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con éxito en la
vida cotidiana
'eter Brandl
Peter Brandi
30 M in u to s
© de esta edición:
Editorial Alma Europa S.L., 2015
Av. Diagonal n.° 440, l.° 1.*
08037 Barcelona
info@editorialalma.com
www.editorialalma.com
ISBN 978-84-15618-22-5
Depósito legal: B-21548-2014
Impreso en España
Printed in Spain
Indice
Prólogo 6
1. Preparación 11
Preparación estratégica 12
El principio OPOC 15
Preparación táctica 18
La técnica de la propuesta adicional 21
2. A rg u m e n ta r de fo rm a convincente 25
La convicción es un sentimiento 26
Convencer con argumentos de ventajas 27
No discutir sobre posiciones,
sino sobre intereses 31
Argumentar de forma estructurada 33
Convencer mediante preguntas 36
5. Empleo de tácticas 67
Tácticas de presión 68
Tácticas de contexto 71
6. Encontrar soluciones 77
Conseguir objetivos: establecer un equilibrio 77
Método Harvard 79
Decir «no» 86
Sinopsis 88
índice temático 93
Prólogo
¿Por qué algunas personas consiguen lo que quieren
aparentemente sin esfuerzo? ¿Por qué a algunos les
resulta fácil alcanzar sus objetivos, mientras que otros
casi siempre salen perdiendo? ¿Existe algo así como un
gen negociador o los negociadores natos?
Por supuesto que no. La negociación es un arte
como cualquier otro: algo que se puede aprender y que
dispone de herramientas accesibles para todos.
Además, no solo se aplica en la vida profesional.
Negociamos constantemente: en el trabajo, por su
puesto, pero también en casa, cuando se trata de deci
d ir adonde irá la familia de vacaciones, qué se va a
comprar o, incluso, cuándo se van los niños a la cama.
Sin embargo, muy pocas personas conocen estas
herramientas, como muestra un sondeo en el que más
del 80% de los encuestados señaló que, en general, se
sentían más bien insatisfechos con los resultados de
sus negociaciones.
¿Qué significa esto? Toda nuestra vida se basa en
negociaciones y, por ello, el éxito personal y la satisfac
ción dependen de los buenos resultados de dichas ne
gociaciones.
Además, las negociaciones efectivas son algo más
que un simple regateo. Se persigue algo más que sacar
el máximo beneficio.
¿Con qué frecuencia los resultados de una negocia
ción se vuelven a poner pronto en entredicho y todo
Prólogo
comienza de nuevo? Los resultados realmente buenos
son permanentes y tratan de lograr lo mejor para todas
las partes.
El lema de las «soluciones en las que todos ganan» se
suele tachar de idealismo poco práctico. Sin embargo, si
tales soluciones fueran posibles, ¿qué deberíamos hacer?
Negociamos todos los días. El presente libro le
muestra cómo obtener mejores resultados en dichas
negociaciones, cómo lograr lo que quiere con eficacia y,
al mismo tiempo, de una manera más sencilla. Al fin
y al cabo, se trata de hacer que la vida sea un poco más
fácil, tanto en el trabajo como en el ámbito privado.
Para ello, he escrito este libro.
Disfrute con su lectura y que tenga éxito al ponerlo
en práctica.
Pe t e r Br a n d l
Prólogo
Los seis elementos para
negociar con éxito
El éxito en una negociación no es cosa del azar. No existe
el negociador brillante que siempre obtiene resultados
sensacionales sin esfuerzo. Como tampoco existe el mé
todo perfecto que funciona en todas las situaciones. Las
personas y las circunstancias, aunque también los obje
tivos y los contenidos, son distintos en cada negociación.
Lo que sí existe es un sistema estructurado que le
ayudará en futuras negociaciones a lograr sus objetivos
de forma más sencilla y eficaz. Este sistema consta de
seis elementos:
Control de la
Uso de tácticas
conversación
Preparación
1. Preparación 11
1.1 Preparación estratégica
Estrategia significa planificación integral y a largo plazo.
En cambio, táctica es una sucesión de pasos individuales.
