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Las varias costumbres que la gente observa hoy día al celebrar sus cumpleaños se remontan

a mucho tiempo atrás en la historia. Nacen dentro del dominio de la magia y la religión. En la
antigüedad, las costumbres de felicitar, dar regalos y hacer una fiesta —con las velas
encendidas que la completan— tenían el propósito de proteger de los demonios al que
celebraba su cumpleaños, y de garantizar su seguridad durante el año entrante. [...] Hasta el
cuarto siglo, el cristianismo rechazó la celebración de cumpleaños como una costumbre
pagana».1
La costumbre de rodear la tarta de velas viene de la antigüedad. El círculo de velas formaba
parte de un ritual que protegía al homenajeado de los malos espíritus durante un año. Esto
causó durante años que la Iglesia católica considerase que la celebración del cumpleaños era
un rito pagano. Fue hasta el siglo IV d. C. cuando se empezó a difundir la fiesta de
la Navidad como cumpleaños de Cristo, el 25 de diciembre en occidente y el 6 de enero en
oriente. Esto hizo que, con el tiempo, también los cristianos festejaran sus propios cumpleaños
uniéndose al de su Salvador (restos de este sentido cristiano del cumpleaños queda en una
antigua tradición alemana que ponía en las tortas de cumpleaños la cantidad de velas que
correspondían a la cantidad de años del cumpleañero más una vela grande que era la «luz de
la vida» o la «luz de Cristo»).
Con el ascenso del cristianismo, la tradición de celebrar los cumpleaños cesó por completo.
Para los primeros seguidores de Cristo, oprimidos, perseguidos y martirizados por judíos y
paganos, y que creían que los niños entraban en este mundo con sus almas ya manchadas
por el pecado original de Adán, el mundo era un lugar duro y cruel, donde no había razón para
celebrar el cumpleaños de nadie.
Actualmente, algunos grupos cristianos como los Testigos de Jehová, la Iglesia de Dios
Restaurada, las iglesias evangélicas de la Sana Doctrina y los cristianos mesiánicos, entre
otros, conservan la tradición cristiana antigua de no celebrar cumpleaños por considerarlo
contrario a sus principios, es decir, un ritual pagano (Génesis 40:20; Mateo 14:6; Marcos
6:21).
«La noción de una fiesta de cumpleaños era muy ajena a las ideas de los cristianos de este
período en general».2
Los historiadores de la Iglesia interpretan muchas referencias cristianas primitivas a los
aniversarios como el paso a la otra vida. El aniversario de un santo no es aquel en que
nacieron en la carne, sino aquel en el que mueren. Había otra razón por la que los primeros
Padres de la Iglesia predicaban contra la celebración de los cumpleaños. Ellos consideraban
estas festividades, originadas entre egipcios y griegos, como reliquias de las prácticas
paganas.
«Los hebreos de más tarde consideraban la celebración de cumpleaños como parte de la
adoración idolátrica, un punto de vista que sería abundantemente confirmado por lo que veían
de las costumbres comunes que estaban asociadas con estos días».3
En el año 245 d.C., cuando un grupo de antiguos historiadores cristianos trató de fijar la fecha
exacta del nacimiento de Cristo, la Iglesia católica consideró sacrílega esta investigación,
proclamando que sería pecaminoso celebrar el nacimiento de Cristo como si fuese un faraón.
Los griegos creían que toda persona tenía un espíritu protector, o daemon, que estaba
presente el día de su nacimiento y que cuidaba de ella durante su vida. Este espíritu tenía una
relación mística con el dios en cuyo día de cumpleaños la persona nacía. Los romanos
también aceptaban esta idea. [...] Esta idea fue transmitida al campo de las creencias
humanas y se refleja en la idea del ángel custodio, el hada madrina y el santo patrón [...] La
costumbre de las tortas o bizcochos con las velas encendidas comenzó con los griegos [...] Se
ponían sobre los altares del templo de [Artemisa] tortas redondas como la luna, hechas con
miel, que tenían cirios encendidos. [...] La creencia folclórica es que las velas de cumpleaños
están dotadas de magia especial para conceder deseos. [...] Los cirios encendidos y los
fuegos relacionados con sus sacrificios han tenido un significado místico especial desde el
tiempo en que el hombre comenzó a erigir altares a sus dioses. De modo que las velas de
cumpleaños rinden honra y tributo a la criatura que celebra su cumpleaños y le traen buena
suerte. [...] Los saludos de cumpleaños y las felicitaciones son parte intrínseca de esta fiesta.
[...] Originalmente la idea estaba arraigada en la magia. [...] Los saludos de cumpleaños tienen
poder para bien o para mal porque en este día uno está más cerca del mundo de los
espíritus.4

Tradiciones de países occidentales[editar]

