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FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES

ARAGÓN

SISTEMA UNIVERSIDAD ABIERTA

LICENCIATURA EN ECONOMÍA

MATERIAL DIDÁCTICO

GEOGRAFÍA ECONÓMICA
PRESENTACIÓN

El Sistema Universidad Abierta desde su fundación ha contribuido a la innovación de los procesos de aprendizaje en la Universidad Nacional
Autónoma de México y en todo el país. En 1972, a iniciativa del Dr. Pablo González Casanova se creó el Sistema Universidad Abierta enfocado
al aprendizaje y en las necesidades a satisfacer del estudiante, permitiéndole a éste integrar su educación a las exigencias prácticas de la vida
tanto cotidiana como profesional.
La educación abierta y a distancia es una forma de organización y políticas que tienden a la flexibilización en cuanto a tiempos, plazos y formas
de interacción entre estudiante y asesor.
La participación de estudiante y asesor en la construcción del conocimiento es en base a la corresponsabilidad de ambos protagonistas,
especialmente del primero.
En este sentido, la División del Sistema Universidad Abierta y Educación Continua tiene la responsabilidad de poner al alcance de la mano
todos los elementos necesarios para la consecución de los objetivos de aprendizaje. Un elemento básico de este proceso lo constituye el
material didáctico en torno al cual giran las fortalezas del sistema abierto.
Los materiales didácticos más que una antología de lecturas, es una estrategia de trabajo diferente para garantizar su uso adecuado. En este
caso, los materiales didácticos son autoadministrables, es decir, cuentan con los elementos suficientes para que el estudiante por sí mismo
pueda comprender los objetivos de aprendizaje, desarrollar las actividades que le permitan alcanzarlos y contar con los elementos de evaluación
y autoevaluación en el momento en que deben realizar sus exámenes.
Complementando lo anterior, la labor del asesor es potenciar la utilidad de estos materiales didácticos para hacer que los elementos básicos
que se encuentran en ellos sean ampliados y profundizados a través de la discusión no sólo con un estudiante en particular sino con el total de
participantes en cada asignatura.
El material didáctico y las sesiones de asesorías personalizadas o grupales, a distancia o presenciales son espacios de análisis donde el
estudiante es activo promotor de su aprendizaje y no un pasivo oyente.
En este orden de ideas se cuenta con material didáctico de cuidadosa selección de lecturas que abarca los variados temas del programa de
estudio e incluye de manera clara los objetivos y actividades para conseguirlos, asimismo, se encuentra en este material didáctico los elementos
para medir el avance del aprendizaje.
Por otro lado el continuo avance tecnológico permite ofrecerte el material didáctico en Internet, accediendo a la plataforma “SUAragón en línea”,
lo que permite consultarlo desde cualquier lugar y momento, así como interactuar con tus asesores y compañeros por medio del foro de
discusión y recibir información propia de tus asignaturas.
Como toda actividad universitaria es un material que está sujeto a la crítica bajo la premisa de que todo es perfectible. Dado el vertiginoso
avance de la ciencia en esta era del conocimiento, se considera también que es una obra temporal constantemente sujeta a revisión y
modificación para mantenerla a tono con los cambios que el estudio de la Economía imponen.
Finalmente, la División del SUA Aragón destaca el esfuerzo que significó hacer llegar a sus manos este material didáctico. Para lograrlo se
conjugaron muchos esfuerzos tanto académicos como prácticos por parte de los autores en un trabajo pionero en la más joven de las
Facultades de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Material didáctico adaptado con fines educativos, no lucrativos.


INDICE
Introducción
Datos de identificación de la asignatura
Objetivo general
Criterios de evaluación
Tema I ASPECTOS TEORICOS DE LA GEOGRAFIA ECONÓMICA
1.1. Definiciones, finalidades y ubicación de la geografía económica.
1.1.1 La geografía económica bosquejo histórico.
1.1.2 Fines concretos de la geografía económica.
1.1.3 Finalidades teóricas y prácticas.
1.1.4 Definiciones de geografía económica.
1.1.5 La geografía económica y otras ciencias
1.2. El campo de la geografía económica.
1.2.1 Naturaleza cambiante de la geografía económica.
1.2.2 El factor humano de la geografía económica.
1.2.3 Influencia de la naturaleza sobre la sociedad.
1.2.4 Teorías del determinismo geográfico.
1.2.5 Enfoques y corrientes del pensamiento de la geografía económica.
1.3. Interrelación e interdependencia de la naturaleza y la sociedad.
1.3.1 Utilidad de los datos geográficos.
1.3.2 El relieve.
1.3.3 Los climas.
1.3.4 Los suelos.
1.3.5 Vegetación.
1.3.6 Fauna.
1.3.7 Hidrología.
1.4 La población como factor básico de la geografía económica.
1.4.1 El hombre como el transformador de la naturaleza.
1.4.2 El hombre como ser social.
1.4.3 Desarrollo y población, doctrinas socio-demográficas.
1.4.4 Métodos para el cálculo demográfico.
1.4.5 El crecimiento y distribución de la población mundial en México.
Tema II. ACTIVIDADES ECONOMICAS PRIMARIAS EN MEXICO Y EN EL MUNDO.
2.1. Economía agrícola, factores que inciden natural, social y tecnológico.
2.1.1 Economía agrícola de subsistencia.
2.1.2 Economía agrícola de mercado.
2.1.3 Economía agrícola en países socialistas.
2.1.4 Principales problemas de desarrollo agrícola.
2.1.5 Principales productos.
2.2 Producción ganadera en México y en el mundo.
2.2.1 Factores que la determinan.
2.2.2 Tipos de explotación.
2.2.3 Participación de la economía en la evolución económica.
2.3 Producción pesquera y su importancia en el desarrollo económico.
2.4 Explotación forestal y su importancia en el desarrollo económico.
Tema III. ACTIVIDADES INDUSTRIALES EN MEXICO Y EN EL MUNDO.
3.1. Importancia económica de la industria.
3.2 Principales tipos de industrias (evolución, situación actual y perspectivas).
3.3 Bases de la industria moderna.
3.4 Factores que favorecen el desarrollo industrial.
3.5 Efectos en el proceso de urbanización por el desarrollo industrial.
Tema IV. EL SECTOR TERCIARIO EN EL DESARROLLO ECONOMICO EN MEXICO Y EN EL MUNDO. FACTORES INCIDENTES,
LOCALIZACIÓN Y GRADO DE DESARROLLO
4.1. Desarrollo económico, transportes y comunicaciones.
4.2. Desarrollo económico y comercio.
4.3 Desarrollo económico y actividades financieras y bancarias.
4.4 Desarrollo económico y otros servicios.
INTRODUCCIÓN
Los economistas debemos conocer la distribución de los recursos naturales y las actividades económicas. Coincidimos en que al
economista la interesa resolver estas cuestiones: “¿Cuál es la razón de los patrones de uso de la tierra?, ¿porqué varía tanto el precio de la
tierra?, ¿porqué se pueden obtener ciertos artículos en cualquier parte y otros no?, ¿cómo se explica la ubicación de las explotaciones de los
recursos naturales?, ¿cómo afecta la contaminación de una planta industrial al medio?, ¿por qué grandes extensiones de terreno están casi
deshabitadas teniendo un clima y vegetación parecido al de las regiones habitadas?, ¿dónde y cómo las personas se ganan el sustento y dónde
y cómo se gastan sus ingresos?, etc.”
En efecto, al economista la interesa el espacio, porque forma parte de los costos de producción de los bienes y servicios.
”El modelo simplificado de la economía espacial consiste en un conjunto de consumidores y un conjunto de establecimientos de producción
dentro de algún espacio definido. Los consumidores (todas las personas) son móviles, mientras que los establecimientos son fijos. Los
consumidores se desplazan para consumir bienes y servicios, aunque en ocasiones son los productos los que se mueven desde el lugar de
producción hasta el consumidor (entrega a domicilio), pero lo normal es que el producto y el consumidor se muevan hasta un lugar de
encuentro: el mercado.
Teóricamente, en una economía de libre mercado, la demanda y la oferta se reflejan en los precios. Pero si introducimos la variable
espacial necesitamos, también, tener en cuenta el coste del desplazamiento tanto del producto como de los consumidores, que se mide tanto en
dinero como en tiempo empleado en el traslado.1
En este marco, el estudio de la geografía económica es una parte importante para la formación del economista.
La presente antología se compiló atendiendo a lo siguiente: las lecturas que permitan aprender a analizar los aspectos geográficos
(espaciales) de la producción mundial y nacional; esto nos causó el problema de que dichas lecturas analizan datos atrasados de hace 40 o 50
años: sin embargo, es posible actualizar los datos y así tener un punto de referencia.
Por ejemplo, si en 1960 México era el 8º productor mundial de algodón, es preciso saber si esa posición ha cambiado en los años 2000-
2006. Y entonces analizar el porque de esa situación.
Por ello, además de las lecturas aquí consideradas, se tienen ya diversos anuarios estadísticos a nivel mundial y nacional para proceder a
actualizar los datos de las lecturas aquí señaladas.
El lector notará que los autores nos definen cada producto, e incluso a veces realizan una breve historia de su introducción en México,
aspectos que en los libros más actualizados de geografía económica no se contienen. Además, la antología cuenta con lecturas que hoy son
difíciles de conseguir, por lo que lecturas más fáciles de acceso serán recomendadas como complementarias.

NOMBRE DE LA ASIGNATURA: Geografía Económica.


LICENCIATURA: Economía
SEMESTRE: Primero.
ÁREA A LA QUE PERTENECE: Política Económica
SERIACIÓN: Indicativa
CARÁCTER: Obligatoria
NÚMERO DE CRÉDITOS: 6 Créditos

Objetivo general del curso


_____________________________________________________________________________
Vincular los aspectos teóricos de la Geografía Económica con su aplicación práctica de definición y análisis de teorías de desarrollo
regional en sus diferentes divisiones y ramas específicas.
Criterios para la evaluación
________________________________________________________________________
El alumno de la asignatura de Geografía Económica debe leer los materiales didácticos correspondientes a cada uno de los temas del
programa de la asignatura (antología), para que al final resuelva un cuestionario por unidad temática el cual le permitirá apreciar desde su
perspectiva el conocimiento y comprensión de los mismos.
Este cuestionario es una modalidad dentro del proceso de evaluación del aprendizaje del alumno, que el maestro puede tomar como parte
de su proceso de evaluación además de los requerimientos individuales que bajo el principio de la libertad de cátedra le otorga la Universidad
Nacional Autónoma de México, como lo son exámenes parciales por unidad, examen final, trabajos de investigación, controles de lectura,
ensayos, etc.

1 http://club.telepolis.com/geografo/economica/economica.html
UNIDAD I
___________________________________________________________________________
Aspectos teóricos de la Geografía Económica

INTRODUCCIÓN
La Geografía Económica es la ciencia que estudia las formas de producción o utilización de los recursos en su relación con el medio
natural y social, las causas de su formación, su localización espacial y desarrollo en el tiempo, por tal motivo es importante mencionar su
evolución histórica, las tendencias que hoy en día se usan, las definiciones que se plantean, así como, identificar la dinámica del ser humano
como factor de transformación del espacio geográfico y la urgencia de cubrir sus necesidades básicas.

ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
1.1 Realiza las lecturas que se presenten en la unidad.
1.2 Elabora un cuadro comparativo de las definiciones de Geografía Económica, resaltando fines teóricos, concretos y prácticos y su
vinculación con otras ciencias.
1.3 Elabora un cuadro sinóptico donde resaltes cada uno de los factores de la naturaleza.
1.4 Elabora un cuadro comparativo de las teorías del Determinismo y Posibilismo.
1.5 Elabora una síntesis de una cuartilla desarrollando el tema “Influencia del hombre en la Geografía Económica”.
1.6 Elabora un cuadro comparativo con los métodos para el cálculo demográfico, así como sus ventajas y desventajas.
1.7 Elabora una síntesis de una cuartilla del tema “influencia del crecimiento y la distribución de la población mundial en México en la
geografía económica”.

Objetivo particular
Enunciar las teorías y elementos básicos de la geografía y su incidencia en el desarrollo económico, así como la utilidad de los
componentes geográficos en el desarrollo económico.
CONTENIDOS:
1.1 Definiciones, finalidades y ubicación de la geografía económica.
1.1.1 La geografía económica bosquejo histórico.
1.1.2 Fines concretos de la geografía económica.
1.1.3 Finalidades teóricas y prácticas.
1.1.4 Definiciones de geografía económica.
1.1.5 La geografía económica y otras ciencias.
1.2. El campo de la geografía económica.
1.2.1 Naturaleza cambiante de la geografía económica.
1.2.2 El factor humano de la geografía económica.
1.2.3 Influencia de la naturaleza sobre la sociedad.
1.2.4 Teorías del determinismo geográfico.
1.2.5 Enfoques y corrientes del pensamiento de la geografía económica.
1.3. Interrelación e interdependencia de la naturaleza y la sociedad.
1.3.1 Utilidad de los datos geográficos.
1.3.2 El relieve.
1.3.3 Los climas.
1.3.4 Los suelos.
1.3.5 Vegetación.
1.3.6 Fauna.
1.3.7 Hidrología.
1.4 La población como factor básico de la geografía económica.
1.4.1 El hombre como el transformador de la naturaleza.
1.4.2 El hombre como ser social.
1.4.3 Desarrollo y población, doctrinas socio-demográficas.
1.4.4 Métodos para el cálculo demográfico.
1.4.5 El crecimiento y distribución de la población mundial en México.
Para cubrir la información de los subtemas, consultar las siguientes fuentes:

Fichas bibliográficas de los documentos


Ficha Documento
1.A BASSOLS Batalla, Ángel
Geografía Socioeconómica de México
Edit. Trillas, México 2005
Págs. 13-16, 17-23, 26-30, 31-39, 39-64, 65-74, 108, 117-138
1.B Universidad Nacional de Colombia
Ideas geográficas sobre la relación tiempo, clima y sociedad: El
determinismo geográfico como ideología.
Ovidio Delgado M
http://www.sogeocol.edu.co/documentos/DETERMINISMO_GEOGRAFICO.pdf
(Disponible en red)
Fecha de revisión 5 Mayo 2011.
1.C Universidad de Barcelona
Cuadernos críticos de Geografía Humana
Perspectivas actuales del posibilismo: de Vidal de la Blache a la ciencia
contemporánea
Vincent Berdoulay
Año VIII Número: 47
Septiembre de 1983
http://www.ub.edu/geocrit/geo47.htm (Disponible en red)
Fecha de revisión 5 Mayo 2011.
1.D PROPIN Frejomil, Enrique
Teorías y Métodos en Geografía Económica
Instituto de Geografía, UNAM, Temas selectos de Geografía de México, (III-3),
2003
Págs. 45-75
1.E OVERBEEK, Johannes
Historia de las Teorías demográficas
Edit. FCE, México, 2006
Págs. 244-261

1.A BASSOLS Batalla, Ángel


Geografía Socioeconómica de México
Edit. Trillas, México 2005
Págs. 13-16, 17-23, 26-30, 31-39, 39-64, 65-74,
108, 117-138

Subtema 1.1.1 La geografía económica bosquejo histórico.

OBJETIVO DE ESTUDIO DE LA GEOGRAFÍA SOCIOECONÓMICA


INTRODUCCIÓN
Para entender lo que es la geografía, y sobretodo la geografía socioeconómica, que es una de sus ramas, es necesario, en primer lugar,
observar el sitio que ocupan el conjunto de las ciencias que estudian el mundo y los fenómenos que en él ocurren, ya que cada ciencia tiene un
lugar especial y su estudio se justifica por la utilidad que presta a la humanidad. Conviene por ello delimita claramente el interés y las finalidades
de la materia, para realzar su importancia y evitar que pueda confundirse en sus propósitos con los que son inherentes a otras ciencias.
El primer aspecto que nos interesa señalar es la razón que nos lleva a estudiar la geografía socioeconómica.
Dentro del conjunto de disciplinas que en la actualidad se cultivan. Existen varias de utilidad intrínseca evidente sólo para reducidos círculos
de la sociedad, en tanto que otras ciencias sirven al conocimiento de problemas que afectan a las grandes mayorías del mundo, porque
profundizan en ellos, explican las causas de su existencia y aportan posibles soluciones tendentes al mejoramiento de la vida humana sobre
nuestro planeta. La geografía es una de estas últimas ciencias; de aquellas que no se concretan a manejar teorías o elucubraciones sin
contacto con la realidad, sino que se imponen la tarea del estudio de los fenómenos del mundo contemporáneo y del México de hoy.
Por desgracia en México no se ha concedido la geografía toda la importancia que merece hasta la fecha se encuentra en un estado de
relativo atraso, tanto por lo que respecta a su enseñanza, como a la investigación de la realidad nacional. La enseñanza de la geografía se ha
encomendado en muchas ocasiones, a personas que no poseen la debida preparación, por ello no se ha logrado elevar el nivel pedagógico, lo
mismo en escuelas superiores que en los primeros grados de estudio. La investigación, por su parte, sólo ahora empieza a encontrar en alguna
medida el apoyo necesario para realizar en el terreno y en grande, los trabajos prácticos que son la base para su desarrollo adecuado en lo
futuro.
La geografía es, por tanto, una ciencia que debate problemas comunes a las grandes masas de la población mundial, fenómenos que
interesan a todos los habitantes de la Tierra y, por ende, de México. Por sí mismo, esta primera verdad demuestra la evidente utilidad de la
geografía y se convierte en la mejor razón para justificar su estudio,
EL HOMBRE Y SU MEDIO
Ante todo, el interés de la geografía económica reside en que la vida y las actividades humanas, hoy día, se llevan todavía a cabo,
básicamente, en la superficie de la Tierra, materia de estudio y campo de investigación de la geografía. Sin un conocimiento previo de la
naturaleza, de la relación medio hombre y de la distribución de los fenómenos, que proporciona la geografía, la sociedad humana no podría, por
ejemplo utilizar racionalmente los recursos naturales ni alcanzar el pleno dominio del ambiente físico en el cual se desarrolla.
La actividad humana implica movimientos constantes, sobre la superficie terrestre, íntimo contacto con las fuerzas naturales, que actúan
obedeciendo leyes y causas independientes de la voluntad del hombre, Esa estrecha relación con la naturaleza no se pierde, ni en las mas
avanzadas y prósperas sociedades humanas, y cambia solo el carácter y los métodos utilizados para someter a su pleno dominio del ambiente
físico en el cual se desarrolla.
Por lo anterior, los hombres, están íntimamente ligados al medio en el cual se desenvuelve su existencia, o lo que es lo mismo, su vida y su
trabajo nunca dejan de tener un carácter geográfico. Algunos ejemplos ayudaran a demostrar lo antes dicho:
1.Por el simple hecho de nacer en México o en cualquier otro país, todo ser humano entra a formar parte de una nación, a ser factor
demográfico y, por ende, geográfico – económico.
2.El obrero que trabaja en una fábrica es productor de mercancías y transforma las materias primas proporcionadas por la naturaleza.
3.Un campesino, al cultivar la tierra, esta utilizando recursos naturales y cosecha productos de venta o intercambio.
4.los residentes de cualquier ciudad del país, por esta mera circunstancia, son materia de estudio de la geografía urbana, y si viajan a
Guadalajara o a Monterrey, están formando parte del medio geográfico en escala más amplia, debido a su desplazamiento en el
interior del país.
5.todo habitante, del campo o de la ciudad, depende en forma inseparable del ambiente físico y social en que se desenvuelve, y si sus
labores cotidianas son factores de producción, entonces se convierte en materia de estudio múltiple de la geografía económica.
En resumen, toda actividad de interés social significa contacto con el medio, lo cual conduce a la necesidad de conocer mejor el mundo o la
región en que se actúa, para producir mejor y cooperar más eficientemente al desarrollo de la sociedad,
La humanidad debe, por medio del trabajo, satisfacer el primer lugar sus necesidades más imperiosas: la alimentación, el vestido y la
vivienda. En consecuencia, el interés de la geografía económica se refleja aquí con mayor claridad, puesto que envuelve el análisis de los
recursos que el hombre utiliza para satisfacer dichas necesidades.
Ello no se refiere únicamente a las materias primarias que se usan en la construcción de habitaciones, a las que son para alimentos o para
telas de vestir, sino que abarca la transformación industrial que la sociedad lleva a cabo, creando cada vez, en mayor cantidad, productos
secundarios, de los que muchos son enteramente artificiales y altamente complejos.
La geografía, tomada en su carácter de ciencia general, analiza entre otras cosas los aspectos naturales, útiles o no al hombre, y
desentraña leyes que permiten lograr una mejor utilización de las riquezas, basada en el conocimiento científico y en el adelanto social.
A menudo se ha insistido en el hecho, concreto: antes que elaborar complicadas teorías filosóficas o científicas; antes que pensar en la
creación de esquemas metafísicos, el hombre debe alimentarse y vestirse, o sea, en resumen, vivir del trabajo material que realiza junto con sus
contemporáneos.
Para que pudieran crear sus obras los, grandes filósofos, artistas y hombres de ciencia del pasado, se necesitó que miles y miles de
hombres ignorados, en el fondo de las minas y en los vastos campos, produjeran todo lo necesario para la marcha de la sociedad de aquel
entonces, Primero está el trabajo manual, la labor de producción y distribución de las riquezas, y después aparecen los demás aspectos que
integran la vida espiritual, las superestructuras donde se desarrollan la filosofía, las artes y las demás ciencias. Si no se satisfacen las
necesidades materiales más simples - y las más complejas-, el florecimiento de la cultura es imposible.
La geografía trata de los más importantes aspectos objetivos, existentes en el mundo, y por ello su interés es enorme, No analiza problemas
hipotéticos, metafísicos, morales, sino leyes físicas y sociales, acontecimientos y factores reales y concretos: entre otros, la satisfacción de las
necesidades materiales del hombre, y las actividades productivas básicas, fundamento de las grandes obras culturales de los grupos humanos.
De todo ello se deduce que la geografía debe ser una de las disciplinas más desarrolladas en la educación y la investigación, pues su adelanto
influye en el rápido progreso de los distintos países del mundo.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Ningún fenómeno puede llegar a comprenderse en forma cabal sin hacer alusión a las causas que lo han motivado, a las fuerzas que
estructuran, su génesis. Por ello, no se podría entender la situación del mundo actual y de México sin referirse, aunque sea brevemente, él
hechos pasados, él la historia de la geografía y de diversos acontecimientos que intervinieron para la creación de la realidad contemporánea
mundial y nacional. La historia de la geografía va a la par con la historia del conocimiento del mundo.
La geografía, como todas las demás ciencias, es producto de los esfuerzos realizados por todos los pueblos a través de la historia, merceda
los descubrimientos e investigaciones llevados a cabo en las más diversas regiones del globo. En consecuencia, la historia de la geografía
comprende no sólo la recopilación de los viajes, sino también el desarrollo de los conocimientos geográficos, e incluye los avances logrados por
la cartografía hasta hoy.
Respecto de los viajes, a la geografía interesan los resultados prácticos obtenidos por medio de aquellos desplazamientos, en mucha
mayor medida que las incidencias y anécdotas personales de los grandes viajeros. Son los logros científicos que deben tenerse en cuenta,
antes que la narración de sucesos meramente individuales. Ello sr comprende porque en realidad, las grandes hazañas han sido posibles por el
concurso de vastos grupos humanos que integran la sociedad, cuyo avance económico permite resolver en determinado momento histórico las
grandes incógnitas de la naturaleza.
Los viajes de descubrimiento
Aunque no cabe dentro del breve curso de Geografía socioeconómica de México aquí desarrollado, hacer un extenso análisis de muchos
problemas y sucesos relacionados con la historia de los viajes, de cualquier manera conviene hacer hincapié en algunas cuestiones cuya
interpretación resulta todavía confusa o está sometida a debate.
La historia del mundo a partir del siglo XV, por ejemplo, se ha entendido como el "descubrimiento" de América, Asia o África por los pueblos
europeos, los cuales llegaron a remotas regiones "desconocidas" por sus habitantes. Se llega a afirmar que algunos pueblos "superiores"
trajeron los dones de altas culturas, por lo que, excepto en contados casos, la historia de nuestros pueblos americanos comienza desde la
llegada de los conquistadores, Quien acepta que los europeos nos descubrieron, está negando el pasado histórico y las grandes aportaciones
que los hombres prehispánicos hicieron a la cultura universal.
Los olmecas, toltecas, mayas, aztecas, zapotecas y otros pueblos del México antiguo nos han legado nuestras maravillosas de alta cultura,
que representan quizá la mejor contribución que ha dado nuestro país a la humanidad en el curso de su historia. .
Si lo anterior es perfectamente aplicable a México, con mayor razón resulta absurdo afirmar que los europeos descubrieron India, China o
indonesia, naciones de cultura antiquísima, cuyos integrantes organizaron hace muchos siglos notables viajes hasta las costas de otros
continentes, cuando en Europa la civilización estaba limitada a peque fías regiones.
Los viajes de importancia geográfica han tenido siempre un móvil económico, han sido producto de deseo de ensanchar los conocimientos
de hombre sobre el mundo que lo rodea, hacer más vastos sus horizontes y, de esta manera, poder utilizar mejor los recursos que la misma
naturaleza le proporciona.
Grandes avances
La historia de la geografía es, en resumen, la historia de la conquista de mundo por el hombre, consumada con fines netamente
económicos, que traen aparejados adelantos culturales de creciente importancia. En unos casos, el incentivo principal fue apoderarse de las
riquezas mineras; en otros, la posibilidad de explotar el trabajo humano; o bien, el deseo de dominar zonas de gran poderío agrícola, industrial o
de valores estratégicos.
En forma lenta, pero constante, la humanidad ha ido venciendo los obstáculos que ha presentado la naturaleza y la ha dominado en mayor o
menor cuantía.
Podría decirse que la naturaleza se presentó frente al hombre en la forma de un gigante, mientras aquél era un niño débil e indefenso; con
el transcurso del tiempo, el niño ha ido creciendo y fortaleciendo hasta encontrarse en condiciones de luchar contra el gigante y vencerlo en
diversos aspectos: sus armas han sido los grandes adelantos de la ciencia, aplicados al progreso de la agricultura, la industria, los transportes y
en general en todos los campos de la actividad humana.
Es natural que aquellos países que han alcanzado mayor adelanto histórico, hayan sido también los que, en los últimos tiempos, tuvieron
posibilidad de imponer su dominio a otras naciones y contribuir mucho más al conocimiento científico del mundo.
Inicio de los conocimientos geográficos
La historia geográfica no empieza en la época del florecimiento griego, sino mucho antes, desde que en Mesopotamia, Egipto y diversas
regiones del Oriente aparecieron las primeras civilizaciones importantes. Los egipcios primitivos desde hace más de 4000 años, habían viajado
por el mar Rojo, Nilo arriba, otras comarcas cercanas. Bajo los emperadores de la China antigua, se redactaron los primeros libros con noticias
sobre los ríos Yang-Tsé-Kiang y Hoang-Ho, sobre la Gran Planicie y los mares de Oriente. Mucho antes de la Edad Media europea, cuando
llegó Marco Polo a la corte de Pekín, los chinos ya habían visitado las islas que integran hoy indonesia y Polinesia, llegando a establecer
vínculos comerciales con las naciones de Medio Oriente; se habla de que llegaron hasta las costas de Alaska y Canadá y, asimismo, a lo que
hoy es Baja California.
Las contribuciones de los pueblos de la península indostánica fueron también considerables, sin dejar de mencionar otros grupos asiáticos
que, como los mongoles en la Edad Media, dejaron una huella indeleble en la historia universal.
La región del Mediterráneo tuvo, desde antes del establecimiento de la cultura griega, un interés destacado en la historia geográfica; cabe
mencionar, entre lo más notable, las aportaciones de los fenicios, que recorrieron buena parte de sus costas hacia los años 200 a 600 a. C.
Posteriormente, el pueblo de Grecia contribuyó grandemente al desarrollo de la geografía, pues no sólo se dedicó a recorrer diversas partes de
la península balcánica y de las costas del oriente mediterráneo, sino que dio los primeros impulsos a la estructuración científica de la geografía.
En el siglo VI a. c., el geómetra y filósofo griego Pitágoras escribió que la Tierra debía ser perfecta en su forma, y por ello tenía que ser una
esfera; asimismo, se ha dicho que Pitágoras podía probar la redondez del planeta. Aristóteles, filósofo y hombre de ciencia del periodo clásico
griego (384 a 322 a. C,), fundador del Liceo en Atenas, demostró, mediante la observación de un eclipse de Luna, que la Tierra tiene forma
semejante a una esfera. Después, en el siglo III a. c., Eratóstenes midió por primera vez con aparatos rústicos la circunferencia del globo, y en
forma inicial usó la palabra geografía (significando originalmente el conocimiento de cualquier fenómeno que ocurriera sobre la superficie de la
Tierra, aunque no tuviera relación con las fuerzas naturales o los factores económicos).
Es grande la importancia que pata la geografía tienen los pueblos asiáticos pues los habitantes de la vieja China hacia el año 1000 a. c., ya
elaboraban mapas rústicos y realizaban mediciones topográficas para dividir correctamente las tierras de la Gran Planicie, regada por ríos que
hasta hoy tienen influjo decisivo en la economía de ese país.
En el transcurso del tiempo se han ido individualizando cada vez más las grandes conquistas geográficas, atribuyéndose a determinadas
personalidades el mérito de este o aquel descubrimiento, aunque en realidad sus hazañas son producto de la sociedad de su tiempo. Entre los
grandes viajeros primitivos se menciona a Estrabón, geógrafo e historiador griego que, en el siglo a. C. escribió prolijas narraciones de sus
viajes por lugares cercanos al Mediterráneo e incluyó en ellas todo lo conocido en el mundo antiguo, en su célebre Geografía. Más tarde, el
famoso investigador Claudio Ptolomeo, laborando en ese nuevo centro de civilización que fue Alejandría, dio inicio en el siglo II de nuestra era,
el proceso de convertir a la geografía en una disciplina que explique los fenómenos y no meramente los describa.
El proceso de globalización
El Imperio Romano, gracias a la conquista de las Galias, el norte de África y otras zonas, impulsó el conocimiento de nuevas regiones del
globo. Después, debe señalarse como muy significativa la contribución de los árabes, que se extendieron hasta las cercanías de Francia y el
oriente de África y cuya cultura significó un positivo avance. Además, los rudos vikingos, que a partir del siglo IX de nuestra era recorrieron los
mares del norte del Atlántico para llegar a Islandia, Groenlandia y la América septentrional, fueron precursores del descubrimiento atribuido a
Cristóbal Colón.
Impulsados por el adelanto social, comienzan desde 1420 los grandes viajes de europeos occidentales que dan nacimiento él la era llamada
"de los grandes descubrimientos geográficos", Inicialmente, recorrieron las vecinas costas de África, llegando -primero los barcos al mando de
Escobar y Santaremal ecuador y a las nuevas tierras del hemisferio sur, El capitán Bartolomé Días efectúa, en 1487, la travesía que permite
bordear el Cabo de la Buena Esperanza, al sur de África, abriendo la ruta que muy pronto habría de seguir Vasco de Gama hasta India. Casi
inmediatamente se llevan a cabo los trascendentales viajes de Cristóbal Colón, sobre los cuales tanto se ha escrito y que son materia de debate
aún en la actualidad.
En primer lugar, debe tenerse en cuenta que Colón conoció los mapas o esquemas trazados por los vikingos, que se guardaban en Islandia
y en diversas ciudades europeas; igualmente conoció las cartas de Toscanelli, uno de sus maestros predilectos, quien había dibujado al
occidente de Europa, tierras a las que podría llegarse atravesando el Atlántico. Por otro lado, conforme se ahonda en las investigaciones, se
descubren nuevos datos, que sin restar méritos a ese hombre visionario y genial que fue Cristóbal Colón, contribuyen a esclarecer la verdad
histórica. Recientemente, por ejemplo, se ha afirmado que existen documentos (sobre todo en Lisboa) que prueban la llegada de navegantes
portugueses a las costas de la América del Sur antes de 1492.
Uno de los viajes más importantes (quizás el más destacado de todos los que ha llevado a cabo el hombre) lo realizó en 1519-1522 la
expedición de Fernando de Magallanes, en el cual se demostró irrefutablemente la redondez de la Tierra y la posibilidad de arribar por mar a
cualquiera de los grandes continentes.
Las conquistas
Los viajes que se realizaron en el siglo XV y los posteriores, no se pueden concebir sin tener en cuenta el Renacimiento, nueva etapa en la
historia que sucede a la Edad Media que a la vez, antecede al capitalismo moderno, orden social que se afianza en el siglo XVIII con la gran
Revolución Industrial, de Inglaterra y otras potencias de Europa; en aquella etapa se plasma lo que puede llamarse el desbordamiento de
Europa sobre el resto de la Tierra. Varias naciones tomaron parte notablemente en la conquista del mundo, hecho explicable por su posición
geográfica el progreso económico alcanzado.
Portugal contribuyo enormemente en esa etapa, ya que sus marinos alcanzaron las costas de Asia, África y América del Sur; España
conquistó buena parte de América y los españoles cruzaron todos los mares y realizaron proezas inauditas como el famoso viaje de Orellana
por los Andes y el Amazonas. Otros dos países de Europa occidental se destacaron en gran medida: Inglaterra y Francia, que habiendo
entrado después que España y Portugal en el proceso de conquista lograron superar a esta ultimas naciones en muchas zonas del planeta,
Aquellas potencias conservaron, hasta muy recientemente, sus grandes dominios África, Asia y Oceanía.
La pequeña Holanda también ocupa un sitio sobre saliente en esta relación de la conquista y el conocimiento del mundo moderno, mientras
Bélgica, Dinamarca, Italia, Noruega, Suecia y Alemania alcanzan cierta importancia. Los rusos, consolidados en el siglo XVI constituyendo una
entidad nacional, adquieren relevancia particularmente interesante. En menos de 100 años, partiendo del este de Europa, llegaron hasta el
extremo oriental de Siberia; cruzaron el océano Pacífico alcanzaron las costas de Alaska, Canadá y California; posteriormente dominaron el Asia
central se detuvieron junto a las aguas del río Amur, donde los chinos y manchúes ya estaban establecidos desde siglos atrás.
Nacimiento de la geografía moderna
A partir del siglo XVII, coincidiendo con el desarrollo inicial del capitalismo, se estructura la geografía como ciencia de tipo diferente, con
métodos y finalidades propios Varenius, alemán que vivió en ese mismo siglo fue uno de los investigadores que sentaron las bases de la
geografía contemporánea. Este notable y joven escritor afirmo que no se puede generalizarla realidad geográfica del mundo, y señaló que debe
hacerse distinción entre el estudio de las montañas, del clima, los océanos. etc., iniciando de este modo la división en ramas de la geografía.
Sin embargo el padre de la geografía moderna, citado ya anteriormente a quien México debe mucho y cuya vida dedicada, a la investigación
ofrece ejemplo perenne de trabajo, es Alexander von Humboldt, sabio de gran conocimiento que estudio y creó por ejemplo, la geografía
botánica, sentando diversos aspectos básicos de la climatología, la meteorología y la geofísica. Fue el fundador de la nueva geografía porque
escribió las obras teóricas más importantes de su tiempo: el cosmos fue el libro en su tipo más completo y preciso del siglo XIX.
Alexander van Humboldt dijo que nada puede explicarse aisladamente en la naturaleza, que todo hecho está relacionado con otros
fenómenos y que la base de la geografía radica en la explicación racional de los hechos. Viajó ampliamente por Europa, América y Asia; fue el
verdadero "descubridor científico" de México, Cuba, Venezuela, Colombia, Ecuador y Perú. Se dice que Alexander van Humboldt exageró la
magnitud de las riquezas que se podían explotaren México, pero tal versión es falsa: lo único claro es su amor por las tierras de América.
Descubrimientos geográficos
Los descubrimientos geográficos se han sucedido hasta e! momento actual y tal vez los más interesantes son, por un lado, la exploración de
los polos Norte y Sur y el interior de los continentes, y, por otro, la ascensión al Everest y otras grandes montañas de las cordilleras del
Himalaya y los Andes.
A Robert Peary, estadounidense, explorador de Groenlandia y el Ártico (1856-1920) se le atribuyó haber llegado por primera vez al Polo
Norte en 1909, sin haberse comprobado dicha versión, La conquista de! Polo Sur fue uno de los sucesos más impresionantes de toda la historia
geográfica, pues cortó la vida a los integrantes de la expedición inglesa dirigida por Robert Swtt (1868-1912), que llegaron al polo Sur después
de que los exploradores noruegos de Roald Amundsen habían plantado ahí la bandera de su país.
Por otro lado, el famoso alpinista neozelandés Edward Hillary, nacido en 1919, escaló junto con el guía nepalés Tenzing Norgay, logrando
llegar a la cima del Everest, la más alta cumbre del planeta (8848 m sobre el nivel del mar), en 1953.
Todavía hoy existen numerosos aspectos de la naturaleza que el hombre no conoce o conoce muy superficialmente, por lo que el interés de
las investigaciones geográficas no ha de crecido y nuevos fenómenos se descubren cada día, sobre todo en las regiones poco pobladas o cuyo
aislamiento las ha mantenido casi desconocidas.
En México, hay diversas zonas poco estudiadas científicamente, por lo que para los intelectuales se abren amplios campos de investigación,
Muchos sitios localizados en lo más abrupto de la Sierra Madre Occidental o la del sur, en las regiones selváticas del sur y sureste (Oaxaca,
Guerrero, Chiapas, Quintana Roo, Campeche), en los desiertos de Baja California, Sonora, Chihuahua u otras entidades montañosas (Nayarit,
Durango, las huastecas) permanecen casi ignorados. Los conocimientos geográficos son útiles en este aspecto porque su interés no sólo
consiste en establecer teorías alejadas de la realidad, sino que sus enseñanzas pueden y deben aplicarse para beneficio del pueblo mexicano.
En la actualidad está en marcha una nueva etapa, en la que los pueblos de América Latina, Asia y África se convierten en activos
conquistadores de sus propios países, con esto destruyen la añeja concepción de que solo especialistas estadounidenses o europeos
(principalmente anglosajones) pueden llevar a cabo profundas investigaciones científicas, que sirven de base para el desarrollo económico.
En resumen, se puede afirmar que la conquista de la Tierra no ha consistido en una serie de hechos fortuitos e inexplicables, sino que es el
resultado de las diversas etapas de desarrollo social que ha experimentado el género humano, Mientras han sido mejores los instrumentos
técnicos, económicos y de organización social, y las necesidades alcanzan mayor expresión, el hombre se ha ido desplazando, ha vencido cada
vez con más penetración los obstáculo que presenta la naturaleza, y ha aprovechado los recursos con mayor acierto y determinación.
PAÍSES DESARROLLADOS Y SUBDESARROLLADOS
Desafortunadamente, por lo que toca a este aspecto, el mundo está dividido todavía en dos grandes grupos de países:
1. Los desarrollados, que ofrecen considerable evolución económica y en los cuales es posible satisfacer con amplitud, cuando
menos, algunos de las necesidades que más apremian al ser humano, y donde éste ha aprendido a enfrentarse y dominar, en algunos
aspectos, a la naturaleza.
2. Los subdesarrollados, donde el hombre se encuentra atado por el atraso, la pobreza y la ignorancia y donde la mayoría de los
habitantes vive aún sin comprender las leyes naturales, sujetos a un poderoso dominio por parte de la misma naturaleza.
El atraso excede los límites de regiones aisladas; alcanza proporciones continentales que afectan la mayor parte del mundo, y del que no se
libra del todo ni siquiera Europa, México, aunque en fase de franca modernización, no puede considerarse aún ajeno a este segundo grupo; y
esto, para el mejor conocimiento de sus recursos y comprensión de su naturaleza, requiere de las orientaciones de la geografía, para apresurar
el cabal dominio de su propio medio.
LA GEOGRAFÍA COMO CIENCIA AUXILIAR EN LA SOLUCIÓN DE PROBLEMAS ACTUALES
La geografía, corno sabemos, no estudia los aspectos fisiológicos ni las manifestaciones artísticas del hombre sobre la Tierra; no estudia las
costumbres ni se refiere a las proezas de tipo personal ni tampoco incluye el conocimiento de las fuerzas del planeta en el cosmos (campo de la
geofísica o la astrofísica). No invade los terrenos de otras ciencias que tienen por objeto el estudio de las altas capas de la atmósfera ni la
génesis de los recursos minerales, que es campo de la geología. Por ello es interesante insistir en los objetivos concretos de interés para la
geografía.
La geografía estudia, en el mundo actual o en épocas pasadas, sólo algunos de los fenómenos materiales o sociales, aquellos cuya
importancia natural y económica es comprobable y que se encuentran localizados en la llamada capa geográfica de nuestro planeta.
Se entiende por capa geográfica aquella zona del globo donde se concretan las condiciones naturales que, en su conjunto, son necesarias
para que pueda existir la vida en todas sus manifestaciones. Dicha capa, en su parte superior, permite la penetración de los rayos solares (ultra
violeta), indispensables para la existencia de los seres vivos; condiciona los cambios climáticos y afecta a través de ellos, la vida del hombre.
Dentro de esta capa, que comprende entre 15 y 20 km de altura a partir de la superficie, en la atmósfera, y de igual modo de 15 a 20 km en el
subsuelo (donde existen recursos naturales útiles al hombre y que éste explota), la geografía estudia tres grupos de aspectos interrelacionados.
El primero constituye la atmósfera, que envuelve la corteza de la Tierra; el segundo, la hidrosfera, que incluye los aspectos acuáticos (mares,
ríos, lagos, cte.), y finalmente la litosfera, o sea, la zona exterior de las tierras emergidas.
En la corteza terrestre es donde ocurren los fenómenos de formación y de erosión superficial; ambas, la creación y la destrucción, aparecen
simultáneamente, y esa realidad condiciona la vida del hombre sobre la Tierra.
Camile VililIaux, prominente autor francés y teórico de la geografía, a principios del siglo XX insistió que el país estudiado por esta ciencia
debe ser un paisaje en movimiento donde el pasado se tome como elemento para transformar lo actual y preparar así el advenimiento de un
mejor porvenir. Desde principios del siglo XIX, cuando se fundó la geografía moderna, numerosos autores, entre ellos André Cholley, hacen
hincapié en la necesidad de considerar todos los factores como partes de un todo; es decir, dentro del cuadro general que existe sobre la Tierra.
La geografía económica, por su parte, estudia: a) los factores naturales y sociales que influyen sobre las actividades humanas productivas, y
b) estas mismas actividades, que tienen como centro de atención al propio hombre, en su calidad de factor económico decisivo.
Aspectos básicos
En su conjunto, la geografía trata dos clases de aspectos:
a) Los que son de Índole natural; o sea, los que han venido existiendo desde antes que el hombre apareciera en la tierra.
b) Aquellos que son consecuencia de la actividad humana y que reciben el nombre de aspectos culturales.
El medio natural se compone de diversos grupos de fenómenos que las ciencias geográficas han ordenado del siguiente modo, con el fin de
facilitar su estudio:
a) El relieve: montañas, valles, depresiones, llanuras y costas, útiles o no al hombre en su vida y economía.
b) Todo tipo de minerales que son producto de la evolución geológica, tanto de la superficie como del subsuelo.
c) Los climas que encierran fenómenos diversos, desde la energía solar, las presiones y temperaturas, hasta los vientos y precipitaciones
pluviales en un periodo dado.
d) Las aguas que yacen en el subsuelo, que se encuentran en los pantanos y las que se mueven en los ríos y forman lagos y mares.
e) La capa exterior de la corteza, donde se forma el suelo y se desarrolla la vegetación.
f) El propio mundo vegetal: plantas herbáceas, arbustos y pastos, árboles aislados o bosques.
g) Los animales terrestres y los acuáticos.
RELACIONES Y RESPUESTAS DE LA GEOGRAFÍA
De todos los aspectos culturales, son objeto muy destacado de estudio geográfico las actividades productivas del hombre: recolección de
frutos, caza, pesca, explotación forestal, agricultura, ganadería; industrias extractivas y de transformación, transporte, comunicaciones y
comercio, así como el hombre mismo, que es el motor de las transformaciones en la naturaleza.
Hay regiones naturales, pero una región cien por ciento natural (es decir, aquella que conserve totalmente los aspectos físicos originales) es
muy raro encontrarla, porque casi no hay lugar en el planeta que escape al conocimiento y a la influencia del hombre y que, por lo mismo, poco
a poco no se transforme.
Es necesario observar cuidadosamente la división de la geografía en tres grandes grupos: los natural, los económicos los sociales, y
distinguir los nombres de las diversas ciencias o ramas que se dedican a cada especialidad. Además, no deben olvidarse las principales
ciencias auxiliares de la geografía, entre ellas la geografía económica, recalcando que constituyen disciplinas especiales, como la economía, la
agronomía o química.
La geografía, por su campo o radio de acción, se divide en dos partes: a) geografía general y b) geografía regional.
La geografía general estudia la Tierra en su conjunto; es decir, la llamada capa geográfica del planeta. La regional, por su lado, tiene por
objeto explicar los fenómenos en determinadas zonas que pueden ser continentes, países, regiones, valles, etc. Las regiones naturales y las
geoeconómicas pueden subdividirse en muy diversos tipos, integrando regiones botánicas, industriales, agrícolas y otras.
Finalmente, la geografía general y la geografía económica en particular tratan de los diversos aspectos desde un punto de vista histórico o
sea en su génesis, y explican las causas de su aparición, ligando los diversos fenómenos que tienen relación con el objeto de estudio. Por elIo
responden en su orden a las siguientes preguntas:
¿Qué hay y cómo es? (Definición)
¿Dónde está? (Localización)
¿Por qué esta? (Explicación)
¿Para qué sirve o puede servir? (Utilización)
¿Cuáles son sus relaciones en el sistema regional y en la estructura? (Lazos)
[…]
PROPÓSITOS PRINCIPALES

Subtema 1.1.2 Fines concretos de la geografía económica.

