretos, reglamentos, etc., referidos a personas integrantes de una estructura del
orden jerárquico.

Podemos definirlo como el conjunto de normas jurídicas que establecen sanciones


jurídicas para los que violan el orden de jerarquía o sujeción. Tiene por objeto lograr y
asegurar el normal desenvolvimiento de un determinado orden jerárquico. (Ej.: La
Iglesia).

Diferencias: - Las normas del derecho disciplinario solo se aplican a aquellas personas
que dependen de una relación jerárquica. El derecho penal se aplica a todos los sujetos.

- El medio adecuado del derecho Penal es la pena pública que afecta al honor, al
patrimonio, a la libertad, mientras que el D. Penal disciplinario se vale de penas
representativas para lograr dicha sujeción (apercibimientos, exoneración, separación del
servicio, etc.) todo el orden jerárquico.

- La pena pública debe ser aplicada por organismos jurisdiccionales especiales mediante
normas establecidas en el D. Proc. Penal, no es discrecional. La potestad penal
disciplinaria es generalmente discrecional, puede estar reglamentada o no, pero esa
reglamentación no es tan estricta.

- El Derecho Penal disciplinario carece de figuras legales, las que son reemplazadas por
preceptos generales.
- Las penas disciplinarias no tienen por finalidad la represión, sino la tutela de la
disciplina y el desenvolvimiento de las actividades públicas.

RELACION CON OTRAS RAMAS DEL DERECHO

El derecho penal sé interrelaciona con otras ramas y disciplinas auxiliares que como su nombre lo indica lo auxilian en la
aplicación de sus normas lo anterior es muy importante ya que sin la ayuda de ellas no podría llevarse acabo el
cumplimiento de el derecho penal.
La relación que guarda el Derecho Penal con otras ramas jurídicas así como otras ciencias y disciplinas, es importante por
que resultan indispensables en un momento dado para resolver situaciones que se presentan en el Derecho Penal.

CON OTRAS RAMAS DEL DERECHO

Derecho Civil: Perteneciente al Derecho Privado, diversas figuras y nociones del Derecho Civil van aparejadas al Derecho
Penal, pues este implica conocer nociones civiles, por Ej. Para entender el Robo, Apropiación Ilícita, etc.; hay que conocer
el que se entiende por patrimonio; para entender el delito de Omisión de Asistencia Familiar, atentado contra la patria
potestad, y otros , es menester recurrir a este derecho y comprender el matrimonio, alimentos, etc.

Derecho Constitucional: Cuyo objeto de estudio es la Constitución, en la que establecen las bases a que debe sujetarse el
derecho penal.

Derecho Internacional: Existen delitos en materia Internacional que son objeto de estudio de esta rama del Derecho.
Como los establecidos referentes a la aplicación espacial de la ley penal y otros, También se habla de un Derecho Penal
Internacional así como de un Derecho Internacional Penal.
Evolución histórica del derecho penal
Cada sociedad, históricamente, ha creado —y crea— sus propias normas penales, con rasgos y elementos
característicos según el bien jurídico que en cada caso se quiera proteger.
Tabú y venganza privada: en los tiempos primitivos no existía un Derecho penal estructurado, sino que había toda
una serie de prohibiciones basadas en conceptos mágicos y religiosos, cuya violación traía consecuencias no solo
para el ofensor sino también para todos los miembros de su familia, clan o tribu.
Cuando se responsabilizaba a alguien por la violación de una de estas prohibiciones (tabú), el ofensor quedaba a
merced de la víctima y sus parientes, quienes lo castigaban causándole a él y su familia un mal mayor. No existía
relación alguna entre la ofensa y la magnitud del castigo.
La Ley del Talión: las primeras limitaciones a la venganza como método de castigo surgen con el Código de
Hammurabi, La Ley de las XII Tablas y la Ley Mosaica, que intentan establecer una primera proporcionalidad entre
el daño producido y el castigo. Es el famoso "ojo por ojo, diente por diente".
En los casos en que no existía daño físico, se buscaba una forma de compensación física, de modo tal, por
ejemplo, que al autor de un robo se le cortaba la mano.
A esta misma época corresponde la aparición de la denominada Composición, consistente en el reemplazo de la
pena por el pago de una suma dineraria, por medio de la cual la víctima renunciaba a la venganza.
En la actualidad se está introduciendo la remisión de la pena a cambio de servicios a la comunidad.

Derecho romano
El extenso período que abarca lo que habitualmente denominamos Derecho romano puede ser básicamente
dividido en épocas, acorde al tipo de gobierno que cada una de ellas tuvo. A partir de la Ley de las XII Tablas se
distinguen los delitos públicos ("crímenes") de los delitos privados ("delitos", en sentido estricto). Los primeros eran
perseguidos por los representantes del Estado en interés de este, en tanto que los segundos eran perseguidos por
los particulares en su propio interés. Es de destacar que la ley de las XII tablas no establecía distinciones de clases
sociales ante el derecho.
Con el correr del tiempo los delitos privados pasan a ser perseguidos por el Estado y sometidos a pena pública.
Una de la peores penas era la capitis deminutio maxima.
Durante la época de la República, solo van quedando como delitos privados los más leves. El Derecho penal
romano comienza a fundarse en el interés del Estado, reafirmándose de este modo su carácter público.
Esta característica se ve claramente en la época del Imperio. Los tribunales actuaban por delegación del
emperador; el procedimiento extraordinario se convirtió en jurisdicción ordinaria en razón de que el ámbito de los
crímenes contra la majestad del imperio se fue ampliando cada vez más. Con el desarrollo del período imperial no
se tratará ya de tutelar públicamente intereses particulares, sino de que todos serán intereses públicos. La pena en
esta etapa recrudece su amor .

Edad Media
La edad media: durante la edad media desaparece el Imperio romano, y con él la unidad jurídica de Europa.
Las invasiones de los bárbaros trajeron costumbres jurídico-penales diferentes, contrapuestas muchas de ellas a
los principios del derecho del Imperio romano.
A medida que el señor feudal fortalece su poder, se va haciendo más uniforme el derecho, como fruto de la unión
del antiguo derecho romano y de las costumbres bárbaras.
Así cobra fuerza el derecho canónico, proveniente de la religión católica que se imponía en Europa por ser la
religión que se había extendido junto con el Imperio romano.
El derecho canónico que comenzó siendo un simple ordenamiento disciplinario crece y su jurisdicción se extiende
por razón de las personas y por razón de la materia. llegando a ser un completo y complejo sistema de derecho
positivo.
El delito y el pecado (se homologaban) representaban la esclavitud y la pena la liberación; es fruto de esa
concepción el criterio tutelar de este derecho que va a desembocar en el procedimiento inquisitorial.
Se puede destacar que el derecho canónico institucionalizó el derecho de asilo, se opuso a las ordalías y afirmó el
elemento subjetivo del delito.
Es muy debatido si se distinguía el delito del pecado, pero la mayoría de los autores coinciden en que aunque haya
existido una distinción teórica, en la práctica la misma se desvanecía. Basta con mencionar algunos de los actos
que se consideraban delitos: la blasfemia, la hechicería, el comer carne en cuaresma, el suministro, tenencia y
lectura de libros prohibidos, la inobservancia del feriado religioso, etc.
Los Glosadores y los Postglosadores
Con la concentración del poder en manos de los reyes, y la consiguiente pérdida del mismo por parte de los
señores feudales, se sientan las bases de los Estados modernos.
Se produce entonces el renacimiento del derecho romano. En las universidades italianas, principalmente, se
estudia este derecho, como también las instituciones del Derecho Canónico y del derecho germano.
Los glosadores avanzan sobre el derecho romano a través del Corpus Iuris de Justiniano, recibiendo su nombre por
los comentarios (glosas) que incluían en los textos originales.
Los postglosadores ampliaron el campo de estudio, incluyendo también las costumbres (derecho consuetudinario).

Las Partidas
Las Siete Partidas de Alfonso el Sabio constituyen un código aparecido entre los años 1256-1265, que ejerció
luego una enorme influencia en la legislación general. Las disposiciones penales de Las Partidas se encuentran en
la partida VII, completándose con numerosas disposiciones procesales atinentes a lo penal contenidas en la Partida
III.
Queda definitivamente consagrado el carácter público de la actividad represiva, y se establece que la finalidad de la
pena es la expiación, es decir, la retribución del mal causado, como medio de intimidación, para que el hecho no se
repita.
Se distingue conforme con la influencia del derecho romano el hecho cometido por el inimputable (por ejemplo el
loco, el furioso, el desmemoriado y el menor de diez años y medio, sin perjuicio de las responsabilidades en que
incurran los parientes por su falta de cuidado). Distinguida así la condición subjetiva para la imputación,
estableciéndose que a tales sujetos no se les puede acusar, queda firmemente fijado el sentido subjetivo de esta
ley penal, la cual, en este terreno, traza nítidas diferencias entre la simple comisión de un hecho y su comisión
culpable.
Contiene también, especialmente en el homicidio, la diferencia entre el hecho doloso, el culposo y el justificado. Se
prevén ciertas formas de instigación, de tentativa y complicidad.
La Carolina
En 1532 Carlos V sancionó la Constitutio Criminalis Carolina u Ordenanza de Justicia Penal, que si bien no era
obligatoria para los señores feudales en sus territorios, igualmente sustentó el Derecho penal común alemán.
Tipificaba delitos tales como la blasfemia, la hechicería, la sodomía, la seducción, el incesto, etc. y las penas
variaban entre el fuego, la espada, el descuartizamiento, la horca, la muerte por asfixia, el enterramiento del cuerpo
vivo, el hierro candente y la flagelación.
La Carolina es un código penal, de procedimiento penal y una ley de organización de tribunales. En realidad no
tiene un verdadero método, sino que es una larga y compleja enumeración de reglamentaciones, admitiendo
la analogía y la pena de muerte cuya agravación en diversas formas admite, mostrando claramente que el objeto
principal de la pena es la intimidación.
Su importancia radica en la reafirmación del carácter estatal de la actividad punitiva. Por otra parte, desaparece
definitivamente el sistema composicional y privado, y la objetividad del derecho germánico, con la admisión de la
tentativa.

