Sunteți pe pagina 1din 15

RevistaA.E.N. Vol. VII. N. n 23.

1987

Historia
Sobre la génesis del orden psiquiátrico
en la posguerra española: La implantación de la
psiquiatría de Heidelberg en España
Angel GONZAlEZ DE PABLO *

, Tras la finalización de
la guerra civil de 1936­
1939 la psiquiatría espa­
RESUMEN ñola quedó totalmente
Se ofrece un análisis de la influencia de la psiquiatría de Heidel­ desmantelada. Con el
berg sobre la española. Dicha relación queda sistematizada en tres advenimiento del <mue­
etapas: fase de comienzo (influencia de Kraepelin), fase de asenta­ vo orden» social los psi­
miento (influencia de Jaspers y Schneider) y fase de expansión y quiatras que habían
declive (influencia de la nueva escuela de Heidelberg). El trabajo se pertenecido al bando
completa con algunas consideraciones epistemológicas sobre el nacionalista ocuparon
desarrollo de la medicina en general y de la psiquiatría en par­ todos los cargos rele­
ticular. vantes y emprendieron
la tarea de crear una
ABSTRACT
psiquiatría «nueva»
acorde con este orden.
The author presents an analysis of the infuence of the psychiatry Tres elementos funda­
of Heidelberg on spanish psychiatry. This report is divided into mentales y no muy con­
three stages: 1) beginning phase (Kaepelin influence), 2) stablish­ cordantes entre sí ha­
ment phase (Jaspers and Schneider influence), and expansion and brían de configurarla: 1)
declive phase (New Heidelberg School influence). The work closes el sentimiento antieuro­
with some epistemological considerations on the development of peísta, basado en la fir­
medicine, psychiatry in particular. me creencia de la deca­
dencia del espíritu del
PALABRAS CLAVE
continente; 2) el consi­
guiente nacionalismo
Psiquiatría española posterior a 1939. Psiquiatría de Heidelberg psiquiátrico, que tenía
posterior a 1878. Influencia alemana sobre la psiquiatría española. como fin la creación de
Epistemología médica. una psiquiatría autócto­
na fuertemente influen­
ciada por la ideología
KEY WORDS dominante, y 3) la
aceptación -en paten­
Spanish psychiatry after 1939. Heidelberg's psychiatry after 1878.
Germany influence in Spanish psychiatry medical Epistemology.
(*) Departamento de His­
toria de la Medicina. Universi­
dad Complutense. Madrid.

633
Sobre la génesis del orden psiquiátrico en la posguerra... Revista A.E.N. Vol. VII. N. 023. 1987

te contradicción con las dos característi­ psiquiatría alemana. Frente a ella, la Uni­
cas anteriores- de los postulados psi­ versitatspsychiatrie fue tomando poco a
quiátricos vigentes en la Alemania de la poco carta de naturaleza. Dos ventajas
época. ofrecía este tipo de psiquiatría frente a la
La descripción del desarrollo de esta in­ de los Anstalten: en primer lugar, la proxi­
fuencia germánica - que tuvo como midad con otros departamentos del hos­
substrato principal la psiquiatría de pital ofrecía la posibilidad de una acción
HEIDELBERG -, la explicación de la contra­ terapéutica integrada; en segundo lugar,
dicción en la que cayeron los psiquiatras la existencia de las clases de psiquiatría
españoles de post-guerra en su proceder -de realización tan dificultosa en los
consistente en basarse en la psiquiatría anstalten- quedaba asegurada.
alemana para el establecimiento de lo que Fue precisamente SCHÜLE 2, formado
ellos llamaron una psiquiatría autóctona en lIIenau con ROLLER, quien, por encargo
española, y el establecimiento de unas del ministro JOL Y, emprendió en 1873 la
consideraciones epistemológicas sobre el dirección de los trabajos de construcción
desarrollo de la medicina en general y de de lo que habría de ser la clínica psiquiátri­
la psiquiatría en particular tomando como ca de Heidelberg. El fue, por tanto, el pa­
ejemplo el presente episodio de la historia dre espiritual tanto de esta clínica como
de la psiquiatría, serán los objetivos del de la levantada posteriormente en Frei­
presente trabajo. burg 1886).
En junio de 1877 se realizó la decisiva
propuesta para la ocupación de la nueva
LAS ETAPAS DEL DESARROLLO DE cátedra. La Facultad requería dos condi­
LA PSIQUIATRIA DE HEIDELBERG ciones a los candidatos: orientación pre­
A PARTIR DE 1878 dominantemente neuropatológica yexpe­
riencia en Anstalten 3. La elección recayó
El 15 de octubre de 1878, fecha del in­ finalmente sobre el joven FÜRSTNER, elec­
greso de los primeros enfermos en el ción que es un indicador de la precaria si­
Grossherzoglich Badische Universitats­ tuación de la psiguiatría alemana de aque­
Irrenklinik Heidelberg, puede considerar­ llos tiempos. En términos generales puede
se como el punto de inflexión para la defi­ decirse que la estancia de FÜRSTNER en
nitiva consolidación de la Universitats­ Heidelberg no supuso ningún impulso
ychiatrie frente a la Anstaltspsychiatrie 1. sustancial para la clínica.
Esta última, que había alcanzado con Ro­ En 1891, KRAEPELlN fuen elegido nuevo
LLER y su relativ verbundene Heil-und catedrático y director de la clínica. alrede­
Pflegeanstalt de lIIenau el máximo apo­ dor suyo se formó paulatinamente una
geo en el periódo comprendido entre 1842 camarilla de colaboradores, precedente
y 1878, había basado la terapia del enfer­ del que tomarían ejemplo los distintos
mo psíquico en el aislamiento y, tras la grupos o escuelas que se iban a constituir
muerte de GRIESINGER en 1868, se había más tarde en torno a los distintos directo­
constituido en el pilar fundamental de la res. Sobre ellos se fundamentaría esa for­
1 Sobre la historia de la psiquiatría en Heidelberg
durante el siglo XIX consúltese; SCHNUR, E.: Zur
Geschichte der Entstehung der Psychiatrischen Kli­ 2 Información sobre los psiquiatras del siglo XIX
nik in Heidelberg. Tesis doctoral, Heidelberg, 1922; nombrados en el texto puede buscarse en KIRCH­
WILMANNS, K.: Die Entwicklung der Badischen Irren­ HOFF, Th. (Hrsg.): Deutsche Irrenarzte. 2 vals., Ber­
fürsorge mit besonderer Berücksichtigung der lín 1921 y 1924. Sobre los del siglo XX puede consul­
Universitats-Kliniken. «Arch. Psychiat. Nervenkr. tarse KOLLE, K. (Hrsg.): Grosse Nervenarzte. 3 vols.,
87», (1929), págs. 1-23; MIDDELHOFF, H. D.: C. F. W. Stuttggart 1956, 1959 Y 1963.
Roller und die Vorgeschichte der Heidelberger Ps­ 3 JANZARIK, W.: 100 Jahre Heidelberger Psychia­
ychiatrischen Klinik. En JANZARIK, W. (Hrsg.): Ps­ trie. En JANZARIK, W. (Hrsg.): Psichopathologie als
ychopathologie als Grundlagenwissenschaft. Stutt­ Grundlaqenwissenschaft. Stuttgart, 1979, págs.
gart, 1979, págs. 33-50. 1-18, pág. 7.

634
Sobre la génesis del orden psiquiátrico en la posguerra... Revista A.E.N. Vol. VII. N. n 23. 1987

ma especial de trabajo en equipo que ha­ El 10 de julio 1903, KRAEPELlN acepta el


