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DOMA

DRESSAGE
Coronel LICART
INTRODUCCIÓN

“A caballo joven jinete viejo”, dice un proverbio árabe.


Supondremos que el jinete tiene una instrucción ecuestre suficiente. Yo daré
solamente, en el curso de la obra, aquellos consejos sobre los puntos más importantes
del empleo de las ayudas.
Para simplificar, yo evitaré repetir lo que figura en mis obras anteriores a las
cuales yo me remitiré (1).

La equitación es un “savoir-faire”. No se puede hacer bien mas que cuando se


sabe. Saber primero, tratar de hacer bien a continuación. El caballista además debe saber

transmitir.

“El error de las antiguas teorías- ha escrito el teniente-coronel GERHARDT- es


haber descuidado casi siempre dar el porqué de las principales posiciones
(colocaciones), lo que hace que muchas excelentes cosas han sido abandonadas y
retomadas, para ser abandonadas de nuevo.”
Los Maestros deben poder suministrar los porqués de las prescripciones que dan
(2).
Mi segundo Maestro, el comandante WALLON, jinete (écuyer) en jefe de Saumur,
escribía lo que sigue en sus notas para sus jinetes (Écuyers)
“A quién servirá ser un practicante fuera de serie si toda la ciencia que supone
esta superioridad debía estar sin futuro, si no debía servir a la equitación en general. No
hacer alumnos, no tener discípulos, no tiene razón de ser. Los jinetes célebres que
nosotros consideramos como brillantes, que alumbran toda la equitación han sido
Maestros. Han tenido discípulos. Yo no estoy seguro de que ellos no hayan encontrado
en éstos unos ejecutores que los hagan superiores, estos últimos, quienes no eran
maestros, no han dejado nada.
“Ser capaz de pasar delante gritando: “¡Seguidme!” o “Haced como yo”, es tan
insuficiente como hacer matar en el campo de batalla a la cabeza de una tropa en
desorden e ignorante de unas reglas de combate. Es necesario saber decir con orden y
método lo que hacéis y cómo vuestros alumnos deben hacer. Para eso, es necesario
haber estudiado, es necesario aumentar sin cesar vuestros conocimientos técnicos.
“Toda realización práctica que no puede ser explicada no sabrá ser una fuente de
enseñanza.”
Yo no sabré mas que invitar a los jinetes, jóvenes o viejos, a trabajar, a estudiar, a
entregarse a un trabajo constante. Para aprender e instruirse es necesario trabajar. Y
para poder instruir a los otros, es necesario instruirse a sí mismo.
“Se pretende que, para ser un jinete perfecto, decía a BAUCHER uno de sus
alumnos, necesitaría reunir el asiento de AURE, las piernas de Laurent FRANCONI y
vuestra mano.
-Diga más bien ‒reparó el maestro- la ciencia de BAUCHER, el asiento, las piernas
y la mano de todo el mundo”.
En efecto, dice el general LʼHOTTE, que aporta esta anécdota, la respuesta puede
ser juzgada como pretenciosa, pero es necesario tener en cuenta las circunstancias y
retener la parte de verdad que comporta esta ocurrencia del Gran Maestro.
“La equitación ‒decía FILLIS- tiene sus empíricos y sus charlatanes.”
Para ciertos instructores, la presentación parece primar la instrucción de los
alumnos. Es evidente que, en estas condiciones, las presentaciones corren el riesgo de
ser más perjudiciales que útiles.
Evitad pues dejaros llevar hacia estas “reprises” cómodas antes de que la doma de
vuestros caballos y vuestra instrucción sean suficientes.
No os dejéis deslumbrar tampoco por lo brillante de las presentaciones. Se puede
ser un brillante ejecutor e instructor deplorable. ¿Qué preguntaros primero, sino ser
instruidos?.
Y después, para vuestra formación y progreso, preguntad incansablemente a
vuestros Maestros los porqués de las prescripciones que os dan. Les haréis un favor.

Lo que vuelve apasionante toda nueva doma es que cada caballo tiene su
personalidad, hay que saber explotar y no destruir, sus defectos y sus cualidades físicas
y morales las cuales es necesario tener en cuenta.
“En cada instante, la inteligencia del jinete debe estar en guardia y buscar las
causas de las dificultades encontradas (3). Para poder determinarlas, es necesario tener
conocimientos fisiológicos, físicos y psicológicos suficientes.
“La mecánica y la fisiología ‒ha escrito el teniente-coronel GERHARDT- son las
principales fuentes donde se puede encontrar la justificación de un método de doma.”
El jinete que quiere montar bien o domar debe saber cómo se mueve el caballo,
cómo actúa sobre su equilibrio por los gestos y sus balanceos, por los movimientos y la
disposición de sus dos agentes de fuerza principales, cuello y pelvis, y conocer la acción
fisiológica de las ayudas (4).

El antagonismo entre equitación de exterior y equitación superior, aprendida


(sabida) o de doma que muchos jinetes parece que se complacen en exponer, no tiene
objeto.
La equitación superior no es más que la prolongación de la otra. No implica de
ninguna manera procedimientos especiales o excéntricos más que los se ve emplear a
veces.
En la equitación de exterior, el caballo es llevado hasta un cierto punto de doma
suficiente para la utilización envisagée ¿a la cara?. En la equitación superior, es llevado
más allá, pero l o s p r i n c ip i o s s o n l o s m is mo s .
No hay varias equitaciones. No hay más que una, y l a im p uls i ó n y el equilibrio
(equilibrio en la impulsión) e s la base esenc ia l. La impulsión se convierte en el faro que
ilumina toda la equitación, la manifestación de la obediencia del caballo, la base
fundamental de su empleo y la razón de su brillo.
El método de doma expuesto, tratado con esta concepción, podrá ser útil a todos
los jinetes, cualquiera que sea el empleo del caballo que haga.

Notas:
(1) Equitation raisonnée; - Comment apprendre á Monter á cheval;- Perfectionnement équestre.
(2) Ver Equitation raisonnée , antes mencionado.
(3) Dressage, coronel JOUSSEAUME.
(4) Todo está tratado en Equitation raisonnée.
PRIMERA PARTE
Consideraciones sobre la doma.
C APÍTU LO PRIMERO

SOB RE EL MÉTODO
La mayor parte de los jinetes que emprenden la doma de un caballo o dirigen las
domas proceden muy a menudo sin método. Saben bien que la doma consiste en volver
al caballo manejable, pero esto es insuficiente. En equitación, como en todo, no se hace
bien más que cuando se trabaja con inteligencia.
Una doma irracional tiene la suerte de desembocar en la relatividad (rétivité). De
donde, necesitada de un método, de una progresión hacia objetivos sucesivos
lógicamente ordenados, de un camino que debe llevar el caballo de la ignorancia al
saber. El orden y el método deben venir al auxilio de la ciencia y de la inspiración.
Un método de doma no consiste en exponer cronológicamente, en un orden muy
lógico, una sucesión de figuras de manejo (de doma). Esto no enseña nada a los jinetes,
y las figuras de doma no tienen ninguna virtud propia. Una obra sobre la doma que
expone una dosificación, aún siendo sabia, de figuras de doma hace el efecto de un
libro de recetas de cocina.
Es verdad que, para algunos instructores, instruir a los alumnos consiste en
obtener de ellos la ejecución de vueltas bien redondeadas, regulares y del diámetro
reglamentario. O, tanto alumnos como caballos burlándose apasionadamente,
alocadamente del reglamento, fût-il olympique.
Los progresos no vienen de la ejecución de tal o cual movimiento. Lo que es
importante, e s saber p o r q ué es necesa r i o hacerlo s y q ué hacer pa ra hacerlo s
b ie n .

Todo movimiento mal ejecutado, no sólo es inútil, sino también negativo. No hacer demasiado de cualquier manera sino
poco y bien.
El método que sigue lo expresa en lo que llama “El punto”
Situación: donde me encuentro
Objetivo: A donde quiero llegar
Diversos tipos de objetivos
El conocimiento y la reflexión ordenarán los objetivos
Progresión: modo de actuar
C APÍTU LO SEGUN DO

PSICOLOGÍA

1er . - D i ferentes “centr o s ” del caballo.

La doma comporta acción sobre diferentes “centros” del caballo: centro motor -
centro emocional ‒ centro intelectual.
El centr o m oto r es el vehículo, la máquina animal. Está sometido a las leyes
físicas, mecánicas (equilibrio - movimiento).
El c entr o emoc io n al, receptor de las sensaciones, es la base de la formación y
de la evolución del c entr o i n telectual que dirige la voluntad del caballo. Estos dos
centros están sometidos a las leyes psicológicas.
Es a través del centro emocional por el que el jinete actúa sobre el centro motor y
sobre el centro intelectual, sobre la voluntad del caballo que es una transformación en
buena voluntad. El centro intelectual es el último bastión a conquistar, porque la doma
no es ni una violación ni una dominación, es una conquista. Se llega así, con esta
concepción, a unas indicaciones a partir de las cuales el caballo que se ha dado, va
confiando. Es la plenitud de la posesión. Centros motor y emocional han entonces
pasado bajo el control del centro intelectual del caballo donde la buena voluntad ha
ganado. La sumisión de la máquina animal depende de la sumisión del centro intelectual
del caballo, quien bien a controlar el centro motor como la inteligencia del jinete debe
controlar sus propias acciones (fig 1).
Estas imágenes nos ayudarán sobre todo en cuanto que justifican la falta de progresión del caballo en
determinados momentos.

Aprendizaje: aproximación de sensaciones: Bien hecho: confort


Mal hecho: repetición hasta alcanzar un gesto de buena voluntad:
reconocerlo
El jinete debe saber controlar sus propias emociones, sus consecuencias, las propias acciones
(1) La educación del bebé empieza por su centro motor: captación del propio cuerpo / situación
de su cuerpo en el espacio.
La educación del niño antes de alcanzar el uso de razón, es a través de su centro emocional. Las
“razones” para ellos son en cuanto emociones o sensaciones.
En las personas mayores: 1º comprender, 2ºsentir la necesidad de…, 3º actuar.

La doma constituye pues una elevación tanto para el caballo como para el
hombre.
Es el triunfo del Espíritu sobre la Materia.
Nosotros tenemos unos deberes para con nuestros hermanos menos
evolucionados que nosotros. Los que se ocupan de los animales, jinetes y domadores
en particular, son instrumentos, agentes de la Evolución.

FIGURA 1.- Subordinación de los centros

2ª. - La s leyes p s ic oló g icas de la obed i enc ia .

Las leyes psicológicas de la obediencia están basadas en la ley de las


asociaciones por semejanza o contigüidad. V. P.E. pag34, II G. LE BON .

Estas leyes se aplican tanto a los niños y los pueblos como a los animales. Sin
ellas no hay educación posible.
Basta con hacer seguir toda obediencia de una recompensa y toda desobediencia
o mala voluntad de una corrección para que el caballo llegue a comprender lo que debe
hacer y obedecer. (corrección no punición)
“El caballo hará todo lo que se quiera ‒ ha escrito JENOFONTE- si él espera
alguna recompensa.” La r ecom pen sa es el mejo r med io de actua r s o b re la
memo r ia , muy desarrollada en el caso del caballo. V. P.E. pag34, II G. LE BON

La equidad debe ajustar esfuerzo y recompensa.


Se trata, después de todo, de distribuir y de dosificar recompensas y
correcciones y también de aplicarlas en el m ome nto p rec is o . Recompensas y
correcciones tardías son, en efecto, más dañinas que útiles (asociaciones). Pues si es
necesario tener la caricia siempre preparada en la punta de los dedos, no se necesita
acariciar con un propósito y sin un propósito para que la caricia conserve su valor de
recompensa.
Cuanto más pertinaz es la resistencia, más se necesita saber recompensar.
Vale todavía más no corregir si no se tiene la certeza de que la corrección es
merecida. Es necesario determinar si la desobediencia es consecuencia de una
resistencia (mal querer), de imposibilidad o de ignorancia. La mayor parte de las veces,
si el caballo no obedece es porque no sabe, no comprende o no quiere. Y, si no ha
comprendido, muy a menudo es porque el jinete no ha sabido hacerse comprender. Si
se defiende, es porque el jinete pide demasiado.
V. Cap. Bendant. V pag 23
Nada más hacer sentir las ayudas, reposo al paso con riendas largas, dejar ir al
caballo en línea recta después de haberlo contraído en un círculo, pueden ser
apreciados como recompensas.
Corregir no quiere decir obligatoriamente golpes que hacen daño y hieren. Todos
los procedimientos que permiten al jinete imponerse, obligar sin pegar son preferibles
(espalda a dentro, efecto de conjunto, piruetas (1) sobre la espuela). Obligar con calma y
obstinación sin violencia y sobre todo sin cólera. Reiterar la petición actuando con
distintas ayudas. Que el caballo esté muy temeroso, muy sensible a la regañina, puede
constituir, en la mayoría de los casos, una corrección suficiente.
En lugar de castigar, que el caballo se sienta incómodo: incomodar.

La repetición de sensaciones haciendo pasar del consciente el inconsciente educa,


permite cultivar la obediencia, dar al caballo el sentimiento de lo que debe hacer, el
sentimiento de su deber, de hacer pasar los centros emocional y motor bajo el control
del centro intelectual.
Estas no son mas que ideas que es necesario hacer comprender al caballo, el
centro intelectual no se formará mas que poco a poco bajo la dirección del jinete, es al
centro emocional al que es necesario dirigir. Es necesario h acer se nti r al caballo
se n sac io ne s claramente d i fe re n tes según que él obedezca o no, que el se ponga
(meut) en la actitud querida o no.
Domar equivale a hacer comprender, después a persuadir, a convencer.. Snt Fort
Paillard
1º Comprender al caballo
2º hacerse comprender por el caballo

Tratar al caballo con mucha suavidad y paciencia, considerarlo no como un


enemigo o una bestia a domar si no c om o a u n n i ñ o a i n s tr u i r .
Es preciso ganar su confianza y su buena voluntad, hacerse un amigo.
La buena voluntad no puede ser ganada mas que con suavidad. Pero la suavidad
no debe excluir la firmeza. Es necesario dominar, someter al caballo. “La voluntad del
jinete no debe ser un muro que el caballo siente imposible franquear.” Ant des Salins . A
menudo hay una lucha entre dos voluntades; sin embargo es preciso representar que no
existe una cosa, por muy dura que ésta sea, que no pueda romperse con más dureza
que ella.
Proscribir el empleo de la fuerza en la medida de lo posible. Es sobre todo con la
inteligencia, la astucia y la sagacidad con la que es necesario obligar e imponerse.
Llamando a la fuerza se corre el riesgo de no ser siempre el más fuerte.
Ni cólera ni brutalidad. No perder jamás el control de sí mismo. Cuando se quiere
dominar a los otros, p r ime r o hay q ue d o m ina r se .

(1) Effet dʼensemble= media parada moderna?. V. PERFECTIONEMENT E. pag 14


C APÍTU LO TERCERO

PORQUÉ ES NECESA RIA LA DOMA


Domar un caballo no consiste solamente en que él aprenda a obedecer las
ayudas. Esto será simple y rápido de hacer.. E s necesa r i o p r ime r o p o ne rlo e n
s ituac ió n de p o de r o bedecer .
La noción que debe dominar la doma es que el equilibrio natural del caballo es
destruido por la presencia del jinete en su espalda. L a s d o s te rce ras pa rtes del
pes o del j inete s o n s o p o r tadas p o r el terc io delanter o (lʼava nt-ma in ) . El
caballo montado se encuentra, al principio de la doma, en una situación comparable a la
de un caballo que desciende una pendiente arrastrado por el peso de su masa.
C óm o el caballo, en esta situación, puede recuperar con su equilibrio la
¿C
disposición de sus gestos?
- Por aumento del empuje de las caderas (5).

FIGURA 2.- El empuje de las caderas hace variar la dirección del esfuerzo de los
posteriores.

Es co n el terc io tra se r o co n el que s o st ie ne , se retie ne y se mantie ne


más ( se tie nt, se retie nt o u se s o ut ie nt davantage) . Del empuje de las caderas
se deriva “la actitud mantenida” (“lʼattitude sostenue”), uno de los términos de la monta
(ramener= volver a llevar). A mayor empuje de las caderas, el caballo se vuelve más
ligero. (2)

El caballo desbocado cara al viento “desciende la pendiente” en pérdida de


equilibrio. Él no sostiene su masa con los posteriores.
La doma tiene por lo tanto como principal objeto e l restablecim ie nto de las
p r o p o rc io ne s natu rales del pes o e ntr e el te rc io delante r o y el tra se r o . (1)
El equilibrio del caballo a considerar no es el equilibrio estático resultante de una
oposición de fuerzas iguales que no puede producir mas que la parada del movimiento,
es “el equilibrio indiferente”, el equilibrio del animal en movimiento que se podría llamar
equilibrio animado.
Equilibración de DʼOrglix D.Olivier

La puesta del caballo en equilibrio no es una puesta sobre los corvejores con las
manos, es una puesta aplomada, el caballo se queda en su equilibrio horizontal,
equilibrio en el que se encuentra cuando está en libertad sin peso sobre el dorso. Está
constituida por el empuje de las caderas y de la base del cuello, de forma solidaria, en
una disposición equilibrada y al juego cómodamente desencadenado de los dos agentes
de fuerza y equilibrio principales del caballo: cuello y pelvis. (3)

Este equilibrio es un poco comparable al realizado andando con una fusta en


equilibrio sobre la mano en lo que concierne al caballo, y, en lo que concierne a las
acciones del jinete, a una silla sostenida en equilibrio sobre dos patas traseras por las
acciones alternadas en sentido contrario cada vez más cerca y reducidas (fig. 3), estas
acciones no se producen, evidentemente, mas que cuando el equilibrio se pierde.
En una obra del capitán de BRIGNAC, yo creo, el centro de gravedad del caballo
es comparado a una bola de plomo que rueda en un tubo. Antes de encontrar su
“posición” de equilibrio, la bola oscila alternativamente en un sentido y en otro con unos
desplazamientos cada vez más reducidos. Sobre el caballo en movimiento, la bola oscila
constantemente, más o menos, pero no se fija. (4)

FIGURA 3.- Equilibrio animado.

Un caballo se dice “en equilibrio” cuando se lleva hacia adelante con una ligera
indicación de las piernas, cuando disminuye o se detiene bajo una ligera demanda de las
manos sin necesidad de fuerza. Cuanto más fácil es el desplazamiento de los pies, el
equilibrio es más perfecto.
El caballo n o se v uelve l ige r o a las ayu das mas q ue cuan d o está en
equ il ib r i o .
Las resistencias que el caballo opone en esta puesta en equilibrio provienen de
que él no está preparado por naturaleza para llevar un jinete, de que cuanto más
empujan las caderas y los posteriores, el tercio trasero del caballo más se obliga a los
esfuerzos en previsión de los cuales, no estando preparado, debe ser adaptado. (fig 4)
(6).

FIGURA 4.- Cuanto más empujan los posteriores, más separados están los radios
de la rueda figurada, más acusados son los movimientos verticales. (5)

La doma propiamente dicha debe estar precedida de un periodo de desbrave, que,


en principio, dura un año.
El desbravado puede ser acortado, pero no debe ser suprimido jamás de cara a
constituir una base firme y sólida sobre la que los progresos podrán ser edificados, y
también para hacer olvidar al caballo las malas lecciones que él habrá podido sufrir
anteriormente en otras manos.
En principio, el desbravado debería comenzar a los cuatro años y la doma
propiamente dicha un año más tarde.
Estos periodos eran sin embargo, incluso antiguamente, alargados y acortados
con unos domadores experimentados. FILLIS empezaba a montar a los caballos pura
sangre a los dos años y medio o tres.
Los jinetes, sometidos como los otros humanos a la presión de los tiempos
modernos, están más presionados que antiguamente y buscan un rendimiento más
rápido.
Actualmente el desbravado de la mayor parte de los caballos pura sangre o no,
está empezando a los tres años y su doma a los tres años y medio o cuatro.
Pero supone que los caballos hayan sido alimentados con avena anteriormente y
necesita cuidados, atención, progresividad en el trabajo y moderación en las exigencias
para evitar las taras que, sin esto, no dejarán de deteriorar el caballo y de comprometer
su futuro.
En el curso de esta exposición, en cada nivel alcanzado nosotros haremos el
balance procediendo de este modo:
- S ituac ió n del caballo, su estado de doma en el momento considerado.
- O b jetiv o a alcanzar.
- Estu d io de la pr o g re s ió n y p r oced i m ie nto s p rec o n izad o s para
alcanzar el objetivo fijado.

