LA CONFESIÓN DE PEDRO

Mc 8,27-30/ Mt 16,13-20/ Lc 9, 18-21. Por Eduardo Jesús Rodríguez Soto

Autor:

Hasta el siglo XIX se atribuía esta obra a Lucas: médico y compañero de Pablo mencionado
en sus cartas, en función del testimonio de autores del siglo II. Sin embargo, posteriormente
los exégetas han concluido que en función de la teología plasmada en su Evangelio, responde
más bien a los problemas que la Iglesia presentó en el siglo II o última parte del siglo I. A
pesar de no tener unanimidad en cuanto a la respuesta, prevalece la idea de que el autor se
llamaba Lucas porque de haber recurrido a la pseudonomia se hubiera atribuido a un
personaje más relevante, por lo que, probablemente se trata de un cristiano de la 2°
generación (70 a 100 dC) que no fue testigo directo de Jesús, sin embargo, es un personaje
muy culto relacionado a la cultura helenista y veterotestamentaria, nacido fuera de Palestina
de origen gentil e identificado con la Iglesia a la cual Pablo dirige sus cartas.1 En cuanto al
lugar donde fue escrito, las investigaciones apuntan a Acaya o Beocia, una ciudad helenizada
que se encuentra fuera de Palestina.2

Debió haber sido un historiador helenista menor, por su estilo generalmente elegante y a
veces vulgar3, con tendencia frecuente a recurrir a la precisión geográfica, lo que permite a
los lectores colocarlos en un mejor contexto. La mayoría de los autores exégetas consideran
que el Evangelio de Lucas y el autor de Hechos de los Apóstoles es una sola obra que fue
separada para fines pedagógicos, en virtud de la unidad de lenguaje, estilo y teología.4 Lucas
más que un estilista es un pastor que usa su lenguaje al servicio de la fe,5 los temas que
principalmente aborda son el camino, el Padre y el Espíritu Santo, Jesús – Reino de Dios, el
apostolado, la oración y la salvación universal para judíos y paganos además de exaltar la
ternura de Jesús hacia los humildes y pobres mientras que los orgullosos y ricos son tratados

1
AGUIRRE M.-RODRÍGUEZ C., Evangelios Sinópticos y Hechos de los Apóstoles. (Navarra 1992). P 351-352
2
AGUIRRE M.-RODRÍGUEZ C., Evangelios Sinópticos y Hechos de los Apóstoles. (Navarra 1992). P 356.
3
AGUIRRE M.-RODRÍGUEZ C., Evangelios Sinópticos y Hechos de los Apóstoles. (Navarra 1992). P 288.
4
AGUIRRE M.-RODRÍGUEZ C., Evangelios Sinópticos y Hechos de los Apóstoles. (Navarra 1992). P 280-285.
5
AGUIRRE M.-RODRÍGUEZ C., Evangelios Sinópticos y Hechos de los Apóstoles. (Navarra 1992). P 291.
severamente. 6 Algunos rasgos literarios son el uso de género del simposio, discurso de
despedida, uso de paralelismos, atenuando o evitando lo que puede herir la sensibilidad del
lector y de sus destinatarios.7

Comunidad y destinatarios:

Fundamentalmente creyentes que han recibido formación en la fe, se entiende la existencia

de “iglesias” que varían en función del lugar donde moran sus miembros y de sus
responsables, pero están unidas con vínculos de comunión, formando la Iglesia de una Región
o la Iglesia de Dios (que trasciende lugares, grupos o razas). Es una comunidad
mayoritariamente de cristianos helenizados, sin excluir a una minoría judeocristiana
compuesta por pobres y ricos, con los problemas que implica esta unión. Probablemente el
origen de esta comunidad es paulino, lo que justificaría la exaltación de la figura de Pablo en
los Hechos de los Apóstoles, las regiones donde pudieran habitar estos destinatarios Grecia,
Macedonia y Asia Menor.8

Género Literario: Evangelio.

Contexto cercano y remoto:

Los 3 Evangelios Sinópticos ubican inmediatamente posterior a la Profesión de Fe de Pedro

el primer anuncio de la Pasión, condiciones para seguirle y la transfiguración donde se vuelve
a presentar la figura de Elías como símbolo de la llegada del Mesías en contexto más remoto
el abandono de los discípulos a Jesús y la triple negación de Jesús por parte de Pedro.

Campo semántico:

Para Lucas se realiza en un lugar solitario y durante una oración en compañía de sus
discípulos. Mientras que para Marcos y Mateo se da en el camino a Cesarea de Filipo.

