Sunteți pe pagina 1din 22

TOLERANCIA A LA FRUSTRACION:

La palabra “TOLERANCIA”, viene del latín “TOLERARE” que significa “sostener, aguantar o
resistir”. También significa llevar o sobrellevar, tanto algo material como espiritual, llevar una
carga o sobrellevar una pena o un sufrimiento.
Se relaciona entonces con la tolerancia en cuanto que lo tolerado es siempre algo malo que hay que
soportar, en este caso define el grado de aceptación frente a un elemento contrario ya sea cultural,
psicológico, espiritual, físico, entre otros.

Tolerancia en la historia
La noción de la tolerancia es algo que se discute desde los antiguos griegos, los romanos y persiste
en nuestros días. Se estima que las antiguas civilizaciones trataban de aceptar la diversidad sin
mayores problemas.
En el caso de los romanos la diversidad de cultos no era sancionada y además las cuestiones
políticas podían ser debatidas en el Senado con total libertad.
La tolerancia fue también un tema de suma importancia durante el período de la Ilustración. Con
la primera edición de la Enciclopedia, se publica un apartado completo dedicado a la tolerancia.
Se creía que la tolerancia era una cuestión de prudencia, ya que la intolerancia significa una batalla
constante contra las opiniones. Es por ello que el fanatismo, sea por la patria o la religión, entre
otras, se vio condenado en este capítulo.
La noción de tolerancia también fue abordada por Freud. El psicoanalista define a la intolerancia
como un “reflejo narcisista”, que debe ser tratado como un tema social y no de manera particular,
ya que es una cuestión que afecta a la sociedad.

Que es tolerancia:
La tolerancia es la cualidad de aceptar y respetar las opiniones, las creencias y los sentimientos de
las demás personas, especialmente cuando estos no coinciden con los propios. Tener esta cualidad
resulta fundamental para la vida en sociedad, en la medida que son muchas las cuestiones que no
pueden resolverse con un criterio de “verdad única comprobable e irrefutable”. Tolerar significa
aceptar las diferencias individuales.
La tolerancia es el respeto y la aceptación que se tiene hacia opiniones, creencias, sentimientos o
ideas de otros, incluso cuando difieren o son antagónicas a las propias.
Por ello, la tolerancia es un concepto amplio que significa aceptarse y respetarse a uno mismo y
luego a los demás, sin importar el status social, la religión a la que adhiera o a la etnia a la que
pertenece. Para practicar la tolerancia es necesario escuchar a los que opinan y sienten de manera
diferente, apreciando su punto de vista.

La tolerancia es considerada como una cuestión de la moral y de la vida en sociedad, ya que


vivimos en sociedades pluralistas. Es por ello que se considera a la tolerancia como una
gran virtud y una responsabilidad cívica.
La tolerancia es, para algunos, uno de los pilares de una cultura democrática real, ya que esta
posibilita una mayor integración y facilita la construcción de los cimientos de una verdadera
identidad de los pueblos.

Tipos de tolerancia:
Existen distintos tipos de tolerancia según el ámbito en el que ésta se refleje. Resaltan la tolerancia
social, racial, sexual, religiosa y de pensamiento.

1. Tolerancia de pensamiento
La base de la tolerancia de pensamiento o ideas está en comprender la posibilidad de que otras
personas tengan creencias distintas a las propias, y aceptar la convivencia armoniosa con dichas
personas, a pesar de que su pensamiento sea distinto, e incluso contrario a lo que una persona
profesa.

Los principios sobre los cuales una persona basa sus ideales pueden generarse como consecuencia
de distintos aspectos: bases morales provenientes de la familia, experiencias sociales, estudios
académicos o aprendizajes obtenidos en el ámbito laboral, entre otros escenarios.
Ante la distinta gama de creencias e ideales que pueden tener las personas, la tolerancia se hace
necesaria para poder coexistir en un mismo contexto, e incluso poder tener la disposición para
generar un enriquecimiento mutuo.
Ejemplo
En un país conviven personas que pueden tener ideas distintas relacionadas con la mejor forma de
ejercer un gobierno.
Entre todos los ciudadanos es posible conseguir personas que tienen posiciones completamente
opuestas, así como otras cuya inclinación de pensamiento es más conciliadora.
Si se quiere generar progreso para un país, es necesario ser tolerante con los conciudadanos.
Aceptar las diferencias es el primer paso para generar una noción de entendimiento y comprensión,
que llevará a reconocer el objetivo común que existe en este caso: crear un ambiente productivo y
armonioso en el que los ciudadanos de un país puedan progresar y ser felices.

2. Tolerancia racial
La tolerancia racial está vinculada a las relaciones que pueden existir entre personas de distintas
razas o etnias. Se trata de interactuar de forma armoniosa con personas que tienen orígenes raciales
diferentes.
Estos orígenes implican tanto las características físicas de una persona como las formas de
comportamiento y códigos a través de los cuales estas personas se desenvuelven.

