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UNIVERSIDAD NACIONAL DE LOJA

Área de la Energía, las Industrias y los Recursos Naturales no


Renovables
Carrera de Ingeniería en Geología Ambiental y Ordenamiento Territorial
Cuarto Ciclo “A”

Asignatura: ECOTOXICOLOGÍA

TEMA:
“BIOÉTICA DEL MEDIO AMBIENTE.”

Alumno:
Roberto Carlos Chuquihuanca Solórzano

Docente de asignatura: Ing. José Francisco Ochoa Alfaro Mg. Sc.

Fecha de entrega: 17/10/2016

2016

LOJA-ECUADOR
BIOÉTICA DEL MEDIO AMBIENTE

La bioética comenzó a ser conocida por trabajar temas que tienen que ver más con la
salud y los aspectos clínicos, como el aborto, la eutanasia, la relación médico - paciente,
etc. Nosotros partimos de una concepción de la bioética más global, que también estaba
en sus orígenes, donde el medio ambiente es una cuestión prioritaria. La Bioética
Ambiental es, desde este punto de vista, el análisis del impacto de las biotecnologías en
el medio ambiente. Muchos de los adelantos biotecnológicos tienen repercusiones en el
medio ambiente.

El primer paso a dar es la información de qué es lo que se hace y qué repercusiones


tiene en el medio ambiente. Es un campo donde se tocan distintos aspectos y en el que
hay que trabajar muchísimo más. Por ejemplo, los impactos en el medio ambiente más
conocidos, como los organismos modificados genéticamente y su empleo en la
agricultura, son los alimentos; pero hay otras muchas cosas, como la nanotecnología, un
campo emergente en el que hay que ver qué implicaciones puede tener en el medio; o al
revés, el impacto del medio en la salud, en relación a las personas. Clarificar todo ello
ya sería un paso. Después vendría cómo normativizarlo, y pensamos, y por eso hemos
llamado al libro "Riesgo y precaución", que lo que subyace es una evaluación de riesgos
y lo que se entiende por principio de precaución, que es cada vez más el eje de las
decisiones que se toman en la legislación y en el análisis ético de muchas de estas
cuestiones.

El principio de precaución, una idea que siempre ha existido, ahora se aplica a estos
temas y se considera un baremo. Si evaluamos el impacto del riesgo en las personas,
hablar del principio de precaución tiene mucho sentido, también relacionado con la
justicia. No puede ser que los riesgos los asuman los más desfavorecidos. Muchos de
los riesgos de un medio ambiente insano los padecen más los países en peores
circunstancias y las personas más pobres de los países ricos. Es muy importante que los
ciudadanos sepan que el reparto del riesgo es también una función del Derecho.

Es muy importante que los ciudadanos sepan que el reparto del riesgo es también una
función del Derecho y una decisión política, y en este sentido también ciudadana: no
sólo hay que repartir equitativamente los impuestos o los beneficios, sino también las
situaciones de riesgo, para que no caigan sobre los mismos. Riesgos ecológicos hay
muchos y depende de dónde nos situemos son muy distintos. En este mundo
globalizado, el riesgo está a la orden del día y viene de muchísimos frentes. La sociedad
tiene que seguir avanzando, pero no a lo loco; tiene que haber una buena evaluación de
las cosas. Hay que tener en cuenta que muchas veces hay conflictos de intereses. El que
evalúa el riesgo no puede ser el mismo que después decide a quien se asigna.

Habría dos partes. Por una parte, la evaluación de los riesgos la tiene que hacer un
técnico, pero luego, la decisión de cómo se reparte y se afronta ese riesgo, nos toca a
todos. Vivimos en una sociedad que se denomina asimismo 'del riesgo' y eso obliga a
que se evalúen adecuadamente los riesgos, que no significa que ahora haya más, porque
siempre ha habido, lo que ocurre es que ahora algunos problemas son inducidos por
nosotros mismos. Las nuevas tecnologías nos cambian la vida en general a mejor, pero
aquellos aspectos negativos tienen que ser debidamente analizados y tomados con
precaución y de manera justa. Además, se deben evaluar adecuadamente, porque
muchas veces se da una presentación apocalíptica que tampoco se corresponde con la
realidad.

Existe muchísima legislación, lo que pasa es que los poderosos buscan la forma de no
cumplirla. Por ejemplo, los tratados para la reducción de emisiones nocivas al medio
ambiente que los Estados Unidos no quieren firmar. Controlar al poder siempre ha sido
una dificultad del Derecho. No es que no existan normas, es que hay que aplicarlas.

La información de la gente es fundamental para que puedan decidir con conocimiento


de causa y para que se pueda hacer una distribución de los riesgos con justicia. En el
medio ambiente hay una cuestión todavía más grave, y es que aunque se aplique la
norma y se castigue al infractor, el daño ya está hecho. Por ello es importante la
concienciación de los ciudadanos para evitar los daños. En un delito ecológico, ¿de qué
sirve meter al responsable en la cárcel si las truchas ya están muertas y el río
contaminado? Por ello, hay que crear una cultura de todo esto, que la gente aprenda a la
vez el cuidado ante estos problemas y los riesgos.

Cuando se pierde la pista de quien es responsable de las cosas, como el desastre de un


vertido de petróleo, donde la bandera del barco es de un país, la tripulación es de otro
país, ha ocurrido en aguas de otro& se crea un conflicto clásico de derecho
internacional, y se hace más complicado, pero es así como están funcionando los
poderes. La globalización nos lleva a perder la pista de la responsabilidad de las cosas y
la capacidad de las grandes empresas y multinacionales de presionar incluso a los
gobiernos, porque tienen más presupuesto que muchos gobiernos. Precisamente ahí está
la lucha del Derecho y de los organismos internacionales. En ocasiones no se funciona
por leyes sino más por el boicot social, o al exigir responsabilidades. Por eso es
necesario un cambio.

BIBLIOGRAFÍA

Jonas H. El principio de responsabilidad. Ensayo de una ética para la civilización


tecnológica. Barcelona: Herder; 1995

Maldonado J. Ética y medio ambiente. Bogotá: Ediciones El Bosque; 2000.

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