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Ginecología que significa literalmente ciencia de la mujer y en medicina hace

referencia a la especialidad médica y quirúrgica que trata las enfermedades del


sistema reproductor femenino (útero, vagina y ovarios). Además existe, en relación
con lo expuesto antes, la especialidad de obstetricia, a tal punto que casi todos los
ginecólogos modernos son también médicos obstetras.
la ginecología es la especialidad de la medicina dedicada al cuidado del sistema
reproductor femenino. Los ginecólogos, por lo tanto, son los especialistas que
atienden las cuestiones vinculadas al útero, la vagina y los ovarios.
El avance de la medicina ha asociado a la ginecología con la obstetricia, que se
ocupa del embarazo, el parto y el puerperio. En la actualidad, la mayoría de los
ginecólogos son obstetras y viceversa.
La ginecología permite el diagnóstico y tratamiento de enfermedades como el
cáncer, el prolapso, la amenorrea, la dismenorrea, la menorragia y la infertilidad.
Para realizar su tarea, los ginecólogos utilizan instrumentos como el espéculo, que
posibilita el desarrollo de exámenes en la vagina y el cuello del útero.

Las mujeres deben realizar consultas ginecológicas de manera periódica para gozar
de buena salud y prevenir los trastornos. Sin embargo, el carácter íntimo de estos
estudios genera una cierta incomodidad y hace que, muchas veces, sean
postergados.
La prueba de Papanicolaou, también conocida como citología vaginal o Pap, es el
estudio ginecológico más habitual. El ginecólogo toma muestras de las células
epiteliales que se encuentran en la zona de transición del cuello uterino, lo que le
permite conocer el estado hormonal, identificar alteraciones inflamatorias y orientar
sobre un posible diagnóstico de cáncer cérvicouterino.
Inventada por el médico griego Georgios Papanicolaou (1883–1962), se trata de
una prueba sencilla, barata y eficiente que debe ser realizada por todas las mujeres
desde que inician su vida sexual hasta aproximadamente los 65 años de edad.

El Ginecólogo y las relaciones sexuales seguras

El ginecólogo de algún modo se convierte en el consejero personal de la mujer en


aspectos que tienen que ver con su sexualidad y el cuidado de sus órganos íntimos.
Será él quien, luego de estudiar el caso de cada paciente recomendará uno u otro
método anticonceptivo, por eso a la hora de mantener relaciones es importante
acudir a un especialista de esta rama a fin de que pueda aconsejarnos de la forma
que más nos conviene y tener una experiencia segura y saludable.
La ginecología es la especialidad de la medicina dedicada al cuidado
del sistema reproductor femenino. Los ginecólogos, por lo tanto, son
los especialistas que atienden las cuestiones vinculadas al útero, la vagina y
los ovarios.

El médico griego Soranus, de la escuela metodista, está considerado como


el autor del primer tratado de ginecología. El avance de la medicina ha
asociado a la ginecología con la obstetricia, que se ocupa del embarazo, el
parto y el puerperio. En la actualidad, la mayoría de los ginecólogos son
obstetras y viceversa.
La ginecología permite el diagnóstico y tratamiento
de enfermedades como el cáncer, el prolapso, la amenorrea, la
dismenorrea, la menorragia y la infertilidad. Para realizar su tarea, los
ginecólogos utilizan instrumentos como el espéculo, que posibilita el
desarrollo de exámenes en la vagina y el cuello del útero.
Las mujeres deben realizar consultas ginecológicas de manera periódica para
gozar de buena salud y prevenir los trastornos. Sin embargo, el carácter
íntimo de estos estudios genera una cierta incomodidad y hace que, muchas
veces, sean postergados.
La prueba de Papanicolaou, también conocida como citología
vaginal o Pap, es el estudio ginecológico más habitual. El ginecólogo toma
muestras de las células epiteliales que se encuentran en la zona de transición
del cuello uterino, lo que le permite conocer el estado hormonal, identificar
alteraciones inflamatorias y orientar sobre un posible diagnóstico de cáncer
cérvicouterino.
Inventada por el médico griego Georgios Papanicolaou (1883–1962), se
trata de una prueba sencilla, barata y eficiente que debe ser realizada por
todas las mujeres desde que inician su vida sexual hasta aproximadamente
los 65 años de edad.
El Ginecólogo y las relaciones sexuales seguras
El ginecólogo de algún modo se convierte en el consejero personal de la
mujer en aspectos que tienen que ver con su sexualidad y el cuidado de sus
órganos íntimos. Será él quien, luego de estudiar el caso de cada paciente
recomendará uno u otro método anticonceptivo, por eso a la hora de
mantener relaciones es importante acudir a un especialista de esta
rama a fin de que pueda aconsejarnos de la forma que más nos conviene
y tener una experiencia segura y saludable.
Se conoce como método anticonceptivo, también llamado contraceptivo,
al que impide o reduce las posibilidades de que se produzca una
fecundación; son fundamentales a la hora de hablar de control de la
natalidad (cantidad de hijos que se desea tener) y representan una manera
de mantener relaciones sexuales seguras.

De todas formas es importante señalar que no existen métodos mejores que otros,
sino más bien más idóneos para cada circunstancia en particular; un ginecólogo
sería la persona más adecuada para recomendarnos aquél que más nos conviene
y hacer un seguimiento de la repercusión que la utilización de uno u otro método
tiene sobre nuestro organismo. Además, en el caso de desear utilizar un
preservativo interno, será la persona que lo coloque y que se asegure de que todo
marcha en orden.

A la hora de ayudarnos a optar por uno u otro método, el ginecólogo nos realizará
una serie de preguntas y chequeos, sobre nuestra salud en general, con qué grado
de frecuencia pensamos tener relaciones sexuales, etc.
Cada vez que una mujer inicia su vida sexual es sumamente recomendable que sea
atendida por su ginecólogo, a fin de que pueda asegurarse una experiencia
saludable y sobre todo sin riesgos de quedar embarazada, si no es lo que desea,
de ahí, la gran importancia de la ginecología en la vida de toda mujer. Puede
colaborar significativamente con la salud integral de ésta y permitirle sentirse menos
sola en lo que respecta al cuidado de sí misma.
OBJETIVO DE LA ATENCION GINECOLOGIA
Preparar al médico Gineco-Obstetra en forma integral, tomando en cuenta la
necesidad de capacitarlo para que preste atención a la mujer en todos los aspectos
relacionados con el sistema femenino de la reproducción y la salud integral,
proporcionándole los conocimientos para el manejo adecuado del desarrollo
biológico desde el nacimiento, el estudio de las funciones de reproducción, su
fisiología y las alteraciones funcionales, el cuidado del embarazo normal y la
conducción de la embarazada con alto riesgo, el estudio del feto y los cuidados del
recién nacido, así como las secuelas del parto y de toda la patología ginecológica.
INFECCIÓN DEL APARATO GENITAL FEMENINO
Vaginosis. Su importancia viene dada por su relación directa con la enfermedad
pélvica inflamatoria. Es la causa más frecuente de exudado vaginal y mal olor de
vagina. Hasta el 50% de las mujeres que la padecen pueden no manifestar
sintomatología. Su tratamiento se recomienda en la mujer embarazada, pues
reduce el riesgo de parto prematuro y la endometritis puerperal, y en la no
embarazada las complicaciones en caso de aborto o histerectomía.
Candidiasis. La colonización vaginal por Candida es relativamente frecuente.
Muchas de ellas también presentan colonización en la zona anorrectal. No presenta
sin sintomatología.La vulvovaginitis candidiásica presenta inflamación vulvar y
vaginal, fisuras y existencia de un exudado adherente a la mucosa, blanquecino y
amarillento, con grumos (cottage cheese). La forma de presentación se clasifica en
complicada o no complicada.

Tricomoniasis. T. vaginalis constituye una de las enfermedades de transmisión


sexual más frecuentes en el mundo, en la embarazada se ha asociado a parto
prematuro y recién nacido de bajo peso. Produce leucorrea profusa, espumosa,
amarillo-verdosa y maloliente y prurito vaginal.

Cervicitis mucopurulenta. Es en la mujer el equivalente a la uretritis en el varón y


es muy importante su diagnóstico, no sólo para el control de las enfermedades de
transmisión sexual, sino también para prevenir complicaciones de estas infecciones
como la endometritis y la salpingitis, en la mujer embarazada el parto prematuro y
la infección puerperal y la iniciación o promoción de una neoplasia cervical. C.
trachomatis es su causa más frecuente, seguida de N. gonorrhoeae, herpes simple
y T. vaginalis. El diagnóstico etiológico se establece mediante el cultivo del exudado.
EL CICLO MENSTRUAL
El ciclo menstrual comienza con la menarquia (primera menstruación de una
mujer), se mantiene durante la edad reproductiva y cesa con la menopausia. El ciclo
normal depende de la secreción hormonal del ovario y del eje hipotálamo-hipófisis.
La anovulación es frecuente en las niñas de edad ginecológica joven (primeros años
de la menarquia) debido a la inmadurez innata del eje hipotálamo-hipófisis. Al
aumentar la edad ginecológica, este eje madura y se establece un patrón regular
que se mantiene durante la mayor parte de la vida reproductora de una mujer. Los
ciclos menstruales se acortan en los últimos años reproductores y terminan siendo
esporádicos en los años previos a la menopausia. Por último deja de producirse la
ovulación provocando la menopausia cuando los ciclos menstruales desaparecen
totalmente.
AMENORREA

Hablamos de amenorrea primaria cuando una mujer ha cumplido 18 años y nunca


ha tenido la menstruación. La amenorrea secundaria es la pérdida de la
menstruación en un periodo superior a 3 meses, una vez que el ciclo menstrual ya
estaba establecido.

