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LÓGICA GENERAL Y JURÍDICA

PRESENTADO POR:

YURITZA RIZO

MARISLEYSIS CHAVEZ

RICHARD GARCÉS

CRISTIAN REYES

MILTON SOLANO

PRESENTADO A:

SIMÓN MARTÍNEZ

UNIVERSIDAD POPULAR DEL CESAR

FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES

PROGRAMA DE DERECHO

VALLEDUPAR – CESAR

2017
INTRODUCCIÓN

Mediante este trabajo podemos aprender como a través de la lógica se puede coherentemente

desarrollar pensamientos correctos sin que haya contradicción alguna. La lógica es una ciencia

formal empleada para estudiar la estructura y la forma del pensamiento humano (bajo la forma

de conceptos, juicios y raciocinios) con el fin de establecer leyes que permitan llegar a la verdad.

Lógica: ¿ciencia de la argumentación? ¿Cómo se constituye una argumentación? ¿Cuáles son

los tipos de argumentación?

El argumento es un razonamiento lógico que demuestra, refuta o justifica algo. En derecho

esa justificación tiene que ser a través de un lenguaje jurídico bien aplicado para tener la certeza

de la veracidad de ese argumento y no incurrir en ningún tipo de falacia.

Con lo dicho anteriormente, la finalidad de este trabajo es responder esas preguntas hechas

por el profesor Simón al dar con los diferentes tipos de argumentos apoyados en la lógica como

arte, para establecer la estructura y la forma con los que deben ser creados y aplicados los

argumentos en pro de favorecer el entorno jurídico que nos rodea al ser estudiantes de derecho.
LOGICA GENERAL Y JURIDICA

Concepto

La lógica es el estudio de los principios y métodos utilizados para distinguir el razonamiento

correcto del incorrecto.

Cuando razonamos sobre cualquier asunto, elaboramos argumentos para apoyar nuestras

conclusiones. En nuestros razonamientos exponemos las razones que creemos justifican nuestras

ideas. Sin embargo, las razones que ofrecemos no siempre son buenas. Con el razonamiento

elaboramos argumentos (algunos correctos y otros incorrectos) que podemos formular de manera

escrita o hablada. Cada argumento que enfrentamos motiva la siguiente pregunta ¿La conclusión

a la que se llegó se sigue las premias que se usaron o se asumieron? Existen criterios objetivos

con los cuales puede darse respuesta a la pregunta planteada; en el estudio de la lógica buscamos

descubrir y aplicar esos criterios.

Razonar es un arte y ciencia; es algo que hacemos tan bien como lo entendemos. Dar razones

puede ser algo que surge de la manera natural, pero nuestra habilidad en el arte es construir

argumentos y probarlos puede fortalecerse con la práctica. Es más probable que razone

correctamente alguien que ha desarrollado esta habilidad, que alguien que nunca ha pensado

sobre los principios que esto implica.


El razonamiento no es la única forma en la sustentamos las afirmaciones que hacemos o

aceptamos. A menudo, simplemente nos dejamos llevar por los hábitos, sin ninguna reflexión.

En ocasiones, apelar a las emociones o a la autoridad resulta más persuasivo que apelar a los

argumentos lógicos y en algunos contextos tales apelaciones pueden ser apropiadas. Pero cuando

tengamos que elaborar juicios en los que debemos confiar, el razonamiento correcto será su

fundamento más sólido. Los métodos y técnicas de la lógica nos permiten discernir de manera

confiable el razonamiento correcto del incorrecto.

Naturaleza de la lógica

Toda ciencia supone en el hombre la capacidad natural del entendimiento para inferir unas

verdades de otras. Si el hombre no tuviera este poder, no le sería dado establecer la prueba de

ninguna verdad, y sus conocimientos, por tanto, no serían "científicos". A esa capacidad de

deducción, sin la cual no es posible ciencia alguna, se la denomina en filosofía "lógica natural", y

no es otra cosa que el poder discursivo del entendimiento, empleado lo mismo en la ciencia que

en cualquier clase de raciocinio. Todo hombre, por ende, aunque no haya hecho ciencia, tiene en

principio la capacidad de hacerla, gracias precisamente a esa lógica natural de su entendimiento.

Objeto de la lógica

El objeto de la lógica es el pensamiento. El pensamiento es el producto del pensar; el pensar

es un proceso psicológico. Todo pensamiento se refiere a algo y tiene una forma con la que se

expresa ese algo.


