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Las mujeres deben realizar consultas ginecológicas de manera periódica para gozar
de buena salud y prevenir los trastornos. Sin embargo, el carácter íntimo de estos
estudios genera una cierta incomodidad y hace que, muchas veces, sean
postergados.
La prueba de Papanicolaou, también conocida como citología vaginal o Pap, es el
estudio ginecológico más habitual. El ginecólogo toma muestras de las células
epiteliales que se encuentran en la zona de transición del cuello uterino, lo que le
permite conocer el estado hormonal, identificar alteraciones inflamatorias y orientar
sobre un posible diagnóstico de cáncer cérvicouterino.
Inventada por el médico griego Georgios Papanicolaou (1883–1962), se trata de
una prueba sencilla, barata y eficiente que debe ser realizada por todas las mujeres
desde que inician su vida sexual hasta aproximadamente los 65 años de edad.
De todas formas es importante señalar que no existen métodos mejores que otros,
sino más bien más idóneos para cada circunstancia en particular; un ginecólogo
sería la persona más adecuada para recomendarnos aquél que más nos conviene
y hacer un seguimiento de la repercusión que la utilización de uno u otro método
tiene sobre nuestro organismo. Además, en el caso de desear utilizar un
preservativo interno, será la persona que lo coloque y que se asegure de que todo
marcha en orden.
A la hora de ayudarnos a optar por uno u otro método, el ginecólogo nos realizará
una serie de preguntas y chequeos, sobre nuestra salud en general, con qué grado
de frecuencia pensamos tener relaciones sexuales, etc.
Cada vez que una mujer inicia su vida sexual es sumamente recomendable que sea
atendida por su ginecólogo, a fin de que pueda asegurarse una experiencia
saludable y sobre todo sin riesgos de quedar embarazada, si no es lo que desea,
de ahí, la gran importancia de la ginecología en la vida de toda mujer. Puede
colaborar significativamente con la salud integral de ésta y permitirle sentirse menos
sola en lo que respecta al cuidado de sí misma.
OBJETIVO DE LA ATENCION GINECOLOGIA
Preparar al médico Gineco-Obstetra en forma integral, tomando en cuenta la
necesidad de capacitarlo para que preste atención a la mujer en todos los aspectos
relacionados con el sistema femenino de la reproducción y la salud integral,
proporcionándole los conocimientos para el manejo adecuado del desarrollo
biológico desde el nacimiento, el estudio de las funciones de reproducción, su
fisiología y las alteraciones funcionales, el cuidado del embarazo normal y la
conducción de la embarazada con alto riesgo, el estudio del feto y los cuidados del
recién nacido, así como las secuelas del parto y de toda la patología ginecológica.
INFECCIÓN DEL APARATO GENITAL FEMENINO
Vaginosis. Su importancia viene dada por su relación directa con la enfermedad
pélvica inflamatoria. Es la causa más frecuente de exudado vaginal y mal olor de
vagina. Hasta el 50% de las mujeres que la padecen pueden no manifestar
sintomatología. Su tratamiento se recomienda en la mujer embarazada, pues
reduce el riesgo de parto prematuro y la endometritis puerperal, y en la no
embarazada las complicaciones en caso de aborto o histerectomía.
Candidiasis. La colonización vaginal por Candida es relativamente frecuente.
Muchas de ellas también presentan colonización en la zona anorrectal. No presenta
sin sintomatología.La vulvovaginitis candidiásica presenta inflamación vulvar y
vaginal, fisuras y existencia de un exudado adherente a la mucosa, blanquecino y
amarillento, con grumos (cottage cheese). La forma de presentación se clasifica en
complicada o no complicada.
Diagnóstico
45 X / 46 XX, ó
45 X / 46 XX / 47 XXX
Tratamiento
Otros nombres
Dolor menstrual
Dismenorrea
Dolor con la regla
Definición:El dolor menstrual o dismenorrea es un problema que aparece al
comienzo de la menstruación que se asocia a calambres en las piernas y a veces
por la intensidad del dolor a cuadros vagales asociados (mareos, nauseas,
vómitos, etc.).