La amenorrea fisiológica puede ser temporal (embarazo, anorexia...) o definitiva por


ejemplo durante la menopausia.
Puede deberse a diferentes causas:
 Alteraciones fisiológicas y hormonales
 Alteraciones endocrinas
 Problemas del SNC
 Trastornos del aparato reproductor ...
 Determinadas enfermedades como anorexia...
Definición
La amenorrea es un falta de los ciclos normales de la menstruación.

La amenorrea puede ser primaria (un retardo de la menarquía más allá de


los 17 años de edad) o secundaria (cesación de la menstruación de varios
meses o años de duración después de haberla tenido normalmente).
Causas

La amenorrea primaria verdadera puede deberse a una enfermedad del


ovario, de la glándula pituitaria o del hipotálamo. La secundaria se puede
deber a un embarazo, a la menopausia, a alteraciones hormonales o
emocionales diversas.
Síntomas
EN LA AMENORREA PRIMARIA PUEDE HABER:
 Estatura baja.
 Genitales externos infantiles.
 Genitales externos ambiguos con clítoris crecido.
EN LA AMENORREA SECUNDARIA:
 Signos y síntomas de embarazo.
 Bochornos de menopausia.
 Antecedentes familiares de menopausia a edad temprana.
 Experiencia traumática o trastornos psicológico.
 Obesidad y aumento del vello (Hirsutismo).

Diagnóstico

Se realizará un examen físico de todo el cuerpo para ver las características de


desarrollo sexual y del crecimiento en general, en este estudio se puede adivinar la
posible existencia de anomalías congénitas o faltas de hormonas.

Para el embarazo se realiza un estudio de la gonadotropina coriónica, que será


positiva por elevación de esta hormona.

Para la menopausia se realiza la medición de las gonadotropinas pituitarias y


aparece una elevación de la cifra de éstas.

Si se sospecha una anomalía genética se realiza un estudio del cariotipo


(cromosomas). La mayoría de las pacientes tienen un cariotipo cromosómico de 45
X, pero en mujeres con problemas pueden aparecer patrones de mosaico como los
siguientes:

 45 X / 46 XX, ó
 45 X / 46 XX / 47 XXX
Tratamiento

En la amenorrea primaria con alteraciones ováricas, se utilizan


medicamentos con estrógenos-progesterona en forma de pautas para
simular el ciclo menstrual normal y desarrollar las características sexuales
secundarias.
Si existe un desarrollo anormal de los órganos sexuales se realiza una cirugía
plástica con reconstrucción de aquellos que son compatibles con el sexo
compatible.

En la amenorrea secundaria, si es por embarazo se realizará una atención


obstétrica. Si es por menopausia, se pasará a un tratamiento de apoyo con
estrógenos administrados en forma cíclica para el alivio de los síntomas de
la menopausia.

En el caso de amenorreas de origen psicógeno se aplican ciclos con


estrógenos-progestágenos, además de ayudar psicológicamente a la
paciente.

En caso de tumores de glándula pituitaria se realiza el tratamiento de estos.


HEMORRAGIA UTERINA ANORMAL

La hemorragia uterina disfuncional (HUD) es un tipo de sangrado anormal


que se presenta sólo en mujeres, proveniente del endometrio y provocada
por alteraciones hormonales, y que no guarda relación con lesiones,
infecciones, embarazos o tumores. Es más común en mujeres mayores de
45 años y con frecuencia en mujeres adolescentes,1 es acíclico y de cantidad
y duración variables.

Sangrado Uterino Anormal: es la variación del ciclo menstrual normal, e


incluye cambios en la regularidad, frecuencia del ciclo, y duración del flujo o
en la cantidad de sangrado menstrual asociadas a disturbios médicos que
sólo pueden ser identificados por una historia clínica orientada a búsqueda
de etiología complementando con métodos de laboratorio, gabinete y
determinaciones hormonales como por ejemplo coagulopatías, disfunciones
ovulatorias o desordenes primarios endometriales.

Hemorragia uterina anormal: es la presentación aumentada en duración y


cantidad del sangrado uterino
DISMENORREA

Otros nombres
 Dolor menstrual
 Dismenorrea
 Dolor con la regla
Definición:El dolor menstrual o dismenorrea es un problema que aparece al
comienzo de la menstruación que se asocia a calambres en las piernas y a veces
por la intensidad del dolor a cuadros vagales asociados (mareos, nauseas,
vómitos, etc.).

Causas

El dolor en la regla puede ser de origen primario presentándose al comienzo de los


ciclos menstruales, en la juventud, y tiende a durar toda la vida. En este caso se
debe a las contracciones uterinas más intensas de lo normal en ciertas personas
que liberan una sustancia llamada prostagladina en exceso. Este tipo de
dismenorrea puede presentarse en el 30 al 50% de las mujeres y las hijas de
mujeres con dismenorrea son propensas a desarrollarla.

La dismenorrea secundaria comienza posteriormente, mujeres más mayores a lo


largo de la vida, y son secundarios a otros problemas o enfermedades del órgano
reproductor femenino como puede ser la enfermedad pélvica inflamatoria o la
endometriosis.

Parece que tienen más tendencia a la dismenorrea las mujeres fumadoras, el beber
alcohol durante la menstruación, el exceso de peso, y el comienzo de las reglas
(menarquia) muy precoz (antes de los 11 años)

Síntomas
La dismenorrea suele aparecer no solo con dolor abdominal si no que se asocia a:
 Calambres en la parte baja del abdomen,
 Dolor en la parte baja de la espalda,
 Dolor radiado hacia las piernas,
 Náuseas,
 Vómitos,
 Diarreas,
 Debilidad,
 Desmayos,
 Dolores de cabeza,
 Malestar en general.

Si la dismenorrea es primaria no se suele hacer ningún estudio más allá de un


examen ginecológico y una ecografía abdominal. Si es secundaria se utilizan todos
los medios disponibles para un estudio del órgano reproductor femenino

Tratamiento

En el cuadro agudo se utilizan los inhibidores de la prostaglandina que son en


general todos los AINEs (anti-inflamatorios no esteroideos), como pueden ser la
aspirina®, el ibuprofeno, el paracetamol y hoy en día se tiende a utilizar bastante un
anti-COX 2 llamado Robecosif (Ceoxx 50®).

También se puede tratar de forma preventiva mediante ciertos anticonceptivos


orales los cuales al inhibir la ovulación tienden a dar buenos resultados.

Otras medidas generales de éxito discutible son el aumentar el consumo de


proteínas y disminuir los alimentos dulces y la cafeína. También se recomienda
hacer ejercicio regularmente.

Como medidas caseras se puede utilizar una almohadilla o manta eléctrica para
producir calor sobre el abdomen y hacerse masajes abdominales.
SÍNDROME PREMENSTRUAL
El síndrome premenstrual (SPM) se refiere a un amplio rango de síntomas. Los
síntomas comienzan durante la segunda mitad del ciclo menstrual (14 días o más
después del primer día de su último ciclo menstrual). Ellos usualmente desaparecen
de 1 a 2 días después de que el periodo menstrual comienza.

Causas
No se ha identificado la causa exacta del SPM. Los cambios en los niveles de
hormonas del cerebro pueden jugar un papel. Sin embargo, esto no se ha
demostrado. Las mujeres con SPM también pueden responder de manera diferente
a estas hormonas.

El SPM puede estar relacionado con factores sociales, culturales, biológicos y


psicológicos.

La mayoría de mujeres experimenta síntomas del SPM durante sus años fértiles.
Ocurre con mayor frecuencia en mujeres:

 Que están entre el final de los 20 y los 40 años

 Que han tenido al menos un hijo

 Con antecedentes familiares o personales de depresión grave


 Con antecedentes de depresión posparto o un trastorno afectivo del estado de
ánimo
Los síntomas con frecuencia empeoran en la mujer que está al final de los 30 y 40
años, ya que se aproxima a la menopausia.