El objeto de estudio de esta ciencia son las formas, estructuras o esquemas de pensamiento;

por eso mientras las otras ciencias se centran en las relaciones de su objeto de estudio con

diversos fenómenos, la lógica se ocupa de las relaciones mismas. Podemos distinguir entre dos

tipos generales de lógica:

La lógica formal, también llamada lógica pura, que es precisamente la “ciencia” que

determina cuáles son las formas correctas y válidas de los raciocinios.

La lógica material, también llamada lógica aplicada, que es en la cual un proceso de

raciocinio o de pensamiento se analiza en consideración al contenido real de sus premisas y que

por lo tanto debe llevar a una conclusión que sea concordante con la realidad.

La lógica y el derecho

Desde cuando el hombre comenzó a elucubrar ideas, es decir pensar; y las relacionó, las

ordenó, las estructuró y las sistematizó por áreas de la realidad en el mundo posible que la ocupa;

se hizo cada vez más indispensable y necesario el uso instrumental, que ahora se denomina

Lógica, que sin duda se puede definir como la ciencia que estudia principios, axiomas, leyes,

reglas, métodos, procedimientos y todo artificio mental o intelectual que nos permita demostrar

la validez o invalidez de un argumento o razonamiento o inferencia lógica.


La lógica como ciencia constituye el instrumento formal básico y más importante para el

estudio, análisis e interpretación de las normas que constituyen la columna vertebral del derecho

actual, como también la lógica implica la única garantía de una debido proceso para lograr una

buena y correcta sentencia procesal para crear jurisprudencia con las mejores ejecutorias que

equivalen a leyes buenas dadas por los legisladores de la más alta calidad intelectual que

favorece a las mayoría; para convivir en paz y tranquilidad.

Participar en las discusiones sobre la naturaleza y el valor de la ciencia pura y aplicada del

derecho, ayudando a aclarar las ideas al respecto e incluso a elaborar lineamientos de política

jurídica para el mejor gobierno de los estados del mundo.

Lenguaje jurídico

El lenguaje jurídico es el conjunto de términos y expresiones que denotan principios,

preceptos y reglas a que están sometidas las relaciones humanas en toda sociedad civilizada.

La función de este léxico es sintetizar los conceptos básicos en los que se sustenta la

experiencia y el saber metódico acerca del derecho. Su finalidad es la univocidad semántica, la

economía léxica y la precisión conceptual o claridad entre los expertos.

Por otra parte, dentro del complejo abanico de lenguajes técnicos existentes, el lenguaje jurídico
presenta características especiales que lo diferencian de los otros lenguajes. En seguida

ofrecemos un panorama general de esas características.

Uno de los rasgos principales del lenguaje del derecho es su prescriptividad, característica

necesaria para regular la conducta humana en determinado orden social. El lenguaje prescriptivo

está constituido por las normas jurídicas y principios que permiten regular un determinado

comportamiento.

Desde el punto de vista lógico, es necesario diferenciar el lenguaje jurídico (también

denominado lenguaje del derecho, o lenguaje legal), y el lenguaje de los juristas. Así, el lenguaje

del derecho es aquel que posee un contenido jurídico; el lenguaje guaje de los juristas es aquel

que emplean los especialistas que hablan del derecho (metalenguaje). Es muy diferente la

acepción del Diccionario de la lengua y otra la significación científica de un término jurídico. En

efecto, los conceptos jurídicos difieren con frecuencia de concepto general o común. A estas

palabras se les llama "términos" o "vocablos", y, referidos a su respectiva disciplina, forman la

"terminología" o el "vocabulario", en este caso, jurídico.

El lenguaje jurídico se caracteriza por el uso de términos integrados en la lengua común desde

sus orígenes. Son los que utiliza el ser humano como integrante de una sociedad en la que

compra, vende, intercambia objetos, transmite los bienes al morir, contrae matrimonio. La mayor

parte del vocabulario jurídico proviene del latín, como abogado, civil, delincuente, equidad,
fideicomiso, legí- timo, sanción, usufructo; incluso, debido a la influencia universal de latín, es

posible encontrar algunas semejanzas con otras lenguas: español: equidad; francés: équité;

italiano: equita; inglés: equity. Español: justicia; francés: justice; italiano: giustizia; inglés:

justice, etcétera.

La lógica como medio para el razonamiento correcto

Se entiende por razonamiento la facultad humana que permite resolver problemas. Por

definición, un razonamiento es correcto si cuando sus premisas son verdaderas, entonces su

conclusión es verdadera. En un sentido más restringido, se llama razonamiento al proceso mental

de realizar una inferencia de una conclusión a partir de un conjunto de premisas. La conclusión

puede no ser una consecuencia lógica de las premisas y aun así dar lugar a un razonamiento, ya

que un mal razonamiento aún es un razonamiento.

