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SEDE LATACUNGA
FACULTAD DE INGENIERIA EN
ELECTRONICA E INSTRUMENTACION
SEPTIMO NIVEL
FAUSTO TAPIA
Biografía
El retrato
Huacayñán
La Edad de la Ira
Los Quitos
Si en la serie anterior Guayasamin no puede ser calificado de picassiano, de
impresionista y de cubista, es porque, al igual que sus Quitos, está atravesado por
una gigantesca luz ecuatorial y por la verticalidad de las montañas.
El muralismo
Imágen de la Patria Mural. Congreso Nacional
Guayasamín aprendió el mural al fresco, trabajando con Orozco en México. Allí, joven
todavía, un ayudante del pintor mexicano, ¨un mudito¨, le contó los secretos para
preparar las paredes. Guayasamín sintió una fuerte atracción por la propuesta.
El mural es más que el gran formato (que hoy, 1996, parece como si fuera una
novedad), es algo similar a lo que hizo la Iglesia en América: el gigante pretil, el gran
patio, los altos campanarios, para que la indiada, sobrecogida, escuche la palabra de
Dios desde afuera y sienta su proximidad concreta (el verbo en latin quedaba para
los mestizos).
LEONARDO TEJADA
A los 89 años de edad (en 1997) muestra una vivacidad increíble: sus pequeños ojos negros
brillan como los de un niño, sus manos de artesano no tiemblan, y no cesa de conversar con
un ritmo y una musicalidad muy propia de su región, como un murmullo, lleno de pasión.
La madera tersa
Nace el 19 de noviembre de 1908, en Latacunga, a 80 kilómetros de la capital, Quito.
Crece indudablemente en un mundo totalmente rural; la pequeña ciudad gira en torno
a gigantescas haciendas que tienen sometidos a cientos de indios en el sistema del
concertaje y el huasipungo.
Es una zona ruda, hay levantamientos indígenas, hay páramo y pobreza. Pero su
vida se concentra en el movimiento y el sonido de las actividades de su padre,
ebanista. No definirlo como carpintero sino como ebanista tiene otra connotación:
posiblemente producía muebles con maderas finas para los hacendados y
comerciantes ricos de la región. El preciosismo y el detalle son los que resaltan.
Sin dependencias
Realismo social
La Cultura Popular
El contacto con el arte popular de Centro América, la atención que ya dan en ese
tiempo a las culturas indígenas, (especialmente los trabajos arqueológicos), la
inmensa recolección que la UNESCO viene haciendo del arte africano, conmueven
las entrañas de Tejada.
Y como el azar permite los encuentros, Tejada entrará por casi una década -en los
años 60-, a una mira impensada: elaborar una geografía del folklore ecuatoriano.
Oficio
Formatos rectangulares
Existe una predilección; pintar en telas rectangulares, alargadas en la horizontal. Tal
formato se presta a la narración.
Camilo Egas, el gran pintor de comienzos de siglo, los usaba para describir los
grupos indígenas de la sierra y mostrarnos sus fiestas.
La ciudad en geometría
Acuarelista
Leonardo Tejada es un apasionado de la
acuarela, del paisaje. Hoy, a su edad, no
puede moverse intensamente por los
campos. Su acuarela captada desde la
terraza de un alto edificio plasma el
Quito contemporáneo.
Sus raíces en acuarela vienen de muy lejos, cuando incluso siguió las tendencias
impresionistas del aprendizaje en los años 20. Ha sido calificado como uno de los
mejores acuarelistas de su tiempo. En acuarela trabajó también con grupos humanos
y lo hace con trazos enérgicos además de la estilización de las figuras.
El grabado
Por otro lado, como era lógico suponer, resalta en Tejada el grabado, tanto por la
influencia americanista como de grabadores de talla universal, Goya especialmente, y
la herencia en el manejo de las herramientas de su padre, el ebanista.
El hombre moderno
En lo que ha sido calificado como
la visión social contemporánea, es
decir de la segunda mitad del
siglo, Tejada también incursiona,
aunque no mucho.
EDUARDO KINGMAN
La Presentación
La visita
La primera etapa quiteña fue para Eduardo llena de nostalgia, por haber tenido que
experimentar una nueva vida en una ciudad enclaustrada y triste, en medio de la
dureza de las privaciones y el alejamiento de los suyos.
Vivió en una casita al norte, en las afueras de la urbe, donde el tranvía dejaba la
avenida 10 de agosto y torcía hacia la Colón. El y su hermano Nicolás, tenía que
estudiar en El Normal Juan Montalvo,una escuela fiscal ubicada en las faldas del
Pichincha, a más de diez kilómetros de su residencia. Cuando no tenían dinero para
el tranvía había que caminar y caminar sin descanso.
Capítulo Dos
l Carbonero Oleo de 120x100, 1934
Por este cuadro recibe el Premio Mariano Aguilera.
Fuertemente criticado por los amantes de un estilo clásico y
por afrontar una temática casi ausente (aunque aquí está la
presencia de Pinto) en el Ecuador, realismo social puro.
Desproporciones voluntarias. El individuo solo, como gran
escultura se impone al entorno.
En 1933 expone por primera vez en Allere Flamman, junto con Antonio Bellolio,
Alfredo Palacio y Galo Galecio, entre otros. En la muestra aparecen barrios
populares, el rio Guayas y retratos desafiantes.
No es el pintor de los obreros, ni de las industrias, es del malecón, del puerto, de las
sucias calles suburbanas. No levanta la imagen socialista del proletariado, no son
masas, se trata de individuos, seres de trabajo y de marginalidad (como se dice
actualmente).
Capítulo Tres
La Cajonera, Oleo de 74x83, 1951
El ser humano individual una masa dura, su
creación barroca, multicolor.
La vida diaria, sencilla y casi estática de los
protagonistas anónimos grafica las actividades
mercantiles de los mercados rurales y las ferias
así como las del subproletariado mestizo y
urbano (Lenin Oña)
Es parte de esta temática: La tienda de Celia (1982), Juguetería (1986), Baratijas (1991).
Después de tres años en Estados Unidos ¨tras de una gringa¨, clasificando miles de
fotos de arte latinoamericano, regresa a Ecuador en 1948, donde lo nombran director
del Museo de Arte Colonial ¨y ahí me quedé 20 años de burócrata estancado¨,
caricaturiza el pintor el gigantesco período creativo de esa llamada burocratización.
Capítulo Cuatro
Esplendor del Floripondio, Oleo de 100x125, 1988
De 1970 a 1990, es el tiempo de la explosión del color, el
uso de nuevos instrumentos, el trabajo con acrílico.
También es otra visión del ser humano y la naturaleza o
los objetos. Un equilibrio o casi una derrota del hombre.