Causas
Parece que tienen más tendencia a la dismenorrea las mujeres fumadoras, el beber
alcohol durante la menstruación, el exceso de peso, y el comienzo de las reglas
(menarquia) muy precoz (antes de los 11 años)
Síntomas
La dismenorrea suele aparecer no solo con dolor abdominal si no que se asocia a:
Calambres en la parte baja del abdomen,
Dolor en la parte baja de la espalda,
Dolor radiado hacia las piernas,
Náuseas,
Vómitos,
Diarreas,
Debilidad,
Desmayos,
Dolores de cabeza,
Malestar en general.
Tratamiento
Como medidas caseras se puede utilizar una almohadilla o manta eléctrica para
producir calor sobre el abdomen y hacerse masajes abdominales.
SÍNDROME PREMENSTRUAL
El síndrome premenstrual (SPM) se refiere a un amplio rango de síntomas. Los
síntomas comienzan durante la segunda mitad del ciclo menstrual (14 días o más
después del primer día de su último ciclo menstrual). Ellos usualmente desaparecen
de 1 a 2 días después de que el periodo menstrual comienza.
Causas
No se ha identificado la causa exacta del SPM. Los cambios en los niveles de
hormonas del cerebro pueden jugar un papel. Sin embargo, esto no se ha
demostrado. Las mujeres con SPM también pueden responder de manera diferente
a estas hormonas.
La mayoría de mujeres experimenta síntomas del SPM durante sus años fértiles.
Ocurre con mayor frecuencia en mujeres:
ENDOMETRIOSIS
CLIMATERIO
EL CLIMATERIO
MENOPAUSIA
La menopausia es tan solo otra etapa. Muchas mujeres temen llegar a ella pues
creen que la menopausia es una puerta a la vejez. ¡Qué decir entonces de las
mujeres que sufren menopausia precoz! El desánimo, la depresión y otros muchos
síntomas hacen acto de presencia.
¡No te preocupes! Es normal. Una vez que aceptes la menopausia todo irá mejor.
Las alteraciones del estado de ánimo pueden verse potenciadas por el rechazo a
esta etapa así que ¡asúmela! Piensa que no puedes escapar de ella.
2. ANSIEDAD
3. IRRITABILIDAD
4. INSOMNIO
Debido a los sofocos y la sudoración nocturna nuestro sueño puede verse afectado.
Esto puede originar problemas mayores como apnea del sueño o privación del
sueño total. Las dificultades para dormir pueden provocar ansiedad y que la
irritabilidad aumente de forma considerable. Esto afectará en nuestras relaciones
sociales y familiares.
Durante la menopausia suceden varios problemas que pueden hacer que tu deseo
sexual disminuya. La sequedad y la pérdida de elasticidad vaginal, la excitación
tiene una respuesta más tardía, disminuye la tensión muscular… Estos y otros
problemas ocasionan la falta de deseo sexual.
Pero, ¡no te preocupes! Todo esto se puede tratar y así debes hacerlo. Si no les
prestas atención puede originar disfunciones sexuales importantes que te
provocarán frustración por no poder disfrutar del sexo, ¡no lo permitas! Muchas
mujeres optan por olvidarse de todo contacto sexual. Nada más lejos de la
realidad, durante la menopausia ¡se puede disfrutar!
6. FALTA DE CONCENTRACIÓN
¡Cambia tu actitud frente a la menopausia! Es una etapa más, con sus pros y sus
contras. No permitas que ella pueda contigo y te lleve al umbral de la depresión.
Conoce los síntomas y ¡busca una solución! Nunca debes escapar de ellos sino
enfrentarlos y solucionarlos.
La menopausia puede ser una fase maravillosa si actúas con valentía y no con
cobardía. Los síntomas psicológicos de la menopausia pueden ser fáciles de
sobrellevar si nos hacemos conscientes de ellos y nos tomamos esta etapa con
mucha más filosofía.