EL SÍNDROME PREMENSTRUAL (SPM) es un conjunto de más de 150 síntomas


que aquejan a la mujer en la segunda parte del ciclo menstrual, se inician durante
la fase lútea del ciclo menstrual y desaparecen por completo o parcialmente durante
la fase folicular. Generalmente, son seguidos por un intervalo libre de síntomas. La
duración del SPM y la cantidad e intensidad de sus síntomas, dependen de cada
caso en particular, ya que éste se presenta en diferentes grados de severidad ya
sea ligero, mediano o severo. Los síntomas pueden ser predominantemente físicos,
predominantemente psicológicos, o ambos. Una proporción de pacientes con
graves síntomas psicológicos también cumplirán los criterios para Trastorno
Disfórico Premenstrual (TDPM) según lo afirma la American Psychiatric Association
(APA). El TDPM es a menudo considerado como una variante de la depresión y
puede aumentar el riesgo de trastorno depresivo mayor, depresión posparto y otros
cuadros del espectro serotoninérgico (2,9,18). El estado de ánimo y los síntomas de
comportamiento, incluyendo irritabilidad, tensión, depresión, ganas de llorar, y
cambios de humor, son los más comunes. Sin embargo, las quejas somáticas tales
como la sensibilidad en los senos y la distensión abdominal, también puede ser
problemáticas. La causa e historia natural a largo plazo del Síndrome Premenstrual
no está clara pero los síntomas están claramente relacionados con la ovulación. Se
ha sugerido que los síntomas psicológicos de la enfermedad pueden ser debido a
alteraciones en la respuesta neuro-endocrino a la función normal del ovario en
mujeres susceptibles a esta entidad (23). La evidencia sugiere que el SPM y TDPM
son causados por las respuestas aberrantes de los tejidos afectados, especialmente
en el cerebro, o fluctuaciones en los niveles de esteroides gonadales. Se ha
evidenciado que el metabolismo de la progesterona por el sistema nervioso central
esta alterado durante la fase lútea ya que pacientes con Síndrome Premenstrual
presentan menores niveles de alopregnanolona, el cual es un metabolito de la
progesterona que disminuye la ansiedad.

ENDOMETRIOSIS

La endometriosis es definida como la presencia de tejido histológicamente similar al


endometrio en localizaciones fuera del útero, que induce una reacción inflamatoria
crónica. La prevalencia de la enfermedad es de 8-10% de las mujeres en edad
reproductiva, 5-10% en mujeres con dolor pélvico crónico y 20-40% en mujeres
estériles1 . La endometriosis es una enfermedad crónica que se encuentra
infradiagnosticada, por la gran variabilidad de sus síntomas y por la dificultad del
diagnóstico con las pruebas de imagen, pero la presencia de dolor pélvico crónico
en una mujer en edad reproductiva debe de aumentar nuestra sospecha clínica. No
obstante, es frecuente el retraso diagnóstico de la enfermedad entre 8 a 10 años
desde la aparición de los primeros síntomas hasta el diagnóstico de certeza2 . El
diagnóstico certero de endometriosis es difícil en la práctica general; la técnica “gold
standard” para el diagnóstico de la enfermedad pélvica endometriósica es el
diagnóstico por laparoscopia y el análisis histopatológico de las lesiones.

CAMBIOS FÍSICOS Y PSICOLÓGICOS

CLIMATERIO

Durante el climaterio, se produce una serie de cambios físicos y psicológicos. El


término climaterio se refiere al envejecimiento gradual de los ovarios en el decurso
de los años, que lleva a una disminución de su eficiencia. Más importante aún es la
disminución de la producción de estrógenos, que conduce al síntoma más evidente
del climaterio: la menopausia (el cese de la menstruación), que se produce, por
regla general, en torno a los 48 ó 50 años. Otro efecto es la pérdida de elasticidad
de la vagina y la reducción de los senos. El climaterio es el proceso que engloba
tres períodos: premenopausia, perimenopausia (cuando empezamos a notar los
cambios) y postmenopausia (cuando ya no se tiene la regla).

El climaterio es un período en la vida de la mujer de límites variables, pero siempre


situado entre los 40 y los 60 años. Se caracteriza por la transición desde una fase
ovárica (entendida en sus dos vertientes: reproductiva y hormonal) hacia otra fase
de reposo funcional. Como consecuencia de este proceso se producen importantes
cambios endocrinos, tanto en los niveles sanguíneos de las hormonas sexuales
como en los efectos centrales y periféricos de estas hormonas.

EL CLIMATERIO

El climaterio se sucede antes y después de la menopausia. Es una fase poco


conocida, pero muy necesaria para tener en cuenta. Esta se produce por el
agotamiento ovárico y la disminución en la producción de estrógenos. Se puede
decir que el climaterio prepara o alerta a la mujer de lo que inminentemente pasará:
la menopausia.

MENOPAUSIA

La menopausia se sucede cerca de los 50 años cuando la menstruación, y con ella


la vida reproductiva de la mujer, finaliza. Es una etapa más por la cual toda mujer
debe pasar. Pero la menopausia puede suponer un verdadero suplicio. Los cambios
que se producen afectan a la mujer de una manera importante. Descubre a qué
síntomas p A todos nos suenan los sofocos, el insomnio, la sequedad vaginal, los
cambios físicos… Es aquí cuando empiezan a sucederse problemas en el ámbito
sexual algo que ¡no debemos dejar de lado!

¿QUÉ SÍNTOMAS PSICOLÓGICOS DE LA MENOPAUSIA PUEDEN SURGIR?

La menopausia es tan solo otra etapa. Muchas mujeres temen llegar a ella pues
creen que la menopausia es una puerta a la vejez. ¡Qué decir entonces de las
mujeres que sufren menopausia precoz! El desánimo, la depresión y otros muchos
síntomas hacen acto de presencia.

1. ALTERACIONES DEL ESTADO DE ÁNIMO

Este es el primero de los síntomas psicológicos de la menopausia. Durante esta el


estado de ánimo se vuelve muy cambiante. Esto causa problemas no solo a quien
lo padece sino a los que están a nuestro alrededor. La incomprensión hace acto de
presencia. Nos enfadamos sin saber por qué, estamos más susceptibles que de
costumbre…

¡No te preocupes! Es normal. Una vez que aceptes la menopausia todo irá mejor.
Las alteraciones del estado de ánimo pueden verse potenciadas por el rechazo a
esta etapa así que ¡asúmela! Piensa que no puedes escapar de ella.

2. ANSIEDAD

La ansiedad es muy habitual en las mujeres con menopausia. Esto se da por el


miedo a padecer una situación bochornosa. ¿Salir a la calle? ¿Y si tengo calor? ¿Y
si empiezo a sudar excesivamente? Todo esto provoca ansiedad a la mujer que,
temerosa de que los síntomas de la menopausia aparezcan en el momento menos
oportuno, no puede evitar sufrirla. sicológicos de la menopausia hay que prestarles
atención.

3. IRRITABILIDAD

Con todos lo síntomas a flor de piel la mujer en la menopausia es sumamente


irritable. Cualquier cosa, por nimia que parezca, puede provocar el estado “a punto
de explotar”. La sensibilidad a los ruidos, decir cosas que lastiman a los demás sin
quererlo son algunos de los ejemplos que podemos poner para ilustrar esta
irritabilidad que sufre la mujer durante la menopausia.

La irritabilidad es uno de los síntomas psicológicos de la menopausia, pues esta


etapa hace que las mujeres se encuentren particularmente sensibles

4. INSOMNIO

Debido a los sofocos y la sudoración nocturna nuestro sueño puede verse afectado.
Esto puede originar problemas mayores como apnea del sueño o privación del
sueño total. Las dificultades para dormir pueden provocar ansiedad y que la
irritabilidad aumente de forma considerable. Esto afectará en nuestras relaciones
sociales y familiares.

5. FALTA DE DESEO SEXUAL

Durante la menopausia suceden varios problemas que pueden hacer que tu deseo
sexual disminuya. La sequedad y la pérdida de elasticidad vaginal, la excitación
tiene una respuesta más tardía, disminuye la tensión muscular… Estos y otros
problemas ocasionan la falta de deseo sexual.

Pero, ¡no te preocupes! Todo esto se puede tratar y así debes hacerlo. Si no les
prestas atención puede originar disfunciones sexuales importantes que te
provocarán frustración por no poder disfrutar del sexo, ¡no lo permitas! Muchas
mujeres optan por olvidarse de todo contacto sexual. Nada más lejos de la
realidad, durante la menopausia ¡se puede disfrutar!

6. FALTA DE CONCENTRACIÓN

En la menopausia la concentración y la memoria disminuyen de forma notable.


Recordar o prestar atención a varias cosas a la vez puede resultar algo ¡muy difícil!

El estrés puede provocar esta falta de concentración y memoria. Es una etapa en la


que se ven desbordadas. Continuar con las obligaciones cotidianas mientras se
afrontan los síntomas y cambios a causa de la menopausia resulta una tarea muy
complicada y difícil.

¡Cambia tu actitud frente a la menopausia! Es una etapa más, con sus pros y sus
contras. No permitas que ella pueda contigo y te lleve al umbral de la depresión.
Conoce los síntomas y ¡busca una solución! Nunca debes escapar de ellos sino
enfrentarlos y solucionarlos.

La menopausia puede ser una fase maravillosa si actúas con valentía y no con
cobardía. Los síntomas psicológicos de la menopausia pueden ser fáciles de
sobrellevar si nos hacemos conscientes de ellos y nos tomamos esta etapa con
mucha más filosofía.