La articulación sintáctica:

6
Biblia de Jerusalén Nueva edición (Bilbao 2009) P. 1416. AGUIRRE M.-RODRÍGUEZ C., Evangelios Sinópticos
y Hechos de los Apóstoles. (Navarra 1992). P 295.
7
Biblia de Jerusalén Nueva edición (Bilbao 2009) P. 1416.
8
AGUIRRE M.-RODRÍGUEZ C., Evangelios Sinópticos y Hechos de los Apóstoles. (Navarra 1992). P 356-358.
Sujetos:

Jesús: quien se encuentra en oración e interpela a sus discípulos sobre ¿Cuál es la percepción
de la gente y de sus discípulos acerca de él?

Pedro: funge de portavoz de los discípulos reconociendo en Jesús al Cristo de Dios.

El pueblo en general que tiene distintas opiniones sobre la figura de Jesús asociándolo a
profetas de distintos tiempo Elías, Jeremías, Juan el Bautista o cualquier profeta antiguo que
ha resucitado.

Los discípulos que se encuentran con Jesús orando y que expresan la opinión del pueblo
acerca de él.

Verbos:

Los Verbos principales son decir, preguntar y responder todo gira en función de ellos: Jesús
quiere saber la imagen que tienen de él tanto el pueblo como sus propios discípulos, ellos
responden a sus preguntas y según Mateo: Pedro responde con una inspiración propia de
escuchar a Dios, lo que le otorga a Pedro el privilegio de ser la piedra fundacional de la
Iglesia.

Paralelismo:

Presenta en contraste la opinión de la gente (grupo indeterminado de personas) que no tiene

claridad de quien es realmente Jesús; frente a la figura de Pedro (el discípulo de mayor
relevancia) quien da una repuesta cristológica como portavoz de los discípulos, acerca de su
fe y adhesión a Jesús.

Fuentes:

En la redacción de Lucas y Hechos de los Apóstoles se usaron fuentes orales y escitas, en las
que hoy en día predomina la tesis que se sirvió de Marcos, la fuente Q y una fuente propia a
la que denominan L.9 Sigue como fuente principal las líneas de Marcos con transposiciones

9
AGUIRRE M.-RODRÍGUEZ C., Evangelios Sinópticos y Hechos de los Apóstoles. (Navarra 1992). P 364.
u omisiones, pero su lenguaje es un griego más elegante y cuidadoso con abundante
vocabulario parecido al de los 70.10

En el siguiente cuadro se realiza un cuadro comparativo de las similitudes y diferencias de

cada texto y se colocará entre paréntesis ( ) la fuente con las siguientes siglas Marcos (Mc),
Aportes o investigación propia (propia) o Fuente Q (Q).

Mc 8,27-30 Mt 16,13-20 Lc 9, 18-21

Longitud 4 Versículos 8 Versículos 5 versículos

Ubicación Cesarea de Cesarea de Filipo. La última ubicación

Filipo. previa es Betsaida.
(Mc)
(Propia)

Contexto En el camino Llegando a Cesarea. Orando a solas con

hacia Cesarea. (Mc) sus discípulos.
(Propia)

Pregunta de Jesús ¿Quién dicen los ¿Quién dicen los ¿Quién dicen los
hombres que soy hombres que es el Hijo hombres que soy yo?
yo? del Hombre? (Propia) (Mc)

Respuesta de los Unos que Juan el Unos que Juan el Unos que Juan el
discípulos Bautista, otros, Bautista, otros, que Bautista, otros, que
que Elías, otros Elías (Mc), otros que, Elías (Mc), otros
que, uno de los Jeremías (Propia) o que, uno de los
profetas. uno de los profetas antiguos profetas ha
(Mc). resucitado (Propia).

10
Biblia de Jerusalén Nueva edición (Bilbao 2009) P. 1416. AGUIRRE M.-RODRÍGUEZ C., Evangelios Sinópticos
y Hechos de los Apóstoles. (Navarra 1992). P 288
2° Pregunta de Jesús Pero Ustedes, Pero Ustedes, ¿Quién Pero Ustedes,
¿Quién dicen que dicen que soy yo? (Mc) ¿Quién dicen que
soy yo? soy yo? (Mc)

Respuesta de Pedro Tú eres El Cristo. Tú eres El Cristo (Mc), El Cristo (Mc) de

el Hijo de Dios vivo Dios (Propia)
(Propia)

Respuesta de Jesús Omitido Bienaventurado eres Omitido

hacia Pedro Simón, hijo de Jonás,
porque no te ha
revelado esto la carne ni
la sangre, sino mi Padre
que está en los cielos.
Yo a mi vez te digo que
tú eres Pedro y sobre
esta piedra edificaré mi
Iglesia, y las puestas del
Hades no prevalecerán
contra ella. A ti te daré
las llaves del Reino de
los cielos, Lo que ates
en la tierra quedará
atado en los cielos y lo
que desates en la tierra
quedará desatado en los
cielos.