TUMORACIÓN BENIGNA
Quistes Ováricos
Quistes funcionales
Los quistes funcionales se forman a partir de las cavidades llenas de líquido
(folículos) de los ovarios; cada folículo contiene un óvulo. Por lo general, durante
cada ciclo menstrual un folículo libera un óvulo, y el folículo desaparece después de
la liberación del óvulo. Sin embargo, si no se libera un óvulo, el folículo puede
continuar aumentando de tamaño, formando un quiste grande.
Alrededor de un tercio de las mujeres que menstrúan tienen quistes. Los quistes
funcionales rara vez se desarrollan tras la menopausia.
Tumores benignos
Los tumores de ovario no cancerosos (benignos) por lo general crecen con lentitud
y rara vez se vuelven malignos. Entre los más frecuentes se encuentran los
siguientes:
PÓLIPOS
Son con mucha frecuencia asintomáticos pero pueden dar lugar a leucorrea (pólipos
ulcerados, erosionados, sobreinfectados), metrorragia esporádica o postcoital y si
son de gran tamaño y ocluyen en conducto cervical pueden producir dismenorrea
de diversa intensidad.
MIOMAS
PAPILOMAS
Producidos por el Virus del Papiloma Humano (VPH). Siempre que se observen este
tipo de lesiones es necesario explorar la vagina y la vulva en busca de lesiones
similares.
LEIOMIOMAS
La miomatosis uterina son tumores benignos del músculo liso del útero que
ocasionalmente llegan a malignizar (<1%). Su tamaño es variable, van desde
milímetros hasta grandes tumores que ocupan toda la cavidad abdominal. Están
asociados a periodos menstruales abundantes, síntomas de compresión y
ocasionalmente dolor. Son dependientes de estrógenos y progesterona
generalmente tienen regresión en la menopausia.
Factores de riesgo
El rango de edad de aparición de los miomas uterinos puede ir desde los 20 a 70
años, con mayor incidencia entre los 35 y 45 años. La nuliparidad es un factor de
riesgo para el desarrollo de miomatosis uterina y la obesidad incrementa el riesgo
de desarrollar miomas por el efecto estrogénico sostenido. Por lo tanto, las
condiciones que aumentan la exposición a estrógenos durante la edad reproductiva
son factores de riesgo para desarrollar miomatosis uterina; tales como menarc
temprana, menopausia tardía, tumores ováricos productores de estrógenos, ingesta
de altas dosis y por tiempos prolongados de hormonales orales.
El rango de edad de aparición de los miomas uterinos puede ir desde los 20 a 70.
El riesgo relativo aumenta 2 veces para mujeres afroamericanas.
Diagnóstico
El tacto bimanual (recto-vaginal) tiene una alta sensibilidad cuando el mioma mide
más de 5 cm. Es necesario realizar la exploración bimanual a toda paciente con
sospecha de miomatosis uterina.
Los miomas se clasifican en subgrupos según las relaciones anatómicas con las
capas uterinas. Los tres tipos más frecuentes son:
Síntomas
La hemorragia es el síntoma inicial más frecuente de los miomas uterinos, pero
muchos miomas se encuentran de forma incidental. La forma de hemorragia, más
habitual es la aparición de un flujo menstrual progresivamente más abundante. Este
sangrado puede deberse a una importante deformación de la cavidad uterina
causada por el tumor.
Los tres mecanismos más aceptados, aunque no demostrados, del aumento del
sangrado, son los siguientes:
▪ 2.- Incapacidad del endometrio situado por encima para responder a las fases
menstruales normales de los estrógenos/progesterona, lo que contribuye al
desprendimiento eficaz del endometrio.
▪ 3.- Necrosis por presión del lecho endometrial suprayacente, que expone
superficies vasculares que sangran más de lo que se observa normalmente en el
desprendimiento endometrial.