TUMORACIÓN BENIGNA

las tumoraciones benignas de ovario son los quistes (mayoritariamente


quistes funcionales) y los tumores.

 La mayoría de los quistes y tumores benignos no producen ningún síntoma,


aunque algunos se asocian a dolor o sensación de pesadez en la pelvis.
 El médico puede detectar una tumoración en un examen pélvico, usando
luego la ecografía para confirmar el diagnóstico.
 Algunos quistes desaparecen por sí solos.
 Los quistes o tumores pueden extirparse a través de una o varias incisiones
pequeñas, o bien una incisión grande, en el abdomen, y a veces el ovario
afectado también debe ser extirpado.
Los quistes ováricos son cavidades llenas de líquido que se forman en el interior o
sobre la superficie de un ovario. Estos quistes son relativamente frecuentes. La
mayoría no son cancerosos (son benignos) y desaparecen espontáneamente. Los
quistes malignos son más frecuentes en mujeres mayores de 40 años.

Quistes Ováricos
Quistes funcionales
Los quistes funcionales se forman a partir de las cavidades llenas de líquido
(folículos) de los ovarios; cada folículo contiene un óvulo. Por lo general, durante
cada ciclo menstrual un folículo libera un óvulo, y el folículo desaparece después de
la liberación del óvulo. Sin embargo, si no se libera un óvulo, el folículo puede
continuar aumentando de tamaño, formando un quiste grande.

Alrededor de un tercio de las mujeres que menstrúan tienen quistes. Los quistes
funcionales rara vez se desarrollan tras la menopausia.

Existen dos tipos de quistes funcionales:

 Quistes foliculares: estos quistes se forman cuando el óvulo se está


desarrollando en el folículo.
 Quistes del cuerpo lúteo: estos quistes se desarrollan a partir de la
estructura que se forma tras romperse el folículo y liberar su óvulo. Esta
estructura se denomina cuerpo lúteo. Los quistes del cuerpo lúteo pueden
sangrar, haciendo que el ovario se abulte o se rompa. Si se rompe el quiste,
el fluido escapa hacia los espacios en el interior del abdomen (cavidad
abdominal), pudiendo producir un dolor intenso.
La mayoría de los quistes funcionales miden alrededor de 1,5 cm de diámetro.
Pocos llegan a alcanzar o superar los 5 cm. Los quistes funcionales habitualmente
desaparecen por sí solos después de unos días o semanas.

Tumores benignos
Los tumores de ovario no cancerosos (benignos) por lo general crecen con lentitud
y rara vez se vuelven malignos. Entre los más frecuentes se encuentran los
siguientes:

 Teratoma benigno quístico (quiste dermoide): este tipo de tumor suele


desarrollarse a partir de las tres capas de tejido del embrión (denominadas
capas de células germinales). Todos los órganos se forman a partir de estos
tejidos. Por tanto, los teratomas pueden contener tejidos de otras estructuras,
como tejido nervioso, glandular y tejidos de la piel.
 Fibromas: estos tumores son masas sólidas compuestas por tejido
conjuntivo (los tejidos que mantienen las estructuras unidas). Los fibromas
son de crecimiento lento y miden unos 7 cm de diámetro. Suelen aparecer
en un solo lado.
 Cistoadenomas: estos quistes llenos de líquido se desarrollan en la
superficie del ovario y contienen parte del tejido de las glándulas ováricas.

Neoplasias benignas de útero


PATOLOGÍA TUMORAL BENIGNA DEL CÉRVIX

PÓLIPOS

Es la tumoración benigna más frecuente de la patología ginecológica,


encontrándose con mayor frecuencia en mujeres multíparas y por encima de los 45
años.

Son con mucha frecuencia asintomáticos pero pueden dar lugar a leucorrea (pólipos
ulcerados, erosionados, sobreinfectados), metrorragia esporádica o postcoital y si
son de gran tamaño y ocluyen en conducto cervical pueden producir dismenorrea
de diversa intensidad.

Para su diagnóstico siempre hay que realizar una colposcopia, en busca de


fenómenos displásicos asentados en el pólipo. La gran mayoría de pólipos
cervicales son benignos, es recomendable extirparlos siempre por varios motivos:

- El riesgo de malignizar es bajo (inferior al 1%) pero existe.

- Es necesario descartar que no se trate de un adenocarcinoma polipoide


endocervical.
El tratamiento consiste en la extirpación, bien por torsión (pediculados) o bien por
resección con electrobisturí (sésiles) o histeroscopía.

MIOMAS

Sólo el 8% de miomas asientan sobre el cérvix. Su componente predominante son


fibras musculares lisas y al igual que ocurría con los pólipos pueden tener diversas
formas y alcanzar tamaños variables.

El riesgo de malignización del mioma es prácticamente inexistente y si permanece


asintomático y tiene un diagnóstico histológico que confirme que se trata de un
mioma, puede plantearse una actitud conservadora.

PAPILOMAS

Producidos por el Virus del Papiloma Humano (VPH). Siempre que se observen este
tipo de lesiones es necesario explorar la vagina y la vulva en busca de lesiones
similares.

Histológicamente se aprecian prominencias papiliformes, revestidas de epitelio


escamoso con tendencia a la hiperqueratinización y acantosis. Son generalmente
asintomáticos, pero en ocasiones se manifiestan con inflamación, leucorrea o
escasa metrorragia sin traumatismo.

El tratamiento más efectivo es la resección con electro bisturí. OTRAS LESIONES

PATOLOGÍA TUMORAL BENIGNA DEL ÚTERO

LEIOMIOMAS

La miomatosis uterina son tumores benignos del músculo liso del útero que
ocasionalmente llegan a malignizar (<1%). Su tamaño es variable, van desde
milímetros hasta grandes tumores que ocupan toda la cavidad abdominal. Están
asociados a periodos menstruales abundantes, síntomas de compresión y
ocasionalmente dolor. Son dependientes de estrógenos y progesterona
generalmente tienen regresión en la menopausia.

Factores de riesgo
El rango de edad de aparición de los miomas uterinos puede ir desde los 20 a 70
años, con mayor incidencia entre los 35 y 45 años. La nuliparidad es un factor de
riesgo para el desarrollo de miomatosis uterina y la obesidad incrementa el riesgo
de desarrollar miomas por el efecto estrogénico sostenido. Por lo tanto, las
condiciones que aumentan la exposición a estrógenos durante la edad reproductiva
son factores de riesgo para desarrollar miomatosis uterina; tales como menarc
temprana, menopausia tardía, tumores ováricos productores de estrógenos, ingesta
de altas dosis y por tiempos prolongados de hormonales orales.

El rango de edad de aparición de los miomas uterinos puede ir desde los 20 a 70.
El riesgo relativo aumenta 2 veces para mujeres afroamericanas.

Diagnóstico

El tacto bimanual (recto-vaginal) tiene una alta sensibilidad cuando el mioma mide
más de 5 cm. Es necesario realizar la exploración bimanual a toda paciente con
sospecha de miomatosis uterina.

Dentro de las pruebas diagnósticas, el ultrasonido abdominal o transvaginal tiene


una sensibilidad hasta del 85% para detectar miomas de 3 o más centímetros. La
histeroscopía es otro método que además de diagnóstico es también terapéutico y
permite diagnosticar pólipos o miomas submucosos de pequeños elementos.

Clasificación de los miomas uterinos

Los miomas se clasifican en subgrupos según las relaciones anatómicas con las
capas uterinas. Los tres tipos más frecuentes son:

*Intramural: está centrado en la pared muscular del útero

*Subseroso: inmediatamente por debajo de la serosa uterina

*Submucoso: justo por debajo del endometrio.

Dentro de la categoría de miomas subserosos, se encuentra el subgrupo de miomas


pedunculados, que permanecen conectados al útero por un pedúnculo. En un 5%
de las ocasiones los miomas se originan en el cuello uterino. En raras ocasiones
pueden surgir en localizaciones como el ligamento ancho y la cavidad peritoneal.

Síntomas
La hemorragia es el síntoma inicial más frecuente de los miomas uterinos, pero
muchos miomas se encuentran de forma incidental. La forma de hemorragia, más
habitual es la aparición de un flujo menstrual progresivamente más abundante. Este
sangrado puede deberse a una importante deformación de la cavidad uterina
causada por el tumor.

Los tres mecanismos más aceptados, aunque no demostrados, del aumento del
sangrado, son los siguientes:

▪ 1.- Alteración de la función contráctil normal del miometrio en el aporto sanguíneo


arteriolar y de pequeñas arterias subyacentes.

▪ 2.- Incapacidad del endometrio situado por encima para responder a las fases
menstruales normales de los estrógenos/progesterona, lo que contribuye al
desprendimiento eficaz del endometrio.

▪ 3.- Necrosis por presión del lecho endometrial suprayacente, que expone
superficies vasculares que sangran más de lo que se observa normalmente en el
desprendimiento endometrial.

La pérdida de sangre de este tipo menstrual puede ser lo suficientemente abundante


como para contribuir a causar una anemia ferropénica crónica.