Derecho penal liberal


César Bonesana (Cesare Beccaria) fue el autor de De los delitos y las penas (1764) al cual se considera como la
obra más importante del Iluminismo en el campo del Derecho penal.
La pretensión de Beccaria no fue construir un sistema de Derecho penal, sino trazar lineamientos para una política
criminal.
Según Jiménez de Asúa, «Beccaria fue el primero que se atrevió a escribir en forma sencilla, en italiano, en forma
de opúsculo, y concebido en escuetos silogismos y no en la de aquellos infolios en que los prácticos trataban de
resumir la multiplicidad de las leyes de la época. Sobre todo, Beccaría es el primero que se atreve a hacer política
criminal, es decir, una crítica de la ley».
Sin embargo, no se puede dejar de mencionar en la misma línea a Montesquieu, Marat y Voltaire.
Beccaria parte de los presupuestos filosóficos imperantes de la época (el Contrato Social, de Rousseau) como
origen de la constitución de la sociedad y la cesión de mínimos de libertad a manos del Estado y su poder punitivo
para la conservación de las restantes libertades.
La crítica surgida del libro de Beccaria conduce a la formulación de una serie de reformas penales que son la base
de lo que conocemos como Derecho Penal liberal, resumido en términos de humanización general de las penas,
abolición de la tortura, igualdad ante la Ley, Principio de Legalidad, proporcionalidad entre delito y pena, etc.
Uno de los más importantes difusores de la obra de Beccaria fue Voltaire.

Escuela clásica o liberal


El primer representante de esta "escuela" es Francisco Carmignani. Su obra "Elementos de Derecho Criminal"
propone un sistema de Derecho penal derivado de la razón, siendo uno de los primeros en trazar un sistema
científico del Derecho penal en lengua no germana.
Siguiendo a Carmignani, pero superándolo, aparece en el escenario de la escuela liberal Francesco Carrara,
conocido como "el Maestro de Pisa". En su Programma del Corso di Diritto Criminale (1859) la construcción del
sistema de Derecho penal alcanza picos de depuración técnica, tanto que cuando muere Carrara se empieza a
visualizar el proceso de demolición del Derecho penal liberal.

Positivismo
Ante los avances de la ciencia y el afán por superar el Estado liberal no intervencionista, buscando afrontar su
ineficacia respecto al nuevo crecimiento de la criminalidad, nace el positivismo.
Su idea es que la lucha contra la criminalidad debe hacerse de una forma integral permitiendo la intervención
directa del Estado.
Las mayores críticas contra los autores positivistas radican en el olvido de las garantías individuales, ya que su foco
es la peligrosidad social del delincuente.
Escuela Positivista Italiana: su fundador fue César Lombroso quien cambió el enfoque del delito como ente jurídico
para dirigirlo hacia el delincuente como hecho observable. Lombroso escribió ‘L’uomo delinquente’ en 1876,
colocando al delincuente como fenómeno patológico, respecto del cual sostiene la existencia de una predisposición
anatómica para delinquir, por lo que afirma la existencia de un delincuente nato por una malformación en el
occipital izquierdo.
Para Lombroso el que delinque es un ser que no ha terminado su desarrollo embriofetal.
Lombroso no era un jurista, por lo que Enrico Ferri será quien le dé trascendencia jurídica a las teorías de
Lombroso. Ferri rotula como ‘delincuente nato’ al ‘uomo delinquente’ de Lombroso. El punto central de Ferri es que
para su positivismo el delito no es la conducta de un hombre, sino el síntoma de un mecanismo descompuesto. El
delito es síntoma de peligrosidad, por ello la medida de la pena está dada por la medida de la peligrosidad y no del
acto ilícito.
Con el ‘estado peligroso sin delito’ se quiso limpiar la sociedad de vagos, alcohólicos y todo aquel que demostrara
peligrosidad predelictual.
Con Rafael Garófalo se completa el trío positivista italiano, y con él queda demarcada la tesis de ‘guerra al
delincuente’. Con él surge la idea de un ‘delito natural’, ya que las culturas que no compartían las pautas valorativas
europeas eran tribus degeneradas que se apartaban de la recta razón de los pueblos superiores, y que eran a la
humanidad lo que el delincuente a la sociedad. El delito natural sería el que lesione los sentimientos de piedad y
justicia, que eran los pilares de la civilización occidental.
Antropología criminal
La antropología criminal es una rama de la criminología que estudia los factores antropológicos con relación a la
actividad criminal.1
Bajo la concepción del positivismo biológico, el criminal era considerado en términos absolutos como un ser
anormal, que sufría una desviación de base biológica que conducía a una regresión a estados primitivos del ser
humano y que se podía catalogar como una patología. Los componentes de este paradigma se articulaban en la
secuencia bio-psico-social; donde el componente biológico, era el más importante, y el componente social muy
pocas veces se tenía en cuenta. Bajo esta concepción el italiano Cesare Lombroso, considerado figura capital de la
antropología criminal, define al delincuente como una subespecie del género humano, siendo identificable por una
serie de características fisiológicas y somáticas. En su obra L'uomo delinquente (1876) dio una definición del
criminal nato. Esta idea del "criminal nato" ya se encuentra desarrollada en escritos anteriores
del frenólogo catalán Marià Cubí.
La idea del criminal nato, identificado por la constitución física, especialmente por la configuración del cráneo, el
cerebro y la cara, es una visión exclusivista y unilateral del fenómeno criminal y no tiene en consideración otros
factores antropológicos como los somáticos, psicológicos y sociales.
A pesar de sus carencias, la antropología criminal de Lombroso supuso una revolución a nivel metodológico
importante: se fundamenta en datos obtenidos de una manera sistemática de los criminales y en evidenciar una
determinada correlación entre el elemento somático y el psíquico, además de haber contribuido a perfilar una
tipología humana relacionada con el fenómeno delictivo.
Siguiendo esta corriente también encontramos los trabajos del italiano Di Tullio, el cual consideró la predisposición
al delito como consecuencia de una determinada constitución delincuencial, con factores hereditarios y
neuropsicopáticos. Otros autores han puesto en un énfasis especial determinados factores, como el endocrino
(Pende), o el hereditario (Lange).
Con el surgimiento de nuevas concepciones teóricas y la relación de diferentes disciplinas entre sí, se va comenzar
a prefigurar una concepción de carácter relativista basada ya más en el social que en el biológico. Estas
concepciones significan una ruptura con el paradigma bio-psico-social y una reformulación de la idea de delito
desde una óptica relativista. Además, remarca la concepción que, si bien el delito puede ser una conducta no
deseable en el seno de alguna sociedad, es un hecho perfectamente normal en la vida de cualquier grupo:
Los crímenes y los criminales son producto de la sociedad, y a la vez, instrumentos y víctimas de la misma sociedad. [...] Un
crimen es el que la sociedad elige definir como tal. Una cosa que puede ser considerada como un crimen en una sociedad
puede no serlo en otra. [...] De aquí que la sociedad sea la que defina al criminal y no el criminal que se defina a sí mismo. Y
sugiero aquí que casi invariablemente la sociedad es la que hace al criminal porque los criminales, en realidad, se vuelven
tales, y nacen así.
Montagu, Ashley "El hombre observado", p.71

A pesar del rechazo general de las teorías de Lombroso, ciertos aspectos de la criminología antropológica aún
tienen aplicación en los perfiles modernos criminales. Históricamente (sobre todo en la década de 1930) la
antropología criminal se ha asociado tanto con la eugenesia como la idea de un defecto fisiológico en el género
humano se asocia a menudo con los planes para eliminar este tipo de defecto.
La antropología criminal, mediante estudios fisonómicos, también está presente en los estudios de la psicología
social y psicología forense. Las teorías de Lombroso se encuentran también en los estudios de la respuesta
galvánica de la piel y el síndrome del superhombre (cromosoma XYY).