Ejemplo
Un escenario en el que es necesario aplicar la tolerancia racial es cuando se trata de la integración
de estudiantes extranjeros en una institución educativa de un país en específico.
Los estudiantes extranjeros deben adaptarse a una nueva cultura y, en ocasiones, también deben
adecuarse a un idioma y un clima distintos.
Una amplia tolerancia será clave para promover la adaptación de estas personas al nuevo ambiente
que se les presenta.
Está demostrado científicamente que un alto nivel de tolerancia incidirá positivamente en estos
estudiantes extranjeros, les permitirá un mejor desenvolvimiento, y tendrán un mejor rendimiento
académico.
3. Tolerancia religiosa
En el ámbito de la religión, la tolerancia está vinculada con el respeto y la aceptación de credos
religiosos distintos.
Las religiones corresponden a formas de comprender el mundo y la relación del hombre con los
fenómenos que están por encima de su entendimiento.
Existen muchas religiones que plantean distintos puntos de vista, y condicionan el comportamiento
de las personas.
Dado que la religión forma parte esencial de la vida de muchas personas, ser tolerante en este
sentido es importante porque significa reconocer y respetar al otro.

Ejemplo
El mayor ejemplo de intolerancia religiosa está enmarcado en la Segunda Guerra Mundial, cuando
el partido Nazi lideró en Europa la persecución y el exterminio de distintas personas, especialmente
judíos.
Actualmente, Alemania es un país que refleja alto nivel de tolerancia religiosa. Como ejemplo de
esto resalta el proyecto “House of One”.
Esta propuesta se trata de la construcción en Berlín de un edificio en el que se lleven a cabo
ceremonias judías, musulmanas y cristianas.

4. Tolerancia social
La tolerancia social se refiere a la aceptación entre personas que pertenecen a distintas clases
sociales.
Históricamente ha habido muchos casos de intolerancia social, que se refleja en la sensación de
superioridad que tienen algunas personas sobre otras que consideran de menor rango por tener
menos recursos económicos.
La intolerancia social genera resentimientos, prejuicios y miedos que conllevan a una importante
división entre las personas, lo que hace que sea imposible una convivencia en armonía, basada en
el respeto y el reconocimiento del otro.
Ejemplo
Las universidades son espacios en los que las personas tienen la posibilidad de interrelacionarse,
obtener una conciencia social, entrar en contacto con distintos tipos de personas y tener una idea
de cómo es el mundo en cuanto a variedad de pensamiento.
Es posible que en una misma universidad convivan personas de distintos estratos sociales, que se
ven obligados a interactuar, debatir ideas, discutir conceptos y trabajar en equipo.
La tolerancia social en este ámbito es fundamental para un buen rendimiento académico, y para
sentar las bases que soporten a una sociedad más inclusiva y respetuosa hacia el prójimo.

5. Tolerancia sexual
Este tipo de tolerancia tiene que ver con el respeto entre personas de distintos sexos, y en la
búsqueda de una convivencia constructiva con iguales oportunidades.
Dentro de esta clasificación se incluye también la aceptación de la diversidad sexual, partiendo del
hecho de que cada quien tiene la potestad de decidir sobre sus inclinaciones sexuales y sobre cómo
percibe su propia identidad.

Ejemplo
En el ámbito laboral suele haber intolerancia sexual reflejada en la asignación de menores salarios
a las mujeres con relación a los hombres, aun cuando realicen la misma labor y tengan las mismas
capacidades.
Sin embargo, la tolerancia va en aumento dado que existen países que han variado sus políticas
laborales, reconociendo la igualdad laboral entre hombres y mujeres.
Ejemplo de esto es Noruega, que paga lo mismo a todos los trabajadores, independientemente del
género.

Tolerancia en la actualidad
La tolerancia deja de ser solo un tópico relacionado a lo ético para tener también un valor jurídico
fundamental cuando a partir de la formación de los primeros estados liberales, los principios
jurídicos que los sustentaban, tenían como principio fundamental la libertad y el respeto.
La tolerancia en la actualidad es fundamental en aspectos políticos y éticos, para poder aceptar y
respetar por ejemplo a los pueblos originarios de nuestras tierras y darles los medios de expresión
que requieren.
La tolerancia, según algunas posturas, requiere de una distinción entre lo correcto y lo incorrecto,
del bien y el mal. El mal, la mentira o lo incorrecto, no pueden ser tolerados.
La tolerancia debe buscar un bien supremo, pero de una manera correcta, es por ello que en esta
postura no se acepta la frase “el fin justifica los medios”. Además, los defensores de esta posición
sostienen que la tolerancia no puede ser un mero hecho teórico sino que debe verse reflejado en las
acciones.