Otro síntoma habitual es el aumento progresivo de la presión pélvica. Puede tratarse


de una sensación de plenitud pélvica progresiva, algo que presiona hacia abajo, la
sensación de una masa pélvica o ambas cosas.

Estos miomas son los que se palpan más fácilmente en la exploración bimanual o
abdominal, y contribuyen a una sensación grumosa o de empedrado cuando existen
múltiples miomas. En ocasiones estos miomas son tan grandes que pueden llegar
a causar un problema clínico poco frecuente pero importante: presión sobre los
uréteres al atravesar estos la abertura superior de la pelvis, causando un hidroureter
y posiblemente una hidronefrosis. A veces los miomas grandes pueden provocar
síntomas urinarios o problemas con la defecación.

Otra manifestación es la aparición de dismenorrea secundaria. El crecimiento rápido


de un mioma puede causar otros síntomas dolorosos, aunque es poco frecuente.
Puede producir áreas de necrosis tisular o áreas de isquemia vascular subnecrotica,
que contribuyen a alterar la respuesta del miometrio a las prostaglandinas de una
forma similar al mecanismo descrito en la dismenorrea primaria.

Tratamiento
El tratamiento va dirigido en primer lugar contra los síntomas causados por los
miomas. Si este método fracasa pueden considerarse la cirugía u otros
procedimientos para la extirpación.

Tratamiento médico

Se puede reducir al mínimo el sangrado uterino mediante el uso de progestágenos


intermitentes que disminuyen la intensidad de la dismenorrea secundaria y la
cantidad de flujo menstrual, en caso de que sea eficaz es posible que este método
conservador pueda utilizarse hasta que llegue la menopausia. Se dan en forma de
anticonceptivos orales, del dispositivo intrauterino de levonorgestrel, en inyecciones
de progestágenos o en píldoras.

Se ha utilizado la inhibición farmacológica de la secreción de estrógenos para tratar


los miomas, esto especialmente aplicable en los años de la perimenopausia, cuando
las mujeres tienen más probabilidades de tener ciclos anovulatorios.

La eliminación terapéutica de la fuente ovárica de estrógenos puede lograrse al


suprimir el eje hipotálamo-hipófisis-ovario a través del uso de agonistas de la
gonadotropina (GnRH) que pueden reducir el tamaño del mioma en un 40-60%. A
menudo se utiliza el tratamiento antes de una histerectomía programada con el
objetivo de reducir la perdida sanguínea y la dificultad del procedimiento.

La administración del tratamiento farmacológico se limita a 6 meses debido al riesgo


de pérdida ósea. El tratamiento puede continuarse más allá de los 6 meses si se
utiliza la terapia hormonal adyuvante para disminuir la tasa de pérdida ósea.

También se han usado otros agentes farmacológicos para el tratamiento médico de


los miomas, como el danazol, pues reducen la producción endógena de estrógenos
ováricos.

Tratamiento quirúrgico

La miomectomía está justificada en pacientes que desean conservar la posibilidad


de tener hijos o en aquellas cuya fertilidad se ve comprometida por los miomas, que
causan una importante deformación cavitaria. Las contraindicaciones para la
miomectomía son el embarazo, la enfermedad avanzada de anejos uterinos y el
cáncer. Las posibles complicaciones de esta incluyen a la hemorragia
intraoperatoria, infección y adherencias pélvicas posoperatorias. En los 20 años
siguientes se practica la histerectomía en 1 de cada 4 pacientes, la mayoría de las
veces por recidiva sintomática de los miomas.

La histerectomía debe considerarse tratamiento solo en las mujeres sintomáticas


que ya no van a tener hijos.

Otros tratamientos

Miólisis: Quemar los miomas mediante energía térmica por agujas o láseres.

Embolectomía de la arteria uterina: se hace utilizando partículas de alcohol polivinilo


que produce un infarto en los miomas. Se observa que los tres síntomas más
habituales de los miomas (hemorragia, presión pélvica y dolor) mejoran en más del
85% de las pacientes.

La cirugía con ultrasonidos guiada por resonancia magnética: un foco de


ultrasonidos centrado proporciona la cantidad suficiente de energía ultrasónica
hacia un punto como para elevar la temperatura hasta unos 70°C, lo que causa
necrosis por coagulación y disminuye el tamaño de los miomas.

Bibliografía

http://www.cenetec.salud.gob.mx/descargas/gpc/CatalogoMaestro/082_GPC_Mio
matosisuterina/MIOMATOSIS_EVR_CENETEC.pdf

http://www.cenetec.salud.gob.mx/descargas/gpc/CatalogoMaestro/082_GPC_Mio
matosisuterina/MIOMATOSIS_RR_CENETEC.pdf
Tumores benignos de la mama

 Qué son las patologías benignas de mama


 Anomalías del desarrollo de las mamas
 Mastopatía fibroquística de la mama
 Tipos de mastitis
 Tumores benignos de la mama

En este grupo de lesiones de la mama se incluyen todas las lesiones que


provocan la formación de tumoraciones o nódulos (bultos redondeados) en la
mama, sean o no sean producto de la multiplicación celular (tumores o
cánceres benignos). Se excluyen otras lesiones ya comentadas que también
provocan tumoraciones, por ejemplo los abscesos.

Fibroadenoma
El tumor benigno de la mama por excelencia es el fibroadenoma. Es típico en
mujeres jóvenes, donde representa el 26% de la patología mamaria; en la
población general representa el 10%. Es muy extraño que malignice y rara
vez crece más allá de 4 cm, aunque se dan casos de fibroadenomas de 15
cm. Debuta como un nódulo mamario indoloro ovoide. En la exploración surge
el diagnóstico: es duro pero elástico, no rígido, no duele al tacto y se desplaza
dentro de la mama porque no tiene adhesiones a planos profundos o
superiores (la piel se pellizca por encima). Se puede confirmar con ecografía,
donde se verá una lesión única, bien definida y sólida. Si se quiere afinar el
diagnóstico se realiza una biopsia por punción. Con este tipo de tumores se
debe tener una actitud expectante y solo se recomienda cirugía en casos de
crecimiento sostenido (que supere los 2 cm), dolor mamario o preocupación
de la paciente.

Adenoma
Un tumor muy similar al fibroadenoma es el adenoma. Externamente no
presenta diferencias con el fibroadenoma; se trata del mismo tipo de nódulo
con las mismas características, solo se diferencia en los análisis
microscópicos y en que es muy poco frecuente. Se caracteriza por ser un
tumor muy bien aislado y se puede clasificar en varios subtipos: adenoma
tubular (que es el adenoma puro), adenoma ductal, adenoma de la lactancia
(se desarrolla durante un embarazo) y adenoma apocrino.

Hamartoma o fibroadenolipoma
También poco frecuente es el hamartoma o fibroadenolipoma, que es un
nódulo bien definido y encapsulado que se asemeja a un fibroadenoma, que
aparece generalmente en mujeres de 40-55 años. Se forma por grasa,
músculo y tejido fibroso, lo que hace que sea difícil de palpar porque la
consistencia es similar a la del tejido mamario. El tratamiento es la
extirpación, pero esta no siempre es necesaria, pero sí obligada en el caso
de duda del diagnóstico. Otro tumor poco frecuente es el tumor phyllodes o
filodes, solo se da en el 0'3-0'9% de los casos de tumores de mama. Hace
años se consideraba una enfermedad maligna pero microscópicamente no se
puede demostrar, sin embargo, tiene una alta frecuencia de recidivas tras su
extirpación y en ocasiones origina metástasis a distancia (sólo se etiqueta
como carcinoma si las da). En general aparece como una tumoración no
dolorosa, lisa pero con varios lóbulos, no es móvil como el fibroadenoma,
suele medir unos 5 cm pero este tumor puede crecer mucho y puede deformar
la glándula mamaria. Aparece a partir de los 40 años y la imagen en la
mamografía es una masa fibrosa bien definida. El tratamiento es siempre
quirúrgico, si recidiva no siempre indica que sea maligno, solo las metástasis
a distancia lo catalogan como tal. Este tumor nunca metastatiza en los
ganglios de la axila, así que nunca se extirpan. Si las recidivas son frecuentes
está indicada la extirpación de toda la mama.
Lipoma
Más frecuente que los anteriores, y se puede incluir en los tumores benignos
de mama, es el lipoma. Este tumor aparece como un nódulo bien definido,
blando y móvil, está compuesto exclusivamente por grasa y limitado por una
cápsula fibrosa, su tamaño oscila entre 2 y 10 cm y nunca deforma la mama.
Es más frecuente a los 40-50 años y puede calcificarse como los
fibroadenomas. El tratamiento se reduce al control clínico y solo se opta por
la extirpación quirúrgica si el crecimiento es rápido o la mujer tiene fobia al
cáncer de mama.

