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CONCORDANCIA
CURSO:
DOCENTE: Dr. Carlos Percy Ramírez Cayro
PRESENTADO POR:
Gonzales Galindo Kelly Vanessa
Huanca Choque Yudelka Fabiana
Lanza Sánchez Carol
INDICE
METODO DE LA CONCORDANCIA ............................................................................................................ 1
MÉTODO .................................................................................................................................................. 1
1. EL MÉTODO, SEGÚN DESCARTES................................................................................................. 1
2. EL MÉTODO, SEGÚN GALILEO ..................................................................................................... 3
3. EL MÉTODO, SEGÚN BACON ....................................................................................................... 4
1.1. EL MÉTODO INDUCTIVO. ..................................................................................................... 5
1.2. LA CAZA DE PAN. ................................................................................................................. 6
1.3. LAS TABLAS. ......................................................................................................................... 6
VALOR DEL MÉTODO ............................................................................................................................... 7
1. LOS MÉTODOS DE MILL ............................................................................................................... 8
1.4. MÉTODO DE CONCORDANCIA. ............................................................................................ 8
1.5. MÉTODO DE DIFERENCIA. ................................................................................................... 8
1.6. MÉTODO CONJUNTO DE CONCORDANCIA Y DIFERENCIA. ................................................. 9
1.7. MÉTODO DE VARIACIONES CONCOMITANTES.................................................................... 9
1.8. MÉTODO DE RESIDUOS. ...................................................................................................... 9
RESULTADO ........................................................................................................................................... 10
Jhon Stuart Mill ................................................................................................................................. 10
Canon I. Método de Coincidencia: ........................................................................................................ 12
Canon II. Método de Diferencia: ........................................................................................................... 13
Canon III. Método Combinado: Coincidencia + Diferencia: .................................................................. 13
Canon IV. Método de los Residuos:....................................................................................................... 14
APLICACIONES ....................................................................................................................................... 14
MÉTODO LÓGICO INDUCTIVO ........................................................................................................... 14
1. INDUCCIÓN COMPLETA. ........................................................................................................ 15
2. INDUCCIÓN INCOMPLETA: .................................................................................................... 15
CONCLUSIONES ..................................................................................................................................... 21
BIBLIOGRAFIA ........................................................................................................................................ 22
METODO DE LA CONCORDANCIA
MÉTODO
Cerda (1990) declara: “Entiendo por método, reglas ciertas y fáciles, gracias a las
cuales quien las observe exactamente no tomará nunca lo falso por verdadero, y
llegará, sin gastar inútilmente esfuerzo alguno de su espíritu, sino aumentando
siempre, gradualmente, su ciencia, al verdadero conocimiento de todo aquello de
que sea capaz”. Ésta es la definición que del método ofrece Descartes, en sus
Reglas para la dirección del espíritu (Regla IV). A ese valor que el método tiene, se
refiere igualmente en su Discurso del Método: gracias a él está seguro de elevar su
espíritu al más alto grado posible de conocimiento. Para él, como más tarde para
Pascal, no basta poseer “un buen espíritu”: lo importante es aplicar bien ese espíritu
al conocimiento de la verdad. Fijar las reglas del método es fijar los medios que
aseguren no sólo la obtención de la certeza científica, sino también el ahorro de
esfuerzo, el progreso y hasta la perfección del espíritu del hombre.
La preocupación por establecer las reglas del método científico, es decir, del
procedimiento que asegurase la obtención de nuevas verdades y la certeza de esas
verdades, es propia de la Edad Moderna. Tres grandes figuras: Descartes, Galileo y
Bacon, coinciden, hacia el 1600, en su preocupación por hallar el método que fuese
no simplemente demostrativo, como lo era la silogística, sino el método “inventivo” –
según se decía en aquel entonces-, o sea el método para descubrir nuevos hechos.
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Dividir cada una de las dificultades en tantas partes como sea
necesario para resolverlas.
Ordenar los conocimientos desde los más sencillos, subiendo por
grados, hasta llegar a los más compuestos (y suponiendo un orden en
aquellos que no lo tengan por naturaleza).
Hacer enumeraciones tan completas y generales, que den la seguridad
de no haber incurrido en ninguna omisión.
