GARCIA CANCLINI, NESTRO. La globalización: ¿productora de culturas híbridas?

CAMILA PÉREZ FAILACH cc 1067956674

En este texto el autor intenta responder a la pregunta de que si la globalización es productora de

culturas hibridas, para responder esto nos comienza dejando claro que el concepto de
globalización no es una nueva forma de colonialismo ni imperialismo, pues aunque dentro de
ella se desarrollen nuevas modalidades de dependencia y subordinación, son procesos situados
distintamente a los dos conceptos anteriores. De esta forma afirma que la globalización se genera
cuando la “convergencia de procesos económico, financieros, comunicacionales y migratorios
acentúan la interdependencia entre casi todas las sociedades y genera nuevos flujos y estructuras
de interconexión supranacionales” (pág. 2), definiendo así este fenómeno como la culminación de
la internacionalización y la transnacionalización con la incorporación de nuevos rasgos como el
desarrollo tecnológico y la desterritorializacion de la producción, la cultura internacional popular,
la intensificación de las dependencias reciprocas, el desplazamiento de las restricciones
aduaneras, acentuación de la competitividad entre todas las sociedades y las interconexiones
trasnacionales.

A partir de esa caracterización, el autor parte para mostrar una paradoja de la globalización, que a
pesar de su carácter homogenizante y su idea de unificación mundial que se sustenta
fundamentalmente en la emisión masiva de información, también se generan procesos de
estratificación, segregación y exclusión a partir de la producción de nuevas fronteras ligadas a la
distribución desigual de los bienes en el mercado, eso genera una “disyuntiva entre quienes tienen
capacidad de memoria manteniendo el arraigo en culturas históricas y quienes se dispersan en el
vértigo de consumir” (pag. 6).

Por esta capacidad de memoria el autor plantea que la globalización no es lo opuesto a las
culturas locales, pues aunque lo local sea desafiado por la movilidad incesante de las experiencias
y las culturas, se han generado formas innovadoras de repensar lo local. De igual forma, los
procesos de fluidez de la información y de las personas, han facilitado apropiarse de elementos de
muchas culturas, no implicando que se acepten todas indiscriminadamente, “estos procesos
socioculturales en los que estructuras o practicas discretas, que existen en forma separada, se
combina para generar nuevas estructuras, objetos y prácticas” (pág. 8 ) es lo que denomina el
autor hibridación.
Este concepto de hibridación nos muestra que “la historia de los movimientos identitarios revela
una serie de operaciones de selección de elementos de épocas distintas articuladas por los grupos
hegemónicos en un relato que les da coherencia, dramaticidad y elocuencia” (pag.11), por lo que
se pude afirmar que ninguna cultura es pura en sí misma, pues siempre está tomando elementos
del mundo y combinándolos de manera sinérgica con los suyos y en la globalización estos
procesos socioculturales son más evidentes gracias al flujo dinámico de información y de
personas, lo que desafía cualquier intento de ordenar el mundo en identidades puras y oposiciones
simples. Es así como el autor argumenta que es la globalización en sus desarrollos paradójicos y
en su intención de homogenización como genera por otro lado simultaneas hibridaciones como
formas de identidades autosuficientes y una forma de situarse ante la homogeneidad.

La globalización, el neoliberalismo, la idea de progreso y los demás procesos políticos, jurídicos,

económicos, sociales, culturales y relacionales, nos plantean situarnos como un sujeto
unidimiensonal ante la vida, es el consumismo lo que nos reconoce a todos como parte de este
sistema, por eso los procesos de hibridación son tan importante en un momento como este, pues
es lo que nos permite una mirada más abierta del hombre de su ciudadanía, planteándonos
distintas forma de representar la realidad que van a terminar siendo importantes resistencias para
un mundo homogeneizados que no admite la diferencia, por esta razón es fundamental tener en
cuenta estas distintas comprensiones, pues así podemos seguir teniendo un mundo diverso, pero
sobre todo porque así podemos generar alternativas a las ideas dominantes y a los discursos de
poder que han entrado en crisis y que han llevado a la humanidad a plantearse preguntas ante
todas las incoherencias del paradigma.