PSICOLOGIA CRIMINAL
La psicología criminal es una disciplina que estudia los fenómenos psicológicos implicados en la criminalidad. Así, un
psicólogo criminal puede desarrollar diferentes tareas, tales como: colaborar en una investigación criminal realizando
perfiles psicológicos; elaborando y difundiendo técnicas de persuasión y comunicación con las que analizar testimonios;
definir programas de rehabilitación para criminales; y/o realizar investigaciones empíricas sobre la conducta, motivación y
personalidad del delincuente, que ayuden a una evaluación científica del criminal. En definitiva, la psicología criminal
intenta ofrecer una serie de respuestas sobre todos aquellos actores y agencias implicados en la criminalidad a un nivel
clínico, experimental, estadístico y de asesoramiento.
Por tanto, un criminólogo debe conocer cuál es el trabajo que se desarrolla desde la psicología criminal, ya que la
interacción entre ambos será esencial para el correcto desarrollo de aquellas estrategias que de forma conjunta
propongan para el estudio y explicación de los fenómenos criminales.

En la asignatura de Psicología criminal, se estudiarán aquellos conceptos que delimitan el estatus de la psicología criminal,
la relación que existe entre el derecho y la psicología, así como la aportación de esta última en el proceso judicial.
También el estudio de los actores principales implicados en la criminalidad como son la víctima y el delincuente son temas
que se tratan en la psicología criminal. Sin olvidar la importancia de la evaluación empírica de aquellas variables
psicológicas que permitan conocer aquellos rasgos de personalidad y grados psicopatológicos que son capaces de
alterar aquel comportamiento denominado "normal". Por último, la psicología penitenciaria que estudia la evaluación y
tratamientos que se ofrecen a aquellos individuos que permanecen encerrados en instituciones penitenciarias también es
un campo en el que la psicología criminal ofrece análisis y resultados.

Antes de matricular la asignatura, verifique los posibles requisitos que pueda tener dentro de su plan. Esta información la
encontrará en la pestaña "Plan de estudios" del plan correspondiente.

Competencias generales
 Conocer distintos métodos de evaluación, diagnóstico y tratamientos psicológicos en diferentes ámbitos
aplicados de la Psicología.
 Conocer los distintos campos de aplicación de la Psicología.

Competencias específicas
 Ser capaz de analizar necesidades y demandas de los destinatarios de la función en diferentes contextos.
 Ser capaz de planificar y realizar una entrevista.
 Ser capaz de describir y medir variables (personalidad, inteligencia y otras aptitudes, actitudes, etc.) y procesos
cognitivos, emocionales, psicobiológicos y conductuales.
 Ser capaz de seleccionar y administrar los instrumentos, productos y servicios y ser capaz de identificar a las
personas y grupos interesados.
 Ser capaz de definir los objetivos y elaborar el plan de la intervención básico en función del propósito de la misma
(prevención, tratamiento, rehabilitación, inserción, acompañamiento...).
 Ser capaz de elegir las técnicas de intervención psicológica adecuadas para alcanzar los objetivos.
 Ser capaz de utilizar estrategias y técnicas para involucrar en la intervención a los destinatarios.
 Ser capaz de aplicar estrategias y métodos de intervención básicos sobre los destinatarios: consejo psicológico,
asesoramiento, negociación, mediación, etc.
 Ser capaz de aplicar estrategias y métodos de intervención indirectos a través de otras personas: asesoramiento,
formación de formadores y otros agentes.
 Ser capaz de planificar la evaluación de los programas y las intervenciones.
 Ser capaz de medir y obtener datos relevantes para la evaluación de las intervenciones.
 Ser capaz de proporcionar retroalimentación a los destinatarios de forma adecuada y precisa.
 Ser capaz de elaborar informes orales y escritos.
 Conocer y ajustarse a las obligaciones deontológicas de la Psicología.
 Conocer la elaboración del plan de la intervención en función del propósito de la misma (prevención,
tratamiento, rehabilitación, inserción, acompañamiento, etc.).
 Conocer las principales técnicas instrumentales empleadas en Psicología (técnicas de entrevistas, elaboración de
informes psicológicos, etc.).
 Conocer técnicas para la elaboración de informes psicológicos

SOCIOLOGÍA CRIMINAL
La sociología criminal es una ciencia todavía en gestación; todos los ilustres sociólogos
han expuesto hasta atrevidas teorías pero todas ellas tienen un fondo de incertidumbre,
sobre todo cuando tratan de enumerar las verdaderas causas de la criminalidad. Algunos
autores sostienen que en el acto criminal entran un complejo de factores algunas veces
difíciles de determinar.
Otros como Lombroso dicen que la causa del acto criminal está constituida por las
condiciones anómalas del criminal; para Maxwel, esa causa consiste en dos elementos:
individuo y sociedad, otros sostienen que es la falta del libre arbitrio, y por último, hay
quienes digan que las únicas causas de la criminalidad están constituidas por la suma de
las tres categorías de factores estudiados.
Manzini nos dice que la “Sociología Criminal es la ciencia descriptiva que realiza la
historia natural de la delincuencia”.
“En su rama biosociológica, la Sociología Criminal estudia los caracteres individuales del
delincuente, con el fin de determinar las causas del delito y su grado de temibilidad social;
en su rama jurídica, estudia la legislación preventiva y represiva de la delincuencia”.
Según su fundador, Enrico Ferri, la sociología criminal es una ciencia de observación
positiva que, fundándose en la antropología, la psicología y la estadística criminal, así
como el Derecho Penal y los estudios penitenciarios, llega a ser la ciencia sintética de los
delitos y las penas.
La sociología criminal no estudia el problema de la criminalidad más que en uno de sus
muchos aspectos. Se ocupa sólo de la relación que existe entre el autor del delito, como
sujeto activo, con la sociedad. Estudia el acto delictuoso como un acto puramente
objetivo. Las condiciones internas que motivan el hecho, y la manifestación de la
voluntad, son del resorte de otra ciencia, la Psicología Criminal, importante auxiliar de las
demás ciencias que con el problema que venimos estudiando se relacionan.

La sociología criminal se diferencia de la sociología general en que, mientras la primera


se ocupa únicamente del fenómeno de la criminalidad, la segunda estudia todos los
fenómenos en general que influyen y modifican el desarrollo y progreso evolutivo del
organismo social.
La infracción es un término que significa la violación de una ley o de un precepto de la
autoridad, por lo que se incurre en una sanción penal.
La sociología criminal se auxilia de las siguientes ciencias para poder cumplir bien su
cometido: de la Antropología Criminal, Etnografía, Psicología Criminal, Psiquiatría,
Neurología; en fin, de la Estadística Criminal, base ordinaria y eficaz de todas las
observaciones sociológicas.
Arguye Ferri que la sociología criminal es una ciencia positivamente de observación,
realista. La considera como síntesis y fundamento de las ciencias anteriormente
enumeradas y aún del Derecho Penal. Es decir, constituye una ciencia en la que se
resumen el delito, el delincuente y la pena. Al asentar la etiología de la criminalidad
otorgándoles toda importancia al influjo de los factores antropológicos, físicos y sociales,
rechaza la teoría del libre albedrío como base del derecho penal, y, al proclamar que el
delincuente es un ser anormal física y psíquicamente, sugiere las bases de la
responsabilidad social.
Por último Ferri, elabora una clasificación de los delincuentes desde el punto de vista de
su constitución física, más bien de sus funciones orgánicas y psíquicas. Cree que el tipo
del criminal nato es característico que el criminal habitual encuentra en el media social las
circunstancias propicias que accionan sobre su anormalidad para llegar a la comisión del
acto delictuoso, como el loco y el congénito, que carecen del sentimiento social y moral.
Asegura también que los delincuentes pasionales y por ocasión, se caracterizan por su
escaso dominio para evitar en determinado momento la realización de un delito. Quien
delinque, dice Ferri, lo hace presa de una anormalidad ya congénita o adquirida.
Rafael Garófalo también considera que la criminalidad tiene su gestión en el ambiente
social y en contribución a las condiciones naturales del individuo, por lo que toda misión
represiva del delito debe tener muy en cuenta que la criminalidad es un fenómeno social,
debiéndose estimar y considerar de extraordinaria importancia los datos que los estudios
antropológicos, físicos y sociales proporcionen. Buscar las causas que originen el delito
es la misión de la Criminología, síntesis de la ciencia del delincuente y de la ciencia de
la sociedad en relación con el delito.

