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Imagina que ves un artículo que, por fin, te

refresca la memoria sobre una famosa


serie de dibujos que te encantaba ver de
pequeño. No recordabas su título, ni mucho de
lo que pasaba, pero sí que los personajes eran
conejos samuráis y que había una escena en la
que el protagonista debía probar su valía
partiendo en mil pedazos una zanahoria. ¡Por
fin alguien da respuesta a eso que te habías
preguntado por tanto tiempo!
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Ahora imagina que todo eso es mentira, que


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ha sido un falso recuerdo que te ha provocado


la sugestión de un bromista que subió un
pequeño clip y unos cuantos productos de
merchandising falsificados. ¿Cómo puede ser
que incluso hayas recordado algunos
segmentos de una serie que ni siquiera existe?
Eso es lo que llevan preguntándose un tiempo
varios foreros de grupos
como Reddit o Forocoches a raíz del
descubrimiento del Efecto Mandela. El origen
de este fenómeno data del 2010, y
los agujeros en nuestra memoria
colectiva que esta gente ha ido descubriendo
te pueden dejar con la boca abierta.
El Mandela que (nunca) murió en la
cárcel, los títulos cambiados

Efecto Mandela es un término que acuñó la


bloguera Fiona Broome hace unos años. Como
ella misma contaba, había mucha gente a su
alrededor, incluida ella misma, que recordaba
haber visto por televisión exactamente el
momento en el que Nelson Mandela murió
en la cárcel. El funeral en su honor, y todo lo
demás. En realidad, Mandela sobrevivió al
presidio, y vivió algún tiempo fuera de él antes
de fallecer.
Pero por mucho que le digas a los convencidos
de que eso es así, de que su memoria podría
haberles jugado una mala pasada, a muchos les
cuesta asumirlo. Lo vieron “con sus propios
ojos”.

Los ejemplos del fenómeno pueblan las redes,


especialmente desde agosto de 2015, momento
en el que el término ha empezado a
extenderse. En las comunidades anglosajonas
hay especial controversia por una antigua serie
infantil que todos veían y que, para su sorpresa,
no se llamaba "The Berenstein Bears", sino
"The Berenstain Bears", con "A". Miles de
personas se indignan ante este cambio en su
nomenclatura, y por mucho que rebuscan en
sus cintas antiguas, no encuentran justificación
a que todos ellos estén de acuerdo con que
se escribía con "E".
¿Y tú? ¿Viste la retrasmisión de la plaza de
Tiananmen? Sí, aquel hombre que se puso
delante de los tanques como señal de paz.
Pues según varios espectadores del hecho, el
tanque acabó arrollando al hombre chino,
pasando por encima de él y dejando incluso un
charco de sangre. Para sorpresa de estos
espectadores, cualquier video en Youtube
muestra cómo el tanque se detuvo ante el
hombre durante un largo rato antes de que
otros civiles se llevaran consigo al
manifestante, intacto.
Una cosa: ¿cuánta gente iba en el coche de
Kennedy cuando le asesinaron? No, no eran
cuatro personas, aunque lo recuerdes así. Eran
seis.

Un golpe de Estado, Ricky Martin y los


bulos que nunca ocurrieron

En el panorama español también se dan un par


de ejemplos sonados. Puede que mucha gente
jure y perjure que recuerda cómo se vivió la
jornada del 23-F por la retrasmisión de TVE de
lo que ocurría dentro del Palacio de las Cortes.
Los gritos de Tejero, el zarandeo a Gutiérrez
Mellado… Pero en verdad, la “noche de los
transistores” sólo fue retrasmitida en directo
por radio, y los que creyeron estar viendo
las imágenes de lo que pasó
dentro debieron mezclar sus recuerdos con la
media hora que sí se emitió tiempo después del
golpe.

Aunque para fenómeno de reescritura grupal


siempre fue el famoso programa de Sorpresa
Sorpresa protagonizado por Ricky Martin. La
niña a la que pillaron in fraganti con un bote de
mermelada y la compañía de su perro es una
escena que se recordó por miles de personas
durante años, aunque parece que el origen del
bulo estuvo en una llamada a un programa
radiofónico a la mañana siguiente inventando
esta historia y el contagio del boca a boca.
Aún a día de hoy hay gente convencida de que
Antena 3 habría borrado las imágenes de un
video que retrasmitió originalmente a finales de
los 90.
No, todas estas cosas no ocurrieron, y aun así
hay muchas personas no pueden asumir ese
efecto, esas nítidas imágenes de un instante
que ahora nos dicen que no ocurrió, como
si Phillip K. Dick nunca hubiese estado
equivocado.

Mundos paralelos y realidades


virtuales

Lo bueno de este fenómeno es que, gracias a


su vida en Internet, ha ayudado a que los
ejemplos del efecto se extiendan a miles de
anécdotas grupales y personales. Y también a
que un montón de gente empiece a buscar las
explicaciones en áreas alejadas del terreno
científico. Porque, ¿y si se tratase de una
conspiración?
Entre las posibles justificaciones al efecto
Mandela, en una de sus páginas oficiales lo
achacan a un fenómeno cuántico por el cual al
parecer la conciencia es capaz de viajar por
distintos universos paralelos y las personas que
experimentan estos recuerdos podrían no estar
en su universo de origen.

Teorías aledañas a esta sugieren que la


conciencia humana se mueve por reglas y leyes
del universo cuántico y que por eso
tener recuerdos de otras realidades, de mundos
paralelos, es posible. Es decir, que existen
realidades paralelas muy similares entre sí pero
que dejan pequeños puntos de error que nos
hacen sentir incómodos al descubrirlos. Para
otros, el mundo es un software, y el Efecto
Mandela son los glitches que nos dan la pista
del sistema en el que vivimos. Son fallos en
Matrix, vaya.

Por supuesto, todo podría ser un complot del


Gobierno, especialmente en los recuerdos
históricos. Tal vez sea la CIA la que ha añadido
a posteriori a otras dos personas en el coche de
JFK, todo para que nunca conozcamos La
Verdad.
Hay quién le está echando la culpa al
acelerador de partículas y al CERN.
Buscando el fallo en la penosa
memoria humana

Las explicaciones más plausibles hasta el


momento son una combinación de factores que
rondan la misma idea: nuestra memoria es
errónea y no funciona tan bien como nos
gustaría. Algunas de esas posibles
explicaciones son:
Efecto de la desinformación: si no tienes un

recuerdo profundo de un hecho


concreto, alguien te cuenta lo que
ocurrió en ese momento y eso que te dice es
mentira, es posible que tu memoria fije como
cierto ese hecho falso basado en lo que te ha
contado otra persona.
•El sesgo de confirmación: nuestra mente
tiende a buscar, interpretar o recordar
información de manera que confirme
nuestras creencias o hipótesis. Cuanto
más te atraiga el Efecto Mandela, más
agujeros verás en el pasado que confirmen
este efecto.
•Criptomnesia: nuestro cerebro a veces puede

colocar cosas que hemos imaginado en el


lugar de la memoria. Así empiezan muchos
Efectos Mandela, con alguien que imaginó
cierta cosa y luego se lo comentó a los demás.
•Falsa atribución a la memoria: aunque los

hechos no cambian, pueden ser erróneos. Si


desde siempre habías oído que al hombre de
Tiananmen le arrollaba un tanque (aunque es
falso), es normal que, cuando te digan que
eso no fue así, "visualices" esa escena.
Nuestras mentes no están predispuestas por
naturaleza para aceptar nuevas
interpretaciones de cosas que dábamos por
seguras.
•Falsa memoria: trastorno mental común entre

los afectados por el estrés postraumático, a


veces, si hemos vivido algún hecho
traumático, nuestro cerebro adapta lo
vivido a unos nuevos recuerdos más
aceptables (esta sólo podría ser una respuesta
circunstancial a algunos de los episodios del
Efecto Mandela que afectan sólo a la memoria
particular de una persona).
•Disonancia cognitiva: como en la mala

atribución de la memoria, si algo que te


cuentan contradice tu interpretación de una
dimensión de la realidad (como puede ser un
recuerdo o tus creencias ideológicas más
firmes) tu cerebro rechazará esa nueva
interpretación y la información que la
acompañe.
•Confabulación: efecto que sufren algunas

personas por el que producen de forma


inconsciente recuerdos incorrectos sobre
los detalles más triviales (esto se percibe en la
mayoría de los Efectos de Mandela), aunque
podría llegar a nuevos recuerdos más
complejos. Por lo general, la gente que lo sufre
son personas extremadamente confiadas en
sus recuerdos y normalmente se resisten a
cualquier evidencia contradictoria.
Listado con los mejores ejemplos del
Efecto Mandela

La escena más tierna de la película de J.J.