Puedo ver algo con toda claridad, pero confundirlo con otro objeto. Lo claro se
opone a oscuro; lo distinto, a confuso. Puedo tener, con toda claridad, un
dolor, pero no distinguir, sin embargo, su contenido; tengo con toda claridad
una sensación de rojo, por ejemplo, pero no puedo analizarla. En cambio, lo
que es distinto es siempre claro. De lo que solamente es claro, como
observaba Leibniz comentando a Descartes, no puedo dar la definición: es
entonces cuando recurrimos al “no sé qué”, o a nuestro vulgar “sé lo que es,
pero no sé cómo decirlo”. Cuando veo el contenido de un hecho,
distinguiendo sus elementos, puedo definirlo. Y siempre que defino algo, ese
algo es distinto y, por lo mismo, claro.
Esto permite aceptar las consideraciones de lógico francés Goblot. Las cosas
reales nunca son perfectamente distintas, porque lo que en ellas hay que
conocer es infinito. Los conceptos construidos por el espíritu son distintos (y
claros), porque sus cualidades o propiedades derivan de una propiedad
fundamental, que es la ofrecida en la definición. (“Isósceles: triángulo que
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tiene sólo dos lados iguales.” Eso es distinto y claro. En cambio, el concepto
“sensación” es claro, sin ser distinto. Su definición está llena de dificultades.)
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Galileo sostenía que el método preconizado por Aristóteles, aunque no seguido por
los aristotélicos, era el suyo: atenerse a los sentidos, a la observación, a las
experiencias, y después buscar los medios para demostrar eso y no otra cosa.
Debe advertirse que Galileo en realidad procedió, como lo prueban sus Diálogos
sobre dos nuevas ciencias, imaginando primero las experiencias y razonando sobre
esas experiencias imaginarias, sin todavía realizarlas: una vez obtenida su
conclusión, buscaba en la experiencia realizada la confirmación de lo que había
concluido razonando. Pero éste no es un reproche: la ciencia contemporánea
procede, en muchos casos, de la misma manera: imagina una experiencia y razona
sobre esa experiencia imaginaria; y llega hasta a imaginar experiencias que sabe
prácticamente irrealizables.
Los ídolos de la caverna son, no ya los del hombre como especie, sino los
de cada hombre, de cada individuo. Son los prejuicios del antro en que
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cada uno de nosotros vive, y donde la luz natural de las cosas se quiebra,
deformando las imágenes. Los hombres – decía Heráclito, invocado por
Bacon – buscan las ciencias en sus minúsculos mundos particulares y no
en el mundo universal, en el común a todos. No son las impresiones
individuales, deformadas por la índole de cada uno, por sus preferencias o
inclinaciones, por su educación, por sus admiraciones, y por la variabilidad
del estado de ánimo, las que pueden constituir el punto de partida del
progreso científico.
Los ídolos del foro son los prejuicios de las palabras. El lenguaje asocia a
los hombres; pero ese lenguaje, admitido sin análisis, es un conjunto de
nomenclaturas inexactas, de expresiones inadecuadas, que estorban a la
inteligencia: aceptadas esas palabras, es en vano toda tentativa de
aclararlas mediante definiciones o explicaciones. El hombre cree dominar
a las palabras; pero las palabras suelen dominarlo.
Los ídolos del teatro, o fantasmas de los espectáculos, son los prejuicios
de los sistemas filosóficos consagrados, “farsas inventadas, que los
filósofos fueron representando por turno”. No sólo en los sistemas
considerados globalmente, sino también en sus principios, en sus
axiomas, aceptados sin crítica, es donde residen los fantasmas del teatro.
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inducción, así entendida, no permite el progreso de los conocimientos. La
deducción tampoco lo permite, porque no puede ofrecer sino lo que está
dado en las premisas. Quien quiera descubrir los secretos de la naturaleza
deberá recurrir a otro método.
1.3. LAS TABLAS. Las experiencias deben ser registradas en las que Bacon
llamó “tablas”, y que son: de presencia, de ausencia y de comparación.
En la tabla de presencia se registrarán todos los casos diferentes en que
se da el mismo fenómeno; en la de ausencia, los casos en que el
fenómeno que interesa no se da a pesar de que tienen circunstancias
comunes con aquel en que se da; en la tabla de comparación, los casos
en que el fenómeno presenta variaciones o diferencias. Bacon ilustró este
aspecto de su método especialmente con el estudio del fenómeno del
ca1or. (Presencia del calor: en los rayos del sol, en las aguas termales, en
los rayos. Ausencia de calor sensible al tacto: en los rayos de la luna; en
los relámpagos, que no incendian. Comparación: Entre los cuerpos sólidos
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tangibles no hay ninguno caliente por naturaleza; las aguas calientes de
las termas parecen deber su calor a causas accidentales – fuegos
subterráneos-..., etc.).
