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UNIVERSIDAD DE CUENCA
EL ESPACIO ARQUITECTONICO
EN EL BUCLE DEL TIEMPO
FACULTAD DE ARQUITECTURA Y URBANISMO
UNIVERSIDAD DE CUENCA
EL ESPACIO ARQUITECTONICO
EN EL BUCLE DEL TIEMPO
CUENCA - ECUADOR
EL ESPACIO ARQUITECTONICO
EN EL BUCLE DEL TIEMPO
CARLOS JARAMILLO MEDINA
2010.
Diseño y Diagramación: Luis Alfredo Muñoz
Impreso en Ecuador – Printed in Ecuador.
Tiraje: 400
PRESENTACION
...”Cuando me examino a mí mismo y a mi método de pensa-
miento, llego a la conclusión que el regalo de la fantasía ha
significado más para mí que mi talento para absorber el cono-
cimiento positivo...”
Albert Einstein
económicas en las ciudades, y como consecuencia, nos obliga a
pensar en las nuevas formas de vida y la morfología de los espa-
cios arquitectónicos y urbanos.
Dentro de este proceso de constante cambio es esencial
la valoración de los elementos o componentes de nuestra memo-
ria arquitectónica.
La historia del espacio, como dice Foucault, es la historia
de la tecnología [“tecnologías del ser”] en la cual se puede ver
reflejada la práctica de las relaciones sociales y la organización
espacial que se genera. Es así, como podemos ver por ejemplo,
en la concepción de las formas del espacio doméstico, una parte
integral de la historia social y política de la familia.
Es por ello que podemos decir que la arquitectura es produ-
cida en respuesta a eventos, y tales eventos son expuestos a otros
eventos por venir. En este sentido, podemos pensar que el problema
del espacio en la arquitectura está en “habitar un tiempo”.
Nuestro tiempo está caracterizado por una serie de even-
tos que significan una nueva manera de pensar, hablar, ser, hacer,
ver, etc., los cuales no pueden ser clasificados con los elemen-
tos tradicionales, y en la que las instituciones tienen el papel de
representar [deber ser] las nuevas formas de habitarlo. Foucault
se refiere a estos eventos inclasificables como heterotopía y
J.L.Borges hace referencia a ellos en su “Enciclopedia China”.
Entonces, el espacio arquitectónico, el espacio en el cual
los eventos tienen lugar, está íntimamente ligado a qué tipo de
elementos de clasificación están a disposición en un determinado
tiempo y lugar para nuestra propia definición y caracterización.
El profesor Jaramillo nos presenta un brillante texto, el
cual puede ser entendido como la re-afirmación de la posibilidad
de ver y entender la arquitectura desde múltiples puntos de vis-
ta, donde el denominador común es precisamente, la arquitectura
problematizada, como tema de estudio, a través de discursos que
se oponen y se complementan dejando un lugar a la visión hetero-
tópica y por lo tanto a la necesidad de la reflexión.
El texto constituye un escenario, a manera de ventana,
en la cual la arquitectura y su enseñanza están puestas en esce-
na, en el que se percibe la multiplicidad como condición necesaria
para el proceso de formación, de una formación integral, que es lo
que realmente nos ocupa.
Alejandro Borges G.
Caracas, Septiembre 2010
DEDICATORIA Y AGRADECIMIENTO
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FACULTAD DE ARQUITECTURA Y URBANISMO
UNIVERSIDAD DE CUENCA
EL ESPACIO ARQUITECTONICO
EN EL BUCLE DEL TIEMPO
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ADVERTENCIA EPISTEMOLÓGICA
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Arquitectónico, porque se pretende merodear en torno a una de-
terminada clase de espacio, en este caso, el Espacio Fenoménico
Arquitectónico. Segundo, se exponen las categorías subyacentes
que dan sentido al Espacio Arquitectónico. Y en tercer lugar, se ha
realizado un inventario del Espacio Arquitectónico en el “Bucle del
Tiempo” de la Arquitectura Oriental y Aborigen Andina, Clásica, Is-
lámica, Renacentista, Barroca, Neoclásica, Moderna, Posmoder-
na y Contemporánea, con la finalidad de encontrar sus principales
propiedades y atributos.
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1. FENOMENIZAR LA CATEGORIA
ESPACIO ARQUITECTONICO
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a los geógrafos, meteorólogos, etc., que buscan favorecer
el progreso del conocimiento de las ciencias ambientales, o
mostrar la pura utilidad técnica de las cosas.
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que determina el carácter fundamental de las cosas.
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referimos a algo que sirve de soporte de las propiedades
(Platón, Aristóteles, Kant, ya lo dijeron para el caso de los
fenómenos); que contiene lo permanente (sustancia) y lo
mutable (modo) como su mera determinación. Bajo esta
perspectiva, entonces, un espacio es el “soporte histórico”
de cosas (en los ámbitos de la indicación y del encuentro),
propiedades y atributos.