Abrams Super 8 no es el momento en el que
los dos protagonistas se dan un beso. En
realidad, Elle Fanning y Joel Courtney nunca se
besaron. Esa escena no existe.
Tom Cruise en la famosa escena de baile de
rodríguez en Risky Business no estaba
bailando con gafas de sol puestas. Iba sin
gafas. Pese a ello, prácticamente todas las
imitaciones de la escena que veas llevarán
gafas.
Mucha gente recuerda cómo en el retrato de
Enrique VIII por Hans Holbein El Joven el
dirigente llevaba en su mano una pata de
pavo. Esa idea es falsa, en el cuadro no lleva
ningún tipo de comida en la mano.
Si te dicen que dibujes al C3PO del episodio
originario seguramente lo dibujes con su chapa
metálica bañada en oro. Pero en realidad, una
de sus piernas era plateada.

El monigote que representa al Monopoly no


lleva monóculo. Nunca lo ha llevado. En serio.
Hay mucha gente convencida de que al
personaje de Chakotay en Star Trek:
Voyager lo matan en un episodio tras el que,
unos capítulos después, vuelve con vida.
Pero esa trama es totalmente inventada.
En una de las antiguas películas de James
Bond, Moonraker, hay un personaje femenino
llamado Dolly que llevaba trenzas gafas y
aparato dental. Cualquier imagen de esa
película demostrará que la actriz Blanch
Ravalec nunca llevó aparatopara esas escenas.

De hecho, hay ahora mismo en Reddit varios


usuarios discutiendo por la existencia de una
película noventera de dibujos animados que
todos recuerdan, llamada Shazaam.
Supuestamente, el comediante estadounidense
Sinbad había protagonizado una explotación del
genio de Aladdin. El cómico ya ha declarado
públicamente que la película no existe, y
aunque lo más probable es que la estén
confundiendo con otra, ellos siguen empeñados
en que fue real.
No son exactamente ejemplos de Efecto
Mandela, más bien producto de una bola de
desinformación generada a lo largo de los años.
Pero seguro que recuerdas de forma incorrecta
las famosas líneas de todas estas películas:
"Tócala otra vez, Sam" es en realidad "Tócala,
Sam".
"Luke, yo soy tu padre" no iba así. Es "No, yo
soy tu padre". Y ni Constantino Romero se
acordaba.
"Ladran, Sancho, señal que cabalgamos" no
está en el Quijote, es una desvirtuación de unos
versos en un poema de Goethe.
El discurso de "Ser o no ser" nunca se hizo con
una calavera, debía ser con un puñal o
directamente con nada.
Y ahora lo que nos toca es difundir la verdad de
este asunto
El curioso y popular efecto Mandela se
produce cuando creemos recordar situaciones,
hechos o acontecimientos de forma errónea
como si fueran reales, cuando a veces ni tan
siquiera han llegado a ocurrir. Es decir, nos
inventamos cosas que damos por sucedidas sin
ser ciertas.
La explicación, básicamente, se podría reducir a
que nuestro cerebro es adaptativo y tiende
a administrar los recursos de manera eficiente.
Ese procesamiento rápido de la información
puede llevar al cerebro a colocar datos donde
no son, como cuando tecleamos rápidamente
en el teclado y se nos escapa alguna letra fuera
de lugar. Al cerebro le compensan, con creces,
esos pequeños errores en beneficio de un
procesamiento más rápido y eficiente de la
información. Completa huecos que le faltan
como si de un puzzle se tratase con la pieza
que mejor le encaje dentro de la coherencia.
>> Artículo relacionado: Rumores: factores y
funciones.
Algunas de las explicaciones de índole
psicológica podrían ser:
•Efecto arrastre. Este tipo de efecto está

relacionado con la validación social. Se


produce cuando nos creemos algo porque otras
personas de nuestro entorno también lo hacen.
•Sesgo de confirmación. Cuando damos

prioridad a la información que confima nuestras


creencias iniciales.
•Criptomnesia. El cerebro coloca datos
imaginados en lugares de la memoria con
contenidos reales.
•Falsa atribución. Si en algún momento te has

creído algo que te han contado aunque luego


resulte falso, tu mente volverá a recordar lo
que previamente almacenó como verdadero.
Esto puede dar lugar a disonancias
cognitivas, es decir a que tu propio cerebro
entre en conflicto rechazando la nueva versión
a pesar de ser la correcta.
•Confabulación. Es producida por un posible

deterioro de la memoria. Cuando se intenta


recordar algo que realmente no se tiene
almacenado se falsea la respuesta generada, se
completa con lo que se puede. Eso no quiere
decir que sea una mentira consciente.
16 ejemplos de efecto Mandela muy curiosos.

Aquí tienes un listado con 15 curiosos efectos


Mandela que te harán darle vueltas a la
cabeza:
1. La muerte de Mandela.

Comenzamos por el hecho que da nombre a


este efecto. La bloguera Fiona Broome fue la
persona que popularizó este efecto al creer
firmemente que Nelso Mandela había muerto
años antes de su muerte real en 2013. Al
parecer esto le sucedía a mucha más gente,
que incluso decía recordar detalles de su
funeral. Otra gente recordaba su muerte en
prisión, cuando realmente Mandela murió ya
fuera de la cárcel.
>> Artículo relacionado: Psicólogos inventan
una vacuna contra las noticias falsas.
2. Espejito, espejito, ¿quién es la más bella del

reino?

Seguramente relaciones esta frase


con Blancanieves pero… en la película de
Disney no dicen “espejito, espejito”. Te reto a
que intentes comprobarlo. Lo curioso de esto es
que en 2012 Julia Roberts lprotagonizó una
película llamada Mirror, Mirror basada en esta
historia. ¿Le pondrían este nombre
influenciados por el efecto Mandela?

3. Mickey Mouse.

Hazte una imagen mental del ratón más


famoso del mundo. ¿Lo tienes? Ahora dime,
¿lleva tirantes? Seguramente digas que sí,
pero… no, Mickey no lleva tirantes.

4. El señor del Monopoly.

Hagamos el mismo ejercicio que con Mickey.


Todo el mundo ha jugado alguna vez al
Monopoly y seguro que recuerdas al señor que
lo representa en su logotipo. Pues bien, una
vez que tengas su imagen mental, ¿dírías que
lleva un monóculo en el ojo o no? ¿Qué crees?
La respuesta es que no, aunque seguramente
pensabas que sí.

5. ¡Rafa, no me jodas!

La gente futbolera en España seguramente se


acuerde de aquel famoso juez de línea, Rafa
Guerrero, que pitó un penalti y expulsión de un
jugador del Zaragoza ante el Barcelona. Estoy
completamente seguro de que piensas que le
decía: ¡Rafa, no me jodas! Pues no, jamás se
dijo esa frase. Lo que dicen es “Vaya, joder,
Rafa, cagonemimadre”.
>> Artículo relacionado: Las 17 ditorsiones
cognitivas más frecuentes.
6. Luke, yo soy tu padre.

Este quizás sea el efecto Mandela más famoso.


La archiconocida frase de “Luke, yo soy tu
padre” de Star Wars nunca llegó a decirse de
esa manera. En realidad no menciona el
nombre de Luke en ningún momento.

7. We Are The Champions…of the world.

La archiconocida canción de Queen se te viene


rápidamente a la cabeza. Pero, ¿sabrías
decirme como termina? ¿termina con un “of the
world”, no? Pues no.
*Nota: quizás una de las explicaciones sea que
en los concietos de Queen era habitual que sí
terminasen la canción con el “of the wordl”. No
obstante, la versión de estudio no lo lleva.
8. Teresa de Calcuta.

Teresa de Calcuta fue beatificada en 2003 y


canonizada en 2016 , es decir hace poco.
Prácticamente todo el mundo tiene la
percepción de que este hecho ocurrió hace más
de 20 años.
9. The Simpsons.

Todo el mundo conoce a estos simpáticos


personajes de color amarillo. Sin embargo, el
apellido de Homer, Bart y compañia termina en
S? No. Realmente son Los Simpson, sin S.
Véase que en la versión original en inglés sí se
llama la serie como ‘The Simpsons’ pero su
traducción al español es ‘Los Simpson’, aunque
todo el mundo los llama ‘Los Simpsons’.
10. Ladran Sancho, señal que cabalgamos.

Todo el mundo relaciona esta frase con El


Quijote pero no sale en toda la obra.
11. Tiananmen.

En julio de 1989 un hombre le plantó cara a


varios tanques en la masacre de la plaza de
Tiananmen en China. Mucha gente asegura que
los tanques terminaron aplastando a aquel
valiente hombre. Eso nunca sucedió, como se
puede comprobar en el vídeo.
>> Artículo relacionado: Efecto Shadenfreude:
sentir alegría por el mal ajeno.
12. Ricky Martin.

En España se extendió el rumor de que el


famoso programa ¡Sorpresa, Sorpresa!, el
cantante Ricky Martin salía de un armario para
sorprender a una fan a la cual se encontró con
su perro y un tarro de mermelada. Mucha
gente aseguró haber visto la imagen, cuando
nunca sucedió.
13. 23F.

