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AP4-AA4-Ev3-Reflexión social sobre la comunicación

Juan David Barona Zapata

Análisis y desarrollo de sistemas de información


ADIS

Santiago de cali-2018
1. DESARROLLO

Es el conjunto de formas de vida, conocimientos y expresiones de una sociedad. La


cultura de una persona es el conjunto de información y habilidades de que dispone.

En general, la cultura es una especie de tejido social que abarca las distintas formas
y expresiones de una sociedad determinada. Por lo tanto, las costumbres, las
prácticas, las maneras de ser, los rituales, los tipos de vestimenta y las normas de
comportamiento son aspectos incluidos en la cultura.

Otra definición establece que la cultura es el conjunto de informaciones y


habilidades que posee un individuo. Para la UNESCO, la cultura permite al ser
humano la capacidad de reflexión sobre sí mismo: a través de ella, el hombre
discierne valores y busca nuevas significaciones.
Según el enfoque analítico que se siga, la cultura puede ser clasificada y definida
de diversas maneras. Por ejemplo, hay estudiosos que han dividido a la cultura
en tópica (incluye una lista de categorías), histórica (la cultura como herencia
social), mental (complejo de ideas y hábitos), estructural (símbolos pautados e
interrelacionados) y simbólica (significados asignados en forma arbitraria que son
compartidos por una sociedad).

La cultura también puede diferenciarse según su grado de


desarrollo: primitiva (aquellas culturas con escaso desarrollo técnico y que no
tienden a la innovación), civilizada (se actualiza mediante la producción de nuevos
elementos), pre-alfabeto (no ha incorporado la escritura) y alfabeto (utiliza tanto la
lengua escrito como el oral).

Por último, cabe destacar que en las sociedades capitalistas modernas existe
una industria cultural, con un mercado donde se ofrecen bienes culturales sujetos
a las leyes de la oferta y la demanda de la economía.

"Creo que los que estamos de acuerdo en que los seres humanos necesitamos
ser más autocríticos y selectivos ante el bombardeo publicitario que nos rodea, y
que creemos que la cultura, especialmente aquella que suele estar escrita y
encaminada a la filosofía, es la vía para lograrlo, debemos replantearnos nuestra
propia actitud hacia el mundo que nos rodea, dejando de ver ciertos elementos
como "agresores" y enemigos que nos dejan en una posición inferior, para
capturar esos elementos y utilizarlos como herramientas, elevándonos a un sector
superior que nos permitirá aleccionar al resto de nuestros congéneres."

Actitudes Deseadas y No Deseadas


El hombre es el único ser que posee cultura: la cultura manifiesta e identifica al
hombre, pues no es algo "sobreañadido" a la condición humana, sino consecuencia
de su inteligencia y libertad. Ningún animal posee historia o es capaz de cambiar la
naturaleza y adecuarla a sus necesidades, sino que, por el contrario, se adapta al
medio. Así pues, mientras que la naturaleza significa lo que es innato en el hombre
y lo que existe fuera de él sin su intervención, la cultura abarca todo aquello que
debe su origen a la intervención humana consciente y libre. La cultura surge a partir
de la libertad del hombre,

Sin embargo, no debemos entender "naturaleza" y "cultura" como realidades


opuestas, ya que ambas se interrelacionan y complementan sus orígenes y fines en
el hombre: Es propio de la naturaleza o esencia del hombre la creación cultural, al
tiempo que la actividad creadora de la cultura se orienta al perfeccionamiento del
hombre en cuanto tal (de su inteligencia, sensibilidad,) y de su marco natural.
Gracias a la cultura, el hombre mejora la naturaleza externa y a sí mismo. Si la
cultura propiciase la destrucción de la naturaleza, entonces no serviría
verdaderamente a los intereses humanos. En este sentido, la cultura debe ser
continuación de la naturaleza, es decir, debe perfeccionarla, de manera que se
acomode al modo de ser y a las necesidades del hombre.

Constantemente estamos en contacto con otras personas y claramente es


importante mantener una buena comunicación con ellas y sobre todo mantener una
actitud elocuente con nuestra forma de pensar. Siempre pensando en el beneficio
o consecuencia que estas pueden llegar a tener sobre los seres que nos rodean.

Por esta razón es que debemos procurar actitudes positivas y deseadas para con
los demás ya que esto hará de nuestro ambiente de trabajo, escuela universidad,
etc. un lugar más agradable

A continuación, les presento un video bastante interesante sobre las actitudes


deseadas y no deseadas en diferentes contextos.
CONFLICTOS

Los conflictos son inevitables en la interacción social y ocurren a todos los niveles,
desde el interpersonal hasta el internacional, pasando por el organizacional e
intergrupal, aunque, por supuesto, difieren en grado y forma de expresión. Por lo
tanto, los conflictos no se deben clasificar en buenos y malos, sino que simplemente
existen.

“En la historia de la teoría social se observa una constante de fondo: el problema


del orden y de la integración social. Se dan soluciones o arquetipos de pensamiento
social que son, en definitiva, la confrontación de dos concepciones distintas de la
sociología basadas en una imagen dicotómica de la sociedad” (Reyes, 1988)
Los conflictos son inevitables en la interacción social y ocurren a todos los niveles,
desde el interpersonal hasta el internacional, pasando por el organizacional e
intergrupal, aunque, por supuesto, difieren en grado y forma de expresión. Por lo
tanto, los conflictos no se deben clasificar en buenos y malos, sino que simplemente
existen.

En la comprensión de estos patrones de interacción de orden conflictivo recurrimos


a algunos fundamentos histórico-sociológicos que se pueden enunciar de la
siguiente manera:

1. El conflicto es endémico, es una forma inevitable de la existencia social e


individual

2. El conflicto no debe ser entendido como una manifestación, en sí misma,


intrínsecamente negativa.
3. La distinción entre el yo y el otro, o lo que significa lo mismo, entre el nosotros y
el ellos, por efecto de la vida social es la distinción más fundamental: el
reconocimiento mutuo de los actores. 4. En el conflicto existen tantas percepciones
como partes estén involucradas. Por ello, cada parte “habla” desde su propia verdad

5. La diferencia convoca a las relaciones y al conflicto. La diferencia es causa


necesaria, pero no suficiente para la irrupción del conflicto. En el análisis tradicional
–vale decir funcionalista- que la sociología ha hecho de la sociedad, encontramos
una gran preocupación por el orden, considerando el conflicto como una
manifestación de la existencia individual y colectiva intrínsecamente negativa.

Su preocupación por el orden, por la uniformidad, por el consenso, ideológicamente


la llevó a ocultar las diferencias y/o a reconocerlas como fuentes conflictuales.

En un enfoque de esta naturaleza el conflicto, que pudiera eventualmente emerger


es disfuncional, constituiría una desviación y tiene que ser erradicado. Por supuesto,
es inherente al planteamiento que venimos desarrollando, que mantenemos la idea
de que el conflicto es parte del orden, no solo en referencia al contexto dentro del
cual se produce, como forma de interacción, como parte del sistema de relaciones
sociales que se dota una sociedades – no hay orden sin conflicto– sino también, en
el sentido de que el conflicto no es en sí mismo un caos, sino que sigue una forma
ordenada, pautada, que tiene una lógica, que es comprensible en sus elementos,
que se deja “leer”. Hasta la forma más radical de conflicto, como es la guerra, tiene
una serie de pautas a seguir. Es en este contexto que deben estudiarse las

continuidades y rupturas que se producen a partir de una situación de


conflicto.

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