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INDICE

© Grama ediciones, 2014.


Av. Maipú 3511, 1 o A (1636) Olivos. Pcia. de Buenos Aires.
Tel.: 5293-2275 • grama@gramaediciones.com.ar
http: 11www.gramaediciones.com.ar
Presentación, Juan Felipe A rango .................................... . 7
© NEL-Miami, 2014.
782 NW 42 Avenue, Suite 339
Miami, FL 33126
SEMINARIO

Introducción a la clínica psicoanalítica de la anorexia,


bulimia y obesidad, por Domenico Cosenza .................... 9
Arenas, Alicia
Lagos 8 / Alicia Arenas ; adaptado por Alicia Arenas. - la 1. Agradecimientos. Mona Lisa entre Leonardo y Botero ·
ed. - Olivos: Grama Ediciones, 2014. 11. Algunas explicaciones sobre el título del seminario
136 p.; 21x14 cm. III. Anorexia, bulimia y obesidad como síntomas
ISBN 978-987-1982-17-2 contemporáneos
IV. Dimensión descriptiva y estructural en la clínica
l. Psicoanálisis. l. Arenas, Alicia, adapt. Il. Título de los trastornos de alimentación
CDD 150.195
V. Entre desarrollo y estructura
VI. La cuestión de la familia y el trabajo con los padres
VII. Coordenadas psicoanalíticas de la cura
VIII. Función del psicoanálisis en la clínica de la obesidad
Diseño de tapa: Kn.AK 1 Diseño y Web IX. Dispositivos de tratamiento analíticamente orientados:
www.kilak.com pequeño grupo, comunidad terapéutica, hospital

Hecho el depósito que determina la ley 11.723 ARTÍCULOS


Queda prohibida la reproducción total o parcial de este libro
por medios gráficos, fotostáticos, electrónico o cualquier otro Filosofía de la unificación, lógica de lo suelto,
por Fernando Schutt .......................................................... . 95
sin permiso del editor.

La clínica y el lazo, por Alicia Arenas ............................. . 99


Impreso en Argentina
Apunte sobre la impulsividad,
por José Armando García
···················································· 103 Presentación
¿Cuál amor en los tiempos del Todo?,
por !solda Alvarez .... .. .
························································· 107

CASOS CLÍNICOS

Una mirada perdida, por María Eugenia Cardona ......... 113


Comentario del texto "Una mirada perdida"
Este número contiene el seminario dictado en Miami por
por Ruth Gorenberg ............................................ :.............. . 120 Doménico Cosenza los días 2 y 3 de octubre del año 2010 so-
Sobre un lienzo, por Erika Guedez bre los llamados trastornos de alitnentación, oportunidad en la
··································· 123 que tuvimos el placer de escuchar una transmisión de alguien
Sin oxígeno, sin aire, una historia de sacrificios que lleva muchos años estudiando el tema y sobre el que tiene
por Sandra Cantor ' un amplio conocimiento. Es este un seminario lleno de refe-
······························································ 129 rencias bibliográficas que le serán de enorme utilidad a los
que investigan esta temática, incluyendo también las publica-
DATOS DE LOS AUTORES ciones del mismo Cos~l1Z.!i1_ ue CM.~ntª--Ya con unª-.s.erie que
·········································· 136 recorre tantoJa_nÓsografía-psiquiátrica,...los..autar.es_d~.-~iver­
~- <!!scip.!!~as~y_desde luego_laJ~orfa_p~i~Qanalítica _de orü~n­
Jación lacaniana, en la que ha tenido la habilidad de hallar un
gran número de referencias.
Como hemos venido haciendo en los números anteriores
de Logos, acompañamos el seminario de nuestro invitado con
algunos textos de miembros y asociados de la sede Miami de
la NEL.
En los Artfculos, Fernando Schutt presenta sus elaboracio-
nes sobre la no coincidencia entre el objeto de amor y la sa-
tisfacción pulsional; Alicia Arenas discurre sobre la clínica y
el lazo social hoy; José Armando García desarrolla sobre la
impulsividad, e !solda Alvarez se pregunta sobre el amor en
los tiempos del todo. ·
En la sección Casos clínicos, María Eugenia Cardona pre-
senta una elaboración en torno a un diagnóstico diferencial y
Ruth Gorenberg, colega de la EOL, comenta este mismo caso.
Erika Guedez, colega de la sede Caracas de la NEL, habla de un
sujeto que se inscribe en la cultura del Graffitti y del Hip Hop.
Sandra Cantor describe a una mujer cuyo síntoma podría re-
sumirse en "no poQ.er parar".
La NEL-Miami despliega sus actividades en un medio en el
que se entremezclan dos idiomas, por lo -que publicamos la
revista Lagos en castellano y el magazine Echoes en inglés. Am-
bos pueden solicitarse a través de nuestra página web www.
nel-miami.org SEMINARIO

Juan Felipe Arango Introducción a la clínica psicoanalítica


de la anorexia, bulimia y obesidad

Domenico Cosenza

1 '
SEMINARIO NEL-MIAMP
Seminario Internacional
f Introducción a la clínica psicoanalítica
Por de la anorexia, bulimia y obesidad

Domenico Cosenza (Milán)

l. Agradecimientos. Mona Lisa entre Leonardo y Botero

Buenos días. Quiero expresar ante todo mi agradecimiento


a Alicia Arenas, y a los colegas·de la NEL-Miami, por esta in-
vitación a la hermosa ciudad de Miami. Se trata de la primera
vez que estoy en Estados Unidos. Es verdad que Miami es
una puerta de entrada en EE.UU. muy especial, por la vía del
castellano y con una fuerte huella de las culturas hispanoame-
ricanas. Esto facilitará mi trabajo con ustedes, ya que mi co-
nocimiento del inglés es aún débil hasta hoy. Mi relación con
la lengua española es mucho mejor, y eso me ha permitido, en
la última década, dictar conferencias en muchos lugares de
habla hispana.
En segundo lugar, quiero expresar el agradable efecto de
sorpresa que me produjo la imagen del afiche de este semi-
nario. No esperaba encontrar la imagen de Mona Lisa, quizás
el más celebre retrato de todos los tiempos, custodiado en el
Louvre de París. Pero ese primer, e inmediato, sentido que se
me impuso, probablemente relacionado con el hecho de ser
italiano y de encontrar en la imagen del afiche algo muy ín-
timo a mi propia tradición cultural (La Gioconda de Leonardo
da Vinci), de repente dejó el paso a lo extraño que esta ima-
gen contenía. Así me di cuenta que estaba delante de una de
esas formidables condensaciones que el verdadero arte sabe

1 2 y 3 de octubre del2010.
12 NEL-MIAMJ Locos 8 13

produci:. Más allá de la obra maestra de Leonardo, empecé a psicocmalista?, y en cambio,..s.ob.re.ele~_e.§.Q_ d~ 1~ obe~idad se
darme cuenta que estaba delante de la obra de otro genio, esta encuentra un sustancial silencio, una_dificultad espec1af en el
vez co~temporán~? e hispanoamericano, Fernando Botero, y - p;s-~ a la palabra y a la escritur~_por~ c!~est~- si~~c_ión
a su remterpretac10n de la Mona Lisa de Leonardo. Me acordé e.§..lJ.~.. Punto que Í!ltentaremos cuestionar.en.el.rec.oru qo ~e
~e repent~ que hace algunos años pude admirar una exposi- .e~te se.mmario.
Ción del pmtor colombiano en el Palazzo Reale de Milán, mi De todas maneras, la elección de la Mona Lisa preadoles-
ciudad. La Mona Lisa de Botero se me apareció entonces como cente de Botero acentúa más el interés en la dirección del_gx-
un puente imaginario entre Italia e hispanoamérica, que lle- ·.ceso_deJncorp.o.r&ción, del cuerp9 ol;>esp, y podemos tomar a
gaba hasta Miami.
Botero como el pintor de referencia, contrapeso de Schiele y
Acercándonos un poco más al tema de nuestro seminario, Klimt, en este sentido.
la elección de la imagen de la obra de Botero Mona Lisa a los
12 años: me ~a parec~do también muy eficaz porque ofrece ya
una onentac1ón al título que he elegido: "Introducción a la
clínica psicoanalítica de la anorexia, bulimia y obesidad". En II. Algunas explicaciones sobre el título del seminario
efecto, la elección de ..una imagen como..so.prute al titylq_de
':lP_é!_S~I!Í~f~..!lQa Wl .s~rninario....o_nn--"QRgres..o es }::a unajnter- Volvamos al título que he elegido para este seminario: "In-
yre~aci_Qn. En mi experiencia de conferencista sobre el tem-;cte troducción a la clínica psicoanalítica de la anorexia, bulimia y
los llamados "trastornos de la alimentación", me he acostum- obesidad". Esto nos permitirá efectivamente empezar a entrar,
brado a ver que hay imágenes que son elegidas muy frecuen- como decían los antiguos Romanos, in medias res, es decir en el
temente para ilustrar el tema en los afiches. Lo más frecuente corazón de nuestro objeto de trabajo. ¿Cuál es este objeto? Sin
e~ encontrar obr~s de &_oE._?~ele y G~~av Klimt, q~p­ duda esto corresponde por un lado, en el nivel más evidente y
~an más 1~ ve~tiente de la delg~dez extreiñ'a; pero: sin dejar superficial, a las principales categorías ~os?gr~cas e~p~ea­
~aer el lazo de unión con la fernin).dad. Por esto se trata de das en el campo de la medicina y de la psiqUiatna para md1car
imágenes muy seductoras, donde la delgadez está falicizada ante todo una dificultad reiterada del paciente en su conducta
en la mujer. De hecho, lo m~s frecuente ta.robién..enla biblio- con el objeto comida. Dificultad que no encuentra, con excep-
grafía específica, y no ~n los medios de comunicación~ ción de las formas de obesidad con evidentes problemas me-
masa,_es) a ~<:_~n_!Üacilln érefsínto~á eÍLs~~~te..atw.r.éxica tabólicos en su raíz, una explicación fisiológico-orgánica efi-
~~oréxi~o-bulf~i~a. Se h~bJéls-se .escrib.e..muJ:h.Q_:rnenqs, y caz por parte de la medicina. De hecho, se trata. de pa_tologías
~s~o es, ~v1d~nte ~e manera aun más ..(uerte en el medio psi- que afectan de forma masiva al cuerpo en su drmens1ón real,
coanahtico, mclwdo el lacaniano,_de _la v.ertiente del exceso implicando riesgos graves que pueden también, sobre todo
del consumo alimentario en sus diferentes matice~;-d~sde os en el caso de la anorexia, conducir a la muerte; pero en: estas
llamados "Binge eating disorders", que tendrán un l~gar im- patologías el llamado "factor psicogenético" es central, y no
portante entre los Eating disorders en el próximo manual DSM se puede entender su desencadenamiento ni su desarrollo sin , ·~()v
V, ? a§..!_a_la Qb~-~!d?d. Puede ser un efecto del hecho de que 1~
2
tenerlo n cue ta. Por ello, os si uia_tr~s más ilu~tra~os :-en- <:;tf'<i('
pnvaq9._r:_t_?n<?réxica hace hablar y escribir ~ucho más a los tre ellos Lacan y también Mara Selvrm Palazzoh _§!.., Uiatra \
milanesa ue fue, j_!!Dto con a estadounidense Hilde Bruch,)
2 La salida del DSM-V se espera en mayo de 2013 . Uña de las ~J;S fundadoras de la lectura psicogenética de

._
- , ... J>•• e

14 NEL-MIAMI Locos 8 15

la anorexia- añadieron el adjetivo "mental" des ués de lapa- III. Anorexia, bulimia y obesidad
labr " e 'a". como síntomas contemporáneos
Esta dificultad no reductible a una explicación médico-nu-
tricional se ha traducido por un lado, como veremos más en III.I. S!NTOMAS CLASICOS Y S!NTOMAS CONTEMPORANEOS
detalle,. ~n la ~clusión de la.anorexia_no_s.Olo..en...elcamp.o._d_e
la medicma smo también fundamentalmente en el de la si- Una vía que podemos tomar para empezar a introducir
Yiattia.J.nclusi?n bast~te reciente, que se puede ubicar para este campo, consiste en ubicar sus coordenadas históricas y
la anorext,a h{!f:Ia la rmtad de los años 60, y para la bulimia ·estructurales, en relación con la expefiencia del acercamien-
al final de los años 70 . Y por lo que se refiere a la o sidad to psicoanalítico a la anorexia, bulimia y obesidad. En esta
estamos aún en la actualidad en un tiem o de incertidumbre perspectiva, como decía, hay una bibliografía psicoanalítica
e¡;?istez~wlógic~ e~ el medio J2Si uiátrico. 3 Es decir que, aun- muy amplia respecto de la anorexia mental, que se ha desa-
que existan psiqwatras que han propuesto una inclusión de la rrollado sobre todo en los últimos cincuenta años, y también
o~esidad en e~ marco de la clínica y de la nosografía psiquiá- una difusión importante de trabajos sobre la bulimia en las
tnca del próximo DSM-V por ejemplo,4 esta opción ha sido últimas décadas. Respecto de la obesidad podemos decir hoy
rechazada por la mayoría de los expertos. S lo arcialmente lo contrario, que se difunde al mismo tiempo de manera ex-
esta_condici_óll...fume un ie en el marc_g ~~1~ psjquiatría, a ponencial en el mundo desarrollado, y sigue siendo escasa en
.~a s delsmdrome de~ Binge eating disord.f!J Esto quiere de- las consultas de los psicoanalistas y ausente en los escritos de
crr que los casos de pacrentes con obesidad están tratados en los mismos. W. esto la posición del sujeto con ob~d am-
su mayoría en el marco de la medicina nutricional, aunque J2lifica una tendencia q~e podemos en..::ontrar también .~
encuentren en la actualidad la orientación terapéutica más la ayoría de_las pacientes con2.!,lorexia y ~ulimia, es decir,
valorada en la cirugía bariátrica, en razón de los muy escasos un rasgo de rechazo fund~~I}_tal r~p_ecto ~ !.azo tera éuti-
resultados de los tratamientos dietéticos-nutricionales. .fO.:.. Esto no significa que no acudan a veces a la consulta del
Sin embargo, el título de nuestro seminario no se reduce al médico y, aunque menos, a la del psicoanalista, sobre todo
programa de clarificación del estado de la clínica de los tras- si llegan bajo la demanda de sus padres y de los familiares.
tornos de la alimentación·en el marco de la psiquiatría des- Sin embargo, lo que más muestra el ras o de rechaz2, es la_
criptiva actual. De hecho lo que hemos formulado en el título · 'cu t_ad a implicarse sub'ettvamente en el tratamiento. No
es: "clínic~ I:'sicoanalítica de la anorexia, bulimia y obesidad". se trata simplemente de un problema de mala voluntad, ni de
~n e~ta chmca es donde se ubica nuestra orientación y expe- capricho, ni de una bad compliance. Se trata de un problema
nencia, y donde nos hemos propuesto la tarea de introducir- mucho más radical, que tiene su lógica, y que ha conducido
los.
en las últimas dos décadas a analistas de nuestra orientación
lacaniana, y no solo a estos, a reflexionar respecto de las difi-
cultades específicas en la puesta en marcha del trabajo analí-
3 Cosenza, D., "L'obesita nelle nuove forme del sintomo", en Cosenza tico con sujetos que padecen estos síntomas u otros, como por
D., Recalcati, ~., Villa, J>:· (a cura di), Civilta e disagio. Forme contem~ ejemplo la toxicomanía.
poranee della pszcopatologza, Bruno Mondadori Milano 2006 pp 227- Una tesis que podemos intentar articular es que, enlama-
254. 1 1 1 •

:Y.2r.@...d e los casos, anorexia, bulimia y obesidad no se resen-


4 Devlin, M. J., "Is there a place for obesity in DSM-V?", lnternational
tan como síntomas en el sentido freu~, es decir, no son
Jou1'tial of Eating Disorders, 2007, vol. 40 Issue 53, pp. 583-588.
16 NEL-MIAMI
r
t Locos 8 17

síntomas_propiamente psicoanalíticos. De manera que, cuando luna de miel en la toxicomanía 3 El síntom no Eroduce n
n_~s re~enmos a ellas, podemos hablar de síntoma en una acep- sí mismo ningún efecto enigmático e j~ r ue tá
cwn diferente respecto al síntoma freudiano. · é es lo ue
caracteriza un sínt.QmA...psicoanalítico en el sentido freudian~
1
1
com_p desconectado del inco.ll§ciente. Así sus manifestaciones
s percibe como acontecimientos_de l_a _natural~za, como una
Creo que podemos aislar por lo menos_ducQ..caracter-ístü;;~s il f lluvia, algo que viene del exterior, y respecto .de lo que él no
es algo que produce en el sujeto un efecto de dhdsión: al 0 f tiene nin!WJla implicaciQ.n, ninguna responsabilidad. Es este
ue él mismo produce sin...., uerer, Y. QUe escapa de_su..control; el rasgo de denegación y de rechazo del inconsciente que está
2 es algo que roduce un efecto _de sufrimiento y que funciq- · muy presente en estos síntomas que se suelen nombrar como
na .como algo que obstaculiza el sujeto en sus _tareas (aunque contemporáneos para distinguirlos de los freudianos clásicos.
sabemos que esto ~stá relacionado con un goce fantasmático); De esto nos habla con gran intuición clínica Lacan en su últi-
3 es algo que ~ontiene en su inte ·or un enigmª-J2ara el sujetQ.. ma enseñanza, en la clase del9 de abril1974 de su Seminario
sobre el porque le pasa esto que el síntoma encarna· como 21, "Les non dupes errent", sobre el síntoma de la chica ano-
tal, el sínt~ma presenta siempre un ras _o de mensaJe, y acJ!- réxica y de su raíz en el "comer nada". 5
va en el_ SUJeto ~a demanda alrededor de _su raíz enigmática: Pero este rasgo está.muy presente también p,or ejen;q~lo e_n,
¿qué qmere ?eCI: ~o que me está pasando.~ 5 por último, esta ~a obesidad, donde lo más frecuente es encontrar .al paciente
de~anda erugn1atica está en el corazón de la transferencia sim- que niega la evidencia cuando declara no tener runguna res-
b~hca, que hace existir el ~onsciente _I:2ara etsujeto y que per- ponsabilidad respecto al hecho de haber aumentado su peso.
mite la articulación de una demal}da de tratamiento analítico. Es la situación que se da con más frecuencia y también la que
De hecho, si el inconsciente del su'eto está cerrado 0 más más les molesta a los médicos nutricionistas, es decir, la de-
~adical~ent~, si algllien está como )Óyce "desabon;~ negación del paciente obeso que de hecho no mantiene el ré-
mco~sc~ez:te , no hay nin~na_ razón para que se dirija a Ul} gimen dietético y que al mismo tiempo niega que ha comido
.anah_sta, ~Il? hace, lo hara equivocándose. En este caso, para más de lo acordado con el nutricionista.
el psicoanalista el problema consistirá en cómo actuar en esta 4 E senda d_e_efe.ct~Lenigmático, falta . o es m~ dé il)
_equivocación a l9- que el paciente lo ha convocado. ~ el sujeto,.Ja dimensión metafórica de mensaje 12ro ia del
¿Qué esto gue ocurre con síntomas como la anorexia la síntoma freu~iano: es decir que se presentan.,como síntomas
J:>ulimia, la obesidad, así como con 1~ tq_xicomanía, por ej~m­ si.n..m_ensaje. Tambiéngs c~arente la exigencia de articulación de
plo, con excepción de los casos que no son la mayoría, en los una demanda hacia el Otro sobr el eni a, contenido en el
~ue aparee~ en forma clara el funcionamiento de una neuro- corazón de este síntoma-mensaj 5 Por estas razones se puede
SIS en el SUJeto? Podemos explicarlo en cinco )2untos. En entender bien la dificultad extrema en la articulación de una
muchos casos, y durante mucho tiempo, estos síntomas no transferencia simbólica en el marco de la relación analítica con
,producen un efecto de . ivisió..n,. Por lo e .ntrario prevale~ un paciente anoréxico, bulímico y obeso. Cuando. hay trans-
sobre todo en la anorexia, la §~ción de ~ plenitud y: de
un ontrol del J2ro]2io §~ ásJuert_e cuanto más radical es
s' oma. Cuanto más se adelgaza la anoréxica rechaza;- 5 Lacan, J., Seminario 21, "Les non dupes errent", clase del 9 abril
do la, comida, más fuerte y autónoma se siente~ .El efecto 1974, inédita. Sobre esto reenvío a La Psicoanalisi n. 50, D. Cosenza
de s1_11toma no e~n muchos casos de sufrimien!o--~. sino de (compilador), "L'anoressica e l'inconscio", Astrolabio, Roma 2011;
eufona. (sobre todo en la anorexia, así como en el período de D. Cosenza, "L'anorexie dans le demier enseignement de Lacan", La
1 cause du désir, Navarin, París, 2012, n. 81, pp. 106-111.
18 NEL-MIAMI Locos 8 19

erencia, esta se inclina tendencialmente hacia la transferencia pode la toxicomanía, esta tesis ha sido retomada por Jacque~­
imaginaria y: la es~ecularidad. Hay en esta clínica una tenden- Alain Miller en su curso compartido con ,Eric Laurent El Otto
cia a la reducción imaginaria de la transferencia. Por ejemplo que no existe y sus comités de ética, del año 1996-97.7
en mi práctica clínica co dentes obes s iempre me ha dado Freda también en sus artículos anteriores sobre la toxi-
ocasiones para reflexionar el hecho que tienden a rechazar, más comanía intentó ofrecer las implicaciones de las referencias
allá de un problema de estructura clínica, el diván y he tenido de Lacan al fenómeno toxicómano, subrayando el rasgo de
más de un caso donde la paciente misma me ha pedido poder "solución", más que de síntoma en sentido freudiano, que la
volver a estar en la posición vis-a-vis. Era demasiado ang!l~­ ·práctica toxicómana realiza: Solución feliz que no implica una
tiante para ellas la desa2arición del analista del cam12o visual, división del sujeto, sino lo contrario: una identificación más
y: e enruentro en_la sesión cg_n un Otro de pura palabra sin fuerte con el goce realizado, un hacer Uno con la droga como
soporte de la imagen del otro, del analista como otro parecido. objeto condensador de un goce sin límites. En las referencias
de.1acan, Frecl.a pone de relieve la,_tesis_de la_solución de la
Ill.Il. ALGUNOS ANCLAJES PSICOANALfTICOS ~lroga como remedio a la ruptura del matrimonio del toxicó-
SOBRE TRASTORNOS DEL COMER Y TOXICOMANfAS ano con el falo. Es decir, que en la historia de un toxicómano
lo que se presenta en la mayoría de los casos en conyunturas
En las últimas décadas se está reflexionando mucho sobre claves de su historia es la jmp9sibilidad del sujeto de vivir SJ:l
estas nuevas estructuras sintomáticas tan diferentes respec- experiencia de goce dentro de las coordenadas constantes del
to a los síntomas neuróticos clásicos, histéricos y obsesivos, .goce fálico. Si en la experiencia pulsional de todos hay una di-
que el psicoanalista encuentra diariamente desde la época de mensión residual del goce que no se reduce al goce fálico, en
Freud. Muchos estudiosos de diferentes disciplinas sociales la experiencia del toxicómano el goce fuera dEU.a lógica fálica
(sociólogos, psicólogos sociales, etnopsiquiatras, antropólo- no-es..,sim.plemente un residyo: es algo masL.~o e..iro~afvq,
gos, estudiosos de historia contemporánea entre otros) traba- que se impone al sujeto come un goce Uno, no relacionado
jan en torno a la conexión entre estos síntomas Y. el conjunto con el Otro, .sin.Jímites.. El goce fálico caracteriza la satisfac-
s sociedades con estructura capitalista desarrollada, pm- ción libidinal del sujeto en su relación con el Otro, que es una
que es en su interior donde, a artir de los -os 60 tlel si lo satisfacción siempre parcial porque el Otro no puede llegar
con la toxico anía, estos han e pezado a manifestarse de nunca a ser Uno con el sujeto. En este sentido no hay relación
forma e idémica entre los jóvene§. En el medio de la ~­ sexual: la ley de la castración no le permite al sujeto ser Uno
tación lacaniana en psicoanálisis, un enfoque del problema con su partenaire de goce. Los goces en una pareja permane-
que intenta ofrecer una lectura unitaria de estas formaciones cen estructuralmente heterogéneos e irreductibles. En este
sintomáticas tan difundidas en las sociedades posmodernas sentido, la relación sexual como intento de recuperación del
y tan refractarias al tratamiento de palabra ha sido sin duda primer goce mítico de la Chose es un fracaso estructural. En
la tesis sobre las "nuevas formas del síntoma". Elaborada por
primera vez en un artículo de Hugo Fr_eda.__y: B~rnªrd Lecoeur
al comienzo de los años O, 6 con referencia particular al cam- me", Revue dell'ECF, 05/1992, 21, p. 85; y Freda, F. H ., Lecoeur, B.,
"Les nouvelles formes du symptóme", Mental, décembre 1997,4, p.
139-148.
6 Freda, F. H., "La toxicomanie: un symptóme modeme", Analytica, 7 Miller, J.-A., Laurent, E., El Otro que no existe y sus comités de ética,
1 1989, 57, p. 115-120; Freda, F. H., "Les nouvelles formes du symptó- Paidós, Bs. As., 2005, clase del21 de mayo 1997, pp. 373-379.
20 NEL-MIAMI LOGOS 8 21

otras p~labras, el toxicómano no encuentra manera de aceptar kleiniano de La familia) al primer goce oral del objeto alimen-
Y. a~urmr, como hacen los neuróticos, los efectos de este prin- tario. Abraham subraya la dimensión canibalística del primer
CipiO estructural. Su solución es romper el matrimonio con el estadio oral de la libido, juntando en este canibalismo primor-
falo Y. dirigirse hacia un objeto de satisfa<:ción fuera de la lógi- dial la melancolía y la anorexia, el exceso de alimentación, el
ca fálica, la droga, en la búsqueda de un goce Uno, absoluto, alcoholismo y la droga.
sin limites, no tachado por la ley de la castración. Siempre me ha parecido que el joven Lacan de Les com-
. La tesis ~e Lacan sobre la toxicomanía que Freda subraya plexes familiaux dans la formation de l'individu del '38, tradu-
tiene en reahdad su referencia ya bastante clara en la obra de . cido en castellano por La familia, kleiniano sui generis en esta
Freud y de Karl Abraham. En particular, en la investigación . época, haya tenido una relación importante con este texto de
de Abraham sobre el más precoz estadio oral de la libido está Abraham sobre el más precoz estadio de la libido de 1916,
ya muy clara la operación toxicómana en su fundamentación sobre todo respecto al enfoque de lo que hoy podemos de-
pulsional. Poner la sustancia intoxicante (la droga, el alcohol) finir como las nuevas formas del síntoma. En la perspectiva
en lugar del goce sexual como punto clave de la satisfacción evolutiva de Abraham podemos decir que se trata de las más
libidinal es una. operación que el psicoanalista alemán explica antiguas formas del síntoma en.relación con el desarrollo li-
con m~cha clandad, en estos casos de sujetos que se han que- bidinal. Pero es seguro que Abraham no había previsto que,
dado fiJados de manera radical al primer objeto del goce oral. medio siglo después de su escrito sobre el más precoz estadio
En esta perspectiva, la referencia a Freud y Abraham nos con- de la libido, se habrían difundido en el mundo desarrollado
duce más allá, porque ya articula con claridad el lazo libidinal epidemias de estos síntomas tan precoces en su punto de fi-
entre toxicomanías y trastornos del comer. Efectivamente en . jación libidinal.
"Examen de la etapa más precoz de la libido" (1916) de Abra- No podemos decir lo mismo respecto de Lacan. De hecho,
ham, los trastornos alimentarios constituyen una solución ya en el mismo texto de 1938 está ya anunciado lo que en este
alternativa al goce sexual, así como la toxicomanía y el etilis- escrito juvenil él llama "el declive de la imago paterna", como
mo. En la serie abrahamiana, la anorexia tanto como la buli- rasgo fundamental de la condición del sujeto en la sociedad
mia (Abraham no distingue bulimia y obesidad, que es una y en la cultura del mundo capitalista. Y el psicoanálisis según
distinción contemporánea, habla más en general de hambre este Lacan de La familia surge propiamente en el marco de este
nerviosa) se presentan como soluciones alternativas al goce declive de la autoridad del padre, que ha regido durante si-
sexual. Estas muestran una fijación libidinal al primer objeto glos la estructura simbólica de la sociedad. Hay una dimen-
o:al que no ha permitido un efectivo proceso de separación, sión anticipatoria formidable en estas tesis del joven Lacan,
ru ~a verdadera .entrada en la fase edípica, como podemos que él mismo retomará en los escritos de su última enseñanza,
decu en su len~ua3e evolutivo. En este sentido es lógico que el cuando la acentuación de la tesis estructuralista de la autono-
desencadenarmento de estos síntomas alimentarios prevalez- mía del simbólico de los años "50 encontrará su fin y su ense-
ca en el tránsito a la pubertad. Este es el momento clave don- ñanza se rearticulará a la luz de la centralidad del goce como
de la joven (aunque esporádicamente también se dan casos de real. Lo que ahora me interesa subrayar es que, también res-
varones, uno sobre 10) se encuentra expuesta a los aconteci- pecto del campo de la anorexia mental, las tesis de la última
mientos de la vida sexual y amorosa, experimentando allí el enseñanza de Lacan retomarán, en puntos clave, las tesis ini-
fracaso del goce sexual, y el remedio ofrecido por la regresión ciales contenidas en Les complexes familiaux. La dimensión de
(concepto clave en Abraham, pero también en el joven Lacan destete como trauma inasimilable, y un sustancial "rechazo
1
22 NEL-MIAMI Locos S 23