bría de caracterizar la psiquiatría en HEI­ ofrecimiento de la universidad de Munich.
DELBERG a partir de KRAEPELlN. Entre los BONHOEFER ocupó su puesto durante al­
que más tiempo permanecieron con él se gunos meses, pero fue Franz NISSL quien
encuentran: G. ASCHAFFENBURG, E. definitivamente se constituyó en su suce­
TRÓMMER, F. NISSL, W. WEYGANDT, E. sor a partir del uno de octubre 1904. Alre­
RÜDIN, R. GAUPP, P. SCHRÓDER, K. WIL­ dedor de este gran investigador se fue
MANNS, A. ALlHEIMER y 'N. HELPACH 4. configurando un nuevo grupo. A él perte­
Con KRAEPELlN empezó realmente la necieron K. WILMANNS, L. MERlBACHER,
actividad docente de la clínica. Asimismo, G. DREYFUS, H. W. GRUHLE, O. RANKE,
introdujo también en Heidelberg la psico­ A. HOMBURGER, A. WETlEL, K. JASPERS,
logía experimental que había aprendido A. KRONFELD y W. MAYER-GROSS 8.
con WUNDT y colocó las bases para la psi­ La continuidad no se rompió cuando
quiatría forense que tantos frutos daría NISSL, el uno de abril de 1918, fue llama­
posteriormente en Heidelberg. En el cam­ do a Munich por KRAEPELlI\l para ocupar la
po nosográfico, sus principales contribu­ dirección del Deutsche Forschungsanstalt
ciones se plasmaron en las sucesivas edi­ für Psychiatrie. Es más, WILMANNS, el
ciones de su Psychiatrie 5. La descipción nuevo director, acabó dando la debida
y la clasificación de las enfermedades am conjunción al grupo merced a sus gran­
expuestas suponen la síntesis y culmina­ des dotes de organizador.
ción de la psiquiatría del positivismo. Co­ Durante ambos periódos la actividad de
mo es descripción de las psicosis endóge­ HEIDELBERG fue extraordinariamente
nas y en su división en psicosis maníaco­ fructífera 9: NISSL se ocupó preferente­
depresiva y demencia precoz. A partir de mente de las investigaciones neuropato­
la «clásica» sexta edición 6, la demencia lógicas, especialmente de la parálisis pro­
precoz quedaría definitivamente descrita gresiva, WILMANNS y GRUHLE dedicaron
con dos formas evolutivas principales: la sus esfuerzos al campo psicopatológico y
progresiva, que conduce a un estado de psicológico-criminal, JASPERS sentó las
defecto permanente, y la que cursa con
una evolución en brotes sin déficit defini­
tivo. Por último, KRAEPELlN puso grandes chaft. Stuttgart, 1979, págs. 62-73; GAUPP, R.: Die
Lehren Kraepelins in ihrer Bedeutung für die heutige
esperanzas en la neuropatología, aunque Psychíatrie. «l. Neurol. 165», (19391, págs. 47-75;
sin considerarla la base de la psiquiatría. GRUHLE, H. W.: Kraepelins Bedeutung für die Psy­
Aun así, su actitud abriría el camino para chologie. «Arch. Psychiat. 87», (1929), págs. 43-49;
KOLLE, K.: Emil Kraepelin. En KOLLE, K. (Hrsg.):
NISSL y ALlHEIMER Y posteriormente para Grosse Nervenarzte. vol. 1, Stuttgart 1956, págs.
SPIEL-MEYER y BRODMANN 7. 175-186; MAYER-GROSS, W.: Die Entwicklung der kli­
nischen Anschauungen Kraepelins. «Arch. Psy­
4 JANZARIK: <<op. cit.», pág. 8. chiat. 87», (1929), págs. 30-42; SCHNEIDER, K.: Krae­
5 Este libro de texto alcanzó un total de ocho edi­ pelin und die gegenwartige Psychiatrie. «Fortschr.
ciones que se extendieron desde 1883 a 1915. Neurol. 24», (1956), págs. 1-7; WEYGANDT, W.:
6 KRAEPELlN, E.: Psychiatrie. Leipzig, 1899. Kraepelins Bedeutung hinsíchtlich der psychischen
7 Sobre el desarrollo de la psicopatolog(a alemana Entwicklung und padagogik. «Arch. Psychiatr. 87»,
hasta KRAEPELlN puede consultarse; JANZARIK, W.: (1929), págs. 68-74; KRAEPELlN, M.: Lebenserinne­
Die KlinischePychopathologie zwischen Griesinger rungen. Berlín, 1983.
und Kraepelin. En JANZARIK, W. (Hrsg.): Psychopat­ 8 JANZARIK, W.: TOO Jahre Heidelberger Psychia­
hologie als Grundlagenwissenchaft. Stuttgart, 1979, trie. En JANZARIK, W. (Hrsg.): Psychopathologie als
págs. 51-61. Sobre la evolución y el influjo de las Grundlagenwissenschaft. Sturrgart, 1979, págs.
concepciones Kraepelinianas el lector interesado 1-18, pág. 9.
puede dirigirse a ASCHAFFENBURG, G.: Der Einfluss 9 Sobre los logros de la época de WILMANNS con­
Kraepelins auf die Kriminalpsychologie und Krimi­ súltese KINDT, H.: Der Arbeitkreis um Karl Wil­
nalpolitik. «Arch. Psychiatr. 87», (1929), págs. 87­ manns. En JANZARIK, W. (Hrsg.): Psichopathologie
95; AVENARIUS, R.: Emil Krepelin, seine Pers6nlich­ als Grundlagenwissenschaft. Stuttgart, 1979, págs.
keit und seine Konzeption. En JANZARIK, W. 83-93; y JASPERS, K.: Philosophische Autobiograp­
(H rsg.): Psychopathologie als Grundlaqenwissens- hie. Munich, 1977, págs. 17-31.

635
Sobre la génesis del orden psiquiátrico en la posguerra... Revista A.E.N. Vol. VII. N. 023. 1987

bases de una psicopatología verdadera­ Con la llegada de von BAEYER en 1955


mente científica con su célebre tratado de se introdujo un nuevo rumbo en la clínica:
1913 y la psiquiatría forense se vio repre­ la analítica antropológica del Dasein hizo
sentada cumplidamente por los trabajos su aparición en HEIDELBERG. en la consoli­
de GAUPP, WILMANNS, GRUHLE y WETZEL. dación de esta nueva corriente psiquiátri­
El volumen de las esquizofrenias del ca jugó un papel considerable el nuevo
Handbuch de BUMKE 10 es un verdadero círculo de colaboraciones: G. HUGER, K.
resumen de la experiencia acumulada du­ P. KISKER, H. TELLENBACH, R. BROCK, H.
rante los periódos de NISSL y WILMANNS. HAFNER, W. BRAuTIGAM, K. OSTERREICH,
A partir de 1928, la escuela de HEIDELBERG M. MÜLLER-KüPPERS, K. OIEBOLD, D. V.
creó, además, su propio órgano de expre­ ZERSSEN, D. LANGER, W. BbcKER, A.
sión: la revista Nervenarzt. KRAUS, R. AVENARIUS, H. K. ROSE Y W.
Con la destitución de WILMANNS en BLANKENBURG fueron los más sobresalien­
1933 por las autoridades universitarias na­ tes entre ellos 14.
zis se truncó todo el trabajo llevado a ca­ Dos fueron las corrientes predominan­
bo durante, esos treinta años. Carl SCH­ tes de los trabajos de HEIDELBERG durante
NEIDER, su sucesor, no aportó nada nove­ este tiepo: la psicopatología de orienta­
doso a la clínica. Sus concepciones se ción antropológica, con importantes con­
apoyaron sobre unas bases especulativo­ tribuciones de KISKER, BRAuTIGAM, HAF­
biológicas que salvo por él, no fueron NER, TELLENBACH Y BLANKENBURG, y la
nunca tratadas en Heidelberg. psiquiatría social, dirigida fundamental­
El 28 de febrero de 1946 Kurt SCHNEI­ mete a la práctica 15.
DER se convirtió en el nuevo director de la La sucesión de von BAEYER en 1972
clínica y titular de la cátedra. Un nuevo provocó un tumultuoso escándalo que
grupo se fue formando a su alrededor. marcÓ el punto álgido de la introducción
Entre los que más tiempo permanecieron de la antipsiquiatría en la clínica. La elec­
con él se encuentran: S. ENGEL, H. ción de JANZARIK como su sucesor en
KRANZ, F. W. BRONISCH, H. H. MAYER, H. 1973 puso fin a este conflictivo periódo de
LEFERENZ, W. DE BOOR, W. JANZARIK, P. representó la vuelta al «viejo orden». Des­
MATUSSEK, H. HARBAUER, W. SCHMITT, de entonces la psiquiatría de HEIDELBERG
G. HUBER, H. GÜPPINGER, B. PAULEIK­ ha intentado conjugar la investigación
HOFF, H. H. WIECK Y K. P. KISKER 11. psicopatológica dinámico-estructural con
El resumen intelectual de aquella época la clásica psicopatología de JASPERS y
gira en torno a la Klinische Psychopatho­ SCHNEIDER.
logie de Kurt SCHNEIDER 12. En sus 11 edi­
ciones se recogió el proceso seguido por LOS MOTIVO DE LA ADOPCION
la psiquiatría de HEIDELBERG durante este EN LA ESPAfQA DE LA NORMA
periódo para lograr, mediante concisas PSIQUIATRICA DE HEIDELBERG
formulaciones, un conocimiento objetivo
en el campo del diagnóstico de la psicosis En la búsqueda de las causas de esta
maníaco-depresiva y de la esquizofre­ adopción no es necesario remontarnos
nia 13. ychiatr. 35», (1967), págs. 497-515 y HUBER, G.: Die
klinische Psychopathologie von Kurt Schneider. En
10 BUMKE, O. (Hrsg.): Handbuch der Geisteskrank­
JANZARIK, W. (Hrsg.): Psychopathologie als Grund­
heiten. vol. 9, Berlín, 1932.
laqenwissenschaft. Stuttgart, 1979, págs. 102-111.
11 JANZARIK: «op. cit.», pág. 12.
14 JANZARIK: «op. cit.», pág. 13.
12 Las ediciones más significativas son las que van
15 Una completa relación de los trabajos más im­
de la tercera a la décimoprimera. Cfr. SCHNEIDER, K.:
portantes de aquella época se encuentra en TELLEN­
Klinische Psychopathologie. Stuttgart, 1950 (3. ed. 1
BACH, H.: Heidelberger Beitriige zur phiinomenolo­
hasta 1976 (11. ed. l.
gisch-anthropologischen Psychiatrie und Daseina­
13 Sobre la obra de Kurt SCHNEIDER puede consul­
nalyse. En JANZARIK, W. (Hrsg.l: Psychopathologie
tarse WEITBRECHT, J.: Kurt Schneider 80 Jahre-80 als Grundlagenwissenschaft. Stuttgart, 1979, págs.
Jahre Psychopathologie. «Fortschr. Neurol. Ps- 137-144.