La lógica es el estudio de los métodos para distinguir el razonamiento correcto del incorrecto

(o lo que es lo mismo: en qué consiste que un razonamiento sea correcto). La lógica formal se

ocupa de las reglas para ello, sus propiedades, causas y consecuencias. La lógica no formal (o

lógica informal, o dialéctica) se ocupa en cambio de los razonamientos que pretenden ser

correctos, es decir, que pretenden prevalecer no en función de su corrección o ajuste a la verdad

sino en función de su capacidad de persuasión. Este tipo de argumentos son conocidos con el

nombre de falacias.

Los razonamientos pueden ser válidos (correctos) o no válidos (incorrectos). En general, se


considera válido un razonamiento cuando sus premisas ofrecen soporte suficiente a su conclusión

y esta se deriva corectamente de las premisas. Puede discutirse el significado de "soporte

suficiente", aunque cuando se trata de un razonamiento no deductivo, el razonamiento es válido

si la verdad de las premisas hace probable la verdad de la conclusión. En el caso del

razonamiento deductivo, el razonamiento es válido cuando la verdad de las premisas implica

necesariamente la verdad de la conclusión.

Las conclusiones lógicas

En lógica, una conclusión es una proposición al final de un argumento, luego de las premisas.1

Si el argumento es válido, las premisas implican la conclusión. Sin embargo, para que una

proposición constituya conclusión no es necesario que el argumento sea válido: lo único

relevante es su lugar en el argumento, no su «papel» o función.2

Como en general se argumenta con intención de establecer una conclusión, se suele procurar

que las premisas impliquen la conclusión y que sean verdaderas (es decir, que el argumento

sea sólido o coagente).2 Antes que nada se debe recordar que una conclusión es una proposición

lógica final y no una "opinión", sin embargo, debemos recordar que para poder concluir debemos

de basarnos en ciertas proposiciones que no sean falacias o simplemente falsas.


La conclusión, se obtiene o desprende de las premisas…Según Muñoz Ángel

Ejemplos

Premisas

 Los planetas son redondos

 La tierra es un planeta

Por lo tanto, la tierra es redonda.

El silogismo

El silogismo es una forma de razonamiento deductivo que consta de

dos proposiciones como premisas y otra como conclusión, siendo la última

una inferencia necesariamente deductiva de las otras dos. Fue formulado por Aristóteles.

Aristóteles consideraba la lógica como lógica de relación de términos. Los términos se unen o

separan en los juicios. Los juicios aristotélicos son considerados desde el punto de vista de unión

o separación de dos términos, un sujeto y un predicado. Hoy se hablaría de proposición.

La proposición afirma un hecho como un todo, que es o no es, como contenido lógico del

conocimiento. El juicio, atribuye un predicado a un sujeto lógico del conocimiento otorgando a

los términos al mismo tiempo una función lingüística de significado (semántica) y una función

formal lógica (sintáctica).


La relación entre los términos de un juicio, al ser comparado con un tercero que hace de

"término medio", hace posible la aparición de las posibles conclusiones. Así pues, el silogismo

consta de dos juicios, premisa mayor y premisa menor.

La lógica trata de establecer las leyes que garantizan que, de la verdad de los juicios

comparados (premisas), se pueda obtener con garantía de verdad un nuevo juicio verdadero

(conclusión).

Formas de razonamiento y conclusión.

Razonamiento deductivo:

Es un razonamiento cuya conclusión es de consecuencia necesaria; es decir, dadas unas

determinadas premisas, se dice necesariamente una conclusión…” Según Napolitano Antonio

Tradicionalmente, se distinguía el argumento deductivo como el paso de la observación universal

(general) a la observación particular, expresado en la conclusión.

La conclusión en un razonamiento deductivo se obtiene de las premisas dadas, es decir, no

necesita recurrir de manera directa a la práctica o a la experiencia. Por esta razón, se expresa que

la conclusión en este tipo de argumento se da una seguridad matemática.

Ejemplos: Todas las frutas cítricas contienen vitamina C. La piña es una fruta cítrica Para

sacar la conclusión de esta proposición por deducción no es necesario ir a un libro de biología, ya


que la conclusión deriva de las premisas; la conclusión es necesariamente inferida de las

premisas.

Razonamiento inductivo:

Es un razonamiento inductivo es aquel de conclusión probable. Es decir, dadas las

determinadas premisas, la conclusión que de ellas infiere es únicamente probable…” Según

Napolitano Antonio Tradicionalmente, se precisaba que el argumento inductivo como el paso de

las observaciones particulares (individuales) a la observación universal (general), es decir, de lo

concreto a lo abstracto, del hecho a la ley que lo rige.

