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Alberto Blanco

La raíz cuadrada del cielo


José Gordon

El poeta estadounidense Jerome Rothen­ tramos dos dominios, el que puede ser me­ a soñar”. En la ciencia también se requie­
berg señala que el trabajo creativo de Alber­ dido, categorizado, estudiado, com­pa­rado, ren saltos de imaginación.
to Blanco rebasa las fronteras de la poesía. el mundo cuantitativo, ése es el mundo ¿Cómo es posible que Kekulé haya
En el libro La raíz cuadrada del cielo (Uni­ al que se aboca la ciencia. El otro es el que vis­to esas formas? Éste es un punto en el
versidad Autónoma de Nuevo León, 2016), no puede ser medido, el que no puede ser que me parece que hay una hermandad
plantea que Blanco intenta mantener una cuantificado, el inmensurable. Am­bos están no sólo entre la poesía y la ciencia sino en
relación viable entre la ciencia y la poesía. presentes siempre. Tal vez un dominio prác­ticamente todas las actividades hu­
Conversamos sobre estos vínculos que tie­ no necesita del otro. Creo que eso lo decía manas. ¿Cómo es posible conocer algo si
nen en común la aventura del encuentro Fritjof Capra: la física no necesita de la no tiene forma? Todo lo que conocemos
con lo desconocido. fi­losofía o de la poesía o de la mística (o de tiene forma y la ciencia todo el tiempo
lo que ustedes quieran), la poesía tampoco está trabajando con formas.
El título de tu libro me recuerda la expre­ necesita de la ciencia, pero nosotros, los
sión “un centímetro cúbico de suerte” y tal seres humanos, necesitamos de las dos. Y la ciencia encuentra orden detrás del caos,
vez la idea de poder sacar “la raíz cuadra­ un orden que va por la libre, como en la ma­
da de un soneto”. Eso habla de lo que no se La poesía, al igual que la ciencia, implica teria huidiza de la poesía.
puede dimensionar y que precisamente la asombro, curiosidad y hallazgo. Llamamos caos simplemente al orden
poesía tiene la posibilidad de tocar. La observación es fundamental. Uno que no acabamos de comprender, como le
Hace mucho que no escuchaba a nadie no puede más que quedarse estupefacto llamamos realidad a aquella belleza que no
decir “un centímetro cúbico de suerte”. Eso ante el hecho de que el cielo sea azul. John acabamos de comprender, hasta que llega
viene de los libros de Castaneda, se lo dice Lennon dice en una de sus cancio­nes: alguien que consigue darnos a ver un orden
don Juan Matos a Carlos Castaneda… “porque el cielo es azul me hace llorar”. de belleza distinto y ahora aceptamos como
aquí se trata de la raíz cuadrada del cielo, ¿Recuerdas? Sólo por el hecho de que el belleza algo que antes era considerado ho­
es una reunión de poemas científicos, con cielo es azul. rrible. Picasso estuvo puesto contra la pared.
comillas o sin comillas. Durante treinta años el cuadro de Las se­
Y Elias Canetti decía que sólo por los colo­ ñoritas de Avignon no lo soportaban ni
Esto supone que en la ciencia encuentras res ya valdría la pena vivir eternamente. Y sus amigos. No pocos de ellos le aconse­
imaginación poética. Tu formación es ori­ está el elemento visionario que es común en jaron que lo destruyera y ahora es el bu­
ginalmente de químico, ¿cómo es que la ciencia y poesía. que escolta del Museo de Arte Moderno
imaginación científica puede desplegarse A veces pensamos que hay descubri­ de Nueva York.
poéticamente? mientos, a veces pensamos que son inven­
El libro abre con un epígrafe de Eins­ ciones, a veces pensamos que son recuerdos, En la apertura de nuevos mapas dices que la
tein, sumamente citado, en donde dice no sabemos exactamente qué son. El quí­ geografía externa se retrata con cartografías y
que la imaginación es más importante que mico Kekulé soñó la imagen cíclica del la interna por psicografías, en donde suele ha­
el conocimiento. Para un científico tam­ benceno acudiendo a la imagen ances­ cerse de lado el continente de la esperanza.
bién. A la vez incluí un epígrafe que me fue tral del ouroboros, de la serpiente que se Me hiciste recordar mis conversacio­
dictado en el sueño. Lo incluí como si no muerde la cola. Lo vio, lo recordó, lo des­ nes con Ivan Malinowski, gran poeta da­
fuera mío porque esos poemas que lle­gan cubrió, lo inventó, se lo soplaron, vayamos nés que murió hace más de 20 años por
del sueño los considero intocables y en a saber. Son cosas que suceden. A esos mo­ quien tuve mucho cariño, mucho respe­
muchos sentidos impersonales. El epí­gra­ mentos yo les llamo acuerdos. to y la suerte de tener una amistad que
fe dice: “La ciencia me enseñó que el Sol duró muchos años. Me decía con frecuen­
no es el centro del Universo, el Sol me en­ Kekulé, al hablar de su hallazgo ante cole­ cia: hay que vivir como si hubiera futuro,
señó que la ciencia tampoco”. Así encon­ gas científicos, decía: “Señores, aprendamos hay que vivir como si hubiera esperanza.

RESEÑAS Y NOTAS | 95
No dice si hay esperanza, no dice si hay somos muy pequeños ante la inmensidad del entre la Tierra y la Luna); / la gran nebu­
futuro, pero dice que tenemos que vivir Universo, somos como una diminuta caña; losa de la constelación de Andrómeda /
como si hubiera futuro, como si hubiera sin embargo, lo sondeamos, lo tratamos de sería un globo de un billón y medio de
esperanza, de otra manera no se puede co­nocer porque somos una “caña pensante”. millas de diámetro / y estaría a 10 billo­
vivir. Alberto Blanco sonríe. Me lee un poema nes y medio de millas de distan­cia. / Par­
que retrata el asombro de la ciencia y la poesía tículas de polvo: / ¡discutamos ahora asun­
En esa psicografía también cabe una felici­ ante lo que somos capaces de dimensionar y tos de importancia personal!”.
dad inefable y un humor que solemos dejar lo que se nos escapa de toda medida:
de lado. Conversamos sobre el sentido de “Si el Sol fuera del tamaño de mi cuarto Eso es de lo que estamos hablando, de cómo
pro­porción que nos abren la ciencia y la poe­ / la Luna sería entonces del tamaño de una ciencia y poesía nos abren los mapas y nos
sía en donde se despliega la sonrisa de la semilla, / la Tierra del tamaño de un limón, hacen sentir más curiosos.
inteligencia: / y estarían a cuatro o cinco calles de dis­ Qué bueno que citaste a Pascal. Esa
En uno de los poemas de este libro hablas tancia; / Alfa Centauro, la estrella fija más caña que piensa, esta brizna de polvo que
de la dimensión del ser humano ante el cercana, / estaría a unas 68,000 millas de somos tiene, sin embargo, la capacidad de
Cosmos. Me recuerda lo que decía Pascal: distancia / (la tercera parte de la distancia darse cuenta de cosas asombrosas. u

Athanasius Kircher, Tabla de las lunaciones, siglo XVII

96 | REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DE MÉXICO

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