636
Sobre la génesis del orden psiquiátrico en la posguerra... Revista A.E.N. Vol. VlI. N. 023. 1987

- tal como LÓPEZ-IBOR sugiere 16 - a las Pedro DOMINGO, TOSQUELLES, LLOPIS, VI­
relaciones entre España y alemania duran­ LLA LANDA, etc., y que precisamente ellos
te el siglo XVI. Los motivos de la asimila­ habían sido los artrfices de las primeras re­
ción del patrón psiquiátrico de HEIDEL­ formas asistenciales iniciadas en los años
BERG por parte de la psiquiatría española de la Segunda República al amparo de la
posterior a la guerra civil son mucho más legislación psiquiátrica de 1931 17, ya esto
cercanos. Ya con la generación del 98 unimos que la incipiente recepción de las
-UNAMUNO, MENÉNDEZ-PIDAL, MAEZTU, obras de FREUD 18 quedó cprtada también
AZORIN, ORTEGA y GASSET, etc. - empie­ con la guerra civil, se comprende que la
za la filosofía alemana a ajercer una nota­ nueva psiquiatría de posguerra mirara con
ble influencia en el pensamiento español. buenos ojos autores que anatematizaban
Baste resaltar a este respecto las relacio­ en un mismo aliento las doctrinas freudia­
nes de UNAMUNO con KIERKEGAARD y HEI­ nas y las marxistas (JASPERS) y que ofre­
DEGGER Y las de ORTEGA y GASSET con cían al mismo tiempo un acabado sistema
DILTHEY, JASPERS, SCHELER Y el mismo conceptual psiquiátrico (Kurt SCHNEIDER).
HEIDEGGER. A los filósofos les siguieron Otra razón para que la psiquiatría espa­
los psiquiatras. Así, era diUcil encontrar al ñola de aquellos años se afianzase sobre
final de los años cicuenta un psiquiatra la alemana -y especialmente sobre la de,
que no tuviera formación filosófica y rudi­ HEIDELBERG - para construir esa nueva
mentos del idioma alemán. psiquiatría con «misión histórica» lo cons­
En este contexto, LÓPEZ-IBOR que la ra­ tituye el hecho de que, en la búsqueda de
zón concreta para la adopción del patrón los valores que debían animar a los suje­
psiquiátrico de HEIDELBERG consistió en la tos de esa nueva raza surgida del triunfo
exactitud conceptual y en la claridad de la en la guerra civil, los elementos supuesta­
psicopatología alemana, en contraste con mente nórdicos y arios fueran considera­
la ambigüedad tanto de la psiquiatría fran­ dos por la España oficial como los compo­
cesa como de la anglosajona. nentes fundamentales y esenciales del
Dado que resulta dificil conceder exce­ verdadero caráctr español. Poco importa­
sivo crédito a una afirmación tal (la «exac­ ba que para los antropólogos y psiquia­
titud conceptual», por ejemplo, es clara tras afines al régimen hitleriano la raza
en algunos autores como Kurt SCHNEI­ mediterránea no fuera precisamente san­
DER, pero no lo es tanto en otros, como to de su devoción. Bastaba el simple con­
pueda ser el caso de JASPERS), parece ló­ vencimiento - basado en los escritos de
gico buscar las razones de la adopción de es­ algunos psiquiatras alemanes como
ta determinada norma psiquiátrica y no KRETSCHMER 19 - de que la mezcla de los
otra en su facilidad para adaptarse al con­ elementos nórdicos y mediterráneos pro­
texto sociológico y a las ideas polrticas porcionaba, sin duda, la raza ideal 20.
dominantes en la posguerra española. En Este proceso adaptativo de la psiquia­
efecto, si tenemos en cuenta que las prin­ tría heidelberguense puede dividirse es­
cipales figuras de la psiquiatría anterior a quemáticamente en tres etapas: el perió­
la guerra civil -la mayoría positivistas y do de influencia de KRAEPELlN, en periódo
provenientes de la escuela neurológica de influencia de JASPERS y de Kurt SCH­
que partió de RAMÓN Y CAJAL - o bien se NEIDER y, por último, el periódo de influjo
exilaron o bien quedaron relegados, como
fue el caso de VILLAVERDE, LAFORA, PA­ 17 GONzALEZ DURO, E.: Psiquiatría y sociedad auto­
DRÓS SUCH, JUARRÓS, LÓPEZ ALBO, SA­ ritaria: España 1939-1975. Madrid, 1978, pág. 5.
CRISTÁN, DEL VALLE, GARMA, Dionisia NIE­ 18 La traducción de las obras de FREUD al castella­

TO, Pascual DEL RONCAL, MIRA Y LÓPEZ, no se empezó en 1922 y se concluyó en 1930.

19 KRETSCHMER, E.: Hombres geniales. Barcelona,

1954, págs. 68 y ss.

16 LÓPEZ-IBOR, J. J.: Pathos ético del hombre espa­ 20 LÓPEZ-IBOR, J. J.: Neurosis de guerra. Barcelo­
ñol. Madrid, 1941. na, 1942, págs. 86 y ss.

637
Sobre la génesis del orden psiquiátrico en la posguerra... Revista A .E.N. Vol. Vll. N. n 23. 1987

de la nueva escuela psiquiátrica de HEI­ res rigurosamente científicos mediante


DELBERG. una estructuración nosológica psiquiátri­
ca acorde con el método anatomoclínico.
Por ello el motivo central de su obra lo
EL PERIODO DE INFLUENCIA constituye su célebre frase: «Las enfer­
DE EMIL KRAEPELlN medades mentales son enfermedades del
La figura de KRAEPELlN surge en la fa­ cerebro» 22. Sin embargo, fueron sus dis­
se de expansión del capitalismo industrial. cípulos WESTPHAL, MEYNERT y WERNICKE
Ante las contradicciones internas del ca­ los que construyeron realmente una no­
pitalismo que habían ido poniéndose de sografía en función de la lesión anató­
manifiesto en la primera mitad del siglo mica.
XIX, surgieron dos tipos de reacciones: la Cuando los intentos positivistas y ma­
revolucionaria y la conservadora. La pri­ terialistas más puros toparon con dificul­
mera consistió en la revisión radical pro­ tades teóricas insalvables a la hora de edi­
pugnaba por MARX que debía afectar a ficar una psicopatología, los psiquiatras
toda la estructura social y especialmente optaron por el camino pragmático­
la económica. La segunda, puesta en ecléctico 23. Esta búsqueda de refugio en
práctica en Europa desde 1848 a 1875, el eclecticismo se tradujo por un retorno a
acabó desembocando en el capitalismo la «clínica», es decir, se intentó definir de
monopolista, también llamado capitalis­ nuevo las especies morbosas mediante la
mo de estado. clínica de la mismas. Pero la clínica de las
Paralelamente, la crisis de la primera enfermedades se había vuelto extraordi­
mitad del XIX afectó también a la ciencia nariamente compleja y, de hecho, no sólo
entendida hasta entonces al modo kantia~ comprendía la semilogía, sino también la
no o hegeliano, que sufrirá también pro­ etiología, la patogenia, la antomía patoló­
fundas remodelaciones. De estas trans­ gica y la evolución de la enfermedad. En
formaciones surgieron las dos primeras psicopatología, el primer psiquiatra que
alternativas frente a la antigua noción de utilizó este proceder fue KAHLBAUM en su
ciencia: el positivismo y el eclecticismo 21. obra de 1863 24 , pero el verdadero pilar de
El positivismo se caracterizó por girar este modelo fue KRAEPELlN. KRAEPELlN in­
en torno al hecho, es decir, lo que está tentó hacer una psiquiatría científica y a la
ante mi sin que yo intervenga para nada par práctica que tuvo en cuenta todos los
en ese estar. Las cosas quedaron, pues, pasos del proceder clínico: etiopatogenia,
para el positivista reducidas a hechos y anatomía patológica y evolución. La siste­
los hechos a datos sensibles. El saber po­ mática kraepeliniana tenía una diferencia
sitivista no se inició en psiquiatría hasta básica con respecto a la de KAHLBAUM: el
que el patrón nosográfico pasó a ser bási­ convencimiento de su autor de que su sis­
camente anatomoclínico. Simplificando tema era sólo provisional y meramente
quizá en exceso. CHARCOT en el contexto práctico, lo que le llevó a conformar un
francés y previamente GRIESINGER en el sistema con profundas incoherencias sin
alemán representan las figuras centrales más unidad que la meramente funcional,
de este proceder. Aunque GRIESINGER no motivo de las profundas variaciones que a
pueda ser considerado como un positivis­ 22 GRIESINGER, W.: Die Pathologie und Therapie