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2. DETERMINACIONES CATEGORIALES
DEL ESPACIO ARQUITECTONICO
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denar en determinadas relaciones las categorías derivadas
del espacio (lógica). La construcción compleja de ambos la
denominamos Espacio Arquitectónico. Y la razón de ser de
esta forma es la de dar lugar, sentido a un sitio, mostrar su
patencia, crear mundo.
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3. EL ESPACIO ARQUITECTONICO
EN EL BUCLE DEL TIEMPO
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Y en la Cultura Incaica, la “Cruz del Sur” celeste
del macrocosmos, era reproducida en el microcosmos de
la “Pacha Mama”, a través del Urbanismo y la traza urba-
na que respondía a consideraciones hidrológicas, astronó-
micas y topográficas. En esta configuración espacial, las
“huacas” se emplazaban siguiendo la orientación de los 4
puntos cardinales.
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sol también era venerado y lo consideraban guardián del
calendario, indicador de facto del ciclo seguido por las es-
taciones, del que dependían sus trabajos agrícolas. Los
vestigios arqueológicos orientales, europeos y americanos,
dan testimonio de la fuerza y de la antigüedad de este doble
interés hacia las funciones del sol: centros ceremoniales y
observatorios para medir solsticios y equinoccios.
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ANDINO Y ORIENTAL
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3.2. CLASICO
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forma esférica y circular, y por esto esa figura es la más
perfecta y la más semejante a sí misma. (“Timeo”, Platón).
Y este modelo (esquema conceptual que dispone de una
“economía conceptual”) de la simetría del universo de las
dos esferas estableció, y es lo más importante, vínculos en-
tre los pensamientos Astronómico, Físico y Teológico, pues
era esencial para todos ellos.
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una región estática, reflejo de la estructura más amplia de
las esferas celestes.
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Mientras que el espacio dinámico aristotélico o lu-
gar, ejerce influencia y da sentido a las cosas; tiene un arri-
ba y un abajo, una cara, una espalda, una posición para, un
lugar donde; se ajusta a los testimonios ofrecidos por la per-
cepción sensorial. El espacio además es percibido como un
hecho unitario y total. Existen además diferentes tipos de
espacios: topos = espacio ocupado por un objeto; diástema
= el espacio que separa dos objetos; khóros = el espacio
que circunscribe un objeto.
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como derivación de la demostración y la implicación. Todos
los elementos arquitectónicos están implicados: el trazado
en planta, ICHNOGRAFIA; el alzado, ORTOGRAFIA; y la pers-
pectiva, ESCENOGRAFIA. Es un esfuerzo intelectual reflexivo,
vigilante, cuyo efecto final es la solución a problemas obs-
curos y la razón de la cosa nueva encontrada.
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CLASICO
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ANALISIS DEL PARTENON
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gulos de proporción 3-4-5)
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PARTENON
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3.3. MUNDO ISLAMICO
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sentaban estas características:
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muralla con acento castrense que no dice nada. Además
los elementos arquitectónicos tienen una clara disposición y
significados religiosos (patio, alminar, kibla, mihrab, cúpulas
abstraídas internas).
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Existe, pues, una diferencia cualitativa entre el Es-
pacio-Occidental que dispone de una atmósfera que vincula
los objetos dándoles temporalidad e historia, del Espacio
Oriental plano, que abstrae, otorga intemporalidad y lo hace
estático.
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tra aislado en los desiertos arenales de Africa. La Arquitec-
tura y el jardín se confunden; la casa es jardín y el jardín es
casa. Pero es una naturaleza sutilmente tratada, porque no
hay que olvidar que el Islam no difunde el sensualismo tor-
pe y grosero que sólo busca alcanzar el placer contaminado
de los sentidos. Aquí mas bien, de una manera depurada y
refinada, están al servicio cotidiano y de lo trascendente: lo
visual, lo auditivo, lo olfativo, lo táctil, lo áptico, porque se
encaminan a metas superiores.
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ISLAM
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3.4. RENACIMIENTO
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pérnico. Y ella se refiere no tanto en sugerir el movimiento
de la tierra, pues ya se había sido descrito así por algunos
sabios de la antigüedad (Aristarco de Samos), sino por la
matematización de la obra y por exponerse de forma deta-
llada las consecuencias astronómicas que se derivaban del
movimiento de la tierra. Después con Galileo (1610) se po-
pularizó la Astronomía debida a la invención del telescopio
y los descubrimientos con él efectuada.
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la Estética Renacentista.
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Volumétricamente en el siglo 16, los edificios públi-
cos muestran su composición unitaria, porque edificar es
componer libremente (un preanuncio del sistema combina-
torio en los tratados de la época Neoclásica) con los ele-
mentos simbólico expresivos disponibles del sistema Clási-
co. Acentúan su gravedad maciza con el predominio de los
llenos sobre los vacíos, son obras simétricas consistentes
pero no inertes, y además, por la definición de sus potentes
cornisamentos, la partición del plano, presentan volúmenes
cerrados hacia el exterior. Son expresiones arquitectóni-
cas que responden a Tipos Ideales fruto de decantaciones
y reformulaciones teóricas de la Gramática Grecorromana
(Vitruvio), pero realizadas para dar soluciones del momento
e incorporando además la experiencia técnica constructiva
heredada. En todo caso, ese sustrato teórico tiene su base
en el concepto de Orden, cuya expresión espacial y sus
elementos delimitadores del espacio responden a su repre-
sentación conceptual filosófica, al modelo de universo de la
época y a su correlato físico y matemático.
