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ROCAS SEDIMENTARIAS

Introducción
Las rocas sedimentarlas son las que se han producido como consecuencia de fenómenos de
alteración, transporte y sedimentación sobre cualquier tipo de roca anterior, por lo tanto los
minerales que las componen pueden ser los mismos que existían en la roca anterior después de
haber sufrido disgregación física, transporte y sedimentación, o bien pueden ser minerales
formados por alteración química de otras preexistentes, que son los que se denominan minerales
de alteración.

La división fundamental de las rocas sedimentarlas se hace teniendo en cuenta la forma


predominante de producirse el depósito o sedimento:

 Detríticas, en que la sedimentación se


produce por disminución de energía del
agente transportante. El sedimento se
denomina detrítico o clástico.
 Químicas, en que la sedimentación se
produce o bien por concentración, como es
el caso de la evaporación del disolvente o
de una sobresaturación de la disolución, o
bien por precipitación, lo cual ocurre
cuando se produce una reacción química
con formación de sustancias insolubles. En
este caso el depósito se denomina químico.
 Orgánicas, cuando en la sedimentación se
acumulan restos vegetales o animales,
produciéndose un depósito orgánico.

Sin embargo, es tan corriente la coexistencia de dos o más de las causas que producen
sedimentación, que, desde el punto de vista práctico, haremos, exclusivamente, dos apartados:

 Rocas sedimentarias detríticas, cuando la


sedimentación mecánica sea el proceso
predominante en la formación del
sedimento.
 Rocas organoquímicas, cuando en la
sedimentación jueguen papel determinante
los procesos químicos o/y la acumulación
de restos orgánicos.

Rocas sedimentarias detríticas


En el estudio de las rocas sedimentarias detríticas tiene gran importancia el tamaño y la forma de
los granos que las componen y la composición mineral de éstos. Los minerales difícilmente
alterables, de gran dureza y estabilidad química, son capaces de recorrer grandes distancias en el
proceso de transporte sin destruirse, por lo que es frecuente encontrarlos en forma de granos
pequeños y redondeados formando rocas sedimentarias a gran distancia del punto en que se
produjo la disgregación física. Si se produce la sedimentación después de un corto recorrido, la
forma de los granos será angulosa y su tamaño no habrá disminuido sensiblemente.

Por el contrario, los minerales fácilmente alterables únicamente aparecen formando rocas
sedimentarias detríticas en puntos próximos al lugar de disgregación física y con granos
angulosos, ya que los transportes largos que redondean las aristas los hacen desaparecer.

Una vez formado el depósito, los distintos grados de cohesión determinan diferentes rocas
sedimentarias. La consolidación se produce por alguna de las siguientes causas: porque entre las
partículas sedimentadas detríticamente haya minerales aglomerantes, como por ejemplo es la
arcilla; o porque simultánea o posteriormente a la sedimentación, un precipitado químico, por
ejemplo sílice o carbonato cálcico, actúe como cemento.

La división de las rocas sedimentarlas detríticas según su cohesión es la siguiente:

a. Rocas sedimentarias detríticas


incoherentes o pastosas
b. Rocas sedimentarias detríticas coherentes

Rocas sedimentarias detríticas incoherentes

Se consideran rocas incoherentes o pastosas aquellas en las que los granos que las forman son
completamente independientes entre sí. En realidad más que de rocas debe hablarse de depósitos
o sedimentos no diagenizados. La granulometría establece los diferentes tipos de sedimentos de
acuerdo con la siguiente clave:

Más del 50 % de las partículas > 2 mm Gravera

 Si las partículas son redondeadas:


Gravera de canto rodado Canchal
 Si las partículas son angulosas:

Del 25 al 50 % de las partículas > 2 mm Gravera terrosa

Del 10 al 25 % de las partículas > 2 mm Tierra gravosa

Menos del 10 % de las partículas > 2 mm Tierra


Este último se subdivide, según la granulometría, en Arena, Limo, Arcilla y Loam.

