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RECONOCIMIENTO JURIDICO Y MECANISMOS DE PROTECCIÓN DE LOS

ANIMALES NO HUMANOS EN COLOMBIA

Viviana Andrea Castillo Siatame


Myriam González Beltrán

Resumen

La Constitución política de Colombia protege el medio ambiente y los recursos naturales, pero ésta
debe evidenciar explícitamente el amparo a los animales para que se deriven los reconocimientos
jurídicos hacia los seres sintientes ampliando el espectro de sus derechos y mecanismos eficaces
que obligue a los humanos a garantizarles una vida digna, de respeto y consideración.

El trato desigual y desproporcionado de los fuertes frente a los débiles, ha motivado plantear la
pregunta: ¿Cuáles son los reconocimientos jurídicos a los animales y cuáles deben ser los
mecanismos de protección?, para dar respuesta se ha considerado como objetivos: Identificar
teorías y pensamientos como fuentes del reconocimiento jurídico de los animales a través del
tiempo para establecer y analizar el contexto de éstos en el establecimiento jurídico colombiano;
determinar los mecanismos de protección contemplados en la normativa nacional; evaluar las
deficiencias de estos mecanismos; plantear propuestas que eleven el estatus jurídico y el catálogo
de derechos. Por lo esbozado, la metodología empleada atiende al enfoque de investigación
cualitativa con base en datos descriptivos partiendo de un tema jurídico que conlleva a proponer la
teoría ecléctica, con preponderancia en el método inductivo tomando los sistemas jurídicos de
varios países para el planteamiento de la propuesta general hipotética que amplíe los derechos de
los seres sintientes en el sistema jurídico colombiano.

Abstract

The Political Constitution of Colombia protects the environment and natural resources, but it
should makes evident explicitly the protection to the animals for bring about the legal recognition
to the sentient beings, widening the scope of their rights and the effective mechanisms that compel
the humans to guarantee them a decent life, of respect and consideration.

1
The unequal and disproportionate treatment of the strong against the weak has motivated the
question: What are the legal recognition to the animals and what should be the mechanisms of
protection?, to give response have been considered as aims: To identify theories and thoughts as
sources of legal recognition of animals through the time to establish and analyze the context of the
latter in the Colombian legal establishment; to determine the mechanisms of protection provided
in national rules; to evaluate deficiencies of these mechanisms; to raise proposals to elevate the
legal status and the list of rights.
As outlined above, the methodology employed responds to the qualitative research approach based
on descriptive data stem from a legal issue that leads to propose the eclectic theory, with a
preponderance in the inductive method taking the legal systems of a number of countries for the
conceptualization of the hypothetical general proposal that expands the rights of sentient beings in
the Colombian legal system.

Palabras clave: reconocimiento jurídico, mecanismos de protección, seres sintientes, teoría


ecléctica.

Keywords: Legal recognition, protection mechanisms, sentient beings, eclectic theory.

Introducción

La categoría de seres sintientes ha permitido la inclusión de los animales no humanos en el


ordenamiento jurídico colombiano como presupuesto de protección del derecho fundamental a la
vida a través de los mecanismos establecidos; sin embargo, la normativa aún es débil y
contradictoria por permitir el maltrato animal ante circunstancias que se originan en el sofisma de
la “cultura”. Se pretende el debilitamiento de la teoría antropocentrista y especista por ser fuentes
de discriminación y violencia hacia los más débiles. Contrario sensu, se propone la teoría ecléctica
receptora de derechos de los animales no humanos y leyes garantes de su eficaz amparo.

Consecuentemente la necesidad de concientizar, contemplar acciones y mecanismos que reconozca


a los animales una posición justa por su naturaleza, atendiendo a los principios de bienestar,
equilibrio y responsabilidad para salvaguardar el derecho a la vida digna con respeto y total rechazo
a prácticas crueles e inhumanas. La ciencia del derecho se puede ampliar si se contempla la rama

2
del derecho de los animales por el desconocimiento que nos asiste, por lo que tenemos los humanos
que aprender de ellos y en reparación a estas víctimas.

1. Contexto del reconocimiento jurídico a los animales

A través de la historia se han desarrollado postulados y corrientes de pensamiento que sostienen


que por la naturaleza del animal éste es sujeto de derecho; Singer aduce al respecto que: “La
capacidad de padecimiento otorga a un ser el derecho de consideración y especialmente el derecho
a no sufrir”1 (Singer, 1999), para aquellos seres que comparten el mundo y acompañan al hombre
hasta el fin de la existencia; sin embargo, otorgar derechos a los animales ha sido un tema álgido
para la inclusión en el Ordenamiento Jurídico de cada país, por razones económicas y explotación
indiscriminada que se hace de estos seres, de quienes el hombre tiene mucho que aprender.

El reconocimiento jurídico de los animales consiste en la constitución, formación, inclusión y


aceptación jurídica, en un ordenamiento legal que contemple acciones y mecanismos de protección
que les reconozca una posición justa por su naturaleza, por ser susceptibles de apropiación, sujetos
de protección, control, cuidado, uso y aprovechamiento del hombre, reconociéndolos como seres
sintientes; según Pérez y Gardey, los caracterizan como aquellos que sienten y pueden moverse
por sus propios medios con funciones esenciales, como la alimentación, respiración, circulación,
excreción, respuesta, movimiento y reproducción; pero que también poseen voluntad, toman
decisiones, aprenden de su experiencia, cruzan toda las barreras para entendernos y hacerse
entender, y expresan más amor del que generalmente se les devuelve.

“Hart sostiene la tesis según la cual, la existencia de un sistema jurídico depende necesariamente
de la utilización compartida de criterios de validez y, ésta a su vez, del criterio de identificación
de normas jurídicas”2 (Caracciolo, p. 295).

Si a los animales se les reconoce jurídicamente, se les protege en derecho, comporta que
necesariamente el ordenamiento jurídico de un país los ampare a través de la normatividad, para

1
Singer, 1999
2
Caracciolo, p. 295

3
que socialmente por su vinculación con las personas, éstas les otorguen la debida protección,
consideración y respeto; ya que desde el punto de vista de la teoría antropocentrista, se encuentran
en desigualdad de condiciones por ser el hombre el que domina y tiene el poder sobre los no
humanos; así, la inclusión en el Ordenamiento Jurídico que les reconozca como seres sintientes y
con derechos conlleva a que se penalice todo acto cruel, desconsiderado, e inhumano en contra de
los animales, estableciendo límites que permitan que éstos cumplan con sus funciones esenciales
que les garanticen el disfrute del derecho a la vida.