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RENACIMIENTO
1. Venecia, Internet
2. Verona, idem
3. Espacio Arquitectónico Europeo, Tesis María Paz
Vanegas, Universidad de Cuenca
4. Italia, Internet
5. Villas Italianas, Internet
6 a 11.. Arquitectura Religiosa Europea, Tesis María Paz
Vanegas.
12. Escorial, España, dib, Fernando Chueca
13. Italia, dib, idem
14. España, dib, idem.
15. España, Internet.
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3.5. BARROCO
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ellos. No era necesario por consiguiente que el sol esté en
el centro, ya que un sistema solar puede estar situado en
cualquier parte de un universo infinito.
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gravedad rigen tanto para los movimientos celestes y los
de los proyectiles. La ley del inverso del cuadrado y las téc-
nicas matemáticas permitían calcular por primera vez con
precisión las formas de las trayectorias y las velocidades
de los planetas y de los proyectiles terrestres. La ciencia del
siglo 17 alcanzó su apogeo con este descubrimiento.
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tensión de los Tipos ya establecidos en el Renacimiento,
así como del término Idea como preludio de un proceso de
abstracción y generalización teórica que tomará cuerpo a
partir del siglo 18 con el pensamiento de la Ilustración, y la
expansión colonial.
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breoferta morfológica; se hace estallar el orden simbólico
en figuras de impulsos y sensualidades, los elementos se
desdoblan, inventan nuevas curvaturas, luces y sombras,
sugieren múltiples interpretaciones, significaciones y posi-
bilidades escenográficas y por tanto diferentes relaciones
entre Arquitectura y Espacio Urbano.
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tamiento de Dios, a través de la proliferación de imágenes,
de realidades virtuales divinas materializadas en esculturas
y pinturas, y el Arte en general incluyendo la Arquitectura,
como el límite entre la experiencia de lo divino que caía en
el abismo de lo inefable y la vida terrenal cruzada con sen-
timientos de culpabilidad.
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nini), seguirá esos códigos estéticos: liberación espacial,
nueva concepción espacial en lugar de limitarse a comen-
zar con nuevo gusto esquemas antiguos; liberación mental
de las normas de los tratadistas, de las convenciones, de
la Geometría Elemental y de todo lo estático, son dibujos o
recorridos que pasan oblicuamente por las fisuras e inters-
ticios de la tradición Renacentista. Es también liberación de
la simetría y de la antítesis entre espacio interno y espacio
externo a través del tratamiento escultórico del Espacio Ur-
bano. Los alabeos murarios vivificados por efectos de luz
y sombra son el motor espacial eficaz del Barroco, y junto
con ellos, la ornamentación profusa, crea una categórica
afirmación espacial diferente de los paradigmas arquitectó-
nicos anteriores.
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BARROCO
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3.6. NEOCLASICO Y ACADEMICISMO
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tenía la idea inclusive, de que la sociedad tiene que “fun-
cionar como una seda”, en forma análoga al sistema solar
mecanicista.
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de mente y mundo; la segunda, “intuición pura interna” (for-
ma a priori de la sensibilidad) para ver cómo es posible la
Aritmética; la tercera, “intuición pura externa” (forma a priori
de la sensibilidad) para ver cómo es posible la Geometría; y
la cuarta, como fenómeno externo atendiendo a la naturale-
za de nuestra sensibilidad.
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contraponiendo a los excesos Barrocos y que se determi-
nan en el racionalismo, el ordenamiento, la disposición, la
distribución, la corrección, la funcionalidad y la claridad de
los elementos puestos en juego. Los conceptos básicos se
basan en parte en Diderot (1713-1784), donde se vincula el
concepto de Belleza a las nociones de proporción, armonía,
simetría, unidad, simplicidad, vida, experiencia, sensibili-
dad, verdad. Otros conceptos son aportados por Rondelet
(1802) y Durand (1801). Este último tuvo gran influencia en
todo el siglo 19 y parte del 20 con los principios de los tipos
funcionales (“tipología”); la ordenación de elementos con un
manejo más o menos libre, pero guardando siempre una
relativa uniformidad en consonancia con la búsqueda de
coherencia y fundamentación social ideológica-simbólica y
expresiva de la burguesía (“Arquitectura de Composición”);
la economía, la técnica, y el método de diseño lineal y se-
parado de la planta – elevación - componentes simbólico
expresivos (frontones, columnas, cornisas, etc).
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dad de objeto puesto en el espacio y se transforme en un
límite del Espacio Urbano, en un conformador del Espacio
Público (columnatas, escalinatas, horizontes urbanos). La
medida humana clásica de la Arquitectura ha cedido paso a
otra, a un mundo cósmico e histórico diferente; la sociedad
ha reemplazado a la naturaleza como tema de la Estética y
de la Arquitectura. El Neoclacisismo es ya el primero de los
movimientos románticos.
