Sunteți pe pagina 1din 27

Evolución del Comercio Exterior en el Uruguay

ÍNDICE:

1. Introducción……………………………………………………………. 1

2. Uruguay y el comercio exterior……………………………………….


2.1. Primeras formas de inserción internacional……………………..
2.2. “Crecimiento hacia afuera”………………………………………..
2.3. La lana y primera modernización: 1860-1900…………………....
2.4. El Uruguay dependiente…………………………………………..

3. El comercio exterior en 1900-1930: Modelo ganadero exportador


y primer batllismo……………………………………………………...
3.1. Crecimiento y segunda modernización: 1900-1912……………..
3.2. Crisis de 1913 y Primera Guerra Mundial: desafíos para el
comercio exterior……………………………………………….......
3.3. Recuperación y auge importador: 1923 – 1930……………..........

4. El comercio exterior en 1930-1955: Modelo de sustitución de


importaciones (I. S. I.)………………………………………………….
4.1. Distintos enfoques del período considerado…………………….
4.2. Comentarios sobre el período……………………………………..

5. Estancamiento generalizado y modelo de diversificación de


exportaciones (1960 – 1982)……………………………………………

1
5.1 Los años sesenta………………………………………………………...
5.2 Cambios estructurales en el comercio exterior………………………
5.3 Fomento de las exportaciones no tradicionales y apertura
regional…………………………………………………………….
5.4 Fracaso del modelo diversificador de exportaciones……………..
5.5 Los años ochenta……………………………………………………….

6. Democracia y los noventa……………………………………………..


6.1. Apertura Externa…………………………………………………...
6.2. Estructura productiva……………………………………………...
6.3. Balanza de Pagos…………………………………………………...

7. Conclusión final………………………………………………………...

Bibliografía………………………………………………………………….

2
1. Introducción

En el presente trabajo se aborda la evolución del comercio exterior desde la formación de la


economía nacional hasta los años previos a la crisis del 2002, con especial énfasis en su
estructura y los cambios sufridos. Se realiza un análisis de las principales variables, las
exportaciones e importaciones, el tipo de cambio real y las variaciones en los términos de
intercambio, así como sus relaciones con el conjunto de la economía.

El enfoque histórico se divide en cinco etapas, identificando los distintos modelos de


crecimiento. Un primer análisis desde las primeras formas de inserción internacional hasta
1900, en lo que significó el modelo de crecimiento hacia fuera. Éste se continúa en los primeros
años del siglo XX y se detendrá en los efectos de la primera guerra mundial en el comercio
internacional. Un tercer análisis abarca las distintas visiones de los autores referentes a la
política comercial adoptada en virtud de la nueva situación originada en los mercados tras la
crisis del 29 y el comercio exterior durante el modelo de sustitución de importaciones. En el
cuarto enfoque se analiza el cuestionamiento a la inserción tradicional después del
estancamiento generalizado de la producción material y el shock petrolero del 73. Asimismo se
observan los cambios estructurales que se comienzan a gestar. Finalmente, se introduce en el
estudio de los cambios estructurales consolidados en la década del 90, con la aplicación de las
recomendaciones del Consenso de Washington.

En cada una de las etapas se ha utilizado la bibliografía sugerida por la cátedra, así como otras
complementarias que consideramos de utilidad de acuerdo al enfoque estudiado.

Independientemente de las discontinuidades históricas de los distintos modelos, sean de


crecimiento hacia fuera o de crecimiento hacia dentro, la importancia de comercio exterior para
Uruguay es determinante, ya sea en forma positiva o en forma negativa. Se procura establecer
las interrelaciones e impactos entre ambos.

3
2. Uruguay y el comercio exterior

A continuación abordaremos el tema central de nuestro trabajo a partir de algunos de los


autores estudiados a lo largo del curso.
Primeramente estudiaremos los años que van desde 1700 hasta principios de 1900, enfocando
nuestro análisis en las formas de inserción de nuestro país en la economía mundial desde sus
inicios hasta el fin de la denominada “primera modernización”.

2.1. Primeras formas de inserción internacional

Ya desde sus orígenes nuestro país se dedicó a la ganadería extensiva, y vio en el mercado
extranjero una gran fuente de ganancia. La base de la economía de la Banda Oriental fue el
ganado vacuno, en estado salvaje, enviándose sus cueros hacia la naciente economía fabril
europea.
La instalación del primer saladero industrial en 1781 abrió camino a otros rubros importantes de
exportación: la carne, que servía de alimento a los esclavos de Cuba y Brasil, y el cuero salado
con destino la industria inglesa.
Más adelante, en 1832, con la introducción de la máquina de vapor, se comenzó a rescatar
también la grasa vacuna (gorduras), y otros productos como ser astas, huesos y sangre.
Es notorio, pues, el proceso de diversificación de los rubros exportables, que se inicia con la
industria saladeril. Según datos de Barrán y Nahum, en 1862, el 43% del total de las
exportaciones del Uruguay estuvo constituida por productos saladeriles, proporción que fue
creciendo superando el 50%1. De esta forma, comienza a observarse el asentamiento de las
bases del “crecimiento hacia afuera”.

2.2. “Crecimiento hacia afuera”

1Barrán, J. P.- Nahum, B. Historia política e historia económica, ediciones de la Banda Oriental,
Montevideo, 2002. cap.1. p34

4
En el siglo XIX, si bien es cierto que Uruguay no había transformado su estructura económica
tradicional, ya se había insertado en la economía internacional como un país – en términos
cepalinos – “periférico”. La industria saladeril nos había abierto nuevos mercados, lo que en
cierta forma fue positivo dado que no estábamos atados a un solo comprador. Además los
países desarrollados aceptaban los productos nacionales tal como eran enviados, lo que nos
hacía menos dependiente a los “centros”. Pero ineludiblemente nos había atado aún más al
mercado mundial.

Tarde o temprano, sin embargo, nuestro país iba a tener que satisfacer las exigencias de los
países desarrollados, sobre todo Inglaterra, su principal comprador, y será así que el Uruguay
del siglo XX, con la implementación del frigorífico, modificará su estructura económica,
pasando, ahora sí, a depender con ella y su producción de los países centrales. A partir de
entonces, nuestro país se tornará más vulnerable a la demanda internacional, a las
oscilaciones de los precios internacionales, y a las crisis del resto del mundo.