Nuestra rama de estudio tiene determinados propósitos, mismos que por ser de gran utilidad se indican a continuación:
1. Saber de qué manera la naturaleza actúa sobre la sociedad,
2. Explicar cómo el hombre transforma el ambiente en que vive.
3. Conocer la distribución de los aspectos económicos sobre la Tierra, las causas de esta distribución y los sistemas regionales.
4, Analizar los diversos fenómenos naturales y sociales para que, al entenderlos, el hombre pueda transformar mejor la naturaleza.
En la actualidad, los geógrafos economistas de los países más avanzados participan, en forma constante, en los planes de desarrollo
económico y social, y demuestran con hechos que su especialidad no puede ya limitarse a la descripción de fenómenos, sino que tiene por fin
supremo ayudar en la transformación de la naturaleza, en forma cada vez más racional y efectiva. A pesar de los tropiezos que deban vencer,
dentro de los límites que impone la organización política en muchos países, el futuro deberá mostrar sin lugar a dudas, la utilidad práctica de la
geografía económica.
[…]
FINALIDADES TEÓRICAS Y PRÁCTICAS

Subtema 1.1.3 Finalidades teóricas y prácticas.

Sobre todo, para las naciones poco desarrolladas económicamente, entre las cuales se encuentra México, la geografía tiene utilidad
práctica, lo cual complementa el conocimiento académico. Hablando en forma figurada, se puede decir que la geografía representa la
plataforma desde la cual se pueden enviar los vehículos de las ciencias aplicadas al espacio del progreso material. Sin dicha plataforma, no
puede alcanzarse el éxito deseado, con la rapidez y la propiedad que necesitan los países pobres en su labor de mejoramiento social.
Si no se sabe cómo es un país, si no se conocen los recursos que en él existen, si no se dominan las leyes de su formación y su existencia,
no es posible planificar un progreso, basado en el uso racional de las riquezas, para bien de las mayorías. Sin embargo, aún actualmente, en
que ha tomado incremento el desarrollo económico de México, se descuida la investigación geográfica, se desconocen muchos aspectos de la
naturaleza y la vida social y, por tanto, no faltan ejemplos de errónea localización de empresas, fracasos lamentables en el área de la
agricultura, la industria o las comunicaciones.
Los países más adelantados han comprendido la importancia de la investigación geográfica y, a tono con sus posibilidades y necesidades,
proceden al conocimiento profundo de su realidad natural y social. Francia, Inglaterra, Japón, Polonia, Alemania, Estados Unidos de América y
Rusia han alcanzado un alto grado de desarrollo en cuanto a la elaboración de mapas, estudios escritos e investigaciones geográficas en del
terreno.
Han transcurrido casi 200 años desde que Alexander von Humboldt (alemán), padre de la geografía moderna, viajó por nuestro país y, sin
embargo, hasta hoy esta ciencia continúa en México en un estado de atrasó. Por supuesto, la causa fundamental de ese fenómeno debe
encontrarse en el insuficiente y contradictorio desarrollo económico y en el progreso desigual que las diversas ciencias han alcanzado en
México. Por ejemplo, la posibilidad de llevar a cabo extensos viajes por nuestros territorios era, hasta hace poco tiempo, muy restringida, lo cual
obstaculizaba las investigaciones. Es de pensarse que el provenir ofrezca amplias perspectivas para el mejoramiento radical de la geografía en
México.
Tanto por su índole científica - cultural como por su utilidad práctica, la geografía debe ocupar un lugar de privilegio entre las ciencias más
necesarias en la enseñanza y en el progreso material. Para los economistas modernos, cuya preparación debe ser lo más completa posible, el
estudio de la geografía económica es básico para conocer, entender y transformar la realidad, sabiendo que esta transformación depende
principalmente de las leyes sociales.
[…]
La geografía y su relación con la economía

Subtema 1.1.4 Definiciones de geografía económica.

Como se ha dicho anteriormente, solo se hace geografía cuando se presentan, en la investigación, relaciones de causa-efecto, y no sólo se
describe o se inserta una colección de gráficas o datos estadísticos. Si un fenómeno se estudia de manera aislada, sin relacionarlo íntimamente
con los demás aspectos de la naturaleza o la vida socioeconómica, se está uno apartando del método geográfico, se está haciendo cualquier
cosa, menos geografía.
Por tanto, podemos decir que la geografía económica es una ciencia, una rama de la geografía que estudia los aspectos económicos en su
relación con los factores del medio natural y social, las causas de su información su distribución espacial y desarrollo en su tiempo, subrayando
la diversidad de los fenómenos productivos regionales.
Son dignas de mención otras dos definiciones de geografía económica: una la de los autores estadounidenses Clarence F. Jones y Gordon
G. Darkenwald, quienes en 1941 consideraban que esta disciplina trata del "estudio de la relación de los factores físicos del medio con las
condiciones económicas de las ocupaciones productivas y la distribución de lo que se produce", Otra, la del maestro ruso N, Baranky, quien
afirma que la geografía económica es "el estudio de las diferencias que presentan los aspectos económicos de lugar a lugar". De ahí, la
importancia de la cartografía y la investigación regional.
La geografía económica también puede ser definida, según Thoman, de la manera siguiente: "Una investigación sobre la producción,
intercambio y consumo de bienes que llevan a cabo los seres humanos en las diferentes áreas del mundo. Se atribuye especial importancia a la
localización de la actividad económica, para poder responder a la pregunta de por qué están situadas las funciones económicas en un lugar u
otro de este mundo. Son importantes, tanto las consideraciones históricas, como las actuales, sirviendo especialmente las primeras de ayuda
para comprender las segundas."
La definición de los eminentes geógrafos soviéticos P. Alampiev y V. Pokshishevsky, en la Pequeña enciclopedia geográfica, es la siguiente:
"Geografía económica es la ciencia social que estudia la distribución geográfica de la producción -que se entiende como la unidad de las fuerzas
productivas y de las relaciones de producción-, las condiciones y peculiaridades de su desarrollo en diversos países y regiones."
La geografía económica es una ciencia íntimamente ligada a tres grupos de disciplinas:
a) Las de tipo natural, o sea, las que estudian el medio físico y sus leyes; por ejemplo, la botánica, la geomorfología, la meteorología, la
climatología, la zoología, etcétera.
b) De tipo social, entre las cuales destaca la economía, especialidad que se dedica al estudio de la humanidad en su evolución material y
estado actual de desarrollo.
c) Algunas ciencias exactas tomo las matemáticas; otras, aplicadas y técnicas que explican la transformación de los recursos naturales.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA Y SOCIOECONÓMIA
La geografía económica necesita disponer de muchos datos y explicaciones aportados por la geografía física, pero constituye una disciplina
netamente social, y de ahí se deriva su evidente utilidad. Pierre George, gran geógrafo francés y profesor en la Sorbona de París e Yves
Lacoste, editor de la conocida revista Herodote y autor de Geografía del subdesarrollo, señalan que muchos economistas y sociólogos
desconocen la importancia de la geografía, ciencia que es eminentemente dinámica y no estática, según insiste M. Phlipponneau, catedrático de
la Universidad de Rennes, en Francia. Los estudios geográficos que, principalmente se llevan a cabo sobre el terreno, tienen una gran
relevancia analítica y sintética aplicada. Una de las enseñanzas más relevantes del geógrafo inglés L. Dudky Stamp (1898-1966), autor de
extensas obras sobre India y el sureste asiático, consistió en insistir sobre la necesidad de un uso racional de los recursos naturales y en la
vinculación de esta disciplina con los problemas del desarrollo económico, Dudley Stamp llamó a luchar contra el desarrollo desigual de las
ramas económicas, a estudiar las regiones socioeconómicas como un todo ya coadyuvar en la planificación del desarrollo, para lo cual se
requiere la unión de los especialistas, tanto en ciencias naturales como en las de carácter social y político.
Es cierto que en nuestro país los geógrafos son escasos y su preparación debe todavía mejorarse, pero nada crece ni se vigoriza si no
recibe aliento y ayuda y si no cumple un papel de utilidad en la vida de la nación. Los especialistas en economía, en geografía, en biología e
ingeniería, los sociólogos y políticos deben unir sus actividades para enfrentarse, todos juntos a los graves males del desarrollo. El propio
crecimiento económico de México y de otros países en vías de desarrollo, está exigiendo ya que los economistas, administradores de empresas,
estudiantes de carreras sociales, comerciales y técnicas posean amplios conocimientos en geografía económica y por ello los planes de estudio
de esas especialidades deben incluir, como sucede en los países avanzados, materias geográficas de gran utilidad social.
Hoy, que el hombre ha llegado a la Luna, realiza viajes al espacio. Y que se adentra en el estudio del universo, debe simultáneamente
volver de nueva los ojos hacia su planeta Tierra y penetrar aún más en su realidad geográfica para asegurar, por medio de una correcta
organización política, una existencia plena, libre del hambre y de la injusticia, para todos sus habitantes; sólo así podrá conquistar en forma
rápida y justa, para usufructo común, el gran espacio sideral.
Tal como se señala en la introducción y para los fines de este libro de texto, la geografía socioeconómica subraya la necesidad de insistir
con mayor énfasis en la importancia de la sociedad humana, tanto en la transformación de la naturaleza como en la formación de regiones
económicas. Por otro lado, la actual crisis ecológica es también el resultado de acciones sociales y adquiere cada día mayor relevancia.
LA GEOGRAFÍA Y LA HISTORÍA DE MÉXICO
El desarrollo de esta disciplina se inicia desde la época prehispánica, pues las civilizaciones olmeca, maya, mixteca, zapoteca, tolteca, de
las huastecas finalmente, la azteca realizaron grandes adelantos en el conocimiento del medio geográfico y en la utilización de los recursos
naturales. Los grupos más importantes coleccionaron y estudiaron las plantas, poseían pequeños parques zoológicos disponían de individuos
los especializados en la observación de los fenómenos meteorológicos. Supieron construir obras para riego y conocieron la localización y el uso
de diversos minerales no metálicos y preciosos. Nos dejaron los códigos con planos, historias y relatos que recopilados a la llegada de los
europeos, contienen numerosos datos de carácter geográfico.
Durante la Colonia se realizaron infinidad de viajes de conquista, conocimiento y colonización del territorio de la Nueva España, a partir de la
llegada de Francisco Hernández de Córdoba a las costas yucatecas en 1517 y sobre todo, de la toma de Tenochtitlán por Cortés en 1521. Los
capitanes peninsulares, ávidos de oro y plata, exploraron en todas direcciones la Altiplanicie, las sierras madres y llegaron hasta los desiertos
del extremo norte. En el noroeste, Sebastián Vizcaíno, Ulloa y muchos otros marinos, surcaron las aguas ignotas del Pacífico hasta Baja
California y hasta Alaska; Eusebio Kino, extraordinario viajero, demostró la unión de las penínsulas a tierra firme.
En el siglo XVI se hicieron los primeros mapas y hubo sabios que redactaron libros de indudable interés geográfico, entre ellos Enrico
Martínez, Francisco Javier Clavijero, Francisco Hernández, Carlos de Sigüenza y Góngora y Antonio Alzate. Alexander van Humboldt demostró
en su Ensayo político sobre el reino de la Nueva España, el primer cuadro moderno de nuestra patria en sus aspectos físicos, de población,
economía e incluso históricos y regionales por intendencias.
Progresos notables durante 200 años
Durante el siglo XIX se dieron a conocer las obras destacadas de los geógrafos e historiadores ingenieros Mexicanos Manuel Orozco y
Berra (1816-1881) y Antonio Carda Cubas (1832-1912). El primero publicó el Diccionario universal de historia y geografía, en 10 volúmenes, y
Apuntes para la historia de la geografía en México; además el mapa de regiones económico-administrativas (1864). García Cubas fue autor del
Atlas geográfico, estadístico e histórico de la Republica Mexicana y de otros libros importantes.
La necesidad de explotar nuevos recursos naturales conduce bajo el porfirismo al desarrollo de la cartografía, la geodesia, la meteorología y
los estudios geológicos y económicos.
Después del triunfo de la Revolución de 1910, se crea la Dirección de Estudios Geográficos y Climatológicos bajo la dirección de Pedro C.
Sánchez, dando así comienzo a la etapa contemporánea, en la que nuestra geografía avanza principalmente, a partir de 1950, sobre bases
modernas. En los últimos decenios han aparecido importantes obras generales sobre climatología,
[…]
Panorama geográfico mundial

Subtema 1.2.1 Naturaleza cambiante de la geografía económica.

NATURALEZA Y SOCIEDAD
No es concebible hacer el estudio de los problemas específicos de la geografía económica sin poseer algunos conocimientos sobre los
fenómenos puramente físicos referentes al mundo en su conjunto y a nuestro propio país. Aunque sin llegar a penetrar en los procesos que
originan dichos fenómenos ni presentar datos estadísticos; conviene, no obstante, comentar algunos hechos generales y exponer ideas en este
breve capítulo sobre los principales aspectos naturales, explicando su influencia concreta sobre la sociedad y, lo que es más interesante para
nosotros, manifestar a continuación de qué manera el hombre ha ido transformando la naturaleza, con base en ejemplos tomados, tanto del
extranjero, como de México.
EL RELIEVE
La primera realidad que debe recordarse es que la superficie de nuestro planeta está ocupada casi en proporción de tres contra uno
por las aguas de los grandes océanos y mares, en detrimento de las tierras emergidas. En efecto, de 510 millones de km2 que abarcan el total
de la superficie, 361 millones corresponden a las aguas, dejando sólo 149 para los continentes; el más grande, es Asia, con 41 y el más
pequeño, Australia, con 7.6 millones de km2 e islas (la mayor es Groenlandia, con 2.1 millones de km 2).Esta condición de inferioridad de las
masas terrestres tiene enorme influencia en todos los aspectos de la geografía, tanto física como económica, los cuales se irán descubriendo en
el curso de nuestro análisis.
En general, todo el globo presenta un relieve bastante irregular, tanto en el fondo del mar, como en las zonas emergidas; se han
localizado verdaderas cordilleras submarinas, lo mismo en el Atlántico, en el Pacífico y en el océano Ártico, las cuales influyen sobre la
distribución de la riqueza marina, en el movimiento de las corrientes, etc. Esa fisonomía del fondo marino ofrece condiciones que influyen
considerablemente en la actividad humana, sobre todo en la pesca, el tendido de cables, la navegación de barcos y submarinos y la
investigación científica.
Las más amplias y altas cadenas montañosas existen en el continente asiático, donde majestuosas cordilleras, como los Himalaya
(con centenares de picos superiores a 5000 y 6000 m de altura, que en nada desmerecen frente al Everest de 8846 m) (véase fig. 2.1),
atraviesan desde el suroeste de China hasta la región de Asia central, formándose los llamados “techos del mundo” o grandes planicies a 4000
y 5000 m sobre eI nivel del mar, en el Tíbet y el Pamir (Asia central). La mayor parte de la extensa Siberia está ocupada por zonas montañosas,
igual que en Oriente Medio, destacando en Asia los países de relieve quebrado como Irán, Turquía y Afganistán.
Como es sabido, los montes Urales separan tradicionalmente las tierras de Asia y Europa, aunque su interés reside primordialmente
en la riqueza mineral que guardan, y no en su altura o en sus obstáculos a las comunicaciones o la vida humana en general de Rusia.
Varios países del centro, suroeste y sureste de Europa son típicamente montañosos, cruzados como están por las cordilleras de los
Alpes, los Cárpatos o de los Balcanes, además de los sistemas geográficos de la península ibérica. Además de las zonas montañosas de Suiza,
Austria, el norte de Italia y sur de Alemania, y parte de Polonia, se alzan con fisonomía interesante las serranías de Escandinavia y los Pirineos,
que separan a Francia de España.
De importancia hasta cierto punto mayor, se despliegan por el noroeste y occidente de América del Sur, los altos Andes, cuya
majestuosidad supera a las montañas de Europa o América del Norte. Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Chile dependen en buena parte de las
tierras situadas en las estribaciones o sobre la cordillera andina, que alcanza su ápice a 6960 m en el Aconcagua y algo menor el Ojo del
Salado, ambos situados en la frontera entre Chile y Argentina.
Aunque menos altas, las formaciones del relieve en América del Norte tienen interés primordial para México, oeste de Canadá y
Estados Unidos de América constituyen, por último, la columna vertebral de Alaska. Finalmente, la gran meseta africana y las altas cordilleras
del oriente y sureste de África, imponen modificaciones extraordinarias a lo que de otra manera sería tal vez un continente de fisonomía
repartida entre el desierto y las selvas ecuatoriales.
Orografía y sociedad
La influencia del relieve ofrece múltiples aspectos que comprenden desde la división en zonas naturales de tipo vertical, hasta los
obstáculos que presenta para la fácil comunicación y el intercambio comercial. Entre los principales caracteres que trae aparejada la existencia
de los sistemas montañosos, se puede mencionar el descenso de la temperatura (aproximadamente 0.58 °C por cada 100 m de altura) y de la
presión atmosférica debido a la altura, acentuándose igualmente las diferencias térmicas entre el día y la noche. Dichos fenómenos son la
causa de una “separación en escalones” de los tipos de clima, suelos, vegetación y fauna, sin excluirse diferencias locales en los valles,
cañadas o vertientes, según su situación en el mapa y su exposición.
En la economía se refleja la existencia de cordilleras u objetivos orográficos aislados, pues la variedad de climas, suelos y recursos
forestales influyen grandemente sobre el tipo de cultivos, los pastos o las actividades relacionadas con el uso de especies vegetales o animales,
La mera circunstancia de que un país haya tenido una complicada historia geológica, y que a consecuencia de esto existan zonas montañosas y
volcánicas es indicio (no ley) de que puede contar con reservas mineras. Además, según se ha insistido constantemente, el relieve ha ejercido,
en muchas ocasiones, una influencia desfavorable en la historia de zonas determinadas, ocasionando un estado de aislamiento y de abandono,
por los problemas que plantea a las comunicaciones terrestres; por ejemplo, los del norte de Afganistán, Cachemira, el Tíbet o el suroeste de
China propiamente dicha.
Ello no quiere decir que las zonas montañosas hayan permanecido siempre al margen de las civilizaciones pasadas, según lo
demuestran los casos de las culturas inca, chibcha, quechua y aymara, que prosperaron en Sudamérica, o la de los aztecas en la altiplanicie
meridional de México. En los tiempos modernos, la sociedad dispone de medios técnicos mucho más poderosos y eficaces para enfrentarse a
los problemas que presenta el relieve y superarlos. Con el sólo ejercicio de la agricultura y las actividades extractivas, el hombre ha modificado
el aspecto exterior de la corteza terrestre ocasionando, por un lado, la erosión y la destrucción de suelos y laderas montañosas, que dejan
verdaderos huecos en las regiones mineras donde obtiene anualmente miles y miles de toneladas de minerales; también extrae combustibles
líquidos y gaseosos y aprovecha la energía geotérmica. Por otra parte, los países más adelantados proceden a la perforación de enormes
túneles, entre los cuales gozan de fama Ios de Simplón y San Gotardo (15 Km.), en Suiza, y otro muy importante que se construyó debajo del
Canal de la Mancha, para comunicar a Francia con Gran Bretaña. Recientemente se ha incrementado el uso de explosiones muy poderosas
para destruir obstáculos orográficos que impiden la construcción de presas, canales, ferrocarriles o carreteras. Ejemplos interesantes son las
voladuras llevadas a cabo en el curso del río San Lorenzo, en la frontera entre Canadá y Estados Unidos de América, o del Terek, en el
Cáucaso del norte, y el caudaloso Angará afluente del Yenisei en Siberia central, para construir vías de navegación o centrales eléctricas.
Finalmente, es de mencionarse que las revoluciones industriales han influido enormemente para la creación del llamado “relieve
artificial”, que constituyen las ciudades modernas, con sus grandes edificios, que llegan a tener más de 500 m de altura, como las torres
gemelas del World Trade Center de Nueva York que dejaron de existir el 11 de septiembre de 2001 a causa de un ataque terrorista (véase fig.
2.2). Claro está, como antecedentes de estas construcciones pueden citarse las grandes pirámides de Egipto o de México, al igual que la Gran
Muralla China.
EL HOMBRE Y LOS CLIMAS
El estudio de los aspectos climáticos es uno de los más interesantes en la geografía física, y destaca por su íntima relación con la vida
diaria y la actividad humana. Es en la agricultura donde con mayor claridad se advierte la importancia del clima, el cual condiciona en gran parte
el tipo general de cultivos, la clase de pastos naturales y la localización de numerosas industrias que dependen de la disponibilidad de agua.
Otros factores que condicionan el clima son, por ejemplo, los vientos, la temperatura y la humedad relativa, que también ejercen influencia
notable en muchos campos de la existencia humana y la economía.
Ante todo, el clima influye, en gran parte, sobre los tipos de suelo de las zonas de vegetación y de la red hidrográfica que se observa
en determinado país, condicionadas también por el relieve y demás aspectos locales. Es tan directa la influencia de los climas, que han
inspirado en diversas formas la estructuración de las llamadas teorías del determinismo geográfico (ya mencionadas), suponiéndoles un valor
que, en realidad, no tienen. Esto se refiere, sobre todo, a la importancia que se ha querido atribuir al clima, como causa decisiva di.' las
vicisitudes históricas de los pueblos o el temperamento de los habitantes.
Si se observa la situación del mundo contemporáneo, se advierte que el hombre desconoce y está a merced del clima cuando su
atraso técnico-social es mayor, mientras los integrantes de naciones avanzadas estudian y pueden modificar algunos efectos del clima; se
encuentran ya en los umbrales de nuevas épocas, cuando pueden transformar de modo creciente las fuerzas creadoras del los climas
regionales.
Desde tiempos muy antiguos, la humanidad abrió canales para el riego de grandes zonas áridas y de diversos países (por ejemplo, en
Egipto y Mesopotamia). Actualmente, las partes desérticas de Estados Unidos de América, México y Perú dependen en mucho de las obras
destinadas para utilizar las aguas fluviales.
Con el desarrollo industrial, las grandes concentraciones urbanas registran aumentos de temperatura que alcanzan 2 o 3 °C arriba del
promedio de la región rural vecina: en diversos puntos del noreste de Estados Unidos, la cuenca del río Ruhr, en Alemania occidental y el centro
de Inglaterra, se ha producido un “calentamiento”, en virtud de la existencia de cadenas de ciudades fabriles. Al mismo tiempo, aparecen
modificaciones climáticas, como son las nieblas, el smog, las nubes de humo y otros fenómenos notables.
Lo anterior no quiere decir que la acción humana en el ambiente rural no haya influido también negativamente, pues la erosión de los
suelos, la tala de bosques y la desecación de lagos, modificaron primero el microclima de sitios aislados y, después, el de regiones extensas.
Sin embargo, el progreso actual de la ciencia y la industria permite prever y combatir las inundaciones. Por medio de mejores aparatos
(refrigeradores, calentadores) o instalaciones diversas (como los invernaderos donde se producen todo el año miles de plantas y flores), igual
que con la ropa y habitaciones apropiadas para el frío, el calor y la humedad, los seres humanos pueden afrontar los problemas creados por el
clima local.
Ejemplos de climas en el mundo
Se entiende por clima la sucesión de estados del tiempo en un lugar, condicionados por procesos meteorológicos y que depende de
todas las condiciones geográficas en su conjunto. El clima se estudia abarcando un periodo de varios años, y son factores básicos la situación
en el globo y la altura sobre el nivel del mar, Por ello, no se puede hablar del clima de un país, de una manera absoluta, ya que, por muy
pequeño que éste sea, habrá modificaciones de tipo regional, sobre todo si su constitución orográfica es variada. Un caso muy ilustrativo es la
República del Ecuador, que se supondría de clima uniformemente caliente y lluvioso en el transcurso del año, pero que, a consecuencia de
estar cruzado por la cordillera de los Andes, posee regiones muy frías, hasta llegar a las cumbres eternamente nevadas del Chimborazo.
Cambios climáticos a partir de la línea ecuatorial hasta los desiertos
Los climas ecuatoriales se caracterizan por constantes lluvias y altas temperaturas durante todo el año, lo que explica su ambiente de
sensible humedad y al mismo tiempo, de intensa evaporación que forma el medio en el cual crece la exuberante vegetación de la selva y el
bosque de las bajas cuencas del Amazonas, del Congo y de las regiones ecuatoriales del sureste de Asia e Indonesia. Las variaciones térmicas
durante el día son pequeñas y las precipitaciones ocurren en forma de fuertes aguaceros vespertinos o nocturnos.
Por su parte, los climas tropicales lluviosos (ya que dentro de los trópicos existen zonas de transición, áridas y también desérticas,
como la costa de Perú y el Atacama en Chile o el sur del Sáhara) tienen, por lo general, una o dos temporadas de lluvia y otra de acentuada
sequía. Las temperaturas permanecen altas durante todo el año, con mayores contrastes anuales y diarios que en las regiones ecuatoriales,
pero sin sufrir heladas. A pesar del periodo de sequía, las precipitaciones (incrementadas por la acción de los vientos monzónicos y los ciclones
tropicales) pueden alcanzar hasta más de 10 000 mm en Cherrapunyi, India, y son altas, al asimismo, en algunas partes de México, Colombia y
Venezuela, el Caribe, África occidental y el sur de Asia.
Muy diferente es el tipo de clima desértico, pues en algunos lugares de Noráfrica, Arizona o Asia central, en ocasiones no llueve
durante varios años ni un solo milímetro. Los contrastes de temperatura son muy grandes y el invierno tiene fríos extremosos, como ocurre -
aunque en forma atenuada- en el norte y noroeste de México.
La zona del Mediterráneo y las regiones de tipo similar representan la transición entre el clima desértico y los de carácter templado: las
lluvias son relativamente escasas y frecuentes durante el invierno ocasionando una rigurosa sequía de primavera y verano, como las famosas
del sur de España, Italia o California. Los contrastes anuales y diarios de temperatura son menos acentuados que en el desierto, y el invierno es
benigno en comparación con los climas templados.
Hay muchas clases de climas templados que se diferencian desde luego como resultado de la situación de cada lugar, cerca o lejos de
los océanos, rodeados de montañas o situados en vastas planicies. En las costas de Europa occidental. Estados Unidos de América o Canadá,
del Atlántico o Escandinavia, los mares y las corrientes templadas son causa de mayor templanza del invierno y también de menores
temperaturas en primavera y verano; al contrario, se registra ahí un aumento de lluvias en comparación con los lugares situados lejos de las
costas. El sur de Siberia o de Canadá con clima continental, presentan por su parte amplitudes enormes de variación térmica (hasta 8O °C), con
inviernos muy fríos y prolongados, y cortos y calurosos veranos. La lluvia es relativamente escasa aun menor que la que se registra en el clima
mediterráneo.
Muy especial es el régimen de las regiones monzónicas, con sus violentos huracanes de verano y otoño, que azotan las planicies y
montañas del oriente de China, Vietnam, Myanmar, India y otros países de Asia, África y América. Los contrastes de temperatura llegan a ser
notables en el norte de India; pero el invierno es mucho menos riguroso al sur del Yang-Tsé-Kiang y del Ganges, y se encuentra más bien en
calidad de transición hacia el trópico.
Climas extremosos en zonas montañosas
En la zona más septentrional de Siberia, el norte de Canadá, la Antártida y las islas del extremo norte y sur del mundo, el verano es
casi inexistente, en tanto que el frío es constante y el invierno abarca buena parte del año o la totalidad de él.
En forma especial se comportan los llamados climas de montañas, sobre todo a partir de los 1000 m de altura. Las temperaturas,
según se ha explicado, disminuyen por término medio 0.6 °C por cada 100 m de elevación, estableciéndose la división en zonas verticales que
dependen de la humedad en las vertientes exteriores, y en numerosas regiones internas predominan climas secos, debido al aislamiento y a la
falta de humedad en los vientos. En las grandes regiones montañosas intertropicales se repite la variedad de climas que se han visto en las
principales zonas del mundo, sólo que el fenómeno ocurre aquí a partir del nivel del mar y hasta llegar a las cumbres nevadas de los Himalaya,
las sierras madres o las cordilleras del centro africano. Conviene insistir en que numerosos aspectos locales influyen sobre el cambio de los
climas propios de cada valle, cañada y altiplanicie.
Es necesario reforzar la previsión climática
Diversos pueden ser los factores del clima, pero entre los principales se citarán las corrientes aéreas (el movimiento de las masas de
aire en la atmósfera), las presiones barométricas, la lluvia y las temperaturas. En un curso de meteorología o climatología se estudia el proceso
de circulación de las corrientes aéreas, su génesis y desarrollo, pero el carácter y finalidades de la geografía económica de México no permiten
tratar esos aspectos. Cabe indicar que los registros llevados a cabo en estaciones meteorológicas son de creación relativamente reciente,
aunque en Europa hay datos aislados desde hace varios siglos. Los países más desarrollados llevan minuciosa relación desde hace más de
100 años, en tanto, que muchas naciones de África, Asia y América Latina no cuentan con redes bien organizadas de estaciones, o conducen
los trabajos meteorológicos en un nivel técnico bajo e insuficiente para hacer estudios precisos al respecto, aunque mucho se ha avanzado con
la utilización de los satélites artificiales que registran desde lo alto los cambios que a cada instante ocurren.
LOS SUELOS, IMPORTANTE FACTOR GEOECONÓMICO
Un capítulo íntimamente relacionado con los climas y la constitución de la corteza terrestre es la división del mundo en distintos tipos
de suelos. Este último concepto comprende una pequeña capa, que puede o no existir sobre la superficie y que representa el medio natural
donde se concentran diversas materias orgánicas e inorgánicas indispensables para la vida de las plantas (y de los animales que guardan
estrecho contacto con ellas).
Los estratos geológicos que integran la llamada roca madre se van transformando por efecto de la intemperización, y se combinan con
sustancias orgánicas, desechos, etc. El agua y la mezcla de los cuatro elementos más importantes: carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno, de
distintas maneras son ingredientes vitales para la constitución del suelo.
Además, entran en grandes porciones el potasio, el cloro, la sílice, los carbonatos y otras combinaciones minerales. Los propios
vegetales y numerosas especie de animales, al morir, agregan elementos indispensables al suelo; de igual modo, los ríos arrastran en su limo
diversas sustancias que en las regiones planas quedan depositadas y constituyen otro ingrediente de gran valor, que puede convertir, como es
el caso del Valle de Mexicali (en el noroeste de Baja California), o el bajo Nilo, terrenos aparentemente muy pobres, en suelos de gran fertilidad.
En algunos lugares ha tenido importancia el hecho que se elevó la corteza terrestre, en tiempos recientes, hablando en términos
geológicos, por lo que hasta hoy se conservan la arena, la sal y otros productos de la acción marina. Los vasos de antiguos lagos no salobres
que fueron desecados por el hombre son en la actualidad ejemplos de terrenos con suelo, en ocasiones, de magnifica calidad debido
precisamente a los desechos vegetales que se acumularon.
No debe darse también poca relevancia a la acción volcánica, pues la arena y las cenizas que cubrieron extensiones considerables
contenían minerales de notable poder fertilizante y el suelo estructurado llegó a ser de la más alta calidad.
La corteza terrestre, y en especial el suelo, experimentan el efecto de diversos factores, tanto naturales como sociales, que
contribuyen a su transformación o destrucción. Los principales factores naturales, que con muchos otros crean la llamada erosión, son el agua,
los cambios de temperatura y los vientos; y asimismo la actividad humana, especialmente por medio de la agricultura y la ganadería, puede ser
también un elemento coadyuvante del rápido proceso erosivo que afecta a los suelos. El agua tiene primordial importancia, tanto constructiva
como destructiva, pues es indispensable para la vida orgánica; pero lava la capa superficial arrastrando sustancias útiles, lo mismo vegetales
que minerales.
Los cambios de temperatura, principalmente en las regiones áridas, ayudan a destruir la estructura original de los suelos, aunque las
temperaturas sean condición básica para la vida, sobre todo el calor solar. Los vientos, por su parte, son constantes, y cuando adquieren cierta
fuerza se convierten en agentes de transporte o acumulación de distintos materiales.
Las propiedades de los suelos, que sirven para distinguirlos en Ia superficie del mundo, incluyen: a) el color; b) la textura; c) la
estructura, y d) la permeabilidad.
El color es la propiedad más fácilmente perceptible, que refleja en mucho las sustancias que han formado el suelo; la textura
corresponde a la apariencia, según el grueso de los granos que forman la capa edafológica; y la permeabilidad, que es de gran importancia, ya
que ciertos cultivos exigen drenaje completo y eficaz.
Las rocas del subsuelo, que tanta significación tienen en la génesis de los suelos, se dividen, por su origen, en tres tipos:
sedimentarias (formadas por la acumulación de materias arrastradas); ígneas o de evidente procedencia volcánica, y metamórficas, que
generalmente son de naturaleza sedimentaria, transformadas debido a factores como las temperaturas, primeramente.
Principales tipos de suelo
Las regiones esteparias, de praderas o pampas, que se cuentan entre las más importantes en materia agrícola y ganadera, tienen en
buena cantidad suelos negros o chernozem. Son tierras con altos porcentajes de humus, por causa de la hierba muerta o por restos de cultivos
que se acumulan en la capa superficial. Esta clase de suelos explica la alta producción de cereales de algunas regiones de Rusia, Ucrania,
Hungría, Estados Unidos de América, Argentina y Australia.
Otra clase de suelos muy fértiles lo constituyen las tierras arcillosas, que están ampliamente distribuidas en el planeta, en países de
clima templado lluvioso, en tanto que la acción de los volcanes origina la riqueza en nitrógeno, fósforo, potasa, etc., de los suelos en algunas
zonas de México, Indonesia o Japón.
En la cuenca del río Hoang-Ho, formada gracias a la desintegración de diversas materias minerales, como el cuarzo, la mica y
combinaciones ferrosas, además de la arcilla que el viento ayuda a destruir, convirtiendo los granos en partículas pequeñas; las tierras de loess
de la planicie oriental de China se cuentan entre las de mayor productividad agrícola.
Se ha insistido en que la acción de los ríos es de gran interés porque ayuda a formar los suelos en terrenos aledaños a su curso. Al
clásico ejemplo de la llanura aluvial del Nilo, pueden agregarse multitud de casos en sitios cercanos al cauce y desembocadura de ríos
europeos, asiáticos y americanos.
Es común en regiones de clima tropical encontrar los suelos llamados lateríticos (producto de la desintegración de la roca denominada
laterita) y que pueden ser de tonalidades rojas o amarillas. Las tierras tropicales experimentan Una acción muy profunda de los factores
naturales, sobre todo por causa de las constantes precipitaciones y las altas temperaturas, por lo que se empobrecen después de haberse
talado el bosque tropical o la selva que cubría con anterioridad esos terrenos; también contienen numerosos seres vivos que consumen las
partículas orgánicas, restos de la vegetación que el hombre destruye.
Los suelos que cubren vastas extensiones desérticas y semidesérticas presentan coloraciones claras, predominando el gris,
amarillento o café pálido; la arena que se conservó como reliquia de la época en que estuvieron bajo el agua del mar, produce efecto negativo
importante y además la escasez de vegetación contribuye al empobrecimiento del humus.
La prolongada sequía que se observa en las zonas áridas, igual que los bruscos cambios de temperatura y la acción del viento
ocasionan la pobreza de los suelos grises (sierozem, de cafés claros (chesnut) y desérticos, a los cuales perjudica también la gran
permeabilidad de su constitución arenosa. Por lo general, les falta nitrógeno y potasio; pero las tierras que en los desiertos se benefician con las
materias orgánicas y minerales que arrastran los ríos pueden contarse entre las de mayor valor agrícola en el mundo.
Influencia del hombre

Subtema 1.2.2. El factor humano de la geografía económica.