Así fundaba Bacon el método, que consiste en buscar los fenómenos tales que:
cuando se da uno de ellos se da el otro; cuando no se da uno de ellos no se da el
otro; y cuando uno de ellos varía, varía el otro. Comprobada esa triple relación,
podía enunciarse la relación forzosa que existía entre los hechos. De éstos se
pasaba a la afirmación general. Para Bacon la inducción es, pues, el paso de los
hechos a la afirmación de la relación constante que 1os enlaza; es decir, el paso de
los hechos a la ley que los rige.
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Bacon, el primero de los filósofos que concibió algo así como una salvación del
género humano gracias a la ciencia – anticipándose a las ideas propias del siglo
XIX-, llevó su optimismo, en lo que se refiere al método, hasta creer que gracias a él
quedaban casi igualadas las inteligencias. El valor del método reside, para él como
también para Descartes, en que permite el progreso sin necesidad de esperar la
aparición del genio o la aparición del azar.
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herida todo estaba igual. La bala en el corazón es lo único diferente: ésa
es la causa de la muerte.
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intacto el problema previo: el del fundamento de la inducción, o sea el de su
legitimidad.
RESULTADO
Pérez (s/f) indica que “No hay duda de que el empirista inglés más conocido del
siglo XIX, tanto en su época como en la nuestra, es John Stuart Mill (1806-
1873), economista, político, historiador, escritor, editor y filósofo, así como
defensor de los derechos femeninos, empleado de la Compañía de las Indias
Orientales por más de 30 años (1823-1858), finalmente miembro del Parlamento
británico (1865), y uno de los más grandes victorianos”. El padre de Mill (amigo
de Jeremy Bentham) decidió hacer un "experimento" con la educación de su hijo
John y lo inició en el aprendizaje del griego a los tres años de edad y del latín a
los ocho años; posteriormente aprendió hebreo y otros idiomas modernos
(francés, alemán, ruso, pero no español), así como historia antigua, matemáticas
y lógica. Es importante señalar que todo su conocimiento de la ciencia lo obtuvo
Mill de segunda mano, a partir de los libros, y no de la experiencia personal. Se
trata, pues, de un típico filósofo de la ciencia. Sin embargo, Mill también debe
haber sido un sujeto interesante, porque a los 23 años de edad se enamoró
perdidamente de una mujer no sólo casada sino de la más alta sociedad, a la
que siguió amando hasta que el marido murió y logró desposarse con ella; este
romance alcanzó gran popularidad en la sociedad victoriana, además de que
para Mill representó el estímulo para sus actividades en pro del feminismo,
incluyendo sus escritos, muchos de los cuales fueron firmados por la feliz
pareja.
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costumbre, la autoridad o la revelación; para Mill, el "conocimiento" obtenido a
partir de métodos no inferenciales, o sea intuitivo o a priori,", pertenece a la
metafísica. Las inferencias alcanzadas por deducción, como en el caso de los
silogismos, son incapaces de generar información no contenida implícitamente
en las premisas; sin embargo, Mill propone que el razonamiento que pretende
pasar de lo general a lo particular en realidad no existe, sino que todas las
inferencias son siempre de particular a particular. Cuando decimos "Todos los
hombres son mortales, Sócrates (aún vivo) es un hombre, por lo tanto, Sócrates
es mortal", las verdaderas pruebas que tenemos para afirmar que Sócrates
morirá es que Tales, Anaxímenes, Empédocles, Herodoto, Pitágoras y muchos
otros individuos muy semejantes a Sócrates murieron antes que él; el principio
general "Todos los hombres son mortales" no es realmente una prueba objetiva
sino más bien una especie de nota o resumen de muchas observaciones
individuales. La verdadera inferencia es la que se hace cuando tal resumen se
integra sobre la base de casos aislados, o sea durante la inducción; en la
deducción, la inferencia sólo es "aparente".