Orden de Jesús Que a nadie le Que no dijesen a nadie No dijeran esto a

hablaran acerca que él era el Cristo. (Mc nadie (Mc con una
de él. con una leve variación) leve variación).
Contexto teológico: Teología subyacente:

Los Evangelios presentan siempre a Pedro ocupando el lugar más relevante dentro del grupo
de los Doce y de los discípulos, siendo su portavoz o jefe, expresando lo que hacen o piensan.
Muchas veces la respuesta de Jesús a lo expuesto por Pedro va dirigida a todo el grupo, de la
misma forma que abandonó a Jesús, Pedro simboliza lo que harán los demás discípulos.
Muchas veces el mensaje de Pedro está dirigido a los responsables de la comunidad, llamados
y elegidos por Jesús, al que acompañan y al que no llegan a conocerle hasta el final; le siguen
al mismo tiempo lo abandonan y niegan; sin embargo, al final, Pedro llora y es convocado
de nuevo a Galilea para encontrarse con el Resucitado. 11

Los 4 Evangelios coinciden en que Jesús fue quien apodó a Simón como Pedro que significa
piedra o roca, nombre que se usará en los 4 Evangelios, Hechos y Cartas12. En los relatos
veterotestamentarios y judíos un cambio de nombre significa una llamada a desempeñar un
nuevo papel en la historia de la salvación como Abran que pasó a ser Abrahan, de Jacob a
Israel y Saraí a Sara, El narrador entiende que Simón pasa a llamarse Cefas/Pedro desde el
momento en que Jesús anuncia el nuevo nombre.13

Pedro en los momentos de la pasión ocupa un rol importante porque estuvo presente en la
última cena y cuando capturaron a Jesús en Getsemaní. Sigue a Jesús al lugar donde el sumo
sacerdote y sus consejeros van a celebrar una audiencia, antes de proceder a la entrega de
Jesús a Pilato. Sin embargo, cuando le pregunta la gente se acobarda, niega que es seguidor
de Jesús y huye, pero después de la crucifixión Pedro se encuentra con Jesús resucitado
convirtiéndose en punto de confluencia de otros discípulos y es dirigente de la Iglesia de
Jerusalén en sus primeros días.14

Elementos comunes y diferencias teológicas:

Marcos15 y Juan16 nos presentan a Pedro declarando su fe cuando Jesús pregunta a los
discípulos sobre su fe en él o su adhesión a él, en contextos muy diferentes y con palabras

11
Meier, J: Un judío Marginal 3: Compañeros y Competidores P.240-242. AGUIRRE M.-RODRÍGUEZ C.,
Evangelios Sinópticos y Hechos de los Apóstoles. (Navarra 1992). P 148.
12
Meier, J: Un judío Marginal 3: Compañeros y Competidores P.240-242.
13
Meier, J: Un judío Marginal 3: Compañeros y Competidores P.288.
14
Meier, J: Un judío Marginal 3: Compañeros y Competidores P.240-242
15
Mc 8,27-29.
16
Jn 6,67-69.
también muy diferentes. Lucas17 por su parte sigue básicamente a Marcos, mientras que
Mateo18 toma como fuente principal a Marcos y además hace un agregado teológico y
eclesiológico importante, ambos difieren en sus palabras y en su contexto.19

Según Marcos cuando Jesús preguntó sobre la opinión general de la gente acerca de él, los
discípulos mencionan que lo identificaban con Juan el Bautista, Elías o uno de los profetas.
Y al pedir Jesús que los discípulos expresaran su opinión: Pedro según el estilo Marcos da
una respuesta concisa: “Tú eres el Mesías”. Lucas por un lado omite la referencia a la región
de Cesarea de Filipo; el último lugar identificado fue Betsaida (costa nordeste del mar de
Galilea). Lo plantea en un contexto de oración propio de Lucas, agrega en la respuesta de los
discípulos “uno de los antiguos profetas ha resucitado” y otro de los cambios más importantes
es la respuesta de Pedro a través de un laconismo más acentuado todavía, aunque ampliando
el título como “El Mesías de Dios”. Por su parte Mateo, por un lado expande el título
cristológico y la escena en general. Mantiene la ubicación que propone Marcos en las
cercanías de Cesarea de Filipo, eleva la propuesta cristológica con la pregunta de Jesús
“¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?”. En la respuesta de los discípulos incluye
al profeta Jeremías junto con los nombres mencionados por Marcos. Uno de los aportes más
significativo es la respuesta de “Simón Pedro” (una rara combinación en Mateo, pero
frecuente en Juan) con un doble título solemne “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”.
Elaborando una síntesis cristológica juntando tres títulos claves: Mesías, Hijo de Dios e Hijo
del hombre. A esta alta cristología agrega la bienaventuranza hacia Simón, nombrado allí
como Pedro, piedra sobre la que se edificará la Iglesia y quien recibirá las llaves del reino
para atar y desatar.20 Lo que demuestra la adaptación de la confesión de Pedro a las
preocupaciones teológicas de Mateo. Mientras Jesús sondea a sus discípulos con una
pregunta sobre su fe o adhesión, Pedro proclama en nombre del grupo su fe en Jesús,
recurriendo a algún venerado título o designación procedente del Antiguo Testamento y a la
tradición judía. Cada evangelio se enfoca en las preocupaciones teológicas de cada uno:
Lucas poniendo énfasis en la oración y Mateo en cristología y eclesiología.21

