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ACUARIO

El signo de Acuario proviene de la constelación del mismo nombre, que representa a


Ganímedes, un príncipe troyano famoso por su hermosura. Zeus, desde el Olimpo,
contempló la belleza del muchacho y decidió que debía de ser el copero del Olimpo.
Inmediatamente se transformó en una gran águila imperial, bajó hasta el monte cogió al
muchacho y lo transportó por los aires hasta perderse entre las nubes. Una vez en el Olimpo,
Zeus concedió a Ganímedes la función de servir el néctar a los dioses durante las fiestas que
tenían lugar allí y le asignó la inmortalidad.
Para los dioses el néctar es la bebida sagrada de la inmortalidad y tiene el mismo papel que el vino para los mortales.
Pero los griegos nunca bebían vino puro, sino que lo mezclaban con agua. Por imitación de esta costumbre humana
Ganímedes fue convertido en constelación en el momento en el que está vertiendo el agua para mezclarla con el
néctar divino.

VIRGO Aunque existen varias explicaciones sobre el origen del signo de Virgo, la
más aceptada es la que lo identifica con la justicia, una de las Horas. Las Horas, hijas de
Zeus, son las encargadas de la regulación del paso del tiempo y las que garantizan el
orden, la legalidad y la paz entre los mortales. Al principio, los hombres eran buenos y
piadosos, y los Dioses bajaban continuamente a la Tierra para mezclarse y convivir con
ellos. Pero con el paso del tiempo se fueron olvidando de los Dioses y se volvieron
belicosos y soberbios, y los Dioses les dieron la espalda. Justicia se alejó
definitivamente de la Tierra y se estableció en el firmamento convertida por su padre
Zeus en la constelación de la Virgen o Virgo.

ARIES Atamante, rey de Tebas, aconsejado por su segunda esposa, Ino,


estaba a punto de sacrificar a sus dos hijos de matrimonio anterior, pero
Zeus envió a los dos niños, Frixo y Hele, un carnero alado con la piel
dorada que se los llevó y los salvó del sacrificio, pero por el camino la
niña, Hele, se cayó al mar y dio nombre al Helesponto. Frixo voló hacia
Oriente donde lo sacrificó a Zeús y ofreció su piel al rey Eetes, que tras
consagrarlo a Ares lo clavó en una encina de un bosque del dios. Más
tarde, este vellocino será el objetivo de la expedición de los Argonautas
camandada por Jasón.

TAURO Zeus metamorfoseado en toro, raptó a la princesa fenicia Europa. En su


lomo la llevó hasta Creta tras cruzar el mar. De esta unión nacieron Minos,
Radamantis y Sarpedón. Este hecho supondrá el origen de la dinastía
cretense de Minos. Tras su muerte, Europa recibió honores divinos y el
toro, animal en el que se había convertido el propio Zeus para unirse con
ella, se trasladó al cielo donde formó la constelación Tauro.

GEMINIS Leda, princesa espartana, se había unido la misma noche a su esposo


Tindáreo y a Zeus, que había tomado aspecto de un cisne para poseerla. Leda
puso un huevo del que nacieron dos parejas de gemelos: Castor y Pólux, por un
lado, y Helena y Clitemnestra por otro. Pero mientras Cástor y Clitemnestra eran
hijos mortales, Pólux y Helena eran inmortales. Cástor encontró la muerte en un
singular combate y Pólux, que le amaba sinceramente, pidió a Zeus que le
devolviera la vida o que le privara a él de la inmortalidad. Zeus aceptó que,
mientras Cástor viviera sobre la tierra, Pólux habitase en las moradas de los
muertos; de esta manera vivían y morían alternativamente.