Mucha gente en España recuerda haber seguido


en directo por la televisión el intento de golpe
de estado del 23 de Febrero de 1981. En
realidad solo fue retransmitido en directo por la
radio.
14. Risky Bussines.

Mucha gente ha intentado imitar el famoso


baile que realiza Tom Cruise en calzoncillos,
calcetines y camisa. El actor aparece en escena
deslizándose por el pasillo. La mayoría de la
gente que imita esta escena lo hace con gafas
de sol. Pero…el personaje no lleva gafas de sol.
15. El pensador.

La famosa escultura de Auguste Rodin, El


Pensador, es recordada por todos. Sin
embargo, mucha gente recuerda a esta persona
pensante con la palma de la mano sobre la
frente. Larealidad es que está apoyado sobre la
barbilla.

16. Looney Toons.

¿Conoces a estos simpáticos dibujos animados


liderados por Bugs Bunny? Vale, pues no es
Toons, es Looney Tunes.

Si sabes más efectos Mandela, compártelos en


los comentarios
Efecto Mandela: el fenómeno de recordar cosas
inexistentes que se ha vuelto viral
Este curioso fenómeno intenta explicar por qué
existe el sentimiento de la sociedad de recordar
ciertos hechos, objetos o nombres que nunca fueron
así. Los ejemplos son muy curiosos y rompen con
los esquemas de lo que siempre creíamos
cotidiano. ¿Y tú, cómo los recuerdas?
Por Fernanda Ulloa E @fernandawrites | 2017-
09-20 | 10:55
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Tags | Efecto Mandela, cultura,
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memoria colectiva
Relacionadas

Todo partió con la publicación de la


Columna | Alvaro Lopez B. investigadora paranormal, Fiona Broome,
9 consejos y una
advertencia para
mejorar la memoria en su blog donde explicaba que un
Los recuerdos no son sólidos,
sino que se reconstruyen cada
vez que accedemos a ellos.
¿Qué podemos hacer para
recuerdo la mantenía inquieta. ¡No se
fortalecer nuestra capacidad de
memorizar y recordar?
Partamos por lo que NO hay
que hacer...
asusten, no tiene nada que ver con
24
59 30 7 2 2%

fantasmas ni cosas extrañas! Nelson


Mandela, el ex presidente de Sudáfrica y
Actualidad | Mundo

Criptomnesia: Cuando
plagiamos sin darnos activista por la lucha de los derechos de
cuenta
¿Has tenido una gran idea que
luego resultó ser de otro? No
estás solo, este sesgo cognitivo
los negros, falleció el 5 de septiembre de
conocido como criptomnesia
(recuerdo oculto) es más
común de lo que crees.
16
2013 por una infección respiratoria. Pero
17 75 4 4 0%

Broome, y muchas personas afirman


Opinión | Alvaro Lopez B. recordar que Mandela falleció en el
El curioso efecto
Dunning-Kruger:
cuanto menos período en que permaneció en la
sabemos, más
creemos saber
El Efecto Dunning-Kruger, nos
muestra que las personas con
cárcel.
pocas capacidades o
conocimientos, creen que
tienen más capacidades y
conocimientos de los que
El debate rápidamente se llevó a Internet
efectivamente poseen, y

donde las personas que aseguran que


viceversa: quienes son más
competentes, tienden a
subvalorarse. ¿A qué se debe?
28
41 50 7 1 1%
25 52 16 3 4%
39
murió en prisión, incluso recuerdan vívidamente haber
visto el funeral por televisión entre 1980-1990.

Así fue como Fiona decidió nombrar este fenómeno


como “Efecto Mandela” (Mandela Effect), que es
cuando mucha gente cree algo pero que, al revisar y
mirar la fuente original, en realidad es algo errado.
¿De dónde salió la idea de que Mandela había muerto
en la cárcel? ¿Por qué todo el mundo creía eso?
En Reddit se comenzó a hablar del tema, y surgió una
posible prueba.

El libro educacional sudafricano English Alive, 1990:


escritos de preparatoria en Sudáfrica, decía en su
página 54: “El caos que estalló en las filas del ANC
cuando Nelson Mandela murió el 23 de julio de 1991,
condujo el 29 de enero de 1991 el acuerdo de paz
Inkatha-ANC a la nada”.
Así fue cómo surgió la discusión de por qué hay
creencias generales, principalmente de frases típicas
de películas conocidas, personajes, productos y otros;
que en realidad son erróneas.

Veamos algunos ejemplos.

- “Luke, yo soy tu padre”

Uno de los efectos más controversiales se relaciona


con la frase célebre de Star Wars Episodio V: El
imperio contraataca (1980), cuando Luke y Darth
Vader se encuentran y éste le revela que es su padre.
Muchas personas recuerdan que la frase siempre fue
“Luke, yo soy tu padre”, pero la cinta original muestra
que en realidad es “No, yo soy tu padre”.
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Las personas que son parte de la controversia se


cuestionan con un video donde James Earl Jones,
quien hace la voz de Darth Vader, dice en una
entrevista “Luke, yo soy tu padre”.

- El típico accesorio del Señor Monopoly

¿Monopoly con monoculy? Otro ejemplo que


sorprende a quienes conocen la teoría, es que
muchos aseguran que el personaje principal del juego
Monopoly se caracterizaba por usar un monóculo,
cuando nunca lo ha tenido.
¿Será que estamos demasiado acostumbrados al
estereotipo de banquero o burgués estirado?

- “Espejito, espejito ¿quién es la más bonita del


reino?”

En una escena de la película Blancanieves y los siete


enanitos, la Reina Malvada se acerca al espejo y le
pregunta: “Espejito, espejito ¿quién es la más bonita
del reino?”. Pero hay algo mal en esa frase que
recordamos, ya que la correcta es: “Espejito mágico,
¿quién es la más bonita del reino?”.
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¿Y en la versión latina? “Sabio espejo consejero,


saber quién es la más hermosa quiero”.

- “We are the champions…. ¿of the world?”

Una de las evidencias que más comentarios ha


generado es el efecto Mandela en la canción “We Are
The Champions” de Queen (1977). Muchos recuerdan
que si bien, durante la canción mencionan la frase “of
the world” al final de la oración, afirman que al final del
hit también terminaba así, pero en la versión original
nunca ha sido así.
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¡Y genera bastantes confusiones! Como en un


capítulo del famoso “Carpool Karaoke”, cuando
participó Gwen Stefani, Julia Roberts y George
Clooney.

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Puedes ver más ejemplos de este fenómeno aquí.


Una teoría que se expande gracias a los youtubers

Gran parte de la explicación de por qué este


fenómeno es viral en la web, se debe a que algunos
youtubers han impulsado a que se discuta y los
ejemplos sigan surgiendo. Uno de ellos es Shane
Dawson, quien tiene más de 10,5 millones de
seguidores y su video donde explica el Efecto
Mandela tiene unas 6 millones de visitas. Y a medida
que pasa el tiempo añade más ejemplos.

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Tana Mongeau también fue parte del debate, cuenta


con más de 2,5 millones de suscriptores y su video
donde muestra “8 efectos Mandela que nunca has
escuchado” tiene la misma cantidad de visitas, quien
además hizo una colaboración con Dawson sobre el
tema.

¿Y se puede explicar el Efecto Mandela?

Los intentos por descifrar cómo ocurre este fenómeno


se han disparado. Las teorías más curiosas dicen que
la confusión surgiría al pasar a través de realidades
alternativas, por lo que las personas retendrían
sucesos que ocurrieron en otras dimensiones. Mmm,
ya. Otros, que las personas realmente estarían
viajando en el tiempo secretamente y al cambiar algo,
nuestro tiempo actual se vea afectado.

¿Vamos mejor a algo más verosímil?

En realidad la explicación desde el área de la


psicología lo hace bastante más simple y menos
oscuro. Tiene que ver con la manera en cómo
construimos nuestros recuerdos. Oscar Castillero,
sicólogo clínico español, explica que el Efecto
Mandela se debe al fallo o distorsión de la memoria,
pues la mente es constructiva y la interferencia de
recuerdos puede crear uno falso.

En primer lugar por medio de la confabulación,


cuando “rellenamos los diferentes huecos presentes
en nuestra memoria con recuerdos fabricados”.

Otra forma, es la introducción de recuerdos externos.


Inducir un recuerdo falso en otro no es tan difícil y que
múltiples personas terminen coincidencia tampoco.
Vías más sistemáticas para esto son la hipnosis o la
sugestión.

Y finalmente, está la criptomnesia, cuando creemos


que algo lo hemos vivido o pensado por primera vez,
porque estamos confusos en cuanto a su origen. La
información que hemos leído, visto u oído, podemos
considerarla como propia por lo que podemos
identificar como recuerdo algo que se nos informó de
otros y así confundirlo como un recuerdo real.