17
Lc 9, 18-21.
18
Mt 16,13-20.
19
Meier, J: Un judío Marginal 3: Compañeros y Competidores P.245
20
Meier, J: Un judío Marginal 3: Compañeros y Competidores P.246
21
Meier, J: Un judío Marginal 3: Compañeros y Competidores P.247
Mateo además nos expresa que a través del liderazgo de Pedro se iba a constituir una firme
defensa contra los poderes del pecado y de la muerte; que atacarían a la asamblea del pueblo
de Dios en la batalla final entre el bien y el mal. Tal vez haciendo referencia a la roca cósmica
sobre la cual, los judíos aseguran que fue construido el templo de Jerusalén, esta roca del
templo era el camino de entrada tanto al cielo como al mundo de los muertos.22

Pedro como dirigente nombrado directamente por Jesús sería como Eliaquín23 (el
mayordomo del palacio del rey Ezequías de Judá) a quien, el profeta Elías prometió que
Yahvé pondría sobre su hombro “las llaves de David”. La posesión de las llaves simboliza el
ejercicio de su autoridad, enseñando al Israel del tiempo final la verdadera voluntad de Dios:
lo que estaba permitido o no según la ley de Dios. Dicho poder está resumido en las metáforas
de atar (declarar una acción ilícita o inválida) y desatar (declararla lícita o válida). Esta
enseñanza de Pedro sería ratificada por Dios en el cielo y de ese modo constituiría una
defensa segura contra los poderes del pecado y de la muerte.24

Aplicación personal del texto. Preguntas que suscitan:

¿Soy capaz de reconocer a Jesús en mi vida como el Hijo de Dios?

¿Cuánto tiempo le dedico a la oración para encontrar respuestas importantes en mi vida?

¿Qué rol le otorgo a Jesús en mi vida?

¿Soy claro en expresar mi fe en Jesucristo de manera pública?

¿Tengo una consciencia individual del rol que tiene Jesús en mi vida? o ¿Simplemente mi fe
está guiada por lo que me han enseñado los demás o lo que escuchado de boca de otros acerca
de Jesucristo?

¿Hago una pausa en mi camino que le permita al Espíritu Santo hablar a mi corazón y que
me coloque las palabras adecuadas para expresarlas en momentos importantes de mi vida?

¿Soy piedra que contribuye a la construcción de la Iglesia?

22
Meier, J: Un judío Marginal 3: Compañeros y Competidores P.249
23
Is 22,20-25
24
Meier, J: Un judío Marginal 3: Compañeros y Competidores P.249-250
Implicaciones para el hoy y actitudes que suscita

En primer lugar Lucas desde su prólogo comienza dirigiendo su Evangelio a Teofilo (Teo=
Dios y Filo= Hijo) lo que pudiera interpretarse que está dirigido a todos los que nos
consideramos “Hijos de Dios”.

Al analizar las perícopas desde la perspectiva de Lucas y Mateo podemos destacar la

importancia de la Oración o de detenernos en nuestro en camino para reflexionar sobre
nuestra adhesión a Dios, recordando la importancia de encontrar espacios en nuestra vida que
nos permita reencontrarnos con Dios y permitiendo que nos revele su mensaje.

Por otra parte reconocer a Cristo como Hijo de Dios y nuestro Salvador, que nos encomienda
la misión de mantenernos firmes en la fe, a pesar de nuestras debilidades y nuestros errores
humanos, y así como confió en Pedro, espera de nosotros que seamos como Pedro, verdaderas
piedras edificantes para Iglesia, entendida como una comunidad de hermanos que
reconocemos en Cristo a nuestro Dios

Así también, recurrir a la oración como herramienta que nos permite apartarnos de los
mensajes que nos envía la sociedad muchas veces desviados o errados, que nos confunden y
nos impiden descubrir en Jesucristo nuestra verdadera misión.