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Resumen:
Palabras claves
Introducción
La clave de la radio que se hace para el siglo 21 radica en que por primera vez son los
oyentes, los músicos, los generadores de opinión, entro otros actores, los que tienen la
prelación y deciden en últimas si lo que les ofrecen los productores de radio, sirve o no.
Esto se vuelve realidad en tanto hoy tienen muchas alternativas para encontrar
producción radiofónica, así como para expresar sus puntos de vista; alternativas tanto de
canal, como de medio y aún por fuera de ellos, si se piensa en las múltiples plataformas y
pantallas que se han abierto con la presencia de los teléfonos inteligentes. En otras
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Comunicador social periodista Universidad Externado de Colombia. Estudios de magister
en historia Universidad Nacional de Colombia. Docente investigador de UNINPAHU.
correo electrónico ggomezme02@uninpahu.edu.co
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palabras, la transformación digital de la sociedad de masas, de los años 50 y 60 del siglo
pasado, ha producido el efecto contrario al que tanto temían los apocalípticos. En lugar de
convertirse en una sociedad en la que los medios deciden por nosotros, gracias a la
omnipresencia de la televisión, difundida por satélite, que era la imagen que preveían los
autores del texto conocido como informe MacBride (1980). Por el contrario, la
se democratice la capacidad de decidir qué medios escoger, qué contenidos consumir y las
En lo que respecta a la radio, el viejo sueño expresado a comienzos del siglo XX por
Un sueño que tardó casi un siglo en lograrse, pero que hoy, pasada la primera
década del siglo 21, se puede decir que ya el reto no es convertir la radio en un
también por el mismo autor, en el texto citado: «En mala situación está un hombre
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que tiene algo que decir y no encuentra oyentes. Pero todavía están peor los
oyentes que no encuentran quien tenga algo qué decirles. (pág. 50).
La pregunta pertinente para entrar en la discusión acerca de lo que debe y puede ser la
radio en el siglo 21 es precisamente: ¿tiene algo que decirles a nuestros oyentes la radio
de hoy?
debilidades.
nacimiento a lo visual. Desde este punto de vista siempre se mostró como una limitación
es justamente esta condición la que ofrece a la radio su mayor potencialidad: en tanto que
solamente ocupa el canal auditivo, permite que su consumo se realice sin necesidad de
esto permite que la radio sea compañía en el desarrollo de toda clase de actividades,
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El siglo XX deja también el desarrollo de la tecnología digital que permite la producción,
emisión y difusión a través de canales en los que, convertido el sonido en datos, puede
viajar con cualquier otro contenido igualmente convertido en datos. Claro que este es un
emitida por la web, y de esta forma ha logrado sumar a su consumo la posibilidad de que
cantidad de datos.
Con la llegada de nuevos paradigmas de estudio en las ciencias sociales y sobre todo con
la valorización del individuo, de los afectos y, desde la perspectiva del giro lingüístico en
las miradas sociológicas, los sentimientos fueron integrados en el campo de estudio de los
analistas de medios.
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Véase, entre otras páginas, http://www.fiascoawards.com/continguts/general/fitxa.php?id=6&llengua=es
donde aparece una rápida mirada al estado actual de este desarrollo tecnológico y su fracaso, después de más
de 10 años de emisiones en varios países europeos, sin apenas despegar en la consecución de oyentes o de un
modelo de negocio viable.