EL BALA NCE

S i tu a c ión: El caballo no ha tenido jamás una silla de montar sobre la espalda y no sido
jamás montado. Él no está familiarizado con el hombre o lo está poco. Él no está en condiciones no
psíquicas ni morales.
Obje tivo : Puesta en forma y saludable ‒ Desarrollo psíquico y formación del carácter. ‒
Familiarizar al caballo con el hombre. Habituarle a la silla de montar y a llevar al jinete. ‒ Obtener la
confianza y la calma. ‒ Obediencia sumaria a las ayudas.
Progresión: Puesta en el lomo. ‒ Las dos piernas. ‒ Las dos manos. ‒ Rienda de apertura.

Nota s:
(5) “Empuje de los posteriores” y “empuje de las caderas” frecuentemente son empleados
indistintamente. Hay sin embargo que diferenciarlos.
- E l em puje de lo s po ste r io re s es una de las fases de su funcionamiento; está seguido
de una parada de descanso.
- E l em puje de l as cad e r a s (arco de los riñones) hace que los posteriores funcionen
(empuje y parada) avanzando bajo la masa (fig 2). Esta disposición es favorable al
sostenimiento de la masa por los posteriores.
E l em puje de lo s po ste r iore s concierne más particularmente al movimiento, e l em puje d e
las ca d e r a s a una disposición.
(6) Ver Equitation raisonnée: Movimiento-equilibrio.

(1) A esto habría que añadir: el potro lleva al jinete con sus patas. El caballo lleva al jinete con su
dorso-riñones.
(2) Ver apuntes de Julio P.Palacios la descomposición de fuerzas en la columna vertebral.
(3) Ver J.C. Racihet. Vers….Tesis
(4) Ver D. Olivier. La movilidad
(5) Menos movimiento de pies: mayor número de radios: pasos + cortos y precipitados
Más movimiento de pies: menor número de radios: pasos + amplios y sostenidos.
A- DESB RA VE

La insuficiente fuerza muscular hace que al principio del desbrave el joven caballo
se tensa bajo el jinete, lo que paraliza los gestos de sus balancines (cuello, masa del
vientre, miembros).
Privado del juego de sus balancines, el caballo marcha casi solamente con sus
miembros y no con su riñón, del juego del cual depende el de los balancines. Esta
ausencia de colaboración entre el esfuerzo muscular y los gestos entraña un gasto de
fuerzas duro y perjudicial al caballo (taras); también es necesario supervisar muy de
cerca el estado de los miembros durante este periodo.
La flexibilidad natural del caballo es insuficiente para que él pueda moverse
cómodamente con un jinete sobre el dorso. El joven caballo se encuentra así molesto
por el balanceo auxiliar que constituye el cuerpo del jinete que trae en la locomoción un
trastorno que no puede remediar mas que con un aumento de flexibilidad y de juego de
sus propios balancines.
Así, fuerza muscular y flexibilidad del caballo tienen necesidad de ser
desarrollados. La gimnasia de flexibilidad del principio tiene como finalidad
desentumecer la musculatura del joven caballo y de devolverle la disposición de sus
gestos.
El caballo es domado en primer lugar a la cuerda (7). Es así como empieza el
dominio del caballo, su flexibilidad psíquica y moral. Tralla y cabezada de cuerda
(serreta), enseñan al caballo las primeras letras del alfabeto de la doma.
Procediendo en el orden: 1º chasquido de la lengua; 2º tralla, el caballo,
asociando las dos sensaciones contiguas, aprende a ir hacia adelante con el chasquido
de la lengua. Éste evoca enseguida a la tralla que, necesariamente, le sigue.
Procediendo en el orden: 1º voz, 2º cabezada de cuerda (serreta), el caballo
aprende a disminuir y pasar a un aire inferior (oh! Oh!) y a pararse (oh! Lá!).
Esto se rá ut il izad o pa ra la in ic iac i ó n a las ayudas e n lo s p r ime r o s
tiemp o s e n l o s q ue el caballo se rá m o ntad o .
El caballo no debe ser puesto al galope a la cuerda y sobre grandes círculos al
principio mas que cuando él esté calmado y obedeciendo al paso y al trote. Hay además
otras ventajas para evitar el galope a la cuerda. Es más preferible darle las primeras
lecciones de galope al exterior en línea recta.
El caballo es domado también a la cuerda y con calma a pasar pequeños
obstáculos de 0,50 a 0,80 al paso y al trote.
El trabajo a la cuerda podrá ser más tarde de gran utilidad para la doma en el
obstáculo, para relajar a los caballos difíciles, para hacer trabajar a los caballos que no
pueden ser montados por falta de tiempo o caballos lesionados (hundidos?) en el dorso
o de paso des sangles.
Antes de domar un caballo a la silla, es preferible prepararlo poniéndole la cincha
en la cuadra que se le cierra progresivamente cada día un poco más.
Después el caballo será domado a la silla a la cuerda. Es prudente ponerle las
primeras veces un collar de caza con la silla de manera que la cincha no pueda
deslizarse bajo el vientre del caballo en caso de defensa o de botes de éste, lo que
podría ocasionar accidentes. La silla se pone al principio sin estribos, después con los
estribos colgando.
Principios de la lección de monta. (montoir = agarrar)
Después de algunas vueltas con el jinete situado con el vientre en la silla
(echándole el peso) y con el caballo con el filete llevado a la mano por un ayudante, el
jinete sube al caballo y es puesto a la cuerda, el jinete sosteniéndolo por las riendas y el
ayudante llevándolo poco a poco a la cuerda.
El caballo a la cuerda aguantando al jinete, puede aprender a ir hacia adelante con
las piernas, el jinete, procediendo de lo conocido a lo desconocido, asocia la presión de
las dos piernas al chasquido de la lengua (asociaciones). Si es necesario reforzar la
acción de las piernas: batiendo las pantorrillas, los talones o la fusta. Llamada de la
tralla en caso de necesidad.
Proceder igual, riendas primero, voz a continuación, para enseñar al caballo a
pararse a la llamada de las manos.
En caso de desobediencia, regresar a lo que conoce y utilizar de nuevo las
asociaciones por contigüidad.
Por la recompensa y la repetición, el caballo llegará en seguida a ir hacia adelante
a la solicitud de las piernas y a pararse con la de las manos.
P ier na s s in man o s y man o s s in p ier na s : todo lo que viene de las piernas
quiere decir: avanza. Todo lo que viene de las manos: disminuir y parar. No pedir:
¡Adelante, alto!. (1)
(1) Cuando se pone la pierna, quitar la mano, y viceversa. ¿Por qué? Porque no se puede obedecer o
entender dos órdenes a la vez, no sólo distintas sino también contradictorias. Lo primero es que el caballo
tenga las ideas claras.

Anda r : Las dos piernas, presión en su sitio cerca de la cincha y no detrás y


cesión suave de las manos (riendas previamente ajustadas).
El gesto de adelantar manos y hombros ya invita al caballo a ir hacia adelante.

Para r : Ensanchar el pecho, cerrar los dedos cada vez más fuerte y, si es
necesario, tensión de riendas de abajo hacia arriba, m a nten ie nd o p ie r na s ceñ ida s
per o n o a g itá nd olas .
Idem. El gesto de echar el propio peso hacia atrás invita al caballo a venir hacia atrás

Ayudas atentas cesando toda acción desde que el caballo comienza a obedecer.
Proporcionar las acciones a la sensibilidad del caballo. Comenzar por las acciones
(cerramiento de pantorrillas y de dedos) lo más mínimas posible, que se aumentan
progresivamente hasta la obediencia. Cesar la acción desde que se siente que el caballo
va a obedecer. Evitar las acciones demasiado fuertes que pesan y se prolongan más allá
de lo necesario.
El caballo es susceptible de obedecer a indicaciones infinitamente más ligeras que
lo que piensan muchos jinetes, y su sensibilidad crea una afinidad considerable con la
sumisión.
La cuerda se abandonará desde que el caballo montado pueda ser conducido sin
ayuda de ésta.
El caballo en el exterior en terreno variado es recomendable en el curso del
desbrave, dejando el máximo de libertad en el cuello sin soltar el apoyo, el caballo se
propulsa con una extensión suave del cuello. Paso montado de pequeños obstáculos
naturales (fosos, taludes, troncos de árbol).
La suavidad se desarrollará con vueltas amplias llevando la cara hacia el interior
de la vuelta. No pedir mas que obediencia completa a las ayudas. Andar, parar, vueltas
amplias con la rienda de apertura y expresarse claramente.
En caso de rétivité, volver de nuevo cuanto sea necesario a la lecció n de la
p ie r n a , ba se de to da d oma .
La embocadura debe ser suave, un filete grueso salvo en casos particulares, pero
este no es lo que más cuenta, es la mano, mano ligera, apoyo elástico y codos flexibles
lo que le da confianza. E l caballo n o debe temer jamás la man o . Él no se entregará
mas que con esta condición.
En todo caso, el jinete debe convencerse de q ue tranq u il idad y con f ia nza,
que constituyen el presente objetivo, n o se p ueden alcanzar mas q ue c o n
s ua v idad y calma. Ofrecer lo contrario: la calma a la impaciencia, el orden al
desorden, la energía a la pereza, la suavidad y a la rigidez.
La calma del domad o r debe estar baj o c o ntr ol y la benev olenc ia es
u na de las cualidades p r im o r d iales .
B - DOMA
La doma tiene por objeto volver al caballo cada vez más agradable. Tiene como
finalidad la sumisión completa a las ayudas.
Con el desbravado el caballo se ha acostumbrado a llevar al jinete; en la doma se
le obliga a ir delante, a entregarse completamente manteniéndose en equilibrio.
Nosotros indicaremos objetivos sucesivos a alcanzar, pero evidentemente el
perfeccionamiento de los resultados alcanzados, la sumisión, la obediencia a las
acciones cada vez más ligeras, son perseguidos constantemente.
Aunque la rectitud sea un objetivo todavía lejano, el jinete deberá velar por la
simetría en la tensión de las riendas y fusta y acariciando tanto con una mano como con
la otra. En lo que concierne al caballo, trabajar al paso y al trote sobre todo a la mano
izquierda y al galope a la mano derecha. Trotar levantado más sobre la izquierda que
sobre la derecha. Trabajar más del lado hacia donde el caballo ejecuta los movimientos
con menos facilidad y trotar sobre el pie en el que el jinete está menos cómodo.
EL BALA NCE

S i tu a c ión: el caballo se ha adaptado a su trabajo. Su organismo está fortificado, su


equilibrio ha mejorado, lleva al jinete con los riñones. Está confiado, calmado a los tres aires.
Responde a la demanda impulsora de las piernas, coge el apoyo suavemente a la mano baja,
obedece a la rienda de apertura. Está domado a la cuerda, va a la cuerda y con calma al paso y al
trote a pequeños obstáculos y, montado, a pequeños obstáculos naturales.
Obje tivo : perfeccionar el equilibrio ‒ movimiento ‒ sumisión. Volver al caballo más manejable,
obediente a las acciones más ligeras de las ayudas. Ponerlo hacia adelante con las piernas. Llevarlo
hasta entregarse cada vez más al jinete. Incrementar la suavidad general del caballo, de la columna
vertebral en particular, con vistas a aumentar la capacidad de empuje de las caderas (los
posteriores)
Progresión: Extensiones de cuello. ‒ Incurvaciones. ‒ Pierna que incurva. ‒ Rienda de apoyo.

Nota s:
(7) Ver Trabajo a la cuerda y doma al obstáculo de GOUTAUT-BIRON.
DRESSA G E . Cte Licart

SEGU
U N DA P ARTE
D o m a.

1
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

CAPITULO PRIMERO

PO
O R D E L A N T E D E L A S PII E R N A S
(EN AVANT DES JAMBES)

1.- Equil ibrio

¿ Q ué
é es
s l o q ue s e o p o ne all em
m p ujj e d e l as
s caderas
s ? . El defecto de elasticidad o
el estado de contracción de los músculos inversores del cuello. (fig 5) (8).

FIG 5: _S: Músculos inversores del cuello.- A: Elevadores de la base del cuello.- M: Flexores.

Es necesario por lo tanto hacer trabajar estos músculos en elongación. Esto se obtiene
mediante una gimnasia a base de e x ten s i o ne s y de i nc u r v ac io
o ne s del cuello.

- Las e x te n s io
o ne s del cuello hacen trabajar simultáneamente los inversores en
elongación.
- Las i nc u r v ac io
o ne s , incompatibles con la contracción simultánea de los dos
inversores, descomponen y disocian su resistencia conjunta (fig 6). Es imposible
para un caballo incurvar e invertir el cuello al mismo tiempo.

Despejado el antagonismo de los inversores del cuello, pueden efectuarse la elevación


de la base del cuello y empuje de las caderas. (9)

FIG 6 ‒ La incurvación obliga al alargamiento de uno de los dos cervicales.


Estos músculos son antagónicos. V. CAHIERS II, pag 112

2
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

Para ser eficaces, las extensiones del cuello deben hacerse bajando la cabeza del caballo
durante el movimiento, lo que corresponde, como un movimiento de báscula, a la
elevación de la base (fig 7)

Natural

Eficaz. Educada

FIG 7 ‒ Extensión del cuello. Fig 22 ER

Las extensiones del cuello se solicitan al principio de la parada por la tensión de las
riendas de abajo a arriba, las riendas se deslizan mediante un rozamiento más o menos
suave entre los dedos (fig 8) (9). Pepe Jordá a DʼOrgeix

Combinando extensiones del cuello y movimiento hacia delante (fig 9), se obtiene
enseguida la extensión del cuello con la solicitud de las piernas, las cuales van
sustituyendo poco a poco a las manos.

Así, aumentando la acción sobre los inversores, las extensiones del cuello colocan al
caballo por delante de las piernas.

Fig 8 ‒ Solicitud de la extensión del cuello.


Así lo pide DʼOrgeix.
V. carpeta “cuello” fig 33 PE
1er paso que hay que conseguir: que cuando el caballo sienta la mano, tire de ella en lugar de huir de
la mano echando la cabeza hacia arriba y hacia atrás, invirtiendo el cuello.

3
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

Después estos movimientos son regularizados. Poco a poco, la apertura de los dedos se
sustituye por el apoyo suave elástico de los codos.

A la presión de las piernas, el caballo pregunta a la mano. Si los dedos se abren, él


extiende el cuello; si se quedan cerrados, la cabeza se recibe sobre la elasticidad de los
codos, el caballo se sostiene. Así, de este modo, el caballo siempre puede estar colocado
y dirigido por delante de las piernas y sobre la mano y el jinete puede regular el
contacto a su voluntad.
V. Perfec pg 30

Fig 9 ‒ Extensión del cuello combinada con el movimiento hacia adelante .


Fig 34 PE
Cuando el caballo tira correctamente de la mano o enviando a la mano.

Hay que observar que las extensiones del cuello pueden ser utilizadas bien para
desarrollar la distensión de los posteriores (contacto de la mano), bien para acentuar la
postura del caballo dejando al cuello extenderse libremente. En este caso, para
compensar el peso que avanza a continuación del cuello en extensión, el caballo empuja
las caderas hacia adelante.

En el transcurso del adiestramiento se ha de volver frecuentemente a las extensiones del


cuello para mantener esta propensión del caballo a responder a una tensión de las
riendas con una extensión en sentido inverso. Principio de acción y reacción

La s ex x ten s io
o ne s dell cuell l o co
o n s t ituy
y e n ell ejj erc ic i o f u n dam
m entall de l a do
o m a,,
l a g im
m nass ia de b as s e de l a p ues s ta en l as s ay y udas s (por delante de las piernas y
sobre la mano). V. Cahiers de P. Chambry.

Cuando el caballo comienza a estar “por delante de las piernas”, hay que someterlo a la
gimnasia de l as
s inc u r v ac io
ones.

Estas se obtienen al principio con l a r ie nda de ap


p e rtu ra (10).

Consolidar primero el aplomo en el asiento. Inclinarse hacia adentro entrenaría al caballo


sin incurvación. Con ciertos caballos que tienen tendencia a “volcarse en las vueltas”,

4
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

para conseguir que se incurven sin perder el equilibrio, el jinete debe desplazar su peso
sobre el lado exterior para compensar el desplazamiento de la mano.

Separar la mano, ampliamente al principio, riendas ajustadas, uñas hacia arriba, la mano
se limita a dar la dirección de la acción a la rienda como si el jinete tensara la mano a
algún lado de la vuelta. En el empleo de la rienda de apertura, como en las otras riendas,
la nariz del caballo no debe salir de la línea de los hombros bajo pena de salir de la
trayectoria del caballo, de la línea de empuje de los posteriores y de destruir así armonía
y tensión.

La acción de la otra rienda es muy importante; es ella la que, en tensión, regula y


sostiene la incurvación, manteniendo la base del cuello en su sitio y el movimiento del
caballo hacia delante. Así, como en todos los movimientos laterales además, u n a ma
ano
d i r i ge
e la
a b oc
c a , y la
a o t r a la
a ba
a se
e d e l c u e llo.. ( 1 )

V. “E en D.” De des Salins


De esta manera se evita el que la incurvación se quede en un ¿? el cuello del caballo.
(1) la mano interior controla la dirección: actúa sobre la boca (le bout du nez).
La mano exterior controla el equilibrio del caballo: actúa sobre la columna del caballo, sobre todo el
caballo (la base de lʼencolure).

El jinete tiene la impresión de que sujeta el cuello por los dos extremos. En la vuelta a la
derecha, por ejemplo, sujeta la boca con la mano derecha, la base con la mano izquierda,
y lleva así el cuello en la dirección donde quiere ir.

No se puede tener tensión sin contacto en l ass do o s manos, de la misma forma que no
se puede aumentar la impulsión sin la acción de l as
s d o s piernas.

De esta forma, durante los movimientos, el caballo permanecerá en las ayudas. Si él no


obedece a la solicitud de la mano, no debe ser forzado mas que con el fuerte empuje de
las piernas. No hay que obligar nunca con la mano, s i n o c o n l as
s p ie r na s .
No es una q. de dirección sino de derrapaje hacia delante. Se puede sustituir por el CANAL.

La rienda de apertura no se puede practicar mas que cuando el caballo obedece


suficientemente a las piernas. Si se ha ido demasiado rápido, hay que volver hacia atrás
(lección de la pierna)

Velar para no molestar los gestos del caballo en el empleo de la rienda de apertura al
paso, acompañando los gestos del cuello con el juego de los codos.

Las incurvaciones del tercio delantero tienden a extenderse a la extremidad opuesta, por
lo que este es el momento de enseñar al caballo l a p ie r na q ue in c u r v a .
V. STEINBRECHT.

Al comienzo de la doma, el jinete se apodera en primer lugar de la parte delantera, la


más lejana de la masa y, por tanto, la más accesible, pero, a medida que la doma
progresa, las piernas deben sustituir poco a poco a las manos en la conducción del
caballo. El papel de las manos se reduce cada vez más a indicaciones que se dirigen a la

5
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

buena voluntad del caballo, a su comprensión, que hablan a su inteligencia. Son las
caderas a las que es necesario alcanzar, “ e se e n úcc le
e o d e f u e r za
a s d e i mp u ls i ó n
d o n d e r e s i d e n la
a s f u e r za
a s d e l c a ba
a llo” (General LʼHOTTE).
B. Training (¿?) (contrario)
V. pg 23 I

La acción de la pierna derecha en la cincha perpendicularmente al caballo provoca la


incurvación de la columna vertebral a la derecha (11).
Importantísimo: hay que adelantar la pierna para que actúe detrás de la cincha.

Para pedir las incurvaciones, la acción de la pierna derecha, por ejemplo, debe
producirse en el momento de apoyar el anterior derecho e inversamente, y, en el caso
aquí considerado, prolongar un poco su acción para forzar y acentuar la incurvación.
Permaneciendo bien aplomado sobre el asiento. Hay que evitar la inclinación del lado de
la pierna actuante y cuidar no abrir una pierna cuando la otra actúa (lo que se ve hacer en el
paso español), hay que conservar las dos piernas ajustadas para evitar una huída de
impulsión lateral. Una pierna actúa como un apoyo para la otra (12).

Las incurvaciones obtenidas mediante la rienda de apertura se prolongarán hacia atrás,


hacia las caderas a las que se trata de ganar poco a poco, por l a r ie nda de ap
p o y o que
se dirige a la base del cuello.