Tumores secretores
Dentro de los tumores benignos podemos señalar un grupo de tumores que
provocan secreciones no lácticas por el pezón. Es el caso del papiloma
intraductal; este tipo de tumores ocupan los conductos por donde se secreta
la leche justo debajo de la areola, puede ser un tumor único grande o varios
pequeños. Suele presentarse en mujeres que rondan la edad de la
menopausia y origina una secreción de sangre espontánea por el pezón,
generalmente solo por una de las mamas.
Otra tumoración que también podemos comentar dentro de las patologías
que provocan secreciones a través del pezón es la ectasia ductal. Consiste
en la dilatación de los conductos principales que transportan la leche al
exterior, también debajo de la areola. Esta dilatación pude llegar hasta los 5
mm en su diámetro máximo y el interior se ocupa por grasa y desechos.
Ocurre en la edad adulta y, con más frecuencia, en el periodo de la
menopausia cuando las mamas empiezan a atrofiarse, a los 40-60 años. En
su inicio no ocasiona síntomas, lo primero que aparece es un derrame
espontáneo e intermitente por el pezón, de color variable aunque
generalmente verdoso, pero que puede ser negro o marrón, de consistencia
pegajosa, y que sale por uno o varios orificios del pezón. Progresivamente, el
derrame se vuelve seroso, sanguinolento o claramente sangre. La mujer
siente picor, quemazón y tirantez del pezón; puede provocar retracción del
pezón por la cicatrización del conducto; es ahí cuando se palpa un tumor bajo
la areola imitando a un cáncer de mama ya que se puede acompañar además
de inflamación de los ganglios de la axila. La mejor prueba de diagnóstico es
la ecografía que muestra la dilatación de los conductos bajo la areola, además
se analizará el derrame a través del pezón. Si la ectasia ductal es leve no
necesita tratamiento, pero cuando es molesto se realizará la extirpación de
los conductos afectados.

Quistes mamarios
Por último, otro gran grupo dentro de las tumoraciones benignas son los
quistes mamarios. Son tumoraciones mamarias cuyo contenido es líquido y
su relación con el cáncer se desconoce, aunque se sospecha que es muy
escasa. Son lesiones propias de mujeres maduras al comienzo de la
menopausia (40-50 años), aunque pueden aparecer a cualquier edad; resulta
raro antes de los 20 años y excepcional en la menopausia avanzada. Se
presentan como tumoraciones bien delimitadas que se diagnostican mediante
ecografía. Su tratamiento consiste en la punción para sacar el líquido que se
analiza. Se pueden encontrar varios tipos:

 Quiste simple: consiste en la dilatación de los conductos de la leche


profundos que se ocupan por líquido de color variable cuyo análisis indica si
se trata de un quiste simple (líquido seroso claro), de un absceso (pus) o de
un hematoma (sangre). Su presentación puede ser única o múltiple de
tamaños variables. Se caracterizan por tratarse de nódulos que la paciente
descubre cuando su tamaño supera 1 cm y que desaparecen tras la punción
evacuadora, aunque un 30% vuelven a aparecer. Son nódulos de forma
redondeada u oval, de consistencia blanda y móviles, en los que se aprecia
tensión al ejercer presión sobre ellos, y que están llenos de líquido. El
tratamiento consiste en la punción para sacar el líquido y meter aire, no
estando indicada la extirpación por cirugía en un quiste único.
 Galactocele: es un quiste único que contiene leche líquida o espesa que se
forma debido a una dilatación de un conducto de la leche. Está relacionado
con la lactancia y suele desarrollarse cuando esta se interrumpe
bruscamente. Se palpa como un nódulo esférico, móvil, bien aislado, de
consistencia variable que si se aprieta puede provocar la salida de leche por
el pezón. No es conveniente extirpar quirúrgicamente un galactocele, el
tratamiento de elección es la punción evacuadora.
ELABORACIÓN DE PLAN DE CUIDADO
Cáncer de Cuello Uterino
CÁNCER DE CUELLO UTERINO

¿Qué es el Cáncer de Cuello Uterino?

El cáncer es una enfermedad en la cual las células del cuerpo comienzan a


multiplicarse sin control. El cáncer se identifica siempre de acuerdo a la parte del
cuerpo en que aparece primero, aunque posteriormente se propague a otras áreas.

Si el cáncer se origina en el cuello uterino, se denomina cáncer de cuello


uterino. El cuello uterino es la parte más baja y estrecha que sirve de entrada al
útero. El cuello uterino conecta la parte superior del útero con la vagina (vía del
parto). El útero (o la matriz) es donde crece el bebé cuando una mujer está
embarazada.

El cáncer de cuello uterino es altamente prevenible en la mayoría de los países del


Hemisferio Occidental, debido a que se dispone de pruebas de detección y de una
vacuna para prevenir infecciones por el papiloma humano (VPH). Cuando el cáncer
de cuello uterino se detecta en sus etapas iniciales, sus posibilidades de tratamiento
son muy altas y está asociado a una larga supervivencia y buena calidad de vida.

FACTORES DE RIESGO

Los siguientes factores pueden aumentar el riesgo de una mujer de desarrollar


cáncer de cuello uterino:

 Infección por el virus del papiloma humano (HPV). El factor de riesgo más
importante del cáncer de cuello uterino es la infección por HPV. Este virus se
transmite mayormente de una persona a otra durante las relaciones
sexuales. Hay diferentes tipos, o cepas, de HPV, y algunas cepas se vinculan
más estrechamente con ciertos tipos de cáncer. Las vacunas contra el virus
del papiloma humano (Human papilloma virus, HPV) brindan protección
contra cepas específicas del virus.

 Deficiencia del sistema inmunitario. Las mujeres con sistemas


inmunológicos disminuidos corren un mayor riesgo de desarrollar cáncer de
cuello uterino. Un sistema inmunitario disminuido puede deberse a la
inmunodepresión producida por medicamentos corticoesteroides, trasplantes
de órganos, tratamientos para otros tipos de cáncer o por el virus de la
inmunodeficiencia humana (VIH), el virus que causa el síndrome de
inmunodeficiencia adquirida (SIDA). Cuando una mujer tiene VIH, su sistema
inmunitario tiene menos capacidad de combatir el cáncer de estadio
temprano.

 Herpes. Las mujeres que tienen herpes genital tienen un mayor riesgo de
desarrollar cáncer de cuello uterino.
 Tabaquismo. Las mujeres que fuman tienen dos veces más riesgo de
desarrollar cáncer de cuello uterino que las mujeres que no fuman.

 Edad. Las jóvenes menores de 15 años rara vez desarrollan cáncer de cuello
uterino. El riesgo aumenta entre el final de la adolescencia y la mitad de los
30 años de edad. Las mujeres de más de 40 años siguen en riesgo y deben
continuar sometiéndose con regularidad a detecciones del cáncer de cuello
uterino, las cuales incluyen pruebas de Papanicolaou y pruebas para
detectar el HPV.
 Raza. El cáncer de cuello uterino es más frecuente entre mujeres de raza
negra, hispanas e indígenas.
 Anticonceptivos orales. Algunos estudios de investigación sugieren que
los anticonceptivos orales, que son píldoras anticonceptivas, pueden estar
asociados a un aumento en el riesgo de sufrir cáncer de cuello uterino. Sin
embargo, una mayor investigación es necesaria para entender de qué
manera se vincula el uso de anticonceptivos orales con el desarrollo de
cáncer de cuello uterino

 Exposición a dietilestilbestrol (DES). Las mujeres cuyas madres recibieron


este medicamento durante el embarazo para la prevención del aborto
espontáneo también tienen un mayor riesgo de padecer un tipo infrecuente
de cáncer de cuello uterino o vagina. DES se administró por estos motivos
desde 1940 hasta 1970 aproximadamente. Es recomendable que las mujeres
expuestas al DES se realicen un examen pélvico anual que incluya
una prueba de Papanicolaou, así como también una prueba de Papanicolaou
en los cuatro cuadrantes, en la que se toman muestras de células de todos
los lados de la vagina para detectar la presencia de células anormales.

SIGNOS Y SÍNTOMAS

Cualquiera de los siguientes podría ser signo o síntoma de displasia o cáncer de


cuello uterino:

 Manchas de sangre o sangrado leve entre o después de la menstruación


 Sangrado menstrual que es más prolongado y abundante que lo habitual
 Sangrado después del coito, el lavado genital o el examen pélvico
 Dolor durante las relaciones sexuales
 Sangrado después de la menopausia
 Mayor secreción vaginal

El cáncer cervical puede diseminarse a la vejiga, los intestinos, los pulmones y el


hígado. Con frecuencia, no hay problemas hasta que el cáncer esté avanzado y se
haya propagado. Los síntomas del cáncer cervical avanzado pueden ser:
 Dolor de espalda
 Fracturas o dolor en los huesos
 Fatiga
 Fuga o filtración de orina o heces por la vagina
 Dolor en las piernas
 Inapetencia
 Dolor pélvico
 Hinchazón en una sola pierna
 Pérdida de peso

DIAGNOSTICO

1. Prueba de Papanicolaou: El médico raspa ligeramente la parte externa del


cuello uterino y la vagina y toma muestras de las células para su análisis.

