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Explotación forestal

con herramientas manuales


Manual de formación ilustrado

34887

Oficina Internacional del Trabajo Ginebra


Copyright © Organización Internacional del Trabajo 1989
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chos de propiedad intelectual en virtud del protocolo 2 anexo a la Convención Universal sobre
Derecho de Autor. No obstante, ciertos extractos breves de estas publicaciones pueden repro-
ducirse sin autorización, a condición de que se mencione la fuente. Para obtener los derechos
de reproducción o de traducción hay que formular las correspondientes solicitudes al Servicio
de Publicaciones (Derechos de autor y licencias), Oficina Internacional del Trabajo, CH-1211
Ginebra 22, Suiza, solicitudes que serán bien acogidas.

ISBN 92-2-306217-9

Primera edición 1989

Titulo de la edición original en inglés:


Wood harvesting with hand tools (ISBN 92-2-106217-1), Ginebra, 1987.

Las denominaciones empleadas, en concordancia con la práctica seguida en las Naciones


Unidas, y la forma en que aparecen presentados los datos en esta publicación no implican
juicio alguno por parte de la Oficina Internacional del Trabajo sobre la condición jurídica de
ninguno de los países, zonas o territorios citados o de sus autoridades, ni respecto de la deli-
mitación de sus fronteras.
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raciones firmados incumbe exclusivamente a sus autores, y su publicación no significa que
la OIT las sancione.
Las referencias a firmas o a procesos o productos comerciales no implican aprobación alguna
por la Oficina Internacional del Trabajo, y el hecho de que no se mencionen firmas o procesos
o productos comerciales no implica desaprobación alguna.
Las publicaciones de la OIT pueden obtenerse en las principales librerías o en oficinas locales
de la OIT en muchos países o pidiéndolas a: Publicaciones de la OIT, Oficina Internacional
del Trabajo, CH-1211 Ginebra 22, Suiza, que también puede enviar a quienes lo soliciten un
catálogo o una lista de nuevas publicaciones.

Impreso en Suiza PUB


CONTENIDO

Página

INTRODUCCIÓN 1

HERRAMIENTAS BÁSICAS DE TRABAJO Y DE MANTENIMIENTO

HERRAMIENTAS MANUALES PARA EXPLOTACIÓN FORESTAL 4


LIMAS 6
MUELAS Y PIEDRAS DE ASENTAR 8
MAZO PARTIDOR Y CUÑAS 10
HECHURA DE MANGOS PARA HERRAMIENTAS 12
HACHAS

USO Y TIPOS DE HACHAS 14


MANTENIMIENTO DE UN HACHA 16
HECHURA DE UN MANGO PARA HACHA 20
COLOCACIÓN DEL MANGO DE UN HACHA 22
SIERRAS DE ARCO

USO Y TIPOS DE SIERRAS DE ARCO 24

SIERRAS TROZADORAS

TIPOS DE SIERRAS TROZADORAS 26


HERRAMIENTAS DE MANTENIMIENTO PARA SIERRAS TROZADORAS .. 28
BANCOS PARA AFILAR, DE HECHURA PROPIA 30
BANCOS PARA AFILAR, DE HECHURA COMERCIAL 32
MANTENIMIENTO DE UNA SIERRA TROZADORA DE DIENTES
TRIANGULARES 34
TIPOS DE SIERRAS TROZADORAS DE DIENTES CEPILLADORES .... 36
MANTENIMIENTO DE UNA SIERRA TROZADORA DE DIENTES
CEPILLADORES 38
REPARACIÓN DE IMPORTANCIA DE SIERRAS TROZADORAS 42
EL TRABAJADOR

VESTIMENTA, EQUIPO DE PROTECCIÓN PERSONAL Y DE


PRIMEROS AUXILIOS 44
ALIMENTOS, NUTRICIÓN Y DESCANSO 46
POSTURAS DE TRABAJO Y MOVIMIENTOS 48
- vi -

Página

EL TRABAJADOR (continuación)

PLANIFICACIÓN DEL TRABAJO Y ORGANIZACIÓN 52


PREVENCIÓN DE ACCIDENTES 54
APEO DE ARBOLES

PREPARACIÓN PARA EL APEO DE ARBOLES 58


APEO DE ARBOLES CON HACHA Y SIERRA DE ARCO 60
APEO DE ARBOLES CON HACHA Y SIERRA TROZADORA 62
PRECAUCIONES PARA HACER EL CORTE DE DIRECCIÓN Y EL
CORTE DE CAÍDA 64
APEO DE ARBOLES INCLINADOS HACIA LA DIRECCIÓN DE CAÍDA . 66
APEO DE ARBOLES INCLINADOS HACIA UN LADO 68
APEO DE ARBOLES EN BOSQUES TROPICALES DENSOS 70
APEO DE ARBOLES CON ALETAS 72
DESPERDICIO DE MADERA POR MALAS TÉCNICAS DE TRABAJO
EN EL APEO 76
LIBERAR ARBOLES ENGANCHADOS
LIBERAR ARBOLES ENGANCHADOS CON HERRAMIENTAS SENCILLAS . 80
LIBERAR ARBOLES ENGANCHADOS CON EQUIPO ESPECIAL Y
MAQUINAS 82
DESRAME Y DESCORTEZADO

DESRAME 84
DESCORTEZADO 86
TROZADO

REGLAS BÁSICAS PARA TROZADO 88


HERRAMIENTAS PARA TROZADO 90
SOPORTES Y CABALLETES 92
TROZADO DE ARBOLES BAJO TENSIÓN 94
DESPERDICIO DE MADERA EN EL TROZADO 96
TROZADO DE ARBOLES TUMBADOS POR EL VIENTO 98

PARTIR MADERA 100


- vn -

Página

MANIPULACIÓN DE MADERA Y TRANSPORTE

MANIPULACIÓN DE ROLLIZOS Y TROZAS 102


TRANSPORTE MANUAL DE MADERA DE PEQUEÑA DIMENSIÓN 104
USO DE ARCOS CON RUEDAS 106
DESLIZAR MADERA CUESTA ABAJO 108
APILADO Y ALMACENAMIENTO DE MADERA 110

ASERRÍO EN FOSA 112

FORMACIÓN EN EXPLOTACIÓN FORESTAL 114

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INTRODUCCIÓN

En este manual de formación se actualizan y compilan las siguientes


publicaciones anteriores de la OIT:

- Apeo y tronzado de árboles tropicales en los bosques naturales


(1969); y

- Selección y mantenimiento de las herramientas manuales para la


explotación forestal (1970).

Estas publicaciones fueron preparadas por B. Strehlke, con substancia-


les aportes de H. Gláser y R. Wettstein y con ilustraciones de
B. Schmidle. La primera de estas dos publicaciones trataba de hachas,
sierras manuales y motosierras. Su versión en inglés ha estado ago-
tada por varios años. En 1980, en colaboración con la FAO, la sec-
ción sobre motosierras fue ampliada para incluir el trabajo en planta-
ciones y el mantenimiento de motosierras, y se publicó separadamente
con el título:

- Motosierras en los bosques tropicales (Roma, FAO/OIT, 1980).

Durante la última década, el uso de la motosierra se ha difundido en


forma creciente en los países en desarrollo, donde se encuentran en
operaciones comerciales de explotación forestal, especialmente en
países con salarios más elevados. Sin embargo, la explotación fores-
tal con herramientas manuales continúa efectuándose en gran escala
y, debido al mayor interés en árboles cultivados por poblaciones
rurales, su importancia crecerá en los años venideros.

Es por ello que se determinó la necesidad de compilar información


básica sobre explotación forestal, con la exclusión de máquinas y
técnicas que en muchos países en desarrollo no están al alcance de
las poblaciones rurales. Este punto de vista fue plenamente
2

respaldado por los participantes de un taller FAO/CEE/OIT sobre


transferencia de tecnología básica, que se llevó a cabo en 1986.

Durante varios años, se tuvo la impresión de que la eficiente y va-


liosa experiencia adquirida en'explotación básica y el suministro de
herramientas manuales de buena calidad iban decreciendo. Esta ten-
dencia ha cambiado gracias a la fabricación de herramientas foresta-
les mejoradas en varios países en desarrollo y a la reaparición de
herramientas manuales en los catálogos de algunos de los distribuido-
res más grandes de herramientas forestales y equipo.

También se han hecho intentos en Europa Central y Escandinavia de


mantener latente la experiencia adquirida en períodos pasados en
explotación manual y de estimular el perfeccionamiento de herramien-
tas manuales y técnicas. Un ejemplo de lo anterior, es el arco con
ruedas que ha sido perfeccionado mediante ejes oscilantes "bogie",
sólo recientemente.

Este manual está dirigido principalmente a instructores, extensio-


nistas, supervisores de explotación y capataces. Del mismo modo que
en las tres publicaciones antes mencionadas, se ha tratado de emplear
un lenguaje sencillo y describir lo más que se pueda a través de
ilustraciones. Se sugiere que los lectores traduzcan el texto a
otros idiomas y que usen las ilustraciones del modo que estimen
conveniente para los fines de la formación.

Las siguientes publicaciones pueden ser útiles para los lectores que
desean tener mayor información:

- Equipment planning guides for vocational and technical training


and education programmes: No. 17 - Forestry (con índice
español) (Ginebra, OIT, 1981);

- Tecnología básica en operaciones forestales (Roma, FAO, 1982);

- Swedish forestry techniques with possible applications in the


Third World (Spánga, SIDA, 1983);

- Handbook on appropriate technology for forestry operations in


developing countries (Helsinki, FINNIDA, 1986).
3

La presente publicación fue compilada por B. Strehlke en colaboración


con E. Fosser. El texto fue mecanografiado por C. Guex y las ilus-
traciones fueron corregidas y complementadas por Michel Bagés.
DANIDA proporcionó el financiamiento.
4 HERRAMIENTAS BÁSICAS DE TRABAJO Y DE MANTENIMIENTO

HERRAMIENTAS MANUALES PARA EXPLOTACIÓN FORESTAL

Para operaciones manuales eficientes dé explotación forestal, se


necesitan las siguientes herramientas:

(1) Hacha (peso entre 0,8 y 1,5 kg)

(2) Sierra de arco de un hombre (longitud aproximada 1 m)

(3) Sierra trozadora (longitud común de 1,20 m a 1,60 m)

(4) Machete

(5) Mazo partidor (peso de alrededor de 2,5 kg)

(6) Cuñas (para apear, trozar y partir)

(7) Gancho volteador

(8) Tenaza y bichero con gancho

(9) Vara o cinta para medir

(10) Forcípula (para medir diámetro)

(11) Cuchillo descortezador

Para mayor información, véase: Equipment planning guides for


vocational and technical training and education programmes: No. 17,
Forestry (Ginebra, OIT, 1981).
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6 HERRAMIENTAS BÁSICAS DE TRABAJO Y DE MANTENIMIENTO

LIMAS

Generalmente se emplearán los siguientes tipos de limas para el man-


tenimiento de herramientas forestales. Se ha tratado de reducirlas
al mínimo con el objeto de simplificar su almacenamiento y distri-
bución.