Las acciones de las riendas no son eficaces mas que cuando mantienen a la base del
cuello solidaria con las caderas. Esto es particularmente evidente en el caso de la rienda
de apoyo. Toda acción de la rienda de apoyo sobre el cuello invertido, por ejemplo, cuya
base hundida escapa a la rienda, es ineficaz.

Como para la rienda de apertura, contacto de la otra rienda y acción en caso de


necesidad siempre se refuerza, no con más mano sino con el empuje de las piernas.
Asiento correcto y no abandonado a la deriva.

En caso de desobediencia a la rienda de apoyo, volver a la rienda de apertura que


destruirá la inversión del cuello y vincular su acción a aquella de la rienda de apoyo.
Debiera ser ¿? que pone redondo al cuello.
Doblar y cambiar de mano, por ejemplo, a la mano izquierda: después de haber llevado
la boca a la izquierda para doblar con la rienda de apertura, la mano izquierda,
transformando su acción en rienda de apoyo, empuja la base del cuello hacia la derecha
para efectuar el cambio de mano (uñas hacia arriba).
Cambio de su¿? por el caballo de incurvación y de equilibrio de una espalda a otra.
El jinete hace así con la mano izquierda un movimiento “en cuchara” recogiendo la base
del cuello y llevándolo hacia delante y hacia la derecha (fig 10). El movimiento se
termina como si el jinete quisiera levantar el pelo de la base del cuello. El posterior
izquierdo sigue a la cesión de la mano izquierda. (fig 11)

6
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

Fig 10 ‒ Rienda de apertura izquierda se transforma en rienda de apoyo.

Fig 11 ‒ La cesión de la mano izquierda favorece el movimiento de elevación de los hombros y la


aducción del posterior izquierdo.
V. Fig 28.
Fig 48 Eq.R
V. Perfectionement Eq: pg 24 fig 26 y 27

Durante esta gimnasia de incurvaciones, la mano debe estar atenta a las cesiones, dedos
entreabiertos al principio para dejar al cuello extenderse, después cesión de los codos
que acompañan más o menos la distensión hacia adelante de las articulaciones del tercio
delantero, que nada entorpezca la buena voluntad del caballo en el movimiento hacia
delante. La mano cede y acompaña p er o n o v ie ne s o b re ell cab b all l o . Este debe
“correr hacia su bocado”; para esto, es importante que el bocado quede delante de él,
que no bloquee la boca.

Sobre todo, cuando la pierna se pone rígida, hay que velar para que no se obstaculice
con la mano el movimiento hacia adelante que la pierna pide. P ie r na s s in m a n o s , y
por lo tanto pendientes de q ue ell cab
b all l o es
s té
é atento
o.

La rienda de apoyo tiene sobre el caballo una acción más potente que la rienda de
apertura porque, a través de la base del cuello, se alcanza indirectamente a l as
s caderas
s
q u ie ne s , s o l as
s , im
m p o ne n l a d i recc ió n .

7
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

(1) X.2005 Desde las 1ª montadas, a un potro se le puede enseñar a desplazar en las vueltas, las espaldas más
rápidas que la grupa, con lo cual el potro empieza a echar su peso hacia atrás inevitablemente. Y esto con la
rienda de apoyo sobre la cruz para hacer cambiar las manos de posición y la rienda interior para indicarle a
donde debe ir. La rienda interior dirige la mirada y la exterior las manos del caballo, y, por supuesto, las
piernas, sobre todo la exterior, O a O.
(2) Discutible? XI.2003. Indiscutible. La rienda de apoyo empuja las espaldas, las piernas O. a O.

La rienda de apertura es una rienda de indicación. Con ella se dice al caballo: “¡ven!”. Es
una invitación. Con la rienda de apoyo se le dice: “¡Ve!”. Con las piernas: “¡Avanza o
párate!”.

A la inversa de lo que hacen muchos jinetes, que son flexibles y fieles a la línea recta y
se tensan cuando tienen que hacer un movimiento, hay que aplicarse e n re d oblar la
f lex ib il idad d u ra nte lo s m o v im ie nto s .

El jinete comunica al caballo por contagio o contacto todas sus disposiciones, su


flexibilidad, su rigidez, su suavidad, su actividad, su nerviosismo, su calma, su temor, su
confianza, su tensión, etc. Un caballo no es capaz de moverse con flexibilidad bajo un
jinete rígido, y cuanto más se siente al caballo tensarse bajo sí, más necesario es
esforzarse en ser flexible.

2.- Movimiento
Obediencia a la pierna. La mano contraria a la pierna
La posición por delante de las piernas ya ha sido favorecida por las extensiones del
cuello. Es necesario buscar, en este momento, la máxima impulsión más que obediencia
a las piernas, exigir que el caballo se entregue a pesar del peso del jinete que le incita a
retenerse.

A menudo, cuando es necesario, hay que volver a la lección de la pierna asociando


pantorrilla y espuela.

La acción de la pierna parte de la pantorrilla y va extendiéndose hacia abajo hasta la


espuela, que el jinete hace sentir si es necesario. Para que el caballo entienda las ayudas,
es necesario que sienta el hierro no solamente delante sino también detrás.

Solo la espuela puede dar el respeto a la pierna y permitir esperar la ligereza.

Los caballos son como las muchedumbres y los niños, las impresiones fuertes son las
que se gravan en su inteligencia y allí se quedan. Ellos tienen la ventaja de no tener
necesidad de renovarlas frecuentemente.

Por lo tanto, nada de semi-ataques de suavidad que aburren y vuelven frío a las piernas.
En caso de pesadez o pereza a la pierna, ataques enérgicos, autoritarios y espuela.

Contrariamente a lo que creen numerosos jinetes, la acción de la pierna no es más


fuerte cuanto más atrás se produzca. Efecto de conjunto ; su potencia sobre las incurvaciones

8
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

y el empuje de las caderas y de los posteriores es al contrario, más grande cuando se


actúa más cerca de la cincha (13)
V. pag. 21 prf (II)
No hay que olvidar que el objetivo es la obediencia a l as s p anto o r r ill l as
s y no a la
espuela, al menor aumento de presión d e l as
s p antoo r r ill l as
s . L a e s p uell a es s un
m ed io
o , n o u n o b j etiv
vo .

Hay que estar en guardia contra la palabra “talón”, que no quiere decir talón sino la
parte inferior de la pierna.

La b a s e de to
o da d o m a e s l a f ra n q uezz a e n ell m o v im
m ie nto
o h ac ia adell ante.

La insuficiente obediencia a las piernas es la primera causa de dificultades futuras.

El grado de obediencia a las piernas mide el grado de perfeccionamiento de la doma.

Toda resistencia se manifiesta por una disminución de la impulsión.

Para combatir resistencia o defensa, un solo remedio: ¡ Adell ante!! . (1)


(1) La mayor lección recibida de L. Beerbaum: el repaso que le dio al caballo noruego.

“Conducir el caballo, es ponerlo en movimiento, regular el movimiento y dirigir el


movimiento”. Nada de movimiento, nada de impulsión, nada de caballo. Esto es porque
lo que importa es volver al caballo suficientemente obediente a las piernas antes de
aprender a obedecer a las manos. “Las piernas ‒ dice BAUCHER- dan la impulsión
necesaria a los movimientos, la mano hace el papel de moderador y de regulador.”
Tamm b ié
é n l a acció n de l as
s p ie r na s deb
b e p receder a l as
s de l as
s m an o s .

Con los caballos fríos y pesados a la pierna, no hay que vacilar en recurrir a las piruetas
inversas sobre la espuela. En el curso de su adiestramiento, la mayor parte de los
caballos deben probar más pronto o más tarde la potencia de esta llave de judo en la
nuca. (14)
P. Jordá siempre empezaba por la pirueta inversa.
Es con las piernas con lo que se monta a caballo, y no con las manos. Siempre se hace
demasiado con las manos; hay que utilizarlas únicamente para lo que sirven y los
caballos van mejor. El abuso de las manos es siempre lo que provoca resistencias o
defensas. La forma de servirse con las piernas hace a los jinetes y los diferencia.
V. pg 27
So
o l o las piernas imponen la disciplina al caballo; s o l o las piernas deben forzar, en caso
de necesidad, las resistencias a las demandas de las manos; s o l o las piernas permiten
cultivar la obediencia, volviéndola más completa y más perfecta. Coged por lo tanto el
hábito de serviros de las piernas y p e rded ell de h acerll o to o d o c o n l as
s manos.
O. a O.
V. Perfect. Eq. Pag. 29 I
Servirse de las piernas no quiere decir que sea necesario servirse todo el tiempo y
demasiado con presiones continuas; por el contrario, es necesario utilizarlas c o n
o ne s b re v e s , in te rm
acc io m ite ntes
s , que no pesen, ni prolonguen su acción mas allá
que lo que sea preciso. Son las variaciones de presión las que actúan sobre la

9
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

excitabilidad. Y es necesario buscar la ligereza a la pierna, la obediencia al menor


aumento de la presión de las pantorrillas. (2)
Pepe Jordá.
La pierna no debe hacerle los deberes al caballo solo enseñarle lo que debe hacer y recordárselo con
autoridad cuando se le olvide.
(2) Cuando un objeto impresiona la sensibilidad por su contacto, esta impresión es mucho más fuerte cuando el
contacto se produce o cuando cesa que mientras dura (Saint Phalle)
Tensión intermitente= reacción en el sentido solicitado.
Tensión continua= reacción en sentido contrario.
(Nouvelle equitation pags 90-91)
La pierna solo es eficaz cuando se utiliza oportunamente y en la dirección adecuada.

3.- Sumisión.
QUE EL CABALLO ENTIENDA.

Buscar la obediencia a las ayudas cada vez más pero saber contentarse con un pequeño
progreso cada día. Ser muy progresivo en las exigencias. En doma se quiere ir siempre
demasiado deprisa. Para llegar rápidamente, no apresurarse, asegurar sólidamente cada
uno de sus pasos. Pedir a menudo, conformarse con poco. Recompensar mucho. Siempre.
Gral Faverot. Cap. Bendant . “Graduando las exigencias a medida que progresa el caballo es
cuando se está cerca de llegar deprisa pareciendo llegar lentamente. Se recogerán más
tarde los frutos de esta lentitud abordando los movimientos difíciles.” Ir suavemente, es
ganar tiempo. “Para progresar, buscar la perfección en los movimientos simples y
elementales.” (15)
Cap. Bendant.
Los aires irregulares, las actitudes defectuosas, las defensas, provienen muy a menudo
de que el jinete ha aprovechado de la generosidad de un caballo para pedirle demasiado
o demasiado pronto, antes de que el caballo haya adquirido una fuerza suficiente, antes
de que haya recobrado su equilibrio natural, que la elasticidad de sus músculos haya
sido suficientemente desarrollada.
Víctor Batista.
La mayor parte del tiempo los caballos no ceden porque no comprenden, no pueden o
es todavía demasiado duro para ellos.
Cap. X del Principito.
Hacer sentir al caballo que su interés es obedecer, que cediendo se deshace de los
efectos importunos de las ayudas, y se encuentra más cómodo.

La dirección consiste en evitar las defensas más que en provocarlas para conocerlas
(salvo caracteres particularmente insumisos). Se debe llegar a dominar sin que sea
necesario llegar recurrir a la brutalidad. “Además se puede actuar brutalmente sin por
ello dominar.” (16). La brutalidad o las exigencias abusivas no hacen mas que unos
hipócritas que retienen sus fuerzas, no se entregan, no se confían a su jinete, no se
dan.

Descansos frecuentes para no provocar los nervios y no pedir al caballo una atención y
una aplicación demasiado continuadas porque esto es, sobre todo al principio,
completamente ineficaz.

10
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

“No confundir desobediencia con imperfección de la solicitud.”(17). Siempre se tiende a


acusar de mala voluntad del caballo, de defectos de conformación o de taras y sin
preguntarse suficiente si se ha actuado como es preciso, con claridad, exactitud y
propósito.
Cap. Bendant.
El caballo debe trabajar alegre y no considerar la hora del trabajo como una faena, el
picadero como una sala de torturas. El trabajo debe ser una distracción tanto para el
caballo como para el jinete, un ejercicio saludable, un juego instructivo que no llega
jamás a la fatiga. Cuando que el sudor aparece, es porque el hombre ha sobrepasado la
medida.
Cap. Bendant.
Dos sesiones de veinte a treinta minutos por día son preferibles a una hora de trabajo
diaria. Los progresos son más rápidos.
Cap. Bendant.

Prr oc
c e d i mii e n t os

- Andar, parar. ‒ Salir al trote desde el paso y desde la parada. ‒ Alargamientos de


los aires preocupándose d e l a d is
s ten s ió n de l o s p o s te r io
o re s , del empuje.
Arre y so.
- Extensiones del cuello en la parada y en todos los aires.

- Elementos en círculos, círculos después de vueltas, incurvaciones alternadas con


serpentinas c o n r ie nda s de app ertu ra , todo ello alargando del aire. Bien
remarcado: Disposición( manos) ‒ Acción (piernas).

- Vueltas cada vez más cerradas c o n r ie n das


s de ap
poy o.

- Círculos, vueltas, serpentinas con predominancia de l a p ie r na q ue inc u r v a


intentando abstenerse de las riendas, si es posible con la punta de las riendas, sin
buscar alargar el aire.

- Todo este trabajo será efectuado al paso o al trote.

- Cuando el caballo esté suficientemente equilibrado al paso y al trote, galope libre


alargando el cuello, cogiendo el galope por pérdida de equilibrio.

En este momento del adiestramiento seguir los movimientos del cuello al galope con el
juego de los codos esforzándose en que se produzcan los gestos naturales del cuello
libremente y con la máxima amplitud. Moverse c o n el caballo.
Withaker.
La embocadura a utilizar depende sobre todo de la calidad de la mano del domador.
Evidentemente, al principio, hierros suaves para dar confianza, filete grueso o doble
filete, pero no temer poner la brida (bocado, filete-bocado) con ciertos caballos, si la
mano es buena, a condición de que el jinete busque, cuando se debe hacer, volver lo

11
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

antes posible y los más rápido al filete, no usando la brida mas que en caso de
necesidad.
V. H. Godignon.

Enriendamientos, martingalas u otros aparatos a proscribir. Estos no deben ser


empleados mas que para utilizarlos en caballos no domados.

Estoy aquí 14/02/92. Mas o menos experimentado y he empezado a dar los siguientes pasos:
Revisar por escrito y memorizar la progresión de manera que pueda explicarla. Si bien ahora está más o menos
asimilada sobre el caballo, según lo que siento, ahora ¿? Ser capaz de transmitirlo a un alumno.

E L B A LANCE

S i tu a c ión.-- Supongamos un caballo constituido por una masa que lleva unos muelles en las
extremidades. (fig 12). Estos muelles se apoyan sobre la masa por su base. Los muelles del pie se
distienden hacia atrás, los de la mano hacia delante. Los muelles traseros, distendiéndose, empujan la
masa hacia adelante.

Fig 12 ‒ Principales muelles.


V. fig 16 pag. 31.

1º E l movimien to d e l a m a sa h a c i a ad el a n te es el pun to de p ar tid a ese n ci a l. Es la


puesta por delante de las piernas.

El caballo ha aprendido a empujar hacia adelante, a entregarse a pesar del peso del jinete que
enturbiando su equilibrio natural, le incita a retenerse. Buscando activar e incrementar la impulsión a
su voluntad, el jinete manda la distensión de los muelles traseros. Es lo primero y se convierte así en
maestro del empuje de la masa hacia adelante.

2º Después el jinete se ha aplicado en ordenar, con las manos primero, con las piernas a
continuación, la distensión hacia adelante de las articulaciones del tercio delantero. Es el trabajo de
las extensiones del cuello combinadas con el movimiento hacia adelante y con el apoyo elástico de
los codos. La distensión de los muelles hacia adelante completa, favorece y confirma el trabajo de
distensión de los muelles del pie (fig 9).

Esta gimnasia ha permitido al caballo empujar las caderas hacia adelante y reencontrar así su
equilibrio natural, la maestría de sus movimientos bajo el jinete y h a a c a rr e ado l a c olo c a c ión de
l a b ase del c u ello (principio de su elevación) y d e los riñon es (solidaria base y pelvis)
preparación del ramener y de la tensión del caballo en el movimiento hacia adelante.

12
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

Ob v o : poner al caballo e n l a m a no. Obligarlo a venir y permanecer en la mano en todos los


b j e tiv
aires y a tender al movimiento hacia adelante manteniendo el equilibrio.

Prr ogrr e sii ó n : co n t a c to (souti en)_ apoyo ( appui) _ media-par a d a

Notas

(8) Ver Equitation raisonnée. Los músculos.


(9) Ver Perfectionnement équestre. Ramener
(10) Ver Perfectionnement équestre. Nociones de base o Comment apprendre à monter à cheval: Rienda de
apertura.
(11) Ver Equitation raisonné: Acción fisiológica de las ayudas.
(12) El término de “pierna aislada” es un término impropio que corre el riesgo de dar ideas falsas.
Para ciertos autores, la “pierna aislada” es la pierna que actúa sola, cualquiera que sea su modo de
acción. Para otros, la pierna aislada es la pierna que desvía las caderas. Hay igualmente quienes hacen
una distinción entre “pierna aislada”, que, para ellos, es la pierna que incurva, y el “talón aislado”, que es el
que desvía las caderas. Un autor moderno, después de haber hablado de la “pierna aislada”, se apresura a
decir ‒ y con razón- que “la pierna aislada” jamás actúa sola.... Lo que no hace mas que aumentar la
confusión.
Se puede, por supuesto, tener una p ier na pred o mi na n te , pero n o hay q ue ha b lar pr o p iame n te de
“ p ier na ais
s lada”.
Evitemos, por lo tanto, complicar la equitación, ya bastante difícil, por el empleo de términos impropios.
Estos de la “pierna que incurva” y de la “pierna que desvía” (las caderas) pueden evitar confusiones.
(13) Ver Equitation raisonnée: Acción fisiológica de las ayudas.
(14) Elevar la muñeca derecha uñas hacia arriba, riendas cortas, la izquierda flexible, sin estar floja, y tirar
vivamente de la cabeza del caballo a la derecha apoyando la pierna y la espuela derechas de manera que
se sitúen vivamente las caderas a la izquierda y se complete una pirueta inversa. Las riendas deben
quedarse de la misma longitud mientras que el jinete tira de la cabeza llevando el codo hacia atrás; se
alarga el otro brazo de manera que se pierda en este lado todo contacto con la boca. La espuela debe ser
aplicada francamente, sin dudas ni talonazos” (Extracto de Baucher et lʼequitation dʼextérieur de BOISGIL-
BERT). La pirueta debe prepararse al principio con el pie por oposición de la cabeza a las caderas,
manteniendo la nariz del caballo a la altura de las orejas.
(15) “Dressage, coronel JOUSSEAUME.
(16) Id, ibid.
(17) Id., ibid

13
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

CAPITULO SEGUNDO

EN L A M ANO

Para “estar” en las ayudas, el caballo debe estar por delante de las piernas y e n
l a m an o .

Para poder percibir las demandas de las manos y obedecer con precisión y
ligereza, el caballo debe conservar un contacto ligero y constante con la mano.
Evidentemente esto no puede obtenerse mas que cuando el caballo obedece sin
reticencias a las piernas.

Para venir y quedarse en la mano, el caballo debe encontrar en ella un contacto


que no le cause ni molestia ni sufrimiento; debe apreciar el contacto elástico de los
codos del jinete.
Que el caballo sienta las dos manos por igual en todo momento
Las mucosas del caballo, lengua, encías, comisuras de los labios son tan
sensibles como las nuestras. El hierro del caballo debe reposar sobre la lengua del
caballo sin molestar, sin que produzca una compresión que entrañe una mala circulación
e insensibilidad. Caballo y jinete deben hacer cada uno su oficio: e l cab b all l o deb
be
l l ev
v ar s u cab
b ezz a y ell j i nete s u s m an o s ( pulgares hacia arriba).
El contacto puede alcanzar un punto en el que el jinete sopese con el dedo
meñique, con los codos, el peso de las riendas y de la lengua del caballo.

El jinete no puede reprender el caballo con una severidad fuera de lugar. La mano
no debe ser ofensiva jamás. Todo abuso de fuerza de la mano no provocará mas que
resistencias.