2.3. La lana y primera modernización: 1860-1900

Hacia 1860, la primera superproducción en el sector ganadero condujo a los productores a la


explotación del ovino merino. La Guerra de Secesión en los Estados Unidos redujo la
producción de algodón lo que llevó a un aumento en la demanda – y por ende de los precios –
de lanas por parte de Europa. Esta situación junto con la facilidad que suponía dicha
explotación, impulsó la difusión del ovino en el país, dando lugar a una nueva clase de
empresarios progresistas claves para el crecimiento de este sector.
Así, con un nuevo rubro de exportación, nuestro mercado se vuelve a ampliar. Esta vez, las
lanas se dirigían a las industrias textiles de Francia, Bélgica y, nuevamente, Inglaterra.
De este modo se iban asentando las bases de nuestro modelo agro-exportador. El lanar se
incorpora en el agro nacional coexistiendo con el cuero como principales productos
exportables.
Para 1884, la exportación de lana fue de 27,2%, mientras que el cuero se situó en 26% 2. De
ahí en adelante, y hasta que apareció con vigor la carne congelada en 1910-1920, la lana fue el
principal rubro de ventas al exterior.

Si bien la introducción del ovino generó cierto grado de modernización, el Uruguay seguía
sumergido en el mundo “caudillesco”. No faltaría mucho para que los empresarios advirtieran
que para el crecimiento económico era necesario un orden social y comenzaran las exigencias
de paz interna.

2Barrán, J. P.- Nahum, B. Historia política e historia económica, ediciones de la Banda Oriental,
Montevideo, 2002. cap.1. p40

5
El militarismo, que da inicio al primer período de modernización, se centrará en satisfacer esos
requerimientos fortaleciendo del poder del estado y en la modernización del medio rural.
En este sentido, se introdujeron determinados marcos institucionales como la regulación de
títulos de propiedad y mejoras técnicas, como el alambrado, que además de afirmar la
propiedad privada permitió el mestizaje del ganado.
Esto derivó en un incremento en la producción ganadera y permitió satisfacer la demanda
europea con la mejora de los stocks de ganado, generando un importante desarrollo del sector
exportador3. Al punto que, a lo largo de todo este período, se consolidará el modelo agro-
exportador, con sus características de ganadería latifundista y extensiva.

2.4. El Uruguay dependiente

Uruguay satisfacía las necesidades básicas del hombre – la alimentación con la carne, el
calzado con el cuero, y la vestimenta con la lana – y el librecambio británico (europeo en
general) le otorgaba un mercado seguro.
El mercado de los cueros secos del siglo XIX estaba conformado principalmente por Estados
Unidos, Francia, España e Italia, y los cueros salados, Inglaterra, Francia y Bélgica.
Podríamos decir entonces, que la dependencia era relativamente menor dado que se “repartía”
entre varios centros comerciales.
Por otra parte, al encontrarse la mayoría de las tierras en posesión de productores nacionales,
los beneficios derivados del bajo costo de producción del ganado y del aumento de las
exportaciones quedaban acá, y eso ayudó a que el proceso de modernización económica fuera
más sencillo llevarse a cabo. Pero la modernización interna del agro no está para nada aislado
del exterior, sino todo lo contrario. Todos los elementos requeridos para hacer viable tal
modernización – alambre, ovinos de raza, armas para asegurar la paz, etc. – eran
necesariamente importados de los países desarrollados.
Esta situación hacía cada vez más profunda la dependencia. E inevitablemente, la crisis
mundial de 1890 nos afectó, obligando al país a reducir sus compras y frenar el proceso de
modernización interno, por lo menos hasta la recuperación del saldo superavitario de la
balanza comercial en 1891.
No importaba la cantidad de producción que exportara Uruguay, nuestra economía, como
economía pequeña que es, no tenía ningún efecto sobre los precios internacionales. La fuerte
caída de los precios de los productos ganaderos exportables, no pudieron ser compensados
por aumentos en volúmenes – como había sucedido en casos anteriores –, ya que habíamos
alcanzado el máximo que se podía producir en nuestras praderas naturales.

3Yaffé, Jaime. Política y economía en la modernización: Uruguay 1876-1933 (Universidad de la


República). http://www.liccom.edu.uy/bedelia/cursos/historia/modernizacion.pdf

6
Por lo tanto, aunque la relación de dependencia uruguaya se consolidó principalmente por la
adaptación de la estructura económica del país a los intereses del capital extranjero, no sólo se
explica por ello sino también en la formación de precios internacionales.

Se pueden diferenciar varias etapas en la transformación de nuestra economía. Barrán y


Nahum distinguen en principio la edad del cuero4 (desde el siglo XVIII hasta mediados del siglo
XIX), siguiendo con la edad del tasajo5, hasta la fase en que el frigorífico pasa a protagonizar la
producción exportable. A través del modelo de crecimiento hacia fuera, observable desde los
inicios de Uruguay como país, se logró un crecimiento y desarrollo económico tal, que dio lugar
a la instauración del batllismo como ideología política y forma de gobierno. Avanzar en la
modernización del sistema económico y social implicó también la configuración de un Estado
moderno y capitalista. Estado como “fuente de soluciones y protección económica y social” 6, de
forma tal de terminar con los conflictos sociales y buscar cierta estabilidad y consenso social.

3. El comercio exterior en 1900-1930: Modelo ganadero exportador y primer


batllismo

Para organizar el análisis se adoptará la siguiente división 7 del período: 1)1900 – 1912; 2)1913
– 1922; 3)1923 – 1930. De esta forma buscamos aislar los períodos concretos de expansión y
recesión en la economía del Uruguay.
Las visiones de los autores seleccionados coinciden en que, en este período, el batllismo contó
desde su inicio con un esquema de producción e inserción internacional dado. Uruguay
cumplía un rol abastecedor de materias primas agrícolas y ganaderas, sin posibilidad de fijar
precios en el mercado y por consiguiente, atados a las fluctuaciones de los precios
internacionales.
De allí en más, los autores difieren en la visión general del desempeño económico del Uruguay
en el período, el cual está fuertemente asociado al desempeño del comercio exterior.
Por lo tanto en éste punto radica la importancia de analizar el tema, ya que la economía
uruguaya ha girado entorno al mercado exterior desde sus inicios, y aunque el comercio

4Barrán, J. P.- Nahum, B. Historia política e historia económica, ediciones de la Banda Oriental,
Montevideo, 2002. cap.1. p33

5Barrán, J. P.- Nahum, B. Historia política e historia económica, ediciones de la Banda Oriental,
Montevideo, 2002. cap.1. p34

6Finch, H.- La economía política del Uruguay contemporáneo, ediciones de la Banda Oriental,
Montevideo, 2005. cap.1. p16

7 División tomada de Bertino, M., Bertoni, R., Tajam, H. y Yaffé, J., “La larga marcha hacia un
frágil resultado. 1900-1955.”

7
internacional sufriera bajas importantes, el comercio exterior se vuelve un factor relevante en
los resultados económicos del país.