¿Qué lección sacamos de estas anécdotas y de una


discusión viral? Que no podemos dar por ciertas las
cosas, solo por “recordarlas”. Ni menos asumirlas
como reales por el hecho de que haya muchas
personas que también lo recuerdan así. Aquí hay
ejemplos de canciones y películas, pero el Efecto
Mandela puede suceder también con mitos
infundados en asuntos de mayor importancia. Y en
esos casos, es fundamental que nos cuestionemos el
origen de nuestros pensamientos.
¿Conocías este efecto? ¿Te ha sucedido alguna
vez recordar algo que nunca fue?

Quizá te ha pasado que estás en una reunión informal


con amigos y de pronto alguno comienza a hablar sobre
el “efecto Mandela”. Te preguntarás si se trata de un
nuevo invento tecnológico o una novela literaria. Pero
no es así, el efecto consiste en que un gran número de
personas tienen recuerdos sobre algo muy vívido, lo
creen real, pero en base a los registros existentes, dicho
hecho nunca ocurrió.
¿Cómo es que esto puede ser posible?
La supuesta explicación al fenómeno corresponde a
que el recuerdo realmente viene de algo que ocurrió en
un universo paralelo y al “cruzarnos con el existe
discordancia en nuestra mente y la realidad del nuevo
universo paralelo donde nos hemos transportado”.
Sin embargo, como estas existen muchas otras y muy
divertidas, así como viajeros en el tiempo que al
regresar al pasado sus acciones producen cambios en la
secuencia de los acontecimientos futuros.
Todas estas anécdotas tienen una explicación,
partiendo de que la memoria del ser humano es algo
imperfecta, la percepción que origina un recuerdo es
más aún imperfecta.
¿Pero qué tiene que ver Mandela?
El nombre surge luego de que una gran cantidad de
individuos cree recordar que Nelson Mandela murió en
prisión en la década del 80, suceso que no pasó, ya que
él sí murió pero en su casa en el 2013, debido a una
infección respiratoria.

Object 20

Sin embargo antes de que él saliera de cárcel en 1990 e


incluso luego de que haya sido Presidente de Sudáfrica
(1994-1999), mucha gente pensó que él había muerto
en la décadas pasada. Asumieron eso porque no
siguieron la secuencias de las noticias en torno a él, y
es que de Mandela mucho no se hablaba por esos días.
Y luego de que pasó su fama, mucha gente siguió
pensando que Mandela había fallecido en la cárcel.
¿Te sorprende este fenómeno?
¡Hay casos que lo harán! Aquí te muestro una lista de
los Efecto Mandela más asombrosos
1. La cantidad de personas que iban en el carro de John
F. Kennedy cuando fue asesinado, muchos recuerdan
haber visto 4 personas, pero en realidad eran 6.

2. En la película “El Imperio contraataca” de la saga


Guerra de las Galaxias, en una de las escenas donde
Darth Vader le revela a Luke que es su padre, la
mayoría de las personas que vio la película recuerda
escuchar la frase “No, Luke, yo soy tu padre”, pero en
realidad él nunca mencionó el nombre de Luke. El
mismo James Earl Jones, al contar la historia recuerda
haber dicho la palabra Luke. ¡Pero no!

3. El hombre que paró la fila de tanque en China, el 5


de julio de 1989 la imagen donde un hombre, en medio
de la masacre de la Plaza Tianannmén, paraba una fila
de tanque causó conmoción, pero en realidad fueron
los tanques quienes se detuvieron porque no podían
pasar.
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Pese a esta aclaración, miles de personas recuerdan


incluso que los tanques le pasaron por encima
quitándole la vida.

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4. ¿The Berestein bears o The Berestain bears?, serie de


dibujos animados famosa en Estados Unidos, cientos
creen que se escribe con “e”, pero la manera correcta
de escribirlo es con “a”.
5. La ubicación de Nueva Zelanda, al volver a revisar los
libros de geografía nos damos cuenta que esta isla no
está al costado izquierdo de Australia como muchos
piensan, ni arriba, sino a su derecha. ¿Será que antes
eran diferentes los mapas en los libros?

Pero Nueva Zelanda queda al otro lado.


6. Muchos se sorprenden que al recordar al muñequito
del Monopolio, el juego de mesa, lo describen con un
monóculo, pero este personaje nunca lo tuvo. Es como
los tirantes de Mickey Mouse. Cuando la gente se
disfraza del famoso ratón lo hace con tirantes, sin
embargo en las animaciones nunca los lleva, ni en sus
dibujos más clásicos. Otra confusión muy grande es
cuando tratas de recordar cómo se escribe el nombre
de las series animadas de ayer y hoy: Looney Toons…
no, no se escribe así, aunque la gente piensa que sí. Es
Looney Tunes.

El monóculo del viejo millonario de Monopoly nunca


ha existido.
.
Mickey no usa tirantes.
Pruebas que para algunas personas muestran que
alguien nos esta cambiado el pasado, lo cierto es que el
extraño fenómeno está sucediendo cada vez con más
frecuencia entre los humanos.
¿Qué otros casos de efecto Mandela
recuerdas
Juan Manuel Robles) Desde hace un tiempo se habla
mucho en Internet del efecto Mandela. Si no lo
conocen, no se preocupen: no es nada del otro mundo.
¿O sí? Todo empezó como en un sueño (sueño y vigilia,
dimensiones paralelas, el fenómeno tiene de eso y
más). Un día, la experta temas paranormales Fiona
Broome se enteró de la noticia de la muerte de líder
sudafricano Nelson Mandela. Le causó pena, como a
todos. Pero para ella era distinto. Porque Broome
estaba experimentando la muerte del líder sudafricano
por segunda vez: por años, pensó que Mandela había
muerto en prisión en los ochenta. En una conferencia,
se dio cuenta de que otras personas creían lo mismo.
¿Cómo podía darse tal coincidencia?
Ese fue el comienzo de una reacción global, que no ha
parado. El efecto Mandela describe aquello que ocurre
cuando varias personas coinciden en recordar algo que los
registros documentales históricos contradicen. Mandela es
un mal ejemplo de efecto Mandela: si bien es cierto que
Broom reportó su experiencia, yo no conozco a nadie que
haya pensado que Mandela estuviera muerto antes del 2013.
Pero qué tal este otro “mandela”: ¿Recuerdan la canción
“We are de champions”, de Queen? Por supuesto que la
recuerdan. ¿Recuerdan cómo termina?
Es posible que estén pensado “of the world”. Si esa es su
respuesta, no necesito preguntarlo: apostaría a que están
absolutamente seguros de ello. Sin embargo, cuando oímos
la grabación original de Queen —aparecida en 1977 y
también incluida en los Grandes Éxitos de 1981— nos
encontraremos con una sorpresa. Háganlo, si quieren. Les
pasará lo que les ocurrió a Julia Roberts y a George Clooney
cuando la escucharon en el Carpool Karaoke de James
Corden.
Ajá: ese “of the world” del final nunca estuvo allí.
Bienvenidos al mundo del efecto Mandela. En la red,
circulan decenas de ejemplos. Uno de los más llamativos
involucra a la escena más famosa de la saga Star Wars.
Mucha gente jura recordar, perfectamente, que Darth Vader
le dice al joven jedi: “Luke, I am your father” en plena pelea
con sablazos láser. Pero nunca dice eso; en realidad,
contesta a la acusación boba del engañado chiquillo, que lo
acusa de matar a su viejo. “No, I am your father”, le replica.
Este cambio, que algunos les puede parecer mínimo, se ha
sumado a la paranoia mandeliana. Se habla también de
mapamundis supuestamente alterados. Y hasta se comenta
una película llamada Shazaam, sobre un genio que sale de
una lámpara, que muchos estadounidenses juran haber visto
en los noventa pero que no aparece en ningún archivo: su
presunto protagonista, el comediante David Adkins, tuvo
que salir a aclarar que la cinta nunca existió.
¿Qué está pasando? ¿Dónde se fueron las memorias de toda
una generación? Para Fiona Broome, no hay dudas: si eres
víctima del efecto Mandela, debes empezar a preguntarte si
estás viviendo en una realidad alterna. El salto cuántico es
una posibilidad. Más y más creyentes aparecen por todos
lados.
Por supuesto, quien está inclinado a creer en el efecto
Mandela como un fenómeno paranormal ha perdido la
perspectiva: ignora cómo funciona la memoria y lo mucho
que hemos descubierto sobre ella en el siglo XX.
La psicóloga Elizabeth Loftus demostró hace 40 años que es
posible implantar en una mente ajena un recuerdo falso: por
ejemplo, un episodio en el que, siendo niño, te perdiste en
un supermercado.