Aspecto social de la criminalidad


Maxwel hace un ligero resumen sobre el aspecto social de la criminalidad, en su obra “El
Crimen y la Sociedad”. El carácter esencial de todo acto criminal dice, es el de ser
definido por la ley escrita o consuetudinaria y el de tener señalada una sanción represiva.
Este carácter no es absoluto, sino relativo, pues varía de acuerdo con las costumbres que
profese cada sociedad. Los actos que antiguamente se castigaban con la pena de
muerte, hoy no se castigan, y al contrario, actos que anteriormente no se castigaban, hoy
se castigan con penas demasiado severas.
La noción de la criminalidad de un acto, depende del juicio que se haya formado la
mayoría de los miembros del grupo social, acerca del acto que se ha reputado como
criminoso; la opinión de la mayoría es un término medio y corresponde a las ideas y
sentimientos aceptados por la mayor parte de los ciudadanos. Toda idea o acto contrario
a esa opinión son considerados como punibles y, por consiguiente, criminales. Pero todo
depende de haberse expresado la idea o cumplido el acto. La concepción de la
criminalidad es esencialmente relativa, y su realidad está en relación con cada una de las
sociedades existentes y con el grado de evolución de las mismas.
Como consecuencia de lo anteriormente expuesto, es fácil concluir que la concepción de
la criminalidad no puede tener una uniformidad variable, su uniformidad es apenas
aparente y sus elementos esencialmente variables como todo ser viviente, están
sometidas a la benéfica ley de la evolución. La evolución en una sociedad se manifiesta
de diferentes maneras: ella prepara a veces la modificación de ciertos caracteres étnicos
y la acción de condiciones comunes dotadas de energía sobre la plasticidad de los seres.
Este hecho es más fácil de observar que el de la evolución intelectual mucho más
importante desde el punto de vista criminológico. El cambio rápido y sorprendente que
algunas veces se lleva a cabo en los sentimientos e ideas de un pueblo, es un fenómeno
de observación fácil, permanece como indeleblemente grabado sobre las ideas que ese
mismo pueblo se ha formado acerca de la criminalidad. Estas modificaciones en la
conciencia pública, tienen como resultado trascendental, elevar ciertos actos a la
categoría de criminosos, como también el de dar ese carácter a otros actos que, hasta
cierto tiempo, habían permanecido como indiferentes a la luz de la justicia.

En un movimiento incesante, la opinión pública se encarga de clasificar y desclasificar las


infracciones, y llega muchas veces hasta inventar nuevos delitos; si nosotros llamamos
progreso este movimiento, este intento de cambiar las costumbres existentes, sin
prejuzgar si estas designaciones son verdaderas de una manera absoluta, tenemos que
reconocer necesariamente en la aparente uniformidad de la criminalidad en una época y
en una sociedad determinada, dos elementos bien diferentes el uno corresponde a
aquellas infracciones a las que el progreso conservará su naturaleza criminal, y el otro, a
aquellas que, por el progreso, pierden la citada naturaleza. Se pueden citar ciertos actos
que teniendo en cuenta el lugar, tiempo y época fueron actos de marcado carácter
criminoso y que el tiempo los ha tomado en grandes virtudes. Sócrates quien fue un
criminal a los ojos de los jueces Atenienses y condenado a tomar la cicuta, ha
permanecido en la historia como un modelo de virtudes. Otro ejemplo lo encontramos en
Galileo, condenado a retractarse por lo que había escrito acerca del movimiento de la
Tierra. El fenómeno inverso se observa en la reprobación del poder social al delito
criminoso, el cual es más terrible hoy que en épocas anteriores.
En realidad, la noción del acto de carácter criminal es contingente y relativa. Garófalo
trata de establecer el delito natural y lo define en relación con la piedad y la probidad,
porque, por la evolución, estos sentimientos se vuelven criminales y es preciso que ellos
hieran, no sólo la parte superior y más noble de los demás sentimientos, sino aún, en la
proporción misma y en el aprecio de que gozan dentro de la misma comunidad, ya que
esto es indispensable para la adaptación del individuo en la sociedad.
La criminalidad según algunos autores, puede definirse, como el mayor o menor grado de
nocividad que sobre un acto se forme juiciosamente, la mayoría consciente, de un
conglomerado social.
Delmas y Boll dice: “El perverso en toda ocasión pretende burlar las leyes o violarla

Penología
La Penología es una discutida ciencia penal que se ocupa de la aplicación y ejecución de las penas, y de forma
general del castigo y tratamiento del delincuente.
La discusión sobre su propia existencia diferenciada de la ciencia penitenciaria vinculada al derecho penitenciario,
estriba en que trata en muchas ocasiones aspectos que son objeto central de estudio de la anterior. Sin embargo,
otros sectores doctrinales le atribuyen un carácter propio y específico, al entender que no solo actúa en el terreno
de la aplicación de las penas en el ámbito exclusivo de la prisión, sino también de esa misma aplicación en los
casos en que el condenado cumple la sanción penal fuera de un recinto penitenciario.
Su denominación procede del término inglés Penology, aparecido en 1834 de la mano de Francis Lieber, quien la
concibió en el sentido amplio que mantienen sus defensores como disciplina autónoma. Posteriormente, y a través
de todo el siglo XIX, se limita su contenido, por influencia de la doctrina francesa, a las penas privativas de libertad,
confundiéndose así con la «ciencia penitenciaria».
Al desarrollarse en la práctica contemporánea los tratamientos de libertad y semilibertad de los condenados, ha
vuelto a adquirir interés. Desde este punto de vista puede definirse como «la disciplina que tiene por objeto el
estudio de los diversos medios de represión y prevención directa del delito, de sus métodos de aplicación y de la
actuación pospenitenciaria».
Forman parte de su contenido toda clase de penas y medidas de seguridad, así como los medios de ejecución y
aplicación de las mismas. Dentro de ella ocupa un sector muy importante la ciencia penitenciaria, concebida como
rama de la penología que se ocupa de la pena de prisión, de sus métodos de ejecución y aplicación, y de toda la
problemática que la vida en prisión plantea. Los modernos medios de tratamiento en libertad trascienden de lo
puramente penitenciario, pero quedan dentro de los límites de la penología. Esta aparece, concebida del modo
expuesto, como «ciencia del tratamiento de los delincuentes».
Con este contenido y límite se configura como una disciplina de naturaleza mixta, que no encuentra acomodo ni
entre las ciencias normativas ni entre las causal-explicativas. Concebida así, le son aplicables las tres notas que,
según García Basalo, caracterizan su naturaleza: jurídica en su base, pedagógica en sus medios, y social en su fin.
Esto explica que la Penología utilice en la investigación de su objeto métodos propios de otras disciplinas, en
particular los de las Ciencias del hombre y los propios de las ciencias sociales. En cuanto a las normas
jurídicas que regulan la ejecución de las penas y medidas de seguridad, forman parte de su contenido y
la Penología habrá de utilizar para su estudio también el método jurídico.

Derecho penitenciario
El Derecho penitenciario, una parte del Derecho penal ejecutivo, es la rama del Derecho que se ocupa de la
ejecución de las penas y medidas de seguridad privativas de libertad o de derechos. Surge como disciplina jurídica
autónoma a principios del siglo XX
A su vez, como ciencia peniteniciaria se califica a la doctrina jurídica dedicada a los temas relativos a la ejecución
de la pena privativa de libertad y de todas aquellas sanciones alternativas que las distintas legislaciones imponen
como consecuencia jurídica-punitiva por la comisión de un hecho tipificado como delito o falta.

Antecedentes
La privación de la libertad como pena por la comisión de un hecho típico, antijurídico, culpable y punible (delito) es
una técnica penal relativamente reciente. Hasta siglos después de la Edad Media imperaban los castigos
corporales, los trabajos forzados y la pena de muerte.
Los presidios se conciben como lugares de tránsito hasta el juicio o la ejecución de la pena. Posteriormente, ante el
fracaso del catálogo de penas descrito se configuró la pena privativa de libertad al objeto de:

 Corregir al culpable y disuadir a la sociedad (prevención especial y general)


 Aislar al delincuente
 Garantizar seguridad
 Contribuir a la maltrecha economía de la época
Como dijo Hans Von Hentig (Die Strafe) "eran demasiados y demasiado miserables para colgarlos a todos", así que
había que encontrar otra forma de castigo

Autonomía y objeto
La evidente proximidad del Derecho penitenciario y la Criminología y la autonomía frente al Derecho penal son
cuestiones no resueltas por la doctrina que tradicionalmente relega la teoría de la pena y su ejecución a un lugar
secundario frente a la teoría del delito. Pero por simple analogia se piensa que para que exista el derecho
penitenciario primero tuvo que existir el derecho penal. Un reo primero fue sometido a un proceso judicial (derecho
penal) y al ser sentenciado fue llevado a una prisión (derecho penitenciario). El derecho penitenciario no puede
estar separado del derecho penal.

Política criminal
[DP] «Disciplina que se ocupa de las formas o medios a poner en práctica por
el Estado para una eficaz lucha contra el delito, y a cuyo efecto se auxilia de los aportes
de la Criminología y de la Penología» (Franz VON LISZT).

Es el conjunto sistemático de principios en los que se inspira la actuación del Estado para
organizar la lucha contra la criminalidad. En todo caso, y de acuerdo con el principio de
legalidad penal, la actividad represiva del Estadomantendrá la garantía criminal
o seguridad de que una persona sólo puede ser condenada por una acción
u omisióndefinida como delito en ley orgánica vigente en el momento de
la comisión (reserva de ley orgánica). La garantíapenal, complemento de la anterior,
conlleva que la sanción esté prevista en ley anterior al hecho delictivo.
Ambas garantías no son más que nuevos enunciados del principio de legalidad criminal.
En todo caso, todo ello no impide que, mediante la llamada ley penal en blanco, se
tipifiquen conductas delictivas mediante remisión a otras normas legales en las que se
describe el correspondiente supuesto de hecho.

