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EL VERDADERO ORIGEN DE LOS CUENTOS

A lo largo del tiempo, los cuentos han tenido siempre un encanto especial que los vuelve indispensables
en la infancia y hasta en la adultez de toda persona. Sobre todo, aquellos cuentos clásicos que, a pesar del
paso de los años y lejos de pasar de moda, han trascendido las barreras culturales y han ido adquiriendo
innovadoras formas de transmisión para que las nuevas generaciones no olviden las enseñanzas que éstos
dejan. Obras como el Panchatantra hindú (s. VI d.C) o Las mil y una noches, libro árabe que reúne relatos
como Aladino, Alí Babá o Simbad. En España, Don Juan Manuel lo hizo en El Conde Lucanor; en Italia,
Boccaccio en El Decamerón; en Inglaterra, Chaucer en Los cuentos de Canterbury. Todos ellos, en el siglo
XIV. Más tarde, otros autores como los hermanos Grimm que recopilaron relatos de la tradición alemana,
Charles Perrault en Francia, y muchos otros autores.

En la actualidad, la mayoría de estos cuentos han sido readaptados por grandes compañías de
entretenimiento (principalmente infantil) como Disney o Dreamworks, las cuales han modificado en más
de una ocasión el origen real de los cuentos, con la finalidad de producir un contenido más pertinente al
público infantil. Dado que no es un misterio que muchos de estos cuentos clásicos, ni siquiera estaban
destinados para ser escuchados por niños; al contrario, la mayoría eran para adultos, debido a que
contenían un alto contenido sexual y de actos violentos, los cuales llegaban a inventar para forjar un
carácter fuerte, que los ayudará a enfrentar la escasez de alimentos y la extrema dureza de vida de aquellos
tiempos. Y de ser contados a los niños, esto tenían la intención de fungir como una enseñanza que les
brindará las herramientas necesarias para poder sobrevivir a las dificultades de la época.

Dadas las circunstancias de aquella época, no es de sorprender que títulos como los que se
mencionaran a continuación, tengan orígenes muy distintos a los que creímos conocer en los libros que
nuestros padres nos los leían cuando éramos niños. Por ello, día a la tarea de recopilar de manera muy
breve los verdaderos orígenes y finales de las más representativas obras literarias infantiles.
Hansel y Gretel
La historia original muestra la dureza de la vida en la Edad Media. A causa del hambre y
escasez constante de comida, el infanticidio era una práctica común en la Edad Media, y
en esta historia los hermanos son dejados en el bosque para que mueran o desaparezcan
porque no pueden ser alimentados.
En la versión francesa comienza igual a Hansel y Gretel. Una pareja de hermanos se
pierde en el bosque y a continuación estan atrapados en jaulas, siendo cebados para ser
comidos. Pero en esta versión no es una bruja malvada la que captura a los niños, sino el
mismísimo Diablo y su esposa. El Diablo fabrica un caballete aserrado para que el niño
pequeño sangre hasta morir y se va a dar un paseo, diciéndole a la niña que ponga a su
hermano en el caballete aserrado antes de que vuelva. Los pequeños se hacen los
confundidos y le piden a la esposa del Diablo que les muestre como deberían poner al niño
en el caballete aserrado. Cuando ella les enseña cómo, ellos la amarran y le cortan la
garganta. Luego roban todo el dinero del Diablo y se escapan en su carruaje. El Diablo los
persigue tras descubrir lo que los niños habían hecho, pero muere en el proceso

Blancanieves y los 7 enanitos


En el siglo XVI, en el libro de Giambattista Basile llamado Pentamerone o Lo cunto de li
cunti overo lo trattenemiento de peccerille, aparece la historia de Lisa, una niña que con
siete años se clava un peine mágico y queda inconsciente. Toda su familia la da por muerta
y la ponen en un ataúd de cristal. Con el paso de los años, todos ven como la joven
inconsciente crece hasta ser una bellísima adolescente. Una prima lejana, celosa de la
belleza de Lisa, decide acabar con ella. Rompe el ataúd y agarra a Lisa del pelo, pero sin
querer le arranca el peine, y la joven retorna a la vida.
En el cuento de los hermanos Grimm tiene algunas diferencias significativas. La reina
malvada le pide al cazador que le traiga las entrañas de Blancanieves para demostrar que
la ha matado. El cazador se apiada y la engaña llevándole las de un cerdo. Al verlas, la
reina las devora con avidez. Los enanitos colocan a Blancanieves, envenenada por la reina
a través de una manzana, en un ataúd de cristal. Un buen día, un príncipe se topa con el
cadáver y decide llevárselo consigo; el trotar del caballo hace que el trozo de manzana
salga de la garganta de Blancanieves. Blancanieves le cuenta todo lo ocurrido al príncipe
y como castigo este confecciona unos zapatos de hierro que son calentados al fuego hasta
quedar al rojo vivo. Después se los calza a la reina y la obliga a bailar hasta caer muerta
durante su boda.

La Sirenita
La versión original es de Hans Christian Andersern, de 1837. La sirenita, obsesionada con
el príncipe, le pide a la bruja del mar que le ayude. Esta le advierte que quedará sin voz y
le cortará la lengua, que, si no logra conquistar al joven, no podrá volver jamás al mar, por
lo menos como sirena. El príncipe, efectivamente, se enamora de la Sirenita convertida en
humana, pero tras un corto idilio prefiere seguir los consejos de su familia, y se casa con
una joven noble más acorde con sus expectativas. Como esta decisión acarreará la muerte
de la Sirenita, sus hermanas le entregan un cuchillo mágico para que asesine al príncipe y
al frotarse las piernas con su sangre volverá a recuperar la cola de pez. Pero la Sirenita no
fue capaz de cometer el crimen y huyó hasta arrojarse al mar. Entonces su cuerpo se
convierte en espuma.