No hay bocas duras, sino defectos de equilibrio. Si se ha sido demasiado rápido,


volver atrás y esperar a que el caballo retome su aplomo bajo el jinete.

Se puede decir, cuando se ha realizado el equilibrio, que no hay caballos que


tiren, sino jinetes que tiran o que tienen la mano dura; no hay caballos desobedientes
sino jinetes que no hacen lo que hace falta.

La boca del caballo es el reflejo de la mano del jinete.

El jinete no debe mantener el caballo bajo él, sino al contrario esforzarse por
hacerle pasar y trabajar d ell ante de é l , la mano no interviene mas que para regular
movimiento y equilibrio y dar la dirección de la acción con las riendas evitando la
escapada del caballo, hacer retroceder al caballo hacia atrás, cogerlo con la mano a fin
de mantenerlo en las ayudas: por delante de las piernas y s o b re l a m an o .

Si el contacto es conveniente, el jinete sostiene codos, muñecas y dedos suaves,


elásticos, finos como muelles.

14
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

No traer al caballo, llevarlo hacia el hierro. E s ell cab


b all l o el que debe tensar las
riendas y no el jinete.
Que el caballo tire de mí. Que la montaña vaya a Mahoma y no Mahoma a la montaña
Las tensiones de las riendas elásticas, intermitentes y d is
s c o nt in ua s no son mas
que para practicar si el caballo quiere coger la mano, para incitarle a extender cuello y
cabeza, a tender hacia adelante (compresión seguida de distensión).

No enseñar al caballo a “tirar hacia abajo”. El caballo debe ir a buscar la


embocadura elevándose (dans la ligne montante=en línea ascendente) y no ser enviado a una
puesta en la mano baja que orienta la propulsión en mal sentido.

Utilizar el filete si el caballo se apoya en línea descendente, la brida se tensa hasta


despapar (á porter au vent ).

Según la tendencia del caballo a encapotarse o a despapar, las cesiones suaves de


las manos pueden practicarse bien hacia la nuca, bien en descenso de las manos (fig
13).

Fig 13.- fig 49 EqR Diferentes cesiones de


manos. (En los dos casos hacia abajo, las
cesiones de las manos deben ser conjugadas
con las acciones de las piernas. En el caso del
caballo encapotado, para colocar la nariz
hacia adelante y elevar la nuca. En el segundo
caso, para elevar la base del cuello.) A partir
del principio de acción y reacción.

Si el caballo busca la mano a la fuerza, rehúsar el contacto exagerado que él


solicita, cesiones bruscas dejando caer la cabeza del caballo para incitarle a sostenerse
él mismo, a llevar su cabeza. Soltar-recoger, dividir los contactos, hacer actuar
alternativamente la acción de una rienda y de la otra, disociar las manos. Con una sola
rienda se sostiene un caballo con un pequeño dedo; si se ponen las dos manos, no se
tiene suficiente con los brazos para sostenerlo. Hacer tensiones de riendas a un caballo
que carga, no puede incitarle a tirar hacia adelante (acción= reacción). ¡ No o impp o r ta
q ue,, s all v o e s o ! (fig 14). No tirar nunca cuando el caballo tire.

Fig. 14: ¡No importa qué, salvo eso!


V. perfect. Fig 19 (pag 14) y fig 40 (pag 34)

15
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

Si el caballo se obstina demasiado en apoyarse, volver al trabajo de las


incurvaciones con rienda de apertura, vigilar no turbar su equilibrio durante las vueltas,
que se vuelva sin tumbarse hacia el interior, en tensión. Que el caballo se lleve.

B ú s q ueda y co o n s e r v ac i ó n de l a l ig
g erezz a deb
b en s e r l a p reo
o c up
p ac ió n
co
o n s tante dell j i nete.

El caballo hacia adelante con las piernas y en la mano, debe volverse poco a poco
y cada vez más ligero a las piernas y a la mano y conservar su equilibrio sin el auxilio de
las ayudas, d e l as
s q ue h ayy q ue abb s tene r s e s iem
m p re l o m á s p o s ib
b l e. El jinete
debe también poder regular a voluntad el grado del contacto.

Aunque no sea preocupante, en este momento del adiestramiento hay que


mantener un contacto más fuerte que cesará con el desarrollo de la elasticidad de la
parte delantera (du bout de devant), cuando el caballo haya aprendido las cesiones de la
nuca y de la mandíbula, no hay que dejar al caballo pesar en la mano.

Para impedir al caballo pesar en la mano, elevarle el cuello con m e d i a s pa


a rada s .

El jinete lucha contra las resistencias de peso, que dan la sensación de un peso
muerto difícil de desplazar, provocando mediante medias paradas, los cambios de peso
necesarios para la puesta en equilibrio.

Las medias paradas deben hacerse por acción de las riendas d e a ba a jo ha ac ia


a r r i ba
a . Su acción no debe ir sobre la impulsión, no debe provocar ni parad, ni
ralentización, ni alterar los aires (fig 15) (17 bis). Cambio de ángulo fuerza del eje vertical del mov del
caballo

La media parada ‒ según BAUCHER y FAVEROT DE KERBRECH- es “una acción


viva y enérgica de la mano”.
Mejor ver J.L. Cornuille y N. Kursinski y Bernie Traurig.

Fig. 15.- Elevar la base del cuello para aligerar el plano de las espaldas, sin hacer refluir la balanza
hacia atrás. Poniéndolo más redondo con la rienda interior.

16
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

Sin cesar el contacto con la boca y sin aproximarse al cuerpo del jinete, la mano
se contrae enérgicamente cerrando el puño y se giran vivamente los dedos hacia arriba
tanto como sea posible (los dedos no brazo), después la mano, proporcionando la potencia
de su efecto a la resistencia encontrada, aumenta casi instantáneamente su acción sobre
el hierro llevándolo sin dar un tirón de abajo hacia arriba. El jinete opone al peso inerte
una fuerza lenta mesurada, proporcionada al peso encontrado. A p r e s u r a r se
e a v olve
er.
Si el caballo no cede elevando el cuello, aumentar la fuerza, después volver y reanudar y
efectuar unas medio-paradas sucesivas hasta que esta resistencia inerte al peso haya
desaparecido.

La rienda Colbert constituye un excelente procedimiento para luchar contra estos


defectos.

Prr oc
ced im iento s

Trabajo en línea recta al paso, al trote y al galope con contacto elástico de los
codos.

Insistir particularmente en alargamientos o acortamientos según la tendencia del


caballo a estar sobre las espaldas o detrás de la mano.

En las salidas y los alargamientos, la mano derecha debe permitir siempre una
ligera extensión del cuello, acompañar más o menos la distensión de los muelles
(ressorts), que favorecen el deslizamiento de la masa hacia adelante.
Tiene claro que al salir el caballo necesita estirar un poco el cuello.
Si el caballo lucha contra la mano en los acortamientos a los aires vivos, reanudar
los acortamientos al paso (medias paradas en línea recta, en círculo, sobre una o sobre
las dos riendas). Transiciones de B. Traurig.

Salidas al galope con predominancia de las ayudas laterales exteriores y


acompañamiento de los gestos del cuello con el juego de los codos.

EL BALA NCE

S i tu a c ión: El caballo está en las ayudas, hacia adelante con las piernas y en la mano.
Habiéndose vuelto más obediente a las piernas, se mantiene en la mano a todos los aires.
El riñón y la base del cuello están colocados, los muelles dispuestos y el jinete puede mandar
a voluntad su descanso (détente).
Ob v o : continuar acentuando la flexibilidad del caballo y el empuje de las caderas, colocar
b j e tiv
la cabeza y desarrollar la elasticidad de los muelles (resorts) delanteros llevando (comprometiendo)
al caballo en el “ramener”
Progresión: Ramener ‒ Oposición de manos.- Paso atrás (reculer)

Notas

17
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

(17) (bis) Ver Perfectionnement équestre: Acción de las manos.- Así como lo remarca BAUCHER, este término
de “media-parada” no da una idea exacta. La media-parad no debe provocar ningún acortamiento, debe
actuar únicamente sobre el desplazamiento del peso con la expresa condición de no actuar nada en la
acción propia del movimiento. Si la media-parada se hace con el caballo parado, en ningún caso debe dar
lugar a recular.

18
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

CAPITULO TERCERO

RAM
M ENER Y TEN S IÓ
ÓN

Cuando están asegurados obediencia a las piernas y contacto, cuando el jinete puede a
su voluntad extender el cuello y llevar al caballo en la mano, coger la rienda ‒si es que
no se ha hecho ya- y c o l o car l a cab
b ezz a del caballo.

Esto solo es cuando el jinete puede alargar el cuello a su antojo, cuando puede acortar
sin temer que el caballo pueda quedarse detrás de la mano.

Colocar la cabeza permitirá obtener con mayor empuje de las caderas, una actitud más
sostenida y más elástica de las articulaciones del tercio delantero del caballo.

El término de “ramener” (18) no debe evocar la idea de traer hacia sí, de llevar hacia
atrás.

La acción de las piernas tiene en la búsqueda de “ramener” una importancia


preponderante. Principalmente, es en el empuje de las caderas en donde radica la actitud
sostenida del “ramener”. El caballo debe ser mandado en el “ramener” mediante una
acción de atrás hacia delante, las ayudas que empujan prevalecen sobre las que
moderan.
Enviando a la mano.
La imagen del florete empujando contra un muro da buena idea de lo que el jinete
debe hacer en la búsqueda del “ramener”. Hoja o columna vertebral se arquean sobre
todo cuando el empuje hacia delante es más fuerte (fig 16).

Fig 16.- Acción del empuje de la masa (distensión de las articulaciones traseras) sobre las articulaciones del
tercio delantero.
V. fig 12 pag. 25
Fig 49 PE.

19
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

En este momento de la doma, es posible que, hecho el trabajo precedente, el caballo


tenga ya la cabeza colocada (conformación del caballo o acciones reflejas de un
domador experimentado). En este caso, no hay razón para ocuparse, si no para
desarrollar, si es necesario y e n s u j u s ta m ed ida , la elasticidad de la nuca.

Por otra parte, los medios propios para colocar la cabeza deben ser conocidos y
examinados en caso de resistencia del caballo al “ramener”.

Nosotros consideramos la posición de la cabeza antes de ocuparnos de las


articulaciones de la mandíbula porque esta posición constituye una elasticidad de la
parte delantera elemental con la que pueden contentarse los jinetes que no piensan mas
que en la equitación desde el exterior y porque confirma y consolida colocación,
elevación y contacto de la base del cuello (a condición, evidentemente, de que la nuca
permanezca en la parte más alta del cuello).

Parece lógico, por otra parte, ocuparse de las articulaciones del cuello partiendo de la
masa en el orden: base del cuello, nuca y mandíbula. (1). Puede haber distintos puntos
de vista en lo que concierne a los dos últimos, pero esto no justifica ninguna
intransigencia. También se puede obtener una perfecta elasticidad del tercio delantero
con procedimientos diferentes. En lo concerniente a los caballos y a los jinetes
(conformación y habilidad), un juego de nuca suficiente puede ser seguido de un juego
adecuado de la mandíbula. Cuestión de concepto, de savoir-faire y de relación en el
juego equilibrado y armonioso de las diferentes articulaciones (19).
(1) Pero entre la mano y la boca hay 9 articulaciones.
V. Cahiers II, pag 44
Vers une equitation total. (Hacia una equitación total)

Pero lo que importa verdaderamente, a nuestro modo de ver, e s , e n p r im m e r l ug


gar,
h ab
b e r o b te n id o y co o n f i r m ad o l a p o s ic i ó n y ell co
o ntacto
o de l a b as
s e dell cuell l o
antes s de o c up p a r s e de o tra s a r t ic ull ac io
o ne s (20).

Cabe señalar que, para cada caballo, según su ramener, hay una dirección de riendas
(ángulo ) o, si se quiere, una longitud de riendas, la dirección de las riendas variable según
su longitud, que permite mantener la base del cuello colocada, conservar una
disposición de equilibrio del cuello, un juego equilibrado de articulaciones (mano un
poco por encima del hierro) (fig 17) (21).

Fig 17.- La dirección de acción de las riendas varía


con su longitud.
El ángulo más importante que la tensión
Fig 46 ER.

20
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

1º . - B o cado y f ilete.

Antes de considerar la búsqueda del ramener hay que precisar la diferencia que existe
entre bocado y filete, cuyos efectos no son semejantes (22).

Ell b o cado
o descansa sobre la barras, encías del caballo, y más o menos sobre la lengua.
Estas regiones no son ni densas ni potentes, hay poca amortiguación entre el bocado y
la mano del jinete. Actuando sobre la mandíbula inferior como una palanca, el bocado
tiene, además, un poder más grande que el filete.

Ell f ill ete se lleva sobre la comisura de los labios. Los músculos de las mejillas pueden
ofrecer más ventajas que las barras y soportar una cierta presión. El filete es pues un
aparato con un manejo menos delicado que el bocado, sobre todo si es grueso; cuanto
más lo sea, en efecto, es menos duro.
Hay que enseñar al caballo a que tire de la comisura siguiendo la fig. 17

Las tensiones de las riendas con filete no tienen el inconveniente de las tensiones de las
riendas con bocado.

El b o cad o es un aparato hecho para actuar s o b re l a m andíí b ull a (23). En principio, su


acción debe localizarse ahí. La acción del bocado sobre la nuca no es mas que
subsidiaria, no es mas que la repercusión de la acción sobre la mandíbula. Debe ir a
amortiguarse en algún sitio de la nuca, que puede alcanzar, pero sin hacer jugar las
otras articulaciones por su acción directa (24).

Sin embargo, cuando el caballo no ha aprendido todavía a ceder de la mandíbula,


cuando todavía no ha sentido que cediendo la mandíbula se libera de la presión del
hierro, el jinete puede actuar sobre el bocado para colocar la cabeza y disponer así
cuanto antes de la articulación de la nuca.

Pero, una vez colocada la cabeza, el bocado debe, en principio, limitarse a actuar sobre
la mandíbula bajo el riesgo de torcer las articulaciones.

El bocado no debe ser utilizado mas q ue co o n re s i s te nc ia s por oposición a la mano


(sobre riendas naturalmente previamente ajustadas) y e n ell m o m ento o en q ue ell
cabb all l o s uell ta ell h ie r r o , ell j i nete deb
b e s o l tarll o tam
m b ié
én.

La cesión de la mandíbula debe interrumpir automáticamente la presión del hierro del


bocado sobre las barras.
V. pag 31 I.

Si el jinete busca alcanzar la nuca con el bocado cuando ha enseñado al caballo a ceder
la mandíbula con este hierro, no se sirve de este mecanismo como es conveniente, y su
manejo, en estas condiciones, se vuelve muy delicado y puede ser nocivo.

21
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

Si la tensión de las riendas con bocado continúa después de la cesión de la mandíbula


ahora con las articulaciones comprimidas, el caballo no podrá sustraerse a la presión
persistente del bocado mas que con el encapotamiento.

Si se hace jugar la nuca con el bocado una vez colocada la cabeza, se corre un gran
riesgo de tener más tarde grandes dificultades para destruir las resistencias de la
mandíbula con la cual se manifiestan la mayor parte de las resistencias del caballo. Éste
eludirá las solicitudes de cesión de mandíbula cediendo la nuca. Los caballos llevados en
este punto son susceptibles de los procesos de FAVEROT DE KREBRECH: elevación de
las manos y de la boca del caballo bloqueando la nuca y solicitud de cesiones de
mandíbula en esta actitud.

Con el filete es cuando el jinete puede, si lo desea, hacer jugar la nuca para tender la
boca hacia delante por ejemplo, porque, con el filete, si el caballo cede la mandíbula, lo
hace sin inconvenientes, a condición sin embargo, que después de haber comprimido
las articulaciones el jinete deje relajarlas (cesión de los codos).

Siendo el bocado un descendente ( * ) y el filete un elevador, servirse de uno o de otro


según la necesidad, pero, en principio, jamás de los dos a la vez, salvo en equitación de
exterior, donde el jinete conduce habitualmente sobre las cuatro riendas.
El ¿Moreno? utilizaba el bocado para mantener la cabeza alta.

2 . - La s a r t ic ulac io nes del cuello .

Es la palanca articulada y elástica del cuello la que permite al jinete dominar las fuerzas
del caballo y su masa entera con mínimas acciones.
P. Jordá cogía al caballo todo entero pero sin ramener.

Pero esto no es posible mas que si todas las articulaciones de esta palanca
convenientemente dispuestas juegan con elasticidad.
Que todas las vértebras cervicales estén bien alineadas.

En efecto, será un error considerar el ramener como una posición mantenida por las
manos fijas.. Ell cab b all l o en ram m ené
é n o deb b e s e r p r iv
v ad o dell j ueg
g o de l as
s
art ic ull ac io
o ne s dell cuell l o . Así, estas articulaciones interpuestas entre las manos del
jinete y la masa permiten, con su juego, mandar al caballo sin chocarse con el peso de la
masa, sin tener necesidad de emplear la fuerza.

Las articulaciones de la máquina animal son como otras articulaciones; no se las debe
comprimir mas que para explotar su distensión. (todas las articulaciones) Demasiada
compresión de las articulaciones o mantenerlas demasiado tiempo comprimidas no
puede hacerles mas que perder su cualidad de resorte, de relax, su elasticidad,
hundirlos o romperlos
V. en P. Eq.

22
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

Es el defecto de saber o de savoir-faire, la mano dura, la falta de elasticidad de los


dedos y d e los c o d o s , una compresión demasiado fuerte o demasiado largo tiempo
mantenida, quienes tuercen y rompen las articulaciones y hacen estas actitudes
coaccionadas, estos cuellos de madera recortados o en forma de grifo de bañera.
V p32 29 27 24

Las articulaciones del cuello están situadas e n l a b as


s e dell cuell l o , en l a n uca y en
l a m andíí b ull a (fig 18)
La articulación de la mandíbula está muy cerca de la nuca, pero no en el cuello. No habla del alineamiento de
vértebras.

Entre la 1ª y 2ª, hay otras 6 articulaciones.


V.I.-C Racinet Vers une equitation total

Fig 18.- Las articulaciones del cuello.


V. fig 37 PEN
V. fig 7 ERN

La elasticidad de la boca debe ser repartida armoniosamente entre estas articulaciones,


que son independientes. El defecto de funcionamiento o el mal funcionamiento de uno
de ellos (mala disposición o juego defectuoso) entraña mal funcionamiento o deterioro
de los otros.

La articulación más importante, esa que dispone el conjunto, que es el punto de partida
de la columna flexible o de la trayectoria, es la articulación d e l a b as
s e dell cuell l o . De
su disposición, de su contacto, dependen, junto con el equilibrio del cuello y del caballo,
todo el ramener.

La disposición defectuosa de la articulación d e l a b as s e dell cuell l o se manifiesta con el


volcado del cuello (caballo que despapa) ( * * ) o el encapotamiento (25).

El defecto de juego, de elasticidad, e n l a b as


s e dell cuell l o da la impresión de un cuello
embutido, de un parachoques hundido que, por aplastamiento, ha perdido su
elasticidad. Esto lo hace una mano dura, ofensiva, que el caballo teme y frente a la cual
no se atreve mas que a venirse; él no se atreve a relajar las articulaciones embutidas. El
defecto de elasticidad de esta región se comunica evidentemente a las otras
articulaciones del cuello.

El defecto de elasticidad de l a art ic ull ac ió n de l a n uca proviene de un estado de


contracción de los extensores de la cabeza cuya acción se extiende a la boca hacia

23
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

adelante. Esta disposición está combinada habitualmente con el cuello vuelto. Puede ser
la consecuencia de un abuso del trabajo de las manos altas.

El defecto del juego, de elasticidad d e l a ar tic ull ació n de l a m andíí b ull a, deteriora la
articulación de la nuca después de la base del cuello.

En todos los casos, para devolver elasticidad, vigor, tono, a las articulaciones hundidas,
para desbloquearlas, es necesario comenzar por disociar los músculos pares que se
encuentran en estado de contractura. Este resultado se obtiene con las incurvaciones
alternativas que obligan a la elongación de uno y otro de los congéneres.
V. Eq. R. Pag 8, 9, 11, 12.

3. - C om o c olocar la cabeza.

La colocación de la cabeza será solicitada c o n l a res


s is
s te nc ia de los dedos, empujando
con las piernas, si es necesario, cediendo el tac-tac ( * * * ) de la mano d es s de q ue el
caballo coloca la cabeza. Bocado si el filete es inoperante.