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Ledoux constituye el primer pronunciamiento de los nuevos
objetivos arquitectónicos: ruptura del sentido de unidad del
Barroco, manejo del sistema de pabellones como libre aso-
ciación de elementos independientes, donde predomina la
racionalidad del “plano partido” y los conjuntos se generan
por una composición de elementos que se van adicionan-
do; así ningún elemento depende del otro y cada parte se
manifiesta de forma libre dentro del marco definido por el
todo; nuevos temas de tipo social para la Arquitectura; “Ar-
quitectura Parlante” con el propósito de lograr una estrecha
relación entre las formas de los edificios y el uso para el
cual se destinaban.
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ingenieros y arquitectos: los primeros se inclinaron por los
temas funcionales y constructivos (caminos, puentes, es-
tructuras metálicas y el uso del cristal); y los segundos, se
dedicaron a la realización de la “Arquitectura Representa-
tiva”. Son notables en esta polémica los aportes de la ten-
dencia del “Racionalismo Clasicista” de la École des Beaux
Arts con Reynaud, Labrouste, Guadet y Choisy, sustenta-
dos por el desarrollo de los conocimientos tecnológicos y de
la práctica ingenieril, pero todavía atados ideológicamente
al Clasicismo y por lo tanto al pasado.
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peas, los nacionalismos, (mundo germano y anglosajón)
de la segunda mitad del siglo 19, tuvo importancia la con-
servación de las tradiciones culturales altas, regionales, lo-
cales y rurales forjadas en la Edad Media.
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fferson, H. Richardson, L.Sullivan y F.LL.Wrigth. El primero,
por su aporte urbanístico en la fundación de Washington.
El segundo, por la simplificación y el pragmatismo de las
formas. El tercero, por su contribución con sus edificios en
altura de lenguajes modernistas, y la ecuación arquitectóni-
ca que tendrá repercusiones amplias en todo el siglo 20, de
que “la forma sigue a la función” (de influencia a su vez del
escultor Horacio Greenough, que captó analogías entre lo
orgánico y lo mecánico:”observad los esqueletos y la piel de
los animales... no existe una arbitraria ley de proporción en
sus formas. La ley de adaptación es fundamental de la na-
turaleza en todas sus formas. Los elementos adquieren su
forma a partir de la función... Por belleza yo entiendo la pre-
sencia de la función. Por carácter yo entiendo la memoria
de la función” 1852). Y el cuarto, .Wrigth, por su contribu-
ción esencial al pensamiento y a la práctica arquitectónica y
de la concepción del Espacio Moderno (el modelo ejemplar
de la Casa Robie, Chicago, 1909): ruptura total del sistema
academicista, concepción planimétrica que parte del inte-
rior que se refleja en la composición de los volúmenes, los
materiales y su naturaleza deben acentuarse e indicarse,
composición volumétrica simple con relación activa y con-
tinua entre interior y exterior. Sus aportes se pueden sin-
tetizar en el concepto de “Arquitectura Orgánica”, en tanto
analogía biológica y organismo vivo integrado a la natura-
leza (vínculo ecológico y formal), donde el carácter sea ex-
presión apropiada en coincidencia con el tema del edificio y
exista una relación “forma-espacio” otorgando una máxima
importancia al espacio vivencial, experimental, “donde el
todo sea a la parte y lo que la parte es al todo, y donde la
naturaleza de los materiales, la naturaleza del propósito, la
naturaleza de todo lo realizado resulta como una necesi-
dad” (Wrigth, 1957).
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aprenderlo; su vínculo con la naturaleza y la analogía orgá-
nica para derivar en propuestas planimétricas y de volúme-
nes que sustituyen las estructuras cerradas en sí mismas;
iniciación de la revolución tecnológica condicionadora de un
nuevo modo de ver el espacio; racionalidad, trasparencia,
continuidad espacial, y, vínculos nuevos entre Arquitectura
y Ciudad, basados en ideales de reforma social, antece-
dente del papel mesiánico otorgado a la Arquitectura y al
Urbanismo dentro del Proyecto Moderno.
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NEOCLASICO
1. Espacio Público Europeo, dib, Germán Samper
2. Espacio Público Europeo, Internet
3 y 4.. París, dib, Fernando Chueca
5. Versalles, dib, idem
6. Bath (Inglaterra), dib, idem
7 a 9.. Arquitectura Civil Europea, Tesis María Paz Vanegas
10. Arquitectura Religiosa América Latina, dib, Germán Samper
11. Arquitectura Civil Europea, dib, idem
12 a 20.. Arquitectura Religiosa Europea, Tesis María Paz Vanegas
21. Plaza Mayor Madrid, Internet
22. Arquitectura Religiosa Europea, Tesis María Paz Vanegas
23. Arquitectura Civil Europea, idem
24 a 33. Arquitectura Civil Europea, dib, Germán Samper
34. Arquitectura Civil América Latina, Internet
35. Espacio Público América Latina, dib, Edgar Pacheco.
36. Arquitectura Civil Europea, dib, Germán Samper
37. Espacio Público América Latina, dib, E. Pacheco.
38 a 40. Arquitectura América Latina, dib, idem
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3.7. PROYECTO MODERNO
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concepción del universo, espacio-temporal de 4 dimen-
siones tuvo repercusiones en la Teoría de la Arquitectura,
como bien lo ha advertido Bruno Zevi.