ta clásico, ya que sus concepciones tuvie­ der psychischen Krankheiten. 4. ed., Braunschweig,

ron mucho de mezcla de Naturphilosop­ 1876, pág. 1.

23 GRACIA, D.; ESPINO, J. A.: Desarrollo histórico

hie y NatUlwissenschaft, la orientación úl­


de la psiquiatrfa. En GONZALEZ DE RIVERA, L.; VELA,

tima de su psiquiatría es muy similar a la A.; ARANA, J. (coords.): Manual de psiquiatrfa. Ma­

francesa: conseguir un cúmulo de sabe­ drid, 1980, págs. 3-37, pág. 16.

24 KAHLBAUM, K.: Die Gruppirung der psychischen

21 Véase a este respecto HABERMAS, J.: Erkenntnis Krankheiten und die Eintheilung des Seelenstorun­
und Interesse. Frankfurt, 1968, págs. 88-223. gen. Danzig, 1863.

638
Sobre la génesis del orden psiquiátrico en la posguerra... Revista A.E.N. Vol. VlJ. N. n 23. 1987

lo largo de las nueve ediciones de su Psy­ estos elementos contradictorios con él,
chiatrie fue introduciendo en su noso­ llegando casi a abandonar las ideas que
grafía. habían configurado el trabajo de su vida
Pronto surgieron desde la clí'nica auto­ entera, la psiquiatría universitaria de HEI­
res que cuestionaron aspectos fundamen­ DELBERG siguió tomando durante décadas
tales de la obra de KRAEPELlN. Tales fue­ la nosografía kraepeliniana -con los
ron principalmente: BLEULER, con respec­ cambios introducidos por BLEULER como
to a las psicosis endógenas; BONHOFFER, sustrato de todas sus investigaciones, de­
en el campo de las exógenas; y, desde un jando al margen todo lo que no se ajusta­
punto de vista general de ordenación, ra a estos postulados jerárquicamente es­
HOCHE 25, tablecidos, tal como fue el caso del psi­
BLEULER, en su libro publicado en coanálisis freudiano.
1911 26, estudió la dementia praecox de Durante el siglo XIX y hasta la primera
KRAEPELlN, no desde el punto de mira de guerra mundial la psiquiatría española se
la evolución, sino desde el de sus caracte­ encontraba totalmente influida por la
rísticas psicopatológicas más destacadas francesa. En los últimos años del XIX em­
(la escisión del yo, a la que denominó es­ pezó a formarse una psiquiatría neuropa­
quizofrenia) , tológicamente orientada en torno a la fi­
BONHOFFER demostró 27 que no debería gura de RAMÓN y CAJAL (CAJAL obtiene la
hablarse de especies morbosas psicóticas Cátedra de Anatomía General y Descripti­
exógenas, sino de tipos de reacción exó­ va de la Facultad de Medicina de Valencia
genos (exogene Reaktionstypen), con lo en el año 1883), que se fue desarrollando
que concluyó que era precisamente en las durante los años siguientes por medio de
psicosis exógenas -yen ellas se había SANCHfs-BANÚS, RODRfGUEl-LAFORA, DEL­
basado KRAEPELlN para establecer la espe­ VALLE, VILLAVERDE Y SACRISTÁN. De for­
cie morbo'sa arquetípica de su ma simultánea, los krausistas espeñoles
nosografía - donde había que abandonar -GINER DE LOS RIOS, Mariano ARÉS, Ur­
la idea de entidad nosológica y sustituirla bano GONlÁLEl SERRANO, José DEL
por la más ecuánime de «tipo de reac­ CASO - empezaron a considerar por
ción», pues las causas exógenas no pro­ a
aquel tiempo la moderna psicología ex­
ducían una sintomatología específica, perimental como una de las bases científi­
HOCKE, último, sostuvo en 1912 28 que cas de la ciencia de su época (GINER DE
no puede hablarse de «especies morbo­ LOS RIOS fue uno de los primeros exposi­
sas», sino de complejos sintomáticos (Sy­ tores de WUNDT en España).
mptomenkomplexe), que son modos de Es en este contexto donde surgieron las
reacción psíquica típicos del organismo primeras traducciones de KRAEPELlN en
frente a las distintas etiologías. España. Su Einführung in die psychiatris­
Pero, a pesar de que el mismo KRAEPE­ che Klinik se tradujo primero al francés y
UN en uno de sus últimos trabajos 29 in­ luego al castellano 30, agotándose rápida­
tentó integrar en su propio sistema todos mente. Desde esta fecha la nosografía
psiquiátrica española pasó a basarse to­
25 GRACIA, D.; ESPINO, J. A.: «op. cit.», págs. 18 talmente en KRAEPELlN y, paralelamente,
y ss. las referencias a los autores franceses
26 BLEULER, E.: Dementi8 praecox oder die Gruppe
der Schizophrenien. En ASCHAFFENBURG, G. (Hrsg.):
(SEGLAS, COTARD, DIDE, CLERAMBEAULT)
Handbuch der Psychiatrie. Leipzig, 1911. fueron desapareciendo paulatinamente
27 BONHOFFER, K.: Die symptomatischen Psycho­ de la literatura psiquiátrica española.
sen. Leipzig, 1910. De modo contrario a lo ocurrido con el
28 HOCHE, A.: Die Bedeutung der symptomenkom­

plex in der Psychiatrie. «l. qes. Neurol. Psychíatr.

12», (1912), pág. 540.


30 KAEPELlN, E.: Introduction a la psychiatrie clini­
29 KRAEPELlN, E.: Die Erscheinungsformen des
que. París, 1907; y KRAEPELlN, E.: Introducción a la
Irrenseins. «l. Neurol. 62», (1920), págs. 1-29.
psiquiatría clínica. Madrid, 1911.

