Sunteți pe pagina 1din 4

Reporte semanal: Ética para Amador.

Berenice Jiménez Jaramillo.

I.-De que va la ética.


No es necesario estudiar alguna carrera para ser alguien en la vida, hay cosas
que aprendemos porque es esencial, base primordial para nuestros
conocimientos, otras cosas las aprendemos por obligación, y otras por simple
placer.
Un ejemplo que puedo dar de cada uno seria: Aprender a sumar y restar es
algo que todas las personas debemos saber hacer, la segunda seria, aprender
a comportarnos frente a las personas para así ser aceptadas en la sociedad
sin que nos demos cuenta, la última seria, aprender a pescar por que se te
antoja.
Somos seres totalmente conscientes de los actos que hacemos, sabemos lo
que está bien y lo que está mal, ejemplo, tirarnos de la azotea no nos va nada
bien, al menos que nos queramos suicidar. Y si de suicidio hablamos ya
sabemos que acciones ejercer para cometer nuestro plan a la perfección.
No necesariamente lo que es “bueno” nos va bien o porque nos siente bien,
por ejemplo, no siempre es bueno comer frutas y verduras, hay que tener
siempre un balance, comer frutas, verduras con carne, y no todo lo “Malo” es
malo. Para estar bien socialmente, hay que tener un control moral, equilibrar
nuestros actos, de todo lo malo siempre sale algo bueno.
La palabra Libertad no siempre significa ser libre, o hacer lo que quieras, y si
fuera así, el planeta sería un caos total, cada persona tiene un límite y sabe
controlar y saber diferenciar entre libertad y libertinaje, las personas
inconscientemente estamos programados naturalmente para comportarnos,
y ejercer ciertas normas regidas entre la sociedad, el hombre por
inconsciencia dice mentiras, pero no puede engañar a su propia naturaleza ni
a su prójimo, ya que sabe que recibiría un castigo.
II.- Órdenes, Costumbres y caprichos.
El hombre por naturaleza ya sabe que hay cosa que nos conviene para
sobrevivir y otras cosas que son malas y nos perjudicaría.
A veces pasan cosas que no podemos elegir, ya sea para bien o para mal, son
cosas que pasan al alzar y no podemos controlar, ejemplo, un tsunami, un
temblor, un accidente, ese tipo de eventos, son impredecibles, y no podemos
evitarlos. No podemos controlar el futuro ya que no sabemos lo que pasara,
pero si podemos vivir el presente y de ahí tomar decisiones que nos
manejaran a un buen o mal futuro.
En algunas ocasiones pasan circunstancias que nos obligan a elegir solamente
una elección que hemos elegido. Uno de los principales filósofos que razono
con esta cuestión fue Aristóteles, el debatía consigo mismo con el siguiente
ejemplo: Un barco lleva una importante carga de un puerto a otro, a medio
trayecto le sorprende un gran tempestad y parece que la única forma de
salvar ese barco y la tripulación que navega en el mismo es arrojar por la
borda el cargamento, que además de importante es demasiado pesado, el
capitán del navío se plantea el problema siguiente: “¿Debo tirar la mercancía
o arriesgarme a capear el temporal con ella en la bodega, esperando que el
tiempo mejore o la nave resista?” Si decide arrojar el cargamento lo hará
porque prefiere hacer eso a afrontar el riesgo, pero sería injusto decir sin más
que quiere tirarlo. Lo que de verdad quieres es llegar al puerto con el barco,
la mercancía y la tripulación, todos a salvo, si así le conviene, pero viéndose
la circunstancia, elige mantener la tripulación a salvo y tira el cargamento.
Esa respuesta por más lógica que sea, lo toma inconscientemente, ya que no
arriesgaría su vida ni la de los tripulantes por joyas, quería mantenerse a
salvo, fuera de peligro, protegido, y esa decisión lo lleva a tirar la mercancía,
lo hizo porque debía pero a la vez no quería hacerlo.
De reflexionar que asuntos podemos controlar y cuáles no, de ahí mismo,
surgen los “Caprichos” .Brotan espontáneamente, generalmente sin ninguna
causa, sin que nadie te los mande, salen de adentro por qué quieres algo, e
insistirás hasta conseguir lo que quieres.
III.-Haz lo que quieras.
El capítulo anterior, se comentaba sobre que la mayoría de las cosas que
hacemos, es porque nos mandan los superiores, (En este caso, los padres con
los hijos), nos acostumbramos y se vuelve un habito (Hacer nuestra cama,
lavar el piso, hacer la comida, cocinar nuestro desayuno). La rutina esta
hecha para imponernos las demás personas el ejemplo de la presión, miedo a
hacer el ridículo, censura chismorreo, deseo de aceptación en la sociedad,
etc.) y otros puntos nos los inventamos nosotros mismos, porque de un
modo u otro son el medio para conseguir lo que queremos o fácilmente
porque se nos da la gana de hacerlas así. Pero en algunas ocasiones cuando
tomamos en cuenta lo que verdaderamente vamos hacer, todas esas
motivaciones resultan insatisfactorias: “Vamos, que saben a poco”, como
solemos decirle.
El comandante Nazi del campo de concentración al que acusan de una
matanza de judíos intenta excusarse diciendo que “cumplió órdenes”, pero
esa justificación no suena convincente, en ciertos países es costumbre no
alquilar un piso a negros por su color de piel o a homosexuales por su
preferencia amorosa, pero por mucho que sea habitual tal discriminación
sigue sin parecer aceptable.
Todo lo mencionado tiene que ver con la cuestión de la Libertad, que es
asunto que se ocupa de propiamente de la Ética, Libertad es poder decir a
voluntad propia “Si o No”, lo hago o no lo hago; esto me conviene o no, me
gusta o no, Libertad es decidir, pero también, no lo olvides, darte cuenta de
lo que estas decidiendo.
Las cosas que hacemos, siempre las hacemos pensando: ¿Por qué obedezco
lo que me mandan? ¿Por miedo al castigo? ¿Por esperanza de un premio?
¿No estoy esclavizado por quien me manda? ¿Y si mejor hago lo quiero?
Lo mismo sucede respecto a las costumbres, si no pienso lo que hago más
que una vez, quizá basta la respuesta “Porque es costumbre”.
En resumen: Puede haber órdenes, costumbres y caprichos que sean motivos
adecuados para obrar, pero en otros casos no tiene por qué ser así.
IV.- Date la buena vida.
¿Qué piensas cuando te dicen: “Haz lo que quieras”? Sencillamente, que hay
que dejarse de ordenes, costumbres, premios y castigos; en una palabra, de
cuanto quiere dirigirte desde fuera, y que tienes que plantearte todo el
asunto desde tu tu interno por voluntad y no por obligación.
Nadie le pregunta a su vecina que hacer con su vida, eso pregúntatelo a ti
mismo, si deseas saber en que emplear mejor tu libertad, no la pierdas
poniéndote en servicios de otras personas ya sea por buenas o malas causas.
La aparente contradicción que encierra ese “ Haz lo que quieras”

S-ar putea să vă placă și