Criminalística
La criminalística es la ciencia en la que se aplica conocimientos, métodos y técnicas de investigación científica de
las ciencias naturales en el examen del material sensible significativo relacionado con un presunto hecho
delictuoso con el fin de determinar, en auxilio de los órganos encargados de administrar justicia, su existencia
cierta, reconstruirlo o señalar y precisar la intervención de uno o varios sujetos en el mismo.
La criminalística se sirve de los conocimientos científicos para reconstruir los hechos. El conjunto de disciplinas
auxiliares que la componen se denominan ciencias forenses.1
La palabra forense viene del adjetivo latino forensis, que significa "perteneciente o relativo al foro".2 En la Antigua
Roma, una imputación por crimen suponía presentar el caso ante un grupo de personas notables en el foro. Tanto
la persona que se la acusaba por haber cometido el crimen como el denunciante tenían que explicar su versión de
los hechos. La argumentación, las pruebas y el comportamiento de cada persona determinaba el veredicto o
sentencia del caso.

Definición
En las concepciones actuales sobre la criminalística existen algunos puntos de controversia. Por una parte, algunas
definiciones la consideran como una ciencia auxiliar del derecho penal mientras que otras consideran que es
aplicable al derecho en general. El doctor Rafael Moreno González, tratando de ser muy explícito, presenta una
definición simple pero útil: “La ciencia del pequeño detalle”. César Augusto Osorio y Nieto es algo más extenso al
señalar que es:
La disciplina o conjunto de conocimientos que tiene por finalidad determinar, desde un punto de vista técnico
pericial, si se cometió o no un delito, cómo se llevó a cabo y quién lo realizó.
En el marco actual, se puede definir como:
La disciplina que aplica los conocimientos, métodos y técnicas de investigación de las ciencias naturales en el
examen del material sensible significativo relacionado con un presunto hecho delictivo, con el fin de determinar su
existencia, o bien reconstruirlo, para señalar y precisar la intervención de uno o varios sujetos, llegando así a
la verdad histórica del hecho.
Es la disciplina autonoma que concurre al auxilio del proceso judicial,utilizando técnicas,procedimientos, y métodos
brindados por las ciencias auxiliares, que le permiten identificar y esclarecer los distintos indicios que conectan a
través de ellos, al autor con el hecho en si. Determina si un hecho tiene relación penal o no, ocupándose de la
reconstrucción, la participación o interacción de ciertos actores en el, es decir como ocurrió.

Principios
Principios de la Criminalistica
Principio de uso.
Todo delito es cometido utilizando algún agente físico, químico, biológico o informático.
Principio de intercambio.
Durante un acto delictivo se origina un intercambio de indicios entre el autor, la víctima y el lugar de los hechos.
"Todo contacto deja su huella" Las evidencias no mienten
Principio de correspondencia.
Nos señala que cuando un agente vulnerante se impacta, roza o comprime ciertos materiales de menor dureza le
imprime a éste material sus características, de esta forma se explica la impresión de las huellas de pisadas,
dactilares o las marcas de identificación en balas, casquillos, etc.
Principio de producción. Como es bien sabido no existe el crimen perfecto y por ende, quien realiza un hecho
criminal siempre dejara indicios de diferente variedad morfológica en el lugar, ya que sus acciones producirán
rastros diversos que darán señales de que estuvieron ahi, en algunos casos las huellas serán latentes esto quiere
decir que no se ven a simple vista ya que es necesario utilizar lentes de aumentos o diversos reactivos para
encontrar dicha marca y en otros casos los rastros o vestigios se podrán apreciar a simple vista.
Principio de probabilidad
Cuando se tiene una reconstrucción de hechos y fenómenos esto nos acercara a conocer mas la verdad del hecho
investigado con un alto, mediano o bajo grado de probabilidad de lo que sucedió, limitándose a dar una verdad
absoluta de lo que en realidad paso.
Principio de certeza. Consiste en el estudio cuantitativo, cualitativo y comparativo realizado en el laboratorio de los
indicios encontrados en el lugar del hecho, para así poder determinar su procedencia, su composición etc, para
determinar si corresponde o no con el hecho que se investiga. Principio de reconstrucción.
Principio reconstrucción de los hechos. Según el Articulo 146° del código de procedimientos penales se podrá
reconstruir la escena del delito, cuando el juez penal lo juzgue necesario, para precisar la declaración de algún
testigo del agraviado o del inculpado. Consiste en la reproducción artificial de un hecho de interés para el
proceso.Con la finalidad de aclarar circunstancias que resultan de declaraciones del testigo, imputado o victima.
Los principios fundamentales del proceso criminalístico incluyen:

1. Protección del lugar de los hechos.


2. Observación del lugar de los hechos.
3. Fijación del lugar de los hechos (es decir descripción escrita, fijación fotográfica y planimetría de los indicios
encontrados)
4. Levantamiento de indicios.
5. Suministro de indicios al laboratorio.
6. Cadena de custodia
7. Confección del informe pericial

Metodología de la investigación criminalística


Dentro de la criminalística existen aplicaciones clásicas, como la fotografía, planimetría, balística, química,
huellografía y dactiloscopía, mecánica, urbanismo y paisajismo, ecología e informática, entre otras.
Los estudios criminalísticos se apoyan en métodos y técnicas propias del trabajo de diferentes disciplinas, ciencias
auxiliares y laboratorios periciales, entre los que se encuentran:

 Arte forense: El retrato compuesto o hablado, realizado a partir de la memoria de la víctima, es el más famoso,
pero también se llevan a cabo dibujos con base en videos y fotos, y progresiones de edad en caso de personas
desaparecidas. Utilizan un restirador, lápices, testimonio, ya sean verbales o con fotos y videos, para ofrecer
opciones al artista.
 Antropología forense: Para poder determinar el sexo, talla, edad, grupo étnico, e incluso llegar a la
reconstrucción facial de restos humanos, se requiere de varias semanas de trabajo en el laboratorio
antropológico.
 Balística forense: La balística forense, como rama de la balística general y parte fundamental de la
Criminalística, tiene como objetivo que en sus laboratorios se lleven a cabo todos los procedimientos y estudios
necesarios de los cartuchos, balas y armas relacionadas con los homicidios, suicidios, accidentes y lesiones
personales.
 Dactiloscopía: Aunque la gran mayoría de las impresiones dactilares pueden hallarse en el lugar del hecho, en
otros casos es necesario que los objetos que posiblemente tengan huellas latentes sean trasladados a los
laboratorios para su reactivación, utilizando polvos, vapores de yodo, ciano-acrilato de sodio o por medio del
rayo láser.
 Documentoscopía: la palabra se origina a partir de la conjunción del vocablo latino “documentum” (enseñar,
mostrar) y del griego “skopein” (ver, observar) y, junto con la palabra "Documentología" se utiliza para nombrar
al conjunto estructurado y sistematizado de conocimientos y procedimientos técnico-científicos dentro de la
Criminalística dirigidos al estudio de los documentos en general, características, forma de confección,
alteraciones, etc., como así también a la investigación de manuscritos y/o firmas que ellos contengan y que
sean de interés para la investigación que se realiza, pertenezca ésta al fuero judicial o al privado.
 Entomología forense: Es la interacción de la Entomología y el sistema judicial. Se divide en tres áreas
principales: Entomología Urbana, Entomología de productos almacenados y entomología médico-legal, médico
criminal o "entomología médico forense". Esta última analiza la sucesión ecológica de los artrópodos que se
instalan en un cadáver para determinar el lapso de tiempo transcurrido entre el momento del desceso y el
hallazgo del cadáver, técnicamente denominado como Intervalo Postmortem.
 Fisionomía forense: Reconstruye las características de un rostro con la ayuda de materiales moldeables.
Utiliza un molde de cráneo de plástico con varias capas de material para simular la piel, espátulas de escultor,
pinturas. En muchas agencias se utilizan programas de computadora para modelar huesos, músculos y piel en
3D.
 Fotografía forense: La participación del fotógrafo para realizar la fijación fotográfica de la escena y todo lo
relacionado con la misma es fundamental; sin embargo, es sólo la primera parte de su trabajo, ya que
posteriormente tendrá que trasladarse al laboratorio de fotografía forense para llevar a cabo el revelado del
material con el que serán ilustrados los dictámenes.
 Genética Forense: El estudio de material biológico, como la saliva, semen, sangre, pelo, y otros tejidos,
permiten tipificar el ácido desoxirribonucléico (ADN), método identificatorio moderno y que por su gran precisión
se ha denominado huella genética.
 Hecho de tránsito: Mediante la aplicación de diferentes técnicas de análisis químico, pueden examinarse los
fragmentos de pintura, efectuando distinciones en cuanto al calor y los compuestos de las mismas.
 Hematología: En esta especialidad la aplicación de la química es fundamental si una mancha que se halló en
el lugar del hecho es sangre y si ésta es de animal o humana; en caso de tratarse de sangre humana se
determinarán los grupos, subgrupos y el factor RH.
 Incendios y explosivos: Para el estudio de los residuos que dejan los incendios y las explosiones, pueden
utilizarse la cromatografía de capa firina, la cromatografía gas-líquido y la cromatografía líquida de alto
rendimiento; pudiéndose determinar el tipo de sustancia que se utilizó.
 Informática Forense: Estudio y análisis de los delitos digitales empleando dispositivos tecnológicos
como: computadoras, medios electrónicos Tecnologías de la información y la comunicación o Tecnologías de
Información procura preservar e identificar datos que sean válidos dentro de un proceso legal o hecho punible.
 Medicina forense: Si se considera que el laboratorio es el lugar en donde se realizan trabajos de investigación
científica, bien puede estimarse el necrocomio o a los Servicios Médicos Forenses como los laboratorios que
utilizan los médicos para el estudio minucioso del cadáver, y para determinar su identidad y causa de muerte.
 Meteorología forense: Es el análisis de las condiciones climáticas pasadas de un lugar específico. Es una
rama bastante empleada en los procesos judiciales en los que participan compañías de seguros y también en
las investigaciones de homicidios.
 Odontología forense: La utilización del laboratorio en la odontología forense se realiza cuando se requiere
obtener o elaborar moldes para determinar las características dentales de un individuo.
 Patología forense: Estudia las pistas que llevan a la causa de la muerte presentes en el cuerpo como un
fenómeno médico.
 Peritaje caligráfico: Permite establecer la autenticidad de documentos, mediante estudio de trazos de
escritura o firmas, análisis de tinta, papel o impresiones de máquinas de escribir. Se le confunde con
la grafología de la que se dice que puede detectar personalidades o sexo pero carece de suficiente estudios
científicos.
 Piloscopia: Por medio del estudio químico puede determinarse si el pelo en estudio se trata de pelo humano o
de animal, así como otras características.
 Psicología forense: Comprende un amplio rango de prácticas que involucran principalmente evaluaciones de
capacidad de los acusados, informes a jueces y abogados y testimonio en juzgados sobre temas determinados
 Química forense: En esta importante especialidad se aplican todos los conocimientos y técnicas químicas con
objeto de conocer la naturaleza de cualquier sustancia o elemento. Su participación en la investigación es multi
e interdisciplinaria con otras ciencias forenses.
 Toxicología forense: Puede ser aplicada en sujetos vivos o muertos. En personas vivas se toman muestras de
orina y de sangre. En la orina puede determinarse, principalmente, la presencia de medicamentos y drogas de
adicción; en la sangre puede hallarse alcohol etílico.
Gracias a la criminalística, la investigación policial se ve avalada por técnicas reconocidas e indesmentibles,
basadas en el conocimiento y experimentación científica.
La Ley Penal.