Frustración:
El concepto de frustración se define como el sentimiento que se genera en un individuo cuando no
puede satisfacer un deseo planteado. Ante este tipo de situaciones, la persona suele reaccionar a
nivel emocional con expresiones de ira, de ansiedad o disforia, principalmente.
Considerando como un aspecto inherente a la vida humana el hecho de asumir la imposibilidad de
lograr todo aquello que uno desea y en el momento en que se anhela, el punto clave reside en la
capacidad de gestionar y aceptar esta discrepancia entre lo ideal y lo real. Así, el origen de la
problemática no se encuentra en las situaciones externas en sí mismas, sino en la forma en la que
el individuo las afronta. Se entiende, desde esta perspectiva, que la frustración se compone tanto
de una situación real ocurrida como de la vivencia a nivel emocional elaborada a partir de dicha
situación.

¿Cómo afrontar con éxito la sensación de frustración?


La adecuada gestión de la frustración deviene una actitud y, como tal, esta puede trabajarse y
desarrollarse; la frustración es un estado transitorio y, por ende, reversible. De esta manera,
una adecuada gestión de la frustración consiste en entrenar al individuo en la aceptación tanto del
evento externo -lo que ha ocurrido- como del interno -la vivencia emocional de ello.
La frustración puede categorizarse como una respuesta primaria o instintiva.
Es una reacción que de forma natural muestra un estado emocionalmente desagradable cuando se
da la ocurrencia de una interferencia ante la persecución de un objetivo propuesto.
La intensidad de la reacción de frustración puede variar sustancialmente, hasta el punto de propiciar
afectaciones incluso a nivel cognoscitivo en situaciones de elevada gravedad, como por ejemplo,
la aparición de alteraciones en la capacidad de memoria, atención o percepción.

¿Qué es la baja tolerancia a la frustración?


A las personas que de forma usual reaccionan manifestando frustración se les atribuye una
característica funcional llamada baja tolerancia a la frustración. Este estilo parece ser más
prevalente en la sociedad actual occidental, donde la mayor parte de los fenómenos que la
componen se basan en la inmediatez y la incapacidad de espera.
Los individuos que presentan este modo de hacer se caracterizan también por poseer un
razonamiento rígido e inflexible, con escasa capacidad de adaptación a los cambios no
programados. Por otra parte, suelen disponer de una serie de cogniciones distorsionadas que no
se adecuan a la realidad, debido a la cual interpretan como insoportable el deber lidiar con
emociones más desagradables como el enfado o la tristeza y les conduce, por otra parte, a elaborar
una serie de expectativas previas alejadas de lo racional, desmesuradas y extremamente exigentes.

Estudios que vinculan frustración con conducta violenta


El estudio realizado por Barker, Dembo y Lewin en 1941 probó la vinculación existente entre
frustración y agresión y puso de manifiesto lo determinante que resultan las expectativas generadas
por el individuo de forma previa a la situación potencialmente frustrante.
Posteriormente, Berkowitz matizó estos hallazgos iniciales e incluyó otros aspectos moduladores
en la relación agresión-frustración, a saber, las motivaciones del sujeto, la actitud de este frente el
problema, sus experiencias pasadas y la interpretación cognitivo-emocional realizada sobre su
propia reacción.
¿Qué pasa por la mente de las personas con baja tolerancia a la frustración?
Las personas con baja tolerancia a la frustración tienen una serie de creencias que están
condicionando esta forma de ver el mundo e interpretar la realidad que suceden de un modo
automático. Es decir, siguen manteniendo un modo inmaduro de ver las cosas, tal y como hacían
en la infancia.
 Creen que tienen que obtener todo lo que quieren y para ello exigen, ordenan e insisten para
que se satisfagan sus deseos a toda costa.
 Creen que es necesario que la vida sea siempre fácil y cómoda.
 Creen que cualquier dificultad, demora, fracaso, etc. Es demasiado horrible para soportarla.
 Confunden sus deseos con sus necesidades.

¿Cómo se comportan las personas con baja tolerancia a la frustración?


Por lo general y de forma sintetizada, las personas que presentan un funcionamiento basado en una
escasa tolerancia a la frustración presentan las siguientes características:
1. Tienen dificultades para controlar las emociones.
2. Son más impulsivas, impacientes y exigentes.
3. Buscan satisfacer sus necesidades de forma inmediata, de forma que cuando se tienen
que enfrentar a la espera o a la postergación de estas pueden reaccionar de forma
explosiva con ataques de ira o retraimiento y tristeza extremos.
4. Pueden desarrollar con más facilidad que otros individuos cuadros de ansiedad
o depresión ante los conflictos o grandes dificultades.
5. Creen que todo gira a su alrededor y que merecen todo aquello que demandan, de forma
que sienten cualquier límite como injusto puesto que va en contra de sus deseos. Les
cuesta comprender por qué no se les da todo lo que desean.
6. Tienen una baja capacidad de flexibilidad y adaptabilidad.
7. Manifiestan una tendencia a pensar de manera radical: una cosa es blanca o negra, no
hay punto intermedio.
8. Se desmotivan fácilmente ante cualquier dificultad.
9. Realizan chantaje emocional si no se cumple lo que desean inmediatamente,
manipulando a la otra persona con mensajes hirientes.