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Desde esta mirada la radio puede ser revalorizada para considerarla no como un medio
incompleto, debido a la falta de oferta visual para el consumidor, sino como un medio que
la prensa escrita, que acuden más al entorno racional. Estudios realizados sobre la radio
algo hacia lo cual se dirige mi deseo, pero el hecho de desear no es por ello
reductible a una idea. Un afecto siempre está indisolublemente ligado a una idea,
Por otra parte, con la generalización de los medios visuales, como la prensa escrita y la
televisión, el cine y el video, el transcurso del siglo XX mostró que la limitación de la radio
no era tal, pues el oído permite consumir la radio simultáneamente con otras actividades,
tanto manuales como intelectuales, en particular cuando la programación es musical o
cuando se la utiliza como forma de llenar un espacio de silencio que incomoda a quien lo
vive.
desarrolló, y que este medio aprovechó antes que los otros gracias al uso de los
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modulada, que permitieron que al finalizar el siglo se tuviera un consumo con capacidad
Es esta dimensión cotidiana la que inserta a la radio en el mundo de lo público, tal como lo
el mundo; desde la casa se puede llamar por teléfono a la radio para expresar una
opinión, enviar un fax para realizar una denuncia, mandar un correo electrónico para
responder en una encuesta, crear una comunidad virtual, integrar cadenas de solidaridad
inteligentes ni se habían desarrollado al nivel actual las redes sociales, que potencian no
solo la rapidez de la conexión de la radio con sus audiencias, sino de estas con las
a partir de las características propias del lenguaje sino también de las formas de consumo
solos en sociedad.
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No sucede lo mismo con la radio, que es considerada como una compañía no
Nada más relacionado con la afectividad que la vida de hogar, independiente de que el
consumidor viva en grupo familiar o solitario. La radio contribuye a constituir esas rutinas
domésticas que permiten a unos y a otro construir la ficción de conexión con muchos
otros habitantes de la ciudad, en tanto que todos, al tiempo, escuchan la misma emisora y
«dialogan» con el mismo locutor en el espacio virtual del programa de radio escuchado en
común.
hogares, porque marcan momentos clave del día. El manejo del tiempo interno
con el hogar. Comienza con el clásico ¡buenos días! cuando suena el despertador
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Esta capacidad de permitir su consumo simultáneo con otras actividades, al tiempo que
permanece con el oyente, han hecho que la radio llegue al siglo XXI dotada de una
inmensa posibilidad de competir y combinarse con las plataformas digitales y las redes
sociales, en particular, para generar nuevos consumos, con sus correspondientes hábitos,
y claro, con la necesidad de estudiar en detalle el impacto que estos nuevos hábitos
géneros como recurso de ordenar y sistematizar el discurso del medio, partiendo más de
Por su parte los académicos teorizaron sobre usos y claves para hace concordar los gustos
y los consumos con estos géneros y formatos. Hicieron uso de la analogía para transponer
y preceptivas de unos y otros. Aun hoy se utiliza este esquema para la formación de
quienes aprenden a escribir para los medios masivos, aunque cada vez más se nota la
dificultad para una actualización adecuada, cuando de páginas web, blogs, redes sociales y
podcast se trata.
Casi cualquier libro que nos hable de producción radial, escrito en el siglo pasado, tiene un
capítulo que trata de este tema. Algunos no logran diferenciar el género del formato y
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otros como se esfuerzan hasta remontarse a las fuentes más consagradas de la retórica
¿Qué se recibe del siglo XX en este campo? El cambio de los grandes géneros y los
los conoció en buena parte del siglo pasado. No se trata tanto de que ya no existan, sino
como hipótesis que los géneros y formatos bien diferenciados obedecieron a las
públicos, con gustos y hábitos diferenciables, mientras que la radio actual, casi toda de
fórmula y nicho, no requiere de estas herramientas para satisfacer los hábitos de los
Se pueden mirar algunos ejemplos, que ilustren lo que se dice. Poco a poco los noticieros,
los llamados radioperiódicos clásicos de los años 50 y 60 del siglo pasado, han dado lugar a
información se mezcla con la opinión, la noticia con el comentario y todos los anteriores
dado paso a emisoras que todo el día conversan con el oyente y le van contando noticias,
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Otro ejemplo, paradigmático podría decirse, es el género del melodrama, aplicado en el
formato de radionovela o radioteatro (diferencia que por lo demás recoge sendas visiones
de cultura popular y cultura alta, en tanto que la radionovela solía ser escrita por
pueda decirse con justicia que ha desaparecido, sí es evidente que la radio ya no nos
sostenida por periodos de media o una hora, ni tampoco series que exijan escuchar todos
los capítulos (esto se expresaba en la vieja fórmula con que acababan los episodios: «
misma hora y por la misma frecuencia»). Ahora se ensayan historias con alto contenido
autorreferencial, que hacen ironía de las fórmulas clásicas del melodrama, y por supuesto,
desarrollada por Álvaro González, para Radiónica, titulada «Los detectives de Radiónica»,
una de las novelas más significativas para la literatura de comienzos del siglo XXI, sino que
musicales y escritores.
