Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
La nutrición mineral es una de las vías más eficaces para influir sobre la pro-
ductividad de los frutales. Los análisis de suelo determinan el estado nutricional de
éste, pero en los árboles frutales ello es insuficiente. Para mejorar el cultivo es
necesario conocer su estado nutricional. Del Rivero (1968), Atkinson et al. (1980),
Faust (1989), Marschner (1986) y Scaife (1982) han revisado los fundamentos y la
práctica de la nutrición mineral, parte de lo cual se resume a continuación.
En los frutales, las condiciones del suelo y del árbol, conjuntamente, determi-
nan la tasa de absorción de nutrientes, que puede ser muy distinta de lo que la dis-
ponibilidad del suelo aparente. Por tanto, el análisis foliar es el método más exacto
y conveniente para determinar el estado nutricional de los árboles frutales.
Copyright © 2004. Mundi-Prensa. All rights reserved.
160
140
Extracción (kg/ha) 120
100
80
60
40
20
0
N P2 O5 K2 O C aO Mg O
1200
1000
Extracción (g/ha)
800
600
400
200
0
Fe Mn Zn B Cu
Figura 5.1. Extracción anual de elementos minerales por los árboles frutales.
Copyright © 2004. Mundi-Prensa. All rights reserved.
(Fig. 5.1) es relativamente elevada para unos pocos elementos minerales, a los que
se denomina macronutrientes, y muy baja para otros, a los que se denomina micro-
nutrientes. Los primeros se extraen del suelo a razón de kg ha–1 y año, y son el N,
P, K, Ca y Mg; los segundos son extraídos en g ha–1 y año, y entre ellos los más
importantes son el Fe, Mn, Zn y Cu. Otros elementos, como el S, Mo y B son, asi-
mismo, necesarios en pequeñas cantidades.
La composición mineral de las hojas varía con su edad y con la especie (y hasta
con la variedad). Algunos elementos, como N, P y K, disminuyen; otros, como Ca
y Mg, aumentan. Sin embargo, en todas las especies, caducifolias y perennifolias,
existe una época, variable con ellas, en la que su contenido permanece aproxima-
damente constante (Figs. 5.2 y 5.3); ésta debe aprovecharse para realizar los análi-
sis foliares.
3,5
3
N
2,5
% de materia seca
2 K
1,5
1 Ca
0,5
0
0 50 100 150 200
Días desde la antesis
35
30
Nitrógeno en hojas (%)
25
20
Copyright © 2004. Mundi-Prensa. All rights reserved.
15
Mayo Julio Septiembre Noviembre
N. Navelate N. Washington navel M. Clementino
Figura 5.3. Evolución del nitrógeno foliar en los agrios (Fuente: Guardiola, J.L. y M. Agustí. 1984.
El diagnóstico foliar en los agrios. Un análisis crítico. Lev. Agríc., 249/50: 16-25).
TABLA 5.1
Interpretación de los análisis foliares de los manzanos y cítricos.
Valores expresados en % de materia seca
X
Manzano
N < 1,7 1,8-2,0 2,1-2,2 > 2,3
P < 0,11 0,15 0,22 —
K < 0,8 0,9-1,5 1,5-2,0 > 2,1
Ca < 1,0 1,0-1,4 1,5-1,8 —
Mg < 0,15 0,25 0,35 > 0,40
CítricosY
N < 2,20 2,20-2,40 2,41-2,70 > 2,71
P < 0,10 0,12-0,15 0,16-0,20 > 0,20
K < 0,50 0,50-0,70 0,71-1,00 > 1,00
Ca < 1,6 1,6-2,9 3,0-5,0 > 5,1
Mg < 0,15 0,15-0,24 0,25-0,45 > 0,46
Fuente: XFaust, 1989 y YLegaz et al., 1995.
TABLA 5.2
Concentración óptima de nutrientes en hojas de diferentes especies frutales
N P K Ca Mg Fe B Zn Cu Mn
Fotosíntesis A zúcares
Sombreado
Crecimiento
foliar
Transporte
Respiración
OXO-ácidos
NH4
Almacenamiento
Fitorreguladores de proteínas
Figura 5.4. Esquema del proceso fisiológico de absorción y asimilación del N por los frutales
(Fuente: Faust, 1989).
estado del desarrollo o el cese de éste. El concepto que hoy se maneja es que el
árbol produce cantidades suficientes de carbohidratos para garantizar la utilización
del N y que su disponibilidad nunca es un factor limitante en la absorción de este
elemento.