Primero: la sensación de que un recuerdo es vívido —el
famoso “me acuerdo perfectamente”— nos da confianza en
la veracidad, pero eso no tiene que ver con la exactitud de
ese recuerdo. Esto se ve claramente en las “memorias
relámpago”, esos recuerdos que nos “graban” instantes
colectivos con una nitidez que no parece gastarse. ¿Dónde
estabas el 11 de septiembre del 2001? Todos los que
tenemos cierta edad podemos dar una respuesta muy certera.
Recordamos detalles mínimos de las circunstancias en que
recibimos la noticia. Pero resulta que ese recuerdo, que te
parece tan fiel, no lo es. Investigadores como Ulric Neisser
y Jennifer Talarico han comparado los reportes del día
siguiente del evento con los que se hacen tres años después.
Los relatos difieren de una manera asombrosa. Quienes al
principio recordaron haberse enterado por otra persona, en
el nuevo relato están frente a la pantalla, viviendo el shock.
Algunos refieren haber estado en restaurantes que en ese
momento no existían. O visualizan pantallas en salones de
clases donde no había televisores. Solo una cosa no varía:
así pasen diez años, la persona cree que está recordando a
perfección.
La sensación de fidelidad detallada tiene explicación en el
carácter emocional del recuerdo: para neurocientíficos como
Joseph LeDoux y Antonio Damasio, esto se debe a que este
tipo de memorias forman conexiones con la amígala, una
región que “fija” los eventos de alta significación emocional
(la amígdala, modulador del miedo, interviene en diversas
formas de trauma). La riqueza de detalles es ilusoria, una
mezcla entre lo más evolucionado de nuestra imaginería
cerebral y ese sistema primitivo que nos pone alertas para
recordar en segundos aquello que nos causa horror o placer.
Por otro lado, la distorsión de las memorias, que
desaparezcan de ella unos elementos y la invadan otros —
como si se tratara de una imagen Photoshop—, se basa en
un principio que la ciencia ha explicado bien: no solo es que
los recuerdos se desfiguren con el tiempo, es que el propio
acto de hacer memoria puede transformar un recuerdo.
Ponernos a recordar abre una suerte de periodo ventana
llamado “reconsolidación”, en el cual se forman nuevas
conexiones neuronales. De hecho, los científicos saben que
puede aprovecharse este momento —el momento de
recordar— para dañar esas conexiones (esta ventana de
oportunidad es la que se usa en los experimentos de borrado
de memorias en ratones). Las fuentes de la distorsión son
muchas, y podemos no ser conscientes de ellas: fotografías,
imágenes que circulan. Pero también pueden ser narrativas:
historias que le añaden algo al acontecimiento.
La psicóloga Elizabeth Loftus demostró hace 40 años que es
posible implantar en una mente ajena un recuerdo falso: por
ejemplo, un episodio en el que, siendo niño, te perdiste en
un supermercado. Para hacerlo, Loftus solo necesitó decir
que alguien de la familia del paciente le había contado la
historia —y entreverarla con relatos verdaderos—.
Experimentos similares han convencido a decenas de
personas de que estuvieron alguna vez volando en un globo
aerostático con papá y mamá (usando foto trucada).
Psicología y neurociencia coinciden: el acto de recordar
incorpora, quita, mezcla.
Esa es la razón por la cual, en ciertas webs turísticas donde
aparece la Estatua de la Libertad, algunos señores recuerdan
haber caminado en la antorcha —lamentando que ya no esté
permitido—; y sin embargo, este espacio no está abierto al
público desde 1916. Coincidentemente, una de las escenas
más famosas del cine, de la película Sabotaje (1942), de
Hitchcock, muestra a los protagonistas subidos en la
antorcha, forcejeando (el villano cae al vacío). Los
“recuerdos” de abducciones extraterrestres aparecidos en
terapia en Estados Unidos, en los años ochenta, están
relacionados con la exposición a filmes de ciencia ficción.
Mezclar recuerdos reales, sus imágenes preservadas, con
fotos recientes o secuencias de películas no es de mentes
distraídas o frívolas. Es una forma muy humana de recordar.
La película Shazaam —que muchos dicen recordar, como
prueba del efecto Mandela— nunca existió. Pero sí hubo
una que se llamó Kazaam, donde el basquetbolista Shaquille
O’Neal personifica a un genio; un año antes, David Adkins
—presunto protagonista de Shazaam— había aparecido
disfrazado de genio con turbante en un especial televisivo.

| Fuente: Youtube
Aun con estos elementos, los creyentes de en el efecto
Mandela suelen preguntarse: ¿Cómo se explica que mucha
gente comparta el mismo recuerdo falso? Enunciado así,
suena alucinante. Pero es preciso tomar en cuenta que todos
los casos de efecto Mandela constituyen una variación
puntual en el acontecimiento. Una palabra de más. Una
recombinación. Mucho antes de las neuroimágenes, los
psicólogos concluyeron que la mente completa aquello que
la memoria borronea. Incorpora lo que parece probable,
esperable, lo que tiene sentido; lo que, narrativamente,
encaja. Nuestra memoria hace una edición final de todas las
cosas que nos importan. Incluso de los momentos que ya se
han editado, como el pasaje de una película. Todos creemos
conocer bien escenas clásicas, como aquella de Darth Vader
y Luke. Pero al recordarlas, no somos para nada como aquel
personaje de Cinema Paradiso que repetía de memoria los
diálogos. Nos apropiamos de esos momentos, los aislamos,
los preservamos en esencia que luego podremos comunicar
a nuestros amigos. Y esa edición “Luke, I am your father”
funciona mejor como unidad de sentido que la versión
original, que contesta una pregunta. La edición mental,
hecha de tanto recordar, y de oír a otros recordándola, es
poderosa. Tanto así que incluso el actor que personificó a
Vader, James Earl Jones, recuerda claramente haber dicho
“Luke”.
En el caso de Queen, la línea final desaparecida de We are
de champions dejó perplejo a George Clooney. En efecto,
ninguna grabación de estudio contiene ese “of the world” al
final. Pero sí está a la mitad de la canción, después de
primera estrofa y eso genera, tal vez, una expectativa de
repetición. Además, si uno ve el concierto en Wembley
(véanlo antes de seguir, si quieren), notarán que la línea
cierra el tema. Y no se trata de una versión menor. La
imagen de Freddy Mercury ante la multitud es parte de
nuestra memoria colectiva, entre otras cosas porque
sabemos que en pocos años morirá. Su frase final es un
cierre más perfecto. El recuerdo de la versión de estudio se
funde con el otro. Es fascinante que al pensar en la
grabación —aquel disco del escudo de la reina— podamos
“oír” en nuestra mente algo que nunca estuvo. Pero no hay
nada de paranormal: es la extraordinaria normalidad de
cómo recordamos.
Hoy es claro que hay tantas noticias que es difícil incluso
saber cuáles son verdaderas y cuáles no. Y con tal cantidad
de informaciones dudosas o falsas, aumenta la posibilidad
de que nuestra memoria futura contenga recuerdos dudosos
o falsos.