Si trasladamos la estrategia a la música, por ejemplo a
una sinfonía, la estrategia es el tema propiamente dicho y
la sucesión de movimientos que genera el suspense. Por
el contrario, la táctica es cada uno de los compases sepa
rados por la línea divisoria. Con esto queda claro que
ambas son necesarias. Sin estrategia, la pieza simplemen
te discurre de manera monótona. Sin táctica, resulta im
posible que los instrumentos armonicen unos con otros.
Paso 1:
En prim er lugar, tenga claro lo que desea lograr. Elabo
re una lista de todo lo que debe incluir el resultado de
la negociación. En una segunda columna, anote por qué
son importantes esos puntos. De este modo pondrá en
claro sus motivaciones e intereses.
12 1 . Preparación
Paso 2:
A continuación, elabore una lista con las mismas cues
tiones, pero formuladas desde el punto de vista de su
interlocutor en la negociación. ¿Cuáles serán probable
mente los objetivos más importantes para él? ¿Por qué?
Con esta lista se dará usted cuenta rápidamente de
todo lo que no sabe. La falta de conocimiento es como
tira r al plato en medio de la niebla: el éxito depende por
completo del azar. Por ello, elabore una tercera lista de
todos los puntos que necesite averiguar.
Paso 3:
Piense ahora en cuáles son las alternativas que tiene. Si,
por ejemplo, quiere comprar una vivienda que le en
canta, no encontrará alternativas satisfactorias. En este
caso no será posible obtener un buen resultado o, a lo
sumo, uno satisfactorio.
Reflexione sobre cuáles son sus alternativas, cómo
puede obtener otras y lo que puede hacer para mejorar
la calidad de las mismas.
Paso 4:
En el cuarto paso se analizan las circunstancias en las
que se desarrolla la negociación. ¿Hay premura de
tiempo? ¿Existen, por ejemplo, restricciones legales?
¿Es muy fuerte la presión que se ejerce sobre las partes
implicadas? ¿Qué consecuencias se temen?
Reflexione sobre la importancia que tienen estas
circunstancias para su planteamiento estratégico. ¿Qué
Paso 5:
Un escollo particular se encuentra en las personas no
presentes que pueden influir. Puede ser el director de
ventas que nunca perm itiría un determinado descuen
to o un cónyuge al que seguramente no le hace gracia lo
de trabajar en fin de semana.
Averigüe quiénes son esas personas. ¿Quién influye
en usted y quién lo hace (tal vez) en su interlocutor?
¿Qué puede hacer para sacar ventaja de esas personas
influyentes?
14 1. Preparación
¿Qué alternativas tiene usted?
1. Objetivo máximo
La mayoría de las personas piensa en lo que desea lograr
en una negociación, por ejemplo, un 12% de descuento.
Esto no está mal, cierto; pero si no podemos alcanzar
este objetivo, ¿hacia dónde nos encaminamos?
Piense cuál es su objetivo ideal, pero sea realista.
Fantasear no ayuda. La lista que ha elaborado en el
apartado anterior le ayudará a form ular un objetivo
máximo verdaderamente ideal.
2. Posibilidades
Tener otras posibilidades nos hace ser más flexibles.
¿A qué podemos renunciar? ¿Dónde podemos ofrecer
otras soluciones?
Lamentablemente, en la mayoría de las negociacio
nes solo se habla del precio. Aparte de eso, hay otros
muchos parámetros importantes: plazos de entrega, ca
lidad del equipamiento, servicios de asistencia... Piense
en alternativas ajenas a lo que se está negociando. Lo
más clásico, por supuesto, es la oferta comparativa.
¿Qué opciones tiene para las que no necesita para
nada a su interlocutor? Sin duda puede imaginar que
cuantas más posibilidades tenga, más fuerte será su
posición en la negociación.
16 1. Preparación
3. Objetivo mínimo
A menudo, una negociación termina con un resultado
peor del que se habría obtenido si no hubieran seguido
adelante. Piense en lo que debe lograr como mínimo.