Factores que generan frustración:


De entre los factores que pueden predisponer y/o precipitar la aparición de un disturbio de baja
tolerancia a la frustración se distinguen los siguientes:
 El temperamento: las disposiciones más internas, biológicas y genéticas como el
temperamento distinguen a los individuos en sus habilidades innatas, entre las cuales puede
incluirse la tolerancia a la frustración.
 Las condiciones sociales: en función del entorno social y cultural en el que esté circunscrita
la persona influye notablemente en el funcionamiento personal e interpersonal. Los estudios
demuestran que en la sociedad occidental la ocurrencia de este tipo de problemática es
significativamente más elevada que en otras culturas distintas.
 Ciertas dificultades en la expresión emocional: un vocabulario restringido, un déficit en la
capacidad para identificar y reconocer emociones experimentadas y una creencia errónea
sobre la idea de que manifestar emociones desagradables es perjudicial y debe evitarse,
correlacionan positivamente con un funcionamiento persistente de baja tolerancia a la
frustración.
 Algunos modelos que presentan déficits en autocontrol: en el caso de los menores, estos
aprenden una gran parte de su repertorio conductual a partir de lo observado en sus figuras
referentes. Modelos parentales escasamente hábiles en la gestión de la frustración trasmiten
a sus hijos esa misma incompetencia.
 Una interpretación errónea de las señales: el sujeto puede valorar la situación frustrante
como intensamente amenazante y peligrosa, haciendo más complejo un afrontamiento
adecuado.
 La recompensa por la acción retardada: debe reforzarse todo intento por parte del
individuo de efectuar una respuesta auto controlada y demorada con la finalidad de que este
comportamiento vaya adquiriendo fuerza y aumente su frecuencia.
Baja tolerancia a la frustración, impulsividad y los problemas realcionados
Si alguien ve las cosas de este modo, no es extraño que sea una persona impulsiva, pues hacen lo
que desean en el mismo momento en que ese deseo aparece en su mente sin ser capaces de soportar
la espera. Si quieren algo, lo quieren ya. Por este motivo, la baja tolerancia a la frustración suele
estar presente en problemas relacionados con la dificultad en el control de los impulsos, como
adicciones, juego patológico, compra compulsiva, cleptomanía, piromanía, etc.

Adicciones.
Erróneamente se dice a veces que ciertas cosas crean adicción, cuando la realidad es que la mayoría
de las cosas a las que las personas son adictas no son sustancias adictivas en sí mismas. E incluso
en el caso de serlo, el ser humano cuenta con la capacidad para controlar sus impulsos si aprenden
el modo de hacerlo, como demuestran los ex alcohólicos, ex fumadores o ex toxicómanos, etc. que
han logrado aprender a controlar impulsos muy fuertes a hacer algo.
En las investigaciones realizadas sobre la personalidad de los adictos, la baja tolerancia a la
frustración ha sido siempre el rasgo más típico y consistente.
Supongamos una persona con baja tolerancia a la frustración y problemas de habilidades sociales.
En situaciones interpersonales siente una ansiedad de la que quiere huir a toda costa. Entonces
descubre que un modo de hacerlo es recurrir al alcohol. Cuando bebe se desinhibe, se tranquiliza y
puede disfrutar de sus relaciones con los demás. Conforme pasa el tiempo su dependencia del
alcohol aumenta, su deseo de huir del dolor (en este caso la ansiedad interpersonal) es mayor que
cualquier otro; pensar en el daño que le está haciendo el alcohol es sumamente desagradable... por
tanto, mejor no pensarlo... mejor centrarse sólo en el ahora; y ahora se siente bien. Una vez
adquirida la adicción, aparece un problema añadido: el síndrome de abstinencia, magnificado
también por su baja tolerancia al sufrimiento, es algo que no quiere soportar. Ya no bebe para
sentirse a gusto con los demás, sino porque lo pasa mal cuando no recibe la dosis que le pide su
cuerpo. Es como un callejón sin salida que va a más. El sufrimiento es cada vez mayor, el deseo de
aliviarlo también. Pero, paradójicamente, aquello que causa el dolor es lo mismo que lo alivia. Por
eso para el adicto es tan difícil escapar de su adicción.
Dejar un hábito es difícil y frustrante, significa dejar de hacer algo hacia lo que nos sentimos
impulsado. Significa, en definitiva controlar un impulso que puede estar siendo provocado por
muchos desencadenantes ambientales, como comer, de modo que cuanto más baja sea la tolerancia
a la frustración de esa persona más difícil le resultará dejarlo. Es una molestia demasiado grande
que muchos no están dispuestos a soportar. Centrados más en el ahora, en satisfacer el deseo del
momento, prefieren no pensar en las consecuencia a largo plazo, que es un pensamiento que
produce malestar.