639
Sobre la génesis del orden psiquiátrico en la posguerra... RevistaA.E.N. Vol. VII. N. 023.1987

psicoanálisis, que no pudo encontrar en exacerbada que la del mismo KRAEPELlN


España ningún punto de anclaje definitivo debido a la carencia de nuevas tendencias
hasta bien entrada la segunda mitad del e investigaciones 34. De esta manera, co­
siglo XX, las ideas de KRAEPELlN, merced mo la ideología del segura y cerrada sin
a esta temprana recepción y al favorable ninguna grieta para poder tipificar clasifi­
contexto sociopolítico que se produjo pa­ car y tratar las conductas sociales anóma­
ra sus obras nada más acabada la guerra, las de cualquier individuo que alterarse el
encontraron en nuestro país un buen cal­ orden social vigente, esta psiquiatría ofi­
do de cultivo y su edificio doctrinal quedó cial de los años cuarenta utilizó en gran
incorporado completamente a la psiquia­ medida el sistema kraepeliniano -con las
tría española. Buena prueba de ello son dos peculiaridades descritas - como ro­
las continuas menciones que ya en los paje cientifista de su esquema psiquiátri­
años cuarenta y cincuenta se hacen de co supuestamente neutral y aséptico.
sus escritos en nuestra literatura
psiquiátrica 31.
Puede decirse, pues, que, tanto para la EL PERIODO DE INFLUENCIA DE
práctica de los manicomios como para la KARL JASPERS Y KURT SCHNEIDER
docencia en la universidad, las obras de
KRAEPELlN -con las modificaciones intro­ Tras el positivismo y el eclecticismo hu­
ducidas por BLEULER 32 - constituyeron la bo otras dos remodelaciones de los con­
base indiscutible de la psiquiatría españo­ ceptos de ciencia kantiano y hegeliano:
la de los años cuarenta, obviandose -de nos referimos al historicismo y a la feno­
la misma forma que en Heidelberg - todo menología. Como reacción frente al posi­
lo que pudiera introducir algún resquicio tivismo, que se había fundamentado so­
de duda en este esquema. Esta nosogra­ bre la Crítica de la razón pura surgió
fía kraepeliana adquirió, sin embargo, en -ante la toma en consideración de la Crí­
manos de los psiquiatras españoles dos tica de la razÓn práctica - la corriente que
características peculiares: de una parte, tomó por nombre el de neokantismo. Los
una rigidez monolítica 33, y, de otra, una neokantianos no desestimaron la. ciencia
tendencia al eclecticismo todavía más natural, antes al contrario la englobaron
en el marco de la teoría del conocimiento
al que dieron el nombre de Naturwissens­
31 VALLEJO NAJERA, A.: Tratado de psiquiatría. Bar­
celona, 1944; MIRA y LOPEZ, E.: Tratado de psiquia­ chaft; pero, sin embargo, colocaron so­
trfa. 4. ed., Buenos Aires, 1954; SARRO, R.: ¿Banca­ bre ellas las kulturwissenschaften, es de­
rrota de la inventigación somática? aurora psicopa­ cir, todas aquellas ciencias que en la Críti­
tológica en la esquizofrenia. En LOPEz-laoR, J. J.
(coord): Symposium sobre la esquizofrenia. Madrid,
ca de la razón práctica sólo habían posei­
1957; LOPEZ-IBOR, J. J.: Pathos ético del hombre es­ do una finalidad ética o metafísica, pero
pañol. Madrid, 1941; LOPEZ-laoR, J. J.: Los proble­ que con el avanzar de la investigación po­
mas de las enfermedades mentales. Barcelona, dían ya considerarse plenamente
1949; LOPEZ-IBOR, J. J.: La angustia vital. Madrid, cientÍ'ficas 35.
1950; LOPEz-laoR, J. J.: Las neurosis como enferme­
nades del ánimo. Madrid, 1966; ALONSO FERNANDEZ, Fue precisamente en el seno del npo­
F.: Fundamentos de la psiquiatrfa actual. Madrid,
1968.
32 Las principales obras traducidas fueron BLEuLER, ra de la nosografía psiquiátrica kraepeliniana. Véase
E.: Tratado de psiquiatrfa. Madrid,' 1924; BLEuLER, al respecto de esta polémica GONzALEZ DURo, «op.
E.: Afectividad, sugestibilidad, paranoia. Madrid, cit.», págs. 129-130.
1942; BLEuLER, E.: Demencia precoz o el grupo de 34 Cfr. la intervención de LLAVERO AVILI:S, F. en el
las esquizofrenias. Buenos Aires, 1960. Symposium internaciollal de psiquiatría en honor a
33 Un ejemplo de ello fue la animadversión que KRAEPElIN de Munich en 1953. Cit. según GONZALEZ
despertó la psicosis mitis de Marco MERENCIANO DURo, «op. cit.», pág. 131.
(Marco MERENCIANO, F.: Psicosis mitis. Madrid, 35 KRETSCHMER y su psicopatología constitucional
1946) a pesar de que -como el mismo recalca en su pueden considerarse como un ejemplo acabado de
libro - no había tenido ninguna intención renovado­ neokantismo en psiquiatría.

640
Sobre la génesis del orden psiquiátrico en la posguerra... Revista A .E.N. Vol. VlI. N. 023. 1987

kantismo positivista donde surgió, de la· den Sachen selbstJ y desestimó el segun­
mano de Wilhelm DILTHEY, el historicis­ do momento utilizado por HUSSERL: la in­
mo, cuya finalidad fue equiparar, frente al tuición de las esencias (WesenschauJ. Es­
modelo naturista de la física propio de las to lo complementó con el métodp de
Naturwissenschaften, el paradigma histo­ comprensión preconizado por DILTHEY 38.
ricista de las «ciencias espirituales» (Geis­A partir de aquí, JASPERS creó una siste­
teswissenschaften J. En lo que a la psico­ mática psicopatológica con tres estratos
patología se refiere, esto significó que a básicos: El ser-ahí (Dasein), la conscien­
partir de entonces la vida psíquica dejó de cia en general (Bewusstsein überhaupt) y
reducirse a pura biología o naturaleza y el espíritu (Geist). Estos tres momentos
adquirió la categoría de biografía, esto es, constituyeron lo que JASPERS denominó
de desarrollo nunca acabado y siempre estudio científico del hombre enfermo,
perfectible. estudio que, por mor de la obtención de
En este contexto surgió la obra de una perspectiva del ser -en este caso ser
FREUD. Aunque FREUD no pueda ser con­ enfermo - en su conjunto debía comple­
siderado «historicista» -de hecho, repre­ tarse con una intelección filosófica de la
senta más bien el «antihistoricismo» - , su Existencia (Existenz) del enfermo, lo que
descubrimiento de la historia -la -según JASPERS - permitiría tanto una
biografía - psíquica del enfermo como aclaración de los métodos científicos utili­
punto fundamental de la hermenéutica zados como una visión de conjunto,
del psiquismo del paciente le sitúan en es­ orientadora del proceder médico, del ver­
te marco referencial histórico. dadero ser o ser del Envolvente (das Um­
Pero la psiquiatría universitaria, poco greifende).
afín en su conjunto a las teorías psicoana­ El conocimiento científico del hombre
líticas, se orientó por otros derroteros en enfermo lo obtenia, pues, JASPERS de
estrecha relación con la introducción del tres formas distintas complementarias:
método fenomenológico. Desde un punto mediante el estudio de los hechos indivi­
de vista general, este tipo de psiquiatría duales de la vida psíquica (nivel del Da­
fenomenológica, surgido en una fase de sein), a través de la psicología comprensi­
capitalismo de estado establecido y sóli­ va o versthende Psychologie (nivel del
do, supuso ya un intento de dilucidar la Geist) y por medio de la psicología expli­
patología psíquica desde la perspectiva cativa o erklarende Psychologie (nivel del
del ser en su conjunto y no como mera Bewusstsein überhaupt). El anteponer la
naturaleza. psicología comprensiva a la explicativa
La primera obra donde el método feno­ científico-natural le condujo, de una par­
menológico y el historicismo diltheyano te, a primar la comprensión como método
alcanzaron una conjunción sistemática idóneo para el conocimiento de la vida
fue la AIIgemeine Psychopathologie de psíquica y a dejar la explicación como mé­
Karl JASPERS 36, que se constituyó tanto todo a utilizar sólo cuando aquella no pu­
en el contrapunto tanto del neokantismo diera utilizarse, esto es, cuando se estu­
como del psicoanálisis 37. viese ante la presencia de un proceso
JASPERS utilizó la fenomenología de psíquico 39; pero, por otra, le hizo situar el
HUSSERL para describir las manifestacio­ Hmite de la comprensión en la expli­
nes subjetivas de la vida psíquica del en­ cación, lo que conllevó un angos­
fermo tal y como éste las comunicaba (Zu tamiento inevitable del ámbito de la

36 JASPERS, K.: AlIgemeine Psychopathologie. 8.

ed., Berlín, 1965 (1. ed. 1913).


38 JASPERS, K.: Philosophische Autobiographie.

37 Sobre la relación entre JASPERS y FREUD consúl­


Munich, 1977, págs. 17-31.

tese SEIDLER, E.; KIND, H.; SCHAUB, W.: Jaspers und


39 JASPERS, K.: AlIgemeine Psychopatholoqie. 8.

Freud. «Sudhoffs Archiv. 62», (1978), págs. 37-73.


ed., Berlfn, 1965, pág. 251.