La mano debe estar pendiente de las cesiones y responder a cualquier cesión de nuca
con una cesión de codos, a la elasticidad con más elasticidad, a la suavidad con más
suavidad, sin romper ninguna vez el contacto. Estas cesiones, largas al principio, se
reducen cada vez más a medida que la doma progresa. Al final se vuelven imperceptibles
al ojo, pero no para el caballo. Éste debe percibir sensaciones netamente diferentes. Si
está en una actitud defectuosa, debe sentir la contracción de las ayudas y encontrarse
instantáneamente más cómodo si está colocado.

El mecanismo es el siguiente: oposición de la mano (resistencia) ‒ piernas si es


necesario ‒ cesión, cesión. Empuje ‒ oposición ‒ cesión. La mano debe acompañar las
cesiones d es
s de s u nac im
m ie nto
o.

Precisemos que se trata de oposición, de resistencia.. La m ay y o r p a rte dell tiemmpo es


l a f all ta de d is
s t in c i ó n e ntre ten s io o n es
s de r ie n dass y re s is s tenc ia s l o q u e
reta rda l o s p r o g re s o s de cab b all l o s y j i netes
s . Con resistencias se puede vencer
todas las resistencias del caballo; con tracciones no se puede hacer mas que provocar
resistencias. Las resistencias tienen sobre el caballo un poder infinitamente más grande
que las tracciones.
Distinguir entre tirar del caballo y que el caballo tire de ti (1)
(1) La despedida de Baucher a LʼHotte: “toujours ça, jamais comme ça” Distinción entre utilizar sólo dedos y el
brazo (codo que se cierra)
V.P.Eq p19 (15)

Para practicar las resistencias, la mano se fija, con una duración siempre muy breve, en
espera de la cesión, dedos cerrados hasta aplastar las riendas si es necesario, sin la
menor retirada de los codos de delante hacia atrás, el brazo de acero. Si el caballo no
cede: piernas o espuelas. Los codos deben poder pasar instantáneamente del brazo de
acero al resorte de un reloj.
Ver “E en D” de Des Salins

24
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

Fig 19.- Hoja y resorte mal dispuestos. No habiendo sido alojada la base previamente, el empuje
tuerce los resortes.

No es la mano quien debe comprimirlos las articulaciones, es el empuje de la masa


sobre la oposición de la mano (26). Enviar a la mano

Los principios de las resistencias son: t e ner en l o s ded o s u na re s is s tenc ia ig


g uall a
l a dell cab b all l o y jamás superior (de LANCOSME-BREVE) y c eder de s de q ue ell
cab b all l o cede. Se puede decir: ceder d ess de q ue el jinete percibe q ue é l va a ceder .

Si el caballo no cede a la resistencia de las dos manos, no empeñarse en buscar vencer


las resistencias de las dos mitades laterales asociadas, sino descomponer, hacer ceder
una mitad lateral y después la otra: resistencia de los dedos de un lado, acción de la
pierna (espuela) del mismo lado, cesión ‒ cesión. Tras haber hecho ceder un lado y
después el otro, se obtendrá más fácilmente la cesión de las dos mitades asociadas.

Se llama a la cesión de un lado cesión lateral y a la cesión de las dos mitades asociadas
cesión directa (27).

4. - Per fecc io nam iento del ramener .

En equitación superior, para captar toda la impulsión y obtener la sumisión de las


articulaciones a las acciones cada vez más ligeras, es necesario perfeccionar el ramener.

El perfeccionamiento del ramener comporta la búsqueda d e m ay y o r ell as s tic idad de l a


b o ca y de m ay
y o r ell evació n y dell co
o nta cto
o de l a b a s e dell cuell l o .

Otra vez es a la impulsión a la que es necesario llamar para mejorar el ramener y, en


consecuencia, a mayor sumisión y ligereza de las piernas. E l cab b all l o es
s q u ie n deb
b e ir
a b u s ca r l a m a n o y n o l a m an o ve n i r s o b re ell cab
b all l o (General LʼHOTTE)
Enviar a la mano. Que la montaña venga a Mahoma.

25
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

La elasticidad de la boca está verdaderamente perfeccionada con l as


s ces
s io
o ne s de l a
m andíí b ull a.
V. J-c Racinet. Vers…

Es necesario guardarse de enseñar demasiado pronto al caballo cesiones de mandíbula,


antes de que esté “sobre la mano”, tensando las riendas, sin arriesgarse a tener un
caballo “charlatán” y que pueda rehusar el contacto y la conexión con la mano, el
contacto.

Al principio las cesiones de la mandíbula se solicitan con la parada, después con los
aires, hacia un lado después al otro (cesiones laterales) y de los dos lados (cesiones
directas).
V. Perfect. Pág 19

Si el jinete no consigue hacerse comprender por el caballo o, por caballos con una boca
particularmente inerte por haber sido montados con manos pesadas, puede llevarlo a
hacer diferentes cesiones a pié, pero, salvo casos particulares, no es necesario
comenzar a pie el trabajo de las cesiones.
R. Jurado. Miguelón.

Ajustar las riendas del bocado y separar un poco la mano ‒ cerrar los dedos sobre la
rienda a la espera de la cesión se fijan rigurosamente sobre los dedos cerrados, con
obstinación si es necesario, esperando que el caballo suelte el hierro. D es s de q ue é l l o
s uell ta,, ell j inete deb
b e s o l tarll o tam
m b ié
é n . La cesión de la mandíbula debe librar al
caballo de la presión del hierro. El caballo debe volver a coger suavemente el contacto
con el hierro desde la lengua primero, llevando la mandíbula hacia adelante, dedos y
codos del jinete vuelven a ser elásticos como ante la resistencia. Recompensar por
hacerse comprender y educar la obediencia.

En las cesiones laterales, el cuello no debe incurvarse; solo la cabeza puede volverse
ligeramente del lado de la acción. Las articulaciones deben jugar, pero permaneciendo
en su sitio en la línea del empuje.
V. Cahiers dʼE
Combatir l as
s res
s is
s tenc ia s de l as
s f ue r z as
s que el caballo puede oponer a estas
demandas con v ib
b rac io
o ne s .

La vibración es una sucesión de pequeñas sacudidas hechas sobre las riendas


ajustadas, un estremecimiento impreso en uno de los hierros moviendo las dos riendas
o una de ellas, manteniendo los codos en su lugar.
O sea con los dedos y muñecas sólo, sin mover las manos.

Combatir la resistencia a la izquierda con vibraciones sobre la rienda derecha.

La acción debe ser proporcionada naturalmente a la resistencia encontrada y, como las


medias-paradas, las vibraciones no deben influir sobre la impulsión; no deben producir
ni ralentizamiento ni alteración en el movimiento, la dirección o el aire. Si el caballo está
parado las vibraciones no deben hacerle recular.

26
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

Efectuando el caballo cesiones laterales, trabajar l as s ces s io


o n e s d i r ectas
s : ligera
elevación de los dedos pequeños y d e l ass m an o s s in l a d is
s m i n uc ió n de l a acc ió n
de dell ante h acia atrá
á s ‒ cerrar los dedos ‒ cesión ‒ cesión ‒ descenso de las manos
‒ recompensa. Si el caballo no obedece, aumentar la oposición de la mano.

En caso de dificultad para obtener las cesiones directas, volver a las cesiones laterales y
perfeccionarlas.

El jinete buscará obtener cesiones laterales y directas con acciones cada vez más ligeras
y, para afinar las articulaciones, sirviéndose del aparato más suave, del filete.

Cesiones del jinete o descenso de mano no deben dejar al caballo en el vacío. La


conexión ‒ aunque sea fina y ligera, - debe ser conservada. Las cesiones del jinete están
constituidas la mayor parte del tiempo por un aumento de la elasticidad de los codos,
imperceptible al ojo pero no para el caballo.
Abrir el codo .
V. Perfection. Pág 18I

Después de haber obtenido la elevación del cuello y una flexibilidad de las articulaciones
suficientes, estando el caballo bien comprometido en el ramener y estando asegurada la
obediencia a las piernas, el jinete puede, con exageraciones momentáneas, levantando
las manos verticalmente s in l a d is s m i n uc i ó n de l a acc ió n de dell ante h ac ia atrá
ás,
forzar las espaldas y no los codos. Actuar únicamente con las manos y s o b re l a
ell ev
v ac ió n dell cuell l o , sin disminuir la fuerza que da el movimiento y sin alterar los
aires.

Estas exageraciones, justificadas sobre todo con ciertos caballos “que tienen una fuerte
tendencia a hundir el cuello” (FAVERTOT DE KERBRECH), deben, en todo caso,
mantenerse momentáneas y mesuradas. Sería un error, desde nuestro punto de vista,
querer aplicarlas sistemáticamente a todos los caballos, aunque, lo repetimos, se pueda
alcanzar perfectos resultados con procedimientos diferentes. Cuestión de concepción,
de capacidad y de tacto.
V. pag 32 (19).

Actualmente podemos examinar el mecanismo completo del juego de las articulaciones


del cuello.

Con las riendas ajustadas, el jinete cierra los dedos (resistencia); el caballo, el cual ha
aprendido las cesiones, cede la mandíbula, suelta el hierro; si el jinete suelta también, el
caballo, llevando la mandíbula hacia adelante, retoma el contacto con el hierro.

Si, en lugar de soltar el hierro, el jinete efectúa una tensión de riendas, la articulación de
la nuca flexiona a su vez, después, sobre la cesión de los codos del jinete, el caballo
tensa las riendas llevando la boca hacia adelante (relajación de las articulaciones
después comprensión).

27
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

Si el jinete, continúa la tensión de las riendas después cesión de la mandíbula y de la


nuca, mantiene las articulaciones comprimidas, el caballo no puede mas que ir detrás el
hierro, intenta pasar por encima, salvándolo encapotándose. La nuca no es mas que la
parte más alta del cuello; la testuz del caballo está en la vertical; la boca está tendida
hacia adelante; las articulaciones, como no están colocadas en su lugar, no juegan con
armonía, el ramener es destruido.

5. - La s res is tenc ia s al ramener .

La mayoría de las veces el caballo lucha contra el ramener para sustraerse a la molestia
causada por la compresión demasiado fuerte o a la persistencia de las parótidas por las
barbadas, para combatir una libertad de juego insuficiente.

Es necesario abstenerse de abusar el ramener. A los sucesivos tiempos de ramener, que


irán aumentando progresivamente, son necesarios descenso de manos y frecuentes
reposos en riendas largas.

Para evitar el ramener, el caballo elude al jinete elevando la base del cuello entre las
riendas. Para hacer esto invierte el cuello o se encapota. En estas dos actitudes
aparentemente opuestas, la base del cuello está hundida (fig. 20) (28). En estas
condiciones, el jinete no puede alcanzar las caderas con las riendas ni regular la
impulsión que se escapa, él no puede conducir convenientemente al caballo.

No se puede luchar contra el cuello invertido empujando con las manos fijas y bajas,
empujando contra articulaciones mal dispuestas (acción = reacción y en sentido
inverso). Cuanto más eleva el caballo la cabeza, es más necesario elevar las manos, que,
para que las acciones de las riendas se produzcan de abajo hacia arriba, deben
permanecer por encima del hierro.

Fig. 20. En el encapotamiento y al


despapar, la base del cuello hundida no está mas
que “entre las riendas”

28
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

Para que el caballo pueda pasar del cuello invertido al ramener, es necesario combatir la
inversión del cuello con extensiones e incurvaciones que alargan el cuello,. (fig 21). La
base del cuello debe estar colocada y sostenida antes de comprometer al caballo en el
ramener.

Fig. 21. La inversión no es posible mas que después del alargamiento.


Fig 38 PE

El filete elevador, la rienda Colbert (fig 22), son excelentes mecanismos para luchar
contra el cuello invertido.

Fig. 22.- La rienda Colbert.


Fig. 44 Eq R
Muy importante el punto de colocación de la rienda sobre el cuello. En el punto de mayor
resistencia? Marcus en Alemania.

29
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

Para combatir e l e n c a pott a m i e n t o , tensiones en las riendas seguidas de cesiones por


descensos de las manos conjuntamente con acciones de las piernas que empujan la
boca hacia adelante.

En caso de dificultades persistentes, recurrir a los procedimientos de BAUCHER:


elevación de la boca a la altura de las orejas y paso atrás en esta actitud (29).

En todo caso, cualquiera que sea la forma en que el caballo trata de eludir al ramener,
no dejarle continuar con las resistencias, no insistir en emplear unos procedimientos
que están siendo ineficaces, probar sucesivamente todo lo que se conocía y, a fin de
cuentas, recurrir si es necesario a mecanismos o al trabajo a pie.

O b ser vac io nes s o b re el empleo de las mano s . - La elasticidad de las


articulaciones (cuello, dedos y codos) constituye la tercera fuerza que equilibra, siendo
la primera la del caballo, la segunda la del jinete. Es uno de los términos esenciales de la
puesta en la mano.

Las manos se encargan de la disposición y de los gestos del balancín del cuello,
disponen las articulaciones, las hacen jugar desarrollando su finura. Comprimen más o
menos la puesta en la mano, pero no deben mantenerse hasta el fin de la compresión
para no reencontrarse con la masa, para no oponerse directamente a ella. Las manos no
deben actuar mas que indirectamente como intermediario de las articulaciones, sin que
el jinete se prive de la potente palanca articulada que representa el cuello y que le
permite mandar en el caballo con acciones ligeras, como por repercusión.

El jinete debe aplicarse continuamente en realizar y mantener un reparto armonioso de


la elasticidad entre las articulaciones del cuello de donde deriva la puesta en la mano
continuada (30).

6. - La ten s ió n . E utensi ó n

La tensión no es el apoyo.

Un caballo tenso no es un caballo que se apoya o que tira.

Un caballo puede estar tenso hasta el extremo de estar ligero a la mano, tensándose
solo. Es justamente lo que se busca en la reunión y en la Alta Escuela.

Puede haber apoyo y tensión, pero n o p u ede h ab


b er u na v e r dadera l ig
g e rezz a s in
tens
s ió n .

La tensión es la manifestación psíquica de agudeza, de estado de actividad, de atención


despierta, de excitabilidad más grande del caballo que se entrega generosamente al
jinete, sistema nervioso tenso y a la escucha, suavidad combinada con la fuerza.

30
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

La te n s ió n v uell v e a l a cab b ezz a y a l a p arte ante r i o r dell cuell l o s o l ida r io os con


l a b ass e dell cuell l o , y en c o n s ecuenc ia , de l as s caderass y dell cab b all l o ente r o . La
tens s ió n p e rm
m ite a l a im m p ull s i ó n all canzz ar l a b o ca y all f inall de l o s cas s co
o s dell
cab b all l o .

El caballo no puede tensarse mas que en el ramener.


El ramener de P.Jordá era muy sui generis.

El general LʼHOTTE ha comparado la impulsión con un chorro de vapor que debe


presentarse sin cesar en la mano del jinete, de manera que éste pueda regular el caudal
actuando sobre la válvula.

Si el caballo invierte el cuello, el tubo que dirige el chorro de vapor ha reventado; hay
una fuga por debajo. En el encapotamiento la fuga es por arriba. (fig 23).

En los dos casos la impulsión partiendo de las caderas se pierde en el recorrido, no


alcanza la boca. En estas condiciones el jinete no puede regular el caudal de la impulsión
cuyo control se le escapa.

La colocación de la base del cuello y de las articulaciones en su lugar cierra la fuga


aproximando los labios de la tubería figurada.

Fig. 23.-

31
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

P r o ced im
m ie nto
os.
Tran s ic i o ne s

- Cambio progresivos del paso, después del trote y del galope a la parada,
manteniendo el caballo en las ayudas (piernas atentas, aguantando).
- Salidas al paso, al trote y al galope desde la parada.
- Cambios de aire buscando una obediencia a las ayudas cada vez mayor.
El ralentizamiento no debe ser consecuencia de una presión continua en el hierro. Como
en un coche no es posible andar con el freno echado. Cambiar de velocidad. El jinete
debe proceder con acciones breves, intermitentes, más o menos próximas. Toda acción
debe cesar desde que el caballo ha adquirido la velocidad querida y, con esto, debe
quedarse y tene r s e s o l o hasta que el jinete interviene de nuevo para modificarla. El
jinete no actúa de nuevo, y siempre de forma discontinua, mas que en caso de
necesidad.
Freno y cambio de marcha.
Galope mano sin pierna, pierna sin mano.
Para los alargamientos, tensiones de riendas (compresión de las articulaciones) seguidas
de cesiones elásticas de los codos que acompañan la distensión de las articulaciones
solicitada por las piernas.
- Búsqueda del ramener al paso, al trote y al galope sobre círculos al principio
(cesiones laterales). Coger la línea recta desde la cesión
- Búsqueda del ramener a todos los aires en línea recta (cesiones directas), si el
caballo no cede ponerlo en círculo (cesiones laterales).
- Ralentizamientos a todos los aires; obtenida la cesión, dejar al caballo retomar el
aire normal (o alargamientos si el caballo tiene tendencia a retenerse).
- Ralentizamientos sobre círculos cada vez más pequeños buscando un ligero
pliegue (cesión ‒ cesión). Pasar del círculo a la línea recta como se ha indicado
anteriormente.
Vaquera: círculos de mayor a menor.
Para cultivar la ligereza, tender a utilizar más el filete y lo más pronto posible. Tratar de
obtener con el filete lo que se obtiene con el bocado.

N otas
(18) Ver Equitation raisonnée: Le ramener, y Perfectionnement équestre: Ramener y puesta en la mano.
(19) Hay que mostrarse intransigente c o n l o s p r i nc i p i o s pero no con los procedimientos, que tienen el valor
que les da para lo que se emplean.
En todo arte científico hay procedimientos y habilidades (que en equitación se llama el tacto).
Cabe señalar que cuando los procedimientos son más eficaces requieren mayor medida y habilidad en su
empleo.
(20) “C
C ua n d o e l c ue l l o s e s o s t ie ne b ie n , la ligereza en la mano se completa con la descontracción de la
mandíbula y la cabeza se aproxima más o menos a la vertical.” (FAVEROT DE KERBRECH.)
(21) Ver Equitation raisonnée: Las manos.
(22) “En rigor ‒ dice BAUCHER ‒ un caballista puede pasar del filete, como puede también no servirse mas que
del filete para domar a un caballo, pero esto no es mas que una excepción.”
(23) Evidentemente se actúa con el bocado provisto de una barbada ajustada.
(24) De hecho las acciones de las manos del jinete deben ir a amortiguarse sobre los codos, sin sobrepasar la
sangría ¿? de los brazos.
(25) Ver Equitation raisonnée: Le ramener.
(26) Aún más, es necesario, evidentemente, que base del cuello y riñón estén colocados. El empuje sobre una
lámina o sobre un cuello mal dispuesto no puede mas que torcer la lámina o la articulación (fig. 19).

32
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

(27) Para designar estas cesiones laterales se emplea a menudo el término “flexión lateral”, los autores se
apresuran en añadir además, y con razón, que en estas “flexiones” el cuello no debe doblarse; solo debe
producirse una ligera “flexión lateral” de la región de la nuca en la unión con la cabeza.
Para mayor claridad y para evitar expandir ideas falsas, llamemos pues “flexiones” a los movimientos
verticales de la nuca y de la columna vertical, incurvaciones a los movimientos laterales, y diremos
“cesiones” de nuca y de mandíbula.
(28) Ver Equitation raisonnée: Le ramener.
(29) Baucher et lʼéquitation dʼexterieur, de BOISGILBERT.
(30) Cabe destacar aquí el asiento del jinete, cuya flexibilidad debe estar repartida armoniosamente entre las
distintas articulaciones, riñón, codos, rodillas y tobillos, en particular.

Nota s d e l a t r a du cción
RAM M E N E R: No existe en castellano ningún término similar que defina este concepto, por lo que se ha
mantenido durante todo el texto
RE S S OR T ‒ AR TI C U L A T I O N: ambas palabras figuran en el texto, la mayoría de las veces con el mismo
significado. Se ha traducido como “articulación”, excepto en algunos párrafos para dar mejor sentido a la
traducción.
(** ) Descendente: en el sentido del diccionario de la RAE: “que desciende o baja”
(** * ) La traducción literal es “caballo que lleva al viento”
(** * * ) Traducido “tac- tac” como onomatopeya del movimiento de las manos

33
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

CAPITULO CUARTO

EL P ASO ATR Á S

En este momento de la doma podrá aprender el paso atrás.