El juego patológico.
“Pensaba que tenía el control de mi vida e iba ascendiendo en mi empresa. Entonces me vi envuelto
en una horrible tragedia y mi mejor amigo se suicidó. Aquello que creía tener controlado fue
descontrolándose rápidamente. Antes de darme cuenta, lo único que me preocupaba era el juego.
Jugaba por la mañana, al medio día y por la noche. Pasaba cada momento pensando cómo y dónde
haría mi siguiente apuesta”, cuenta un ex jugador.
Los ludópatas piensan a menudo en el juego: hacen planes, idean nuevos modos de jugar, piensan
en las deudas contraídas, en cómo recuperar el dinero perdido, etc. Cada vez necesitan apostar
mayores cantidades de dinero y se ponen irritables si alguien intenta empujarlos a dejarlo. Suelen
ocultar a los demás el alcance de su implicación en el juego y algunos cometen actos delictivos
para conseguir el dinero que necesitan.
Utilizan el juego como una forma de escapar de los problemas y sentirse mejor, aliviando de ese
modo sentimientos negativos como tristeza, culpa, o cualquier otra emoción que no quieren sentir.
Cuando ganan alardean de sus victorias, su autoestima aumenta, se sienten bien y se olvidan de
todo lo demás. El juego llena sus vidas y su mente y no deja sitio para los problemas que puedan
tener y que les están causando un dolor que no quieren sentir y para el que no encuentran otro modo
de escapar.

Tricotilomanía
Consiste en el impulso a arrancarse el pelo, principalmente de la cabeza, cejas y pestañas, aunque
también de otras partes del cuerpo. Suele comenzar durante un periodo de estrés. Cuando aparece
el impulso, sienten una ansiedad que es aliviada una vez arrancado el pelo. Para entenderlo, imagina
que sientes un gran nerviosismo y piensa en esos pequeños gestos que todo el mundo hace en esas
situaciones. Tocarse el pelo y juguetear con él es uno de ellos. Prueba ahora a arrancar un vello de
tu antebrazo. Sientes una sensación que apenas es dolor pero que es capaz de sacar de tu mente
cualquier otra cosa, incluido el motivo de tu nerviosismo. La Tricotilomanía puede desaparecer
una vez superado el periodo de estrés, o bien puede persistir hasta convertirse en un hábito, en cuyo
caso la situación se complica, pues pueden empezar a hacerlo de manera inconsciente, mientras
ven la tele, cuando están aburridos, etc. Pero su origen fue el mismo que en los casos anteriores:
huir de algo demasiado doloroso que no queremos soportar.

Desorden explosivo intermitente


Ya vimos antes cómo un niño con baja tolerancia a la frustración puede acabar en una rabieta
furiosa cuando las cosas no salen como desea. En los adultos también se da este tipo de
comportamiento. Consiste en estallidos agresivos de una intensidad desproporcionada que provoca
daños a la propiedad o a otras personas. Una pequeña ofensa es algo intolerable y da lugar a una
rabia exagerada. Para librarse de ella, destroza y golpea, lo cual le proporciona alivio. Después, no
se hace responsable de sus actos y culpa a la víctima o a las circunstancias. De este modo se libra
de tener que soportar el sentimiento de culpa, lo cual, a su vez, impide todo cambio.
La violencia doméstica podría considerarse como un tipo particular de desorden explosivo
intermitente, ya que estas personas sólo pierden el control con la persona con quien mantienen una
relación íntima. Esto es debido probablemente a que en una relación de pareja cada uno espera del
otro, cosas que no espera de amigos o compañeros. Estas expectativas sobre cómo debe ser, hacer
o comportarse su pareja pueden ser a veces infantiles e irracionales, creando tensión y conflicto en
la relación. Los maltratadores consideran la pérdida de su pareja como algo intolerable e
inadmisible que no debe suceder bajo ningún concepto. Viendo así las cosas, la más mínima
amenaza real o imaginada puede llevarle a perder el control.
El tratamiento para estas personas suele consistir en técnicas de autocontrol, técnicas para el
manejo del estrés y terapia cognitiva para modificar las creencia irracional que desencadenan su
conducta violenta y que los llevan a no admitir responsabilidad alguna, como: “son los demás los
que me hacen actuar así” o “si me caso con alguien es para siempre y la otra persona no tiene
derecho a separarse”. Modificar estas ideas y lograr que admitan que son responsables de sus actos
es fundamental de cara al tratamiento.
Piromanía
Consiste en provocar incendios intencionados sin ningún motivo específico como venganza,
ganancias económicas, etc. El 90% es de sexo masculino. Se trata de personas que se sienten
fascinadas por el fuego y todo lo que rodea a un incendio, como los bomberos. A menudo tienen
sentimientos de tristeza y soledad que alivian de este modo. Es decir, la necesidad de liberarse de
esos sentimientos desagradables los impulsa a hacer algo que los fascina y les hace sentirse bien.
Una vez que aparece el impuso no se ven capaces de combatirlo aunque lo deseen y sienten una
gran tensión que desaparece una vez que ceden a dicho impulso.