A través de la historia, la sociedad ha ido teniendo participación cada vez mayor en los procesos de mejoramiento o destrucción de los
suelos. La erosión de éstos, que es un proceso natural, ha sido en diversas ocasiones incrementada por la acción humana, sobre todo debido a
la desforestación de grandes extensiones de bosques tropicales o de clima templado. En muchos países se acostumbra la quema de vegetación
para utilizar las nuevas tierras en agricultura; pero, a los pocos años, se abandonan para buscar nuevos espacios, por lo que la lluvia y la
erosión, en general, empobrecen la calidad del suelo y conducen a la aparición de barrancos, terrenos estériles o laderas montañosas lavadas
en forma excesiva. En China, India, Siria y otras regiones del Medio y Cercano Oriente, la tala de bosques condujo a una más rápida
desertización de determinadas zonas, por lo que actualmente se procede a la reforestación, sobre todo en las vastas llanuras de China oriental.
Los efectos en el suelo por la tala inmoderada de bosques pueden observarse claramente en todo el centro de México y en las regiones
tropicales (véase fig. 2.3).
En los territorios áridos se procede a la siembra de cactáceas, entre ellas el nopal, la cholla, los órganos y el cardón, para evitar la
erosión; otras especies (maguey, eucalipto, pirul, mezquite, huizache) son también de utilidad en numerosos casos. Además, el hombre trata de
conservar la feracidad del suelo o de mejorarla, utilizando fertilizantes de origen animal (por ejemplo, guano, estiércol y otras materias fecales,
como en India y China) o mineral, desde los nitratos hasta otras sustancias transformadas por Ia industria. El riego tiende también a suplir
determinadas deficiencias, en este caso climáticas; pero cuando el uso del agua no es correcto, puede ayudar al rápido ensalitramiento de los
suelos en los sistemas de riego de las regiones desérticas.
El estudio de la edafología tiene enorme importancia para el progreso racional de la agricultura y la ganadería en México y en el
mundo entero: es la base sobre la cual puede planearse el uso de todas las superficies laborables o susceptibles de empleo en la ganadería. El
análisis químico de los suelos, junto al conocimiento del clima regional, son imprescindibles si se desea determinar la utilidad y la clase de
cultivo posible en cada zona.
OCEANOGRAFÍA Y ASPECTOS HIDROLÓGICOS
Ya se ha mencionado la circunstancia de que los océanos ocupan alrededor de 71% de la superficie del globo terráqueo y por ello su
influencia es muy grande y variada (véase fig. 2.4).
Interesa señalar, en primer lugar, la influencia del mar sobre los climas, pues la cercanía o lejanía de las grandes masas marinas es
decisiva, Los mares se calientan lentamente y se enfrían también con lentitud, por lo que son factores de enorme interés en la circulación
general de la atmósfera, dando origen a masas aéreas que se dirigen hacia los continentes. Además, en las regiones costeras del trópico
disminuye el calor debido a las brisas, aunque en algunos sitios localizados a la orilla del mar es difícil que ocurra dicho fenómeno. En general,
los países de latitudes medias que se encuentran junto a los océanos conservan un clima menos extremoso y de mayor humedad que las tierras
alejadas de ellos.
La importancia geoeconómica del mar es muy notable, ante todo, porque es un depósito de grandes recursos utilizables por el
hombre, tanto para su alimentación, como en calidad de materia prima para la industria. Es uno de los grandes medios de comunicación, que
resulta más barato usar, en comparación con los terrestres.
El mar ha sido uno de los más importantes factores favorables al desarrollo de la sociedad, aunque su influencia varía según las
diversas etapas históricas, y depende de las posibilidades que el hombre tiene para vencer las dificultades que aquél representa. En un
principio, para las viejas civilizaciones, los océanos presentaban obstáculos casi insuperables debido a la carencia de medios adecuados de
transporte, de aparatos y motores. Más tarde, los chinos, árabes, hindúes y otros pueblos antiguos recorrieron vastas extensiones valiéndose de
la navegación costera, y los fenicios, cartagineses, griegos o cretenses desarrollaron las comunicaciones a diversos ámbitos del mar
Mediterráneo, pero la verdadera conquista del océano comienza en el siglo s.f. con los grandes viajes de portugueses, españoles, ingleses y de
otras nacionalidades europeas.
En la actualidad, los países más adelantados poseen grandes flotas que surcan todos los mares y constituye la base primordial del
comercio internacional (véase fig. 2.5). Noruega, Islandia, Inglaterra y muchas otras naciones dependen grandemente del mar, tanto para
obtener los recursos necesarios para su subsistencia como para importar y exportar materias primas o productos elaborados. Para Estados
Unidos de América, el hecho de verse aislado por los dos grandes océanos ha sido de enorme utilidad en caso de guerra y, al mismo tiempo, le
abrió las puertas al comercio con todo el orbe. Entidades que no tienen acceso al mar, como es el caso de Suiza, pueden ya tener una nota
debido a su desarrollo económico; pero los ejemplos de Bolivia o de Afganistán patentiza que el atraso de un país se ve agravado por su
aislamiento en las zonas continentales
Localización dispar en los océanos y mares
Las masas acuáticas marinas están distribuidas irregularmente en el planeta, pues el hemisferio sur tiene pequeñas masas terrestres
en América, África y el continente australiano, en tanto que el norte incluye las grandes extensiones de la tierra asiática, norteamericana y
europea, además de la mayor parte de África. El océano Pacífico abarca casi exactamente 50% del área marina (179 millones de km2), mientras
que el Atlántico tiene en la superficie ligeramente superior a la mitad de esta última cifra (93 millones de km 2); el tercer gran océano, o sea el
Índico, se ha calculado en 75 millones de km2 de extensión. Conviene aclarar que las anteriores cifras incluyen hasta los límites de la Antártica.
En forma separada, se aísla el océano Ártico, en el espacio comprendido desde las costas septentrionales de América del Norte hasta las de
Escandinavia y Siberia. Gran interés económico tienen diversos mares, que en su mayoría constituyen partes o prolongaciones de los océanos;
los mares Mediterráneo, Báltico, Caribe, Rojo y del Norte, y el Golfo de México, entre otros.
La influencia del mar se manifiesta también en las corrientes marinas, que pueden ser calientes o frías, lo cual depende de las
regiones donde se originan. Para Europa occidental y la costa este de Norteamérica, es decisiva la corriente del golfo (Gulf Stream), que parte
del mar de las Antillas y, atravesando el Atlántico, llega hasta las aguas entre Islandia, Escocia y Noruega, permitiendo la estructuración de
climas menos extremosos en ambos continentes, a la vez que sirve de factor condicionante de la riqueza pesquera en bancos de latitudes
medias.
Otras influencias marinas
En los estudios oceanográficos se tienen en cuenta numerosos aspectos que también tienen interés económico. Entre ellos, destaca el
ya mencionado de las temperaturas, que se reflejan en las corrientes y, por medio de ellas, en el clima y la actividad humana. Las salinidad es
igualmente digna de mención, pues aunque el promedio en los océanos es de 35 por 1000, hay gran diversidad entre la salinidad de los mares
aislados y de otras regiones abiertas. En algunos, la media desciende hasta 17 o 18 por 1000, aumentando hasta 42 por 1000 en el mar Rojo, y
39 por 1000 en el Mediterráneo; un lago interior, como el llamado mar Muerto, entre Israel y Jordania, alcanza 270 por 1000 y en el famoso
Lago Salado de Utah, alrededor de 200 por 1000.
Las mareas son un fenómeno de indudable significación local, pues en diversos sitios diariamente se cubren y quedan libres de agua
extensos terrenos: por ello se explotan ya en Francia para producir energía. La máxima observada ha llegado hasta cerca de 20 m de altura en
bahía Fundy (costa atlántica del Canadá), encontrándose también entre la regiones de más altas marcas la zona de puerto Gallegos (región
argentina de la Patagonia) y la sección norte de las costas del Golfo de California (10.5 m); por otro lado, en el sur de Italia, las mareas son
insignificantes. En la boca del río Amazonas es digno de observación el gran empuje que ejercen las aguas fluviales para abrirse paso a la
entrada del líquido marino originado en las mareas, estableciéndose una verdadera lucha entre ambas masas, El empuje de la marea obliga a la
elevación del nivel en el propio río Amazonas, pero el agua dulce se mezcla con la salada hasta muchos kilómetros mar adentro.
Del área total ocupada por los océanos, se considera que 7.1% corresponde a las llamadas plataformas continentales, o sea, sitios
con profundidad de hasta 200 m; el talud o desván marino (hasta 2000 m) abarca 10.6%, y la mayor proporción corresponde a la zona pelágica
(80.5%) entre 2000 y 5000 m. Aquí se concentra la mayor parte de los restos de plantas y animales que han existido en el mar, y se advierte
también una capa de fango sobre la tierra firme. Finalmente, hay aislados puntos de la llamada zona abisal, con profundidades que llegan hasta
los 11 034 m en la fosa de las Marianas, aunque se van descubriendo nuevas marcas de: profundidad.
Además de los grandes adelantos en materia de transporte, que han hecho que el hombre pueda ir dominando cada vez en mayor
medida las extensiones oceánicas, tanto para fines de comunicación como con propósitos de uso de los recursos, la sociedad ha unido por
medio de canales (entre ellos los de Suez, Panamá, Kiel, este último en el norte de Alemania) los distintos mares salvando los obstáculos
naturales (véase fig. 2.6).
Uno de los ejemplos más interesantes de la lucha del hombre con el mar lo constituyen las obras llevadas a cabo en los Países Bajos
para ganar tierras que se encuentran bajo el nivel del océano, por medio de diques y diversas construcciones que aumentaron la superficie de
esa nación en más de lo doble, a partir del siglo Xl en que se comenzó a laborar: entre 1840 y 1853 fue retirada el agua de un antiguo lago en el
área de Haarlem-Amsterdam y Leyden, lo cual proporcionó 200 km2 de tierra fértil, llamada localmente polder. Últimamente se han hecho
trabajos para secar la mayor parte del lago Zuider, con lo que se agregarán 2000 km2 a la pequeña área de los Países Bajos.
Los mares: grandes reservas para las necesidades futuras
Gracias al avance de la técnica, ya puede utilizarse el agua del mar en diversos usos industriales, así como para remediar
parcialmente la escasez de agua potable destinada a saciar la sed de los habitantes. El procedimiento resulta todavía caro y, por ello, tardará
algún tiempo la introducción de sistemas que permitan el uso ilimitado y barato del agua marina en todas las cosas, y asimismo (por medio de
acueductos) en tierras alejadas de los litorales. En Estados Unidos de América, Australia, Rusia y diversos países europeos se han instalado
aparatos de ese tipo y, con el adelanto que representa la energía atómica, es posible que en el futuro se extienda esta práctica a todos los
continentes. En México existen ya algunas pequeñas plantas en el centro de Baja California y una grande en Rosarito, al noreste de esta
península.
Panorama geoeconómico de la hidrología
Los estudios hidrológicos en la capa terrestre incluyen no sólo el señalamiento de los principales problemas relacionados con las
corrientes fluviales, sino también el análisis por la potamología de los aspectos más destacados de las masas acuáticas (lagos y lagunas) y por
la hidrología subterránea, con las reservas del subsuelo.
En realidad, los capítulos de la hidrología se cuentan entre los más importantes y permiten observar más ampliamente que al hablarse
de los mares, cuán grande puede ser la capacidad transformadora de la sociedad. Para muchos países, el agua de los ríos es elemento
primordial en el desarrollo agrícola, de las comunicaciones, la industria y el comercio. No se puede, por ejemplo, concebir a Egipto sin el Nilo, a
Estados Unidos de América sin el Mississippi, a China sin los ríos Yang Tsé-Kiang y Hoang-Ho (véase fig. 2.7).
La gran zona industrial del occidente de Alemania debe parte de su progreso a la existencia del río Rhin, lo mismo que la Rusia
europea ha creado grandes obras en todo el curso de los ríos Volga y Dniéper. Los ríos tienen gran importancia en las grandes planicies
tropicales, e igualmente, sucede con las escasas corrientes que atraviesan zonas áridas: en México, el riego ha sido factor decisivo en el
desarrollo del Valle de Mexicali, La Laguna, el valle del bajo río Bravo y muchos otros distritos.
Como factor de comunicación, los ríos han sido la vía preponderante en diversas regiones de la Tierra, principalmente durante la
existencia de las viejas civilizaciones de China, India, Egipto y Mesopotamia.
En épocas más recientes se han trazado grandes canales en muchos países de Europa, sobre todo en Francia, nación, que cuenta
con una magnífica red de ríos navegables, construyó canales de unión entre ríos y mares, conectando los mares Blanco, Báltico, Negro y
Caspio. En China se construyen las gigantescas obras de 3 gargantas sobre el Yang Tsé-Kiang.
Transformaciones del medio hidrológico
El hombre crea lagos nuevos al construir grandes presas, inundando comarcas que antes eran zonas habitadas o depresiones,
cañadas y tierras de cultivo. Al formar estos lagos artificiales, origina nuevos elementos en la naturaleza local. En la antigua Unión Soviética y
Estados Unidos de América se encuentran los ejemplos más interesantes al respecto, gracias a las grandes presas de los ríos Volga, Dniéper,
Columbia, Colorado y otros, donde se formaron grandes lagos, que en el caso de la represa sobre el río Volta, en Ghana, África occidental,
abarca hasta 8500 km2. Además, son numerosas las lagunas y estanques que ayudan a evitar la escasez de líquido para el ganado y los usos
domésticos. En determinados lugares se ha cambiado por medio de esas lagunas o canales el aspecto general del paisaje, al crecer nuevas
especies de plantas e introducirse ganado que anteriormente se desconocía.
Por otro lado, las colectividades han desecado vastas extensiones de pantanos y hasta lagos que fueron factor natural de enorme
trascendencia. Tanto en los países tropicales, como en los de carácter templado húmedo, pueden encontrarse ejemplos dignos de estudio por lo
que toca a la desecación de pantanos: las obras Ilevadas a cabo en Polonia, Alemania, Suecia o Estados Unidos de América son exponentes
de la alta técnica alcanzada al respecto. Desafortunadamente, los países tropicales de América Latina no cuentan en su mayoría con Izo medios
apropiados para resolver el problema de las inundaciones, que periódicamente afectan a grandes zonas de Brasil, Paraguay, Uruguay,
Colombia o México. Sin embargo, como se verá en su oportunidad, muchas obras hidráulicas de México sirven para controlar inundaciones y se
cuentan entre las más importantes de nuestro continente.
Los grandes países industriales están llevando a la práctica planes para cambiar el curso de los ríos, deseando evitar que las aguas
vayan inútilmente a depositar su volumen en los mares helados del norte. Los rusos piensan modificar el curso de los ríos Obi y Yenisei,
además de otros, para irrigar las estepas del sur de Siberia y el norte del Asia central; han publicado ya datos sobre el cambio del curso del río
Terek, en el Cáucaso del norte.
Finalmente, se ha pensado, además, en que algún día podrá inundarse con aguas marinas la zona baja del Sáhara, construirse una
presa en el estrecho de Gibraltar y controlar totalmente el agua de los ríos del mundo para regar miles de kilómetros cuadrados en el subtrópico
y los países de clima seco y semiseco. Existen también proyectos para construir un dique que cierre el estrecho de Behring, que hoy pueden
parecer fantásticos, pues requieren el concurso de una humanidad dedicada a la creación pacífica.
Uso del agua fluvial
Los más grandes ríos del mundo nacen en las vastas regiones ecuatoriales o de clima templado montañoso, descendiendo luego a las
planicies selváticas, a las praderas, bosques o desiertos dé latitudes medias y a los mares fríos del norte. Los más importantes se encuentran
en algunas zonas de Europa occidental y oriental, Norte y Sudamérica, África central y oriental, Siberia y el extremo oriente, además, en las
extensas planicies del sureste de Asia, China e India. Por lo contrario, son muy escasas las vías acuáticas en Australia, Asia central, África del
norte, Groenlandia, el occidente de Sudamérica (excepto las costas de Colombia y Ecuador), el Medio Oriente (lrak es una excepción) y parte de
la América Central.
Por lo que toca a los lagos, cabe mencionar su ubicación preferentemente en las planicies de Europa nororiental, el septentrión de la
América del Norte y Ias fallas geológicas del África centro-oriental.
Se puede concluir que, para la geografía económica, lo más importante no es mencionar aquí las cifras sobre longitud, cuenca o aun
el caudal de los principales ríos en el mundo, sino la consideración de su interés real para la vida económica de esta u aquella zona del globo
terráqueo. En Europa, por ejemplo, tienen importancia decisiva en el desarrollo de toda su parte occidental pequeños ríos como el Rhin, el
Sena, el Loira o el Elba, mientras el gran Amazonas es todavía, por lo contrario, una corriente cuya utilización en grande por los países de
Sudamérica será materia del tiempo futuro.
Los enormes ríos de Siberia, que hasta hace poco contaban sólo como vías de comunicación durante el verano y otoño, en la
actualidad están siendo dominados y puestos al servicio del hombre en sus actividades agrícolas y para producción de energía.
Resulta obvio insistir en el hecho de que los ríos y aguas subterráneas utilizadas para regar extensos oasis en las tierras áridas del
mundo tienen mayor interés económico y social para el hombre, que numerosas corrientes cuyo caudal se evapora o va al mar en las regiones
ecuatoriales y tropicales, donde no es necesario el riego, y además ejercen una acción perjudicial al causar inundaciones. Sin embargo, los ríos
de este tipo ya empiezan a servir como fuentes de energía –casos del Sao Francisco (en Brasil), el Papaloapan, el Grijalva y el Zambeze (este
Último en África) y, en lo futuro constituirán reservas que la sociedad habrá de conquistar en forma plena (véase fig. 2.8); llegará el día en que
los sistemas del Amazonas y del Paraná se conviertan en la clave para impulsar el progreso en las comunicaciones de media Sudamérica,
sumada a la producción de energía hidroeléctrica en las enormes instalaciones de las cataratas de Iguazú.
En la actualidad, la disponibilidad de agua para abastecer a los habitantes de centros urbanos y las necesidades industriales se ha
convertido en fuente de conflictos, tanto regionales como internacionales. Resulta urgente la creación de nuevos depósitos acuáticos, pues con
ello se evitarán graves problemas.
VEGETACIÓN
Uno de los aspectos más importantes del medio geográfico es la vegetación, porque en su distribución por la superficie del planeta se
advierten claramente las influencias que ejercen en todo momento los demás factores, sobre todo el clima, la estructura del relieve, el suelo y la
historia geológica. En ningún otro factor integrante de ese complejo sistema, que es la naturaleza, puede estudiarse mejor el grado de
manifestación de las peculiaridades locales, que convierten al mundo en un museo de inusitada variedad.
La cercanía o lejanía respecto del ecuador o los polos, la altura sobre el nivel del mar, la situación en las vertientes interiores o en las
laderas exteriores de las grandes cordilleras, el origen de las capas que forman el suelo y el subsuelo, la humedad, la temperatura media y sus
variaciones a través del año, la luz y los rayos solares; entre otros factores, determinan en su conjunto el tipo de asociación vegetal que cubre
extensas o pequeñas regiones. Por ello, para la investigación geográfica, es de gran importancia hablar de la vegetación o summum est de la
naturaleza. Sin embargo, a diferencia de la biología, no es básico el estudio de las plantas, desde el punto de vista botánico, sin analizar aquí
brevemente el interés económico de los grandes conjuntos de la flora, tanto en el mundo, como en México, además del grado de influencia que
el hombre ejerce sobre ellos y viceversa.
Zonas vegetales
La existencia de deformaciones en el relieve de la superficie terrestre, sobre todo de grandes sistemas montañosos, como los del
Himalaya, Andes, Rocosas (véase fig.2.9), Alpes, Cáucaso y otros en Eurasia, África y América –además de otras circunstancias, como la
acción de las corrientes marinas, la gran lejanía de las zonas internas continentales con respecto de los océanos, etc.-, explica el hecho de que
las zonas vegetales no se extiendan en franjas regulares que abarquen todo el globo, a partir de la línea ecuatorial y hacia los polos.
No obstante, de cualquier manera pueden nombrarse las principales regiones de vegetación, ya que cada una tiene interés
geoeconómico concreto y diferente, lo cual, sin el conocimiento general de dichas asociaciones o formaciones vegetales, no puede entenderse
la actividad humana.
Selvas tropicales. Los grandes bosques ecuatoriales y tropicales, cuya inaudita riqueza ha asombrado a los naturalistas, pueden
dividirse en dos tipos: a) los más desarrollados e imponentes, que crecen en la región ecuatorial de las cuencas del Amazonas y del Congo y de
las islas del archipiélago de Indonesía, y b) los que se extienden al norte y sur hasta los 20 a 25 grados de latitud, ahí donde lo permiten las
condiciones locales Estos últimos bosques ocupan diversos sitios de las costas e interior de Brasil, Colombia, Bolivia, Venezuela y Ecuador,
pasando por América Central hasta el sureste, sur, oeste y oriente de México. En otros continentes pueden distinguirse en parte de India,
Pakistán oriental, sureste de Asia y sur de China, además de las costas y montes al norte del golfo de Guinea, sur de Sudán y Etiopía, y otras
partes de África.
La selva amazónica o del Congo, que tiene acentuada humedad y altas temperaturas durante todo el año, se caracteriza por la
inmensa variedad de árboles, lianas, epifitas, como las orquídeas y palmas, cuyo número en especies diferentes llega hasta 40 000 o 50 000.
Pero la utilización económica de los bosques tropicales y ecuatoriales ha sido hasta hoy relativamente reducida, como resultado de las
dificultades materiales a que debe enfrentarse el hombre para su uso racional, a pesar de que abarcan en total más de 20 millones de km2 y 27
con los subtropicales.
Sabanas y bosques aislados. Conforme aumenta la distancia respecto del ecuador, o los climas se van tornando más secos, debido
a causas generales y locales, los bosques compactos de tipo tropical desaparecen para dejar el espacio a las formas de transición, que incluyen
las sabanas de diversa clase y las regiones de bosque aislados tropicales. Los campos del centro y sur de Brasil, zonas exteriores de Australia,
sureste de India y 40 ° de África (del río Senegal a Somalia y de Kenia a la República de Sudáfrica) se componen de asociaciones herbáceas
con aislados árboles, principalmente acacias, eucaliptos y casuarinas. Es la tierra de pueblos ganaderos y agricultores, que al utilizar los
recursos van transformando el paisaje.
Flora desértica. Entre los 20 y los 30 o 40 grados de latitud existe una faja desértica en ambos hemisferios, pero distribuida más
ampliamente en el norte debido a las condiciones locales. El Sáhara, Libia y Arabia, centro de Irán y Pakistán occidental, además del Asia
central y media (hasta el mar Caspio y Mongolia), el centro y oeste de Australia, Atacama y costa de Perú, el norte y noroeste de México y el
occidente estadounidense, se cuentan entre las regiones con peculiares floras desérticas (véase fig. 2.10). La escasez de precipitaciones y, en
general, las rudas expresiones climáticas, conducen a la más perfecta adaptación de los vegetales, que deben soportar sequías tremendas,
conservando la escasa agua de lluvia o tomándola del subsuelo. Estas zonas vegetales son las que, hasta hoy, representan mayores
dificultades para la explotación de sus recursos, pero comienzan a utilizarse ya en gran escala abarcando casi 32 millones de km 2.
Estepas y pampas. Rodeando los desiertos se extiende en todos los continentes el semidesierto y después una nueva zona de
transición, que integran las estepas, praderas o pampas. El semidesierto, en algunas zonas de Norteamérica que incluyen partes del norte y
noroeste de México, se llama chaparral, y consiste en una “selva espinosa” de innumerables arbustos y cactáceas. Las estepas, pampas y
praderas, asociaciones de hierbas y arbustos que resisten intensa sequía y permiten la formación de los ricos suelos negros, son notables por
su fertilidad en Ucrania, norte del Cáucaso, suroeste de Siberia y Hungría, lo mismo que en el centro-oeste de Estados Unidos de América,
centro-oriente de Argentina (entre los ríos Paraná y Colorado) y diversas áreas de Sonora, Australia, noreste de China y África del Sur. El valor
económico de las praderas y estepas no estriba únicamente en sus especies vegetales naturales, sino también en la riqueza de su suelo, bases
de próspera agricultura y ganadería.
Bosques de clima mediterráneo. En los países de clima mediterráneo crece el bosque nuevamente, con árboles como el roble,
laurel, castaño, alcornoque y algunas coníferas que han sido muy taladas por el hombre, favoreciendo así el aumento de las áreas hoy
ocupadas por arbustos. La zona clásica la constituyen el sur y sureste de Europa, porción meridional y oriental de la península Ibérica y partes
de California. En Australia (extremos sureste y suroeste) y Etiopía central hay bosques de eucaliptos de gran tamaño, siempre verdes,
perennes, como los de clima monzónico del sur de China, y diferentes, por tanto, de los de hoja caduca de la zona de clima templado.
Bosques de follaje caduco. La gran región de los bosques de clima templado incluye buena parte del territorio de Francia, Alemania,
República Checa y Eslovaquia, Suiza, Polonia en Europa occidental y central: así como en el noreste de Estados Unidos de América y Canadá,
además de ciertas áreas montañosas de Asia y África. Hacia el oriente de Europa, dentro de Rusia, esta zona se transforma en bosques
mezclados de roble, arce, abedul, haya, olmo, etc., que son ya el anticipo de los enormes bosques de pináceas, de indudable valor económico.
Esos árboles de hojas caducas y cedros o pinos son importante fuente de riqueza para los habitantes del centro, este y occidente de Europa,
del oriente norteamericano y de Japón.
Coníferas. De la mayor importancia geoeconómica, puesto que es base de poderosas industrias, resulta la zona de la taiga o bosque
de abetos, alerces, pinos de varias especies (que junto con los bosques templados reúne en conjunto 24 millones de km 2) y se extiende por el
norte de Suecia, Finlandia y Rusia, Siberia occidental, central y oriental (excepto el extremo noreste), islas Sajalín (territorio ruso del extremo
oriente) y norte de Hokkaido (la mayor de las islas japonesas), continuando después al sur de Alaska, centro, occidente y sureste de Canadá,
hasta los extremos noroeste y noreste de Estados Unidos de América. Hay manchones de bosques de pináceas en el extremo sur de Chile y en
muchas comarcas montañosas altas del mundo, allí donde el clima, como en nuestras sierras madres, permite, por la suficiente humedad y
temperatura adecuadas, el crecimiento de las coníferas.
Flora subglacial. Finalmente, está la zona de la tundra, de muy breve verano y prolongado invierno, bajísimas temperaturas y poca
nieve, con fuertes vientos. Los vegetales propios de esta región no pertenecen a muy escasas especies, como podría suponerse, pero sí se
caracterizan por ser principalmente hierbas y arbustos, que utilizan los renos y otros animales para su alimentación. En los limites con el bosque
hay una subzona de transición, porque los árboles penetran en galería por el cauce de los ríos; son estos árboles, sobre todo, pinos, álamos y
abedules.
La tundra es propia del archipiélago norte de Canadá, Alaska, Islandia y costas de Groenlandia, además del extremo norte de Eurasia,
principalmente en el septentrión de Siberia central. Como se ha indicado en otra parte de este libro, los cambios de clima y suelos, que resultan
de la altura, explican las subsecuentes diferenciaciones de la vegetación en los países montañosos, donde las zonas de que se ha tratado
vuelven a presentarse, pero en sentido vertical, desde la orilla del mar, en el caso de los países tropicales, hasta la tundra alta, junto a las
cumbres nevadas.
En diversas latitudes, las zonas vegetales que cubren las cordilleras pueden ser distintas, lo cual depende de la situación en el mapa,
de la cercanía del océano, del clima y el suelo.
La acción humana
El principal efecto destructivo de la sociedad ha sido, desde tiempos antiguos, la inmoderada tala de bosques, sobre todo en aquellas
regiones donde no había suficiente reserva que compensara la destrucción de esas riquezas naturales. El territorio de China quedó casi falto de
bosques en la Gran Planicie y el norte y centro del país, en tanto que Alemania, por ejemplo, redujo su proporción de 75 a 10 o 25%; igual
sucedió en Estados Unidos de América, que sufrió enormemente el proceso de colonización e industrialización, disminuyendo la superficie
boscosa de 50 a 24% de su área total. El hombre no sólo ha talado árboles, sino que también ha utilizado irracionalmente, por un pastoreo
anárquico, vastas extensiones de pastos, transformando el paisaje en las regiones ganaderas más importantes del globo. Mediante esa acción
destructiva, los habitantes han acelerado el proceso de erosión, el empobrecimiento de la capa superficial y otros fenómenos que afectan el
proceso natural creador en el planeta.
Al mismo tiempo, debe indicarse que la tala o destrucción de numerosas plantas se ha visto acompañada por el fenómeno contrario; o
sea, la introducción de nuevas especies en el cultivo de más de 1400 millones de hectáreas dedicadas a la agricultura y con frutales. Más de
1500 tipos de plantas, sin incluir las decorativas, se cuentan entre las que el hombre ha creado para sus fines de explotación agrícola (sin contar
las variedades de una misma especie, que sólo en el caso del trigo ascienden a más de 32 000; en el de la manzana, a 10 000), Para obtener
mejor resultado, se agregan al suelo fertilizantes de origen natural o producto de la industria; se siembra con métodos modernos (entre ellos,
esparciendo las semillas por el aire), y en los países más avanzados se llega a utilizar racionalmente la tierra, mediante la rotación de cultivos y
el descanso apropiado de los terrenos.
La producción de nuevas variedades ha sido uno de los aspectos más atendidos en Europa y América y se han llegado a obtener
clases enteramente nuevas, que la naturaleza nunca produjo. Asimismo, la influencia del medio natural se reduce o se liquida totalmente gracias
a los invernaderos, instalaciones de luz, calor, lluvia artificial, que permiten cultivar (aunque sea en pequeño) numerosas especies que de otro
modo no existirían en climas desprovistos de las necesarias exigencias de humedad, temperatura y rayos solares.
En conclusión, debe decirse que la transformación de vastas extensiones terrestres, donde la vegetación natural ha sido sustituida con
nuevas especies creadas por el hombre, fue un proceso inevitable que consiste en la tala inmoderada de bosques, en la quema irracional de
vegetales, en el abandono de tierras y la subsiguiente erosión, que tanto daño han causado a la naturaleza y al mismo hombre, limitando así
sus posibilidades futuras, pero también es un proceso creador.
FAUNA
En estas líneas no se pretende mezclar los conocimientos aportados por la zoología describiendo las especies de fauna más comunes
en esta o aquella zona, sino llevando el interés a la relación económica existente entre la sociedad y los animales que le sirven en forma más
destacada. La simple cita de especies propias del trópico o del desierto podría llenar muchas páginas, pero lo que conviene a nuestro curso de
GEOGRAFÍA SOCIOECONÓMICA DE MÉXICO es señalar cuáles son algunos animales útiles como materia de explotación por parte del
hombre y dónde se encuentra su hábitat o área de distribución general.
Es la fauna uno de los aspectos del medio natural donde la acción de los habitantes es más intensa y nítidamente señalada, pues
desde hace mucho tiempo, cuando los pueblos estaban dedicados casi por entero a la caza y pesca primitivas, se dispusieron con ahínco a
obtener de los animales diversos productos necesarios para su subsistencia. De esta manera aniquilaron especies enteras, diezmaron conjuntos
de seres vivos que anteriormente abundaban e hicieron huir a otros hacia nuevas regiones. En la actualidad, los bisontes de Norteamérica, el
buey almizclero de las zonas septentrionales, el berrendo de Baja California, el oso, los cocodrilos y caimanes del trópico, igual que numerosas
especies marinas, han sido casi exterminados y su reproducción se ha complicado. Entre los animales más combatidos y codiciados por el
hombre pueden mencionarse las tortugas de las islas Galápagos y de Baja California; los antílopes de los campos africanos y asiáticos; las
vacas marinas, los lobos marinos y las ballenas. No obstante, en los países adelantados económicamente y en algunos atrasados se procede a
la reproducción artificial de especies, con el fin de repoblar las zonas donde anteriormente existían en grandes cantidades. Además, se toman
medidas para evitar en lo posible que se repitan los casos antes mencionados, gracias a la aplicación de sanciones, establecimiento de vedas y
otros procedimientos. La fauna de ríos o de lagos creados artificialmente puede ser incrementada notablemente con la práctica de la
acuacultura, tal como ocurre en países de Oriente.
Pero la influencia mayor de la sociedad consiste, sin duda, en la domesticación de los animales y la creación de nuevas variedades de
los principales tipos de ganado. Estos animales, de indudable interés económico, no dependen ya, como los demás, totalmente de la naturaleza,
sino que se adaptan con facilidad, cambian de lugar sin afectarse en mayor grado; además, producen mayor cantidad de leche manteca, lana,
etcétera. El cruzamiento de especies ha producido otras nuevas, antes desconocidas, llegando hasta más de 400 los diferentes tipos de ganado
vacuno, 150 en el caso de los caballos y 350 en el de los perros. Los logros obtenidos en esta rama son verdaderamente notables y constituyen
uno de los adelantos más significativos de la civilización contemporánea.
Necesidad de evitar la extinción de la fauna
La fauna de las selvas ecuatoriales y los bosques tropicales es de riqueza extraordinaria; los mamíferos salvajes (jaguares, leopardos,
tigres de África y Asia, elefantes, etc.) son objeto de caza por parte de los integrantes de tribus y colectividades aisladas en lo profundo de la
cuenca amazónica o del Congo. La fauna de transición, en las zonas de bosque aislados o de sabanas, sobre todo de África, es abundante y de
gran interés local, incluyendo antílopes, jirafas, cebras, rinocerontes, leones, hienas y otros grandes ejemplares. Mientras que las especies del
desierto son escasas, aunque algunas (como el camello) muy útiles, la fauna del bosque de pináceas o taiga y de la tundra son de gran
importancia económica, por la fina piel de la martas cebellinas, zorros u osos blancos.
También los países montañosos de latitudes medias se distinguen por su variedad de fauna. México, entre ellos, tiene desde las
especies propias del trópico (en todas las regiones de clima cálido y de abundantes lluvias) hasta las típicamente desérticas de Baja California y
Sonora. Debe señalarse el hecho de que América del Norte no posee los grandes ejemplares que pueblan la sabana o el bosque de África. En
México existe una división en lo alto de la Cordillera Volcánica Transversal y en las dos sierras madres (Occidental y Oriental), hasta las
cercanías del Trópico de Cáncer que corta a la república desde el sur de Sinaloa hasta el sur de Tamaulipas. Al norte de esa línea predominan
los animales de origen neártico y, al sur, los de procedencia llamada neotropical.
Es importante señalar que algunos animales propios de ciertas regiones como la cordillera andina (llamas, alpacas, guanacos) o el
sureste asiático e India (elefantes) son, en realidad, especies ya domesticadas por el hombre; pues le sirven en sus necesidades de trabajo y
transporte, casi igualmente que el ganado de tipo comercial (véase fig. 2.11).
RECURSOS NATURALES
El hombre toma de la naturaleza aquellas riquezas que puede utilizar en forma directa o transformar parcial o totalmente, para la
fabricación de los más variados artículos. A dichos elementos se les llama recursos naturales: ellos norman la existencia misma de las
civilizaciones. La medida en que el ser humano puede aprovecharlos depende del grado de adelanto de la técnica y las ciencias; en suma, del
nivel socioeconómico en que se encuentren las colectividades; pueden existir en un lugar, pero la posibilidad de explotarlos es algo que no
depende exclusivamente de la voluntad humana, sino también del adelanto alcanzado en los medios de producción y del estado en que se
encuentran las relaciones productivas entre los propios hombres, permitiendo trabajar en común con armas, cada vez mejores, que venzan las
resistencias del medio y condicionen adelantos constantes y más perfectos.
Por ello, muchos recursos permanecen largo tiempo sin que se exploten, hasta que esto se puede realizar. Las civilizaciones primitivas
(la base de caza, pesca y recolección de frutos) y el mundo avanzado, en que se busca ya no sólo el material de hierro para producir acero, sino
también los minerales radiactivos para mover aparatos con energía atómica, son dos ejemplos que muestran diversa utilización de los recursos.
La evolución de la humanidad señala etapas distintas de valoración de ellos y además la destrucción, siempre en aumento, de numerosas
riquezas.
La sola definición de recurso natural nos hace ver ya, de golpe, tanto la importancia que reviste para la economía general de un país,
como el interés intrínseco que, en consecuencia, adquiere su estudio sistematizado: “Los recursos naturales son –según el académico ruso
Guerásimov, especialista en cuestiones de la relación medio natural- sociedad- aquéllos muy variados medios de subsistencia de la gente, que
obtiene directamente de la naturaleza.” Entonces, por un lado, se indica que son muchos y muy variados; que su valor consiste en ser medios
de subsistencia, tomándolos parcial o completamente de su calidad original y convirtiéndolos en nuevas fuentes de energía o en subproductos y
mercancías manufacturadas.
Preservar los recursos naturales
Los recursos forman parte de un todo complejo, lo cual es muy importante al hablar de recursos naturales, ya que la conservación y el
uso de ellos deben realizarse partiendo de la unidad del todo y tomando cada uno como un factor interrelacionado. De aquí se deriva que si un
recurso es afectado incorrectamente, con ello se lesiona más o menos a otros y, por tanto, si se quiere conservar correctamente cada uno de
ellos es necesario preservar en forma indispensable la armonía del todo; así desde el ángulo de los recursos, las sociedades donde el
capitalismo alcanza hoy mayor desarrollo disponen de muchas armas poderosas para sentirse en diversos aspectos como amos de la
naturaleza. No obstante, aun el mundo del capitalismo avanzado, con sus grandes inventos y sus enormes recursos financieros, siendo como es
un estadio superior a todos los anteriores, no puede estimarse como el peldaño más sólido en el interminable ascenso de la humanidad. Entre
otras cosas, es una economía que, por falta de planes correctos, derrocha los recursos naturales y utiliza las riquezas de los países pobres, en
provecho de los países ricos.
Ese aumento de la capacidad humana para explotar los recursos, del cual se ha hablado insistentemente, trajo por colorario directo,
desde la época de las sociedades esclavistas, un creciente agotamiento de aquellos que eran más necesarios o asequibles. Esta contradicción
se aceleró durante las etapas formativas y florecientes del capitalismo europeo y estadounidense, cuando grandes extensiones de recursos
forestales y de suelos fueron destruidas, algunas especies enteras de animales desaparecieron y regiones mineras que anteriormente eran
prósperas, quedaron abandonadas.
De aquí surgió la necesidad de preservar dichos recursos, hasta donde el régimen social, basado en la propiedad privada, lo
permitiera. Este último hecho es precisamente uno de los graves obstáculos que se oponen a la realización plena del ideal conservador, ya que
el Estado puede tomarse la libertad, dentro de ciertos límites, de regular algunos aspectos del uso de recursos, pero no está en posibilidad de
controlar totalmente (ni aunque así lo deseara) la explotación que realizan los propietarios privados, hasta hacerla siquiera medianamente
racional.
A falta de una planeación integral económica y social, lo que puede alcanzarse en los países capitalistas avanzados es la regulación
del uso y la conservación de aquellos recursos que son propiedad del Estado o que se encuentran bajo control de éste (mediante
nacionalizaciones o manejo financiero), como fluviales; en algunos casos, los bosques, el carbón o el petróleo. Pero todas las tierras y minas,
recursos forestales o pastos usufructados por particulares, no pueden someterse a un control completo y, por tanto, a una política rigurosa de
conservación.
En general, puede decirse que, dentro de esos límites, al mismo tiempo que la intensidad en el uso de recursos alcanza las mayores
proporciones, existe también la posibilidad de que algunos puedan conservar limitadamente y frenarse en ocasiones los excesivos derroches de
riquezas físicas. Tanto en Norteamérica y en Europa occidental y del norte, como en Australia o Japón, la llamada de alerta para conservar en lo
posible algunos recursos naturales es escuchada con atención, debido, entre otras cosas, al incremento de las necesidades humanas y a la
posibilidad que existe de destinar fondos públicos y privados para salvaguardar los bosques, diversas especies de animales, el agua, etcétera.
Lo que comúnmente se entiende por recursos naturales encierra diversas categorías. Según el ecólogo estadounidense R, Field,
dichos recursos son de distinto tipo, entre ellos los siguientes:
 Hidrológicos: ríos, lagos, depósitos acuáticos de todo tipo y mares.
 De las tierras: suelo y terreno aprovechables para la agricultura, bosques y pastos.
 Combustibles: de origen mineral, como carbón, petróleo y gas.
 Minerales:
- Metales preciosos: oro, plata, platino.
- Metales básicos para la industria: hierro, cobre.
- Metales no básicos: plomo, zinc, ferroaleaciones.
- Metales de uso comercial: mercurio.
- No metales: magnesia, flúor, piedras preciosas, azufre; aquí se incluyen, además: yeso, mica, caliza, hasta las rocas y arenas,
materiales que se emplean en la construcción.
La clasificación de Field no puede considerarse completa, pues falta por incluir en ella todos los recursos biológicos, incluyendo desde
luego a los peces, aves, mamíferos terrestres y otros organismos animales. Posteriormente, se agregaron los minerales radiactivos, que hoy
desempeñan importante papel en la producción energética y, por otro lado, también se incluye el aire, el viento y otros recursos climáticos.
Todavía en los cincuentas el tratadista Ciriacy-Wantrup dividía los recursos naturales a la manera clásica: renovables y no renovables,
aunque expresaba algunas consideraciones en cada caso. Los recursos no renovables o fijos, decía, son los minerales: a) aquellos a los que no
afecta apreciablemente el deterioro natural (carbón, piedras, arenas y otros), y b) los que se afectan por el deterioro natural: metales oxidables,
petróleo, gas y sustancias radiactivas. Los renovables o fuentes los dividía así: a) los que no se afectan sensiblemente con la intervención del
hombre, por ejemplo, la radiación solar, las mareas, los vientos, y b) los que se afectan con aquella intervención: las precipitaciones, las plantas
y animales, los recursos escénicos (para la industria turística).
Se puede pensar que la clasificación más acertada de recursos es la de diversos autores contemporáneos, entre ellos los profesores
rusos D. Armand e I. Guerasimov, que los dividen de la manera siguiente:
1. No renovables. Son los minerales (excepto la sal que se deposita en lagunas marinas y lagos). Con el uso de estos recursos,
disminuyen inevitablemente sus existencias reales, por lo que deben buscarse siempre nuevas reservas y sustitutos. Actualmente, el
papel de los minerales radiactivos ha crecido en gran medida, tanto por su actualización como fuente de energía en estaciones
atómicas, como en medicina y otros usos.
2. Renovables: a) suelos fértiles; b) vegetación natural y c) fauna útil al hombre. Aunque estos recursos se renuevan por ley natural, su
utilización puede, en muchos casos, adquirir un ritmo más acelerado que su reproducción y, por tanto, también pueden acabarse.
3. Recursos inagotables: a) agua, y b) climáticos. Queda claro que el mal uso del agua puede llevar a su disminución en regiones
aisladas, pero no conduce a cambiar el balance de reservas en toda la Tierra. Los recursos climáticos comprenden, sobre todo, el aire,
la radiación solar (como fuente de calor, luz y energía) y la fuerza del viento. Según dichos autores, las precipitaciones pluviales
pueden considerarse, al mismo tiempo, como recursos de agua y climáticos.
A principios del siglo XXI se han multiplicado los servicios de recreación, por lo que existen también recursos de usos múltiples que
aprovechan los escenarios naturales, el agua marina y medicinal, además de numerosos objetivos urbanos.
HISTORIA GEOLÓGICA
El examen de la historia geológica no es obligatorio en el curso de geografía económica, pero se aprovechará la ocasión para señalar
algunas de las etapas geológicas más importantes, tanto porque los recursos minerales están ligados a ellas en forma directa, como porque
dichas eras se mencionan constantemente y se confunden a menudo, debiéndose tener clara idea de su secuencia.
La era azoica empieza, según diversas estimaciones, desde hace 5000 a 4500 millones de años y se prolongó 1500 millones. No se
han encontrado restos de seres vivos, pero la corteza comenzó a formarse y a tener intensa actividad volcánica.
Los primeros seres, de tamaño microscópico, se conocieron (junto a otros organismos marinos) en la era proterozoica o de vida
primitiva (duró alrededor de 2400 millones de años). Continuó la formación de la capa geográfica, incluyendo sus primeras rocas.
La era paleozoica o primaria (365 millones de años) es la primera que con detalle se conoce por medio de fósiles, gracias a que se
formaron muchas especies de peces, helechos, caracoles, estrellas de mar, etc., y se crearon depósitos de carbón mineral y otras riquezas hoy
utilizables.
Hace 200 millones de años inicia la era mesozoica o secundaria, en la cual, además de desarrollarse activamente la vida vegetal y
animal, continúa el proceso de estructuración orográfica y se acumulan los primeros depósitos metalíferos.
La era cenozoica o terciaria es de máxima importancia, pues en ella se siguieron formando, desde hace quizá 60 millones de años, los
yacimientos de metales que hoy se usan en la industria y el comercio.
La aparición de seres biológicamente superiores ocurre en la era antropozoica o cuaternaria, que comprende tal vez más de un millón
de años, lapso dividido en dos periodos: pleistoceno y holoceno (25 000 a 30 000 años este último), periodo en que el hombre se convierte en
amo y transformador de la naturaleza.
El estudio de cómo la sociedad explota y transforma los recursos en determinado medio, dentro del cuadro de regiones naturales y
geoeconómicas, constituye uno de los propósitos supremos de la geografía socioeconómica.
PROTECCIÓN A LA NATURALEZA
A manera de resumen es conveniente insistir, de manera especial, en las medidas que la sociedad ha tomado para evitar que la
acción de los mismos ciudadanos, al proponerse el logro de fines netamente utilitarios (satisfacción de sus necesidades, explotación agrícola y
ganadera, trabajo industrial, transporte e intercambio de productos), destruya totalmente numerosos aspectos naturales, en forma irremediable y
fuera de una justificación real.
Si en el pasado, cuando se contaba con instrumentos rudimentarios, la población era reducida y los medios de transporte muy
atrasados, se procedió a la destrucción de boques, recursos minerales raros y especies únicas de animales, con mayor razón es de esperarse
que continúe esta labor destructora en la época actual, de enormes y complicadas máquinas, de crecientes necesidades para una población
que aumenta a ritmo acelerado, de formidables posibilidades con el empleo de la energía atómica. Por ello, es de la mayor urgencia que todos
los países del mundo se apliquen de inmediato a reglamentar el uso de sus recursos, protegiendo los diversos aspectos de la naturaleza
mediante leyes y disposiciones adecuadas, las que deberían ser de forzoso cumplimiento.
Merece recalcarse el hecho de que hoy los países más adelantados no sólo protegen algunas zonas boscosas o de peculiar
vegetación ni se limitan únicamente a evitar la caza de esta o aquella especie, sino que han estudiado a fondo el problema y desean abarcar
todos o los más importantes factores físicos del medio en determinada región.
Parques
Al declararse parque nacional cierta extensión de terreno en alguna parte del mundo, se salvaguardan la vegetación, la fauna, los
aspectos hidrológicos, suelos, peculiaridades de la topografía, destacando como aspectos importantes el clima regional y la historia geológica.
Esto sirve para fomentar el turismo sano y el deporte, pero también es aliciente para incrementar la investigación desde múltiples
ángulos naturales: el mejor ejemplo lo puede proporcionar el parque y monumento nacional estadounidense Cañón del Colorado, con su
maravillosa sucesión de capas geológicas, su flora y fauna distintivas, al mismo tiempo que su corriente acuática de indudable influjo
económico. Además, en otros casos, se atiende a la importancia histórica de un sitio, y aunque aquí no se trate ya de protección a la naturaleza,
merecen atención dichos casos por su efecto benéfico, al preservar herencias insustituibles y fomentar el respeto a los grandes hombres y
sucesos del pasado.
Los principales países del mundo contemporáneo son los que mayor atención han implementado para proteger la naturaleza,
previendo sin duda el peligro que significa el constante crecimiento económico. Los mejores ejemplos son los de Estados Unidos de América,
Rusia, Polonia, Canadá, Francia, Suecia, Alemania y algunos asiáticos, entre ellos China y Japón.
En Estados Unidos de América se ha estructurado todo un sistema de territorios administrados por el Servicio Nacional de Parques,
contándose entre monumentos, cementerios, parques, áreas de recreo y de otro tipo, que abarcan millones de hectáreas y se encuentran
distribuidos en toda la superficie de ese país. Entre los más conocidos se cuentan el parque de Yellowstone en Montana, Wyoming e ldaho (758
000 hectáreas), el de Yosemite, cuyas 560 000 hectáreas de bosques se localizan en el centro-este de California. Los monumentos nacionales
como el Valle de la Muerte en California y el Saguaro de Arizona, salvaguardan la naturaleza en zonas desérticas.
Hay también territorios protegidos por su especial fauna, lo mismo que parques históricos, museos y otros que deben llamarse
recursos naturales, ya que son esenciales para la recreación.
Rusia tenía, hasta hace pocos años, una extensión de 8.5 millones de hectáreas bajo protección estatal, con interesantes ejemplos de
parques que tienden a evitar la extinción de especies animales, entre ellas castores, diversas aves, lobos marinos y peces. En el territorio de
Askania Nova se delimitó una amplia comarca esteparia en la cual no puede practicarse la agricultura; la región del lago Ilmen, que muestra una
rara combinación de minerales, también está protegida. Asimismo, en Canadá se cuentan más de 70 sitios declarados parques nacionales,
parques y bosques de provincia, etc. Es interesante destacar que la mayoría de dichos parques se encuentran distribuidos en la región sur y
sureste del país; es decir, en aquellas zonas donde es mayor el peligro de que la actividad humana pueda causar perjuicios irreparables, a los
diversos aspectos naturales (véase fig. 2.12).
Por otro lado, es famoso el gran parque nacional del noreste de la República de Sudáfrica (1 800 000 hectáreas), donde se han
protegido las más valiosas especies de animales de aquella región, viviendo libremente y sin peligros numerosos leones, jirafas, cebras y
antílopes.
Uso racional de los recursos
En las naciones de América Latina deja mucho que desear el sistema de parques nacionales, aunque hay ejemplos de gran interés,
como el del bosque de Tijuca, junto a Río de Janeiro, donde los brasileños han preservado de la destrucción un magnífico espacio de selva
tropical. En general, los países subdesarrollados se enfrentan a graves problemas en su aspiración por proteger la naturaleza, pues no existen
medios eficaces para hacer cumplir las leyes de ese tipo, debido principalmente a que la situación de miseria y abandono en que viven los
campesinos obliga a éstos a quemar pastos y bosques, cazar en gran escala los animales, pescar o capturar ejemplares en proceso de
extinción.
También los campesinos ricos y los cazadores de safaris, compañías madereras, peleteras y consorcios industriales de los países
pobres y de los avanzados contribuyen, con sus acciones, a disminuir la disponibilidad de recursos en el futuro, rompen el equilibrio de todo lo
que es la naturaleza y empobrecen el paisaje tropical, el desértico y el montañoso.
Recientemente, la Organización de las Naciones Unidas publicó un estudio en el cual se afirma lo siguiente: “más de 500 millones de
hectáreas aptas para el cultivo se han perdido a causa de la erosión y la salación” y agrega: “la creación de centros urbano-industriales
consume en forma acelerada los espacios abiertos de la Tierra y envenena el aire”. Concluye que “más de 150 especies de aves y otros
animales se han extinguido, debido a la acción humana; 1000 más están en peligro”. Estos son los presagios de una crisis que se avecina y que
exige “un cambio radical de actitud de los países desarrollados y en desarrollo... administrando los recursos del planeta, de modo que pueda
lograrse el progreso económico y social sin desmedro del equilibrio natural indispensable para el mantenimiento de la vida”.
Para lograr lo anterior no existen más soluciones que acabar con el subdesarrollo en los países pobres y ejercer en todo el mundo un
control de los recursos por parte de la sociedad, ya que los intereses privados deben observar, en forma absoluta, las leyes que regulan la
excesiva explotación de riquezas naturales.
Mucho se ha hablado, igualmente, en el sentido de que no existen ya recursos naturales cuya explotación haga posible alimentar,
proporcionar vivienda y vestido, y dar trabajo a la creciente población mundial: de aquí derivan las teorías neomalthusianas y las sugerencias de
que se practique un estricto control de la población para impedir que crezca, principalmente en los países subdesarrollados, que tienen un
índice mayor de incremento. Sin embargo, la verdad es que no sólo hay un absurdo derroche de recursos en algunos países desarrollados (a lo
que se ha dado en llamar capitalismo del desperdicio), sino también en las naciones pobres y productoras de materias primas.
Al mismo tiempo, hay subutilización de recursos en todas partes. La ONU ha reconocido que “es factible abrir al cultivo cerca de 325
millones de hectáreas de tierra en las regiones tropicales y cerca de 120 millones de hectáreas fuera de los trópicos”. En un importante estudio
realizado por el economista colombiano José Consuegra se afirma que “en India, por ejemplo, 40 % de la tierra fértil; en América Latina, 5 % de
los campos laborables; en Australia, de sus 745 millones de hectáreas de superficie, se cultivan 9 millones; en África, 8 %; en Asia, 15 % e
inclusive en Europa apenas 31 %, y en Estados Unidos de América y Canadá, 12 %”. Millones de hectáreas que podrían cultivarse, se usan
como pastizales o se desperdician en los latifundios; la productividad de la tierra podría elevarse en cantidad suficiente para cubrir las
necesidades de 65 mil millones de personas, y si fuera necesario para alimentara más de 100 mil millones de habitantes del planeta.
Hay enormes reservas sin aprovechar; lo mismo de bosques que de recursos marinos, de minerales y combustibles, por lo que puede
concluirse que el problema de los recursos y la población depende de la estructura socioeconómica, y que sólo se resolverá a escala mundial,
cuando los intereses públicos predominen decisivamente sobre los de carácter privado, se pueda llevara cabo una planeación nacional y
universal del uso de los recursos y se someta a control la distribución de la riqueza.
El uso de la energía nuclear y de otros descubrimientos futuros, en bien de toda la humanidad, ofrecerá soluciones insospechadas
hasta ahora y abrirá caminos hoy desconocidos en materia de uso de recursos, todo lo cual podrá satisfacer las necesidades de muchos
millones de personas que sufren hoy hambre y pobreza. Por esas razones se debe ser optimista en cuanto al mundo futuro y la utilización
racional de los recursos naturales, pues son las necesidades de la humanidad las que la mueven hacia adelante y no se planteará en materia de
población y recursos metas que no pueda alcanzar.
PROBLEMAS ACTUALES
En resumen, se sostiene básicamente lo siguiente:
1. El medio geográfico es un conjunto de factores que sirven de base para el desarrollo de un pueblo y el problema principal consiste
en conocer cada vez más, acertadamente, las leyes naturales que rigen la marcha de sus distintos elementos y permiten la integración del todo.
2. Ese creciente conocimiento de las leyes naturales depende, a su vez, del desarrollo de las fuerzas productivas y de la ciencia y la
técnica y, por tanto, la capacidad del hombre para alcanzar el deseado equilibrio con las fuerzas naturales está en función de su grado de
adelanto económico y social.
3. Los elementos del ambiente físico desempeñan un papel importante directo e indirecto, pero variable a través de la historia, de tal
manera que a cada etapa del progreso humano corresponden mejores armas en su lucha con la naturaleza.
4. De esta manera, no existen “resistencias” e influencias estáticas del medio, sino que cada época histórica muestra cómo el hombre
se adapta mejor, se enfrenta más abiertamente y transforma más a fondo a la naturaleza.
5. En consecuencia, un mismo factor natural desempeña diferentes papeles en distintas etapas del desarrollo. Como todas las cosas,
puede, al principio, ser elemento negativo, volverse luego positivo y más tarde ser de nuevo un hecho negativo: la relación historia-naturaleza es
un vaivén dialéctico.
6. La importancia de los recursos es también distinta a través del tiempo en todo y ello depende de las necesidades que la sociedad
tiene para utilizar un determinado tipo de recursos. El crecimiento de las fuerzas productivas fue gradual e incesante, como lo fueron el aumento
de las necesidades por satisfacer y la forma de utilizar los recursos; al mismo tiempo, cambiaron y crecieron también tanto la variedad de
recursos potenciales (al conocerse mejor las reservas), como los métodos y la técnicas para explotarlos. Las bases naturales no son fácilmente
modificables por el hombre y éste sólo hace uso de aquellas riquezas que puede explotar y que necesita. Varía tanto el recurso como la forma
de utilizarlo: siempre es la sociedad el elemento que decide el desarrollo económico.
7. El uso de los recursos no esta únicamente en función de las necesidades locales o regionales inmediatas, sino que en los sistemas
capitalista y socialista, tal uso depende cada día más de las necesidades nacionales e internacionales, en relación con las exportaciones e
importaciones de materias primas y productos elaborados.
8. Al analizar las condiciones geoeconómicas actuales de un país, es necesario observar el cambio gradual en el uso de los recursos y
en la influencia ejercida por los factores naturales dentro de las diferentes etapas del desarrollo histórico. Sólo conociendo los sistemas
ecológicos mundiales y aplicando los principios antes mencionados se podrá entender el proceso mediante el cual “algo ha llegado a ser lo que
es” (véanse figs. 2.13 y 2.14).
El hambre ya está presente en todo el mundo subdesarrollado; aunque puede parecer exagerado, el hecho es real. Todavía dos
tercios de la humanidad bajo régimen capitalista viven en la prehistoria, en la miseria y el atraso.
Esa contradicción es la principal de nuestra época y está llevando a explosiones cada vez más graves. Los pueblos de los países
subdesarrollados no creen ya (y eso es más importante para quien estudie el mundo actual) en el fatalismo geográfico en que vivieron sus
mayores cuando aquéllos eran colonias.
Estos pueblos saben que sus problemas se podrían resolver rápidamente, con máquinas poderosas, con uso de energía atómica, de
fertilizantes, disponiendo de crédito oportuno y barato y de todos los demás aspectos que están usando y derrochando en el mundo rico; pero
chocan con un tipo de sociedad que no quiere ni puede evitar el hambre de millones de seres, ni el desempleo, ni el subempleo, ni el derroche y
el uso irracional de los recursos naturales y otros males del mundo de hoy día.
Evitar la derrota
El sistema actual parece ser impotente ya ante los graves males que aquejan a la humanidad. Quizá, no es impotente para resolver
muchos problemas de Holanda, ni lo es para resolver algunos de los problemas de los blancos en los Estados Unidos de América o de los 29
millones de canadienses, pero se habla de la humanidad en su conjunto. Son bien conocidos los contrastes, pues mientras en Estados Unidos
de América y Europa occidental se desperdician recursos en gran escala, en el continente africano mucha gente muere de hambre y en todos
los países en subdesarrollo agudo, la desnutrición es un grave problema. Este mismo sistema gasta miles de millones de dólares en
armamentos, cuando el problema de Pakistán, en el Congo, en Bangladesh y en Bolivia es no tener empleo, ni una casa, ni una escuela, ni una
esperanza.
El sistema monopolista cree todavía que podrá sobrevivir mucho tiempo, gracias al uso de la técnica, al control de la natalidad y a los
agudos problemas que tienen los países subdesarrollados; ahora ha inventado algo para poder perdurar la “ayuda” de los países ricos a los
países pobres, que no llega en total a 0.8 % del producto nacional bruto. Vastos son los recursos del mundo que ni siquiera se han tocado
mediante una explotación moderna: buena parte de los trópicos húmedos y secos, de las zonas frías, de las regiones montañosas de Asia y los
océanos, abandonados todavía, y los desiertos. Medio planeta espere generoso la llegada de la geografía creadora, pero como las empresas
para conquistar el trópico, el mar, el desierto, las montañas y las zonas frías, e incluso las regiones templadas, son empresas de gigantes, sólo
las resolverán millones y millones de trabajadores del mundo pobre, del mundo hoy atrasado. Esta empresa de gigantes llevará mucho tiempo,
pero será una tarea noble y valerosa. Lo que más necesitan esos pueblos pobres y atrasados son unión y trabajo, para que el mundo
subdesarrollado pueda triunfar. Al derrotismo impotente que esboza el sentir anterior, se debe mostrar seguridad y confianza en el porvenir de la
humanidad.
LA CRISIS ECOLÓGICA
La actual etapa de “globalización” trasnacional intensifica la grave desigualdad en el mundo tanto en el nivel de naciones como de
grupos y clases. Las circunstancias empujan a los países del Tercer Mundo a explotar más intensivamente sus recursos naturales y en
condiciones de pobreza en que viven; ello conduce a una destrucción más acelerada de los propios recursos naturales y humanos. Para que
dichas naciones pudieran aprovechar correctamente las riquezas que poseen es necesario contar con la técnica moderna y las innovaciones
científicas y obtener mayores beneficios para su economía. De esta manera deberían regularse a escala mundial los precios de las materias
primas, de productos minerales y/o alimenticios, evitando dolorosas caídas cíclicas, etcétera.
Por otro lado, los cambios climáticos originan desastres naturales que causan enormes daños materiales y pérdidas de vidas
humanas, tanto en regiones azotadas por ciclones o en las zonas de climas secos. El principal causante de los cambios climático es el aumento
de emanaciones gaseosas de bióxido de carbono (C02) y otros, que son producto de un desenfrenado crecimiento industrial y urbano (véase fig.
2.15). Se afirma que en el último siglo los niveles de CO2 aumentaron 25 %, trayendo consigo un calentamiento entre 0.5 y un grado de
temperatura. Además, dicho incremento de CO2 y otros gases en la atmósfera conduce a la reducción de la capa de ozono sobre el planeta y
provoca las lluvias ácidas.
En numerosas ciudades del mundo, entre ellas las principales metrópolis mexicanas, la contaminación del aire afecta la salud de los
habitantes y provoca enfermedades en millones de ellos. Por tanto, se requiere aplicar medidas drásticas, que eviten mayor concentración
industrial y demográfica.
Influencia que ejerce la naturaleza en la sociedad
LA NATURALEZA Y EL HOMBRE

Subtema 1.2.3 Influencia de la naturaleza sobre la sociedad.