641
Sobre la génesis del orden psiquiátrico en la posguerra... Revista A .E.N. Vol. VlI. N. 023. 1987

comprensión 40. Quedó establecida de es­ respectivamente 42. La simultaneidad de


ta forma la distinción entre desarrollo ambas traducciones no fue fruto de la ca­
fEntwicklung) y proceso fProzess): el pri­ sualidad. La psiquiatría española oficial de
mer término designaría a aquellos aconte­ estos años necesitaba una «norma» psi­
ceres psíquicos comprensibles para el ob­ quiátrica que aunara seriedad científica
servador y el segundo a los que resultan con conservadurismo socio-político. Así,
incomprensibles para él. Los procesos só­ si Kurt SCHNEIDER era un ejemplo de clari­
lo son explicables y, por lo tanto, no pue­ dad, tanto en sus patrones nosográficos
de buscarse para ellos motivos biográfi­ como en sus pautas diagnósticas, JAS­
cos, sino sólo causas, ya sean éstas so­ PERS proporcionaba, en cambio, el sopor­
máticas o psíquicas. te ideológico acabado, que faltaba en la
El libro de JASPERS alcanzó una enorme obra de SCHNEIDER, unido a una postura
resonancia durante los cincuenta años si­ abiertamente contraria al marxismo y al
guientes a la publicación de su primera psicoanálisis. Todo ello hizo posible que
edición. Su sistemática fue continuada en la allgemeine Psychopathologie alcanzara
el campo de la esquizofrenia por lo que se una gran significación en España, aun
dio en llamar la escuela psiquiátrica de cuando las primeras ediciones de la obra
Heidelberg, formada por aquel grupo de no fueron en absoluto tomadas en consi­
psiquiatras que trabajaron bajo la direc­ deración, al contrario de lo sucedido con
ción de WILMANNS, y en la psicosis ma­ otros autores de la época de WILMANNS
níaco-depresiva por Kurt SCHNEIDER. Fue como fue el caso de GRUHLE, cuya Psi­
precisamente SCHNEIDER quien, al permu­ quiatría para el médico práctico se tradujo
tar el concepto jaspersiano de relación ya en 1925.
comprensible (verstandliche Zusammen­ Como resultado de esta introducción
hang) por los de continuidad de sentido tan tardía de la obra de JASPERS -no ol­
(Sinnkontinuitat) o legitimidad de sentido videmos que en 1951 JASPERS llevaba ya
(Sinnengesetzlichkeit), intentó señalar más de treinta años dedicado de lleno a la
una diferencia clara y objetiva entre pro­ filosofía y había abandonado totalmente,
ceso y desarrollo en lugar del subjetivo por tanto, la práctica de la psiquiatría - y
criterio jaspersiano de comprensibilidad de la indisoluble unión que se estableció
por parte del observador. Su fin último entre su nombre y el de SCHNEIDER (mer­
era llegar a obtener por este método un ced, sobre todo, a las frecuentes citas de
criterio objetivo para diferenciar meridia­ JASPERS en la obra de SCHNEIDER), sus
namente entre enfermedad psíquica con concepciones fueron con frecuencia dis­
substrato corporal y sin él 41. torsionadas y a menudo su utilización se
limitó a la aceptación de la diferencia en­
Las obras principales de JASPERS y tre psicología comprensiva y explicativa y
SCHNEIDER se tradujeron al castellano casi a la distinción entre proceso y desarrollo.
simultáneamente: la cuarta edición de la Por contra, todo lo que de más posi~ivo
AIIgemeine Psychopathologie de JASPERS tenía la psiquiatría de JASPERS y que más
en 1951 y las Psychopathische Pers6n­ tarde se convirtió en uno de los pilares de
lichkeiten y la Klinische Psichopathologie su filosofar permaneció ignorado casi por
de SCHNNEIDER en 1948 y 1951 completo. Su antidogmatismo, su insis­
tencia para mantenerse abierto a todos
40 LAING, R.: The politics of experience and the
los métodos posibles para el conocimien­
bird of paradise. Nueva York, 1967, págs. 93-97; y
to del hombre enfermo y la certeza orien­
STIERLlN, H.: Karl Jaspers psychiatry in the light of

his basic philosophic position. «Journal of the Hiso­

tory of the Behavioral Sciences 10», (1974), págs.


42 JASPERS, K.: Psicopatología general. Buenos
213-226, págs. 219-223.
Aires, 1951; SCHNEIDER, K.: Personalidades psicopá­
41 SCHNEIDER, K.: Klinische Pathologie. 9. ed.,
ticas. Madrid, 1948; y SCHNEIDER, K.: Psicopatología
Stuttgart, 1971, págs. 7 y ss.
clínica. Madrid, 1951.

642
Sobre la génesis del orden psiquiátrico en la posguerra... Revista A.E.N. Vol. VII. N. 023. 1987

tadora de la inabarcabilidad de un conoci­ de consecuencias teóricas que se dejaron


miento tal, quedaron en un completo olvi­ sentir a lo largo de las décadas de los años
do, quizá porque ello no casaba mucho cincuenta y sesenta: 1) La enfermedad
con la situación socio-poll'tica de la Espa­ mental quedó totalmente aislada de la vi­
ña de la época. Solamente una obra de da y del entorno del paciente y los actos
aquellos años recogió aspectos del pensa­ del enfermo fueron desligados del resto
miento de JASPERS: la tesis doctoral de de su psiquismo; en resumen, el enfermo
MARTfN-SANTOS dirigida por LAfN ENTRAL­ psíquico fue reducido a una simple natu­
GO: Dilthey, Jaspers y la comprensión del raleza ahistórica lesionada orgánicamen­
enfermo mental 43 . te. 2) Se negó~ casi unánimemente, todo
Kurt SCHNEIDER, en cambio, no ofrecía origen inconsciente para cualquier sínto­
tantas complicaciones metodológicas y ma psíquico, lo que dio lugar a atribuir to­
sobre él se cimentó básicamente todo el do síntoma a una causa extraconsciente
armazón de la psiquiatría española de la ligada a un substrato corporal 46.
década de los 50. El punto culminante de Durante estas dos décadas los contac­
esta relación se alcanzó en el symposium tos entre la psiquiatría universitaria espa­
sobre la esquizofrenia, organizado en Ma­ ñola y HEIDELBERG fueron muy frecuen­
drid en 1955 por LÓPEZ-IBOR en torno a la tes. LÓPEZ-IBOR y SARRÓ visitaron con asi­
figura de Kurt SCHNEIDER, en el cual el duidad la ciudad hasta la muerte de Kurt
mismo SCHNEIDER colaboró con dos SCHEIDER y en los años sesenta KRANZ y
ponencias 44. WEITBRECHT dieron conferencias en Espa­
A pesar de todos estos contactos que ña. Asimismo, el manual de psiquiatría de
tenían como teórico fin unificar las postu­ WEITBRECHT fue traducido en 1970 47 yel
ras psiquiátricas de ambos países, los psi­ dirigido por HUBER en 1972 48 • Todo ello
quiatras españoles, quizás en un afán de posibilitó que la relación entre la psiquia­
salvaguardar el orgullo patrio, siempre tría española y la de HEIDELBERG, que con
tendieron a ir más allá de los postulados von BAEYER había empezado a adentrarse
mantenidos por la propia psiquiatría de en la analítica del Dasein, se mantuviera.
HEIDELBERG. Así, no sólo se admitieron
los conceptos de proceso y desarrollo, si­
no que además también el desarrollo se LA INFLUENCIA DE LA NUEVA
hizo irreductible a un motivo biográfico y ESCUELA DE HEIDELBERG
se le adscribió consecuentemente la cate­
goría de incomprensibilidad y de accesibi­ La investigación fenomenológica en
lidad sólo mediante el concurso de cate­ manos de Kurt SCHNEIDER había ido trans­
gorías causales 45. Ello produjo dos tipos formándose en una mera elucidación de
la estructura anómala de las vivencias,
convirtiéndose en una especulación más
43 Esta tesis se leyó en 1947, pero no fue publicada
o menos elaborada pero alejada de cual­
hasta 1955.

quier tipo de comunicabilidad y por tanto


44 DORR-ZOGERS, O.: Der Einfluss der Heidelberger

Psychiatrie auf den spanisch-sprechenden Raum.


de aplicación práctica. Pero la aparición
En JANZARIK, W. (Hrsg.): Psychopathologie als
de Sein und Zeit de HEIDEGGER en 1927
Grudlagenwissenschaft. Stuttgart, 1979, págs. 189­
posibilitó el segundo intento en psicopa­
197, pág. 192. Este symposium aparecería más tarde
tología de captar al ser en su totalidad.
publicado en LOPEZ-IBOR, J. J. (coord.): Symposium

sobre esquizofrenia. Madrid, 1957.


Fue Ludwig WINSWANGER quien a partir
45 La otra de LOPEZ-IBOR es un claro ejemplo de es­

te modo de actuar. Cfr. LÓPEZ-IBOR, J. J.: Lecciones

de psicologla médica. Madrid, 1964; LOPEZ-IBOR, J.


46 Cfr. GONzALEZ DURo: «op. cit.», págs. 181-186.

J.: Rasgos neuróticos del mundo contemporáneo.


47 WEITBRECHT, J. J.: Manual de psiquiatrla. Ma­

Madrid, 1964; y LÓPEZ-IBOR, J. J.: Las neurosis co­


drid, 1970.

mo enfermedades del ánimo. Madrid, 1966. Estas


48 HUBER, G. (dir.): Esquizofreniaz y ciclotimias.

tres obras están plagadas de asertos de tal índole.