Tanto la arena, como el limo, la arcilla y el loam se subdividen atendiendo a la composición


química de los granos. El origen de estos sedimentos puede ser el arrastre hídrico, el arrastre
eólico o bien el depósito volcánico. Atendiendo a estos dos aspectos se determinan los diferentes
sedimentos incluidos en el concepto genérico "tierra". Así, por ejemplo, el limo de arrastre eólico y
de composición química más o menos caliza se denomina loess.

Rocas sedimentarias detríticas coherentes

Las rocas sedimentarlas detríticas coherentes se dividen atendiendo a la granulometría según la


siguiente clave:

Más de 10 % de partículas > 2 mm Psefitas

Más del 25 % de partículas > 50 micras Psammitas

Menos de 25 % de part. > 50 micras Pelitas o Fangolitas

Las Psefitas son, como se aprecia en la clave, las de mayores granos, aglomerados por un
cemento cuya naturaleza sirve para posteriores subdivisiones.

Las psefitas de partículas redondeadas se denominan Conglomerados o Pudingas y las de


partículas angulosas se llaman Brechas. El depósito de las psefitas, dado el gran tamaño de sus
partículas, se produce en el seno de aguas torrenciales o de glaciares, ya que otro tipo de agente
de transporte no posee la energía suficiente.

En las Psammitas se establece una primera división para separar aquellas rocas en las que los
granos arenosos o/y el cemento que los aglutinan tienen abundancia de carbonato cálcico de
forma que el porcentaje de este mineral, aun inferior al 50%, es lo suficientemente alto como para
que la roca dé reacción clara al tratamiento con clorhídrico: Calcarenitas.

El resto de las psammitas se dividen en areniscas y grauvacas, según que el porcentaje de


partículas menores de 50 micrómetros (matriz o cemento) sea menor o mayor del 15 por ciento.

Las Pelitas o Fangolitas, se dividen según su grado de consolidación. Las poco consolidadas se
denominan lutitas y las que están más consolidadas, pizarras arcillosas o lutitas apizarradas.
Descripción de algunas rocas sedimentarias detríticas
Pudingas y Brechas

Los conglomerados o pudingas son gravas de canto rodado cementadas. Los cantos y gravas
pueden proceder de una o varias rocas; muchas veces son de cuarcitas, pero otras lo son de
granito, gneis, calizas, etc. Casi todos los conglomerados, especialmente los de origen fluvial,
encierran gran cantidad de arena y demás materiales finos que rellenan los espacios entre los
cantos. Algunos conglomerados costeros que han estado sometidos a intenso lavado contienen
poca arena.

Las brechas se diferencian de las pudingas, únicamente, en que las gravas que las forman son
angulosas, de lo que se deduce que estos fragmentos han tenido un transporte corto antes de su
sedimentación definitiva (muchas veces de tipo glaciar).

Por su composición, los cementos de las brechas y pudingas pueden ser silíceos (cemento de
sílice o de sílice hidratada), calcáreos (de carbonato cálcico), ferruginosos y arcillosos (cemento a
base de arcilla).

Es decir, tanto las pudingas como las brechas se dividen de acuerdo con la naturaleza de los
cantos rodados y del cemento. Por ejemplo, brecha de cuarcitas con cemento arcilloso, pudinga de
cuarcitas y calizas con cemento calizo, etc.

Calcarenitas

Las calcarenitas, según se ha dicho, tienen un porcentaje de carbonato cálcico inferior a 50, pero
suficiente para dar clara reacción con ácido clorhídrico en frío.

Se forman, frecuentemente, en aguas dulces o marinas (prefosas), normalmente en España en el


Oligoceno superior y Mioceno.

El color depende de las impurezas en el cemento y en los granos, pudiendo variar desde colores
claros a pardos o pardo rojizos.

