Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
1- Consecuencias psicosociales
Hipotensión.
Baja frecuencia cardíaca.
Estreñimiento.
Problemas cardiovasculares.
Falta de periodos menstruales.
3- Diabetes
4- Trastornos psicopatológicos
Fobia social.
Ansiedad generalizada.
Depresión.
Comportamientos agresivos.
Abuso de alcohol.
Trastorno obsesivo-compulsivo.
Falta de control de impulsos.
4- Problemas digestivos
5- Edema
6- Desequilibrios electrolíticos
7- Infertilidad
8- Osteoporosis
Existen algunos signos que pueden indicar que una persona tiene anorexia. Las
personas anoréxicas pueden:
el tratamiento
El objetivo primordial del tratamiento es la recuperación de peso, pues
muchos de los pensamientos alterados sobre comida, peso o figura están
sustentados por la malnutrición. Otros objetivos son la normalización de
la dieta y de los hábitos alimentarios y la resolución de los problemas
psicológicos, familiares o sociales concurrentes con la anorexia.
Recuperación del peso. El bajo peso es un obstáculo para cualquier
psicoterapia. Hay que comenzar con dietas muy prudentes. Por lo
general, cuando se recupera peso, el estado de ánimo depresivo y la
preocupación por el cuerpo mejoran; otras veces, por el contrario,
aumenta la irritabilidad.
Aprender de nuevo a comer normalmente. La paciente ha de volver a
relacionarse con la comida de manera natural, ya que había perdido esa
capacidad de ver el proceso de la alimentación como una función más.
La comida tiene que ser variada, la misma que tomen los demás
miembros de la familia. Hay que infundir a la paciente confianza en su
capacidad de comer de manera adecuada y razonable, hasta que
aprenda las señales de tener hambre y estar saciada.
Resolución de las causas. El tratamiento psicológico es la piedra angular
de un buen programa terapéutico. Resulta poco efectivo en las fases más
graves de la enfermedad, ya que las pacientes malnutridas y con bajo
peso se muestran extraordinariamente refractarias a la psicoterapia. Hay
varios tipos de terapia: – Terapia familiar: se debe trabajar con los
familiares, informándoles y orientándoles sobre la forma de analizar y
resolver los problemas, como conflictos entre hermanos o entre los
padres; también hay que estudiar si existe una simbiosis entre la
paciente y uno de los padres que retroalimente la enfermedad.
– Terapia de grupo: sirve para romper la soledad y el aislamiento, facilita
la identidad y rompe con el egocentrismo al que tienden. Los grupos de
autoayuda sirven de modelo y ayudan cuando hay riesgo de recaídas. La
paciente puede identificarse con algún otro miembro y no sentirse
diferente.
– Terapia cognitivo-conductual: se basa en analizar qué errores de
pensamiento son los responsables de creencias y actividades que llevan
a alteraciones de la conducta. Por lo tanto, el terapeuta ayuda a la
paciente con esos pensamientos equivocados para aclararlos y
contrastarlos, buscando así un autocontrol de la conducta alimentaria.
– Terapia individual: se utiliza cuando existen importantes actitudes
regresivas, alteración importante de la personalidad, rechazo de la
feminidad o del propio cuerpo, etc.
–Técnicas de relajación: son muy útiles para los momentos de tensión.
El tratamiento farmacológico está indicado como coadyuvante a las
técnicas de modificación de conducta y como tratamiento de las
alteraciones psicológicas asociadas, en especial, depresión, ansiedad y
alteraciones del sueño.