Para las sierras trozadoras

Lima plana de 20 cm, corte simple, suave (22,4 picas por cm), con dos
cantos redondeados para afilar los dientes trozadores y cepilladores
y para rebajar gargantas pequeñas (1).

Una lima de este tipo, gastada, puede emplearse para igualar la


sierra y rebajar los dientes cepilladores.

Lima cilindrica de 25 cm, diámetro constante de 12,5 mm, para rebajar


las gargantas grandes entre los dientes cepilladores (2).

Para las hachas y otras herramientas cortantes

Lima plana de 25 cm, corte doble, cónica o truncada, para rectificar


la forma (3).

Para los mangos de las herramientas

Para dar forma a los mangos de madera se emplea una escofina (4).
Nunca debe utilizarse en metales.

Mangos de limas

Nunca debe usarse una lima o una escofina sin mango (5). La longitud
del mango debe ser de 12 cm.

Cuidado de las limas

Cuando la pica de la lima o escofina se llena de restos de limaduras,


hay que limpiarla con un cepillo de acero (carda para limas) que debe
conservarse limpio y seco (6).

Hay que evitar que las limas se oxiden, se golpeen o caigan. Cuando
no se usan, es mejor guardarlas en una funda de lona.
8 HERRAMIENTAS BÁSICAS DE TRABAJO Y DE MANTENIMIENTO

MUELAS Y PIEDRAS DE ASENTAR

Para afilar hachas, cuchillos descortezadores y otras herramientas


cortantes se emplean muelas giratorias, impulsadas a mano o con el pie,
cuando se trata de mantenimientos habituales (1). Deben tener un
diámetro mínimo de 50 cm y un espesor mínimo de 10 cm, estar hechas
de piedra arenisca o de un material artificial apropiado y deben
utilizarse con agua. Cuando no están en uso, hay que mantener la
piedra seca a fin de evitar que la humedad ablande la parte de la
piedra sumergida en agua. De tiempo en tiempo hay que rectificar la
piedra, es decir, devolverle su forma circular original.

Las muelas se pueden hacer con 20 litros de cemento de buena calidad


y 50 litros de arena cuarcítica de partículas de 1 mm o menores.
La arena debe ser tamizada (por ejemplo, con una malla contra mos-
quitos), lavada y no debe contener arcilla o sal. Se necesita además
un tubo de acero o una vara de alrededor de 60 cm de longitud y 2 cm
de diámetro con un clavo soldado en su centro.

La muela se hace en un molde de madera (2) que se coloca en un lugar


sombreado. El molde tiene un tamaño aproximado de 50 por 50 cm y
una altura de 15 cm. Consiste en dos partes (2a) que se colocan
sobre una tabla (2b) que descansa sobre dos soportes (2c).

La vara de acero se coloca exactamente en el centro del molde en


ángulo recto con el molde y se mantiene en posición mediante tablillas
que se clavan en el molde (3a).

Después de llenar el molde con la mezcla que se compacta cuidadosa-


mente, se deja secar la muela durante más o menos tres días. Para
evitar un secado demasiado rápido, puede ser necesario rociar un.
poco de agua sobre la muela.

Después de sacar la muela del molde, la piedra se coloca en un soporte


y se fija una sección de un neumático usado en la parte inferior,
como recipiente de agua (4a).

Este tipo de muela también es útil para afilar herramientas agrícolas


tales como azadones y palas, y debería estar disponible en cualquier
pueblo.

Además de las muelas, cuando se utilizan herramientas cortantes debe


disponerse siempre de piedras de asentar a fin de repasar el filo
frecuentemente durante el día. También se las emplea para el acabado
de las hachas después de que han sido afiladas con una muela, y en
sierras y hachas después de un afilado con lima. Son recomendables
las piedras de asentar de tamaño de bolsillo (5 x 10 cm) que tienen
una superficie áspera y otra fina (5).
50 cm

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5»IOcm
10 HERRAMIENTAS BÁSICAS DE TRABAJO Y DE MANTENIMIENTO

MAZO PARTIDOR Y CUNAS


Para evitar que la hoja de la sierra se atasque en el corte, para
forzar el árbol hacia la dirección de caída y para partir madera, se
necesita un mazo partidor (1) y cuñas (2).

El mazo partidor debe tener un peso aproximado de 2,5 kg y un mango


recto de más o menos 90 cm de longitud. Para partir, el borde debe
mantenerse afilado.

Preferiblemente, las cuñas deben estar hechas de aleaciones de alu-


minio. También pueden hacerse de madera dura. Las cuñas de acero
tienen la desventaja de ser pesadas y peligrosas, si saltan pedazos
de metal.

Se sugiere el uso de tres tipos de cuñas:

Tipo 2a es una cuña comúnmente usada para el apeo de árboles, con


una superficie bastante grande y un ángulo cerrado, y es
capaz de abrir cortes de sierra aun bajo alta presión.

Tipo 2b consiste en un casquillo de metal y una cabeza de madera


que puede ser reemplazada cuando se desgasta. La cabeza
de madera se asegura con un anillo de metal. Este tipo de
cuña tiene un ángulo mayor y por tanto abre más el corte
de la sierra que el tipo 2a. En caso de que no se disponga
de un casquillo de metal, se puede adaptar un anillo de
metal en la cabeza de una cuña de madera para reducir el
desgaste.

Tipo 2c es una cuña hecha de metal, muy conveniente para trozar y


apear. Se puede llevar en el bolsillo y se introduce en
el corte como una medida de precaución antes de que el
corte se cierre.
11

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12 HERRAMIENTAS BÁSICAS DE TRABAJO Y DE MANTENIMIENTO

HECHURA DE MANGOS PARA HERRAMIENTAS

Esta construcción simple hecha de madera y dos pedazos de un neumático


usado (la) es muy práctica para sujetar una pieza de madera cuando se
hace un mango.

La prensa queda cerrada cuando la plataforma está hacia abajo (Ib).


Se abre cuando se levanta la plataforma (2a). El mango queda sujeto
firmemente entre los dos pedazos de neumático cuando el trabajador
está parado sobre la plataforma. La altura de su codo debe ser
entonces igual a la altura de la apertura de la prensa.

Buenos mangos para hachas, ganchos y azadones, entre otros, son muy
importantes para asegurar que el trabajo se realice en forma fácil
y eficiente. El mango debe ser adecuado para el trabajador (tamaño
de la mano, longitud del brazo y altura) y para el tamaño y peso de
la herramienta. Debe ser fabricado de buena madera, de modo que
tenga una larga duración.

La prensa puede ser usada también para otros propósitos, como por
ejemplo, para sujetar el hacha durante su afilado.
13
14 HACHAS

USO Y TIPOS DE HACHAS

En las explotaciones forestales tradicionales, el hacha se usa como


una herramienta universal para apear, desramar, trozar, partir y
descortezar.

Las ventajas principales son la sencillez de la herramienta y de su


mantenimiento.

Sin embargo, el trabajo con hacha es pesado, puede desperdiciar mucha


madera y causar muchos accidentes, algunos de ellos muy serios.

El trabajo con hacha debe ser restringido al apeo de árboles muy


pequeños, trabajos preparatorios para el apeo de árboles más grandes
y al desrame.

Las hachas hechas por herreros locales pueden ser bastante buenas
para usos tradicionales si están correctamente endurecidas y tienen
un buen mango.

El hacha consta de una cabeza de acero en la cual se introduce un


mango de madera. La parte más importante de la cabeza (1) es la hoja
(la) que termina en el borde cortante (Ib). El mango de madera se
introduce en el ojo de la cabeza (le). Las hachas modernas están
diseñadas en forma de cuña y tienen un ojo ovalado que evita el giro
del mango en el ojo.

Para apeo y desrame se pueden usar tipos especiales de hachas. Sin


embargo, en la mayoría de los casos se usa un hacha universal para
ambas faenas.

Para trabajos profesionales, se recomienda el hacha que se muestra


en la figura (2). El peso debe ser de 0,8 a 1,5 kg, y la longitud
del mango de 60-80 cm, según la longitud de brazo de trabajador (3).
El mango debe tener forma de pata de ciervo (2) y estar hecho de
madera resistente. Los trabajadores deben ser capaces de hacer
mangos y reemplazar los mangos rotos. Durante el transporte, la
hoja debe estar protegida con una cubierta que se puede hacer fácil-
mente, por ejemplo, de un neumático usado de bicicleta (2a).

Para mantener el hacha afilada hay que repasarla varias veces al día,
con la piedra de asentar (ver página 8 ) .
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16 HACHAS

MANTENIMIENTO DE UN HACHA

Ahusamiento

La hoja del hacha tiene un ahusamiento curvo hacia el borde. Durante


el afilado es importante mantener este ahusamiento.

Las hachas pesadas v las aue se emplean para maderas duras o congela-
das deben tener un espesor mayor cerca del filo (la).

Las hachas más livianas y las que se emplean para maderas blandas
deben tener menor espesor cerca del filo (Ib).

Aunque la madera de las coniferas suele ser blanda, las ramas pueden
ser muy duras y las hachas deben tener el mismo espesor que para la
madera dura.

Calibrador de ahusamiento

El ahusamiento de hachas nuevas es generalmente adecuado para condi-


ciones medias. Un calibrador se puede hacer de una lámina de metal
cuya apertura corresponde al ahusamiento de un hacha nueva (2a).
Este calibrador se puede usar durante el mantenimiento. Si el hacha
"muerde", el ahusamiento es demasiado pequeño y si el hacha no pene-
tra lo suficiente, el ahusamiento es excesivo. Durante el manteni-
miento se hacen los ajustes necesarios y cuando el ahusamiento no
corresponde a las condiciones de trabajo, se puede ajustar el cali-
brador.

Mantenimiento diario

Hay que repasar el hacha varias veces al día con la piedra de asentar
(3). Empléese agua para mantener húmeda la piedra. Se asienta el
filo con pasadas hacia abajo, primero por un lado, sosteniendo el
mango hacia abajo (3a) y luego por el otro, con el mango hacia
arriba (3b).
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18 HACHAS

MANTENIMIENTO DE UN HACHA (continuación)

Reparaciones de importancia

Se efectúan con intervalos de una semana, aproximadamente, o más.,


según el uso que se haga del hacha. Las reparaciones de importancia
se realizan en el orden siguiente:

- Se verifica la curva del filo comparándolo con el de un hacha


nueva o con un calibrador de curva (1). El calibrador puede
fabricarse localmente con una lámina de metal (la) usando un
hacha nueva para copiar la curva correcta.

- Si es necesario, se rectifica la curva con una lima plana (pági-


na 6) sujetando el hacha en una prensa (2).

- Se afila la hoja del hacha en una muela en la zona 3a, moviendo


el hacha de derecha a izquierda (4) y al mismo tiempo de arriba
hacia abajo (5). Se afila la zona 3b, si fuera necesario, con
intervalos más largos, moviendo el hacha de izquierda a derecha
(4).

- El asentado final se realiza como para el mantenimiento diario,


con una piedra de asentar, a fin de eliminar las rebabas y pulir
la superficie del hacha (ver 3, página anterior).

