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Para iniciar veremos las características del ministerio musical establecido por David
y poco a poco las iremos comparando con las realidades de los ministerios de
alabanza latinoamericanos. Quienes participaban en el ministerio musical eran
personas preparadas para tal ministerio, según los siguientes versículos.
Quenanías, jefe de los levitas, como experto que era, dirigía el canto. (1Cr. 15:22
NVI)
1. Pertenecer a la tribu de Leví, ya que ellos eran los escogidos por Dios para
ministrar delante de su presencia. Los levitas debían purificarse
constantemente para poder estar delante de Dios. Es necesario que en la
actualidad también nuestros músicos busquen mantenerse puros delante de
Dios para poder ministrar en los servicios.
Y Quenanías, principal de los levitas en la música, fue puesto para dirigir el canto,
porque era entendido en ello. (1Cr. 15:22 RV1960)
Si Quenanías no hubiese sido entendido en el canto no hubiese sido el director del
mismo. Algo importante recordar al asignar nuestros dirigentes de alabanza es que
deben tener conocimiento en el área musical.
Otra característica importante del ministerio davídico es que estaba muy bien
organizado.
Su padre los dirigía en el culto del templo del Señor, cuando cantaban
acompañados de címbalos, liras y arpas. Asaf, Jedutún y Hemán estaban bajo las
órdenes del rey. Ellos eran en total doscientos ochenta y ocho, incluyendo a sus
demás compañeros, y habían sido instruidos para cantarle al Señor. Para asignarles
sus turnos se echaron suertes, sin hacer distinción entre menores y mayores, ni
entre maestros y discípulos. (1Cr. 25:6-8 NVI)
Los cuatro énfasis en los anteriores versículos son para distinguir las palabras claves
que dan a entender que era un ministerio organizado.
1. “Los dirigía” hace entender que había un orden que seguir y una persona
que lo indicaba, no era que cada quien hacía lo que mejor le parecía.
2. “Bajo las órdenes del rey” habla de que había una jerarquía de autoridad
que era respetada; esto es algo muy importante para que todo ministerio
funcione bien.
3. “Asignarles sus turnos” indica que cada quién tendría asignado un momento
para su servicio y estaría perfectamente enterado de cuando le
correspondía.
Kevin Navarro quien es autor del libro, The complete worship leader, titula uno de
los temas de su libro de la siguiente forma:
1. Nunca tengas la música como tu dios personal, ni el lugar donde tocas (púlpito)
como tu único territorio de poder o de acción. Debes reconocer a Dios como tu
Señor, Maestro y Dador del don, valorar el servicio por encima de cualquier cosa,
incluida la música y tus capacidades personales.
3. Conoce bien la voluntad de Dios para tu vida, no juegues con tus emociones
porque podrías llegar a tomar decisiones equivocadas, asegúrate de que Dios te
quiere precisamente en el lugar donde estas.
5. Nunca caigas en el mal de que lo sabes todo, porque siempre habrá algo que
no sepas y probablemente puedas quedar mal, mejor revisa tus aptitudes y púlelas
para el bien de tu ministerio, porque un músico nunca deja de aprender, menos un
cristiano. ¡Ten siempre una buena actitud para aprender!
6. Nunca se apartara de ti el libro de Dios (la Biblia), aliméntate todos los días de
ella para entender la voluntad de Dios para tu vida, no te vayas por camino de la
moda y lo contemporáneo, entiende y vive su Palabra y entonces tendrás un
ministerio de bendición.
10. Comparte lo que Dios te ha dado con otros, con sencillez y humildad; y
finalmente y mucho más importante: Amaras a tu Dios con todo tu corazón, con
toda tu mente y con todas tus fuerzas. Para que te vaya bien y todo lo que hagas
prospere.