En España se presentan en pequeñas masas en las grandes manchas miocenas de Castilla y


Aragón, y en masas más extensas en el valle del Guadalquivir y provincia de Almería.

Areniscas

En las areniscas el cemento o matriz representa menos del 15 por ciento del total del material.

Atendiendo a la composición mineralógica de las partículas, mayores de 50 micrómetros,


distinguiendo porcentajes de cuarzo, feldespato y otros minerales y fragmentos de roca, las
areniscas se dividen de acuerdo con la siguiente clave:
Más de 95% de cuarzo Cuarzoarenitas

Entre 75-95% de cuarzo

 Feldespatos más abundantes que fragmentos de


roca Subarcosas Sublitoarenitas

 Fragmentos de roca más abundantes que


feldespatos

Menos de 75% de cuarzo

 Feldespatos más abundantes que fragmentos de


roca Arcosas Litoarenitas
 Fragmentos de roca más abundantes que
feldespatos

La naturaleza del cemento permite otra división de las areniscas. Generalmente este cemento es
ferruginoso, micáceo o arcilloso lo que permite distinguir las areniscas ferruginosas de coloración
rojiza o parda, las areniscas micáceas con cemento de naturaleza micácea y las areniscas
arcillosas con cierto olor a tierra mojada.

Menos corrientes son las areniscas calizas, con alguna proporción de carbonato cálcico que
determina una ligera reacción clorhídrica menos patente que en las calcarenitas, las areniscas
dolomíticas y las yesosas.

En las cuarzoarenitas es muy normal que la matriz sea escasa y esté formada por sílice secundaria
con lo que la roca es blanquecina si no está muy cementada y aun conserva aire en sus poros, o
gris si la cementación ha progresado más.

Las areniscas son rocas relativamente abundantes y que pueden formar series de gran espesor.
En España abundan en el Sistema Ibérico y estribaciones, forman manchas en Cataluña
alternando con conglomerados calcáreos o margosos en Galicia alternando con conglomerados
silíceos y, también, en localidades que rodean a los macizos graníticos o gnéisicos en las
provincias de Ávila, Salamanca, Zamora, Madrid, Cáceres, Badajoz y Toledo.

En general, las cuarzoarenitas proceden de sedimentación marina, mientras que las arcosas y las
litoarenitas se localizan cerca de las rocas originales siendo, normalmente, procedentes de
sedimentación continental, como ocurre en las manchas que rodean los núcleos de granito y gneis.
Grauvacas

La división de las grauvacas, según la composición mineralógica de las partículas mayores de 50


micrómetros, es parecida a la de las areniscas.

Más de 95% de cuarzo Cuarzovacas

Menos de 95% de cuarzo

 Feldespatos más abundantes que Grauvacas feldespáticas Grauvacas


fragmentos de roca líticas
 Fragmentos de roca más abundantes
que feldespatos

Como en las areniscas, el cemento o matriz suele ser arcilloso, micáceo o ferruginoso y la
abundancia del mismo origina que su color sea gris, gris verdoso o gris rojizo.

Muchas veces, las grauvacas se presentan en zonas en las que ha habido movimientos tectónicos
importantes con erosión activa y sedimentación casi inmediata que no ha permitido mejor
separación del calibrado de los granos. Por ello, las partículas mayores de 50 micrómetros suelen
ser angulosas y algunos autores denominan microbrechas a estas rocas.

En España se encuentran en las mismas zonas que las areniscas pero, en general, mucho menos
abundantes (Teruel, Ciudad Real, Toledo, etc.). De todas formas, a simple vista, muchas veces es
difícil distinguir areniscas de grauvacas.

Lutitas

Las lutitas son pelitas poco consolidadas, de aspecto estratificado, untuosas, pulverulentas,
muchas veces abigarradas por coloraciones irregulares de óxidos de hierro.