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mico capitalista, que blandía un Proyecto Moderno, donde
la Modernidad se creía entender en un sentido de progreso
y futuro promisorio, el panorama de las ideas ofrece una
complejidad hasta entonces nunca vista, en cuyo seno se
prepara algo que va a estallar: la ruptura y dispersión de los
lenguajes intelectuales formalizables de todo tipo (Ciencia,
Arte, Arquitectura, Lingüística, Sociología), cuyo referente
histórico inmediato que hay que superar es el Positivismo
del siglo 19 (lo sensible, lo observable, los datos empíricos,
la primacía de lo enbolsable tanto de mercancías como de
territorios, el rechazo a las formulaciones teóricas, etc).
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espacio y por tanto en el mundo de la Arquitectura. Kandins-
ky (1908) abre las puertas de la abstracción; el Movimiento
Futurista con el discurso del movimiento y la nueva veloci-
dad (1914); Mondrian (1917) extrema el Arte Abstracto de
carácter geométrico; el movimiento Neoplasticista De Stijl
(1917) con Doesburg como portavoz del grupo influye con
la Geometría, la abstracción y el juego de planos y volúme-
nes en el primer Bauhaus (bajo la dirección de Mies van der
Rohe y su nueva teoría de la enseñanza) y en el proyecto
emblemático del Pabellón Alemán de la Exposición de Bar-
celona (1929), con sus atributos de sintético, elementarista,
centrífugo, y cuatridimensional como el universo einsteinia-
no.
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rentemente tolerante y abierta, pero en realidad opresiva
de la sociedad tecnológica moderna; Dewey (1859-1952),
distingue el Arte como experiencia integral; Morris (1901-),
seguidor de F. Saussure, fundador de la Semiología que
estudia los signos en el seno de la vida social, (tendrá en
la segunda mitad del siglo importantes discípulos para la
integración de la ciencia de la “Semiología Arquitectónica”),
delinea su proyecto teórico sobre el Arte, en el sentido de
que es un signo que designa la estructura axiológica de una
experiencia significante y que es en definitiva un lenguaje
para la comunicación de los valores y también cumple la
función informativa y performativa; para Croce (1866-1952),
el Arte es una actividad intuitiva por descubrir y representa
estados de ánimo, se distingue de la lógica por lo que impli-
ca un carácter personal; y Della Volpe (1895-1968), aborda
de manera lúcida y contradictoria a la teoría de Croce, en-
tendiendo el Arte como conocimiento de la realidad históri-
ca y con capacidad para revelar un mundo y producirlo, no
por lo que dice, (pura expresión lingüística), sino cómo lo
dice (operación crítica y reflejo ideológico).
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20, (que tuvieron su antecedente en el siglo anterior), en
torno a las ideas temporal y tridimensional del universo, a
los “lenguajes intelectuales formalizables” de la Ciencia, el
Arte, la Lingüística y la Sociología, fueron consecuencia
insoslayable de las nuevas visiones del Mundo Moderno.
Las disciplinas de la Arquitectura y del Urbanismo también
tuvieron esta marca indeleble de la Modernidad.
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Las principales cualidades del Espacio Arquitectó-
nico de esas formalizaciones son las siguientes:
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artísticos de la construcción” (Mies, 1924);
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cial, como en el caso del Pabellón de Barcelona de Mies
van der Rohe (1929), si bien el orden de los elementos es-
tructurales permanece rígidamente geométrico, el espacio
interior se corta por planos verticales que nunca forman fi-
guras cerradas creando así una fluencia ininterrumpida en
la sucesión de los ángulos visuales. También los planos y
líneas de las plantas arquitectónicas fugan hacia el infinito,
desdibujando las nociones de espacio interior y exterior. El
resultado de la formalización: un “Espacio Liberal” moder-
no, donde el volumen arquitectónico se ha descompuesto
primero, en un sin número de planos a la manera del Cu-
bismo (Análisis), con el objeto a integrar luego, las múltiples
visiones en una nueva forma de construcción de la realidad
(Síntesis).
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Las principales cualidades espaciales de la formali-
zación del Espacio Moderno, Bruno Zevi las sintetiza de la
siguiente manera: proyección del sueño Gótico de la con-
tinuidad espacial y la “descarnadura edilicia”, continuación
de la métrica espacial del Renacimiento, reanudación de
la experiencia Barroca con el movimiento de volúmenes, y
atención de las exigencias sociales y conquistas espaciales
del Neoclásico y el Eclecticismo. Es en definitiva una for-
malización espacial que ha seguido una dialéctica histórica
compleja Hegeliana que desarrolla las etapas de la supre-
sión, mantenimiento y superación.