3.1. Crecimiento y segunda modernización: 1900-1912

El comienzo del siglo XX marca la modernización del país de acuerdo con las nuevas pautas
de globalización comercial mundial. De esta forma Uruguay se inserta en la dinámica
internacional como exportador de carne, cuero, y lanas según lo heredado del período anterior.
Es de destacar la “habilidad” natural de producción ganadera del país, en una tierra donde el
ganado encontraba amplia comodidad para crecer, los productores rurales eran conscientes
del beneficio que alcanzaban dado el bajo costo de producción y los amplios márgenes de
ganancia que obtenían de los precios internacionales 8.

Así el sector agro encuentra un incentivo para el comercio exportador por sobre el
abastecimiento interno. Este vuelco hacia el mercado internacional proporciona una fuente
importante de reservas internacionales para el Estado, por lo que el agro se convertirá en un
aspecto relevante en las políticas económicas llevadas a cabo.
Este primer momento del período es un momento de crecimiento económico, ayudado por las
políticas de modernización del sector agro-exportador para incrementar sus posibilidades de
comercio exterior. Se trata de una segunda modernización 9 pero con un rol más activo del
Estado como agente re-distribuidor de los ingresos generados en este sector hacia el resto de
la economía.
A pesar del auge exportador en este primer momento, es relevante tomar en cuenta la tardía
inserción del Uruguay al comercio exterior la cual hará que la bonanza exportadora dure menos
en comparación con el resto de países industrializados europeos. Aún así hasta 1912 se vive
una época de crecimiento.
Si bien las exportaciones crecían, también lo hacían las importaciones en forma de recursos
esenciales para impulsar las reformas modernizadores del gobierno batllista. Las mismas
aumentaron a un ritmo del 5,8% anual entre 1900-1912, mientras las exportaciones lo hacían a
2,7% anual10. La continuación tan prolongada del crecimiento de ambas variables sólo podía
ser posible por el aumento del poder de compra de las exportaciones y por los impuestos
aduaneros a las importaciones. De lo contrario, esta configuración no hubiera podido ser
posible.

8José Pedro Barrán, Benjamín Nahum, en “Historia Política e Historia Económica, Dos Siglos de
relación entre Uruguay y el Mercado Mundial” p.81

9 Yaffé, J. (2000) Política y economía en la modernización (Uruguay 1876-1933)

10Bértola, L., “Ensayos de Historia Económica”. cap. 7, Primer Batllismo: Reflexionas sobre el
crecimiento, la crisis y la guerra.

8
El modelo de país agro-exportador se consolida como la tarjeta de presentación en los
mercados internacionales, de forma que la extensión de la actividad es tal que en 1908 se llega
al tope máximo histórico de unidades ganaderas (12.5mill. de cabezas 11).
La ligadura del desempeño económico uruguayo al comercio exterior se vuelve inquebrantable
de aquí en más, tal que el valor de las exportaciones e importaciones dependen más de los
precios internacionales que de las cantidades transadas.

3.2. Crisis de 1913 y Primera Guerra Mundial: desafíos para el comercio exterior

El segundo momento de este análisis, entre 1913 y 1922, es un momento de constantes


desafíos a la forma de inserción internacional de la economía uruguaya.
En 1913 se produce una crisis financiera interna causada por el vencimiento de la deuda
colocada para adquirir el Banco Hipotecario en 1912, la cual se refinanció a través del Banco
República afectando seriamente el nivel de respaldo monetario en oro, tal que se decretó la
inconvertibilidad poco tiempo después12.
Por lo tanto las importaciones sufrieron una fuerte restricción a partir de ese momento al no
contar con suficientes reservas. De esta forma el nivel de importaciones de ciertos bienes de
consumo comenzó a decaer para amortiguar la incapacidad de detener la importación de
combustibles y otros bienes indispensables en este Uruguay moderno.
Esta dificultad de abastecimiento se recrudeció con la aparición de la Primera Guerra Mundial,
dado que los mayores socios comerciales de Uruguay cesaron su producción destinada a
exportaciones.
A nivel internacional, la guerra generó un aumento de los precios de los commodities lo que
favoreció la balanza comercial del país en la medida en que a pesar de que los niveles de
exportaciones nunca llegaron a alcanzar los niveles de la primera década del siglo, el alto nivel
de precios proporcionó un ingreso considerable al Estado.
Las siguientes gráficas13 permiten visualizar que el beneficio obtenido del comercio exterior se
obtuvo mayoritariamente por la diferencias de precios en las exportaciones, en conjunto con las
restricciones a las importaciones.

11Bertino, M., Bertoni, R., Tajam, H. y Yaffé, J., “La larga marcha hacia un frágil resultado. 1900-
1955.”

12Yaffé, J. “La maldición de Mauá” en


http://www.audhe.org.uy/Boletin_Audhe/Boletin_2/Boletin_02_Yaffe.pdf

13 Yaffé, J. “El sector externo en Uruguay 1911-1930” IECON

9
3.3. Recuperación y auge importador: 1923 – 1930

El restablecimiento de la paz internacional luego de la guerra modificó las relaciones


comerciales del Uruguay con el resto del mundo.
Luego de casi una década en la que el país obtuvo un desarrollo importante gracias a los altos
precios internacionales, que favorecieron la acumulación de riqueza sobretodo en el ámbito
rural, esta nueva etapa se caracteriza por un cambio en los socios comerciales mayoritarios
conjuntamente con un grado de apertura menor de la economía uruguaya.

10
El eje económico mundial cambia de Inglaterra a Estados Unidos, y con ello nuestras
relaciones comerciales son desfavorecidas ya que EE.UU. aplicaba políticas proteccionistas
muy duras a toda importación competitiva que realizara.
Al mismo tiempo, la reapertura del comercio post-bélico significó la vuelta de mercaderías
competitivas para el país a pesar de las políticas proteccionistas empleadas14.

A pesar de ser un período de gran crecimiento (6,6% acumulativo anual 15) también es el
momento en que el modelo agro-exportador comienza a agotarse y con ello se pone a prueba
el manejo de los recursos financieros del Estado.
Los precios internacionales de las exportaciones caen tanto que sólo pueden ser compensadas
con un aumento en los niveles exportados, y en cuanto a las importaciones, el impulso
industrializador no daba tregua al, ya entonces, déficit comercial.
Esta relación negativa sólo pudo ser mantenida porque en el período anterior, Uruguay se vio
favorecido por los precios transados, acumulando casi el monto de 3 años de importaciones.
Otro recurso del comercio exterior en ésta etapa fue la política monetaria y el endeudamiento
externo.

El valor del tipo de cambio fue “mini-devaluado” periódicamente y a partir de 1924 se mantuvo
fijo, y por otro lado los préstamos concedidos por EE.UU. fueron las formas de mantener más o
menos a exportadores e importadores satisfechos a la hora de comerciar.