No sobra hacer énfasis que a través de la historia muchos conceptos y teorías referentes a los
animales, se han enfrentado debido al interés del hombre frente a los animales desde lo económico,
científico, ornamental, social, terapéutico, recreativo, deportivo, cultural, laboral; situaciones que
han traído como consecuencia, el que jurídicamente también sea tema atrayente para los sistemas
tanto internacionales, nacionales y locales, por los abusos que originan los intereses alrededor de
estos seres vivientes y sintientes.

En la obra: Lo que tú debes saber sobre los derechos de los animales, se denuncia que cada año,
millones de animales son apaleados, cegados, mutilados, convertidos en adictos a las drogas,
mueren en experimentos, por vanidad, excesivo trabajo, espectáculos, mataderos, trampas, tiro al
blanco, tráfico, abandono, destrucción del hábitat. La historia del horror del sufrimiento animal
parece no tener fin3 (James 2005).

Ante la vulneración de derechos a los animales, es necesario el reconocimiento jurídico partiendo


de concientizar a los animales humanos que no son los únicos que habitan el mundo, creyendo
que les asiste el derecho de la exclusividad en prácticas crueles y desbordadas hacia los más
débiles4 (Castillo, 2013).

Pazmiño considera que este reconocimiento permite proteger derechos mediante acciones legales,
proyectar una política estatal que vele y defienda a los seres más débiles, impactar el ordenamiento
jurídico y las estructuras políticas, sociales y culturales de los pueblos, reconocer el trato con
moralidad hacia estos seres por convivir, en y cerca del contexto de los humanos, dar el estatus de
seres sintientes merecedores de una vida, un trato responsable y no como cosas por estar dotados

3
James, 2005
4
Castillo, 2013

4
de una estructura neuronal desarrollada, aceptar que los derechos fundamentales están
evolucionando y por lo tanto, existen otros titulares de derechos que son los seres vivos sintientes,
resaltar la importancia del principio del equilibrio entre el humano y la naturaleza, poner límites al
capitalismo que conlleva a una depredación irracional para mantener el consumo y la riqueza en
manos de pocos a costa de los animales y producir cambios estructurales en los sistemas políticos
y jurídicos que generen aprendizajes sociales 5 (Pazmiño, 2015).

Considera otro autor, la importancia de impulsar el derecho animal como una rama del derecho
ambiental y la creación de normas que contengan medidas coercitivas ante conductas antijurídicas,
propendiendo por el respeto y consideración a los animales, por pertenecer al reino de la diversidad
biológica6 (Antúnez, 2016).

Se deduce que es necesario el reconocimiento jurídico a los animales porque crea derechos, medios
de protección y defensa, sensibiliza a la sociedad impulsando la creación de nuevos marcos legales,
para su eficacia, eficiencia y celeridad por la necesidad de resguardar a los seres más vulnerados
y, porque merecen vivir sin sufrimientos, producto de prácticas desbordadas y crueles por los
animales humanos.

Los argumentos presentados permiten dilucidar que la finalidad del reconocimiento jurídico de los
animales, debe propender a que se les reconozca la categoría de seres sujetos de derecho,
implicando otorgarles un catálogo de derechos fundamentales consignados en el ordenamiento
jurídico, a nivel internacional, nacional y local, que contemplen la creación de instituciones y
mecanismos eficaces, que tengan como fin salvaguardar los seres no humanos, por encontrarse en
situación de inferioridad y vulnerabilidad frente a la raza humana destructora del medio ambiente.

En caso de no reconocerles la subjetivización de derechos, se deben fortalecer y ampliar derechos


fundamentales que dignifiquen la vida de los animales no humanos en el ámbito del respeto, la
consideración, satisfacción a sus necesidades básicas, alejados de toda posibilidad de maltrato,
dolor y tortura.

5
Pazmiño, 2015.
6
Antúnez, 2016.

5
“No hay razón para negarles el principio básico de igualdad de intereses a los miembros de otras
especies, y más ahora que la ciencia ha reconocido que los animales no humanos tienen conciencia.
En la conferencia “la conciencia en humanos y en no humanos” realizada en Cambridge en el 2012,
se considera a los animales no humanos como individuos, en particular a las especies que cuentan
con un sistema nervioso central desarrollado que les permite sentir, desarrollar estructuras sociales
fuertes, jugar, divertirse y alejarse de cualquier situación que les provoque miedo, dolor, ansiedad
o incluso la muerte”7 (Muñoz, 2016, p. 2).

“En las últimas décadas, arremete con fuerza la pretensión reivindicatoria de los animales frente al
maltrato, así como el planteamiento de mejorar los sistemas legales para la protección de los
mismos, planteando tendencias "inclusivas" hacia el reconocimiento e igualación de derechos, de
manera similar a como el anti-racismo o el anti-sexismo exigían una igualación de derechos en
contra de posturas segregacionistas en esos ámbitos; en consecuencia, hoy se plantea el anti-
especismo como una recusación a la concepción que considera a la especie humana como el centro
y la única capaz o merecedora de gozar de derechos”8 (Foy & Cutire, p. 218).

Finalmente, vale la pena anotar que en Colombia, el reconocimiento jurídico que se ha hecho a los
animales es muy débil por cuanto contempla el mínimo de derechos y su protección; además es
contradictorio que algunas normas los protejan y otras los vulneren; sin embargo, los movimientos
sociales a favor de los derechos de los animales han logrado la creación y reconocimiento de un
status jurídico por parte del legislador, consecuencia de la protesta y presión comunitaria.

2. Mecanismos de protección de los animales

Con el transcurso del tiempo, la fauna ha sufrido muchas formas de violencia y maltrato por parte
de los animales humanos, como la exposición a riñas, la muerte por maltrato, tratos crueles,
castigos, abandono, esclavitud, disección, desprotección, mutilación, zoofilia, prácticas de deporte
excesivo y de experimentación; además, se atenta contra el bienestar animal por la negligencia en
cuidados básicos y la falta de otorgamiento de refugio, de alimentación y de atención médica.

