Sunteți pe pagina 1din 6

ALONE

Para escribir más o menos decentemente, yo necesito saber con precisión lo que pienso, lo que
tengo que decir y escoger entonces lo que pondré al principio y lo que pondré al final dejando, por
lo común, lo más fuerte, nuevo e impresionante para el último. […]Así se tiene la sensación de
caminar.

Bajtín

La riqueza y diversidad de los géneros discursivos es inmensa, porque las posibilidades de la


actividad humana son inagotables y porque en cada esfera de la praxis existe todo un repertorio
de géneros discursivos que se diferencia y crece a medida que se desarrolla y se complica la esfera
misma. Aparte hay que poner de relieve una extrema heterogeneidad de los géneros discursivos
(orales y escritos).

Tuson

la escritura es un hecho históricamente localizable porque ha dejado huellas materiales a través


de representaciones icónicas de la realidad (pictogramas o ideogramas) y a través de
representaciones de distintas unidades lingüísticas. (p72)

El texto escrito puede ser consultado, analizado, y, al permanecer invariable, es el testimonio de la


historia del individuo y de la comunidad. […] la escritura tenga esa capacidad de difundir
información con carácter estable, ya que siempre se puede volver sobre lo escrito para
confirmarlo, revisarlo, rebatirlo o servir de testimonio
La reflexión acerca de la escritura siempre ha generado disparidades entre quienes la
estudian, pero no es necesario pensar demasiado para comprender que esta es uno de los
grandes inventos que ha creado el hombre porque permite comunicarnos y, sobre todo, da
la posibilidad de que nuestros pensamientos perduren en el tiempo. Para Tuson y
Calsamiglia (1999):

“la escritura es un hecho históricamente localizable porque ha dejado


huellas materiales a través de representaciones icónicas de la realidad
(pictogramas o ideogramas) y a través de representaciones de distintas
unidades lingüísticas”. (p72)

Ahora bien, hay que entender que la escritura no es simplemente una representación
gráfica de un idioma o una simple palabra escrita. La escritura es cultura y por lo tanto
abarca diferentes dimensiones que tiene relación con el ser humano no solo su relación con
la sociedad, sino que, además, sus creencias, valores, la diversidad y las costumbres de
una comunidad de hablantes. Por esto, el individuo necesita de la escritura como un medio
de representación porque permite comprender y aprehender el mundo en el cual está
inserto. La cultura y la perdurabilidad han sido los grandes aliados de la escritura porque le
han dado forma y ha posibilitado que el ser humano evolucione porque cada época y cultura
ha utilizado de diferentes maneras la escritura y eso ha permitido moldear el carácter de los
hombres y crear las sociedades que hoy en día podemos ver, todo es gracias a la escritura.
A pesar de que la cultura y la escritura van de la mano, esta última es poco utilizada en
desmedro del habla. Esto se da porque el habla es menos elaborada que la escritura y es
inmediata.

Sería muy pernicioso decir que la escritura es simplemente cultura porque de este concepto
derivan muchos otros que también forma a este modo de expresión humana. La escritura
es un arte porque necesita ser aprendida y practicada con diferentes métodos para poder
volver un escritor hábil con ojo crítico que pueda desnudar a la sociedad y mostrar de
manera constructiva mejoras. En palabras de Alone1 “Si usted no es capaz de escribir por
su esfuerzo persona, por su constancia, por su dedicación, por su apasionamiento,
convénzase, no aprenderá nunca”. Por esta razón la escritura necesita ser aprendida con
perseverancia porque como toda arte necesita de esfuerzos, tanto del que enseña a escribir
como del que aprende a escribir, que entienda que no es plasmar simples letras en una

1
Alone. Saber escribir. Artículo Periodístico.
hoja, sino que es comunicar una idea, un pensamiento a otros individuos para generar
consciencia y construir sentidos.

Por otra parte, considerando los factores propios de la producción textual hay que destacar
que la escritura es un proceso complejo que requiere de un alto esfuerzo cognitivo porque
requiere pasos y que el escritor sea un sujeto consciente de cada palabra que plasma en
un escrito. En distintas épocas estudiosos de la escritura han intentado plantear modelos
que permitan mejorar la producción textual para lograr así integrar diferentes elementos que
influyen a la hora de escribir. Con la intención de que se comprenda la importancia de la
cultura en el texto, es necesario, hacer un breve resumen de cómo se llegó a internalizar
este concepto en la escritura.