14 Finch, H., “La economía política del Uruguay contemporáneo (1870-200)”, p.175

15Bertino, M., Bertoni, R., Tajam, H. y Yaffé, J., “La larga marcha hacia un frágil resultado. 1900-
1955.”

11
Si bien estos manejos de política económica fueron positivos (en 1924 se vuelven a obtener
saldos favorables16), se advierte claramente la extinción del modelo agro-exportador y con ello
de la inserción internacional del país como se concibió hasta ese momento.

4. El comercio exterior en 1930-1955: Modelo de sustitución de importaciones


(I.S.I.)

En este período se pone de manifiesto la importancia del comercio exterior en la estructura de


producción y estabilidad macroeconómica de Uruguay y cómo las crisis de los países centrales
se trasmiten hacia los periféricos.

4.1. Distintos enfoques del período considerado

Henry Finch:
Este autor considera que el período desde 1870 a 1970 tiene las características de la
apariencia de un gran ciclo, utilizando un marco teórico dependentista en el que ubica al
desarrollo uruguayo como dependiente, en el que los sectores locales mantienen el control del
sistema productivo, con un desarrollo exportador de tipo enclave, cumpliendo el capital
extranjero un papel subsidiario en el desarrollo del sector exportador, caracterizado por una
burguesía local terrateniente, en la que se basa el proceso de acumulación de capital.

16 Ver gráfica 3. Fuente: Yaffé, J. “El sector externo en Uruguay 1911–1930” IECON

12
El modelo de desarrollo uruguayo se caracteriza por una pluralidad de intereses opuestos
dentro de la clase dominante, lo que permite la consolidación del control político en forma
autónoma sobre el aparato estatal.
En 1932 el valor de las exportaciones cayó un 58 % respecto de 1930, generando déficit de
balanza de pagos que impacta en el presupuesto y siendo un factor clave para la devaluación
del peso.
A esta situación deficitaria se antepone una política de control cambiario y de comercio exterior,
caracterizada por la restricción de importaciones, planificada para proteger la industria local, a
la vez que la devaluación del peso por encima de la cotización del mercado penaliza al sector
exportador.
Política impositiva:
Una característica de las finanzas públicas uruguayas ha sido la dependencia del ingreso de
las tasas de consumo y de comercio exterior, pero el colapso de la demanda internacional y el
deterioro del sector externo provocaron un corrimiento en la carga impositiva hacia el sector
doméstico.
Política cambiaria:
Los principales instrumentos respecto del comercio exterior fueron los tipos de cambio
múltiples que operaron como fuente de ingresos pero también como subsidio de gastos de
ciertos sectores, a partir del control de cambios que se implanta en 1931, luego en 1932 se
crea un tipo “libre especial “ para exportaciones no tradicionales, que tuvo un efecto dudoso
sobre la diversificación de exportaciones y además no fue satisfactorio para los terratenientes
Posteriormente estos fueron contemplados a través de un “cambio compensado” en julio de
1933, a través de distintos niveles para distintos artículos , promediando un 40 % por encima
del tipo oficial.
El sistema de control de cambios contenía el sistema de tipo de cambio múltiples, a partir de
1937 se convierte en un solo tipo de cambio controlado.
El sistema formal de tipo de cambio múltiple aparece a partir de 1940, en 1944 las
exportaciones no tradicionales reciben T.C.de mercado libre y en 1947 se dividen las
importaciones en tres grupos para asignarle divisas:
- Materias primas necesarias, bienes de consumo y bienes de capital específicos.
- Mercaderías lujosas y aquellas competitivas con la industria doméstica.
- Resto de importaciones.
En 1949 se establece el sistema de T.C. múltiple en su forma clásica para bienes preferidos,
bienes castigados y otras transacciones. El sistema se fue alterando, especialmente cuando la
inflación dio lugar a devaluaciones, generando una variedad de diferentes tipos efectivos,
generando una situación muy compleja que perseguía distintos objetivos:
1. Cumplir un rol destacado en la generación de ingresos para el gobierno
2. Influir en el sistema de precios con tipos diferenciales para bienes de consumo e insumos.
3. Para cambiar la estructura de producción, con tipos punitivos para exportaciones no
tradicionales y preferenciales para bienes de capital importados.

13
4. Para ayudar la balanza de pagos, aumentando los T.C. preferenciales a la exportación y
castigando los tipos de importación.
Pero la manipulación del T.C. para asegurar el equilibrio de la balanza comercial no fue
efectivo, debiéndose enfrentar los déficit con reservas acumuladas.
Los subsidios a los consumidores de alimentos básicos fueron cubiertos con un Fondo de
Diferencias de Cambio, que también se hizo cargo de las pérdidas de los frigoríficos y subsidió
a los productores de trigo.
Los efectos de la inflación y la presión creciente del sector rural para obtener tipos más
favorables, y a partir de 1959 se abre un nuevo ciclo de políticas económicas que culmina con
la Reforma Monetaria y Cambiaria.

Luis Bértola:
Este autor establece que el desempeño relativamente exitoso de la economía uruguaya hasta
mediados del siglo XX se apoya en una dinámica de crecimiento en el que coexisten dos
modelos: el agro-exportador, heredado del siglo XIX y el modelo de Industrialización Sustitutiva
de Importaciones que se termina de configurar en los años cuarenta, con un largo período de
transición, marcando 1930 un punto de inflexión caracterizando al Uruguay neobatllista:
-La crisis mundial impuso restricciones al sector externo, y a partir de 1931 el estado juega un
rol muy importante en la transferencia de ingresos a través de la alteración de los precios
relativos, principalmente a través de la política cambiaria.
-La convergencia de una importante acumulación de divisas, un mercado interno en expansión,
facilitado en parte por una equitativa distribución del ingreso, a lo que debemos sumar niveles
de protección que aseguran a la industria manufacturera un mercado cautivo.
Las conclusiones a las que arriba Luis Bértola se pueden resumir.
-Los períodos de crecimiento no se relacionan necesariamente con períodos de apertura, pues
además del crecimiento hacia fuera, desarrollado hasta 1930, durante la segunda posguerra se
genera el marco del modelo ISI, con un grado de apertura muy bajo en comparación con las
etapas anteriores, registrando sin embargo un período de notable crecimiento.
-Los shocks externos tuvieron un impacto negativo sobre el desempeño económico global.
- En el largo plazo las exportaciones tienen una importancia destacable como fuente de divisas,
aunque a veces los beneficios del comercio exterior aumentaron los ingresos del sistema
financiero, provocando un desarrollo importante de la banca ante la ausencia de regulación
estatal al respecto.
-Bértola concluye además que la política importa, y que la intervención estatal puede ser
importante para definir un modelo de desarrollo.