Las lutitas enteramente silíceas están constituidas fundamentalmente por arcilla mineralógica. Al
estar esta roca poco consolidada, muchas veces se deshacen total o parcialmente con el agua por
lo que es difícil establecer la separación entre éstas y las arcillas incoherentes.

Es muy normal que las lutitas presenten una cierta cantidad de carbonato cálcico (menor del 50%)
con lo que el carácter aglomerante de éste les da una mayor estabilidad frente al agua. Si el
contenido es bastante grande (generalmente superior al 20%) la roca se denomina marga o marga
caliza y da clara reacción con clorhídrico en frío. Si el contenido en caliza es pequeño la reacción
no es aparente y la roca se denomina lutita margosa o marga silícea aunque este último nombre
no es muy apropiado.

En España están ampliamente representadas las margas, tanto las de origen continental como las
de origen marino. Frecuentemente entremezcladas con bancos de calizas, areniscas, yesos y
sales. Atendiendo a estas dos últimas rocas también puede hablarse de margas yesosas y
de margas salinas como tránsito a las rocas evaporitas de las que se hablará más adelante,
cuando el porcentaje de yeso o sal es menor del 50% y predomina la arcilla detrítica.

Pizarras arcillosas

Bajo el nombre de pizarras arcillosas o lutitas apizarradas se incluyen todas las pelitas bastante
consolidadas, de apreciable estratificación y dureza variable.

Son rocas que se han formado en gran variedad de ambientes lo que hace que su color sea muy
variable. Los colores oscuros corresponden a pizarras que se han formado en ambiente reductor,
por lo que contienen gran cantidad de materia orgánica rica en carbono. Los colores rojizos se
presentan en pizarras formadas en ambiente oxidante. Las tinciones y recubrimientos superficiales
enmascaran, frecuentemente, el color verdadero de estas rocas.

Según las diferentes inclusiones o impregnaciones que contienen, se distinguen las


variedades: pizarras arcillosas calizas, cuando contienen cierta proporción de carbonato cálcico,
siempre que ésta sea menor del 50 por ciento, dando reacción clorhídrico. Pizarras arcillosas
filadios, si están muy consolidadas por fuertes presiones, lo que las aproxima a las rocas
metamórficas. Pizarras arcillosas micáceas, cuando contienen muscovita. Pizarras arcillosas
ferruginosascon gran riqueza en óxidos de hierro, muy frecuentemente recubiertas de limonita
pardusca o amarillenta. Pizarras arcillosas sericíticas, caracterizadas por ser suaves al
tacto. Pizarras arcillosas bituminosas, de color negro, con restos orgánicos y generalmente
impregnadas de hidrocarburos (asfaltos o petróleo).

No es fácil diferenciar, muchas veces, las pizarras arcillosas de las pizarras metamórficas (filitas y
micacitas) porque no se puede establecer, con claridad, un límite entre la diagénesís y el
metamorfismo. Muchos autores califican a todas las pizarras como metamórficas. Aunque, con
todas las excepciones que matizan las afirmaciones generales, en España puede adoptarse el
criterio de que las pizarras correspondientes a los sistemas geológicas del precámbrico y
paleozoico son metamórficas y que, por el contrario, son sedimentarlas aquéllas de los tiempos
más modernos, como ocurre con las formaciones de "cayuela" en el País Vasco.

Rocas sedimentarias organo-químicas


La división de este tipo de rocas se hace atendiendo a la composición química de los sedimentos:
 Sedimentos carbonatados: abundancia de
CO32-
 Sedimentos carbonosos: abundancia de C
orgánico
 Sediemntos no carbonatados

Sedimentos carbonatados

El sedimento original está formado por un conjunto de núcleos, generalmente ricos en carbonato
cálcico, (restos de fósiles, fragmentos de otras rocas carbonáticas preexistentes, detríticos, etc.)
aglomerados por un cemento o matríz de CaCO3 que se denomina micrita y que precipita sobre los
anteriores según la siguiente reacción química:

Ca2+ + 2(HCO3-) → CaCO3 + CO2 + H2O

Esta reacción expresa claramente cómo al disminuir el contenido de CO2 de las aguas se produce
dicha precipitación. La disminución de CO2 en el agua puede ser consecuencia de un
calentamiento de ésta, de una disminución de presión, de la actividad fotosintética de las algas, de
la evaporación, del cese de respiración de organismos vivos, o de una combinación de dos o más
de estas causas.