Madrid, 1972.

643
Sobre la génesis del orden psiquiátrico en la posguerra... Revista A .E.N. Vol. VlI. N. 23. 1987
Q

de 1933 comenzó a desarrollar en sus tra­ ciones que realizaron de las obras de
bajos esta línea psicopatológicR 49. A par­ BINSWANGER 53, de von GEBSATTEL 54 y del
tir de entonces esta analí"': .. existencial mismo ZUTT 55. A su pronta implantación
surgida también en parte ~omo reacción en nuestro país contribuyó en no poca
al psicoanálisis y a su valoración de los medida las traducciones que ya se habían
impulsos instintivos, intentó aprender los realizado de algunas obras de von
radicales ónticos que rigen la estructura WElzsAcKER 56.
psíquica del enfermo mental. La angustia A pesar de que el libro de HAFNER
(Anqst) se convirtió en la palanca del aná­ Schulderleben und Gewissen fue la pri­
lisis y el ser -ser enfermo en este caso­ mera traducción castellana de una obra
pasó a ser el ser de la preocupación (Sor­ de la nueva escuela de HEIDELBERG 57, el
geL hecho de mayor repercusión para la acep­
En HEIDELBERG esta corriente originó tación de esta nueva corriente lo constitu­
durante la época de von BAEYER una psico­ yeron las conferencias de TELLENBACH en
patología antropológica mente orientada américa del Sur en 1966, aparecidas pos­
cuyos precedentes habría que buscarlos teriormente en libro 58. Este libro y la tra­
en la obra que von WElzsAcKER había ve­ ducción de su Melancholie 59 despertaron
nido desarrollando en la misma HEIDEL­ un gran interés en España. a continuación
BERG desde el comienzo de la década de tuviron lugar los viajes de conferencias de
los veinte 50. Los principales trabajos per­ JANZ (1971) y del psiquiatra y psicotera­
tenecientes a esta corriente fueron reali­ peuta BRAuTIGAM (1973). Este último al­
zados por KISKER, BRAuTIGAM, HAFNER y canzó gran resonancia en España merced
TELLENBACH 51. De todos ellos el libro so­ a la traducción de su Psychotherapie in
bre la melancolía de TELLENBACH fue el anthropologischer Sicht 60. La influencia
que logró una mayor difusión 52. de esta corriente se puede constatar en el
Paralelamente, esta corrinte antropoló­ libro de LÓPEZ-IBOR Las neurosis como
gica fue también introduciéndose en Es­ enfermedades el ánimo (1966). Esta obra,
paña, así lo indican las primeras traduc­ prácticamente llena de planteamientos
fenomenológico-existenciales, dedica in­
cluso un capítulo a la Melancolía de TE­
49 Sobre la aplicación que BINSWANGER hace de los

LLENBCH. De la misma forma, en el libro


conceptos heideggerianos para la psiquiatría consúl­

tese BINSWANGER, L.: Die Bedeutung der Bedeutung

der Daseinanlitik Martin Heideggers für das Selbst­


53 BINSWANGER, L.: La escuela del pensamiento del

verstandnis der Psychiatrie. En «Martin Heideggers


análisis existencial. La locura como fenómeno bio­
Einfluss auf die Wissenschaften». Berna, 1949,
gráfico y como enfermedad mental: el caso l/se. El

págs. 58-72.
caso El/en West. Estudio antropológico-cllnico. En

50 TELLENBACH: «op. cit.», pág. 137. Las obras más


MAY, R.; ANGEL, E.; Y ELLENBERGER, H. F. (dirs.):

significativas de von WElzsAcKER a este respecto son


Existencia. Madrid, 1967, págs. 235-434; BINSWAN­

sin duda WEIZSACKER, V. v.: Arzt und Kranker. Stutt­


GER, L.: Artlculos y conferencia escogidas. Madrid,

gart, 1949; y WEIZSACKER, V. v.: Der Getaltkreis. St­


1973.

tutgart, 1943.
54 GEBSATIEL, V. v.: Antropologla médica. Madrid,

51 KISKER, K. P.: Der Erlebniswandel der Schizoph­


1966.

renen. Berlín, 1960; BRAUTIGAM, W.: Psychotherapie


55 ZUTI, J.: Psiquiatrla antropológica. Madrid,
in anthropoloqischer Sicht. Stuttgart, 1961; HAFNER,
1974.

H.: Psychopathen. Daseinanlytische Untersuchun­


56 WEIZSACKER, V. v.: Problemas cflnicos de la me­
ger zur Stuktur und Verlaufsgestalt von Psychopat­
dicina psicosomática. Barcelona, 1946; WEIZSACKER,

hien. Berlín, 1961; TELLENBACH, H.: Mellancholie.


V. v.: El hombre enfermo. Barcelona, 1946; WEIZ­

Problemqeschichte-Endogenitat- Typologie­
SACKER, V. v.: El cIrculo de la forma. Madrid, 1962.

Pathogenese-Klinik. 3. ed., Berlín, 1976.


57 HAFNER, H.: Conciencia moral y conciencia de

52 Sobre la influencia en el marco internacional de


culpa. Barcelona, 1960.

estas obras y otros trabajos contemporáneos suyos


58 TELLENBACH, H.: Estudio sobre la patogénesis de

véase BAEYER, W. v.: Resonanz und Nachwirkung


las enfermedades pslquicas. México, 1968.

Heidelberger Ansatze. En JANZARIK, W. (Hrsg.): Ps­


59 TELLENBACH, H.: Melancolía. Madrid, 1976.

ychopathologie als Grundlagenwissenschaft. Stutt­


60 BRAuTIGAM, W.: La psicoterapia en su aspecto

gart, 1979, págs. 172-1n.


antropológico. Madrid, 1964.

644
Sobre la génesis del orden psiquiátrico en la posguerra... Revista A.E.N. Vol. VII. N. 23. 1987
Q

de ALONSO FERNÁNDEZ Los fundamentos fundamentales: mediante la introducción


de /a psiquiatr/a son citados profunda­ en el análisis psicopatológico del micro­
mente casi todos los componentes del cír­ cosmos familiar y por la consideración del
culo de van BAEVER. orden social en el que está inmerso el su­
A partir del Congreso Mundial de jeto supuestamente enfermo. La primera
Psiquiatría celebrado en Madrid en proviene de la noción de la familia como
septiembre de 1966, se intensificaron ente que introduce las reglas y normas de
las visitas de los psiquiatras españoles a una sociedad alienante 63. La segunda
HEIDELBERG (LÚPEZ-IBOR, AUI\IO, Avuso, parte de la idea de que la enfermedad
LÚPEZ-ZANÚN), las colaboraciones de los mental es meramente la consideración so­
heidelberguenses en los symposiums es­ cial de la misma, lo que conduce a la afir­
pañoles (van BAEVER en Madrid en 1972, mación de que es la sociedad la que crea
TELLENBACH en Salamanca en 1974 y las una determinada enfermedad en tanto la
comunicaciones de los españoles en los reconoce como tal. La institución mani­
seminarios de la clínica de HEIDELBERG comial sería la consolidación física de esta
(SARRÚ 1977, LÚPEZ-IBOR AUNO 1978, concepción 64.
ALONSO FERNÁNDEZ 1979) 61. En Heidelberg, a pesar de que durante
Dos grandes insuficiencias tenía este ti­ la época de van BAEVER la psicopatología
po de psiquiatría: la tendencia a convertir antropología se había compensado con
todo conflicto en un problema metafísico una psiquiatría social fundamentalmente
y la carencia del «otro» en toda su siste­ orientada a la práctica, estalló la crisis de
mática psiquiátrica. el primer error, que la psiquiatría universitaria en 1972 con
JASPERS fue uno de los primeros autores motivo de la elección del sucesor de van
en advertir 62, proviene de la mezcla de fi­ BAEVER. La influencia de las corrientes
losofía y psiquiatría. La psiquiatría, en vez antisiquiátricas antes descritas dieron lu­
de servirse de la filosofía para clarificar gar a la formación del colectivo de estu­
sus métodos y sus formas de conocer, se diantes y pacientes (SPK) que tuvo una
transforma en pura metafísica. Asimismo, notable actividad hasta que en 1973, con
la puesta en práctica de este tipo de psi­ la elección de JANZARIK como nuevo di­
quiatría hizo ver la necesidad insoslayable rector, la clínica volvió a su cauce normal.
de enmarcar en un contexto los fenóme:­ Sin embargo, la semilla de la nueva <<nor­
nos psicopatológicos del enfermo psíqui­ ma» psiquiátrica quedado plantanda.
co, pues sin éste el conocimiento psico­ En España, este tipo de psicopatología
patológico no podría seguir llamándose existencialista oficial no fue compensada
científico. Se acabo de esta manera con con ninguna psiquiatría social y, además,
la ilusión jaspersiana de realizar una psico­ la conversión de los conflictos en cuestio­
patologia per se, esto es, contando única­ nes metafísicas fue utilizado sistemática­
mente con los meros fenómenos psicopa­ mente con el fin de desentenderse de
tológicos. cualquier compromiso 65. Las nuevas ten­
Esta introducción en psiquiatría de lo dencias renovadoras empezaron a notar­
que podríamos denominar genéricamente se con la publicación de Un estudio sobre
el «otro» coincide con la crisis del capita­ /a depresión de CASTILLA DE PINO 66. Acto
lismo y con el proceso iniciado tras el fin seguido comenzaron, a partir de la segun­
de la Segunda Guerra Mundial del trasla­
do de la influencia dominante en psiquia­ 63 Cfr. LAING, R. D.: El yo y los otros. México,

tría del ámbito germano al anglosajón. La 1978; y COOPER, D.: Psiquiatra yantipsiquiatr/a. Bue­

incardinación del «otro» en psicopatolo­ nos Aires, 1972.