del destete", 8 unido a una tendencia a reconstituir la unidad III.III. NOTAS SOBRE LA EPIDEMIOLOGfA
nostálgica con la Chose materna, es decir la sensación de un DE LOS TRASTORNOS DE LA ALIMENTACIÓN
goce Uno, totalizante, es la gran tesis clínica de Lacan en tomo
a la anorexia mental, junto con las toxicomanías y las neuro- El psicoanálisis siempre está relacionado en su práctica
sis gástricas. Esta tesis del joven Lacan es muy esclarecedora con la dimensión singular e irreductible del síntoma de un
en la clínica y contrasta con el Lacan que, sobre todo en "La sujeto. Pero sin duda no se desinteresa de la lectura de los que
direc~ón de la cura ..." del 58 y en los Seminarios 4 y 5, pone se presentan como síntomas sociales, es decir, como formas
de reheve la dimensión dialéctica del síntoma anoréxico, su sintomáticas socialmente difundidas, propias del estado del
dimensión de mensaje lanzado hacia el Otro, en una perspec- malestar en la civilización. Por el contrario, la lectura de estos
tiva más propia, no solo según mi opinión, de la anorexia his- síntomas sociales forma parte de su tarea, y en esto el psicoa-
térica que de la anorexia ~ental propiamente dicha. En este nálisis encuentra una dimensión importante de su estatuto
sentido, las últimas indicaciones de Lacan sobre la anorexia "aplicado". Lo importante es no confundir el síntoma social y
mental se presentan en diferentes aspectos como un retomo el síntoma subjetivo, y preservar el corte epistemológico entre
de Lacan al joven Lacan. Claro que no se trata de un retomo los dos niveles. Por esta razón me parece muy importante in-
entendido como simple regresión a lo idéntico. Más precisa- tentar dibujar algunos momentos históricos en tomo al surgi-
mente estamos ante un retorno que se produce después de miento/ nacimiento y a las metamorfosis de anorexia, bulimia
que Lacan haya conducido a las extremas consecuencias la y obesidad entendidos como síntomas sociales. En una inves-
crisis del paradigma lingüístico-estructural del psicoanálisis. tigación de hace algunos años, publicada en Italia en un libro
Se trata más de una salida que de una vuelta atrás. Salida co- que titulé Il muro dell'anoressia (publicado en español en junio
herente con la subida al cénit del objeto a en el lazo social, 2013 por Gredas) dividí en cuatro tiempos el desarrollo de la
como Lacan lo escribe en Radiofonía del 70. La última ense- difusión epidémica de anorexia, bulimia y obesidad.9
ñanza de Lacan sobre la anorexia se produce a la luz de esta En un primer tiempo, que llega hasta la primera mitad de
centralidad del goce y del declive de la función del padre. En los años 60, la anorexia se presentaba aún como un síndrome
esta ~erspectiva Jacques-Alain Miller, en el curso El Otro que raro, aunque justo en esa época, el conjunto internacional de
no exzste y sus comités de ética, hablando de las nuevas formas la psiquiatría, en el Simposium de Gottingen del1965, recono-
del síntoma, aísla el materna que los une: goces sin Otro. áa por primera vez de manera clara su carácter psicogenéti-
Con este materna quería subrayar el fundamental "re- co, contra cualquier reduccionismo neuroendócrino. Gracias
chazo del Otro", es esta la expresión de Miller, que está en el sobre todo a la obra de Hilde Bruch y de Mara Selvini Palaz-
corazón de estos nuevos síntomas, donde el síntoma mismo zoli y de otros valientes clínicos de procedencia psicoanalíti-
está desconectado de la función de mensaje, y se reduce a una ca, como la pareja de los Kestenberg en Francia, resultó más
solución de goce, a una modalidad de goce. En este -marco clara también la implicación de la familia en el desarrollo de
la anorexia se presenta en particular como rechazo del Otro la anorexia mental. Justo sobre este punto Selvini construyó,
nodriza, rechazo del Otro materno ante todo. . después de su original lectura kleiniana de la anorexia en los
años 60, el paradigma sistémico-familiar de interpretación y
tratamiento de la anorexia desde el comienzo de los 70. Sin
"Refus du sevrage", en Lacan, J., "Les complexes familiaux dans la
8
formation de l"individu" (1938), Autres écrits, Seuil, Paris 2001, p.
132. -
9 Cosenza, D., Il muro dell'anoressia, Astrolabio, Roma 2008.
24 NEL-MIAMI Locos 8 25

embargo, la difusión epidemiológica era muy escasa, como alta, afecta a chicas muy inteligentes y muy brillantes en los
testimonia Selvini en la primera edición de su obra maestra estudios. Este es el retrato clásico, más difundido, que hoy
en el63 L"anoressia mentale. 10 Por eso me ha gustado nombrar parece casi caricaturesco, de la anorexia como síntoma social.
ese tiempo como la "época de las moscas blancas": los casos Con su tesis, Bruch sostiene la idea de la anorexia como sín-
era muy pocos, y los clínicos no sabían ni cómo entenderlos, drome cultural y patología étnica del mundo desarrollado,
ni cómo tratarlos. También la modalidad de manifestación de que Richard Gordon retomará de manera más sistemática a
la anorexia tomaba tendencialmente una versión específica: comienzos de los 90 en su libro Anorexia and bulimia. Anatomy
era una anorexia restrictiva, exclusivamente femenina, sin of a social epidemy.12 La tesis de la anorexia como síndrome cul-
conductas evacuatorias, en el marco de una familia caracteri- tural tendrá también su lugar en el DSM-IV con su inclusión
zada por lo que Selvini definió como un "matriarcado super- en el elenco de los síndromes culture bounds.
yoico". En este marco la fi~a clave del poder familiar era la El tercer tiempo se desarrolla desde finales de los años 70
abuela materna, centro de mando de todo el sistema familiar. hasta finales de los 90, y modifica de manera importante este
La dimensión del sacrificio y de la privación dominan este es- retrato. Podemos decir que si la anorexia mental amplifica-
cenario, así como la relación de estrago entre madre e hija. El ba en su rigidez superyoica la dimensión de la privación, el
padre ocupa un lugar marginal, dejando en el centro del sis- nuevo fenómeno social de los años 80 ponía más en evidencia
tema el eje femenino abuela materna/madre/hija anoréxica. en el nivel sintomático la dimensión del exceso en el consu-
¿Cómo no ver en acto de manera contundente en el corazón mo de la comida. Entramos así en la época de la anorexia-
de esta clínica lo que el joven Lacan llamaba "el declive de la . bulimia, donde el aspecto de la pérdida del control respecto
imago paterna"? al objeto-comida no solo comparece sino más radicalmente
El segundo tiempo podemos ya detectarlo claramente en tiende a prevalecer respecto a la dimensión anoréxica de la
la mitad de los años 70, donde la anorexia empieza a difundir- privación y del control de la pulsión. No es casual que el diag-
se en proporción epidémica en los países más desarrollados, nóstico descriptivo de bulimia, formalizado en el 79 por el
a partir de Estados Unidos. A partir de esta época la anorexia psiquiatra universitario inglés Gerald Russell e introducido
puede ser definida como un verdadero síntoma social. El do- en la tercera edición del DSM en 1981, encuentre su lugar al
cumento que muestra de manera tan clara este pasaje es el lado del de anorexia en el marco de los Eating Disorders. Se
libro de divulgación escrito en esta época por Hilde Bruch La trata de un paso importante, porque efectivamente ha intro-
jaula dorada. 11 En la introducción de este best-seller la psiquia- ducido una discontinuidad en la manera de los clínicos de
tra estadunidense nos indica las características principales de utilizar el significante ''bulimia". Antes de esta introducción,
este síndrome: es femenino, es juvenil, se desarrolla entre las este significante se utilizaba más genéricamente para indicar
jóvenes estudiantes de los colleges y de las universidades nor- una conducta de exceso en el consumo de la comida. La de-
teamericanas, afecta sobre todo a hijas de la burguesía media- finición russelliana de la bulimia aísla en tomo a este signifi-
cante un circuito determinado dentro del campo mucho más
extenso del exceso de consumo alimentario. Lo esencial de la
10 La más re~i~nte v:r~ión de esta obra maestra, muy ampliada respec- bulimia está sobre todo en el circuito incorporación/ evacua-
to a la edición ongmal, es Selvini Palazzoli M., L'anoressia mentale,
Cortina, Milano, 2006.
11 Bruch, H., The golden Cage. The enigma of the Anorexia Nervosa, 12 Gordon, R., Anorexia and bulimia. Anatomy of a social epidemy, Oxford,
Harward Universiy Press, Cambridge, Massachusetts, 1978. Basil Blackwell Ltd, 1990. ,
·- --- - -- --------------~~~----------~-------------------------------------------------

26 NEL-MIAMI Locos 8 27

ción, donde al primer tiempo de consumo voraz de la comida Ante todo el síntoma anoréxico, así como el bulímico, no se
sigue el tiempo de expulsión de las sustancias incorporadas. han caracterizado ya como exclusivos de las hijas de la alta
Las modalidades concretas de evacuación pueden variar y ser burguesía de los países desarrollados. Se ha producido una
diferentes, según las preferencias del sujeto: el vómito, la uti- difusión en todas las clases sociales. En segundo lugar, por
lización de laxantes, la actividad deportiva frenética. Lo que efecto de la globalización y de las nuevas tecnologías infor-
más cuenta para la bulímica es que el resultado final de la máticas y los nuevos medios de comunicación, estos síntomas
operación de evacuación conduzca por lo menos al cero, es se han mundializado difundiéndose también en los países en
decir, a anular el aumento de peso provocado con el atracón. vías de desarrollo, sobre todo en las grandes ciudades.
Respecto a la linealidad ideal del síntoma anoréxico restric- El cuarto tiempo de la historia social reciente de los así lla-
tivo, el síntoma bulímico así entendido se presenta como un mados "trastornos alimentarios" es el tiempo que se ha abier-
síntoma más barroco en s~ modalidad de funcionamiento. to con la primera década del siglo XXI, y que continúa en la
Esto en el sentido de que intenta construir un equilibrio en el actualidad. Hay algunos rasgos específicos de esta época que
desequilibrio, introducir un rescate después de la caída en la afectan de manera particular a este campo de investigación
tentación, y en este sentido está más cerca de la estructura del clínica. Ante todo, una tendentia mucho más fuerte, empe-
pliegue, central en el Barroco, que del de la línea recta. zada ya en los 90, al mestizaje sintomático entre formas de
Esta definición contemporánea de la bulimia es muy im- adiciones. La palabra "comorbilidad" toma importancia en
portante, y este trastorno de la alimentación es el verdadero este campo, y efectivamente la fenomenología descriptiva de
protagonista de los años 80 y 90, difundiéndose mucho más en los nuevos casos sobre todo de bulimia y Binge presentan en
la población respecto a la forma clásica de la anorexia restricter. varias situaciones la presencia de adicciones múltiples, a la
Más adelante entraremos en los detalles de la cuestión diag- comida y al alcohol, a la comida y a la droga, a la comida y
nóstica y en la diferencia entre un diagnóstico estructural y uno a los medicamentos. Esto me hizo pensar hace tiempo en la
descriptivo en el campo de los trastornos del comer. Añadimos crisis de la llamada monosintomaticidad en la época actual, es
solo por ahora que se subraya más la particularidad de la buli- decir en la dificultad de sostenerse con la estabilización ofreci-
mia a la luz de una nueva entidad nosográfico-descriptiva di- da por un solo y único síntoma-solución. La escasez de casos
bujada en el DSM-IV que salió en el94: el Binge eating disorder. de anorexia pura que permanece tal hasta su cronificación, sin
Lo que falta en el Binge eating disorder, respecto de la bulimia, es paso a la bulimia, lo atestigua.
el tiempo de la redención: en este síndrome tenemos el tiempo En segundo lugar, asistimos a partir del comienzo del año
del exceso, el atracón, pero falta el tiempo del rescate, la prác- 2000 a la difusión de un nuevo fenómeno relacionado con el
tica de la evacuación. Respecto a su dimensión epidémica y a desarrollo de las nuevas tecnologías: la creación de comuni-
su estatuto de síntoma social es importante registrar que si el dades virtuales de anoréxicas y bulímicas en la red. Por un
DSM-IV se limita a introducirlo como una subespecie de ED- lado hay una parte minoritaria constituida por grupos y aso-
NOS, es decir, trastorno de la alimentación no especificado, el ciaciones que luchan contra la enfermedad; por otro, en su
DSM-V, que sale en el 2013, le va a dar un relieve mucho más mayoría exaltan y difunden de manera militante la anorexia y
importante, poniéndolo como una tercera clase de diagnóstico la bulimia como estilo de vida alternativo (los llamados sitios
con la misma importancia que la anorexia y bulimia. pro-Ana y pro-Mia). Siendo sitios muy visitados por las jóve-
Al mismo tiempo, algunos rasgos sociales dibujados por nes y las pacientes, esta nueva realidad ha puesto a los gobier-
Hilde Bruch en La jaula dorada habían cambiado radicalmente. nos ante un nuevo problema con diferentes tipos de respues-
28 NEL-MIAMI Locos8 29

tas posibles. Una cuestión que los gobiernos se plantean es si men de la interdicción, donde el sujeto encuentra su manera
cerrar o dejar libre el acceso a los sitios que difunden el verbo de gozar en secreto, entre las líneas. Sobre todo es el goce se-
anoréxico-bulímico casi como una religión. xual el objeto por excelencia de la interdicción, y no es casua-
La contradicción que hace décadas se produjo respecto al lidad que el descubrimiento freudiano del inconsciente como
campo de las toxicomanías, en tomo al debate sobre prohibi- estructuralmente relacionado con el sexo fuera un escándalo
cionismo y antiprohibicionismo en relación con el consumo en su época.
(legal o ilegal) de la droga, se presenta ahora en el campo de Para el malestar en la civilización contemporánea, el diag-
la anorexia y de la bulimia como un problema de acceso que nóstico de Freud se revela no suficiente, y se muestra mucho
se juega ante todo en una dimensión escópica, que pertenece más esclarecedor el de Lacan. Como hemos empezado a ver,
especialmente a la mirada. los síntomas contemporáneos se presentan como condensa-
dores de goce sin (o con un débil) anclaje simbólico en el cam-
Ill.IV. DISCURSO DEL CAPITALISTA, po del Otro. Utilizando la formulación de Gauchet tomada
NUEVAS FORMAS DEL SfNTOMA Y EATING DISORDERS por Miller, estos síntomas expresan de forma más coherente
la condición propia de un slljeto en una sociedad posdisci-
La orientación del psicoanálisis tiene interés en aislar las plinaria como la actual. Sociedad que no se funda sobre la
formas más propias del malestar en la civilización, los llama- interdicción originaria como condición del lazo, sobre el Edi-
dos síntomas sociales, y tenemos que decir que, respecto del po, sino más bien sobre la primacía del derecho a gozar de
diagnóstico que Freud realizó en "El malestar en la cultura" los individuos. El problema que detecta la senda psicoana-
del "29 muchas cosas han cambiado. Jacques-Alain Miller lítica de Lacan es mostrar que, bajo la hermosa ideología del
hace una década, apoyándose en la obra del sociólogo francés derecho individual al goce, se mueve con mucha sutileza el
Maree! Gauchet, distinguió la época analizada por Freud -la imperativo contemporáneo al goce sin límites: el deber gozar
sociedad del capitalismo clásico desde finales del siglo XIX has- como imperativo categórico del individuo en la sociedad pos-
ta la primera mitad del siglo xx-de la época contemporánea, 13 moderna. Desde la interdicción al goce de la época de Freud
hablando por lo que se refiere a la primera de una época dis- hemos pasado entonces al empuje al goce de la época actual.
ciplinaria y respecto de la segunda de una época posdisci- En el marco de este punto Lacan dibujó, en los primeros
plinaria. La interdicción del goce y la función reguladora y años de los '70, en particular en una conferencia en Milán en
represora de la autoridad del padre y del resto de las figuras el 72, 14 la estructura de un pseudo-discurso que llamó el Dis-
que encaman la autoridad simbólica (el maestro, el juez, entre curso Capitalista. Dibujó esta extraña estructura discursiva
otras) están en el corazón del funcionamiento de la sociedad después de haber articulado, desde el Seminario 16 hasta el
y del lazo social en el capitalismo clásico. El malestar más di- Seminario 19, su teoría de los cuatro discursos, entre el68 y el
fundido en esta época corresponde al efecto demasiado fuerte 72. El corazón de la teoría de los cuatro discursos aísla, ma-
de pérdida de goce, de mortificación que la interiorización de tematiza y articula en sus formas posibles, la estructura que
la ley introduce en el sujeto como condición para encontrar Freud mismo había dado al lazo social. Es Lacan mismo quien
un lugar en el lazo social. Los síntomas neuróticos histéricos lo dice en el Seminario 17: su noción de discurso es una traduc-
y obsesivos constituyen la encamación más clara de este régi-
14 Lacan, J., "Del discorso psicoanalitico" (12/05/1972), en Lacan in Ita-
13 Miller, J.-A., "Intuitions Milanaises", Mental, mayo 2003, 12, pp. 9-26. lia 1953-1978, La Salamandra, Milano 1978, pp. 186-211.
30 NEL-MIAMI Locos 8 31

ción de lo que Freud llamó el lazo social. Sus_componentes IV Dimensión descriptiva y estructural en la clinica de los
estructurales son: la cadena significante S1-S2, el sujeto dividi- trastornos de la alimentación
do ($) por el efecto de la ley del significante, y a como objeto
de goce estructuralmente en pérdida, efecto de la operación IV. l. EL DIAGNÓSTICO DESCRIPTIVO EN LA CUNICA

significante sobre el cuerpo del sujeto. La pérdida estructural DE LOS EATING DISORDERS

de goce que el objeto a encama es al mismo tiempo la con-


dición de plus-de-goce que siempre falta en la experiencia del La perspectiva del psicoanálisis aclara el carácter parcial
sujeto y la raíz de su búsqueda continua. Con la introducción e inadecuado de un encuadre de los fenómenos clínicos r.e-
del Discurso Capitalista, Lacan introduce un materna que per- ducido a la dimensión puramente descriptiva. De hecho es-ta
vierte la lógica del discurso, por que ante todo borra la impo- perspectiva se funda sobre una ilusión, sobre un espejismo:
sibilidad como condición misma del discurso. Imposibilidad pensar que como clínicos ante todo nuestra tarea es ser un
estructural que el sujeto y el goce puedan hacer Uno: es este observador y un registrador imparcial de los fenómenos que
el principio mismo de la castración simbólica, que Lacan pone vemos y escuchamos. Desde Freud, y de manera aun más cla-
en la estructura del discurso siendo fiel a lo que Freud había ra con Lacan, sabemos que lo esencial de la posición de un su-
hecho respecto a su teoría del lazo social. Así en el Discurso jeto no se da a ver verdaderamente en la simple observación
Capitalista no hay imposibilidad, y la relación del sujeto con de los fenómenos. Y que hay algo de crucial en la estructura
el goce dibuja un circuito directo de reciclaje continuo sin pér- del inconsciente, que Lacan llama el goce, que no solo ·e s r.e-
dida. fractario al régimen de la representación, sino que orienta la
La estructura del Discurso Capitalista dibuja bien la eco- función de lo que aparece en los fenómenos de la vida del pa-
nomía de goce del síntoma contemporáneo como solución ca- ciente. Más en general, el inconsciente en su dimensión más
racterizada por la construcción de un goce Uno, sin pérdida, subjetiva se manifiesta en mayor medida en las fracturas de la
una identificación masiva al síntoma social y a su identidad continuidad fenoménica, que en su funcionamiento con stan-
de goce, y un sustancial rechazo del Otro. Es lo que encon- te, como Lacan nos muestra en el Seminario 11.
tramos efectivamente en la clínica de la anorexia mental, de Sin embargo, es importante que sepamos lo que está en
la bulimia, de la obesidad psicógena, así como en las varias juego en los diagnósticos descriptivos de la psiquiatría, por-
formas de toxicomanía. El Discurso Capitalista nos muestra que con estos, sobre todo con los del DSM, estamos obligados
que no se trata en estas soluciones de poner en acto prácticas a relacionarnos, en particular en el trabajo institucional con
transgresivas y antisociales de goce, sino lo contrario: estar colegas de otras orientaciones. Es algo que podemos rubricar
sometidos de manera radical a una ley superyoica que man- bajo el capítulo de "hablar la lengua del Otro".
da sin límites al sujeto que goce. De hecho, el deber gozar es Cuando hablamos de diagnóstico descriptivo ten emos que
el imperativo categórico central en nuestra sociedad: "comer distinguir ante todo dos perspectivas, muy diferentes entre
nada" rechazando sin límites la comida, deber devorar y vo- ellas, en el campo de la psicopatología. La primera, más an-
mitar, deber comer demasiado sin evacuar, deber consumir tigua y que ha tenido su momento de gloria sobre todo en
drogas, deber tomar medicamentos como objetos de goce. la primera mitad del siglo xx, es la de la psiquiatría fen ome-
nológico-existencial, que encontró en Jaspers, Minkowski y
Binswanger sus fundadores. Desde esta perspectiva, que sur-
ge en contra de la psiquiatría positivista y organicista de ma-
32 NEL-MIAMI Locos 8 33

triz kraepeliniana, la psiquiatría fenomenológica pone en el estamos ante la salida de la quinta edición. Puede ser útil ob-
centro de su orientación la relación entre médico y paciente servar lo que permanecerá y lo que cambiará respecto al campo
como experiencia de identificación emotiva (Einfohlung) con de los trastornos alimentarios en esta nueva edición. Un pro-
la condición existencial del paciente. En esta perspectiva, la blema general en la estructura del DSM-IV, pero muy sensible
dimensión descriptiva pierde su coloéación en el marco de en el marco de los Eatíng Dísorders, es la categoría de trastorno
un diagnóstico explicativo según el modelo biomédico, y se no especificado de otra manera (NOS). En este campo es el
acerca más a una práctica humanista de comprensión herme- diagnóstico de EDNOS, y en esta categoría caen todos los tras-
néutica de los acontecimientos de la existencia del paciente. tornos de la alimentación no reconducibles ni al diagnóstico
Desde esta perspectiva han salido también casos clínicos que psiquiátrico de anorexia y bulimia, ni a una condición médica
han hecho historia, como el caso de Ellen West de Binswan- general. Este diagnóstico funciona un poco como el cubo de la
ger, y su lazo singular entre anorexia y melancolía. basura donde caen todos los trastornos de la alimentación que
De hecho, cuando hablamos hoy de un diagnóstico des- no encajan estrechamente con el diagnóstico ni de anorexia,
criptivo, la referencia universal entre los clínicos del DSM es ni de bulimia. El problema es que, como han subrayado los
el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales expertos psiquiatras que trabajan en este campo en un Sym-
producido por la asociación americana de psiquiatría. Hoy es- posium en Baltimore en 2006 (las actas se publicaron en el nú-
tamos ya en la salida de su quinta edición que, sobre todo a mero de septiembre del 2007 dellnternatíonal fournal of Eating
partir de su tercera edición de 1981, ha dado una orientación Disorders ), la mayoría de los diagnósticos de Eatíng Disorder
empírico-estadística en la construcción de su marco diagnós- hechos por los psiquiatras son propiamente diagnósticos de
tico. Lo que está en la definición general de dísorder es solo la EDNOS. Esta observación ha puesto en crisis el actual sistema
conducta manifiesta y reiterada y estadísticamente evaluada diagnóstico respecto a sus criterios de eficacia y eficiencia, y
y cuantificada. La noción de dísorder se construye en relación abierto la exigencia de una reformulación de la nosografía. Es
a una noción de normalidad estadísticamente definida, que en- propiamente en este contexto donde el Binge Eating Disorder,
tonces puede cambiar en función de los cambios epidemioló- introducido en el DSM-IV como una sub-especie de EDNOS,
gicos-estadísticos de una edición a otra. Claramente en esta encontrará en el próximo manual una centralidad diagnóstica
perspectiva desaparece cualquier referencia a la dimensión parecida a la de la anorexia y la bulimia. Será, podemos decir,
subjetiva, y en particular no hay ningún espacio para la dimen- una respuesta del sistema nosográfico mismo a su propio sín-
sión de la transferencia. Siendo la clínica psicoanalítica, como toma EDNOS. El problema clave, como subrayó en Baltimore
nos ha enseñado Miller, una "clínica bajo transferencia"/5 pero también hace poco tiempo en Italia Christopher Faim-
donde la posición del sujeto bajo transferencia es esencial en b_um en un congreso en Todi en septiembre de 2010, el actual
la formulación del diagnóstico mismo, se entiende claramente Sistema nosográfico del DSM sobre los Eating Disorders "[ ...]
por qué, entre muchas razones, el diagnóstico en psicoanálisis está lejos de la realidad clínica" .16 Lo que quiere decir un.fun-
es otra cosa respecto al diagnóstico descriptivo del DSM. dador de las terapias cognitivo-conductuales como Fairbum
Estamos ahora en un momento de cambio en la nosografía con "realidad clínica" es claramente algo que tiene muy poco
del DSM. Asistimos desde hace años a la crisis del DSM-IV y que ver con lo que podemos entender nosotros. Pero su crí-

15 Miller, J.-A., "C. S. T.", en AA.VV., Clínica bajo transferencia. Ocho es-
-
16 Fairbum, Ch., "Eating disorders, DSM-5 and clinical reality", British
lournal of Psychiatry, 2011, January, 198(1), pp. 8-10.
tudios de clínica psicoanalítica, Manantial, Bs.As., 1985, pp. 5-10.
34 NEL-MIAMI Locos 8 35

tica respecto a la nosografía del DSM-IV sobre los trastornos (Body Mass Index), según los sistemas de clasificación de las
alimentarios, que encuentra en su obra uno de sus puntos de enfermedades.
referencia principales, es un síntoma interesante. Es decir que
la eficacia diagnó_stica misma del sistema, motivo de orgullo IV.II. DESDE EL TRASTORNO HASTA LA "sOLUCióN":

de su llamada objetividad en contraste con la "subjetividad" LA PERSPECTIVA ESTRUCTURAL

de los diagnósticos psicoanalíticos, ha sido puesta en crisis por


uno de sus más poderosos partidarios de referencia en este La perspectiva del psicoanálisis sobre anorexia, bulimia
campo. Otro aspecto debatido, respecto al que el sistema DSM y obesidad introduce una discontinuidad clara respecto al
estaría lejos de la realidad clínica es su rigidez categorial, que diagnóstico descriptivo. Ante todo porque el trastorno ali-
no permite enmarcar ni entender los frecuentes desplazamien- mentario no es nunca un diagnóstico suficiente en psicoaná-
tos de la anorexia a la bulimia y al revés. También por esto, el lisis. Que anorexia, bulimia y obesidad no sean, como hemos
DSM pasará en general desde un fundamento categorial hasta subrayado, síntomas freudianos en sentido estrecho, que sean
un fundamento llamado dimensional. síntomas entre comillas o síntomas contemporáneos como se
El diagnóstico de anorexia también cambia en el DSM-V. los define, o síntomas como se les podría enmarcar en la pers-
Lo que ha sido puesto en cuestión es la centralidad de la ame- pectivas joyceanas del Seminario 23 de Lacan, lo que pienso
norrea en la anorexia femenina. La orientación futura conti- es que la perspectiva sintomática es más propia de un acer-
nuará poniendo en el centro del diagnóstico el rechazo de la camiento psicoanalítico de estas "soluciones", que el conside-
comida y el efecto de adelgazamiento radical, así como las rarlos trastornos respecto a una normalidad estadísticamente
ideas obsesivas sobre la comida y el peso, pero el intento de dada. Está claro que la definición del síntoma más propia en
los expertos es ir más allá del "amenorrhoea criterion" como el contexto de esta clínica está más en la perspectiva del sín-
condición del diagnóstico de anorexia. Al mismo tiempo, el toma como "acontecimiento de cuerpo", como condensación
umbral límite del peso para diagnosticar anorexia, el weight de goce y "respuesta de lo real", que en la perspectiva del
threshold, aumenta. Por otra parte la orientación actual res- síntoma como "metáfora del sujeto" y como significante de
pecto al diagnóstico de Binge Eating Disorder es de ser menos un sentido reprimido.
exigentes en relación a la frecuencia de las crisis de atracón: el Lo esencial para nosotros en el diagnóstico, ante la ano-
''frequency threshold" es más bajo respecto al DSM-IV. rexia de una paciente, es hacer aparecer cuál es la función de
Mas en general, la orientación diagnóstica del DSM-V res- este síntoma para este sujeto. De hecho, en muchos casos hay
pecto a los Eating Disorders va en la dirección de la construc- una uniformidad fenomenológica del trastorno alimentario,
ción de un sistema dividido en tres partes: trastornos de la Y al mismo tiempo una heterogeneidad radical de su función
alimentación mixtos, purgativos y restrictivos. Aunque en el para cada sujeto. Por ejemplo el rechazo anoréxico de la comi-
Symposium de Baltimore se ha cuestionado un posible lugar da se puede presentar en apariencia con la misma conducta en
para la obesidad en el DSM-V, 17 esta permanece en el diag- dos sujetos, pero tener una función completamente diferente.
nóstico como una patología no psiquiátrica sino estrictamente En el caso de una anorexia histérica puede tener la función de
médico-nutricional, con grados diferentes en función del BMI mensaje hacia el Otro. Mientras que por ejemplo en un caso
de paranoia con síntoma anoréxico el sujeto rechaza la comi-
da porque ha desarrollado un delirio de envenenamiento, y la
17 Devlin, M. J., "Is there a place of obesity in DSM-V?", In t. Jour. OfEat. anorexia es una defensa frente a los que quieren envenenarlo.
Dis., cit.
36 NEL-MIAMI Locos8 37

