Reporte de lectura de la asignatura: Redes de políticas y relaciones
intergubernamentales Título de lectura:Las redes de políticas públicas Una revisión teórica Autor: Cristina Zurbriggen Autor del reporte: Josué Santiago Yeh Ku Fecha: 20/ 02/ 2018
La complejidad que adquiere la toma de decisión pública ha conducido a numerosos
investigadores a encontrar en el concepto “policy networks” muchas de las características subyacentes del proceso contemporáneo de la hechura política. (Zurbriggen C. 2003, p.1) La idea de la red sugiere la manera en la cual burócratas, políticos, expertos y representantes de grupos de interés situados en un laberinto de organizaciones públicas y privadas que gobiernan un sector de la política, tal como salud, industria, agricultura, se conectan unos con otros. Los actores en la red discuten problemas públicos e idean generalmente los instrumentos para su solución. (Zurbriggen C. 2003, p.1) Para clarificar la variedad, a menudo confusa de concepciones de los “policy networks”, se introducirán las diferentes perspectivas encontradas en la literatura en torno a la escuela de la intermediación de intereses y la escuela de la “governance”. “La importancia de la relación que genera las redes da por la interacción que se presenta entre los actores que participan entre sí para poder los acuerdos para la creación de alguna política en donde también se pueda obtener beneficios por parte de ellos.” (Zurbriggen C. 2003, p.1). El concepto “policy networks”, y su importancia para entender la relación entre los grupos de interés y gobierno, deriva de la noción de subgobiernos desarrollada en los EE.UU. y de los trabajos de Jordan y Richardson en Inglaterra sobre comunidades políticas. Desde mediados de los 60, la literatura americana ha aceptado la noción de que la elaboración de políticas tiene lugar en subsistemas. En un subsistema político un limitado número de actores, incluyendo miembros de las agencias ejecutivas, de los comités del congreso y de los grupos de interés, elaboran la política en un área particular autónomamente del sistema político general. La literatura sobre los “policy networks” tiene un desarrolló más amplio en Europa, y fundamentalmente en Inglaterra en los años 80 y 90. El origen se encuentra en los trabajos de Richardson y Jordan quienes utilizan la noción de comunidad política (“policy community”) para referirse a que la elaboración de políticas en las modernas sociedades democráticas tiene lugar en subsistemas cerrados, generalmente alrededor de los diversos departamentos ministeriales y una red de grupos clientelares. Para Marsh y Rhodes los modelos tradicionales de intermediación de intereses eran incapaces de dar cuenta de las diferentes formas de relaciones entre actores públicos y privados en diversos ámbitos sectoriales. Los “policy networks” son concebidos como una herramienta analítica útil para analizar las relaciones institucionalizadas de intercambio entre organizaciones de interés y el Estado, permitiendo tener en cuenta las variaciones sectoriales y subsectoriales. Sin embargo, Marsh y Rhodes consideran al concepto “policy networks” no solo como una herramienta analítica sino con poder teórico, subrayando que la estructura de red afecta el proceso como el resultado político. Marsh y Rhodes admiten las críticas realizadas a su enfoque y aceptan que su análisis es más una herramienta de investigación que una teoría, lo que generará diversas tentativas para superar los defectos teóricos del enfoque. Las redes son estructuras políticas que constriñen y facilitan los resultados de políticas pero no los determinan. Para explicar los orí- genes, configuración y resultados de una red es preciso explicar por qué si privilegian algunos intereses en una red o, si no se privilegian ninguno, porqué es abierto. Como se- ñala Marsh no es posible analizar a los miembros de los “policy networks” ni sus resultados fuera del contexto de una teoría de poder, de la relación entre Estado y la sociedad civil. Una forma de integrar las teorías macro con teorías de nivel medio es partiendo del nivel macro, como se ha realizado en lo afirmado anteriormente. A pesar de los intentos realizados por estos autores para articular el análisis de los “policy networks” con la figura del Estado, no presentan un modelo teórico acabado. El análisis de redes plantea no solo la necesidad de integrar el análisis meso con el macro, sino también que debe tener en consideración el contexto político, económico y social más amplio en que las redes tienen lugar. La aproximación de los policy networks no presenta un modelo teórico acabado para explicar los resultados de políticas. Las redes son solo una parte de la explicación. La literatura sobre redes y fundamentalmente el desarrollo de Rhodes y Marsh sugiere dos aspectos separados pero relacionados de las redes que afectan los resultados: la estructura de la red y interacción de los actores en la red. El análisis de redes resalta la necesidad de manejar diferentes tradiciones teóricas en la explicación de formulación de políticas públicas y de sus resultados. Se sugiere la necesidad de utilizar una perspectiva analítica integradora que pondere los diferentes factores intervinientes en el proceso de formulación de políticas públicas. Por otra parte, el enfoque de redes no sólo generó debates de orden teórico, sino que recientemente