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en todas las direcciones, analogía biológica integrada a la
naturaleza (vínculo ecológico y formal), donde el carácter
arquitectónico sea una expresión en coincidencia con el
tema del edificio, otorgando también una máxima importan-
cia al espacio vivencial, experimental, “donde el todo sea a
la parte y lo que la parte es al todo, y donde la naturaleza de
los materiales, la naturaleza del propósito, la naturaleza de
todo lo realizado resulta como una necesidad” . El idioma
de su Arquitectura Orgánica se resume en nueve puntos
(1959): naturaleza, orgánica, la forma sigue a la función de
manera biunívoca, romance, tradición, ornamento, espíritu,
tercera dimensión, espacio.
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MODERNO
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3.8. PROYECTO POSMODERNO
Y CONTEMPORANEO
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ros minutos del eco, han permitido abundar poderosamente
en argumentos y consolidar la teoría Cuántica de la Gra-
vedad: (la nueva Gran Teoría Unificada Mecano-Cuán-
tico-Relativista, que explicaría el comportamiento de las
poderosas fuerzas nucleares fuerte y débil, junto con las
fuerzas electromagnética y gravitatoria) un universo que
comenzó hace 15.000 millones de años con un formidable
estallido; con 100.000 millones de galaxias que pueblan su
horizonte visible; un cosmos, como hijo de las condiciones
de desequilibrio provocadas por la violenta expansión, lleno
de singularidades, (galaxias, estrellas, planetas), siendo el
Planeta Tierra el más complejo y ubicado en la cúspide de
la pirámide de la complejidad. Dice Reeves que la naturale-
za está construida como a partir de un alfabeto: las letras de
ese idioma singular son las partículas elementales, los elec-
trones y los quarks; con la combinación de esa decena de
letras se forman el millar de átomos que reconoce la Física,
estos átomos son las palabras que articuladas en frases se
presentan los cientos de miles de moléculas distintas de la
Química y la Biología; las moléculas son constitutivas a su
vez de las células y éstas de los organismos. Para describir
el número de células posibles hace falta un número de 600
millones de cifras. Naturalmente en los peldaños superiores
de la pirámide de la complejidad se encuentran los seres
vivos construidos no solo por la cantidad de elementos, sino
por la disposición, la información incorporada y por las fuer-
zas que intervienen en ellos. Y en la cúspide se halla el ser
humano estructurado por el complejísimo genoma humano:
trillones de células, cada una con 46 cromosomas que con-
tienen moléculas de ADN comprimido y enroscado, la famo-
sa doble hélice, con 3.100 millones de subunidades o pares
químicos A-T-C-G, y la presencia de 30.000 genes.
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verso (¿existen otros universos con otras leyes?) el tiem-
po transcurre en la dirección de un meridiano cualquiera
y el paralelo correspondiente nos informa del tamaño del
universo global; los polos del espacio-tiempo son intercam-
biables; y los colapsos y explosiones se dan en un proceso
cíclico en el que no hay un principio y un final, ni pasado-
presente-futuro.
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gico (Anarquía Dadaísta), en la que sostiene que la ciencia
tiene inclusive que aproximarse al mundo del Arte y el Mito.
No existen reglas fijas para la práctica científica y para los
demás saberes incluido el mundo del Arte, por lo que el
Relativismo Filosófico está por encima de los dogmatismos
modernos.
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teoremas; y, por otra, el esfuerzo de las palabras por ex-
presar con mayor precisión posible el aspecto sensible de
las cosas. Y en “Seis Propuestas para el próximo Milenio”,
su fe en el futuro del libro y de la Literatura, puesto que en
la era Postindustrial, sólo ellos pueden desplegar valores
o cualidades y tener un lugar privilegiado en la perspectiva
del nuevo milenio: “levedad, rapidez, exactitud, visibilidad,
multiplicidad y el arte de empezar y el arte de acabar”.
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Georg Gadamer, seguidor de Heidegger y filóso-
fo de la Hermenéutica y crítico del concepto Belleza. A la
Belleza la entiende como acontecimiento y por tanto como
incorporación, experiencia vital y pertenencia inescindible.
Pero, ¿cuál es la verdad a la que se accede en la experien-
cia estética? “Todo encuentro con el lenguaje del Arte es
encuentro con un acontecer inconcluso y él mismo es una
parte de este acontecer”. Frase de Gadamer que resume
los temas fundamentales de su Hermenéutica Filosófica.
