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En primer lugar, se debe dejar en claro que los padres no son los responsables de que su hijo/a
tartamudee. No se sienta responsable de algo que usted no tiene la culpa. El tartamudeo no es
culpa de nadie. Evite pensar en lo que haya podido pasar en el pasado y concéntrese en cómo se
puede ayudar a su hijo/a en el presente.
- Evite decir frases cómo: “no te pongas nervioso”, “relájate”, “repítelo nuevamente”, pues
estas expresiones producen el efecto precisamente contrario, por lo que poco ayudará a
su hijo/a a desbloquearse.
- Acepte la forma de hablar de su hijo. Todos somos distintos, algunos se expresan mejor
con los gestos, otros combinas, otros usan muletillas, etc. Lo importante y el objetivo al
final del día es poder comunicarse efectivamente. Si su hijo/a es más o menos fluido, eso
no significa que no pueda comunicarse.
- No considere al tartamudeo como algo negativo. Todos somos menos fluidos en ciertas
situaciones.
- Espere que termine de hablar y no le acabe las palabras usted. Déle tiempo.
- Piense que el niño/a hace esfuerzos por controlar su habla, por lo que mantener la calma
es necesario.
- Lea con él/ella. La lectura ayuda a tener temas de conversación y leer cuentos los dos
juntos los dos, le puede facilitar la fluidez tanto al leer como al contar lo leído.
- Hablar lento. Si usted le da el ejemplo de cómo hablar lento, le ayudará a mejorar sus
fluidez. Acuérdese que su hijo/a tarda más en iniciar la palabra y en elaborar su respuesta.
Los niños tienden a imitar este habla lenta, debido a su capacidad de ajustarse a su
interlocutor. Es una forma indirecta de lograr que hable más lento, sin necesidad de
decírselo.
- No le llame tartamudo.
- No olvide que su hijo es como otros, sólo que ahora muestra algunas dificultades para
hablar.
2. Es conveniente que conozca que existen recursos que permiten controlar el habla, por
ejemplo:
- Hablar lento, suave y sin fuerza
- Hablar alargando las palabras
- Hablar silabeando
“Hablar a veces te puede resultar difícil, pero puedes intentar hablar más lento y quizás así te
saldrá más sencillo”, “intenta no hacer fuerza al hablar”, “si alargas las vocales al comienzo de las
palabras, quizás te ayude a empezar”, “susurrar o hablar bajo puede ser útil cuando te sientes
menos fluido”.
4. Si en alguna ocasión cuando tiene que hablar su hijo/a se anticipa o dice que no le va a salir,
entonces usted puede sugerirle:
“Si piensas que eres capaz de decirlo te saldrá mejor. A la vez intenta decirlo despacio. Procura
no evitar hablar.” “Te puede llevar algún tiempo, pero se puede conseguir hablar seguido.”