Introducción
Uno de los temas que más se han debatido entre los investigadores es saber hasta qué punto influye la naturaleza en el hombre.
Diversas personas sostienen puntos de vistas opuestos, por lo que se expondrán en forma breve algunas de las ideas externadas al respecto y
la opinión que se ha considerado más apegada a la realidad.
Si se examinan numerosos hechos objetivos que tienen efecto diariamente en el mundo entero, se llega la conclusión de que la
naturaleza ejerce una influencia directa e indirecta innegable sobre el hombre y sus actividades económicas.
En primer lugar, la naturaleza influye directamente porque proporciona elementos indispensables o importantes para la vida. Entre
ellos, el oxígeno del aire, el agua, las sales, los minerales, el calor, la electricidad, etc. La satisfacción de las necesidades más apremiantes del
ser humano, como la de los alimentos, vestido y habitación depende directa o indirectamente de los materiales o artículos que aporta la misma
naturaleza y que el hombre puede utilizar en su forma primitiva o transformarlos en nuevos productos de uso. No deja de advertir por ende, la
influencia que el hombre a su vez ejerce sobre los factores naturales, con vista a la satisfacción de sus más elementales necesidades. Sin
embargo, la naturaleza determina, todavía en la actualidad, los principales tipos de alimentación, vestido y habitación.
Alimentación
Los factores naturales condicionan las diversas clases de alimentación que dividen al mundo en grandes regiones, por el uso de varios
productos típicos.
Zona del Mediterráneo. Los países que tienen clima de ese tipo dependen de varios productos; entre ellos, del vino, que es una
bebida de uso común en España, Francia e Italia. En estas regiones y en una amplia zona de California, al cabo de Sudáfrica, sur y sureste de
Australia, partes de Chile y Argentina, además de la cuenca del Mediterráneo, propiamente dicho, también, utilizan bastante las hortalizas, el
olivo y el trigo (muchas veces con riego) sin olvidar el dátil, la higuera, la cebada y la producción de cítricos que forman parte de la alimentación
regional y de la exportación a todo el mundo (véase fig. 3.1). Hay también abundante cría de ganado menor.
Europa central. Desde Alemania, Austria, norte de Italia y Francia, hasta Eslovaquia y parte de Polonia y Hungría, la uva tiene menor
importancia, no obstante, hay grandes viñedos; domina allí la alimentación popular y del ganado, a base de cereales tales como: centeno,
avena, cebada, mijo y sorgo, para los cuales el clima y el suelo son muy apropiados. Asimismo, se consumen en abundancia los productos del
ganado mayor. Lo mismo acontece en amplios parajes de los países escandinavos, como Dinamarca, vasta extensiones de Estados Unidos de
América, Canadá, Sudáfrica y algunas de Europa central y partes del norte de México, donde la alimentación está basada también en los
cereales, predominando el trigo, avena y centeno, además de la papa y los artículos proporcionados por la actividad ganadera.
América. Por otro lado, en buena parte de América (sobre todo, del sur de México a Colombia) se vive principalmente de maíz y frijol;
en las selvas de México, Brasil, Perú y Venezuela se complementa este tipo de alimentación con la recolección de frutos, la caza y pocos
cultivos de subsistencia. Hacia el centro de Argentina, Uruguay y sur de Brasil, el maíz cede gradualmente en importancia al trigo: se nota,
además, un sensible incremento en el consumo de productos ganaderos.
También en diversas zonas del sur y sureste de Europa, el maíz es un alimento usual, que combina con los cereales de clima
mediterráneo.
Asia. Muchos millones de personas del sur y oriente de Asia e Indonesia subsisten gracias al cultivo de otro cereal: el arroz, el cual se
une en la alimentación al frijol, soya, cacahuate, hortalizas, batata y mijo, complementándose en todo momento con el té. Particularmente en las
regiones monzónicas de China, Japón, Myanmar, Tailandia, India y Vietnam, la agricultura intensiva tiene una importancia indiscutible.
En Estados Unidos de América, en algunos pueblos de Europa occidental y entre las clases media y alta de todo el mundo, va siendo
cada vez más habitual la alimentación consistente en productos enlatados o transformados, tales como carnes frías, jamón, frutas en conserva y
jugos, que se consumen al igual que los tradicionales cereales.
Vestido
Por lo que respecta al vestido, hay una influencia también directa del clima, aunque el nivel de vida se refleja notoriamente en la clase
de ropa que se usa. El clima impone ciertas condiciones, que son la base ineludible para el tipo de vestido de las diversas regiones. Por
ejemplo, en los trópicos no se utilizan los sombreros de pieles o los gruesos abrigos, y en las altas latitudes, el hombre no puede vivir vestido
únicamente de escasa ropa de algodón, como en las costas ecuatoriales. Asimismo, cuando los habitantes de un lugar pueden vestir mejor lo
hacen de modo más adecuado posible al clima regional (véase fig.3.2).
Habitación
Ocurre lo mismo en lo referente a la habitación, donde el hombre necesita protegerse contra los elementos de la naturaleza,
principalmente el frío, el calor, la lluvia y los rayos solares directos. En las regiones tropicales o desérticas se necesitaría disponer de casas con
refrigeración, porque en dichos ambientes se resiente mucho el calor, en tanto que en los países europeos y Groenlandia, Canadá o Siberia, las
casas deben estar provistas de calefacción para defender a las personas durante el invierno contra las inclemencias del frío, el viento helado y
la nieve. En realidad, el hombre aprovecha los recursos naturales para la construcción de habitaciones, en una forma tal vez más directa que
para satisfacer las necesidades de alimentación o vestido; los emplea localmente, según el material que existe en la región. El tipo de vivienda
está igualmente ligado al nivel de vida y al progreso social, y varía desde las cuevas y chozas de las tribus primitivas, hasta los lujosos castillos
de los reyes europeos y los jefes asiáticos.
Aspecto fisiológico
En el aspecto puramente fisiológico, también influye la naturaleza, pues el cuerpo humano trabaja, por lo general, mejor al nivel del
mar o hasta alturas medias; sin embargo, no se puede generalizar tampoco a este respecto, sin tener en cuenta las circunstancias locales de
latitud, relieve y clima. En suma, las lluvias, las temperaturas, y todo el estado del tiempo de un lugar, tienen mayor o menor importancia en la
vida diaria de la colectividad.
EL DETERMINISMO GEOGRÁFICO
En relación con el problema de la importancia de la naturaleza, hay dos tendencias:
1. Por un lado, una corriente de pensamiento que niega la influencia total de la naturaleza, diciendo que el factor físico no es decisivo
en la historia y en la vida del hombre.
2. Contrariamente, otros investigadores afirman que la naturaleza tiene una influencia completa, decisiva, aplastante, sobre la vida de
los pueblos en la historia y la economía.
Esta última tendencia se encuentra mucho más extendida que la primera, y cuenta con numerosos partidarios entre intelectuales y
maestros, por lo que conviene opinar sobre sus postulados, exponiendo algunos ejemplos característicos. Desde la época de la Grecia antigua
se ha venido afirmando que buena parte de la historia humana y de la situación de adelanto o atraso de los diversos países se puede explicar
por la naturaleza física del planeta que habita la humanidad. Sin embargo, en los últimos tiempos ha tomado incremento la divulgación de estas
ideas; por ello es útil recordar ejemplos de escritores adheridos al llamado determinismo o materialismo geográfico.
Montesquieu, uno de los principales enciclopedistas franceses (1689-1755), afirmó en ese periodo anterior a la primera revolución
industrial, que el poder del clima determina incluso los “tipos humanos” y que el “mejor” clima explicaba el diferente temperamento, el cual se ve
regulado por las acciones y reacciones del organismo. Por tanto, las leyes de las colectividades dependen de ese temperamento y; a su vez, del
clima regional.
El historiador inglés Buckle dio por sentado que tenían mayor influencia el suelo y el clima de diversas regiones. El desarrollo
económico estaría ligado directamente a la naturaleza, porque ésta influía estableciendo límites a la cantidad de habitantes en cada país: la
posibilidad de alimentar a los pobladores era lo que regía el movimiento de población. A determinada cantidad de habitantes correspondía un
nivel de vida distinto, por lo que, en última instancia, el suelo y el clima eran lo más importante. En la segunda mitad del siglo XVII, Buckle
sostuvo las nociones de una “fuerza vital”, que por su desconocimiento de la realidad de los países de Oriente lo llevaba a afirmar que en India,
la esclavitud había sido una cosa natural propia del clima; algunas personas se sobreponían a las condiciones climáticas y dominaban al resto
de los habitantes. El paisaje, insistía, determinaba el tipo de religión y la diversidad de costumbres: el Islam inevitablemente tuvo que
desarrollarse en las regiones desérticas, en tanto que el cristianismo se propagó en las zonas de clima templado.
Zonas de clima templado
Coincidiendo en su fecha de fallecimiento (1859) con AIexander von Humboldt, otro cofundador de la geografía moderna, Carlos Ritter
afirmó que “el hombre es el espejo del lugar donde habita”; por tanto, era otro determinista. Más tarde, el fortalecimiento del nacionalismo
alemán condujo a que se fueran estructurando las teorías, ya no sólo deterministas sino abiertamente fascistas, que sostuviera Adolfo Hitler,
Según Fritz Ratzel (1844-1904), los “seres selectos” llevarían a la creación de una organización social superior, Ratzel fundó la llamada
“antropogeografía” y dio impulso a una “geografía política” que entre otra cosas enarbolaba la necesidad de crear la gran Alemania. Ya en la
época inicial del poder nazi, la “geopolítica” de Haushofer y las “teorías” de Rosenberg sobre la supremacía de la raza aria trataron de justificar
las agresiones a otros pueblos en la Segunda Guerra Mundial.
El famoso geógrafo francés Eliseo Reclus, que vivió entre 1830 y 1905 y autor, entre otras obras, de una Geografía universal en 19
volúmenes, fue partidario de una disciplina descriptiva que relacionara los fenómenos naturales con los sociales. A pesar de sus concepciones
anarquistas. Reclus sostuvo la idea de que la historia está ligada a determinados hechos geográficos, mismos que influyen notablemente en la
economía, la religión e incluso las leyes que regulan el desarrollo social.
También, a finales del siglo pasado, se elaboró otra teoría del desarrollo histórico, que se basaba en hechos geográficos. Su autor fue
el geógrafo ruso León Mechnikov. Su principal obra fue “La civilización y los grandes ríos históricos”, en la cual afirma que en un principio las
sociedades humanas fueron siervas de los ríos, medio de transporte de las mercancías y fuente vital de la agricultura; más tarde, los hombres
pudieron establecerse a la orilla de los mares interiores, hasta que salieron a los grandes océanos, conforme a los adelantos en el arte de la
navegación. De esta manera, pensaba Mechnikov, el medio natural lleva a las sociedades por la ruta de su evolución, obligándolas a superarse
constantemente.
A fines del siglo XIX y en los primeros decenios del siglo XX, se fue creando la llamada escuela francesa de geografía, al impulso de
las obras escritas por especialistas, entre ellos Alberto Demangeon y Paul Vidal de la Blache, que todavía se vieron influenciados por las teorías
del determinismo geográfico, pero introdujeron también nuevas formas descriptivas y de interrelación de los fenómenos. Demangeon (1872-
1940) manejó los complejos geográficos y robusteció las concepciones de la geografía económica, en tanto que Vidal de la Blache, fallecido en
1918, profesor en la Universidad de París y el más importante fundador de la geografía humana, hace hincapié en las causas y efectos que
explican “aquello que se ve”.
Otro gran representante de la geografía humana fue Jean Brunes (1869-1930), que a pesar de su predilección por la geografía física,
afirmó que la disciplina geográfica se refería a la “superficie humanizada” de nuestro planeta. A su vez, otro geógrafo, Emmanuel de Martonne,
profesor en la Universidad de Rennes, en París, publicó en 1921 el libro clásico Las regiones geográficas de Francia, donde se insiste en la
necesidad de estudiar el conjunto de los factores geográficos, su evolución e interdependencia. De Martonne hizo notar que nuestra disciplina
“se distingue principalmente por sus métodos” en gabinete y campo, para lo cual tiende a unir los conocimientos de diversos especialistas.
También en Estados Unidos de América y otros países desarrollados se han publicado horas que sostienen las teorías del
determinismo: por ejemplo, el geógrafo estadounidense Ellsworth Huntington (1876-1947), autor de una conocida Geografía económica, era
partidario del señalamiento de los factores físicos y biológicos como determinantes en la historia social. Los elementos básicos que conforman la
vida de las naciones serían, según Huntington: el clima, la alimentación y las herencias biológicas y culturales.
NATURALEZA, RECURSOS E HISTORIA
Ahora bien, observando objetivamente la realidad, se llega a la conclusión de que la naturaleza tiene influencia indiscutible, por el
simple hecho de constituir la base sobre la que se desarrolla el proceso económico y social.
Hay, en primer lugar, una influencia directa e incontrastable, señalada ya por Carlos Marx en El capital: “Hasta hoy no se ha inventado
el arte de pescar en sitios en que no hay peces.” Inútil sería tratar de negar una verdad tan obvia. Además, en la especialización agrícola
productiva de los países y regiones, tiene fuerza definitiva el tipo de clima predominante o de suelos y forma del relieve. En Polonia, digamos,
no se puede producir cacao o café, y en la cuenca amazónica la remolacha azucarera no crece. Las cuencas hulleras no se pueden crear sin la
existencia de carbón; eso es cierto. También se advierten influencias indirectas de la naturaleza, que ayudan a explicar por qué una ciudad
crece a la orilla de un gran río o en el seno de una región agrícola de riego.
Resulta indiscutible afirmar que en las épocas históricas iniciales los elementos naturales fueron decisivos, como puede verse en el
ejemplo de la civilización “conchera” de Baja California, que utilizó las riquezas de la costa peninsular en el noroeste mexicano, o también en los
casos de aquellos numerosos grupos que dependían de los frutos del bosque y de la caza de animales en las praderas. “En los estadios
inferiores del desarrollo, -decía Gurvich, historiador ruso de la geografía-, no es el hombre el que forma el territorio, sino que, por lo contrario, es
el territorio el que estructura la economía del hombre.” Pero el paso a la sociedad agrícola sedentaria, y más tarde al régimen feudal,
demostraron que la naturaleza era ya en mayor medida dominada por el hombre y que los recursos no aprovechados con anterioridad, ahora lo
eran en grado importante. En Egipto, el Nilo fue utilizado gracias al trabajo de millones de esclavos y a la aplicación de técnicas de riego que
antes no se usaban. Es decir, que a orillas del mismo río, antes de la esclavitud, casi nada se regaba ni se cultivaba (ni tampoco en
Mesopotamia ni junto al río Hoang-Ho, antes del florecimiento de sus civilizaciones) y los mismos recursos sólo se pusieron al servicio del
hombre cuando éste tuvo un grado relativo superior de desarrollo.
La utilidad práctica de los recursos en la vida de una nación, independientemente de que ellos se obtengan localmente o sean traídos
desde lejos, como resultado de un intenso comercio interior o internacional, no está, entonces, en duda. En los estadios bajos del progreso
humano, los recursos que se buscaban y que eran indispensables, comprendían solamente una gama limitada y relativamente fácil de obtener,
ya que las necesidades eran pequeñas, el número de personas comparativamente reducido y los medios de producción, pobres y rudimentarios.
Sin embargo, el crecimiento de las fuerzas productivas fue gradual e incesante, como lo fueron el aumento de las necesidades por satisfacer y
la forma de utilizar los recursos. Al mismo tiempo, cambiaron y crecieron, también, tanto la variedad de recursos potenciales (al conocerse mejor
las reservas), como los métodos y la técnica para explotarlos. Las bases naturales no son fácilmente modificables por el hombre y éste sólo
hace uso de aquellas riquezas que puede explotar y que necesita.
Toda la historia del hombre, se ha dicho repetidamente, no es sino la epopeya de conglomerados sociales (aislados primero entre
selvas y bosques, casi impotentes “hijos de la naturaleza”, y luego cada vez más numerosos, que se expandieron por un mundo infinitamente
variado hasta ocuparlo en casi su totalidad), los cuales, movidos por la necesidad, se han visto obligados a crear nuevas armas en su lucha con
la naturaleza, en su incesante batalla para arrancarle siempre mayores y más valiosas riquezas.
En esta o aquella época histórica, la naturaleza puede ayudar o entorpecer, retardar, el impulso de creación económico de un país o
región; pero esa misma naturaleza, esas mismas condiciones físicas pueden ayudar en otra etapa, cuando los medios de producción permiten
utilizar elementos que anteriormente no era posible aprovechar de manera socialmente beneficiosa.
CAMBIOS EN LAS RELACIONES NATURALEZA-SOCIEDAD
Muchos ejemplos podrían citarse respecto de los cambios en las relaciones, pero son muy gráficos los de Inglaterra, los de Estados
Unidos de América y de China. Esta última nación fue, durante siglos, la patria de una de las civilizaciones más antiguas, en épocas cuando en
los territorios de la actual Inglaterra vivían seres salvajes que no se servían racionalmente de los recursos potenciales, no digamos ya el carbón
y el mineral de hierro, sino ni siquiera de la fauna marina y los bosques que entonces cubrían casi todas las islas. Cuando ya se encontraba en
decadencia la vieja cultura china, en la América del Norte no habían desembarcado aún los conquistadores y peregrinos ingleses, por lo que las
tribus o clanes entonces existentes no sabían combatir la influencia de la naturaleza y vivían a merced de ella. Inglaterra fue un día la “reina del
mundo”; pero, en la actualidad, contando con los mismos recursos de de hace 100 años, se ha visto superada económicamente por Estados
Unidos de América, Rusia y por otros países. Inglaterra está en decadencia, en tanto que Estados Unidos de América se encuentra en su fase
de mayor poderío histórico, y China avanza nuevamente. Lo mismo podría decirse al comparar el gran imperio español con la España de hoy, y
la Rusia actual, segundo país industrial del mundo.
El principal factor histórico no ha sido unilateralmente la influencia del medio, sino la estructura social de un país y el modo en que
están organizados los hombres para el trabajo, ya que esto es lo que permite crear las armas para vencer a la naturaleza y transformarla. En
tanto que en un principio los pueblos vivieron dominados por ella, conforme ha ido avanzando el proceso de desarrollo económico y técnico,
hasta llegar al dominio de la energía nuclear, la humanidad ha venido ejerciendo cada vez más su dominio sobre la naturaleza.
El mar fue alguna vez invencible y su enorme fuerza causaba espanto a los antiguos griegos, pero hoy los problemas que presentan
los océanos son pequeños frente a la posibilidad que los países avanzados tienen para construir grandes barcos, aviones que surcan el aire
transportando personas y mercancías (véase fig. 3.3), y cohetes para llegar a la Luna. Lo mismo ocurre con los demás elementos del medio
natural y el problema en el futuro no consistirá ya en temer la influencia de la naturaleza, sino en alcanzar una organización social que permita el
aprovechamiento racional de los recursos, evitando la destrucción innecesaria, las crisis económicas y los problemas que se deriven del
empobrecimiento paulatino del suelo, la flora y la fauna.
Según lo ha señalado la Organización de las Naciones Unidas en sus publicaciones, la influencia destructora del hombre comenzó
desde el primer día en que pudo organizarse para trabajar; pero, en la actualidad, cuando el poder de la técnica es tan grande, se abren
enormes posibilidades para transformar la naturaleza en el seno de una sociedad que sea consciente de su papel histórico y donde los bienes
explotados satisfagan realmente las necesidades del pueblo.
EL HOMBRE COMO TRANSFORMADOR DE LA NATURALEZA
Para la geografía socioeconómica, el estudio de la población adquiere un rango tanto o más destacado que el correspondiente a los
aspectos de la naturaleza, suponiendo que el hombre es, con su trabajo, la base y razón de ser de dicha rama científica. Dedicada como está al
análisis de las actividades económicas creadoras, debe tener en cuenta, en forma primordial, a los seres humanos que son factores de
producción, que distribuyen y consumen los artículos obtenidos de la naturaleza o que, mediante los conocimientos técnicos modernos, crean
nuevos productos a partir de las materias primas. No interesa a la geografía socioeconómica el estudio completo del hombre, pues diversos
aspectos de tipo cultural, antropológico, psicológico o de otro carácter salen de sus marcos en virtud de no referirse concretamente al trabajo de
carácter productivo. Sin embargo, mediante el auxilio de la estadística y la demografía, se manejan muchos datos referentes a los grupos
humanos por cuanto son pobladores de la Tierra.
Por el solo hecho de habitar en un lugar determinado, todo individuo es parte integrante del medio cultural y, por ende, interesa a la
geografía. Además, el hombre (como se sabe) es el principal factor transformador de la naturaleza en el periodo histórico, utilizando en
ocasiones racionalmente los recursos o destruyendo riquezas en sus actividades económicas.
EL HOMBRE COMO SER SOCIAL
El estudio especial que hace la geografía económica con respecto a la sociedad se deriva precisamente del hecho de que el hombre
ha tenido que unirse, cada vez más, con otros seres de su misma especie, con el fin de proceder a trabajar en común, y a que este es el único
medio para poder producir la gran variedad y el número infinito de artículos con los cuales puede satisfacer sus necesidades más apremiantes y
construir poderosas civilizaciones.
El individuo ermitaño, fuera de un grupo social o de toda la población que integra una zona o un país, es prácticamente desconocido.
Ni siquiera en los más aislados parajes de la selva tropical o de la taiga podría satisfacer de manera completa todas sus necesidades de índole
material, y menos aún, de orden cultural: necesita formar una familia, relacionarse con otros grupos y, en mayor o menor grado, cooperar en la
labor de desarrollo económico de la nación, tribu o pueblo al que pertenece. La evolución de la humanidad muestra, como uno de sus resultados
principales, el agrupamiento de los hombres en clases sociales amplias y numerosas, las cuales pueden desaparecer para dar nacimiento a
otras nuevas.
El dominio de los medios de producción que se requiere para vencer a la naturaleza ha sido mejor en cada etapa, y el adelanto de las
comunicaciones, por ejemplo, ha acercado a los diversos países y permitido la formación de sus grandes núcleos urbanos, que son el hecho
más convincente de la interdependencia de los habitantes.
Asimismo, en las primeras fases de la evolución histórica, el trabajo fue obra del hombre social, uniéndose para luchar directamente
con la naturaleza en las selvas tropicales, en los bosques de altas latitudes, a la orilla del mar o en las praderas de clima templado; sin esa
unión, no hubieran podido vencerse los obstáculos físicos, que adquirían mayor significación por constituir grupos humanos que vivían en
condiciones de gran atraso. Por medio del trabajo, el hombre fabricó instrumentos para ir dominando paulatinamente aquellos caracteres
naturales (bajas temperaturas, excesivas lluvias, fuego, peligro de ataque de los animales, etc.) que entonces ejercían influencia contraria a sus
intereses y planteaban serios problemas (véase fig. 3.4). La lucha con la naturaleza fue lenta y difícil, prosiguiéndose por las edades de la
piedra, del bronce y del hierro, cuando se advierte ya el paso a nuevas etapas productivas, gracias a la ganadería y la agricultura, que permite el
establecimiento de colectividades con vida sedentaria.
El examen del desarrollo histórico de la humanidad no se expone en el presente curso, pero conviene insistir en la importancia que le
para la sociedad han tenido diversos acontecimientos de índole material. El aprovechamiento del agua de los ríos con fines de riego fue uno de
los principales factores en el triunfo de las antiguas culturas esclavistas de Mesopotamia, Egipto, China o India. La evolución da como resultado,
posteriormente, que el campo y los núcleos llamados ciudades se diferencien, formándose por el mismo proceso de crecimiento los
comerciantes, encargados de distribuir los productos, y los artesanos que se especializan en determinado tipo de actividades manuales.
Después, se ha contemplado un adelanto muy considerable en los aspectos materiales, principalmente a partir de la Revolución Industrial del
siglo XVIII y hasta nuestros días, en que el hombre ya puede disponer de la energía del átomo.
Así, gracias a una lucha constante y prolongada, es como la humanidad pasó de las etapas del llamado comunismo primitivo, el
salvajismo y la barbarie, a la esclavitud y el feudalismo, cuyo máximo desarrollo fue logrado en la Edad Media. Los grandes descubrimientos
geográficos del siglo XV son indicios claros del nacimiento de la nueva época, o sea, la sociedad capitalista. Su apogeo coincide con la
repartición de las colonias modernas y el dominio económico de los países subdesarrollados por las naciones llamadas ricas.
Las experiencias socialistas son recientes, y todavía queda por observar cuáles serán en el futuro las formas que el mundo aplique
para establecer esos sistemas sociales mejores, más justos y humanos, que resuelvan a escala mundial las grandes contradicciones que hoy
existen y permitan un dominio mayor del hombre sobre la naturaleza, utilizando racionalmente los recursos y evitando la pobreza y el hambre.
En conjunto, más de 190 países o territorios o grupos, de islas subdesarrollados capitalistas incluyen (según cálculo aproximado para
1996, una base de 2 % de aumento anual) un total de 3100 millones de habitantes; de ellos, 1800 en Asia; 500, en América Latina; 10, en
Europa del sur y tres en Oceanía. Por su parte, cerca de 24 naciones capitalistas desarrolladas (con aumento medio anual de 1 %),
comprenden 840 millones (370 en Europa; 290 en América del Norte; 130 en Asia- Japón e Israel-; 22 en Australia y Nueva Zelanda.
Finalmente, en los antiguos 14 países socialistas, con un incremento de 1.8 % al año, vivían cerca de 1800 millones, de los cuales
correspondían más de 290 a la ex URSS y 40 a Europa oriental, además de 1300 a Asia (República Popular de China, República Socialista de
Vietnam, República Democrática Popular de Corea y República Popular de Mongolia); 60 millones, a zonas de menor desarrollo de Europa
suroriental; y cerca de 11, a Cuba.
El total de la población mundial, en el año 2000, llegó a sumar 6000 millones de habitantes.
[…]

Subtema 1.3. Interrelación e interdependencia de la naturaleza y la sociedad.

Aspectos básicos de geografía física de México


ANTECEDENTES HISTORICOS
La superficie del país ha variado por las vicisitudes del desarrollo. En la prehistoria, abarcaba una serie de pequeñas o grandes áreas
aisladas entre sí que después fueron uniéndose, poco a poco, en el sucesivo crecimiento de las civilizaciones prehispánicas, sin llegar a
constituir una sola entidad unificada. El virreinato de la Nueva España (en parte debido, la forma que tenía el territorio ocupado por los
europeos) amalgamó lugares distintos y dio comienzo a la consolidación de su unidad étnica y política.
De esta manera, a finales del siglo XVII se habían colonizado, en proporción reducida, enormes regiones de la Altiplanicie
septentrional de las llanuras al norte del Bravo y, asimismo, ámbitos lejanos de California y Centroamérica. Alcanzada la independencia, el
México de 1823 pudo reunir en su seno durante escasos meses un área inmensa, desde el lago Salado, en el estado de Utah, Estados Unidos
de América, hasta lo que hoy es Costa Rica. Centroamérica, con más de 500 000 km2, se independizó rápidamente, y sin embargo, todavía en
1836 se disponía de los actuales estados de Texas, California, Arizona, Nuevo México y partes de Utah, Colorado, Oklahoma y Kansas, con una
superficie de más de 2 240 000 km2.
Es un hecho histórico que no haya existido cohesión interna entre todas las partes de ese inmenso país de casi 5 millones de km2, que
de haberse conservado íntegro sería el séptimo entre los más grandes del mundo. Pero ese conglomerado se resquebró y rápidamente puso en
evidencia que la realidad unificadora era ficticia. Casi toda Centroamérica se independizó de México, excepto Chiapas, que decidió anexarse; la
separación se debió a la lejanía y a los rudimentos de vida autónoma que la propia Colonia fue gestando en cada territorio de lo que hoy son
diversas repúblicas.
Contrariamente, es de sobra conocida la forma en que el país perdió las tierras al norte del río Bravo y de la actual línea fronteriza con
Estados Unidos de América: la fuerza superior de una gran potencia en proceso de estructuración nos arrebato, sin mayor problema, más de la
mitad del inmenso espacio que los conquistadores españoles habían logrado someter a fuerza de gran sacrificio y que los mexicanos trataron
de colonizar en el siglo XIX. Sin embargo a pesar de la evidente injusticia cometida, era natural que ocurriese la brutal anexión de nuestras
regiones allende el Bravo, pues en los periodos formativos de las naciones, lo único que cuenta es el mayor empuje de las fuerzas productivas y
en nuestro caso lo eran las de un poderoso país capitalista en expansión.
Por otro lado, Estados Unidos de América no solo conquisto los citados territorios mexicanos, sino que se anexo, compro u ocupo, a
sangre y fuego, territorios de Francia, Inglaterra, España y Rusia y todavía mas tarde se lanzo fuera del continente americano para conquistar
Filipinas y otras numerosas islas del pacifico, al mismo tiempo que se apodero de Puerto Rico y de las zona del canal de Panamá.
México quedo reducido a una superficie continental de 1 953 183 km2 mas una superficie insular de 5 073 km2, y no obstante haber
perdido la mayoría de sus antiguas posesiones, ocupa el quinto lugar en el conjunto de los países americanos; en Latinoamericano solo son
mayores Brasil y Argentina. Es un país grande aunque como se vera, el solo hecho de poseer casi 200 millones de hectáreas no asegura por si
mismo la posesión de vastos recursos hoy aprovechables. Las dos penínsulas quedaron casi separadas del territorio nacional que, visto en
forma general, tiene una configuración “triangular” abriéndose hacia el extremo norte para alcanzar más de 2 000km en linera recta, entre
Tijuana y Matamoros, estrechándose en el istmo de Tehuantepec hasta tener solamente poco mas de 200 km de ancho (Salina Cruz-
Coatzacoalcos). Visto en el mapa, es un país extendido considerablemente de noreste a sureste, lo cual explica que la distancia entre los
puntos extremos de las fronteras en Baja California y Chiapas sea enorme, pues asciende a 3 300 km en línea recta (véase fig. 4.1)
Sin embargo, grandes porciones del territorio nacional viven aisladas todavía y no han sido incorporadas plenamente a la vida del
país; lo cual no puede explicarse si solo se considera la enorme extensión de su superficie, sino que, al analizar el problema, deben tenerse en
cuenta otros obstáculos geográficos-físicos y de carácter histórico. La superficie de cada estado se expone en el cuadro 4.1.
MARES y FRONTERAS POLÍTICAS
México es, en gran medida, un país aislado del resto del mundo, pues al oeste y al sur bañan sus costas las aguas del océano
Pacifico, en 7 338 km. Al oriente y al sureste, el Golfo de México; y, al este de la península de Yucatán, el mar de las Antillas, alcanzan 3294
km; ambos son parte del océano Atlántico. Aunque los mares pueden ser magníficas vías de comunicación que en vez de separar unan los
pueblos, hasta la fecha las grandes masas de agua que nos rodean han sido más bien un factor de aislamiento que de intercambio en gran
escala con d resto del mundo.
En diciembre de 1959 se llevó d cabo la reforma de la Constitución de la República, para incorporar el territorio de la plataforma
continental (es decir, el limitado por la línea isobata de 200 metros de profundidad) a la superficie de la nación. Esta área abarca una superficie
2
de 431 051 km y en total el mar territorial y la zona económica exclusiva integran 3.1 millones de km 2 .

Fig. 4.1. Ubicación de la Republica Mexicana en el mundo.

Cuadro4.1. Superficie territorial por entidad federativa.


Superficie (en Porcentaje del
Entidad federativa
km 2 ) total
Aguascalientes 5 272 0.3
Baja California 71 505 3.6
Baja California Sur 73 948 3.7
Campeche 57 033 2.9
Coahuila 150 615 7.7
Calima 5 466 0.3
Chiapas 73 628 3.7
Chihuahua 245 962 12.6
Distrito Federal 1 525 0.1
Durango 122 792 6.3
Guanajuato 31 032 1.5
Guerrero 64 791 3.3
Hidalgo 20 664 1.1
Jalisco 79 085 4.0
México 21 419 1.1
Michoacán 58 585 3.0
Morelos 4 961 0.2
Nayarit 27 103 1.4
Nuevo león 64 742 3.3
Oaxaca 93 147 4.8
Puebla 34 155 1.7
Querétaro 12 114 0.6
Quintana Roo 39 201 2.0
San Luís Potosí 63 778 3.2
Sinaloa 58 359 3.0
Sonora 180 605 9.2
Tabasco 24 612 1.3
Tamaulipas 79 686 4.1
Tlaxcala 4 052 0.3
Veracruz 72 005 3.7
Yucatán 43 577 2.2
Zacateca 73 829 3.8
FUENTE. Anuario estadístico 1998, INEGI.

Las grandes civilizaciones prehispánicas no tuvieron tiempo para desarrollar las artes que podrían haberlas conducido a la conquista
de los mares; el conocimiento que tuvieron de esos fenómenos fue muy escaso y explotaron relativamente poco las riquezas del mar. En la
época colonial las naos de China y Filipinas llegaban esporádicamente a los puertos del Pacífico mexicano, y tampoco eran muy frecuentes las
visitas de los barcos procedentes de España. Todavía hoy, la falta de una gran marina mercante nacional limita las relaciones comerciales y
culturales en gran escala con los países de Europa y Asia, y aun con la gran mayoría de las naciones latinoamericanas. Los vínculos que
establece el servicio aéreo nunca podrán sustituir la influencia de una marina mercante nacional, que es decisiva para el movimiento de carga
hacia todas partes del mundo, y desde todas ellas.
Hasta la etapa del porfirismo, la muy larga y poco controlada frontera del norte, a la cual separaban del centro de la nación vastos
desiertos y semidesiertos, constituyó también un factor de aislamiento; pero este fenómeno vino a ser temporal, y vigente en tanto Estados
Unidos de América se desarrolló como un gran país industrial, donde los ferrocarriles y carreteras se extendieron por todos sus rincones y
mientras no había comenzado a penetrar económica y políticamente en los destinos de México.
Contrariamente, ahora el límite administrativo del norte no sólo ha dejado de ser una barrera, sino que su continuidad en 3152 km
(datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática) permite el rápido movimiento de mercancías y personas hacia el país
norteño, y desde él: en verdad, ahora el problema consiste en evitar, en lo posible, la creciente inf1uencia estadounidense, lo que, por otra
parte, sólo se conseguirá cuando México sea fuerte económica y políticamente. Entonces se utilizaran los mares vecinos y distantes para
ampliar en mayor cuantía el comercio y, en general, los contactos de toda índole con países lejanos, sobre todo con Sudamérica, Europa y el
extremo Oriente.
Los otros tramos de frontera, con Guatemala y Belice (1149 km), no sirven ni servirán, quizá por mucho tiempo, como "salidas" que
ayuden grandemente a liquidar el aislamiento de México, y esto se debe tanto a la forma del territorio en el llamado istmo centroamericano,
como al enorme atraso económico de estas repúblicas hermanas. Entonces, la nueva etapa que destruirá definitivamente nuestra separación de
los grandes continentes subdesarrollados, a los que espera un gran futuro, aparecerá con la conquista del recurso marítimo.
Principales aspectos naturales
La situación del país en el mapa mundial ha tenido gran importancia histórica y determinó, con la evolución geológica, la gran variedad
de aspectos que la naturaleza presenta en el territorio nacional. Es cierto que como se dijo anteriormente, los factores naturales actúan siempre
como un todo, pero si se tuviera que hacer resaltar el peso específico de cada uno de ellos en México, se comenzaría con los fenómenos más
importantes, a los que sucederían después los de menor interés en el grupo. Cada grupo de fenómenos tiene un peso determinado, que se
refleja en la estructura física del país y que también representa obstáculos o aspectos positivos en el proceso de conocimiento, desarrollo y
conquista económica de nuestro territorio. En síntesis, el orden sería aproximadamente el siguiente, sin tener en cuenta factores de menor
importancia.
a) La historia geológica es decisiva en México, y, por tanto, lo son la geomorfología nacional o regional los recursos minerales, etcétera.
b) Como consecuencia de la situación en el mapa y del relieve la variedad de climas que predominan en vastas porciones del país o en
mesoregiones internas ejercen poderosa influencia.
c) La distribución y carácter de las corrientes fluviales y los depósitos acuáticos terrestres, así como de los mares vecinos, ofrece gran
importancia,
d) El grado de riqueza o pobreza relativa de los suelos que sustentan la vida de las plantas,
e) La vegetación natural, principalmente la que consiste en bosques o pastos, chaparrales y otros recursos ganaderos.
MONTAÑAS
Como continuación de las Rocosas, el territorio mexicano presenta un gran sistema orográfieo que atraviesa buena parte de los
estados de Chihuahua, Sonora, Sinaloa, Durango, Nayarit y Jalisco: la Sierra Madre Occidental. Este gran sistema tiene una altura media de
2100 m, aunque en el norte de Durango y sur de Chihuahua las cimas pasan los 3000 m sobre el nivel del mar. Los grandes ríos que allá se
originan y que descienden, sobre todo a la vertiente del Pacífico (Yaqui, Mayo, Fuerte, Sinaloa, Culiacán, etc.), han erosionado gravemente esta
sierra, abriendo las famosas barrancas de Batopilas, El Cobre (en el oeste de Chihuahua) y otras, que en nada desmerecen frente al Gran
Cañón del Colorado. Tanto por sus recursos minerales y forestales, como por las dificultades que acarrea para la comunicación entre la
altiplanicie y la zona costera del Pacífico, esa gran estructura orogénica de carácter volcánico es decisiva para el noroeste y el norte de México.
La Cordillera de Baja California, donde, al igual que en la Sierra Madre Occidental, se observan evidentes signos de actividad
volcánica, es otro gran sistema que penetra desde California hasta México y que casi no se interrumpe, en toda su longitud de 1200 Km. hasta
el cabo San Lucas; en el "cuello de botella" al occidente de La Paz, los lomeríos apenas alcanzan 300 m, en tanto que los picachos de La
Encantada (Sierra de San Pedro Mártir) sobrepasan los 3000 m de altura.
En forma menos compacta se alza la Sierra Madre Occidental, desde Coahuila y Nuevo León hasta el estado de Oaxaca; constituye
un elemento muy importante para la naturaleza y la vida humana en San Luís Potosí, Querétaro, Hidalgo y Puebla, ya que, entre otras cosas,
Impide considerablemente la penetración de los vientos húmedos del golfo, que se estrellan en su vertiente exterior.
En la región centro-sur de la República se levanta una eminente cadena de origen volcánico que representa una clara línea de
separación de tipos de flora, fauna, climas y diversas actividades humanas. Esta cordillera o Sistema Volcánico Transversal se ubica entre los
19 y 21 grados de latitud norte e inclusive las más elevadas prominencias orográficas de México, desde los volcanes de Colima y Nayarit hasta
el gran conjunto de la llamada Sierra Nevada (Popocatépetl e Iztaccíhuatl) y el Pico de Orizaba (que es la más alta cumbre entre las montañas
mexicanas, con sus 5610 m). También son dignos de mención en este sistema volcánico el imponente Nevado de Toluca, el Cofre de Perote y
la Malinche: esta última, ubicada en los límites de Tlaxcala y Puebla (\léase fig. 4.2). La actividad volcánica continúa, hasta la fecha, en
numerosos lugares de Michoacán y otros estados de centro.
Existen varias sierras transversales que determinan la formación de valles o cuencas, tanto en el centro (Altiplanicie meridional) como
en el norte de la república (Altiplanicie septentrional). Destacan como regiones naturales y económicas los valles de Toluca y Puebla, la cuenca
de México, El Bajío, el Salado de San Luís Potosí y los valles centrales de Zacatecas.
Auténtica barrera ha constituido para los estados de Guerrero y Oaxaca la existencia de la Sierra Madre del Sur, pues atraviesa parte
de sus regiones centro y sur y, debido a su extensión, dificulta en la actualidad el progreso de arribas entidades. A los sistemas que cubren el
norte de Oaxaca se ha dado en llamar, por algunos autores, Sierra Madre de Oaxaca, aunque otros la consideran todavía como un segmento de
la Sierra Madre Oriental, hasta las "nudos" y el istmo.
Las últimas elevaciones montañosas de México son las dos regiones de quebrado relieve en Chiapas: al sur, la Sierra Madre de
Chiapas; al norte, un conjunto de elevaciones que podrían llamarse Serranía del Norte de Chiapas. Entre ambos cuerpos se localizan los valles
del Grijalva o Grande y otros.
El peculiar origen geológico y el subsuelo cársico de la península de Yucatán es lo que explica la ausencia casi total de montañas en
su territorio, y constituye la única zona del país que desconoce la vida en altos valles y los cambios de clima, vegetación y fauna, en sentido
vertical.
A lo largo de los dos grandes litorales hay planicies costeras que tienen enorme influencia económica, pues en ellas se vierte el agua
de los ríos que bajan de las sierras exteriores (que ya se han mencionado) como la Occidental, la Oriental y del Sur. La planicie costera del
Pacífico es bastante ancha en Sonora (hasta 250 km), pero hacia el sur disminuye notablemente en Sinaloa y Nayarit, hasta casi desaparecer
en Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero y Oaxaca, La planicie del oriente es amplia en el estado de Tamaulipas, angostándose en el centro de
Veracruz, para ensancharse nuevamente en el sureste del propio estado e incluir casi todo Tabasco, uniéndose más tarde con las regiones
bajas de la península de Yucatán.
El relieve, en México, tiene una vasta significación histórica y ha influido para estructurar la geografía económica, tal como hoy se
observa; su interés se refleja, tanto en forma directa como indirecta, a través de los diversos climas, clases de suelo y vegetación, y también
como obstáculo que el atraso técnico y social de la nación no ha permitido superar completamente.
Hoy día muchos habitantes de Oaxaca, Guerrero, Durango, Chihuahua o Nayarit viven aislados en pequeños valles o mesetas; hasta
donde no han penetrado buenas vías de comunicación; es un hecho que el transporte aéreo tiene vital importancia en Chiapas, Jalisco, Baja
California. La Sierra Madre Occidental se ha visto cortada sólo por una vía férrea entre la frontera de Estados Unidos de América y Jalisco;
contados caminos hacen hoy posible la precaria comunicación entre Chihuahua y Durango con Sonora y Sinaloa. La montaña es, en México,
fuente de riqueza minera y de bosques y también lo es de atraso: el desarrollo económico es la única arma para vencer los arduos problemas
que plantea.
CLIMAS
Entre los factores principales que determinan la conformación de los climas mexicanos (véase fig. 4.3) pueden citarse los tres siguientes:
1.-La situación del país entre dos grandes océanos, donde se originan fuertes corrientes aéreas húmedas, que tienen un carácter
monzónico y se dirigen hacia el interior.
2. La existencia de una gran región continental hacia el norte, por donde penetran los vientos secos y fríos en su mayor parte.
3. La situación de la república en el mapa, entre los centros de acción de la circulación general de la atmósfera: el sistema de altas
presiones Bermuda-Azores (océano Atlántico) por un lado y, por el otro, del Pacífico al oeste de Estados Unidos de América.
Durante el verano y otoño, los vientos húmedos procedentes del Golfo de México descargan lluvias sobre las planicies tropicales de
Veracruz, Tabasco, Campeche, Quintana Roo y sobre los altos valles, pero las precipitaciones se concentran mucho más en la Sierra Madre
Oriental, la Sierra de Oaxaca y la Serranía del Norte de Chiapas. La influencia de] Pacífico es bastante menor y casi siempre se limita a las
regiones costeras y las alturas sobre las sierras Occidental, del Sur y el extremo de Baja California, además del Soconusco, en donde se
advierten movimientos aéreos procedentes de América Central.
En invierno y ocasionalmente hasta principios de la primavera, las masas de aire continental que cruzan los territorios de Canadá y Estados
Unidos de América, llegan hasta nuestro país ocasionando intensas bajas de temperatura, aun en el centro de México.
El noroeste de Baja California posee un clima especial mediterráneo, con vientos del noroeste o noreste que favorecen o rechazan las
famosas nieblas, las cuales, en invierno, cubren grandes extensiones del desierto de Sebastián Vizcaíno, los valles al sur de Tijuana y las
sierras de Juárez y San Pedro Mártir.
Antes de señalar las zonas de climas principales en México, debe insistirse en las variaciones que ocasiona la existencia de los sistemas
montañosos en un país de tan quebrada orografía, como lo es la República Mexicana. Grandes zonas aisladas en el noroeste o depresiones
encerradas entre cordilleras del norte tienen climas desérticos y continentales, de ardiente verano y frío invierno, mientras que en las cimas
serranas se extienden grandes bosques y por las costas del sur crece la típica vegetación tropical.