La conclusión de este tipo de razonamiento es una generalización obtenida de la observación

directa de algunos casos particulares. Las generalizaciones a que se llega mediante este

raciocinio no presentan necesidad lógica, esto es, la verdad de la conclusión no se obtiene

forzosamente de las premisas, por ello se dice que la conclusión de este argumento solo es

probable, y por lo tanto, este razonamiento es probabilístico.

Ejemplo: El 99% de los venezolanos son católicos. Pedro es venezolano Análisis. - El hecho

de que el 90% de los venezolanos sean católicos es verdad, y Pedro que es venezolano es

también verdad, no se sigue que necesariamente Pedro tiene que ser católico: puede ser que esté

dentro de ese 10% que no lo es. Luego la conclusión puede ser únicamente probable y nunca

necesaria. Por probabilidad estadística, es más probable que Pedro esté dentro del 90% que

dentro del 10%.


Razonamiento abductivo

Es un tipo de razonamiento que a partir de la descripción de un hecho o fenómeno ofrece o

llega a una hipótesis, la cual explica las posibles razones o motivos del hecho mediante

las premisas obtenidas. Charles Sanders Pierce la llama una conjetura.[1] Esa conjetura busca

ser, a primera vista, la mejor explicación, o la más probable.

Aristóteles investigó los razonamientos abductivos en sus Primeros analíticos (II, 25).

Según Aristóteles, los razonamientos abductivos son silogismos en donde las premisas sólo

brindan cierto grado de probabilidad a la conclusión.[2] Según Peirce, la abducción es algo más

que un silogismo: es una de las formas de razonamiento junto a la deducción y la inducción.

El razonamiento analógico

El razonamiento analógico es donde el proceso racional parte de lo particular y asimismo

llega a lo particular en base a la extensión de las cualidades de algunas propiedades comunes,

hacia otras similares. En algunos casos se hace necesario el uso de silogismos.

- Silogismo es la argumentación en la que a partir de un antecedente (premisas) que compara

dos términos (de la conclusión), con un tercero; se deduce un juicio como conclusión, que une

(afirma) o separa (niega) la relación de estos términos.

Es cuando presenta las siguientes características sobre la base del conocimiento, que de dos o

más objetos son semejantes con respecto a una serie de cualidades que uno o más de ellos posee,

además alguna otra propiedad o atributo se afirma en la conclusión que el o los objetos restantes
también poseen esa nueva propiedad. En el argumento analógico, a partir de experiencias, se

trata de decir lo que puede reservar el futuro.

EJEMPLO: José hace tres meses compró un libro del autor A, y le resultó bastante bueno en

cuanto a contenido. Hoy, José comprará un libro del mismo autor, ¿por qué?
LOGICA Y ARGUMENTACION JURIDICA.

Tal como los lógicos utilizan la palabra, “un argumento es un grupo de proposiciones del

cual se dice que una de ellas se sigue de las otras, considerados como base o fundamento para

la verdad de este”.

Las proposiciones son los ladrillos de la argumentación. Cuando afirmamos o llegamos a una

proposición a través de otra proposición, decimos que hemos hecho una inferencia. Inferir es el

acto de sacar conclusiones a partir de algo que se supone que es verdadero o falso, en otras

palabras, es el paso de la premisa a la conclusión. Un ejemplo de esto seria, “todos los hombres

son mortales, José es un hombre y por lo tanto él es mortal”.

Para examinar si una inferencia es correcta o no, el lógico examina las que inician y terminan

el proceso y las relaciones de estas. Todas estas proposiciones constituyen un argumento, pero a

sabiendas que un argumento no es meramente la unión de varias preposiciones; un texto pude

tener varias proposiciones relacionadas y aun así no tener ningún argumento.

Para que pueda decirse que existe un argumento, tiene que haber una estructura que muestre

alguna inferencia, y se describe utilizando términos como premisa y conclusión. La conclusión

de un argumento es la proposición que se afirma con base en otras proposiciones del argumento.

En otras proposiciones, en las cuales se afirma (o se asume) que son soporte de la conclusión,
son las premisas del argumento. la proposición según el libro de lógica escrito por Simón

Martínez es” la forma de expresar verbal o gráficamente un juicio” con esto se puede concluir

que un razonamiento es el juicio que se saca de esa premisa mediante la lógica o uso del sentido

común.

El filósofo francés René Descartes, en su obra Discurso del método, nos a conseja poner en

práctica los siguientes preceptos:

1. No aceptar nada como verdad sin haberlo demostrado.

2. Dividir el problema o las dificultades en tantas partes como sea posible, hasta lograr su

comprensión.