Bajo el estrés y la presión perdemos con facilidad la
visión de conjunto o nos comprometemos a cosas que
más tarde resultan ser una pesada hipoteca. El objetivo
mínimo debería ser la línea roja infranqueable
4. Criterios de ruptura
¿Qué hacer, sin embargo, si no se puede mantener el
objetivo mínimo? Romper la negociación. El objetivo
mínimo es el límite absoluto establecido previamente.
Si esta línea resulta indefendible, entonces ya no hay
ningún motivo para seguir en la negociación.
Cuidado: nunca engañe con los criterios de ruptura.
Esta técnica posee una gran fuerza, pero solo si nuestro
interlocutor sabe que vamos en serio.
• nivel de contenido
• nivel de proceso
• nivel personal
18 1. Preparación
Tácticas del nivel de contenido
Como su nombre indica, se trata en este caso del conte
nido, es decir, de la exposición objetiva. Las preguntas
más importantes que debemos plantearnos son qué ar
gumentos queremos plantear y en qué momento. Aun
que igual de importante es preguntarse qué argumentos
no conviene formular nunca.
La mayoría de los negociadores tienden a hablar de
masiado. Sin embargo, la parte contraria rara vez prestará
atención a más de tres argumentos. Y lo que es peor: esco
gerá nuestro argumento más débil, lo echará por tierra
alegremente e ignorará todo lo demás.
Por lo tanto, escoja sus tres argumentos más fuertes
y prepárelos bien (v. cap. 2). Prepare otros argumentos
de reserva. A continuación, piense cuáles son los tres
argumentos más fuertes de su oponente. Considere cuál
podría ser una estrategia de contraargumentación ade
cuada o si tal vez sería mejor ignorar dicha argumenta
ción y, en su lugar, establecer campos de batalla secun
darios.
20 1. Preparación
Proceso:
¿Cuáles son mis temas más importantes?
Personal:
¿Por dónde me pueden atacar?
Paso 1:
Si aún no lo ha hecho, defina su objetivo máximo, es
decir, lo que desea lograr idealmente. A continuación,
añada el factor X. Incluso si escucha cientos de veces
«¿cuál es su último precio?», la gente quiere ganar. Si a
su oponente le divierte mucho regatearle, dele una ale
gría. Añada un determinado recargo a su resultado
ideal. La cuantía de dicho recargo dependerá de la si
tuación y del objeto de negociación. En la mayoría de
los casos, debería ser aceptable entre un 10 y un 20%.
Paso 2:
Encuentre y desarrolle alternativas, sobre todo aque
llas de las que pueda prescindir.
Por ejemplo, aspiramos a un aumento de sueldo de
500 euros. Añadimos el factor X y reclamamos, por lo
menos, 650 euros. Como alternativa a un sueldo más
alto nos podría convenir, por ejemplo, un coche de em
presa. De este modo, tenemos una alternativa real de
negociación. Vaya ahora aún más lejos y busque posibi
lidades que, en realidad, no quiere y a las que, por tan
to, puede renunciar. Podrían ser, entre otras, un curso
de formación o un despacho propio. Sea creativo.
22 1. Preparación
Con esta técnica aumentaremos nuestras bazas para
la negociación. Por supuesto, si exigimos 650 euros, un
coche de empresa, más cursos de formación, un despa
cho nuevo y más vacaciones, es probable que nuestro
interlocutor se quede boquiabierto, y eso está bien.
Aunque nunca hay que olvidar el tercer paso.
Paso 3:
Tras este comienzo, el interlocutor nos dirá que es to
talmente imposible conseguirlo todo. Esta reacción ya
la esperábamos. Deje claro que no se trata de obtener
todo esto, sino que son los puntos de los que quiere
hablar.
Comprobación de emociones:
• Elabore una lista con sus argumentos.
• Compruebe en qué medida están ligados esos
argumentos a las emociones (sobre todo, miedo,
agresividad y lujuria).
• Reflexione sobre cómo puede fortalecer o neutra
lizar esas emociones (en función del objetivo).
• A continuación, haga lo mismo con los argumen
tos de su interlocutor.
