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2) Esperanza positiva
Consiste en visualizar EL ÉXITO de cada una de las opciones, percibirlo
mentalmente hacerlo nuestro. Se trata de sentirnos como si ya hubiéramos
tomado esa decisión, y hubiéramos acertado. ¿Cómo nos sentimos con cada
opción? ¿Somos felices? ¿Nuestra vida ha mejorado? ¿Hemos llegado donde
queríamos? ¿Ha merecido la pena los esfuerzos? Esto nos ayudará a predecir
cómo nos vamos a sentir con cada opción, cual nos va a merecer más la pena,
por cual nos es más reconfortante apostar.
Pongamos un ejemplo práctico: supongamos que nos surge una oportunidad de
realizar un curso o una posibilidad de mejora laboral en una ciudad diferente a la
nuestra. La decisión que tenemos que tomar es ¿aceptamos o no la oferta?
debemos intentar visualizar el éxito de ambas opciones. Podemos visualizar
nuestro futuro en el nuevo trabajo, mejorando nuestro desempeño,
estableciendo nuevas relaciones, ganando más dinero, abordando un nuevo
reto... y también podemos visualizar el éxito de la otra opción, desarrollar nuestro
trabajo actual intentando crecer en el mismo, disfrutar de los lugares y las
personas que tenemos a nuestro alrededor... Los dos escenarios son exitosos,
placenteros, pero... ¿cuál de las dos visiones nos motiva más? ¿dónde somos
más felices? Vernos en el éxito puede ayudarnos a elegir por qué opción
queremos apostar.
3) Esperanza negativa
Esta técnica es justo la contraria y complementaria a la anterior. En este caso
tenemos que tratar de visualizar EL FRACASO de cada una de las opciones.
debemos intentar experimentar como sentiríamos si ya hubiéramos elegido cada
una de las opciones, y nos hubiéramos equivocado. ¿Como sería nuestra vida?
¿Como de infelices somos? ¿Cuánto nos ha perjudicado nuestra decisión?
4) Esperanza inversa
A veces, por muchas vueltas que le demos a las consecuencias de una decisión,
no somos capaces de ver cual nos convence más o cual preferimos. Llegados a
este punto de bloqueo, puede ser interesante cambiar radicalmente el enfoque
de la diatriba: en vez de plantearnos acerca de las consecuencias de ELEGIR
una opción... ¿por qué no analizar las consecuencias de NO ELEGIR esa
opción? ¿Qué pasa si no optamos por ella? ¿Qué consecuencias tiene? ¿Qué
ventajas e inconvenientes? ¿Qué éxitos o fracasos nos proporcionarían?
Podemos aplicar todas las otras técnicas que ya hemos visto desde un nuevo
punto de vista: en vez de analizar qué ocurriría si tomamos una decisión,
podemos analizar qué ocurriría si NO la tomamos.
5) Experiencias previas
¿Es la primera vez que tomamos una decisión en el curso de nuestra vida?
Seguramente no. Todos tomamos a diario muchas decisiones, muchas de ellas
sin darnos cuenta. ¿Por qué no sentarnos un rato a analizar qué otras decisiones
parecidas hemos tomado en el pasado? Es probable que alguna vez
anteriormente nos hayamos visto en una situación similar, o en una situación
diferente con condicionantes similares. ¿Qué decisión tomamos en su día? ¿Por
qué? ¿Qué resultados tuvimos? También pueden servirnos, salvando las
distancias, las experiencias ajenas. ¿Conocemos a alguien que haya atravesado
una situación parecida? ¿Cómo la afrontó? ¿Cómo la resolvió? ¿Qué resultados
obtuvo?
6) Modelos a seguir
Una de las técnicas para la toma de decisiones más útiles para afrontar una
decisión es tratar de imaginar como la afrontaría alguien a quien admiramos.
¿Tienes algún ídolo, alguien a quien admires? Muchas personas admiran a
personajes que han destacado por sus logros y sus hechos en el curso de la
historia. ¿Como afrontaría Julio César esta situación? ¿Y Simón Bolívar? ¿Y
Thomas Jefferson o Winston Churchill? Si eres creyente... ¿Qué mejor modelo
que Jesús?
Quizás admires a un personaje de ficción , es igualmente válido suponer como
actuaría él ¿Qué solución tomaría en este caso Indiana Jones, el Maestro Yoda,
Tintín, o Harry Potter? ¿Como reaccionaría Tony Soprano, el Dr. House o
Annibal Smith?
También puedes fijarte en las decisiones que harían personas reales , de carne
y hueso, cercanas a ti: ¿qué haría tu padre en tu lugar? ¿qué te aconsejaría
aquel profesor de la escuela superior que tanto aconsejaba? ¿Ese amigo
emprendedor al que tanto admiras? Fíjate en las personas de tu entorno,
emprendedores, triunfadores... ¿qué harían ellos ante esta situación?
7) Pedir consejo
A veces las personas somo reticentes a dejarnos aconsejar por los demás, nos
parece humillante o subordinado el que alguien nos diga lo que tenemos que
hacer. Y sin embargo esto es un enorme error. Nada hay más enriquecedor que
escuchar opiniones diversas, puntos de vista opuestos, perspectivas diferentes.
Cuantas más opiniones escuchemos, más completa será nuestra formación
respecto a un tema, y por ende más fácil nos resultará dar curso a la toma de
una decisión.
Debemos despojarnos de nuestros prejuicios y no tener miedo en consultar,
pregunta, escuchar, leer. Diversificar nuestra mente y completar nuestra
información. No creamos que lo sabemos todo, aunque pensemos que ya
sabemos todo lo que hay que saber nunca está de más seguir escuchando
opiniones y consejos.
Incluso, en muchos casos, podemos consultar a un profesional para que nos
oriente, podemos buscar un psicólogo online, un coach o un orientador que nos
puede encaminar hacia la decisión correcta, ayudarnos y entrenarnos, o que
pueda administrarnos un curso para la toma de decisiones.
8) El poder de la Intuición
El proceso de toma de decisiones es un proceso principalmente racional. Todas
las técnicas que hemos visto se basan en el análisis, en los argumentos, el los
razonamientos. La razón es la que decide.
Y sin embargo, en toda decisión siempre hay un factor subjetivo sicológico, que
se escapa a toda razón lógica. Hay una preferencia personal, una intuición, hay
una opción que, sin saber por qué, nos resulta más atractiva que el resto. Muchas
personas lo llaman "una corazonada" porque sale de lo más profundo de nuestro
interior. Mira en tu interior, dentro de ti, hacia donde crees que debes seguir. Qué
te pide tu cuerpo, cual crees que es tu camino. A veces, aunque no tengamos
argumentos para tomar una decisión, en realidad sabemos lo que tenemos que
hacer. Hay una fuerza superior que nos empuja a ello, con seguridad. Sigámosla.
http://www.personalysocial.com/2011/09/10-tecnicas-para-la-toma-de-
decisiones.html#.WpXhXuhubIU