4.2. Comentarios sobre el período

Los dos autores mencionados coinciden destacar la importancia del comercio exterior en la
estructura productiva y estabilidad macroeconómica uruguaya, enfocando además como a

14
partir de la crisis de los centros de 1929, se debilita la dependencia, y se hace posible la
industrialización en parte gracias a la existencia de capitales generados por el sector
agropecuario.
Impactos sobre la Estructura Económica:
El “vulnerable modelo exportador” dependía de condiciones externas favorables, por lo que el
cierre de mercados internacionales provoca una caída de exportaciones y dificultades para
importar, y en función de la importancia del comercio exterior en la estructura impositiva de
este período, ocasiona una caída de la recaudación del Estado.
La reacción del Estado es a través de una política arancelaria y cambiaria, primero con el
control d cambios y luego a través de tipos de cambio diferenciales.
Pero al promediar la década de 1950 se general problemas serios de balanza de pagos y no
era posible transferir ingresos por medio de mecanismos de protección.
Por el lado de las importaciones, la inelasticidad de demanda de los insumos para la
industrialización, más el aumento de los precios de la maquinaria (suben algo mas de 100 %
entre principios de 1940 a 1950) provocan el deterioro de la balanza comercial.
Esta dinámica se fue retroalimentando de manera que se suma el aumento del déficit en las
finanzas del estado, provocando dificultades para generar nuevas inversiones en las empresas
públicas, lo que deteriora los servicios, que se deben mantener con un costo de funcionamiento
más elevado, debido a elevado costos fijos, que se infló aún más debido a la exagerada
burocracia.
Causalidad:
En este período es notoria la interacción entre las causas principalmente externas que generan
inestabilidad económica, y como las medidas tomadas por estado para amortiguarlas generan
un impacto sobre los distintos sectores sociales.
Finch establece que el impacto de la depresión mundial a partir de 1929 se refleja en los
sectores rurales que ven como la caída del precio del ganado afecta fuertemente su situación.
Al mismo tiempo el cambio en la estructura productiva genera que los sectores Industriales
adquieren mayor fuerza, creándose condiciones favorables al final del período para la
organización de las fuerzas sindicales.

5. Estancamiento generalizado y modelo de diversificación de


exportaciones (1960 – 1982)

Durante este período se cuestiona la inserción internacional tradicional y se producen


transformaciones, que llevarán a profundos cambios en la misma. En una primera parte, se
realizará una breve reseña de lo acontecido durante la década del sesenta, marcada por el
estancamiento de la producción material, para luego adentrarse en el análisis del plan de
estímulo a las exportaciones no tradicionales y su fracaso.

5.1. Los años sesenta

15
Las exportaciones basadas en los productos pecuarios fueron perjudicadas sustancialmente
con el incremento de la utilización de tierras para la producción agrícola y la caída de los
precios de la lana, tras la finalización de la guerra de Corea y la recuperación de Europa. Esto
limitó las importaciones de bienes de capital e insumos para la industria sustitutiva de
importaciones, determinando su agotamiento y originó un fuerte desequilibrio comercial que
aumentó el endeudamiento externo.

Ante este escenario, se aplicó un plan de estabilización en 1959, por el cual se buscó
beneficiar al sector primario exportador a través de reforma cambiaria y apertura comercial. Se
estableció un tipo de cambio único a la par del mercado, terminando con el sistema de cambios
múltiples. Asimismo se liberó la exportación e importación de bienes y servicios, se
denunciaron los tratados bilaterales, se autorizó la importación con créditos de proveedores del
exterior y se implementó un sistema de recargos y detracciones al comercio exterior. Ésta
política fue asistida por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y plasmada en la primer carta
de intención firmada con éste organismo, que coinciden con medidas similares tomadas en
otros países de Latinoamérica17.

Hacia mediados de la década, se acentúo el déficit comercial y el endeudamiento externo, el


plan fracasó y el gobierno dispuso una devaluación de la moneda, el retorno a un sistema de
cambios múltiples y desestímulo a las importaciones. Sin embargo, éstas medidas poco
incidieron en el desequilibrio externo de la economía, profundizado por la fuga de capitales. Las
exportaciones se estancaron por la reducción de los precios internacionales de los rubros
tradicionales, mientras que el precio de las importaciones creció, principalmente los bienes
industriales y el petróleo, determinando una caída en los términos de intercambio a una tasa
del 3,4% en el período 1960 – 196818.

5.2. Cambios estructurales en el comercio exterior

Sobre finales de los sesenta, el gobierno vuelve a promover una estrategia orientada al
estímulo de las exportaciones como motor de la economía. Nuevamente inspirada en
recomendaciones del FMI, está basada en el enfoque de las ventajas comparativas y
monetarias de la balanza de pagos. En este caso, las medidas apuntan a estimular las
exportaciones no tradicionales mediante reintegros y créditos, expandir las tradicionales
beneficiadas por un aumento de los precios internacionales, mediante créditos para mejoras en
inversión agropecuaria e infraestructura y a retraer las importaciones mediante suba de

17
Noya, N., Laens, S. Casares, L. y Terra, M., “Política Económica: 25 años de fracasos”, p. 155.

18
Pardo, J. y Reig, N. , “Crecimiento, demanda y exportaciones en la economía uruguaya: 1960-
2000”, p.25

16
aranceles y limitaciones directas. Con relación a la política cambiaria, se vuelve a unificar el
tipo de cambio, fijarlo y devaluarlo significativamente.

Algunas de éstas medidas, estuvieron avaladas por el Banco Internacional de Fomento y


Reconstrucción (BIRF)19 , que sugería como objetivos de mediano plazo un aumento del
superávit exportable del sector pecuario y de largo plazo, la diversificación de las
exportaciones, para incluir manufacturas relacionadas con la producción pecuaria y otros
bienes y servicios, como el turismo.

Hasta 1974, las exportaciones estuvieron mayoritariamente concentradas en los rubros


tradicionales, pero ésta situación se torna inviable cuando la suba del petróleo y el cierre de los
mercados de la carne en los países industrializados para contener ese shock, deteriora
abruptamente los términos de intercambio.

5.3. Fomento de las exportaciones no tradicionales y apertura regional

La coyuntura internacional obligó a la incorporación de nuevos rubros exportables, a través del


fomento de las exportaciones no tradicionales basadas en manufacturas del sector
agropecuario. Se profundizaron los instrumentos utilizados anteriormente; se ampliaron los
reintegros, extensión de crédito, exoneraciones de impuestos, reducción del costo de mano de
obra y aumento del tipo de cambio real. Con referencia al último, el gobierno adopta la
liberalización del mercado cambiario en 1974.