Si no se dispone de una muela, puede utilizarse una lima plana para


afilar. Hay que tener cuidado de mantener el ahusamiento correcto.
Siempre debe moverse la lima desde el filo hacia afuera.
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20 HACHAS

HECHURA DE UN MANGO PARA HACHA

Para hacer un mango de hacha, se usa madera dura de gran elasticidad


y resistencia, extraída de la base de un árbol joven o de las zonas
externas de un árbol más viejo. La madera debe estar bien seca, con
fibras rectas y desprovista de nudos y torceduras.

Se escuadra una pieza con sierra o hacha a partir de un trozo apro-


piado de madera (1). Lo~s anillos deben recorrer la pieza como se
muestra en la figura (2a). La pieza debe estar bien seca antes de
hacer el mango.

Se dibuja el contorno de una plantilla de mango de pata de ciervo


sobre la pieza de madera (2b). La plantilla se puede hacer de cartón,
donde se dibuja el contorno de un mango nuevo.

Se usa una sierra de arco para hacer cortes en la madera que se va a


eliminar de la pieza (2c).

Se puede usar un hacha para darle la forma al mango.

La forma final se obtiene con un cepillo de dos manos (3), si está


disponible, y una escofina (ver página 6 ) .

El acabado del mango se realiza puliéndolo con papel de lija (4), un


trozo de vidrio (por ejemplo, de una ventana) o un cuchillo.

Resulta más fácil fabricar un mango de hacha si se dispone de una


prensa (ver página 12).
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22 HACHAS

COLOCACIÓN DEL MANGO DE UN HACHA

Cuando se coloca el mango a un hacha es preciso comprobar que:

- la hoja y el mango estén exactamente en la misma línea (1);

- el centro de la hoja y la extremidad del mango toquen la super-


ficie cuando se coloca el hacha sobre una superficie lisa (2).

La colocación del mango se realiza de la siguiente manera:

- El mango debe encajarse exactamente en el ojo del hacha, usando


de preferencia una escofina (3).

- Se coloca el mango en el ojo (4) y se verifica la alineación


correcta (1, 2 ) .

- Se retira el mango y se hace un corte con una sierra o con un


cuchillo hasta la profundidad del ojo (5).

- Se coloca otra vez el mango en el ojo o se introduce una pequeña


cuña de madera dura en el corte hecho con la sierra (6).

- Se verifica la alineación correcta (1, 2 ) . Si es necesario, se


rectifica la alineación con una escofina, después de haber reti-
rado el mango nuevamente de la cabeza del hacha.

- Si se ha obtenido la alineación correcta, se clavan dos pequeños


clavos en el mango por encima de la cabeza del hacha (6a), y se
corta la parte sobresaliente del mango y de la cuña 1 cm por
encima de los clavos.

Nota: Cuando se va a cambiar el mango a un hacha, se empuja la made-


ra restante fuera del ojo desde el lado con cuña o sin cuña,
una vez que se han sacado los clavos y la cuña. No debe que-
marse nunca la madera en el ojo. El hacha podría perder su
temple y quedar inutilizada.
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24 SIERRAS DE ARCO

USO Y TIPOS DE SIERRAS DE ARCO

Las sierras de arco se usan para apear y trozar árboles pequeños,


siempre y cuando la madera no sea muy dura.

Para uso profesional, la sierra de arco consiste en un arco de acero


oval de buena calidad que sujeta la hoja bajo alta tensión (1). Para
proteger la hoja durante el transporte se necesita una funda (la).

Se recomienda usar la sierra con arco asimétrico de un hombre, con una


longitud aproximada de 100 cm (1). También hay modelos en que el arco
es simétrico y un lado del arco se prolonga formando un mango que per-
mite mayor fuerza en el corte, pero restringe el movimiento si el es-
pacio es estrecho (Ib).

Para un arco de una longitud de 100 cm, las hojas correspondientes (2)
son de 91,5 cm de longitud y por lo general tienen dientes triangula-
res endurecidos (2a) o dientes cepi11 adores (2b).

Cuando una hoja endurecida pierde su triscado y empieza a atascarse,


hay que devolverle el triscado con una tenaza para triscar (3).

Cuando la hoja pierde su filo, se puede repasar con una piedra de


asentar (4). Si la sierra se desvía hacia un lado, la piedra de asen-
tar se pasa en ese mismo lado (5).

Cuando las hojas de dientes endurecidos pierden su filo, deben descar-


tarse. Hay que evitar el contacto con la tierra, arena y piedras cuan-
do se hace un corte.
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26 SIERRAS TROZADORAS

TIPOS DE SIERRAS TROZADORAS

Si se usan sierras trozadoras, es necesario disponer de un equipo com -


pleto de herramientas. La sierra debe estar bien mantenida para que
el trabajo sea fácil y eficiente. Las sierras en buen estado de man-
tenimiento requieren menos energía para su uso y la producción será
mayor.

La sierra debe fabricarse de acero de buena calidad. Para árboles


grandes, es preferible usar una sierra de lomo recto (la) y para árbo-
les pequeños o medianos es más apropiada una sierra de lomo curvo. El
borde cortante debe tener un espesor mayor que el lomo. Esto reduce
la fricción y evita el atascamiento de la sierra. La longitud de la
sierra debe ser igual al diámetro del árbol más 100 cm. Es necesario
que los mangos puedan ser montados y desmontados de la sierra de mane-
ra rápida y fácil (Ib) atornillando o desatornillando una tuerca de
mariposa. Se necesita una funda (le) para proteger el borde cortante
durante el transporte.

Las sierras con dientes triangulares son comunes, debido a su fácil


mantenimiento (2a).

Las sierras con dientes cepilladores son preferidas por los trabaja-
dores profesionales. Cortan más rápido pero requieren mayor destreza
para el mantenimiento (2b).

Los dientes de la sierra realizan tres operaciones:

- cortan las fibras;

- separan las fibras cortadas;

- retiran del corte las fibras separadas (aserrín).

Los dientes triangulares realizan estas tres funciones. En las sierras


con dientes cepilladores la primera de estas operaciones la efectúa
un grupo de dientes trozadores alternativamente a ambos lados del corte.
La segunda y tercera operación, las realiza el cepillador que sigue al
grupo de dientes trozadores.
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28 SIERRAS TROZADORAS

HERRAMIENTAS DE MANTENIMIENTO PARA SIERRAS TROZADORAS

Para el mantenimiento de las sierras de dientes triangulares se nece-


sitan las siguientes herramientas:

(la) Lima plana (corte simple) (le) Llave para triscar


(Ib) Igualador comercial o de (lf) Indicador de triscado,
fabricación propia, con comercial o de fabricación
una lima usada propia
(le) Calibrador de ángulos (lg) Piedra de asentar
(Id) Plantilla de afilado (lh) Banco para afilar

(El indicador de triscado de fabricación propia consiste en un pedazo


de madera con tres clavos fijos de la misma longitud, y una clavija
tipo tornillo, ajustable.)

Para el mantenimiento de sierras de dientes cepilladores, se necesitan


las mismas herramientas de mantenimiento con las siguientes diferen-
cias:

un calibrador de cepillador (o un calibrador y formador combinado)


(2a), y

- un martillo para triscar (2b) y un yunque para triscar (2c)


reemplazan la llave para triscar.
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30 SIERRAS TROZADORAS

BANCOS PARA AFILAR, DE HECHURA PROPIA

Un banco para afilar sujeta la sierra firmemente durante el manteni-


miento. Las sierras de dientes triangulares se sujetan vertical mente.
Los bancos para afilar sierras de dientes cepi11 adores deben sujetar
la sierra en posición vertical y oblicua, que se pueda cambiar fácil-
mente. Deben abrirse y cerrarse con facilidad. Los bancos deben
tener una longitud mínima de 50 cm, y preferiblemente más. Los bancos
deben ser firmes y sostener la hoja a la altura del codo del trabaja-
dor, de modo que le permita una posición cómoda de trabajo, ya sea
que esté de pie o sentado.

Un banco se puede hacer fácilmente de un árbol que no tenga valor


comercial o que sea de poco valor, que se corta a la altura del codo.
De acuerdo con la necesidad, se hace un corte vertical y otro oblicuo.
La sierra puede sujetarse en dichos cortes con la ayuda de pequeñas
cuñas de madera (1).

El banco sueco para afilar (2) está formado por dos tablillas (2a)
que encierran una pieza central en forma de cuña (2b) y están unidas
por tres tiras de cuero (2c). Tiene cuatro patas de madera (2d) su-
jetas con tornillos a las tablillas. Cuando el banco está armado, la
sierra se sostiene entre una de las dos tablillas y la pieza central,
ya sea en posición vertical u oblicua.

Este tipo de banco puede construirse fácilmente con materiales que se


encuentran en la localidad y es de fácil transporte.
31

I05cm

lOOcm
0,5cm
lOcm

10 cm
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32 SIERRAS TROZADORAS

BANCOS PARA AFILAR, DE HECHURA COMERCIAL

En el comercio se encuentran bancos para afilar de diversos tipos.


Dos buenos ejemplos son los siguientes:

El banco para afilar suizo tiene la ventaja que el trabajador puede


estar sentado durante el afilado (1).

Puede utilizarse también un tornillo de banco de mecánico insertando


perpendicularm
perpendiculármente entre sus mordazas dos piezas de madera unidas con
bisagras. Par
Para mantener la sierra en posición oblicua pueden usarse
dos cuñas (2).
33

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34 SIERRAS TROZADORAS

MANTENIMIENTO DE UNA SIERRA TROZADORA DE DIENTES TRIANGULARES


Se recomiendan las siguientes medidas para los dientes triangulares:
Distancia entre Ancho de las
Dureza de madera las puntas de Altura del gargantas entre
los dientes diente dos dientes
Dura 17 mm 16 mm 6,0 mm
Blanda 9 mm 12 mm 0,5 mm
Dura y blanda
mezclada . 14 mm 15 mm 3,7 mm

El mantenimiento se inicia con el igualado, sujetando la sierra en po-


sición vertical en el banco de afilar. El igualador se pasa sobre los
dientes ejerciendo muy poca presión (1). En condiciones normales de
uso, los dientes en el centro de la sierra se vari a gastar más pronto
que los dientes de los extremos. Esto se soluciona aumentando la pre-
sión sobre el igualador al comienzo y al final de la sierra.
El igualado de los dientes se continúa hasta que aparece en todos los
dientes una pequeña superficie plana. Si algún diente o unos pocos
están muy gastados o quebrados, no tiene importancia siempre que estén
uniformemente repartidos. Los igualados sucesivos los pondrán al
nivel de los demás.
Para afilar los dientes trozadores se utiliza una lima plana de 20 cm,
haciendo pasadas horizontales paralelas a las líneas de una plantilla
sujeta al banco (2). El ángulo de afilado que indica la plantilla
(2a) es de 70° para madera dura y de 60° para madera blanda. Pueden
copiarse dichos ángulos de la figura 3. El ángulo del vértice (2b)
es de 38° para maderas duras y blandas. Se necesita un calibrador
para verificar el ángulo de afilado y el ángulo del vértice (4). Al
mismo tiempo que se afilan los dientes, hay que rebajar las gargantas
(5). Primero se afila una cara de la sierra, diente por diente, y
luego se le da vuelta para afilar la otra cara. Hay que tener cuidado
de no seguir afilando cuando la superficie plana sobre los dientes
está próxima a desaparecer.
Las rebabas se eliminan con la piedra de asentar, pasando suavemente
la parte más fina sobre ambos lados de la sierra (del mismo modo que
para las sierras de dientes cepilladores, ver página 38).
El triscado se efectúa con ayuda del indicador de triscado (6a) y la
llave para triscar (6b). El triscado correcto es de 0,3-0,4 mm para
madera dura y 0,5 a 0,6 mm para madera blanda.
Nota: En las sierras muy gastadas puede ser necesario rebajar las
gargantas antes de comenzar a afilar. Para ello sera mejor
marcar previamente la posición y la profundidad de la garganta
(7a). Para esta operación se emplea el canto redondeado de la
lima plana (7b).
35
36 SIERRAS TROZADORAS

TIPOS DE SIERRAS TROZADORAS DE DIENTES CEPILLADORES

La sierra trozadora de dientes cepilladores es el tipo más eficiente


de sierra para el apeo y trozado. Este tipo de sierra es recomendable
para uso profesional.