Desde la perspectiva del psicoanálisis, plantearse la cues- Entonces, si en el caso de la anorexia es posible construir un
tión acerca de cuál es la función de esta anorexia para este su- marco a partir de las referencias explícitas de Lacan, respec-
jetof es la condición preliminar de un diagnóstico diferencial. to a la bulimia, y sobre todo a la obesidad, el problema es
Podemos decir que el diagnóstico analítico empieza donde el más el de construir a partir de la orientación de Lacan y de la
diagnóstico descriptivo concluye. Esto iinplica para nosotros práctica clínica con estas pacientes, sin poder contar con una
un desplazamiento del trastorno a la estructura singular del orientación explícita de Lacan en este campo. Sin embargo,
sujeto. Mientras el trastorno se muestra de manera eviden- hay sobre todo respecto de la bulimia (casi nada respecto de
te en el fenómeno y puede ser descrito, en la estructura no la obesidad), trabajos de colegas lacanianos sobre este campo
es casi nunca así sino que tiene que deducirse (Freud decía de la clínica que nos pueden ayudar en esta operación.
f'construirse") lógicamente. Esto vale en especial en esta clíni- Me parece que lo más sencillo es empezar retomando el
ca donde el síntoma cubre en la mayoría de los casos la estruc- desarrollo de las referencias de Lacan a la anorexia, y extraer
tura, y es raro por ejemplo estar delante de psicosis desen- de allí los ejes clave de orientación clínica en este campo. En
cadenadas donde el diagnóstico aparezca con claridad. Para una reciente investigación doctoral en París VIII, precisamente
llegar al diagnóstico estructural tenemos que ubicar el recha- sobre el tema del rechazo en la anorexia, 18 he articulado en
zo de la comida en la anoréxica en su relación con el campo cuatro tiempos las indicaciones de. Lacan sobre el tema. He
del Otro y con la modalidad de goce del sujeto. hablado allí de cuatro paradigmas de Lacan sobre la anorexia.
Esta perspectiva, que es la que Lacan nos enseña, nos lleva Puede parecer un poco fuerte para algunos, pero lo que su-
más allá de lo fundado sobre la centralidad del yo y del tras- brayo es que, en cada ocasión, Lacan introduce algo más en su
torno narcisista que domina la lectura psicoanalítica actual teoría clínica que modifica de manera importante el conjunto
de la anorexia en las orientaciones posfreudianas; así como general de su enfoque sobre la anorexia. Además, entre una
más allá de la perspectiva de patología de dependencia que referencia y la otra pasa un tiempo no solo cronológicamente
domina la lectura de la bulimia, por ejemplo en la posición bastante amplio sino también muy denso respecto al desarro-
de Je.ammet. Solo esclareciendo la posición del sujeto en su llo de la enseñanza de Lacan, así que su manera de presentar-
relación con el goce·y con el Otro, nos será posible entender la nos la anorexia cada vez refleja y expresa estos avances que él
función específica de su anorexia, y ubicarla como una solu- mismo cumple en su elaboración sobre los fundamentos del
ción más allá de la neuro!_?is, o como un síntoma con función psicoanálisis y la estructura del inconsciente.
de mensaje (anorexia histérico-neurótica), o como una clara El primer paradigma de Lacan lo podemos encontrar en
declinación sintomática de un delirio psicótico. el escrito del 38 Les complexes familiaux, en el marco de una
concepción psicogenético-regresiva de la anorexia mental,
IV.IV. LACAN Y LA ANOREXIA que tiene un nexo fuerte con el kleinismo sui generis del joven
Lacan. Ya he hablado de esto, pero lo que aquí me interesa
Mi lectura de la cuestión de la anorexia mental en Lacan subrayar es la primera aparición de la noción de rechazo en
se construye sobre dos ejes: el rechazo propio de la anoréxica ~elación con la posición anoréxica. Lacan nos habla aquí de
y lo que Lacan llegará a nombrar el objeto nada (ríen), objeto rechazo del destete", "refus du sevrage". Aquí nos parece que
de goce fundamental en la anorexia mental. Respecto a la bu-
limia tenemos solo una definición importante en el Seminario
4, y prácticamente ninguna referencia explícita a la obesidad.
-
18 Cosenza, D., Le refus dans l'anorexie, tesis doctoral bajo la dirección de
P.-G. Guéguen, discutida en la Universidad de Paris 8 en mayo 2011.
38 NEL-MIAMI
1 Locos 8 39

¡ se pro~uce la primera gran operación de Lacan respecto a la Lacan nos muestra la cara real de la nada como objeto-clave
anor~xta: e~arcarla como una operación anti-separación, en de la anorexia: la nada no solo como objeto simbólico, sino
la rmsma, lmea que la toxicomanía. Aquí Lacan se muestra, más radicalmente como objeto fundamental del goce anoréxi-
como dectamos antes, también discípulo de Abraham. Este es co. En este sentido, aquí Lacan articula su tercera operación
el exordio :erdadero de Lacan respecto ·a la anorexia, aunque sobre la anorexia: mostrar en la nada, objeto clave del goce
no es su prrmera palabra. De hecho, el 18 junio del año 35 in- anoréxico, un núcleo real (por esto Lacan la pone en la serie
tervino en una sesión de la EPP después de una comunicación de los objetos a) irreductible al campo del Otro. Esta tesis se
de una. psicoanalista francesa, Odette Codet, sobre casos de une en el Seminario 11 a un rasgo más dialéctico de la posi-
anoreXIa, y en esta ocasión habló por primera vez del tema. ción anoréxica, donde Lacan subraya que la anorexia mental
Pero es v~rdad que las primeras tesis escritas por Lacan sobre pone en juego de forma radical la amenaza de desaparición,
la anorexia están en el escrito del38. encamando en lo real para los padres la pregunta "¿Puede
El segundo paradigma de Lacan lo podemos aislar veinte perderme?". Entonces la anorexia se presenta aquí como una
años desp~és, .en el escrito "La dirección de la cura ..." del 58 y posición doble: por un lado nos muestra un goce autista de la
~n los ~emmarws 4 (La relación de objeto) y 5 (Las formaciones del nada como algo que el anoréxi~o no cede al Otro de ninguna
mconsczente) del mismo período. En este contexto, en la cima manera; por el otro, se presenta como maniobra extrema, que
de su acercamiento al estructuralismo lingüístico y de la pri- pone en riesgo la vida, para abrir en el Otro, demasiado lleno,
macía dada al significante en la estructura del inconsciente una falta.
Lacan elabora un paradigma dialéctico-histérico de la ano~ La última palabra de Lacan sobre la anorexia será diez años
rexia. Aquí se produce la segunda operación-clave de Lacan después, en la clase del9 de abril del74 de su seminario inédi-
sobre la anorexia: la introducción de la vertiente significante to Les non dupes erren t. Es la parte menos conocida y estudiada
del r~chazo anoréxic~ como metáfora del deseo, y la intro- de las referencias lacanianas. Sin embargo, encontramos aquí
ducción de la nada (rzen) en su vertiente simbólica es decir algo nuevo que, a mi manera de leer, introduce un corte epis-
como s~gnificante puro del deseo y objeto por excel:ncia de 1~ temológico respecto a la referencia del Seminario 11 . De hecho,
anorexia mental. A .través de la anorexia, Lacan intenta aquí si en el Seminario 11 Lacan mantiene por un lado la idea de la
d~~ostrar con un eJemplo clínico paradigmático la irreducti- anorexia como movimiento que intenta abrir en el Otro una
bilidad de la función simbólica del deseo a las necesidades y falta, en el Seminario 21 lo que acentúa es lo contrario: la ano-
a la demanda. 19
rexia se muestra más como una maniobra radical de rechazo
Pocos años después, en el marco de los Seminarios 10 (La del Otro. Más precisamente, utilizando las palabras mismas
an?ustia)·y· sobre todo 11 (Los cuatro conceptos fundamentales del de Lacan, como un rechazo del saber. Un rechazo del saber in-
pszc~análzszs ), entre el 62 y 64, Lacan articula una nueva pers- consciente. Todo el trabajo del rumiar mental diario continuo
pectiva consecuente con la centralidad que lo real ha tomado de las pacientes anoréxicas y bulímicas sobre el peso, de las
en su lectura de la estructura del inconsciente. En este marco cantidades de comida y de las calorías, la pregunta constante
se articula lo que hemos llamado el tercer paradigma de La- "¿Comeré o no comeré?", le sirve a la anoréxica de hecho para
can sobre la anorexia mental. En el corazón de este paradigma mantenerse lejos del horror que está en el núcleo del saber
inconsciente. Lo que hoy, gracias a la lectura de Miller, llama-
mos con Lacan el inconsciente real, es decir el sedimento de
19 ~oser:za, D., :'Anorexia", en AMP, Scilicet. Los objetos a en la experien- goce sin sentido y sin garantía que constituye el núcleo libidi-
cza pszcoana/(tzca, Grama ediciones, Bs. As., 2008.
40 NEL-MIAMJ Locos 8 41

nal del inconsciente de cada sujeto. Podernos decir que aquí cera, que es paradigmático respecto al rechazo histérico de la
Lacan pone más de relieve el rasgo de perversión en la ano- comida. Cuando encontrarnos en la anorexia de manera im-
rexia mental, su operación de denegación de la castración. 20 portante este rasgo del rechazo, tenernos una buena posibi-
De hecho, la operación de este Seminario nos permite leer el lidad de encontramos ante una anorexia histérico-neurótica.
rechazo anoréxico corno defensa respecto al encuentro con el Corno el caso de Clementina, que os presentaré mañana.
horror del agujero en el saber. Cosa que nos aclara más sobre Cuando hablarnos de la función del rechazo corno defensa,
la dificultad en el trabajo analítico con estos sujetos. lo que está en juego es la defensa del sujeto frente a lo real
N o tenernos que pensar el discurso de Lacan sobre la ano- · del goce. El rechazo del goce corno defensa lo encontrarnos
rexia corno si fuera un movimiento progresivo donde las en toda la clínica de la anorexia, más allá de las diferencias
etapas anteriores quedarían borradas por los avances de las estructurales. Pero se declina de manera diferente según las
~iguientes. En cada una de ellas Lacan nos muestra un rasgo exigencias diversas de las estructuras clínicas. En la anorexia
rmportante de la cuestión ánoréxica. Esto se puede entender neurótica, el sujeto se defiende ante todo de su misma pul-
mejor si prestarnos atención a las diferentes facetas del recha- sión, rechaza lo que quiere. En las psicosis, la defensa cons-
zo en la anorexia. Es lo que he intentado hacer aislando cua- tituida por el rechazo anoréxico funciona corno barrera real,
tro funciones del rechazo anoréxico. 21 Articulación que puede que pone un límite al goce sin límites del Otro. El caso extre-
tener una utilidad importante en el proceso del diagnóstico mo más clásico es el delirio de envenenamiento en la para-
diferencial en el campo de las anorexias. Esto en el sentido de noia, donde el sujeto rechaza la comida por la certidumbre de
que según la función del rechazo llevado a cabo por la pacien- que los otros, que lo persiguen, le envenenan la comida. Hoy,
te es posible explicar mejor la estructura del sujeto anoréxi- corno ha subrayado Dewarnbrechies La Sagna, su versión
co. He aislado a partir de las referencias a Lacan estas cuatro torna más la forma del delirio de contarninación. 22 Pero hay
funciones del rechazo: corno demanda, corno defensa, corno casos de psicosis donde la anorexia del sujeto funciona corno
pseudoseparación y corno goce. un tratamiento del Otro. Por ejemplo en el caso de Emilia,
El rechazo corno demanda encama propiamente la dimen- una jovencita ingresada en la comunidad terapéutica La Vela
sión significante del rechazo, su ser de mensaje, su estatuto hace tiempo, donde el desencadenamiento de su anorexia a
metafórico. Lo que Lacan indica en "La dirección de la cura ... " los 12 años fue la única solución para que su madre terminara
cuando dice que la anoréxica juega su rechazo corno un de- de hacerle diariamente inspecciones corporales con la convic-
seo. La referencia es aquí a la dimensión histérico-dialéctica ción de que su hija estaba poseída por el demonio. Ante el
~el rechazo anoréxico, donde rechazar es una manera implí- desarrollo de la anorexia de la hija, su madre cambió de pos-
cita de preguntar al Otro, de provocar una falta que permita tura: empezó a hacer del cuidado de la enfermedad de la hija
al deseo del Otro dirigirse hacia el sujeto, acercarse a él. Al su razón de vida, visitando todos los hospitales y centros d e
mismo tiempo es una manera de dejar su propio deseo corno tratamiento de trastornos alimentarios. En este caso entonces,
insatisfecho, vacío del objeto concreto del deseo. Por ello en la anorexia de la hija puso un límite al goce paranoico de la
este punto Lacan se refiere al caso freudiano de la bella cami- madre sobre ella.23

20 Ver en particular el ya citado n. 50 de la revista La Psicoanalisi. 22 Dewambrechies La Sagna, C., "L'anorexie vraie de la jeune filie", La
21 C_osenz_a~ D., 11 m~ro dell'a~oressia, cit., capítulo 6 ("Le quattro funzio- Cause freudienne, junio 2006, 63, pp. 57-70.
ru del rifiuto nell anoress1a mentale") en particular. 23 Cosenza, D., Un cas d'anorexie-boulimie traité a la Vela, in Institute
42 NEL-MIAMI Locos8 43

~a función del rechazo como (pseudo )separación en la ano- · extremo del síntoma que conduce a las anoréxicas a rechazar
rexia es un rasgo clínicamente importante. Lo encontramos en la hospitalización cuando están en peligro de muerte. No es
el típico autonomismo imaginario de las pacientes anoréxicas que quieran morir, como puede quererlo un melancólico. Me
q.ue e~ aus~ncia de la posibilidad de una verdadera separa~ parece más bien, en la mayoría de los casos, que no quieren
c~ón simbólica del.Otro, ante todo de la 'madre, construyen el renunciar a su goce, y por esto, como en los toxicómanos, nie-
smtoma. Este funcwna como pseudoseparación realizada con gan de manera perversa el riesgo de muerte, porque el goce
el cuerpo a través de la vía del rechazo, no solo de la comida de la nada es un goce sin límites.
sino más en general del Otro. De este rasgo se nutre el ideal
megalómano de autosuficiencia, de poder bastarse a sí mis- IV. V. LA ÚNICA REFERENCIA DE LACAN SOBRE LA BULIMIA
mo, propio de la anorexia. El problema es que la condición del
lazo con el Otro es la pérdida de goce, y el sujeto en la anorexia Como hemos visto, la enseñanza de Lacan no falta de re-
mental.no está dispuesto a·perder nada de su goce, y prefiere ferencias a la anorexia. No podemos decir lo mismo respecto
ren~ciar a todo lo que le implique esta pérdida, por ejemplo de la bulimia. No he encontrado más que una sola referencia
la VI.da ~exual. ~~ lo que Lacan diría bien con su lenguaje del explícita a ella, 25 en el Seminario 4, La relación de objeto. Todo el
Semmarzo 10, diciendo que la anoréxica no cede su objeto, la mundo lacaniano, cuando habla de la bulimia, se refiere a este
nada, y se queda atrapada en él, su verdadero partenaire. De pasaje del Seminario 4. De hecho es una referencia-clave. Allí
hecho, el proceso de cesión del objeto pulsional al Otro fraca- Lacan nos ofrece una verdadera definición de la bulimia. Nos
sa o no se concluye en el sujeto anoréxico. Por esto la anoréxi- habla más precisamente de "impulsos bulímicos manifiestos"
!a a
ca ~e pega a nada, que es un objeto heterogéneo a los otros ("impulsións boulimiques manifestes") en un caso clínico, y nos
objetos pulswnales. Si los otros se presentan claramente como ofrece con esta definición la clave pare leer la lógica de este
objetos parciales que vaáan el cuerpo dejando una huella por fenómeno. En esta definición, la bulimia es una compensación.
su pérdi~a, la nada mantiene su rasgo de absoluto y por esto, Una compensación imaginaria que se produce a través del con-
co~o recientemente ha dicho Jacques-Alain Miller, es el único sumo de un objeto real, la comida. Lo que la bulimia compensa
objeto a que no funciona como causa de deseo.24 es una frustración, nos dice Lacan, de la demanda de amor. La
Por último, la cuarta función del rechazo en la anorexia definición completa es entonces: la bulimia es una compensa-
es el rechazo como goce en sí mismo, que a mi manera de ción, a través del consumo del objeto-comida, de la frustración
ver nos da el núcleo de la denominada anorexia verdadera de la demanda de amor. Los tiempos lógicos de esta definición
donde los cambios en el Otro (la rectificación de la posició~ se esclarecen apres-coup: ante todo está la demanda de amor,
d~ los padres por ejemplo) no tienen el .poder de alterar este fundamento de cualquier demanda, luego la frustración de
nucleo de goce que se nutre del síntoma mismo. La encama- esta demanda, y por último la compensación bulímica como
ción más clara de esto en mi experiencia es dada por el goce respuesta a la frustración de la demanda de amor.
1 Esta definición de la bulimia, aunque rigurosa, tiene sus
límites. Estos dependen ante todo del hecho de esclarecer la
du Champ Freudien, Présence de l'institution dans la clinique Journée vertiente imaginaria y simbólica de la bulimia, dejando en la
des Sections Cliniques, Rencontre PIPOL1 Paris1 14 et 15 ·uin' 2003 p
35-46. 1 1 •

24 Miller, J.-A. (sus la direction de), Situations subjectives de déprise socia- 25 Sobre esto ver a D. Cosenza, "Bulimia", en AMP, Scilicet. El orden
le, Navarin, Paris, 2009, pp. 169-170. simbólico en el siglo XXI, Grama ediciones, Bs.As., 2011.
44 NEL-MIAMI Locos8 45

oscuridad la vertiente real del goce bulímico. Se trata del lími- de su devenir. Este ideal Lacan lo veía bien representado en
te esencial interno a la enseñanza de Lacan de este período, la idealización del amor genital como meta de la sexualidad
los años 50, donde el esfuerzo de Lacan es .poner de relieve ~dulta, y como faro orientador de los efectos del trabajo analí-
la centralidad de la dimensión simbólica. Esto hasta el punto, tico ya en Abraham, así como en diferentes declinaciones del
. como se ve bien en el materna de la pulsión, de reducir la pul- psicoanálisis postfreudiano, sobre todo en Estados Unidos. Si
sión al estatuto de la demanda. Con esto quiero decir que esta el psicoanálisis fuera una práctica que empuja al sujeto hacia
definición de la bulimia no está a la altura de la enseñanza más el uni_versalismo genital, esta sería una práctica ideológico-
desarrollada de Lacan, y sobre todo excluye de su definición adaptiva entre otras y traicionaría su tarea fundamental, es
la dimensión real de goce bulímico. En segundo lugaf,esta decir, poner al sujeto analizante ante el "no-todo" de su rela-
definición de la bulimia funciona bien en la definición de las ción con el objeto de goce que lo ha marcado. La relación con
formas neuróticas de bulimia, pero no es aplicable de verdad el objeto de la pulsión es estructuralmente, y no transitoria-
en las bulimias que se ubican más allá de la neurosis. En ellas mente, relación con un objeto parcial, como aclara muy bien
·prevalece más la relación con la invasión del goce del Otro la clínica freudiana de las neurosis. La tarea del psicoanálisis
en el cuerpo, que la referencia a la frustración de la demanda no es conducir el sujeto desde esta parcialidad hacia una su-
de amor. La bulimia neurótica tiene en su raíz una vertiente puesta totalidad de relación con el objeto, no es hacer Uno con
esencial de demanda, es consecuencia de una demanda fun- el objeto. Esto es precisamente el ideal de la reductio ad Unum
damental de amor. En las bulimias psicóticas, ordinarias y ex- que está en el corazón del pensamiento occidental, desde el
traordinarias, la bulimia es esencialmente respuesta de lo real Simposio de Platón hasta nuestros días, y es la idea imaginaria
a la invasión de goce. Esta distinción es esencial en la determi- ~ue anima cada vez nuestro empuje ideopasional hacia el ob-
nación de una clínica diferencial de la bulimia según la orien- Jeto del amor. En una perspectiva muy diferente, Lacan pien-
tación psicoanalítica. Esto porque reconduce la función del sa que la tarea del psicoanálisis es conducir el sujeto a asumir
síntoma bulímico a las exigencias de la estructura del sujeto. su relación más singular con el objeto parcial que ha marcado
su modalidad de goce.
En este sentido, Lacan nos abre a otra manera de leer la
~estión del desarrollo, una vez que nos hemos liberado del
V. Entre desarrollo y estructura Ideal de madurez que . casi naturalmente la caracteriza en
nuestra tradición cultural. La cuestión del desarrollo del su-
V.I. M As ALLA D E UN IDEAL EVOLUTIVISTA:
jeto asume más la forma de las relaciones del sujeto con las
UNA TEOR[A ESTRUCTURAL DEL DESARROLLO
coyunturas críticas que se abren en momentos claves de su
devenir. A este propósito podemos destacar la noción de "cru-
Se ha subrayado muchas veces que la perspectiva de La- ce estructural" que Lacan u tiliza cuando nos habla del estadio
can en la clínica es la más lejana en psicoanálisis respecto a del espejo. Así como sería importante reflexionar sobre su res-
toda orientación evolutivista. Lo que interesa de la crítica de puesta a Fran~oise Dolto en el final de la clase 5 del Seminario
1J26
Lacan en este punto es cortar los lazos imaginarios entre el respeto a las etapas del desarrollo en la niñez, donde pone
ideal finalístico de madurez, que implicaría una supuesta so-
lución universal del buen d esarrollo, y el d rama de las coyun-
turas críticas que el sujeto encuentra en los momentos claves
-
26 Lacan, L Le Séminaire. Livre XI. Les quatre concepts fondamentaux de la
psychanalyse, Seuil, Paris, 1973, chap. 5 "Tyche et A u tomaton" .
46 NEL-MIAMI Locos8 47

en evidencia que estos pasajes en encuentros reiterados con la cos, y su conexión con problemas internos a las relaciones in-
angustia de castración, es decir, con la emergencia del objeto trafamiliares y sobre todo en la relación del niño con la madre.
pulsional en cuanto perdido. Estas dos características las encontramos también en la ano-
Esta reflexión epistemológica es esencial, porque nos per- rexia que se desencadena en la pubertad, mientras -como se
1 '
mite rescatar algo de la noción de desarrollo una vez que la sabe- no se da en absoluto una incidencia del género sexual en
hemos liberado de sus hábitos ideales y reconducido al marco la anorexia infantil. Si en la anorexia de la pubertad (así como
de una perspectiva estructural destotalizada, es decir, marca- en la bulimia) la proporción entre mujeres y varones es 10:1, en
da en su corazón por la noción del"no todo". Esta perspec- la anorexia infantil no hay una diferencia significativa en tér-
tiva nos permite reflexionar sobre el hecho de que hay en la minos proporcionales. Otro aporte importante de la tradición
clínica "cruces estructurales", y que algunos de estos cruces de la pedopsiquiatría clásica ha sido la distinción de formas de
se encuentran en épocas claves de la historia del sujeto, como anorexia infantil, y sobre todo la demarcación entre una forma
la niñez y la pubertad. Esto es útil en la economía de nuestro de anorexia muy precoz y pasiva, la llamada anorexia del lac-
discurso para ubicar algunos nudos claves que permiten acla- tante, y la forma de anorexia precoz activa, que se desarrolla
rar los desencadenamientos frecuentes de síntomas alimenta- entre los seis meses y los tres añ06 de vida, más cercana al diag-
rios en algunos momentos cruciales del desarrollo del sujeto, nóstico psiquiátrico actual de anorexia infantil.
en la primera infancia y sobre todo en la pubertad. El aporte lacaniano nos permite introducir otros dos fac-
tores claves en la lectura de la anorexia infantil, que nos per-
V.II. LA ANOREXIA PRECOZ Y LOS DOS PASAJES CRfTICOS EN LA NIÑEZ: miten reorganizar toda esta problemática. 29 El primer punto
LA ENTRADA EN EL MUNDO Y EL DESTETE es más clásico y está ya claramente desarrollado en la lógi-
ca edípica de Freud, pero es verdad, como reconoce también
Si es verdad que es sobre todo en el tiempo de la adolescen- Brusset, que son los autores lacanianos los que más han desa-
cia cuando se desencadenan los síntomas alimentarios, y sobre rrollado esta perspectiva: se trata de la importancia de la debi-
todo la anorexia y la bulimia, es indudable que encontramos ya lidad de la función paterna en la clínica de la anorexia infantil.
en el tiempo más precoz de la niñez algunas manifestaciones Esta perspectiva ha sido en los últimos años asumida también
clínicas que se presentan bajo la forma fenoménica del proble- en los desarrollos más avanzados del psicoanálisis de matriz
ma del niño con la comida. De manera particular, la tradición bioniana aplicado a la clínica de los trastornos alimentarios,
de la psiquiatría infante-juvenil ya l)ábía puesto en evidencia en el grupo de trabajo de la Tavistock Clinic de Londres coor-
anteriormente la cuestión de la anorexia precoz. Autores im- dinado por Gianna Polacco Williams. 30 Lo analizaremos más
portantes de la pedopsiquiatría psicodinámica francófona, en detalle cuando hablemos de la problemática de la familia y
como Kreisler27 y Brusset, 28 habían subrayado la importancia del trabajo con los padres.
psicodinámica del rechazo de la comida en los niños anoréxi- El otro aporte clave es el punto de más fuerte originalidad
de Lacan en la lectura de la anorexia mental, que no encontra-

