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en contra
San Jerónimo fue el primero que usó estos términos, cuando tradujo la Vulgata Latina.
Entre los católicos se le aplica a los escritos religiosos, no incluidos en el Canon, fueron algún
tiempo considerados como sagrados.
Cuando los mencionados libros entraron a formar parte de la versión griega de la Biblia, los
israelitas convocaron un concilio que se reunió en Jamnia, con el propósito de considerar la
naturaleza de los libros agregados a la versión griega. Para determinar si un libro es o no
inspirado, aquel Concilio estableció las bases siguientes:
- a) El libro debe estar de acuerdo con la ley de Moisés.
- b) Debe haberse originado en Palestina.
- c) Debe haber sido escrito en hebreo.
- d) Debe haberse escrito antes de la muerte de Esdras.
Los hebreos siempre han creído que fue Esdras quien fijó, bajo inspiración divina, el canon
o catálogo de los libros inspirados del A.T. y, en términos generales, se puede decir que los
libros apócrifos fueron escritos entre el año 150 a.C. y el año l00 d.C
En la época de Jesucristo, y de los Apóstoles, Jerusalén tenía su Biblia hebrea, treinta y nueve
libros. Los traductores de la versión griega “tradujeron del hebreo los 39 libros que componen
la Biblia hebrea de Jerusalén, y luego agregaron otros siete libros de los que sólo tenían el
original griego”. Esta sincera, franca y veraz declaración de un católico a los libros apócrifos
los sitúa fuera del catálogo de los libros inspirados y determinan que fueron “agregados” por
quienes no tenían autoridad para agregarlo.
La septuaginta
- En poco tiempo, los judíos de Alejandría dejaron de utilizar el idioma que sus
antepasados habían hablado en Palestina y pasaron a hablar sólo griego.
- La traducción griega de las Escrituras fue haciéndose poco a poco durante los
siglos III y II antes de Cristo (digamos que entre los años 250 y 150 a.C.). La
Ley, que incluía los cinco libros de Moisés, fue la primera parte de las
Escrituras que apareció en una versión griega;
- pero tanto él como Josefo confirman que los ancianos sólo tradujeron los
libros de la Ley. Fueron escritores cristianos quienes ampliaron su obra al
resto del Antiguo Testamento y, basándose en la creencia de Filón en su
inspiración, la extendieron a todo el Antiguo Testamento griego,
incluyendo aquellos libros que nunca habían formado parte de la Biblia
hebrea.
- Con frecuencia se ha dicho que, mientras que el canon de los judíos palestinos
se limitaba a los veinticuatro libros de la Ley, los Profetas y los Escritos, el
canon de los judíos de Alejandría era más amplio. No existe evidencia de que
fuera así; de hecho, no existe evidencia de que los judíos de Alejandría
promulgaran un canon de las Escrituras.
- La razón para pensar que lo hicieron, y que se trataba de un canon más amplio
que el reconocido en Palestina, es que los cristianos de habla griega, quienes
natural mente adoptaron el Antiguo Testamento griego que ya existía,
adoptaron también la versión griega de otros libros y les otorgaron hasta cierto
punto rango de Escritura.
- El nieto de Jesús hijo de Sirac, evidentemente, conocía la versión griega de la
Bibüa hebrea, ya que en el prefacio de la traducción griega del libro de su
abuelo se disculpa por los defectos de su obra sobre la base de que lo que se
expresaba originalmente en hebreo no tiene exactamente el mismo
sentido cuando se traduce a otro idioma. No sólo esta obra, sino aun
la ley misma, las profecías y el resto de libros difieren no poco de lo
expresado en su forma original
-
- Era evidente que Filón de Alejandría (r20 a.C. - 50 d.C.) conocía sólo la versión
griega de las Escrituras. Era un representante ilustre del judais no de Alejandría
y, si el judaismo de Alejandría reconocía verdaderamente un canon más
ampliado que el judaismo palestino, esperaríamos encontrar huella de esto en
los voluminosos escritos de Filón. Pero la realidad es que, además de que Filón
no nos ha proporcionado una afirmación formal acerca de los límites del canon
como tenemos en Josefo, los libros que él reconocía como santas Escrituras
eran más bien los libros incluidos en la Biblia hebrea tradicional.
- Josefo (30-100 d.C9 historiador judío, excluye explícitamente a los apócrifos dejando
en 22 el número de libros del AT.
- Jesús y los escritores del Nuevo testamento nunca citaron los apócrifos, aun cuando
hay centenares de citas y referencias a casi todos los libros canónicos del antiguo
testamento.
- ningún canon o concilio de la iglesia cristiana durante los primeros cuatro siglos
reconoció los apócrifos como inspirados.
- jerónimo 340-420 d.C. el gran erudito de la Vultaga rechazó los apócrifos como parte
del canon.
- muchos eruditos católicos romanos durante el período de la reforma rechazaron los
apócrifos.
- no fue sino hasta el año 1546 en una acción polémica en el concilio de contra-reforma
de Trento, que los libros apócrifos recibieron pleno reconocimiento canónico por la
iglesia católica romana.