Estos miomas son los que se palpan más fácilmente en la exploración bimanual o
abdominal, y contribuyen a una sensación grumosa o de empedrado cuando existen
múltiples miomas. En ocasiones estos miomas son tan grandes que pueden llegar
a causar un problema clínico poco frecuente pero importante: presión sobre los
uréteres al atravesar estos la abertura superior de la pelvis, causando un hidroureter
y posiblemente una hidronefrosis. A veces los miomas grandes pueden provocar
síntomas urinarios o problemas con la defecación.
Tratamiento
El tratamiento va dirigido en primer lugar contra los síntomas causados por los
miomas. Si este método fracasa pueden considerarse la cirugía u otros
procedimientos para la extirpación.
Tratamiento médico
Tratamiento quirúrgico
Otros tratamientos
Miólisis: Quemar los miomas mediante energía térmica por agujas o láseres.
Bibliografía
http://www.cenetec.salud.gob.mx/descargas/gpc/CatalogoMaestro/082_GPC_Mio
matosisuterina/MIOMATOSIS_EVR_CENETEC.pdf
http://www.cenetec.salud.gob.mx/descargas/gpc/CatalogoMaestro/082_GPC_Mio
matosisuterina/MIOMATOSIS_RR_CENETEC.pdf
Tumores benignos de la mama
Fibroadenoma
El tumor benigno de la mama por excelencia es el fibroadenoma. Es típico en
mujeres jóvenes, donde representa el 26% de la patología mamaria; en la
población general representa el 10%. Es muy extraño que malignice y rara
vez crece más allá de 4 cm, aunque se dan casos de fibroadenomas de 15
cm. Debuta como un nódulo mamario indoloro ovoide. En la exploración surge
el diagnóstico: es duro pero elástico, no rígido, no duele al tacto y se desplaza
dentro de la mama porque no tiene adhesiones a planos profundos o
superiores (la piel se pellizca por encima). Se puede confirmar con ecografía,
donde se verá una lesión única, bien definida y sólida. Si se quiere afinar el
diagnóstico se realiza una biopsia por punción. Con este tipo de tumores se
debe tener una actitud expectante y solo se recomienda cirugía en casos de
crecimiento sostenido (que supere los 2 cm), dolor mamario o preocupación
de la paciente.
Adenoma
Un tumor muy similar al fibroadenoma es el adenoma. Externamente no
presenta diferencias con el fibroadenoma; se trata del mismo tipo de nódulo
con las mismas características, solo se diferencia en los análisis
microscópicos y en que es muy poco frecuente. Se caracteriza por ser un
tumor muy bien aislado y se puede clasificar en varios subtipos: adenoma
tubular (que es el adenoma puro), adenoma ductal, adenoma de la lactancia
(se desarrolla durante un embarazo) y adenoma apocrino.
Hamartoma o fibroadenolipoma
También poco frecuente es el hamartoma o fibroadenolipoma, que es un
nódulo bien definido y encapsulado que se asemeja a un fibroadenoma, que
aparece generalmente en mujeres de 40-55 años. Se forma por grasa,
músculo y tejido fibroso, lo que hace que sea difícil de palpar porque la
consistencia es similar a la del tejido mamario. El tratamiento es la
extirpación, pero esta no siempre es necesaria, pero sí obligada en el caso
de duda del diagnóstico. Otro tumor poco frecuente es el tumor phyllodes o
filodes, solo se da en el 0'3-0'9% de los casos de tumores de mama. Hace
años se consideraba una enfermedad maligna pero microscópicamente no se
puede demostrar, sin embargo, tiene una alta frecuencia de recidivas tras su
extirpación y en ocasiones origina metástasis a distancia (sólo se etiqueta
como carcinoma si las da). En general aparece como una tumoración no
dolorosa, lisa pero con varios lóbulos, no es móvil como el fibroadenoma,
suele medir unos 5 cm pero este tumor puede crecer mucho y puede deformar
la glándula mamaria. Aparece a partir de los 40 años y la imagen en la
mamografía es una masa fibrosa bien definida. El tratamiento es siempre
quirúrgico, si recidiva no siempre indica que sea maligno, solo las metástasis
a distancia lo catalogan como tal. Este tumor nunca metastatiza en los
ganglios de la axila, así que nunca se extirpan. Si las recidivas son frecuentes
está indicada la extirpación de toda la mama.
