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150, 100, 50

Hace 150 años se publicaba el primer tomo de la obra monumental de


Carlos Marx, El Capital, hace 100 años se producía el triunfo de la
revolución bolchevique que daba fin con la Rusia zarista y hace 50 años
moría en Ñancahuazu el guerrillero argentino – cubano Ernesto “Ché“
Guevara. Tres acontecimientos que marcaron a mi generación a fuego,
las dos primeras como historia estudiada y la tercera como historia
vivida.

El marxismo y sus innumerables derivaciones políticas, académicas y


culturales, fue para la generación de la que soy parte, nuestra religión
y nuestra causa hasta la caída del muro de Berlín. Probablemente
algunos abandonaron el credo unos años antes y otros siguieron
persistentes otros años después, pero nuestra juventud estuvo
consagrada a difundir las “verdades“ de la lucha de clases, la dialéctica,
el socialismo, la economía política, etcétera. Muchos inclusive pasamos
de la teoría a la práctica y, por distintas vías, militamos, luchamos y
tratamos de hacer realidad esos “ideales“.

Por entonces la crítica y la disidencia eran consideradas


contrarrevolucionarias. No existía mucho margen para ejercer la
libertad de opinión, porque suponíamos que estábamos “en guerra“
contra el imperialismo y sus “lacayos“ internos. Las elecciones, la
democracia, el estado de derecho, el debido proceso, las libertades
ciudadanas eran para nosotros “la dictadura de la burguesía“ y
creíamos que los crímenes atroces de Stalin, Mao, Pol Pot, Castro, etc.,
que se filtraban a nuestro conocimiento, eran propaganda de los
yanquis y los colonialistas.

Fue muy duro cuándo comprendimos y aceptamos la verdad y nos


dimos cuenta que, en el peor de los casos, fuimos cómplices
intelectuales de barbaridades y, en el mejor, tontos útiles e ingenuos.
Muchos abandonaron la política y se alejaron, decepcionados, del
compromiso social. Unos cuántos, por diversas razones, continuamos
en la actividad política, aunque no necesariamente desde la militancia
activa.

Entonces recién pudimos hacer una lectura crítica de El Capital,


descubrimos los Grundisse (borradores de las reflexiones del autor
cuando escribía su obra) y nos dimos cuenta que Marx también
dudaba, reflexionaba y se autocriticaba con fiereza. Situamos la obra
en su verdadera dimensión, como una de las más importantes de la
historia de la economía, pero lejos de ser la “Biblia“ que creíamos.
Tuvimos acceso a la otra cara de la revolución rusa, esa faceta atroz
de millones de víctimas, tan parecida al fascismo y al nazismo que
execrábamos. Conocimos el costo horroroso para el pueblo soviético
de la carrera espacial y armamentista y nos llenamos de vergüenza por
haber apoyado y admirado esa locura.

Y ahora podemos, por fin, ver con distancia y ecuanimidad la gesta del
“Ché“ en nuestro país. Podemos decir con claridad que se trató de una
invasión, que los guerrilleros tenían una visión no sólo vanguardista,
sino paternalista de la revolución. Hoy sabemos el ser contradictorio y
difícil que era el “Ché“, su pasado implacable y cuestionable en la
revolución cubana. No, el “Ché“ no había sido, como creímos durante
tantos años, ni Bolívar, ni Cristo, ni el héroe quijotesco que nos
dibujaron.

En fin, 150, 100, 50 … tres eventos que nos hicieron, en buena parte,
lo que somos, o lo que fuimos durante mucho tiempo. Pero tuvimos la
suerte de sobrevivir para cuestionarlos y ubicarlos donde deben estar.
En buena medida esa crítica y revisión nos permitió redescubrir los
valores de la libertad, del disenso, del derecho a pensar, hablar,
escribir diferente.

Creo que hoy soy el demócrata convencido que soy, el militante


ciudadano y republicano que quiero ser, gracias también a haber vivido
y padecido los efectos del adoctrinamiento coactivo. Superar la obtusa
consigna, el pensamiento único y el culto a la personalidad, de alguna
manera, también fue el resultado de haber persistido durante algún
tiempo en el error. El Capital, la Revolución Rusa y la caída del Ché nos
enseñaron y nos seguirán enseñando, por efecto y por defecto … que
suerte que ahora lo podamos entender así.

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