Hay dos tipos: un cepillador seguido por dos dientes trozadores


(diente doble, BM^) para maderas duras (1) y un cepillador seguido por
cuatro dientes trozadores (diente de lanza, 4 y YM') para madera más
blanda (2).

El trabajo del diente cepillador puede ser comparado al de una garlopa


de carpintero. Separa las fibras (3b) que son cortadas a ambos lados
por los dientes trozadores (3a). El cepillador debe ser ligeramente
más pequeño que los trozadores para que no separe fibras no cortadas.
Si es demasiado pequeño, no podrá separar las fibras cortadas y los
trozadores se atascarán en el corte. Se necesita que la garganta
sea suficientemente profunda para retener y transportar el aserrín
(3c).

Un cepillador que tiene la profundidad adecuada forma virutas largas


con bordes limpios (4); si la profundidad es excesiva, las virutas
tienden a tener rebabas (5) y si la profundidad es insuficiente, se
produce un aserrín fino.

Según la Organización Internacional de la Normalización.


37

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38 SIERRAS TROZADORAS

MANTENIMIENTO DE UNA SIERRA TROZADORA DE DIENTES CEPILLADORES

En el afilado de una sierra trozadora de dientes cepi11 adores se


siguen los mismos pasos que en el afilado de una sierra con dientes
triangulares, con la excepción de que además hay que ajustar los dien-
tes cepi11 adores. La sierra se sujeta en posición vertical durante
el trabajo de mantenimiento de los dientes cepilladores.

El igualado se efectúa del mismo modo que para las sierras de dientes
triangulares (1).

Ajuste de los cepilladores. Se coloca el calibrador, debidamente


graduado, sobre un diente cepi11 ador (2). Se sostiene firmemente la
herramienta contra la sierra y se lima hasta que desaparezcan las
partes sobresalientes (2a). La profundidad de los cepilladores debe
ser de 0,2 a 0,5 mm para maderas duras y de 0,6 a 1,0 mm para maderas
blandas (2b). La profundidad correcta se descubrirá en el trabajo y
estará indicada por la forma apropiada de las virutas.

El afilado de los cepilladores se hace después de haber rectificado


la altura de los cepilladores (3). Se continúa hasta que la superfi-
cie plana sea lo más pequeña posible. Hay que pasar la lima en sen-
tido horizontal (3a). El ángulo del cepillador debe ser de 90°, lo
cual puede verificarse fácilmente con el extremo de la lima (3b).

El afilado de los dientes trozadores se realiza con la sierra en


posición oblicua (4). Hay que obtener un ángulo de vértice de 70° y
un ángulo lateral de 35°. Las pasadas de la lima no deben exceder
de 60 por minuto. Debe pasarse la lima en toda su longitud y con una
presión uniforme. Hay que comprobar frecuentemente los ángulos con
el calibrador, y cuando la superficie plana casi ha desaparecido se
debe dar un ligero golpe en la punta del diente con el mango de
la lima o un trozo pequeño de madera. Las últimas pasadas de la lima
deben ser muy suaves. El afilado termina cuando la superficie plana
está próxima a desaparecer.
39

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40 SIERRAS TROZADORAS

MANTENIMIENTO DE UNA SIERRA TROZADORA DE DIENTES CEPILLADORES


(continuación)
Eliminación de rebabas. Se coloca la sierra en posición vertical.
Se pasa la superficie fina de la piedra de asentar por ambos lados
de la sierra (1). Hay que tener cuidado de no tocar con los dedos
los dientes afilados.

Triscado (2). Hay que asegurarse de que la sierra esté firmemente


sujeta en el banco. El afilador derecho pasa el brazo izquierdo
sobre la sierra, cuidando de no tocarla ni con el brazo ni con el
cuerpo, y sostiene el yunque para triscar con la mano izquierda. Se
triscan primero los dientes cuyo bisel está frente al cuerpo del tra-
bajador. Se coloca el yunque contra la parte posterior del diente
trozador. Con el martillo para triscar, que se maneja con la mano
derecha se dan golpes cortos y secos sobre el diente (2a, 2b).

Se utiliza el indicador para comprobar el triscado de cada diente (3).


El triscado correcto para maderas duras es de 0,1 a 0,2 mm, y para
maderas blandas, de 0,2 a 0,4 mm (4). Si el triscado es insuficiente
se corrige inmediatamente con algunos golpes de martillo. Si el tris-
cado es excesivo, se enmienda con el martillo después de haber cam-
biado la posición del yunque (5). Después de haber efectuado el
triscado en uno de los lados, se da vuelta a la sierra y se trisca
el otro.

Nota: Los seis primeros dientes de cada extremo de la sierra no


necesitan ser triscados.

El triscado se efectúa, generalmente, después de haber afilado los


dientes trozadores, pero puede invertirse el orden.

Rebajado de las gargantas. Con intervalos de cuatro semanas, aproxi-


madamente, es preciso rebajar las gargantas entre los dientes tro-
zadores (6a) y las gargantas de los dientes cepi11 adores (6b) con la
lima plana, y las gargantas grandes que hay entre los trozadores y
los cepi11 adores (6c) con una lima cilindrica.
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42 SIERRAS TROZADORAS

REPARACIÓN DE IMPORTANCIA DE SIERRAS TROZADORAS

Si los dientes de la sierra son muy desiguales, es necesario recti-


ficar el endentado. La mejor manera de hacerlo es emplear como modelo
una sierra nueva que tenga la forma adecuada. Con una punta de marcar
se traza la línea de endentado de la sierra nueva sobre la sierra que
se va a reparar (1). Debajo se traza otra línea que indica la profun-
didad correcta de las gargantas. También puede realizarse esta opera-
ción después del igualado, introduciendo una punta de marcar en el
igualador (2). En la sierra usada conviene marcar también las puntas
de los dientes, a fin de evitar un espaciamiento indebido.

Si no se dispone de una sierra nueva, puede emplearse un cartón delgado


y flexible (o una sierra de lomo recto) para trazar la curva deseada
(3). Se lo sostiene por los extremos, curvándolo en el centro hasta
la altura correcta de los dientes. Si se traza una línea recta (3a)
entre los extremos del cartón, la curvatura correcta se obtiene
combándolo (3b) en el centro 7 cm para una sierra de 1,5 m; 8 cm para
una sierra de 2 m, y 9 cm para una sierra de 2,5 m de longitud.

Es más fácil rectificar la curva de la sierra, a la altura de la línea


trazada en ella, si se emplean cizallas en lugar de limas. Esas
herramientas pueden encontrarse en los talleres.

Uso de una prensa

También puede resultar útil disponer en el taller de una prensa para


rebajar las gargantas y rectificar las sierras gastadas (4). Esto
ahorra limas y tiempo.
43

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1

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44 EL TRABAJADOR

VESTIMENTA, EQUIPO DE PROTECCIÓN PERSONAL Y DE PRIMEROS AUXILIOS

Los trabajadores deben vestir: '

(1) Camisa de mangas largas o casaca, de preferencia en color llama-


tivo, ni muy ceñida ni muy suelta.

(2) Pantalones largos.

(3) Botas con suela anti-deslizante.

En operaciones de apeo, el trabajador debe vestir:

(4) Casco de seguridad con orificios de ventilación.

Para el apeo de árboles grandes puede ser aconsejable usar:

(5) Protectores de rodillas.

Como equipo de primeros auxilios debe disponerse de:

(6) Un botiquín de bolsillo, llevado por el trabajador, que debe


contener vendas y compresas para heridas abiertas.

(7) Un botiquín completo para primeros auxilios, que siempre debe


estar disponible en el sitio de trabajo, para un grupo de
trabajadores, y para el tratamiento de accidentes más serios.

Durante los períodos de lluvias, los trabajadores deben tener:

(8) Botas de goma.

(9) Impermeables.

Debe disponerse de refugios sencillos para ser usados durante las


interrupciones, a fin de protegerse contra la lluvia o el sol 110).
45

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46 EL TRABAJADOR

ALIMENTOS, NUTRICIÓN Y DESCANSO

La explotación forestal es un trabajo pesado y después de determinado


tiempo es agotador. Por tanto, el trabajador debe estar en buenas
condiciones de salud y bien alimentado.

Los alimentos deben tomarse antes de comenzar el trabajo y durante los


descansos.

En condiciones climáticas severas (clima muy caliente o húmedo, clima


tropical), no se puede contar con más de seis horas de trabajo pro-
ductivo. Durante una jornada de trabajo de seis horas, se deben esta-
blecer dos descansos de por lo menos 30 minutos cada uno para comer
(después de las primeras dos horas de trabajo y otra vez, después
de las dos horas siguientes).

Los alimentos deben ser ricos en almidones (arroz, maíz, harina, mijo,
frijoles, plátanos y yuca); proteínas (huevos, carne y pescado);
grasas (aceite de oliva, aceite de coco, queso y mantequilla) y en
vitaminas (frutas y verduras).

Durante el trabajo pesado y en climas de elevada temperatura, el


cuerpo puede perder de 3 a 6 litros de agua por día. Esta debe ser
repuesta. Los trabajadores deben llevar un envase con agua hervida,
té u otras bebidas a fin de poder beber no sólo cuando tienen sed
sino a intervalos regulares durante el día. Hay que tomar precauciones
para reemplazar la sal perdida durante la transpiración.
47

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48 EL TRABAJADOR

POSTURAS DE TRABAJO Y MOVIMIENTOS

El trabajo físico pesado puede facilitarse mediante posturas y movi-


mientos de trabajo apropiados.

El aserrado manual puede resultar muy cansador y bastante ineficaz si


la sierra se atrae hacia el cuerpo con los brazos, si el cuerpo, perma-
nece demasiado rígido y en posición recta y, por consiguiente, sólo
se pueden hacer cortes cortos.

Para que la tarea sea menos cansadora y más eficaz, la sierra debería
utilizarse en toda su longitud y la carga debería ser efectuada no
sólo por los músculos del brazo sino por todo el cuerpo balanceándose
hacia adelante y hacia atrás y apoyando el movimiento de la sierra.