Se debe precisar que este encuentro no permite la división
entre sujeto y obra, superándose de esta manera la noción
subjetiva por cuanto la “Experiencia Estética” no se ago-
ta en el disfrute estético o en la efímera vivencia del gus-
to; es decir, no puede haber experiencia fuera de la obra,
sino con la obra. En síntesis: “el ser de la obra es sujeto en
tanto que acontecimiento inconcluso de carácter lingüístico
desencadenado por el encuentro...., la experiencia estética
como mediación hermeneútica, retiene la inconclusividad
como determinación esencial de la finitud de toda expe-
riencia”. (Lucas Fragasso) En este contexto, si la obra es
acontecimiento lingüístico, autocomprensión y copertenen-
cia, entonces, la obra responde a quien posee la capacidad
de plantear una pregunta, pero su respuesta es el modo de
plantear un interrogante, se abre, para plantear otras res-
puestas y formular nuevas preguntas: la obra es entonces
una catarata lógica de preguntas y respuestas, desplazan-
do la afirmación heideggeriana de que el “lenguaje habla”,
hacia la enunciación de que “El lenguaje es diálogo”. Y para
alcanzar esa rica experiencia como auténtico conocimien-
to (Epistemología Hermeneútica), es necesario practicar lo
que Derrida llama la “conciencia estética” y la “conciencia
histórica”, sustraídas ambas de la reconstrucción de códi-
gos y hechos: ambas inescindibles, con un centro articula-
dor, el lenguaje. En “Verdad y Método” están articulados los
tres recorridos o esferas: Arte, Historia y Lenguaje.
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Modernidad, (el hombre se ha vuelto “sujeto” y el mundo
ha devenido “imagen”), se refiere a que el hombre se ha
vuelto el centro de referencia del ente y dueño de toda ob-
jetividad, saber y dominación; que la Historia devenida en
la Modernidad es “presentación”, solo tiempo presente, uni-
ficación del ente en el presente. Frente a ello, es necesario
retornar a la Metafísica y la Gramática para “disolver las
capas encubridoras de una tradición endurecida” y que se
ha ido destruyendo en el tiempo (la Historia del Centro y sus
funciones derivadas: eidos, arché, telos, energeia, ousía,
cogito, conciencia). La Historia de la Metafísica es Decons-
trucción porque es la relación entre ella y su destrucción
permanente.
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mismo tiempo son constitutivos de su opuesto e inauguran
una diferencia. El marco del cuadro por ejemplo, trabaja y
coopera, pero jamás se deja exponer, jamás está presente
en la obra, jamás se da a la lectura.
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el interesante debate Modernidad-Posmodernidad pene-
trado en distintos campos teóricos y entendido como la
controversia de una época que se siente en mutación de
referencias, deseos, nuevas esteticidades, debilidad de
certezas, y en incertidumbres ideológicas y políticas. Entre
los más destacados pensadores se pueden citar a Sartre,
Russell, Lukács, Althusser, Marcuse, Barthes, Cage, McLu-
han, Sontag, Venturi, Marshall Berman, Jürgen Habermas,
J.F.Lyotard, Lacan, Adorno, Foucault, Jameson, Vattimo,
Calvino, Deleuze, Gadamer, Derrida, Tomás Maldonado,
Octavio Paz, Jorge Carrera Andrade, entre otros.
151
nuevo escenario en el que se descompone y anacroniza
las variables modernas, pero sin un proyecto propio. Desde
este punto de vista, las argumentaciones posmodernas que
señalan el ocaso de las grandes narraciones, al menos re-
presentan un nuevo acto frente al pathos de la Modernidad
Occidental del Primer Mundo. Y para América Latina con
una Modernidad Histórica Descentrada, en la que se produ-
jeron desacoples profundos entre sus culturas populares y
las racionalizaciones dominantes, la Condición Posmoder-
na, tiene otras significaciones y lecturas más complejas y
por tanto más polémicas.
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1°. Los “jóvenes conservadores”: ignoran el Mundo
Moderno y de una forma maniquea contraponen a la razón
instrumental, un principio que sólo es posible mediante la
evocación sentimentalista de la Historia;
153
ideas, sentidos y códigos han estado presentes tanto en el
Proyecto Posmoderno (P) (1960-1980) como en el Con-
temporáneo (C) (1980-2010), y por supuesto que han sido
también parte constitutiva del mundo de la Arquitectura y el
Urbanismo.
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los grupos dominantes. Vigilar, castigar y convencer, tienen
sus derivaciones espaciales: el monumentalismo, el Pos-
modernismo de relumbrón. (Foucault)
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Entra, recorre trayectos sin normas establecidas ni lógicas
totalizantes, donde siempre las intuiciones, los conceptos
canónicos y los modelos retóricos dicen, alegóricamente,
otra cosa de lo que dicen; hablando de sí mismos remiten
a otra cosa y hablando de lo otro se refieren a sí mismos.
(Derrida).
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de pertenencia”, de relaciones comunitarias en base de la
recuperación de códigos estéticos y urbanos del pasado.
(Jane Jacobs)
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porque los espacios interiores con todo su andamiaje se
desplazan al exterior.
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POSMODERNO
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En el Proyecto Contemporáneo que se despliega
a partir de los años1980, aunque las columnas y los fron-
tones de la Posmodernidad sobrevivieron sólo unos pocos
años, pueden advertirse los siguientes campos específicos
de tensión en la Arquitectura:
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de la temporalidad porque este material refleja el origen y
el envejecimiento, y porque ha sido utilizado desde antigüe-
dad babilónica hasta el Movimiento Moderno.