El paso atrás es duro para el caballo. No debe pedirse antes de que se lleve hacia
adelante francamente con una ligera presión de las pantorrillas. Ser muy progresivo en
las exigencias (31).

En el paso atrás, primero se pone en movimiento la mano-atrás. Ésta es la que empieza


el paso ‒atrás. Entonces si para recular, se cargan los posteriores, no tienen libertad
para el juego necesario y, por poco que se insista en cambiar con la mano-atrás, el
caballo se acula, puede incluso ponerse de manos.

Bloquear el peso que va hacia adelante (piernas primero), paso atrás infringiendo una
tensión a las riendas de abajo hacia arriba.

Si el caballo no obedece, no reforzar la acción de las manos acentuando la tensión de


las riendas: pierna izquierda ‒ desde que el caballo levanta el posterior izquierdo para
empujar, hacer recular la espalda derecha con una acción sobre la rienda del filete
derecho ‒ el posterior izquierdo se posa hacia atrás; después pierna derecha y rienda
izquierda.

Cuando el caballo ha comprendido, actuar sobre las dos riendas, solo las manos.

Después el caballo se ejercerá en pasar con suavidad del paso al paso atrás con
oposición de las manos, la impulsión viene por una especie de rebote sobre la mano,
por oposición de los resortes hacia delante. Tras la compresión de las articulaciones,
tras la concentración de fuerzas, el caballo va hacia atrás por el pasillo entre las piernas
que abren la puerta de atrás. Después la piernas retornan al caballo hacia adelante
mediante la cesión de las manos. Siempre piernas sin manos y manos sin piernas, pero
l as
s p ie r na s p e r m anecen ajj u s tadas
s y las manos conservan el contacto.

En caso de desplazamiento de las espaldas, colocarlas en su lugar delante de las


caderas.

34
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

E L B A LANCE

S ituac ió n .- Después de haber dispuesto las articulaciones, el jinete ha puesto un


obstáculo en la extremidad anterior desde la articulación de la boca. La impulsión,
tropezando y rebotando de alguna forma por la oposición de la mano, ha sido desviada
hacia arriba, la elevación de la base del cuello se acentúa. El caballo se sostiene y
recupera su equilibrio natural. El jinete dispone ahora el movimiento y el equilibrio en
sentido longitudinal. Se puede decir que, en ese sentido longitudinal, la cuestión está
resuelta. El jinete manda fácilmente con acciones ligeras, por medio de las articulaciones
suaves y ligeras, el equilibrio en el sentido longitudinal.

v o .- El jinete se va a aplicar ahora en actuar sobre el equilibrio en sentido


O b j etiv
lateral. Este nuevo trabajo perfeccionará considerablemente el equilibrio, el ramener, la
ligereza y la sumisión a las ayudas, la influencia psíquica y moral sobre el caballo.

Prr o g r e s i ó n . - Rotación de las caderas alrededor de las espaldas ‒ Rienda directa


de oposición ‒ P ier n a q ue des vía.

- Rotación de las espaldas alrededor de las caderas ‒ R ien da co ntra r ia de


o p o s ic ió n delante de la c r uz.
- Paso lateral ‒ Espalda a dentro ‒ R ien da co ntr a r ia de op o s ic ió n detrá s de
la c r uz (intermedia).

Notas
(31) A veces es obligado empezar a enseñar el paso atrás al caballo de pie.

35
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

CAPITULO QUINTO

AC C IÓ
Ó N L ATER AL

El caballo será sumiso a la acción lateral:


- sobre las caderas
- sobre las espaldas
- sobre la masa.

1. - S o b re las caderas .
Pirr ue
e ta
a s i nve
e r s a s . V.. Eq . R.. pa
a g 9 (4 )

La posesión de las caderas constituye un paso decisivo hacia la completa sumisión del
caballo, pues “la mayor parte de las resistencias del tercio delantero tienen su base en la
mano-atrás” (General LʼHOTTE).

Las resistencias que subsisten todavía en el tercio delantero son la mayoría de las veces
fantasma e ilusión, sombra proyectada de las resistencias, apariencia. La realidad, el
origen de las resistencias está en las caderas.
Ideas platónicas. V. pág 12 I

Igualmente, en el cine, vemos la proyección de imágenes sobre un lienzo delante de


nosotros, pero el origen de las imágenes está detrás. Si se quiere actuar sobre ellas,
destruirlas, por ejemplo, no es a la tela a quien hay que atacar, sino a la cabina de
proyección en donde ellas se encuentran en realidad.

Movilizar las caderas alrededor de las espaldas incitando al caballo a cambiar las
espaldas para aligerar las caderas hace pasar su peso hacia adelante, incrementa la
fuerza de los posteriores y desarrolla el juego de la mano-atrás. V.D Olivier

Las rotaciones de las caderas alrededor de las espaldas tienen lugar juiciosamente en
este momento de la doma, mientras que se acaba de trabajar el ramener y el paso atrás.
Pueden, en efecto, remediar los excesos de las manos que han podido ser cometidos en
el trabajo de oposición con el cual el caballo acaba de someterse.

Movilizar las caderas constituye también un excelente procedimiento para obtener y


perfeccionar las cesiones de mandíbula en el empuje, en la impulsión.

Si el caballo no cede a la demanda hecha por la mano, movilizar las caderas (1). Cesar
toda acción sobre las caderas desde que se produce la cesión de la mandíbula. La
pierna así acaba de reforzar la solicitud de la mano y le obliga a obedecerla. El medio de
coacción se abandona desde que el caballo obedece y el jinete no tiene que recurrir a él
salvo en caso de necesidad.
(1) Es otra aspirina de la Eq además de la E.A.

En ese momento el caballo aprenderá a obedecer a l a p ie r na q ue des


s v í a.
V.A. Kursinski.

36
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

La pierna que desvía coloca las caderas, las captura lateralmente, hace desviar la mano-
atrás (32).

Para diferenciarla de la pierna que incurva, la acción de la pierna que desvía debe
producirse de delante hacia atrás.

Para mayor claridad, al principio, se desplaza hacia atrás la pierna que desvía, pero es
necesario tender a reducir cada vez más el desplazamiento de la pierna, a no diferenciar
estas dos acciones de las piernas (pierna que incurva y pierna que desvía) mas que por
diferencia en la dirección de la acción.

La pierna que desvía enseña por la oposición de la cabeza a las caderas por medio de la
r ie nda d i recta de o p o s ic ió n (33). E s ta o p o s ic ió n n o es
s p o s ib
b l e m as
s q ue s i ell
cuell l o s e h a m anten id o de rech h o y ten s o entre l as s r ie n das
s y si la rienda de
oposición actúa en la dirección de la cadera.

En la media vuelta sobre las espaldas a la derecha, por ejemplo (fig. 24), el jinete
flexiona la cara a la derecha. La mano derecha opone ante todo la cabeza a la cadera
derecha, después la pierna derecha captura las caderas con la izquierda. La pierna
izquierda en la cincha recibe al caballo y le mantiene tenso y en la mano. La mano
izquierda mantiene la base del cuello en su lugar y lleva la boca del caballo muy
ligeramente a la izquierda. El caballo debe “ver venir sus caderas”. El pecho siempre
debe arrastrar y no quedarse atrás. En caso necesario, hacer sentir la espuela para
reforzar la acción de una u otra pierna.

Fig. 24.- Media parada sobre las espaldas a la derecha.


V. Perf. Fig 29 (pag 25)

Como hemos dicho sobre de las cesiones de la mandíbula, en este momento, es


necesario abandonar las medidas de coacción desde que el caballo obedece. Cuando ha
sido necesario ceder el tercio delantero, el jinete ha cedido las piernas desde que el

37
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

caballo cedía a la mano; aquí, el jinete debe c eder l a m an o (rienda directa de


oposición) d e s de q ue ell cab
b all l o cede a l a p ie r na . El principio es el mismo. Así es
como las ayudas “se prestan mutua ayuda”.

Ell o b j etiv
v o e s l a o b ed ie nc ia ú n icam
m ente a l a p ie r na .

A medida que el caballo se vuelve cada vez más obediente a la pierna que desvía, la
rienda directa de oposición interviene cada vez menos y el caballo domado está
preparado para la media vuelta a la derecha con una simple media parada con la rienda
izquierda, sin que sea necesario intervenir con la rienda de oposición (34).

P r o ced im
m ie nto
os

- Medias vueltas inversas al paso y al trote sentado y serpentinas, movilizando las


caderas alrededor de las espaldas.
- Medias vueltas sobre las espaldas al paso y al trote.

2. - S o b re las espaldas .
Pirr ue
e ta
a s na
a t urr a l e s .

Antes de poder dirigir al caballo por los dos extremos, el jinete debe poder colocar las
espaldas, movilizar las espaldas alrededor de las caderas.

Las rotaciones de las espaldas alrededor de las caderas colocándolo sobre las caderas
son para practicar principalmente con caballos que tienen demasiada tendencia a echar
el peso sobre las espaldas.
Durante este periodo, el caballo aprenderá l a r ie nda co
o ntra r ia de o p o s ic ió n p o r
dell ante de l a c r uzz (35).
V.Perfect. pag 38.

Media vuelta sobre las caderas a la izquierda (media pirueta a la


izquierda) (fig 25). El jinete flexiona la cara a la izquierda. La
mano izquierda lleva la boca a la izquierda s i n ell ram m ener
h ac ia atrá
á s . Actuando la mano derecha con la rienda contraria
de oposición ‒ dirección de la rienda derecha pasando por
encima de la cruz ‒ empujar las espaldas hacia la izquierda.

Fig 25.- Media vuelta sobre las caderas a la izquierda.


Fig 32 PE

38
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

El jinete contiene el cuello con los dos extremos, la boca con la mano izquierda, la base
con la mano derecha, y la desplaza hacia la izquierda.

Pivotando el caballo alrededor de su eje, desplazando las caderas hacia la derecha


cuando se empuja las espaldas a la izquierda, el jinete mantiene las caderas en su sitio
con la pierna derecha (que desvía) mientras que la pierna izquierda en la cincha
mantiene al caballo en la mano y tenso.

P r o ced im
m ie nto
os.

Medias vueltas cada vez más cerradas al paso y al trote.


Medias vueltas sobre las caderas o piruetas completas al paso y al trote.

Finalizadas las medias vueltas, llevar al caballo hacia adelante francamente. Con los
caballos que tienen tendencia a retenerse, algunos trancos a paso largo o salidas al
trote, trote levantado si el movimiento se ha hecho a trote sentado.

3. - Acc ió n s o b r e la masa .

El caballo será sumiso en el momento en que realice la gimnasia de p as s o l aterall y d e


s p all da a dentr o . Así aprenderá l a r ie n da co
es o ntra r ia de o p o s ic i ó n p o r detrá ás
de l a c r uzz (5º efecto o intermedia) que actúa sobre la totalidad de la masa (36).
V. Cmte des Salins
“E. en D. secret de…

Empezar con el p ass o l aterall (cesión ala pierna). Paso lateral hacia la izquierda por ejemplo
(fig 26). Con el cambio de mano de izquierda a derecha, rienda derecha intermedia ( * ) ,
después llevar las dos manos hacia la izquierda y hacia delante. Cerrar las piernas
empujando más la pierna derecha (que incurva), la pierna izquierda ligeramente
apartada. Arrastrando el pecho. El caballo se desplaza hacia la izquierda incurvándose a
la derecha. Las espaldas deben preceder a las caderas.

Fig 26- Paso lateral.

39
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

La es s p all da adentr o , verdadera llave de jiujitsu de la doma, desarrolla


considerablemente el empuje de las caderas, la posición del caballo, el ramener, la
elasticidad de la boca, la ligereza y la armonía de los movimientos del caballo.
Disociándolos, la espalda adentro permite vencer al minuto las resistencias del caballo.
V. en Des Salins la rienda contraria de oposición.

Ess p all da adentr o a l a derech h a (fig 27).- Llevando al caballo por la pista a mano
derecha sacar las espaldas de la pista, después rienda derecha intermedia (por detrás de
la cruz), l a m ano o s e l im
m ita a h acer o p o s ic ió n des s p ué
é s de h ab
b er dad o l a
d i recc ió n de l a acció n coo n l a r ie n da . Por efecto de la impulsión, desde la boca a la
cola del caballo se incurva a la derecha y, así incurvado, se lleva hacia adelante y hacia la
izquierda en la dirección de la anterior izquierda.

Fig 27.- Espalda adentro a la derecha.

La pierna izquierda incurva y, actuando conjuntamente con la otra pierna, actúa sobre la
impulsión.

Mano y pierna izquierdas que reciben al caballo e impulsión que regulan y sostienen la
incurvación y mantienen la tensión.

La pierna izquierda se cede más o menos en caso necesario para mantener las caderas.

Desde que se siente en el caballo obediencia y ligereza, actuar moderadamente con la


mano derecha como si se cepillara a contrapelo la base del cuello. El posterior derecho,
que acaba de responder a la pierna derecha (acción de atrás hacia adelante), sigue la
cesión de la mano derecha (fig 28).

40
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

Fig. 28.- El jinete tiene la impresión de que el posterior sigue la cesión de la mano.
V. fig 11.
Fig 45 P.E.

En todos los movimientos de incurvación ‒ y particularmente en la espalda adentro ‒ l a


i nc u r v ac ió n dell cuell l o deb
b e s e r m o de r ada. Si el cuello se incurva demasiado, solo
se incurva; la incurvación no alcanza el riñón; hay un escapada lateral; una parte de la
columna vertebral escapa a la tensión. Ahora bien, e l r i ñ ó n e s p r i nc ip p all m ente a
q u ie n h ay y q ue all canzz ar en l a es s p all da adentr o . El jinete debe pues preocuparse en
moderar la incurvación del cuello para que la incurvación se aplique a la columna
vertebral completa y gane el riñón.

La espalda adentro se puede practicar a todos los aires, en línea recta o en círculo. Para
producir su máximo efecto debe hacerse alargando el aire.

En el paso lateral (cesión a la pierna), el movimiento lateral predomina; en la espalda adentro,


es el movimiento hacia adelante.

Es evidente que existe un punto de reencuentro con estos dos movimientos. El jinete
puede pasar a su voluntad de uno a otro haciendo predominar el movimiento lateral o el
movimiento hacia adelante.

La espalda adentro pide más propulsión. Los posteriores se quedan sobre la pista, las
espaldas se desfasan ligeramente de manera que, en la espalda adentro derecha, el
anterior izquierdo esté sobre la pista del posterior derecho. Las ayudas laterales
izquierdas moderan el movimiento lateral en beneficio del movimiento hacia adelante. El
jinete actúa como si quisiera hacer bascular al caballo por encima de la espalda
izquierda.

41
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

Prr oc
ced im iento s .

- Pa
a s o laa t e r a l (cesión a la pierna) al final de los cambios y de alargando medias
vueltas.
- Paso lateral en cambios de mano al galope.
- Cambios y contra-cambios de mano. Cuatro o cinco pasos hacia la izquierda.
Cuatro o cinco pasos a la derecha. Cuatro o cinco pasos hacia la derecha, etc.
- Es
s pall da adentr o a todos los aires.
- Espalda adentro en línea recta; desde que el caballo se vuelve ligero, meter en
círculo por acción de las dos piernas sobre las manos que ceden. O bien espalda
adentro partiendo de la vuelta que dispone convenientemente al caballo y las
ayudas del jinete (37).
- Espada adentro en círculo, los dos extremos hacia adentro después hacia afuera
agrandando y estrechando el círculo.
- Algunos pasos de espalda adentro derecha. Cesión ‒ cesión. Algunos pasos en
recto. Algunos pasos de espalda adentro izquierda. Cesión ‒ cesión. Enderezarse,
etc.

42
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

E L B A LANCE

S ituac ió n : enseñando al caballo a obedecer a las riendas de oposición y a la pierna que


desvía, movilizando las caderas y las espaldas, el jinete ha canalizado al caballo por el
pasillo de las ayudas. Ha construido paredes laterales.

Si este trabajo a base de ayudas laterales predominantes ha sido bien llevado, la


impulsión se ha quedado intacta. El caballo en este momento está metido en las ayudas,
como entre las tres paredes de un hueco. Él está embarcado. No se ocupará mas que de
la pared trasera del hueco imaginario que el jinete constituirá, reforzará poco a poco y
que debe volverse inquebrantable, infranqueable.

v o : Acentuar dominio y sumisión del caballo. Mandar los movimientos de los


O b j etiv
miembros, posteriores, anteriores y diagonales.

P r o g re s ió n : Paso de escuela ‒ Perfeccionamiento de las rotaciones de las caderas y de


las espaldas ‒ Apoyos.

N otas
(32) Ver Perfectionnement équestre.
(33) Ibid.
(34) La “pirueta” es una vuelta sobre las caderas; la media pirueta, una media vuelta sobre las caderas. La
“pirueta inversa” es una vuelta sobre las espaldas; la “media pirueta inversa”, una media vuelta sobre las
espaldas.
(35) Ver Perfectionnement équestre.
(36) Perfectionnement équestre.
(37) Equitation académique (General DECARPENTRY).

No o ta s d e l a t r a du cción
(** ) Rien d a interme d i a:: “No es una rienda de oposición puesto que si bien resiste ligeramente el
movimiento hacia adelante, no opone las espaldas a las ancas y viceversa, sino que empuja a ambas en la
misma dirección.
La rienda intermedia opera en una dirección intermedia, sobre la mitad del cuerpo del animal y por detrás
de la cruz, ofreciendo poca resistencia” La Equitación de Pierre CHAMBRY.

43
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

CAPITULO SEXTO

AC C IÓ
Ó N SOB
B RE LOS M OVIM
M IENTOS DE LO S M IEM
M B ROS

1. - P o ster io r es .
El jinete pedirá el empleo alternado de los posteriores sirviéndose de las piernas como
se ha indicado anteriormente, “marchando al paso” con el caballo.

Mandar el juego de compás de los posteriores actuando con las piernas con precisión
p ara a um
m enta r l a am
m p l itu d de l o s g es
s to
o s , contraria a la precipitación.

Las rotaciones de las caderas alrededor de las espaldas se perfeccionarán, el jinete se


aplicará en mandar los movimientos de empuje y movimientos laterales de los
posteriores mediante acciones cadenciadas y alternadas de la piernas, manteniendo las
dos piernas ajustadas. Obediencia a l as
s p anto
o r r ill l as
s (talón bajo), no a la espuela.

Movilizar las caderas aumentando paso a paso la amplitud del movimiento de los
posteriores en la impulsión constituye un punto capital en la doma. Muchos caballos
precipitan sus gestos, y particularmente en el trabajo a dos pistas, porque el jinete no
ha insistido bastante en esta lección o porque ha sido negligente.

P r o ced im
m ie nto
os.

- Mandar el juego de los posteriores, el juego lateral del dorso-riñón, sobre círculo
y en línea recta en la espalda adentro y en todas las figuras de picadero al paso y
al trote.
- Medias vueltas inversas, vueltas caderas hacia afuera, rotaciones de las caderas
controlando el juego de los posteriores.
- Al galope, acciones periódicas de la pierna interior aumentando las incurvaciones
del dorso-riñón, los empujes periódicos del posterior hacia adentro (38).

2. - Anter io r es .

Hasta aquí el jinete se ha servido sobre todo de las ayudas laterales, que se concuerdan
con los movimientos naturales del caballo. En este momento, se hará un importante
empleo de las ayudas diagonales, que, contraponiendo gestos naturales y propulsión,
permiten desviar la impulsión en elevación.

En caso de dificultad, volver a las ayudas laterales.

El jinete se aplicará en mandar la elevación de los anteriores, en actuar durante la


duración del sostén, sobre la extensión y los desplazamientos laterales de los miembros.
Paso a cámara lenta.

44
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

Los jinetes, cadenciando sus acciones, se aplicará en mandar los gestos de los
anteriores en las rotaciones de las espaldas.

M ed ia v uell ta s o b r e l as
s caderas
s a l a derech
h a , por ejemplo (media pirueta a la
derecha). La mano derecha atrae el anterior derecho, la izquierda empuja al anterior
izquierdo hacia la derecha.

Cargar periódicamente el anterior en el apoyo y actuar en el momento justo para


desplazar el anterior que está en el aire buscando aumentar la amplitud de los gestos.
Cesar la acción de la mano izquierda cuando el anterior izquierdo está en el suelo.