Años después, conmovido Zeus por el mutuo amor que se profesaban, los colocó entre los astros donde bajo el
nombre de Géminis forman dos constelaciones.
CÁNCER Heracles, nacido de Zeus y Alcmena, tuvo que realizar
doce trabajos por orden del rey Euristeo. El segundo de ellos
consistió en matar a la Hidra de Lerna, mosntruo, de cuerpo de perro
y nueve cabezas, una de ellas inmortal, cuyo aliento era letal. Hera
envió un enorme cangrejo para ayudar a la Hidra y mordió a Heracles
en el pie. Éste aplastó furiosamente la concha. En recompensa por los
servicios del cangrejo, Hera, que odiaba a Heracles por ser fruto de
una aventura de su marido Zeus, puso su imagen entre los doce
signos del Zodiaco.

LEO Había en Nemea un cruel león que se había convertido en el terror del valle.
Heracles, obligado por Euristeo en una de sus doce trabajos, intentó en primer
lugar matarlo a flechazos pero la piel del león resistía cualquier arma. Por fin
consiguió estrangularlo con sus propias manos. A partir de aquí la llevó sobre sus
hombros. Zeus, para que ya siempre quedara constancia de la hazaña de su hijo,
convirtió al león en constelación.

LIBRA Este signo del zodiaco surge de las pinzas del Escorpión.
En efecto, el tamaño gigantesco del escorpión que salió de la tierra y
mató a Orión queda demostrado por el hecho de que la
correspondiente constelación llamada Escorpión, ocupa el espacio de
dos signos del Zodiaco o casas del Sol: el cuerpo y el aguijón ocupan
el signo de Escorpión y los brazos y las pinzas ocupan el segundo
signo llamado Libra.

ESCORPIO Orión era un gigante cazador hijo de Poseidón que


había recibido de su padre la facultad de andar por la superficie del
mar. Intentó violar a la diosa Artemisa, diosa de los bosques y la
caza, quien le envió un escorpión que le picó en el talón
provocándole la muerte. En pago a este servicio, el animal acabó
convertido en constelación y lo mismo sucedió con Orión. Por eso la
constelación de Orión huye eternamente de la de Escorpión.

SAGITARIO Aunque muchos creen que se trata del centauro


Quirón, mitad hombre, mitad caballo, no parece que sea esta la teoría
acertada ya que no se le ven cuatro patas, sino que se mantiene
erguido disparando un arco. Además ningún centauro usó nunca un
arco. Seguramente se trata de Croto, hijo de Pan, el dios de los
pastores y Eufeme, la nodriza de las Musas, con quienes habitaba en
el Helicón. Éstas le enseñaron la técnica de lanzar flechas gracias a lo
cual conseguía su sustento. Una vez, mientras las oía, y para
mostrarles su admiración inventó los aplausos por lo que, al verlo,
los demás hicieron lo mismo. Las Musas convirtieron de Zeus que
fuese transformado en constelación.

CAPRICORNIO Según la leyenda, Capricornio era un ser monstruoso,


con la parte inferior de pez y con cuernos en la cabeza. En la lucha por el
poder entre Zeus y los Titanes ayudó al primero y parece que fue él quien
encontró la concha de caracol marino de la que se sirvió para vencer a los
conjurados con su sonido, haciéndoles huir. Cuando Zeus se hizo con el
poder, lo colocó entre las constelaciones.
PISCIS En realidad es una deformación llamar PISCIS en singular, a
este signo. Más bien debiera llamarse “Pisces”.

Hay varias teorías para explicar su origen. Veamos las dos más extendidas.
Para unos se trataría de Venus y Cupido, que, huyendo de Tifón, se
precipitan en el Eufrates y toman la figura de peces. Tifón, engendrado por
la Tierra, superaba en estatura a los más altos montes, llegando a tocar con
su cabeza los astros; su cuerpo lo tenía provisto de alas, de las manos le
salían cien cabezas de serpientes y sus piernas estaban formadas por anillos
de víboras. Este monstruo se enfrentó con Zeus y los Olímpicos. Este se
enfrentó con Zeus y los demás dioses olímpicos. Finalmente es vencido en
Sicilia por Zeus que lo aprisiona echándole encima el volcán Etna.

Para otros, Dérceto, la diosa Siria, cae en una laguna junto al Éufrates,
donde es salvada por el pez grande. Tanto él como sus descendientes fueron
colocados entre las constelaciones por se Dérceto hija de Afrodita.

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