Automutilación
Se trata de personas que se dañan a sí mismas de forma intencionada mediante cortes, quemaduras,
golpes, etc. Es más frecuente en mujeres y en personas que han sufrido algún trauma en la infancia,
como abusos, muerte de un padre, etc. Suelen ser personas perfeccionistas, insatisfechas con su
apariencia física y con dificultades pare expresar y controlar sus emociones. El desencadenante
más típico es el rechazo de su pareja o de uno de sus padres. En estas ocasiones sienten un dolor
emocional muy intenso que no son capaces de soportar y que alivian a través del dolor físico que
sí pueden controlar y que suprime todo lo demás. En algunos casos va a más, con cortes cada vez
más profundos hasta llegar al suicidio. Suelen describir este comportamiento como adictivo.

Cleptomanía
Consiste en la incapacidad para resistir el impulso de robar un objeto que no necesita para su uso
personal ni por su valor monetario. Tampoco existe ningún motivo como venganza, etc. No planean
el robo sino que actúan siguiendo un impulso que intentan evitar sin conseguirlo. Como suele ser
habitual en estos trastornos, sienten una gran tensión cuando aparece el impulso y un gran alivio
una vez cometido el robo. Después, pueden sentirse culpables y suelen esconderlo, tirarlo, regalarlo
o devolverlo a escondidas. Es una trastorno poco frecuente. Muchas de estar personas padecen
también una depresión o un trastorno bipolar. En otros casos parece estar más relacionado con un
trastorno obsesivo compulsivo. Aunque ha sido poco estudiado, probablemente se trate, como en
los casos anteriores, de un modo de provocar una sensación de alivio durante una etapa de
sufrimiento emocional que no sabe cómo manejar o evitar. El impulso a robar, en cambio, produce
una gran tensión que la persona que la siente sí sabe cómo aliviar, de modo que el hecho de ceder
ante el impulso da lugar a una sensación agradable que es, en definitiva, lo que va buscando:
evadirse de una situación o circunstancia en su vida que les está causando sufrimiento. Podríamos
compararlo con la técnica de relajación por tensión, en la que para relajar un músculo, primero lo
tensamos con fuerza hasta que no podemos mas, luego soltamos, y sentimos que dicho músculo se
relaja completamente.

Compra compulsiva
El psicólogo cognitivo John Watkins expone el caso de un comprador compulsivo que había
acumulado una deuda de casi 10.000 dólares en facturas. Decía que no podía resistir el impulso de
comprar cosas. Al caer en bancarrota comprendió que había perdido el control y decidió buscar
ayuda.
Según un estudio realizado por la doctora Helga Dittmar, de la Universidad de Sussex, la compra
compulsiva es un modo de ensalzar la propia imagen. Comprar los hace sentir mejor, por eso suelen
preferir objetos como ropa, joyas, etc., que les ayuda a sentirse más como las personas que desean
ser. Pero esta sensación no suele durar mucho. Su autoestima sigue siendo baja y su concepto de si
mismos sigue siendo pobre. Además, aparece la culpa por haber gastado más de la cuenta y por no
haber sido capaces de resistir el impulso. En estas personas suele darse una mayor discrepancia
entre como creen que son y cómo les gustaría ser que en el resto de las personas. “Suelen tener
valores más materialistas y piensan que adquirir bienes materiales es un buen modo de lograr mayor
éxito, identidad y felicidad”, afirma la doctora Dittmar. “Personas con alta discrepancia respecto a
sí mismas pero que son poco materialistas tendieron hacia otras estrategias de compensación, como
puede ser el alcohol”.

¿Cómo son las personas que saben tolerar la frustración?


Para ellas la vida es más agradable, más fácil y con menos estrés, son capaces de convertir los
problemas en nuevas oportunidades, tienen más probabilidades de resolverlos porque no
reaccionan ante ellos con tanta intensidad ni intentan escapar para no sentir, aceptan con más
facilidad el dolor, el sufrimiento, la incomodidad, el fracaso, etc., y no dejan que estas cosas les
perturben excesivamente. Son aquellos que practican el viejo refrán de “al mal tiempo buena cara”.
De hecho, una de las características principales para el liderazgo es una alta tolerancia a la
frustración. Saber responder adecuadamente ante los imprevistos, las interrupciones, los
contratiempos, y mantener la calma en estas situaciones es lo que permite pensar con claridad y,
por tanto, encontrar las soluciones apropiadas, en vez de huir, lamentarse, armar un escándalo o
intentar hacer desaparecer el problema como sea para no sentir, como haría alguien que no es capaz
de tolerar dichos inconvenientes