27 Kreisler, L., Fain, M., Soulé, M., "Anorexie et vornissements", in


L'enfant et son corps. Etudes sur la clinique psychosomattique du premier · 29 D. Cosenza, Le refus dans l'anorexie, cit., chap. VIII "L'enseignement
iige (1974), 6me édition corrigée, PUF, Paris, 1999, 552 p ., p . 130-184. de l'anorexie infantile", pp. 231-268.
28 Brusset, B., L'assiette et le miroir. L'anorexie mentale de l'enfant et de 30 Polacco Williams, G., Internal Landscapes and Foreign Bodies. Eating
l'adolescent, Privat, Paris, 1977. Disorders and Other Pathologies, London, Karnac Books, 1997, 158 p.
48 NEL-MIAMI Locos8 49

mos tampoco en Freud: la cardinalidad del objeto nada. Lacan ferentes formas de comer la nada en los niños anoréxicos".
construye su lectura de la anorexia mental sobre dos pilares: Sobre todo es esencial retomar la distinción clásica entre ano-
el rechazo (como ya explicamos en Les complexes familiaux del rexia precoz pasiva, de los primeros meses de vida, y anorexia
'38, con la fórmula del"rechazo del destete"), y el objeto nada infantil estrictamente dicha, que empieza con los seis meses.
(a partir del Seminario 4 y del escrito del '58 "La dirección Se trata de dos formas de anorexia precoz que se producen en
de la cura..."). Hay autores lacanianos, en particular Carole coyunturas críticas diferentes: la primera coincide con la en-
Dewambrechies La Sagna, que sostienen que el discurso de trada en el mundo del niño, con el corte respecto al cuerpo de
Lacan sobre la anorexia mental pertenece estrictamente a la · la madre y su entrada en la Lebenswelt. Es a todo esto a lo que
anorexia femenina de la pubertad, y no tiene que ver con la el niño en la anorexia muy precoz dice que no. Pero se trata
anorexia infantil. Aunque teniendo claramente en cuenta las de un no que se presenta en la forma de una desvitalización
diferencias evidentes y los factores de discontinuidad entre fundamental, de una pasividad sin dialéctica, donde el niño
anorexie de la jeune fille y anorexia infantil, nos parece impor- parece absorbido en un goce mortífero total. Un goce sin Otro.
tante dar cuenta del hecho repetido de que Lacan mismo nos Tenemos aquí en pleno la vertiente del objeto nada como ob-
habla muchas veces de la anorexia mental hablando del niño jeto de un goce total e inercial, casi autístico, y el niño parece
anoréxico. Y en particular es Lacan mismo quien construye como coincidir con este goce de la nada.
literalmente la conexión entre el niño anoréxico y el objeto Diferente es la condición de la anorexia infantil de los seis
nada, como en el Seminario 11 donde nos dice que el niño ano- meses, llamada también anorexia del destete porque coinci-
réxico come la nada.31 Así que nos encontramos en un punto de con la coyuntura crítica del destete y con el rechazo del
de continuidad en la discontinuidad. Mi tesis es que el objeto destete mismo. En esta forma de anorexia infantil, el niño
nada vuelve a jugar un papel central en diferentes coyunturas juega un papel activo, por esto se habla también de anorexia
críticas del desarrollo de la historia del sujeto, en la infancia o de oposición. Hay en esta forma de anorexia precoz un rasgo
en la pubertad. Y no tengo ningún prejuicio respecto a la idea de desafío hacia el Otro encamado ante todo por la madre.
de que tenga un papel clave por lo menos en algunos de los Esto significa que en esta forma de anorexia, el niño tiene una
desencadenamientos anoréxicos en una edad más avanzada. relación con el Otro, y que el sujeto no está completamente
Volvemos a la tesis de Lacan según la cual "el niño ano- absorbido por el goce de la nada. En los términos de la teoría
réxico come la nada". A partir de los aportes de la clínica pe- diferencial del rechazo podemos decir que en la anorexia pre-
dopsiquiátrica y de la relectura de estos aportes operada por coz pasiva no hay rechazo en función de demanda, porque el
algunos colegas que trabajan en el contexto hospitalario con Otro como función no aparece en la lógica de su conducta. En
la primera infancia, sobre todo_Fran<;ois Ansermet32 y Manuel este sentido el destino estructural de estos casos se enmarca
Femández Blanco/3 creo que se puede afirmar que "hay di- en las formas más inerciales de la psicosis infantil. No llega
a cobrar importancia para el sujeto la dimensión del espejo,
tan incandescente en la anorexia, porque la mirada del Otro,
31 Lacan, J., Le Séminaire. Livre XI. op. cit., p. 102. que permite al niño el reconocimiento de su propia imagen,
32 Ansermet, F., "L'anorexie du nourisson. Oralité et constitution sub- parece no llegar hacia él.
jective: détresse du nourisson et anorexíe précoce", Cahiers de la clini- En la anorexia de oposición, el Otro encuentra su lugar,
que psychanalytique, 2008, 13, pp. 37-47 hay una relación dialéctica del niño con él, y el rechazo de la
33 Femández Blanco, M., "Teoría e clínica dell' anoressía ínfantile", La comida juega un papel en el desafío del niño con el adulto.
Psicoanalisi, 2011, 50, op. cit.
50 NEL-MIAMI Locos8 51

Esto no significa necesariamente que estos niños sean desti- atención, sin olvidar retomar en el recorrido del seminario
nados a la neurosis, aunque será así en diferentes casos. De también los dos ejes de la relación del sujeto adolescente con
todos modos, haciendo referencia al escrito de Lacan "Nota la palabra y con la imagen. No es por casualidad si Freud di-
sobre el niño", se ubican en este campo los casos de anorexia ferencia la referencia a la pubertad y a la adolescencia, po-
infantil donde el síntoma anoréxico juega el papel de metáfo- niendo la primera en el lugar crucial. De hecho, en los "Tres
ra del síntoma de la pareja parental. En los casos de anorexia ensayos sobre la teoría sexual", subraya la centralidad de la
precoz pasiva prevalece una ausencia radical del Otro en la experiencia pulsional en la vida de los jóvenes. El significan-
experiencia del niño. 34 te "pubertad" alude directamente a la erotización genital que
caracteriza por primera vez el goce sexual a partir de este
V.IIJ. EL NUDO DE LA PUBERTAD Y LA SOLUCIÓN ANORÉXICA tiempo de la existencia subjetiva. Lacan ha subrayado, en el
seminario La angustia, que lo que está en juego en este tiempo
Efectivamente, la cuestión anoréxica y bulímica adquiere del sujeto es " .. .la maduración del objeto a". 35 Se trata de una
una dimensión decididamente femenina con el pasaje a la formulación un poco enigmática, sobre todo esta referencia
pubertad. Es posible leer los desencadenamientos anoréxicos- a la maduración es rara en Lacan, y reenvía efectivamente a
bulímicos que se producen en este pasaje al mismo tiempo una perspectiva de desarrollo pulsional. En los términos de
como fracasos y como modalidades de solución respecto a Freud, en la pubertad la pulsión sexual se orienta hacia un
los problemas que la coyuntura de la pubertad implica, para otro extrafamiliar que toma la función de partenaire sexual,
cada sujeto de forma singular. La adolescencia puede ser leída y que pone el sujeto ante la elección de su propia posición
como el tiempo lógico de la separación por excelencia. Si en la sexuada de hombre o de mujer. En los términos de Lacan esto
infan~i~ el niño, aunque sea activo, se caracteriza por su per- implica ante todo que el sujeto experimente la acción de la
meablltdad extrema a los imperativos e ideales de los padres, causa del deseo, es decir del objeto a, encarnada en el cuerpo
en la adolescencia el sujeto está ante la tarea fundamental de del partenaire sexual, condición misma de la vida de deseo
encontrar su propia vía en la existencia. Esta tarea fundamen- en una pareja. Lo que el psicoanálisis nos enseña es que esta
tal se presenta como articulada en diferentes cuestiones que operación es tanto más eficaz cuanto más el sujeto ha encon-
se encuentran anudadas entre ellas. La primera pertenece a la trado la función paterna y asumido la ley de la castración. Es
relación del sujeto con la pulsión sexual, la segunda a su rela- esto lo que permite al sujeto estar en la dialéctica de la vida
ción con la palabra y el campo del Otro, la tercera a su relación amorosa y en la modalidad del goce fálico, donde el partenai-
con su propia imagen. re -que encarna el objeto a- no está bajo el control del sujeto,
El primer eje, la relación de el/la joven con la pulsión y representa en sus movimientos la incertidumbre de la vida
sex~~l, es el punto. de partida efectivo de la lectura psicoa- del deseo y la parcialidad de la experiencia del goce.
nahttca de la cueshón. Sobre esto prestaremos una especial Alexandre Stevens, en su artículo "Adolescence, symp-
tóme de la puberte",36 articula de manera eficaz la relación

34 Un trabajo articulado y específico sobre los trastornos alimentarios


en edad pediátrica a la luz de una orientación analítica se encuentra 35 Lacan, J., Le Séminaire. Livre X. L'angoisse, Seuil, Paris 2004, p. 300.
en Pace, P., Mastroleo, A., SFamami. Clínica psicoanalitica dei disordini 36 Stevens, A., "L'adolescence, symptome de la puberté", Feuillets
del comportamento alimentare in eta pediatrica, Bruno Mondadori, Mi- psychanalytiques du Courtil, Publication du Champ Freudien en Bel-
lano, 2009. gique, mars 1998, 15, p. 79-92.
52 NEL-MIAMI Locos 8 53

entre adolescencia y pubertad en psicoanálisis, y la tarea fun- tiempo de salida del sujeto de la adolescencia, se produce, nos
damental que la adolescencia puede implicar en la vida del dice Lacan, cuando experimenta en su propia experiencia de
sujeto. Si el tiempo de la pubertad re actualiza· el encuentro la vida sexual el verdadero principio de iniciación: que detrás
del sujeto con la pulsión sexual, introduciendo una nueva del velo que cubre el misterio de la sexualidad no hay nada.
orientación del deseo hacia un partenaire extrafamiliar, en la Es decir que no hay ninguna iniciación, que no hay Otro del
mayoría de los casos heterosexuales, entonces el tiempo de la Otro en la vida ·pulsional, y que no hay relación sexual: en
adolescencia coincide con el tiempo necesario al sujeto para el goce sexual nunca se hace Uno entre el sujeto y su pareja,
llegar a una modalidad singular y propia de deseo y de goce, siempre se queda corno un goce parcial y heterogéneo.
asumida por el sujeto corno tal. Es esencial que esto se pueda ¿Cómo podernos ubicar los frecuentes exordios anoréxi-
producir más allá de la garantía de un Otro, porque no existe cos y bulírnicos en el tiempo de la adolescencia, respecto a
Otro que pueda garantizarle al sujeto la elección de deseo y este encuadre del proceso adolescente que el psicoanálisis
su modalidad de goce. En éste sentido podernos entender la de Lacan nos permite? Ante todo nos parece oportuno hacer
adolescencia corno el tiempo lógico de sintornatización de la algunas consideraciones respecto a la adolescencia contem-
propia pubertad. poránea. En primer lugar, es importante ubicar dos niveles
Lacan mismo nos ayuda, corno hemos subrayado en un ar- de dificultad en la clínica de la adolescencia contemporánea.
tículo reciente, 37 a ubicar los tiempos lógicos de la experiencia Hay dificultades en el tiempo de salida de la adolescencia,
del adolescente en su "Prefacio al Despertar de la primavera". que no se reducen al problema sociológico de la adolescencia
El primer tiempo lógico, que coincide con la entrada en la pu- prolongada a causa de la difícil inserción del joven en el mun-
bertad,_no ~e reduce simplemente a la experiencia fisiológica do laboral y la vida independiente. Las dificultades pertene-
de erotlzaaón del cuerpo. Lacan nos dice que el valor crucial cen en muchos casos al problema de asumir la ley de la castra-
de esta erotización se muestra al joven en el despertarse de ción (Lacan en este escrito nos dice "el verdadero principio de
sus sueñ~s. Este ~espertarse de sus sueños muestra al joven iniciación") respecto a la vida del deseo y del goce, es decir:
lo que qwere decu hacer el amor con una joven, nos dice La- no hay Otro que pueda garantizamos respecto a nuestra elec-
can. Esta indicación es valiosa porque nos permite aclaramos ción. La sintornatología de estructura neurótica en la adoles-
sobre este punto a partir de la experiencia clínica de los sue- cencia se produce corno dificultad del joven en asumir este
ños eróticos en la pubertad, donde el sujeto es protagonista en pasaje fundamental, y en este marco podernos ubicar también
una escena sexual con una pareja. No es raro que estos sueños las formas neuróticas de los trastornos alimentarios. Es decir
se aco_rnpañen con la experiencia real de orgasmo en el cuerpo tanto la anorexia histérico-neurótica, cuanto las formas neu-
de_ sonador, y que sean las primeras experiencias de goce del róticas de bulimia y de descontrol y exceso alimentario, don-
~UJet? con una or_ie~tación ~acia la relación sexual. Este pasaje de vale la fórmula que Lacan nos ha dado de la bulimia corno
1rnphca un trabaJO mconsaente de fantasrnatización de la re- compensación imaginaria, a través del consumo de la comida,
lación sexual en el sujeto, la producción de una pantalla ima- de la frustración de la demanda de amor. En estas formas,
ginaria que coordina su relación con la vida sexual. El tiempo el síntoma alimentario siempre mantiene, unido a su lado de
lógico final de este proceso, que podernos entender corno el modalidad de goce, un rasgo metafórico.
Pero en nuestra manera de leer la cuestión, la adolescencia
contemporánea tiene un problema en muchos casos ya en el
37 Cosenza, D., "L'initiation dans l'adolescence: entre mythe et struc- tiempo de entrada en la adolescencia, es decir, en el tiempo de
ture", Mental, décembre 2009, 23, p. 46-50.
54 NEL-MIAMI Locos 8 55

orientación de la pulsión sexual hacia un partenaire externo pareja que juegue la función de causa de deseo, reforma pul-
al medio familiar. Hay un problema en el poner la causa del sional esencial en el pasaje puberal. En la anorexia mental
deseo en el cuerpo de un partenaire, condición misma que el goce permanece todo enquistado en el cuerpo mismo del
permite a la pulsión orientarse hacia él. En estos casos, falta sujeto como un goce Uno, fuera de la lógica del goce fálico
la construcción de un velo fantasmático alreoedor de la vida y de la dialéctica del deseo. Es precisamente este objeto de
se~ual, un trabajo imaginario que pueda funcionar para el goce, que no funciona como causa de deseo sino, como dice
SUJeto ~omo una Rantalla subjetiva entre él y el partenaire, y Jacques-Alain Miller, como causa de no-deseo, lo que Lacan
que oriente tambien la elección del partenaire. En la anorexia llama el objeto nada. El único objeto de la serie de los objetos
mental verdadera nos encontramos con esta pobreza extrema a indicados por Lacan, añade Miller, que no funciona como
de fantasmatización del sujeto alrededor de la vida sexual. objeto causa de deseo, es decir como objeto parcial, como ob-
Condición que expone al sujeto mismo a vivir los primeros jeto perdido.
encuentros con la vida sexual y amorosa en términos de estra-
go, no simplemente traumáticos. Los exordios sintomáticos b) Esto quiere decir que en la anorexia mental fracasa la
de anorexia y bulimia se presentan muchas veces propiamen- ecuación cuerpo=falo, no hay falioización del cuerpo. Esto en
te como respuestas inconscientes a este mal encuentro con la el sentido que el cuerpo del sujeto no funciona como causa de
sexualidad. En estos. casos, los trastornos alimentarios se pro- deseo por el otro, sino más bien como causa de angustia. Cosa
ducen en una modalidad que se ubica más allá de la neurosis, que no podemos decir respecto a la anorexia y bulimia histé-
y se presenta más bien como defensas respecto al encuentro ricas, donde esta ecuación funciona, y la extrema delgadez del
con un goce insostenible por el sujeto. cuerpo raramente llega al sin límites del riesgo de muerte y
. ~n esta perspectiva, podemos entender la anorexia y la bu- siempre mantiene un lazo con el deseo del Otro y su función
limia de la adolescencia ante todo como un fracaso de la tarea de causa de deseo.
fundamental de la adolescencia como proceso de sintomati-
za~ión de la pubertad. 38 Si la adolescencia en general se carac- e) Respecto al tiempo de entrada en la adolescencia en el
tenza por excelencia como tiempo de la separación, en esta pasaje puberal a través de la construcción de un velo fantas-
perspectiva en la mayoría de los casos de anorexia y bulimia mático sobre la relación del sujeto con el sexo, encontramos en
de la adolescencia encontramos el rasgo anti-separación que la anorexia mental y en su declinación bulímica un impase o
Lacan subrayaba ya en el'38 hablando de rechazo del destete. una pobreza extrema en este proceso de fantasmatización sin-
Esto lo ~odemos aver~guar en muchos aspectos clínicos que gular como orientador en la relación del sujeto con el Otro y el
caractenzan la anorexia mental en su exordio puberal y post- goce. Aunque el joven Lacan nos diga en el'35 que "siempre
puberal: hay fantasmas fálicos" en la anorexia, en nuestra experiencia
y en la orientación de estudios lacanianos (y no solo) en este
a) Ante todo asistimos al fracaso de la operación de rees- campo no encontramos la marca fálica como factor clave en el
tructuración de la relación con el objeto pulsional en su ubi- goce anoréxico.
cación en el campo del Otro, encarnado en el cuerpo de una
d) Lo que prevalece es la inmersión de la joven en un goce
autista, sin pérdida, que se alimenta de su rechazo de la comi-
38 Cosenza, D., Le refus dans l'anorexie, cit., chap. IX "L'anorexie mentale da y del Otro, y que ofrece al sujeto en anorexia una egosin-
de l'adolescence", pp. 269-307.
56 NEL-MIAMJ LOGos 8 57

tonía radical. En este punto podernos ubicar la relación, que VI. La cuestión de la familia y el trabajo con los padres
ya Abraharn claramente había indicado y el joven Lacan en el
'38 retorna, entre anorexia y trastornos del comer, toxicoma- VI.I. LA FAMILIA Y LA ANOREXIA
nía y alcoholismo, neurosis gástricas. Tesis muy desarrollada
en las úHi.mas décadas, no solo en el 1azo evidente entre la Hasta ahora no hemos hablado del lugar que tiene la fa-
vertiente bulímica- y de exceso alimentario y la toxicomanía milia en la cuestión de la anorexia mental y de los trastornos
(que en no raros casos se presentan juntas), sino también en alimentarios. Tratándose de una cuestión clave, aquí vamos
la anorexia mental misma, que ya Abraharn leía agudamen- · a dedicar una atención especial al terna. Ante todo tenernos
te a partir de su vertiente canibalística que la acerca al goce que decir que el nexo entre la anorexia y la familia ha sido re-
melancólico. Bernard Brusset condensa en la eficaz fórmula conocido antiguamente, ya en el origen clínico del síndrome
de "toxicomanía endógena" 39 el rasgo pulsional fundamental anoréxico. Charles Lasegue, que en el mismo año 1876 aisló,
de la anorexia mental, marcando el hecho de que el objeto paralela e independientemente de sir Francis Gull, el síndro-
toxicómano que ofrece al sujeto un goce absoluto sin pérdida me que llamarnos anorexia, indicaba claramente la relación
está enquistado en el cuerpo mismo del sujeto, y entonces no ineludible entre el exordio de la anorexia y el desarrollo de
necesita que la anoréxica lo busque fuera. Ne se ha producido un "drama familiar". La economía de vida de una familia en-
verdaderamente, en la anorexia mental, lo que Lacan en el cuentra un estrago con el surgimiento de la anorexia de una
seminario La angustia llama la "cession del objeto", condición hija. Pero fue Charcot el primer clínico en indicar como ope-
misma de la producción del sujeto corno dividido por la ac- ración terapéutica fundamental la separación de la anoréxica
ción del Otro sobre el goce. En este sentido nos ubicarnos aquí del contexto familiar y su hospitalización. Esta operación, que
en un campo que se sitúa más allá de la neurosis. ha tenido en la historia del tratamiento de la anorexia un pa-
pel fundamental, y que también en la actualidad ocupa un
e) La respuesta anoréxica a la cuestión de la sexuación, a lugar importante en la cura de la anorexia y bulimia, ha sido
excepción de la anorexia histérico-neurótica, se presenta tan- condensada en la palabra "parentectornía", y Charcot ha sido
to en las muchas chicas anoréxicas corno en los pocos chicos el padre de esta operación. Esta supone una toxicidad interna
anoréxicos, corno rechazo de la sexuación corno tal, antes que al lazo entre la hija anoréxica y su medio familiar, y la nece-
corno rechazo del género masculino o femenino. El sujeto no sidad de un corte en la coexistencia para producir un efec-
elige su posición sexuada y su manera de gozar en la dia- to terapéutico en la chica anoréxica. Hay en la actualidad un
léctica entre los sexos, elige quedarse fuera, en una posición debate importante entre los clínicos que se ocupan del trata-
asexuada. Es el rechazo de la castración, el rechazo del Otro y miento de la anorexia sobre el papel y la función que tenernos
de la lógica fálica corno modalidad de regulación del goce en que dar a esta operación de corte en la economía de la cura
el lazo entre los sexos lo que está aquí en primer plano. de la anorexia. Podernos decir que, cuanto más se reconoce
la importancia del tratamiento de la familia y del trabajo con
~os padres de la paciente anoréxica, tanto más se relativiza la
unportancia terapéutica de la hospitalización. Hoy día efec-
tivamente, y comparto esta posición, la hospitalización de la
paciente anoréxica funciona en la mayoría de los casos corno
39 Brusset, B., Psychopathologie de l'anorexie menta/e, Paris, Dunod, 1998, operación necesaria (en una coyuntura determinada de la en-
p.160.
58 NEL-MIAMI LOGOS8 59

fermedad), pero absolutamente no suficiente en sí misma en nedor y contenido, surge la respuesta de la hija que se tra-
el proceso del tratamiento. Tratándose en la mayoría de .los duce en la producción de la anorexia como defensa extrema
casos de chicas muy jóvenes, la experiencia de la hospitali- del sujeto respecto a la invasión de la angustia de los padres.
zación se concluye casi siempre con el regreso de la paciente Es muy claro en esta perspectiva que es muy problemático
al medio familiar. Mi opinión, muy difundida actualmente para la paciente salir de la solución que ha encontrado con la
entre los que tratan estos casos, es que sin un trabajo con los anorexia. Esto significaría no solo dejar su propia solución,
padres, la paciente volverá al hogar familiar encontrando la sino también volver a poner en circulación las angustias de
misma configuración patógena dentro de la que se ha produ- ·los familiares que la solución anoréxica estabilizó.41
cido la solución anoréxica, con alta probabilidad de recaída en
VI.II. LA FAMILIA COMO FACTOR PATOGENÉTICO Y EL SUJETO
la misma respuesta sintomática. Pero no todos en el ámbito
lacaniano comparten esta opinión. En la experiencia clínica EN ANOREXIA. MAs ALLA DE BRUCH Y SELVINI PALAZZOLI
de Carole Dewambrechies La Sagna, por ejemplo, a la fami-
lia como factor patogenético en el desarrollo de la anorexia Este rasgo de la familia como factor patogénico en el de-
y la exigencia de su tratamiento no se le da importancia. Su sarrollo de la anorexia y de los trastornos alimentarios se ha
perspectiva es más clásica, gira completamente en tomo a la puesto en claro en particular en la segunda mitad del siglo xx,
paciente anoréxica, 40 y se articula en dos direcciones posibles: sobre todo con el desarrollo del paradigma sistémico-familiar
la hospitalización o el análisis. Es muy esclarecedor el pun- en el campo de la psicoterapia. Surgido en California en los
to de vista de Dewambrechies sobre la razón estructural que años 50, en particular en Palo Alto, para explicar la génesis
justifica la hospitalización de la paciente anoréxica: separar la de la esquizofrenia, encontró en el trabajo de Mara Selvini Pa-
paciente de la angustia del Otro familiar como acto prelimi- lazzoli en Milán su primera formulación y aplicación en el
nar. De hecho, la anorexia produce angustia en el Otro, pero la campo de la clínica de la anorexia al final de los años 60. Este
respuesta angustiada del Otro amplifica el síntoma anoréxico fue uno de los aspectos clave del Symgr>sium de Gottingen del
dándole aún más fuerza, creando así un círculo vicioso que año 65 sobre la anorexia, que reunió a la comunidad psiquiá-
empeora la situación. Por esta razón se hace necesario el corte trica internacional para revisar la doctrina tradicionalmente
que conduce a la hospitalización. aceptada sobre este síndrome. Desde este Symposium, la cen-
Esta perspectiva encuentra una encrucijada muy intere- tralidad de la dimensión psicogenética en juego en la anorexia
sante en la conceptualización clínica formulada en el contexto y la imposibilidad de reducirla a un síndrome simplemente
bioniano del grupo de trabajo sobre trastornos alimentarios neuroendocrino o a una enfermedad nutricional se impuso
de la Tavistock Clinic de Londres coordinado por Gianna Po- de manera clara. En Gottingen, los factores nuevos más valo-
laceo Williams. Según estos autores, no solo los padres de la rados fueron la importancia del marco familiar, la dimensión
paciente no han podido funcionar para ella como contenedor relacional del problema anoréxico, y la centralidad del proble-
simbólico de sus angustias primordiales, sino que han llegado ma identitario que encuentra su declinación más evidente en
a dirigir hacia la hija sus propias angustias. Respecto a esta la dismorfopercepción de la imagen corporal. El énfasis no es
operación, efecto de la inversión de la relación entre conte- respecto a la familia sobre la dimensión de la hereditariedad

40 Dewambrechies La Sagna, C., Les anorexiques ont-elles une mere?, 41 Polacco Williams, G., Interna! Landscapes and Foreign Bodies. Eating
La Cause freudienne, février 2008, 68, p . 77-81. Disorders and Other Pathologies, op. cit.
60 NEL-MIAMI LOGOS 8 61

genética de la patología, sino sobre la influencia psicogenética distinta y paralela, que era necesario cambiar de perspectiva
del funcionamiento del sistema relacional de la familia en la sobre la cuestión anoréxica, para encontrar una manera m ás
constitución del sujeto que desarrollará el síntoma. eficaz de tratamiento. La atención de ambas se focalizará, de
La idea de que el Otro familiar del sujeto tenga un papel manera distinta, diremos con nuestro lenguaje, hacia el Otro
determinante en el desarrollo de su smtoma, y que el trata- de la paciente anoréxica. Ante todo, en particular en Bruch,
miento de este síntoma, por ejemplo la anorexia, implique un sobre la madre como primera encamación del Otro del suje-
tratamiento del Otro familiar, es una idea contemporánea. El to, del niño que llegará a la anorexia o a la obesidad. Lo que
psicoanálisis comparte esta idea de una manera muy peculiar, Bruch focalizará43 en particular será la desregulación primera
que se diferencia tanto de la perspectiva adaptivo-conductual en la relación madre-hijo, que podemos detectar en los casos
como de la perspectiva sistémico-familiar. Por un lado, como de trastornos alimentarios en la infancia. Para Bruch el pro-
nos enseña Lacan, el sujeto se constituye en el campo del blema es la manera disfuncional que la madre pone en juego
Otro, y en él se escriben las· huellas de lo que él encuentra en en su respuesta a los mensajes que llegan del niño, sobre todo
este campo. Por el otro lado, y en este punto el psicoanálisis aquellos mensajes que no pasan a través de la palabra, por
es irreductible a cualquier determinismo socio-familiar, la res- ejemplo el llanto. Una configura~ión típica aislada por Bruch
puesta que el sujeto produce en este encuentro no es progra- es la respuesta monotemática a través de la comida a todos
mable y es siempre el efecto de una elección singular aunque los estímulos procedentes del niño. La aplicación sistemática
inconsciente. de esta modalidad de respuesta produce con el tiempo en el
De todas maneras es importante en el contexto de nuestro niño una dificultad en la discriminación de la percepción de
discurso rendir homenaje al trabajo pionero de las dos gran- hambre y saciedad, trastorno típico en la anorexia y bulimia,
des madres de la psicoterapia contemporánea de la anorexia así como en la obesidad. Es muy interesante en este punto
mental y de los trastornos alimentarios: la psiquiatra esta- cruzar esta puesta en evidencia de Bruch con la de Lacan so-
dounidense Hilde Bruch y la psiquiatra italiana Mara Selvi- bre la confusión fundamental, en los padres de la anoréxica,
ni Palazzoli.42 El t rabajo de ellas fue lo que más contribuyó entre los cuidados y el don del amor. El ejemplo de Bruch de
a la definición de la anorexia como cuestión psicopatológica la respuesta monotemática de la madre del niño obeso es muy
y no fundamentalmente nutricional o neuroendocrina. Las esclarecedora: responder siempre con la comida a la demanda
dos, ambas psicoanalistas de formación (Bruch se formó en el del niño, sin intentar escuchar lo que le ocurre, puede produ-
medio de la Ego-Psychology estadounidense, Selvini Palazzoli cir efectos de estrago.
en el contexto del kleinismo), eran muy críticas respecto a la La perspectiva de Mara Selvini Palazzoli también se desa-
manera de los psicoanalistas de la época de tratar a las pacien- rrolla prestando atención al Otro de la anoréxica, sobre lo que
tes anoréxicas. Sobre todo constataban la ineficacia con estas en este Otro se presenta como desregulado. Sin embargo, la
pacientes de la interpretación semántica sobre la fantasmática perspectiva de Selvini, sobre todo a partir de su conversión al
oral que se hipotetizaba en el corazón del problema anoréxi- modelo de la teoría de los sistemas de la escuela californiana
co. Tanto Bruch como Selvini llegaron a mostrar, de manera de Palo Alto a finales de los años 60, se focaliza sobre la fa-
milia de la anoréxica entendida como sistema de relaciones.