Naturalmente, en todos los casos, la micrita puede presentar una serie de impurezas de arcilla,
hidratos de hierro, etc.

Dentro de este grupo se distinguen las siguientes rocas:

 Calizas concrecionadas
 Calizas orgánicas "sensu strictu"
 Calizas comunes
 Calizas espáticas
 Dolomías

Calizas concreccionadas

Se denominan así a las rocas en las que la precipitación del cemento ha tenido lugar sobre núcleos
visibles, pueden ser:

 Oolíticas: gránulos menores de 2 mm de


diámetro formados por precipitación de
carbonato cálcico alrededor de partículas
de cuarzo o de otro mineral.
 Pisolíticas: concepto análogo al anterior
cuando los granos son de tamaño superior.
 Travertínicas: precipitación sobre núcleos
no granulares, que se subdividen en:
o Travertinos: depósitos
superficiales en los cauces de
ciertos ríos o en sus proximidades
sobre material vegetal, o mineral.
o Estalactitas y
estalagmitas: depósitos calcáreos
en grutas.
o Tobas: depósitos sobre ciertos
vegetales subacuáticos que se
recubren de una película de caliza
al favorecer la precipitación del
carbonato cálcico mediante la
absorción de CO2 para la
fotosíntesis. Se forma, así, una
roca esponjosa de aspecto muy
característico.

Estas calizas concrecionadas no ocupan gran extensión en España, aunque travertinos,


estalactitas y estalagmitas son muy frecuentes como consecuencia del modelado kárstico de las
calizas comunes y los travertinos aparecen, también muy corrientemente, en algunas capas de
suelos como consecuencia de fenómenos edáficos que se estudiarán más adelante.

Calizas orgánicas "sensu strictu"

En este apartado se incluyen las calizas en las que el cemento o micrita juega un papel secundario
frente a unos núcleos orgánicos que, por su tamaño o por su abundancia, definen las
características más notables de estas rocas. Se citan la lumaquela, la creta y el aragonito
coralino.

La Lumaquela es una roca formada por valvas fósiles de moluscos aglomeradas por un cemento
calizo. El carbonato cálcico está en forma de calcita y suele incluir muchas impurezas de
naturaleza variable.

La Creta está formada por corazas de foraminíferos, especialmente globigerinas, por fragmentos
de conchas y escípulas de esponjas, todo ello aglomerado por un cemento calizo-arcilloso. La
calcita ocupa, aproximadamente, la mitad de la roca, siendo el resto impurezas.

El Aragonito coralino lo componen restos de corales en los que el carbonato cálcico está en
forma de aragonito. El cemento que aglomera estos restos suele ser de calcita.

Calizas comunes o en masa

Se denominan así a aquellas rocas en las que los núcleos son microfósiles o/y de otra naturaleza
pero de tamaño muy pequeño con lo que, a simple vista, no se distinguen núcleos y micrita, sobre
todo si las impurezas no carbonatadas de arcilla, óxidos de hierro, partículas de cuarzo, etc. son
relativamente abundantes.

Dentro de estas calizas, pueden distinguirse como variedades:

 Caliza litográfica: de grano muy fino,


criptocristalina y de fractura concoidea.
Colores claros.
 Caliza bituminosa: con impregnaciones de
asfalto y otros hidrocarburos. Suele tener
color negro.
 Caliza arcillosa: con bastantes impurezas
de arcilla, lo que le da menor dureza.
 Caliza ferruginosa: con óxidos de hierro.
Color pardo o pardo rojizo con tinciones
más o menos irregulares.