3. Ordenar los pensamientos y argumentos empezando por los más simples y fáciles, hasta

llegar a los más complejos y difíciles.

4. Realizar enumeraciones integrales y revisiones tan completas que nos permitan estar

seguros de no haber omitido nada.

Si tomamos estos consejos dados por este gran filósofo podemos dar con buenos argumentos

al limitar el tema a debatir; tener razones sólidas para imponer la fuerza del argumento y no los

argumentos de la fuerza o la fuerza como argumento; y estar protegido contra posibles

refutaciones.
La palabra Argumento proviene del latín “argumentum” y a su vez está compuesta

por “arguere” que significa “dejar en claro” y “mentum” cuyo significado corresponde

a “instrumento, medio o resultado” entonces podemos decir que argumento es dejar en claro un

asunto a través de un instrumento. Un argumento es una especie de prueba o demostración acerca

de un tema en específico, que debe ser basada en el razonamiento lógico para que pueda ser

aseverado. Los argumentos forman parte del mundo del derecho, porque jurídicamente son los

que tienen la particularidad de convertirse en la clave para que un abogado en un juicio judicial

pueda salvar a su cliente o condenar al acusado. Este es el mejor ejemplo, porque es el abogado

quien debe presentar ante el juez argumentos sólidos y consistentes para que así estos puedan

quedar irrefutables, con el fin de dejar pruebas de que lo que él defiende es la verdad única y

absoluta.

La argumentación forma parte de nuestra vida diaria, todos los días encontramos situaciones

para argumentar nuestras ideas frente a nuestros amigos, familiares, compañeros y muchos más,

Pero como estudiantes de derecho nos chocamos a diario con una argumentación que se vuelve

nuestra religión y se trata de la argumentación jurídica. Pero ¿Por qué es necesario argumentar?

Es necesario argumentar, en materia jurídica, porque una cantidad de disposiciones

normativas contenidas en los textos legales tienen una textura abierta (producto de la

ambigüedad, vaguedad, lagunas, contradicciones del lenguaje jurídico) que pueden producir

diferencias legítimas, y en consecuencia disputa.


Si se fracciona cada una de las afirmaciones anteriores, las razones que responden ¿por qué es

necesario argumentar? Son las siguientes: la textura abierta de los textos legales y las diferencias

legítimas y disputas.

Razonamiento Judicial

El concepto de razonamiento jurídico o interpretación jurídica se entiende en ocasiones como

una aplicación de la noción general del razonamiento (cualquiera que esta sea) al campo

especifico del derecho. El razonamiento jurídico, por tanto, lo que intenta es encontrar una

solución ante un conflicto surgido, por medio de las aplicaciones de unas normas o leyes, que

esté, por supuesto, debidamente justificada y argumentada para así evitar desacuerdos. Pero no

solo se toma como base las normas o leyes previamente definidas por un órgano legislativo como

es el caso de Colombia, sino, que también toma los principios de la base ideológica y valorativa

del ordenamiento jurídico. Además de todo eso, cuando se va a desarrollar el citado

razonamiento y hacer empleo de los principios y reglas, es importante tener en consideración los

siguientes aspectos:

 Las reglas jurídicas existentes son objeto de interpretación mientras que los principios

jurídicos lo son únicamente de ponderación.

 Los principios se usan y aplican de acuerdo a la lógica de la preferencia.

La actividad de razonar, permite hablar de diversas concepciones o diversos enfoques del

razonamiento y son los siguientes: Desde una perspectiva formal, el razonamiento viene hacer un

conjunto de enunciados sin interpretar (en el sentido de que se hace abstracción del contenido de
verdad o de corrección de los mismos); responde al problema si a partir de los enunciados -

premisas- se produce al pasar a otra- conclusión- de otra determinada forma; y los criterios de

relación vienen dados por las reglas de la inferencia. Lo que suministra esta perspectiva son,

entonces esquemas o formas (de carácter deductivo o no) de los argumentos.

Desde una perspectiva material, lo esencial del razonamiento no es la forma de los

enunciados, sino aquello que los hace verdaderos o falsos. Y finalmente, desde una perspectiva

pragmática que considerada el razonamiento como un tipo de actividad (la realización de una

serie de actos de lenguaje) dirigida a lograr la persuasión de un auditorio (retorica) o a interactuar

con otro u otros para llegar a algún acuerdo respecto a cualquier problema teórico o practico

(dialéctica).

Existen diferentes clases de razonamientos jurídicos. El razonamiento jurídico puede ser

lógico (se impone intelectualmente), retórico (busca persuadir) o puramente jurídico (se sustenta

en presunciones u otros factores fijados por la legislación). Para recorrer estos razonamientos

jurídicos, un individuo apela a otros razonamientos de tipo lógico, como los razonamientos

inductivos y los razonamientos deductivos.