42 Cosenza, D., Le refus dans l'anorexie, cit., eh 2, L'anorexie commeJron-


tiere dans le débat clinique contemporain, pp. 65-91.
-
43 Bruch, H., Eating Disorders. Obesity, Anorexia Nervosa, and the Person
within, Basic Books, New York 1973
Locos 8 63
62 NEL-MIAMI

rectificando la posición rechazante del Otro del sujeto, ante


Ya en su libro kleiniano del '63 L'anoressia mentale 44 Selvini
todo de los padres, una vez que este goce se ha instalado en
evidenció la cuestión familiar, llegando a la eficaz' formula-
su propia modalidad libidinal. En este punto es donde fraca-
ci~n ~e la fa~ia de la anoréxica como "matriarcado super-
sa no solo la perspectiva del purismo sistémico, sino también
ymco , caractenzado por una línea del poder de línea femeni-
cualquier perspectiva psicoterapéutica entendida como una
na (a.buela materna/madre/hija), una· posición desvaluada y
\1 satehtal del padre, y una centralidad del poder en la madre de hermenéutica del sentido.
la madre. En el desarrollo sistémico de su teoría, la anorexia
VI.III. UNA FÓRMULA: FRACASO DE LA FAMILIA COMO DISCURSO
de la hija se presenta como síntoma del sistema familiar la
pac!ente ocupa. ~1 lugar de "víctima designada" de la p~to­ He intentado expresar hace algunos años el problema de
logla de la farmha, y entonces la intervención terapéutica se
la familia en el desarrollo de la anorexia mental con una fór-
prod~~e sobre toda la familia en su totalidad, para intentar
mula.46 Hay algo que fracasa en la familia cuando se desarro-
mod1ficar la desregulaci'ón interna al conjunto de la transac-
lla una anorexia verdadera. No estoy hablando aquí de una
ciones intrafamiliares. Esta perspectiva de purismo sistémico,
anorexia histérica, donde el síntoma anoréxico mantiene una
que p~ne entre paréntesis al sujeto, llegará a su crisis en la función metafórica de demanda encamada en el rechazo del
parte final de la investigación de la Scuola de Milán de Sel- sujeto. Estoy hablando de la anorexia mental verdadera, don-
vini. En un libro de autocrítica antes de su muerte en el'98 45 de fracasa la función metafórica del síntoma, y por eso no es
Selvini Y.sus colega~ hablarán de optimismo terapéutico en Ía tan correcto hablar en estos casos de síntoma en un sentido
perspectiva del punsmo sistémico, y llegarán a reintroducir freudiano sino que hablamos de nuevos síntomas, síntomas
la variable individual en la reformulación del modelo clínico sin metáfora. Cuando la función metafórica del síntoma no se
y terapéutico. estructura, algo ha fracasado en la función estructurante del
. . Este p~to nos permite aclarar la perspectiva del psicoaná- Otro familiar del sujeto. Esta función estructurante se puede
hsl.s laca~ano .en este campo, en su diferencia respecto a cual- expresar en la función de la familia como discurso, en el sen-
qUier onentaaón de purismo sistémico-estructuralista. Si es tido que Lacan ofrece de la noción de discurso, cuando nos
verdad que el sujeto se constituye en el campo del Otro es al habla de "discurso familiar". Hay discurso operante cuando
mismo tiempo claro para nosotros que este no se reduc~ inte- la acción del significante introduce una pérdida de goce y el
gralmente al campo de las transacciones significantes, porque efecto de producción del sujeto dividido, según la estructura
hay un nudo real, el punto de goce más íntimo del sujeto, que matematizada que Lacan nos da del concepto de discurso. El
es heterogéneo. Por eso nunca es suficiente, en un verdadero discurso familiar podemos entenderlo como lo que el sujeto
caso de anorexia mental y no de simple anorexia transitoria encuentra en su entrada en el lazo social en la familia, en-
un cambio en la actitud del Otro para desmantelar el síntoma: contrando la ley de la castración a través de la prohibición
Es lo que .digo cuando afirmo que hay un goce del rechazo en edípica. Esta inscripción en el discurso familiar le da al s~jeto
la anorexia mental verdadera, que no se elimina simplemente
su lugar en el campo del Otro, como campo que se con.sti~ye
a partir de una pérdida de goce, efecto de una metafonzaaón
44 Selv~ Pal~~zoli, M., L'anoressia menta/e. Dalla terapia individua/e alla
terapza Jamzlzare, (1981), Milano, Cortina, 2006. 46 Cosenza, D., "Les liens farniliaux dans la clinique des pathologie de
45 Selvini Pal~zzoli, M., Cirillo, S., Selvini, M., Sorrentino, A. M., Raga- l'alimentation", La Lettre Mensuelle, décembre 2007,263, pp. 14-16.
zze anoresszche e bulimiche, Milano, Cortina, 1998.
64 NEL-MIAMI Locos 8 65

estructurante. En el campo de la anorexia mental, el síntoma La orientación psicoanalítica en el trabajo con los padres
no funciona como metáfora porque, y aquí tenemos la fórmu- de pacientes anoréxicas y bulímicas es peculiar. En Italia se
la, la familia no ha funcionado como discurso. Es decir, no ha desarrollado mucho este tipo de trabajo, que se diferencia
ha producido en el sujeto la pérdida de goce necesaria para de manera sustancial de la manera sistémica de trabajar con
constituirse como sujeto en condición de separarse simbólica- la familia. Una pionera en este campo ha sido Pamela Pace,47
mente del Otro. Por esto en la anorexia mental y también en que empezó en Milán al final de los años '80, y construyó el
la bulimia y la obesidad no neuróticas, asistimos al drama del modelo de tratamiento de los padres de estas pacientes en el
sujeto cada vez que se encuentra delante del punto vacío del .contexto institucional del ABA (1991-2005), para desarrollarlo
intervalo temporal. Este punto no se presenta en su experien- aún más después de su salida de ABA, con la fundación de
cia como vacío, sino como encuentro con un goce demasiado la institución "Pollicino e Centro Crisi Genitori" en 2006, que
lleno, insoportable, donde "falta la falta", como dice Lacan. trabaja con trastornos alimentarios en la infancia y con los fa-
Experiencia insostenible, a la· que el sujeto responde holofrá- miliares.
sicamente, con una agudización del síntoma y con el pasaje La diferencia más evidente con el tratamiento sistémico es
al acto. que no hay tratamiento de la familia como conjunto que in-
cluya a la paciente y a sus familiares en las mismas sesiones.
VI.IV. EL TRABAJO CON LOS PADRES La orientación más frecuente es distinguir el trabajo y el tera-
peuta de la paciente, y el trabajo y el terapeuta de los padres,
De todos modos, más allá de cualquier consideración teó- como lugares independientes. Los terapeutas pertenecen al
rica, es ante todo la experiencia clínica la que nos impone en- mismo equipo de trabajo, así como, donde es necesario (y es
trar en contacto con los padres de las pacientes anoréxicas y bastante frecuente que esto ocurra), los médicos y los psiquia-
bulímicas. De hecho, en la gran mayoría de los casos, la de- tras. Esto permite que se pueda hacer un trabajo de equipo so-
manda inicial hacia el médico, así como al psicólogo y tam- bre el caso en las reuniones clínicas, que tenga en cuenta cómo
bién al psicoanalista, no es la demanda de la paciente, sino la evolucionan todos los factores en juego en el tratamiento. Este
demanda de los padres. Es algo que caracteriza en particular dispositivo permite poner a trabajar a todo el conjunto fami-
la clínica de la anorexia mental, es decir, la ausencia o extre- liar, preservando la diferenciación simbólica de los recorridos
ma debilidad de la demanda en la paciente, sobre todo al co- subjetivos de elaboración. De todos modos, no se trata de un
mienzo del tratamiento. Lo más frecuente entonces es que el standard absoluto, y hay casos o momentos del tratamiento
proceso terapéutico empiece con la demanda de los padres. donde puede ser oportuno tener sesiones conjuntas con la pa-
Esta demanda se caracteriza casi siempre como una demanda ciente y los familiares.
de ayuda. Una demanda angustiada respecto a la condición También es interesante la utilización del grupo con padres
física de la hija. No se presenta casi nunca desde el comienzo de pacientes anoréxicas y bulímicas, que tiene en muchos ca-
como una demanda subjetivada, es decir, donde podemos en-
contrar una implicación subjetiva de los padres en la enferme-
dad de la hija. El único rasgo de esto es, a veces, un genérico 47 Ver sus últimos trabajos en particular: Pace, P., Un dolare Infame. Ge-
sentido de culpabilidad, que no encuentra, a pesar de todo, nitori e anoressia. Una lettura psicoanalitica, Bruno Mondadori, Milano,
una fundamentación en el discurso del padre y de la madre 2010; Pace, P., Il domatore di leoni, Riflessioni psicoanalitiche suiZa prezio-
como sujetos. sita della Jamiglia contemporanea e i padri di oggi, Bruno Mondadori,
Milano, 2012.
66 NEL-MIAMI Locos8 67

sos el efecto de un tratamiento preliminar a un trabajo indivi- emergencia de la enfermedad de la hija. El trabajo con los pa-
dual o de pareja de los padres mismos en un tiempo segundo. dres llega a su punto más interesante si rectifica la posición de
Retomaremos este punto cuando hablemos del pequeño gru- los padres transformando la demanda inicial en una cuestión
po analíticamente orientado. sobre la condición de la pareja parental antes de la llegada de
la hija. En otras palabras, si se produce el pasaje al síntoma de
VI. V. EL ESQUEMA DE UNA TRANSFORMACIÓN la pareja parental.
Es muy frecuente, por ejemplo, que los padres lleguen a
Para que el trabajo con los padres pueda funcionar, es esen- decir frases como "si X no hubiera nacido, nos habríamos di-
cial evitar dar consistencia al sentimiento de culpabilidad de vorciado", o "después de su nacimiento terminó nuestra vida
ellos, así como evitar quitarles ese sentimiento de culpabili- sexual". Cuando llegamos a este punto, posible sobre todo
dad respecto a la enfermedad ~e la hija. El problema es cómo con parejas con un funcionamiento neurótico, vemos muy
poner a trabajar a los padres como sujetos respecto a lo que ha bien la operatividad de lo que Lacan nos indica en la "Nota
ocurrido con la enfermedad de la hija. Más que dar consisten- sobre el niño", sobre el niño como síntoma de la pareja paren-
cia a la culpabilidad o al revés, borrarla, se trata de poner en tal. Está claro que esta estructura se presenta más complicada
juego la implicación inconsciente de los padres en lo que ha y problemática de realizarse con padres psicóticos, donde lo
ocurrido en la hija. No se trata de juzgar sino de intentar ela- más importante en el trabajo es reducir la invasión de goce
borar lo que ha pasado, y que permanece como algo no dicho. que se produce en la relación directa entre los padres y la hija.
Por esto es esencial que el terapeuta no caiga para los padres Por el lado de la paciente, el proceso terapéutico empieza
en la posición de un juez que condena o absuelve, sino como con el síntoma-solución de la anorexia-bulimia, que es un sín-
un partenaire de trabajo sobre un enigma encarnado por la toma en la mayoría de los casos que no es metafórico, que no
enfermedad de la hija. demanda nada. Es el pasaje a la angustia en el tratamiento lo
Si es verdad que en la mayoría de los casos el trabajo con que puede permitir al sujeto la producción de una demanda
los padres sigue en paralelo al de la hija, y que esta es la mejor verdadera, a partir de lo enigmático que la angustia misma ha
condición para que se produzcan efectos durables, el proceso introducido en la experiencia del sujeto.
terapéutico sigue una escansión paralela un poco diferente.
Aquí vamos a exponer un esquema típico que nos ofrece el
itinerario paralelo de un proceso terapéutico que llega a una
conclusión: VII. Coordenadas psicoanalíticas de la cura

Paciente anoréxica: Síntoma/ Angustia/ Demanda Ahora me parece importante indicar algunos puntos clave
Padres de la paciente: Angustia 1 Demanda 1 Síntoma que nos puedan permitir una orientación psicoanalítica en la
cura de los llamados trastornos alimentarios. Por esto intro-
Como hemos dicho antes, el punto de partida inicial es duciré en esta parte las coordenadas psicoanalíticas de la cura
la angustia de los padres por la condición de la hija. Angus- que me parece indispensable tener en cuenta.
tia que los empuja a pedir ayuda, a una demanda de ayuda. Un primer punto problemático lo encontramos en el ni-
Esta demanda se presenta inicialmente como una demanda vel del diagnóstico. No se trata evidentemente del diagnós-
sin una verdadera implicación subjetiva, y gira en torno a la tico descriptivo del DSM que, aunque como hemos visto, en-
68 NEL-MIAMI Locos 8 69

cuentra no pocas contradicciones en su conjunto, pero en lo ces el gran problema que encontramos al comienzo es como
esencial no es tan problemático para el psiquiatra. Lo que se permitirle al sujeto llegar a la producción de una demanda
presenta como más difícil es el diagnóstico estructural propio subjetivada de cura. Conseguir esto es ya un resultado im-
al psicoanálisis. Efectivamente, en el campo de los trastornos portante con estos pacientes, y es la condición para el comien-
alimentarios, el diagnóstico estructural se p~esenta, en la ma- zo de un trabajo analítico en un sentido más estrecho. Esto
yoría de los casos, como problemático. Esto por una razón implica que el paciente llegue a demandar un cambio de su
muy precisa: el síntoma alimentario oculta la estructura del condición, haciendo de su síntoma algo enigmático para él
sujeto. Esto quiere decir que con pacientes anoréxicas, bulími- mismo. Pero este nivel de formulación de la demanda es algo
cas y obesas, tanto la división subjetiva en el neurótico como que no llegamos a conseguir simplemente, y en algunos de
la fragmentación estructural en el psicótico, no se muestran estos casos no hay manera de hacerlo, porque hay un rechazo
claramente, por lo menos durante mucho tiempo. De hecho, tan radical del inconsciente, que no lo permite.
son raras en este campo las psicosis desencadenadas, y preva-
lecen mucho más los síntomas negativos de la psicosis que los VII.II. UNA ENTRAD4 EN EL DISCURSO
síntomas positivos (alucinaciones, delirios). Asistimos más a
tratamientos delirantes del cuerpo, o a prácticas delirantes de En la mayoría de los casos, por lo menos por su relación
tratamiento de la comida en la estructuración del síntoma ali- con la comida y la imagen del cuerpo, el sujeto con trastornos
mentario. Como ha escrito Dewambrechies La Sagna, en la alimentarios, en particular en la anorexia mental, está fuera
anorexia mental asistimos a una relación loca con la comida, del discurso, en el sentido que Lacan ofrece de esta noción de
una relación de hecho "fuera de discurso" .48 discurso. Esta traduce la noción freudiana de "lazo social",
Por ello, la práctica del diagnóstico estructural necesita en que Freud desarrolla en "El malestar en la cultura" del '29,
muchos de estos casos un tiempo largo para su formulación. donde dibuja su diagnóstico sobre la condición del sujeto en
Siendo el diagnóstico estructural en psicoanálisis un diagnós- la sociedad capitalista. Allí Freud nos dice que el sujeto tiene
tico que puede formularse solo teniendo en cuenta la transfe- que pagar como precio por su entrada en el lazo social con
rencia del paciente, la dificultad diagnóstica de esta clínica se una pérdida de goce, una restricción de su libertad. Toda in-
manifiesta en la cura en la debilidad extrema de una deman- serción del sujeto en la civilización se construye alrededor de
da de tratamiento y en los impasses en la activación de una esta pérdida de goce, y condiciona su relación con los obje-
transferencia. Como hemos dicho, es raro que el sujeto (sobre tos del mundo. El sujeto neurótico es un sujeto que acepta
todo en la anorexia y en la obesidad) llegue a la consulta con esta pérdida, ocupa su lugar en el lazo social, pero sufre del
una demanda suya, y es aún más raro que pueda ser una de- efecto de esta, y experimenta el retomo de lo reprimido en
manda analítica. En la anorexia la demanda de tratamiento su experiencia. Quien rechaza radicalmente esta condición y
al comienzo, cuando no es simplemente una obediencia a la no renuncia a su libertad radical, el "yo" en Freud, es el su-
demanda de los padres, puede tomar la forma de una deman- jeto psicótico, que no paga el precio de la pérdida de goce
da de restauración del control sintomático después de que se preliminar a su ingreso efectivo en el lazo social. Pero cuan-
haya producido el pasaje muy frecuente a la bulimia. Enton- do decimos que en la anorexia mental el sujeto está fuera del
discurso, no queremos decir que sea necesariamente psicó-
tico. Como nos ha aclarado Dewambrechies La Sagna, si el
48 Dewarnbrechies La Sagna, C., L'anorexie vraíe de la jeune fille, op. cit., · psicótico es un sujeto fuera del discurso estructuralmente,
p . 67.
70 NEL-MIAMI Locos 8 71

hay muchos casos en la clínica contemporánea donde el su- se trata en muchos casos de un pasaje directo al discurso ana-
jeto está fuera del discurso "de hecho", y no de estructura. lítico (DA), sino muchas veces de una entrada en el discurso
Hablando de la anorexia mental así como de la toxicomanía del amo (DM) encarnado por la medicina que el psicoanálisis
Cario Vigano ha utilizado la expresión, según mi opinión: puede permitir.
muy sutil de "holofrase de posición" 49 y no de estructura. En En este sentido es paradigmático en mi experiencia el pro-
todos estos casos, donde no tenemos una psicosis verdadera, blema de la hospitalización de las anoréxicas en fase aguda,
el pasaje preliminar del tratamiento, que implica un tiempo donde el goce sin límites de la nada llega al punto de dejar
bastante largo de la cura y es ya un éxito cuando se consigue, caer en la paciente la sensación del riesgo de muerte. En este
lo podemos dibujar con referencia a la teoría lacaniana de los punto, en mi manera de ver, el único acto analítico que el ana-
discursos. Podemos decir que se trata de permitir al sujeto lista puede producir es un acto que sostenga de manera de-
una entrada en el discurso, produciendo su pasaje desde el cidida, con la paciente y con los padres, la hospitalización,
(pseudo )discurso del capitalista a una estructura discursiva como única operación posible en el tratamiento del caso. 5° De
verdadera. Vamos a explicar este punto. Lacan formula el ma- hecho, cuando la paciente está tan inmersa en el goce sinto-
terna del discurso del capitalista, como ya hemos dicho, en la mático, le falta la falta, y la úrtica manera de volver a intro-
conferencia de Milán del '72, en paralelo a su seminario 18, ducirla es a través del acto de la hospitalización, que pone un
De un discurso que no fuera del semblante. Este discurso, que se límite al goce del sujeto evitando que llegue hasta la muerte.
ha comentado muchas veces, se presenta con una estructura Es muy claro en la experiencia que no siempre la hospitaliza-
que elimina los elementos estructurales de la pérdida de goce ción es muy eficaz, y que en muchas ocasiones la paciente sale
internos a las nociones freudiana de lazo social y lacaniano del hospital en condiciones iguales y a veces peores de cuan-
de discurso. Por eso me parece más propio hablar, respecto do ingresó. Pero esto depende también de la modalidad de la
al discurso del capitalista, de un pseudodiscurso más que de hospitalización. Muchas veces esta se produce a partir de una
un discurso verdadero. En efecto, el discurso del capitalista se posición de impotencia, o de angustia, o de insoportabilidad
presenta como un discurso sin imposibilidad y sin pérdida de y de rechazo de la paciente por parte de los médicos y tera-
goce, donde la relación entre sujeto y goce se estructura en la peutas que la están intentando tratar. Cuando es así, está claro
forma de un reciclaje continuo sin intervalos, sin falta subjeti- que la hospitalización no se produce como un acto, sino como
vable. Este pseudodiscurso está en el corazón del diagnóstico un pasaje al acto, aunque necesario. Es importante investigar
lacaniano sobre el malestar en la civilización del capitalismo sobre las condiciones de producción de una hospitalización
contemporáneo, donde las nuevas formas del síntoma se han como acto, en el sentido analítico que Lacan da a la palabra.
difundido epidémicamente. En este sentido, el tratamien- Lo que me parece seguro es que esto se realiza si el acto se
to de estos síntomas implica el pasaje del sujeto desde esta produce a partir de una condición de imposibilidad asumida
condición de rasgo holofrásico, donde el sujeto está atrapado como tal: es decir, no hay nada más lógico que se pueda hacer
continuamente al objeto de goce (la bulimia es un paradigma, que esto. Es un ejemplo de una situación límite, pero muy
como la toxicomanía y la obesidad, en este sentido), hasta una frecuente en la clínica de la anorexia mental, que nos enseña
pérdida de goce que le permita la entrada en un discurso. No un punto esencial: la primacía del acto como corte del goce

49 Vigano, C., "Sinthomo e transfert nell'anoressia", La Psicoanalisi, SO, 50 Estoy totalmente de acuerdo con Dewambrechies La Sagna sobre
op. cit. este punto.
72 NEL-MIAMI Locos8 73

sin límites y sin sentido, respecto a cualquier hermenéutica del saber inconsciente, en el corazón del discurso vacío de las
psicoanalítica del sentido. pacientes anoréxicas. Esta desconexión entre el síntoma y el
inconsciente se funda sobre un horror al saber. En este sen-
VII.III. ENCUENTRO CON EL RECHAZO Y MOMENTOS DEL TRATAMIENTO tido, tratar a estas pacientes es un verdadero desafío para el
psicoanálisis. Aunque parezca tan ardua, esta tarea no solo es
Ahora intentaré esbozar un recorrido por algunos puntos- posible, sino que el psicoanalista puede desarrollarla de ma-
clave en la cura analítica de estos casos. Lo haré mantenién- nera muy eficaz, con la condición de saber ante todo lo que
dome lejos de cualquier idea de una cura-tipo, pero con la tiene que evitar con estas pacientes.
exigencia de aislar algunos pasajes esenciales. Elegiré, en esta Hay sobre todo dos trampas que se ponen en juego cuando
operación, el hilo conductor que Lacan mismo ha puesto en empieza un tratamiento con ellas. Trampas que producen con
el corazón de su referencia a la anorexia mental, es decir, la gran frecuencia efectos contratransferenciales que pueden
dimensión del rechazo. En ·mi perspectiva, esta dimensión es perjudicar la cura misma. El primer efecto es dar consistencia
clave no solo en la clínica de la anorexia y bulimia, sino tam- en la transferencia al Otro rechazante, que siempre está en el
bién en la clínica de la obesidad. Pero sobre esto hablaremos horizonte del sujeto anoréxico. 'Creo que podemos llegar a de-
más en la parte siguiente, específicamente dedicada a la fun- cir que, donde hay anorexia mental, hay Otro rechazante en
ción del psicoanálisis en la clínica de la obesidad. el aire. Este Otro rechazante es una figura del Otro primordial
Entonces, una clínica del rechazo. Del rechazo del Otro, de la anoréxica, es precisamente el partenaire de su rechazo
nos sugiere Jacques-Alain Miller, y de un goce sin límites, au- del Otro. Efectivamente, la fórmula "rechazo del Otro" en la
tista, fuera de la dialéctica. ¿Cómo podemos actuar como psi- clínica de la anorexia mental implica siempre una doble ver-
coanalistas, a través del instrumento de la palabra, con estos tiente. La más evidente es el rechazo del Otro como operación
sujetos que rechazan al Otro que es fundamento mismo de la activa de la anoréxica. Pero hay siempre por el otro lado un
palabra? Esta es la cuestión paradójica desde el comienzo de Otro rechazante, encamado de varias maneras en las historias
un tratamiento. Parafraseando el célebre paso del Génesis de clínicas de las pacientes. En la anorexia es muy raro que este
San Juan, que Lacan mismo retomó en "Función y campo de Otro rechazante tome la forma de un explícito e intencional
la palabra y del lenguaje en psicoanálisis", en una conferencia rechazo de la hija por el lado de los padres. Todo lo contrario,
en Belo Horizonte en mayo 2009, 51 utilicé la fórmula según la en la mayoría de los casos hay exceso de amor y dificultad de
cual, en el origen de la clínica de la anorexia mental, está el separación: es decir, amor extremo en su vertiente narcisista
rechazo. Esto es lo que encontramos como clínicos cuando, para la hija y rechazo de su separación y diferencia. El Otro
más allá de la aparente complacencia de estas pacientes, in- rechazante se manifiesta en el nivel inconsciente de la relación
tentamos abrir un espacio de palabra que reabone el síntoma de los padres con la hija, en particular en la relación madre-
de la paciente a un supuesto saber inconsciente. Lacan nos hija. Entonces, primera trampa en la cual es importante que el
dice en el Seminario 21 que hay un horror del saber, un rechazo analista no caiga, o por lo menos que no caiga sin saberlo: no
encamar o dar consistencia al Otro rechazante. En un trabajo
con la anorexia se manifiesta antes o después el test que la
51 Cosenza, D., "A recusa e seu manejo no trattamento psicoanalítico paciente hace sin saberlo al terapeuta: ver hasta qué punto
da anorexia", ALMANAQUE. Revista elettronica do Instituto de Psicoa- puede soportar el rechazo del tratamiento que ella pone en
nalíse e de Saude Mental de Minas Gerais, Ano 3, n. 4, janeiro a junho acto. Por ejemplo, una manera clara de actuar en esta direc-
2009.
74 NEL-MIAMI Locos 8 75

ción es a través de la amenaza de desaparición, es decir, de B) Producción de un punto egodistónico. Un pasaje clave en
no volver a la consulta. Evitar la respuesta rechazante en este el tratamiento se produce cuando el sujeto encuentra en su
punto es esencial. mismo discurso un punto opaco que se le impone y que el
La Otra trampa que tenemos que evitar en ~1 trabajo con analista subraya como enigma. Con las palabras de Lacan
estas pacientes es encamar al Otro angustiado, el Otro de la podemos decir que en este punto la anoréxica encuentra un
angustia. Como sucede respecto al Otro rechazante, así cuanto agujero en el saber, un punto que cae fuera de su control y que
más encuentra la anoréxica a un Otro angustiado, tanto más pertenece a su mismo discurso. Esto va a producir un efecto
la potencia de su síntoma se amplifica, alimentando en el Otro de angustia y una posición egodistónica en el sujeto. El sujeto
sea el rechazo, sea la angustia. Lacan invita al analista a no siente que su pretendido control imaginario sobre su cuerpo
introducir su propia angustia en el tratamiento, aconsejándo- y su síntoma ha encontrado un callejón sin salida. Condición
le que la trabaje en su propio análisis o en la supervisión del que puede causar en el sujeto la producción de una demanda
caso, para aclararse respecto al cortocircuito imaginario que verdadera de cura.
se ha producido en la relación con esta paciente. Sabemos que
la paciente intentará poner en juego en la cura la maniobra de C) Reactivar la alienación significante y los poderes de la
angustiar al Otro jugando con la amenaza de desaparición, palabra. El discurso del sujeto empieza a des-holofrasearse
bordeando la frontera con la muerte. (hablamos aquí de una holofrase de posición, no de estructu-
En mi experiencia clínica he aislado algunos pasajes ra) y la cadena significante vuelve a funcionar, reintroducien-
esenciales en el tratamiento analítico de la anorexia mental, do trozos de historia, enunciados traumáticos que han dejado
que he desarrollado de manera extensa en mi libro ll muro su signo sobre la vida de la paciente. En este pasaje los pode-
dell'anoressia. 52 Indicaré aquí en breve por lo menos cinco pun- res de la palabra vuelven a ser experimentados por el sujeto,
tos cruciales: aunque en su fuerza letal y maligna. Aquí la paciente tiene
que reconocer que las palabras no son flatus vocis, simples so-
A) Clfnica del desierto. Al comienzo del tratamiento lo que nidos sin efecto sobre el cuerpo. Ellas tienen, por el contrario,
más encontramos en la palabra del sujeto en anorexia, que el poder de dejar sus signos en lo real del cuerpo.
empieza a venir por la decisión de sus padres (pero algo muy
parecido, como veremos, se puede decir para muchas obesida- D) Aislamiento de los significantes-clave de la alienación. El
des hiperfágicas) es un discurso vacío, anónimo, sin historia, trabajo puede llegar, cuando el sujeto no suspende el análisis
con una posición egosintónica y sin ninguna exigencia verda- a la luz de los efectos terapéuticos de transformación que le
dera de cambio. Podría aparentemente parecer inútil esta par- pe~iten empezar a llevar una vida no permeada por la ano-
te del tratamiento donde parece no ocurrir nada importante. reXIa, y decide continuar su análisis hasta su fase más radical.
En realidad, este tiempo es esencial para la construcción de Es decir, ante todo, hasta llegar a aislar los significantes-clave
un lazo transferencia! mínimo de la paciente, quien aunque que han determinado su modalidad de ser.
no diga nada viene a las sesiones y empieza a experimentar el
encuentro regular con un Otro que la espera. E) Extracción del objeto nada. Es el punto más radical de un
análisis con un sujeto en anorexia mental, y encama el corte
sobre el goce sin límites constituido por el objeto nada, ope-
52 'Cosenza, D., Il muro dell'anoressia, cit., cap. VII "Linee di orienta- rado en el trabajo del sujeto. Esta operación, cuando llega a
mento nella cura dell'anoressia mentale" .
76 NEL-MIAMI LOGOS8 77