La caliza común es muy abundante en España, ocupando la casi totalidad de la mitad oriental de la
Península. También están formadas por caliza muchas montañas de Cantabria y Asturias. Existen,
asimismo, importantes manchas en las provincias de Palencia y Valladolid.

Calizas espáticas

La caliza espática tiene cristales visibles de calcita que se han formado como consecuencia de un
proceso diagenético de recristalización del primitivo sedimento carbonatado. No son muy
abundantes y su presencia forma manchas o enclaves en las comarcas citadas anteriormente.

Dolomías

La dolomía es una roca compuesta por CaMg(CO3)2 aunque raramente se presenta la dolomita
pura, conteniendo un cierto número de cristales de carbonato cálcico. Se forma como
consecuencia de un proceso diagenético de metasomatosis (dolomitización) a partir de las calizas
y en medios ricos en magnesio.

Se distinguen las siguientes variedades de dolomía:

 Dolomía común: es la variedad más


corriente y abundante. Tiene siempre un
contenido más a menos elevado de arcillas,
partículas de cuarzo, etc. Suelen apreciarse
frecuentemente zonas de descarbonatación
formando fisuras más a menos
entrecruzadas.
 Calizas dolomíticas: son mezclas, en
distintas proporciones, de caliza y dolomía.
En España, las dolomías se encuentran principalmente en el Sistema Ibérico, provincias de
Tarragona, Barcelona, Castellón y Baleares, provincias de Albacete, Jaén y Ciudad Real,
provincias de Almería, Murcia, Granada y Málaga, y pequeñas manchas en la provincia de
Badajoz.

Sedimentos carbonosos

En esta sección se incluyen todos los depósitos modernos y antiguos en los cuales el constituyente
más significativo es el carbono orgánico, procedente de despojos de seres vivos.

Prescindiendo de la coprolita, formada por acumulación de excrementos de animales, de petróleos


y asfaltos, vamos a comentar, brevemente, los carbones turba, lignito, hulla y antracita.

La Turba es el término más moderno de la serie de los carbones, con formación incluso actual.
Tiene color pardo o negro, textura normalmente fibrosa, baja densidad y presenta en su interior
restos vegetales apreciables. La roca turba contiene menos de un 50 por ciento de carbono.

El Lignito es un carbón formado hace unas cuantas decenas de millones de años. Tiene color
pardo o negro, con textura leñosa, terrosa o compacta. Es blando y suave, con densidad superior a
la de la turba, pero inferior a la de la hulla. Contiene de un 55 a un 75 por ciento de carbono.

La Hulla se formó hace unas cientos de millones de años. De color negro y brillo graso, se aprecia
en ella, al microscopio, la estructura orgánica. Tiene fractura concoidea y su contenido en carbono
es de 75 a 90 por ciento.

La Antracita es más antigua que la hulla o, coetánea con ella, se formó a partir de los órganos
más duros de los vegetales. Color negro, con brillo vítreo a veces. Tiene fractura concoidea y es la
más densa de los carbones. Contiene más de un 90 por ciento de carbono.

Sedimentos no carbonatados

Dentro de este conjunto, se diferencian dos grupos: en el primero, evaporitas, la actividad orgánica
es nula o prácticamente nula; en el segundo, es esencial.

Entre las evaporitas podemos citar las rocas Sal, Silvina, Carnalita, Calcedonia, Ópalo y, sobre
todo, Yeso y Anhidrita. Todas ellas están formadas por los respectivos minerales del mismo
nombre más impurezas, normalmente de arcillas, calizas y óxidos de hierro. Así, yesos y sales
aparecen en las comúnmente llamadas margas yesíferas o salinas.