Por otra parte, puede decirse que también el melodrama se escenifica en muchos
programas de debate y opinión en los que cada realizador desarrolla al aire un personaje
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que antagoniza con otro, recurso propio de la dramatización, como puede escucharse en
Por último, en este repaso de lo que la radio ha recibido del siglo XX, vale la pena
detenerse en el cambio más fuerte que ha sufrido el medio en la última mitad del siglo
pasado. Impulsadas por la llegada de la frecuencia modulada, con su mejor calidad sonora,
las emisoras radiales fueron abandonando poco a poco, junto con formatos y géneros
Aunque todavía la inercia cultural nos hable de programas radiales la realidad es que la
mayoría de las emisoras, en la medida en que han entrado en la lógica de buscar nichos de
continuo de oferta sonora, con modulaciones en el transcurso de las 24 horas del día, en
Esta forma de programar no es nueva. Desde los años 60 en los Estados Unidos de
para proponer mezclas de temas musicales afines. Para describir esta forma de organizar
la sucesión de cortes sonoros se acude a símiles como biorritmo sonoro y crossover, entre
otras denominaciones.
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Esta concepción de lo que debe ser la forma de programar una emisora radial y la función
que cumple desde el punto de vista social, es lo que (Norberg, 1998), un veterano hombre
de radio de Estados Unidos llama una radio que es «la banda sonora de nuestra vida».
que nace con el siglo pasado y llega a su final con grandes transformaciones, nos invita a
pensar en que lo más importante que deja el siglo XX en cuanto a uso y función de la
Al final de cuentas esa «banda sonora» no tiene que ser siempre musical, no tiene que ser
solo hablada, no se limita a una misma forma de sonido. En el cine la banda sonora se
del radio mezclado con toda la inmensa gama de otros sonidos provenientes del entorno
en el que se desarrollan las rutinas diarias, se mezclan para brindar a sus oyentes la
cadena completa, desde el punto de vista técnico está digitalizada, esto es, en condiciones
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señal sonora, para que la etapa de transporte, difusión y recepción puedan darse de
forma digital.
Sin duda el sello del nuevo siglo es lo digital, y la posibilidad de que todo el proceso de
canales para adaptarse a uno solo; por la red digital, todos los contenidos viajan
convertidos en un solo flujo de unos y ceros. De aquí nace el concepto que marcó todo el
Esto obliga a que se mire la radio no solo como uno de los medios de comunicación
tradicionales (prensa, radio y televisión), sino en el más amplio espectro del consumo
cultural, que incluye necesariamente el cine, el video, la música grabada (en todos sus
diferentes soportes), los conciertos, y por supuesto la combinación casi infinita de todos
ellos, para satisfacer los más variados gustos y formas de disfrute cultural. Y también que
que poco a poco van quedando como reliquias del siglo XX.
empieza a tener plena vigencia y cotidiana presencia con la aparición del paso de los
ejemplo, en Technologies of Freedom (1983), Ithiel de Sola Pool, tras describir las
misma línea, años más tarde, en su popular libro Being digital (1995), Nicholas
comunicación social al paso del soporte analógico al digital, así como a los
Desde allí se pueden mirar las transformaciones que implica la convergencia digital en la
perspectiva de las dos grandes tendencias que la historia muestra que han aparecido ante
civilización y quienes encuentran allí la superación de todos los males. Tal como lo indicó
En lo relacionado con la radio, hay quienes ven en las transformaciones que impone la
convergencia multimedia el fin de una época, para muchos identificada como edad de oro.