producirse no ocasionalmente sino estructuralmente, no es en la psiquiatría hasta los años 60. 53 De hecho, estamos en la
claramente sin restos. Hay huellas de este goce primero que prehistoria epistemológica de la clínica de la obesidad. Hasta
permanecen, puntos a los que el sujeto permanece sensible. O ahora este diagnóstico permanece en rigor como un diagnós-
al contrario, efectos de desensibilización radical como resul- tico estrechamente médico-nutricional, que se establece con
tado del daño permanente causado por la anorexia, más allá parámetros objetivos como el Index de Masa Corporal (BMI).
de la estructura misma del aparato biológico del cuerpo, en No existe diagnóstico psiquiátrico de obesidad, aunque hay
algunos campos de la experiencia sensorial. Por ejemplo, para psiquiatras que empiezan a preguntarse si sería posible intro-
no pocos sujetos que han seguido un tratamiento analítico ra- ducir este diagnóstico en la nueva edición del DSM. No será
dical, aunque ya no presenten los signos de la anorexia, per- así, pero es verdad que el DSM V, que saldrá en 2013, añadirá
manece para toda la vida una desensibilización del gusto y a los diagnósticos de anorexia y de bulimia el de Binge Eating
del placer alimentario, y comen solo porque saben que tienen Disorder (Trastorno de Alimentación Descontrolada), absor-
que hacerlo para poder vivir, pero sin ninguna satisfacción biendo en este diagnóstico muchos de los casos que hasta hoy
pulsional. en el DSM IV se quedaban en el basurero de los trastornos
alimentarios no especificados d~ otra manera (EDNOS).
La segunda razón que invita a tratar distintamente a la
obesidad, depende del hecho de que estamos aún, en mi ma-
nera de ver la cuestión, en un tiempo donde más que hablar
VIII. Función del psicoanálisis en la clínica de la obesidad de un tratamiento psicoanalítico de la obesidad, es mejor ha-
blar de la función del psicoanálisis en la clínica de la obesi-
VIII.!. UNA CUESTIÓN PRELIMINAR: EL IMPASSE EPISTEMOLÓGICO dad. Hay una función esencial del psicoanálisis en la clínica
DE LA OBESIDAD de la obesidad. Esto ya es algo que tenemos que conseguir en
el mundo, y pertenece al futuro próximo. Esta función consis-
Empezamos ahora a orientar nuestro discurso en tomo a la te ante todo en poner de relieve la función singular del sujeto
cuestión de la obesidad. No es casual que haya decidido tratar en una clínica que parece borrarla completamente. Este pasaje
esta cuestión en un apartado específico. Esto obedece a dife- es preliminar a cualquier tratamiento posible de la obesidad
rentes razones. La primera de todas es al hecho de que la clíni- en psicoanálisis.
ca de la obesidad continúa siendo algo muy desconocido, no En tercer lugar, la función del sujeto es una brújula esencial
solo para el psicoanálisis. Hay un contraste muy fuerte entre que nos permite hablar de la obesidad no como si fuera una
la entidad epidemiológica de su difusión -algo que ha hecho especie de monolito indiferenciado, sino como una condición
hablar a la OMS de la pandemia del siglo XXI- y la debilidad heterogénea, sea en su vertiente descriptiva, sea en su ver-
de las investigaciones clarificadoras sobre ella en el campo tiente estructural. Condición heterogénea que algunos suje-
psicopatológico. La segunda razón pertenece a los resultados tos en su propia vida encuentran y eligen inconscientemente
terapéuticos, muy escasos sea en medicina nutricional sea
en psicoterapia. Mi hipótesis es que el campo de la obesidad
se queda hasta ahora como un campo híbrido y no funda- 53 He indicado mis tesis sobre la obesidad en particular en Cosenza, D.,
do epistemológicamente, con un pie dentro y otro fuera de "L'anoressia nelle nuove forme del sintomo", en Cosenza, D., Recal-
cati, M., Villa, A. (a cura di), Civilta e disagio. Forme contemporanee della
la psicopatología, tanto como lo era el campo de la anorexia
psicopatologia, op. cit.
78 NEL-MIAMI Locos 8 79

corno modalidad de goce, corno solución. Efectivamente, la del Otro bajo la forma de la incorporación. En este sentido,
función-sujeto, brújula del psicoanálisis, representa la mejor la hiperfagia se presenta corno el revés especular de la ano-
arma contra el rnonolitisrno imaginario, ideología muy pre- rexia, según la antigua intuición de Hilde Bruch. Ha sido una
sente en la clínica contemporánea. lástima que esta intuición de Bruch no haya encontrado un
desarrollo sobre todo entre los psicoanalistas, que han privile-
. Vl!J.Il. VERTIENTE BINGE Y VERTIENTE HIPERFAGICA giado la investigación de la vertiente anoréxico-bulírnica, de-
€N LA CLfNICA DE LA OBESIDAD jando no investigada la relación entre anorexia y obesidad. La
lección de Karl Abraharn ya mostraba claramente, siguiendo
Con el diagnóstico de Binge la psiquiatría descriptiva se a Freud en los comienzos del siglo xx, en su formidable escrito
introduce en el territorio de la obesidad, pero deja fuera de su de 1916 sobre el más precoz estadio evolutivo de la libido, el
propio campo toda una vertiente muy presente en ella, que no parentesco radical que pone en conexión, en el nivel del cani-
se reduce para nada a los ·a spectos simplemente fisiológicos balismo oral, estas vertientes fenomenológicamente opuestas.
del síntoma, mostrando al mismo tiempo una modalidad de Efectivamente, la anorexia mental funciona corno -un sistema
funcionamiento psicodinárnico diferente del Binge. Se trata de de control del Otro bajo la forma de la privación, la hiperfagia
lo que llamé hace años la vertiente hiperfágica de la clínica de lo hace bajo la forma de la incorporación sin restos. Ambas
la obesidad. ¿Qué es lo que sobre todo se pone en evidencia intentan realizar, a través de la práctica sintomática, un goce
en el diagnóstico de Binge? Es la vertiente del "sentimiento sin pérdida, un goce Uno, una maniobra radicalmente anti-
de pérdida de control" lo que el paciente experimenta en la separadora. Condición de realización de este goce Uno es un
coyuntura frecuente del atracón. A esto se une una forma de rechazo del Otro que permita al sujeto evitar lo que le pro-
depresión reactiva, que nos devuelve con más evidencia la voca más horror: encontrar el punto de castración en el Otro.
dimensión egodistónica que marca el diagnóstico de Binge En este sentido, anorexia mental e hiperfagia funcionan corno
eating disorder. En efecto, el diagnóstico de Binge dibuja un modalidades para tapar el agujero en el Otro y preservar en el
síndrome de descontrol en el campo de los trastornos alimen- sujeto la experiencia un goce sin límites.
tarios, donde el paciente está empujado de manera irresistible
por la fuerza de la pulsión hacia la comida. La egodistonía es VIII.III. EL PODER DE LA DEMANDA DEL ÜTRO EN LA OBESIDAD
más fuerte en el Binge que en la bulimia, donde el sujeto man-
tiene una estrecha relación con el ideal de control pulsional Un punto muy subrayado por los analistas y por los otros
que actúa a través de las maniobras de evacuación corporal autores psicodinárnicos sobre la obesidad es, sin duda, la de-
(vómito, laxantes, actividad deportiva frenética). pendencia radical del sujeto a la demanda del Otro. En parti-
Pero lo que sabernos es que en muchos casos de obesidad, cular, la encamación más clara y utilizada en este sentido es
el sujeto muestra una egosintonía fuerte, que tiene rasgos de la sumisión del niño obeso a la demanda de la madre. Esta
parentesco con la egosintonía anoréxica. En estos casos, don- referencia a la infancia es oportuna por muchas razones. Ante
de el sujeto se muestra y se declara feliz de su propia vida, todo, a diferencia de la anorexia que se presenta sobre todo
prevalece más lo contrario que un sentimiento de pérdida de en el tiempo de la pubertad, la obesidad surge en muchos ca-
control. A través de la hiperalimentación, practicada de forma sos en la niñez. La relación del sujeto con la demanda de la
sistemática y metódica, estos sujetos con síntoma hiperfági- madre se presenta corno una relación infantil, también en la
co tratan de construir un sistema de control de la comida y edad adulta de este. En este sentido, el énfasis se ha puesto
80 NEL-MIAMI Locos 8 81

en la incapacidad del sujeto en obesidad de decir "no" a la Otro de la medicina. Pero la impotencia, sea de la nutrición
demanda del Otro. Particularidad que caracteriza su actitud clínica, sea de las terapias conductuales, contribuyen a disol-
en la vida social, no solo con la propia madre. Lo que más se ver esta ilusión en los sujetos que ya se han sometido a este
ha subrayado respecto a la madre del niño obeso es que se tipo de tratamiento. Esta dirección, en muchos casos, el sujeto
presenta como un sujeto sin castración, como un Otro abso- la experimenta hasta el límite de la operación quirúrgica del
luto, caprichoso, que no ha encontrado un límite por el lado estómago, que hoy en medicina se considera la intervención
del deseo como mujer hacia el hombre. El padre típicamente médica menos ineficaz con estos casos. Pero he tratado diver-
se presenta como un sujeto debilitado o al margen de la vida sos casos donde el paso a la intervención quirúrgica en lo real
de la pareja madre-hijo. La ausencia de separación aparece del cuerpo ha sido desactivada en un tiempo bastante breve
como muy consistente en esta clínica, donde los límites y las (en uno o dos años) por el empuje pulsional irresistible de
diferencias entre los sujetos d~ la familia, así como los papeles comer en exceso. No quiero decir con esto que este tipo de
simbólicos y las distancias generacionales, subrayan también intervención esté siempre contraindicada terapéuticamente,
los autores sistémicos, y aparecen como borradas o confusas. eso sería un prejuicio ideológico humanista, que como tal nos
La inscripción del Nombre-del-Padre en la vida de estos confunde en la clínica tanto como los prejuicios cientificistas.
sujetos ha sido débil (en las neurosis) o ausente (en las psi- Está claro que la operación quirúrgica no puede intervenir en
cosis). En el primer caso, autores como Soria,54 subrayan que el nivel pulsional del problema de la obesidad modificándolo.
el Nombre del Padre se ha inscrito, pero la articulación de la Quiero decir con esto que tanto la dieta, como una eventual
metáfora paterna ha fallado por efecto de una debilidad en el intervención quirúrgica en casos de obesidad grave (donde
Deseo de la Madre. En este caso no se ha producido el anu- el sujeto corre el riesgo de infarto o ve limitada su vida de
damiento entre el amor y el deseo, sino un nudo entre amor manera contundente por el síntoma), necesitaría para funcio-
y deber, produciendo un efecto típico de aplastamiento del nar establemente, después de un eventual éxito, un trabajo de
deseo en la demanda de marca superyoica e infantil. La de- elaboración previo, y que acompañe y siga la intervención,
manda llega así al sujeto como un mando de un Otro todo- para permitir una subjetivación de todo este proceso de in-
poderoso, y no como el signo de amor, propio de una falta troducción del acto médico en el trata11tiento y de sus efectos,
estructural en el ser del Otro demandante. recaídas y consecuencias.
Estas características producen sus efectos también respec-
to a la demanda de tratamiento, que se presenta muy débil VIII.IV. RECHAZO DEL DESEO Y DEL GOCE SEXUAL

y desubjetivada. Sobre todo es impactante en muchos casos,


en esto de manera parecida a la anorexia, la tendencia del Hay un contrapunto fundamental en esta esclavitud del su-
sujeto a dejar al Otro la cura como si esta no necesitara una jeto a la demanda del Otro propia de la clínica de la obesidad.
implicación y un trabajo subjetivo para poder funcionar. En Este punto funciona como límite, aunque no podemos hablar
este sentido, el sujeto en obesidad colude con la idea de que de un límite en el sentido simbólico, sino más bien como un
su problema se reduce a un problema simplemente médico- punto de insoportabilidad y de horror que nos muestra la otra
nutricional, y que la solución depende solo del trabajo del cara del sujeto en la obesidad. En este punto, efectivamente,
no encontramos ya la cara amable y complaciente, sino una
cara angustiada, persecutoria, y muchas veces rabiosa. Esta se
54 Soria, N., "El refugio del cuerpo", Revista Actualidad Psicológica, octu- produce cuando el sujeto encuentra a alguien que le muestra
bre 2002, n. 300, pp. 11-14.
82 NEL-MIAMI Locos 8 83

al Otro de la castración, al Otro deseante que pone al sujeto IX. Dispositivos de tratamiento analíticamente orientados:
ante su propia elección de deseo. Ante una demanda de amor pequeño grupo, comunidad terapéutica, hospital
que no quiere ser mando, que no quiere obediencia sino elec-
ción, consentimiento "libre". Otro cruce problemático se pro- IX.I. MAs ACA DE LA CONSULTA ANAL[TICA
duce ante el deseo sexual del Otro, ante la mirada deseante.
María Laura me deáa que esto era precisamente lo que más la Los sujetos con trastornos de alimentación, en la mayoría
angustiaba cada vez que en su vida conseguía adelgazar: los de los casos, no entran en la cura por la vía del inconsciente.
hombres empezaban a mirarla con interés, y para ella se con- Esto porque la puerta del inconsciente está cerrada; en algu-
vertía en un problema salir de casa, también ir al trabajo. En nos casos necesita reencontrar la llave para volver a abrirla,
los casos de obesidad psicótica el síntoma alimentario tiene en otros no se puede abrir porque no hay ni llave ni cerra-
una clara función compensatoria de defensa frente a un goce dura. En esta segunda situación no hay otra posibilidad que
del Otro sin límites, que puede tomar la forma de la inva- entrar por otra vía, porque la puerta principal (podemos decir
sión persecutoria, así como la forma melancólico-abandónico- la puerta del Nombre del Padre) no es practicable. En la pri-
depresiva de un Otro que desaparece de manera imprevista mera, necesitamos reencontrar las huellas que nos permitan
dejando al sujeto sin posibilidad de tratar simbólicamente su acceder de nuevo a la llave perdida que abre para el sujeto la
ausencia. puerta principal de su casa. Esta es la condición esencial para
Este rechazo del goce fálico nos explica en muchos casos poder entrar en ella y empezar su exploración.
el éxito de la solución obesa. La elección de un goce oral au- Esta situación nos puede explicar con más claridad porqué
tista, a través del devorar la comida, objeto doméstico que en es difícil un tratamiento de no pocos de estos casos recondu-
nuestra sociedad es fácil procurarse, que le permite al suje- cible desde su comienzo al encuadre de la situación analítica
to mantenerse lejos del encuentro con la castración del Otro clásica. Esto no quiere decir que muchos de estos casos, des-
y, por reflejo, de la propia. Pero se puede experimentar muy pués de un trabajo preliminar en otras condiciones de trata-
bien la debilidad de esta solución, si se intenta privar momen- miento, no puedan llegar de manera eficaz a un trabajo analí-
táneamente al obeso de una parte de su objeto de goce, de una tico en sentido estrecho.
parte de su comida: el efecto inmediato es la manifestación de Pero tampoco que el psicoanálisis no pueda ejercitar una
una rabia violenta. La gran cantidad de comida que el obeso función en los lugares y dispositivos de tratamiento terapéu-
hiperfágico come diariamente es vivida por él como un dere- tico más oportunos para la condición de gravedad de estos
cho y una exigencia vital, como si fuera un medicamento que casos. Lo contrario, aquí se abre el campo del psicoanálisis
no le puede faltar para vivir. Esto aunque no reconozca mu- aplicado a la terapéutica de los trastornos alimenticios graves,
chas veces comer demasiado, y llegue a producir argumentos que ha dado vida a diferentes dispositivos de tratamiento. Me
inconsistentes o ilógicos para explicar el aumento de peso. limitaré a indicar brevemente algunos de estos, de los que he
Cuestión que conocen bien los médicos nutricionistas, acos- tenido y tengo experiencia directa en mi trabajo en las institu-
tumbrados al desconocimiento de los atracones y al fracaso ciones terapéuticas para anorexia y bulimia.
de la dieta en el trabajo con obesos.
Locos 8 85
84 NEL-MIAMI
el ~vel d~lo imaginario, teniendo en cuenta la debilidad de
IX.II. EL PEQUEÑO GRUPO MONOSINTOMATICO CON ORIENTACIÓN ANALf-
1~ s1mb~hco en estos sujetos. Claramente, lo que ante todo
TICA
diferencia el pequeño grupo con orientación analítica es el he-
cho d~ que se empieza desde lo imaginario, de la identidad
Ante todo empezaré por el pequeño grupo. Encontré este
genénca Y común constituida por el compartir el mismo sín-
dispositivo en la segunda mitad de los años 90 en Milán, en
tom~, pero.el ~rabaJo ap~ta en la dirección de lo singular y de
una institución para el tratamiento de la anorexia y la bulimia, la diferenciación s~~óhca entre los sujetos en juego. Esto es
ABA, 55 que en su tiempo fue pionera en este tipo de práctica,
ante todo lo que distingue este dispositivo grupal del grupo
y que por lo menos durante muchos años tuvo una dirección de autoayuda o del grupo psicoeducacional. Pero hay otros
lacaniana. Massimo Recalcati fue su primer director científi-
factores de .distinción. Ante todo la función del saber, que en
co, y sobre todo a él se debe una teorización respecto al pe- e~ grupo p~Icoeducacional está del lado del terapeuta en posi-
queño grupo monosintomát~co con orientación analítica con Ción de quien sabe cuál es la correcta conducta alimentaria a
pacientes anoréxico-bulímicos neuróticos. Según mi opinión, la que acercarse en el recorrido del tratamiento. El terapeuta
ha sido la contribución más interesante en este campo de la nutre así el grupo trasmitiendo la correcta información sobre
clínica.56 Después de la salida de Recalcati (2002) y hasta fi- lo q~~ es una .alimentación normal. El grupo con orientación
nales de 2006, me hice cargo de la dirección científica de esta ~ahhca funcwna al revés: el saber está del lado de las pa-
institución. c~entes, pero ella~ no lo saben. Este saber es inconsciente y
Es muy importante aclarar de qué forma el pequeño grupo smgular. La función del terapeuta con orientación analítica
puede ser un dispositivo útil eficaz en el campo del psicoa- es hacer circular el enigma en el grupo, permitiendo el de-
nálisis aplicado a la terapéutica de estos síntomas. La razón sarroll? de ~~ di~léctica intergrupal, y la puesta en cuestión
fundamental de su utilización se asocia con la extrema debi- de las IdentificaciOnes sintomáticas comunes. En este sentido
lidad de la demanda de cura en estas pacientes. El pequeño adquier~ un valor particular el trabajo sobre la ausencia y 1~
grupo constituye un factor de facilitación a la entrada en un presenCia en el grupo, así como el trabajo sobra la entrada y
tratamiento, porque utiliza la identificación con el síntoma la salida de pacientes. Esto porque en estos puntos se reactiva
alimenticio como nudo común de una transferencia imagina- el proble~a cl.ave de la debilidad simbólica de las pacientes
ria. En este sentido ha sido definido como "monosintomáti- Y la expenencia del encuentro y de la pérdida del otro. Esto
co", porque es un grupo donde las participantes comparten puntos sensibles en la vida del grupo reactualizan algunos
el mismo síntoma, es decir, la anorexia-bulimia. La idea que aspectos fantasmáticos en las pacientes, y adquieren muchas
plantea este dispositivo grupal, así como probablemente otros veces la forma de la experiencia de intrusión y de abandono.
como quizás el psicodrama psicoanalítico, es empezar desde E~tá claro que este tipo de dialéctica puede funcionar muy
b1e~ con pacientes que, aunque presenten una debilidad sim-
55 Associazione per la cura e la ricerca sull' anoressia, la bulimia e i di- bólica, hayan tenido un encuentro con el Nombre-del-Padre.
sordini alirnentari, fundada en Milano en 1991 por Fabiola De Cler- Esto permite al grupo un funcionamiento de tipo neurótico
cq. Sobre esta esperiencia institucional, Cosenza, D., Les nouvelles que presenta la forma de la histerización y apunta al efecto
formes du symptome et 1' ABA, La Cause freudienne, novembre 2005, de smgularidad hasta la desidentificación con la anorexia y
61, p . 71-82. bulimia.
56 Recalcati, M., Lo homogéneo y su reverso. Clfnica psicoanalftica de la
anorexia-bulimia en el pequeño grupo monosintomático, Miguel Gómez
Ediciones, Málaga, 2007.
86 NEL-MIAMI Locos8 87

IX.III. GRUPO Y PSICOSIS. DE LA HISTERIZACIÓN AL BRICOLAJE sentarse como un lugar donde el sentido encuentre un vacío
estructural. Por esta razón, me parece más adecuado para este
Está claro que este tipo de funcionamiento grupal, que Re- tipo de funcionamiento pensar en el grupo como en un trabajo
calcati ha desarrollado, no puede ser aplicado en un grupo de singular y al mismo tiempo colectivo de bricolaje, que en un
pacientes donde domina la psicosis. En este caso, para mí ha trabajo de histerización. Si este último funciona bien donde po-
sido más significativa la experiencia que llevo a cabo desde demos hipotetizar el trabajo de un sujeto dividido (y del grupo
su fundación en 1997 en la comunidad terapéutica "La Vela", como sujeto dividido), en el primero es más adecuado a acoger
donde tratamos casos de pacientes anoréxico-bulímicas gra- y ubicar la fragmentación estructural del sujeto psicótico y de
ves con estructuras que se ubican en la mayoría de los casos su experiencia posible del lazo social.
más allá de la neurosis (y que la psiquiatría descriptiva del Para permitir este trabajo de bricolaje pueden ser útiles al-
DSM ubica entre el trasto111o borderline de personalidad y la gunas operaciones previas sobre el dispositivo mismo. El gru-
esquizofrenia). po mismo funciona mejor si se estructura como un grupo aguje-
Allí hemos tenido que desarrollar otra modalidad de tra- reado, es decir, desinflado del exceso de sentido que persigue el
bajo grupal, que tenga en cuenta el funcionamiento psicótico psicótico. Esto es más posible ~i el lugar del tratamiento no se
que domina la dinámica del grupo. Con esta experiencia me he reduce completamente al grupo, sino más bien lo incluye en su
dado cuenta de un principio simple pero esclarecedor: cuanto interior como un nudo interno a un dispositivo más complejo
más débil es la estructura simbólica del sujeto, tanto más el tra- y amplio, como por ejemplo es la comunidad terapéutica, per-
bajo grupal necesita de un marco institucionalfuerte. Por esto mitiendo al sujeto el tránsito hacia y fuera del grupo sin que
no veo muy bien la práctica de grupos con psicóticos en una esto coincida con la entrada y la salida de la institución. Por
consulta privada o en un centro de psicoterapia, mientras lo veo ejemplo, no tratamos de la misma manera la interrupción de
más practicable en un centro de salud mental, en un hospital, o un grupo en un paciente psicótico, respecto a como lo hacemos
mejor aún: en una institución como la comunidad terapéutica. en un pequeño grupo monosintomático con funcionamiento
¿Por qué hago esta diferencia? Por una razón muy sencilla: en neurótico, porque tenemos en cuenta la diferente estructura y
la psicosis, el grupo no tiene una consistencia propia que pue- el distinto efecto de la palabra sobre el sujeto. Cuando un psi-
da funcionar como límite simbólico para los pacientes. Cosa cótico interrumpe una sesión de grupo, muchas veces se des-
que en la neurosis se verifica, y por esto las violaciones de las conecta del Otro grupal para defenderse de algo persecutorio
reglas del setting grupal tienen un valor simbólico importante que para él se ha producido en el grupo mismo. Es importante
en el pequeño grupo monosintomático, que el analista subraya que esta desconexión no lo empuje directamente a la calle, con
y reenvía al paciente y al grupo mismo. Interrumpir un grupo el riesgo de pasajes a actos peligrosos. Si el grupo se desarrolla
o simplemente una sesión tiene una repercusión muy fuerte en la institución, y si no se da demasiada consistencia de sen-
con pacientes neuróticas, porque la dimensión de mensaje que tido a estas interrupciones, el paciente será libre de irse a su
está en juego en estos acting outs se impone con toda su rele- habitación, a la cama, quedarse en la enfermería hablando con
vancia en su implicación subjetiva como un mensaje al grupo. el enfermero, ir a la cocina y tomarse un vaso de agua. Lue-
En un grupo con funcionamiento psicótico, sería insoportable go será más probable, en una condición menos persecutoria,
y persecutorio este régimen interpretativo de la dinámica del hablar con él de lo que le ha ocurrido en la sesión de grupo.
grupo. Como sabemos, en la psicosis hay un exceso de sentido, En el grupo con pacientes anoréxico-bulímicas psicóticas, es
y la experiencia del grupo puede funcionar a condición de pre- importante que el analista se ubique en una posición menos
88 NEL-MIAMI Locos8 89

enigmática, más tachada, entre el secretario y el partenaire del más frecuencia, corno hemos dicho antes, la obesidad grave
trabajo de bricolaje. Cuando el sujeto llega a la institución es se trata con cirugía a través de varias técnicas de operación
porque la pieza "anorexia-bulimia", aunque en muchos casos al estómago. Los protocolos internacionales actuales prevén
es necesaria, ya no es suficiente para él. Hay que añadir algo la visita psiquiátrica y el consentimiento del psiquiatra para
esencial que torne su lugar en la vida del sujeto, saliendo de su esta operación, visto el riesgo de desencadenamiento que esta
misma experiencia en el trabajo terapéutico en la institución. El puede provocar en muchos casos en sujetos psicóticos.
trabajo del grupo puede ayudar al sujeto psicótico a producir Si el ingreso en el hospital trata la agudización del riesgo
su propio bricolaje, incluyendo en este montaje también el tras- de muerte, la condición del ingreso en una comunidad tera-
tomo alimentario aunque de manera moderada. péutica es más adecuada para tratar la pulsión de muerte del
sujeto en su dimensión más constante, es decir, su modalidad
IX.IV. LA HOSPITALIZACIÓN y LA COMUNIDAD TERAPÉUTICA de funcionamiento patológico cuando está a punto de insta-
larse (en las pacientes más jóvenes) o ya se ha convertido en
El ingreso en una institución residencial, a través de la hos- una costumbre, un estilo de vida. En este sentido, el trabajo
pitalización, se hace necesario cuando ningún otro dispositi- comunitario lucha no solo contra la crisis sintomática, sino
vo de tratamiento puede acoger y tratar al paciente respecto sobre todo contra la cronificación del síntoma. Por esto, el
a la gravedad de su síntoma. En este marco es esencial dis- tiempo del tratamiento comunitario es necesariamente más
tinguir dos niveles diferentes de gravedad. Por un lado te- amplio que el tiempo de una hospitalización por crisis aguda
nernos la gravedad de la crisis aguda, que en el campo de en el hospital.
los trastornos alimentarios conduce al paciente al hospital, y Las experiencias de las comunidades terapéuticas para los
pone en juego sobre todo la intervención de la nutrición clíni- eating disorders se han difundido en las dos últimas décadas
ca (respecto a la cuestión alimentaria y a las condiciones fisio- en todo el mundo desarrollado. El modelo de tratamiento
lógicas del cuerpo) y de la psiquiatría (respecto al rechazo del sigue en la mayoría de los casos el método cognitivo-con-
sujeto a alimentarse en condición de riesgo de muerte en la ductual, aunque cada vez más mitigado y contaminado con
anorexia, pero también respecto a pasajes al acto autolesivos técnicas orientales (sobre todo la mindfulness) y actividades
o suicidas, frecuentes en este campo también en las bulimias de estirnulación sensorial de varios tipos. Desde el'97, con la
y en los trastornos binge). Este nivel suele ser tratado durante fundación de la comunidad terapéutica "La Vela" de Moncri-
un tiempo relativamente corto y con un elevado grado de in- vello (Vercelli), de la que soy director científico, hemos empe-
tensidad de intervención médica, a través de la utilización de zado una experiencia que antes no existía, por lo menos en
medicamentos. Sacar al sujeto de una condición fisiológica de mi conocimiento. Esta experiencia ha consistido en dar vida
riesgo vital y reconducido a un estado de estabilización psí- a una comunidad terapéutica de orientación analítica para
quica es la tarea fundamental de estos ingresos hospitalarios anorexias y bulimias graves, y fundarla y desarrollarla a par-
de pacientes anoréxicas y bulírnicas graves. tir de los principios adecuados a esta tarea en el trabajo con
Un discurso específico, que no vamos a desarrollar aquí, es estas pacientesY Ya he dado en otras ocasiones algunos testi-
el que se refiere a la obesidad grave, donde hay una exigencia
importante de reducción ponderada. En estos casos la hospi-
talización típica se desarrolla en un recorrido terapéutico que 57 Cosenza, D., La comunita terapeutica come luogo della cura, in Co-
lombo, L., Cosenza, D., Cozzi, A., Villa, A. (a cura di), La cura del/a
une a la dieta actividad motora y ejercicio físico. Cada vez con
malattia mentale - 11 trattamento, Bruno Mondadori, Milano, 2001, pp.
90 NEL-MIAMI Locos8 91

monios escritos de esta experiencia, aunque falte hasta ahora regular de lectura, decisión y orientación del trabajo entre los
un trabajo escrito que pueda tratar de forma orgánica, desde operadores. Es en este contexto donde se produce la construc-
los principios hasta los detalles, la especificidad y riqueza, y ción del caso y la orientación de la dirección de la cura, tanto
también los nudos problemáticos y no resueltos de esta expe- respecto al grupo como para cada paciente. Este principio in-
rimentación que tiene ya más de 15 años de'duración. troduce continuamente un límite respecto a la estructuración
La comunidad acoge pacientes que no han podido ser tra- de dinámicas especulares muy intensas en la relación con
tados en dispositivos terapéuticos de pura palabra (psicotera- estas pacientes: se trata cada vez de simbolizar y desactivar
pias individuales, de grupo, familiares), o que llegan de otras la constitución de parejas imaginarias con operadores indivi-
instituciones donde han sido hospitalizados sin éxito. Las duales en el contexto del tratamiento, actividad inconsciente
condiciones de aceptación en la comunidad implican algunas que reproduce para las pacientes la desregulación de la rela-
entrevistas previas donde sea. posible averiguar: a) paráme- ción con el Otro materno, según una dinámica que Racamier
tros físicos no demasiado deteriorados (esto implicaría el in- definió como seducción narcisista.
greso en el hospital); b) una disponibilidad del sujeto a acep- El segundo principio, que nombré como principio de la re-
tar la hospitalización (en muchos casos es demasiado esperar gulación incompleta, sirve ante todo para agujerear el prime-
una verdadera demanda subjetivada en este tiempo inicial); ro, es decir, para introducir el punto de no garantía en el Otro
e) un compartir el proyecto de inserción en la comunidad por que permite hacer de cada caso un enigma singular, y no una
parte del servicio de salud mental que la envía y de los padres reproducción de un problema estandarizable. Este principio
de la paciente. permite también dejar abierto el espacio del acto singular del
La gravedad psicopatológica de los pacientes ingresados operador, necesario, donde lo imprevisto de la vida comuni-
en "La Vela" comportan una hospitalización más larga de lo taria necesita una intervención no programable ni ya decidida
que ocurre en la mayoría de las comunidades terapéuticas y discutida en equipo. Del lado de los pacientes este princi-
para trastornos alimentarios: por lo menos un año, en lugar pio permite tratar la transgresión de la regla como un enigma
de tres o seis meses. y una ocasión de trabajo importante para el sujeto, que nos
El trabajo comunitario se basa en algunos principios fun- muestra la cara no amable de su posición, lo que es esencial
damentales del tratamiento, que expuse por primera vez en que se manifieste. En este punto la diferencia respecto a las
el congreso Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP) del comunidades de orientación cognitivo-conductual es muy
2000 en Buenos Aires. 58 fuerte, porque allí la transgresión abre la puerta a la expulsión
El primer principio pertenece a la función del equipo en de la paciente de la instituCión.
comunidad como Tercero y lugar del Otro, como momento El tercer principio prevé que en el trabajo comunitario sea
esencial coordinar el trabajo de elaboración con una activi-
dad de interferencia sobre el goce sintomático. Parafraseando
227-251. Ver tambien a este reciente articulo: Vilanova, A., Figuere- a Kant podemos decir que lo primero sin lo segundo es vacío,
do, M. C., "La Comunita La Vela": A Psychoanalytically Oriented
lo segundo sin lo primero es ciego.
Approach to Eating Disorders, Revista Latinoamericana de Psicopato-
logía Fundamental, Sao Paulo, v. 15, n. 3, p . 704-717, setembro 2012
(Suplemento).
58 Cosenza, D., "Tratamiento analítico de la anorexia-bulimia en una co-
munidad terapéutica: la experiencia de 'La Vela'", en Gorali, V (com-
pilador), Estudios de anorexia y bulimia, ATUEL-CAP, Bs.As., 2000.
ARTICULOS

Fernando Schutt
Alicia Arenas
José Armando García
!solda Alvarez
Filosofía de la unificación, lógica de lo suelto1

Fernando Schutt

En este trabajo propongo plantear que el intento fallido de


unificación de las satisfacciones pulsionales en un objeto de
amor, responde a una posición filosófico-religiosa, arraigada
desde hace mucho tiempo en el sentido común, y que la vía
lógico-matemática de la escritura científica ha trastocado el
modo de tratar lo real, que en nuestro caso sería el goce, deva-
luando la opción unificadora.
Que las satisfacciones pulsionales y el objeto de amor,
nombrado también como el objeto de la elección de objeto,
no coinciden, es algo ya establecido desde 1905 por Freud en
los "Tres ensayos de teoría sexual" .2 Allí también describe el
esfuerzo del aparato por lograr esta unidad que los síntomas
neuróticos y las perversiones vienen a hacer fallar.
¿Cuál es la necesidad de intentar una unificación?
En el texto de 1914, "Introducción del narcisismo"/ al in-
troducir el narcisismo primordial como efecto de la identifi-
cación al ideal de los padres ("su majestad el bebé" ), será el
yo quien se ofrecerá como primer objeto de amor. Pero aquí
la unificación fracasa por éxtasis de la libido del yo, opuesta
a la sexual.