Estas evaporitas se encuentran, en España, en algunos pisos de las formaciones lagunares


terciarías y, en el caso del yeso y la anhidrita, además, en algunas facies del Trías media y
superior.
En cierto modo similares, aunque su proceso de formación es esencialmente edáfico y no deja de
influir la materia orgánica del suelo, son los depósitos ferruginosos formando corazas limoníticas
muy corrientes bajo cierta tipo de climas tropicales.

Se incluyen en el segundo grupo, dos rocas: trípoli y fosfato concrecionado.

El Trípoli se denomina, también, tierra de diatomeas, por estar constituido, principalmente, por los
caparazones silíceos de estas algas. Es una roca gris clara o amarillenta, blanda al tacto, que
fácilmente se convierte en polvo. Tiene un gran poder de absorción por lo que se emplea en la
fabricación de explosivos.

El fosfato cálcico es utilizado por los peces, los crustáceos y algunos braquiópodos para formar sus
esqueletos y exosqueletos que, al depositarse en el fondo del mar, pueden sufrir una redisolución,
lo que da lugar a que los fosfatos se depositen alrededor de núcleos formando concreciones
nodulares. Esto es el origen de la roca denominada Fosfato concrecionado.

ROCAS METAMORFICAS
Introducción
Las rocas metamórficas son el resultado de la transformación de cualquier otro tipo de rocas,
ígneas, sedimentarias e, incluso, metamórficas, mediante fenómenos de metamorfismo.

Estos fenómenos debidos al cambio de las condiciones físico-químicas a que estaban sometidas
las primitivas rocas, modifican en ellas no sólo su composición mineralógica, sino también la
composición química, así como la estructura y la textura.

El grado de metamorfismo de las rocas puede ser distinto, por eso existen transiciones graduales a
las rocas metamórficas desde las correspondientes ígneas y sedimentarias.

Los tipos de metamorfismo son: dinámico, cuando la causa de la transformación de las rocas son
grandes presiones; de contacto, si la causa ha sido una alta temperatura por proximidad de un
magma; y regional, cuando concurren las dos causas anteriores.

Estas especiales condiciones que inciden en la formación de las rocas metamórficas hacen que
todas ellas se encuentren cristalizadas. Las presiones, que de una manera constante y con mayor
o menor intensidad, siempre se producen en los fenómenos de metamorfismo, hacen que las rocas
de este tipo, normalmente, presenten cierta pizarrosidad.

El tamaño de los cristales dependerá de los minerales existentes en la primitiva roca y de los
procesos de neoformación y recristalización. Los minerales que componen las rocas metamórficas
pueden formarse en el metamorfismo o bien ser los mismos existentes antes de la iniciación del
proceso.
Clasificación de las rocas metamórficas
Las rocas metamórficas pueden dividirse, esencialmente, con arreglo a dos criterios:

 Según las facies de aparición de minerales de metamorfismo, esto es, según las
condiciones de presión y temperatura en las cuales, si el quimismo lo permite, van a
formarse actinota, o sillimanita, o granates, etc.
 Según las secuencias metamórficas o, lo que es lo mismo, según el tipo de roca que les da
origen.

Nosotros vamos a utilizar este segundo criterio, menos interesante desde el punto de vista
científico, pero más útil para su descripción e identificación macroscópica y, sobre todo, con vistas
a considerar la roca como material a partir del cual va a desarrollarse el suelo.

Las rocas metamórficas más corrientes quedan especificadas en el siguiente cuadro.