Mantener con las piernas la actividad de las caderas, el movimiento alternado de los
posteriores que debe continuar en su lugar, por lo menos el posterior derecho que debe
servir de pivote durante la pirueta, mientras el izquierdo gira paso a paso alrededor de
él.

El jinete enseñará al caballo a levantar un anterior y después el otro cuando se lo pida, a


hacer “ j am
m b ette”” , después a marchar al paso de escuela y al paso con extensión de los
anteriores.
Paso español.

Poner primero al caballo en las ayudas, por delante de las piernas y en la mano
(preparación).
Media parada.

Estando el jinete parado sobre la pista a mano izquierda hacer levantar el anterior
derecho. Cabeza y cuello altos sobre el filete. Llevar las manos a la izquierda rienda
derecha más tensa para cargar el anterior izquierdo y aligerar el derecho. Acción de las
dos piernas con predominancia de la izquierda (espuela en caso necesario). Ayudarse
del pecho, de la fusta o de una ayuda a pie al principio si es necesario.
Pepe Jordá.

Después, ralentizando el paso y empujando el caballo sobre la mano manteniendo al


mismo tiempo la cadencia del paso, el jinete pondrá al caballo a l p as
s o de es
s c uell a, que
es un paso más elevado que el paso ordinario. El jinete, midiendo y apretando sus
acciones, balancea el peso de un anterior al otro.

Para e l p as
s o en ex
x te n s i ó n (39), manteniendo el sostén suficiente de un anterior, tan
pronto como se eleve empujar al caballo hacia adelante. Parar. Mismo ejercicio hacia el
otro lado. La pierna izquierda manda la elevación del anterior derecho, la derecha
empuja.

Después de algún tiempo con este trabajo, el jinete obtendrá un aumento del sostén de
los anteriores, marchando el caballo con pasos medidos con gestos amplios y lentos.
Esta marcha da al caballo una gran majestuosidad. Vigilar no cargar las espaldas con el
pecho (39).

45
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

En este trabajo, la acción de las piernas debe, como siempre pero más particularmente
aquí, preceder a las de las manos para guardar al caballo comprometido en el ramener y
conservar toda la elasticidad del tercio delantero. Mandíbula y cuello tensándose se
opondrían al compromiso de las caderas. Las acciones de las manos no deben tener
ninguna repercusión sobre las caderas, no deben alcanzar la masa. El caballo debe
mantenerse en su “equilibrio horizontal” tenso y ligero. El juego de las articulaciones
absorbe de alguna manera el empuje de los posteriores y las acciones de las manos
(puesta en la mano).

P r o ced im
m ie nto
os.

- Medias vueltas cada vez más cerradas con pasos medidos, después medias
vueltas sobre las caderas.
- Perfeccionar todas las piruetas y piruetas inversas mandando los movimientos de
los miembros, manteniendo el juego de los posteriores en las piruetas y el de los
anteriores en las piruetas inversas.

3. - D iag o nales .

El jinete se aplicará en mandar el juego de las diagonales en los apoyos.

Ell ap
p o y o , obligando al caballo a aprovecharse de su masa con los posteriores,
desarrolla la fuerza del tercio delantero, el compromiso de las caderas y la suavidad del
caballo. También es muy eficaz para remediar los defectos de simetría.

La acción de las ayudas diagonales en la impulsión que se manifiesta en el apoyo es


característica de la equitación superior y de la alta escuela. El apoyo da muy bien la
noción de esta descomposición del movimiento: disposición ‒ acción (colocar-animar) y
hace sentir muy bien la importancia de la impulsión. Necesita el sentimiento de los
movimientos del caballo, el dominio de las ayudas y la exactitud en su empleo.

En el apoyo, el caballo marcha desplazando las espaldas y las caderas en dos pistas
paralelas, las espaldas preceden las caderas, la nuca (no el cuello) flexionado muy
ligeramente al lado hacia el que el caballo apoya.

En el apoyo hacia la derecha, por ejemplo, la mano derecha indica la dirección y atrae la
boca a la derecha. Las ayudas laterales izquierdas empujan alternativamente espaldas y
caderas hacia la derecha por las acciones intermitentes que mandan los gestos de los
miembros. El jinete, teniendo el cuello por los dos extremos, lo lleva hacia adelante y
hacia la derecha. La pierna izquierda, que debe prolongar su acción después de posar el
anterior izquierdo, guía fundamentalmente las caderas a la derecha; la pierna derecha
recibe al caballo y la dos piernas lo empujan sobre la mano derecha que, después de
haber dado el pliegue mediante una oposición medida, acompaña al caballo en la

46
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

dirección del apoyo. El caballo marcha sobre la huella de la mano derecha, que conserva
el sostén. En el apoyo hacia la derecha, a m enu d o es s l a acció n de l a p ie r na
derech h a l a q ue deb
b e p r ed o m ina r .

La acción del pecho que debe arrastrar al caballo en la dirección deseada es muy
importante en el apoyo (peso sobre el estribo derecho pierna izquierda plegada, rodillas
flexibles).

Durante el movimiento, dejar pasar al caballo por delante de las piernas, descenso de
manos desde que el caballo obedece no solamente a estas sino también a las piernas.
Velar por el mantenimiento de la tensión y buscar el aumento de la amplitud de los
movimientos de los miembros en su cruce.

P r o ced im
m ie nto
os.

- Cabeza al muro.
- Medias vueltas, volver a la pista apoyando, conservar en el apoyo el pliegue
solicitado en la curva.
- Estando a mano izquierda por ejemplo sobre el lado corto, ligero pliegue a la
izquierda, y, llegando al lado largo, cambiar de mano apoyando conservando el
pliegue a la izquierda, manos y piernas llevando la boca, la base del cuello y todo
el caballo h ac ia adell ante y hacia la izquierda.
- En el cambio de mano apoyando, pasar del paso al trote, del trote sentado al trote
levantado, del trote y del paso al galope.
- Contra-cambio de mano apoyando; apoyar, precediendo las espaldas; marchar
recto algunos pasos, desplazar las espaldas y apoyar del otro lado, marchar recto,
y continuar así a p l icá á nd o s e p r im
m e r o en o r ie n ta r l as
s es
s p all das
s en l a
d i recc ió n dell n uev
v o appoyo.

E L B A LANCE

S ituac ió n : El jinete en este momento solicitando el equilibrio en los dos planos, hacia
adelante, hacia atrás y lateralmente, y los movimientos de los miembros, el trabajo al
galope podrá ser emprendido sin encontrar dificultades o resistencias.
El caballo galopa calmado, colocado, flexible, sobre la mano, sino todavía ligero al
menos teniéndose por sí solo, las articulaciones del tercio delantero jugando con el
acompañamiento del contacto elástico de los codos. Da vueltas al galope manteniendo
su equilibrio (40).
Hasta aquí no ha hecho salidas solicitadas con predominancia de las ayudas laterales
exteriores partiendo al galope por pérdida de equilibrio y cogiendo con este aire una
velocidad superior.

e t i v o : Mejorar equilibrio y cadencia del galope. Hacer comprender al caballo que el


O b je
galope no debe entrañar necesariamente un aumento de velocidad.
Salidas al galope por adquisición del equilibrio ‒ Galope trocado.

47
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

N otas

(38) Ver Equitation raisonnée.


(39) El jinete puede acentuar la elevación de los anteriores por tensión de las riendas de abajo hacia arriba
siempre bien mantenido por las piernas.
Este trabajo puede ser desarrollado hasta el paso español, aquel en el que los anteriores se elevan hasta
la horizontal.
El objetivo buscado aquí es el mandato de los gestos, de los movimientos de los anteriores..
(40) Si el resultado todavía no se ha alcanzado, obtenerlo antes de empezar el trabajo al galope.

48
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

CAPITULO SÉPTIMO

TRAB
B AJO AL G A LOP
PE

1.- El galope.

Para poder hacer un trabajo al galope correcto, el jinete debe conocer el mecanismo del
galope y los movimientos disimétricos de la columna vertebral y de los miembros a este
aire (41).

Como a los otros aires, el juego lateral ralentiza y cadencia; su restricción favorece
rapidez y tensión.

A medida que se acentúa el ramener, el juego de los codos se sustituye poco a poco por
el de los dedos, como si el jinete apretara periódicamente una pera de goma.

El jinete debe dejar producirse el movimiento de báscula del galope; para e s to o ell
cabb all l o n o deb
b e enco
o ntra r s e c o n l a m an o e n ell tercer t iem
m p o dell g all o p e (42).
Esto es tanto más importante cuanto más se ralentiza el galope.

Para mejorar e l eqq u ill ib


b r i o al galope, ralentizamientos en círculos primero dando al
caballo un ligero pliegue del lado del galope (nuca). Después ralentizamientos en línea
recta. Volver a ponerlo en círculos en caso de necesidad.

Gall o p e a derech h a.- Peso sobre el isquion izquierdo, ayudas normalmente


predominantes: pierna izquierda (rodilla izquierda plegada y flexible), mano derecha
sostenida aligerando la espalda derecha y dando el pliegue.

Los ralentizamientos pueden ser empujados hasta el galope en el sitio en el cual el


caballo debe quedarse ligero y mantenerse solo con el descenso de las manos. Se llega
por pequeñas acciones breves, intermitentes de las manos produciéndose d es s p ué
é s el
tercer tiempo del galope. C ue r p o v e rt ic all . La impulsión debe ser aún más grande
cuanto más se ralentiza el galope.

Paso del galope al paso y a la parada sin chocar conservando al caballo en equilibrio
horizontal. Acción de la mano cerrando los dedos sobre las riendas, mano fija, las
piernas recibiendo, manteniendo y preparadas para actuar para “cerrar la puerta” detrás
o reenviar sobre la mano en caso de necesidad.

Para c adenc ia r el galope, aplicarse en aumentar la amplitud de los gestos, de los


movimientos de compás de los miembros, en acentuar la disociación de los posteriores
y la distancia entre la posición de los miembros.

Desde que el caballo puede soportar un galope un poco ralentizado, espalda adentro y
apoyos al galope. ‒ Movilizar las espaldas alrededor de las caderas con medias vueltas

49
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

cada vez más cerradas llevando a las piruetas. Insistir del lado donde el movimiento es
menos fácil, el más habitual sobre los movimientos al galope a la derecha.

2.- Salidas al galope (43).

Las salidas al galope desarrollan considerablemente la obediencia a las ayudas.

Descomponer las salidas: disposición media parada ‒ acción.

Las manos y el cuerpo disponen, las piernas accionan.

Salida al galope a l a de rech


h a.

D is p o s ic ió n .- Cargar la espalda izquierda con las dos manos, rienda derecha un poco
más tensa que la izquierda llevando la punta de la nariz ligeramente a la derecha (nuca) y
aligerando la espalda derecha. Pierna izquierda plegada para pesar sobre la nalga
izquierda y cargar el lado izquierdo.

Acció n .- Tensión ajustada de la rienda derecha seguida de una presión de las dos
piernas empujando sobre la mano que cede, que deja distenderse los resortes
primitivamente comprimidos, que permite la pequeña extensión que acompaña el tercer
tiempo del galope. Después de tener como levantada la espalda y el anterior derecho, la
mano derecha las deja llevarse y colocarse hacia adelante.

La pierna izquierda plegada incita al caballo a apoderarse de su masa con el posterior


izquierdo. La pierna derecha actuando en la cincha y muy ligeramente de atrás hacia
adelante, “en cuchara”, lleva el posterior derecho, cuya abducción está favorecida por la
cesión de la mano derecha.

La pierna izquierda empuja sobre la pierna derecha, que envía al caballo sobre la mano;
la cual recibe y acompaña.

El caballo aprenderá pues en este momento, esta nueva acción de la pierna, de atrás
hacia adelante, que se le podría llamar “ l a p i er na q ue l l am
m a all p o s te r io
or”.

La acción predominante del “talón directo” ‒ es decir de la pierna derecha para partir al
galope derecho ‒ permite una mayor discreción de las ayudas ventajosas para abordar
más tarde los cambios de pie aproximados.

Es necesario, naturalmente, hacer actuar las ayudas en el momento requerido de la


locomoción; es una cuestión de sentimiento de los movimientos y de precisión en el
empleo de las ayudas. Esto se aprende sobre todo con la práctica.

Este proceso (disposición-acción), que comporta un mandato preparatorio y un mandato


de ejecución, es muy provechoso tanto para el caballo como para el jinete.

50
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

El caballo que, así prevenido, no corre el riesgo de ser sorprendido por la petición del
jinete hace las salidas al galope (y más tarde cambios de pie) más fluidas con una
soltura y una facilidad más grandes.

En lo que concierne al jinete, este proceso tiende a impedir los movimientos


inoportunos y desgraciados del cuerpo que arrastra (sobre todo en los cambios de pie)
una acción simultánea de las piernas y de las manos que es necesario vigilar siempre.

P r o ced im
m ie nto
os

Estando el caballo en la mano y ligero:

- Salidas al galope desde el trote sentado cadenciado después del paso, de la


parada e igualmente del paso atrás, según capacidades del caballo y del jinete.
Solicitar al principio las salidas al pasar por las esquinas, sobre círculos, y en
seguida en línea recta;

- Salidas al galope sobre apoyos;

- Cinco o seis trancos de galope ‒ parada ‒ acariciar ‒ una vuelta al paso. Hacer
tres o cuatro veces el mismo ejercicio sobre un pie y sobre el otro cambiando de
mano las primeras veces;

- Salidas al galope sobre uno y otro pie, permaneciendo el jinete a la misma mano.
La dificultad ha aumentado, permaneciendo el jinete sobre la pista interior a uno
o dos metros del muro;

- Salidas al galope con las piernas solas y con las manos solas. Obedeciendo el
caballo a uno y al otro de estos procedimientos obedecerá enseguida aún más
cómodamente a la petición combinada, y así controlado solo, de las piernas y de
las manos.

3.- El galope trocado (44).

El galope trocado calma al caballo, desarrolla el empuje y la fuerza de las caderas,


acredita, afirma y asienta el galope.

Mantener los movimientos del galope piernas bien ajustadas en su sitio ‒ servirse del
cuerpo cuyo peso debe quedarse del lado opuesto al pie sobre el cual el caballo galopa.
Vigilar el cuello derecho y el pliegue del galope. Dejar la mayor libertad posible a las
espaldas en las vueltas trocadas evitando todo escape lateral de las espaldas o de las
caderas.

51
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

P r o ced im
m ie nto
os

Serpentinas y contra-cambios de mano redondeados cada vez más acentuados siguiendo


los progresos del caballo.

Medias vueltas y cambios de mano ajustándose a la pista bastante lejos de las esquinas.
Aumentar progresivamente el número de pasos al galope trocado.

Galope trocado sobre grandes círculos al principio, que se reducen en la medida del
progreso del caballo.

Sobre un ocho, un bucle al galope exacto, trocado, sobre un pie y sobre el otro.

Insistir siempre sobre el pie sobre el cual el caballo hace los movimientos con menos
facilidad.

E L B A LANCE

S ituac ió n : El trabajo precedente ha debido desarrollar ya considerablemente obediencia


y sumisión a las ayudas. El jinete manda el equilibrio, la cadencia y el juego de los
miembros a todos los aires.

v o : Perfeccionar el equilibrio en la impulsión. Alcanzar por concentración de las


O b j etiv
fuerzas un equilibrio que se podría llamar el segundo grado. Afinar la elasticidad y
obtener la armonía de juego de los resortes interpuestos entre piernas y manos,
hacerlos jugar y repercutir los unos sobre los otros por las acciones cada vez más
ligeras de piernas y manos.

P r o g re s ió n : Puesta en la mano.

Notas

(41) Ver Equitation raisonnée y Perfectionnement équestre.


(42) “La boca del caballo no debe encontrar la mano l principio del tercer tiempo” (Dressage, Coronel
JOUSSEAUME).
(43) Ver Equitation raisonnée y Perfectionnement équestre.
(44) Ver Perfectionnement équestre

52
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

CAPITULO OPTAVO

L A P U ESTA EN L A M ANO

No se puede hacer mejor para definir l a p u es


s ta e n l a m an o , mas que citar a FILLIS.

“El caballo que tiene el cuello alto, la cabeza perpendicular, que mastica y suelta su
hierro bajo el tacto del jinete, e s tá
á co
o l o cado
o . Él no está ligero, está falto de impulsión.
El efecto obtenido está localizado en la mandíbula y en la parte superior del cuello. No
es pues mas que parcial y el equilibrio general es todavía incompleto. Es encaminar
hacia el equilibrio perfecto: es un primer grado, l a p ues s ta en l a m an o es el segundo y
l a re u n ió n el último.

“Debo confesar que no he mencionado este término mas que por respeto a la autoridad
de BAUCHER, que trabajando en el mismo sitio, hacía u n ram m ene r , mientras que yo no
busco la flexión directa mas que en el movimiento hacia adelante, lo que me da desde el
principio l a p ue s ta en l a m an o .

“Yo no comprendo la flexión directa mas que si está p reced ida del efecto de la mano,
sostenida, completada por los efectos de las piernas empujando del tercio posterior
hacia el tercio anterior.

“Por la combinación de los efectos alternativos de piernas y manos es como se


aproxima a la puesta en la mano y como se llega a obtenerla enseguida.

“La puesta en la mano resulta del equilibrio en la impulsión, obtenido y conservado por
la flexión directa resultando de la acción de las piernas y repercutida desde el tercio
posterior al tercio anterior.

“El tercio posterior, metido bajo el centro, c ap


p tu ra y mantiene el equilibrio con la
elevación del cuello. Toda la impulsión de la masa termina en el hierro, es decir, en la
extremidad de un brazo de palanca (cuya flexibilidad de delante hacia atrás va
aumentando de detrás hacia adelante), desde donde la mano del jinete reenvía a su vez
la cantidad necesaria para el mantenimiento del equilibrio, hacia el tercio posterior,
quien, por una nueva distensión, echa de nuevo toda la masa hacia adelante, y así
sucesivamente (45).

“El caballo así está verdaderamente e n l a m an o . Añado que, para mí, el caballo debe
estar al mismo tiempo s o b re l a m an o . El caballo está s o b r e l a m ano
o cuando,
estando todo él en flexión directa, toma de vez en cuando ligeros contactos con el
hierro para quedarse en comunicación constante con la mano del jinete. Ver Perfectionnement
équestre fig 13 y 14

“Ahora se comprende lo que se quiere decir cuando se dice que el caballo está e ntre l a
m an o y l as
s p ie r na s , puesto que son las piernas y las manos quienes reenvían

53
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

continuamente la impulsión, de manera que se mantenga el equilibrio ganando siempre


terreno hacia adelante.

“El caballo de escuela está completamente e nce r rad o entre l a m ano o y l as


s p ie r na s .
El caballo de paseo está p o r dell ante de l as
s p ie r n a s y s o b re l a m an o , en este
sentido en los grandes aires debe tomar un punto de apoyo sobre las barras.

“No todos los caballos son capaces de dar o de soportar la r e u n i ó n perfecta, término
extremo de la puesta en la mano, pero todos pueden llegar a la p ues s ta en l a m ano
o
con un buen equilibrio y todos ahí deben estar sometidos y habituados, cualquiera que
sea el servicio al cual se les destine.

“Se cree que la puesta en la mano tiene por objetivo principal dar al caballo una bella
prestancia. Sin duda le da valor, pero éste es su menor mérito. El equilibrio, resultado
de la puesta en la mano, es quien da la movilidad, es decir, la facilidad de ejecutar sin
esfuerzo ni fatiga e inmediatamente todos los movimientos deseados a todos los aires.
Aún más, este equilibrio es quien asegura la larga conservación del caballo a pesar de
un penoso trabajo, ya que él necesita, para cada parte del caballo, que la suma de
esfuerzos le resulte naturalmente. Así se evita cualquier desgaste prematuro, puesto que
ningún órgano está particularmente sobrecargado o agotado.

Yo soy enemigo resoluto de una puesta en la mano prolongada y, con mayor razón,
continuada.”

En la puesta en la mano, el caballo está pendiente del jinete, preparado para responder a
todas sus demandas.

Las piernas dan la impulsión, las manos la reciben y la regulan. Los resortes del caballo
interpuestos entre las piernas y las manos, juegan repercutiendo los unos sobre los
otros a las demandas del jinete.

Para la concentración de fuerzas en el equilibrio animado que se está obteniendo, la


impulsión parte desde el lado donde las ayudas ceden, abren la puerta, hacia adelante,
hacia atrás o por un lado.