7
Muñoz, 2016, p.2.
8
Foy & Cutire, p. 218.

6
El reconocimiento a los animales como seres sintientes, permite responder a un código moral, que
implica un actuar acorde con su condición de seres dignos en tanto que, la legislación les concede
una protección especial desde el punto de vista judicial y social 9 (Noticias jurídicas, 2016).

Son seres de consideración, respeto, garantías y sujetos morales pero muy a pesar, algunos
ordenamientos jurídicos los colocan en estado de vulneración, permisividad y tolerancia para el
maltrato y la explotación económica; sin embargo, cada vez toma más fuerza la política de otorgarle
el bienestar a esos seres sintientes que comparten la vida y acompañan al hombre hasta el fin de la
existencia.

En Colombia se contemplan los siguientes instrumentos jurídicos como mecanismos de protección:

a. acción popular y/o medio de control de protección de los derechos e intereses colectivos.

La Constitución contempla la acción popular en su artículo 88: “para la protección de los derechos
e intereses colectivos, relacionados con (…) el ambiente”, se tiene en cuenta que “los derechos
colectivos tienen como finalidad el aseguramiento de beneficios que sólo pueden ser disfrutados
de manera colectiva”10 (Rivera, 2007); contiene la ley 472 de 1998 como derechos e intereses
colectivos el ambiente sano y el equilibrio ecológico; por tanto, “El ambiente es un patrimonio
común de la humanidad y, su protección asegura la supervivencia de las generaciones presentes y
futuras”11 (Sentencia T-254/93) y “cualquier violación a un ambiente sano en sus múltiples aristas
o dimensiones, puede ser objeto de una acción popular” 12 (Martínez & Trujillo, 2001, p. 45).

Así mismo, la ley 1437 de 2014, trata en el artículo 144 el medio de control de protección de los
derechos e intereses colectivos, con el fin de evitar un daño contingente, hacer cesar el peligro o
restituir a su estado anterior.

El más reciente pronunciamiento, es el referido a la ratificación del principio fundamental de


protección el medio ambiente, de los recursos y el valor de la dignidad humana, como fundamento
de las relaciones entre los seres humanos, de éstos con la naturaleza y con los seres sintientes;
incluyendo a los animales en el concepto de ambiente, abarcando también el principio de

9
Noticias jurídicas, 2016
10
Rivera, 2007
11
Sentencia T-254/93
12
Martinez & Trujillo, 2001, p.45

7
solidaridad en cuanto a la necesidad de mantener la biodiversidad del equilibrio natural de las
especies salvaguardándolos de sufrir padecimientos sin justificación legítima y, el principio de
responsabilidad de los seres humanos, respecto de los otros seres vivos y sintientes. 13 (Corte
Constitucional, 2016).

Constitucionalmente se tiene implícito que los animales están contenidos en el mecanismo de


protección del derecho fundamental del medio ambiente que conlleva la obligación de proteger la
diversidad e integridad, la conservación de áreas de especial importancia ecológica y la educación
para el logro de estos fines. 14 (Trujillo, 2010, p.122)

En la actualidad, por vía jurisprudencial los instrumentos de protección que se han desarrollado en
el ambiente, son vistos como el contexto esencial del desarrollo de la vida sobre el fundamento de
la armonía con la naturaleza, lo que obliga a incluir a los animales en el concepto de fauna
protegidos desde dos perspectivas: a) la fauna en virtud de la biodiversidad y el equilibrio natural
de las especies y b) la fauna protegida del padecimiento, maltrato y crueldad sin justificación. Ésta
última refleja un contenido moral, político y de conciencia sobre la responsabilidad que deben tener
los seres humanos respecto de los otros seres sintientes15 (Corte Constitucional, 2010).

b. Acción de cumplimiento y/o medio de control de cumplimiento de normas con fuerza


material de ley o de actos administrativos.

La Constitución contempla la acción de cumplimiento en el artículo 87: “para hacer efectivo el


cumplimiento de una ley o un acto administrativo”, y la Ley 1437 de 2014 la desarrolla como
medio de control en el artículo 146. Blanco afirma que se puede exigir la observancia de la
Constitución por conducto de ésta acción y, porque está creada para exigir el acatamiento de
normas aplicables con fuerza material de ley o actos administrativos16 (Blanco, 2003).

Lo anteriormente expuesto, conlleva a predicar el cumplimiento de lo establecido en la


Declaración Universal de los Derechos de los animales por contener el derecho a la vida, la

13
Corte Constitucional, 2016.
14
Trujillo, 2010, p.122
15
Corte Constitucional, 2010.
16
Blanco, 2003

8
igualdad, y la libertad en cuanto promulgan la existencia, respeto, atención, cuidado y protección,
enfatiza sobre la negativa a prácticas crueles e inhumanas y la obligación de preservación del
hábitat de las especies17 (Corte Internacional de la Haya, 2015); y ante la necesidad de producir la
muerte, ésta debe ser indolora e instantánea lo que establece además, una relación entre derechos
del animal y la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano 18 (Alterini, p.66).

c. Delitos contra los animales

Algunos países han incluido la categoría de seres sintientes en sus ordenamientos jurídicos,
defendida ésta por autores que han declinado por la tesis: “Desde la justicia en especie se propugna
la idea de que sólo los seres sintientes serán tomadores de derechos básicos”. 19 (Martín, 2012, p.67)

Así mismo, el doctrinante Asunción Herrera Guevara dice: “Si otorgamos un estatus moral a todos
los seres sintientes entonces podríamos acabar con las tropelías cometidas hacia ellos” 20 (Herrera,
2012, p.84).

Se reconoce a los animales como seres vivos, con dignidad en sí mismos, sujetos con un propósito
vital y finalidad en la existencia, dotados de valor propio y titulares de algunos derechos por ser
seres sintientes, sensibles y por ende merecedores de respeto; toda vez, que los animales
vertebrados tienen la capacidad de sentimientos, del dolor y del placer con un nivel de conciencia
elevado; por ello, los Estados Miembros deben adoptar medidas con políticas apropiadas para
prevenir la crueldad y reducir los sufrimientos21 (Brels, 2012).