ESTRATEGIAS PARA EL MANEJO DE LA FRUSTRACIÓN


Es necesaria una pequeña dosis de frustración ya que es beneficiosa para el crecimiento emocional.
Si una persona tiene el afecto de su familia, aunque se equivoque tendrá la seguridad de contar con
ellos y aprenderá a manejar la frustración de manera adecuada. Cuando la familia es demasiado
sobreprotectora y no permiten que el individuo aprenda a resolver sus problemas, difícilmente éste
aprenderá a tolerar la frustración cuando se le presenten obstáculos que le impidan satisfacer sus
deseos.

1. Evitar la gratificación ilimitada para que el individuo adquiera un aprendizaje gradual de


tolerancia a la frustración. En la vida el ser humano se encontrará miles de trabas a lo largo
de su vida. Aprender a escuchar un “no” cuando sea necesario, poner límites, permitirles
que resuelvan los problemas por sí solos y dosificar las gratificaciones; son cuotas de
frustración que les permitirán aprender a tolerarla, confiar en sus capacidades y saber
renunciar a los deseos de manera normal.

2. Utilizar técnicas de relajación. Todos hacemos frente de una forma más positiva si
estamos relajados. Debemos aprender a elevar su tolerancia a la frustración con la relajación
del cuerpo.

3. Aprendr a pedir ayuda. A algunas personas les cuesta pedir ayuda, mientras que otros la
piden constantemente y de inmediato. Debemos aprender a intentar encontrar la solución
primero. Se enfocará en el “debo intentarlo otra vez”. Si a pesar de intentarlo, se encuentran
dificultades que van más allá de la experiencia personal, es necesario pedir ayuda. Cuando
alguien se siente frustrado en alguna tarea, debe aprender a tolerar la frustración en lugar
de enojarse o abandonar dicha tarea.

4. Aprender a identificar el sentimiento de frustración cuando aparezca. Debemos


aprender a identificar el sentimiento de frustración cuando aparezca. Las sensaciones
físicas, emocionales y de comportamiento que esta (la frustración) provoca en nosotros,
esto ayudará a tomar acciones para vencerla y reaccionar de forma positiva.
5. Utilizar acciones apropiadas. Es importante conocerse para aprender a utilizar las
acciones adecuadas en un momento de frustración. Utilizar elogios para uno mismo por
haber retardado su respuesta habitual de ira ante la frustración, y también cuando utilice
una estrategia apropiada.
BIBILIOGRAFIA:

1. Muñoz, Ana, Baja Tolerancia a la Frustración.


2. https://es.aleteia.org/2017/08/12/tolerancia-a-la-frustracion-por-que-es-
tan-importante-ensenarla-a-los-ninos/
3. http://hadipsicologia.com/blog/tolerancia-a-la-frustracion/
4. http://faros.hsjdbcn.org/es/articulo/consejos-ensenar-tu-hijo-tolerar-
frustracion
5. https://www.tupsicologia.com/aumentar-tolerancia-frustracion/
6. http://atainfo.org/wp-content/uploads/2014/08/la-tolerancia-a-la-
frustracion.pdf
7. http://psheda.com/como-controlar-la-intolerancia-a-la-frustracion/
8. http://concepto.de/tolerancia/#ixzz57F6Fxv1W
UNIVERSIDAD PANAMERICANA
Sede Quetzaltenango
Facultad de Humanidades
Escuela de Ciencias Psicológicas
Licenciatura en Psicología Clínica y Consejería Social

Marco Teórico Tolerancia a la Frustración

Practica de Medición Psicológica

Licda. LucreciaRodríguez

Nery Cruz Ixcot Hidalgo


201503547

Quetzaltenango, marzo de 2018


ACTIVIDAD 1
EL TRIKI, TRIKI, TRA.
Es una actividad dinámica para romper el hielo.
Se proporciona un marcador a cada participante y se explica que deben llevar el ritmo para pasarse
el marcador uno por uno al mismo tiempo que se canta la canción de la actividad.
El objetivo es llevar el ritmo para que ningún participante se quede con más de un marcador o sin
ninguno.
Canto:
Al son de un Fandango
Sango, sango, sabaré.
Sabaré de varendela
Con su Triki, Triki, Tra. (Bis)

ACTIVIDAD 2
EL JUEZ ACUSADOR.
Es una actividad para explorar conocimientos previos de una temática en específico.
Se ubican a los participantes en un círculo. El director de la actividad es el juez acusador y debe
recorrer el círculo para encontrar a un “acusado” al que se le realizará una pregunta específica
señalando a dicha persona.
Como en un juicio, el que responde no es el acusado, sino el abogado defensor. El compañero que
se encuentre a la derecha deberá responder la pregunta realizada, mientras que el acusado guarda
silencio.