Lipoma
Más frecuente que los anteriores, y se puede incluir en los tumores benignos
de mama, es el lipoma. Este tumor aparece como un nódulo bien definido,
blando y móvil, está compuesto exclusivamente por grasa y limitado por una
cápsula fibrosa, su tamaño oscila entre 2 y 10 cm y nunca deforma la mama.
Es más frecuente a los 40-50 años y puede calcificarse como los
fibroadenomas. El tratamiento se reduce al control clínico y solo se opta por
la extirpación quirúrgica si el crecimiento es rápido o la mujer tiene fobia al
cáncer de mama.
Tumores secretores
Dentro de los tumores benignos podemos señalar un grupo de tumores que
provocan secreciones no lácticas por el pezón. Es el caso del papiloma
intraductal; este tipo de tumores ocupan los conductos por donde se secreta
la leche justo debajo de la areola, puede ser un tumor único grande o varios
pequeños. Suele presentarse en mujeres que rondan la edad de la
menopausia y origina una secreción de sangre espontánea por el pezón,
generalmente solo por una de las mamas.
Otra tumoración que también podemos comentar dentro de las patologías
que provocan secreciones a través del pezón es la ectasia ductal. Consiste
en la dilatación de los conductos principales que transportan la leche al
exterior, también debajo de la areola. Esta dilatación pude llegar hasta los 5
mm en su diámetro máximo y el interior se ocupa por grasa y desechos.
Ocurre en la edad adulta y, con más frecuencia, en el periodo de la
menopausia cuando las mamas empiezan a atrofiarse, a los 40-60 años. En
su inicio no ocasiona síntomas, lo primero que aparece es un derrame
espontáneo e intermitente por el pezón, de color variable aunque
generalmente verdoso, pero que puede ser negro o marrón, de consistencia
pegajosa, y que sale por uno o varios orificios del pezón. Progresivamente, el
derrame se vuelve seroso, sanguinolento o claramente sangre. La mujer
siente picor, quemazón y tirantez del pezón; puede provocar retracción del
pezón por la cicatrización del conducto; es ahí cuando se palpa un tumor bajo
la areola imitando a un cáncer de mama ya que se puede acompañar además
de inflamación de los ganglios de la axila. La mejor prueba de diagnóstico es
la ecografía que muestra la dilatación de los conductos bajo la areola, además
se analizará el derrame a través del pezón. Si la ectasia ductal es leve no
necesita tratamiento, pero cuando es molesto se realizará la extirpación de
los conductos afectados.
Quistes mamarios
Por último, otro gran grupo dentro de las tumoraciones benignas son los
quistes mamarios. Son tumoraciones mamarias cuyo contenido es líquido y
su relación con el cáncer se desconoce, aunque se sospecha que es muy
escasa. Son lesiones propias de mujeres maduras al comienzo de la
menopausia (40-50 años), aunque pueden aparecer a cualquier edad; resulta
raro antes de los 20 años y excepcional en la menopausia avanzada. Se
presentan como tumoraciones bien delimitadas que se diagnostican mediante
ecografía. Su tratamiento consiste en la punción para sacar el líquido que se
analiza. Se pueden encontrar varios tipos:
FACTORES DE RIESGO
Infección por el virus del papiloma humano (HPV). El factor de riesgo más
importante del cáncer de cuello uterino es la infección por HPV. Este virus se
transmite mayormente de una persona a otra durante las relaciones
sexuales. Hay diferentes tipos, o cepas, de HPV, y algunas cepas se vinculan
más estrechamente con ciertos tipos de cáncer. Las vacunas contra el virus
del papiloma humano (Human papilloma virus, HPV) brindan protección
contra cepas específicas del virus.