Otro cambio sustancial en el comercio exterior fue la reorientación de los mercados de destino.
Los países en desarrollo pasaron a tener mayor ponderación, destacándose principalmente
Argentina y Brasil, con los que se firman convenios bilaterales con cada uno (CAUCE y PEC
respectivamente). Resulta importante señalar la diferente integración con cada uno de ellos.
Los principales rubros de venta hacia Brasil lo constituyen las exportaciones tradicionales, en
especial la carne, cuya inserción es favorecida por condiciones de complementariedad con la
oferta interna de éste país (ver cuadro 4.3.1). Hacia Argentina, se venden principalmente
manufacturas que compiten con la producción interna, favorecidas por la política cambiaria y
los acuerdos bilaterales. La participación de Brasil pasó del 3,3 % al 12, 9% en éste decenio,
mientras que Argentina del 1,6 % al 5,7 %, por otra parte las exportaciones hacia Europa se
redujeron del 62,9 % al 47, 8% y hacia Estados Unidos del 12,6 % al 8,8% 20.

CUADRO 4.3.1 – Estructura de exportaciones a Argentina y Brasil 1975 - 1984

19
BIRF,” Informe sobre Actual situación económica y perspectiva del Uruguay”, 1970, p.93

20
Pardo, J. y Reig, N., op. cit., p. 19.

17
Fuente: L. Macadar, “Uruguay: crisis externa e inserción sub-regional. El comercio con Argentina y Brasil 1975-1984”,
Revista Estudios, 1987.

En cuánto a las importaciones, si bien se mantuvieron limitaciones, se eliminaron los cupos de


consignación y el requisito de financiamiento previo, se redujeron los recargos cambiarios y
algunas rebajas arancelarias. En lo referente a su evolución hasta 1978, han crecido más que
las exportaciones, en particular los bienes de capital y el petróleo (tanto en precio como en
volumen)21. Se registró una caída de los bienes de consumo. Sin perjuicio de lo anterior, lo más
destacable son los cambios relevantes en cuánto al origen de las mismas. Se incrementó la
participación de Argentina y Brasil, con la característica de que estos bienes son
complementarios, en ambos casos, con la producción nacional (bienes de capital, consumo
duradero e insumos industriales). A su vez, se redujo las compras a los países de Europa y
Estados Unidos, pasando del 36,7 % al 25% y del 19.3% al 13 % respectivamente 22.

De lo anterior, se deduce que se ha registrado un constante déficit comercial, que se evidencia


en el cuadro 4.3.2.y significó un aumento del endeudamiento externo.

CUADRO 4.3.2 – Evolución del saldo de la balanza comercial (en millones de dólares a precios
corrientes).

Astori, D. “Tendencias recientes de la economía uruguaya”, Fundación de Cultura


21

Universitaria.

22
Pardo, J. y Reig, N., op. cit., p. 22.

18
AÑOS EXPORTACIONES IMPORTACIONES SALDO
1975 383,8 556,5 -172,6
1976 546,5 587,2 -40,7
1977 607,5 729,9 -122,4
1978 686,1 774,3 -88,3
1979 788,1 1230,8 -442,7
1980 710,3 1188,8 -478,5

FUENTE: Astori, D., op. cit. p. 57

Las exportaciones no tradicionales hacia 1978 representan el 64 % del total y principalmente


son bienes de la industria del cuero, arroz, industria alimenticia, textil, química y componentes
de la industria automotriz23. Claramente las exportaciones tradicionales fueron relegadas de su
posición preferencial y constituyó esta situación, un avance en relación a disminuir la
vulnerabilidad productiva del país. Sin embargo, a juicio de varios autores, también se observó
con preocupación la concentración de los mercados de destino, lo que representó un viraje
hacia la vulnerabilidad de mercados.

5.4. Fracaso del modelo diversificador de exportaciones

Algunos autores entienden que fue un intento de aplicar un proyecto de reestructuración


productiva y reinserción externa24, basados en que éste proyecto estaba inserto en el Plan
Nacional de Desarrollo (PND) de 1972-1973.

Otros autores sostienen el carácter pragmático coyuntural de la aplicación del modelo


diversificador de exportaciones25. En este sentido, plantean el carácter inviable de éste
proyecto debido a que si la industria creciera en base a la compresión de los excedentes del
agro, ésta se vería limitada por el estancamiento del mismo. Cabe aclarar, que en el marco del
plan de estímulo de las exportaciones no tradicionales, se controlaron los precios de los
insumos agropecuarios. Por otra parte, la reducción de los costos salariales inviabilizaba la
reproducción de las relaciones capital – trabajo26.

A criterio de Astori27 , las relaciones del país con el exterior se apoyaron en un déficit
comercial contrarrestado por el ingreso de capital especulativo. Cuestiona la viabilidad temporal

23 Noya, N.; Laens, S. Casares, L. y Terra M., op. cit., p. 171

24
Noya N. Laens. S. Casares L. y Terra M., op. cit., p. 171

25
O. Rodríguez, Barbato y Macadar, “La crisis y el problema nacional”

26
La hipótesis de estos autores tiene carácter dependentista, en el cuál los países en desarrollo
no logran controlar los excedentes de su producción nacional.

27 Astori, D., op. cit.

19
de las políticas llevadas, debido a que es imposible controlar la entrada de capitales destinados
a la especulación, por su génesis coyuntural y aleatoria.

5.5 Los años ochenta

Esta década está marcada en sus inicios por un cambio en los objetivos del gobierno, que
busca la estabilidad interna a través del control de la inflación y una visión monetarista de la
balanza de pagos. Ésta última favorecida por la afluencia de capitales extranjeros atraídos por
la política cambiaria. En este sentido, se abandonaron las políticas de estímulo a las
exportaciones no tradicionales y se redujeron las barreras arancelarias a los productos
importados.

La política cambiaria de tipo de cambio preanunciado, produjo atraso cambiario por tanto caída
del tipo de cambio real cuyo resultado es la pérdida de competitividad. Sin embargo, el
comercio con Argentina no se vio afectado gracias a medidas similares adoptadas por aquel
país.

El déficit comercial debido al aumento explosivo de las importaciones, derivó en un insostenible


desequilibrio externo, provocando la desconfianza en el mantenimiento de la política cambiaria
y pérdida de reservas internacionales. Culminó con una profunda crisis financiera cuyos efectos
no se superaron hasta entrada la década del noventa.

Al final de los ochenta, Uruguay tiene planteado dos modelos de inserción regional diferentes.
Con Brasil, reproduce la inserción tradicional, especializándose en el comercio de bienes
primarios e importando suministros industriales y bienes de capital no producidos en el país.
Colocándose en situación desventajosa en términos de intercambio. Con Argentina, su
característica es la competencia con la producción local. Esto permitió una importante
diversificación de las exportaciones, extendiendo los rubros gracias a la política cambiaria y los
acuerdos comerciales.