En tanto que la radio ya no concita grandes audiencias para unos pocos programas
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educativos y culturales, ven en ello los síntomas inequívocos del fin de la civilización. El fin
de la radio que solo se emite pregrabada, de los grandes y rígidos formatos, de la locución
de voz impostada que interpreta textos previamente escritos, de las grandes producciones
melodramáticas que ponían en escena clásicos de la literatura universal, etc. son para los
apocalípticos, poco menos que los jinetes que anuncian el fin del mundo civilizado.
Pero, en el otro extremo, están quienes ven en esta transformación la llegada de la total y
definitiva democratización no ya de los medios, sino de la vida social toda. Consideran que
Entre estas dos actitudes extremas, es preferible ubicarse en el justo medio, tal como lo
«Las fuerzas tecnológicas no determinan la estructura social y los valores culturales, sino
más bien interactúan con ellos […] Por una parte, las tecnologías de información en
pública, por otra, hábitos profundamente arraigados en el uso de los medios, tales como
Esto indica que los cambios que se afrontan en cuanto a composición de los hábitos de
consumo (incluyen la escucha, horas, sitios, entre otros factores) y sus consecuentes
cambios en la programación de las emisoras, plantean retos que tienen como base por
una parte los adelantos y cambios tecnológicos, y por otro los hábitos arraigados que el
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siglo XX deja. Hábitos que afectan por igual a oyentes y a productores radiales, así como
las potencialidades del cambio que igualmente están al alcance de unos y otros.
permitan mantener niveles adecuados de consumo radial, sin desconocer los cambios y
La convergencia tecnológica
En «El futuro de la audiencia masiva», el citado Neuman (2002, p. 153), afirma que «La
(audio, video, texto). El procesamiento digital se impone porque es más barato, más
digital permite la manipulación activa de la información, de suerte que, como se vive hoy
mayor fidelidad» pues «las tecnologías digitales pueden detectar y corregir los errores» y
por este camino permiten nuevas formas de interacción entre el usuario y el medio.
Las consecuencias de esto para lo que se conoció en el siglo pasado como radio pueden
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no disponibles en la red (especialmente en las páginas características de la web 2.03),
internet.
recibir todo esto sino también de producirlo y ponerlo a circular. Las potencialidades de
esto quedan limitadas solo por los costos de acceso a la red y, por supuesto, limitadas por
la propia voluntad del usuario de hacerlo. Es, en este punto, en el que la convergencia
tecnológica debe ser leída sin la mirada apocalíptica de unos pero también con reservas
frente a los resultados democratizadores que genera por el solo hecho de existir.
Los grandes aparatos industriales propios de los consumos culturales de la segunda mitad
del siglo XX han ido perdiendo terreno frente a los nuevos imperios ligados a lo digital.