En la ilustración se muestran técnicas eficientes de trabajo para el


uso de la sierra de arco (1) y la sierra trozadora (2), indicando la
forma en que se efectúan los cambios en la posición de trabajo. Los
mismos principios se aplican a otros trabajos, como por ejemplo, el
descortezado (3).

La explotación forestal manual muchas veces implica levantar y llevar


cargas pesadas. En tales trabajos, la espalda debe mantenerse en
posición recta para evitar esfuerzos excesivos y los músculos fuertes
de las piernas deberían usarse para levantar la carga (4).
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50 EL TRABAJADOR

POSTURAS DE TRABAJO Y MOVIMIENTOS (continuación)

En el trabajo con hacha, el cuerpo entero se mueve y apoya el golpe


desplazando el peso desde la pierna lejos del corte a la pierna cerca
del corte, mientras que la mano superior se desliza por el mango. Si
el trabajador domina el asidero con la mano izquierda (1), (2) y
desliza la mano derecha (3), el trabajo es más seguro y menos
cansador.
51

®
52 EL TRABAJADOR

PLANIFICACIÓN DEL TRABAJO Y ORGANIZACIÓN

La explotación forestal debe ser bien planificada y organizada para


hacer el mejor uso posible de la materia prima y al mismo tiempo mante-
ner reducidos el número de trabajadores y los costos de producción, y
minimizar los daños al -medio ambiente.

Pueden aplicarse varios sistemas de explotación, de acuerdo con las


especies de madera, dimensiones y tipo de producto (leña, postes o
trozas), clase de intervención (raleo o corta total), clase de regene-
ración (artificial, por retoño, natural), terreno (plano, con pendiente,
pantanoso), accesibilidad (caminos, cauces de agua), y medios de trans-
porte (manual, animal, motorizado).

En todos estos casos, la buena planificación y organización del trabajo


dependen de:

- la evaluación del volumen a explotar;

- la determinación de los tipos de productos que se van a producir;

- la determinación de lugares de acopio, líneas de arrastre y


direcciones de apeo;

- supervisores y trabajadores hábiles y con claras instrucciones;

- disponibilidad de las herramientas necesarias y equipo de mante-


nimiento y otro equipo;

- separación clara de áreas de trabajo para cuadrillas individuales


y diferentes operaciones (apeo y transporte).

En la ilustración se muestra un ejemplo de un mapa de explotación donde


se indica la red de caminos (1), la dirección de transporte (2), las
líneas de arrastre (3), la dirección de apeo (4) y los lugares de
acopio de trozas (5) y madera corta (6).
53
54 EL TRABAJADOR

PREVENCIÓN DE ACCIDENTES

La explotación forestal es muy peligrosa. Muchos trabajadores mueren


o sufren heridas graves durante el apeo y transporte. Las herramientas
cortantes pueden causar heridas abiertas. Muchos accidentes ocurren
cuando los trabajadores resbalan, tropiezan y caen en terreno difícil
o sobre superficies resbalosas.

La adecuada prevención de accidentes es por tanto un requisito de


cualquier tipo de explotación forestal.

Los trabajadores deben gozar de buena salud y estar en buenas condi-


ciones físicas. Deben estar bien adiestrados para su trabajo. Deben
observar estrictamente las reglas establecidas de seguridad.

Las reglas de seguridad más importantes son las siguientes:

- En el apeo, los trabajadores deben usar cascos de seguridad,


buenos zapatos con suela anti-deslizante y llevar equipo de
primeros auxilios.

- Hachas, sierras y herramientas de apoyo deben estar disponibles


en número suficiente y ser de tipo adecuado y bien mantenidas.

- La cuadrilla de apeo debe mantenerse, con respecto a otros traba-


jadores, a una distancia mínima equivalente a dos alturas de árbo-
les (1). Esta distancia puede ser aumentada a cuatro alturas de
árboles cuando la visibilidad en el bosque es reducida. Hay que
dar un grito de advertencia antes de que caiga el árbol.

- Hay que controlar con mucho cuidado la caída de los árboles, ha-
ciendo una muesca y corte de caída apropiados y dejando una bisa-
gra lo suficientemente fuerte.

- Cuando el árbol cae, el trabajador debe retroceder a un lugar


seguro y tener cuidado de las ramas que pueden caer (2).
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56 EL TRABAJADOR

PREVENCIÓN DE ACCIDENTES (continuación)

- Hay que tomar precauciones especiales para liberar, sin riesgos


de accidentes, los árboles enganchados (1).

- No hay que apear árboles durante tormentas.

- Durante el desrame, descortezado y trozado, los trabajadores


deben tener cuidado de no ser atrapados por árboles que caen,
resbalan o giran, o por partes del árbol, especialmente en
laderas.

- Cuando se usan hachas, cuchillos descortezadores, o mazos parti-


dores, otras personas deben mantenerse alejadas del área de
trabajo.

- Los accidentes son más frecuentes al final de la jornada cuando


los trabajadores están cansados. Durante este período, la explo-
tación debería concentrarse preferiblemente en los trabajos menos
peligrosos.

Las técnicas de trabajo de este manual han sido especialmente diseña-


das con el fin de reducir riesgos.
57
58 APEO DE ARBOLES

PREPARACIÓN PARA EL APEO DE ARBOLES

Hay que determinar con mucho cuidado la dirección de caída (1). Esta
dependerá del sentido de extracción, inclinación del árbol, forma de
la copa, viento, obstáculos en la dirección de caída y en el suelo,
así como también de una ruta de escape segura.

Cuando la dirección de caída (la) ha sido determinada, las herramien-


tas se colocan en sentido opuesto, por detrás del árbol (Ib). Se
limpia el área de trabajo alrededor del árbol (le). Se despejan dos
rutas de escape hacia los lados en un ángulo de 45° aproximadamente
y tan lejos como sea necesario (Id).

La base del árbol debe quedar bien despejada, usando el hacha o un


machete para evitar que la sierra pierda su filo demasiado pronto (Z).
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60 APEO DE ARBOLES

APEO DE ARBOLES CON HACHA Y SIERRA DE ARCO

Los árboles pequeños se apean con hacha, cortando desde ambos lados
(1).

Cuando se trata de árboles un poco más grandes, se usan hachas para


hacer el corte de dirección. En este caso, el corte horizontal puede
hacerse con la sierra de arco (2). El corte de caída no debe hacerse
con hacha, yaque se desperdicia demasiada madera y sería difícil man-
tener la dirección de caída elegida (3).

El apeo de árboles grandes se hace con hacha solamente en casos


excepcionales.
61

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62 APEO DE ARBOLES

APEO DE ARBOLES CON HACHA Y SIERRA TROZADORA

El apeo de árboles medianos y grandes se hace con hacha y sierra tro-


zadora. Este trabajo requiere destrezas especiales y experiencia.

Se necesita un corte de dirección (la) y un corte de caída (Ib) ade-


cuados, dejando una bisagra (2a) para guiar el árbol durante su caída
en la dirección elegida. Unos pequeños cortes laterales (le) y (2b)
evitan el astillado del árbol durante el apeo. La profundidad del
corte de dirección debe ser de 1/5 a 1/4 del diámetro; el ángulo debe
ser de alrededor de 60°. El corte de caída debe estar de 2 a 5 cm
por encima del corte de dirección. En árboles grandes, el corte de
dirección puede penetrar hasta 1/3 del diámetro, dependiendo de la
forma, y la altura del corte de caída puede estar de 10 a 20 cm más
alta.

El uso de cuñas es necesario para evitar que la sierra se atasque (3).


Si fuera necesario, el uso de cuñas permitirá forzar la caída del
árbol.
63
64 APEO DE ARBOLES

PRECAUCIONES PARA HACER EL CORTE DE DIRECCIÓN Y EL CORTE DE CAÍDA

El apeo hecho en forma correcta permite mayor seguridad, facilita las


operaciones siguientes y reduce las pérdidas de madera. Por tanto,
el apeo debe hacerse con mucho cuidado y precisión. Mirando el tocón
se puede ver fácilmente si se ha hecho un trabajo insuficiente o un
buen trabajo de apeo.

Al hacer el corte de dirección, ésta debe estar orientada exactamente


en la dirección de caída. Esto se puede comprobar parándose adelante
del corte de dirección (1). Si fuera necesario, deberá modificarse el
corte de dirección.

Debe reservarse suficiente madera de sostén para que actúe como bisa-
gra y pueda controlar el árbol de modo que no caiga en otra dirección
que la prevista (2). La profundidad adecuada del corte de caída se
indica en 2a. Si el corte penetra tan profundamente como se muestra
en 2b, el árbol está prácticamente liberado y una ráfaga de viento lo
puede empujar en cualquier dirección.

Si los árboles tienen aletas, es necesario eliminarlas antes de hacer


el corte de dirección y el corte de caída, para hacer estos cortes con
mayor precisión y facilidad (3). Las aletas también se eliminan para
facilitar el transporte y la manipulación de la troza. Para asegurar
la ubicación correcta de los cortes, se los puede marcar con hacha.
65

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66 APEO DE ARBOLES

APEO DE ARBOLES INCLINADOS HACIA LA DIRECCIÓN DE CAÍDA

Los árboles inclinados hacia la dirección de caída (1) tienen que ser
apeados con cuidado especial para evitar peligros a los trabajadores,
daño a la sierra y desperdicio de madera.

En tales casos, el corte de dirección (2) debe penetrar más profunda-


mente en el árbol. Este puede exigir que el corte de dirección se
haga en dos fases (3) y (4). Cuando la sierra empieza a atascarse,
el trabajo se continúa con el hacha.

El corte de caída (5) se hace desde ambos lados y solamente la madera


sobrante (6) se corta en forma paralela a la bisagra.
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68 APEO DE ARBOLES

APEO DE ARBOLES INCLINADOS HACIA UN LADO

Un árbol se puede apear también en un ángulo de aproximadamente 30


desde el sentido.de la inclinación. En este caso, el corte de direc-
ción (a) debe estar orientado hacia la dirección de caída (b). La
bisagra (c) debe ser menor en el lado de la inclinación (d) y mayor
en el lado hacia la cual se quiere apear el árbol. Se introduce
además una cuña (e) en el lado de la inclinación para dirigir mejor
la caída del árbol.

El apeo de árboles grandes en contra de la inclinación se justifica


sólo en casos excepcionales (por ejemplo, para evitar daños a la rege-
neración forestal o cerca de edificios) y requiere destreza, técnicas
y equipos especiales (por ejemplo, cabrestantes o tornos).
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70 APEO DE ARBOLES

APEO DE ARBOLES EN BOSQUES TROPICALES DENSOS

El apeo en bosques tropicales densos es particularmente peligroso.


El sotobosque denso hace que sea difícil alejarse del árbol durante su
caída. Ramas muertas pueden estar escondidas en la copa, que muchas
veces no es visible. Por la misma razón, puede ser difícil observar
la inclinación del árbol.

Los árboles pueden estar sobremaduros y, por tanto, presentar centros


huecos o podridos.