Somos máquinas de construir memorias confusas, recuerdos
que se adaptan, que buscan la redondez para sobrevivir. Y
por primera vez en la historia, estamos viviendo en una
época en que es imposible recordar sin tener, al mismo
tiempo, un montón de imágenes de interferencia. El efecto
Mandela —es decir, que mucha gente esté dispuesta a
creerlo— parece ser el primer síntoma de lo que ocurre con
personas que han vivido toda su infancia y juventud con
demasiada información, fotografías, escenas de películas.
La realidad se vuelve traslúcida, dudosa. Si esta es la
reacción hoy, habría que imaginar cómo será en unas
décadas (en el futuro de quienes hoy son jóvenes). Es ya
bastante asombroso que alguien a quien se le presenta el
documento —un disco, un casete, un recorte de periódico—
prefiera pensar que su memoria está en lo correcto y más
bien que esos materiales están trucados (o que fueron
manipulados por el programador de la Matrix). Pero hoy al
menos tenemos a la mano esos materiales. En la era digital,
los registros se pierden con más facilidad, nada de lo escrito
va a ninguna parte, las canciones y las imágenes no son más
que fugaces golpes de bits en un río continuo.
El efecto Mandela no demuestra una conspiración en
marcha. Pero sí muestra que esa conspiración es más o
menos realizable. Hace varios años, Nicholas Carr advirtió
que la sobrecarga de información impedía las condiciones
de atención necesarias para que nuestro cerebro formara
memorias sólidas. Hoy es claro que hay tantas noticias que
es difícil incluso saber cuáles son verdaderas y cuáles no. Y
con tal cantidad de informaciones dudosas o falsas, aumenta
la posibilidad de que nuestra memoria futura contenga
recuerdos dudosos o falsos. Los relatos que nos bombardean
se quedan, intervienen en la ventana de consolidación, no
importa la valoración crítica que hagamos después. No es
descabellado pensar que nuestra vejez estará llena de
versiones contradictorias, líneas divergentes en la historia,
universos paralelos.
Lo cual es perfecto para quien pretenda sembrar relatos,
insertar recuerdos colectivos. No será necesaria tecnología
sofisticada. Recientemente, la psicóloga canadiense Julia
Shaw resumió una serie de avances en la manipulación de
los recuerdos en el concepto de “hackeo” de memorias. En
una época en el que miles de consumidores de contenido
pueden dudar de la realidad solo por lo que dice una experta
en fantasmas y temas paranormales, no falta mucho para
que gobernantes y corporaciones puedan emprender el
hackeo de los recuerdos colectivos. Convencernos de que en
el pasado existió algo que en realidad no existió tiene
ventajas: venderte chucherías como si fueran parte de tu
historia personal, por ejemplo; crear circuitos paralelos de
nostalgia, descubrir cosas que supuestamente “olvidaste” y
ofrecértelas. Cuando la funcionaria de Donald Trump habla
de “hechos alternativos” (alternative facts) en público, hay
una cuota de cinismo. Pero también hay una lectura de los
tiempos que corren. El que se descuide, acabará con los
recuerdos cambiados. Y no tendrá cómo saberlo
Efecto Mandela, Líneas de Tiempo Paralelas,
Dimensiones Alteradas
El efecto Nelson Mandela consiste del miembro
En un gran Número de Individuos Que Tienen
Un recuerdo muy Vivido de Algo que, de
Acuerdo a todos los registros existentes, no ha
ocurrido.
Este término acuñado por Fiona FUE Broome y
otra persona de la estafa del dragón , En
Donde se encontraban Con Un Grupo de las
Personas Que Todas recordaban la trágica
muerte de Nelson Mandela En Una cárcel en
Sudáfrica. Ahí FUE CUANDO Comenzo el
debate. Sabemos Que Nelson Mandela sin Murió
En Una Cárcel, Sino Salio Que de ella y se
convirtio en presidente de Sudáfrica y Murió en
el año 2013, los AEE Pero claramente las
Personas recordaban claramente Que El habia
muerto En Una Prisión.
Aparentemente se refieren a las teorías de Que
Hay Diferentes líneas de tiempo o Líneas de
Tiempo en La que ocurren Hechos los antes o
DESPUÉS Lo Que Provoca Que Un Número de
personas Tengan memorias Diferentes, por
Ejemplo, la muerte de Mandela, el retrato de
Enrique VIII con Una pierna de pavo o El caso
del “hombre del tanque” de la plaza de
Tiananmen Que mucha gente Recuerda haberlo
visto por televisión en las noticias, de Como El
tanque pasaba Sobre el Hombre y dejaba la
ONU charco de sangre, Pero al Revisar los
vídeos se nota Que El en Realidad hombre se
monta Encima de tanque.
Como AES personajes recuerdan eso, los
muchas heno Personas Que recuerdan: hechos
o Situaciones y afirman Que Han Pasado de otra
forma. Muchos Dicen Que Es Colectivo de error
de la ONU, en la vereda Los Medios de la
conspiración Dicen que ESTO SUCEDE Porque
heno Distintos universos Que se entrelazan y
miembro En un universo Las cosas hijo
Ligeramente Distintas Y Por eso recordamos
Cosas Distintas una cola hijo Mín En Esta
Realidad.

OMOD: Navegando por la Web encontramos


Que this Concepto Hace Referencia una cola
pecado Darnos Cuenta HEMOS colisionado con
Una dimensión alterna, La Cual Es una La
Nuestra Que en solitario similares hay en Todos
los Aspectos, this teoría coinciden con La
Opinión de Muchos Expertos en la La materia
con existence de Una Matriz, la ONU universo o
mundo paralelo al nuestro de, AUNQUE con la
con la variante de Que Ahora Existe la
posibilidad f de la Alteración de la Realidad de
la Realidad Mediante ALGÚN Método artificial.
Hoy en día this this teoría descrita En Una
Página Web: mandelaeffect.com En Donde nos
Explica un detalle con EJEMPLOS detallados El
efecto Causado of this controvertida teoría.A
partir de Estós Conceptos MUCHAS Personas En
El Mundo de han Confirmado la veracidad de
algunos adj Sucesos Que Han Sido Modificados
en las lineas del tiempo e incluyente de los
EJEMPLOS Más impactantes hijo Los Cambios
Físicos en la biblia, los Cuales se pueden
corroborar Hoy en día.
El “efecto Mandela” haberse Llamado podria
busque “efecto Berenstain”, Ya Que La De Los
Osos Berenstain ES UNO de Estós “Errores ES
Matrix” QUE HA conseguido Que Un alcalde
Número de personas se lleve las manos a la
cabeza, miren un Do Alrededor estupefactas y
pregunten: “Un momento, ¿Que esta Pasando
here?”.
Resumiendo la teoría Es Que De alguna manera
dos Tipos de Dimensiones Distintas Totalmente
de han colisionado produciendo recuerdos de
Hechos Que No se sucedieron Al menos no lo
hicieron En Esta Realidad. Hablando
científicamente estariamos Mezclando salto de
la ONU en El tiempo en dos planos EXISTEN
DOS Diferentes El pasado y el real Que se
mezclan.
Muchos conspiradores del Mundo atribuyen this
to ALGÚN tipo de Manipulación mundial por
parte de la élite para crear de incertidumbre en
La Población y Claro Modificar un su
Conveniencia ALGUNAS Cosas del Pasado.
Se habla de Que El medio utilizado podria el
CERN / LHC, el Cual ha Sido Mezclado en
Infinidad de teorías de conspiración de las
Cuales ya HEMOS Hablado En Este Blog in
Anteriores post. Se Dice Que El CERN pretende
abrir portales interdimensionales.
¿O Tal Vez ya los abrió pecado Darnos Cuenta?
A Continuación les dejamos conjunto de las
Naciones Unidas De Videos que recopilamos de
LA web, Donde sí exponen a los DETALLE
PUNTOS anteriormente mencionados
VIDEOS:http://selenitaconsciente.com/?p=251340
Este martes se cumplen cuatro años de la muerte de
Nelson Mandela. El fallecimiento se debió
a una infección respiratoria a los 95 años de edad,
después de 23 años de libertad, desde que saliera de
prisión,en 1990.
Sin embargo, si se preguntara a una muestra amplia de
población por el lugar de la muerte de Nelson
Mandela, gran parte podría contestar que el
fallecimiento tuvo lugar cuando aún estaba en prisión.
La causa de esta confusión son los llamados falsos
recuerdos, un curioso fenómeno que conduce a que el
cerebro cree recuerdos muy vívidos de situaciones que
nunca existieron.
No se considera trastorno mental en ningún manual ni
tampoco supone nada de lo que preocuparse, por lo
que nadie debe preocuparse si cree que Mandela
murió en la cárcel. Ni si piensa que siguió el golpe de
estado del 23 de febrero en televisión. Porque no, no lo
hizo.
Aunque este término se hizo más famoso después de
que la bloguera Fiona Broome le diera el nombre
de Efecto Mandela, se trata de un concepto mucho más
antiguo, acuñado por la psicóloga y matemática
Elizabeth Loftus.
La actriz
Edurne
¿Qué lehaha
Pujol aparecido
pasado en a
el la
evento
caradedela Lydia
• Fundación
Bosch?: del Real Madrid
la actriz para celebrar
estrena rostrosu su
aniversario. Ha posado en el photocall de la gala
recomendado por
benéfica donde se le ha visto un gran cambio en