Ventajas estándar
No obstante, hay ventajas estándar que se derivan de
los motivos fundamentales de las personas, a saber:
Paso 1:
Elabore una lista con todas las características de su posi
ción negociadora o de la solución que aspira a conseguir.
Paso 2:
A continuación, con respecto a cada característica, res
ponda a la pregunta: «¿Para qué sirve?». O desde el punto
de vista de su interlocutor: «¿Qué gano yo?».
Recuerde el ejemplo de la maleta. «¿De qué me sirve
una gran capacidad? ¿Qué gano como propietario si la
maleta es grande?» Respuesta: «Tal vez solo necesite
una única maleta».
Paso 3:
Establezca ahora el puente entre característica y ven
taja. Siga el siguiente esquema:
De la posición al interés
Pregúntese: «¿De qué sirve esta posición?» «¿Por qué
es bueno que no se construya el molino de viento?»
«¿De qué sirve que el niño de nueve años se acueste un
poco más tarde?». Responda siempre a estas preguntas
desde la perspectiva del otro. Quiere convencerle, así
que primero debe comprenderle. Lo mejor para ello es
ponerse en su lugar.
Cuando haya averiguado los verdaderos intereses,
ya no debería ser tan difícil encontrar las formas con las
que poder atender dichos intereses.
Posición/Argumento Intereses
Método MAVER
M eta
A rgumento
V entajas
E jemplo/evidencia
R equerimiento
Meta: formule su objetivo en una frase.
¿Qué teme?
¿Qué espera?
Argumentación
¿Cuáles son los intereses del otro?
Ignorar
No hace falta reaccionar a todo lo que plantea el otro. No
es necesario responder a todos los pretextos ni a mu
chos argumentos contrarios. A menudo, el argumento
simplemente se desvanece. Ahora bien, ignorar significa
hacer realmente oídos sordos al argumento o el ataque.
Si piensa «a esto seguro que no voy a responder», ya no
lo está ignorando.
Tematizar
Por supuesto, habrá argumentos contrarios que quera
mos o debamos abordar. Se plantea la cuestión de si el
argumento es realmente correcto y razonable. O bien si
es falso o se trata, por ejemplo, de un campo de batalla
secundario. Si tenemos la sensación de que el interlocu
tor no juega limpio, debemos hacérselo saber. Puede
que estemos equivocados, sí, pero al menos el otro sa
brá que debe ganarse nuestra confianza.
Ejemplo:
Alterar/reformular
Altere ahora la objeción. Puede, por ejemplo,
concentrarse en lo bueno de la objeción, es
A decir, «la otra cara de la moneda», o reformular
la objeción en una pregunta que se plantee la
otra persona.
Preguntar
Devuelva la responsabilidad a su interlocutor.
P Pregúntele por sus deseos, criterios de deci
sión o de éxito. Por supuesto, utilice sobre todo
preguntas abiertas.
Ejemplo:
«¡Eso no nos conviene!»
C: «De acuerdo.»
A: «Es decir, ¿usted se pregunta si el concepto real
mente cumple todos sus requisitos?»
P: «¿Sobre qué requisitos debemos hablar todavía?»
Tómese un respiro
Tal vez suene banal, pero ayuda. Si tiene la sensación de
estar estancado, ¡deténgase! Puede ser una simple pausa
en la que todas las partes reconsideren su manera de
obrar. Aunque también puede aprovechar este respiro
para ocuparse específicamente de la base de relación con
sus interlocutores. A menudo sucede que la negociación
no avanza tan solo porque la relación está alterada.
Dedique un tiempo a tratar asuntos «personales»
con sus interlocutores. Váyanse, por ejemplo, a comer o
hablen de cuestiones que no tengan que ver con el ob
jeto de la negociación.
Plantee alternativas
Es poco probable que la negociación se haya encallado
en todos los aspectos. Ofrezca alternativas y, de este
modo, abra nuevas vías. De acuerdo con el concepto
OPOC del capítulo 1, ya se habrá preparado para estas
otras posibilidades. Si desea ofrecer alternativas, im
porta menos la calidad que la simple cantidad. Procure
encontrar tantas alternativas como sea posible. Piense
incluso en posibilidades ajenas a la negociación para las
que no necesita en absoluto a su interlocutor.