En particular la industria fonográfica, que se desarrolló muy ligada a la radio, ha visto que
radio. Este consumo, que estaba ligado a la mediación de las grandes casas disqueras,
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«El término, Web 2.0 fue acuñado por O'Reilly (2004) para referirse a una segunda generación en la historia
del desarrollo de tecnología Web basada en comunidades de usuarios y una gama especial de servicios, como
las redes sociales, los blogs, los wikis o las folcsonomías, que fomentan la colaboración y el intercambio ágil
de información entre los usuarios de una comunidad o red social». Wikipedia, artículo Web 2.0
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ahora empieza a ser mediado por nuevas posibilidades presentes en la red. Portales
propios de la web 2.0 (como Myspace, para citar el pionero, ya superado), ofrecen a todos
los que los aprovechan, otras formas de contacto con el público y de paso generan y
aprovechan nuevas formas de consumo. Estas formas antes eran mediadas casi
exclusivamente por la radio. Era en las emisoras musicales en donde se imponían los
éxitos de mercado y se indicaba a los oyentes lo qué valía la pena oír. Como es obvio, lo
que no sonaba en la radio era poco menos que imposible que fuera consumido en
Ahora la elaboración electrónica y digital del sonido permite que cualquiera pueda grabar
y difundir su música con calidad similar a la de los estudios profesionales, y con alcances
Así, ni la industria fonográfica es la que indica quién circula y quién no, y tampoco la radio
El reto para las emisoras está en dar cabida a todas estas nuevas formas de producción, y
una oferta dispersa en la red, con calidades y estilos tan variados y abundantes que son
difíciles de ser seguidos por el consumidor promedio, que no suele estar en condiciones
de dedicar suficiente tiempo para recorrer estos portales y páginas en los que circula la
De manera similar sucede con la información noticiosa. Durante todo el siglo XX fueron los
grandes medios informativos, (particularmente los impresos en la primera mitad del siglo)
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y las omnipresentes agencias de noticias, quienes detentaban el monopolio de la selección
simultánea con los acontecimientos, algo que ya lograba la radio y luego la televisión, sino
permitiendo que esta información tenga imagen y sonido, así como el testimonio de quien
vivió los acontecimientos y los capturó con su teléfono móvil o una cámara. Eventos como
la caída de las Torres Gemelas de Nueva York, o la ejecución de Sadat Hussein en Irak, y las
los acontecimientos para que todos pudieran tener acceso a ellos y a la vez ayudar a
redifundirlos. Solo 20 años atrás, la revuelta estudiantil china, que culminó con los
Española insistiera en entrar a dicha plaza y contara con la casualidad de que tuviera una
cámara de video a la mano y un acceso al lugar, descuidado por la policía china unos
minutos.
ciudadanos que informan antes que los medios. De manera similar a lo mencionado en el
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La radio: de medio masivo a medio individual
La radio nació como uno de los medios que se beneficiaron de la masificación de la vida
social y a la vez la permitieron. En sus inicios es un medio de consumo masivo pues los
grandes audiencias. Pero estas audiencias masivas han ido poco a poco variando hasta
llegar al consumo individual que hoy permite que cada oyente pueda «programar» su
En este tránsito entre lo masivo y lo individual está el reto de la radio del siglo 21. Si los
estaciones para ofrecer un servicio que logre conseguir los mínimos de audiencia que un
La pregunta que surge hoy es la misma que se plantearon a comienzos del siglo pasado los
entrar en crisis dos elementos, consustanciales a la radio que se hereda del siglo pasado:
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posibilidad de desarrollar un modelo de negocio, acorde con las nuevas dimensiones de
las audiencias.
Las dos características propias del modelo de consumo de radio del siglo XX parecieran
entrar en crisis porque, aunque han superado sucesivos embates de otros medios
primera década del siglo 21, la radio enfrenta a un nuevo competidor que aparentemente
entra en la arena de juego subvirtiendo todas las reglas aceptadas. Este nuevo
contendiente es la web.
formas de competencia, pero siempre fueron miembros de una misma especie, los
competidor perteneciente a una nueva especie, y esto pone en suspenso todas las reglas
del combate, exige diferentes y renovadas estrategias y supone tácticas de combate que
en dos grandes frentes: la música y la información. Y esto parece entrar en crisis porque
ahora la red no solo ofrece servicios similares, sino que agrega a la oferta la posibilidad de
En la web se encuentran portales, web-radios y podcast que centuplican la oferta que una
estación tradicional de radio podía ofrecer. Para muchos esto representa la primera cara
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de la crisis, el peligro. Ha surgido una competencia que proviene no de otros
competidores de la misma especie sino que ahora cualquiera que disponga de una
conexión de banda ancha, un computador y una colección de música (bajada de la misma
red) puede ofrecer un play list con infinidad de posibilidades. En lo informativo este papel
lo juegan los motores de búsqueda que nos ofrecen infinidad de noticias agregadas por
categorías a gusto del consumidor o los podcast4. En este sentido el peligro es claro pues
aparecen competidores que nos sobrepasan tanto en número como en poder de fuego.