Loftus ejerce como


el rostro. JALEOS ha hablado con una experta
sobre las operaciones quirúrgicas de la
intérprete.
profesora en
la Universidad de California en los departamentos de
Psicología y Comportamiento Social y Criminología,
Derecho y Sociedad.
Precisamente en este último departamento ha sido en
el que ha desarrollado su labor en el campo del estudio
de los falsos recuerdos, pues éstos le han servido
para testificar en juicios alegando que las
declaraciones de los testigos no siempre son del todo
correctas y que a veces, especialmente en situaciones
de estrés, el cerebro puede generar recuerdos falsos.
Como se cuenta en este artículo
publicado en Nature en 2013, este campo de estudio le
ha valido un gran reconocimiento entre algunos de sus
colegas, pero también un fuerte rechazo, no sólo en
el área de la ciencia, sino también por parte de las
personas que se han visto perjudicadas por sus
testimonios.
Pero el síndrome de los falsos recuerdos es mucho más
que un alegato judicial. También es un curioso efecto
al que, unos más y otros menos, pero casi todos los
seres humanos nos hemos visto expuestos alguna vez.
Por ejemplo, si tienen un hermano a recordarle aquel
momento cuando eran pequeños en el que su oso de
peluche se rompió y tuvo que cosérselo la abuela.
Quizás en el momento no lo recuerde, pero si escucha
la historia muchas veces podría haber un momento en
el que su cerebro cree un recuerdo falso con todo lujo
de detalles. Éste sería sólo un ejemplo, pero también
hay otros muchos casos mediáticos de lo más curiosos.
Espejito espejito….
Si le preguntamos a alguien qué le decía la
malvada madrastra de Blancanieves al espejo en busca
de la aceptación de su belleza, muchos contestarían
con la frase "espejito espejito, dime quién es la más
bella del reino". Sin embargo, en realidad Maléfica
nunca utilizó las palabras "espejito espejito", en
el clásico de Disney, sino que le llamó directamente
"espejo mágico".
Luke, yo soy tu padre
Siguiendo con las frases de cine, no podía faltar la
famosa frase de Darth Vader, entonada en español por
el gran Constantino Romero: "¡Luke, yo soy tu padre!".
Sin embargo, ni Constantino ni James Earl Jones,
encargado de la voz en inglés, pronunciaron el nombre
del confuso Luke, por lo que la frase real fue un simple
"yo soy tu padre".
Incluso algunos de los fanes más acérrimos de la serie
recuerdan con exactitud la frase. De nuevo se trata de
un engaño de su cerebro.
El 23 F no se retransmitió en televisión
Para quienes lo vivieron, el 23 F fue uno de los
momentos más terroríficos de la historia de
la democracia española. La democracia todavía en
pañales pendía de un hilo durante el tiempo que los
asaltantes permanecieron en el congreso de los
diputados y la población española seguía la historia
con miedo. Desde la radio.
Lógicamente, la televisión se hizo eco de la noticia
horas después, pero las retransmisiones en
directo fueron a través de la radio. Sin embargo, el
estado de confusión que afectaba a la población
favoreció la generación de falsos recuerdos hasta hoy,
cuando algunos recuerdan con claridad haber seguido
la historia en televisión.
Ser o no ser, esa es la cuestión… pero sin
calavera
Después de la famosa escena del balcón de Romeo y
Julieta, una de las escenas más famosas de las obras de
teatro escritas por William Shakespeare sería ese "ser
o no ser", en el que Hamlet declama con una calavera
en la mano.
Pero en realidad Shakespeare en ningún momento
describió esa imagen que nos viene a todos en la
mente. En realidad durante la frase Hamlet no lleva
nada en la mano, mientras que la calavera aparece
después, en la primera escena del quinto acto, cuando
el príncipe recién llegado del destierro encuentra en el
cementerio los restos del que fue uno de sus grandes
amigos de la infancia.
En este caso, representaciones modernas, cuadros y
todo tipo de imágenes han favorecido la difusión del
falso recuerdo, ya que directamente han comenzado a
plasmar la escena con el cráneo, aunque originalmente
no estuviera.
La cola de Pikachu
Al pensar en la imagen de este famoso Pokemon
amarillo es muy típico pensar en él con una raya
oscura atravesando su cola. Sin embargo, basta con
buscarlo en internet para comprobar que sólo se
oscurece la base.
El caballero sin monóculo
Algo similar a lo de Pikachu ocurre con el personaje
protagonista del Monopoly. Una de las primeras
imágenes que aparecen en la mente de quién lo piensa
es la de un caballero con monóculo, pero en realidad la
imagen inicial no lleva este complemento.
Ricky Martin y la mermelada
Uno de los casos más mediáticos del efecto Mandela es
el de un supuesto programa de Sorpresa Sorpresa en el
que Ricky Martin salía de un armario para sorprender
a una fan y se la encontraba desnuda, jugando con su
perro y un tarro de mermelada.
Dicha escena nunca ocurrió, pero aún hay personas
que aseguran haberla visto. Tanto se difundió el rumor
que la imagen comenzó a dibujarse en las mentes del
público, a pesar de no haber existido jamás.
Todos estos casos son ejemplos de cómo un simple
bulo puede desplazar a la realidad, dando lugar a
falsos recuerdos que en la mayoría de casos son
anecdóticos y curiosos, pero que en otras ocasiones
podrían ser muy dañinos. Por eso, es de vital
importancia que la información que circula en las
redes sociales y, en general, en internet, sea lo más
veraz posible, para evitar que la ficción supere a la
realidad y que creamos la mentira como si fuera
verdad.
egún cuenta Fiona Broome en su blog, hace unos años se
llevó una sorpresa cuando se enteró de que Mandela
seguía vivo. Ella recordaba claramente noticias de su
funeral, su viuda llorándole, disturbios en las ciudades…
Pensó que debía haberlo entendido mal y lo dejó pasar.
Pero en una conversación con un responsable de seguridad
de la convención Dragon*Con, éste le dijo que había
muchas personas que creían que Mandela murió en la
cárcel en la década de los 80.
Fue entonces cuando esto captó su curiosidad, y empezó a
recopilar otros fenómenos similares.
Por ejemplo. ¿Cuantas personas viajaban en el coche en el
que Kennedy fue asesinado? ¿Has dicho 4? Mucha gente lo
piensa así. Ahora mira el vídeo.

Object 23

Eran 6. ¿Sorprendido?
¿Cómo se llama realmente la cadena de restaurantes de
comida rápida? ¿McDonald’s,o MacDonalds?
¿Dudas?
No, en realidad
la cadena se llama McDonald’s.
O esta otra. ¿Cómo se llamaban esos entrañables dibujos
animados? ¿Looney Tunes, o Looney Toons? ¿Dudas
también?

La forma de
escribirlo correctamente es Looney Tunes.
Hay otros casos, aunque quizá algunos no resulten muy
familiares fuera de los Estados Unidos, como por ejemplo el
número de estados de la Unión. Muchos americanos están
convencidos de que son 52, aunque en realidad son sólo
50. O también la manera correcta de escribir el nombre de
una serie de dibujos animados famosa allí: muchos creen
que se escribe “The Berestein Bears” cuando en realidad se
escribe Berestain, con “a”.