Los árboles, muchas veces, están conectados mediante plantas trepa-


doras. Cuando el árbol cae, muchas veces arrastra otros árboles (1).
Las ramas del árbol que cae o de árboles vecinos (2, 3) se rompen y
pueden caer hacia atrás (4). Las plantas trepadoras se rompen y
también pueden golpear hacia atrás (5).

El riesgo de accidentes durante el apeo de árboles en bosques tropi-


cales densos disminuye de modo considerable si se despejan bien el
área alrededor de la base del árbol y la ruta de escape.

Deben despejarse dos senderos hasta una distancia de 20-30 m, más


allá del alcance de la copa y en el lado opuesto a la dirección de
caída. El ángulo con la línea opuesta de la dirección de caída debe
ser de aproximadamente 45°.

Las plantas trepadoras adheridas al árbol también deben eliminarse


antes de iniciar el corte.

Muchas veces será necesario limpiar la base del árbol para remover
la corteza y los desechos depositados por las termitas.

El apeo de árboles en bosques tropicales naturales se hace aún con


sierras manuales; sin embargo, en operaciones comerciales extensas,
las motosierras son más utilizadas.
71
72 APEO DE ARBOLES

APEO DE ARBOLES CON ALETAS

Las aletas son comunes en árboles tropicales. Se presentan en muchas


especies una vez que el árbol alcanza gran dimensión.

Los árboles grandes con aletas alcanzan la forma cilindrica entre los
3 a 5 m sobre el nivel del suelo (1). La sección transversal es más
grande e irregular en la base del árbol (2), (3).

Los árboles con grandes aletas pueden apearse a una altura conve-
niente de trabajo y los trabajadores pueden permanecer parados direc-
tamente sobre el nivel del suelo.

Si el apeo desde el nivel del suelo no es posible, hay que construir


una plataforma (4), especialmente en terrenos con pendiente. Los
trabajadores con experiencia pueden hacer esto bastante rápidamente
con los materiales disponibles en los alrededores. La plataforma
debe permitir una posición de trabajo que sea suficientemente confor-
table y segura.

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74 APEO DE ARBOLES

APEO DE ARBOLES CON ALETAS (continuación)

Si el apeo se hace a través de las aletas, el árbol generalmente se


apea en la dirección de su inclinación.

El corte de dirección se hace hasta una profundidad aproximada de un


tercio del diámetro del árbol (la). Primero-, se hace el corte hori-
zontal y después el oblicuo. El corte de caída se hace a 20 cm o
más sobre el corte horizontal del corte de caída. El corte se inicia
en las aletas laterales (Ib) y se finaliza en la aleta posterior (le).
Puede ser necesario introducir cuñas en las aletas laterales para
estabilizar el árbol y en la aleta posterior para empujar el árbol
en la dirección de caída (Id).

Esta técnica debe ser adaptada a la forma particular del árbol. Es


posible, por ejemplo, que el corte de dirección deba hacerse en dos
aletas (2a). Si hay dos aletas en el lado opuesto del corte de caída,
que deban cortarse una después de la otra, primero se corta la más
pequeña (2b) y después la más grande (2c). Para facilitar el apeo,
es también aconsejable introducir cuñas (2d).
75
76 APEO DE ARBOLES

DESPERDICIO DE MADERA POR MALAS TÉCNICAS DE TRABAJO EN EL APEO

Los tocones altos son signo de un trabajo mal hecho y de poca super-
visión. Algunas veces, son el resultado de colocar marcas de apeo,
que deben permanecer sobre el tocón para el control, demasiado altas.
Otras veces, los operadores prefieren hacer el corte a 1 m sobre el
suelo (la). Excepto casos especiales (árboles huecos o con grandes
aletas), el tocón debe ser lo más bajo posible (Ib). Esto evita las
pérdidas de madera y contribuye a que el arrastre posterior sea más
fácil.

Cuando el nivel de salario es bajo y el precio de la madera elevado,


el valor de la madera dejada en un tocón (le) puede corresponder al
salario semanal del trabajador o a un valor mayor.

A continuación se indican las pérdidas de volumen:

Altura recuperable Diámetro (cm)


del tocón (cm) 40 60 80
20 0,025 0,057 0,100
40 0,050 0,113 0,200
60 0,075 0,171 0,300

También se pueden producir pérdidas considerables de madera en el


apeo, si el árbol se corta sin corte de dirección o si éste es
insuficiente (2).. Si el corte de dirección está a la misma altura o
más arriba del corte de caída, se corre el riesgo de arrancar astillas
de madera de la base, reduciendo el valor de la troza.

Si el corte de dirección es demasiado pequeño (3a), esto puede ser


muy peligroso ya qué la caída del árbol no se podría guiar en forma
apropiada. El árbol podría rajarse y se produciría una considerable
pérdida en la parte de la base, de mayor valor.
77

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78 APEO DE ARBOLES

DESPERDICIO DE MADERA POR MALAS TÉCNICAS DE TRABAJO EN EL APEO


(continuación)

Una considerable cantidad de madera valiosa se pierde cuando se apean


árboles grandes sobre obstáculos en el terreno, tales como depresiones
(1), lomas (2), trozas o rocas (3). La mayoría de las especies se
rompen si se golpean contra estos obstáculos. Aun cuando la parte
rota pueda ser pequeña, la pérdida por la eliminación de la parte
quebrada puede ser considerable.

El operador experimentado buscará cuidadosamente los obstáculos, y


cuando fija la dirección de caída los tratará de evitar. Esto será
posible en muchos casos. Debe recordarse que aun los árboles con
una fuerte inclinación pueden ser apeados en un ángulo de hasta 30°
hacia ambos lados de la inclinación.

Los esfuerzos para evitar obstáculos no sólo reducen pérdidas sino


que también facilitan el trabajo, evitando el trozado innecesario.

En el caso de especies valiosas de maderas duras, la rotura de un


árbol puede causar pérdidas considerables.
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80 LIBERAR ARBOLES ENGANCHADOS

LIBERAR ARBOLES ENGANCHADOS CON HERRAMIENTAS SENCILLAS

Cuando se ralean plantaciones, los árboles apeados muchas veces quedan


detenidos por otros árboles. Se dice entonces que el árbol está col-
gado o enganchado.

Los trabajadores experimentados tratarán de evitar esto, dirigiendo


el árbol hacia espacios abiertos. Un corte de dirección adecuado, una
buena bisagra y el uso de cuñas ayudarán a evitar que esto suceda,
pero no siempre se puede evitar.

TENGA CUIDADO - liberar árboles enganchados puede ser muy peligroso.


Piense primero, antes de decidir cómo liberar el árbol.

No camine ni trabaje debajo de un árbol enganchado.

No trate de apear el árbol que sostiene el árbol enganchado.

No apee otro árbol sobre aquél enganchado.

No se suba al árbol enganchado para liberar la copa.

Técnicas recomendadas para árboles pequeños

- Coloque material adecuado (pértigas, madera partida) en el suelo


para permitir que el árbol se pueda deslizar hacia atrás (la),
(2a), (3a).

- Corte la madera que todavía permanece adherida al tocón, prefe-


riblemente con un hacha (1). Si se usa una sierra, puede quedar
atascada fácilmente.

- Use un gancho con argolla para hacer rodar el árbol hacia un


lado (2).

- Use una pértiga para empujar la base del árbol hacia atrás (3).

- Use un cabrestante manual para tirar el árbol hacia atrás (4).


Una polea puede aumentar el tiro o permitir que el cabrestante
se pueda colocar en un lugar seguro.
81
82 LIBERAR ARBOLES ENGANCHADOS

LIBERAR ARBOLES ENGANCHADOS CON EQUIPO ESPECIAL Y MAQUINAS

Si los árboles se enganchan o quedan colgados frecuentemente, los


arcos con ruedas pueden ser una buena ayuda para levantar el árbol del
tocón y descolgarlo (1). El arco con ruedas puede emplearse además
para llevar el árbol hasta la línea de arrastre. Los arcos con ruedas
constituyen un excelente medio para facilitar este trabajo pesado y
peligroso. Su uso está restringido a árboles de volumen hasta de
0,5 metros cúbicos aproximadamente. Los arcos con ruedas pueden
fabricarse en talleres locales.

CUIDADO - en terrenos con pendiente, el árbol puede empujar repentina-


mente el arco con ruedas hacia adelante cuando se levanta del tocón.
En estos casos, es aconsejable desmontar primero la base del árbol
y apoyarlo sobre el terreno antes de usar el arco con ruedas. Para
frenar, se levanta el mango del arco.

Los árboles pesados que no pueden desengancharse mediante trabajo


manual deben ser bajados mediante animales de tiro o un tractor de
arrastre (2). Los animales o.el tractor deben ubicarse a una dis-
tancia prudente del árbol enganchado, antes de tirar o usar el
cabrestante del tractor.
83

O
84 DESRAME Y DESCORTEZADO

DESRAME

El desrame puede ser un trabajo lento, sobre todo en el caso de coni-


feras. Se suele utilizar el hacha, pero para árboles pequeños con
ramas delgadas se puede usar también un machete.

El desrame es un trabajo peligroso y puede causar accidentes serios,


especialmente si un hachazo fuerte golpea la pierna después de errar
la rama. Esto puede ocurrirle a trabajadores jóvenes, sin experiencia.

Por tanto, es esencial que el desrame no se efectúe nunca en dirección


a las piernas; el trabajador deberá pararse tan lejos como sea posible
en el lado del árbol opuesto a la rama que se corta (1), y dirigir
siempre el hachazo en dirección contraria al cuerpo.

En general, el desrame se realiza avanzando hacia la punta del árbol.


Si las ramas son gruesas y están bajo tensión, es preferible cortarlas
primero a cierta distancia de su base y después cortar la parte rema-
nente a ras del tronco.

Si los árboles tienen muchas ramas, hay que tomar la precaución de


retirar las ramas cortadas del árbol y mantener limpio el sitio de
trabajo.

Después de desramar la parte superior, se necesita un gancho volteador


(2) para hacer girar los árboles o las trozas (2a).
85

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86 DESRAME Y DESCORTEZADO

DESCORTEZADO

El descortezado de madera puede ser necesario por varias razones, tales


como control de insectos, secado más rápido, reducción de peso para el
transporte o sencillamente por la demanda de madera sin corteza, como
por ejemplo madera para pulpa, o la demanda de la corteza para producir
tanino.

En las grandes industrias que requieren madera sin corteza, normal-


mente hay descortezadoras mecánicas instaladas en la planta.

Si el descortezado es manual, se puede usar una variedad de herramientas.


Dado que el descortezado requiere tiempo y esfuerzo, las herramientas
deben ser adecuadas para el trabajo y su uso debe ser eficiente.

El descortezado de trozas pequeñas y medianas se hace generalmente con


un cuchillo descortezador, de los cuales existen diferentes modelos.
Para corteza más dura se emplea un cuchillo descortezador de mango más
corto (la), y para corteza blanda se emplea un cuchillo descortezador
con mango más largo, a fin de permitir pasadas más largas durante el
trabajo (Ib).

El hacha se puede usar para descotezar árboles o sus partes básales,


si la corteza es demasiado gruesa y dura para el cuchillo
descortezador.