La Ley Penal, única fuente capaz de crear delitos y penas, estados peligrosos y medidas de
seguridad, ha de reunir los requisitos materiales y formales exigibles a toda ley. Sin embargo, la Ley
Penal debe tener la categoría de Ley Orgánica cuando las penas que establezca (penas privativas
de libertad) constituyan desarrollo de los derechosfundamentales
reconocidos constitucionalmente (art. 81.1 de la Constitución Española). Este rango de Ley
Orgánicano es necesario que concurra en todas las leyes penales y así esta reserva no alcanza a las
normas que establecen penas de multa. De esta forma, el principio de legalidad (art. 25 de
la Constitución) se traduce en materia penal y punitiva en la reserva absoluta de ley que, en
la mayoría de los casos, debe revestir la categoría de orgánica. Este monopolio de la ley como
fuente del Derecho Penal es exigencia de la seguridad y certeza jurídica propia del Estado de
Derecho, incompatible con la naturaleza de los reglamentos emanados de la Administración Pública.

A. Estructura de la Ley Penal. En la Ley penal, como en toda norma jurídica, existe
un precepto o presupuesto y una sanción o consecuencia jurídica. La norma penal establece
un presupuesto (la descripción de un delito, falta o estado peligroso) y le vincula una consecuencia
imperativa (pena o medida de seguridad). Esto ocurre en los tipos penales que integran la llamada
parte especial (delitos en particular) de los Códigos Penales, sin que se pueda extender esta técnica
a la parte general de los textos penales, formada para evitar repeticiones de la norma penal.

La Ley penal expresa el pensamiento del legislador e implica siempre un juicio de valor -imperativo y
desfavorable- sobre determinada conducta que desaprueba y castiga con una pena. La función que
desempeña la Ley penal es castigar determinadas conductas, implicando indirectamente
la prohibición de las mismas o estableciendo mediatamente una norma de conducta. Las normas que
describen delitos o faltas y establecen penas se dirigen a todos los ciudadanos que integran
la sociedad y también a los órganos judiciales encargados de su aplicación, mientras que estos
órganos judiciales del Estado son los únicos destinatarios de las normas que describen estados
peligrosos y establecen medidas de seguridad.

B. Leyes penales en blanco. Entre las formas de aparición de la norma penal destacan las leyes
penales incompletas, en blanco o necesitadas de complemento, en las que la propia ley penal se
remite a otra fuente del Derecho para integrar del precepto o la sanción, que pueden aparecer
incluso en preceptos distintos. Así, la remisión puede hacerse a otra disposición de la misma ley
penal, a otra ley distinta o a una disposición de rango reglamentario. En este último supuesto -ley
penal en blanco en sentido propio- la delegación del legislativo en la Administración debe restringirse
al máximo y sólo es aconsejable que, por su propia naturaleza, son imposibles de determinar en las
leyes penales.

C. Interpretación de la Ley Penal. La interpretación de la Ley Penal consiste en averiguar el sentido


de la norma, su contenido y alcance para aplicarla a un caso concreto. El objeto de
la interpretación no es descubrir la voluntad del legislador sino la voluntad de la ley (ratio legis).

La interpretación puede ser: auténtica (realizada por el mismo texto penal, definiendo
un concepto), judicial (hecha por los órganos judiciales encargados del enjuiciamiento de los delitos y
faltas) y doctrinal (o interpretación científica hecha por los estudiosos del Derecho Penal).

Al interpretar una ley penal es preciso determinar la ley aplicable mediante las normas del concurso
de leyes (art. 8 del Código Penal), ámbito temporal y espacial de la norma punitiva y, una vez
localizada la ley aplicable, es preciso descubrir su sentido para resolver el caso concreto que se nos
presenta. Tienen gran importancia muchas veces las imperfecciones de la misma ley constituidas por
las erratas y los defectos de redacción del propio legislador.

Existen fundamentalmente cuatro medios de los que se sirve el intérprete:


la interpretación gramatical (análisis del lenguaje y del sentido vulgar, jurídico o técnico de las
palabras empleadas), histórica (proyectos, proceso de elaboración de la ley, exposición de motivos),
sistemática (colocación o situación de la norma penal dentro del sistema y comparación con otras
normas) y teleológica (que busca el fin de la norma, determinando el bien o interésjurídicamente
protegido por la ley penal). Por sus resultados, la interpretación puede ser declarativa
(identidad entre voluntad y letra de la ley), restrictiva (la voluntad legal va más allá de
la voluntad legal), extensiva (la voluntad legal rebasa la letra de la ley y, por tanto, está prohibida si
agrava la responsabilidad criminal) y progresiva (debe responder siempre al momento y necesidades
de la época en que se aplica la ley penal). Según el artículo 3.1 del Código Civil, «las normas se
interpretarán según el sentido propio de sus palabras, en relación con el contexto, los antecedentes
históricos y legislativos, y la realidad social del tiempo en que han de ser aplicadas, atendiendo
fundamentalmente al espíritu y finalidad de aquéllas». En el Derecho Penal está prohibida
la analogía como procedimiento para colmar las lagunas de la ley, por imperativo del principio de
legalidad (artículo 4.1 del Código Penal 1995). Por el contrario, rige el principio in dubio pro reo (en
caso de duda a favor del reo) que no es una regla de interpretación de la ley penal, sino una regla
válida para el proceso penal y valoración de la prueba.

D. Vigencia de la ley penal. La ley penal tiene un ámbito temporal y una eficacia espacial, así como
una vigencia en relación con las personas. En este último sentido debemos proclamar que
el principio de igualdad ante la ley (art. 14 de la Constitución Española) no admite excepciones en la
norma penal, sin perjuicio de determinadas inmunidades o prerrogativas procesales
reconocidas constitucionalmente (inviolabilidad del Rey, artículo 56.3, inviolabilidad e inmunidad de
los parlamentarios, artículo 71) o convencionalmente (status diplomático), concedidas
por necesidades de la función y no de la persona.