se han generado interesantes debates metodológicos. La mayoría de los investigadores han utilizado el estudio de casos, investigando las redes en un área de política y concentrándose en el rol de la red en una decisión política particular o en limitados casos de políticas. Estos autores tratan de dar cuenta de los nuevos fenómenos que surgen en la elaboración de políticas públicas en un nuevo contexto social, económico, político, asociados a la crisis del Estado social de bienestar conectados principalmente a los procesos de integración europea y globalización económica. El concepto “policy networks” surge también en la literatura europea como una forma específica de “governance”. Desde esta perspectiva, la introducción de los “policy networks”, es una forma de reconocer que las políticas públicas emergen de la interacción entre actores públicos y privados, aceptando que el Estado, no es actor dominante en los procesos de elaboración e implementación de políticas. La literatura de la “governance” ha generado una serie de interrogantes, entre ellos es si esta forma específica de interacción públicaprivada en política pública es capaz de fortalecer la eficiencia y la legitimidad de la misma. A menudo se pasa por alto que la “governance” también tiene efectos negativos en la elaboración de política, como problemas de la representatividad de los organismos que están involucrado en una red excluyendo a determinados grupos y creando sistemas clientelísticos. La introducción de término “policy networks”, como modelo de intermediación de interés, surge como consecuencia de limites de los modelos tradicionales para analizar las diversas formas de articulación Estado y organizaciones de interés en los diversos áreas de política pública. De ahí que autores como Marsh y Rhodes afirman que para entender la articulación entre actores públicos y privados no debemos solo enfatizar las características de las organizaciones de interés, sino que las nuevas investigaciones deben dedicar mayor atención a las peculiaridades de las institucionales políticas, como los diversos organismos del gobierno central o el ejecutivo, como factor necesario para entender la naturaleza de las relaciones entre actores públicos y privados. Si se piensa en las sociedades latinoamericanas, las cuales están inmersas en un proceso acelerado de transformaciones en sus sistemas políticos paralelamente a un proceso de sustitución de un modelo de desarrollo, que impulsa la modernización económica con apertura hacia el exterior, el Estado no debe dejar de conducir y manejar el impacto de estos cambios en un contexto globalizado. Reporte de lectura de la asignatura:Redes de políticas y relaciones intergubernamentales Tema: Redes de políticas públicas locales y el papel moderador de los medios de comunicación: una aproximación metodológica Autor: Luis Rull Autor del reporte: Josué Santiago Yeh Ku Fecha: 22/02/2018
La configuración de los espacios políticos locales ha suscitado un interesante
debate sobre la idoneidad de la utilización del Análisis de Redes Sociales (ARS) para su estudio. Autores como Urban Pappi, Stoker, Dowding, Jordan demuestran el aumento del interés académico por los procesos de toma de decisiones locales y la utilización de ARS. Los modelos de relación entre Estado y Sociedad que se han relacionado con el ARS no han podido sustraerse del debate Pluralismo – Corporatismo, entendiendo el primero como competente para conocer fenómenos de un gran número de grupos de interés y el segundo para marcos en los que el número de participantes se restringe a un número limitado de participantes privilegiados. El enfoque horizontal de las políticas locales incluye las relaciones de los actores locales, independientemente de las estructuras políticas superiores (que determina la estructura de oportunidades de los sistemas locales), aunque es evidente que éstas son el marco en las que las comunidades políticas desarrollan su existencia. El ARS es, tal y como se demostrará, una técnica potente para el estudio de redes políticas públicas locales, básicamente debido a que las dimensiones de las mismas son relativamente reducidas y la relación cara a cara, recurrente y no especializada es de extrema importancia en la toma de decisiones. Debido a que el ARS ha tenido bastante éxito en la confrontación de estructuras formales / relaciones informales en organizaciones. Los espacios políticos locales deben enfrentarse, mucho más que otros ámbitos políticos, con una gran incertidumbre respecto a los problemas y el entorno en el que deben abordarlos. Las relaciones Estado y la Sociedad Civil son extraordinariamente difíciles desde un punto de vista metodológico, puesto que los marcos formales de interrelación no abarcan la realidad completa y las relaciones informales son extraordinariamente difíciles de delimitar, a lo que hay que añadir que ambos ámbitos se condicionan, dificultando la delimitación de ámbitos que son analíticamente diferentes: los marcos de acción institucionales y las interacciones entre los individuos. Desde el momento en que los individuos y las organizaciones actúan de manera no necesariamente secuencial en sus relaciones (A interactúa con B, que a su vez lo hace con C), la sucesión de conexiones que puedan derivarse de esas acciones, deben ser tratadas desde el conjunto de las relaciones, puesto que es posible (y