Dado que el sistema enzimático en la reducción de NO3– es el mismo en raíces y
hojas, las mismas condiciones descritas para las primeras existen en las hojas cuan-
do el nitrógeno se aplica a través de tratamientos foliares en forma de NO3– o de NH4+.
Este aspecto debe tenerse en cuenta a la hora de formular los tratamientos foliares.
Foto 5.1. Deficiencia de nitrógeno, A), en el pomelo; de magnesio, B), en el naranjo; de hierro en el
melocotonero, C), y el níspero, D), y de zinc y manganeso, conjuntamente, E), en el naranjo.
por acción del N. Dado que las giberelinas son inhibidoras de la floración, el resul-
tado es que en árboles jóvenes de estas especies la fertilización nitrogenada en
combinación con la poda retrasa, marcadamente, la floración.
En el melocotonero el efecto del N sobre la floración es diferente. En esta
especie los árboles han de adquirir una cierta tasa de crecimiento para florecer y
deben ser fertilizados con N y podados para alcanzarla. En esta especie, el efecto
combinado del N y la poda sobre la floración no puede ser fácilmente explicado en
términos de cambios hormonales.
El N absorbido por las hojas durante su senescencia es altamente móvil por el
árbol, aunque con una marcada dependencia térmica. Si la temperatura es tal que la
senescencia de las hojas es lenta, la mayor parte del N que éstas contienen es tras-
locado. Sin embargo, la aplicación de N bien entrado el otoño todavía incrementa
la tasa fotosintética, y las hojas permanecen verdes durante bastante tiempo. Con
ello aumenta la probabilidad de que sean dañadas por el frío antes de transportar el
N a otras partes del árbol.
3.1. Calcio
El calcio es, probablemente, el elemento mineral más importante en la determi-
nación de la calidad de los frutos. Ello es especialmente notable en las manzanas y
peras que se almacenan durante largo tiempo y en las que el efecto del Ca en el
mantenimiento de su calidad no puede ser sustituido por ningún otro factor; en
otros frutos su importancia radica en el retraso de la coloración que provoca. Los
frutos con un buen contenido en Ca pueden ser transportados mejor y se mantienen
en mejores condiciones durante más tiempo. La concentración de Ca en los tejidos
del fruto para la que se obtienen dichos efectos deseables es, generalmente, supe-
rior a la que naturalmente adquiere el fruto, por lo que para conseguirlo es necesa-
Copyright © 2004. Mundi-Prensa. All rights reserved.
su aparición, la mayor parte de ellas puede evitarse, también, con otras técnicas.
Entre estas alteraciones pueden citarse el watercore y bitter pit de las manzanas, el
cork spot de manzanas y peras, el splitting y cold pitting de los cítricos, el cracking
de las cerezas, etc.
3.2. Potasio
El potasio es un macronutriente que debe ser repuesto en cantidades relativa-
mente altas para satisfacer las necesidades de la planta, en general, y del fruto, en
particular. La concentración requerida de K+ como activador enzimático no explica
por sí misma la cuantía de la demanda. Sin embargo, su papel en la síntesis protei-
ca y como osmótico del status hídrico celular, las dos funciones básicas en los fru-
tales, justifican su condición de macronutriente.
3.3. Fósforo
En las células vegetales, el fósforo se encuentra como fosfato inorgánico, esteri-
ficado a cadenas carbonadas, o se une formando pirofosfato a través de un enlace
ricoenergético. Su papel es múltiple, actuando como elemento estructural en el
ARN y ADN, en los fosfolípidos de las membranas, en el ATP, en la síntesis de éste,
de azúcares y de alcoholes, y en el control de la velocidad de diversas reacciones.
La absorción de P por las raíces de manzano se produce cuando su concentra-
ción en la solución del suelo es superior a 0,25 μM; en los cítricos se produce para
concentraciones entre 20 y 50 ppm (método Olsen).
Como para otros elementos minerales, cuando las especies caducifolias inician
la brotación de primavera exigen de elementos minerales que la planta no puede
Copyright © 2004. Mundi-Prensa. All rights reserved.
tración indirecta de ello, sobre todo si se tiene en cuenta que el contenido foliar en
P de las hojas de ambos tipos de árboles fue la misma.
La mayor acumulación de P en los frutales se produce durante los meses de
julio y agosto. En el manzano la evolución en el contenido en P del fruto es pro-
porcional a su crecimiento, y perdura hasta la recolección. Al mismo tiempo, exis-
te una estrecha correlación entre su contenido en las hojas y en el fruto.