Los métodos mejorados de pruebas de Papanicolaou han facilitado a los médicos


la detección de células cancerosas. Las pruebas de Pap tradicionales pueden ser
difíciles de leer, porque las células pueden haberse secado, estar cubiertas con
moco o sangre, o estar aglutinadas en el portaobjetos.
2. Examen pélvico: En este examen, el médico palpa el útero, la vagina, los
ovarios, las trompas de Falopio, el cuello uterino, la vejiga y el recto para determinar
si hay cambios inusuales. Por lo general, el examen de Papanicolaou se realiza
simultáneamente.

3. Colposcopia: El médico puede realizar una colposcopia para visualizar y tratar


las áreas anormales en el cuello del útero. Se usa un instrumento especial
denominado colposcopio (instrumento que ofrece una imagen agrandada de las
células del cuello uterino y de la vagina, al igual que un microscopio). El colposcopio
permite al médico obtener una vista en aumento e iluminada de los tejidos vaginales
y cervicales. El colposcopio no se inserta en el cuerpo de la mujer; el examen no es
doloroso, puede realizarse en el consultorio médico y no tiene efectos secundarios.
Puede realizarse durante el embarazo.

4. Biopsia: Una biopsia es la extracción de una pequeña cantidad de tejido para su


examen con microscopio. Otras pruebas pueden indicar la presencia de cáncer,
pero solo la biopsia permite formular un diagnóstico definitivo. Un patólogo analiza
la muestra tomada durante la biopsia. Un patólogo es un médico que se especializa
en interpretar análisis de laboratorio y evaluar células, tejidos y órganos para
diagnosticar enfermedades. Si la lesión es pequeña, el médico posiblemente la
extirpe en su totalidad durante la biopsia.

El especialista puede sugerir exámenes adicionales para ver si el cáncer se ha


diseminado más allá del cuello uterino.

 Examen pélvico. El especialista puede volver a examinar la zona pélvica


mientras la paciente se encuentra bajo anestesia para ver si el cáncer se ha
diseminado a los órganos que están cerca del cuello uterino, incluidos el
útero, la vagina, la vejiga o el recto.
 Radiografía. Una radiografía es un modo de crear una imagen de las
estructuras internas del cuerpo usando una pequeña cantidad de radiación.
La urografía intravenosa o pielografía es un tipo de placa radiográfica que se
utiliza para visualizar los riñones y la vejiga.

5. Tomografía computarizada o tomografía axial computarizada: Una CT crea


una imagen tridimensional del interior del cuerpo con una máquina de rayos X.
Luego, una computadora combina estas imágenes en una vista detallada de cortes
transversales que muestra anormalidades o tumores. También se puede usar una
CT para medir el tamaño del tumor. A veces, se administra una tinción especial,
denominada medio de contraste, antes de la CT para obtener mejores detalles en
la imagen. Esta tinción puede inyectarse en una vena del paciente o puede
administrarse como píldora para tragar.

6. Resonancia magnética: La MRI utiliza campos magnéticos, en lugar de rayos


X, para producir imágenes detalladas del cuerpo. La MRI también puede usarse
para medir el tamaño del tumor. Se administra una tinción especial, denominada
medio de contraste, antes de la MRI para crear una imagen más clara. Esta tinción
se puede inyectar en una vena del paciente o se puede administrar como un
comprimido para tragar.

7. Tomografía por emisión de positrones: La PET es una forma de crear


imágenes de los órganos y los tejidos internos del cuerpo. Se inyecta en el cuerpo
del paciente una pequeña cantidad de una sustancia radiactiva. Esta sustancia es
absorbida principalmente por los órganos y los tejidos que más energía utilizan.
Debido a que el cáncer tiende a utilizar energía de manera activa, este absorbe una
cantidad mayor de la sustancia. Luego, un escáner detecta esta sustancia para
generar imágenes del interior del cuerpo.

8. Cistoscopia: Este procedimiento permite al médico ver el interior de la vejiga y


la uretra (canal que transporta la orina desde la vejiga) con un tubo delgado y flexible
con luz llamado cistoscopio. La persona puede estar sedada mientras el tubo se
inserta en la uretra. La cistoscopia se utiliza para determinar si el cáncer se ha
diseminado a la vejiga.
9. Proctoscopia: Este procedimiento permite que el médico observe el colon y el
recto con un tubo delgado y flexible con luz denominado sigmoidoscopio. La
persona puede estar sedada mientras el tubo se inserta en el recto. La proctoscopia
se utiliza para ver si el cáncer se ha diseminado al recto.

10. Laparoscopia: Este procedimiento permite que el médico observe el área


abdominal con un tubo delgado y flexible con luz denominado laparoscopio. La
persona puede estar sedada mientras el tubo se inserta a través de una incisión en
el cuerpo.

Después de que se realicen las pruebas de diagnóstico, su médico revisará todos


los resultados con usted. Si el diagnóstico es cáncer, estos resultados también
ayudarán a que el médico lo describa, lo que se conoce como estadificación.

TRATAMIENTO
El tratamiento del cáncer cervical depende de:
 La etapa o estadio del cáncer
 El tamaño y forma del tumor
 La edad y salud general de la mujer
 Su deseo de tener hijos en el futuro

El cáncer cervical precoz se puede curar con la extirpación o destrucción de los


tejidos precancerosos o cancerosos. Existen diversas formas quirúrgicas de hacer
esto sin extirpar el útero ni dañar el cuello uterino, de tal manera que la mujer pueda
aún tener hijos en el futuro.

Los tipos de cirugía para el cáncer cervical precoz comprenden:


 Procedimiento de escisión electroquirúrgica con asa (LEEP, por sus siglas
en inglés), que utiliza electricidad para extirpar el tejido anormal.
 Crioterapia, que congela las células anormales.
 Terapia con láser, que utiliza luz para cauterizar el tejido anormal.

Una histerectomía (cirugía para extirpar el útero pero no los ovarios) a menudo no
se lleva a cabo para el cáncer cervical que no se ha diseminado. Se puede practicar
en mujeres que se hayan sometido a procedimientos LEEP repetitivos.

El tratamiento para el cáncer cervical más avanzado puede comprender:

 Histerectomía radical, con la cual se extirpa el útero y mucho de los tejidos


circundantes, que incluyen los ganglios linfáticos y la parte superior de la
vagina.

 Evisceración pélvica, un tipo extremo de cirugía en la cual se extirpan todos


los órganos de la pelvis, incluidos la vejiga y el recto.

Es posible utilizar la radioterapia para tratar los casos en que el cáncer se ha


diseminado más allá del cuello uterino o el cáncer que ha reaparecido.

La quimioterapia utiliza medicamentos para destruir el cáncer. Se puede administrar


sola o con cirugía o radiación.

PREVENCIÓN

El cáncer cervical se puede prevenir haciendo lo siguiente:

 Hacerse aplicar la vacuna contra el VPH. Previene la mayoría de los tipos de


infecciones por el VPH que causan cáncer de cuello uterino. El médico puede
decirle si la vacuna es apropiada en su caso.
 Practicar relaciones sexuales con protección. El uso del condón durante la
relación sexual reduce el riesgo de contraer el VPH y otras infecciones de
transmisión sexual (ITS).

 Limitar el número de compañeros sexuales que tenga y evitar las parejas que
participen en actividades sexuales de alto riesgo.

 Hacerse citologías vaginales con la frecuencia que el médico le recomiende.


Las citologías vaginales pueden ayudar a detectar cambios precoces, los
cuales pueden tratarse antes de que se conviertan en cáncer cervical.

 Si fuma, dejar de hacerlo. El consumo de cigarrillo aumenta las


probabilidades de presentar cáncer cervical.

TRATAMIENTO DEL CÁNCER DE


ENDOMETRIO (PDQ®)–VERSIÓN PARA
PROFESIONALES DE SALUD
VAYA A LA VERSIÓN PARA PACIENTES

SECCIONES
 Información general sobre el cáncer de endometrio
 Clasificación celular del cáncer de endometrio
 Información sobre los estadios del cáncer de endometrio
 Aspectos generales de las opciones de tratamiento del cáncer de endometrio
 Tratamiento del cáncer de endometrio en estadio I y estadio II
 Tratamiento del cáncer de endometrio en estadio III, estadio IV y recidivante
 Modificaciones a este sumario (09/25/2017)
 Información sobre este sumario del PDQ
 Ver todas las secciones

Información general sobre el cáncer de endometrio


 Incidencia y mortalidad
 Características anatómicas
 Factores de riesgo
 Características clínicas
 Evaluación diagnóstica
 Factores pronósticos
o Estadio y grado del tumor (incluso diseminación ganglionar extrauterina)
o Estado del receptor hormonal
o Otros factores pronósticos
 Sumarios relacionados

El cáncer de endometrio es la neoplasia maligna ginecológica más común en los


Estados Unidos: representa 6 % de todos los cánceres en mujeres. La mayoría de los
casos se diagnostican en estadio temprano y son susceptibles de tratamiento con
cirugía sola. Sin embargo, las pacientes con características patológicas que predicen
una tasa alta de recaída y las pacientes con metástasis extrauterinas en el momento
del diagnóstico tienen una tasa alta de recaída incluso tras recibir terapia adyuvante.

