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DIAGNÓSTICO

INFANTO-JUVENIL

INTRODUCCIÓN

“Con frecuencia los trastornos juveniles se presentan combinados,

interactúan entre sí con el tiempo, cambian su forma de presentación en la madurez

y pueden enmascararse o maximizarse por acontecimientos vitales del desarrollo”.

(Guía de Psiquiatría, 2014).

La ausencia o negligencia parental, los abusos físicos, psíquicos o sexuales,

la presencia de trastornos mentales en los cuidadores y la pubertad ejercen efectos

específicos en cada etapa.

Es por ello que el objetivo del presente trabajo es dar a conocer los distintos

diagnósticos establecidos para los trastornos infanto-juveniles por el manual DSM-

IV específicamente, no obstante, el manual diagnostico CIE-10 también es utilizado

para realizar estas evaluaciones.


MODELOS DE CLASIFICACIÓN EMPLEADOS EN PSIQUIATRÍA INFANTO-

JUVENIL.

Categorial o modelo médico de clasificación. Los trastornos están

presentes o no en la persona. Tener el conocimiento y la habilidad de discernir entre

las distintas similitudes y diferencias entre trastornos ayuda a comprender la

fisiopatología, la psicopatología, el curso y el tratamiento.

Dimensional. Considera la evaluación de dimensiones en la función o

disfunción, reduciendo los fenómenos a varias dimensiones en las que el niño puede

ser ubicado, por ejemplo; introversión/extroversión, confianza/desconfianza. En

algunas oportunidades los instrumentos de evaluación dimensional pueden originar

diagnósticos categoriales, por ejemplo: niveles de retardo mental.

Ideográfica. Focaliza el contexto total de la vida del niño para formular el

diagnóstico, el niño es visto en la totalidad de sus circunstancias de vida y varios

trastornos y situaciones psicosociales pueden ser registrados y tratados

EVALUACIÓN DIAGNOSTICA

Debe llevarse a cabo mediante:

o Entrevista con los padres.

o Entrevista con el niño o adolescente.

o Examen médico y psiquiátrico.

o Entrevista familiar.

o Evaluación del desempeño escolar.

o Realización de interconsultas y exámenes clínicos pertinentes.


CRITERIOS PARA EL DIAGNÓSTICO INFANTO-JUVENIL.

Para el estudio de los criterios diagnósticos de los distintos trastornos los

manuales DSM-IV (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de

la Asociación Americana de Psiquiatría, APA) y el CIE-10 (Clasificación

Internacional de Enfermedades) son los más utilizados.

Cabe acotar que para establecer un diagnóstico constituye sólo el primer

paso de una evaluación completa. Para formular un adecuado plan terapéutico, el

clínico necesita más información sobre el individuo que la requerida para realizar el

diagnóstico según los criterios de alguno de los manuales.

Trastornos de inicio en la infancia, la niñez o la adolescencia según DSM-IV

Retraso mental: Las personas con retraso mental suelen presentar

incapacidades adaptativas más que un CI bajo. La capacidad adaptativa se refiere

a cómo afrontan los sujetos efectivamente las exigencias de la vida cotidiana y cómo

cumplen las normas de autonomía personal esperables de alguien situado en su

grupo de edad, origen sociocultural, y ubicación comunitaria particulares.

Para este manual el retraso mental se divide en:

 Retraso mental leve.

 Retraso mental moderado.

 Retraso mental grave.

 Retraso mental profundo.

 Retraso mental de gravedad no especificada.


Criterios diagnósticos para el retraso mental.

Trastornos del aprendizaje: cuando se manifiestan dificultades en la

adquisición y uso de habilidades de escucha, habla, lectura, escritura,

razonamiento o habilidades matemáticas. Estas alteraciones son intrínsecas al

individuo debido a disfunciones del sistema nervioso central (SNC) y pueden

tener lugar a lo largo de todo el ciclo vital.

Cada trastorno de aprendizaje mencionado a continuación tiene su

respectivo criterio diagnóstico particular, realizando una síntesis estos trastornos se

diagnostican cuando el rendimiento del individuo en lectura, cálculo o expresión

escrita es sustancialmente inferior al esperado por edad, escolarización y nivel de

inteligencia, según indican pruebas normalizadas administradas individualmente.


Los problemas de aprendizaje interfieren significativamente el rendimiento

académico o las actividades de la vida cotidiana que requieren lectura, cálculo o

escritura.

 Trastorno de la lectura.

 Trastorno del cálculo.

 Trastorno de la expresión escrita.

 Trastorno del aprendizaje no especificado.

Trastorno del desarrollo de la coordinación: alteración significativa del

desarrollo de la coordinación motora. Se asocia a retrasos en otras áreas del

desarrollo no motor. Los trastornos asociados pueden incluir trastorno fonológico,

trastorno del lenguaje expresivo y trastorno mixto del lenguaje receptivo-expresivo.

Criterios diagnósticos:
Trastornos de la comunicación:

 Trastorno del lenguaje expresivo.

 Trastorno mixto del lenguaje receptivo-expresivo.

 Trastorno fonológico.
 Tartamudeo.

 Trastorno de la comunicación no especificado.