Mill propuso que los principios matemáticos también son empíricos, o sea
no son ni las "relaciones de ideas" que postulaba Hume, ni tampoco
productos de la mente humana, como señalaba Kant, sino que surgen de la
observación del mundo que nos rodea. Las conclusiones de la geometría,
ciencia deductiva por excelencia, sólo son necesarias en el sentido en que
dependen de las premisas de las que se deducen, porque las premisas
mismas —axiomas— se basan en la observación y en generalizaciones a
partir de experiencias repetidas. Lo mismo ocurre con la aritmética y el
álgebra, que, en lugar de ser relaciones lógicas primarias, en realidad se
derivan de experiencias empíricas. Mill señala que, por ejemplo, un grupo
de 4 cosas puede disponerse en dos grupos de 2 cosas, o en un grupo de 3
cosas y otro de 1; después de haber experimentado que esto siempre es
así, concluimos que 2 + 2 y 3 + 1 son necesariamente iguales. Esta forma
extrema del empirismo no ha sido aceptada por la mayor parte de los
empiristas moderados, lo que Mill ya anticipaba:
[ ...] Probablemente ésta es la proposición, de todas las
enunciadas en este libro [El sistema], para la que debe
esperarse la recepción más desfavorable.
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matemáticos, lo primero y lo único que se acepta es que son las mediciones
y los cálculos derivados de ellas los que ameritan revisarse y corregirse.
El ejemplo usado por Mill para ilustrar este método de coincidencia no fue
muy afortunado: pensando que el factor común que poseen todas las
sustancias químicas que cristalizan es que se precipitan de una solución,
concluyó que ésta era una causa, o por lo menos un factor contribuyente,
del fenómeno de la cristalización. Como todos sabemos hoy (y los
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alquimistas sabían desde el Medievo), este ejemplo es falso; sin embargo,
es muy fácil pensar en otros ejemplos ilustrativos de este método que sí son
verdaderos.
El ejemplo de Mill para ilustrar este método de inducción por diferencia fue
muy dramático, pero dada la importancia que le concedió posteriormente,
también fue desafortunado; Mill escribió que si un hombre en la plenitud de
la vida moría repentinamente, y su muerte estaba inmediatamente
precedida por un balazo en el corazón podía concluirse que el balazo era la
causa de la muerte, porque era lo único diferente entre el hombre vivo y el
hombre muerto. Para los que hemos invertido casi toda nuestra existencia
trabajando científicamente en la frontera que separa a la vida de la muerte,
el esquema de Mill se antojó grotescamente incompleto; desde luego que
las diferencias entre el mismo hombre, vivo y muerto, son mucho más
numerosas y complejas que el orificio producido por la bala. De hecho, la
determinación de la causa de la muerte (como la de la causa de la vida) es
enormemente compleja, no sólo por razones empíricas sino por
complicaciones filosóficas.
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Canon IV. Método de los Residuos:
Mill sostuvo que de los cinco métodos resumidos arriba, el más importante era
el canon II o método de las diferencias. Sin embargo, para que este método
funcionara, Mill reconoció que era necesario que entre una observación y otra
del mismo fenómeno sólo hubiera una diferencia, que podría ser de tiempo o
de espacio, pero nada más; en otras palabras, Mill parecía exigir un nivel de
identidad entre sus dos observaciones que, en sentido estricto,
no puede darse en la realidad. Pero Mill tenía clara conciencia de este
problema y señaló que para el uso adecuado de su método de las diferencias,
bastaba con que en las dos observaciones se conservaran iguales sólo las
semejanzas relevantes entre ellas. Esto plantea de inmediato los criterios
para juzgar de la relevancia, que deben anteceder a la comparación entre las
dos observaciones requeridas. En otras palabras, el uso del método de las
diferencias requiere de un proceso previo, de naturaleza indefinida pero no
por eso menos importante, que no forma parte de los esquemas de Mill.
APLICACIONES
MÉTODO LÓGICO INDUCTIVO
Es el razonamiento que, partiendo de casos particulares, se eleva a conocimientos
generales. Este método permite la formación de hipótesis, investigación de leyes
científicas, y las demostraciones. La inducción puede ser completa o incompleta.
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1. INDUCCIÓN COMPLETA. La conclusión es sacada del estudio de todos los
elementos que forman el objeto de investigación, es decir que solo es posible
si conocemos con exactitud el número de elementos que forman el objeto de
estudio y además, cuando sabemos que el conocimiento generalizado
pertenece a cada uno de los elementos del objeto de investigación.