Puede ser necesario descotezar trozas grandes de árboles de hoja ancha


de bosques tropicales, que tienen corteza gruesa y resistente. En
estos casos, se debe usar un descortezador tipo escoplo, que permite
soltar la corteza mediante golpes si fuera necesario, y quitar la
corteza con el extremo (2).

Para quitar la corteza delgada de árboles más pequeños, tales como


eucaliptos, se emplea algunas veces el machete. Son menos eficaces
y menos convenientes que los cuchillos descortezadores, y por tanto
solamente deben utilizarse para trabajos eventuales y de pequeña
escala.

Para el descortezado, del mismo modo que para el desrame, puede nece-
sitarse un gancho volteador para girar las trozas.
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88 TROZADO

REGLAS BÁSICAS PARA TROZADO

Si el árbol no va a ser extraído hasta un patio para su trozado, esta


operación debería ser hecha en el bosque por la misma cuadrilla que
hace el apeo y el desrame, a fin de evitar demoras y tiempos adicio-
nales para llegar hasta el árbol. Sin embargo, esta faena requiere
la presencia de supervisores calificados o trabajadores que tienen
conocimientos básicos de clasificación de madera, a no ser qué sólo
se trate de producir leña.

Hay que tener mucho cuidado para evitar pérdidas durante el trozado
de árboles valiosos. Deben ser observados y clasificados detenida-
mente antes del trozado. Deben existir instrucciones precisas para la
clasificación de las diferentes trozas. El hecho de trozar simplemente
el árbol desde la base, en trozas de longitud uniforme, puede resultar
en pérdidas durante la utilización.

Un árbol puede cortarse según diferentes variantes: por ejemplo,


trozas de mayor calidad para el aserradero (la), trozas de menor cali-
dad para una planta de tableros de astillas (Ib), y leña (le). Una
clasificación bien hecha puede aumentar significativamente los retor-
nos económicos de la operación.

En muchos aserraderos, es común que las trozas aserrables vayan


directamente del bosque al aserradero, sin trozado adicional. En
estos casos, deben evaluarse la forma y calidad del árbol para permi-
tir un rendimiento razonable en el aserradero. Los árboles con mucho
ahusamiento deben trozarse en secciones más cortas que los árboles
rectos con poco ahusamiento (2). Sin embargo, las longitudes mínimas
y máximas de trozas y tamaños dependerán de las facilidades de
transporte.

Los árboles con torceduras deben trozarse normalmente en las curvaturas


y no entre las curvaturas (3).
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90 TROZADO

HERRAMIENTAS PARA TROZADO

Al trozar árboles pequeños, por ejemplo, para leña, debe usarse un


soporte portátil (1). Esto facilita el trabajo y evita el contacto
del filo de la herramienta con el suelo. Este tipo de soporte se
puede hacer en el mismo lugar de trabajo y se puede trasladar en el
bosque (ver página 92).

Las sierras de arco son útiles para trozar diámetros de hasta 20 cm


(2).

Para diámetros mayores de 20 cm, la sierra de arco debe ser reempla-


zada por la sierra trozadora (3).

Se necesitan cuñas para evitar que se atasque la sierra (4).

Además, se necesita equipo para hacer las mediciones correctas, tales


como varas para medir, cintas métricas o forcípulas.
91

20 cm

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92 TROZADO

SOPORTES Y CABALLETES

Se los fabrica localmente y sirven de ayuda para trabajos tales como


el descortezado y trozado en el bosque, junto al camino, y en el patio
o depósito de maderas. En muchos casos, el trabajo resulta más fácil
y más rápido si se utilizan soportes y caballetes. Además, las herra-
mientas conservan su filo durante más tiempo si el corte no se efectúa
cerca del suelo.

Una rama ahorquillada es el medio más fácil de sostener un poste, si


se la apoya contra ún árbol en el bosque (1).

Los caballetes en cola de paloma están formados por una pértiga de


madera y dos patas. Pueden fabricarse fácilmente en el bosque sin
más herramientas que un hacha y una sierra de arco. Hay que emplear
madera seca y liviana. En uno de los extremos de la pértiga se hacen
dos cortes en forma de cola de paloma (2). Se escuadra por tres lados
el extremo superior de las patas (3) y se las introduce en los cortes.

El caballete bajo en cola de paloma (4) consiste en una pértiga de


200 cm de longitud y 12 cm de espesor (4a). Los cortes en cola de
paloma, de 25 mm de profundidad, se practican aproximadamente a 20 y
40 cm del extremo de la pértiga, las patas tienen 70 y 80 cm de longi-
tud y aproximadamente 7,5 cm de espesor. Se insertan por debajo en los
cortes. La distancia entre las puntas de las patas debe ser de
aproximadamente 65 cm. La pata más larga debe ser introducida en el
corte de tal manera que sobresalga 10 cm de la pértiga. Esta pata
sobresaliente y dos entalladuras que se hacen en la parte inferior de
la pértiga proporcionan tres puntos de apoyo para los postes que pueden
colocarse sobre el caballete mediante el empleo de herramientas como
el volteador de trozas o el pico de trozas.
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3 0 c m \ K \ l \80-IOOcm

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65 cm
94 TROZADO

TROZADO DE ARBOLES BAJO TENSIÓN

El trozado de árboles bajo tensión puede provocar pérdida de madera y


el atascamiento de la sierra. Esto debe evitarse mediante técnicas
especiales.

La tensión puede disminuirse, algunas veces, colocando apoyos bajo


el árbol (la). Si esto no fuera posible, por ejemplo, un árbol cuya
parte superior está bajo tensión y la parte inferior es accesible,
entonces el trozado debe comenzar por debajo (Ib) y cuando la sierra
comienza a atascarse se continúa por encima (le).

Si la parte inferior del árbol está bajo tensión, hay que hacer un
esfuerzo para colocar un apoyo bajo el árbol (2a). En este caso se
inicia el trozado en la parte superior y cuando la sierra empieza a
atascarse (2b) se continúa por debajo (2c), salvo que el uso de cuñas
sea suficiente.

En árboles tumbados por el viento, el trozado bajo tensión es muy


común. Tal como se muestra en las páginas 98 y 99, se puede usar una
cuerda o un cable tensionado para evitar rajaduras. En casos especia-
les, este equipo también puede ser útil en otras operaciones de
explotación.
95
96 TROZADO

DESPERDICIO DE MADERA EN EL TROZADO

Hay que evitar el trozado con hacha (la). En madera de grandes dimen-
siones, pueden producirse pérdidas de 30 por ciento del volumen total,
si la madera se corta en longitudes de 1 m o menos. El corte de la
sierra sólo desperdicia una mínima parte de madera y requiere menor
esfuerzo que el trabajo con hacha (Ib). Además, un corte limpio con
sierra permite una medición y un apilado más preciso y una carga más
compacta para el transporte.

Si el trozado no se hace en un ángulo de 90° (2a) normalmente se


pierde madera durante la conversión, ya que las trozas pueden necesitar
un trozado correctivo.

El trozado en el lado bajo tensión puede rajar la troza. Esto puede


ser una ventaja en circunstancias especiales, cuando la troza tiene
que rajarse de todas maneras, para leña o madera para pulpa. Sin
embargo, nunca hay que reducir trozas de buen valor a leña, por causa
de trozado descuidado (3a, 3b).
97

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98 TROZADO DE ARBOLES TUMBADOS POR EL VIENTO

Los árboles tumbados por el viento son peligrosos para trozar. La


madera normalmente está bajo alta tensión. El lugar de trabajo es
algunas veces estrecho y es difícil llegar hasta el árbol. Los toco-
nes se pueden caer hacia adelante o atrás una vez que se cortan del
tronco, por tanto, el trabajador debe estar bien adiestrado y tener
experiencia para evitar accidentes y para reducir las pérdidas de
madera.

Las motosierras tienen ventajas terminantes sobre las sierras manuales


para cortar árboles tumbados por el viento ya que se pueden operar en
espacios más reducidos y, en comparación con la sierra trozadora,
solamente un hombre está expuesto al peligro. Permiten el empleo de
técnicas especiales para trozar madera bajo tensión sin que se raje.
Además, en grandes extensiones de bosques tumbados por el viento donde
existe el peligro de deterioro de la madera por insectos y hongos, las
motosierras permiten acelerar las operaciones.

En los rodales tumbados por el viento, el frente de trabajo se inicia


en el lado del bosque por donde entró el viento. Cuando se trabaja
con herramientas manuales, el trabajo se inicia desde la punta del
árbol, desramando y trozando para liberar tensión.

Cuando se corta el árbol del tocón, hay que tener especial cuidado
si existe el peligro de que el tocón se vuelque. Para evitar que el
tocón caiga hacia los trabajadores, se pueden usar diferentes tipos
de apoyos, como por ejemplo, un pedazo de madera o una piedra (la),
una pértiga (Ib) o un cable (le).

Después de cortar el árbol, el tocón puede caer hacia atrás. Los


trabajadores deben cuidar que nadie esté detrás del tocón mientras
se efectúa el corte.

En terrenos blandos, la base del árbol puede estar presionada sobre


el suelo. En este caso, es necesario cavar una zanja para no perder
el valor que tiene la base (2a).

El trozado de árboles bajo tensión en bosques tumbados por el viento


puede provocar fácilmente pérdidas de madera por rajadura (2b). Este
riesgo puede disminuirse mediante el uso de cuerdas o cadenas
tensionadas (3).

El trabajo en bosques tumbados por el viento es más fácil, si la


madera se extrae después del trozado hasta patios de acopio de fácil
acceso.
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100 PARTIR MADERA

Para facilitar la manipulación y el transporte de pedazos cortos de


madera y para reducir el tiempo de secado, es preferible partir la
madera que excede de 20 cm, después del trozado. Por falta de herra-
mientas para partir, muchas veces no se usan trozos grandes de madera,
cuyo tamaño no es apto para leña.

Además, puede ser necesario partir madera para usarla en postes de


cerco.

Para partir madera se necesitan mazos y cuñas de buena calidad. El


mazo debe tener un peso de unos 2,5 kg y un mango recto, de aproxima-
damente 90 cm con un perilla (1). No deben usarse cuñas con cabeza
de hongo (2). La cuña más segura consta de un casquillo de metal con
una cabeza de madera y un anillo de metal (3).

Debido a que la madera se parte de diversas maneras según la especie,


la técnica debe adaptarse a cada caso. La madera que se parte con
facilidad requiere solamente algunos golpes con el filo del mazo, en
el extremo del rollizo. Si la madera no se parte fácilmente, se
introduce una cuña cerca del extremo del rollizo y cuñas adicionales,
a medida que se comienza a rajar el rollizo (3).
101
102 MANIPULACIÓN DE MADERA Y TRANSPORTE

MANIPULACIÓN DE ROLLIZOS Y TROZAS

El carguío y apilado de rollizos y el movimiento de trozas es más


fácil si se usan herramientas sencillas de apoyo.

A falta de tales herramientas, el trabajador tiene que inclinarse y


recoger la madera desde el suelo, que puede estar barroso (la).

Un bichero con gancho es muy útil para recoger y manipular pedazos


pequeños de madera (Ib).