Esta categoría se reserva para trastornos de la comunicación que no cumplen

los criterios de ningún trastorno de la comunicación específico; por ejemplo, un

trastorno de la voz (esto es, una anormalidad del volumen, calidad, tono o

resonancia vocales).

Trastornos generalizados del desarrollo: se caracterizan por una

perturbación grave y generalizada de varias áreas del desarrollo: habilidades para

la interacción social, habilidades para la comunicación o la presencia de

comportamientos, intereses y actividades estereotipados. Las alteraciones

cualitativas que definen estos trastornos son claramente impropias del nivel de

desarrollo o edad mental del sujeto. Estos trastornos suelen ponerse de manifiesto

durante los primeros años de la vida y acostumbran a asociarse a algún grado de

retraso mental.

 Trastorno autista.
 Trastorno de Rett.

 Trastorno desintegrativo infantil.

 Trastorno de Asperger.

 Trastorno generalizado del desarrollo no especificado.

Trastornos por déficit de atención y comportamiento perturbador

 Trastorno por déficit de atención con hiperactividad: patrón persistente de

desatención y/o hiperactividad-impulsividad, que es más frecuente y grave

que el observado habitualmente en sujetos de un nivel de desarrollo similar.

Puede ser de tipo combinado, con predominio del déficit de atención o con

predominio hiperactivo-impulsivo.

 Trastorno por déficit de atención con hiperactividad no especificado: incluye

trastornos con síntomas prominentes de desatención o hiperactividad

impulsividad que no satisfacen los criterios del trastorno por déficit de

atención con hiperactividad.

 Trastorno disocial: patrón de comportamiento persistente y repetitivo en el

que se violan los derechos básicos de los otros o importantes normas

sociales adecuadas a la edad del sujeto.

 Trastorno negativista desafiante: patrón recurrente de comportamiento

negativista, desafiante, desobediente y hostil, dirigido a las figuras de

autoridad, que persiste por lo menos durante 6 meses.


 Trastorno de comportamiento perturbador no especificado: incluye trastornos

caracterizados por un comportamiento negativista desafiante que no cumple

los criterios de trastorno disocial ni de trastorno negativista desafiante. Por

ejemplo, incluye cuadros clínicos que no cumplen todos los criterios ni de

trastorno negativista desafiante ni de trastorno disocial, pero en los que se

observa deterioro clínicamente significativo.

Trastornos de la ingestión y de la conducta alimentaria de la infancia o

la niñez: se caracterizan por alteraciones persistentes de la alimentación y la

ingestión alimentaria propiamente dichas. Los trastornos específicos incluidos son:

 Pica.

 Trastorno de rumiación.

 Trastorno de la ingestión alimentaria de la infancia o la niñez.

Trastornos de tics: un tic es una vocalización o un movimiento motor súbito,

rápido, recurrente, no rítmico, estereotipado. Se experimenta como irresistible, pero

puede suprimirse durante períodos de tiempo variables. Todas las formas de tics

pueden exacerbarse por estrés y atenuarse durante actividades absorbentes (p. ej.,

leer o coser). Habitualmente, los tics disminuyen de modo significativo durante el

sueño.

 Trastorno de la Tourette.

 Trastorno de tics motores o vocales crónicos.

 Trastorno de tics transitorios.

 Trastorno de tics no especificado


Trastornos de la eliminación

 Encopresis: eliminación repetida de las heces en lugares inadecuados, en

la mayoría de las ocasiones totalmente involuntaria, por lo menos una vez

al mes durante un mínimo de 3 meses.

 Enuresis: emisión involuntaria de orina, después de una edad en la que

el niño debería haber adquirido la continencia urinaria, normalmente

entre cuatro y cinco años, y no existen indicios de una patología orgánica

identificable.
Otros trastornos de la infancia, de la niñez y adolescencia

 Ansiedad de separación: ansiedad excesiva concerniente al alejamiento del

hogar o de aquellas personas a quienes el sujeto está vinculado.

 Mutismo selectivo: incapacidad persistente de hablar en situaciones sociales

específicas (p. ej., en la escuela, con compañeros de juego) cuando es de

esperar que se hable, pese a hacerlo en otras situaciones.

 Trastorno reactivo de la vinculación de la infancia y de la niñez temprana:

relación social que, en la mayor parte de los contextos, se manifiesta

marcadamente alterada e inapropiada para el nivel de desarrollo del sujeto,


se inicia antes de los 5 años de edad y se asocia a una crianza sumamente

patológica.

 Trastorno de movimientos estereotipados: comportamiento motor repetitivo,

que suele parecer impulsivo y no es funcional.

 Trastorno de la infancia, niñez y adolescencia sin otras especificaciones: es

una categoría residual para trastornos que se inician en la infancia, la niñez

o la adolescencia y que no cumplen los criterios de ningún trastorno

específico de esta clasificación.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 American Psychiatric Association, DSM IV Manual diagnóstico y estadístico

de los trastornos mentales. Barcelona: Masson, 1995.

 Manual de psicología clínica infantil y del adolescente (trastornos generales

– trastornos específicos). Dirección y coordinación vicente. Caballo y miguel

ángel simón. Dos volúmenes. Editorial pirámide 2001, 2002.

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