Colombia reconoció en su Ordenamiento Jurídico hasta ahora la categoría de ser sintiente a los
animales mediante Ley 1774 de 2016 al contemplar, que estos seres no son cosas, por lo que
recibirán especial protección contra el sufrimiento y el dolor, causado directa e indirectamente por
los humanos; se tipifican punibles algunas conductas relacionadas con el maltrato a los animales
y se establece un procedimiento sancionatorio de carácter policivo y judicial; posición tímida e

17
Corte Internacional de la Haya, 2015
18
Alterini, p.66
19
Martín, 2012, p.67
20
Herrera, 2012, p.84
21
Brels, 2012

9
insuficiente, “Pese a que los animales son dignos del reconocimiento como sujetos de derecho,
teniendo en cuenta que estos al igual que los nascituros y los niños son acreedores de derechos
aunque no de obligaciones, puesto que por las generadas por éstos debe responder quien tenga la
posición de garante, ya sea propietario, tenedor o poseedor”22 (Muñoz & Zapata, 2014a).

El delito de maltrato animal vulnera un interés básico que consiste en el respeto de las obligaciones
biológicas y bioéticas que tiene el hombre con los animales incluyendo la atención medioambiental.
La Ley 1774 de 2016 modifica el Código Civil, la Ley 84 del 89, el Código Penal y de
Procedimiento bajo los principios de: a) protección animal, referenciando el trato de los animales
basado en el respeto, cuidado, prevención del sufrimiento, erradicación del cautiverio y el
abandono; así, como de cualquier forma de abuso, maltrato, violencia y trato cruel. b) bienestar
animal en el cuidado, el responsable garantizará los mínimos vitales, no malestar físico ni dolor,
no a condiciones de miedo o estrés, impedimento a su comportamiento natural, no a la provocación
de la enfermedad por descuido y negligencia. c) solidaridad social, el estado y la sociedad están
obligados a asistir y proteger a los animales con acciones diligentes ante situaciones que pongan
en peligro su vida, salud e integridad; además, tomar parte denunciando a los infractores de las
conductas punibles cuando se tenga conocimiento.

La reforma en el Código Civil incluye el reconocimiento de la calidad de seres sintientes a los


animales y El Código Penal desarrolla el capítulo: “De los delitos contra los animales”,
referenciando los que vulneran la vida, la integridad física y emocional de los animales; como
consecuencia contempla pena de prisión de doce (12) a treinta y seis (36) meses, para quien
maltrate a un animal doméstico, amansado, silvestre vertebrado, o exótico vertebrado causándole
la muerte o lesiones que menoscaben su salud o integridad física, y la inhabilidad especial de 1 a 3
años para el ejercicio de profesión, oficio, comercio, o tenencia de animales.

Contiene también, circunstancias de agravación punitiva, que aumentará de la mitad a las tres
cuartas partes si la conducta se comete con sevicia, en vía o sitio público, valiéndose de
inimputables, menores de edad o en presencia de éstos, comisión de actos sexuales con los animales

22
Muñoz & Zapata, 2014a

10
y cuando los delitos los cometan servidores públicos o por quienes ejercen funciones públicas y
se otorga la competencia a los Jueces Penales Municipales para el conocimiento de los delitos
contra los animales.

Estas penas se hacen necesarias como protección al derecho a la vida digna de los seres sintientes,
evitando el sufrimiento y el dolor, obligando a las personas a respetarlos y a abstenerse de causarles
daño o lesión; además, exige un trato considerado en toda circunstancia.

“Es posible una argumentación jurídica, que sostenga que los animales son considerados como
sujetos de derecho en el ordenamiento jurídico colombiano, desde éste momento en el que el
derecho penal abrió la puerta a que dentro de los bienes jurídicos considerados como más
importantes para sus sociedad, se incluyan expresamente la vida y la integridad física y emocional
de los animales (unos seres que hasta entonces habían sido considerados por el derecho como
cosas)”23(Contreras, 2016).

d. Multas y contravenciones

A la luz de la Ley 1774 de 2016, que reforma el Código Penal y la Ley 84 de 1989, se contemplan
multas de 5 a 60 salarios mínimos legales vigentes, para aquellos actos dañinos y de crueldad contra
los animales cuando no causen la muerte o lesiones que menoscaben gravemente su salud e
integridad física.

Las contravenciones, serán atendidas por los alcaldes e inspectores de policía; éstas instituciones
contarán con la colaboración colocando medios y recursos necesarios previstos en la Constitución,
Ley 99 de 93 y Ley 1339 de 2009; contarán también con facultades el Ministerio de Ambiente y
Desarrollo Sostenible, Corporaciones Autónomas Regionales, Unidades Ambientales,
Establecimientos Públicos, Unidad Administrativa Especial del Sistema de Parques Nacionales;
para el cumplimiento de los fines del Estado y objeto de la presente normativa. “El dinero de estas
multas iría destinado a la educación y sensibilización en protección y bienestar animal en los
Municipios donde se hayan recolectado”24 (Defensa Cali, 2015).

23
Contreras, 2016
24
Defensa Cali, 2015

11
Los montos recaudados por las entidades territoriales por concepto de multas, se destinarán a la
formulación, divulgación, ejecución y seguimiento de políticas de protección a los animales,
campañas de sensibilización, educación ciudadana y constitución de formas de protección animal,
vinculando organizaciones animalistas y juntas defensoras de animales.

e. Aprehensión material preventiva

Se aplica cuando se tenga conocimiento o indicio de conductas de maltrato o de vulneración del


bienestar animal; corresponde a la Policía Nacional aprehender en forma inmediata sin que medie
orden judicial o administrativa. Toda denuncia deberá ser atendida máximo en veinticuatro (24)
horas.

El responsable, propietario o tenedor está obligado a garantizar los gastos de manutención y


alimentación del animal. Si no se responde en quince (15) días se procederá a entregar en adopción.

El Ministerio del Medio Ambiente en concordancia con las entidades competentes podrá
desarrollar campañas pedagógicas para implementar prácticas adecuadas que garanticen el
bienestar de los animales.