6. Democracia y los noventa

Este periodo tiene como característica principal la apertura externa y la liberalización de la


economía, así como cambios a nivel de la estructura productiva. Las características de este
periodo se venían gestando desde los años `70 pero es en los `90 que se consolida y aplican a
través de reformas estructurales y liberales 28 en el marco de la aplicación del “nuevo modelo”
recomendado por el Consenso de Washington. Este nuevo modelo planteaba en términos
generales la disciplina fiscal y monetaria, la liberalización de la economía, la desregulación, la

28 Olesker, Daniel. Crecimiento y Exclusión. 2001.

20
apertura externa y la privatización de empresas publicas 29. La recomendación de aplicación de
este régimen por parte de los organismos supranacionales a cambio de préstamos para su
aplicación y saneamiento de las economías se da con el fin de superar el estancamiento
productivo y la crisis estructural dada por el agotamiento del modelo de industrialización por
sustitución de importaciones que se venia demostrando desde mediados de 1950 30.
Este es un periodo en el que la economía uruguaya retoma la senda del crecimiento y
dinamismo con valores del orden del 3% anual del Producto Bruto Interno (PBI) lo que sumado
a una tasa de crecimiento de la población baja, el PBI per cápita tiene mejoras de importancia.

6.1. Apertura Externa

La apertura externa del Uruguay se da preferentemente a países de la región pero también al


resto del mundo. La mayor apertura a países de la región se da por características compartidas
como las geográficas y las económicas coyunturales como ser la evolución alineada en
términos de competitividad.
Uruguay venia arrastrando una fuerte inflación por lo cual se aplica el mecanismo de “ancla
cambiaria”, que se basa en la fijación del valor real del tipo de cambio por debajo de la
evolución del mismo. Por un lado esta medida logra combatir la inflación y la trae a los niveles
más bajos de los últimos años pero por otro lado hace que el país quede en desventaja en
términos de competitividad. Esta pérdida de competitividad al ser compartida con el resto de los
países de la región – en particular con Argentina y Brasil- hace posible comercio entre éstos ya
que es parejo y por ende conveniente. Dado que por un lado nuestros precios son competitivos
en relación al resto de los precios de la región y a su vez los precios de los bienes que la
región ofrece nos resultan “baratos”.
Por otro lado tenemos la creación del MERCOSUR (Mercado Común del Sur) el que permite el
regionalismo abierto con la aplicación aranceles comunes para la zona y la renovación de
tratados como el CAUCE (Convenio Argentino-Uruguayo de Cooperación Económica) y el PEC
(Protocolo de Expansión Comercial firmado con Brasil). Estos tratados comerciales junto con lo
antes dicho hacen que los productos uruguayos puedan ingresar y competir con preferencias
en los países de la región.
En cuanto al resto del mundo los productos uruguayos compiten en tanto a sus ventajas
comparativas y calidad. Las exportaciones extra-región mantienen una línea constante en
cuanto a porcentajes y tipos de productos que son los productos tradicionales agropecuarios.
En tanto las exportaciones dentro de la región tienen crecimientos explosivos y en ramas no

29 Antía, Fernando. La economía uruguaya desde el restablecimiento de la democracia. 2001.

Comisión sobre diagnostico de la situación actual del país y lineamientos de salida a la crisis.
30

Agosto, 2003.

21
tradicionales. Al punto que las exportaciones a países del MERCOSUR significaron el 43% del
total en el periodo 1995-1998, y solamente a Brasil casi el 31% 31. (Ver cuadro 5.1).

Cuadro 5.1. Estructura de las exportaciones por destino geográfico (en porcentajes)
Fuente: Elaborado en base a datos del BCU

Destino / Periodo 1990-1994 1995-1998 1999-2000

Argentina 12,4 11,8 14,3


Brasil 20,7 29,1 23,2
Paraguay 0,7 1,8 3,6
MERCOSUR 33,9 42,8 41,2
Chile 1,8 1,8 2,4
UE 17,9 14 17,5
China 3,7 4,1 4,6
USA 8 5,3 7,5
NAFTA 10,9 6,8 13,1

Resto del Mundo 29,9 27,9 18,7

Como se puede apreciar las exportaciones a países con que se tienen acuerdos comerciales
son las de más peso dentro de los totales.
En cuanto a las importaciones los orígenes son similares a los destinos de las exportaciones.
El MERCOSUR sigue teniendo el mayor peso dentro de las mismas. (Ver cuadro 5.2).
Los flujos tanto de importaciones como de exportaciones son mas estables y mayores que las
del resto del mundo.
Esta apertura externa donde priman las relaciones comerciales intra-regionales hace que se de
una correlación entre la economía del país con las economías vecinas, lo que nos hace mas
vulnerables a su desempeño. Se explica por esta vía el “contagio” de la crisis uruguaya del
2002, como consecuencia de la devaluación brasileña en 1999 mas tarde la de Argentina, lo
que ya de por si perjudica a las exportaciones uruguayas por el cambio en los precios relativos
de las mismas, a lo que se sumo el brote de aftosa del 2001 32.

Osimani, Rosa y Estol, Rosina. Centro de Investigaciones Económicas. Posibles impactos de


31

un acuerdo comercial con los Estados Unidos. Julio, 2006.

32Carbajal, Fedora y Ferrando, Mery. Relación entre comercio, mercado laboral y pobreza.
IECON. Abril, 2008.

32 Olesker, Daniel. Crecimiento y Exclusión. 2001.

22
Cuadro 5.2. Estructura de las importaciones por origen geográfico (en porcentajes)33
Fuente: Elaborado en base a datos del BCU

Origen / Periodo 1991-1994 1995-1998 1999-2002

Argentina 21 22 24,2
Brasil 24,8 21,8 19,7
Paraguay 0,3 0,5 0,5
MERCOSUR 46,1 44,3 44,4
Chile 1,6 1,7 1,9
UE 17,3 18,9 17,8
China 1,8 2,8 4,1
USA 10,5 11,7 9,8
NAFTA 13,2 13,7 11,9
Resto del Mundo 18,6 16 15