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causalidad, entre otros. Este método se apoya en métodos empíricos
como la observación y la experimentación.
D: a, b, c, d…Q
D: a, f, c, d… Q
D: a, f, i, g… Q
∴ a es la causa de Q
Ejemplo:
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Con estos datos, el médico concluyó que la causa del problema
gastrointestinal de ellos habían sido los frijoles enlatados.
Graficamente:
D: a, b, c, d…Q
D: a, b, f, c, d… Q
D: f, i, g…
∴ a es la causa de Q
Ejemplo:
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2.2.3. Método de variaciones concomitantes: Si la variación de un
fenómeno se acompaña de la variación de otro fenómeno,
concluimos que uno es la causa de otro.
Graficamente:
D: a, b, c, d…Q
D: a’, f, c, d…Q’
D: a’’, f, i, g…Q’’
∴ a es la causa de Q —y de sus variantes—
Ejemplo:
Graficamente:
D: a, b, c, d, f… Q, R, S, Z
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b, c, d, f… R, S, Z
∴ a es la causa de Q
Ejemplo:
Los métodos de Mill pueden ser efectivos pero la verdad es que ellos, así como la
inducción en sí son engañosos. Para empezar porque la inducción, si bien es usada
mucho en la vida cotidiana y hasta en la ciencia, no llega a resultados verdaderos
como lo son otro tipo de razonamientos —como la inducción, por ejemplo—.
Además, el método de concordancia se hace débil porque es posible que la
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circunstancia en cuestión sea sólo una causa accidental, y no se excluye la
pluralidad de causas; el de diferencia también ya que la debilidad del razonamiento
está en que lo que llamamos causa puede ser sólo parte necesaria de la misma.
Aguilar (s/f) menciona que el Método de concordancias es uno de los métodos que
tienen mayores aplicaciones. En la cual el procedimiento metódico es destacar la
relación de varios hechos observados y comparar fenómenos que aunque se
presenten en diferentes circunstancias, concuerden en lo que concierne a la sucesión
de aspectos que el investigador quiere estudiar de manera particular, aislándolos de
los demás. Dice una de las reglas del método experimental o la lógica tradicional:
“posita causa, ponitur efectos” lo que significa “puesta la causa se sigue el efecto” El
investigador busca la causa de un hecho y encuentra su presencia en varios casos,
totalmente diferentes, que no tienen circunstancias comunes; en consecuencia, es
probable que tal hecho que se repite en todas las circunstancias, sea la causa
buscada.
Ejemplo:
En este método se tienen que comparar al menos dos casos. Por ejemplo, podemos
inferir que C y D no pueden ser las causas de A porque faltan en el segundo caso.
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Tampoco pueden ser K y M porque faltan en el primer caso. Se infiera inductivamente
por concordancia que la causa o parte de la causa de “a” es A o B o ambas
condiciones en conjunto.
Por ejemplo:
CONCLUSIONES
Es difícil escoger un método como el ideal y único camino para realizar una
investigación, pues muchos de ellos se complementan y relacionan entre sí; entre
uno de estos métodos esta la concordancia la cual se utiliza dependiendo del tipo de
investigación del objeto de estudio.
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Se utiliza con el propósito de investigar la causa presumiblemente de un procedido
ya que la investigación y el razonamiento según el método de concordancia se
componen de los siguientes elementos: Primero se debe averiguar la causa posible
del fenómeno investigado, Segundo se debe comparar los casos en la que se haya
procedido el fenómeno y basándose en la propiedad de la relación causal.
BIBLIOGRAFIA
Pérez Tamayo, Raúl (1998) ¿Existe el método científico? Historia y realidad.
Recuperado de https://ained.files.wordpress.com/2009/10/ruy-perez-tamayo-existe-
el-metodo-cientifico1.pdf
Cerda, Hugo (1990). Introducción a la Investigación. Ediciones Búho. Bogotá
Colombia.
Aguilar, Francisca (s/f) Método de las concordancias. Recuperado de
https://www.academia.edu/18400338/Metodo_de_concordancias
Aletzantro. (2012, diciembre 9). ¿Qué rayos son los métodos de Mill? [Comentario
en un blog]. Recuperado de
https://voxpopulivoxanimus.wordpress.com/2012/12/09/que-rayos-son-los-metodos-
de-mill
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