Rebajar la tensión
Este tema de las emociones, naturalmente, no solo es
válido para usted. Si observa que su interlocutor se
encuentra en un estado fuertemente emocional, debe
rescatarlo. Ofrézcale la oportunidad de expresar sus
Fase 2: análisis
Lo más importante de esta fase es separarla nítidamen
te de la tercera fase («solución»). Ahora se trata de
recabar la máxima información posible. Al final de la
segunda fase, deberemos tener claros los intereses y el
concepto OPOC de nuestro interlocutor.
En esta fase pondremos sobre la mesa tantas alter
nativas y opciones como sea posible. A fin de cuentas,
esta será a p artir de ahora la medida de negociación. Es
importante distinguir entre recoger y valorar la infor
mación. No se deje arrastrar hacia ningún tipo de valo
ración en la segunda fase, aunque a veces resulte difícil.
Las valoraciones matan la creatividad y, lo que es peor,
nos conducirán a campos de batalla secundarios. Los
estudios muestran que los negociadores que invierten
mucho tiempo y energía en las fases 1 y 2 son después
claramente más rápidos y tienen más éxito.
Fase 4: cieñe
En esta fase fijamos los resultados. Justo después de
largas y arduas negociaciones, es importante movilizar
una vez más todas las energías. Asegúrese de que usted
y su interlocutor hablen de lo mismo y de que no se
haya deslizado ningún malentendido. Lo mejor es esta
blecer ahora un acta. Inicie esta fase con frases como:
«Vamos a resumir lo que hemos acordado...». Ponga
por escrito esta sencilla acta y, en su caso, hágala firm ar
por todas las partes.
5. Empleo de tácticas 67
5.1 Tácticas de presión
Podemos clasificar casi todas las tácticas en dos áreas
principales: las tácticas de presión y las de contexto.
Las tácticas de presión, que como su nombre indica
ponen al oponente bajo mayor o menor presión, com
prenden tres grupos principales:
Farol
Principio: el farol como medio táctico es tan injusto
como eficaz. Se engaña a la parte contraria con supues
to hechos que carecen de una base real. Los faroles son
más eficaces cuanto más completos sean. De modo que
si lanzamos un farol, no debemos tener miedo, por
ejemplo, de utilizar estadísticas. Por supuesto, dichas
estadísticas serán inventadas, como todo lo demás. Re
cuerde: cuanto más probable suene una afirmación,
más creíble será. La desventaja de un farol es que, natu
ralmente, se convierte en un tiro por la culata si se
descubre. Aunque esto no tiene por qué suceder.
Defensa: resulta difícil defenderse de los faroles, ya
que normalmente solo salen a la luz cuando ya es dema
siado tarde. Someta la argumentación de su interlocutor
permanentemente con una «verificación de plausibili-
dad». ¿Tiene lógica lo que dice? Analice las estadísticas.
Exija documentos. Desconfíe si la argumentación de su
interlocutor es asombrosamente sencilla y avasallado
ra. Además, sea escéptico si le presionan: cuando una
oferta es realmente tan buena o un ofertante tiene de
68 5. Empleo de tácticas
verdad muchos otros interesados, el interlocutor no
tiene motivo para comunicarlo a todos. Manténgase es
céptico. Asimismo, los faroles-amenazas se pueden de
tectar con sano escepticismo. Por ejemplo, si el inquili
no anterior le amenaza con llevarse la moqueta si usted
no le abona el pago de compensación, esto suele ser un
farol. ¿De qué le sirve una moqueta vieja? Está echándo
se un farol. Ahora se trata de averiguar dónde se en
cuentra el límite de lo tolerable. Ataque un farol con
otro farol: «De todos modos quería poner suelo lamina
do. ¿Cuándo podrá llevarse la moqueta?». A partir de
ese momento, naturalmente, debe observar con aten
ción. Deje que el otro espere un poco y vuelva con una
contraoferta.