En el principio la escritura se entendía como un producto que estaba relacionado con la


mejorar de la ortografía y puntuación, es decir, aspectos superficiales y formales en
desmedro del contenido. Otros investigadores notaron que el gran problema de la escritura
era considerarla un producto y no un proceso, de este modo, se comenzó a estudiar la
escritura desde un ámbito cognitivista. Luego, Rohman en los años setenta entendió la
escritura como un proceso complejo que debe tener etapas. De este modo, propuso tres
momentos en la escritura: preescritura, escritura y reescritura. La primera enfocada en un
plan básico de lo qué se va a escribir y las otras dos en la redacción y corrección del escrito.
Aunque este modelo tuvo una buena crítica por parte de los investigadores el gran problema
que presenta que tuvo este modelo es su unidireccionalidad, es decir, no permite retrocesos
porque debe seguir pasos estrictos y ordenados que se suceden uno tras otro.
Posteriormente a este modelo, Flower y Hayes abordan el aspecto cognitivo centrados en
los procesos internos del escritor. La importancia de este modelo radica en ser uno de los
más completos porque incorpora conceptos como: problema retórico, conocimiento de
mundo, generación de ideas, revisión. Todos estos conceptos son de gran importancia,
sobre todo lo referente a problema retorico y conocimiento de mundo. Bajo este punto de
vista, el problema retórico es esencial para que un escritor se pueda desenvolver porque le
da el contexto, el objetivo y el tema que abordará, por tanto, si no se consideran estos tres
aspectos el escrito tendrá graves falencias, debido a que, un escrito es un acto comunicativo
que va dirigido hacia un receptor y, por tanto, objetivo y tema deben ser claros. Por otra
parte, la idea de conocimiento de mundo es sumamente importante porque qué es un
escritor sin la lectura, en este sentido, es importante que el escritor se instruya sobre el
tema que trabajará y por cierto, se deben utilizar los procesos mentales: la planificación,
redacción y revisión, pues son necesarias para lograr un texto adecuado. Posteriormente,
Hayes en los años noventa agregaría al modelo el entorno social que considera lo
motivacional y todo lo relacionado con el individuo, concepto que será el punto de partida
para el concepto de cultura que desarrolla este ensayo en párrafos anteriores; y también
agrega el ámbito físico que comprende los procesos cognitivos del escritor. Asentado el
modelo de proceso de Flower y Hayes, aparece el de Bereiter y Scardamalia que proponen
dos conceptos: decir el conocimiento y transformar el conocimiento. El primero solo se limita
a planificar sin intención alguna, redactar como algo reproductivo y en la fase de revisión
no se analiza el texto en función de objetivos y metas. Por otra parte, el transformar el
conocimiento implica un proceso de análisis incluso antes de la planificación porque es
necesario para aprenderá escribir tener un acceso al conocimiento. Este proceso debe
tener un objetivo, una intención, una finalidad que necesita enfocarse en la audiencia a la
cual se dirige el emisor del texto. Parodi (2003) indica que este modelo relaciona dos
espacios: el retórico y el contenido.

“Este modelo se ejecuta con dos "espacios problemas" diferentes: el espacio


del contenido y el espacio retórico. En el primero de ellos están incluidos el
tópico de lo composición, lo información previa y las creencias del escritor.
En el espacio retórico, se enfrentan los problemas de establecer y ejecutar
los objetivos, es decir, en él se deben realizar operaciones de planificación y
organización de acuerdo o lo toreo y o los conocimientos existentes en lo
memoria del escritor.” (p.97)

Ahora bien, lo modelos expuestos cimentaron las bases para poder entender el proceso de
escritura considerando la cognición como centro de sus planteamientos. Pero, a estos
modelos les falta un elemento esencial: la cultura. Es cierto que Hayes en la década del
noventa realiza un intento por considerar el ámbito social en la escritura en su nuevo
modelo, pero éste sigue siendo cognitivo, incluso considera la producción del texto como
un subcomponente de los procesos cognitivos. De este modo, es necesario basarse en un
modelo que cultura y aspectos psicolingüísticos que aborden todo el problema de la
escritura. EL grupo Didactext elaboró un modelo que comprende estos aspectos.