6.2. Estructura productiva

De la mano del nuevo modelo aplicado en el Uruguay tenemos cambios a nivel de la


estructura productiva. Como ya se dijo, se terminó con el proceso de industrialización por
sustitución de importaciones y con la apertura irrestricta se da el proceso exactamente inverso.
Por ende se desestima la industria manufacturera y se permite la entrada de bienes desde el
exterior a precios más competitivos que los nacionales. Por este motivo, la industria
manufacturera pierde peso dentro de la estructura productiva uruguaya y proliferan dentro de
los mismos rubros el sector terciario. Se da el hecho de que ciertas empresas pasan de ser
productoras a ser importadoras34. De esta manera se expulsan trabajadores de la industria y a
pesar de que el sector comercial requiere cierta parte no son los mismos volúmenes que
demandaba la industria así como tampoco con la misma capacitación. Esto sumado al hecho
de que uno de los rubros importados de mayor peso fueron los bienes de capital dada la
ventaja en el tipo de cambio. Lo genera dos consecuencias, la positiva es el hecho de que
logra mejorar la productividad y la negativa es que dado el proceso de tecnificación se produce
el efecto sustitución de hombres por maquinas 35.
Por ende en el periodo tenemos doble impacto negativo sobre el nivel de empleo que no solo
crea desempleo sino que genera desempleo estructural.
Los rubros exportables que se destacan son los llamados “nuevos y dinámicos” y los servicios,
donde se destacan los servicios turísticos y “otros servicios” donde se incluyen los servicios

35 Olesker, Daniel. Crecimiento y Exclusión. 2001.

23
bancarios, transporte, comunicaciones, servicios de almacenamiento y portuarios entre otros.
Por la misma naturaleza de los servicios esos tienen como destino principales la región. A
modo ilustrativo, el 90% de los turistas que ingresaron al país en el año 2000 fueron
procedentes de Argentina y Brasil36.

Cuadro 5.3. Indicadores de la estructura económica y de la producción (en base a valores corrientes)

Fuente: Antía, Fernando de La economía uruguaya desde el restablecimiento de la democracia.

1985 - 1989 1990-1994 1995-2000


Estructura del PBI total
Producción de bienes 43,7 37,6 31,4
Producción de servicios y otros 56,4 62,4 62,8

Oferta
PBI 3,8 4,3 1,5
Importaciones 9,2 15,3 3,5

Demanda
Consumo 5,1 5,4 2,3
Exportaciones 4,9 9,8 2,8

PBI por sectores


Agropecuario 3,5 3,2 0,5
Industria Manufacturera 3,6 -1,2 -0,4
Construcción -0,1 7,3 -0,3
Comercio, restaurantes y hoteles 3,9 9,6 -0,4
Transporte y comunicaciones 7,5 10 5,1
Financieras, seguros, inmuebles(+) 4,1 1 4,4

PBI per cápita 3,2 3,7 1

Cuadro 5.4. Indicadores del sector externo (en porcentajes).

Fuente: Antía, Fernando de La economía uruguaya desde el restablecimiento de la democracia.

1985 - 1989 1990-1994 1995-2000


Exportaciones de bienes 11,6 3,7 3,1
Exportaciones "tradicionales" 12,4 -3,2 2,3
Exportaciones "nuevas y dinámicas" 18,7 14,1 3,8
Exportaciones de serv. turísticos 1,6 22,6 0,5
Exportaciones de bienes y servicios 9,7 9,9 2,1

Importaciones de bienes y servicios 6,1 17,3 2,9

Balanza en cuenta corriente / PBI -0,2 -0,7 -1,9


Saldo de balanza de pagos / PBI 1,1 0,6 1

36 Antía, Fernando. La economía uruguaya desde el restablecimiento de la democracia. 2001.

24
6.3. Balanza de Pagos

Por la apertura al exterior, se registraron aumentos tanto de importaciones como de


exportaciones lo que condujo a que se incremente la brecha de la cuenta corriente. Pero a
pesar de los desequilibrios de la cuenta corriente el saldo de la balanza de pagos fue positivo
dado al efecto amortiguador de la cuenta capital, que logró que el saldo fuera positivo durante
todo el periodo.
Los saldos positivos de la cuenta capital estuvieron dados por la entrada permanente de
capitales del exterior lo cual fue fomentado por la liberalización del sistema financiero y la
sobrevaluación de la tasa de interés lo que condujo el ingreso de capitales y el encarecimiento
del crédito interno. Como contrapartida de esto, esta la gran disponibilidad de dinero que hubo
en el periodo. La apertura financiera significó la dolarización de la economía y por ende la
vulnerabilidad a las fluctuaciones del tipo de cambio, así como también la libre movilidad de
capitales y divisas.
Los principales destinos de los capitales ingresados fueron el consumo y los bienes de capital
fomentando las importaciones. Por ende la dependencia regional es doble, por un lado por el
vínculo comercial y por el otro por el vínculo financiero a través del ahorro externo y la inversión
extranjera directa en nuestra economía. Así es que se explica lo que Olesker llama como la
transferencia de riqueza al exterior37.

37
Olesker, Daniel. Crecimiento y Exclusión. 2001.

25
BIBLIOGRAFIA:

- Antía, Fernando; La economía desde el restablecimiento de la democracia. 2001


- Barrán, J. P. y Nahum, B.; Historia política e historia económica. Ediciones de la Banda Oriental,
Montevideo, 2002.
- Barrán, J. P. y Nahum, B.; El Problema Nacional y el Estado: un marco histórico
- Bertino, M., Bertoni, R., Tajam, H. y Yaffé, J.; La larga marcha hacia un frágil resultado 1900-
1955; en Instituto de Economía, El Uruguay del siglo XX. La Economía, Montevideo, 2001.
- Bértola, L.; Ensayos de historia económica. Editorial Trilce, Montevideo, 2000.
- Carbajal, Fedora y Ferrando, Mery; Relación entre comercio, mercado laboral y pobreza; IECON.
Abril, 2008.
- CINVE. Crecimiento durante el siglo XX.
- Comisión sobre diagnostico de la situación actual del país y lineamientos de salida a la crisis.
Agosto, 2003.
- Finch, Henry; La economía política del Uruguay contemporáneo 1870-2000. Ediciones de la
Banda Oriental, Montevideo, 2005.
- Noya, N., Laens S., Cesares, L., y Terra, M.; Política económica 25 años de fracasos.
- Olesker, Daniel; Crecimiento y Exclusión. Editorial Trilce, Montevideo, 2001.

26
- Osimani, Rosa y Estol, Rosina; Centro de Investigaciones Económicas. Posibles impactos de un
acuerdo comercial con los Estados Unidos. Julio, 2006
- Rodríguez, O., Barbato C., y Macadar, L.; La crisis y el problema nacional.
- Yaffé, Jaime; Política y economía en la modernización: Uruguay 1876-1933 (Universidad de la
República) en http://www.liccom.edu.uy/bedelia/cursos/historia/modernizacion.pdf
- Yaffé, Jaime; La maldición de Mauá en
http://www.audhe.org.uy/Boletin_Audhe/Boletin_2/Boletin_02_Yaffe.pdf
- Yaffé, Jaime; El sector externo en Uruguay 1911-1930; IECON.

27

S-ar putea să vă placă și