Tarjeta de cumpleaños

Las fiestas de cumpleaños suelen celebrarse en un ambiente de la casa del cumpleañero(a), o


bien en otro lugar destinado para tal fin, como una sala de fiestas o salón de fiestas, en donde
se colocan decoraciones que generalmente incluyen globos y en donde se sirven comida y
refrigerios a los invitados. La actividad generalmente va acompañada de juegos y
entretenimientos que ayudan a dar realce a la actividad. El evento puede incluir:

 payasos
 magos
 juegos inflables o camas elásticas, donde los niños se divierten brincando.
 piñatas
En las fiestas infantiles en México y otros países de América Central se suele colocar
una piñata, (hecha de cartón o de papel endurecido con engrudo o de barro, y decorada en
forma de estrella, si es de las más tradicionales, o con la imagen de personajes del cine o de
la televisión), que, llena de juguetes o de confites/dulces, se pone al final de una polea simple
fija o, más comúnmente, colgada de una cuerda, controlada desde lo alto. Los niños, con un
bastón o con un madero o con un palo de escoba, se turnan para tratar de reventar la bolsa y
obtener las golosinas. En las fiestas de cumpleaños de adultos, la piñata puede ser
reemplazada por la visita de un mariachi.
En las fiestas de cumpleaños de adultos se suele compartir consumiendo bebidas alcohólicas,
contando chistes y haciendo bromas (a veces pesadas) y suele recordarse, en compañía de
los amigos, momentos alegres o felices que se han vivido en común y que los invitados
conservan en su memoria.

Pastel de cumpleaños

Una costumbre común es ofrecer al cumpleañero un gran pastel o torta decorada con velas o
bengala iluminadas mientras se le canta en coro una canción de felicitaciones por parte de los
invitados. Se supone que el número de velas encendidas coincide con el número de años que
la persona está cumpliendo, pero también es frecuente el uso de velas especiales en forma de
números, o incluso velas en forma de signo de interrogación o velas con efecto sorpresa, que
después de soplarles vuelven a prenderse, etcétera.
La persona que celebra su cumpleaños a menudo pide un deseo (en algunos países, tres) en
silencio y posteriormente sopla las velas. Si las sopla todas de un solo soplido, se dice que
sus deseos se harán realidad. Según otra superstición, si revela sus deseos, entonces no se
cumplirán.
También, después de apagar todas la velas (y haberlas retirado del pastel), se puede pedir a
coro que el festejado acerque la cara al pastel para que le dé una mordida al pastel; los
invitados lo animan pidiendo: "¡Mordida!, ¡Mordida!...", y en muchas ocasiones le embadurnan
la cara de pastel.

Algunas tradiciones por país[editar]


En España y en Argentina, es costumbre tirar de las orejas de la persona "afortunada", una
vez por cada año que cumple. En otros países (como Estados Unidos) suelen darse tantos
latigazos o pellizcos como años tenga. En la República Dominicana, no está mal visto y hasta
es buena suerte echarle agua a la persona festejada.
En Chile, el cumpleañero/la cumpleañera recibe el popularmente conocido manteo (algunas
personas suelen llamarlo malteo), el cual consiste en tomar las cuatro extremidades (brazos y
piernas) del festejado entre cuatro personas para luego levantarlo tantas veces como años se
cumplen.
Niña en su fiesta de cumpleaños

En Paraguay, se suele dar palmadas, ya sean fuertes o suaves, en la espalda del


cumpleañero tras haber terminado de cantar Cumpleaños feliz. A esto se lo llama carrera
baqueta. Otra costumbre consiste en que los amigos del festejado compren huevo y harina, y,
a escondidas, los echan sobre su cabeza, suponiendo la preparación de una torta. En algunos
casos extremos, se usan huevos podridos. Así también, es costumbre que el cumpleañero
entregue principalmente bolsas con pequeños juguetes y golosinas (sorpresitas) y globos
piñatas con más sorpresas, así como alimentos como torta de compleaños, leche chocolatada,
emparedados, empanadas, croquetas, golosinas, gaseosas, refrescos o jugos, y los adultos
consumen bebidas como cervezas, vinos y sidras, entre otros. En Paraguay, se acostumbra
que el cumpleañero no abra los regalos sino hasta terminada la fiesta.
En Venezuela, es muy común cantar Ay, qué noche tan preciosa, para luego pasar a cantar el
cumpleaños; al terminar, todos los invitados abrazan al agasajado luego de que éste ha
apagado las velas de la torta. Cuando el/la cumpleañero está en edad escolar, los invitados le
dan la "sala" o "paliza", que son golpes suaves en la espalda y los brazos, aunque esta
práctica ha caído en desuso. En cuanto a las de adultos se suele festejar
preparando parrilla, sancochos, etc.; todo ello acompañado de consumo de bebidas
alcohólicas (principalmente cerveza, ron, whisky y ocasionalmente vino, champaña o ginebra).
Pudiendo o no tener la tradicional torta.
El que cumple años suele recibir (y a veces dar) regalos por parte de los invitados a la fiesta y
también de parte de familiares cercanos y amigos.
En los últimos años, se ha puesto de moda ofrecer una fiesta sorpresa de cumpleaños para
celebrar los aniversarios de los adultos. Los implicados fingen olvidar o no saber que hay un
cumpleaños, pero se presentan en la casa del aludido o en algún lugar ya planeado para
sorprender a la persona que cumple años y celebrar la fiesta.

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