Fig. 4.3. Climas de la Republica Mexicana Humedad y su relación con los recursos agropecuarios y forestales (modificado de Atlas Nacional de México. UNAM. 1990)

El barón Alexander van Humboldt señaló que el hecho de verse cruzado nuestro territorio, principalmente en sentido noroeste-sureste,
por extensas cordilleras, que aun cuando no alcanzan alturas muy destacadas en el orden mundial, ocupan vastas extensiones, modifica
grandemente la influencia resultante de la situación de México en el mapa del mundo: las leyes generales en la formación de los climas se ven
modificadas en buena medida por esa circunstancia creándose, en consecuencia, multitud de tipos climáticos locales.
Es patente la influencia del relieve al considerar las isotermas (líneas imaginarias que unen puntos con iguales temperaturas) anuales
en la república. Toda la península de Yucatán, el istmo de Tehuantepec y la estrecha faja costera de Jalisco, Colima, Guerrero y Oaxaca,
además de la cuenca del Balsas y la región baja de Michoacán, tienen temperaturas de 25 °C o más en promedio anual, en tanto que la
isoterma de 20 °C recorre la zona media de la Sierra Madre Occidental, y continúa, posteriormente, por la vertiente exterior del Sistema
Volcánico Transversal y la Sierra Madre Oriental hasta el sur de Nuevo León y el centro de Coahuila.
También se reducen las temperaturas hasta 20 °C en los valles centrales de Oaxaca y en la región lagunera, lo mismo que en las
zonas altas de Chiapas y en el noroeste de Baja California, gracias al descenso invernal ocasionado por las nieblas, En las porciones más altas
de los valles y cordilleras, el exponente término anual baja hasta 15°C; la Sierra de San Pedro Mártir, B, C., muestra en sus alturas una isoterma
menor (10 °C),
Variaciones térmicas durante el año
En la plenitud del invierno se advierte fuerte baja de temperatura en las regiones montañosas, sobre todo en la Altiplanicie
septentrional y los valles o cuencas de El Bajío, Toluca, Puebla y México (la isoterma de enero oscila entre 10 y 15 °C)
Similares cifras se obtienen respecto de las tierras altas de Chiapas, en tanto que los valles de Oaxaca y otras zonas del sur del
Sistema Volcánico o en la vertiente exterior de las dos grandes sierras madres Oriental y Occidental, conservan temperaturas medias, entre los
15 y los 20°C. Y la cuenca media y baja del río Balsas sigue mostrando en enero un promedio de más de 25 °C en forma semejante a las
costas de Guerrero, Oaxaca; por otro lado la península de Yucatán, Tabasco y él sur de Veracruz tienen entonces ligero descenso respecto de
la isoterma anual. El extremo norte de Baja California se comporta en forma parecida a las regiones montañosas de Chihuahua, señalando las
más bajas temperaturas del país. La distribución de temperaturas en julio es muy distinta y el máximo de calor se registra no en las zonas
tropicales de Tabasco o Quintana Roa, sino en los ardientes desiertos de Sonora, Baja California y el norte de Coahuila, donde la isoterma
supera los 30 °C, El relieve y la altura son nuevamente factores que modifican los rigores de primavera y verano en El Bajío, los valles de
Oaxaca y, sobre todo, en las regiones superiores del Sistema Volcánico, la cuenca de México, los valles de Toluca y Puebla, la meseta Tarasca
y los altos volcanes (véase fig. 4.4).

Fig. 4.4. Grandes factores que influyen en el clima y en los recursos agropecuarios y forestales de México.

Precipitaciones pluviales máximas y mínimas


El interés que presenta la conformación orográfica es quizá más patente por lo que toca a las lluvias en México: claramente es visible
el aislamiento de las regiones internas y secas, en tanto que la planicie costera del golfo y las zonas montañosas expuestas a los vientos
húmedos reciben las precipitaciones más considerables.
La isoyeta (línea que une puntos con similar altura de lluvia) de 400 mm, o sea notoriamente insuficientes para el cultivo de temporal,
encierra las zonas media y baja de Chihuahua, Durango, Zacatecas y San Luis Potosí, casi todo el estado de Coahuila, Sonora y la península
de Baja California; por tanto, la isoyeta de 1000 mm corta en dos el territorio nacional a lo largo de la Sierra Madre Oriental, desde el sur de
Tamaulipas hasta pasar por la Sierra Madre de Oaxaca, envolviendo por el sur los valles centrales y continuando a lo largo de las zonas altas
de la Sierra Madre del Sur. La cuenca del Balsas es un bolsón con menores precipitaciones pluviales, por lo que la línea sigue lo alto del
Sistema Volcánico Transversal hasta Colima y Jalisco.
Las mayores precipitaciones pluviales de la república ocurren m la vertiente exterior de la Sierra Madre Oriental (alrededor de 2000
mm), la planicie de Tabasco y sur de Veracruz, donde superan los 2000 mm y las alturas de la Serranía Norte de Chiapas y Sierra de San
Martín, además del Soconusco, donde hay lluvias anuales de 3000 mm o más. Estas cifras generales tienen variaciones verdaderamente
fantásticas, de lugar a lugar, ocasionadas principalmente por la situación de las masas montañosas y por el hecho de encontrarse situadas en
las vertientes exteriores, donde es mayor la lluvia, o en las interiores, aisladas de las corrientes aéreas que traen la humedad.
Hay excepciones a la anterior observación, como es el caso de la Sierra Madre en Sonora, pues la aridez se acentúa notablemente
hacia la costa y el desierto de Altar. Por otro lado, el noroeste de. Baja California recibe precipitaciones superiores al resto de la península,
debido, sobre todo, a la existencia de las grandes montañas de Juárez y San Pedro Mártir, que en invierno tienen una temporada de lluvias y
nieblas, típicas del clima mediterráneo (véase cuadro 4.2,)
Cuadro 4.2 Volumen de lluvias en milímetros v áreas.
Lluvia media anual Área beneficiada Porcentaje del
( en mm) (en miles de km2) territorio nacional
4000 2 0.1
3000 11 0.6
2000 57 2.9
1000 454 23.1
717 824 41.9
500 1124 52.7
400 1348 68.7
300 1671 85.0
FUENTE: Jorge L. Tamayo, Geografía general de México, t. II. 1962.

Cuadro 4.3. Tipos de clima


Tipo Porcentaje
Muy seco 20.8
Seco 28.3
Templado subhumedo 20.5
Cálido húmedo 4.7
Calido subhumedo 23.0
Templado húmedo 2.7
FUENTE: Estadística del medio ambiente. INEGI, 1997

Zonas climáticas
Según el INEGI los tipos de clima son los que se muestran en el cuadro 4.3; no obstante, para efectos prácticos, México se divide en
tres zonas fundamentales de climas: a) tropical lluvioso: b) templado lluvioso, y c) seco. A su vez, cada zona se subdivide en numerosos tipos
de clima (que no se tratan en este curso).
Tropical lluvioso. Esta zona tiene como exponente térmico medio anual, cifras superiores a 18 °C y alturas medias de lluvia mayores
a los 750 mm. En forma general, se incluyen dentro de esta zona casi toda la península de Yucatán (a excepción del extremo noroeste, donde
las lluvias se reducen notablemente), vertientes exteriores hasta 1000 m de altura) de la Sierra Madre Oriental, de Oaxaca y norte de Chiapas,
además de la región vecina del Golfo de México, donde las precipitaciones tienen carácter monozónico, registrándose varios ciclones tropicales
al año. También poseen un clima tropical con lluvias durante el verano, algunas regiones bajas costeras y montañas externas entre 500 y 1000
m desde la región sur de Sinaloa hasta Chiapas (Véase fig. 4.5).
Templado lluvioso. Encierra las partes media y alta de los sistemas montañosos más importantes, caracterizándose por tener
temperaturas superiores a 18 °C en el mes más caliente y descender en la época invernal, aunque conservando un promedio superior a 0 °C;
se registran entre 600 y 1000 mm de lluvia al año, con variaciones considerables. En el sur de la república se presentan caracteres similares en
algunas regiones montañosas de Chiapas y Oaxaca, con prolongación hacia las alturas de la Sierra Madre del Sur, las mesetas y valles
meridionales del país y el grueso de los altos macizos del Sistema Volcánico Transversal, la Sierra Madre Occidental y vertiente exterior de la
Oriental; aunque también se considera dentro de este grupo el centro de Tamaulipas y sitios aislados del norte de Sonora y noroeste de Baja
California, sobre todo las sierras de Juárez, San Pedro Mártir y La Laguna. La intensidad de la lluvia varía, por supuesto, notablemente, desde
las que se producen sólo en invierno (noroeste de la península con 30 mm, excepto la zona de clima mediterráneo) hasta las continuas
precipitaciones durante todo el año en determinados parajes de las sierras madres o la Cordillera Neovolcánica. El verano es lluvioso y las altas
temperaturas primaverales descienden bruscamente, registrándose también inviernos rigurosos, tanto en los altos valles, como al pie del
Popocatépetl, Iztaccíhuatl, Pico de Orizaba, Ajusco y otras elevaciones.
Seco. Es donde la lluvia raramente supera los 750 mm, aun en ambiente tropical que, por lo general, oscila entre 200 y 600 mm,
descendiendo hasta menos de 100 mm en el desierto de Altar (Sonora) y la costa oriental de Baja California. Como se ha explicado, las
diferencias de temperatura pueden ser grandes, entre el verano y el invierno, sobre todo en el norte y noroeste del país. Estos climas secos
abarcan todas las zonas bajas de Sonora, Chihuahua, Coahuila: y Nuevo León, el centro y norte de San Luis Potosí y Zacatecas, el noroeste de
Yucatán y cuenca baja del Balsas, además de otras porciones en El Bajío, Hidalgo y Puebla, hasta penetrar en el centro de Oaxaca. Es obvio
insistir en la condición árida de casi toda la península de Baja California y, en menor medida, del norte y centro de Sinaloa.
México cuenta con auténticos desiertos, como los de! recodo noroeste del país y partes de Coahuila y Chihuahua, que gradualmente
ceden en grado de aridez hasta convertirse en regiones con clima estepario, en zonas templadas y luego, en variantes del típico clima tropical.
Clima, agricultura y población
La diversidad de clima es, por diversos conceptos, una circunstancia favorable en la geografía mexicana; perola alta proporción de
tierras áridas o semiáridas disminuye las ventajas y crea serios problemas para el desarrollo agrícola, ya que el riego debe sustituir en mucho
más de la mitad de la república al agua de lluvia. Los climas templados lluviosos del centro y sur del país, que favorecieron la agricultura de
temporal, son causa parcial de la excesiva concentración de población, en detrimento del progreso de las regiones tropicales, que ofrecen
grandes posibilidades en el futuro. En estas últimas, lo mismo que en las comarcas desérticas y semidesérticas, los problemas que presenta el
clima son factor de importancia que ayuda a explicar la falta de vías de comunicación y las concentraciones demográficas.
Conforme el desarrollo económico de México se ha incrementado, sobre todo en los últimos años, mediante la construcción de presas,
vías férreas y otros caminos (los ejemplos más notorios son las líneas ferroviarias de! sureste y Sonora-Baja California), la apertura de nuevas
tierras al cultivo y el saneamiento ambiental, esos aspectos de aridez (en el trópico húmedo es abundancia y también exceso de lluvias en la
temporada verano-otoño) que retardan el progreso armónico de la república, sobre todo de las zonas desérticas y de transición, van
disminuyendo en importancia, hasta que el hombre logre eliminados por medio máximo desarrollo de sus actividades productivas.
SUELOS
Existen diversos tipos de suelo según la región del país que se estudie; en el cuadro 4.4 se describen los más importantes.
OCÉANOS
Una de las circunstancias más importantes para la geografía de México es, como se ha visto, el encontrarse localizado entre dos
grandes masas oceánicas que bañan sus costas (11 122 km en total), tanto al oriente, como al occidente, al sur, al noroeste y al extremo este-
sureste. Incluyendo más de 1000 km que corresponden a las islas y al Golfo de California, nuestras playas en el océano Pacifico llegan a 7828
km, en tanto que son 3294 las que integran el litoral del Golfo de México y el mar Caribe, si se tienen en cuenta 106 km correspondientes a las
islas de Quintana Roo.
Los mares vecinos no sólo tienen importancia porque aíslan considerablemente al país y le dan su forma característica, sino porque influyen
sobre numerosos aspectos de la climatología y la hidrología, y son base de las actividades económicas de singular interés. Se debe, pues,
hacer mención de determinados hechos geográficos que muestran la estructura de nuestros mares, para el después referirse a las cuencas
hidrográficas y los ríos que tienen mayor interés geoeconómico.
Mares
Para México, la masa acuática de mayor importancia es el golfo, depresión de forma casi circular y cuya topografía es poco
complicada, al contrario de lo que sucede en el caso del Pacífico. La plataforma continental con profundidades de hasta 200 m que junto a la
península de Yucatán abarca hasta 150 km de ancho, se va reduciendo hacia las costas de Veracruz y Tamaulipas, llega a ser especialmente
amplia en la llamada sonda de Campeche y frente al noroeste de Yucatán. Sin embargo, en la fosa de Sigsbee, en el centro del Golfo de México
se alcanzan profundidades superiores a 3500 m. Las costas son predominantemente de playas arenosas, sin mayores contrastes, pues las
montañas se encuentran casi siempre alejadas de la línea costera, excepto en el centro de Veracruz y en la región de los Tuxtlas.
Cuadro 4.4. Tipos de suelo
Características y ubicación geográfica
Tipo de suelo
Terra-rossa Se forman en los climas tropicales lluviosos o subhúmedos;
Tierras ocupan el centro y norte de la península de Yucatán; reflejan la
Amarillas y rojas influencia de la constitución calcárea del subsuelo
Laterítico Abarca el sur de Veracruz, costas de Nayarit, ciertas porciones de la Sierra del Norte de
Chiapas. Tabasco, sureste de Veracruz.
extremo sur de Campeche, norte y oriente de Chiapas len su
porción plana, donde se registran fuertes precipitaciones)
Gley Las aguas fluviales al desbordarse y las propias lluvias ayudan a
formar este tipo de sucio, propio de zonas pantanosas; las
características del subsuelo también influyen, de manera
destacada, en la formación de los suelos rendzina
Rendzina Se encuentra en zonas de clima tropical con lluvias en verano como el sur de la
Suelo húmedo península de Yucatán, y de clima templado lluvioso, como la parte oriental y sur del
estado de Tamaulipas
Sierozem Son el extremo opuesto de los rendzina (suelos grises). Se
Suelo de encuentran distribuidos ampliamente en la península de Baja
desierto o California (excepto en lo alto de la cordillera), occidente y sur de Sonora, partes pajas de
semidesierto Chihuahua, oeste y sur de Coahuila,
ciertas áreas del norte de Durango y Zacatecas, grandes
extensiones del desierto de Altar (noroeste de Sonora) y de
Vizcaíno (recodo central de Baja California), así como en el sur de Ciudad Juárez. Las
playas, en ambos litorales, están cubiertas de dunas o terrenos con este tipo de suelo
Chernozem Este tipo de suelo se encuentra en algunas zonas intermedias del país, localizadas sobre
Suelo negro o todo en las cordilleras más importantes y en las mesetas o valles internos. Son suelos
café de negros que se
montaña encuentran en los valles y cuencas altas de Oaxaca, Chiapas,
Guerrero y Durango, incluyendo El Bajío norte de Jalisco, cuenca de México y valles de
Puebla y Toluca, partes altas de la Sierra Madre del Sur, la de Chiapas. terrenos
boscosos de la
Sierra Madre Occidental, del Sistema Volcánico Transversal y partes de la Sierra Madre
Oriental, desde Hidalgo hasta el sur de Nuevo León
Pradera Se forma con la influencia de un clima tropical o templado más riguroso en cuanto a
temperatura, con lluvias escasas. Se encuentra en la depresión media y baja del río
Balsas. Altos de Jalisco y una estrecha faja costera entre Jalisco y Chiapas
Chesnut Se forma en ambiente árido y semiárido, pero de carácter
Suelo árido y estepario; ocupa buena parte de los estados de Zacatecas, San
semiárido Luís Potosí y Nuevo León, aunque también se encuentra en el norte de Coahuila y
Sinaloa, oriente de Sonora. occidente de Chihuahua y en general en todas las regiones
de transición entre
los suelos desérticos (chernozem) y los negros
Por otro lado, la influencia del Golfo de México sobre el clima de la república es muy grande, pues sobre él pasan las masas aéreas
originadas sobre las vastedades del Atlántico y se saturan de humedad para estrellarse en verano y otoño (igual que en invierno las
provenientes de Norteamérica) contra las sierras madres de Oaxaca, Oriental y del norte de Chiapas, pasando en ocasiones hasta las
altiplanicies y los valles interiores.
Además, el golfo da el nombre a la corriente que tanta importancia tiene para el este de Estados Unidos de América y Canadá, lo
mismo que para el occidente de Europa; su riqueza en organismos vivos representa una base destacada para la pesca comercial. Por si fuera
poco, se está explotando petróleo en el subsuelo de la plataforma continental mexicana del golfo, que es ahora fuente de riqueza mineral.
El mar de las Antillas o Caribe baña el litoral de Quintana Roo, y en esta porción la plataforma litoral es estrecha, con profundidades
de 3000 a 4000 m en sitios alejados a no más de 100 km de la costa. Este mar es también factor de interés climático, por los ciclones y vientos
alisios que se desarrollan en el Caribe descargan, en forma de lluvia, su humedad sobre el sureste y el sur del país.
El océano Pacífico y su prolongación, el Golfo de California, son de extraordinaria riqueza pesquera en diversas porciones, aunque
(como se ha indicado antes), su influencia climática sea reducida en comparación con la del golfo de México. Presenta diversidad respecto de
su estructura; en tanto que en las llamadas “trincheras" de Centroamérica (frente a las costas de Chiapas y el istmo de Tehuantepec) y México
(desde la proximidad de Puerto Ángel hasta cabo Corrientes, Jalisco) se alcanzan rápidamente profundidades hasta de 6500 m, en el extremo
norte del mar de Cortés la plataforma continental es amplia, igual que en la "comba” de la península bajacaliforniana (bahía de Sebastián
Vizcaíno) y en las proximidades del desierto de Magdalena en la propia Baja California.
Las costas son también de diversa condición, sucediéndose lagunas y playas infinitas de arena y piedras en Sonora, Sinaloa, Nayarit y
centro-oeste de Baja California y las imponentes rocas que forman parte del litoral oriental de la península, las costas de Jalisco, Michoacán,
Guerrero y Oaxaca, hasta reaparecer en el istmo y en Chiapas una amplia faja costera arenosa
El hecho de encontrarse en una zona de transición que recibe aguas frías del Pacífico del norte y templadas provenientes del sur hace
que, sobre todo en el Golfo de California, se reúnan propiedades que favorecen enormemente la riqueza de la fauna de sus aguas; de ahí que el
norte lde México sea una zona de pesca de indiscutible importancia.
ISLAS
Las islas nacionales de mayor extensión se encuentran situadas también en aguas del noroeste (Ángel de la Guarda, Tiburón, Cedros,
San José) y otras más pequeñas frente a la península de Yucatán (Carmen, Cozumel, Mujeres. esta última de origen coralífero). No obstante,
algunas de menor superficie tienen fuerte interés geoeconomico, citándose entre ellas las del Carmen, donde se explotan grandes depósitos de
sal (Golfo de California); de San Marcos (yeso); las islas con abundante guano , cerca de las costas bajacalifornianas, Y otras como las Marías,
Guadalupe y Revillagigedo, en pleno Pacífico), que tienen; significación estratégica
RÍOS Y LAGOS
Las peculiaridades físicas del territorio mexicano determinan diversos hechos que es necesario mencionar al hablar de la hidrología en
nuestro país. El volumen medio anual de lluvia en la república, que se ha estimado en 1 billón 532 mil 300 millones de m 3 , está irregularmente
distribuido en la superficie, pues casi 50 % se recibe en las regiones tropicales (699 798 millones de m 3 ), en tanto que en las zonas secas y
3
muy secas únicamente caen alrededor de 340 000 millones de m . Y, de la cantidad de lluvia que se anota en las zonas secas o áridas,
escurre por los cauces de ríos sólo 15% contra más de 29 % en las tropicales; por tanto, se dispone de mayores caudales en aquellas regiones
donde menos se necesita, en tanto que casi la mitad de México sufre de escasez de agua, sobre todo para impulsar en forma general las
3
actividades agrícolas y ganaderas. Únicamente 364 000 millones de m el agua se consideran de escurrimiento en los ríos y de esa cantidad
tan solo 104800 millones se estiman aprovechables en agricultura (de ellas 80 % de las aguas que corren en zonas áridas de todo tipo y 12 %
de los volúmenes en las zonas tropicales). En consecuencia, un amplio volumen de liquido se pierde en el trópico, mientras los ríos del norte y
noroeste se aprovechar, en forma más completa, pero su número es pequeño y las áreas secas son muy vastas.
Además, la estructura montañosa del país conduce a modelar un curso accidentado de los ríos, los que, al descender de las sierras
madres después de recorrer amplias zonas altas, se vierten rápidamente hacia las planicies costeras, por lo general reducidas. De ahí que
buena parte del curso de nuestras corrientes sea desaprovechado en agricultura, que sólo puede desarrollarse en altos valles y zonas planas
cercanas al litoral. Sin embargo, existe en la configuración orográfica la ventaja de poder aprovechar el agua de numerosos ríos para producir
energía y evitar inundaciones en la costa mediante la construcción de cortinas en los sitios montañosos, sobre todo de las sierras madres
Occidental Oriental, de Oaxaca y Chiapas.
Igualmente, la mayor parte de nuestras corrientes pertenecen a las vertientes exteriores, originándose en las cordilleras y
deslizándose hacia las costas del golfo y del Pacífico, en lugar de hacerla en dirección de las amplias regiones internas del norte. Cuando
ocurre esto ultimo, como en los casos del Nazas, del Aguanaval y del Conchos, entonces, gracias al uso del agua, se crean zonas agrícolas de
gran envergadura. La región central de la república, especialmente El Bajío se beneficio por el hecho de que ríos como el Lerma o el
Moctezuma, con sus afluentes, crucen sus tierras y puedan ser de utilidad, antes de abrirse paso hacia las zonas exteriores (véase fig. 4.6).
Uso económico de los ríos
También debe señalarse que el clima y el carácter del subsuelo, al igual que el aislamiento originado por la existencia de barreras
montañosas, conduce él una realidad especial: varias porciones del país no tienen ríos de ninguna importancia. Entre éstas, se cuentan casi
toda la península de Yucatán (estructura caliza permeable del subsuelo), el Salado de San Luís y el Bolsón de Mapimí (climas secos y suelo
también permeable), Baja California (excepto en los extremos norte y sur) debido a su clima desértico, al igual que el noroeste de Sonora,
La importancia económica de los ríos mexicanos se puede observar claramente en el caso de la Laguna, valles de Mexicali, alto y
bajo, Bravo, Mayo, Yaqui, y Fuerte, que han prosperado gracias a la utilización creciente del agua que escurre por sus lechos y, también, debido
al uso de las reservas hidrológicas que se ocultan en el subsuelo.
Sólo en el este y sureste del país tienen interés para la navegación las corrientes mexicanas, limitándose en verdad a pequeños
tramos de los ríos de Tabasco, Veracruz y noreste de Chiapas, donde la profundidad media es de 1 a 2 m (NautIa, Tecolutla, San Juan,
González, Pichucalco, Candelaria, Hondo), o ligeramente mayor (Tuxpan, Tonalá y varios afluentes de! Grijalva). Pero las longitudes de curso
navegable son muy pequeñas: hasta 106 km en el Tuxpan; 28, en el Tonalá; 25, en el Champotón. Los únicos ríos importantes, como vías de
comunicación, son los del sistema Grijalva-Usumacinta en Tabasco, considerándose que este Último puede recorrerse en 500 km de su curso,
con profundidad media de 6 a 7 m; el Coatzacoalcos, en 310 km; el Papaloapan, en 300 km y el Pánuco, en 380 km de extensión. Por el lado
del Pacífico sólo merecen señalarse el Santiago, el San Pedro y secciones del bajo Balsas; el Colorado no se utiliza ya, debido a la construcción
de presas en su curso bajo.
En la actualidad, la vertiente del Pacífico predomina especialmente por lo que toca al valor geoeconómico de sus ríos (sobre todo, los
del noroeste, que han convertido extensas zonas en emporios agrícolas de enorme trascendencia). Entre los más importantes ríos deben
mencionarse el Sonora, Yaqui, Mayo y Caborca-Altar, en Sonora; el Fuerte, Sinaloa, Humaya-Tamazula que forman el Culiacán, San Lorenzo,
Presidio, Mocorito y Baluarte, en Sinaloa; en Nayarit la corriente que nace en el Estado de México con el nombre de río Lerma y recorre todo el
centro para desembocar en el Lago de Chapala y, cuando vuelve a salir de él, se le da el nombre de Santiago (véase fig. 4.7). El Ameca,
Armería y Coahuayana, en Jalisco y Colima, formando e! último de estos ríos el lindero entre Michoacán y Colima; el Balsas, en los límites de
Michoacán y Guerrero, Papagaya en el centro-sur de Guerrero, Verde y Tehuantepec en el estado de Oaxaca, además del Suchiate que sirve
de límite internacional con Guatemala. Baja California sólo posee en el extremo noreste, las aguas del Colorado, pues los demás arroyos son de
significación local (véase. cuadro 4.5).
Respecto de la vertiente del Golfo de México, merecen mención especial los casos del río Bravo (y afluentes) que, con sus 2800 km es
el más largo del país, aunque buena parte de su curso no está en suelo nacional; el río Soto la Marina y el Tamesí, en Tamaulipas: el Pánuco,
en los límites de Tamaulipas y Veracruz y dentro de esta entidad el Tuxpan, TecolutIa, Nautla. Blanco, Papaloapan y CoatzacoaIcos. Tabasco
es la región de los ríos que integran el gran sistema Grijalva-Usumacinta, además del Tonalá, en la zona oeste. El río Hondo es interesante
porque constituye la frontera de México con Belize.
En las vertientes interiores hay pocos ríos que en un texto de geografía económica merezcan consignarse como de primera categoría:
sólo el Nazas y el Aguanaval, que antes vaciaban sus caudales en las lagunas de Mayrán y Viesca, además del Casas Grandes, en el noroeste
de Chihuahua y de los muy importantes Conchas y Salado.
En México existen numerosas lagunas pequeñas de marcado interés local pero no hay sino contados lagos de amplia superficie.
Solamente puede considerarse notable, a escala nacional, el de Chapala de unos 1200 km3 , y un almacenamiento de 5000 a 6000 millones
3
de m de agua, que baja en forma alarmante en épocas de sequía hecho éste aun más sensible por la reducción de los caudales que recibe
del Lerma. Son poco importantes además el antiguo lago de Texcoco, los de Pátzcuaro. Sayula y Cuitzeo en proceso de desecación paulatina;
en total alcanzan14 000 millones de m3 .
Aprovechamiento de los recursos hidrológicos
La acción humana con objetivos de índole hidrológica ha tomado muy diversas formas, algunas de resultado positivo, y otras
negativas. La principal ha sido el aprovechamiento de los recursos hidráulicos para riego, principalmente en el centro, norte y noroeste del país,
en los grandes sistemas de Sonora, Baja California, Coahuila, Durango, Tamaulipas, y Sinaloa que en detalle se analizarán en el capítulo
correspondiente. La construcción de presas ha traído diversas consecuencias geográficas, como la creación de nuevos lagos pequeños que
cambian el panorama local, la canalización de corrientes, la introducción de agua en lugares donde antes no existía etc. Pero, por otro lado, la
disminución de caudales en los ríos que desembocan en lagunas, por ejemplo, la de Chapala. ha conducido a la desecación parcial o total de
depósitos, lo cual ha ocurrido en la Laguna y otros rumbos del norte del país.
Cuadro 4.5. Escurrimiento por vertientes
Corrientes principales Escurrimiento virgen Porcentaje
(en millones de m3) del total
Vertiente del Atlantico
Bravo 5810 1.54
Panuco 17 300 4.61
Tecolutla 7 529 2.00
Papaloapan 30 175 10.44
Coatzacoalcos 22 395 6.00
Sistema Grijalva-Usumacinta 105 200 28.5
Tonala 5 875 1.56
Otras menores 41 417 11.04
Subtotal 244 701 65.24
Vertiente del Pacifico
Colorado 1 850 0.49
Yaqui 2 790 0.74
Fuerte 5 933 1.58
Culiacán 3 357 0.89
Lerma-Chapala_Santiago 11 457 3.05
Ameca 3 599 0.95
Balsas 13 863 3.69
Papagayo 5 634 1.50
Ometepec 4 459 1.18
Verde 6 173 1.64
Otras menores 66 501 17.83
Subtotal 125 616 33.54
Península de Baja California (sin el río
del colorado) 949 0.25
Vertientes interiores
Nazas 1 302 0.34
Otras menores
(incluyendo lagos y lagunas) 2 364 0.63
Subtotal 3 666 0.97

Total en el país 374 932 100.00


FUENTE. Como es México, SPP. 1979.

Es evidente que al procederse a la desecación total o parcial de los lagos de Texcoco, Zumpango, Chalco y Xochimilco, se ha roto el
equilibrio establecido por la naturaleza, ayudando al avance de la flora desértica y originando tormentas de polvo que azotan a la Ciudad de
México, sin remediar al mismo tiempo los problemas que traen consigo las periódicas inundaciones en el antiguo vaso de Texcoco. En las zonas
tropicales o de mayor humedad, como en la cuenca del Papaloapan, las obras hidráulicas regulan las corrientes, impiden nuevas inundaciones y
utilizan (Necaxa, Cutzamala, Blanco) la energía para producir luz y fuerza motriz (véase fig. 4,8).
Mucho queda aun por hacer para aprovechar debidamente las enormes posibilidades que los ríos mexicanos ofrecen,
complementando en un gran plan armónico nacional la irrigación, el control de inundaciones, la producción de energía y el abastecimiento de
agua para las necesidades de la población Existen todavía vastas regiones en el trópico del Golfo de México y de Nayarit que sufren por el
exceso de agua y donde urge drenar las planicies y desecar pantanos para dedicar nuevas tierras a la agricultura y la ganadería.
Muchas corrientes que podrían ser dominadas para bien de los habitantes en Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Jalisco, Tabasco y'
Chiapas permanecen aun fuera de la acción gubernamental y esperan el día en que puedan convertir en realidad su valor económico, como
sucede con el Grijalva (presas Nezahualcóyotl, La Angostura, Chicoasén y Peñitas), y con el Balsas (Infiernillo, La Villita) o el Bravo (La Amistad
3
y Falcón).Se calcula entre 60 000 y 80 000 millones de m el volumen de aguas subterráneas aprovechables; por otro lado, las presas
almacenan 107 000 millones y el potencial hidroeléctrico es de 13 a 18 millones de kilovatios.
VEGETACIÓN
La situación de México y sus peculiaridades topográficas, que conducen a la existencia de una sorprendente variedad de climas,
suelos, condiciones hidrológicas fauna y actividad humana, explican la razón por la cual pueden encontrarse en nuestro país casi todas las
zonas vegetales. Estas deben comprenderse sólo mediante el estudio de las condiciones locales, únicas que pueden desentrañar el por qué de
situaciones a primera vista inexplicables. Algunas de esas zonas se extienden horizontalmente, de acuerdo con las leyes generales
(modificadas por la orografía), pero la mayoría aparecen en sentido vertical comenzando por los bosques tropicales, hasta la vegetación de alta
tundra.
Los bosques o selvas tropicales del sur de Tabasco, sureste de Veracruz norte y noreste de Chiapas timen caracteres cercanos los del
bosque ecuatorial, sin alcanzar la riqueza y magnitud comunes en la selva amazónica o el Congo, en África. Más extendidos son los bosques
Tropicales, que corresponden a los climas tropicales lluviosos, con periodo de sequía bien marcado: se localizan al centro y sur de la península
de Yucatán, y en las vertientes exteriores de la Sierra Madre Oriental, del Sistema Volcánico Transversal y de las sierras madres de Chiapas y
de Oaxaca, aunque varias regiones de Nayarlt, costas de Guerrero, Michoacán, Colima, Jalisco, Chiapas y Oaxaca también pertenecen a las
provincias neotropicales (véase fig. 4.9).

Fig. 4.8. Cuenca hidrográficas de Republica Mexicana

Fig. 4.9. Tipos de vegetación predominante


La transición, es decir, la asociación herbácea de árboles aislado y sabana, es visible en las planicies costeras y en zonas aledañas
del Pacifico (del sur de Sinaloa al istmo) y del Golfo de México en Veracruz, norte de Tabasco .y parte de Tamaulipas, centro de Chiapas y norte
de Yucatán; también aquí se ha dejado sentir la acción humana, que a través de la roza y de la agricultura ha contribuido disminuir las áreas de
típica vegetación tropical de bosque y selva.
Desierto y Flora
En enormes extensiones de nuestro territorio se nota la presencia de flora desértica, tanto en los sitios con clima estepario, como en
los semidesérticos .y de carácter muy seco y extremoso. Los desiertos típicos de México, es necesario insistir, son las porciones del noreste,
centro y oriente de Baja California, el noroeste de Sonora y extremo norte de Chihuahua. Hay diversas zonas de semidesierto hasta Sinaloa,
Zacatecas, San Luís Potosí. En todo el resto de la Altiplanicie septentrional igual que en El Bajío, el valle del Mezquital, este de Puebla, costa
sur de Sonora, Sinaloa y mesetas de Oaxaca, las asociaciones son de pradera, con mayor riqueza en vegetación que las típicamente desérticas
o En numerosos casos es notoria la mezcla de flora desértica con ejemplares provenientes de la región neotropical, y depende de la mayor
abundancia de una u otra clase de condiciones locales de clima suelos e hidrología.
Recursos forestales de climas templados
El bosque mixto o mezclado se extiende en las zonas montañosas de altura media tanto sobre el cuerpo del Sistema o Sistema
Volcánico Transversal como en las sierras madres Oriental Occidental del Sur y de Chiapas. Son muy abundantes ahí el pino, cedro, oyamel,
ahuehuete junto al encino, fresno, nogal y roble. En algunos casos se forman bosques compactos de encinos que son como anticipo de la
aparición de los bosques de pináceas, los cuales forman una zona especial a mayores alturas sobre el nivel del mar.
Una franja de bosques de coníferas ocupa diversas porciones altas de la Sierra Madre Occidental, sobre todo formando los macizos
del occidente de Chihuahua y Durango; en el Sistema Volcánico Transversal se encuentra esparcida esta asociación vegetal por el sur de
Jalisco, centro de Michoacán, Estado de México. Distrito federal norte de Morelos partes de Puebla. Otra faja independiente puede delinearse
en la parte alta de la Sierra Madre Oriental y las huastecas, el occidente de Veracruz y oriente de Hidalgo, continuándose al norte de Oaxaca;
hay también varios manchones de pináceas en las sierras San Pedro Mártir y Juárez (extremo norte de Baja California, Madre del Sur y de
Chiapas y aislados terrenos en la Altiplanicie septentrional),
Se han seguido los mismos procedimientos destructivos de la vegetación alta, que alguna vez cubrió en forma natural parte
considerable del territorio. La tala de bosques, desde la época de la Colonia, ha sido inmoderada y casi nunca sujeta a planes racionalmente
estructurados. Primero, las necesidades de la explotación minera; luego, la construcción urbana y las industrias derivadas del trabajo forestal,
todas ellas han contribuido al empobrecimiento de nuestros bosques. Mucho se ha insistido en la necesidad de proceder, a reforestar las zonas
taladas; de evitar la erosión subsecuente de introducir la rotación de cultivos; de combatir la quema de los pastos y los bosques, pero sólo en la
actualidad es cuando algo comienza a hacerse al respecto. Las medidas de protección a la naturaleza tienen mayor grado de urgencia cuando
se refieren a las zonas vegetales, puesto que estas constituyen valiosos recursos (véase fig.4.10).
FAUNA
Lo más importante en materia de fauna es señalar la enorme diversidad de las especies que pueblan nuestro territorio, lo que
convierte a México en uno de los países más interesantes del mundo. En las zonas de clima, vegetación y suelos llamados desérticos y
templados, existen animales neárticos, procedentes del norte, en tanto que al sur, este, sureste y occidente abundan los de provincias de tipo
tropical, en general más numerosos que aquellos. La república cuenta con gran riqueza de aves, roedores e insectos, lo mismo de fauna marina
y pequeños mamíferos (desde el coyote y puma hasta el jabalí, armadillo, tejon, venado y mono) (véase fig. 4.11), faltando los grandes
ejemplares que en abundancia existen en África o Asia. Son especialmente ricos en especie de caza los bosques tropicales bajos y de altura en
el sur y oriente. La fauna mexicana de caza ha sido tan combatida, que en la actualidad debe ser protegida activamente para evitar, la extinción
de numerosas especies.
GEOLOGÍA Y RECURSOS MINERALES
No es fundamental en este curso para futuros economistas presentar un detallado informe sobre la evolución natural que ha
experimentado el territorio mexicano a través de las eras geológicas. Lo que para la geografía económica resulta más importante, consiste en
relacionar la existencia de recursos minerales con las distintas etapas geológicas, para entender por qué se tienen determinadas riquezas de
ese origen. En consecuencia, se hará un examen del problema de manera concreta, señalando los principales recursos de nuestro territorio.
En primer lugar, interesa hacer resaltar el hecho de que diversas partes del México actual surgieron desde las más primitivas etapas,
aun antes del paleozoico y, como en muchas otras partes del mundo, después ocurrieron enormes convulsiones, hundimientos y levantamientos
de la corteza terrestre en una historia larga y contrastada.
En segundo lugar, cada una de las cordilleras o grandes sistemas montañosos mexicanos muestran actualmente en su capa
superficial y en el inmediato subsuelo, la huella de esos periodos (en la forma de diversos recursos) y, al determinar la edad de las rocas, se
puede tener una idea del tipo de minerales que quizá sea posible localizar. .
En tercer lugar, la república es un verdadero mosaico geológico; pero aquí sólo se intentará mencionar algunos rasgos generales de
las grandes estructuras orogénicas del país.
La Sierra Madre del Sur, lo mismo que las de Oaxaca y Guapas, permiten distinguir grandes extensiones de rocas muy antiguas
(también anteriores al mesozoico o secundario), y lo mismo sucede en la Sierra Madre Oriental, donde predominan componentes de esta última
era geológica. Por lo contrario, son de composición exterior mas joven, geológicamente hablando, la Sierra Madre Occidental y, por supuesto, el
Sistema Volcánico Transversal, que están cubiertas por rocas de tipo volcánico, las cuales cubrieron las montañas desde el terciario, pero sobre
todo en el caso del Sistema Volcánico durante el periodo cuaternario. Por su lado grandes extensiones de las costas del noroeste y del Golfo de
México, de la Altiplanicie septentrional y Yucatán son producto de levantamientos recientes, entre el fin de la era terciaria y el comienzo del
cuaternario (periodo pleistoceno).
Para la formación de los grandes recursos mineros de México, las eras geológicas más importantes fueron las del mesozoico y del
cenozoico, esta última llamada era metalogenética. Como es sabido. México es un país donde las riquezas minerales han tenido gran
importancia económica a través de su historia. Pero deberá precisarse cuáles minerales existen en abundancia y cuáles otros se han localizado
sólo en reservas escasas. De acuerdo con la clasificación de Campillo Sáenz, se mencionan, en primer lugar, aquellos que son más
abundantes, como se muestra en seguida:

Metales No metales
Abundantes
Azufre, fluorita, grafito, barita, gas,
Preciosos: Plata, oro. petróleo
Industriales: plomo, zinc, cobre, Tierras calizas, arcillas (útiles en la
manganeso, mercurio y antimonio. industria de la construcción)
Subproducto: arsénico, bismuto,
cadmio y selenio
Escasos

Industriales: tungsteno, Carbón de piedra


molibdeno, estaño, titanio, níquel,
vanadio.
Mineral de hierro
Radiactivos: uranio, torio, tierras
raras
[…]
ANTECEDENTESHISTÓRICOS

Subtema 1.4 La población como factor básico de la geografía económica.