Todas estas anécdotas tienen una


explicación sencilla si asumimos que la memoria del ser
humano es algo imperfecto. Es más, la percepción que
origina un recuerdo, es más imperfecta aun. Cualquiera
puede estar absolutamente convencido de un dato, e
incluso apostarse una cerveza con alguien que nos porfía,…
y perder.
Es muy fácil asociar Berestain con Frankestein. Es más,
puede que incluso al leerlo rápido hayamos percibido la
terminación “tein” en vez de “tain”.
La mente también es capaz de relacionar recuerdos e ideas
distintas en recuerdos similares. Por ejemplo, podemos
recurrir al truco que consiste en decir en voz alta el número
5 repetidas veces. Si inmediatamente después alguien te
pide que digas el nombre de una fruta, es muy probable
que digas “pera”. ¿Por qué? Porque de alguna manera
relacionamos pera con el número 5 en nuestra cabeza.
Algo así puede pasar con el número de estados de Estados
Unidos. Es posible que se asocie con el número de cartas de
la baraja inglesa (sin los comodines). Tampoco es para dejar
a un lado el bajo nivel cultural medio de los
estadounidenses.
El error al escribir Tunes, es algo que no debería de
llamarnos la atención. Los dibujos animados de la Warner
están llenos de vocablos con doble “o”. Cartoon, Scooby
Doo, … por lo que Looney Toons no pasa de ser más que un
error ortográfico.
La cadena de comida rápida ha sido siempre McDonald’s,
aunque desde Steve Jobs nos resulta también familiar
escrito como “Mac”.
El número de pasajeros normal de un coche son 4, y la
escena que hemos visto tantas veces en la televisión se
centra en los 3 que están más a la izquierda: el propio John,
Jaqueline Kennedy, el gobernador Connally, que se sentaba
delante del presidente. Es por eso que los dos pasajeros de
la fila delantera pasan inadvertidos.
Durante los años en los que Mandela estuvo encarcelado,
no trascendían muchas noticias sobre él. Yo recuerdo que la
prensa decía en aquellos días que al gobierno de Sudáfrica
no le interesaba que muriese en prisión, porque si se
convertía en un mártir, las revueltas anti-apartheid habrían
sido incontenibles. Los que equivocadamente puedan creer
que Mandela murió en prisión, es porque no siguieron las
noticias.
¿Y qué explicación le dan los para-anormales a este efecto
Mandela? Varias, y a cuál más divertida.
Una de la explicaciones es que vivimos en una matrix, y que
de vez en cuando cambian la programación lo que produce
que algunos recuerden una cosa y otros recuerden otra.
Otra postula que se debe a cambios producidos por viajeros
en el tiempo. Al igual que en la película Regreso al Futuro,
cuando alguien viaja al pasado su acción produce cambios
en la secuencia temporal.
Otra, ya versión de luxe, es que existen múltiples universos
paralelos, en los que un pequeño cambio produce que uno
coincida con otro. En este solape, los recuerdos de un
universo y otro coexisten.
En fin. Un ejemplo más de tratar de buscar explicaciones
complejas a algo sencillo.
LA MENTIRA ESTA AHI
AFUERA,VIDEO:http://www.lamentiraestaahifuera.com/2016/10/02/el-efecto-mandela/
Una noche, hace no mucho, me encontraba
jugando Monopoly con mis primos, era una de
esas típicas noches en las que se llevaba a
cabo una lucha entre titanes. En una de esas,
mi primo (licenciado en manipulación) me hizo
una propuesta que mi ego no pudo rechazar: si
quería conseguir la única propiedad que me
faltaba para comenzar a “construir mis casas”,
debía contestar una simple pregunta con los
ojos cerrados: ¿El muñeco del juego de
Monopoly lleva monóculo? “Sí”, contesté. Me
parecía una pregunta estúpida porque
obviamente sí, lo tiene, mi primo estalló en
risas. Cuando abrí mis ojos, vi el centro del
tablero y mi derrota fue inminente. El bendito
muñeco no lleva monóculo. Mi respuesta me
costó mi dignidad y mi inmunidad
al bullying por el resto del juego.
Toda mi vida había creído que Mr. Monopoly
llevaba monóculo, así que acudí a mi buen
amigo Google para encontrar respuestas.
Apareció un término que me llamó mucho la
atención y explica la razón de mi fracaso. Perdí
mi oportunidad de ganar por haber sido víctima
del Efecto Mandela.
WTF is dat?
Dicho término nació en el 2005, cuando una
blogger e investigadora de fenómenos
paranormales, Fiona Boomer, estaba
conversando con un grupo de personas y surgió
el tema del renombrado político Nelson
Mandela. A Boomer le sorprendió mucho
escuchar a estas personas hablar de él como si
estuviese vivo, porque ella juraba que había
muerto en prisión años atrás. Este hecho habría
pasado desapercibido si otras personas no
hubiesen expresado exactamente lo mismo,
pensaban que Mandela había muerto y, no sólo
eso, sino que creyeron haber visto las noticias
en la televisión, e incluso, haber sido testigos
de su funeral. Pero, ¿cómo es eso posible?
El Efecto Mandela es un fenómeno social
producto de una concepción errónea acerca de
un hecho o tema. En castellano: tu memoria se
ha burlado de ti.
A partir de entonces, en internet y en las redes
sociales se comparten diversas teorías sobre
este extraño tópico que, al parecer, ha sido
bastante frecuente en varios eventos de
importancia mundial y de la cultura pop.
Ajá, ¿cuáles otros?
• Recuerdas al famoso presidente John F.
Kennedy, ¿correcto? Una de las cosas más
memorables de Jack fue su lamentable muerte.
Recibió varios disparos a distancia en un auto
en Dallas, Texas. Pero, ¿recuerdas cuántas
personas había en ese carro? Probablemente
digas que eran 4...Wrong! Porque eran 6
personas que estaban con el presidente cuando
fue víctima del impacto de balas.
• En la famosa escena de Risky Business en la
que Tom Cruise baila solo en su casa “Old Time
Rock’n Roll”, ¿lleva lentes de sol? Pues, querido
amigo, no los lleva. En todas las recreaciones
de esta escena siempre verás que usan lentes
cuando en realidad es mentira. Chan chan
chaaaaan
• ¿Ser o no ser? ¿Calavera en mano o no?... Nop,
tampoco es correcto. Hamlet en ningún
momento tuvo una calavera en sus manos al
momento de pronunciar esta épica línea. Esa es
la cuestión.
• Esta sí debo admitir que me sorprendió.
Siempre que te imaginas al robot fastidioso de
Star Wars, C-3PO, apuesto a que tienes una
imagen completamente dorada de él, cuando
en realidad tiene la mitad de una pierna
plateada. ¿Lo habías notado? I don’t think so...
• Y ya que entramos en el tema de Star Wars, la
escena más recordada de toda la franquicia es
en la que Darth Vader le confiesa a Luke
Skywalker que es su padre. Pero, ¿dice ”Luke, I
am your father”? ¿Estás seguro? ¿Seguro
segurísimo? Wroooooong! (Estoy empezando a
disfrutar esto). Dice “No, I am your father”.
Object 24

Y existen muchísimos más.


¿Engaño de la mente o conspiración masiva?
Hay muchísimas y variadas teorías que
respaldan este fenómeno social, van desde la
atribución a un error de difusión, como el juego
del telefonito en el que se distorsiona un
contenido o mensaje, hasta unas razones un
poco más disparatadas. Resulta que es posible
que nuestra mente sea una red de mundos
paralelos, algo así como la matrix, y que el
Efecto Mandela sea el producto del salto entre
estos mundo alternativos.
Otros creen que se trata de una conspiración de
la CIA y que son culpables de modificar los
registros de varios hechos y así hacernos creer
que pasaron de una forma cuando en realidad
pasaron de otra (como colocar más personas en
el auto de John F. Kennedy). O tal vez es el
trabajo de la Organización Europea para la
Investigación Nuclear (mejor conocida
como CERN), a quienes se les acusa de alterar
las líneas de nuestra realidad e insertarnos en
un universo paralelo.
Aún no se tiene la certeza de por qué ocurren
estos lapsos mentales colectivos, sólo sé que
ahora mi primo se cree el rey del Monopoly por
culpa de este Efecto Mandela y de este tonto
dibujo:
ETIQUETAS
ENGAÑOEFECTO MANDELADESCUBRIRKMZAKOMIENZAMEMORIA COLECTIVA

Curiosamente, trabajando en las dos próximas


entradas esta semana, encontré un vídeo de Jordi
Wild, "El Rincón de Giorgio", que hablaba sobre "el
efecto Mandela".

En realidad creía que era el típico vídeo chorra de


Youtubers haciendo un gag cómico o burlándose
quizás de toda una institución como fue el gran
Nelson Mandela.

Tras ver el vídeo, me picó la curiosidad sobre dicho


efecto y vi en él un tema que se adapta mucho a la
temática de mi blog.

Antes de nada, avisaros que el "Efecto Mandela" es


real y que todos en mayor o menor medida, hemos
sido afectados por él, por eso he creado un juego de
"Playbuzz" que recomiendo hagáis en el momento
que os topéis con él y después, si queréis, que seguro
querréis, seguir leyendo la entrada, donde voy
comentando ciertas explicaciones del porqué el
cerebro nos ha jugado esa mala pasada en cada
respuesta.

Fiona
Broome,
gracias
por
tanto...
El origen del nombre "Efecto Mandela" surge en el
año 2010 gracias a la bloguera Fiona Broome en la
convención "Dragon Con". Mientras realizaba su
conferencia, explicó que la mente a veces nos juega
malas pasadas y que ella pensaba que Nelson
Mandela había muerto en la cárcel en 1987, cuando
en realidad años después salió de la misma y en ese
momento se encontraba vivo (murió el 5 de diciembre
del 2013 a la edad de 95 años, 23 años después de
salir de prisión).

Cuál fue su sorpresa cuando se dio cuenta que no era


la única que "había matado" de esa forma y en esas
fechas a Nelson Mandela... ¡Miles de personas
pensaban igual!.

A partir de este hecho se empezaron a englobar casos


parecidos y decidieron bautizar a este tipo de sucesos
como "Efecto Mandela". Nadie sabe porque
muchísimas personas creen a ciencia cierta dichos
sucesos o porque imágenes o sonidos que habrás
visto, oído o leído cientos de veces, no son como tu
creías y que muchísima gente piensa igual que tú.

De hecho hay casos similares de muertes que no


fueron en las fechas que se creían, a Fidel Castro lo
mataron a principios de los 90, en el 2014, y en el
2015, muriendo finalmente a la cuarta el 25 de
noviembre pasado, parece que no lo remataban
bien... O a Muhammad Ali, que durante muchos años
convivió con el parkinson, aislado de eventos, muchos
le daban por muerto antes del 3 de julio pasado. Otro
caso, por desgracia a la inversa, es el de Patrick
Swayze que murió en el 2009 al no poder superar un
cáncer y muchos creen que aún sigue entre nosotros
ya que se recuperó de su enfermedad...

No hay modo de explicar porque esto ocurre, existen


multitud de opiniones, desde los psicólogos que
hablan de ciertos agujeros de memoria que el propio
cerebro se encarga de rellenar de una forma lógica
pero no real, hasta los más atrevidos que hablan de
superposiciones de realidades alternativas.

Es decir, que el universo está lleno de realidades


alternativas y de vez en cuando chocan creando un
suceso que cierta gente experimenta y otra no.

El caso es que en ciertos momentos, pensamos que


tenemos la razón, que eso lo hemos vivido y que la
realidad está trucada o nos están mintiendo, además
no somos los únicos porque si miles de personas
piensan igual, por algo será...

Ahora os pido que perdáis unos minutos en el juego,


es simplemente un test con varias opciones, dejaos
llevar y marcar lo que verdaderamente pensáis, sin
ningún ánimo conspiratorio, solo vosotros sabréis lo
que os ha afectado el "Efecto Mandela"

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