Correlativamente para la eficacia de los instrumentos jurídicos se cuenta con otras acciones y
estrategias que se relacionan a continuación:

- Participación del Ministerio del Medio Ambiente y las Corporaciones Autónomas Regionales
coordinando el Sistema Nacional Ambiental SINA para adoptar medidas que protejan la
biodiversidad y las especies en vía y en peligro de extinción.
- Políticas públicas para la protección y bienestar animal, desarrollando como un primer eje, la
cultura ciudadana que incluye líneas de acción como educación y sensibilización, conocimiento
y formación de valores éticos hacia los animales, participación y movilización social
impulsando la cultura del buen trato a los animales y acciones de responsabilidad; el segundo
eje, establece la institucionalidad para la protección y bienestar del ser sintiente; el tercero,

12
contempla la incorporación de centros y sistemas de información, investigación, desarrollo
técnico y profesional25 (Política Pública de Protección y Bienestar Animal, 2014).
- Participación de instituciones como la Policía Nacional, a quien le compete velar por la
aplicación de medidas correctivas y pedagógicas ante el abandono y la no garantía de los
mínimos vitales del animal no humano. Esta cuenta con un cuerpo especializado denominado
Policía Ambiental y De Los Recursos Naturales, para prestar apoyo a las autoridades
ambientales, recibir denuncias de todo tipo de maltrato animal, garantizar mecanismos de
protección, seguridad, y vigilancia, transportar al centro de zoonosis o albergues a aquellos que
se encuentren en estado de indefensión y vulneración.
- Otras estrategias encuentran cabida en programas de adopción, vacunación y esterilización,
promoción de fundaciones y de juntas defensoras de animales; además se contemplan multas
y penas para quienes ocasionen maltrato, muerte, abandono o nieguen los mínimos vitales a los
seres sintientes. 26 (Echeverri).

La presión social está llevando a los Gobiernos a introducir modificaciones en los regímenes
jurídicos, por las exigencias éticas de nuevos movimientos sociales y políticos, de debates
científicos y académicos que se gestan con las llamadas nuevas subjetividades.

3. Deficiencia de los mecanismos de protección

a) La Acción Popular:
La acción popular es la encargada de proteger los derechos e intereses colectivos, entre ellos el
ambiente sano, desarrollado en el Decreto 2811 de 1974, por el cual se dictan disposiciones que
despliegan los recursos naturales renovables y la protección del medio ambiente; hace hincapié en
su artículo 3, numeral 5 a la fauna, concepto que se refiere al conjunto de animales en sus diferentes
clasificaciones (mamíferos, aves, reptiles, etc.). Sin embargo, esta acción ha sido un mecanismo
judicial no expedito ya que en la práctica se ha limitado a proteger los recursos naturales renovables
y a los seres silvestres, dejando de lado los demás tipos de animales, siendo la fauna un concepto
genérico que debe incluir a toda la clasificación animal. Se interpuso esta acción para proteger a

25
Política Pública de Protección y Bienestar Animal, 2014.
26
Echeverri.

13
los animales sometidos a investigación por el Científico Manuel Elkin Patarroyo; El Consejo de
Estado el 26 de noviembre de 2013, falló la salvaguarda de la vida e integridad de estos seres
silvestres, sintientes 27 (Henao, 2016). De lo expuesto, se concluye que la debilidad de este
mecanismo de protección radica en que en la teoría esboza un campo amplio de acción, pero en la
praxis su ejercicio es limitado por la no inclusión de todas las especies vertebradas.
b) La acción de cumplimiento:
Si bien es cierto, el Congreso ha expedido leyes protegiendo a los animales, el Ejecutivo no las ha
reglamentado para que éstas sean eficientes y eficaces para su real aplicación; así mismo, el
desconocimiento de la norma impide que los ciudadanos ejerzan esta acción; se evidencia también,
que al requerir a las autoridades para la ejecución de la ley, éstas argumentan que no hay recursos
económicos o que los existentes atienden otras prioridades; además los intereses burocráticos no
han permitido la creación de instituciones e instrumentos que hagan efectivas las leyes de
protección animal y, las pocas existentes no son suficientes por la alta demanda de seres sintientes
vulnerados.
c) Delitos contra los animales, multas y sanciones:
Los vacíos que contempla la ley hacen que el delito sea excarcelable, aunque los victimarios quedan vinculados
al proceso, finalmente recobran su libertad, consecuencia de la falta de reglamentación28 (Alvarado, 2016).
Pese a lo anterior, la ley 1774 de 2016, contempla excepciones que permiten el maltrato y sufrimiento animal
ante espectáculos como la tauromaquia, coleo, corralejas, peleas de gallos, entre otros, bajo la tesis de las
tradiciones culturales. Sin embargo, estos espectáculos no son inamovibles, ni el humano es el todopoderoso amo
y señor sin límites bajo la tesis antropocentrista. Muñoz y Zapata ratifican la idea: “Al respecto, basta anotar que
la tauromaquia pese a ostentar la condición de espectáculo, contiene un riesgo social definido” 29 (Muñoz &
Zapata, 2014b, p. 172).
Las multas no corresponden a una medida eficaz para que las personas se abstengan y se concienticen a cerca del
no maltrato animal, porque solamente pagando se redime la acción punitiva.

d) Aprehensión material preventiva:


Si bien es cierto, la policía ambiental cumple con su deber de rescatar a los animales que se
encuentran en estado de indefensión o maltratados, estos los devuelven a su estado de
vulnerabilidad por la inexistencia de albergues e instrumentos eficaces para salvaguardar la vida e

27
Henao, 2016
28
Alvarado, 2016
29
Muñoz & Zapata, 2014b, p. 172.

14
integridad de los animales no humanos. Se debiera contar con instituciones, tales como un hospital
público veterinario, albergues, y demás necesarias para el cabal cumplimiento de la normatividad.

Puede afirmarse que la preocupación social que últimamente se ha producido con relación a la
protección animal, está llevando a los gobiernos a introducir modificaciones en los regímenes
jurídicos por las exigencias éticas de nuevos movimientos sociales y políticos, de debates
científicos y académicos que se gestan con las llamadas nuevas subjetividades30 (Acuerdo No. 128,
2010).
Aunque existen mecanismos de protección a nivel internacional, nacional y local, los sustentos
antropocéntricos e intereses económicos, no permiten la eficacia en la creación de normatividad
que contundentemente erradique el maltrato animal en todas su formas; por lo que se requiere, un
cambio de visión atendiendo a lo contenido en la Declaración Universal de los Derechos de los
Animales, que se armonice con instrumentos jurídicos. Es de esperarse que en un futuro no lejano,
los animales sean sujetos de derecho porque así se contemplará en cada uno de los ordenamientos
jurídicos. Se debe concientizar a la sociedad de que el maltrato a un animal es una conducta
prohibida en un mundo civilizado y moderno.