Herpes. Las mujeres que tienen herpes genital tienen un mayor riesgo de
desarrollar cáncer de cuello uterino.
Tabaquismo. Las mujeres que fuman tienen dos veces más riesgo de
desarrollar cáncer de cuello uterino que las mujeres que no fuman.
Edad. Las jóvenes menores de 15 años rara vez desarrollan cáncer de cuello
uterino. El riesgo aumenta entre el final de la adolescencia y la mitad de los
30 años de edad. Las mujeres de más de 40 años siguen en riesgo y deben
continuar sometiéndose con regularidad a detecciones del cáncer de cuello
uterino, las cuales incluyen pruebas de Papanicolaou y pruebas para
detectar el HPV.
Raza. El cáncer de cuello uterino es más frecuente entre mujeres de raza
negra, hispanas e indígenas.
Anticonceptivos orales. Algunos estudios de investigación sugieren que
los anticonceptivos orales, que son píldoras anticonceptivas, pueden estar
asociados a un aumento en el riesgo de sufrir cáncer de cuello uterino. Sin
embargo, una mayor investigación es necesaria para entender de qué
manera se vincula el uso de anticonceptivos orales con el desarrollo de
cáncer de cuello uterino
SIGNOS Y SÍNTOMAS
DIAGNOSTICO
TRATAMIENTO
El tratamiento del cáncer cervical depende de:
La etapa o estadio del cáncer
El tamaño y forma del tumor
La edad y salud general de la mujer
Su deseo de tener hijos en el futuro
Una histerectomía (cirugía para extirpar el útero pero no los ovarios) a menudo no
se lleva a cabo para el cáncer cervical que no se ha diseminado. Se puede practicar
en mujeres que se hayan sometido a procedimientos LEEP repetitivos.
PREVENCIÓN
Limitar el número de compañeros sexuales que tenga y evitar las parejas que
participen en actividades sexuales de alto riesgo.
Incidencia y mortalidad
Cálculo del número de casos nuevos y defunciones por cáncer en el cuerpo del útero,
que incluye el endometrio, en los Estados Unidos en 2017:[1]
Casos nuevos: 61 380.
Defunciones: 10 920.
Características anatómicas
El endometrio es el revestimiento más interno del útero y tiene capas funcionales y
basales. La capa funcional es sensible a las hormonas y se desprende de modo cíclico
durante la menstruación de las mujeres en edad reproductiva. Tanto el estrógeno
como la progesterona son necesarios para mantener el revestimiento endometrial en
condiciones normales. Sin embargo, los factores que conducen a un exceso de
estrógeno, como la obesidad y la anovulación, aumentan los depósitos del
revestimiento endometrial. Estos cambios pueden causar hiperplasia en el
endometrio y, en algunos casos, cáncer de endometrio. Cualquiera que sea su causa, el
engrosamiento del revestimiento conducirá a un desprendimiento del tejido
endometrial a través del conducto endocervical hacia la vagina. Como resultado, el
sangrado menstrual abundante o el sangrado posmenopáusico son, con frecuencia, los
signos iniciales del cáncer de endometrio. Como este síntoma tiende a presentarse
temprano en el curso de la enfermedad, permite identificar la enfermedad en un
estadio temprano en la mayoría de las mujeres.
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Características clínicas
El sangrado vaginal irregular es el signo de presentación más común del cáncer de
endometrio. En general, ocurre al comienzo de la enfermedad y es la razón por la que
a la mayoría de las pacientes se les diagnostica cáncer de endometrio en estadio I, que
es muy curable.
Evaluación diagnóstica
Para diagnosticar un cáncer de cuello uterino, es posible utilizar los siguientes
procedimientos:
Ecografía transvaginal.
Biopsia del endometrio.
Examen pélvico.
Dilatación y legrado (DyL).
Histeroscopia.
Factores pronósticos
Los siguientes son los factores pronósticos del cáncer de endometrio:
Diseminación intraperitoneal