habitual) que las acciones de terceros hayan configurado la relación (o parte de ella) entre dos actores. Los trabajos de Friedkin (1998) y Knoke (1998) ha iniciado un campo de estudio muy fecundo en el que las relaciones de influencia son modeladas desde presupuestos teóricos para así poder llegar a conocer la formación de coaliciones alrededor de opiniones, o por el contrario, la aparición de fuertes consensos. El “mundo pequeño” (Small World) es un concepto originado en los estudios de Milgram en los años 30 sobre densidad de las relaciones, generando la que ese ha conocido como el paradigma de los siete grados de separación, que postula que cualquier pareja de personas tomadas al azar está separadas solamente por otras siete que se conozcan dos a dos. Diversos modelos han sido propuestos usando técnicas reticulares, y se ha llegado a la conclusión que, para muchos procesos sociales, las configuraciones en la que se combina las relaciones más intensas con las más débiles son las más eficientes y estudios advierten que este mismo fenómeno es el que vertebra algunas comunidades políticas locales norteamericanas. La expansión de los medios de comunicación locales en España ha sido una constante durante los años 90 y mantiene una creciente influencia en los últimos años. El crecimiento de interés de la ciudadanía ha ido paralelo a la mejora de la tecnología asociada a algunos medios (Prensas rápidas, radio digital, Tv. locales...), así como la aparición de los medios como actores políticos de mayor importancia. En España las radios han sido tradicionalmente las difusoras de información local, seguidas por los periódicos, aunque su implantación se ha reducido a las capitales de provincia y a algún núcleo urbano de tamaño medio. Las televisiones locales han irrumpido en la segunda mitad de los años noventa en las ciudades y pueblos españoles con una influencia creciente. La información es una parte importante de estos medios de comunicación. La cercanía de los contenidos de las noticias es la gran baza que juegan esto medios respecto a las cadenas nacionales. De hecho, y al amparo de una nueva legislación, varios grupos mediáticos españoles están creando, por agregación de televisiones locales, grandes cadenas de emisoras, tal y como sucede con las cadenas de radio generalistas. La prensa mantiene gran parte de su prestigio e influencia en el espacio local, pese a una crisis de tirada y lectores. A las cabeceras puramente locales se les han unido algunas nacionales con ediciones específicas. Comparado con otros fenómenos contemporáneos, los medios de comunicación han sido objeto de la atención de las ciencias sociales muy recientemente. Atributos y relaciones. Aunque el análisis de redes es muy versátil y admite su aplicación a diversos problemas y admites datos muy diferentes, suele utilizar principales información sobre las relaciones entre las unidades consideradas, ya sean individuos, grupos u organizaciones. Características intrínsecas (atributos) de los mismos no son su objeto principal, pero pueden usarse para obtener conclusiones sólidas. Medidas de centralidad y de centralización. Este tipo de aproximación permite conocer la importancia de los actores dentro de la red medida ésta de diversas formas, tales como el número de relaciones de entrada o salida, o la cercanía de unos actores respecto a otros, como es el caso de las medidas de intermediación. Las medidas de intermediación permiten conocer en qué grado un actor permite, mediante sus relaciones y el intercambio de mensajes o información, conectar grupos que de otra forma estarían desconectados. Las medidas de centralidad son atributos de los actores que reflejan su posición en la red, mientras que las medidas de centralización nos dan una idea de la centralidad de todos sus miembros, dándonos índices en los que se puede comparar diversas redes. Medidas de cohesión. Este tipo de medidas pretende conocer los grupos fuertemente entroncados entre sí en oposición a otros. Abarcan una gran cantidad de herramientas que van desde las camarillas (cliques), es decir, grupos maximales en los que la densidad de relaciones es 1 (Todos relacionados con todos) a toda la gama de medidas de agrupamiento: K-plex, N-clan... definidos por las relaciones internas del grupo y por exclusión de otros actores. La pertenencia de los periodistas a estos grupos cohesivos o su acceso privilegiado a ellos ( a través de informantes) les confiere un gran influencia ya que obtienen la capacidad de recoger información, de ocultarla, difundirla o sesgarla en función de sus propios intereses o los de los medios para los que trabaja. Análisis (escalamiento) multidimensional. Consiste en la aplicación del conocido instrumento estadístico (Borg, I, y Groenen, P. (1997) a cualquier dato reticular que represente alguna dimensión susceptible de ser tratada como distancia (número de personas mínimo entre dos determinadas, diferencias en las posiciones o creencia sobre una determinada cuestión, asistencia conjunta a acontecimientos, citas simultáneas en artículos periodísticos Equilibrio Estructural. La coherencia de varios nodos (o grupos de ellos) es evaluada mediante esta técnica. Posiciones a favor o en contra de alguna idea o valoraciones mutuas entre actores pueden ser analizadas para conocer patrones de relaciones, grupos de coherencia o disonancias cognitivas..