4. Propuestas que se derivan

Una propuesta general para que realmente se hagan efectivos los mecanismos de protección de los
derechos de los animales, es sin duda, un cambio de visión hacia los mismos modificando el
Derecho, debido a que éste es progresivo y se ajusta a las realidades del momento cultural, social
y político de cada población. En la historia de la humanidad se han manifestado ordenamientos
jurídicos o pensamientos que en su momento fueron acordes a los principios fundamentales, pero
que hoy en día sería absurdo acogerlos; verbigracia, las mujeres no tenían derechos políticos y sus
bienes estaban subordinados al esposo, la obligación de la mujer en contraer matrimonio sin su
libre albedrío, por circunstancia ajenas a ella; así mismo, el pensamiento nazista fundamentado en
superioridad de la raza aria, por lo que justificaban el sometimiento a los judíos causándoles tortura,
sufrimientos y la muerte; de la misma manera, pasaron décadas para que la raza negra tuviera
derechos por cuanto no eran considerados humanos, por eso los esclavizaban; estos son algunos

30
Acuerdo No. 128, 2010.

15
ejemplos de la visión de una especie que se cree fuerte y con derecho a vulnerar al débil, contrario
al deber de protección.

Se evidencia que el individuo se desarrolla en una sociedad y, sus valores o anti valores dependen
de la raíz de su formación, proceso educativo o de la visión o teoría que se le ha inculcado y la
adoptada según la cultura del momento.

Antes de definir las teorías que sustentan el tema, es necesario hacer hincapié, que dentro del reino
animal existen muchas especies, entre ellas los humanos, ésta condición es lógica para la mayoría
de estudiosos y científicos, pero no para los demás integrantes de la sociedad; por eso, es necesario
entrar a referenciar el por qué los hombres somos animales, aplicando la teoría de Charles Darwin,
quien es el autor de la obra: “Evolución de las especies mediante selección natural”.

Después de la desaparición de los Dinosaurios, comenzó el surgimiento de los mamíferos en el que


se destacaron los primates, desarrollando la capacidad para sobrevivir, con cerebro superior,
pudiendo coordinar la vista y el movimiento de las manos; fue así que se gestaron diferentes tipos
de primates, entre ellos los Homínidos, comenzando así la evolución hasta el hombre actual; es
decir, desde el Australopithecus hasta el Homo Sapiens (hombre moderno con características del
hombre actual) 31 (Historia y Biografías). Lo anterior, para concluir que científicamente está
comprobado que el hombre pertenece al reino animal, dentro de los mamíferos-primates.

La raza humana ha creado teorías, unas para someter a la más débil y otras para protegerla. La
teoría del Especismo, en palabras de Horta, es la discriminación de aquellos que no son miembros
de ciertas especies; así como, el favorecimiento injustificado de aquellos que pertenecen a ciertas
especies; así mismo, la teoría del Antropocentrismo que da prioridad a la especie humana,
pensando en el animal no humano como inferior, como recurso o “carente de”, porque el hombre
es el centro de la tierra; la teoría Anti-especismo, surge como rechazo al especismo, para otorgarle
a los animales no humanos otro estatus, exponiéndolos como seres sintientes, capaces de sentir
placer y sufrimiento32 (Navarro, 2012).

En Colombia, los animales no humanos hace poco eran cosas, pero como se ha mencionado el
legislador y el juzgador, plantearon que los animales no humanos no son cosas, son seres sintientes,

31
Historia y Biografías
32
Navarro, 2012

16
en reivindicación al auge que ha tenido la necesidad de protección de los mismos, la evolución de
una sociedad civilizada, con moralidad y acomodando el derecho a los pedimentos actuales. Hoy
en día la sociedad requiere resguardar los seres más débiles, en vez de someterlos como se hacía
en la antigüedad; científicamente está comprobado que los animales no humanos tienen conciencia;
gracias a los avances de la ciencia, podemos reivindicar los errores y barbaries que se han y siguen
cometiendo.

Un grupo de neurocientíficos, concibieron la declaración de Cambridge sobre la conciencia, y


afirmaron con la presencia de Stephen Hawking, que la mayoría de especies animales posee los
sustratos neurológicos que generan la conciencia, advierten que deciden llegar a un consenso y
hacer una declaración para el público que es obvia para los científicos y es que los animales tienen
conciencia, pero que no lo es para el resto del mundo y para la sociedad; concluyen, que los
animales no humanos tienen sustratos neuroanatómicos, neuroquímicos, y neurofisiológicos de
los estados de conciencia, estados afectivos; así como la capacidad de exhibir comportamientos
intencionales, es decir, que poseen la capacidad y la utilizan. La conciencia implica varios procesos
cognitivos interrelacionados; requiriendo además, del uso de los sentidos como medio de
conectividad entre los estímulos externos y sus asociaciones 33 (Belmonte, 2013).

Al dar un nuevo estatus a los animales no humanos como seres sintientes, se debe regular el
derecho, pues éste es cambiante y va en constante evolución, no podemos quedarnos con los
conceptos clásicos, para la época los animales eran cosas, no seres sintientes; atribución que se ha
implantado en la mayoría de naciones y concretamente en Colombia. Es elevar la categoría de los
animales no humanos atendiendo a los conceptos: sujetos y objetos de derecho como a continuación
se expone.

Entiéndase por sujeto de derecho o persona, el ente que tiene la capacidad para ser sujeto de las
normas jurídicas (activa o pasivamente), y por objeto de derecho su contenido, identificándose
con deber jurídico; el objeto es señalado por ejemplo, a la conducta u obrar a que se obliga el
deudor, también para denotar al substrato material del derecho cuando se trata de derechos

33
Belmonte, 2013

17
patrimoniales; suele indicarse como objeto la cosa corporal o en relación con los créditos u
obligaciones34 (Valencia & Monsalve, 2011).

Existen definiciones acerca de que las personas son los sujetos de derecho; al respecto explica
Solar que todo individuo de la especie humana tiene según esto, la capacidad o aptitud legal de
poder llegar a ser sujetos de derechos; es decir, de las facultades o ventajas que la ley otorga a las
personas; y por objeto de derecho, las cosas, los bienes corpóreos o incorpóreos, sobre los cuales
versa o en los cuales incide una relación jurídica 35. (Monroy, 2001)

El Código Civil Colombiano, en el artículo 73 estipula que son personas naturales todos los
individuos de la especie humana y en el artículo 72 hace referencia a la persona jurídica, y dispone
en el artículo 653 que los bienes consisten en cosas corporales o incorporales.

