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Recomendaciones para ayudar a su hijo a ser más fluido

En primer lugar, se debe dejar en claro que los padres no son los responsables de que su hijo/a
tartamudee. No se sienta responsable de algo que usted no tiene la culpa. El tartamudeo no es
culpa de nadie. Evite pensar en lo que haya podido pasar en el pasado y concéntrese en cómo se
puede ayudar a su hijo/a en el presente.

1. Existen algunas actitudes que usted puede tomar:

- Evite decir frases cómo: “no te pongas nervioso”, “relájate”, “repítelo nuevamente”, pues
estas expresiones producen el efecto precisamente contrario, por lo que poco ayudará a
su hijo/a a desbloquearse.

- Acepte la forma de hablar de su hijo. Todos somos distintos, algunos se expresan mejor
con los gestos, otros combinas, otros usan muletillas, etc. Lo importante y el objetivo al
final del día es poder comunicarse efectivamente. Si su hijo/a es más o menos fluido, eso
no significa que no pueda comunicarse.

- Como se indica al principio, no se sienta culpable porque su hijo tartamudee. Lo único


que provoca este tipo de actitud es más tensión dentro de la conversación.

- No considere al tartamudeo como algo negativo. Todos somos menos fluidos en ciertas
situaciones.

- Procure no mostrarle desagrado a su hijo/a cuando éste se atasque. Muchas veces


respondemos a los bloqueos con expresiones faciales y expresiones como las señaladas,
lo cual genera aún más tensión.

- Intente no impacientarse cuando su hijo/a tartamudee. Dé todo el tiempo que sea


necesario para que él/ella pueda expresar libremente sus sentimientos o lo que quiera
decir.

- Espere que termine de hablar y no le acabe las palabras usted. Déle tiempo.

- Piense que el niño/a hace esfuerzos por controlar su habla, por lo que mantener la calma
es necesario.

Flga. Karina González Cádiz


- Las instancias de conversación y opinión son un excelente recurso para facilitar la
expresión de su hijo/a, dedique un tiempo dentro de la rutina para hablar con él/ella e
interesarse por lo que dice. Con ello le demostrará la importancia de mantener una buena
comunicación con los demás y que él/ella es capaz de mantener una conversación. No
haga tantas preguntas, deje que sea algo fluido, haga comentarios.
- Mírelo/a a los ojos, a veces por los bloqueos puede resultar incómodo mantener la
mirada, no obstante se debe transmitir tranquilidad mediante una mirada natural y
relajada.

- Lea con él/ella. La lectura ayuda a tener temas de conversación y leer cuentos los dos
juntos los dos, le puede facilitar la fluidez tanto al leer como al contar lo leído.

- Hablar lento. Si usted le da el ejemplo de cómo hablar lento, le ayudará a mejorar sus
fluidez. Acuérdese que su hijo/a tarda más en iniciar la palabra y en elaborar su respuesta.
Los niños tienden a imitar este habla lenta, debido a su capacidad de ajustarse a su
interlocutor. Es una forma indirecta de lograr que hable más lento, sin necesidad de
decírselo.

- Lenguaje sencillo. Evite hacer frases muy largas y complicadas.

- Introduzca usted mismo errores leves de fluidez en su propio lenguaje (repeticiones de


sonidos, frases o algunas pausas). Esto le evidenciará al niño/a que todos somos poco
fluido en ocasiones, bajando la tensión.

- No le llame tartamudo.

- Si le observa frustrado o disgustado por su falta de fluidez, tranquilícele diciéndole que


todo el mundo encuentra dificultades para hablar alguna vez y también que él habla
fluido en muchas ocasiones.

- No olvide que su hijo es como otros, sólo que ahora muestra algunas dificultades para
hablar.

2. Es conveniente que conozca que existen recursos que permiten controlar el habla, por
ejemplo:
- Hablar lento, suave y sin fuerza
- Hablar alargando las palabras
- Hablar silabeando

Flga. Karina González Cádiz


- Susurrar la información
- Hablar “cantadito”
- Seguir un ritmo mientas se habla
- Hablar con palabras y frases sencillas

3. Ante momentos de poca fluidez, usted puede decir algo como:

“Hablar a veces te puede resultar difícil, pero puedes intentar hablar más lento y quizás así te
saldrá más sencillo”, “intenta no hacer fuerza al hablar”, “si alargas las vocales al comienzo de las
palabras, quizás te ayude a empezar”, “susurrar o hablar bajo puede ser útil cuando te sientes
menos fluido”.

4. Si en alguna ocasión cuando tiene que hablar su hijo/a se anticipa o dice que no le va a salir,
entonces usted puede sugerirle:

“Si piensas que eres capaz de decirlo te saldrá mejor. A la vez intenta decirlo despacio. Procura
no evitar hablar.” “Te puede llevar algún tiempo, pero se puede conseguir hablar seguido.”

Flga. Karina González Cádiz

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