64 Cfr. BASAGLlA, F.; BASAGLlA, F.: La institución

gía se realizo de hecho de dos maneras en la picota. Buenos Aires, 1974.

65 Cfr. GONzALEZ DURo: «op. cit.», págs. 218 y ss.

61 DÓRR-ZOGERS: «op. cit.», pág. 195.


66 CASTILLA DEL PINO, C.: Un estudio sobre la de­
62 JASPERS: «op. cit.», págs. 649 y ss.
preión. Madrid, 1966.

645
Sobre la génesis del orden psiquiátrico en la posguerra... Revista A.E.N. Vol. VIl. N. 023. 1987

da mitad de la década de los sesenta, los unen entre sí a los científicos de un


primeros conflictos en las instituciones determinado campo. FLECK acuñados
psiquiátricas del país. Intentos de cambio conceptos claves con el fin de intro­
se realizaron en el Hospital Psiquiátrico de ducirse en esta cualidad del saber:
Oviedo, en el Sanatorio Psiquiátrico de «colectivo de pensamiento» (Denk­
Conxo, en el Hospital Provincial de Ma­ k ollektiv) y «estilo de pensamiento»
drid, en el Instituto Mental de Santra Cruz (Denkstil). Por el primero entiende la uni­
en Barcelona, en el Hospital Psiquiátrico dad social de una determinada comuni­
de Huelva, en el Hospital Psiquiátrico de dad científica aglutinada alredero de una
Bétera, en el Hospital Psquiátrico de AI­ idea -o una ideología, añadiría yo­
cohete (Guadalajara), en el Hospital Psi­ compartidada 69; el segundo lo difine co­
quiátrico de Salt (Gerona), en el Hospital mo «un percibir dirigido con la correspon­
Psiquiátrico de Valladolid, en el Hospi­ diente elaboración intelectiva y objetivas
tal Psiquiátrico de Leganés, en el Hospital de lo percibido» 70. De ambos conceptos
Psiquiátrico de Albacete y en el Hospi­ se deduce que detrás de un proceso de
tal Psiquiátrico de Málaga 67. Todos estos establecimiento de un determinado «esti­
avatares marcarían en España el comien­ lo de pensamiento». No otra cosa es lo
zo de la crisis de la psiquiatría universitaria que sucede en nuestro caso de estudio,
y el comienzo de la crisis de la psiquiatría en donde la asimilación del «estilo de pen­
universitaria y el comienzo del fin de a samiento» de la psiquiatría de HEIDEL­
etapa de influencia heidelberguense. BRERG por parte de la española necesitó,
como hemos visto, la previa formación de
un «colectivo de pensamiento» en torno a
las estructuras ideológicas triunfantes en
ALGUNAS CONSIDERACIONES
la guerra civil. Este proceso estudiado
EPISTEMOLOGICAS y MODO
confirma, pues, que un saber nunca es
DE CONCLUSION
posible en sí, sino sólo bajo ciertas pre­
sunciones (sociológicas, políticas, etc.),
Para establecer tales consideraciones
sobre el objeto.
nos serviremos de la obra de Ludwik
FLECK describe también las tres etapas
FLECK 68, autor que, al utilizar para sus
del desarrollo de un «estilo de pensamien­
consideraciones teóricas el estudio de ca­
to»:
sos médicos -y no los estraidos de la físi­
ca, como es lo habitual en esta 1. Comienzo de la instauración del
disciplina - , nos puede servir de gran «estilo de pensamiento».
ayuda para el esclarecimiento del presen­ 2. Asentamiento del «estilo de pensa­
te caso de la historia de la psiquiatría. miento».
FLECK afirma que la ciencia es un 3. Transformación del «estilo de pen­
constructo cooperativo realizado por samiento» 71.
personas. Consecuentemente, no só­
lo deben tenerse en cuenta para el es­ Estas tres etapas las volvemos a ver re­
tudio teórico de la ciencia los hechos producidas en nuestro caso. En la primera
empíricos y las investigaciones y las etapa -la influencia de KRAEPELlN - se
especulaciones de los. individuos, si­ llevó a cabo la transformación del antiguo
no también las estructuras sociológi­ «estilo de pensamiento» y se colocaron
cas y las convicciones profundas que los cimientos para su sustitución por uno

67 Cfr. GONZÁLEZ DE CHÁVEZ, M. (coord.): La trans­

69 FLECK: «op. cit.», págs. 54-55.


formación de la asistencia psiquiátrica. Madrid,
70 ... gerichtetes Wahmehmen, mit sprechenden­
1980, págs. 391-689.
dem gadanklichen und sachlichen Verarbeiten des
68 FLECK, L.: Entstehung und Entwicklung einer
Wahrgenommenen. FLECK, «op. cit.», pág. 130.
wissenschaftlicher Tatsache. Frankfurt, 1980.
71 FLECK: «op. cit.», págs. 165-190.

646
Sobre la génesis del orden psiquiátrico en la posguerra... Revista A.E.N. Vol. VII. N. n 23. 1987

nuevo. La segunda etapa -la influencia nos sustanciales de ese saber 72. En nues­
de JASPERS y SCHNEIDER - supuso el tro caso -y simplificando -, el círculo
asentamiento definitívo de la nueva <mor­ esotérico estaría fomado por la psiquiatría
ma» psiquiátrica, lo que no se habría pro­ de HEIDELBERG y el exotérico por la psi­
ducido de no haber mediado unas deter­ quiatría española de posguerra. Esta con­
minadas y muy concretas características figuración del sistema de conocimiento
sociales durante la posguerra española en círculos esotéricos y exotéricos en tor­
que configuraron un cierto «colectivo de no a un saber tiene una ley básica: cuanto
pensamiento» psiquiátrico ideológica­ mayor sea la distancia que separa a los
mente afín a las fuerzas triunfadoras en la grupos de individuos del centro del saber,
guerra civil. La tercera etapa -la influen­ es decir, cuanto más exotéricos sean los
cia de la nueva escuela psiquiátrica de miembros de ese colectivo, tanto más rí­
HEIDELBERG - implicó la extensión y gido, ortodoxo y seguro se vuelve el
transformación del «estilo de pensamien­ saber 73. Esto también se ve perfectamen­
to». Lo que llevó parejo su paulatina susti­ te en nuestro ejemplo, pues en los tres
tución. Este último proceso tampoco hu­
momentos descritos de la adquisición del
biera tenido lugar si el cambio de la situa­ «estilo de pensamiento» la psiquiatría es­
ción social no hubiera posibilitado el pro­
gresivo desmembramiento del «colectivo pañola siempre se diferenció de la de HEI­
DELBERG por su exacerbada rigidez y por
de pensamiento» sobre el que se asen­
taba. la ausencia de cualquier duda, en tanto
FLECK distingue, además, en torno a to­ que la de HEIDELBERG -como crrculo eso­
da creación del penamiento o a cualquier térico y generador de ese saber - se per­
saber, un pequeño círculo esotérico, mitió siempre unas libertades y dudas que
compuesto por los verdaderos especialis­ impidieron un excesivo anquilosamiento,
tas generadores de ese saber, y otro cír­ a diferencia de lo ocurrido con la psiquia­
culo exotérico más amplio, formado por tría espa ñola de las tres décadas posterio­
los acólitos y generadores de partes me- res a la finalización de la guerra civil.

72 FlECK: «op. cit.», pág. 138.


73 FlECK: «op. cit.», pág. 140.

647

S-ar putea să vă placă și