Población
Es bien conocido, en sus rasgos generales el proceso de integración demográfica de México. Sobre la base de una población
bastante numerosa de indígenas hacia principios del siglo XVI, se llevó a cabo la fusión con los españoles conquistadores o inmigrantes en
épocas posteriores; el resultado de ello ha sido la creación lenta, y todavía no terminada completamente, de un nuevo tipo racial mestizo. A
diferencia de otras naciones de vieja cultura de América latina, como Perú y Bolivia, donde predominan todavía los aborígenes: en México,
alrededor de 92% de los habitantes son mestizos, quedando el resto casi exclusivamente compuesto por indígenas con poca o ninguna mezcla
racial
La inmigración que ha recibido el país ha estado integrada, casi en su totalidad, por españoles sobre todo procedentes del sur y
centro de España (con pequeños grupos de esclavos negros en la Colonia procedentes de África) evitándose hasta la fecha la llegada en
grandes; proporciones de extranjeros; pertenecientes a otras nacionalidades: de la mezcla de dos grupos raciales surgió una nueva nación.
Los primeros cálculos de la población mexicana se realizaron en 1521 cuando Henan Cortés mandó formar una "estadística de
Anáhuac", que dio como resultado la existencia de aproximadamente 620 000 familias, lo cual condujo a José Ma., Pérez Hernández, en el
siglo XIX, a estimar en 7264059 personas las que constituían el llamado "imperio" de las tribus aztecas, excluyendo a otros indígenas, que
vivían en distintas regiones. Posteriormente, C.A. Nieve hizo un cálculo de aproximadamente 9 120000 "indios", en toda la Nueva España en el
año de 1521. La explotación de que fueron objeto los indígenas y durante las diversas epidemias que en los siglos XVI y VII padecieron los
nativos, fueron causa de considerable reducción en el número de habitantes (a pesar del incremento que se registró), por lo que en 1795, el
censo ordenado por el virrey Revillagigedo permitió obtener en conjunto la cifra de 5 200000 habitantes en los territorios bajo su mando (sin
algunas intendencias como las de Veracruz, Guadalajara y Coahuila). El barón Alexander van Humboldt calculó, para 1803, un número similar
al anterior (5 837 100 individuos). A mediados del siglo XIX, don Miguel Lerdo de Tejada estimó en 7661 520 los habitantes en la República
Mexicana: pero la primera cifra cercana a la realidad fue la del censo general de 1895, donde se registró la cantidad de 12632427 personas
residentes dentro de los límites de México durante el apogeo de la época porfirista. Después de esa fecha, no se consignó aumento importante
en la población del país, hasta 1910 cuando se rebasaron los 15 millones.
Las operaciones militares y distintos problemas ocasionados en el curso de la Revolución Mexicana (1910-1920) originaron un nuevo
descenso demográfico, por lo que en 1921 se obtuvo un total de 14334 180 habitantes. Después de esa fecha el aumento de población ha sido
incesante hasta llegar, en 1950, a los25 791017 hombres y mujeres en el país. Para 1970 se alcanzaba la cifra de 48.2 millones, y 20 años
después esta última casi se había duplicado, llegando a 81.2 millones: en el año 2000 el total alcanzó los 97.4 millones de habitantes, En el
cuadro 3,1 se consigna la población, por entidad federativa desde 1960.
DENSIDAD DE POBLACIÓN y DISTRIBUCIÓN GEOGRAFICA
En el año 2000 la densidad de población alcanzó un promedio de 50 personas por km 2 y varía notablemente de estado y de región a
región: en el Distrito Federal por ejemplo, se llega a 5634 000 habitantes por km2, disminuyendo a 237 en Tlaxcala; 313, en Morelos; 611 en el
Estado de México y 148 en Puebla. Muy baja densidad tenían los estados de gran superficie, como Chihuahua, 12 personas, Coahuila, 15,
Sonora, aproximadamente 12, o territorios muy poco poblados corno Baja California Sur que tiene seis habitantes por cada km2. Como es obvio,
en la estructuración de la alta densidad en el centro se han significado muchos factores de carácter natural, social y económico.
Entre los más importantes, en la época colonial, pueden citarse; lo agradable de los climas en la Altiplanicie meridional; la riqueza de
los suelos en El Bajío, valles de Toluca y Puebla, centre) de Jalisco y Michoacán; la existencia de vastos recursos minerales en Guanajuato,
Hidalgo, Zacatecas, San Luis Potosí y Taxco;

Cuadro 5.1 Población por entidad federativa y total en el país, 1960- 1980-2000
Entidad 1960 1980 2000
Aguascalientes 243 363 503 410 943 506
Baja California 520 165 1225 436 2 487 700
Baja California Sur 87 594 221 389 423 516
Campeche 168 219 372 271 689 656
Coahuila 907 734 1 558 401 2 295 808
Colima 164 450 339 202 540 679
Chiapas 1 210 870 2 096 812 3 920 515
Chihuahua 1 226 793 1 933 856 3 047 867
Distrito Federal 4 870 876 9 373 353 8 591 309
Durango 760 836 1 160 196 1 445 922
Guanajuato 1 735 490 3 044 402 4 656 761
Guerrero 1 186 716 2 174 162 3 075 083
Hidalgo 994 598 1 516 511 2 231 392
Jalisco 2 443 261 4 293 549 6 321 278
México 1 897 851 7 545 692 13 083 359
Michoacán 1 851 876 3 048 704 3 979 177
Morelos 386 264 931 675 1 552 878
Nayarit 389 929 730 024 919 739
Nuevo León 1 078 848 2 463 298 3 826 240
Oaxaca 1 727 266 2 518 157 3 432 180
Puebla 1 973 837 3 279 960 5 070 346
Querétaro 355 045 726 054 1 402 010
Quintana Roo 50 169 209 858 873 804
San Luis Potosí 1 048 297 1 670 637 2 296 363
Sinaloa 838 404 1 880 098 2 534 835
Sonora 783 378 1 498 931 2 213 370
Tabasco 496 340 1 149 756 1 889 367
Tamaulipas 1 024 182 1 924 934 2 747 114
Tlaxcala 346 699 547 261 961 912
Veracruz 2 727 899 5 264 611 6 901 111
Yucatán 614 669 1 034 468 1 655 707
Zacatecas 817 831 1 145 327 1 351 207
Totales en el país 34 923 129 67 382 581 97 361 711
FUENTES: Anuario estadístico de los Estados Unidos Mexicanos 1980 y XII Censo general de población y vivienda
2000, INEGI, 2000

la posibilidad de desarrollar la ganadería; la vecindad con los macizos boscosos del Sistema Volcánico Transversal y la Sierra Madre Oriental; la
relativa cercanía a las costas de Veracruz y Guerrero, por donde se efectuaba el comercio exterior en aquella misma época.
Fig. 5.2. Densidad de población por estados (tomado del Censo Nacional de Población 2000

Actualmente, la densidad ha ido modificándose en diversas regiones, pues mediante el adelanto económico se establecen mejores
vías de comunicación, se fundan nuevas ciudades, se resuelven los problemas de índole natural y, en consecuencia, se modifica el panorama.
A pesar de que el grueso de la población mexicana todavía habita la zona central del país; grandes núcleos de emigrantes se han desplazado a
nuevas comarcas agrícolas como los valles de Mexicali, Yaqui, Mayo, bajo río Bravo, La Laguna, cuencas del Papaloapan y Tepalcatepec, por
mencionar solo los más importantes.
El desarrollo de la ganadería en el norte ha venido a significar un aliciente que permite elevar el índice demográfico: las actividades
relacionadas con la industria petrolera, las obras portuarias, el desarrollo del turismo y el comercio fronterizo con Estados Unidos de América,
son algunas de las causas más importantes para hacer que cambie el cuadro de densidades. La principal de todas ha sido en los últimos años,
la concentración de personas que toman parte de las labores industriales (incluyendo las de-maquila en Ia franja fronteriza México-Estados
Unidos de América y ocupaciones en los servicios. Este fenómeno explica el notable crecimiento de la población en la zona conurbada de la
capital nacional que en Monterrey, Guadalajara, León, Monclova, Mérida y otras ciudades.
La experiencia del desarrollo nacional muestra que las regiones tropicales y algunas zonas desérticas constituyen áreas de reserva,
todavía poco explotadas, para los excedentes de población de la región central. Mediante la construcción en el trópico de obras que eviten las
inundaciones e impulsen la red de autobuses y ferrocarriles, conduzcan al saneamiento del medio rural y diversifiquen la producción, pueden
sentarse las bases para un crecimiento constante de la población en el trópico mexicano. Los casos de las zonas más adelantadas de Veracruz,
Tamaulipas, Guerrero, Michoacán y Chiapas, que se han ido poblando, demuestran que en el futuro habrá de modificarse sustancialmente la
actual distribución regional de los habitantes en México, pero eIlo depende de una planificación acertada del desarrollo demográfico y de la
economía. En menor medida existen también posibilidades de aumentar la densidad en numerosas áreas desérticas o semidesérticas del centro
y norte, donde deberá utilizarse a plenitud el agua subterránea para riego y para abastecer las ciudades e industrias; al mismo tiempo que en
las planicies costeras se instalan plantas desalinadoras, y en las zonas montañosas apropiadas se impulsa la ganadería y se aprovechan los
recursos minerales.
En el año 2000 todavía 55% de los mexicanos vivía en los estados de las regiones centrales (proporción ligeramente menor que la
obtenida en el censo de 1895), contra 22 en el norte y otro 23% en todo el sur.
POBLACIÓN URBANA, RURAL Y ECONÓMICAMENTE ACTIVA
La población de nuestro país es ya predominantemente urbana; es decir, la mayoría vive en localidades con más de 2500 habitantes.
El proceso de urbanización ha continuado sin interrupción en los últimos decenios.
La proporción de habitantes urbanos dentro del total crece sin cesar, sobre todo en el Distrito Federal, Aguascalientes, Baja California,
Colima, Coahuila, Jalisco y el Estado de J\léxico. Por ejemplo, ya en 1980, 47 %de los habitantes del estado de Baja California residían en
Mexicali, aunque para el año 2000 la ciudad de Tijuana superó en población a la capital estatal. Incluso en entidades de eminente predominio
rural romo Zacatecas, OaxaCi1, Chiapas e Hidalgo, crecen los centros urbanos.
En el cuadro 5.2 se aprecia la disparidad que existe entre las diversas entidades respecto del tipo de vida, que puede ser
predominantemente rural o urbana así como la densidad de población. En los estados con mayor adelanto urbano es visible la influencia de la
industrialización y las mejores comunicaciones, mayores concentraciones regionales y un alto grado de desarrollo del comercio y los servicios.
CRECIMIENTO DEMOGRÁFICO
El crecimiento acelerado de la población tiene gran importancia, ya que refleja, en ciertos casos, el avance de la industrialización o el
adelanto de la gran agricultura capitalista de riego; el éxodo del campo a los centros donde ell1lercado de mano de obra es más variado; y
también la migración interna a zonas de plantaciones o a tos cinturones fronterizos del norte y núcleos de incremento turístico. Se forman así los
polos de crecimiento, los hinterlands y armazones de regiones geoeconómicas.
Cuadro 5.2 Población urbana y rural porcentaje del total y densidad por entidad federativa 2000
Entidad Urbana Rural Densidad
(hab/km2)
Aguascalientes 80.2 19.8 179
Baja California 91.7 8.3 35
Baja California Sur 81.3 18.7 6
Campeche 71.0 29.0 12
Coahuila 89.4 10.6 15
Colima 86.6 14.4 99
Chiapas 45.6 54.4 53
Chihuahua 82.6 17.4 12
Distrito Federal 99.8 0.2 5634
Durango 63.8 36.2 12
Guanajuato 67.2 32.8 150
Guerrero 55.4 44.6 47
Hidalgo 50.0 50.0 108
Jalisco 84.6 15.4 80
México 86.3 13.7 611
Michoacán 65.4 34.6 68
Morelos 85.4 14.6 313
Nayarit 64.2 35.8 34
Nuevo León 93.4 6.6 59
Oaxaca 44.7 55.3 37
Puebla 68.4 31.6 148
Querétaro 67.6 32.4 116
Quintana Roo 82.5 17.5 22
San Luis Potosí 59.0 41.0 36
Sinaloa 67.3 32.7 43
Sonora 83.1 16.9 12
Tabasco 53.9 46.1 77
Tamaulipas 85.4 14.6 34
Tlaxcala 80.9 19.1 237
Veracruz 59.1 40.9 96
Yucatán 81.3 18.7 38
Zacatecas 53.3 46.7 18
Total nacional 74.7 25.3 50
Fuente: XII Censo general de población y vivienda 2000 INEGI, 2000

El desarrollo urbano es el fenómeno natural, incontenible y necesario más destacado en los últimos 40 años de la vida mexicana,
respecto de los cambios demográficos. Dicho desarrollo ocurre debido, precisamente, a la transformación de México durante la Revolución de
1910-1911 y a los cambios socioeconómicos posteriores; tiene, además un carácter mundial.
Teniendo en cuenta sólo 14 municipios, que engloban otras ciudades fuera de las metrópolis que en total sumaban cerca de 9 millones
de habitantes, o sea, aproximadamente 11% de la población nacional en 1990, se observa que el mayor crecimiento relativo, hasta 1999, tuvo
lugar ,en las llamadas "regiones nuevas" de moderno desarrollo capitalista en sistemas de riego en industria maquiladora y comercio, activado
en gran medida a partir de 1995 por la vigencia del Tratado de Ubre Comercio de América del Norte. Estas regiones forman parte de las zonas
geoeconómicas del norte fronterizo, entre ellas las de Tijuana, Mexicali, Ciudad Juárez, Matamoros y Reynosa.
En números absolutos, el incremento de las tres más grandes metrópolis: la de México (que, en sentido urbano, abarca más de 99 %
del total de la población del Distrito Federal), Guadalajara y Monterrey, las cuales son muy superiores al resto debido a las causas conocidas:
centralización industrial, política y cultural. Las tres ciudades cuentan con mercados amplios, redes cada vez mejores de vías de comunicación y
mano de obra especializada.
Crecieron aceleradamente, por otro lado, los nuevos núcleos industriales de tipo medio, situados también en el centro o en el norte,
como León, Puebla, Torreón y Chihuahua, que poseen, al igual que Guadalajara, ricos valles agrícolas cercanos. En el cuadro 5.3 se muestra la
población de las capitales de los estados r de las principales ciudades del país.
Otras urbes reflejan relativo estancamiento debido al atraso en su proceso de industrialización regional, a su escasa agricultura de
temporal o a la escasez de financiamientos; entre ellas se encuentran Chilpancingo, Chetumal, La Paz, Campeche y Zacatecas.
Después de 1980 el proceso de crecimiento de las ciudades se ha acelerado y los datos del censo de junio del 2000 muestran
grandes avances en muchos núcleos urbanos, particularmente, como se dijo anteriormente en las grandes ciudades del norte y noroeste, en
algunas del centro y en aislados polos de crecimiento del sur y la Península de Yucatán (véase cuadro 5.4).
Cuadro 5.3 Población de las capitales y principales ciudades del país 1980, 1990, 1990
y 2000 (miles de habitantes)
Capital y ciudad 19802 19902 20002
Distrito Federal1 8831 8236 8483
Capitales de los Estados
Aguascalientes, Ags.
Mexicali, B.C. 266 547 637
La Paz, B.C Sur 410 438 505
Campeche, Cam. 92 138 154
Saltillo, Coah. 114 150 178
Colima, Col. 273 469 564
Tuxtla, Gutierrez, Chis. 80 154 187
Chihuahua, Chih 113 289 378
Durango, Dgo. 424 516 614
Guanajuato, Gto. 240 348 398
Chilpancingo, Gro. ND 234 269
Pachuca, Hgo. 77 165 204
Guadalajara, Jal. 112 174 210
Toluca, Mex. 2581 2909 3349
Morelia, Mich. 174 820 983
Cuernavaca, Mor. 266 428 512
Tepic, Nay. 302 512 646
Monterrey, N.L. 147 207 255
Oaxaca, Oax. 2236 2560 2964
Pueble, Pue. 140 263 310
Queretaro, Qro. 1069 1363 1581
Chetumal, Q. R. 196 555 680
San Luis Potosí, S.L.P. ND 94 115
Culiacán, Sin. 424 658 782
Hermosillo, Son. 286 415 505
Villahermosa, Tab. 340 406 504
Ciudad Victoria, Tamps. 200 261 301
Tlaxcala, Tlax. 144 195 230
Jalapa, Ver. ND 121 128
Merida, Yuc. 237 372 441
Zacatecas, Zac. 339 634 740
Otras ciudades importantes 83 191 226
Acapulco de Juarez, Gro.
Cd. Juarez, Chih. 344 515 592
Orizaba, Ver. 655 789 996
Ciudad Obregón, Son. 272 258 275
Nota: Cifras redondeadas 201 220 244
1 Los
datos corresponden únicamente al Distrito Federal, sin la zona metropolitana.
2 Los
datos de las capitales y ciudades de los estados fueron tomados de Merca métrica, que en 1980 no considero a
Guanajuato, Gto., Chetumal, Q.R. y Tlaxcala, Tlax., como ciudades importantes.

Cuadro 5.3 (Continuación)


Capital y ciudad 1980 2 1990 2 2000 2
Irapuato, Gto. 167 699 765
León, Gto. 743 951 1 139
Matamoros, Tamps. 212 266 324
Poza Rica de Hidalgo, Ver. 196 186 191
Reynosa, Tamps. 266 377 437
Tampico, Tamps. 476 603 657
Tijuana, B.C. 529 699 966
Torreón, Coah. 564 878 959
Veracruz, Ver. 414 473 560
FUENTE: X y XI Censos de población y vivienda 1980 y 1990; Conteo de población 1995.
INEGI.
Mercamétrica de 75 ciudades mexicanas, 1980.
Mercamétrica de 80 ciudades mexicanas, 1997.

Cuadro 5.4 Población de algunas ciudades y su área metropolitana, en


porcentaje con respecto al total nacional (miles de habitantes)
1995
Área metropolitana Población Porcentaje
Guadalajara 1 3349.5 3.6
Monterrey 2 2964.1 3.2
Puebla 3 1581.0 1.7
León 4 1139.4 1.2
Tijuana 966.1 1.0
Toluca 983.4 1.0
Cd. Juárez 995.8 1.0
Tampico 657.2 0.7
Acapulco 592.5 0.6
Mérida 557.3 0.6
1 el área metropolitana de Guadalajara comprende los municipios de El Salto, Guadalajara, Tlaquepaque, Tonalá y
Zapopan.
2 El área metropolitana de Monterrey comprende los municipios de Apodaca, General Escobedo, Guadalupe,

Monterrey, San Nicolás de los Garza, San Pedro Garza García y Santa Catarina.
3 El área metropolitana de Puebla comprende los municipios de Amozoc, Cuatlancingo, Huejotzingo, Puebla, San

Miguel Xotla y San Pedro Cholula, Pu.; Papalotlo de Xicothencatl, San Pablo del Monte, Tenancingo y Zacatelco,
Tlax.
4 El área metropolitana de León comprende los municipios de León y San Francisco del Rincón.

Fuente: Mercamétrica de 80 ciudades mexicanas, 1995.

PRINCIPALES MUNICIPIOS Y CIUDADES EN EL AÑO 2000


De acuerdo con los datos de población urbana en el año 2000, se registraron 80 grandes ciudades en la república, correspondiendo en total
más de 140 municipios, varios de los cuales se unen por formar las aglomeraciones mayores, de las ciudades de México, Guadalajara,
Monterrey, Puebla, Ciudad Juárez, León, Toluca, Tijuana y Torreón-Gómez Palacio.
Además, pueden distinguirse con una población entre 500000 y un millón y medio de personas los de Aguascalientes, Acapulco, Mérida,
Cuernavaca, Culiacán, Hermosillo, Morelia, Querétaro, Saltillo, San Luís Potosí y Veracruz.
Finalmente, se observa que con población superior a 300000 habitantes existen otros municipios urbanos, entre ellos: Irapuato, Monclova,
Cancún, Mazatlán, Oaxaca, Villahermosa, y del norte-noroeste como Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros y otros.
Es digno de mencionar que grandes urbes aumentaron sustancialmente su población en el lapso de 20 años (1980-2000), incluyendo entre ellas
las aglomeraciones de Guadalajara y Monterrey, así como algunas de gran importancia económica: Puebla, León, Juárez, Toluca, Tijuana y
Hermosillo, Otros centros regionales y subregionales que han incrementado notablemente su población son: Mexicali, Obregón y Mazatlán en e!
noroeste; Saltillo y Chihuahua en el norte, así corno Matamoros, Nuevo Laredo y Reynosa en la frontera del noreste, En las regiones centrales
debe mencionarse también él gran avance demográfico de muchas ciudades, entre ellas Irapuato, Aguascalientes, Uruapan, Pachuca, Zamora y
Apatzingán, al igual que otras del sur: Tapachula, Oaxaca y Tuxtla Gutiérrez; Campeche, Mérida y Cancún en la península de Yucatán.
LAS GRANDES AGLOMERACIONES URBANAS
Se dispone de las cifras referentes a las metrópolis que podrían llamarse la Gran Ciudad de México, la Gran Guadalajara y la Gran Monterrey; la
aglomeración urbana de la gran Ciudad de México abarca cuando menos 17 millones de personas, de las cuales 8,5 millones viven en el Distrito
Federal y el resto en múltiples municipios del Estado de México: principalmente en Ecatepec, Tlanepantla, Naucalpan, Nezahualcóyotl, que por
mismos integran sí ciudades especiales, pero estrechamente unidas al Distrito Federal. Habría que sumar otros municipios de importancia,
entre los cuales se cuentan Cuautitlán, Atizapán y Tultitlán.
Actualmente se considera que la Gran Guadalajara incluye a los municipios de Zapopan, Guadalajara, Tlaquepaque, Tonalá y e! Salto; por lo
cual, esa aglomeración tiene ya aproximadamente 3,8 millones de personas. En la llamada aglomeración urbana de Monterrey se incluye, desde
luego, el municipio del mismo nombre y además los de Guadalupe, Santa Catarina, General Escobedo, Apodaca, Juárez y San Nicolás de los
Garza García, por lo que dicha concentración demográfica se acerca a los 3,5 millones de habitantes.
Población económicamente activa
Es muy desigual también la distribución de la población económicamente activa en el territorio da la república, tanto por el porcentaje en relación
con el total de habitantes,!como por su contribución en el conjunto de la fuerza del trabajo nacional. En 1990 se contaron 23 403 413 personas,
como integrantes del conjunto económicamente activo, lo que era 46% de la población de 12 años o más. De esa suma 5300114 se dedicaba a
la agricultura, ganadería, silvicultura, caza y pesca, con un porcentaje muy importante de personas dependientes de la agricultura (véase cuadro
5.5).
Las industrias se repartían la mano de obra de la manera siguiente: 4443279, en las de transformación 1594961, en las de construcción y
260495, en las de tipo extractivo. El comercio es una actividad bastante desarrollada en México, 3 108 128 personas hasta el momento del
censo; esta cifra era sobrepasada por el número de individuos en servicios de diversa índole (6642683), en tanto que los transportes tenían (con
sólo 1045392 personas) una participación más reducida en la economía nacional. En números absolutos, en 1990, algunas entidades
proporcionaban el grueso de la fuerza de trabajo: en primer lugar, el Distrito Federal, 2884807 personas, y luego, en ese orden, Veracruz,
Jalisco, Estado dc México, Puebla, Oaxaca, Michoacán, Guanajuato, Chiapas, Chihuahua, Guerrero, Nuevo León, Tamaulipas, Sinaloa, San
Luís Potosí, Hidalgo, entre 400000 y más de un millón de trabajadores.
Sin embargo, varía notablemente el tipo de actividades a que se dedican, en forma principal, los habitantes de cada estado. Casi la tercera parte
de los obreros y empleados en industrias de la transformación en la república vivían en el Distrito Federal, mostrando una amplia proporción de
obreros fabriles los estados de Nuevo León, Coahuila, Jalisco, Guanajuato, Estado de México, Veracruz, Puebla y zonas aisladas de Querétaro,
Michoacán y Chihuahua. En la mayoría de los estados, un enorme porcentaje de la mano de obra era absorbido por la agricultura y ganadería,
pero viaria desde 53% en Oaxaca y 25% en Chiapas, hasta 10% en Baja California, 39% en Veracruz y 6% en Nuevo León.
Cuadro 5.5. Población económicamente activa, por ramas de actividad (miles de personas).
Números absolutos
Concepto 19703 1980 1990 19984 2000
Población económicamente activa 12995.0 19951 23403 30623 100.0
Actividades primarias 1 5103.5 6384 5300 6345 20.7
Industrias 3544.6 5187 6502 ____ 30.0
Extractivas 95.1 150.0 99 129 0.4
Petróleo 2 y energía 138.4 349.0 315 ____ ____
Eléctrica ____ ____ 142 1615 5.2
De la transformación 2169.1 3691.0 4493 3768 12.3
Construcción 571.0 997.0 1594 3719 12.1
Servicios, comercio y
Transporte 4130.5 7482 10793 10915 35.4
Comercio 1196.9 1995.0 3108 5598 18.6
Transporte y comunicaciones 368.8 698.0 1045 1791 5.8
1 Incluye agricultura, silvicultura, caza y pesca.
2 Incluye trabajadores petroleros.
3 Comprende población ocupada de 12 años y más.
4 Personal ocupado renumerado.
5 Electricidad, gas y agua.

Fuentes: anuario estadístico 1970-1981 y La economía mexicana en cifras, XI Censo general de población y vivienda, 1990 y Agenda
estadística, 2000.

PROBLEMAS PRINCIPALES DE LA POBLACIÓN


Muchos y muy variados son los problemas a que se enfrenta el habitante de México, y aunque su estudio completo no pertenece a este curso,
con viene, por su importancia, señalar algunos, con objeto de llamar la atención hacia dios, ya que tienen indudable relación con el desarrollo
económico y el progreso general del país. Teniendo en cuenta que la preparación de los estudiantes de ciencias sociales debe dirigirse
principalmente hacia el análisis de los problemas nacionales; se estima que el curso de geografía económica no debe consistir en una sucesión
de cuadros estadísticos, sino básicamente en ayudar al conocimiento de la realidad geoeconómica. Dicho análisis permitirá aplicar medidas que
transformen la vida de quienes con su diario trabajo material cooperan para forjar la situación económica y social de México.
Crecimiento demográfico
El problema del crecimiento demográfico nacional es uno de los más importantes, pues la nuestra es una nación con gran aumento anual de
habitantes, cercano a los 16 o 20 por 1000, que significan más de 16 millones de personas que se agregan cada año al número anterior. En
tanto que para el año 1900, por ejemplo, se registraron 495 542 nacimientos, dicha cifra se elevó a 1174947 individuos en 1950 y, en 1996, fue
de 2 707 718. A principios del siglo XX México padecía un alto índice de mortalidad (457327 personas), por lo que el aumento demográfico
anual era muy pequeño. Ahora las cifras generales correspondientes a defunciones son similares a las de 1900 o aun menores (436321 en
1996), en tanto que, al haberse aumentado el número, de nacimientos, el índice de incremento subió hasta 16 por 1000. La mortalidad infantil
ha sido uno de los renglones más destacados en el conjunto de la mortalidad en la República Mexicana, pero también se advierte gran
descenso en el curso del presente siglo: de casi 332 niños fallecidos por 1000 nacidos vivos en 1902, se ha descendido hasta alrededor de 46
por cada 1000 en 1996.
El aumento anual de ciudadanos plantea nuevos problemas que tienen influencia en el nivel de vida y en la creciente dificultad para obtener
ocupaciones bien renumeradas; pero en sí misma la "explosión demográfica" no es causada directa del subdesarrollo y México no es un país
"sobre poblado", al contrario la densidad generales baja.
El tipo de enfermedades que afectan a la población mexicana y que son causa de numerosas defunciones pone de manifiesto el bajo nivel de
vida imperante; sobre todo, entre las clases trabajadoras. Todavía en 1996, las causas principales de mortalidad en el país fueron afecciones de
los aparatos digestivo y circulatorio, neumonía, tumores y cáncer; además de otras infecciones de la primera edad infantil y senilidad. Lo anterior
está ligado también a problemas de salubridad y falta de comunicaciones. Desafortunadamente, es muy alto el número de homicidios y
accidentes que se registran en México, estos Últimos pasan sobre todo en fábricas y talleres, mientras que los primeros suceden
predominantemente en el medio rural del centro, oriente y sur del país. Más que producto inexorable de la mezcla racial o de la ignorancia
popular; los problemas sociales de México son consecuencia de la condición de nación económicamente atrasada y con niveles de vida bajos
para los grandes conjuntos de habitantes rurales y urbanos. El hecho de que pocos gocen de todas las comodidades modernas no debe
hacernos olvidar la situación de las masas proletarias.
Vivienda
Exponentes de lo anterior son los datos sobre las condiciones de angustia en que se debaten muchos obreros y campesinos en lo referente a la
habitación, vestido, alimentación, y en general, a todos los índices del "modo de vida" mexicano. Es típico el problema de la vivienda popular,
sobre el cual se ha dicho que un 80 % de las casas rurales están en condiciones tan deficientes, que en atención a las necesidades imperiosas
de la época moderna, deberían prontamente remplazarse por otras nuevas. Sería necesario construir más de 3 500000 habitaciones en el
campo para que pudieran vivir convenientemente 15600000 mexicanos. Al mismo tiempo, debieran demolerse y construirse de nuevo
habitaciones urbanas (entre ellas, metropolitanas) para 984000 familias, que representan un alto porcentaje del total de habitantes en ciudades.
Por otro lado, 875000 habitaciones urbanas, entre ellas de la Ciudad de México, se encuentran en condición están malas, que requieren de
inmediata reparación: sólo alrededor de 15% de todas las casas en medios urbanos satisfacen convenientemente las necesidades (Véase
cuadro 5.6).
Habiendo 2.0.8 millones de viviendas (1997) en toda la república, solamente poco más de 16 millones tienen algún servicio de agua potable y
avenamiento: 1.3 millones son de madera, Y' 1.5 eran, en 1990, chozas o casas de adobe. Para este mismo año 8.2 millones de viviendas
tenían techo y paredes de concreto, tabique o ladrillo. Las inversiones necesarias para tratar de resolver este gran problema serían muy altas,
tanto para atender la construcción de nuevas viviendas rurales, así como para reparación de casas en el campo y en la ciudad.
Cuadro 5.6. Principales características de la vivienda en el país, 1995.
Viviendas Porcentaje
Según el material predominante de los pisos
Tierra 15.4
Cemento o firme 52.3
Madera 32.3
Según el material predominante de las paredes
Ligeros y precarios 24.3
Sólidos 75.6
Según el material predominante de los techos
Ligeros y precarios 40.0
Sólidos 60.0
Según tengas o no servicio de agua
Entubado 85.5
Dentro de la vivienda 54.9
Fuera de la vivienda 29.5
Según el drenaje
Con 58.8
Sin 14.2
Según dispongan o no de energía eléctrica
Con servicio 93.3
No disponen 6.7
Según los cuartos útiles
Uno 8.8
Dos 19.3
Tres 21.3
Cuatro y cinco 37.0
Seis o mas 13.6
Fuente: Conteo de población y vivienda, 1995, INEGI, 1997.

Alimento y vestido
El problema del vestido y la alimentación es de igual trascendencia y apenas podrá ser resuelto paulatinamente gracias a la constante elevación
futura del nivel de vida de las masas trabajadoras. Es inútil insistir en el hecho de que el pueblo mexicano se formó en condiciones de tremenda
explotación durante la Colonia, fenómeno social Que continuó existiendo en mayor o menor grado hasta 1910, y la situación actual no indica un
mejoramiento radical en el nivel de vida. A menudo, diversos investigadores del "modo de ser" de los mexicanos les atribuyen más deficiencias,
defectos y lacras que posibles virtudes, inclinándose a exagerarlas. Se generaliza, en vez de procurar explicarse, la realidad y penetrar en la
actual división en clases sociales y en tipos de habitantes, tan diferentes en el norte, el trópico y la altiplanicie o las cordilleras. Las principales
causas de desnutrición deben buscarse en un tiempo pasado, pleno de injusticias, y que mantuvo insatisfechas las necesidades del pueblo; ese
tiempo pasado debe conjugarse con los problemas económicos actuales, que también son de menor importancia.
Hacinamiento y contaminación
Actualmente han aparecido nuevos problemas, que agravan los peligros para la existencia del hombre. Entre ellos están los derivados de las
aglomeraciones en grandes ciudades, pues sólo existen varios centenares de colonias populares que, en su mayoría, no disponen de servicios
adecuados para sus habitantes. Además, en todas las grandes ciudades debe agregarse el aumento incesante de la contaminación que nota en
la atmósfera a consecuencia de la quema de combustibles utilizados en fábricas, talleres, gasolineras y vehículos (sin olvidar el efecto nocivo
que causa el polvo originado en los antiguos vasos de Texcoco, San Cristóbal, Zumpango, ChaIco y Xaltocan), Por otro lado, en las ciudades
industriales como Monterrey, Guadalajara, Minatitlán- Coatzacoalcos y Torreón-Gómez Palacio, se acentúa la contaminación, que trae consigo
consecuencias nefastas ¡para la salud.
Desigualdad económica
En México existen fuertes contrastes entre los niveles dc vida de una u otra clase o grupo social. Para 1997, aproximadamente, 9.5% de la
población ocupada recibía ingresos superiores a cinco salarios mensuales, mientras que actualmente 33.5 % de dicha población
económicamente activa obtiene sólo un salario mínimo o no recibe ingreso alguno, con lo que se tiene una idea de la gran concentración de!
ingreso en México. La actual fase de globalización, a su vez, trae como consecuencia, el incremento acelerado de una minoría que vive de la
especulación financiera, el contrabando, el narcotráfico, etc. Es obvio que una de las principales tareas de la sociedad mexicana consiste en
encontrar soluciones que mejoren la suerte de la inmensa mayoría trabajadora.
Educación
Una de las características de los países en proceso de desarrollo es el bajo nivel educativo, no sólo por las erogaciones que exigen la
construcción de escuelas y los sueldos apropiados de los maestros sino, además, por la necesidad de preparar adecuadamente generaciones
cada vez más numerosas de profesores y remediar en parte la gran deserción en los primeros años de enseñanza, debido a las adversas
condiciones económicas que obligan a los niños a trabajar.
México no escapa él esos fenómenos, pero los esfuerzos gubernamentales que se han hecho, a partir de 1930, para liquidar el analfabetismo
(que todavía en 1997 abarcaba casi 11% del total de la población mayor de 15 años) y crear un sólido sistema educativo, han sido
particularmente importantes. No obstante, buena parte de la población rural, sobre todo del sur, península de Yucatán y el centro, padece de la
ignorancia y el atraso cultural. Esto entorpece el perfeccionamiento técnico de la mano de obra, tan necesario para mejorar las actividades
agropecuarias y para contar con especialistas dc todos los niveles, indispensables en la industria. En este curso, lo importante es referirse a los
tipos de educación que preparan especialistas para la economía; por ejemplo, en el instituto Politécnico Nacional, las universidades tecnológicas
y numerosos establecimientos privados, así como los cursos de capacitación para el trabajo.
Sin poder incluir los diversos tipos de establecimientos que existen, puede mencionarse por lo menos que en 1996-1997 existían 4710 escuelas
de capacitación para el trabajo, con 499000 alumnos, en tanto que los bachilleratos (incluyendo las vocacionales) eran 6380 (2222000
estudiantes) y las 536 normales impartían enseñanza a 138000 personas. Por lo que toca a la enseñanza profesional técnica de tipo medio, en
esos años se registraba un total de .395000 estudiantes y en más de 2600 escuelas de educación superior se contaban 1 .516093 alumnos.
Es un problema principal la gran centralización en la Ciudad de México y en Monterrey, Guadalajara, Puebla, Jalapa Hermosillo Morelia y otras
poblaciones importantes.
Atención a la salud pública
En 1996 un total de 48 millones de personas (cerca de 53% de la población) tuvieron seguridad social. El Instituto Mexicano de Seguro Social es
la más importante institución de asistencia médica del país, con 5382 hospitales y clínicas donde se atiende a cerca de 40 % de los habitantes y
además, existen otros 12 000 establecimientos oficiales de salud.
Las enfermedades más comunes en México son las que afectan los aparatos respiratorio y digestivo, principalmente en los niños, además de
raquitismo, diferentes formas de avitaminosis, anemia de distintos tipos y otras enfermedades infecciosas y parasitarias.
Las entidades de la república que cuentan con mayor número de hospitales y camas son el Distrito Federal, Veracruz, Jalisco y Puebla.
Grupos indígenas
Un aspecto muy importante de la población mexicana lo constituye la situación lamentable en que se encuentran los grupos llamados indígenas
que habitan diversos estados de la nación. Por un lado, fueron despojados de las mejores tierras por los conquistadores españoles y tuvieron
que refugiarse en las zonas montañosas y selváticas, permaneciendo alejados de las corrientes modernas hasta hace pocos decenios. Por otro
lado, los aborígenes siguen siendo explotados por el mestizo mexicano, debido a su atraso e ignorancia. Entonces se ha creado un verdadero
problema que requiere solución inmediata.
Según el censo del 2000, hay 7.6 millones de habitantes indígenas. De acuerdo con el conteo de 1995, 1% de la población nacional hablaba
exclusivamente lenguas indígenas y otro 6% se comunicaba por medio de su lengua autóctona y de! idioma español. México es un país
plurinacional, porque los grupos llamados indios tienen su propia historia, economía y costumbres; los más numerosos son los descendientes de
los mayas; los mixtecos, zapotecos, mazatecos y chinantecos de Oaxaca; los tzeltales y tzotziles, así como tojolabales de Chiapas. En las
regiones centrales de la república viven otros grupos importantes, en primer lugar los que hablan la lengua náhuatl, así como los otomíes y
purépechas. En su conjunto, las regiones de mayor población indígena son las del sur (Guerrero, Oaxaca y Chiapas) y la península de Yucatán.
El llamado problema indígena no podrá resolverse con métodos paternalista ni con dádivas que no evitan la miseria ni permiten la liberación de
estos individuos, sino que es necesario llevar a las comunidades indígenas el progreso económico y la educación en masa, en sus idiomas
nativos. La incorporación forzada del indio sólo hace que el proceso de integración de la nacionalidad mexicana sea más doloroso y lento. Por el
contrario, debiera tenderse a la creación de auténticos grupos indígenas, con literatura, lengua y desarrollo propios.
INCREMENTO DEMOGRÁFICO Y DESIGUALDAD SOCIAL
Todos estamos de acuerdo que existe el crecimiento acelerado de la población en muchas naciones de escaso desarrollo y que, en México,
dicho crecimiento plantea problemas importantes. Debe insistirse en que el meollo de la I cuestión no reside en el mero número de millones de
personas que pueblan nuestra patria, pues señalada en abstracto la densidad de 50 habitantes por km. viene a ser muy baja en general.
Ninguna de las regiones agrícolas nacionales tiene una densidad demográfica que siquiera se aproxime a las grandes densidades de los valles
de agricultura intensiva de India, el oriente de China o el bajo Nilo (en Egipto); tampoco se tienen grandes regiones industriales donde se
aglomeren millones de obreros, como en el noreste de Estados Unidos de América o el occidente de Alemania. Si en México el número de
habitantes fuera proporcionalmente similar al de China, a estas alturas se tendría un total de 260 millones (pues aquel país tiene casi cinco
veces más que el nuestro).
Lo que se observa fácilmente en la República Mexicana es una marcada desigualdad en la localización dc los conglomerados humanos, ya que
existen estados con densidad muy superior a 200 habitantes por km. (Tlaxcala, Morelos, México),y otros muchos con una escasísima población;
por ejemplo, Baja California al sur de Ensenada; el interior de Campeche; occidente de Durango, Chihuahua y Coahuila; oriente de Nayarit;
zonas montañosas de las sierras madres, etc. En 12 pequeños estados centrales que integran las grandes regiones socioeconómicas del
centro-este y centro-occidente, vivían en el año 2000 más de 53 millones de personas, o sea, casi 55 % de la población nacional. Todavía se
agrava más el problema por al hecho de que ciertas pequeñas subregiones en cada estado absorben proporciones muy altas de total, y ello es
lógico, pues resulta del desigual desarrollo económico, pero no por ello es menos perjudicial.
Son de todos conocidos los casos del valle de Mexicali y el de Tijuana en Baja California, del bajo Bravo, Ciudad Juárez, la región henequenera
de Yucatán, Monterrey en Nuevo León, Guadalajara, Tabasco, parte central de El Bajío en Guanajuato, entre otros, como ejemplos de focos
demográficos. El más importante punto neurálgico es el Distrito Federal, donde la densidad media es ya superior a 5600 habitantes por km. a
pesar de que buena parte del sur de su territorio está ocupado por zonas montañosas de muy baja densidad, lo que ocasiona una enorme
concentración dentro de los límites propiamente urbanos, en los cuales se señalan en algunos barrios densidades superiores a 100000
habitantes por Km.
México es un país que, en múltiples aspectos de su vida, ha vivido hasta fecha reciente "encerrado" entre los grandes sistemas montañosos que
aíslan las arnplias altiplanicies septentrional y meridional (antes llamadas mesas).
La industria, las comunicaciones y las grandes ciudades modernas se han concentrado en estas regiones altas e interiores, así como en
Monterrey, Saltillo y otras norteñas. Por lo contrario, subsisten vastos; territorios tropicales o áridos con abundantes recursos no aprovechados o
densidades muy bajas, excepto las zonas fronterizas y los valles de riego e industria recientemente creada en Sonora, Chihuahua, Baja
California, Coahuila, Tamaulipas, Sinaloa, además de las regiones petroleras del Golfo de México (Huasteca veracruzana, ÑIinatitlán-
Coatzacoalcos) y los centros agrícolas e industriales de Veracruz, así como grandes ciudades aisladas en la costa de Guerrero y el Soconusco
de Chiapas.
No se insinúa que en el país se llegue a tener un nivel semejante de densidad en todos los estados, y menos aún en la totalidad de municipios,
pues hay razones naturales y sociales que lo impedirán, aun en un futuro distante. Pero sí se cree que la colonización acelerada de las regiones
tropicales, montañosas y desérticas, aunque no es una panacea, es algo conveniente y necesario para tratar desde luego, el problema del
aumento general de población, la desigualdad en la distribución y, sobre todo, una medida indispensable para impulsar con mayor rapidez el
desarrollo armónico del país en su conjunto y en especialitas zonas con mayor atraso.
La imperante situación de subdesarrollo económico es la principal causa del bajo nivel de vida, y también agrava los problemas derivados de la
mala distribución histórica de los habitantes, del éxodo a las ciudades, de la desocupación urbana la subocupación rural, la emigración a
Estados Unidos de América, donde viven más de 20 millones de personas descendientes de mexicanos o nacionales que residen como
inmigrantes legales e ilegales, principalmente en los estados de California, Texas, Nueva York e Illinois.
Colonización
Ahora que tanto se habla del fenómeno de la explosión demográfica en los países subdesarrollados y de la elevada tasa de natalidad registrada
en México, conviene ampliar el comentario sobre el tropico y en general los territorios considerados marginales de nuestro país.
Desde el punto de vista histórico, todo proceso de ocupación y "acondicionamiento" de la superficie de una polifacética entidad como lo eran
Mesoamérica o las regiones áridas septentrionales del México antiguo y la colonia novohispana hasta principios del siglo XIX, es un fenómeno
que se lleva a cabo en forma paulatina; sin embargo, se advierten ciertos momentos en que la necesidad de desarrollar distintas ramas
económicas conduce a un ritmo más rápido de "conquista" y poblamiento de las áreas hasta entonces desconocidas o escasamente habitadas.
Así sucedió en las épocas de expansión y florecimiento de las culturas indígenas; en las etapas de "descubrimiento" de nuevas zonas para
impulsar la minería y la agricultura en la época de la Colonia y a finales del siglo XIX y principios del XX, sobre todo cuando bajo el porfirismo se
hizo necesario explotar nuevas riquezas para satisfacer las exigencias de los mercados exteriores.
En el siglo XIX algunos extranjeros llevaron a cabo diversos intentos de colonización de ciertas zonas de Veracruz, Puebla, Baja California,
Sinaloa y otros estados, aprovechando la debilidad de un país pobre y desgarrado, además, por las continuas guerras civiles y las invasiones
procedentes del exterior. El propio gobierno nacional propició ese tipo de poblamientos de europeas y estadounidenses que, afortunadamente,
fracasaron en su mayoría y no condujeron a la separación de nuevos territorios, principalmente de Baja California, Sonora y norte de Sinaloa,
entonces aislados del resto de la nación.
Desde 1930 y con mayor fuerza bajo el gobierno del general Lázaro Cárdenas, la reforma agraria propició procesos nuevos de colonización de
las tierras abiertas al cultivo y' repartidas en los valles de Mexicali, bajo Bravo, Comarca Lagunera, etc., con lo cual se afianzó la soberanía
mexicana y se realizaron importantes reacomodos de población nacional. En las décadas de los años sesenta y setenta, al mismo tiempo que
continuaba el proceso de urbanización y concentración demográfica en las grandes urbes, se hacían algunos intentos de colonización en ciertas
áreas antiguamente "vacías". De esta manera se fundaron varios centros de población en Veracruz, Campeche, Quintana Roa, Tabasco y otras
entidades, en tanto la colonización espontánea del medio rural seguía su marcha en el trópico mexicano; tanto en la selva lacandona de
Chiapas, como en la península de Yucatán y las planicies costeras del Golfo de México y el Pacifico, al igual que en numerosos parajes de las
zonas montañosas.
Colonización moderna y planificada
Cuando la colonización está bien concebida y apoyada financiera y técnicamente por el Estado, puede ser un arma poderosa para desarrollar
aquellas partes del país que siendo ricas potencialmente, no han recibido hasta ahora la debida atención, aunque puedan acomodar a miles de
ciudadanos originarios de otras regiones lejanas o cercanas. No se habla de una colonización con fines exclusivamente agrícolas, sino con
carácter integral; o sea, para aprovechar los múltiples recursos regionales, tanto forestales, como ganaderos, pesqueros, mineros y otros, que
deberán industrializarse en las mismas zonas donde se producen.
La colonización del México marginal es una necesidad, pero con el fin de que triunfe, debe basarse en planes acertados a corto y largo plazos,
contar con el apoyo indispensable y entenderse como medida que exige una adecuada organización cooperativa de los colonos, pues éstos
deberán trabajar arduamente en un ámbito natural difícil y en un medio social muchas veces hostil: pero, a la larga, sus esfuerzos serán
recompensados mejor que en el viciado, ambiente de las grandes ciudades.
En el año 2000 continuaron llevándose a cabo los procesos de migración, tanto la que se lleva a cabo del campo a las ciudades vecinas, como
dentro de grandes regiones socioeconómicas y también de zonas centrales del país a la franja fronteriza septentrional. Las migraciones pueden
ser temporales, para levantar cosechas en Sinaloa, Sonora o Baja California, o bien, en busca de empleo permanente en ciudades norteñas
(sobre todo debido a la atracción de las maquiladoras y creciente comercio regional e internacional). La emigración de mexicanos al país vecino
ha cobrado mayor relevancia en los últimos decenios y constituye uno de los más agudos problemas sociales, pues las medidas en que el
vecino país del norte se ha tomado para evitar que ese millón y medio de indocumentados (incluyendo a numerosos centroamericanos o
inmigrantes procedentes de otras regiones del globo) traspongan la frontera y trabajen en Estados unidos de América, traen como consecuencia
discriminación e incluso pérdida de vidas.
Por otro lado, migraciones no planificadas acentúan los problemas, de por si muy graves, de vivienda, servicios públicos y empleo en las
ciudades fronterizas que, a su vez, sufren fuerte deterioro del ambiente. Resulta inevitable la creación de mecanismos binacionales que
permitan enfrentar problemas comunes en las regiones septentrionales de México y sus vecinas en Estados Unidos de América.