5. Empleo de tácticas
5.2 Tácticas de contexto
Al contrario que las tácticas de presión, estas técnicas
son mucho más sutiles. Se aplican a las circunstancias
de la negociación o incluso tratan de in flu ir en las con
vicciones y el sistema de valores del otro. Distinguimos
cuatro grupos principales:
72 5. Empleo de tácticas
los acuerdos alcanzados hasta la fecha. Compruebe si
todavía está dentro de su horquilla de objetivos des
pués de la nueva concesión. ¿Habría estado dispuesto a
aceptar desde el principio este resultado de la negocia
ción? La táctica del salami es especialmente satisfacto
ria cuando al menos una de las partes muestra un claro
afán por terminar. No permita que este afán le seduzca
para aceptar concesiones inadecuadas.
Cambiar el marco
Principio: como ya hemos dicho, situamos toda in fo r
mación en un marco de referencia consciente o in
consciente. Todos tenemos una idea, por ejemplo, de
lo que cuesta cenar en un restaurante, pero también
de lo que debe costar. Si es demasiado barato, puede
no ser bueno.
La técnica del reencuadre consiste en transferir las
cosas a un marco diferente. Incluso un restaurante
barato es extremadamente caro si pensamos en la
cantidad de niños de África que se saciarían con el
importe de la factura. De esta manera, un precio o una
contraprestación pueden parecemos extremadamen
te elevados o, naturalmente, también extremadamen
te bajos. Sin embargo, también podemos cambiar el
marco influyendo en el punto de vista y, por ejemplo,
sacando a colación la calidad y la vida ú til del produc
to. A dvertir también de que el producto de la compe
tencia lo ha fabricado mano de obra infantil es una
posibilidad.
Técnica de reciprocidad
Principio: esta última táctica principal tiene algo que
ver con el gusto de la gente por regatear. Aunque sepa
mos que un verdadero equilibrio de intereses es satis
factorio, simplemente nos encanta hacernos con esos
últimos flecos. La técnica de la reciprocidad dice que a
cada propuesta de la parte contraria se responde con
una contrapropuesta recíproca. De este modo, compro
bamos cuánto se aleja la propuesta de nuestro objetivo
y devolvemos el golpe con una contrarreclamación que
74 5. Empleo de tácticas
igualmente se encuentra lejos del objetivo. Solo que en
dirección opuesta. El objetivo es encontrar de algún
modo el término medio. Seguramente se habrá dado
cuenta de que la técnica de la propuesta adicional del
apartado 1.4 se basa en el principio de reciprocidad. Se
exige mucho más de lo que realmente se quiere solo
para acabar encontrándose «en el medio». Sin embar
go, la técnica de la propuesta adicional no resulta tan
fácil de descubrir, ya que puede generar una medida de
negociación mucho más compleja gracias a la aporta
ción de alternativas.
Defensa: aborde esta táctica directamente. No hay
ninguna razón por la que deba encontrarse en el medio
si hay buenos motivos que sugieran algo distinto.
6. Encontrar soluciones 77
salen ganado» o «establecer un equilibrio» suelen signi
ficar que uno de los socios de negociación tendrá que
alejarse de su posición y hacer concesiones inadecua
das. Existen herramientas eficaces con las que se puede
lograr un resultado en el que todos salen ganando. El
requisito básico para lograr nuestros objetivos es que
debemos conocerlos. Tome conciencia de lo que quiere
alcanzar en la negociación.
El siguiente paso es especialmente importante para
conseguir un buen resultado en la negociación: sea cons
ciente de lo que pasará si la negociación fracasa. Sobre
todo en situaciones de estrés, las personas tienden a
comportarse de forma irracional. Nos refugiamos en
posiciones extremas y dejamos que la situación se enco
ne. 0 por el contrario, nos dejamos atrapar por las tácti
cas del otro o por la dinámica de la situación y hacemos
concesiones de las que luego nos arrepentimos.