Caperucita roja

Es un cuento de hadas de transmisión oral, difundido por gran parte de Europa, que luego
se ha plasmado en diferentes escritos.
Este cuento surge en los campos franceses en el siglo XIV. En dichas versiones, el lobo
conserva la sangre y la carne de la abuela y obliga a la caperucita a que los coma. Además,
el animal obliga a la Caperucita a que se meta con el a la cama, pero la niña logra evadir
la propuesta diciéndole al lobo que tiene que salir a hacer sus necesidades, el lobo se lo
permite, pero le amarra uno de los pies con un grillete para que no huya, es su
desesperación, Caperucita se quiebra el tobillo y logra huir para encontrarse con el cazador
y el cuento termina con el lobo muerto y la abuela destrozada y regada por la casa.
En la versión original de Charles Perrault no es tan agradable. El lobo le da indicaciones
falsas a Caperucita roja, que se pierde y acaba siendo devorada. La abuela y el leñador se
añadirían en versiones posteriores.
Pero también hay una versión en la cual al decir la famosa frase:
—Abuela, ¡qué dientes tan grandes tiene!
Este le dice: “Para comerte mejor”, se abalanza sobre ella y la devora

La Cenicienta
La cenicienta en la que más versiones se encuentra en todas las épocas. Los orígenes de la
bella Cenicienta no fueron tan adorables en su versión original. En las versiones más
antiguas de la historia, era más siniestra Cenicienta consigue asesinar a su primera
madrastra para que su padre se case con el ama de llaves. Supongo que Cenicienta no
contaba con que las seis hijas de la ama de llaves se mudaran a la casa o con la interminable
lista de deberes que eso implicaba.

Una de las hermanastras malvadas de la protagonista se corta los dedos del pie, y la
otra, el talón, para que les entre el pequeño zapato de cristal. El príncipe se entera gracias
a que una paloma le hace notar que hay sangre, y así descubre que la verdadera dueña del
calzado es Cenicienta. Al ver que su consagración es inevitable, las hermanastras se
acercan a ella por conveniencia y deciden asistir al casamiento. Allí son atacadas por
bandadas de pájaros que les arrancan los ojos. El cuento concluye con las hermanastras
ciegas y mendigando en las calles.

Pinocho
En la versión original de Carlo Collodi Pinocho es ahorcado por sus innumerables faltas y
sólo en versiones posteriores la historia obtendría su famoso final en el que la marioneta
se convierte en un niño de verdad. Pepito Grillo le aconsejaba a Pinocho, lo aplastó con un
martillo y siguió haciendo travesuras, otra de su maldad fue arranca de un mordisco una
zarpa a un gato. Según el extracto no tuvo fuerzas para decir nada más. Cerró los ojos,
abrió la boca, estiró las piernas y, dando una gran sacudida, se quedó tieso. Así, con la
muerte de Pinocho ahorcado por el Zorro y el Gato en castigo por sus ambiciones, es como
Carlo Collodi planeó finalizar su obra.

En uno de los episodios, Pinocho está siendo perseguido por unos asesinos, cuando, de
pronto, ve entre los árboles una casita blanca como la nieve. Después de una desesperada
carrera de casi dos horas, llegó jadeante a la puerta de la casita y llamó. No contestó nadie.
Volvió a llamar con violencia, pues oía acercarse el rumor de los pasos y la afanosa
respiración de sus perseguidores. El mismo silencio. Advirtiendo que el llamar no servía
de nada, empezó, en su desesperación, a dar patadas y cabezadas a la puerta. Entonces se
asomó a la ventana una hermosa joven de cabellos azules y rostro blanco como una figura
de cera, con los ojos cerrados y las manos cruzadas sobre el pecho, la cual, sin mover los
labios, dijo con una vocecita que parecía llegar del otro mundo:
—En esta casa no hay nadie. Están todos muertos.
—¡Ábreme tú, por lo menos! —gritó Pinocho, llorando y suplicando.
—Yo también estoy muerta.
—¿Muerta? Y entonces, ¿qué haces en la ventana?
—Espero el ataúd que vendrá a llevarme.

La Bella durmiente

La versión original de este cuento se llama Sol, luna y Talía, y fue escrito en 1634 por
Giambattista Basile. El príncipe, que no logra, por más que grita, despertar a la princesa
durmiente cuyo nombre es Talía, procede a abusar sexualmente de ella para luego regresar
a casa con su esposa. La princesa da a luz gemelos, el niño Sol y la niña Luna, que se
arrastraron hasta sus pechos para no morir de inanición. Un día, Sol chupó el dedo de su
madre con tanta fuerza que extrajo el veneno y Talía despertó. Cuando el príncipe pasa de
nuevo por el lugar y ve que Talía ha despertado y tiene dos hijos suyos se los lleva a todos
a palacio. La esposa, que no tiene hijos propios, trata de matar a los niños diciéndole al
cocinero del reino que los prepare para la cena. Pero el príncipe se da cuenta a tiempo del
macabro plan y arroja la mujer al fuego. Por último, se casa con Talía.

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