Los razonamientos jurídicos, por lo general, son desarrollados

por abogados, jueces y legisladores. Su finalidad es arribar a una conclusión que esté en sintonía
con las normas jurídicas vigentes o que, incluso, pueda convertirse en una de ellas después de

atravesar los pasos necesarios para la promulgación.

La lógica jurídica es la teoría de las reglas lógico-formales que llegan a emplearse en la

aplicación del derecho. Si a la lógica general se le denomina lógica pura o teórica, puede

hablarse de la lógica jurídica como lógica práctica. En la fundamentación de cualquier sentencia

judicial se utilizan las reglas de la lógica jurídica, siempre se argumenta, es decir, se derivan

consecuencias y se dictan fallos legales.

Se consideran que los razonamientos jurídicos difieren de los demás raciocinios por tres

razones:

A) La relación entre el concepto aludido con la expresión “jurídico “y los constitutivos de

la comprensión del significado con el término “razonamiento”, ya que precisa un

elemento general del pensamiento “jurídico”, conformando juicios jurídicos, de los

cuales no es inferido de los otros que les sirven de su fundamento por su relación.

B) Las características propias del razonamiento jurídico, por ser de naturaleza “jurídica”:

 Su función en la actividad jurisdiccional: Eduardo García Máynez expresa

que el estudio del raciocinio jurídico se relaciona con temas relativos al

proceso de aplicación de juicios jurídicos genéricos a situaciones particulares.

 Referencia axiológica jurídica: el razonamiento jurídico se integra de juicios

jurídicos, y si estas significaciones se caracterizan por su referencia axiológica


jurídica, aquel elemento del pensamiento también alude a los valores del

derecho

 La estructura y la forma de la expresión del raciocinio jurídico: se alude a lo

que se llama “silogismo jurídico”.

Silogismo Jurídico

Se conoce como silogismo a un argumento compuesto por tres proposiciones; de ellas, la

última es la que se deduce siempre de las anteriores. Hay que subrayar que el padre de silogismo

es el gran pensador y filósofo griego Aristóteles. Así, este fue el primero en utilizar dicho

término partiendo o estableciendo lo que se conoce con el nombre de juicios aristotélicos. En

concreto, bajo esa denominación se encuentra una serie de términos que se unen y que dan lugar

a la llamada lógica.

Más exactamente, según dicho autor, esos términos no son más que la unión de un sujeto y de

un predicado. Todo ello puede contemplarse y estudiarse a través de algunas de las obras más

importantes de aquel entre las que se encuentran, por ejemplo, Primeros Analíticos y Segundo

Analíticos.

La relación entre los términos de un enunciado, al ser confrontados con un tercero que hace de

“término medio”, hace posible una conclusión. Así, el silogismo consta de dos enunciados,

premisa mayor y premisa menor, en los que se comparan tres términos, de cuya comparación se
obtiene una conclusión. Premisa mayor, en la que se encuentra el término mayor, que es el

predicado de la conclusión. Premisa menor, en la que se encuentra el término más pequeño, que

es el sujeto de la conclusión. Entre ambas se realiza la comparación del término sujeto y el

término predicado con respeto al término medio, y finalmente una conclusión, en la que se

establece una relación entre termino sujeto y termino predicado.

Los tipos de silogismo pueden clasificarse en cuatro figuras distintas con tres términos, que

totalizan 256 tipos de silogismo: de ellos, sólo 19 son legítimos.

Entre los diferentes tipos de silogismos que existen podemos destacar tres fundamentalmente.

El primero de ellos es el llamado silogismo compuesto que se caracteriza por el hecho de que la

premisa mayor es una proposición compuesta y porque la premisa menor afirma o niega una

parte de la anterior.

El segundo tipo es el conocido como silogismo condicional. Como su propio nombre indica,

establece que la premisa mayor es una proposición de clase condicional y la premisa menor es

categórica. De la misma forma hay que subrayar que en aquel existe un antecedente y después un

consecuente.

El tercer tipo de silogismo es el llamado disyuntivo. En este caso concreto la premisa mayor

es disyuntiva y la menor lo que hace es afirmar o negar una de las alternativas planteadas. Un
ejemplo sería el siguiente: O el dos es un número par o es un número impar. El dos es un número

par, por tanto, no es impar.

El silogismo jurídico es la forma de hallar una relación coherente entre la forma y la norma,

es decir, adecuar unos hechos a la descripción abstracta que hay en la norma por lo tanto este

tipo de razonamiento servirá efectivamente para garantizar la solidez en la argumentación que el

abogado o cualquier otro operador del derecho presente para sustentar su posición, sin perder de

vista lo que se evalúa es la corrección de la conclusión a partir de la estructura lógica de sus

premisas de base.