1.B Universidad Nacional de Colombia


Ideas geográficas sobre la relación tiempo, clima y sociedad: El
determinismo geográfico como ideología.
Ovidio Delgado M
http://www.sogeocol.edu.co/documentos/DETERMINISMO_GEOGRAFICO.pdf
(Disponible en red)
Fecha de revisión 5 Mayo 2011.
1.C Universidad de Barcelona
Cuadernos críticos de Geografía Humana
Perspectivas actuales del posibilismo: de Vidal de la Blache a la ciencia
contemporánea
Vincent Berdoulay
Año VIII Número: 47
Septiembre de 1983
http://www.ub.edu/geocrit/geo47.htm (Disponible en red)
Fecha de revisión 5 Mayo 2011.

Subtema 1.2.4 Teorías del determinismo geográfico.


1.D PROPIN Fresomil, Enrique
Teorías y Métodos en Geografía Económica
Instituto de Geografía, UNAM, Temas selectos
de Geografía de México, (III-3), 2003
Págs. 45-75

Subtema 1.2.5 Enfoques y corrientes del pensamiento de la geografía económica.

II EL CONOCIMIENTO TEÓRICO
"El geógrafo ideal del milenio próximo será aquel quien busque entender la naturaleza y dinámica de los sistemas globales generales y, al mismo tiempo, estar sólidamente
habilitado en la interpretación de contextos regionales y locales ".
Buttimer, 2001

"... hacéis, y sabéis por qué hacéis, pero no sabéis por qué sabéis que sabéis lo que hacéis... "
Eco, 1980

EL conocimiento teórico, sin importar el campo del saber de que se trate, representa una plataforma de referencia para observar y explorar
durante el proceso de investigación. Si bien éstas son acciones cognoscitivas inherentes a todo ser humano, aquél que posee en su mente
patrones prefijados -teorías- observará y explorará lo que otros no pueden hacer, por carecer de la habilidad comparativa entre el conocimiento
teórico y el empírico.
El aprendizaje teórico puede llegar a asentar actitudes académicas perniciosas, cuando se plantea sólo como esquema evolutivo del
pensamiento geográfico. En este sentido, es necesario reconocer que las teorías no pueden ser aprehendidas como sucesión mecánica, lineal-
temporal, donde las "viejas" sean notas obsoletas de interés cultural y las "nuevas" sean las válidas. En este campo, lo "nuevo" puede
representar a lo "viejo" que se formaliza a la luz de los nuevos acontecimientos. El pensamiento teórico tiene una gran inercia, cambia o se
renueva con mayor lentitud que los conceptos los métodos. La etapa actual del conocimiento geográfico se caracteriza por la revitalización de
teorías pasadas condicionadas por le cambios recientes acontecidos a escala planetaria. Este reacomodo teórico significa ampliaciones, en
particular, del nivel conceptual.
Las posiciones teóricas
Debido a su interés epistemológico y estabilidad cognoscitiva pan la Geografía económica, se seleccionaron y compilaron diversos
contenidos de las teoría y concepciones siguientes:
 .Teoría General de Sistemas, representa:
……. Una perspectiva que tiene como meta proveer un sustrato teórico sobre las propiedades comunes de tipos diferentes de sistemas
(Bertalanffy, 1968) ... Muchas de las ideas básicas tienen una larga historia, pero en Geografía su incorporación formal a tal
metalenguaje ocurre durante la década del sesentaen conexión con la denominada revolución cuantitativa ... ofrece las posibilidades
teóricas de integración de la geografía física y humana …. en contraposición, Chisholm (1967) la tilda como distracción irrelevante...
Chorley (1962), quien fue uno de los primeros en introducir esta teoría en la Geografía ... argumenta que…. la Geografía debe basarse
en el análisis sistémico en vez de la teoría general de sistemas y dirigirse a sistemas e interfaces particulares entre la geografía física y
humana... (Johnston, Gregory, Haggett, el al., 1981:129-130).
Es:
... esencialmente una teoría general de organización que tiene como meta la unificación de la ciencia. Fue reconocida al final de la década
del treinta a través de los trabajos del biólogo von Bertalanffy, quien argumentó que los científicos no podrían entender las leyes que
gobernaban la vida de un organismo hasta que ellos estudiaran un organismo particular como un sistema de muchas partes asociadas ...
esta idea se extendió hacia diferentes ciencias... (Goodall, 1987: 188).
A pesar de su interés indiscutible por sus nociones universales y jerárquicas, esta teoría llega a ser manejada como posibilidad investigativa
emergente. Este hecho suscita la vulgarización del conocimiento; cuando se desconoce la plataforma teórica particular de un estudio, pero las
circunstancias obligan a plantearla, se acude a la Teoría General de los Sistemas con la seguridad de inequívocos y de salir airoso de "un mal
paso".
 .Concepción de Integración
Enguelgardt (1971) precisa los postulados teóricos siguientes:
–- La integración es una dirección del proceso cognoscitivo que va de lo simple a lo complejo.
– Las relaciones mutuas entre las partes y el todo se concretan, en primer lugar, por la existencia de determinadas interacciones estrictamente
fijadas y múltiples entre las partes integrantes del todo, las cuales se presentan como vínculos.
–Existen tres elementos que, en su conjunto, definen las relaciones entre el todo y las partes: a) el surgimiento de un sistema de vínculos en
acción recíproca entre las partes del todo; b) la pérdida de algunas propiedades de las partes al integrarse en el todo; e) la adquisición de
propiedades nuevas en la integración naciente, condicionadas tanto por las partes integrantes, como por el surgimiento de nuevos sistemas de
nexos entre las partes.
–A la par con el concepto integración conviene utilizar el de información integrativa como factor orientador en todos sus niveles. Como tal, se
entenderá aquí al conjunto de las propiedades necesarias para hacerla posible en cada caso concreto.
El concepto integración, estrechamente ligado a. la Teoría General de Sistemas, se entiende aquí, en forma aplicada en la Geografía, como
el conocimiento sucesivo de los territorios que parte de imágenes simples hasta llegar a otra u otras complejas, asumida como representación
intelectual final de la realidad que se examina. Asimismo, enfrenta una de las disquisiciones esenciales del pensamiento filosófico que atañe a
cualquier área del saber humano, la relación entre las "partes" y el "todo". Hoy en día, ocupa un lugar sobresaliente en .tanto caracteriza las
concepciones generales de trabajos diversos elaborados en equipos, entre los que se encuentran los de ordenamiento territorial.
Los proyectos de investigación, no sólo los que atañen a la Geografía, asientan con marcada insistencia el concepto de integración como
un código de su validación y aceptación social. Este uso frecuente del concepto no emerge de preocupaciones académicas, sino que está ligado
con la conciencia política de la sociedad que oscila desde expresiones divulgadas como la "integración de países" y las que atañen a la
"integraciones de ideas". En este orden de cosas, su utilización debe ser entendida como coyuntura social de los momentos político-
económicos. La Geografía, aunque no es ajena a las circunstancias señaladas, es, por esencia e individualidad académicas, una ciencia de
síntesis que examina el proceso de integración de conocimientos espaciales desde las perspectivas homogénea y funcional.
 .Teoría de la Localización Económica
Es aprehendida de dos maneras, como "... el estudio científico de los efectos del espacio geográfico sobre la localización y distribución de
actividades económicas... y como "... el estudio científico de los patrones espaciales de las actividades económicas ...[que]... tienen como base
los trabajos de von Thünen (1875), Weber (1909) Y L6sch (1954). Beckmann (1968) la definió como el estudio de los efectos del espacio sobre
la organización de las actividades económicas" (Larkin y Peters, 1983: 150). Por otra parte, Isard (1960) Y Haggett (1965) realizaron importantes
contribuciones cognoscitivas desde la perspectiva regional-humana.
El incremento de la fragmentación en los estudios espaciales de 'la economía ha incidido en que se reconozcan teorías particulares de corte
sectorial como la teoría de la localización agrícola y la teoría de la localización industrial (Goodall, 1987: 18 y 231).
Esta plataforma teórica marca una importante pauta en el pensamiento geográfico-económico; de hecho, sus interpretaciones pueden
representar, asimismo, definiciones de Geografía económica. Sin embargo, su empleo actual se llega a cuestionar ante el "embate" de las
posturas ligadas con la globalización económica.
Estas circunstancias investigativas merecen su particular atención. La localización-globalización opera como acciones extremas que se
condicionan mutuamente; una no existe sin la otra. Su interpretación yace sobre el par de categorías "singular-general" (Progreso, 1984:394).
En este orden de ideas, la localización, la singularidad espacial, representan la dimensión concreta del fenómeno económico (proceso mediante
el cual el capital se traduce a la expresión material en el territorio), en tanto que la globalización, la generalidad espacial, simboliza la abstracta
(proceso mediante el cual los territorios son escudriñados y elegidos por los intereses "secretos" del capital). Este razonamiento no cambia en el
tiempo, las que sí lo hacen son las circunstancias que inciden sobre la intensidad y la escala geográfica del binomio localización globalización.
Algunos filósofos dialécticos reconocen la categoría particular como transitoria entre la singular y la general (Ibid.). El concepto
regionalización, en el pensamiento geográfico, representa la expresión teórico-metodológica análoga entre la localización y la globalización.
 Teoría de la Base Económica
. Apoyada sobre el argumento central... la proporción y dirección del crecimiento regional es determinado por su función como exportador, de
bienes y servicios a otra región '" introducida en la Geografía por Alexander (1954) '" Las actividades económicas en una región deben ser
divididas en básicas y no básicas. Las primeras son aquellas "que exportan bienes y servicios a otra región. El empleo y los ingresos en las
actividades básicas están en función de la demanda exógena. Las actividades no básicas, por otro lado, son aquellas que sirven a la población
local.
Sin embargo, estudios diversos (King y Golledge, 1978) han demostrado que "... ambas, las básicas y no básicas están ligadas a la
demanda exógena: directamente conectadas las básicas e indirectamente las no básicas" (Larkin y Peters, 1983 :65-66).
A pesar de su importancia, otras perspectivas consideran que "... es muy simplista en sus ideas asumidas (por ejemplo, no tiene en cuenta
las relaciones Inter.-industriales), pero ha servido para la fundación de un gran tratamiento de formas de análisis económico regional (Johnston
et al., 198 1:90-91).
La validez del argumento Último no significa o no debe ser entendido como noción negativa de la teoría. En este sentido, merece apuntarse
la posición siguiente. Es un serio error enfrentar el conocimiento teórico"-metodológico desde perspectivas hipercríticas; una teoría o un método
no debe ser juzgado a través de los contenidos que ofrecen otros. De aquí se desprenden las dos aseveraciones que se relacionan a
continuación:
─Ninguna teoría o método sirve completamente, pues significan prismas o medios parcializados que e{ propio ser humano elabora para
conocer la realidad.
─Toda teoría y método sirve plenamente al ejercicio de la investigación científica ya que su utilidad selectiva depende del problema de una
investigación determinada.
Esta comprensión, al flexibilizar las actitudes académicas, permite al investigador explorar un mismo fenómeno desde perspectivas
teórico-metodológicas diversas.
 . Teoría de la Aglomeración
….basada en la premisa de que la expansión de la manufactura en un país es atraída en forma desproporcional hacia los centros urbanos
mayores... La aglomeración de industrias resulta cuando los costos para las firmas son reducidos como resultado de la concentración conjunta
:.. Weber (1909) fue el pionero en estos estudios ... otros importantes ... sobre el desarrollo económico desde esta perspectiva teórica son, entre
otros, los de Haig y McCrea (1927), Lampard (1954), Perroux (1955), Boudeville (1966) y Thompson (1968) ... Esta teoría continua siendo un
elemento importante en investigaciones del desarrollo económico y la estructura urbana (Larkin y Peters, 1986:6; Johnston, 1983:143-144).
Esta plataforma de ideas ha sido, en su extensión, una de las que mayor reacomodo circunstancial ha tenido en el pensamiento geográfico.
El carácter discreto, selectivo y estratégico de las localizaciones económicas en el territorio ha favorecido que se personalicen otras teorías con
sus correspondientes códigos conceptuales, aunque intrínsecamente todas posean un mismo objeto conductor, el capital concentrado en un
mismo lugar. Las aglomeraciones económicas significan la diferenciación de (teoría de los) lugares centrales (Christaller, 1966) mediante
procesos de (teoría de la) polarización espacial (Boudeville, 1966) que, a su vez, pueden ser tildados, en su conducción político-económica,
como (teoría de los) polos de desarrollo (Perroux, 1955). Otras se relacionan también, pero desde la perspectiva de la (teoría de la) difusión
espacial y de la (teoría de la) dependencia que se establece (modelo) entre centro-periferia (Propin y Sánchez, 1997a:38).
 Teoría de los Grafos
Esta teoría se identifica con la rama de las matemáticas que investiga las propiedades de los diagramas topológicos simples, conocidos
como grafos. Éstos, en los estudios geográficos, se adoptan como soluciones que pueden representar redes geográficas mediante la
identificación de sus puntos terminales y de junturas y los enlaces entre éstos. En general, no son consideradas las longitudes de los enlaces
entre los puntos involucrados en la red.
Los términos técnicos usados varían, pero los elementos de un grafo consisten en vértices (vértices singulares, terminales, nodos, junturas)
y ejes (rutas, enlaces, bandas geográficas) que conectan a los primeros. El grafo, en general, puede ser utilizado de múltiples maneras. Esta
teoría fue empleada por primera vez en Geografía del Transporte por Garrison, Marble y sus asociados (Wilson, 1979). Es manejado para
caracterizar una red o nodos específicos a través de mediciones diversas como pueden ser el grado de conectividad, configuración,
centralidad y accesibilidad de un territorio. En la República Democrática Alemana representaba la plataforma básica de lo que denominaban
como "estructura de nodos y bandas geográficas"- ligada a la "estructura territorial de la economía"- (Goodall, 1987:197; Johnston et al.,
1981:139-140; Kind,1977:117-124).
Como simplificación de la realidad, se le atribuyen limitaciones a la teoría, en la medida que prescinde de las condiciones socioeconómicas
o accidentes naturales que gravitan sobre los vértices y ejes. A pesar de los juicios opositores a su empleo tocantes a su carácter mecanicista,
es innegable que esta teoría representa, como medio y no como fin cognoscitivo, un soporte investigativo valioso para evaluar la dinámica
funcional-económica y reconocer las paradojas territoriales que se suceden entre elementos (lugares, centros y nodos) y procesos
(centralización, conexión y difusión) que conforman la estructura territorial de la economía (Haggett, 1967; Haggett y Chorley, 1969; Kansky,
1973; Propin y Sánchez, 2001a). .
 Modelos Centro - Periferia
Son algunos de los modelos existentes que tratan el desarrollo económico como un conjunto de relaciones e interacciones entre centros,
usualmente áreas urbanas grandes, y territorios periféricos, compuestos, de manera primaria, de áreas rurales y asentamientos humanos
pequeños ... un mismo territorio puede tener varios centros y periferias ... a varias escalas geográficas pueden ser examinados como jerarquías
han sido tratados por diferentes autores e interpretados en forma diferente según sus ideologías dos de los pioneros en la aplicación de los
mismos son Myrdal (1957) Y Hirschman (1958) ... Estimulado por los trabajos de éstos, Friedmann (1973) investiga el desarrollo polarizado con
estos modelos (Larkin y Peters, 1983 :33-35).
Acerca de estos modelos existe una gran diversidad de posturas y matices interpretativos. Se definen también como representación de:
... la organización espacial de las actividades humanas basadas en la desigual distribución del poder en la economía y la sociedad. El centro
domina (aunque puede ser dominado desde el exterior) mientras la periferia es dependiente. Estas dependencias se estructuran a través de
relaciones de intercambio entre el centro y la periferia. El intercambio desigual, la concentración del poder económico, el progreso técnico y
las actividades económicas en el centro y su difusión de innovaciones productivas ayudan a mantener el flujo de valores hasta la periferia"
(Johnston et al., 1981 :54-55).
Esta modelación tiene márgenes sutiles que, aunque en su primera aproximación resulten poco evidentes, también forman parte de la
propia realidad. En tal sentido, conviene pensar en el carácter relativo de los centros y las periferias, de ahí que puedan resultar los centros
estrictos o de primer orden del poder económico y aquéllos intermedios o secundarios que, desempeñando un lugar central en sus contextos
nacionales, dependan de otros foráneos. Otro sentido es el de la vulnerabilidad económica de los centros, en la medida en que su existencia
depende de la periferia. En este orden de cosas, puede ser entendida la periferización del centro como su grado de dependencia a escala
planetaria; a la inversa, la centralización de la periferia informa del carácter relativamente dinámico e independiente de algunos territorios
estratégicos (Propin . y Sánchez, 2001 a: 159).
 .Concepción de Preferencia Espacial
Es la evaluación subjetiva, individual o grupal, de la atracción o deseo de alternativas espaciales como la ubicación residencial, los
destinos de vacaciones, los centros comerciales o las estrategias de migración. Estas preferencias se pueden jerarquizar y resumir en la
forma de mapas mentales de áreas. La estructura de las preferencias puede ser caracterizada en reprimidas, que involucran situaciones de
las que no se pueden tener ventajas o acceso a ellas, y las reveladas. Estas últimas pueden ser absolutas o relativas. En ambas participan
los tomadores de decisión, pero en las absolutas, éstos no perciben que tienen que hacer una elección, mientras que en las relativas se
aprecia, con evidencia, la necesidad de elegir. Las preferencias relativas pueden ser manifiestas o latentes. En las manifiestas, las acciones
se tomaron porque las oportunidades fueron favorables. En las latentes, la persona que va a elegir está conciente de sus posibles acciones,
pero no se llevan a cabo hasta que una necesidad aparezca (Goodall, 1987: 444-445; Figura 2).
El sentido que esta concepción puede adquirir en una investigación geográfica es particularmente interesante. No se plantea aquí el alcance
temático relacionado con la elección primaria de los lugares (preferencia espacial), competencia de actores sociales relacionados con 'los
grupos de poder económico, lo cual no significa que podría ser contenido de una investigación geográfica (por ejemplo, las vinculadas con los
trabajos de ordenamiento territorial en el sentido propositivo o alternativo en la elección de lugares), sino con la comprensión y dinámica regional
de un lugar específico o la comparación de varios localizados en un país o territorio prefijado. En tal sentido, se plantea el concepto de "espacio
preferencial o privilegiado", como aquél que ha recibido, en forma reiterada, flujos de capital y, por ende, son potencialmente atractivos para las
personas (Propin y Sánchez, 1998a:] 33-] 36). La existencia de lugares (territorios, municipios, ciudades) preferenciales del capital industrial,
maquilador, turístico y comercial conecta esta concepción, en forma directa, con teorías presentadas con anterioridad como: la "localización", la
"aglomeración" y el "modelo centro-periferia".
Figura 2. Preferencia espacial.
Estructura preferencial

Preferencias restrictivas Preferencias reveladas

Absolutas Relativas

Manifestadas Latentes

Fuente: Goodall, 1987 :444.

 Concepción de Interacción Espacial


La interacción espacial se entiende de las tres maneras interpretativas siguientes: (1) el movimiento de fenómenos de un lugar a otro; (2) las
interacciones humanas que .desde un lugar influyen en otros distantes; (3) los flujos de bienes, personas e información entre lugares. El
concepto fue introducido por Ullman en la literatura geográfica, quien para discutir las bases de la interacción espacial introduce tres términos:
complementariedad, oportunidad de intervención y transferibilidad (Larkin y Peters, 1983 :247).
La complementariedad se refiere a la situación de oferta y demanda necesaria que debe existir entre dos lugares. Antes de que ocurra la
interacción debe haber existido una oferta de algo en un lugar y una demanda de ese algo en- otro. La oportunidad de intervención concurre
cuando existe una fuente alterna y cerrada de complementariedad específica. La transferibilidad es el costo del movimiento de bienes y otras
cosas de un lugar a otro, medido en dinero o en tiempo. Ésta ha cambiado considerablemente en el tiempo con el desarrollo de las redes de
transporte y comunicaciones. Las interacciones espaciales ocurren cuando existen condiciones necesarias con respecto a la
complementariedad, las oportunidades de intervención y la transferibilidad. Estas bases pueden ser utilizadas para explicar patrones de
movimiento entre lugares y entender, al mismo tiempo, las razones por las cuales no acontecen interacciones entre algunas áreas (Ibid.:248).
Esta concepción no debe ser confundida con la de "interdependencia locacional", uno de los conceptos centrales de la teoría de la
localización industrial, que expone "... la decisión de localizar por parte de una firma está influenciada por las localizaciones elegidas y
propósitos políticos de sus competidores..." (Goodall, 987 :278). Años más tarde, aparecen otras perspectivas investigativas como:
a. Posturas sobre la interacción espacial más generalizadas que las originarias. En tal sentido, se diferencian tres grandes contenidos: a) el
factor distancia en la teoría de la localización; b) al factor distancia en la teoría de la migración económica y los modelos de difusión; c) los
modelos gravitacionales y potenciales (Olson, :73: citado en Goodall, 1987:249).
b. Posturas interpretativas particulares sobre la interacción espacial. En este orden de cosas, ésta es valorada en relación con la escala
geográfica y el nivel de desarrollo económico de los lugares que interactúan y se selecciona uno de éstos como objeto de estudio; las escalas
local, micro, meso, macroregionales y globales están referidas al lugar investigado. En correspondencia, se plantean las expresiones
conceptuales alcance (escala geográfica) y dependencia (nivel económico) regional; éstas han sido utilizadas en investigaciones sobre
asentamientos rurales localizados en territorios deprimidos y centros turísticos importantes (George, 1980:326; Huerta y Propin, 2000:98;
Sánchez y Propin, 2002b).
El proceso de globalización económica puede ser aprehendido desde estas posturas teóricas, toda vez que representa la perspectiva
ancestral y esencial del pensamiento geográfico; abordar los lugares, no sólo en su individualidad, sino también bajo el carácter relativo del
"principio de lo universal". En este orden de cosas, "globalización" no señala una teoría independiente, sino un concepto nuevo que se emplea
para reconocer al proceso de interacción espacial que se caracteriza por su celeridad, intensidad y complejidad social.
 Teoría del Espacio Geográfico en los Estados Subdesarrollados
Su autor, Milton Santos (1973,1989), articula un cuerpo teórico que sirve para revelar y entender lo que acontece en este tipo de países.
Los postulados teóricos son:
─La necesidad de aprehender el "espacio geográfico" como expresión concreta de total competencia social a diferencia del "espacio
económico", abstracto y selectivo, en lo tocante a intereses empresariales y esfuerzos de planificación.
─Las características específicas de la organización del espacio en los estados subdesarrollados son: la discontinuidad en tanto que se
organizan y reorganizan en función de intereses lejanos, extrapolable, en no pocos casos, a escala mundial; la inestabilidad generada por las
fuerzas de modernización impuestas por el interior o el exterior, selectivas en sus formas y efectos puesto que no son acogidas al mismo
tiempo; la multipolarización relacionada con las influencias resultantes de los niveles de decisión.
Esta plataforma, retomada por diferentes autores con el propósito de sintetizar rasgos territoriales básicos de economías nacionales (Propin,
1993 :224; Propin y Sánchez, 200] a:] 50-] 54), amalgama un conjunto de posturas provenientes de teorías referidas con anterioridad. Su
novedad e interés yace en su carácter compilatorio y aplicado a condiciones socioeconómicas particulares.
 Teoria de la Asimilación Económica
La asimilación, como concepto, es originalmente utilizado en el campo de la Química y la Biología. Representa, con posterioridad, un lugar
importante en el pensamiento sociológico relacionado con el "... proceso por el cual las naciones o las comunidades, las subnaciones o minorías
dentro de ella se entremezclan y asemejan..." (Johnston el al., [ 98]). Esta expresión conceptual es reconocida en el pensamiento geográfico-
económico como eje cognoscitivo de una teoría.
Esta corriente emerge en el Instituto de Geografía de la Academia de Ciencias de la URSS en el decenio de los setenta y se desarrolla a
través de las investigaciones vinculadas con la planificación regional. Entre sus representantes principales se encuentran Privalovskaya (1971 y
1982), Kantsebovskaya y Runova (1973 Y 1987), que se distinguieron por sus estudios sobre la utilización racional de los recursos naturales en
territorios con niveles y tipos distintos de asimilación económica. Ésta es asumida en otros países debido a su interés científico y práctico. En
este sentido, se presenta en Cuba como parte de las investigaciones relacionadas con la elaboración de su nuevo Atlas Nacional en lo
concerniente a la revelación de los niveles y tipos de asimilación económica (Propin, i 989). Por su parte, México también la asume durante la
preparación de su atlas nacional, en lo que concierne a los niveles de asimilación económica del territorio (García de Fuentes y Fernández,
1990; García de Fuentes, 1993).
Al tiempo que estos estudios se descontinúan en Moscú y La Habana por razones diversas relacionadas con el haber investigativo de sus
iniciadores, en México encuentra condiciones académicas favorables en el Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de
México, donde se desarrollan nuevos postulados teóricos y otras soluciones metodológicas (Galindo, 2000; García de Fuentes, 1999; García-
Amaral, 2001; Hermosillo, 1998; Juárez, 1999 y 2000; Mendoza, 2001; Propin y Sánchez, 1996, 1997a, 1998b; Sánchez y Propin, 1999b, 2001;
Sánchez el al., 1999; Reyes, 1997, 2000; Sánchez-Crispín, 2002).
El contenido de la Teoría de la Asimilación Económica se identifica con los problemas de aprehensión del "... grado de dominio que se tiene
de un territorio..."; se asevera que la asimilación económica es "... una interpretación de las correlaciones entre la economía y la naturaleza
como enfoque que permite sincronizar los esquemas de regiones físico-geográficas y económicas" (Zailsev, 1972, citado por Kantsebovskaya y
Runova, 1973; Privalovskaya, 1982; Propin y Sánchez, 1996).
La teoría adquiere nuevos. incentivos debido a su correspondencia con una de las direcciones del pensamiento geográfico que el National
Research Council (1997) prioriza en la actualidad; la revelación de los desequilibrios y dinámicas en sistemas complejos. De manera colateral, la
misma fuente afirma que los modelos para representar al "comportamiento caótico" de los parámetros tiempo/espacio deben ser consistentes
con observaciones empíricas y construcciones teóricas; subraya la necesidad de desarrollar métodos más efectivos de visualización que
abarquen los cambios endógenos de los territorios y la influencia de los agentes exógenos.
En sentido general se diferencian tres vertientes cognoscitivas: los niveles, los tipos y los grados de asimilación económica del territorio
(Figura 3).
▬ Nivel de asimilación económica
Significa la expresión medible del proceso de interacción de diversos factores como los naturales, sociales, culturales, económicos y
políticos; causantes de la "situación geográfica" de un territorio determinado (Privalovskaya, 1982). Los niveles representan una imagen
intelectual que facilita entender y explicar las similitudes y diferencias que acontecen entre distintos territorios a una escala geográfica
previamente seleccionada (Propia y Sánchez, 1998b:60; Figura 3).
Los niveles de asimilación económica, como resultados del empleo de un método de tipificación, pueden ser representados en un mapa que
se distingue por el uso del fondo cualitativo como expresión metodológica, con base en la división político administrativa (Mendoza, 2001:65) o
de las falsas isolíneas (Propin y Sánchez, 1998b:64).
Figura 3. Vertientes cognoscitivas de la teoría de la asimilación económica.
Teoría de la asimilación económica

Nivel de asimilación Tipo de asimilación Grado de asimilación


económica económica económica
La medición de las La especialización- La dinámica temporal de
desproporciones diversificación de la los niveles y tipos
territoriales economía territorial

Fuente: Elaborado con base en Privalovskaya, 1982; Propio, 1989; Propio y Sánchez, 1997b, 1998c.

▬ Tipo de asimilación económica


Se reconoce como tal al "... proceso productivo principal que determina la actividad económica en el territorio que se examina." (Zaitsev,
1972: citado por Kantsebosvskaya y Runova, 1973). En lo fundamental, los trabajos iniciales centraron su atención en las proporciones
sectoriales primaria y secundaria (Propin y Sánchez, 1997b), aunque el creciente proceso de terciarización de la economía en el mundo acarreó
la incorporación del sector terciario (Juárez, 1999:43-83; Propin y Sánchez, 1997a).
▬ Grado de asimilación económica
Esta vertiente investigativa trata la correlación entre los niveles y los tipos mediante la perspectiva temporal. Los resultados que se
obtienen son provechosos debido a la revelación de conocimientos complejos que interesan, en especial, a la práctica social. Sin embargo, es la
menos tratada por el grupo de investigadores relacionado con la teoría.
La consideración correlacionada entre dos cortes de tiempo, uno inicial y otro final, demanda la utilización de estadísticas seriadas. Esto ha
limitado la proliferación de esta pauta de estudio, ya que la inexistencia de los datos requeridos, en ocasiones, o su desigual registro en
momentos distintos, en otras, impiden u obstaculizan la comparación en el tiempo. Otra dificultad es la estabilidad de las unidades territoriales
de referencia. Los cambios o modificaciones en las divisiones político-administrativas, como patrón territorial preferencial de esta- orientación
teórico-metodológica, representan, en buena medida, dificultades para su adopción como alternativa de investigación.
Los grados de asimilación económica se revelan a través de la más compleja de las tipologías, la espacio-temporal. En este orden de cosas,
se introduce el concepto de tipo de cambio para calificar la celeridad de los procesos territoriales.
La Regionalización Económica
La "cuestión" regional se encuentra ligada con la evolución del pensamiento en Geografía económica. La región, como expresión espacial
limitada en cualquiera de las nociones cognoscitivas, está presente tanto en el nivel del aprendizaje, como en el investigativo, aunque, en
sentido amplio, desempeña un papel sustancial como parte insoslayable de la vida cotidiana y como distinción inseparable de la naturaleza, la
economía, la sociedad y sus múltiples interacciones.
La aprehensión necesaria de la Teoría de los Límites
El conocimiento filosófico clasifica a la regionalización económica como teoría particular, ya que se relaciona y responde directamente a una
de más generales del pensamiento humano, la Teoría de los Límites.
El ser humano para poder interactuar en el espacio geográfico necesita patrones mentales mediante los cuales pueda registrar los objetos y
fenómenos que lo rodean. Esta codificación humana se vincula, entre otros procesos, con el reconocimiento de sus movimientos territoriales y
de las relaciones entre fenómenos que acontecen a su alrededor y que, a mayor o menor distancia, lo afectan. Tal codificación lleva implícita
referencias conceptuales como origen-destino, salir-entrar, norte-sur, exportación-importación, emigración-inmigración, espacios ganadores-
perdedores, entre muchos otros, que abstraen diferencias e interacciones regionales (Propin y Sánchez, 2001 a: 149; Propin, 2002:642).
En este orden de ideas, se reconoce a la regionalización de un territorio (los geógrafos soviéticos de los años sesenta lo entendían como
espacio delimitado por funciones politico-administrativas) como una necesidad humana que facilita, no sólo el control de los recursos por aquella
parte de la sociedad que detenta el poder, sino la orientación y organización de todos los entes sociales; la regionalización político-
administrativa es la que ocupa el papel rector y conductor de las actuaciones sociales.
En correspondencia, todo movimiento queda referenciado y enmarcado por límites que han sido previamente prefijados. Las acciones de
salida o entrada se reflejan como acontecimientos reales sólo cuando se traspasa un límite, cualquiera que sea su denominación. La sociedad,
principalmente los grupos de poder, es la responsable de fragmentar o compactar al espacio geográfico o de fortalecer o debilitar la presencia
de determinados límites estratégicos como los fronterizos.
La "región "; ¿obstáculo para el conocimiento geográfico?
En los años setenta, la evolución del pensamiento regional experimenta un importante momento cuando se critica, con vehemencia y con
argumentos significativos, a la "región", al considerarla “….concepto-obstáculo para el conocimiento geográfico" (Lacoste, 1977). En este
momento aparece, de manera implícita, una nueva posición teórico-metodológica, que aparentemente da al traste con la plataforma clásica del
estudio regional. Es de interés apuntar aquí que la exposición se focaliza en la crítica acérrima de la "región de los geógrafos" reproducida
mediante el modelo vidaliano, sin considerar otras posteriores como las de Pierre George.
En este orden de cosas, cabe cuestionarse, ¿cómo, entonces, acoger los conceptos de espacialidad diferencial y conjuntos espaciales de
Lacoste?, ¿deben ser entendidas estas concepciones como la más acabada abstracción del espacio geográfico, en tanto novedoso
conocimiento que niega a los anteriores? Las respuestas pueden ser variadas, todo depende del grado de identificación que se tenga con las
posturas del autor referido.
Es indudable el interés e importancia, científica y práctica, de los conceptos referidos como representaciones intelectuales de lo que
acontece en el espacio geográfico. Pero ello no implica omitir el nexo metodológico que se establece entre el pensamiento abstracto y la
realidad espacial. Si bien es sensible el aporte conceptual, v válido para fenómenos continuos y discretos, el metodológico queda soslayado de
manera explícita, a pesar de la exposición interesante que Lacoste realiza acerca de las escalas geográficas. De haber ocurrido esto, se
hubiese revelado que las vías metodológicas para determinar los "conjuntos espaciales" coinciden con las ya reconocidas en el pensamiento
regional. Los "conjuntos", al reflejar "partes" del "todo", el espacio geográfico, tienen ante sí el dilema clásico de la aprehensión regional,
homogénea o funcional, de un fenómeno natural o humano.
Los argumentos del pensamiento regional
La creación de la comisión sobre "Problemas de la Regionalización Económica" durante el XIX Congreso de la Unión Geográfica
Internacional, celebrado en Estocolmo en 1960, fue un importante paso en el saber geográfico regional. El trabajo desempeñado en ésta y las
reflexiones realizadas por su presidente, profesor Dziewonski (1964), posibilitaron acumular los comentarios y observaciones siguientes:
─ Se compilaron concepciones y criterios de utilidad cognoscitiva, pero se soslayó, de manera conciente o no, el debate acerca de la génesis
de las actitudes y posiciones que se perfilaban como antagónicas entre los especialistas dedicados a los trabajos sobre regionalización.
─ En particular, representantes de la URSS expusieron, con énfasis, las condiciones propicias de una economía socialista en la solución de los
problemas regionales, al tiempo que planteaban una crítica subestimativa al pensamiento regional emergido e impulsado por especialistas de
otros países, cuyas investigaciones fueron enjuiciadas como "... de rol insustancial para la vida económica" (Alampiev, 1964).
─ Se comprueba que, en los trabajos publicados, existen contrastes conceptuales correspondientes con las individualidades de los contextos
nacionales (Cuadro 1).
A pesar del trabajo de la Comisión hasta su desaparición en 1968 "... queda abierta la discusión referente a la existencia objetiva de las
regiones..." (Dziewonski el al., 1964) y"... su procedimiento de delimitación..." (Hönsch, Lavrov y Sdasiuk, 1986: 31-32).
En general, se percibe una comprensión desigual de la cuestión regional en dos direcciones: la primera definida alrededor de la "Ciencia
Regional" de la escuela estadounidense y la segunda inducida por la "Teoría de la Regionalización Económica" de la escuela soviética de ese
momento.
Esta generalización cognoscitiva reconoce la necesidad .de revelar manifestaciones concernientes al origen de las posiciones teórico-
metodológicas referidas, aprehendidas en lo común como "diferentes" por diversas razones que se relacionan a continuación.
Cuadro 1. Expresiones conceptuales como indicador de posiciones teórico-metodológicas distintas
País Autor Denominaciones regionales
URSS P. M. Alampiev  Grandes regiones económicas.
 Regiones económicas políticas.
 Regiones Económicas locales.
México A. Bassols-Batalla  Regiones económicas
 Zonas económicas
República Federal S. Schneider  Regiones económicas
Alemana  Subregiones económicas
Canadá N Nicholson y R. T Gadija  Provincias
 Regiones económicas provinciales.
 Localidades de mayor importancia.
 Localidades menores (aprox. 500
Hab.)
Países Bajos H.J. Keuning y A. C. de  Regiones geográfico-económicas
Vooys.  Subregiones geográfico-económicas
Fuente: Elaborado con base en Alampiev, 1964; Bassols, 1967; Keuning y de Vooys, 1964: Nicholson y Gadja, 1964;
Schneider, 1964.

─ La Ciencia Regional
A pesar de que algunos autores (Saushkin, ] 965; Capel y Urtega, (1982) coinciden en calificarla como un fracaso al extraer a la economía de la
esencia de la región, idealizándola y elevándola consecuentemente "al absurdo" de su existencia real, la Ciencia Regional se valora aquí como
el centro académico donde confluyó el conjunto anterior de teorías económico-espaciales y de nuevas posturas y soluciones teórico-
metodológicas que permanecen hasta la actualidad.
En tal sentido, se reconoce el empeño estadounidense no sólo de sistematizar el saber acumulado por las escuelas de Alemania, Francia e
Inglaterra, sino también de .someterlo a la crítica Científica como evolución del pensamiento regional antecedente. Ejemplos de ello son las
teorías relacionadas con los problemas locacionales de la economía como las de von Thünnen (1875) en la producción agropecuaria y las de
Weber (1923), Predöhl (1928), Palander (1935) Y Hoover (1937) en la producción industrial y con los sistemas de asentamientos urbanos y el
desarrollo regional como las de Christaller (1933) y Lösch (1944).
Walter Isard, principal representante de la Ciencia Regional, junto a otros como Robert Platt, Howard Odum y Benton Mackage comienzan a
organizar este movimiento en los años treinta, que con auge aún hoy, en su dimensión metodológica en tomo al análisis regional, posee una
acentuada repercusión en diferentes países, calificada en forma inflexible por algunos como “…computarización del desarrollo regional..." y "...
de metódica sin metodología..." , (H6nsch el al., 1986:37 y 40).
La definición del concepto "región" y sus vías de delimitación siguen representando contenidos controversiales en medios geográficos. "En
1938, Odun y Moore '" recogen 40 definiciones sobreregión, como una indicación de la gran diversidad de .. este término. ¡Cuántas definiciones
habrá hoy día!" (Guevara, 1977: J 5).Debido a su interés académico, se presentan las perspectivas cognoscitivas siguientes:
a. Definiciones seleccionadas
─ Una región es un área delimitada en base a la homogeneidad de la tierra y de su ocupación (Platt, 1928, citado en Guevara, 1977).
─ Una región es un área de cualquier tamaño, con cualquier tipo de homogeneidad según el criterio o criterios seleccionados para definida y
en la cual existe cierta cohesión, dada por las relaciones espaciales acordantes entre los fenómenos allí seleccionados (Wittlesey, 1954). El
término acordante significa que, al menos, dos fenómenos geográficos coinciden en continuidad (que coexisten extensivamente) en un
espacio dado. La acordancia da sentido a la región, pero no implica relaciones causales entre los fenómenos considerados (Guevara,
1977:9).
─ Una región es un espacio preciso pero no inmutable... que responde a tres características esenciales: los vínculos existentes entre sus
habitantes, su organización en torno a un centro dotado de cierta autonomía y a su integración funcional en una economía global (Kayser,
1980).
─ La región es un cuadro espacial de actividades humanas, heterogéneo pero coherente, organizado por un centro: la metrópoli regional
(Juillard, 1962).
─ La región es la manifestación espacial de una clasificación geográfica (Bunge, 1966).
─ La región es un área caracterizada por unas actividades comunes, intereses ligados y organización adecuada merced a las
comunicaciones que la enlazan a los centros urbanos (Dickinson, 1961).
Este último autor expone, en relación con los límites regionales, razonamientos de interés particular:
…. no es preciso destacar demasiado la vaguedad de los límites territoriales de la región. En la vida corriente hay muchas ocasiones
de comprobar con exactitud un límite regional, por ejemplo, cuando nos referimos a una frontera política existen de antaño o a una barrera
física manifiesta.
Asimismo, califica a la regionalización como "… rasgo fundamental de la organización de nuestra vida nacional centrado en el problema
regional... jerarquía de áreas de administración local, no como fragmentos aislados, sino como partes de un plan nacional (lbid.)
A pesar de los contenidos singulares entre las definiciones presentadas e ideas significativas como las relaciones espaciales acordantes
entre los fenómenos de Wittlesey, la integración funcional en una economía global de Kayser, la visión gnoseológica de con Bunge y las
nociones cognoscitivas de Dickinson, en todas aparece un fondo común al relacionar, en mayor o menor medida, a la región con elementos de
la estructura económica y social.
b. Criterios reconocidos para la delimitación regional
Las clasificaciones elaboradas por Wittlesey (director del Comité de la Asociación de Geógrafos Americanos en 1954) se califican aquí como
las de mayor trascendencia académica. Éstas admiten clasificar a las regiones según:
─ la cantidad de criterios en simples, múltiples o totales
─ el tipo de criterio en uniformes-formales o funcionales
Éstas han sido fuentes de referencia y objeto de modificaciones lo adecuaciones consecutivas que han dado como resultado una
proliferación significativa de formas de clasificar a la región. Las denominaciones de mayor notoriedad se resumen a continuación.
─ Regiones: uniformes-formales (Wittlesey. 1954) u homogéneas (Guevara, 1977).
─ Regiones: funcionales (Wittlesey, 1954), nodales (Maackinder), polarizadas (Boudeville, 1966) o de interdependencia (Friedmann,
1973).
─ Regiones: de planificación o región plan, reconocidas por Guevara (1977) como mezcla de los tipos de regiones anteriores y por
Hönsch et al. (1986) como enfoques entrelazados de una política regional de los estados monopolistas.
Al respecto, adiciona que las regiones homogéneas pueden ser entendidas como .".. la visión estática de un sistema económico... en la
medida que la funcional se relaciona con la dinámica espacial". Interesado en esta discusión, expone su perspectiva conciliatoria al nombrar a
ambas posiciones, la homogénea y la funcional, como "caras" de un mismo problema.
Los autores referidos, con mayor o menor evidencia, llegan a reconocer la importancia científica y práctica de las regionalizaciones
económicas, en particular las relacionadas con las divisiones político-administrativas, calificadas como "... armazón básica de toda acción"
(Juillard, 1963).
─ La Teoría de la Regionalización Económica
El centro de esta dirección, la escuela geográfica soviética, se distingue por su enfoque filosófico. Al indagar sobre las posiciones de estos
representantes, se halló que:
El primer ejemplo histórico de la correlación entre el concepto regional y la división territorial-social del trabajo puede ser encontrado en
los estudios de Lenin concernientes al desarrollo del capitalismo en Rusia (1898). Éste califica al país como principalmente agrícola y
estructural mente subdesarrollado, sus regiones económicas fueron definidas como áreas resultantes del desarrollo de la división
territorial-social del trabajo (en condiciones del nacimiento de relaciones capitalistas de producción) en donde se iba hacia una
transformación específica de la estructura económica y especialización de la producción comercial de artículos concretos (Dziewonski et
al1964)
Por su parte, los geógrafos soviéticos elaboraron definiciones disímiles acerca del concepto "región económica" que relacionan, con
frecuencia, contenido sobre la especialización de la producción y la complejidad de la economía (Ogariov, 1861; Semionov, 1880, citado en
Instituto de Geografía, 1981; Alexandrov, 1921, citado en Instituto de Geografía, 1981; Gladky, 1974).
Nimmik (1970) realiza aportes cognoscitivos relevantes sobre la regionalización al referir que desde "... las primeras obras de Baranski, la
regionalización tiene (referido a la Geografía económica) un significado de categoría fundamental de la generalización! territorial, la clasificación
y la tipología". En otro sentido, reconoce que, en la evolución de estos estudios en la URSS, tuvo especial connotación la obra de Rodoman
donde se define a la regionalización como una categoría de la Geografía teórica al alegar que "... la formación de regiones se da como proceso
objetivo de la diferenciación geográfica global; la regionalización es reconocida como la ley geográfica de la discrelización de superficies"
(Nimmik, 1970).
En este orden de cosas, Thürmer (1983a: 181), geógrafo destacado de la República Democrática Alemana, sintetizó los cuatro significados
de regionalización siguientes:
a. Como un proceso de la realidad objetiva, ocurre a través de patrones regionales diferentes del desarrollo económico y social.
b. Como un estado de la realidad objetiva, denota los resultados de procesos pasados o recientes en la diferenciación regional del desarrollo
económico y social referida líneas arriba.
c. Como un proceso cognoscitivo, significa la agrupación de unidades básicas dentro de un territorio dado de acuerdo con una o varias
cualidades correlacionadas.
d. Finalmente, como un resultado cognoscitivo, refleja disyuntiva y jerárquicamente la organización de unidades básicas territoriales
pertenecientes a regiones de diferentes niveles, las cuales pueden ser llevadas a un mapa.
Al mismo tiempo, reconoce que estos cuatro significados se entremezclan en la práctica social y su distinción sólo responde a criterios
formales vinculados con su aprehensión cognoscitiva.
Nimmik (1970:9) acude a la Teoría del Conocimiento para abordar el problema desde una perspectiva novedosa y define a la regionalización
económica como una teoría que tiene como fundamento .
.. la discretización superficial científicamente sistematizada de un territorio asimilado por la sociedad y llevada a cabo sobre la base
de la generalización de diferentes combinaciones, correlaciones e interdependencias de todos los eslabones que componen la
reproducción social.
Esta definición fue la que tuvo mayor incidencia académica en el propio contexto soviético (Alayev, 1986; Privalovskaya, 1971) y en los
países con los cuales se mantenía una colaboración científica en Geografía (Bassols, 1967; 1979; 1981 Y 1990; Propin, 1989 y 2002; Propin y
Thürmer, 1986; Propin y Sánchez, 2001 a; Propin y V ázquez, 2001). Mashbits, figura prominente de los geógrafos económicos soviéticos entre
los años sesenta y noventa, se proyecta con similar postura al tratar la importancia y alcance social de la Teoría de la Regionalización
Económica en conferencias impartidas en La Habana durante 1989. .
En relación con el problema metodológico de la revelación, de los sistemas regionales, Nimmik señala la necesidad de diferenciar "dos
niveles: el ontológico y el gnoseológico que, aunque dinámicamente relacionados, poseen funciones distintivas.
Define a la regionología ontológica como aquella que sigue:
….el mecanismo y las fuerzas motrices de la formación del sistema de regiones económicas ... el límite de las regiones, en este
sentido, pasa por aquellos lugares donde la recargas socio-económica entre dos núcleos vecinos de la formación regional es mínima
(Nimmik, 1970: 1-3).
Identifica a la regionología gnoseológica como:…
.... el reflejo científico, la revelación y el conocimiento de los sistemas de regiones económicas que se formaron en la realidad objetiva
... de tal modo que, el límite de una región pasa por allí donde las propiedades más típicas para una región, pierden su :significado y
constituyen el valle más profundo entre las montañas de los territorios vecinos ... donde una propiedad sintética pierde su significado y
comienza a aumentar el de otra …en tal, sentido] los límites entre las regiones son una generalización territorial (lbid.).
Al mismo tiempo, este, autor reconoce que:
… ambas dimensiones, particularmente en la etapa del conocimiento de los sistemas regionales, son difíciles de distinguir. La
ontogénesis de las regiones económicas es reconocida a través de leyes y regularidades, o sea por medio de la generalización y I
abstracción científica y esto es' ya la esfera de la regionología; gnoseológica.
Los representantes de esta perspectiva regional se adentran en los problemas de la clasificación de las regiones mediante expresiones, en
preferencia, metodológicas: En este sentido, le dan prioridad a la forma-acción (regionalización) por sobre el contenido sustantivo (región). Al
mismo tiempo, establecen una relación entre la génesis y complejidad del fenómeno espacial en su manifestación regional (subsistemas natural,
económico y social) y sus múltiples interrelaciones (valoraciones entre subsistemas que integran el sistema general, como expresión
metodológica del espacio geográfico) desde posiciones del materialismo dialéctico. Esto se traduce, durante el ejercicio de investigación
científica, en una dinámica de trabajo singular, donde las regionalizaciones y, por ende, las regiones son calificadas de acuerdo con la parte de
la realidad objetiva que reflejan (Cuadro 2).
El carácter relativo entre el análisis y la síntesis adquiere un papel esencial en la lógica de trabajo presentada con anterioridad: se puede
regional izar "en profundidad" cuando la acción investigativa se dirige hacia contenidos particulares (regionalización/regiones fitogeográficas; de
los servicios educacionales) o "en relación" cuando se concentra la atención en las correlaciones espaciales entre fenómenos de un mismo
subsistema o subsistemas diferentes (regionalización/regiones bio-climáticas; agro-industriales; potenciales para la expansión de un cultivo,
etc.).
El mecanismo cognoscitivo, ejemplificado en los subsistemas, puede aumentar en complejidad informativa al relacionar elementos del
"sistema general". Privalovskaya (1971) sintetiza, en sus investigaciones, los dos ejemplos de regionalizaciones que reflejan los fenómenos
interrelacionados siguientes:
a. La regionalización de los objetos naturales evaluados desde el punto de vista de sus valores para la economía. Identifica entre otras, a
la regionalización natural con fines del desarrollo agropecuario y la del mejoramiento de las condiciones naturales según requerimientos
de una actividad productiva determinada.
b. La regionalización de los objetos naturales y económicos examinados en sus correlaciones. Entre los ejemplos que distingue están la
geológico-económica y la agro-climática.
Con estas posiciones emerge el enfoque de sistemas y el concepto de "tipo de regionalización/regiones", relacionados con el todo, partes o
subpartes del espacio geográfico. También con esto se liga el criterio del grado de complejidad de las regiones; aquéllas identificadas como
parciales concentran su interés en "fragmentos" de un subsistema como el agrícola, mientras que las denominadas complejas se refieren a los
esquemas de relación entre elementos de subsistemas diferentes como la agro-climática. Sin embargo, no es posible identificar con absoluta
certeza ambos niveles en la práctica, si no se precisa, de antemano, el patrón que se toma como referencia valorativa. Tanto la simplicidad y la
complejidad, como el análisis y la síntesis, poseen un carácter relativo.
Cuadro 2. Dinámica conceptual e investigativa
Subsistemas Denominaciones conceptuales características
reconocidos Analíticas Sintéticas De mayor
relativas relativas Síntesis
Regionalización/Regiones Regionalización
geomorfológicos /
Regiones
Naturaleza Regionalización/Regiones Regiones
climáticas Físico-geográficas Regionalización
/
Regionalización/Regiones Regiones de riesgo
biogeográficas
Regionalización/Regiones
agrícolas Regionalización
/
Economía Regionalización/Regiones Regionalización Regiones potenciales para
Industriales / la expansión agrícola
Regiones económicas
Regionalización/Regiones
turísticas Regionalización
/
Regionalización/Regiones Regiones de difusión
Sociedad demográficas natural-social
Regionalización de
/ enfermedades
Regionalización/Regiones Regiones sociales
urbanas
Regionalización/Regiones
culturales
La omisión de este saber conciliatorio acarrea contradicciones antagónicas entre quienes se dedican a las investigaciones regionales; un
mismo esquema de regionalización puede ser clasificado por unos como simple y parcial, mientras que otros lo tildan de complejo y final. Ambas
dimensiones pueden ser válidas al mismo tiempo, en tanto dependen de las imágenes referenciales que prefije, conciente o inconscientemente,
el que evalúa.