¿Dónde está la oportunidad?
todas las comunidades humanas han tenido de escuchar las historias que nos congregan,
reconfirman que somos parte de un grupo que se identifica y mantiene unido por una
referentes comunes.
La oportunidad surge de conocer bien nuestro oficio de periodistas y ganarse cada día el
derecho que ese grupo de oyentes otorga para que la radio sea el espacio de los
basta solo con tener un listado de éxitos musicales que rotan al ritmo de las necesidades
de otros. Hay que seguir desarrollando tácticas que permitan enfrentar a los otros
4
«El podcasting consiste en la creación de archivos de sonido (generalmente en formato mp3 o AAC, y en
algunos casos el formato libre ogg) o de video (llamados videocasts o vodcasts) y su distribución mediante un
sistema de sindicación que permita suscribirse y usar un programa que lo descarga de Internet para que el
usuario lo escuche en el momento que quiera, generalmente en un reproductor portátil». Wikipedia (s.f)
artículo Podcasting.
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competidores de la misma especie (periódicos, revistas y canales de televisión) y
historias, hay que ser parte de ellas. Ya los oyentes no aceptan ser solo consumidores, hay
que integrarlos como parte de la programación con un papel activo, con posibilidad de
«Conozco a esos plebeyos, soy uno de ellos», dice en alguna canción Joan Manuel Serrat y
historias al aire; unos como profesionales de la radio tienen que demostrar cada día que
son los mejores, pero tienen que estar seguros de que no son los únicos.
cada oyente puede ser productor y programador. Pero la otra cara de esa interactividad
sus gustos y necesidades, de entender día a día cómo evolucionan sus hábitos de consumo
Para retomar la imagen de la radio «como banda sonora de nuestra vida», habría que
decir que el oficio de los productores de radio es tener en mente esa inmensa película que
se desarrolla fuera del estudio de emisión y componer esa banda sonora al mismo tiempo
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que la ejecutan en una obra coproducida con los oyentes. En otras palabras hay que
economía del tiempo y la economía de la atención del oyente. Si se sabe escuchar a los
usar bien los recursos para lograr la mayor cantidad de tiempo de escucha, con niveles
aceptables de atención.
En esta línea hay que concluir que la estrategia no consiste en eliminar al contendiente
sino en unirse a él y trabajar para proponerles mejores historias; en trabajar para los
oyentes y con ellos. Esto significa que la oferta infinita de la red no es el enemigo, es el
Así las cosas, lo que va surgiendo es un nuevo modelo de negocio en el que al tiempo que
radio como para aficionados (diferenciación que conserva el lenguaje del siglo pasado),
hay que enfrentar la paradoja de que estos canales ofrecerán una menor cantidad de
producción, emisión y difusión de la programación sonora que circulará por los diferentes
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canales. Hasta el día de hoy la radio ha mantenido un esquema de financiación copiado
del modelo de la prensa escrita, esto es, la radio se financia con la venta de espacio para la
era analógica, el costo diferencial de esta publicidad que se emite, está basado en el
número de oyentes que cada estación pone a disposición del respectivo anunciante.
Pero como se afirma arriba, el problema del modelo de negocio imperante hasta el
momento, surge cuando cada día hay un mayor número de canales (no solo entendidos
como los tradicionales canales ubicados en el espectro radioeléctrico, sino todos aquellos
atenderán a un número cada vez más pequeño de oyentes para cada uno de dichos
canales.
Para tratar de evaluar esta situación, en el contexto colombiano, aunque sin duda es un
interrogante global, es útil que describamos de forma rápida el modelo radial existente.
Radio comercial,
Radio de interés público, y
Radio comunitaria.