Existen diversos tipos de herramientas para manipular, tales como


ganchos metálicos (2), bicheros con gancho que tienen un mango corto
que se adapta a la mano del trabajador (3) y tenazas pequeñas (4).
Esta última herramienta es particularmente útil, pero las primeras se
pueden fabricar localmente con más facilidad.

El pico de trozas se usa para levantar y para trasladar trozas en


distancias cortas (5). Un modelo para trozas más pesadas tiene un
mango de 190 cm de longitud y un gancho con una longitud de 42 cm.
Un modelo más liviano tiene un mango de 110 cm de longitud y un gan-
cho de 28 cm de longitud.

El pico de trozas se emplea en especial para arrastrar (6) y para


girar trozas (7). En países alpinos, se usan extensivamente para la
extracción de trozas por gravedad y todavía son indispensables para
manipular trozas en faenas de corte y transporte.
103
104 MANIPULACIÓN DE MADERA Y TRANSPORTE

TRANSPORTE MANUAL DE MADERA DE PEQUEÑA DIMENSIÓN

Hay que evitar en lo posible el acarreo manual de madera. Es un tra-


bajo pesado y poco eficiente, que solamente es recomendable en distan-
cias cortas, de unos pocos metros (1).

Las trozas pequeñas pueden arrastrarse más fácilmente con tenazas


hasta el lugar de apilado o carga (2). La tenaza se debe fijar cerca
del extremo de la troza para lograr un efecto de levante, lo que faci-
lita el arrastre.

Si el terreno y el suelo lo permiten, la carretilla es un excelente


medio para reunir cargas de pequeños pedazos de madera en el trans-
porte de distancias cortas, por ejemplo, para llevar madera hasta el
sitio de un horno de carbonización (3).
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106 MANIPULACIÓN DE MADERA Y TRANSPORTE

USO DE ARCOS CON RUEDAS

El arco con ruedas (1) se usa para el transporte de trozas pequeñas en


distancias cortas, especialmente en cuesta abajo sobre pendientes mode-
radas. La carga puede ser de trozas individuales o atados con un peso
de hasta 200 kg. En terrenos planos las cargas se fijan en el centro
de gravedad. Si aumenta la pendiente, se traslada la carga hacia
atrás para que actúe como freno. Los arcos se pueden fabricar con
dos ruedas (la) o con cuatro ruedas fijadas a ejes oscilantes (Ib).
El último tipo es más complejo pero permite llevar cargas más grandes
en terrenos más quebrados.

También se pueden usar dos arcos con ruedas para llevar cargas más
grandes (2). En este caso se maniobra la carga por medio de un mango
anterior y uno posterior. En pendientes, la parte trasera de la troza
debe colgar cerca del suelo para facilitar un frenado rápido cuando
sea necesario.

En terrenos con pendiente se pueden usar dos arcos con ruedas en com-
binación (3). Se los puede unir mediante un cable guiado por dos
poleas fijadas en árboles vecinos (3a). El arco con ruedas cargado
(3b) al bajar va a ayudar a subir el arco con ruedas descargado (3c)
junto con el trabajador que lo guía con el mango.
107
108 MANIPULACIÓN DE MADERA Y TRANSPORTE

DESLIZAR MADERA CUESTA ABAJO

Las canaletas se usan para deslizar trozas o rollizos cortos de madera


cuesta abajo en gradientes de 25 por ciento o más (1).

Existen canaletas de plástico en el comercio, de 5 m de longitud y con


un diámetro de 35-50 cm. Con un diámetro de 40 cm pueden soportar
trozas de hasta 5 m de longitud y rollizos cortos hasta un diámetro de
30 cm.

Las canaletas se pueden usar en distancias de hasta 150 m. En condi-


ciones favorables, en esta distancia pueden transportarse 2 nv* apila-
dos por hora.

Las canaletas comerciales se pueden ensamblar fácilmente, debido a los


diversos sistemas de unión. Las canaletas se pueden hacer localmente
de tubos de plástico cortados en forma longitudinal o con otros mate-
riales, como por ejemplo, tablas de madera, aunque éstos son más pesa-
dos y difíciles de manipular.

En áreas de corte total con pendientes moderadas, las trozas se pueden


rodar cuesta abajo hasta orilla de camino, sobre árboles que han sido
apeados cuesta arriba (2). Posteriormente se pueden trozar en dimen-
siones más cortas al pie de la pendiente, si fuera necesario. Esta
técnica, si se usa de modo correcto, puede permitir el ahorro de con-
siderables gastos'de extracción.
109

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110 APILADO Y ALMACENAMIENTO DE MADERA

El apilado bien hecho de la madera en la orilla del camino previo al


transporte acelera el secado, reduce el peso y da protección contra
el deterioro. El apilado se debería hacer en el lado más alto del
camino, si esto facilita el carguío (1).

Las trozas y postes deben colocarse sobre apoyos (la) y ser fácilmente
accesibles para el carguío.

La madera corta generalmente se amontona en pilas que también requieren


apoyos (2a). Las pilas deben estar bien sujetas por una o dos estacas
(2b).

La madera pequeña, usada para leña, puede atarse antes del apilado
para que sea más fácil de manipular y comercializar (3)
111
112 ASERRÍO EN FOSA

El aserrío en fosa es aún muy utilizado en áreas rurales de países en


desarrollo. Se usa para cortar tablas y tablones en el sitio de apeo,
sin necesidad de transportar las trozas. La madera aserrada se emplea
principalmente en la localidad, como material de construcción, pero
algunas veces llega hasta mercados lejanos. El aserrío en fosa da
empleo a muchos miles de trabajadores.

Las fosas se cavan y las trozas se ruedan fácilmente sobre la fosa


para ser aserradas. Sin embargo, es más conveniente hacer una tarima
sobre la cual se coloca la troza (1). El corte de la sierra se marca
con un cordel impregnado en polvo de carbón humedecido. En el extremo
del corte se fija una plomada para guiar al trabajador que está parado
sobre el suelo. Este trabajador debe llevar un sombrero con ala ancha
como protección contra el aserrín. La sierra solamente corta hacia
abajo, pero el trabajador parado sobre la troza desarrolla el trabajo
más pesado ya que debe levantar la sierra hasta la altura del hombro.
Por tanto, ambos trabajadores tienen que cambiar de puestos con regu-
laridad.

La sierra de fosa es de forma ahusada (2). Según el tamaño de la tro-


za, las sierras de fosa pueden variar en longitud de 150 a 300 cm.
Se usan diferentes tipos de mangos. A modo de ejemplo, se presenta
un mango inferior (3a) y un mango superior (3b), los cuales deben ser
desmontables fácilmente.

En la ilustración 4 se muestran la forma y el tamaño de los dientes.


La altura de los dientes es de 15 a 20 mm, la distancia entre los
dientes es de 20 a 25 mm, el ángulo anterior varía de 100 a 105° y el
ángulo posterior de 20 a 25°.

El mantenimiento comprende las siguientes operaciones:

- igualado (del mismo modo que para las sierras trozadoras);

- profundización de gargantas (con lima plana de cantos redondeados);

- afilado de dientes (con lima plana en un ángulo de 90° con res-


pecto a la sierra);

- triscado de la sierra (del mismo modo que para sierras de dientes


triangulares, triscado 0,8 mm);

- biselado (a la punta del diente se le da un pequeño bisel de


aproximadamente 5°).

Las medidas dadas deben adaptarse al tamaño de la troza y a la dureza


de la madera.
113

100 -105
15-20 mm
114 FORMACIÓN EN EXPLOTACIÓN FORESTAL

La explotación forestal, ya sea con herramientas manuales o con máqui-


nas, puede ser un trabajo pesado y peligroso. Si es ejecutada por
trabajadores sin destreza, con herramientas inapropiadas y sin técni-
cas adecuadas, el resultado es un esfuerzo excesivo, muchos accidentes,
baja productividad y también desperdicio de madera. Por esta razón,
la formación es indispensable no solamente para trabajadores foresta-
les profesionales sino también para cortadores de madera ocasionales,
tales como habitantes rurales que cortan madera para leña o postes
para construcción.

Por cierto, tal formación debe adaptarse a las condiciones especiales


de la explotación forestal. Debe ser llevada a cabo en el lugar de
trabajo, tanto como sea posible, de manera práctica y durante cortos
periodos con visitas de seguimiento. Siempre debe ser ejecutada con
herramientas y equipos disponibles localmente. Para que la formación
sea provechosa, es necesario que durante.el período de adiestramiento
no se utilicen herramientas que no puedan adquirirse luego localmente
o que son demasiado caras para los aldeanos. En estas condiciones,
es importante que el instructor asegure que las herramientas y los
mangos hechos por los artesanos rurales o vendidos por las ferreterías
sean satisfactorios en relación con sus especificaciones.

Tradicionalmente, las destrezas se transmiten de una generación a la


próxima. En lugares donde el hacha es la única herramienta para la
explotación forestal, esta transmisión de destreza normalmente produce
trabajadores que son bastante hábiles con ese instrumento. Sin embar-
go, el uso de sierras, herramientas de mantenimiento y herramientas de
apoyo requiere conocimiento adicional y destreza, para lo cual se ne-
cesita formación.

La formación de trabajadores forestales profesionales puede durar va-


rias semanas, a fin de alcanzar niveles aceptables de productividad
con nuevas herramientas y técnicas de trabajo. Para un cortador de
madera ocasional, se requeriría como mínimo una demostración de uno o
dos días, pero sería preferible un período de una semana con inclusión
de demostraciones y práctica durante el trabajo. Este tipo de forma-
ción debe centrarse en la adquisición de hábitos de trabajo sin ries-
gos de accidentes, reducción de esfuerzo físico y uso óptimo de la
madera, más que en lograr elevados niveles de productividad.

Al alumno se lo debe proveer de información, demostraciones y prácti-


cas en cuanto a herramientas y mantenimiento de herramientas, reglas
de seguridad, apeo dirigido, desrame, trozado, partir, apilar y trans-
porte, tal como lo necesita para su trabajo. Para el mantenimiento
•de herramientas, especialmente sierras y mangos de madera, puede ser
necesario formar personas seleccionadas que se encargan de estos
aspectos para un grupo de trabajadores.
115

La formación será aceptada de buena gana si el participante advierte


sus beneficios concretos. Luego, será necesario efectuar visitas de
seguimiento para mejorar y corregir aún más el trabajo.

El instructor desempeña un papel crucial en la formación. Solamente


será aceptado si es hábil y si se puede comunicar en el idioma local.
Los instructores deberían tener mucha experiencia en explotación fo-
restal y deben ser formados en cursos especiales para instructores
durante muchos meses.

La formación de instructores para la explotación forestal está inclui-


da en las actividades de cooperación técnica de la OIT. Una mayor
información sobre esta materia puede solicitarse a:

Especialista forestal y de industrias forestales,


Oficina Internacional del Trabajo,
CH-1211 Ginebra 22,
Suiza.

En esta misma dirección, se recibirá con interés cualquier comentario


que los lectores deseen formular sobre los contenidos de este manual
de formación, así como sus sugerencias para mejorarlo.

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