“El modelo elaborado por el grupo Didactext, está concebido desde la


interacción de tres dimensiones simbolizadas en círculos concéntricos. El
primer círculo corresponde al ámbito cultural […] el segundo se refiere a los
contextos de producción […] y el tercero al individuo.” (p.1)
Para Bajtín (1989) la cultura u obra externa como la denomina es el “elemento marco que
envuelve toda la producción”. Si esto premisa es cierta entonces no queda más que agregar
este concepto y comprender que no solo tiene relación con lo social, sino que abarca el
contexto histórico, el tiempo, las normas, las creencias y valores del individuo, el lenguaje
y cualquier categoría que el ser humano tenga implicancia. La cultura, en este sentido,
permite que exista una flexibilidad en cada texto. Los géneros discursivos que, están
definidos por el contexto social, abarcan diferentes modos de representación. La noción de
tipos de textos ahoga a quien entiende que cada género es individual al otro y que puede
existir hibrides en cada uno de ellos generando distintos voces y visiones del mundo. Los
géneros discursivos según Bajtín se definen como enunciados, es decir, expresiones de la
lengua en la cual su forma y contenido está relacionado con las circunstancias en las que
se escribe. Para Van Dijk (1978) cada género posee una estructura formal denominada
“superestructura” y una “macroestructura” que resume el contenido global del texto.

“Para decirlo metafóricamente: una superestructura es un tipo de forma de

texto, cuyo objeto, el tema, es decir: la macroestructura, es el contenido

globlal. Se debe comunicar, pues, el mismo suceso en diferentes ‘formas

textuales’ según el contexto comunicativo”.

Por otra parte, lo cultural involucra lo que Beaugrande denomina las normas de textualidad
que no es otra cosa que las exigencias que debe tener un escrito para que sea aceptable,
si alguna de estas fallas, entonces, el texto carece de alguna de ellas el proceso
comunicativo se ve perjudicado.

Si se tiene en cuenta todos los conceptos anteriores (cultura, motivación, proceso, normas,
problema retórico, contexto, el individuo) cabe preguntarse qué es lo que busca la
producción escrita al ser enseñada a los estudiantes y a cualquier persona que desea
escribir. Lo primordial de esto es desarrollar la competencia comunicativa, es decir, los
conocimientos y habilidades necesarios para que exista una comunicación eficaz.
Entonces, si se considera la premisa anterior, qué falta para poder mejorar el proceso de
escritura. En primer lugar, considerar el entorno social y cultura del individuo y sus
motivaciones porque es algo normal en los colegios imponer géneros discursivos alejados
de la realidad de los estudiantes. En segundo lugar, es importante dejar en claro los
procesos que subyacen a la escritura: acceder al conocimiento, planificar, redactar, revisar
y edita. Sin estos procesos la escritura podría caer en un romper una de las siete normas y
alterar el proceso comunicativo. Además, la planificación y la revisión son los procesos más
importantes de la producción escrita ya que en estos dos puntos es donde se concentra el
mayor esfuerzo cognitivo. García Sanchez (2002) indica que:

“La planificación es una habilidad importante para desarrollar la escritura […]


Los niveles superiores demandan la planificación como tarea ineludible. Los
escritores expertos poseen buenas habilidades de planificación, pero los
novatos carecen de ellas.”

Es necesario planificar lo que se escribirá y, necesariamente, darle importancia al problema


retórico y revisar constantemente porque la escritura es recursiva y esto permite volver a
consultar lo planificado, acceder a más conocimiento y, lo más importante, transformar
dicho conocimiento.

El modelo creado para el curso de Producción Escrita tiene el énfasis en estos dos
aspectos, crear una cantidad importante de borradores y realizar en cada uno de ellos una
revisión exhaustiva. Pero esta revisión es importante que no solo se realice de manera
individual, sino que colectiva utilizando las redes y la conectividad para ello, por ejemplo, el
uso de blog. La constante revisión provocará que el texto mejore constantemente, se
eliminarán ideas secundarias que no son necesarias y se agregarán ideas principales que
fortalecerán el texto, sumando a la capacidad del escritor de analizar su propio texto en
función del problema retórico y una constante transformación del texto.

S-ar putea să vă placă și