Una de las técnicas más sencillas y efectivas para lo
grar nuestros objetivos es la «terquedad». Lo cierto es
que, si logramos no movernos de sitio durante el tiempo
suficiente, puede que en parte hasta alcancemos cosas
increíbles. Aunque solo sea por el hecho de que el otro se
sienta obligado a tomar la iniciativa. Muévase solamente
si el otro se mueve. La base de esta persistencia vuelve a
ser que tengamos claros nuestros objetivos.
78 6. Encontrar soluciones
6.2 Método Harvard
En un estudio muy completo, los investigadores de la
Universidad de Harvard descubrieron cuáles son los
factores más importantes para obtener un resultado en
el que todos salgan ganando:
Posiciones Intereses
Punto de vista Motivos
Objetivo parcial Objetivo global
Oferta individual Valores
Condiciones Principios
Términos Necesidades
Plazos Temores
Regateo Preferencias
80 6. Encontrar soluciones
estos hidden stakeholders ('partes interesadas ocul
tas'} intentarán in flu ir en la negociación a su favor.
Por lo tanto, tiene sentido analizar los intereses en
tres niveles: los intereses propios, los del otro y los del
contexto.
82 6. Encontrar soluciones
del interlocutor, más posibilidades tendremos de en
contrar la solución ideal.
Al desarrollar alternativas, libérese del clásico pen
samiento lineal causa-efecto.
84 6. Encontrar soluciones
Reciprocidad significa que el resultado de la nego
ciación sería igualmente válido para el otro. Si el resul
tado es recíproco, se considera justo o, al menos, más
justo. Si queremos analizar la reciprocidad de un resul
tado de negociación, conviene plantearse las siguientes
preguntas:
i
• ¿Aceptaríamos la oferta si fuéramos el otro?
• ¿En qué ocasiones se ha encontrado el otro en una
situación sim ilar a la que tenemos ahora?
• ¿Aceptaría el otro en esta situación el resultado de la
negociación?
86 6. Encontrar soluciones
Entonces, ¿cómo averiguar cuáles son los límites del
otro si no los dice? Aclare en la conversación qué es lo
que quiere, así como que es perfectamente aceptable
decir «no».
Cree confianza
Crear confianza resulta más fácil de decir que de hacer.
La confianza se genera por tres vías: experiencias com
partidas, promesas mantenidas y confianza otorgada.
Por desgracia, no contamos con un largo historial de ex
periencias compartidas con nuestro interlocutor. Por lo
tanto, el primer punto queda eliminado. Sin embargo,
podemos generar confianza haciendo pequeñas prome
sas concretas que luego cumpliremos. Curiosamente, el
hecho de decir «no» se engloba en estas promesas. Todo
lo que nos hace más previsibles para el interlocutor, nos
hace más dignos de confianza.
1. Preparación
Lapreparación estratégica de la negociación
importante, ya que determina el marco de todo lo
que vayamos a hacer en adelante. La preparación
táctica llena nuestra «caja de herramientas». Se
pueden utilizar tácticas de los niveles de conteni
do y de proceso, incluso del nivel personal.
90
dicha. En la fase de cierre, resuma lo acordado
asegúrese de que no haya ningún malentendido.
5. Empleo de tácticas
Las tácticas de presión tienen que obligar al inter
locutor a tomar decisiones precipitadas. Aprove
che el miedo y la sorpresa en su propio beneficio.
Por supuesto, no sirven para establecer una rela
ción con una base sólida.
Las tácticas son las medidas operativas que nos
permiten ejecutar nuestra estrategia. Las tácticas
de presión son fuertemente emocionales. Resultan
muy eficaces, aunque siempre conllevan el riesgo
de activar la defensa. Las tácticas de contexto son
menos agresivas y, por lo tanto, provocan menos
resistencias. Cambian más bien el marco de refe
rencia y los criterios de comparación del otro. Unas
tácticas de contexto bien usadas no solo son efica
ces, sino también muy duraderas.
6. Encontrar soluciones
Negociar con éxito significa conseguir los objeti
vos. Para lograrlo, debemos ser conscientes de
nuestros objetivos.
índice temático 93
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