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«Artículo 18. Orientación de la programación. Atendiendo la orientación
Sonora en general.
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Evaluados desde la mirada del modelo de negocio, y recordando que el panorama se
cada canal, se puede ver que hasta el momento actual la radio comercial ha encontrado
situación emergente. La tendencia a nivel mundial ha sido organizar bajo un mismo techo
Para la radio de interés público y la comunitaria, el tema del modelo de negocio sigue
siendo algo que poco o ningún interés suscita por parte de sus gestores. En el primer caso
radio comercial, pero no se tiene en cuenta que justamente estas estaciones llenan
espacios comunicativos en las pequeñas y medianas ciudades que nunca fueron atractivos
para la radio comercial o que poco a poco han sido abandonados pues justamente el
adjudicado frecuencias de radio comunitaria en las grandes ciudades, no cabe esperar que
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estas estaciones tengan capacidad de ser competencia comercial para los grupos
Caso excepcional es la Radio Nacional de Colombia que se clasifica como radio de interés
público (y por tanto con prohibición de comercialización) aunque su gestión está a cargo
de una empresa industrial y comercial del Estado, que por definición la obligaría a
que han ido dejando esta modalidad de radio sin grupos masivos de oyentes ya que desde
hace aproximadamente 25 años los jóvenes han ido abandonando la radio en AM, para
Todelar, negociada con una iglesia cristiana, que pueden financiar estas estaciones ya que
Caracol Radio por parte del grupo Prisa, de España, alteró el modelo colombiano en el cual
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Habría que recordar que la radio ha sido el medio de comunicación global por excelencia, desde sus inicios,
gracias a la onda corta. Sin embargo sus contenidos han sido tradicionalmente locales.
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dos grupos económicos habían sido propietarios de las dos grandes cadenas radiales.
la creación de Blu Radio. La integración vertical de estos grupos permitió que la inversión
su potencial de generación de recursos por venta de publicidad, sino que las estaciones se
con lo cual se distorsiona el mercado pues las emisoras de pequeñas ciudades, sin
ya no se da por ingresos cruzados dentro del mismo grupo, sino que retorna a la
potencial de oyentes.
abandono de las pequeñas poblaciones. Situación que genera una redistribución del
mercado de oyentes, con la revalorización de los contenidos locales, que en las pequeñas
Mirando a más largo plazo, se presenta una oportunidad para las emisoras de interés
retorno económico inmediato. Situación que también les da ventajas frente a las emisoras
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comerciales que solo pueden mantenerse competitivas gracias a mercados de oyentes de
gran volumen.
Así la situación tanto global como nacional, es de esperar que en la próxima década el
mercado de radio, así como el de los medios en general, vean llegar la globalización, no
solo en los cambios del modelo de negocios, sino en las consecuencias de la digitalización
y los cambios acelerados de hábitos de consumo de medios que ella trae consigo.
Trabajos citados
Brecht, B. (1985). Teorías de la radio. En B. Brecht, El arte y la política (págs. 32-55).
Managua, Nicaragua: Nueva Nicaragua.
Custodio, P. (2013). Cambios en las rutinas productivas: una mirada etnográfica en las
redacciones de Zero Hora y Jornal do Brasil. Recuperado el 12 de septiembre de
2015, de
http://gredos.usal.es/jspui/bitstream/10366/122160/3/TFM_Estudioslatinoameric
anos_Custodio_Nunes_Patricia.pdf
Hayes M., R. (1995). Hacia una nueva radio. Buenos Aires: Paidós.
30
Norberg, E. G. (1998). Programación radiofónica: estrategias y tácticas. Madrid: IORTV.
Redacción El Tiempo. (13 de Diciembre de 2016). 'Noticiero Todelar': fin a más de 60 años
al aire. El Tiempo.
Tamayo, R., Gutiérrez, E., & Herrera, E. (2006). Rasgos generales del discurso de la radio
juvenil sobre la sexualidad y la afectividad. Anagramas, 171-184.
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