Incidencia y mortalidad
Cálculo del número de casos nuevos y defunciones por cáncer en el cuerpo del útero,
que incluye el endometrio, en los Estados Unidos en 2017:[1]
 Casos nuevos: 61 380.
 Defunciones: 10 920.

En general, el cáncer de endometrio se diagnostica y trata en estadio temprano. La


enfermedad cardiovascular es la causa más común de muerte en pacientes de cáncer
de endometrio debido a los factores de riesgo metabólico relacionados.[2]

Características anatómicas
El endometrio es el revestimiento más interno del útero y tiene capas funcionales y
basales. La capa funcional es sensible a las hormonas y se desprende de modo cíclico
durante la menstruación de las mujeres en edad reproductiva. Tanto el estrógeno
como la progesterona son necesarios para mantener el revestimiento endometrial en
condiciones normales. Sin embargo, los factores que conducen a un exceso de
estrógeno, como la obesidad y la anovulación, aumentan los depósitos del
revestimiento endometrial. Estos cambios pueden causar hiperplasia en el
endometrio y, en algunos casos, cáncer de endometrio. Cualquiera que sea su causa, el
engrosamiento del revestimiento conducirá a un desprendimiento del tejido
endometrial a través del conducto endocervical hacia la vagina. Como resultado, el
sangrado menstrual abundante o el sangrado posmenopáusico son, con frecuencia, los
signos iniciales del cáncer de endometrio. Como este síntoma tiende a presentarse
temprano en el curso de la enfermedad, permite identificar la enfermedad en un
estadio temprano en la mayoría de las mujeres.
AMPLIAR

Anatomía del aparato reproductor femenino


Factores de riesgo
Los siguientes son los factores de riesgo del cáncer de endometrio:

 Hiperplasia del endometrio.


 Terapia hormonal.[3,4]
 Terapia con tamoxifeno.[5,6]
 Obesidad.
 Factores reproductivos (nuliparidad, menarquia temprana o menopausia tardía, o
síndrome de ovario poliquístico).
 Antecedentes familiares o predisposición genética.[7,8]
 Hiperinsulinemia.[9]
(Para obtener más información, consultar el sumario del PDQ Prevención del cáncer
de endometrio).
La exposición prolongada y sin oposición a estrógenos se ha relacionado con un
aumento de riesgo de cáncer de endometrio.[3,4] Sin embargo la terapia combinada
de estrógeno y progesterona previene el aumento de cáncer de endometrio
relacionado con el uso de estrógeno sin oposición.[10,11]
El tamoxifeno, que se usa tanto para prevenir como tratar el cáncer de mama (NSABP-
B-14), se relaciona con un aumento de riesgo de cáncer de endometrio relacionado
con el efecto estrogénico del tamoxifeno en el endometrio.[5,6] Es importante que las
pacientes que reciben tamoxifeno y presentan un sangrado uterino anómalo se
sometan a exámenes de seguimiento y biopsia del revestimiento endometrial. La
Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) emitió
una advertencia en recuadro negro que incluye datos sobre el aumento de neoplasias
uterinas malignas relacionadas con el uso del tamoxifeno. (Para obtener más
información en inglés sobre los factores de riesgo del síndrome de Lynch relacionados
con el cáncer de endometrio, consultar la sección sobre Lynch Syndrome en el
sumario del PDQ Genetics of Breast and Gynecologic Cancers.

Características clínicas
El sangrado vaginal irregular es el signo de presentación más común del cáncer de
endometrio. En general, ocurre al comienzo de la enfermedad y es la razón por la que
a la mayoría de las pacientes se les diagnostica cáncer de endometrio en estadio I, que
es muy curable.
Evaluación diagnóstica
Para diagnosticar un cáncer de cuello uterino, es posible utilizar los siguientes
procedimientos:

 Ecografía transvaginal.
 Biopsia del endometrio.
 Examen pélvico.
 Dilatación y legrado (DyL).
 Histeroscopia.

Para el diagnóstico definitivo del cáncer de endometrio se necesita realizar un


procedimiento para extraer muestras directamente del tejido endometrial.

El frotis de Pap no es un procedimiento confiable para detectar el cáncer de


endometrio, aunque en un estudio retrospectivo se encontró una correlación firme
entre los resultados positivos de los estudios citológicos del cuello uterino y la
enfermedad endometrial de riesgo alto (es decir, tumor de grado alto e invasión
profunda del miometrio).[12] En un estudio prospectivo se encontró una relación
estadísticamente significativa entre las características malignas en el estudio
citológico y el aumento del riesgo de enfermedad ganglionar.[13]

Factores pronósticos
Los siguientes son los factores pronósticos del cáncer de endometrio:

 Estadio y grado del tumor (incluso diseminación ganglionar extrauterina).


 Estado del receptor hormonal.

Estadio y grado del tumor (incluso diseminación ganglionar extrauterina)


En el cuadro siguiente se subraya el riesgo de metástasis ganglionares de acuerdo con
los hallazgos en el momento de la cirugía para la estadificación:[14]
Cuadro 1. Riesgo de metástasis ganglionar del cáncer de endometrio en estadio clínico I
Grupo Características de la paciente Riesgo de
pronóstico compromiso
ganglionar

A Tumores de grado 1 que solo <5 %


comprometen el endometrio

No hay pruebas de diseminación


intraperitoneal

B Tumores de grado 2–3 5–9 % de los ganglios


pélvicos

Invasión de <50 % del miometrio

No hay diseminación intraperitoneal 4 % de los ganglios


periaórticos

C Invasión profunda de los músculos 20–60 % de los ganglios


pélvicos

Tumores de grado alto 10–30 % de los ganglios


periaórticos

Diseminación intraperitoneal

En un estudio del Gynecologic Oncology Group, se relacionaron los parámetros


quirúrgico-patológicos y el tratamiento posoperatorio con el intervalo libre de
recidiva y el sitio de recidiva. Las características histológicas de grado 3 y la invasión
profunda del miometrio en pacientes sin diseminación extrauterina fueron los
mayores determinantes de la recidiva. En este estudio, la frecuencia de la recidiva
aumentó mucho ante la presencia de lo siguiente:[15,16]
 Ganglios pélvicos positivos.
 Metástasis anexial.
 Estudio citológico positivo del peritoneo.
 Compromiso del espacio capilar.
 Compromiso del istmo o el cuello uterino.
 Ganglios periaórticos positivos (incluye todos los grados y profundidades de la invasión).
De los casos con metástasis en los ganglios aórticos, 98 % correspondieron a pacientes
con ganglios pélvicos positivos, metástasis intrabdominal o invasión tumoral del 33 % del
miometrio externo.

Cuando la única prueba de diseminación extrauterina es un estudio citológico


positivo, la influencia en el desenlace no es clara. El valor del tratamiento dirigido
según este hallazgo citológico no está bien fundamentado [17-22] y algunos datos son
contradictorios.[23] Aunque todavía se indica la recolección de muestras citológicas,
un resultado positivo no sobrestadifica el cáncer. Antes de considerar terapia
posoperatoria adicional, se debe determinar la presencia de otra enfermedad
extrauterina.
El compromiso del espacio capilar linfático en el examen histopatológico se
correlaciona con la diseminación extrauterina y ganglionar del tumor.[24]

Estado del receptor hormonal


En la evaluación de pacientes con cáncer en estadio I y estadio II, cuando es posible, se
incluyen los receptores de progesterona y estrógeno analizados mediante métodos
bioquímicos o inmunohistoquímicos.[25-27]
En un informe se encontró que las concentraciones de progesterona fueron el
indicador pronóstico más importante de la supervivencia a 3 años para la enfermedad
en estadios clínicos I y II. Las pacientes con concentraciones de progesterona
superiores a 100 tuvieron una supervivencia sin enfermedad (SSE) a 3 años de 93 %
comparada con una SSE de 36 % con una concentración inferior a 100. Después del
ajuste por las concentraciones de los receptores de progesterona, las únicas variables
pronósticas importantes fueron el compromiso del cuello uterino y las características
citológicas peritoneales.[28]
En otros informes se confirmó la importancia del estado del receptor hormonal como
factor pronóstico independiente.[29] Además, se observó que la tinción
inmunohistoquímica de tejido embebido en parafina, tanto para los receptores de
estrógeno como de progesterona, se correlaciona con el grado y la supervivencia que
establece la Fédération Internationale de Gynécologie et d'Obstétrique (FIGO).[25-27]
Otros factores pronósticos
Otros factores que predicen un pronóstico precario son los siguientes:[27,30,31]
 Fracción de fase S alta.
 Aneuploidia.
 Ausencia de PTEN.
 Estado de la mutación de PIK3CA.
 Estado de la mutación de p53.
 Sobrexpresión de Her-2/neu.
 Expresión de un oncogén (por ejemplo, la sobrexpresión del oncogén Her-2/neu se ha
relacionado con un pronóstico general precario).

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