1 Trabajo presentado en el mes de octubre del ano 2012 en las VII Jor-
nada de la NEL titulada "El sexo y el amor en el siglo XXI. ¿de que
satisfacción se trata?".
2 Freud, S., "Tres ensayos de teoría sexual", Obras completas, t. VII,
Arnorrortu, Bs.As., 1989, p. 109.
3 Freud, S., "Introducción del narcisismo", op. cit., t. XIV, p. 65.
96 NEL-MIAMI Locos8 97

En los textos posteriores a "Más allá del principio del estar condenado sino que ha adquirido el estatuto de derecho.
placer" ,4 la mezcla entre pulsiones de vida y pulsiones de La pregunta sería, qué otros recursos quedan para tratar esos
muerte aparece como una tarea previa al reinado del princi- goces que exceden la medida fálica.
pio del placer, y entonces el intento de unificación trabaja en Lacan sostiene, siguiendo a Koyré/ que la importación
pos de sostener dicha mezcla explicando el' intento más allá de las matemáticas y las fórmulas funda la ciencia contem-
de su fracaso. poránea. Una fórmula es un recurso simbólico, ya que está
En el"Estadio del espejo ...,5 este intento fallido de unifica- compuesta por letras y 1o números que al no utilizar palabras,
ción es retomado por Lacan bajo la forma de la unidad antici- operan fuera del sentido. ¿No reclama el psicoanálisis una
patoria que la imagen especular le ofrece al infante, quedando operación simbólica, de escritura por fuera del sentido que
acentuado su origen en el Otro. permita ceñir al goce?
En el Seminario 206 Lacan ~e pregunta por algunos desa- Lacan dice"[ ... ] que nada parece constituir mejor el hori-
rrollos de la filosofía que por su utilidad se incorporaron en zonte del discurso analítico que ese empleo que se hace de la
la cultura y que la ciencia desterró. Uno de ellos es una idea letra en matemáticas". "Mas allá del lenguaje, ese efecto, que
aristotélica reinyectada por Santo Tomás en el cristianismo, se produce por tener su soporte solo en la escritura, es cierta-
en la que los seres con menos ser participan del ser más alto mente el ideal de las matemáticas". 8
de todos los seres. Que todos tenemos en potencia algo de ese Bertrand Russell en su texto Introducción a la filosofía de las
ser. Otro, tiene que ver con la identidad de lo que se piensa matemáticas, sostiene la imposibilidad de separar entre lógi-
con lo pensado. La pregunta es ¿en qué estos desarrollos fue- ca y matemáticas, planteando que la primera es a la segunda
ron tan efectivos? como el niño es a su adultez. 9 Explica que sin usar símbo-
Lacan plantea que la única relación que el lado macho pue- los es imposible transmitir lo que nos interesa en este campo
de tener con el Otro sexo, es el objeto a. Los desarrollos antes siendo que las palabras, la sintaxis y la gramática ordinarias,
mencionados permiten hacer equivaler a con A. Pensar que el nos hacen arribar a nociones equivocadas. Sin embargo, dice,
objeto a como plus de gozar opera igual para el Otro, y que el necesitamos el lenguaje para leerlas.
Otro tiene un ser equivalente al ser supuesto del lado macho. Dice Lacan: "La formalización matemática es nuestra meta,
Entonces, la tendencia a la unificación aporta, del lado macho nuestro ideal solo ella ... es transmisible íntegramente es es-
de la fórmula, un modo de tratamiento fallido para los goces critura pero que no subsiste si no empleo la lengua ... Esa es la
que exceden al fálico. objeción: ninguna formalización de la lengua es transmisible
Los efectos de la ciencia moderna en el discurso contem- sin el uso de la lengua misma. Así lo simbólico no se confunde
poráneo cambiaron el juego. Conviene no perder de vista lo con el ser, sino que subsiste como ex-sistencia del decir ..." .10
positivo, por ejemplo, que el acceso de las mujeres a la satis- El recurso simbólico de las letras y las fórmulas escritas
per~ten a la lógica, a las matemáticas y a las ciencias, alean-
facción pulsional por fuera de la unificación no solo dejó de

4 Freud, S., "Más allá del principio del placer", op. cit., t. xvm, p . l. 7 Koyré, A., Estudios de historia del pensamiento cientifico, Siglo XXI, Mé-
5 Lacan, J., "El estadio del espejo como formador de la función del yo xico, 2000.
tal como se nos revela en la experiencia psicoanalítica", Escritos 1, 8 Lacan, J., El Seminario, Libro 10, Aun, op. cit., p . 58.
Siglo XXI, México, 1994, p. 86. 9 Russell, B., Introduction to mathematical philosophy, New Yorkm 2002.
6 Lacan, J. El Seminario, Libro 20, Aun, Paidós, Bs.As., 1992. 10 Lacan, J., El Seminario, Libro 10, Aun, op. cit., p. 144.
98 NEL-MIAMI

zar sus resultados prescindiendo del sentido y del lenguaje


hablado. En esta dirección podemos pensar no solo la lógica La clínica y el lazo
de la sexuación sino el pasaje a la topología de los nudos que
Lacan hace, permitiéndonos articular una modalidad de ce- Alicia Arenas
ñir el goce que no responde al sentido pero sí a una escritura
particular, de cada uno, un sinthome, un cuarto elemento del
nudo.

Frente a la pregunta ¿quién manda?, la respuesta habitual


había sido, el amo; sin embargo, en nuestros tiempos en los
que lo Uno da paso a lo múltiple, eso no es ya tan cierto, pues
en el lugar de la figura del amo en descomposición tenemos
las múltiples ofertas de goce.
Lacan dice que la práctica psicoanalítica desde Freud, se in-
augura con el Discurso del Amo, y añade que entre el Discur-
so analítico y el Discurso del Amo no se trata de una cuestión de
distancia, o de estar por encima, sino una relación fundamental
con la que nuestra práctica tiene que medirse. 1 Es por eso que el
psicoanálisis ha de interesarse en situar los significantes amo
presentes en la civilización, pues ha de situar su discurso en
relación a ellos.
¿Cómo se sitúa entonces el psicoanálisis en el siglo XXI,
con los cambios que afectan hoy directamente al Discurso del
Amo? ¿Cómo puede mantener su relación fundamental con
ese discurso, a fin de medirse con él, si este puede no estar
siquiera presente?
Lo que el psicoanálisis nos enseña es que cuando no nos
confrontamos directamente con el discurso del amo, lo ha-
cemos con las consecuencias de su ausencia. La falta de au-
toridad, el "todo vale", la ausencia de referencias, manifies-

1 Lacan, J., El Seminario, Libro 17, El reverso del psicoanálisis, Paidós, Bar-
celona, 1992.
100 NEL-MIAMI Locos8 101

tan esa ausencia en las diversas formas de desregulación del nan unos con los otros sino que se relacionan con el falo, con
goce, presentando nuevos retos a las usuales formas de tra- el goce fálico, o con el objeto de goce. Y eso no es diferente
tamiento social del síntoma que tiene el Discurso del Amo, con el partenaire analítico; lo que hace la diferencia es que el
pues el goce insiste a pesar de los medicamentos, las modifi- analista contraría al goce con su intervención, ese goce que
caciones de la conducta, las nuevas leyes que consiguen los está de más.
lobbies, y las ofertas de la ciencia. Solo el psicoanálisis se hace Por eso, si lo real del goce es lo que orienta al analista en
cargo de ese penar de más2 subjetivo del que Lacan habla en su intervención, y lo simbólico es lo que permite a un suje-
su Semincwro 11. to encontrar un modo más soportable de manejar el goce en
La civilización -y los discursos de cada época son el medio exceso, el lazo discursivo en que un sujeto ha de entrar para
ambiente en el que el hombre se cría. Es por eso que Lacan psicoanalizarse es parte fundamental del tratamiento.
los hace equivalentes al inconsciente mismo, pues hay una La cuestión paradójica con el lazo discursivo es que se hará
relación directa entre nuestro Inconsciente y la época en que presente, precisamente, cada vez que surja la evidencia de la
vivimos. Una de las consecuencias que enfrenta el psicoaná- "no relación", a fin de contornear el imposible, un imposible
lisis en nuestros tiempos es que los trastornos subjetivos se que el analista introduce con su '}:>resencia y con su acto.
presentan con el modo "cierre del inconsciente". Cuando decirnos que hoy nos encontramos con sujetos
No ritualizar la sesión y evitar lo· convencional, hacer de que evaden en forma radical la dimensión de lo simbólico, es
las reglas algo modificable y dar lugar a la contingencia en el porque de ese modo excluyen la "no relación" en el dispositi-
dispositivo, no es hoy sin entender que en nuestros tiempos vo, mientras apuntan a la complementación .
el analista es situado muchas veces como un coach al que se le Hacer surgir la pregunta que atañe al Otro -¿Qué me quie-
pide que acompañe, mientras se sigue gozando. res?- es una táctica que instala el campo del deseo e introduce
A la frase de Lacan en el Seminario 11: "Hasta cierto punto, en la experiencia la dimensión discursiva, pero eso no es po-
ese penar de más es la única justificación de nuestra interven- sible sin la demanda de amor, que es lo que induce a registrar
ción", podemos añadir la de Eric Laurent en Ciudades analíti- la presencia del analista como Otro, para ir más allá del uso
cas: "El hombre prefiere el goce a su autoconservación'? ya que quiere hacerse de él como coach. Es por intermedio de esa
que ambas apuntan al corazón de la ética del psicoanálisis. demanda de amor que podrá instalarse el discurso analítico,
Algo que el analista no puede olvidar jamás es que el goce en el que se induce al analizante a amar a su inconsciente y
produce sufrimiento. preguntarse por él.
Lo cierto es que en cualquier época, el que demanda un El discurso analítico es el lazo con el Otro que introduce
, análisis viene con su objeto a cuestas, queriendo mantener su el campo de lo simbólico por la vía del lazo social. Lacan dirá
derecho al goce, y lo hará mientras la interpretación que tiene que "solo hay eso, lazo social".4 Es lo que pondrá en primer
de su mundo se mantenga intacta; es nuestro trabajo como plano en su clínica borromea, un lazo con el Otro que anude
analistas rectificar esa posición. algo de su real.
Lacan lo dice claramente: hombres y mujeres no se relacio- Es el lazo mismo como modo de tratamiento de lo real en
el dispositivo analítico, y también en el mundo. Cuando los
lazos no funcionan, lo real emerge y la imposibilidad se hace
2 Lacan, J., El Seminario, Libro 11, Los cuatro conceptos fundamentales del
psicoanálisis, Cap. xm, Paidós, Bs.As., 1987, p. 174.
3 Laurent, E., Ciudades analrticas, Tres Haches, Bs.As., 2004. 4 Lacan, J., El Seminario, Libro 20, Aun, Paidós, Barcelona, 1981, p. 68.
102 NEL-MIAMI

presente de un modo insoportable, que dispara el autismo del


goce. Apuntes sobre la impulsividad
Miller, en El lugar y ellazo, 5 dice que la experiencia psicoa-
nalítica es un forzamiento del autismo entre dos, gracias a la fosé Armando García
lengua. Un forzamiento de lo Uno del goce gracias al Otro de
la lengua.
El lenguaje, el discurso, el lazo, tratamiento de lo real des-
cubierto por Freud que Lacan actualiza situándolo en la época
y ofreciendo al psicoanalista del siglo XXI herramientas con las
que el inconsciente transferencia! permita contornear, afectar,
el inconsciente real.
Desde un enfoque conductual, la impulsividad se nos pre-
senta como una disociación entre acto y pensamiento: allí don-
de debería pensar, actúo; y donüe actúo no hay pensamiento.
Es la creencia de que el acto no encama más que un fenómeno
biológico separado de lo cognitivo. De hecho, la impulsividad
es componente fundamental en el criterio neuropsiquiátrico
de diagnósticos tales como "Trastornos de Atención e Hipe-
ractividad" y el "Trastorno de Bipolaridad".
Por tanto, los tratamientos cognitivos-conductuales se
acercan más al "entrenamiento de mascotas" que al descifra-
miento de lo que está en juego en el acto. Se trata entonces de
pensar antes de actuar, y condicionar al individuo a este res-
pecto. El pensamiento como condicionamiento del acto, ahí
donde el acto sería un riesgo. El pens::miento-antes sería pre-
ventivo (forethought), y el pensamiento-después sería patológico.
Al pensamiento se le da el estatuto de conductor y entrenador
de los impulsos del cuerpo. Esto asumiendo que en el acto
nada fue pensado. Pero, ¿qué tal si en el acto hay un proceso
de elaboración de algo pensable pero aún indecible?
Sin duda, se reconoce que en el impulso hay un destiempo
entre el estímulo y la reacción, donde el pensamiento no me-
dia. Expresiones tales como "actuar en el calor del momento"
[to act in the heat of the moment] merecen atención, por lo que
indican en tanto estímulos no simbolizados pero presentes en
el cuerpo. Esto hace que el resultado sea -palabras más pala-
bras menos- similar: la exposición ante la mirada del Otro.
5 Miller, J.-A., El lugar y el lazo, Paidós, Bs. As., 2013.
104 NEL-MIAMI LaGos 8 105

Por lo tanto, el psicoanálisis se permite tratar al acto en que pone en evidencia su ser, su falta en él. De aquí que "ser
tanto formación del inconsciente, con la prelación de que el atrapado en el acto" tome sentido en esta lógica, ya que se tra-
sujeto le dé el estatuto de un síntoma. De tal forma que no se ta de una escenificación. Un ser atrapado le da destino al acto.
trata de pensar antes, durante o después del acto, sino más La impulsividad pulsa hacia el gran Otro, para ver qué este
bien pensar sobre el acto en tanto mensaje a ser descifrado y atrapa, como peces lanzados al anzuelo. No hay instinto de
cifra de goce. Ese acto implicará algo en el pensamiento in- sobrevivencia cuando se trata de atrapar un ser, por lo demás
consciente, pero este pensamiento es en retrospectiva, se pien- imp osible. Mejor atrapado que libre.
sa en apres-coup. En "el calor del momento" se tendría un S2 •
Ese calor -en tanto estimulo- será un goce al que se le dará
destino en el acto.
Ahora bien, ese estímulo. interno -puerta de entrada a la
pulsión de muerte en el Freud de la segunda tópica- no tie-
ne nombre sino hasta después; ello no quiere decir que en el
acto no hay una elaboración del pensamiento -claro que este
pensamiento no es precisamente el conciente-. La sentencia
"allí donde debería pensar, actúo y donde actúo no hay pen-
samiento" -núcleo de la impulsividad- es correlativa a esa
esquicia que Lacan hace operar en el cogito cartesiano: "allí
donde pienso, no soy; y donde soy no pienso". De tal manera
que sustituyendo variables tenemos: "Cuando actúo no soy,
cuando soy no actúo". Sin duda, algo del ser es arrebatado
en el acto, al punto que la mirada del Otro social arrojará so-
bre ese cuerpo actuante atributos de toda índole: delincuente,
estudiante problemático, antisocial, hiperactivo, agresivo, bi-
polar. Estos atributos intentan darle cuerpo al ser y ser al acto
donde antes hubo un destiempo, una disociación, un hiato
entre estímulo y reacción. De hecho, podríamos inferir que
todo acto es un pensamiento reactivo, en el orden de lo in-
consciente, a un estímulo innombrable.
Pero el sujeto que ha actuado más habla de darle, con su
acto, un ser al cuerpo que no lo tiene, por tanto, algo piensa
por él. Esta falta-en-ser es el estímulo interno intraducible del
primer momento, del calor de ese momento, de lo insopor-
table de ese calor y a lo que este conlleva (pensemos en El
extranjero de Albert Camus). A duras penas, el sujeto trata de
fixar -fijar y arreglar- con un acto algo irreductible. Comete
así una falta con su acto, ya que cometer es precisamente lo
¿Cuál amor en los tiempos del Todo?

!solda Alvarez

"Nada obliga a nadie a gozar, salvo el supery6". 1


Jacques Lacan

El amor en los tiempos del Todo-goce ha quedado relega-


do al estatuto de un mito inal<!anzable o al lugar del estra-
go. Cada vez más hombres y mujeres se plantean en sesión la
imposibilidad de establecer relaciones de pareja duraderas,
y "encontrar el amor" se constituye como imposible en el
horizonte. Esta imposibilidad está sostenida en la firme con-
vicción de que "el amor era posible antes, no en estos tiem-
pos", y como muestra "fidedigna" traen el listado de fracasos
amorosos que han padecido. Está el sufrimiento, la queja, la
imposibilidad, la insatisfacción y el obstáculo, pero nada de la
elección. El punto singular en el que cada uno podría hacerse
responsable por las elecciones amorosas que ha hecho y por
las condiciones de goce que estas implican, está escondido,
vetado. Y lo que se presenta incuestionable como prueba irre-
futable es la serie que constituye la repetición que siempre
termina en fracaso.
El fondo de la repetición es siempre la lógica fantasmática,
en la que el impasse está garantizado debido a la estructura
misma del fantasma, en donde el vínculo con el objeto que-
da preso en el círculo infernal de la disyunción y conjunción.
Ahora bien, el fantasma está constituido por una vertiente
simbólica, pero también por una vertiente real donde el goce

1 Lacan, Jacques, El Seminario, Libro 20, Aun, Paidós, Bs. As., 1989, p.
11.
108 NEL-MIAMI LOGOS 8 109

hace de las suyas. El goce bajo la forma de un superyó voraz fálico ni por lo simbólico. De ahí que el resultado siempre esté
que sanciona, culpabiliza y empuja al mismo tiempo a soste- del lado del estrago. En este sentido, nuestra colega Leda Gui-
ner lo insostenible. maraes propone que "el estado de devastación producido por
Desde finales del siglo xx hemos presenciado el movi- el imperativo del superyó tiende a manifestarse en el lamento
miento que viene habitando al registro de lo simbólico· esto de las mujeres en forma de queja de decepción amorosa" .3
evidenciado en los distintos modos de anudamiento de los En los tiempos de lo todo permitido y pretendidamen-
que se sirven los sujetos cuyos padecimientos categorizamos te gozable, en estos tiempos de globalización y empuje a la
c?~o "sí~tomas contemporáneos", y cuya principal caracte- uniformidad, la experiencia amorosa se constituye como una
nstica es JUStamente lo alejado que aparece del síntoma tal experiencia que colinda con lo real, en la medida que toca el
cual como lo habíamos encontrado hasta el momento. No es cuerpo. De ahí que la propuesta amorosa contemporánea está
el síntoma que invite a ser descifrado, es más bien un síntoma sostenida en los semblantes e imperativos superyoicos que
mudo, un goce silente y avásallante. exaltan cuerpos asexuados, indiferenciados y sin condiciones
Sin embargo, la pregunta por el amor sigue vigente. Hoy ni renuncias: que esté todo dado, sin castración, sin vacío ...
es una pregunta que también atañe a los hombres quienes sin deseo, finalmente sin cuerpo. Esta invitación es, a mi jui-
también padecen esa pregunta. ' cio, un imperativo superyoico que se sostiene en la trampa
En ambos casos, la trampa identificatoria ofrecida por los imaginaria del en-amor-a-miento, donde los sujetos quedan
semblantes ~ctu~les tapona cualquier posibilidad de respues- presos en las redes imaginarias de su propia relación especu-
ta. La expenencia amorosa y el goce posible a extraer de ese lar, haciendo relación o pareja con su pequeño a, pero donde
encuentro se hace cada vez más aterrador; así, los hombres el vínculo, el encuentro de cuerpos y la experiencia amorosa
sucumben a la inhibición y las mujeres a la queja. En ambos como tal, quedan vedados.
casos, el superyó lleva el comando: "Sé una mujer libre e inde- Si el amor implica dar lo que no se tiene, y tomándolo
pend~;nte, ~uidado c~n ena_morarte y quedar tu en segundo desde ahí se hace operativo en el dispositivo analítico vía la
lugar , deCia una muJer; rmentras un hombre se decía: "No transferencia, el amor remite invariablemente a la castración y
establezcas compromisos con ninguna, y espera que ella se te de ahí lo insoportable y el terror de experimentarlo. Sin tomar
ac~rque~'. Son extr~ctos del decir superyoico de pacientes que en cuenta los efectos que produce a nivel de la experiencia
evidencian lo que mtento transmitir. Incluso una adolescente gozosa del cuerpo, donde la satisfacción en juego en la expe-
decía: "I don't want to feel attach ... when the guy that I like comes riencia sexual escapa -por estructura- a cualquier atisbo del
to me I always walk away, even if I want to be with him". 2 registro simbólico.
El desplazamiento que viene marcando las coordenadas Entonces el problema de la elección será una de las varian-
d~l r~gistro si~bólico y la prevalencia de los registros ima- tes que podrá introducir la experiencia de un análisis, en la
gmano-real, deJa la puerta abierta al superyó ilimitado, un medida en la que el analista aísle y señale -en su justo mo-
superyó que en muchos casos no se enmarca ni siquiera en mento- los puntos de goce encapsulados y la repetición que
la significación fálica. Un superyó que se presenta como el sostienen y han venido sosteniendo dichas elecciones, que
envés de lo que sería el goce femenino, goce no tomado por lo solo terminan "en un fracaso" amoroso.

2 "No qu~ero sentirme atada ... cuando un chico que me gusta se me 3 Guimaraes, L., "El estatuto de la feminidad en nuestros días", en
acerca Siempre me voy, inclusive si lo que quiero es estar con él". Lagos 7, Grama ediciones, Bs. As., 2012, p. 28
110 NEL-MIAMI

En la medida en la que el analista abra el espacio necesario


para que ese superyó hasta ahora inquebrantable al menos
se ponga en evidencia y se cuestione, este en-amor-a-miento
podrá pasar de la trampa imaginaria al registro del cuerpo,
a una experiencia de satisfacción, en dm1de podrán anudar-
se semblantes-cuerpo-real corno nudo. Es necesario entonces
que el analista se sostenga en una posición ética que sea capaz
de alojar el vacío que posibilita el empalme del deseo corno CASOS CLINICOS
causa y del goce que no se estructura por lo simbólico pero
que se sirve de él (corno es el caso de la palabra de amor y los María Eugenia Cardona
efectos en el cuerpo que puede generar). Ruth Gorenberg
Habrá entonces que pasar del en-amor-a-miento a una
nueva versión del amor que pueda ser anudado a una expe- Erika Guedez
riencia de satisfacción que avive al cuerpo y que debilite la Sandra (:;antor
ferocidad superyoica, donde cada uno sea capaz de tornar y
dejarse tornar corno objeto causa de deseo.
Una mirada perdida1

María Eugenia Cardona

Voy a presentar en esta viñeta tres momentos de la cura de


una paciente adolescente. •

La urgencia como presentación

Valeria es referida de urgencia, llega demandando acción


de todos: la institución, la psiquiatra y la analista. Es en este
contexto en el que conozco a Valeria, una jovencita de 15 años
recién llegada de Latinoamérica y con una historia de crisis
continuas y de intervenciones psiquiátricas desde los 8 años.
Las crisis comienzan ante cualquier situación que le produz-
ca malestar. La manera que Valeria utiliza para manifestar su
desacuerdo es con explosiones de ira en las que grita, patea y
llora. Las crisis van subiendo de intensidad hasta un desbor-
damiento que generalmente termina en actos autoagresivos
en los que Valeria se destroza los brazos y nariz hasta sangrar.
Golpea a la madre y manifiesta un marcado odio hacia su her-
mano de 9 años y hacia su padre. Valeria se violenta cuando
la madre se relaciona con su hermano o con su padre; le exige
atención absoluta.