El silogismo se compone de dos premisas y una conclusión derivada de las premisas. Se dice

que la conclusión es válida si las premisas lo son, pero desde un punto de vista formal. No

importa aquí la corrección o verdad material de las premisas, sino simplemente que la conclusión

se derive de ellas. Las premisas de la inferencia del silogismo jurídico requieren, una vez

determinadas, la verificación de su estructura lógica. Así, surge la necesidad de analizar si la

estructura de la premisa mayor de carácter normativo se le ajusta supuesto-consecuencia; y si de

otro lado la premisa menor corresponde efectivamente a un caso especial del supuesto de hecho

general contenido en la premisa mayor, en la norma vigente. Realizada dicha constatación y si

encontramos para ambos casos respuestas afirmativas, llegaremos a la conclusión que será

lógicamente valida, es decir, que responderá positivamente a un análisis de coherencia lógica a

ser consecuencia de ambas premisas.


Ejemplo de silogismo jurídico:

 Premisa mayor: un contrato es un acto en el cual una parte es obligada para con otra a

dar, hacer o no hacer una cosa. Cada parte puede ser de una o de muchas personas.

 Premisa menor: Ricardo y Álvaro firman un contrato en el cual Álvaro se

compromete a darle a Ricardo un bien inmueble en la ciudad de Valledupar, a la vez

que Ricardo se compromete con Álvaro apagarle una determinada suma de dinero por

ese bien. Ricardo demanda ante un juez de la republica la resolución de dicho contrato

y la correspondiente indemnización por los daños causado por Álvaro a causa de su

incumplimiento.

 Conclusión: El juez con base en las pruebas aportadas por Ricardo, decreta la

resolución del contrato y condena a Álvaro a pagar los daños y perjuicios causados al

demandante.

La Argumentación Y Las Falacias Jurídicas

Inicialmente, la definición clásica de falacia es: Engaño, fraude o mentira con que se intenta

dañar a alguien, también es el hábito de emplear falsedades en daño ajeno; para el jurista y

filósofo español Manuel Atienza, las falacias son malos argumentos que parecen

buenos…Consecutivamente, consideramos que dentro del campo del derecho, dichas


proposiciones son conjeturas propias de un raciocinio carente de fundamentos, los cuales

producen sin lugar a dudas, un falso concepto de una realidad dada.

Argumento Ad Ignorantiam

En lógica, un argumento ad ignorantiam, también conocido como llamada a la ignorancia, es

una falacia que consiste en sostener la verdad (o falsedad) de una proposición alegando que no

existe prueba de lo contrario, o bien alegando la incapacidad o la negativa de un oponente a

presentar pruebas convincentes de lo contrario. Quienes argumentan de esta manera no basan

su argumento en el conocimiento, sino en la ignorancia, en la falta de conocimiento. Esta

impaciencia con la ambigüedad suele criticarse con la frase: «la ausencia de prueba no es prueba

de ausencia»; es decir, se comete esta falacia cuando se infiere la verdad o falsedad de una

proposición basándose en la ignorancia existente sobre ella.

“No tengo pruebas de que lo que dices sea falso, pero eso no prueba que lo que dices sea

cierto”

Ejemplo: sobre la existencia de Dios:

No se puede probar la inexistencia de Dios, por lo tanto, Dios existe.


Argumento Ad Vercundiam

Un argumentum ad verecundiam, apelación a la autoridad o magister dixit es una forma

de falacia. Consiste en defender algo como verdadero porque quien es citado en el argumento

tiene autoridad en la materia.

Ejemplo:

"La mecánica cuántica tiene que ser un error. Lo dice Einstein".

Este argumento tampoco habría sido válido en la época en que Albert Einstein hizo tales

afirmaciones. Einstein era un experto de enorme y justificado crédito en tales materias, y los

postulados de la mecánica cuántica eran objeto de controversia en el momento. Pero que un

argumento fuese difundido por un personaje muy aceptado tampoco dice un ápice sobre su

veracidad. No obstante la ciencia actual ha demostrado la validez de los postulados de la mecánica

cuántica. Pero el recurso a su autoridad como científico en ese momento habría sido falaz por sí

mismo.

Argumento Ad Hominem

En lógica se conoce como argumento ad hominem (del latín, «contra el hombre») a un tipo

de falacia (argumento que, por su forma o contenido, no está capacitado para sostener una tesis)

que consiste en dar por sentada la falsedad de una afirmación tomando como argumento quién es

el emisor de esta. Para utilizar esta falacia se intenta desacreditar a la persona que defiende una

postura señalando una característica o creencia impopular de esa persona.


