Sunteți pe pagina 1din 2

Educación, concepto y generalidades

La educación: En su sentido más amplio, se entiende como el medio en el que


los hábitos, costumbres y valores de una comunidad son transferidos de una
generación a la siguiente generación. La educación se va desarrollando a
través de situaciones y experiencias vividas por cada individuo durante toda su
vida a través de practicas, he de ahí que se aprende llevando al alumno a ser
critico y capaz de construir nuevo conocimientos en base a lo ya adquiridos.

El concepto de educación comprende también el nivel de cortesía, delicadeza


y civismo demostrado por un individuo y su capacidad de socialización. La
educación es lo que transmite la cultura, permitiendo su evolución.
La educación es el proceso continuo de desarrollo de las facultades físicas,
intelectuales y morales del ser humano, con el fin de integrarse mejor en la
sociedad o en su propio grupo, es un aprendizaje para vivir.

Principios de la educación

La buena enseñanza es mucho de pasión como de razón. Se trata de motivar a los


estudiantes no sólo a aprender, sino enseñarles a aprender, y hacerlo de una manera que
sea relevante, significativa y memorable. Es sobre el cuidado de su oficio, tener una
pasión por él y transmitir esa pasión a todos, pero sobre todo, lo más importante, para sus
estudiantes.
La buena enseñanza es acerca de la sustancia y tratar a los estudiantes como
consumidores del conocimiento. La buena enseñanza es también cerrar la brecha entre
la teoría y la práctica. Se trata de salir de la torre de marfil y sumergirse en el campo para
hablar con, consultar con, ayudar a los participantes y servir de enlace con sus
comunidades.
La buena enseñanza consiste en escuchar, preguntar, ser sensible y recordar que
cada alumno y cada clase son diferentes. Se trata de la obtención de respuestas y el
desarrollo de las habilidades de comunicación oral en el estudiante más callado. Se trata
de empujar a los estudiantes a superarse y, al mismo tiempo se trata de ser humanos,
respetar a los demás y ser profesional en todo momento.
La buena enseñanza es no tener siempre una agenda fija y ser rígido, sino ser flexible,
fluido, experimentar y tener la confianza necesaria para reaccionar y adaptarse a las
circunstancias cambiantes. Se trata de obtener sólo el 10 por ciento de lo que se quería
hacer en una clase y todavía sentirse bien. Se trata de desviarse con facilidad del
programa del curso o exposición programada cuando hay más y mejor aprendizaje en otra
parte. La buena enseñanza es acerca del equilibrio creativo entre ser un dictador
autoritario, por un lado y un motivador por el otro.
La buena enseñanza es también estilo. ¿Debería una buena enseñanza ser entretenida?
¡Por supuesto! ¿Significa esto que carece de sustancia? ¡No es una posibilidad! La
enseñanza eficaz no se trata de estar bloqueado con las dos manos pegadas a un podio o
tener los ojos fijos en un proyector de diapositivas, mientras se bate el tambor. Los
buenos maestros trabajan el aula y a cada estudiante en ella. Se dan cuenta que ellos
son los directores y que la clase es su orquesta. Es como si todos los alumnos tocan
instrumentos diferentes y con diferentes competencias o habilidades. El trabajo de un
maestro es desarrollar habilidades y hacer que estos instrumentos tengan vida como un
todo coherente para hacer música.
Una buena enseñanza es humor. Se trata de ser autocrítico y no tomarse demasiado en
serio. A menudo se trata de hacer bromas inocuas, sobre todo de uno mismo, de modo
que se rompa el hielo y los estudiantes aprendan en un ambiente más relajado en el que
uno, como ellos sean humanos con su propia cuota de errores y deficiencias.
La buena enseñanza consiste en cuidar, nutrir y desarrollar mentes y talentos. Se
trata de dedicar tiempo, a menudo invisible, a cada estudiante. Se trata también de las
horas ingratas dedicadas a la calificación, el diseño o rediseño de los cursos y la
preparación de material para mejorar aún más la instrucción.
La buena enseñanza se apoya en un liderazgo fuerte y visionario, y un muy tangible
apoyo institucional de recursos, personal y fondos. La buena enseñanza se refuerza
continuamente por una visión superadora que trasciende toda la organización desde
profesores de tiempo completo a profesores de tiempo parcial, y se refleja en lo que se
dice, pero más importante en lo que se hace.
La buena enseñanza es acerca del aconsejamiento y soporte entre el profesorado senior
y junior, el trabajo en equipo, y el ser reconocido y promovido por los pares. También, la
enseñanza eficaz debe ser recompensada y la enseñanza pobre debe ser remediada a
través de programas de capacitación y desarrollo.
Al final del día, una buena enseñanza es diversión, experimentación de placer y tener
recompensas intrínsecas, como la fijación de los ojos con un estudiante en la fila de atrás
y ver las sinapsis y neuronas que se conectan, los pensamientos que se forman, la
persona cada vez mejor, y un esbozo de sonrisa a través de un rostro cuando el
aprendizaje, de repente, sucede. Se trata de un antiguo estudiante que dice que su curso
ha cambiado su vida. Se trata de otro que le dice que su curso fue el mejor que jamás ha
tenido. Los buenos maestros practican su arte no por el dinero o porque tienen que
hacerlo, sino porque realmente lo disfrutan y porque lo quieren. Los buenos maestros no
se pueden imaginar haciendo otra cosa.

S-ar putea să vă placă și