El ámbito temporal de la ley penal debe estudiarse teniendo en cuenta


su vigencia o validez formal (desde su entrada en vigor hasta su derogación expresa o tácita) y
eficacia o vigencia material (la ley penal se aplica a los hechos cometidos bajo su vigencia). La regla
general es el principio de irretroactividad y la excepción es la retroactividad de la ley penal favorable.
Con carácter general se formula el principio de irretroactividad en el artículo 2.3 del Código Civil(«Las
leyes no tendrán efecto retroactivo si no dispusieren lo contrario»), prohibiendo el Derecho Penal -
como consecuencia del principio de legalidad- la retroactividad de las normas penales.
Consagrado constitucionalmente(art. 25.1), el principio de retroactividad absoluta de la ley penal es
formulado también en el artículo 2 del Código Penal. No será castigado ningún delito ni falta con
pena que no se halle prevista por la ley anterior a su perpetración, disposición que extiende su
eficacia a las medidas de seguridad.
La excepción a esta regla está constituida por la llamada retroactividad de la ley penal más favorable
que, generosamente, reconoce el artículo 2 del Código Penal, aunque al publicarse aquéllas hubiere
recaído sentencia firme y el condenado estuviere cumpliendo la condena. La eficacia de
la retroactividad de la ley penal más favorable supera la santidad de la cosa juzgada y se extiende al
reo que se encuentre cumpliendo la condena. Incluso el Tribunal Supremo ha aplicado
esta retroactividad, con discutible criterio, a las sentencias ya ejecutadas para el cómputo de
la reincidencia. El ámbito espacial de la ley penal está regulado por el principio general
de territorialidad, consecuencia de la soberanía. El artículo 8 del Código Civil y los artículos 4.21 y
23.1 de la Ley Orgánica del Poder Judicial consagran el principio de territorialidad, según el cual la
ley penal se aplica a todos los delitos, cometidos dentro del territorio del Estado y no se puede
aplicar a delitos cometidos fuera del territorio estatal (RODRÍGUEZ DEVESA). Se entiende
por territorio todos los espacios donde el Estado ejerce su soberanía, tanto en tierra como en el mar
territorial (incluidas las aguas interiores), el espacio aéreo territorial, los buques y aeronaves
(distinguiendo entre las de guerra y las privadas), así como las sedes de misiones diplomáticas en
el extranjero. Por el principio real o de protección la ley penal española se aplica a
determinados delitos cometidos fuera de territorio nacional (art. 23.3 de la L.O.P.J.), algunos delitos
cometidos por españoles en el extranjero (art. 23.2 de la L.O.P.J.) o, por el principio de
la comunidad de intereses, a delitos internacionales cualquiera que sea el lugar de comisión (art.
23.4 de la L.O.P.J.).

EL PRINCIPIO DE LA RESERVA O LEGALIDAD

El Derecho Penal tiene un carácter estrictamente legalista, su única fuente es la ley. No existe delito o pena, si no está
previsto con antelación por ella. Este principio fue formulado por el penalista alemán Anselmo Feuerbach en el conocido
aforismo “ nullum crimen nulla poena sine lege” ( no hay delito sin ley; no hay pena sin ley). De acuerdo a este
principio, la ley es fuente exclusiva para establecer los delitos y las penas de tal manera que todo aquello que no está
descrito en la ley como delito no puede ser castigado. La exclusividad de la ley como fuente de delitos y penas esta
incorporado en la totalidad de las Constituciones y Códigos Penales. En Chile, por expresa disposición constitucional, la
única fuente del Derecho Penal Chileno es la ley.

Históricamente, el principio de la reserva o legalidad ha estado vinculado al progreso filosófico y legislativo del
pensamiento liberal. No Hay antecedentes de relevancia en Roma, citándose como su primera consagración positiva la
Carta Magna en Inglaterra. No obstante, en opinión de algunos autores esta circunstancia es históricamente dudosa.

Legislativamente, el principio se impuso en las Constituciones de algunos Estados de la Unión Norteamericana y


también formó parte de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano en la Revolución Francesa. Pero fue
en los s. 19 y 20 que se incorporó a la mayoría de las constituciones y códigos.

Doctrinariamente, la legalidad de los delitos y de las penas fue uno de los principales postulados de Cesar Beccaria en
su obra “De los delitos y las penas”.
Sin embargo, fue Feuerbach el autor que enunció el principio a través de una fórmula latina célebre ” Nullum crimen sine
lege, nulla poena sine lege ( no hay delito sin ley; no hay pena sin ley ) “.

En su aspecto práctico, el principio de la reserva o legalidad se traduce en que el juez no puede sancionar por delitos
que no estén establecidos como tales en la ley, con anterioridad a la realización de los hechos que configuran ese delito,
ni puede aplicarles penas que no estén del mismo modo determinadas con anterioridad en la ley, tanto en cuanto a su
naturaleza como a su duración.

En un sentido amplio, el principio de legalidad tiene un triple alcance:

a. Solamente la ley puede crear delitos y establecer sus penas ( pp. Legalidad en sentido estricto).

b. La ley penal no puede crear delitos y penas con posterioridad a los hechos incriminados ysancionarlos en virtud de
dichas disposiciones ( pp de la irretroactividad).

c. La ley penal, al crear delitos y penas, debe referirse concretamente a los hechos que los constituyen y a la naturaleza
y límites de las penas ( pp. Tipicidad).

a. En Chile el pp. de la reserva o legalidad en sentido estricto tiene su consagración constitucional en el art. 19 Nº 3
inc. 7º de la C.P.R. al disponer ” que ningún delito se castigará con otra pena que la que señale una ley promulgada con
anterioridad a su perpetración, a menos que una nueva ley favorezca al afectado “. Este principio se repite en otras
disposiciones legales. (Arts. 1º y 18 del C.P). La consagración constitucional en materia penal de este principio es
fundamental ya que un reconocimiento meramente legal sería insuficiente garantía, ante la posibilidad que mediante una
simple ley posterior se pueda modificar o derogar dicho principio, ya sea en forma total o parcial.<!–[if supportFields]>TC
\l 3 “La consagración constitucional en materia penal de este principio es fundamental ya que un reconocimiento
meramente legal sería insuficiente garantía, ante la posibilidad que mediante una simple ley posterior se pueda modificar
o derogar dicho principio, ya sea en forma total o parcial.

b. El principio de la irretroactividad de la ley penal constituye una consecuencia jurídica del principio ” nullum crimen
nulla poena sine lege” Su postulado es una manifestación de la ideología liberal y consiste en que ella no puede ser
aplicada a hechos anteriores a su vigencia. La seguridad jurídica y los derechos de las personas se derrumbarían si el
legislador pudiera hoy transformar en ilícito lo que ayer fue lícito. El hombre no tendría posibilidad de elegir
conscientemente entre obedecer o desobedecer la norma. A diferencia del derecho Civil en que la irretroactividad de la
ley es un consejo para el legislador, en materia penal el principio tiene un carácter obligatorio y su violación sería causal
para alegar la inaplicabilidad de la disposición.
La irretroactividad de las leyes penales también está de manifiesto en la C. Política. Sin embargo, pese a lo categórico
del texto (art. 19 Nº 3 de la C.P.R.), la irretroactividad de la ley penal tiene dos excepciones:

1. Si después de cometido un delito se promulga otra ley que exima al hecho de toda pena o le aplica una menos
rigurosa, deberá conformarse a ella su juzgamiento. Es decir, en caso que una ley posterior despenalice una conducta o
establezca una pena más benigna debe aplicarse la ley más favorable al reo.

2. Otra excepción es la ultractividad de la ley penal. Esta situación se produce cuando durante el proceso se dicta una
ley que deroga otra anterior que era más benigna al procesado. En este caso debería tener aplicación la nueva ley por el
principio general que las leyes rigen entre su promulgación y su derogación.

Pues bien, en este caso la ley derogada, bajo cuyo mandato se cometió el hecho, mantiene su vigencia para el caso
concreto por ser mas benigna.

c. Principio de la tipicidad. Finalmente, el principio de la reserva o legalidad también tiene su manifestación en el


principio de la tipicidad. Esto significa que la ley penal al describir conductas y asignarles una pena debe referirse a
hechos concretos y penas determinadas. Así lo dispone expresamente el art. 19 Nº 3 inciso 8 de la CPR cuando señala
que ninguna ley podrá establecer penas sin que la conducta que se sanciona esté expresamente descrita en ella. De
manera que el juicio penal no podrá referirse al estado o condición de una persona, sino a hechos específicos. Y estos
hechos deben ser juzgados en virtud de una ley, que debe referirse, a su vez, también a hechos concretos y
determinados.
LAS LEYES PENALES EN BLANCO Y PRINCIPIO DE LA LEGALIDAD

Binding es el autor de esta expresión, con la cual se designa a aquellas leyes incompletas, que se limitan a fijar una
determinada sanción, dejando a otra norma jurídica la misión de completarla, con la determinación del precepto, o sea, la
descripción específica de la conducta punible.

La ley penal ordinaria supone primero la descripción de una hipótesis de hecho, y en segundo término, el establecimiento
de una consecuencia jurídica para el evento de que tal hipótesis se produzca ( El que mate a otro < presupuesto de
hecho >, sufrirá tal o cual pena < consecuencia jurídica > ).

Ocasionalmente, sin embargo, sucede que a veces las leyes penales no asumen esta forma, sino que únicamente
señalan la sanción, y dejan entregada a otra ley o las autoridades administrativas la determinación precisa de la conducta
punible. La disposición más característica de este grupo es la del art. 318 del CP.: ” El que pusiere en peligro la salud
pública por infracción de las leyes higiénicas o de salubridad, debidamente publicadas por la autoridad, en tiempo de
catástrofe, epidemia o contagio, será penado con presidio menor en su grado mínimo o multa de seis a veinte sueldos
vitales “. Este art. señala con precisión la pena, pero la descripción de la conducta será determinada en caso de
catástrofe, epidemia o contagio por otras normas, no legales, sino administrativas. Otro caso en el C.P. es el del art. 314.