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códigos estéticos de la Modernidad: los llamados “Tardo-
modernismos” de interiores minimalistas, con paredes blan-
cas, vitrales perforados, y más detalles resueltos con alta
tecnología. Son sobrevivientes de la Modernidad según
Jencks. (Rogers, Meier)
181
las interpretaciones eclécticas como la de Peter Eisenman,
basadas en las importaciones de la Arquitectura Moderna y
la Deconstrucción; y las nuevas estéticas recientes que no
pueden ser etiquetadas con facilidad y que han sido ubica-
das como las “representativas de una nueva poética”. (He-
jduk, Lebeskind, Morphosis, Calatrava, Grimshaw, Hadid,
Herzog, Meuron, Siza)
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definitiva, el nuevo paradigma de la “sociedad red”, genera
una nueva Arquitectura y un inédito espacio urbano, ahis-
tóricos y aculturales, con el desarraigo de la experiencia, la
historia y la cultura específica de los pueblos.
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ta de hacer “Otra Arquitectura” de calidad y de pertinencia
desde nuestra condición latinoamericana.
“Dime - dice Fedro a Sócrates – ya que eres tan sensible a los efec-
tos de la Arquitectura, ¿no has observado al pasearte por esta ciu-
dad que entre los edificios que la constituyen algunos son mudos,
otros hablan, y en fin, otros, los más raros, cantan? No es su desti-
no, ni siquiera su forma general lo que nos anima o lo que los redu-
ce al silencio. Obedece al talento de su constructor o bien a favor de
las Musas. – Ahora que me lo haces notar lo comprendo – agrega
Sócrates. – Los edificios – prosigue Fedro, que no hablan ni cantan
no merecen sino desdén, son cosa muerta, jerárquicamente son
inferiores a esos montones de piedras que vuelcan los carros de
los contratistas y que, al menos divierten al ojo sagaz, por el orden
accidental que adquieren al caer. En cuanto a los monumentos que
solamente hablan, si hablan con claridad, los estimo. Aquí, dicen,
se reúnen los mercaderes..... Aquí deliberan los jueces. Aquí gimen
los cautivos.... Esos pórticos de mercaderes, esos tribunales y esas
cárceles, hablan con el lenguaje más claro cuando sus constructo-
res los han realizado con la habilidad necesaria”
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CONTEMPORANEO
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A MODO DE CONCLUSION
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tenga bucles y ramificaciones, y se pueda seguir avanzando
y, aún así, regresar a alguna estación anterior de la línea”
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Igualmente se ha sostenido en este texto que la Fi-
losofía, así como el Arte y las teorías de la Estética de los
diferentes momentos de la Historia, siempre han atravesa-
do de una manera compleja el mundo de la Arquitectura.
Desde la Antigüedad hasta los recientes proyectos Contem-
poráneos, el pensar más amplio otorga un sentido a las teo-
rías y prácticas más específicas, entre ellas como no puede
ser otra manera, la disciplina de la Arquitectura.
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220
BIBLIOGRAFIA
2. DETERMINACIONES CATEGORIALES
“El antiguo Universo de las dos Esferas” del Libro “La Revolución
Copernicana”, Thomas Kuhn, Ed. Orbis, 1984, p. 22 a 51.
“La Lectura del Medio Ambiente”, Maurice Munir Cerasi, Ed. Publi-
221
caciones del Colegio Oficial de Arquitectos de Cataluña y Baleares,
1973, p. 195.
3.2. CLASICO
“La Lectura del Medio Ambiente”; Maurice Munir Cerasi, Ed. Publi-
caciones del Colegio Oficial de Arquitectos de Cataluña y Baleares,
1973, p. 195 a 196.
ISLAMICO
3.3. RENACIMIENTO
“La Lectura del Medio Ambiente”, Maurice Munir Cerasi, Ed. Publi-
caciones del Colegio Oficial de Arquitectos de Cataluña y Baleares,
1973, p. 197.
222
3.4. BARROCO
223
Visión, 1977, p.125.
“La Lectura del Medio Ambiente”, Maurice Munir Cerasi, Ed. Publi-
caciones del Colegio Oficial de Arquitectos de Cataluña y Baleares,
1973, p. 198 a 202.
224
Debates sobre Modernidad y Posmodernidad, N. Lechner, et.al, Ed.
Nariz del Diablo, 1991.
225
226
CONTENIDO
ADVERTENCIA EPISTEMOLOGICA.......................................... 13
2. DETERMINACIONES CATEGORIALES................................ 23
3. EL ESPACIO ARQUITECTONICO
EN EL BUCLE DEL TIEMPO................................................ 27
3.2 CLASICO.............................................................................. 39
3.3 ISLAMICO............................................................................. 53
3.4 RENACIMIENTO................................................................... 63
3.5 BARROCO............................................................................ 73
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A MODO DE CONCLUSION..................................................... 217
BIBLIOGRAFIA.......................................................................... 221
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