Ejemplo:

 Juan dice que Miguel es un estafador.

 ¿Juan? Mira, ése mejor que se calle, que yo lo he visto detrás de las niñas del instituto.

El hecho de que Juan se sienta atraído por jovencitas no invalida su argumento de que Miguel

sea un estafador; además, ambos hechos carecen de relación entre sí.

Argumento Ad Misericordiam

Argumento ad misericordiam (en latín: Apelación a la misericordia o Apelación a la piedad)

es una falacia que consiste en la manipulación de los sentimientos para sostener un argumento

como válido.

Generalmente no se la toma como una falacia lógica, ya que suele utilizarse para evitar un castigo

o una consecuencia, mediante excusas de sucesos que a veces llegan al grado de sonar ridículas

debido a lo irrelevantes que llegan a ser en el caso.

Ejemplos:

 Señor policía, por favor no me multe, estoy sin trabajo y apenas tengo dinero para comer

 Profesor, apruébeme, sino mis padres me castigarán


 Profesor, ayer no he podido hacer la tarea porque estaba muy triste porque la semana pasada

se me murió mi perrito

 No me abandones, me moriré de pena si te vas

Argumento Ad Baculum

Un argumento ad baculum (en latín, "argumento que apela al bastón"), es una falacia que

implica sostener la validez de un argumento basándose en la fuerza, en la amenaza del uso de la

fuerza, o en general, en la posición propia. Resumiendo, podríamos decir que para esta falacia:

"La fuerza hace el derecho”.

Ejemplo:

 Lo tienes que hacer porque aquí se hace lo que yo diga

 ¡O dejas de discutir y te callas de una vez, o te castigo!

 Si no pagas tus impuestos, entonces te embargarán tu sueldo y tus propiedades; por lo tanto, si

no quieres verte convertido en un indigente debes pagar tus impuestos».

Las formas de argumentación: Para argumentar se pueden recurrir a dos formas: una que

responde a un modo secuencial, que es cuando se sigue una y aprueba una idea; la otra manera es

de tipo dialéctico, que es cuando la idea posee una estructura doble, es decir, que posee una

propuesta y también conlleva una idea opositora, llamándose contra argumentación.


Argumentación secuencial:

Estamos frente a una sola idea, que corresponde a una sola tesis, que contiene múltiples ideas

de apoyo, dentro de una estructura específica de la argumentación.

Argumentación dialéctica:

Es un proceso más elaborado, desde la perspectiva de la complejidad, pues el autor – quien

habla o escribe – no sólo abarca una sola idea, sino que agrega una idea contraria: tesis y

contratesis – argumentos y contraargumentos; esto para asumir una postura mucho más crítica,

analizando más profundamente el tema y llegando a conclusiones.

Verdad y error judicial: La verdad judicial es aquella que emerge al final de un juicio en

forma de sentencia. Y es la consecuencia lógica de las pruebas practicadas durante su

celebración. Por pruebas no hay que entender los objetos o evidencias que recoge la Policía o la

Guardia Civil en la escena del crimen, sino que hay que verlo en su sentido jurídico: son los

interrogatorios a acusados, testigos y peritos del caso, así como aquellos objetos materiales,

análisis, informes o documentos que sean vitales para el esclarecimiento de la verdad y que se

aportan durante la vista oral.

Y el o los errores judiciales pueden definirse como equivocaciones, con o sin dolor, de las que

son responsables los funcionarios públicos; del poder judicial de manera subsidiaria el estado. El

error judicial se comete al momento de aplicar erróneamente la ley y por lo general consiste en

establecer culpa mediante subjetividades o “tincadas policiales y judiciales” que


lamentablemente, prevalecen por sobre la prueba y el mérito posible de determinar más allá de

toda duda razonable.

Los errores judiciales se caracterizan y son posibles de identificar principalmente porque en la

mayoría de los casos, si no en todos, son ricos en verborrea jurídica tendiente a personalizar de

manera a priori el delito en los acusados, carecen de prueba fáctica y no logran responder los

cómo, porqués, donde, cuando o quienes de las supuestas conductas antijurídicas.


CONCLUSIÓN

Un buen abogado tiene un buen léxico y una base argumentativa lógica, fuerte y libre de

falacias. Lo primordial para lograrlo es emplear de una forma adecuada los argumentos teniendo

un uso correcto en la unión de dos proposiciones llamadas premisas que conlleven a una

proposición verdadera llamada conclusión, con esta estructura se resuelven muchos conflictos

jurídicos.
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