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PAUL VIRILIO, (2012).

La administración del miedo, Pasos Perdidos-


Barataria, Madrid, 2012

Virilio nos tiene acostumbrados a ex- El ministerio que cobra relevancia es,
posiciones breves, mínimas e intensas, como en la novela de Greene, el Ministe-
como queriendo huir del discurso. Opta rio del Miedo.
por el impacto de conceptos, términos La velocidad, convertida hoy en la
casi siempre sugestivos, dejando al lec- sociedad de la instantaneidad, genera
tor su argumentación, que los masque. afectos, sentimientos y, sobre todo, mie-
Opta por formatos no modernos o, al dos. No hay tiempo para los argumentos.
menos, lejos de la modernidad. En esta Ni para la opinión. Sólo para la reacción.
ocasión, desarrollando el libro a través Para una reacción que es simultánea en
de un diálogo-entrevista, da un paso más el mundo entero. Después, sólo queda
en su alejamiento de tal modernidad. En tiempo para el sentimiento de culpabi-
la forma y en el contenido. lidad. Sobre todo, por no haber llegado
Arquitectura, urbanismo, filosofía, a tiempo. De hecho, la culpabilidad no
biología, matemáticas o ciencia política surge tanto de incumplimientos morales
son articuladas para retomar aquí algu- basados en valores, sino por llegar tarde.
nos de los temas que le han catapultado Y estamos condenados a llegar siempre
como uno de los pensadores críticos más tarde a todo, cuando lo que se demanda
originales de los últimos años. La rel- es instantaneidad.
ación entre velocidad y poder sigue sien- Radicalmente crítico con la teoría de
do protagonista, como las consecuencias la modernidad, apoyada en la violencia
de esta relación sobre la reorganización del progreso. Si cabe hablar de progreso,
del complejo industrial y militar. Ahora es el de las guerras. Empieza en un lugar,
proyectados sobre el Estado, reducido en el de la infancia, y una circunstancia ya
su tamaño y funciones como producto habitual en la obra de Virilio, como es la
de la evolución del intrínseco nexo entre guerra. Nantes, ocupación en la segunda
poder y velocidad. Lo único que le que- guerra mundial. Y, entonces, el con-
da por gestionar al Estado es el miedo, cepto de ocupación crece, hasta nuestros
mostrando que es capaz de preservar la días. Estamos ocupados, desde nuestro
seguridad física de los ciudadanos. La entorno a nuestro cerebro, pasando por
velocidad nos amenaza y el Estado ha de nuestras ciudades, por el miedo. Sin
velar por nuestra seguridad física, ges- que aparezca en las referencias, hay una
tionando la salud y la protección física. conexión evidente con las ciudades de

EMPIRIA. Revista de Metodología de Ciencias Sociales. N.o 25, enero-junio, 2013, pp. 215-220.
ISSN: 1139-5737
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cuarzo, de Mike Davis, aunque los esti- del territorio, tan presente en éste, sus
los son muy diferentes. propuestas se convierten en un reto para
La muestra, más que la demostración, la observación sociológica. Nos podemos
de que estamos en una sociedad del mie- preguntar así dónde está una teoría soci-
do, es la columna vertebral de la obra. ológica del miedo —algo se ha apuntado
Manifestaciones de aquí y allá, atraves- desde México o, de forma indirecta, por
ando todos los campos, desde el turismo el abordaje sociológico de la guerra que
(emigrantes de la felicidad), a los mov- plantea Hans Joas— y dónde el plant-
imientos transfronterizos sin origen ni eamiento de procedimientos de observa-
destino, de los emigrantes de la desdicha. ción empírica cuando lo que se buscan
Siempre el movimiento. son sentimientos y reacciones, en lugar de
Como en obras anteriores, el texto es discursos, opiniones o razones.
un pozo de ideas luminosas para el in- Retos que lanza directamente a la
vestigador social. Una especie de cajón metodología. Como cuando dice que
de sensaciones preteóricas nace tras su estamos llegando al final de la era nu-
lectura. Es cierta que algunas aportaciones mérica (p. 76), a la salida del dominio
llaman más a la intuición que a la razón, de la lógica cuantitativa y la pérdida de
como, por ejemplo, la relativa al problema funcionalidad de la estadística, que, no
de la diversidad de ritmos. Pero, entonces, hay que olvidar, nace como ciencia del
el autor se identifica como fenomenólogo, estado.
como el que revela verdades que están
enfrente de todos. Como en sus prim- Javier Callejo
eros libros, como el de La inseguridad UNED

EMPIRIA. Revista de Metodología de Ciencias Sociales. N.o 25, enero-junio, 2013, pp. 215-220.
ISSN: 1139-5737

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