Roca metamórfica resultante


Roca anterior Secuencia
Metamorfismo normal Metamorfismo intenso

Fangolitas clástica FILITA MICACITA GNEIS

Areniscas y
Grauvacas
clástica ESQUISTOS GNEIS

Psefitas

Cuarzoarenitas clástica CUARCITA

Caliza química MÁRMOL

Dolomía química MÁRMOL DOLOMÍTICO


ácida GNEIS

básica ECLOGITA
Ígnea

PIROXENITA METAMÓRFICA ANFIBOLITA


ultrabásica
METAMÓRFICA SERPENTINA METAMÓRFICA

Interesa aclarar dos ideas importantes:

1. Tradicionalmente se han empleado los prefijos orto y para para significar la procedencia
ígnea o sedimentaria de la roca afectada por el metamorfismo. Así, un ortogneis es un
gneis procedente, por ejemplo, del metamorfismo de un granito y un paragneis aquél
consecuencia del metamorfismo de una arenisca. Sin embargo, el empleo del prefijo
adecuado no siempre es fácil y tanto más cuanto que el metamorfismo, algunas veces, es
muy complejo y una serpentina metamórfica de secuencia ultrabásica, en proceso de
metamorfismo posterior puede dar lugar a un mármol dolomítico.
2. Cuando el metamorfismo no es muy intenso y actúa sobre rocas sedimentarias pueden
quedar en la roca metamórfica resultante restos fosilíferos utilizables para la aplicación de
los principios de cronología relativa en los estudios de geología histórica.

Descripción de algunas rocas metamórficas


Gneis

La composición mineralógica del gneis es la misma que la del granito o de la sienita: cuarzo más a
menos abundante, feldespato no cálcico y ferromagnesiano no olivínico, pudiendo contener
muscovita y otros minerales accidentales.

Suele ser de grano grueso y siempre se aprecia cierta esquistosidad.

Son bastantes las rocas que pueden dar origen al gneis, por lo que es una roca que presenta
muchas variedades. Entre ellas, las más significativas son: gneis micáceo con abundancia de
muscovita en láminas orientadas, y gneis glandular en el que se aprecian cristales nodulares de
cuarzo o/y feldespato.

En España es abundante el gneis en Galicia y Sistema Central, ocupando menores extensiones en


Montes de Toledo, Pirineos y Penibética.

Filitas y Micacitas
Algunos autores denominan a estas rocas pizarras metamórficas, diferenciándose las micacitas por
la abundancia de muscovita. A simple vista, sólo la mayor consistencia de estas rocas permite
diferenciarlas de las pizarras arcillosas sedimentarias siendo la cristalización y la aparición de
minerales de metamorfismo los criterios seguros para su identificación.

En España abundan en los terrenos antiguos de Asturias, León, en algunos puntos del Sistema
Central y Pirineos y, sobre todo, en Extremadura y Sierra Morena.

Esquistos y Cuarcitas

Procedentes ambas rocas del metamorfismo de psammitas y psefitas se diferencian entre ellas en
que las cuarcitas tienen más del 90 por ciento de sílice, y unas y otras de sus orígenes respectivos,
en la esquistosidad que presentan y por su consistencia.

Son ejemplares angulosos, esquistosos y que, al romperse, se fracturan sus cristales; las
psammitas, sedimentarias, son redondeadas y, cuando son angulosas, se rompen por la matriz a
cemento que une sus granos.

La localización en España de estas rocas es similar a la de filitas y micacitas, presentándose,


muchas veces, bastante mezcladas unas y otras.

Mármol y Mármol dolomítico

Son rocas de grano fino a grueso, de aspecto sacaroideo y colores claros, presentando
frecuentemente alteraciones en bandas.

No son abundantes en España. Las Sierras Blancas, entre las provincias de Granada y Málaga,
son las manchas más importantes de mármol dolomítico.

Eclogita, Piroxenita metamórfica y Anfibolita metamórfica

Procedentes, respectivamente, de metamorfismo de gabros y perknitas tienen los mismos


constituyentes que aquéllas y se presentan entremezcladas con las mismas sobre todo en la
provincia de La Coruña.

Serpentina metamórfica

Es una roca procedente de la actuación de procesos de metamorfismo sobre rocas olivínicas. Está
formada esencialmente por serpentina. Se emplea como piedra decorativa en construcción.

En España se presenta en la Serranía de Ronda y Sierra Nevada.

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