ACTIVIDAD 3
EJERCICIO DE RELAJACIÓN:
La respuesta del cuerpo a la relajación natural es un potente antídoto contra el estrés. Las técnicas
de relajación como la respiración profunda, visualización, relajación muscular progresiva, la
meditación y el yoga pueden ayudar a activar esta respuesta de relajación.
La respiración profunda para eliminar las tensiones
La respiración profunda es una simple, pero potente, técnica de relajación. Es fácil de aprender,
se puede practicar en cualquier lugar y proporciona una manera rápida de mantener los niveles de
estrés bajo control. La respiración profunda es la piedra angular de muchas otras prácticas de
relajación de otros y se puede combinar con otros elementos relajantes como la aromaterapia y la
música.
¿Cómo practicar la respiración profunda?
La clave para la respiración profunda es respirar profundamente desde el abdomen, obteniendo
todo el aire fresco posible para sus pulmones. Cuando respiras profundamente desde el abdomen,
en lugar de respiraciones cortas desde tu parte superior del pecho, inhalas más oxígeno. La
próxima vez que te sientas estresado, tómate un minuto para disminuir la velocidad y respirar
profundamente:
* Siéntate cómodamente con la espalda recta. Pon una mano en el pecho y la otra en el estómago.
* Inhala por la nariz. La mano sobre el estómago debe levantarse. La mano en el pecho debe
moverse muy poco.
* Exhala por la boca, expulsando el aire tanto como puedas mientras contraes los músculos
abdominales. La mano sobre el estómago debe moverse al exhalar, pero la otra mano debe
moverse muy poco.
* Continúa respirando por la nariz y exhalando por la boca. Trata de inhalar suficiente aire para
que la parte baja del abdomen se eleve y contraiga. Cuenta lentamente mientras exhalas.
Si tienes dificultades para respirar desde el abdomen mientras estás sentado, trata de acostarte
sobre el suelo. Coloca un pequeño libro sobre tu estómago y trata de respirar de manera que el
libro se eleve mientras inhalas y caigas mientras exhalas.
2) La relajación muscular progresiva para aliviar el estrés
La relajación muscular progresiva es otra eficaz y ampliamente utilizada estrategia para aliviar el
estrés. Se trata de un proceso de dos etapas en las que, sistemáticamente, se tensan y relajan los
músculos de diferentes grupos en el cuerpo.
Con la práctica regular, la relajación muscular progresiva te da una íntima familiaridad con lo que
la tensión representa a tus músculos, así como una relajación total que sientes en diferentes partes
del cuerpo. Esta toma de conciencia ayuda a detectar y contrarrestar los primeros síntomas de la
tensión muscular que acompaña a la tensión. Y como tu cuerpo se relaja, también tu mente.
Puedes combinar la respiración profunda con la relajación muscular progresiva para un nivel
adicional de alivio del estrés.

Secuencia de relajación muscular progresiva:


* Pie derecho
* Pie izquierdo
* Muslo derecho
* Muslo izquierdo
* Las caderas y las nalgas
* Estómago
* Pecho
* Espalda
* el brazo derecho y la mano
* el brazo izquierdo y la mano
* Cuello y hombros
* Cara

Pasos a seguir:
* Afloja la ropa, quítate los zapatos y ponte cómodo.
* Tómate unos minutos para relajarte, respirar y realizar respiraciones lentas y profundas.
* Cuando estés relajado y listo para empezar, centra tu atención en tu pie derecho. Tómate un
momento para observar cómo lo sientes.
* Poco a poco tensa los músculos de tu pie derecho, apretando tan fuerte como puedas. Mantén la
posición contando hasta 10.
* Relaja el pie derecho. Concéntrate en cómo la tensión se evapora y siente cómo tu pie se queda
sin fuerzas y suelto.
* Permanece en este estado de relajación por un momento, respirando profunda y lentamente.
* Cuando estés listo, mueve tu atención a tu pie izquierdo. Sigue la misma secuencia de la tensión
muscular y la liberación.
* Muévete lentamente a través de su cuerpo: piernas, abdomen, espalda, cuello, cara. Contraer y
relajar los grupos musculares sobre la marcha.

ACTIVIDAD 4
REFLEXIÓN Y CONCLUSIONES
Se ubicarán a los estudiantes en círculo, dándoles el espacio para poder brindar sus aportes y
reflexiones sobre el tema, así también podrán incluir anécdotas sobre la Tolerancia a la Frustración.

ACTIVIDAD 5
EVALUACIÓN
Se darán tarjetas de papel de colores para la actividad PNI
Donde ubicarán un color para lo POSITIVO de la actividad.
Otro color para lo NEGATIVO y uno más para lo INTERESANTE.

S-ar putea să vă placă și