El problema que se suscita en relación con las leyes penales en blanco es el determinar si su naturaleza es conciliable
con el principio de la reserva y con el texto del art. 19 Nº 3 de la CPR. El hecho de que la determinación concreta de las
conductas delictivas quede entregada a la autoridad administrativa y no a la ley, crea un problema doctrinal muy
discutido. Para resolver esta cuestión los autores distinguen varias situaciones:

a. Si la ley penal en blanco se remite a otra ley, presente o futura, para su complemento, no existe problema ya que
siempre será la ley la que determine la conducta delictiva.

b. Si la ley penal en blanco define y describe la esencia de la conducta ( verbo rector del tipo) y deja a la disposición
administrativa solamente la determinación circunstancial del hecho. Tampoco hay problema de constitucionalidad.

c. Más difícil es la solución en los casos como el del art. 318 ya citado donde el legislador se remite a disposiciones de la
autoridad administrativa para establecer los delitos. En todo caso, dicha autoridad tiene sus facultades limitadas por la
Constitución y por sus propias leyes, de modo que sólo puede actuar dentro de ciertos límites para mandar y prohibir
ciertas conductas en los casos que señala la ley. En consecuencia, en el ejercicio de esta potestad no puede llegar a
violar los derechos constitucionales y legales de los ciudadanos ya que en caso contrario sus disposiciones serían
también inaplicables.
OTRAS FUENTES DEL DERECHO PENAL

La costumbre. En general, tiene escaso valor en nuestro sistema jurídico, y prácticamente ninguno en materia penal.
Desde luego no puede constituir fuente inmediata del derecho penal ya que no hay delito ni pena por analogía. Sin
embargo, podría tener el carácter de fuente mediata, cuando las disposiciones penales se refieren a instituciones propias
de otras ramas del derecho, como el derecho civil o el comercial ya que en dichos campos se admite la costumbre como
fuente de derecho. En tales casos, se tratará siempre de la costumbre llamada integrativa ( secundum legem) con
exclusión de la costumbre contraria a la ley y de la costumbre supletoria de la misma.

En cuanto a la Jurisprudencia, entendida como la doctrina sentada por los tribunales de justicia al fallar los casos
sometidos a su conocimiento, puede decirse que en derecho penal tiene aplicación el principio de que las sentencias solo
tienen valor respecto de aquellos casos sobre los que actualmente se pronunciaren.

La doctrina. En principio tampoco tiene valor alguno como fuente del derecho penal. Pero tal como en el caso de la
costumbre y la jurisprudencia, no cabe duda de que la doctrina pueda tener enorme influencia sobre la manera de
entender y aplicar el derecho por los tribunales.

Los actos administrativos son sólo fuente del llamado derecho penal administrativo, distinto del común. Indirectamente,
en el caso de las leyes penales en blanco, cuando se remiten a ellos, pueden ser fuente mediata de derecho penal.

INTERPRETACION DE LA LEY PENAL

El objeto de la interpretación de las leyes es el determinar cuál es el sentido y alcance de la ley frente a un caso
particular determinado. Con la interpretación no se trata de determinar la voluntad del legislador, sino de la ley. Una vez
promulgada la ley se independiza del legislador y de la circunstancia histórica que determinaron su dictación. La
interpretación va a buscar su sentido y alcance dentro de la propia ley (intra legem) y no fuera de ella (extra legem), para
saber cuál es la voluntad de ésta. Además se debe tener presente que la ley debe interpretarse buscando siempre cuál
es su voluntad respecto al caso actual que debe resolver.

– Fuentes de interpretación de la ley penal


– Reglas de interpretación de la ley
– La analogía.

FUENTES DE INTERPRETACION DE LA LEY PENAL

La ley penal puede ser interpretada por el propio legislador, por el juez o por el jurista. Según ello, la interpretación puede
ser auténtica, judicial o doctrinal.

1º. Interpretación legal o auténtica. Es la interpretación de la ley hecha por el propio legislador, sea mediante una ley
diferente de la interpretada, sea a través de otro pasaje de la misma ley. Es la única con obligatoriedad general,
conforme lo dispone el art. 3º del C. Civil. Por ejemplo, son preceptos interpretativos en el C.P., el art. que definen la
tentativa ( 7º ); que debe entenderse por arma ( 132); el concepto de violencia ( 439), etc.

2º.- Interpretación judicial. Es la que hacen los tribunales al fallar los casos concretos que conocen. Esta interpretación
sólo tiene obligatoriedad respecto de la causa en la que actualmente se pronuncia la sentencia.

3º.- Interpretación doctrinal. Es la que hacen privadamente los juristas y estudiosos de la ley. Su libertad es máxima,
pero su fuerza obligatoria es nula. Esto, desde el punto de vista ideal, ya que en el ámbito práctico la interpretación
doctrinal puede tener enorme influencia, a veces decisiva, tanto en el campo judicial como en el legislativo.

Jurisprudencia
La jurisprudencia es el conjunto de derechos constitucionales de la carta magna de los tribunales sobre una
materia determinada, de las cuales se puede extraer la interpretación dada por los jueces a una situación concreta
Tiene un valor fundamental como fuente de conocimiento del derecho positivo, con el cual se procura evitar que
una misma situación jurídica sea interpretada en forma distinta por los tribunales; esto es lo que se conoce como el
principio unificador.
Se entiende por jurisprudencia a la doctrina establecida por los órganos judiciales del Estado (por lo general,
el Tribunal Supremo o Tribunales Superiores de Justicia) que se repite en más de una resolución. Esto significa que
para conocer el contenido completo de las normas vigentes hay que considerar cómo han sido aplicadas en el
pasado. En otras palabras, la jurisprudencia es el entendimiento de las normas jurídicas basado en las sentencias
que han resuelto casos basándose en esas normas.
El estudio de las variaciones de la jurisprudencia a lo largo del tiempo es la mejor manera de conocer las
evoluciones en la aplicación de las leyes, quizás con mayor exactitud que el mero repaso de las distintas reformas
del derecho positivo que en algunos casos no llegan a aplicarse realmente a pesar de su promulgación oficial.
En el derecho anglosajón es una fuente de importante magnitud, debido a que los jueces deben fundamentar sus
decisiones o sentencias judiciales mediante un estudio minucioso de los precedentes, hechos o pruebas que
incriminen al detenido sin violar o vulnerar sus principales derechos.
En el derecho continental, la jurisprudencia es también una fuente formal, aunque varía sustancialmente su valor y
fuerza vinculante de acuerdo a las legislaciones locales de cada país. Es así que en algunos casos, los fallos de
cierto tipo de tribunales superiores son de aplicación obligatoria para supuestos equivalentes en tribunales
inferiores; en otros, las decisiones de instancias jurisdiccionales similares no son por lo regular vinculantes para
jueces inferiores, excepto que se den ciertas circunstancias específicas a la hora de unificar criterios interpretativos
uniformes sobre cuestiones determinadas en materia de derecho (como en el caso de las sentencias plenarias en
el derecho argentino). Finalmente, y como alternativa más extendida en los Estados que ostentan estos sistemas
jurídicos, puede que los fallos de nivel superior, en ningún supuesto resulten obligatorios para el resto de los
tribunales, aunque sí suelen ostentar importante fuerza dogmática a la hora de predecir futuras decisiones y
establecer los fundamentos de una petición determinada frente a los tribunales inferiores.
En todo caso, tampoco el estudio de las sentencias nos da la medida exacta de la realidad del Derecho porque
ocurre que en ocasiones y por diversas razones las sentencias dejan de cumplirse o aplicarse.
Esto es así especialmente cuando el Poder Judicial entra en colisión con otros poderes del Estado moderno como
el ejecutivo y el legislativo, y aunque compromete el principio de separación de poderes es un fenómeno que no
puede desconocerse completamente al elaborar una teoría del derecho, a riesgo de que aparezca como totalmente
separada de la realidad jurídica y social.
La jurisprudencia se inspira en el propósito de obtener una interpretación uniforme del derecho en los casos que la
realidad presenta a los jueces.
Guatemala
En la legislación de Guatemala, la jurisprudencia es una fuente formal de escasa importancia. Sirve para
complementar la ley. En el Código Procesal Civil y Mercantil, para que se siente jurisprudencia, el Tribunal de
Casación (Corte Suprema de Justicia, Corte de Constitucionalidad), debe emitir 5 fallos para la CSJ y 3 para la CC.
Estos fallos deben de ser uniformes, no interrumpidos por otro en contrario, dictados por el voto favorable de cuatro
magistrados por lo menos, utilizándose la expresión "doctrina legal" (Ver. Arts. 621 y 627 del Código Procesal Civil
y Mercantil). En material procesal penal se utilizan las expresiones jurisprudencia y doctrina legal, debiéndose
llenar los mismos requisitos legales, con la diferencia que el voto de los magistrados debe ser unánime.
Finalmente, en materia de amparo puede también sentarse jurisprudencia, especialmente en la interpretación de
las normas de la Constitución y de otras leyes constitucionales en las sentencias de la Corte de Constitucionalidad,
que debe respetarse por los tribunales al haber tres fallos contestes de la misma Corte; sin embargo, la de
Constitucionalidad podrá separarse de su propia jurisprudencia, razonando la innovación, la cual no es obligatoria
para los otros tribunales, salvo que lleguen a emitirse tres fallos sucesivos contestes en el mismo sentido (ver Art.
43 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad).

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