Los síntomas de deficiencia en fósforo de las partes vegetativas nunca se han
observado en condiciones de campo y solamente en los cítricos se ha señalado una
reducción de la floración en árboles deficientes. En los frutos de manzano, peral,
melocotonero, ciruelo, cerezo y cítricos, la deficiencia en P reduce su firmeza; en
estos últimos, además, su calidad disminuye (corteza rugosa) y los segmentos se
separan por la zona central, que queda hueca. La corrección de su carencia no es
fácil, dada la relación entre N y P en el suelo. Así, fertilizaciones elevadas de P
tienden a acentuar la deficiencia en N y solamente cuando este elemento es abun-
dante se observan respuestas a la fertilización fosfórica. Los cerezos y los cítricos
son las especies que presentan una menor respuesta, mientras que los melocotone-
ros parecen ser los más sensibles.
3.4. Magnesio
El papel del Mg en los frutales no es diferente del de otras especies. Alrededor
del 70% del Mg de los tejidos vegetales se transporta por la planta y está asociado
con aniones inorgánicos y de ácidos orgánicos tales como malato y citrato. Entre el
10% y el 20% del Mg se encuentra en los cloroplastos, la mitad, aproximadamen-
te, formando parte de las moléculas de clorofila y la otra mitad como activador de
la ribulosa 1,5-difosfato carboxilasa. El Mg también tiene un papel decisivo en la
unión de las subunidades ribosómicas. En su deficiencia las subunidades se diso-
cian y la síntesis proteica se detiene. Finalmente, el Mg juega un importante papel
en el metabolismo de transferencia energética ligado al ATP, ya que el sustrato para
Copyright © 2004. Mundi-Prensa. All rights reserved.
daños más graves se producen en árboles con elevada cosecha. El tamaño del
árbol, sin embargo, no parece verse afectado, en general, por la deficiencia en Mg.
En condiciones de deficiencia, el almidón tiende a acumularse ya que su hidró-
lisis, la síntesis de sacarosa y su carga en el floema requieren energía y ésta se halla
ligada a la actividad ATPásica, que depende del Mg como se ha dicho más arriba.
En estas condiciones no hay partición de fotosintatos, éstos no llegan al fruto y su
tamaño se ve reducido. A ello contribuye, en los casos graves, la defoliación que
limita la actividad fotosintética global de la planta.
Alrededor del 80% del Fe se encuentra en las hojas, localizado en los cloro-
plastos. La síntesis de clorofilas en ausencia de este elemento se ve seriamente
reducida debido a la reducción de la síntesis proteica. Su deficiencia, por tanto,
provoca clorosis internervial con diferentes grados de intensidad, y con los ner-
vios principales y secundarios casi siempre verdes y visibles (Foto 5.1C y D). El
resultado obvio de sus efectos es la reducción de la fotosíntesis en las hojas
afectadas.
La aportación de Fe a suelos calcáreos para reducir las deficiencias, ha sido
objeto de sucesivos estudios. Durante los años 50, se practicaba la inyección de
sulfato ferroso, a concentraciones del 1-2%, directamente al tronco, con resultados
relativamente positivos en manzanos, cerezos, perales y ciruelos. Posteriormente
se utilizaron los quelatos de Fe; el Fe-EDTA se utilizó en suelos ácidos con resul-
tados razonables, pero es incapaz de resolver el problema en suelos calcáreos; en
pH elevados el Fe-EDDHA es mucho más estable, pero también pierde su eficacia
con el tiempo. Actualmente se utiliza éste y otros quelatos, con índices de quela-
ción del orden de 10:1 con buenos resultados.
4.2. Cinc
El Zn en las plantas ni se oxida ni se reduce; su papel en los frutales se deriva,
por tanto, de su carácter divalente. Actúa tanto como metal componente de la
estructura de los enzimas, como cofactor de un gran número de ellos. De entre los
enzimas que contienen Zn en su estructura, los más importantes son alcohol deshi-
drogenasa, superóxido dismutasa y ARN polimerasa. Como cofactor, activa a este
último enzima, por lo que participa en la síntesis proteica. Cantidades insuficientes
de Zn reducen drásticamente la síntesis de proteínas y provocan la acumulación de
aminoácidos y amidas.
La absorción de cinc tiene lugar, predominantemente, como catión divalen-
te Zn++ a niveles bajos de pH; como catión monovalente, ZnOH+, lo hace a pH
Copyright © 2004. Mundi-Prensa. All rights reserved.
4.3. Manganeso
El papel del manganeso en los vegetales es, preponderantemente, estructural.