La mano no debe oponerse directamente a la masa. No debe actuar sobre ella mas que
por intermediación de los resortes interpuestos del cuello. La mano no comprime los
resortes mas que en la cantidad justa necesaria y les deja aflojarse más o menos de
manera que no llegue a penetrar al caballo.

El principio “manos sin piernas, piernas sin manos” debe respetarse escrupulosamente
en la puesta en la mano. L a s acc io o ne s alternadas de las piernas y de las manos
pueden estar muy próximas, pero sin confundirse ninguna vez, sin ser simultáneas
jamás.

54
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

Es el momento de precisar cuando tiene efecto l a acc ió n . Las ayudas pueden a ctua r ,
re s is
s t i r o ceder (1). Las ayudas que resisten o ceden son pasivas, no actúan, no hay
acc ió n . Cuando las manos actúan, las piernas pueden mantener y resistir ‒e
inversamente-, no hay a cc io o ne s simultáneas.
(1) En este sentido se hace el galope: 1º piernas sin manos, 2º manos sin piernas.

Para poder oponer sus acciones, manos y piernas deben poder reencontrarse. Es lo que
se produce en “el efecto de conjunto”. Sus acciones simultáneas comprimiendo y
bloqueando los resortes, realizando un equilibrio de presiones, paran todo movimiento y
toda animación. No va nada más. “El efecto de conjunto mata.” (46). Ver Perfectionnement
équestre pag 14

Las resistencias del caballo que contrae la columna vertebral y bloquea voluntariamente
sus resortes puede arrastrar también el reencuentro de las piernas y las manos. En este
caso, oponer r e s is
s tenc ia a la r es
s is
s tenc ia con los dedos, “una resistencia igual a la del
caballo y jamás superior” y hacer prevalecer a las piernas. “Las fuerzas que capturan
hacia adelante siempre deben predominar sobre las que moderan” para que el
movimiento continúe.

Mientras que los resortes interpuestos juegan, impiden a piernas y manos interponerse;
mientras que vibran y se mantienen animados, el movimiento continúa. Piernas y manos
pueden devolver la impulsión mediante acciones extremadamente próximas, manejar con
destreza la bola (47); mientras que los resortes no están inmovilizados por las ayudas,
movimiento, animación y vida continúan.

Es evidente que para obtener la puesta en la mano, donde las acciones de las ayudas
son muy próximas, el caballo debe ser inducido a obedecer inmediatamente a acciones
muy ligeras de las piernas y de las manos y que la ligereza a las piernas no pueda
obtenerse mas que si p r im
m e r o la mano, en sí misma, está muy ligera.

Equilibrio / Movimiento = Puesta en la mano.

Para intentar c o m p re nde r “Equilibrio-Movimiento”, el jinete debe esforzarse en la


búsqueda de la puesta en la mano, q ue deb b e p receder a to o da p etic ió n o f ig u r a ,
en descomponer sus acciones (Disposición- acción).

- Eq
q u ill ib
b r i o - D is
s p o s ic ió n : Acción de las manos elevando la base del cuello, sin la
menor acción de delante hacia atrás (fig 15). (48)
- Mo v i m i e n t o -A A c c i ó n : Empuje de las dos piernas, cesión de los codos
manteniéndolos elásticos.

Un procedimiento excelente de doma, y también de instrucción, consiste en poner al


caballo haciendo apoyos en un cambio de mano, por ejemplo (disposición), y hacerle
salir al trote o al galope continuando el movimiento al nuevo aire (aumento de acción)
(48).

55
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

Prr oc
ced im iento s .

- Búsqueda de la puesta en la mano a todos los aires vigilando su regularidad.

- Búsqueda del máximo ralentí compatible con el grado de doma.

- Alargamientos y ralentizamientos de aires y cambios de un aire a otro con rapidez


cada vez mayor y con suavidad, sin golpes. Ralentizamientos sin disminuir la
cadencia, sin precipitación de los trancos. Mantener la actividad y la cadencia de
los posteriores.

- Vigilar siempre al galope que el caballo no se interponga a la mano en el tercer


tiempo.

N otas

(45) “La mayor parte de la impulsión está empleada naturalmente en proyectar al caballo hacia adelante.”
(46) “Los efectos de conjunto se entienden como la fuerza opuesta justamente entre la mano y las piernas.
Deben tener como finalidad inmovilizar al caballo.” (BAUCHER).
Sobre el caballo domado, las acciones de las piernas y de las manos, siendo muy ligeras, pueden producir,
si son simultáneas, este equilibrio de presiones que arrastra la inmovilidad.
(47) Centro de gravedad de Brignac, mencionado en el capítulo donde se encuentra la cuestión del equilibrio.
(48) “Las manos dan la disposición, las piernas dan la acción.” (BAUCHER).
CAPITULO NOVENO

EL C AB
B A L LO DERECHO

“Calma ‒ hacia delante ‒ derecho”. Derecho es el objetivo. “El hombre a caballo con toda
la perfección del arte ‒ha escrito Auvergne- pasa su vida corrigiendo esta imperfección”
(el defecto de rectitud del caballo).

Los defectos de simetría probablemente ya se han revelado en el curso de la doma. Con


el objeto de corregirlos, el jinete ha insistido hacia los lados donde los movimientos
eran menos fáciles. Los jinetes advertidos han debido a priori trotar levantado más
sobre el anterior izquierdo, trabajar más al paso y al trote a mano izquierda y al galope a
la derecha.

El caballo derecho es el caballo en el que los movimientos de la columna vertebral y los


gestos de los miembros son simétricos. Para llegar ahí el caballo debe sentir las mismas
dificultades que el hombre que, en deportes (esgrima, tenis, salto), querría volverse
ambidiestro. Y los defectos de simetría del hombre y del caballo se superponen y
aumentan…

Como el hombre, el caballo viene al mundo con dos mitades descabaladas. El posterior
izquierdo es más débil que el derecho. El caballo hace llevar la mayor parte de su peso
por la diagonal izquierda (anterior izquierdo, posterior derecho). Los pasos son
desiguales, lo que es particularmente evidente en el juego del compás de los
posteriores.

56
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

El cuello permanece en disposición de incurvación a la derecha (base del cuello a la


izquierda). El caballo se resiste a las acciones de la rienda izquierda y no tensa la rienda
derecha.

La causa de estos defectos de rectitud e s u n de f ecto o de co o m p r o m i s o dell


p o s te r i o r izz q u ie r d o c o n s ecut iv
v o a u n de f ecto
o de em
m p u j e dell p o s te r i o r
derech h o . En efecto, cuanto más empuja el posterior derecho mas se compromete el
izquierdo. (1)
(1) Misma técnica de acortar el galope con la rienda exterior tirando y la interior manteniendo la incurvación hacia
adentro.

Primero buscar remedio a las diferentes desviaciones de la columna vertebral por l a


tenss ió n que tiende a volver a poner la nariz, base del cuello y el vientre en la línea de
propulsión ‒ obligar al caballo a comprometerse en el pasillo de las riendas con las
manos bien separadas, tensando las dos riendas por igual.

Dess ar r o l l ar l a f ue rzz a dell p o s te r io


o r izz q u ie r d o : Trabajo en círculo y vueltas a mano
izquierda. Trote levantado sobre al anterior derecho a mano izquierda.- obligar al caballo
a empujar hacia la derecha.- Paso lateral y apoyos hacia la derecha. Medias vueltas sobre
las caderas a la derecha, sobre las espaldas a la izquierda. Galope a la derecha. Galope
trocado en círculo a mano izquierda.

Dess ar r o l l ar ell des


s can s o dell p o s te r io
o r derech
h o : Vueltas a la izquierda. Paso lateral
y apoyos hacia la izquierda.

El caballo está derecho cuando el jinete siente un contacto igual sobre las dos manos
cuando la obediencia a las manos es igual a los dos lados (cesiones de la mandíbula e
incurvaciones tan fáciles a un lado como al otro), cuando la obediencia a la pierna y la
sensación de elasticidad de los laterales es igual a los dos lados.

Sólo una perfecta obediencia, la completa sumisión a las ayudas puede llevar al caballo
derecho.

57
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

CAPITULO DÉCIMO

LO S C AM
M B IO S DE P IE

El cambio de pie es una salida al galope, estando el caballo al galope (49).

Los cambios de pie no deben comenzarse mas que cuando las salidas cercanas son
fáciles, correctas, con un tiempo de paso corto (o igualmente parada) entre dos salidas
sucesivas.

Estando las espaldas sometidas a las caderas, es el momento de ocuparse sobre todo
del cambio de pie desde atrás y evitar interferir demasiado en el juego de las espaldas.

En el cambio de pie de izquierda a derecha, por ejemplo, para el salto a la pata coja (à
cloche-pied) que efectúa sobre el posterior izquierdo, el caballo debe disponer no solo
del peso de su propia masa, sino también de aquel del jinete asociado a la suya. En
consecuencia, cargar el peso sobre la nalga izquierda en este momento, c o n s e r v a r l as s
p ie r n a s cu idad o s am
m ente ajj u s tadas
s , limitar lo más posible el desplazamiento de la
pierna exterior en previsión de los cambios de pie cercanos ulteriores.

El cambio de pie debe pasar delante del jinete y no bajo él. No caerse de narices; cuerpo
derecho, dejar desarrollarse los gestos de los miembros h ac ia adell ante.

Para solicitar el cambio de pie, la inversión de las ayudas (pliegue del galope, piernas,
peso del cuerpo) debe ejecutarse con decisión y autoridad, pero evitando todo arranque,
todo gesto inútil, desplazamientos de asiento o contracción del riñón, que hacen perder
a los cambios de pie toda belleza y elegancia.

Con un caballo domado, una simple indicación de la mano de abajo hacia arriba es
suficiente para obtener el cambio de pie. Después de haber provocado la elevación del
anterior, dejar apoyar hacia delante y lejos. El cuello debe quedarse derecho y el caballo
en tensión.

Como para las salidas al galope: disposición ‒ acción.

Al principio, después de haber “dispuesto”, renovar la cadencia, si es necesario,


solicitarle acción. Recompensar. Poco a poco el caballo llegará a obedecer con precisión
a la solicitud suave de las ayudas.

Para hacerse comprender más deprisa y tener la ocasión de recompensarlo, comenzar el


cambio de pie de manera que el caballo cambie hacia el pie sobre el que prefiere galopar
(muy a menudo el izquierdo).

Si el caballo no obedece o se pone nervioso, es porque él no comprende o porque no


está bastante preparado para este trabajo. Volver a las salidas aproximadas, que son ‒
así como dice FILLIS- lo que las escalas al pianista.

58
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

Si el caballo pierde el equilibrio o pesa en la mano después del cambio de pie, si cambia
la mano antes de cambiar el pie o no cambia mas que de delante, la mayor parte de las
veces es porque el jinete se pone sobre los estribos o sobre las espuelas en lugar de
quedarse sobre las nalgas. Cuerpo en equilibrio y media parada sobre la rienda de
dentro, en caso necesario después del cambio de pie.

El procedimiento del mandato preparatorio y del mandato de ejecución (disposición ‒


acción), conforme a los más importantes principios de equitación: “manos sin piernas y
piernas sin manos”, hay que aplicarlo justo en los cambios de pie aproximados en donde
debe existir un cierto desfase entre las indicaciones de las manos y las de las piernas.

P r o ced im
m ie nto
os.

- Cambios de pie a la salida de medias vueltas o de cambios de mano en el


momento en el que el caballo retoma la pista.
- Cambios de pie en línea recta
- Cambios de pie en círculo.

La ejecución de los cambios de pie aproximados reside en la perfección de los cambios


de pie aislados. Cuando el caballo hace los cambios de pie de una manera irreprochable,
quedándose ligero y atento antes, durante y después del movimiento, se pude aproximar
progresivamente hasta hacerlo al tiempo. Guardarse de ir demasiado deprisa, como
siempre se tiene tendencia a hacer.

Es evidente que para llegar a los cambios de pie aproximados el jinete debe conservar el
control permanente de los gestos del caballo al galope. Buscar la calma. Recompensar.
Frecuentes reposos.

El jinete que ha realizado los cambios de pie al tiempo en círculo ha resuelto una de las
más grandes dificultades de la equitación.

P r o ced im
m ie nto
os.

- Cambios de pie cada seis trancos, después cada cuatro para llegar
progresivamente a dos trancos.
El caballo que cambia de pie a dos tiempos quedándose en equilibrio puede
empezar los cambios de pie al tiempo.
- Cambios de pie en línea recta, en círculo y en ocho.

E L B A LANCE

59
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

S ituac ió n : El caballo en este momento, está bajo la dependencia completa del jinete,
que manda el equilibrio y los movimientos de la masa y de los miembros. Las fuerzas
del caballo se han captado. Los centros motores y emocionales del caballo han pasado
bajo el control del centro intelectual. “Las fuerzas instintivas” han sido reemplazadas por
“las fuerzas transmitidas” (DE NOVITAL).

v o : Búsqueda de la más perfecta sumisión de los resorte, de la más perfecta


O b j etiv
ligereza. El jinete se aplicará en hacer jugar los resortes agudizados con acciones
ínfimas
Encerrar al caballo entre las piernas y la mano. Poder poner el tercio trasero en la
reunión.

N otas

(49) Ver Equitation raisonnée y Perfectionnement équestre.

60
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

CAPITULO UNDÉCIMO

L A REU
U N IÓ
ÓN

La reunión pertenece exclusivamente a la equitación erudita (50).

Si todos los caballos pueden y deben ser llevados a soportar la puesta en la mano, no
todos son capaces de soportar la reunión, “término extremo de la puesta en la mano”.
La reunión necesita de caballos particularmente bien conformados, teniendo jarretes y
riñón sólidos y un cuello suficiente y bien orientado. Es un error preparar y empujar a
los caballos por una vía para la cual no han sido construidos y para la cual no tienen la
aptitud deseada.

La reunión no es accesible, evidentemente, mas que si la puesta en la mano está


suficientemente confirmada y si el cuello está bien estabilizado en una disposición
conveniente.

La reunión exige la más perfecta flexibilidad de los resortes, del riñón y de las caderas
en particular.

En la reunión, el caballo, que se ha vuelto cada vez más ligero, se sujeta solo y tenso,
librando sus fuerzas sin reserva a las más ligeras solicitudes del jinete. El tercio trasero,
en particular, debe animarse, vibrar a la menor demanda de los gemelos.

La ligereza se aplica a la vez a la doma del caballo y al talento del jinete. “La ligereza
encuentra su fórmula en la puesta en juego por el jinete y el empleo hecho por el
caballo de sus fuerzas útiles al movimiento considerado.” (General LʼHotte). Ningún
caballo es capaz de aligerarse si el jinete no lo está. La reunión exige una gran sutileza
de las ayudas y de la mano en particular.

La reunión, consecuencia del compromiso de las caderas, asienta al caballo, lo pone


sobre el tercio trasero, disminuye la base de sustentación por compromiso de las
caderas y da elevación a los aires.
Ver fig 12
x.2005. Para que el caballo pueda echar el peso hacia atrás, al contrario que el hombre, necesita dos movimientos: 1º
que entren los pies. La inclinación de ese remetimiento es la que va a permitir el soporte de la acción de las manos
trayéndose el caballo hacia atrás.

En la reunión correcta, el caballo tiene las caderas muy comprometidas; él está “sobre el
tercio trasero”, pero los anteriores se mueven con aplomo, no deben venir sobre la
masa.

La reunión completa no es posible mas que en el sitio. Toma el nombre de piaffer


cuando se hace con ritmo y cadencia.

61
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

Las piernas del jinete accionan, la mano impide el aumento de velocidad, pero esto no es
“el efecto de conjunto” donde, piernas y manos actuando al mismo tiempo, realizan un
equilibrio de presiones que bloquea, calma, regula, hiere o mata. La reunión despierta,
anima, sobreexcita la actividad, da el máximo de vida y de brillantez.

En la reunión, el caballo se sujeta solo y tenso debe continuar por él mismo, el aire y el
equilibrio solicitados, las ayudas no intervienen de nuevo mas que en caso de necesidad
para recuperar equilibrio y cadencia.

Desde el punto de vista de la sumisión, en este momento, no se trata mas que de hacer
comprender, es necesario alcanzar la plenitud de la conquista, llegar a que el caballo
tenga el deseo de complacer a su maestro, que se entregue a él. Llegado a este punto
último, el caballo parece sentir placer en darse, en ser poseído.

¡Ciertamente, estas concepciones difieren de las de esos jinetes que, para brillar e ir
deprisa, apagan a sus caballos, los someten a una dominación brutal, ahogan su
personalidad, hacen de sus caballos pobres seres resignados, vencidos, atontados,
abatidos! Por supuesto, tales jinetes no merecen el título de Caballista ni siquiera de
domador. Estos no son mas que amaestradores o charlatanes.

La reunión y la ligereza son las características esenciales de la equitación superior,


erudita, y de la alta escuela, en el umbral de la cual nosotros terminaremos esta obra.

E L B A LANCE

S ituac ió n : El caballo así domado no ha sido metido en una camisa de fuerza; él está,
mientras está montado, en libertad vigilada.
Aunque encerrado en las ayudas, no ha perdido ni ardor ni agudeza.
Las fuerzas del caballo están capturadas, pero no destruidas porque la doma ha sido
hecha a base de piernas y porque el jinete, que no ha roto ni torcido los resortes, ha
asegurado de hacer siempre predominar l a i mpuls ió n .
El caballo no obedece mas que a una sola voluntad, la del jinete; el uno y el otro
fundidos, confundidos, constituyen un mismo animal ‒ el hombre-caballo, el centauro. ‒
Es una unión psíquica y una comunión espiritual. Es el fin. ¡Bienaventurados los que ahí
hayan llegado!.

v o : La perfección. Siempre se puede tratar de aproximarse. Este objetivo ha


O b j etiv
debido ser alcanzado en el pasado por algunos Maestros. Además es probable que ellos
no lo pensaban.
.

Notas

(50) Ver Perfectionnement équestre.

62
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

Arcachon 1951 ‒ Merignac 1952

63
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

INDICE D E M AT E RIAS
Introducción

PRIMERA PARTE
CONSIDERACI ONES S O B R E LA D O M A
Capítulo I.- Sobre el método
Capítulo II.-Psicología
Capítulo III.- Porqué es necesaria la doma.
El balance
A.- Desbrave
B.- Doma
El balance

SEGUNDA PARTE
DOM
MA
Capítulo I.- Por delante de las piernas.
El balance
Capítulo II.- En la mano.
El balance
Capítulo III.- Ramener y tensión.
El balance
Capítulo IV.- El paso atrás.
El balance
Capítulo IV.- Acción lateral.
El balance
Capítulo VI.- Acción sobre el movimiento de los miembros.
El balance
Capítulo VII.- Trabajo al galope.
El balance
Capítulo VIII.- La puesta en la mano.
Capítulo IX.- El caballo derecho.
Capítulo X.- Los cambios de pie.
El balance
Capítulo XI.- La reunión.
El balance

64
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO
DRESSA G E . Cte Licart

INDICE D E I LU
U ST RAC I ONES

Figuras Páginas
1.- Subordinación de los centros
2.- El compromiso de las caderas hace variar la dirección del esfuerzo de los
posteriores
3.- Equilibrio animado
4.- Mayor compromiso de los posteriores
5.- Inversores del cuello.- Inversores, flexores
6.- La incurvación obliga al alargamiento
7.- Extensión del cuello
8.- Solicitud de extensión del cuello
9.- Extensión del cuello combinada con el movimiento hacia adelante
10.- Rienda de apertura izquierda
11.- La cesión de la mano izquierda favorece
12.- Principales resortes
13.- Diferentes cesiones de la mano
14.- ¡No importa qué, salvo esto!
15.- Elevar la base del cuello
16.- Acción del empuje de la masa
17.- La dirección de acción de las riendas
18.- Los resortes del cuello
19.- Lámina y resortes mal dispuestos
20.- En el encapotamiento y el despape
21.- La inversión no es posible mas que después de un alargamiento
22.- La rienda Colbert
23.-Huidas de la impulsión
24.- Media-vuelta sobre las espaldas a la derecha
25.- Media-vuelta sobre las caderas a la izquierda
26.- Paso lateral
27.- Espalda derecha adentro
28.- El jinete tiene la impresión de que

65
Traducción. YOLANDA RIOS VALLEJO

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