Se evidencia entonces, que dentro de estas dos categorías clásicas, los seres sintientes no quedan
encuadrados, ya que no son sujetos de derecho pero tampoco son cosas, por cuanto son seres
sintientes y con conciencia; es necesario, crear una categoría o teoría híbrida que concilie estos
conceptos y cobije a los animales no humanos, que llamaremos teoría ecléctica receptora de
derechos de los seres sintientes.

Cabe aclarar que, “Se denomina eclecticismo a todo pensamiento cuyo carácter esencial consista
en unir elementos conceptuales, pertenecientes a posturas diferentes o heterogéneas, que son
elegidos en virtud de una actitud conciliadora de opiniones diversas” 36 (Peñalver, 1991).

Con ésta teoría ecléctica, se busca materializar el estatus de ser sintiente, y dar una relevancia
mayor a la que actualmente tiene; si bien es cierto, desde el punto de vista antropocentrista, no
podemos catalogar al ser sintiente como sujeto de derecho por no ser de la especie humana, si
podemos crear una categoría nueva diferente a las clásicas, en donde obtenga mayores derechos y
efectiva protección; sin embargo, otra propuesta relevante desde el punto de vista del especismo
consiste en ampliar el concepto de sujeto de derecho, argumentando que es todo ser que tiene
conciencia, que siente, y posee sentimientos sin limitarnos a una sola especie como lo es la humana;
estas dos soluciones que se plantean dependiendo de la visión que apliquemos al derecho, tanto de

34
Valencia & Monsalve, 2011
35
Monroy, 2001
36
Peñalver, 1991

18
crear una nueva categoría que cobije a los anímales no humanos o la propuesta de modificar el
concepto de sujetos de derecho que se ha acogido desde hace centenares de años, son productivas
en el sentido de que las dos le otorgan derechos efectivos a los animales no humanos y una debida
protección a estos, creando diversos mecanismos que hoy en día no existen, propuestas específicas
para otorgarle un lugar a los animales que por naturaleza siempre lo han tenido y que bajo los
supuestos de la especie racional y con dominación, le corresponde proteger a la inferior y
vulnerable, erradicando toda forma de maltrato y sometimiento, superando los tristes episodios
históricos.

Como sustento a los esbozado, es imprescindible referenciar algunas teorías que plantean la
necesidad de crear la subjetividad jurídica animal, ya que la negación de ésta ha traído como
consecuencia la disposición por parte del hombre equivalente a la forma como trata a los objetos
inanimados que componen sus activos, origen en la concepción antropocentrista, que no se
preocupó por ponerle límites al derecho de dominio exagerado que tiene el hombre sobre todo lo
que no sea humano.

Las corrientes de pensamiento que a continuación se mencionan han tendido a solucionar el abuso
en el afán por resolver el problema de la subjetividad jurídica animal no humana.

a. Teoría jurídica y teológica: aboga por el establecimiento de deberes que el hombre tiene frente
a los animales; es imperativa la creación de deberes directos y obligaciones positivas basados
en una ley moral o natural, positivizándola en fuentes de derecho interno e internacional;
también lo es la creación de deberes indirectos que sustentan la conducta del hombre frente al
trato con sus semejantes. Kant afirma que aquel que es cruel con los animales, se convierte en
un ser duro también en sus relaciones con los hombres. La iglesia no ha sido ajena ante las
obligaciones positivas para el animal no humano.
b. Teoría de los Derechos y/o Intereses animales: Arthur Shopenhauer se manifestó acerca de la
suposición referente a que los animales no tienen derecho y, la ilusión de que el trato hacia
ellos no tiene relevancia moral; siendo esto un ejemplo de la crueldad y la barbarie. Muy
relacionada se encuentra la tesis de Ryder titulada: El dolor como fuente de subjetividad, y al
respecto planteó la regla psicológica universal consistente en mantener la felicidad constante
para evitar el dolor; siendo ésta búsqueda la que define las relaciones éticas entre humanos y
no humanos, ya que el hombre ha establecido una barrera fundamentada en la superioridad de

19
la especie humana que para Ryder es el concepto de especismo que origina discriminación y
termina en violencia; plantea también, que el vaso comunicante entre hombres y animales es la
sentiencia, capacidad de sentir y experimentar dolor; siendo esta, la fuente del subjetivismo
jurídico que introduce el concepto de derechos animales a la capacidad de experimentar dolor
como seres independientes; por lo tanto, se tiene el derecho a que otros no causen el dolor y la
responsabilidad moral de aliviar el dolor a aquellos que lo padecen.
c. Teoría del ser sujeto de una vida como fuente de derecho: corresponde a los planteamientos de
Tom Regan que la concreta a partir de la evolución de los derechos humanos, que tiene como
fuente el reconocimiento del valor inherente de cada ser humano opuesto al valor instrumental.
La subjetividad trae el derecho a ser respetado como sujetos de una vida, que decide la
condición de ser titular de derechos morales por sus facultades cognoscitivas, emocionales y
volitivas inmutables, que se predican tanto del humano como del no humano y, que deben ser
otorgadas por disposición legislativa ya que siendo sujetos de derecho, al ser humano le asiste
la obligación estricta de no causarles daño salvo, que medie causal de justificación que no puede
ser la de ganancias pecuniarias, curiosidad, placer y /o diversión. Plantea Regan, que si uno
valora la vida de un ser que puede disfrutar la vida, debe valorar la vida de los seres idénticos.
Ataca a los humanos que dicen amar a los animales pero asisten a espectáculos taurinos.
d. Teoría jurídica: su autor es Steven Wise, quien logra un acercamiento al reconocimiento de
derechos de los animales desde una perspectiva jurídica y la simboliza con una pared legal que
consiste en una separación entre hombres y animales, obligando a que ésta se resquebraje en
aras a brindar personalidad jurídica y con ello derecho a los animales, empezando por aquellos
que comparten una estructura genética y física similar a la humana, que tienen un punto de
comportamiento equivalente, que poseen actitudes con ánimo conciliatorio, modelos sociales,
lenguaje propio, capacidad para aprender, manifestación de sentimientos y conciencia, que dejó
de ser propia de los seres humanos; acudiendo al criterio de proporcionalidad para la
gradualidad según la que ostente. Está en manos de los jueces y de los legisladores el “poder”
para acabar y derrumbar la pared legal37 (Fajardo & Cárdenas, 2007).