Forma parte de metaloproteínas, en las que actúa como punto de unión activa o
como sistema redox. También se encuentra formando enzimas, siendo la más
importante la superóxido dismutasa, que protege a los tejidos del efecto deletéreo
de los radicales libres (superóxidos) formando H2O2 y O2.
En suelos ácidos o ligeramente ácidos, el manganeso se encuentra en forma
soluble e intercambiable, como Mn++, y su absorción tiene lugar como tal desde la
solución acuosa. Pero a pHs alcalinos se convierte en Mn3+ y Mn4+, insolubles y
difícilmente asimilables. Los pH ligeramente ácidos son, por tanto, los más ade-
cuados. Dado que estas condiciones son similares a las que exige el zinc para su
absorción, no es extraño observar la deficiencia conjunta de ambos elementos
minerales (Foto 5.1E).
La manifestación típica de la deficiencia en Mn es la presencia de manchas
cloróticas entre los nervios. Aparecen en las hojas viejas bien avanzada la prima-
vera, en los cítricos, y a mediados de verano, en los frutales de hueso y pepita. En
caso de deficiencia severa, pierden color y se caen.
La deficiencia en Mn puede ser corregida con la aplicación foliar de MnSO4, a
concentraciones del 0,3 - 0,4% en los frutales, y del 0,2% en los cítricos, durante la
primavera. Su adición al suelo también resulta eficaz.
Su toxicidad se manifiesta con clorosis foliar, abscisión precoz de hojas, reduc-
ción de la floración, escaso crecimiento y necrosis interna de la madera. De este
último efecto no se conoce su naturaleza.
Copyright © 2004. Mundi-Prensa. All rights reserved.
4.4. Boro
El papel del boro en los vegetales es como estabilizador de las paredes celula-
res, en las que forma complejos cis-borato éster. Asimismo, un elevado número de
derivados de los azúcares (manitol, ácido cafeico, ácido ferúlico, …) forman bora-
tos estables. El boro también forma 6-P-gluconato-borato, un complejo estable que
restringe la síntesis fenólica a través de la vía de las pentosas. Esta puede ser blo-
queada por un incremento de la glicolisis como consecuencia de la presencia de
elevadas cantidades de B; en estas condiciones, la síntesis de celulosa en las pare-
des celulares aumenta. Este aspecto puede ser interesante ya que elevadas cantida-
des de B aceleran la maduración de los frutos climatéricos, una actividad asociada
con la respiración.
Más peligroso resulta su toxicidad, producida en muchos casos por las aguas de
riego. Concentraciones superiores a 1,5 ppm en ellas pueden producir toxicidad. En
manzanas, ésta se caracteriza por una anticipación de la maduración, caída prematu-
ra de frutos y acortamiento de la vida post-cosecha. En el cerezo se asocia a la apari-
ción de bolsas de goma en los brotes. En ciruelos aparecen hojas muy delgadas, lar-
gos entrenudos, bolsas de goma, necrosis de la madera y muerte de los brotes más
apicales. Los albaricoques son, por el contrario, tolerantes a los excesos de B.
4.5. Azufre
El papel del azufre es, sobre todo, estructural. Forma parte de los aminoácidos
cisteína y metionina, constituyentes de proteínas y precursores de otros productos
secundarios que, por tanto, también contienen S. Forma parte de coenzimas, ferre-
4.6. Cobre
El papel del cobre en las plantas es su acción como sistema redox, reaccionan-
do directamente con el oxígeno. En las células las oxidasas terminales son enzimas
cúpricos. El Cu forma parte de la plastocianina, un transportador de electrones del
fotosistema I, de la superóxido dismutasa, de la citocromo oxidasa y de la ascorba-
to oxidasa.
El cobre se encuentra en el suelo formando complejos de bajo peso molecular
y su absorción se produce, probablemente, como tal. En las raíces y en el xilema,
el Cu también está presente en forma de complejo.
El síntoma más característico de la deficiencia en Cu es la muerte de brotes
que crecen vigorosamente. Inicialmente aparecen pequeñas manchas necróticas en
las hojas terminales, a continuación se transforman en áreas necróticas extensas
que alcanzan a hojas de mayor edad, finalmente se marchitan los 10-30 cm apica-
Copyright © 2004. Mundi-Prensa. All rights reserved.
4.7. Molibdeno
En las plantas, el molibdeno juega un importante papel solamente en dos enzi-
mas, nitrogenasa y nitrato reductasa.
Su absorción se ve restringida por acción del pH. En los suelos ácidos se da
con relativa frecuencia, pero es muy improbable en suelos alcalinos. Un contenido
inferior a 1 ppm se ha asociado a deficiencias en ciertos suelos.