1 Trabajo presentado en el Symposio "What Lacan knew about women",


realizado en Miami los días 31 de mayo, 1 y 2 de junio 2013.
114 NEL-MIAMI Locos 8 115

La psiquiatra, la institución y los padres llaman a estas ciendo que los ama y que nunca se va a casar ni a tener hijos.
crisis manipulación, y es la manera corno se refieren a todos 3. Cuando menstruó por primera vez entró en crisis y les
estos escenarios que hablan de la angustia de Valeria. La eti- dijo: "Ustedes no me van a querer". "Yo no quiero crecer".
queta de manipuladora no posibilita escuchar en aquello que 4. La madre la encuentra con un cuchillo en la mano frente
no habla, y lo único que logra es exacerbar la angustia y los al padre dormido corno intentando matarlo. En presencia del
actos autoagresivos. padre, permanece sin mirarlo hasta que se retira. Cuando ella
está en crisis arañando sus brazos y nariz al mismo tiempo,
él le pega con una correa hasta que por cansancio ella deja de
hacerlo. De lo que sí sabe Valeria es de su rabia con el padre.
Algo de su historia Es una excelente estudiante, ha tenido muchos reconocimien-
tos por su capacidad intelectual.
En una sesión a la que Vaieria no asiste, hablo con la madre,
quien manifiesta sentirse muy frustrada con su hija. Todos sus
planes en relación a su profesión quedaron en segundo lugar Primer momento; de no-se a nose
cuando ella se embarazó de Valeria. Esto la llevó a casarse,
a vivir donde los suegros, estudiar con dificultad. Al final la En la primera sesión Valeria se comporta corno una joven
madre dice: "a Valeria casi no la veía en el día, pues estudiaba, tensa, silenciosa y tímida. Cuando le pregunto cuál es la ra-
y por la noche dormía", ¿y ahora? Responde: "detesto mirar- zón por la que viene, me dice con un gesto "no-sé". Le digo:
la, sobre todo cuando está en sus crisis, siempre hago corno "¿Quién sabe entonces?", "no-sé" responde. Este "no-sé" será
si no la viera". Cuando Valeria está en crisis, su marido no le repetido continuamente y nombra las sesiones de esta prime-
permite acercarse a ella para que no la manipule. El controla ra etapa. Hasta el momento en que hace dos dibujos a los que
todo y las agresiones de Valeria suben en intensidad ante él. titula: "nosel" y "nose2". Le digo: "Nose (No-Sé) es nariz en
El padre es educador, no muestra sus afectos y todo el tiempo inglés", esto le causa risa y pregunto:" ¿Será que te pongo Va-
habla de su hija corno si hablara de alguien lejano a él. leria Nose no-sé?". Es una primera intervención manejando el
Las crisis comienzan cuando por trabajo del padre la fami- equívoco del significante e intentando movilizar lo estático
lia debe mudarse a otra ciudad. Esto trae consecuencias para del no-sé. Intervención que posibilita para ella un cierto en-
Valeria, quien a sus 8 años debe asumir una serie de pérdidas cuentro con la risa.
importares: dejar a sus abuelos y a aquellos con los que ha cre- En las siguientes sesiones hablará de la rabia con su padre,
cido. Nace su hermano y muere su abuelo paterno. Pérdidas quien frío e indiferente le contó que su abuelo había muer-
que ocurren al mismo tiempo. De ahí en adelante, con alguna to de una hemorragia por boca y nariz (nose). Rasgo que ella
periodicidad, Valeria tendrá crisis cada vez más intensas. En muestra en sus crisis especialmente en presencia del padre.
especial hay cuatro episodios: Hablará de su cuarto: "es chiquito y el de mi hermano es
l. En el colegio, donde permanece inmóvil durante un lar- grande, no me gusta y por eso no duermo ahí". Le digo: "En-
go tiempo, con la mirada perdida y mordiéndose la lengua. tonces te gusta lo que tiene tu hermano". Responde: "Sí, el
2. A los 12 años después de ver una película con escenas de cuarto que siempre me gusta es el de él". Hablará de su rivali-
sexo, se irrita, se pone mal, ansiosa, e intenta suicidarse (de- dad imaginaria con él y de la culpa que tiene por el daño que
tergente). Lo hace delante de los padres y escribe una carta di- ella le hace a este hermano y a su familia, "no merezco nada,
116 NEL-MIAMI Locos 8 117

yo soy mala". "¿Mala?" pregunto y riéndose: "no-se". A la Segundo momento: caer en el amor
siguiente sesión, la madre diee que Valeria está muy tranquila
y que ahora duerme en el cuarto de su hermano, en el suelo. Lleva a la sesión un libro: "Caer en el amor", del que co-
Antes dormía en la sala. mentará un capítulo en el que un joven quiere y ayuda a una
Tomo vacaciones, le doy una tarjeta con mi teléfono y le jovencita. Es la primera vez que habla del amor. Si bien todo ha
digo que puede llamar si lo desea. A mi regreso los padres estado enmarcado por las crisis, el amor parece tomar forma
me informan que Valeria ha tenido algunas crisis. El padre en la transferencia. El analista toma otro lugar. Contará su en-
viene a verme y dice: "Me estoy preparando económicamente cuentro en una fiesta con un joven que la mira mucho y de
para una hospitalización". Encuentro a Valeria mal, silencio- pronto le roza sus manos. Habla de ello sintiéndose implica-
sa, sucia, desarreglada con los brazos (no la nariz), llenos de da y apenada. Esto lo dice después de quejarse de su prima,
cicatrices y sangre, no habla. El colegio presiona la hospitali- quien la había dejado sola. Comento: "Me parece que ya no
zación o de lo contrario hahrá acusación de negligencia tanto estás tan sola". Se sonríe y dice: "no-se".
para los padres como para la institución en la que Valeria hace Por un tiempo no hay crisis y hablamos de sus clases de
su tratamiento. Hablo con Valeria, le explico lo que pasa y la teatro. Pasa un evento en el que le piden hacer el papel de
razón por la que debe ir al hospital. Finalmente la hospitali- muda; se niega, se lo exigen y hace una crisis. Hablo con ella,
zan violentamente. Está cuatro días dopada (zf 100 mg). Al se calma y le digo que la espero en sesión esa tarde. La madre
salir Valeria no vuelve al colegio ni a ninguna parte, solo vie- me informa con mucha rabia que Valeria está "tirada" en el
ne a la sesión pero no habla, se enrolla en el asiento y jugamos parqueo. Voy a verla y la encuentro en el suelo, sucia, con los
Máncala; le gusta ese juego en el que a veces pierde y otras brazos rasguñados con sangre, sin zapatos. La madre alejada,
gana; me pide que se lo preste, lo lleva a su casa y juega con no la mira con expresión de disgusto. Le digo:" ¿Qué te pasa?,
su familia. No habla, pero dice: "Es que no quiero hablar de no quiero verte ahí en el suelo, no es ese tu lugar". Respon-
nada porque me pongo triste". Su único tema es que quiere de: "Yo no quiero estar aquí. Pero no puedo levantarme". Le
estudiar pero no en esa escuela. No es posible un traslado, digo: "Puedo ayudar a levantarte y salir de ahí". Se para y
esto la deprime, le da rabia con sus padres y decide no levan- entramos a la sesión.
tarse, no bañarse, no hacer nada, solo viene a la sesión. En una Está muy cansada, se enrolla en el asiento, me habla de un
ocasión le pregunto por lo que hace en su casa, y me dice que dedo de su pie que lastimó al tirarse del carro, me intereso por
nada y que a veces va al internet. Le propongo escribirle por saber qué le pasó y me dice: "No-sé, me golpeé", y agrega:
intemet. Dice que no y después de un rato, con dificultad al "No quiero que veas mis pies porque mis uñas están feas".
hablar y gritando dice: "Es que el intemet me gusta mucho Esto lo dice escondiendo las uñas de sus manos también. Le
y por eso no quiero"; le digo: "¿Entonces te castigas?", me pregunto: "¿Por qué no las arreglas"?, y con desprecio me
mira y dice: "no-se, no lo había pensado". Le pido que en la dice: "Porque no-sé hacerlo". Le digo: "Pero alguien puede
próxima sesión me lleve un dibujo, un escrito o algo que ella saber". "Sí, mi mamá, pero ella nunca, yo-lo-se, va hacer nada
haga en su casa. por mí". Este es un reproche visceral a una madre para quien
La madre me informa que sin decir nada Valeria se fue al esta hija no ha sido objeto de su deseo. Le digo: "A lo mejor
colegio, que está muy bien y contenta. En sesión dice: "No-se ella no sabe hacerlo". La veo incómoda, no me mira, se mueve
qué pasó pero me levanté y decidí ir al colegio". en el asiento, y entonces le pregunto dónde quiere sentarse;
me mira y dice: "Ahí donde estás tú". Acepto y durante un
118 NEL-MIAMI LOGOS 8 119

rato dibuja en silencio. De pronto dice: "¿Niña y a usted qué ser discípula del señor: el culto le ha asignado a una joven de
le pasa?". Y contesto: "No sé, pero estoy brava con todos en su edad, con la cual asiste a todas las actividades y a quien
casa". Ríe. Comienza a dibujar una cara de mujer brava y una debe acudir cuando tenga un problema. Llama para decirme
mano que señala a los ojos, hace figuras de una niña brava, que por ahora no viene a las sesiones, porque asiste al culto.
se tapa la cara con horror y dice: "Mi mamá está loca, no me A mi pregunta: "Porqué el ir al culto te impide venir a las
gusta cómo me mira y a mi papá lo detesto, no lo quiero ver" . sesiones", ella me explica que en el culto le dicen que quien
Al final de la sesión me entrega una bolita de lana rosada di- recibe al señor no necesita nada. Por el momento Valeria ha
ciendo: "Te traje esto, pero también tengo fotos para mostrar- encontrado un nombre que le permita dar sentido al mal-vivir
te, las dejé en el carro". Esto lo dice con un gesto de secreto de su vida. Es discípula del señor, ha encontrado un padre
ante su mamá. idealizado y una amiga incondicional con la que se identifica.
Valeria lleva y "hace-~er" en la sesión un cuerpo caído, Ella da consejos a los discípulos que están a su cargo para ser
maltratado, objeto lacerado que causa angustia y rechazo, que evangelizados. Del análisis queda un rasgo: se cuida las uñas
muestra al Otro para ocupar un lugar. En sus crisis Valeria sos- de sus manos y pies con dedicación. La estructura familiar se
tiene: un no rotundo a la demanda de sus padres, al costo que mueve, crisis de pareja. La madre pide ayuda psicológica.
sea y sufre gozando. Un año después tendré un segundo encuentro con Valeria
Comienza a ir muy bien arreglada a la sesión, hace gala de en el que traerá a la sesión, como testimonio de certeza y es-
buen gusto en el vestir y en su maquillaje. Me lleva fotos de su tabilización, su encuentro con Dios a través de la "voz" que
infancia en las que aparece siempre alejada y muy seria. Me antes le decía "eres mala" y ahora le dice "tú mereces vivir".
cuenta que se inscribió en el programa de cheerleader. Es pues "Jesús me ha salvado del pasado, soy libre del pasado". Es
una manera "más libidinizada de hacer ver su cuerpo", frente pues una voz diferente: que le permite vivir.
a una mirada que en lugar de gozar de ella pone en juego su Un gran Otro de quien recibe los significantes y la "voz"
deseo. a quien en la actualidad consagra su vida. Ella busca la per-
Unos días después me llama, me dice que se siente muy fección como discípula, hay un nuevo anudamiento que pone
bien, que irá a unos retiros espirituales con jóvenes de su límites a un goce ilimitado. Por lo pronto no lacera más su
edad. Cuando regrese nos veremos. cuerpo, no agrede a los otros y estudia una carrera profesional
que pondrá al servicio de su Iglesia. Hasta aquí la viñeta.

Tercer momento: una solución frente a la operación del analista

Al regreso de sus viajes Valeria informa a sus padres que


no volverá a tomar fármacos ni vendrá al análisis, no está
enferma, se siente bien, ha recibido el "Señor" y no necesita
nada más.
Desde antes de irse a los retiros duerme en su cuarto sola,
algo que no hacía desde los 9 años. La rabia con ellos está pero
se controla y no pega, nunca más ha destrozado sus brazos ni
nariz para sacarse sangre. Valeria está siendo preparada para
120 NEL-MIAMI LOGOS8 121

"No-sé" de la paciente en "nose", nariz. Intervención que pro-


Comentario del texto "Una mirada perdida" voca risa, apuntando directamente al goce y a un modo de la
de María E. Cardona (NEL-Miami) niña de "hablar con el cuerpo". La nariz es una de las partes
de su cuerpo que ella más lastima, y se asocia a la indiferen-
Por Ruth Gorenberg1 cia y frialdad paterna frente a las hemorragias nasales de su
propio padre.
A pesar de inevitables hospitalizaciones y medicación, la
analista plantea: "Algo del amor parece tomar forma en la
transferencia". Mientras su madre literalmente "no quiere
verla", rasgo que da su título al caso: "Una mirada perdida",
la analista le ofrece su mirada intentando "armarle un cuer-
po".
El caso me evocó un trabajo de G. Dessal acerca de la vida
Frente a una consulta que llega por la vía de la urgencia y de Rimbaud, en el cual subr~ya la "carencia" que determinó
con un diagnóstico psiquiátrico: "manipuladora", nos encon- su destino, deteniéndose en la coyuntura familiar que deter-
tramos con una aproximación analítica que intentará ubicar el minó los primeros años de la vida del poeta.
estatuto de la angustia en esta niña de 15 años con un impor- "Su madre, casi única referencia, en la que difícilmente se
tante nivel de actuación. podría reconocer el más mínimo signo de amor hacia sus hijos
La historia infantil de la niña nos orienta acerca de su des- ni hacia nada, y a la que tan sólo animaba el sentimiento de
ajuste a la hora de la vida, siendo su cuerpo el asiento de im- la necesidad y el deber, fue la inspiradora de La boca sombría,
presionantes autoagresiones. Veremos el modo en que a par- significante que atrapa ese real del goce del Otro" .2
tir de esta presentación, una analista generará un encuentro Es una afirmación de Dessal, acerca de su construcción del
posible. caso de Rimbaud, la que me trae resonancias al leer el caso
No haber sido un objeto de deseo para esta madre, agrava- de María Eugenia Cardona: "Faltaba para él la condición de la
do por una mirada paterna distante y dura, no será un obstá- alienación ineludible para que el sujeto pueda conquistar una
culo para intentar producir un cierto acotamiento en su modo posición en el deseo" .3 Mi pregunta al respecto es: ¿podemos
de goce. Acotamiento que implica poner en juego algo del or- pensar la psicosis como separación sin alienación?
den de la separación, transferencia mediante. Desde el punto de vista de la imagen, en esta niña se ve su
La analista le propone pensar a sus padres en su propia dificultad para saber en qué medida ella es acogida en una
falta, intentando así aliviarla de un "reproche visceral" a una mirada Otra, que la invista libidinalmente.
madre para quien no ha sido objeto de deseo, le plantea: "Qui- En "De una cuestión preliminar..."; Lacan describe el "des-
zás ella no sabe hacerlo". orden provocado en la juntura más íntima del sentimiento de
Destaco una intervención de la analista que transforma el

2 Dessal, G. "Vidas Ilustres a la luz del sinthome. Rimbaud: Una deses-


1 Miembro de la Escuela de la Orientación Lacaniana (EOL). Texto peranza sin nombre", Revista El Psicoanálisis, n° 23, ELP, Barcelona.
Presentado en el Symposio "What Lacan knew about women" realizado 3 Lacan, J., El Seminario, Libro 11, Los cuatro conceptos fundamentales del
en Miami los días 31 de mayo, 1 y 2 de junio de 2013. psicoanálisis, Paidós, Bs.As., 1987, p. 222.
122 NEL-MIAMI

la vida de ~n sujeto", para pensar en la forma e~ que ~uede


presentarse la psicosis, aún sin desencadenar, o sm marufesta- Sobre un lienzo1
ciones muy evidentes.
Al mismo tiempo, sabemos que la ley ~imbólica introduc~ Erika Guedez
la dimensión de la falta, siendo la ausencia de esta falta precl-
samente, lo que evidencian los dichos de esta ma~re. Cuando
dice "detesto verla", nos indica el rechazo med1ante e~ _cual "Ser el que deja una firma, pintar un mural.. ." O)
ella soluciona su encuentro con algo de lo que esta nma le
evoca.
Efectivamente, para que advenga el deseo, debe esta~~e-
cerse la dimensión de la falta que se pone en forma en los m- Comenzaré definiendo algunas terminologías del mundo
tervalos del discurso del Otro",4 El sujeto aprehende el Deseo hip hop que permitirán el recorrido de este trabajo. Así como
del Otro en lo que no encaja, en lo que se escabulle. la referencia a una viñeta clínic~ y ciertas puntualizaciones en
Entonces, es poco probable que dicha dimensión advenga, torno al cuerpo, la imagen y la pulsión a partir de las teoriza-
si las operaciones de alienación y separación no se producen dones de Freud y Lacan.
en forma suficiente. Es en esos intervalos en donde surge en El hip hop es un movimiento que surge en la década de
la experiencia del niño a~go que se pu~de _d etectar: "me ~ice los años '60 y '70 en el margen de las comunidades hispa-
eso, pero ¿que quiere?" 5: Enigma constitutivo de la expenen- noamericanas y afroamericanas. Surge como un movimiento
cia subjetiva. de protesta en los barrios neoyorquinos, caracterizado por la
expresión de un tipo particular de baile, música y pintura. El
graffiti viene a ser una de las ramas artísticas que componen
este movimiento, que tiene también otras derivaciones. Por
efectos de la globalización se propagó en diversos países y
hacia los años '80 este movimiento ya no era exclusivo de los
EE.UU. sino que se hace presente también en América Latina
yen Europa.
El origen de su nombre viene del latín graphiti y de la pa-
labra graffiti en italiano, que significa marca o inscripción. En
el Diccionario de la Real Academia Española aparece también la
palabra grafito que significa pincelada. Hoy en día se utiliza la
palabra graffiti para referirse al movimiento artístico y cultu-
ral proveniente del hip hop.
Estas coordenadas permiten enmarcar el caso que llamaré

Trabajo presentado en las I Jornadas de la NEL Caracas, 28 y 29 de


4 Ibíd.
junio 2013: "El cuerpo en el siglo XXI ¿Qué dice el psicoanálisis?".
5 Ibíd.
124 NEL-MIAMI Locos8 125

Josué, un joven que dice llamarse graftttero. Se presenta con en esos grafttti que plasma en las paredes y murallas de la
una serie de marcas, de inscripciones en su cuerpo, que se ciudad; por otro quita, su cuerpo es ese mármol que va escul-
relacionan con lo el tratamiento que le da a su cuerpo y con piendo, se quita piel, se abre huecos, se agujerea develando,
la ubicación que tiene él mismo dentro del hip hop, espeáfica- buscando develar un cuerpo inconsistente, cuerpo de la épo-
mente del grafttti. · ca, cuerpo que se asoma para mostrar las insignias actuales.
Su cuerpo está marcado por una serie de piercing en todo Esta modalidad de síntomas contemporáneos, en las que
el rostro y dos grandes expansiones en sus orejas que son lla- vemos patologías de la identificación, denuncian el quiebre
madas o conocidas como túneles, dice además que esto no ha del lazo social, sujetos de goce y no de deseo.
sido suficiente sino que quiere hacer tatuajes en su cuerpo, Freud señala que la identificación siempre es parcial, por
expandir aún más sus orejas. Hay en esto algo que él no poder 1~ que nunca dará consistencia al sujeto en su totalidad, algo
parar, de exceso, de un sin límite que remite al goce desloca- Siempre escapará. Es decir, la identificación no sostiene o no
lizado en ese cuerpo que Josué trata como si fuese un lienzo da sustento al ser. Sin embargo, permiten el lazo, a través del
inconcluso. Dos modos en los que Josué se expresa: como gra- rasgo que es común.
ffitero, en un arte puesto en los muros, un modo de decir, de Tomo dos comentarios de j.-A. Miller y de E. Laurent-4 acer-
dejar marcas en el Otro, y luego el tratamiento que da a su ca del lazo social y las identificaciones; por un lado la identi-
cuerpo a través de los piercing, las expansiones y los tatuajes. ficación vertical, relacionada con un líder; por otro, la iden-
Marcas en el cuerpo y marcas en los muros, en ambos casos tificación horizontal, dirigida al semejante. Identificación al
parece utilizar un lienzo. S1 vs. identificación de los miembros de una sociedad entre
A propósito de una cita de Marie-Hélene Brousse en su te- sí. Por otra parte, ellos plantean que ·~ajo la perspectiva del
sis "El arte de la pintura no es sino representación del cuerpo"/ superyó una civilización es un modo de goce, un sistema de
pienso que éste joven plantea dos escenarios en los que in- distribución del goce.
tenta volcar su arte, el cuerpo como un lienzo nunca termina- Si antes la civilización estaba bajo el mando del superyó
do, y las paredes donde plp.sma su graffiti. Un cuerpo tocado, freudiano, prohibición, deber y culpa, ahora lo está bajo el su-
transformado y deformado y luego rayar y escribir en esos peryó lacaniano, el imperativo del goce. El superyó de esta
muros. época empuja a gozar. Es el nuevo régimen de la civilización
Leonardo da Vinci decía que la pintura es colocar sobre el contemporánea.
blanco lienzo colores donde antes no los había, es poner enci- Si decimos con Miller y Laurent que el Otro no existe, cabe
ma. Mientras que la escultura es retirar, a partir de la masa de la pregunta acerca de cómo se instalan las identificaciones.
mármol se va contorneando, se van quitando poco a poco las Para Lacan, la identificación es un fenómeno imaginario que
capas, para develar la figura en ella contenida.3 En Josúe tene- pasa al eje simbólico.5 Actualmente estamos frente a identifi-
mos dos efectos, por un lado vuelca la pintura sobre el lienzo, caciones fluctuantes, el Otro se encuentra pulverizado, frag-
mentado, hay una debilidad generalizada del Otro. Eso hace
que la identificación no pase de lo imaginario a lo simbólico,
2 Brousse, M.-H. y Otros. El cuerpo en psicoanálisis, Espacio de Inves-
tigación Madrileño.NUCEP. Publicación de la Escuela Lacaniana de
Psicoanálisis. 2001. 4 Miller, J.-A & Laurent, E., El Otro que no existe y sus comités de ética,
3 Horne, B., Psicoanálisis e Hipermodernidad: La dirección de la cura en los Paidós, Bs. As., 2006.
síntomas contemporáneos, Pomaire, Venezuela, 2008. 5 Ibíd., p. 18.
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i(a) no pasa al lugar de I(A), y al no haber ese pasaje se produ- goce. Son los muros pintados que los vecinos espectadores
ce una brecha, una separación con ese Otro. quieren borrar, quitar, o el policía queriendo atrapar al que
Hoy en día nos enfrentamos a una proliferación de iden- infringe las normas. Es la mirada angustiante de la madre di-
tificaciones que pertenecen a una cultura en la que reina el ciéndole a Josué que se quite los túneles, que no se ponga más
discurso capitalista, en el mismo texto, Miller y Laurent afir- piercing, que pare.
man: "en la actualidad existe una decadencia de la función La imagen que Josué tiene de su cuerpo no termina de es-
del Ideal y una promoción del .objeto a, plus de gozar. Las tar completa; si bien se queda fascinado con esa imagen, tam-
figuras de la autoridad vacilan y el significante amo se plura- bién introduce el desencuentro, el intento fallido, y termina
liza. Así, la crisis contemporánea de la identificación conduce queriendo más piercing, más expansiones, siempre algo más,
tanto a una diversidad de identificaciones imaginarias como el cuerpo como un lienzo inconcluso, pero no por la falta que
simbólicas" .6 introduce el deseo sino que se trata de la dimensión de lo real
Se reparten los modos de goce pero las comunidades en las del goce, la ausencia de límites.
que se distribuyen los estilos de goce se rechazan mutuamen- Si tratarse de lo mismo, hay algo aquí que recuerda el
te, se segregan. Eric Laurenf dirá que estamos ante sujetos efecto engañoso que se produce en la anorexia, en el intento
que dejan de lado la novela neurótica, las identificaciones con de perfeccionar la imagen a mostrar, el atrapamiento que les
sus historias familiares. Josúe es un joven que nos permite ver produce, pero a la vez la falla, pues nunca se parece a lo que
estas vicisitudes, es el graffitero, en el mundo del hip hop es quieren imitar, y terminan mostrando al Otro el esqueleto, la
aquel que raya las paredes en forma anónima, es una firma en muerte.
un muro reconocida solo entre sus pares, pero rechazado y se- Un cuerpo tatuado, agujereado, pintado, un cuerpo que in-
gregado por ese Otro de la comunidad; son pequeñas sectas, tenta darse una respuesta ante el abismo que implica ese Otro
grupos que se segregan entre sí, cuya pertenencia tiene más que no existe, una época que marca los efectos devastadores
que ver con la exclusión que con la inclusión. de la imparable metonimia. Lo patológico siendo el exceso, el
Del cuerpo al grafitti, del grafitti al cuerpo, en un movimien- caos de la multiplicidad, la falta de brújula, la dispersión. El
to que va y viene en este sujeto y que se vincula con el objeto empuje superyoico y la promoción del objeto de goce son los
mirada. Lacan señala que el punto álgido es cuando el Otro que gobiernan. Ante el debilitamiento de las identificaciones
sorprende al sujeto como "mirada escondida" .. . "se mira lo simbólicas aparecen las imaginarias: toxicomanías, anorexia,
que no se puede ver" .8 Mostrarse en este sujeto es lo que está obesidad, cirugías, deformaciones en el cuerpo entre otras.
en juego, mostrar su arte, mostrar la escena, la que en algún Son identificaciones que no vehiculizan el lazo social, sino
momento causa cierto horror en ese otro €spectador, pero no que muestran su revés, la fragilidad del mismo.
a modo del perverso que divide al Otro como instrumento de Si bien no existe una respuesta única a seguir para el tra-
tamiento de estas patologías contemporáneas, compete al de-
seo del analista el no retroceder ante la voracidad del superyó
reinante y encontrar la forma de contrariar el imperativo de
6 ~endl~rz, S., "Lo patológico de la identificación", Patología de la iden-
tificacrón en los lazos sociales y fiamiliares Grama ediciones Bs. As. goce. Elucidar la historia perdida del sujeto, sus costumbres,
2007. ' ' ' sus lazos familiares discontinuos, a partir del enjambre de sig-
7 Jb(d., p. 28. nificantes presentes, donde la presencia del goce habla tam-
8 La.can, J.,. ~~ Seminario, Libro 11, Los cuatro conceptos fundamentales del bién de la inexistencia de la relación al Otro.
psrcoanállsrs, Paidós, Bs.As., 2003 .
Datos biográficos de los autores SLP, docente del Instituto Freudiano. Doctor en Psicoanálisis de la
Universidad de París VIII, enseña en el Departamento de Psicología
de la Universidad de Pavía. Desde hace años es Director científico
de instituciones para trastornos alimentarios en Italia, es en la ac-
tualidad Vice-presidente de la Federazione Italiana Disturbi Alimentari
!solda Arango Alvarez (FIDA) y responsable de la sede de Milán. Entre sus publicaciones
Psicoanalista. Licenciada en Psicología (Venezuela). Maestría en Fi- están: Jacques lacan y el problema de la técnica en psicoanálisis (Gredos,
losoña (Venezuela). Master en Clinical Social Work (Florida Interna- Madrid, 2008), El muro de la anorexia (G.redos, Madrid, 2013), La comi-
tional University, USA). Miembro de la Nueva Escuela Lacaniana, da y el inconsciente (Tres Haches; Buenos Aires, 2013) y Le refus dans
sede Miami. Miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis. l'anorexie (Presses Universitaires de Rennes, 2014).
Docente de Florida Center Jor Teaching and Research in Psychoanalysis, docosenza@tiscalinet.it
Miami, Fl. Tiene su práctica en.Miami, Florida.
alvarez_isolda@yahoo.com José Armando García
ICSW. Psicoanalista, asociado de la NEL-Miami. Sociólogo de for-
Alicia Arenas mación, graduado de la Universidad Central de Venezuela. Maestría
Psicoanalista. MS. LCMH. Miembro AME de la Nueva Escuela La- en Clinical Social Work en Barry University (USA). Actualmente traba-
caniana y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis. Directora y ja en práctica privada e institucional en la ciudad de Miami, Florida.
docente del Florida Center for Teaching and Research in Psychoanalysis, garja76@hotrnail.com
Miami, Florida. Presidente de la Nueva Escuela Lacaniana, NEL.
Presidente del Comité Consultivo del Instituto Nueva Escuela, Ruth Gorenberg
INES. Tiene su práctica en Miami, Florida. Médica Psiquiatra. Psicoanalista. Graduada del ICdeBA en Argenti-
arenasalicia24@gmail.com na. Actualmente trabaja en su Tésis de la Maestría en Psicoanálisis
de la UNSAM sobre el tema "Las incidencias de la voz en la clínica
Sandra Cantor psicoanalítica" . Tiene su práctica en Buenos Aires.
Psicoanalista. Licenciada en Psicología en la Universidad John F. ruthgoremberg@fibertel.com.ar
Kennedy (Buenos Aires, Argentina). Master of Science y Licensed Men-
tal Health Counselor (U.S.A). Asociada a la NEL Miami. Actualmente Erika Guedez
es Coordinadora de la Librería de la sede Miami. Tiene su práctica Asociada a la Nueva Escuela Lacaniana, Sede Caracas -Asociación
privada en Miami Beach y en Aventura, Florida. Caraqueña de Psicoanálisis NEL-ACP. Psicóloga especialista en clí-
sandracantor@hotmail.com nica, egresada de la Universidad Central de Venezuela. Egresada en
Estudios Superiores en Psicoanálisis en el CID -Las Mercedes, Ca-
María Eugenia Cardona racas. Docente y Coordinadora del Departamento de Clínica de la
Psicoanalista. Psicólogo clínico. MHC. Miembro de la Nueva Es- Escuela de Psicología de la Universidad Centro Occidental Lisandro
cuela Lacaniana, NEL y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis. Alvarado- UCLA, Caracas, Venezuela. Tiene práctica en Caracas.
Miembro del Consejo Federativo de la NEL. Docente del Florida Cen- guedezerikak@gmail.com
ter for Research and Development in Psychoanalysis. Tiene su práctica en
Miami, Florida. Fernando Schutt
meugecar@hotrnail.com LMHC. Psicoanalista. Miembro de la Nueva Escuela Lacaniana,
sede Miami. Miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis.
Domenico Cosenza Docente del Florida Center for Teaching and Research in Psychoanalysis,
Psicólogo y psicoanalista en Milán, Italia. Miembro AME de la SLP Miami, Florida. Tiene su práctica en Miami, Fl.
y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis. Actual Presidente de la fernandoschutt@hotrnail.com
Este libro se terminó de imprimir en
Modelo para Armar en el mes de marzo de 2014
Luis Sáenz Peña 647 - C.A.B.A.
Buenos Aires · Argentina

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