Ha de considerarse, que los derechos subjetivos garantizan la posibilidad de ejercitar una serie de
pretensiones que tienen por finalidad la intervención de otros en su proceso de realización; ésta

37
Fajardo & Cárdenas, 2007

20
puede consistir en el cumplimiento de obligaciones positivas o negativas que forman parte de la
estructura del Derecho que supone un imperativo de respeto ya sea de una manera activa
(obligación de hacer) o pasiva (obligación de no hacer) 38 (Ibáñez & Capó, 2007).

Los soportes teóricos y jurídicos expuestos, conllevan a sugerir propuestas tendientes a superar las
dificultes y vacíos que se encuentran en la dogmática del Derecho; al respecto se plantean las
siguientes:

Creación de la Rama del Derecho Animal, toda vez que existen los elementos y soportes
jurídicos para impulsarla; por cuanto, se hace necesario el estudio a profundidad que
redunde en el otorgamiento de derechos a los seres sintientes y, su reglamentación para la
eficacia de su protección.
Fundar instituciones gubernamentales encargadas de atender necesidades vitales, tales
como la salud, albergue y alimentación, entre otras.
Fortalecer la clínica veterinaria de la Universidad Nacional, disponiendo los recursos
necesarios para atender urgencias de animales no humanos desprotegidos y garantizar la
atención médica a quien lo solicite.
Aumentar la pena de prisión a los imputables para que no sea excarcelable.
Siendo el maltrato animal un problema social, se deben adelantar programas educativos
sobre la tenencia responsable, la concientización y sensibilización para erradicar toda forma
de violencia contra los animales en instituciones de educación primaria, secundaria y
universitaria para orientar acerca de los derechos de los animales y su amparo.
Adelantar políticas y programas que eviten el comercio de los seres sintientes y se propenda
por la adopción.
Impulsar campañas de esterilización para evitar la multiplicidad de animales abandonados.
Crear plantas de sacrificio tecnificadas en los centros de acopio para evitar el sufrimiento
y la tortura que implica para estos seres el transporte.
Las entidades territoriales en cabeza de sus representantes, deben establecer programas
donde asignen un porcentaje de su presupuesto para proteger y cubrir las necesidades
vitales de los animales vulnerables.

38
Ibáñez & Capó, 2007

21
Definir programas de sensibilización que erradiquen la asistencia a espectáculos donde se
maltraten animales no humanos bajo el “sofisma cultural”.

Se espera contar con la voluntad de autoridades políticas, gubernamentales, culturales, científicas,


educativas y de toda la sociedad sin distinción de clases ni edades, para hacer la vida de los seres
sintientes digna, a través del reconocimiento de sus derechos.

Conclusiones

A pesar de mantener una estrecha relación con los animales no humanos compartiendo en muchos
casos el mismo hábitat, estos han sido sometidos a tratos indignos y crueles con el agravante de
asistir tristemente todos los días a la extinción de muchas especies como lo registran algunos y muy
pocos estudiosos del tema y en el entendido del quebrantamiento constitucional que contempla el
capítulo de los derechos colectivos y del medio ambiente.

Es de esperarse entonces, la poca atención que se les prodiga desde los ordenamientos jurídicos
por la primacía de los intereses que se cierne en torno, por la omnipotencia del animal humano que
les da el trato de objetos para lucrarse a costa de condiciones indignas; sin embargo, la proliferación
de grupos defensores de animales y ambientalistas, las manifestaciones populares, los nuevos
hallazgos científicos que evidencian características muy similares a los humanos y las pocas
acciones jurídicas que se disponen, han obligado a ocupar relativamente la atención sobre éstos
seres sintientes incluyéndolos en un marco jurídico junto con débiles mecanismos de protección,
caso particular Colombia. En otros estados se contemplan categorizaciones preponderantes y de
avanzada que obliga a otorgarles derechos que conllevan la protección y la garantía a una existencia
digna; es de esperarse que en nuestra nación algún día ocurra lo mismo.

Con una visión antiespecista, se debe modificar el concepto de sujetos de derecho, para que sujetos
de derecho sean todos los seres vivientes que tengan conciencia, que sientan, y posean un sistema
nervioso central sin exclusividad de la raza humana; el raciocinio no debe ser una condición sine
qua non para otorgar derechos, por cuanto se debería excluir entonces a los incapaces absolutos,
los animales pueden exigir que se les garanticen sus derechos a través de representación, así como
los dementes que a pesar de no tener la capacidad de raciocinio, si tienen derechos; igual sucede
con las personas con enfermedades mentales severas. La estrecha relación que se establece es la

22
condición de no raciocinio que les podría asistir a los animales y que los mantendría en una
condición igualitaria y con derechos; por ende, la representación a través de los seres racionales.

Los anterior, se evidencia en un caso real en Argentina, en el que se le otorgó a una orangután, el
derecho a la libertad por cuanto es sujeto de derechos, y que el interés "surge claramente que el
conductas humanas", indica la magistrada en el fallo, que: "menester es reconocerle al animal el
carácter de sujeto de derechos, pues los sujetos no humanos (animales) son titulares de derechos
porque se impone su protección, en el ámbito competencial correspondiente"39 (La Nación, 2015).

Se propone la teoría ecléctica receptora de derechos de los seres sintientes, mecanismo que le
otorgará verdaderos derechos a los animales no humanos, por cuanto concilia los conceptos
clásicos del derecho y adiciona los conceptos jurídicos referentes a la sintiencia y la conciencia;
además, se justifica una nueva rama del derecho como la del derecho de los animales, justificando
la evolución continua de ésta ciencia. Mediante el eclecticismo podemos proteger de una manera
efectiva a los animales y crear consciencia e interés sobre la necesidades que a los seres sintientes
les asiste y el merecimiento de los derechos, que la raza humana no es la única que merece vivir
bajo unas condiciones dignas, y sobre todo que a los otros animales también le es dado existir. Se
necesita una mirada hacia el otro y pagar la deuda contraída con los animales.

Finalmente, los ítems desarrollados dan respuesta al problema planteado; se espera motivar el
interés sobre ésta línea investigativa, para hablar por los que no tienen voz.

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