1.E OVERBEEK, Johannes


Historia de las Teorías demográficas
Edit. Fondo de Cultura Económica, México, 2006
Págs. 244-261

Subtema 1.4.3 Desarrollo y población, doctrinas socio-demográficas.

XII. TEORÍAS DE LA POBLACIÓN DE LA ÉPOCA ACTUAL


Lo malo de la sobrepoblación es que la gente se ve obligada a sembrar cereales en las cimas de las
montañas y a utilizar bancos de arena e isletas. Todos los bosques antiguos de Szechwan han sido cortados,
y las tierras madereras de las regiones aborígenes se han dedicado al cultivo. Y ni así hay bastante para
todos. Esto prueba que están agotados los recursos del Cielo y de la Tierra.
Wang Shik-To, 1856
ANTES DE concluir, convendrá corregir algunas de las omisiones referentes al periodo posterior a la segunda Guerra Mundial. Los capítulos X y
XI son sin duda deficientes.
Es imposible presentar aquí una reseña exhaustiva de las ideas de todos los teóricos que han hecho aportaciones importantes sobre
el tema de la población durante la posguerra. Tal tarea llenaría con facilidad otro tomo. En este capítulo sólo trataremos de presentar en forma
resumida algunas de los autores contemporáneos influyentes de esta larga línea de desarrollo que no hemos mencionado todavía, Es claro que
la cobertura del capítulo dista mucho de ser completa. Nos ocuparemos en primer término de los autores que han investigado los determinantes
económicos de la fecundidad.
CONTRIBUCIONES AL ANÁLISIS ECONÓMICO DE LA FECUNDIDAD
a. LEIBENSTEIN
En su libro clásico titulado Economic Backwardness and Economic Growth, publicado en 1957, presenta Leibenstein el primer marco teórico
consistente para la explicación del tamaño de la familia.1
Se supone que los padres pueden y quieren hacer un cálculo aproximado de los costos y los beneficios de la procreación.
Presumiblemente, los padres dejarán de tener hijos cuando la utilidad o la satisfacción de un nuevo hijo se iguale exactamente a la des utilidad
o la satisfacción negativa.
Leibenstein distingue tres tipos de utilidad generada por los hijos para sus padres. 2 Primero, los hijos son una fuente de placer para la
mayoría de, los padres; en este sentido, los hijos podrían considerarse como bienes de consumo. Segundo, los hijos tienen valor como agentes
productivos, sobre todo en un ambiente más tradicional y rural. Pueden ayudar en el predio de la familia, o trabajar fuera de la casa y contribuir
al ingreso familiar. Tercero, los hijos pueden proveer un seguro contra la ancianidad o la enfermedad.
Los costos del hijo adicional se dividen en dos categorías. El primer grupo está integrado por los costos directos experimentados por
los padres, como la alimentación y la vivienda. Los costos de oportunidad, o costos indirectos, integran el segundo grupo. Leibenstein se refiere
en particular a las oportunidades sacrificadas por la esposa en relación con el ingreso que podría ganar mientras sus obligaciones de crianza de
los niños le impiden unirse a la fuerza de trabajo.
El progreso económico y la modernización generan normalmente un aumento en el ingreso per capita, una tasa mayor de
supervivencia, y un nuevo ambiente ocupacional caracterizado por el incremento de la especialización y la movilidad. Todos estos factores

1 1H. Leibenstein, Economic Backwardness and Economic Growth (Nueva York: Wiley y Sons, 1963), 295 pp. El profesor Leibenstein enseña ahora en la Universidad de Harvard.
2 Ibid., p. 161.
afectan los costos y los beneficios del hijo adicional en forma distinta. 3 Leibenstein postula que la utilidad del hijo adicional como bien de
consumo permanece más o menos constante al aumentar los ingresos reales per capita, pero disminuye su valor como agente productivo y
como fuente de apoyo en la ancianidad. En cambio, aumentan los costos directos e indirectos de la crianza de los hijos. Deberá invertirse más
en el adiestramiento y la educación formal de los hijos. Además, a medida que cambia el marco económico, se vuelven más abundantes las
oportunidades para que las mujeres perciban ingresos, sobre todo en las etapas más avanzadas del desarrollo económico.
Una tasa de supervivencia mayor (derivada en parte del aumento del gasto en los hijos) parece incrementar los tres tipos de utilidad.
Como "bien de consumo" y como "bien de producción", los hijos generan un beneficio mayor para sus padres cuando aumenta su longevidad.
En virtud de que está limitada la edad que los padres pueden aspirar a alcanzar, esto es cierto sólo en el caso de una disminución de la
mortalidad de los grupos de edades bajas. Una mayor esperanza de vida reduce también los costos de los hijos porque se preserva una parte
mayor del esfuerzo y de los medios invertidos en su crianza.
El efecto principal del surgimiento de un nuevo ambiente ocupacional es que este ambiente tiende a elevar los costos directos e
indirectos del hijo adicional. Cuando aparecen la industrialización y la urbanización, la necesidad de más adiestramiento y educación formal
eleva el número de años que debe ser sostenido el hijo sin que contribuya a los ingresos familiares. Además, hay mayores posibilidades de
movilidad (Leibenstein se refiere aquí a la teoría de la capilaridad social de Dumont) para los padres como perceptores de ingresos. Como es
bien sabido, las familias pequeñas facilitan considerablemente la movilidad social y espacial. Por último, las mayores oportunidades para que las
mujeres encuentren empleo fuera de la casa aumentan los costos de oportunidad del hijo adicional.
b. BECKER
En su aportación al análisis económico del comportamiento reproductivo, trata Becker la demanda de hijos en forma análoga a la demanda de
bienes de consumo durables.4 Tomando como punto de partida la sociedad moderna, sostiene Becker que las parejas que dispongan de acceso
suficiente a los anticonceptivos adquirirán hijos como adquieren sus bienes de consumo durables tales como los automóviles. En una sociedad
moderna, los hijos aportan poco, si acaso, al ingreso familiar. En términos económicos son una carga. Pero poseen utilidad en el sentido de que
dan a los padres diversas clases de satisfacciones.
En su examen de los costos involucrados en la crianza de hijos, Becker distingue entre los costos que son más o menos involuntarios
y quedan fuera del control de la familia, como los costos de la alimentación, y los gastos en la calidad que son voluntarios. Estos últimos costos
permiten la crianza de hijos de mayor calidad, los que generan mayor utilidad para los padres a causa de su superioridad.
En el caso de los bienes durables, la mayor riqueza genera una demanda mayor de bienes durables tales como los automóviles o los
refrigeradores. La elasticidad-ingreso de la demanda de bienes durables es positiva. Lo mismo se aplica a los hijos. Cuando aumenta el poder
de compra de la familia, se eleva la demanda de hijos. Becker reconoce que la mayoría de los datos empíricos indican una relación inversa
entre el ingreso y la fecundidad. Los ricos tienen familias pequeñas, mientras que los pobres tienden a ser prolíficos. Una razón importante de
este fenómeno, dice Becker, es que las familias de altos ingresos tienen mayor acceso a los anticonceptivos, una variable que no consideran la
mayoría de los estudios empíricos. Si se tomara en cuenta esta variable, sería positiva la relación existente entre el ingreso y la fecundidad. Lo
que trata de demostrar Becker es que, en una sociedad donde sea completamente igual el acceso al conocimiento y los instrumentos de la
anticoncepción, prevalecerá una relación positiva entre el ingreso y el tamaño de la familia.
La segunda línea de argumentación del ensayo de Becker se refiere a la distinción existente entre la elasticidad de la cantidad y la
elasticidad de la calidad. La utilidad que proveen los bienes durables a sus consumidores depende en parte de su calidad. Una casa de mejor
calidad provee a sus propietarios más utilidad que una casa de menor calidad. Lo mismo se aplica a los hijos. El aumento de los ingresos no
aumenta sólo la demanda de hijos en términos de cantidad, sino también en términos de calidad. En teoría, todos los grupos de ingreso tienen a
su disposición hijos de calidad. alta y baja, pero los más ricos gastan voluntariamente más por hijo que las familias pobres (y Becker reconoce
que esto puede deberse en parte a la acción de la presión social). La experiencia demuestra, dice Becker, que la elasticidad de la demanda de
hijos en términos de cantidad es positiva pero pequeña, mientras que la elasticidad en términos de calidad es mucho mayor. Cuando aumentan
los ingresos, es posible que los padres decidan tener más hijos, pero lo que parece más probable es que la mayor parte del ingreso adicional
destinado a la adquisición de hijos se gaste en una crianza y una educación de mayor calidad. Por lo tanto, los incrementos del ingreso no se
traducen en una fecundidad mayor en la medida en que sería de esperarse a primera vista.
Según Becker, Malthus había sostenido que el aumento de los ingresos generaría una fecundidad considerablemente mayor. Las
parejas se casarían a edad más temprana y la mortalidad infantil disminuiría a causa de una alimentación mejorada. La introducción del
concepto de la elasticidad en términos de calidad y la demostración de su impacto descendente sobre la elasticidad en términos de cantidad
permiten entender mejor la conexión existente entre el ingreso y la fecundidad, de acuerdo con Becker. 5
La teoría de Becker ha sido ampliamente debatida en la literatura de la población. Duesenberry y Blake han observado que las parejas
no están realmente en libertad para determinar la calidad de sus hijos en el sentido en que tienen libertad para decidir sobre la calidad de los
bienes durables que consumen.6 En general, los hijos comparten el nivel de vida de sus padres. No pueden recibir una alimentación barata

3 Ibid., pp. 161-165.


4 G. S. Becker, "An Economic Analysis oí Fertility", Demographic and Economic Change in Developed Countries, Oficina Nacional de Investigación Económica (Princeton: Princeton
University Press, 1960), pp.
209-23l.
5 Ibid., p. 212.
6 Ibid., pp. 233-234.

J. Blake, "Are Babies Consumer Durables?" Population Studies, vol. XXII (mano de 1968), pp. 19-20.
mientras los padres comen platillos caros. Es también inconcebible que se dé a un hijo una cara educación formal y se provea al siguiente de
una educación barata, así como las familias compran a veces un primer automóvil caro y luego un automóvil más barato. Los padres se
encuentran grandemente presionados para gastar cantidades iguales en cada uno de sus hijos.
También se ha criticado a Becker por no incluir los insumos distintos del dinero implicados en la crianza de hijos de alta calidad. La
crianza de un hijo de calidad no requiere sólo fondos considerables sino también mucho tiempo. Dado que los padres de la clase media y media
alta tienden a involucrarse en gran medida en sus actividades profesionales, la atención personalizada que deben prestar a sus descendientes y
que consume mucho tiempo hace que disminuya rápidamente la utilidad marginal de los hijos. 7 Además se ha observado que Becker no incluyó
en su análisis la noción de los costos de oportunidad.
IMPLICACIONES FAVORABLES Y DESFAVORABLES DE LA EXPANSIÓN DEMOGRÁFICA
En la primera parte de esta sección reseñaremos brevemente los autores que subrayaron algunas de las consecuencias más favorables de la
expansión demográfica. La segunda parte se concentra en los autores que subrayaron los efectos negativos.
c. KUZNETS
En su libro titulado Modern Economic Growth, examina en primer término los países más desarrollados. Sin distinguir entre el crecimiento de la
población (un efecto) y la disminución de la mortalidad (una causa), Kuznets parece convencido de que el crecimiento lento pero positivo de la
población durante los últimos
200 años ha generado algunas ventajas para los países más desarrollados. 8 La composición por edades se ha modificado a favor del grupo
económicamente productivo. Además, la disminución de la mortalidad entre los jóvenes ha eliminado el desperdicio involucrado en la inversión
de esfuerzos y medios materiales e inmateriales en la crianza de hijos que mueren antes de llegar a la flor de la vida. Una reducción de la
mortalidad en todos los grupos de edad alarga también el periodo de productividad de los individuos. El aumento de la población dentro y fuera
de un país dado incrementa la capacidad de un país para obtener las ventajas de la producción en masa y la especialización. A través del
comercio internacional, un país podrá sumar otros mercados al propio. Además, una población más grande, bien educada y dotada de un alto
nivel de vida, podrá facilitar la formación del inventario de conocimientos útiles y productivos. En este terreno hay también algunas ventajas de
la escala. La eliminación de las fluctuaciones violentas de la tasa de mortalidad, combinada con un crecimiento demográfico constante, ha
estimulado a los empresarios para establecer empresas nuevas y aumentar la capacidad de las que ya se encuentran en operación. Un
mercado en expansión constante reduce también el castigo de los errores de la inversión que conducen a un exceso temporal de la producción
de un bien.
También merece atención el tratamiento que da Kuznets a la economía del comportamiento reproductivo. 9 No olvida Kuznets el hecho
de que el comportamiento de la fecundidad es el resultado de elecciones familiares donde se comparan con los costos los beneficios materiales
e inmateriales. En este marco pueden explicarse hasta cierto punto las tasas de natalidad más altas de los países menos desarrollados, afirma
Kuznets. En las sociedades campesinas, los hijos ayudan en el predio o se emplean productivamente en alguna otra cosa tras un breve periodo
de inversión. Los hijos se valorizan también como una fuente de seguridad. Además, en los países menos desarrollados están estrictamente
limitadas las oportunidades de trabajo.
Sin embargo, Kuznets no parece asignar gran importancia a este tipo de explicación. En su opinión, existen muchos factores no
económicos que interfieren en el proceso de toma de decisiones referentes a la procreación. Por ejemplo, existe el hecho de que la mortalidad
es todavía dos veces mayor en los países menos desarrollados que en los países más desarrollados. Si las parejas pensaran en términos de los
hijos sobrevivientes, la tasa de natalidad debiera ser dos veces mayor en los países menos desarrollados que en los países más desarrollados.
Una estructura política débil, y el predominio del sistema de la familia extensa, son también situaciones que pueden alterar en forma drástica las
decisiones referentes al tamaño de la familia, porque se percibe la familia o el grupo como la fuente principal de la seguridad personal. En las
sociedades bien gobernadas, donde se preservan más fácilmente las remuneraciones de la actividad y la realización individuales, los hijos
parecerán menos deseables. Según Kuznets, la noción de que los determinantes no económicos de la motivación reproductiva pueden ser
decisivos se refuerza por el hecho de que existan diferencias significativas en la producción anual per capita de los diversos países menos
desarrollados de Asia, África y América
Latina (en el más rico de los países subdesarrollados, el producto per capita es ocho veces mayor que en el más pobre), mientras que las
variaciones de las tasas brutas de natalidad son notablemente pequeñas.
Kuznets se ha ocupado también en gran medida de los efectos económicos del crecimiento demográfico acelerado que se observa en
los países menos desarrollados.10 Sin embargo, sus conclusiones coinciden en gran medida con las de A. Coale que examinamos en una
sección anterior
d. HIRSCHMAN
En La estrategia del desarrollo económico, sostiene Hirschman que Dupréel (a quien cita) tenía razón después de todo. 11 Su posición es que la
presión demográfica puede estimular (y Hirschman parece muy confiado en que estimulará) el desarrollo económico. Su supuesto inicial, casi

7 Blake, Population Studies, pp. 20-22.


8 S. Kuznets, Modern Economic Growth (Nueva Haven: Vale University Press, 1966), pp. 56-59. El profesor Kuznets enseña ahora en la Universidad de Harvard.
9 S. Kuznets, "Economic Aspccts of Fertility Trends in the Less Developed Countries", Fertility and Family Planning, comp. S. J. Behrman y otros (Ann Arbor: University of Michigan

Press, 1969), pp. 160-164.


10 Ibid., pp. 164-175.
trivial, es que los individuos se resisten siempre a una disminución de los nivele, de vida de modo que la presión de la población sobre los
niveles de vida generará una presión contraria, es decir, una acción orientada al mantenimiento o restablecimiento del antiguo nivel de vida. Una
vez restablecido en forma total o parcial el nivel de vida acostumbrado, la situación ya no es la misma que antes porque la comunidad ha
aprendido a afrontar tareas nuevas, porque ha desarrollado la capacidad necesaria para dominar su ambiente y organizarse para el progreso
económico. Las nuevas competencias adquiridas ahora, concluye Hirschman, son precisamente las que se necesitan para que crezca el
producto per capita. Ahora, cuando se agote el estímulo original, se iniciará un periodo de progreso económico autosostenido. Hirschman
sostiene que la probabilidad de una fuerte respuesta positiva es mayor cuando el aumento demográfico ocurre en forma de una explosión
repentina (es decir, tras una disminución abrupta de la tasa de mortalidad): Una expansión lenta de la población puede resultar insuficiente para
"sacudir" a la comunidad. Una de las dificultades de este argumento es que la tasa más alta a la que puede crecer la población se aproxima al 3
por ciento anual. Con un ingreso nacional fijo, esto podría reducir el ingreso per capita en cerca de tres por ciento anual. Como observa Keyfitz,
"esto es demasiado gradual para que la gente llegue a un punto donde pueda asumir una postura". 12 Para ser justos, debemos mencionar que
Hirschman advierte claramente que la medicina es muy amarga, y no se opone al control de la natalidad.
e. BOSERUP
Ester Boserup, economista danesa, sigue .lineamientos muy similares. 13 Sostiene también que el desarrollo económico puede surgir de un
proceso de ajuste ante la presión de la población. En un ambiente esencialmente rural, el crecimiento demográfico obliga a los cultivadores a
renunciar a los métodos de cultivo existentes, extensivos y a menudo flojos. Se vuelve necesario el uso más intensivo de la tierra, a menudo se
adoptan mejores herramientas y fertilizantes, el trabajo más duro y abundante se vuelve inevitable, se promueve la difusión de las obras de
riego, y en última instancia se rompe el antiguo modo de vida. Aumenta la producción total. Bien podría ocurrir, dice Boserup, que disminuyera el
producto per capita de esta comunidad. Pero haya veces algunos efectos secundarios que desencadenan un proceso genuino de intenso
crecimiento económico. Esto ocurre porque se adoptan hábitos de trabajo más productivos en el proceso del ajuste a los incrementos
demográficos. Además, la mayor densidad de la población propicia una mejor división del trabajo.
Por supuesto, todo el argumento deriva de una perspectiva muy particular sobre el proceso del desarrollo económico que se
contempla como un resultado del ajuste a la creciente presión demográfica.
En la sección siguiente examinaremos a los economistas y sociólogos que han sostenido que el crecimiento continuo de la población
genera graves problemas económicos y sociales.
f. MEADE
Meade, un economista de Cambridge que contribuyó a la elaboración de un informe sobre el desarrollo económico de la Isla Mauricio para el
gobierno de ese país, ha escrito dos artículos sobre las consecuencias del crecimiento demográfico rápido, con referencia particular a dicha isla.
Aquí, grandes avances en el campo dé la salud pública redujeron la mortalidad mientras que las tasas de natalidad permanecían a niveles altos,
lo que constituye una situación típica' de los países menos desarrollados. En consecuencia, la población de Mauricio aumenta a una tasa anual
de tres por ciento.
En su primer artículo examina Meade los problemas involucrados en el crecimiento rápido de la fuerza de trabajo luego de una
expansión demográfica rápida, con cierto retraso.14 La cantidad de la tierra fija límites precisos al número final de buscadores de empleo que
pueden ser absorbidos por la agricultura; por lo tanto, es obvia la necesidad de crear industrias nuevas y ampliar las existentes. ¿Pero qué
puede producir una economía subdesarrollada como la de Mauricio? Escasean los conocimientos técnicos y gerenciales, son pocas las materias
primas, los fondos de capital distan de ser abundantes, y el mercado interno es pequeño, lo que genera la necesidad de establecer una industria
de exportación. Lo único que posee Mauricio en abundancia es la mano de obra no calificada y barata. Pero hasta ese recurso se está volviendo
cada vez más caro porque la acción agresiva de los sindicatos de la industria azucarera (la industria que fija los salarios en Mauricio) está
elevando el nivel de los salarios.
En realidad, esta acción sindical que trata de lograr una redistribución del ingreso para beneficiar a los asalariados frena el desarrollo
económico y la creación de oportunidades de empleo. Sin la acción sindical o la intervención gubernamental, el nivel salarial bajaría al aumentar
la competencia de los asalariados potenciales por los empleos escasos. En virtud de la agudización de la competencia por la tierra y los fondos
de capital escasos, tenderían a elevarse las rentas, los intereses y los beneficios. Estos rendimientos elevados estimularían la inversión y la
reinversión de los beneficios hechos anteriormente. Es también una situación que podría estimular a los ingenieros y los empresarios para que
desarrollen métodos de producción intensivos en mano de obra porque en términos comparativos, la mano de obra sería el recurso más barato.
Si suponemos un sistema de impuestos progresivos, como el que existe en Mauricio, el volumen creciente de la actividad económica
aumentaría más que proporcionalmente la recaudación de impuestos, lo que a su vez ayudaría a la inversión pública. En vista de los beneficios
altos y los salarios bajos, también se alentaría a la inversión extranjera. Así pues, el establecimiento de los salarios por encima del nivel que
habría prevalecido en ausencia de la acción sindical o de la regulación salarial por parte del Estado frenará la inversión privada, pública y
extranjera, con la frustración y el desempleo consiguiente de los trabajadores. Si los salarios no estuviesen controlados, el desempleo tendería a
ser menor, pero el conflicto de clases sería más agudo, sobre todo en una sociedad como la de Mauricio, donde la propiedad inmobiliaria y de
otra clase está desigualmente distribuida. En una comunidad de campesinos propietarios que forman parte de la fuerza de trabajo, la situación
sería más tolerable. Lo que perderían como asalariados los miembros de la comunidad lo ganarían como dueños de las tierras.

11 A. o. Hirschman, The Strategy o/ Economic Development (Nueva Haven: Vale University Press, 1958), pp. 176 Y sigs. [Hay ed., en esp., FCE.]
12 12N. Keyfitz, "Age Distribution as a Challenge to Development", The American Journal o/ Sociology, vol. LXX (mayo de 1965), pp. 665-666.
13 E. Boscrup; The Conditions of Agricultural Growth (Londres: Allen and Unwin, 1965).
14 J. E. Meade, "Mauritius: A Case Study in Malthusian Economics", The Economic Journal, vol. LXXI (septiembre de 1961).
En su segundo artículo señala Meade que en las economías pobres de tierras escasas, como la de Mauricio, que se caracterizan por
un crecimiento demográfico rápido, surgirá rápidamente la necesidad de grandes cambios estructurales aunque pueda reunirse un capital
suficiente.15 A medida que pasa el tiempo, tales comunidades se vuelven cada vez más deficientes en los recursos de la tierra. A fin de adquirir
alimentos y materias primas y proveer ingreso y empleo a la población en expansión, tendrán que producirse algunos bienes intensivos en mano
de obra, destinados a los mercados de exportación, para cambiarlos por alimentos y materias primas. Una dificultad adicional es el hecho de
que más y más países menos desarrollados de tierras escasas tenderán a seguir el mismo camino. En tales circunstancias, los términos de
intercambio se moverán en contra de los exportadores de bienes intensivos en mano de obra.
g. REDDAWAY
El profesor Reddaway, quien ha dirigido durante muchos años el Departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Cambridge
(Inglaterra), ha elaborado una versión mejorada del argumento de Wicksell en el sentido de que los países densamente poblados, escasos de
tierras pero relativamente prósperos, tales como el Reino Unido o Japón, que dependen en gran medida de las dotaciones externas de
alimentos y materias primas, afrontan dificultades adicionales cuando su población continúa creciendo. 16
Los países densamente poblados, que mantienen su alto nivel de vida mediante la exportación de bienes manufacturados, pueden
prosperar mientras haya países poco poblados, bien dotados de recursos naturales, que estén dispuestos a intercambiar productos industriales
por alimentos, materias primas y combustibles en términos no demasiado desfavorables para el país industrializado. Antes de 1914, Gran
Bretaña no tenía dificultades para comerciar en términos relativamente fáciles. Las dos guerras mundiales y la reaparición del proteccionismo
modificaron esta situación. Gran Bretaña lucha ahora con un problema de balanza de pagos que parece indicar que este país tiene dificultades
para producir y vender en el exterior manufacturas en cantidades suficientes para pagar las importaciones de productos primarios que necesita
para su población congestionada.
En el caso de un deterioro de los términos de intercambio, se abren dos posibilidades. El país podrá aceptar simplemente los términos
menos favorables o cultivar tierras de calidad relativamente baja, donde serán elevados los costos del cultivo. Ambas soluciones implican una
reducción del nivel de vida.
Toda nueva expansión de la población causará graves problemas a tales países. Refiriéndose de nuevo a Gran Bretaña, explica
Reddaway que casi todos los alimentos y materias primas adicionales requeridos por los incrementos de la población deben importarse. Al
mismo tiempo, deben importarse las materias primas adicionales necesarias para la producción de las nuevas exportaciones que requiere el
pago de las importaciones complementarias.
h. DAVIS
Kingsley Davis, profesor de sociología en la Universidad de California, ha escrito abundantemente sobre los problemas demográficos. Aquí
examinaremos sólo sus opiniones sobre el crecimiento demográfico que afecta la urbanización y el crecimiento de las ciudades, así como la
relación existente entre la presión demográfica creciente y la inestabilidad política.17
Se define la urbanización como el aumento de la proporción de la población total que vive en lugares urbanos. El crecimiento de las
ciudades necesita escasa explicación. La urbanización es un fenómeno relativamente reciente, dice Davis. Al iniciarse la revolución industrial,
cerca del 2.2 por ciento del total de la población europea vivía en lugares urbanos de más de 100 000 habitantes. En los países industrializados
del siglo XIX, el crecimiento de las ciudades se debió a la urbanización. Las ciudades y los pueblos recibían de continuo los inmigrantes
provenientes del campo. Las propias ciudades tenían tasas de natalidad más bajas que las áreas rurales, pero sus tasas de mortalidad eran
mayores. Entre la ciudad y el campo había una diferencia cercana al 33 por ciento entre la tasas de natalidad y de mortalidad. Las ciudades no
habrían crecido sin un flujo continuo proveniente del campo. Esta transferencia constante de recursos humanos sacados de la agricultura
desempeñó un papel importante en el proceso de desarrollo. Permitió la consolidación de predios pequeños e ineficientes en grandes empresas
caracterizadas por un alto grado de mecanización. También facilitó el desarrollo de las industrias y de un sector de servicios que proveyó al
sector agrícola de un equipo muy productivo y a toda la población de un nivel de vida creciente.
Los países desarrollados se encuentran ahora en las etapas más avanzadas del crecimiento económico. El proceso de urbanización
se está agotando porque gran parte de la población vive ya en pueblos y ciudades. El crecimiento de las ciudades no ha terminado, pero ha
disminuido grandemente el papel de la migración rural-urbana. La expansión urbana de los países más desarrollados está condicionada ahora
por la tasa total del crecimiento demográfico.
Los países menos desarrollados experimentan también un crecimiento explosivo de sus áreas metropolitanas. Desafortunadamente,
no están repitiendo la experiencia de los países más desarrollados. El crecimiento de las ciudades no se debe primordialmente a la emigración
proveniente de las áreas rurales sino que deriva del crecimiento de la propia población total. Davis ilustra esto con el ejemplo de México. Entre
1940 y 1960, cerca del cincuenta por ciento de1 crecimiento de las ciudades se debió a la expansión de la población nacional y sólo el veinte
por ciento se debió a la migración del campo a los lugares urbanos. En el siglo XIX, las ciudades de los países más desarrollados tenían tasas
de mortalidad sustancialmente mayores y tasas de natalidad sustancialmente menores que las áreas rurales. Ahora, la atención médica y la
salubridad son un poco mejores en las ciudades de los países menos desarrollados que en el campo. En consecuencia, las tasas de mortalidad
urbanas son con frecuencia menores que las tasas de mortalidad rurales. En cambio, las diferencias de la fecundidad entre el campo y la ciudad

15 J. E. Meade, "Population Explosión, The Standard of Living and Social Conflict", The Economic journal, vol. LXXVII (junio de 1967).
16 W. B. Reddaway, "Population, Economics of", Chambers’s Encyclopaedia. vol. XI (1968), pp. 88-90.
17 K. Davis, "The World's Population Crisis", Contemporary Social
son muy pequeñas. Es por ello que las ciudades de los países menos desarrollados generan la mayor parte de su propio crecimiento, de modo
que tales países tienen todos los problemas conectados con el crecimiento urbano rápido pero sus áreas rurales siguen estando densamente
pobladas. Así se inhibe la modernización agrícola.
Tanto en los países más desarrollados como en los países menos desarrollados, aunque por razones enteramente diferentes, la
expansión urbana depende ahora del crecimiento de la población total y no terminará antes de que la fecundidad se haya adaptado a los niveles
extraordinariamente bajos de la mortalidad.
Davis se ocupa también del efecto que tendrá el crecimiento demográfico de los países menos desarrollados sobre la estabilidad y la
paz de tales países.18 Su punto de partida son los grandes contingentes de candidatos a la entrada en el mercado de mano de obra
provenientes de la expansión demográfica. Por ejemplo, Costa Rica tiene 26 jóvenes (de 15 a 19 años de edad) por cada 100 adultos activos
(de 20 a 59 años). En Bélgica es mucho menor la proporción de jóvenes (15/100). Si el desarrollo económico y la creación de empleos no
crecen al mismo ritmo que el del número de buscadores de trabajo potenciales en los países que cuentan con una gran proporción de jóvenes,
se creará una atmósfera de frustración que puede contribuir al éxito de los movimientos políticos irracionales o de los políticos hambrientos de
poder que ofrecen soluciones mediante la proyección de los problemas de la gente en enemigos reales o imaginarios. Una vez en el poder, tales
hombres podrán verse tentados a las aventuras más descabelladas.
POSICIONES SOCIALISTAS Y MARXISTAS SOBRE LA POBLACIÓN
Examinamos antes las ideas de Marx a este respecto. Luego comentamos las opiniones de un solo autor (De Castro) de inclinación claramente
marxista. Ahora trataremos de presentar una breve reseña de la teoría marxista de la población, desde Lenin hasta nuestros días.
Parece obvio que Marx y Engels no pudieron distinguir entre la teoría de la población y la teoría del empleo. Observaron
correctamente que en lar economía de mercado del siglo XIX hubo algunos periodos en los que la oferta total de bienes y servicios superó a la
demanda total, al mismo tiempo que permanecían desempleados algunos segmentos de la masa de la población asalariada. Los bienes
excedentes no podían ser comprados por los trabajadores que carecían de poder de compra para hacerlo. Marx y Engels defendieron la idea
incorrecta de que los economistas del "establecimiento" utilizaban sus teorías demográficas para explicar la miseria resultante.
Por su parte, Lenin rechazó la idea de que la ley de los rendimientos decrecientes opera siempre en la agricultura, ya que hay varios
países donde una población rural declinante produce cantidades crecientes de alimentos. Con esa base, rechazó las ideas que creía defendidas
por Malthus.19 Según Lenin, el proletariado debería repudiar también el neomaltusianismo. Al revés de lo que ocurre con las clases medias
bajas, el proletariado tiene fe en el futuro. Tiene la voluntad necesaria para criar hijos que disfrutarán una vida mejor que la de sus padres.
Stalin tenía preferencias básicamente natalistas, pero no creía que el crecimiento demográfico determinara de algún modo la
naturaleza de los sistemas socioeconómicos.20 No creía, por ejemplo, que la expansión demográfica explicara el hecho de que el sistema feudal
hubiese sido sustituido por el capitalismo mercantil, o el hecho de que el capitalismo mercantil hubiese sido sustituido luego por el capitalismo
industrial en ciertos países europeos.
En el periodo de entre guerras, un demógrafo soviético de cierto prestigio llamado Strumilin hizo varios comentarios sobre la
declinación de las tasas de natalidad soviéticas en los años veinte y treinta, y sobre la relación inversa que en los años treinta era evidente entre
el ingreso y la fecundidad.21 En su opinión, la disminución de la tasa de natalidad se debía a la elevación rápida de los niveles de vida de las
masas. La relación inversa existente entre el ingreso y la fecundidad se atribuyó al hecho de que los niveles salariales estaban determinados
todavía, hasta cierto punto, por la productividad. En la segunda fase del Comunismo se modificaría el principio de la distribución del ingreso, que
todavía se necesita ahora. Entonces cada quien aportaría de acuerdo con su capacidad y consumiría de acuerdo con sus necesidades. Los
hijos adicionales ya no reducirían los patrones del consumo familiar y habría desaparecido la necesidad de retardar el crecimiento natural.
Quizá debido a las grandes pérdidas sufridas durante el programa de colectivización eje los años treinta y durante la segunda Guerra
Mundial, la Unión Soviética se volvió cada vez más fatalista durante el periodo de la guerra y después. Se alentó el matrimonio, se desalentó el
divorcio, y se concedieron subsidios familiares y otras compensaciones a las familias prolíficas. La teorización soviética adquirió una orientación
agresiva contra la planeación familiar. La prensa soviética atacó ferozmente lo que tomaba por las ideas maltusianas y neomaltusianas. Se dijo
que los neomaltusianos eran racistas, fascistas, caníbales, belicistas e imperialistas que deseaban reducir o exterminar poblaciones enteras.22
La opinión científica era más moderada, pero los demógrafos soviéticos negaban que pudiese surgir un desequilibrio entre la producción y la
población, como lo hizo Ryabushkin en el ensayo que presentó en 1954 a la Conferencia Mundial de Población. 23 El desempleo es inherente al

18 Davis, Contemporary Social Problems, pp. 375-378.


19 V. I. Lenin, "Theory of the Agrarian Question". V. l. Lenin Selected Works, vol. XII (Nueva York: International Publishers, 1938), pp. 51-63. Las ideas de Lenin sobre la ley de los
rendimientos decrecientes estaban condicionadas por su entendimiento de tal ley. Según Lenin, la ley de los rendimientos decrecientes significaba que "cada inversión adicional de
mano de obra y capital en la tierra no genera una cantidad de productos correspondiente sino decreciente". En realidad, la ley implica que si se incrementa, unidad por unidad, el
nivel de insumo de un recurso, digamos la mano de obra, en un proceso productivo tal como la agricultura, mientras se mantienen constantes los insumos de otros recursos tales
como la tierra y el capital, los incrementos resultantes en la producción se volverán cada vez menores, a partir de cierto punto. Antes de llegar a ese punto, las sucesivas adiciones
militares del factor productivo variable generarán incrementos crecientes o, proporcionales en la producción total. La ley se aplica a corto plazo y toma como dado el estado de los
conocimientos técnicos. Un descubrimiento nuevo podría suspender la operación de la ley, pero esta reaparecería más adelante.
20 Naciones Unidas, Departamento de Asuntos Sociales, The Determinants and Consequences 01 Population Theories (ST /SOA/SER.A/ 17) (Nueva York, 1953), pp. 35-36.
21 J. W. Brackett, "The Evolution of Marxist Theories of Population:

Marxism Recognizes the Population Problem", Demography, vol. v (1968), pp. 160-161.
22 W. Petersen, The Politics of Population (Nuevl\ York: Doubleday, 1965), pp. 113-118.
23 Naciones Unidas, World Population Conference, 1954, vol. v (E/Conf. 13/417) (Nueva York, 1955), pp. 1031-1039.
sistema capitalista, mientras que en una estructura político-econ6mica socialista resulta inconcebible el problema de la población excedente, en
opinión de Ryabushkin.
Este autor soviético, que vive naturalmente en un mundo marxista, confunde también la teoría de la población con la teoría del empleo.
Además confunde el pensamiento demográfico occidental con el maltusianismo o el neomaltusianismo. Estos maltusianos, dice Ryabushkin,
sostienen que e! crecimiento demográfico rápido provoca problemas económicos en los países menos desarrollados, pero la historia -sobre todo
la historia de la Unión Soviética- demuestra que la producción puede aumentar siempre más de prisa que la población, a condición de que el
marco económico sea "correcto", es decir, socialista. Esgrimiendo la proposición marxista de que la mano de obra es con mucho el factor
productivo más importante, concluye Ryabushkin con una nota favorable a la natalidad. Suponiendo un avance tecnológico continuo y una
distribución del ingreso "correcta", expresa Ryabushkin su creencia de que, a largo plazo, el crecimiento demográfico "contribuye a aumentar las
fuerzas productivas de la sociedad y por lo tanto al incremento de la riqueza nacional y la mejor satisfacción de los requerimientos de la
población".24
Los hechos de crecimiento demográfico explosivo del periodo de la segunda Guerra Mundial y sus implicaciones adversas no podían
permanecer ocultos indefinidamente, ni siquiera en la Unión Soviética. En ese país se han cuestionado las ideas tradicionales desde 1965, y
cada vez en mayor medida.
En su ensayo presentado a la Conferencia Mundial de Población de las Naciones Unidas reunida en Belgrado (1965), el Sr. Guzevaty
(investigador principal del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales. de la Academia de Ciencias de la URSS) insistió en su
aversión hacia el maltusianismo pero afirmó que los países menos desarrollados deberían realizar previamente una reforma a fondo de sus
sistemas socioeconómicos y políticos. En última instancia, esta reforma disminuirá la fecundidad, como lo demuestra la historia de los países
avanzados. Pero en el periodo de transición de altas tasas de natalidad combinadas con la disminución de las tasas de mortalidad, la densidad
de población rápidamente creciente genera "dificultades adicionales" para los países menos desarrollados donde es ya pequeño el monto del
capital per capita. En este contexto particular, el control de la natalidad facilitaría el proceso del desarrollo socioeconómico. 25
Las "dificultades adicionales" a las que había aludido Guzevaty en el ensayo presentado a la Conferencia Mundial de Población
recibieron renovada atención en el artículo que publicó en 1nternational Affairs.26 Ahora que su población está creciendo tan de prisa, dice
Guzevaty, los países menos desarrollados deben hacer gastos crecientes sólo para preservar los niveles de vida existentes. Se frena la
formación de capital y surgen problemas de desempleo. En muchos casos, la producción de alimentos no puede crecer al ritmo de la población,
lo que aumenta la dependencia de los países menos desarrollados frente a los países .capitalistas en lo tocante a la importación de alimentos.

24 Ibid., p. 1039.
25 Naciones Unidas, World Population Conference, 1965, vo\. IV (E./ Conf. 41/5) (Nueva York, 1967), pp. 130-131.
26 Y. Guzevaty, "Population Problems in Developing Countries", International Affairs (septiembre de 1966), pp. 52-58.
GUÍA DE AUTOEVALUACIÓN
Preguntas abiertas
Responda a los siguientes cuestionamientos
1.-Qué aspectos trata la Geografía Económica?

2.- Enliste 3 soluciones de la Geografía Económica para resolver diversas problemáticas mundiales.

3.-¿En qué consiste la Teoría del Modelo Centro-Periferia?

4.-¿Qué soluciones puede proponer la Geografía al problema de la migración?

Preguntas opción múltiple


Elija la opción correcta
1.- ¿Cuáles son las ciudades más pobladas de la República Mexicana?
a) Guadalajara y Toluca
b) Monterrey y Cuidad de México
c) Puebla y Guadalajara
d) Ciudad de México y Guadalajara
2.- ¿Cuáles son las especies maderables del un desierto en México?
a) Mezquites y Huizaches
b) Ceibas y Caobas
c) Robles y Encino
d) Pino y Ciprés
e) Agave y Chaparral

Preguntas Falso-Verdadero
Responda Falso o verdadero, según sea el caso.
1.-La planificación del desarrollo de un país está basada en el conocimiento de sus recursos: _________

2.- Una de las finalidades de la Geografía Económica es explicar cómo el hombre transforma el medio físico en que vive: _________

3.- Construir túneles en las grandes cadenas montañosas ha sido una estrategia del hombre para enfrentar los obstáculos de la naturaleza:
___________

BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA
 BASSOLS BATALLA, Ángel.2002. Geografía socioeconómica de México: aspectos físicos y económicos por regiones. Edit. Trillas.
8ª ed. (reimp. 2005), México, Pág. 13-299.,
 MÉNDEZ, Ricardo. 1999. Geografía económica: La lógica espacial del capitalismo global. Edit. Ariel, Barcelona, España , Pág. 1- 22
(reimpresión. 2006)
 Lecturas Geografía Humana 2005 http://academic.uprm.edu/sruiz/geogr3155/id4.htm (Disponible en red) Fecha de revisión 12 Mayo 2011.

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